CÓMO ES VIVIDO EL CÁNCER DE MAMA Y EL ROL MATERNO POR MUJERES MAYORES DE 35 AÑOS Y SUS CÓNYUGES: Una Mirada desde la Perspectiva de las Constelaciones Familiares Autor: Adriana María Alzate Vargas – [email protected] Estudiante de Psicología – Universidad San Buenaventura, Sede Medellín “No estás deprimido,Estás distraído… Distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea.” Facundo Cabral RESUMEN La incidencia del cáncer de mama ha incrementado significativamente en los últimos años y a la par se vienen realizando múltiples investigaciones, en su mayoría desde una perspectiva médica. Este artículo es el resultado de un esfuerzo por abordar el cáncer de mama desde una perspectiva teórica complementaria al modelo médico tradicional que permita dar una nueva y más integradora mirada al cáncer de mama y el rol materno tal como es vivido por mujeres mayores de 35 años y sus cónyuges, una vez que se ha producido el diagnóstico. Nuestra intensión es dirigir este estudio desde la perspectiva de las constelaciones familiares y la psicoterapia realizada con base en este enfoque y que a la postre pueda servir de fuente bibliográfica para futuras investigaciones sobre el cáncer de mama planteadas por psicólogos o desde la psicología con un enfoque claramente cualitativo. 1 Palabras clave: Cáncer de mama, Constelaciones Familiares, rol materno, psicología, terapia sistémica. ABSTRACT The breast cancer’s incidence has increased significantly in recent years and nowadays have been conducted many investigations, mostly from a medical perspective. This article is the result of an effort to address research about breast cancer like a theoretical complement to traditional medical model and enable a new, more inclusive look at breast cancer and the maternal role, as it is lived by women over 35 years old and their spouses, once the diagnosis has occurred. Our intention is to conduct this study from the perspective of family constellations and that may finally serves as a source literature for future research on breast cancer raised by psychologists or from psychology with a qualitative approach. Keyword: Breast cancer, Family Constellations, maternal role, psychology, Systemic therapy. INTRODUCCIÓN Por siglos el modelo médico y el concepto de ciencia dura se han instaurado en el pensamiento occidental de forma tal, que hoy en día para nadie es un secreto que “la medicina continuamente ofrece al asombrado profano nuevas soluciones, fruto de unas posibilidades que rayan en lo milagroso. Pero, al mismo tiempo, se hacen más audibles las voces de desconfianza hacia esta casi omnipotente 2 medicina moderna” (Dethlefsen, Dahalke, 1983). Desconfianza que nos lleva a preguntarnos entre otras cosas y haciendo eco de las palabras de Facundo Cabral, si será que no estamos enfermos sino distraídos de la vida que nos rodea, o más aún, a preguntarnos sobre qué realmente es la salud y la enfermedad. Ahora bien, tal cuestionamiento puede resultar demasiado etéreo para aquel ser, quien aquejado por uno o más síntomas pretende encontrar sentido o explicación a lo que le sucede y que en su afán de buscar respuestas dictadas desde el modelo médico, renuncia a darse cuenta de lo que el síntoma le está diciendo, al tiempo que descarta la posibilidad de mirarse a sí mismo como un ser bio-psicosocial y más aún, como un ser complejo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define por ejemplo, el concepto de salud como: "El estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedades". Para el común de las personas parece resultar claro el hecho de que la salud no es solo ausencia de enfermedad, sin embargo, cuando se dice que es “un estado de completo bienestar” se coloca a la salud como algo imposible e inalcanzable, algo así como un estado de felicidad celestial (Payán, 2006) que si bien resulta totalmente válido para la medicina ortodoxa a la luz del paradigma empírico-analítico basado en la simplicidad lineal de la causalidad y la regularidad de los fenómenos; se queda corto en tanto desconoce la posibilidad de entender la salud como el resultado de un complejo proceso 3 donde interactúan factores biológicos, económicos, sociales, políticos y ambientales en la generación de las condiciones que permiten el desarrollo pleno de las capacidades y potencialidades humanas, entendiendo al hombre como un ser individual y social (Carranza, s.f.), es decir, desconoce las condiciones de contexto constitutivas del proceso de salud-enfermedad evidenciando el agotamiento y la insuficiencia del paradigma dominante pero enfrentándonos consecuentemente con la necesidad de generar nuevas perspectivas de abordaje. Estas nuevas perspectivas han venido surgiendo, no sin cuestionar el concepto de salud y de paso el concepto de enfermedad, pues consideramos que no se pueden ubicar simplemente como polos opuestos en ambos extremos de un continuo representativo del estado de un ser humano. Cada vez tiene más acogida la “medicina alternativa” con sus distintos sustentos teóricos y sus propias bases antropológicas, epistemológicas y ontológicas. Existen por ejemplo, enfoques como el de (Dethlefsen, Dahlke, 1983) que ven la “Enfermedad como Camino” y que a sabiendas de que su perspectiva le arrebata al ser humano el recurso de utilizar la enfermedad como coartada para rehuir problemas pendientes; pretenden demostrar que el enfermo no es víctima inocente de errores de la naturaleza, sino su propio verdugo, refiriéndose no a la contaminación del medio ambiente, a los males de la civilización, a la vida insalubre ni a «villanos» 4 similares, sino a su pretensión de situar en primer plano el aspecto metafísico de la enfermedad. Así mismo, desde la complejidad por ejemplo, se plantea la posibilidad de superar la búsqueda del determinismo estricto tan común en las reflexiones sobre salud y enfermedad, así como la posibilidad de comprender que la salud y la enfermedad se manifiestan como fenómenos complementarios, concurrentes y antagónicos, donde coexisten simultáneamente, el orden, el desorden y la organización y donde el principio auto- organizacional (uno de los principios planteados por el paradigma de la complejidad), se expresa como auto- geno- feno- ego- eco- organización, es decir, posibilita el reconocimiento de que el ruido, desorden, caos, ignorancia, indeterminaciones, probabilidades e incertidumbres intervienen en los actos de enfermar, sanar y morir, en constantes retroacciones e interacciones (Aguirre, Macías, 2002). Se trasciende de este modo de la perspectiva de la salud como estado a la salud como proceso dinámico, constante y permanente y se lo traslada del ámbito de la linealidad al ámbito de lo no lineal sacándolo en consecuencia del modelo de causalidad. Cabe anotar que todas estas nuevas miradas al ser humano posibilitan realizar un abordaje diferente de antiguas enfermedades que por tradición han sido objeto de estudios basados en el modelo médico y consiguientemente, desde la relación 5 causa-efecto, con el propósito de lograr su solución o curación y entendida ésta última como la eliminación del síntoma. 1. JUSTIFICACIÓN Entre las llamadas “enfermedades del mundo moderno”, el cáncer ha sido objeto de numerosos estudios y la oncología ha logrado avances significativos en los últimos tiempos. Más aún, el cáncer ha pasado de ser una “enfermedad incurable” a ser una “enfermedad curable si se descubre a tiempo.”; trayendo de este modo un cambio de dirección en la atención de la comunidad científica. Es decir, de buscar los tratamientos que fueran eficaces contra el cáncer se ha pasado a la búsqueda de los métodos de diagnóstico y prevención oportunos. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos realizados por la medicina, las cifras epidemiológicas a nivel mundial indican que “El cáncer es una de las principales causas de mortalidad y el número total de casos está aumentando en todo el mundo.” (OMS, 2009). Estas cifras pueden resultar superfluas o fútiles para algunos en tanto para otros ser de gran importancia, pues como bien dicen (Dethlefsen, Dahlke, 1983): “El significado de un hecho se nos revela por la interpretación que le atribuimos”. Esto implica que el mismo hecho, digamos en este caso el cáncer, será significado de una manera diferente por cada individuo que lo padezca (padecer en la acepción médica tradicional) o lo viva y más aún, será significado de manera muy diferente por los familiares, amigos y sociedad que le rodean. 6 Desde este punto de vista, resulta explicable que para una mujer con 40 años recién cumplidos adquiera una significancia particular un dolor que siente en su pecho y una indicación médica de hacerse una mamografía, sumados al hecho de tener una prima con antecedentes de cáncer de mama. Aunque este puede ser el caso de muchísimas mujeres es importante para quien escribe estas líneas porque es su propio caso y si bien en esta ocasión el “dictamen” médico fue “paciente normal, sin cáncer de mama”, todo el temor y la angustia vividas en el lapso de tiempo comprendido entre la realización del procedimiento médico y el diagnóstico emitido, fue suficiente para generar un sin número de interrogantes. Interrogantes que en un principio surgen contextualizados como se ha dicho previamente, en el ámbito médico y en referencia al concepto de salud y enfermedad tradicionalmente aceptado, y que incluyen por ejemplo, ¿será que tengo cáncer? ¿Qué me va a pasar si tengo cáncer? ¿mi vida va a cambiar? ¿puedo seguir pensando en un mañana? Estas sin duda son solo algunas de las preguntas que se puede formular una mujer cualquiera ante la perspectiva de ser diagnosticada con cáncer de mama. No obstante, por el hecho de ser estudiante de psicología mi atención se dirige a profundizar un poco más en lo que sucede para aquellas mujeres que a diferencia mía, sí son diagnosticadas con cáncer de mama y más aún, me conduce a explorar paradigmas como el de la complejidad, modelos teóricos y tipos de 7 terapia psicológica como las constelaciones familiares en un intento por trascender el modelo médico de salud-enfermedad ortodoxo al tiempo que me permita develar ¿Cómo es vivido el cáncer de mama y el rol materno por mujeres mayores de 35 años y sus cónyuges? 2. NUESTRO PROPÓSITO Develar cómo es vivido el cáncer de mama y el rol materno por mujeres mayores de 35 años y sus cónyuges desde un enfoque fenomenológico y sistémico como es la teoría de Constelaciones Familiares. Se propone una revisión bibliográfica que permita identificar categorías de significado dadas por mujeres mayores de 35 años diagnosticadas con cáncer de mama y sus cónyuges al cáncer de mama, así como identificar aspectos comunes en las constelaciones familiares configuradas por estas mujeres en investigaciones que se hayan realizado previamente y de esta manera servir como referencia bibliográfica para trabajos psicoterapéuticos futuros con Constelaciones Familiares en mujeres con cáncer de mama. 3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Como se ha dicho previamente, el modelo médico está basado en una visión de hombre particular, así como en ciertos fundamentos ontológicos y epistemológicos guiados principalmente a la luz del paradigma positivista y al estatus de cientificidad de la medicina como tal. Este modelo a su vez ha permitido históricamente una mirada a la enfermedad bajo una perspectiva lineal causa- 8 efecto donde el síntoma en todo momento “debe” ser eliminado. De acuerdo con lo anterior el enfoque que se le ha dado al tratamiento de las enfermedades, incluido el cáncer, busca encontrar la causa del fenómeno de tal modo que le permita eliminar el síntoma haciendo que este pierda su función de “decirle” algo al enfermo. En el caso del tratamiento del cáncer de mama pretendemos cuestionarnos sobre lo que el cáncer le está avisando o señalando a una mujer en su viaje y recorrido de vida para tratar de develar como ellas y sus cónyuges, miembro importante en su constelación familiar, viven el cáncer de mama y que pasa con el rol materno en sus vidas. Pretendemos aceptar el reto de indagar en esas zonas más profundas e inaccesibles del ser (ya sea porque en realidad estén profundamente arraigadas o porque en nuestro afán de mirar en otra dirección las desconocemos o negamos) que nos permita develar que es lo que realmente significa el cáncer de mama para la mujer y para sus cónyuges, así como el lugar que ocupa y como se manifiesta en la configuración de sus constelaciones familiares. De este modo se puede tratar de entender el cáncer de mama desde una perspectiva diferente a la tradicional y posibilitar en la mujer una ampliación de su conciencia respecto a la enfermedad y su vida misma como miembro de su familia, la sociedad y este mundo. 4. MARCO TEÓRICO Nuestro propósito y dirección de investigación, supone ampliar nuestra perspectiva más allá del paradigma epistemológico de la simplicidad que aún predomina en la 9 actualidad y y la superación del concepto médico de salud para poder dar una nueva mirada a la salud-enfermedad y específicamente al cáncer de mama tal como es significado y vivido por las mujeres y sus familiares. Desde este punto de vista, se hace necesario hacer una revisión de paradigmas como el de la complejidad, de teorías y formas de terapia como Constelaciones Familiares, que permitan reconocer en cada mujer diagnosticada con cáncer de mama un ser holístico y en construcción, inmerso en un fenómeno que trasciende su individualidad para tocar a sus familiares, personas cercanas e incluso a sus generaciones venideras según lo plantea Hellinger autor de las constelaciones familiares (Dokser, 2009). Teoría Sistémica y Constelaciones Familiares La teoría general de sistemas representa una nueva epistemología generada como reacción o propuesta alternativa al pensamiento analítico reduccionista y mecanicista que informaba la manera de conocer empleada por la ciencia hasta la llamada Modernidad. Su insatisfacción derivó de las limitaciones que tenia la forma de explicar los fenómenos o eventos mediante series lineales de causas y efectos en cadena, cada uno develando un evento causal como antecedente del siguiente. La medicina académica evita cuidadosamente la interpretación del síntoma, con lo que destierra tanto al síntoma como a la enfermedad al ámbito de lo incongruente. Con ello, la señal (valga decir, el síntoma) pierde su auténtica función; pues se convierte a los síntomas en señales incomprensibles. 10 Como alternativa al tipo de pensamiento anterior, la Teoría Sistémica propone examinar la estructura lógica de los sistemas. Postula que la organización, más que la reducción, es el principio unificador básico de las ciencias. De acuerdo a esta teoría, se define el concepto de sistemas como el conjunto de elementos (partes o eventos) relacionados entre si y que están en constante interacción, de una manera especifica (consistente o predecible), formando una unidad o totalidad. (Montenegro, 1997). Un sistema siempre está compuesto de un conjunto de partes o elementos que están en una relación dada consistente u organización. En toda organización se dan ciertas características básicas: totalidad, límites, jerarquía, control, homeostasis, entropía, tiempo y espacio. De la totalidad deriva una de las leyes de oro del enfoque sistémico, la que dice que "el todo no es igual a la suma de sus partes", pues el todo confiere a sus partes características que no poseen individualmente y es la interacción entre las partes la que genera o produce una totalidad. Además, los sistemas están organizados en forma jerárquica, no todos funcionan en el mismo nivel. Sin embargo, existe el concepto de control que es relativo a los factores que mantienen el equilibrio y estabilidad del sistema y que opera mediante la retroalimentación, que es el proceso por el cual el sistema regula sus respuestas (salida) a los estímulos externos (entradas). En este sentido, surge el concepto de homeostasis para referirse al estado constante o estabilidad de un 11 sistema que, en general, se mantiene mediante mecanismos de retroalimentación negativa. Ahora bien, desde esta perspectiva teórica el síntoma se considera como una solución protectora, lo cual indica que la persona portadora del síntoma se sacrifica a si misma para defender la homeostasis del sistema y la familia sería vista, consiguientemente, como un organismo y su protección, como una reacción al estrés en el que se encuentra el organismo, es decir, ve el síntoma no como un propósito o una respuesta ayudadora. Cobra importancia entonces enfocarse en el “para qué” la señal más que en el “por qué ocurre”. Este cambio de interés llevaría por ejemplo a preguntar para qué el cáncer en uno de los miembros de la familia o cuál es su función al interior de la misma?, y haría que sea importante averiguar qué le dice el síntoma a los demás miembros de la familia, que posibilita en ellos y qué modificación en el sistema de roles produce o qué beneficio le reporta a cada miembro del sistema. Hasta este punto, se ubica al individuo como parte de un sistema mayor limitado en cierta medida por la espacio temporalidad de cada uno de sus miembros. Sin embargo, desde la teoría de las llamadas Constelaciones Familiares se trasciende la limitación de espacio y tiempo por cuanto se plantea que el “alcance” o manifestación de una configuración familiar cubre más de una generación. Incluso Bert Hellinger, autor de las Constelaciones Familiares explica la existencia de una energía (que él llama “la gran alma”) que posibilita que los sistemas, no 12 exclusivamente, pero sí de una forma especial, las familias y las personas, estén vinculadas de una forma excepcional más allá de la lógica y la conciencia. Esta vinculación le lleva a hablar de conceptos como las emociones o sentimientos adoptados, y de los órdenes del amor (Parrellada, 2004). Estos vínculos tienen una fuerza tal que escapan a la razón porque la energía que los mantiene en relación trasciende la mera voluntad de pretender que las cosas sean de una manera determinada. (Parrellada, 2004). Sostiene que el ser humano en su afán desmesurado por querer controlar la realidad, con su pretensión de creer que las cosas son necesariamente como él las ve o las imagina, ha caído en la trampa de la omnipotencia y la arrogancia, prescindiendo del hecho de que aquello que es más importante para la vida es el propio vivir, y que no tenemos las riendas de todo lo que pasa en ese vivir. En las Constelaciones Familiares entonces, el interés ya no se centra en el individuo, ni en la familia sino en todo aquello que está relacionado con la vida, que de alguna manera tiene que ver con la propia vida y su otra cara, la muerte, así como con todo lo que está vinculado con el sexo, la violencia y el amor. En términos generales las Constelaciones Familiares ofrecen una nueva mirada, una perspectiva diferente a esta vivencia inconsciente de los vínculos, las relaciones y los sentimientos, con el fin de poder encontrar un equilibrio, un orden que vaya en la dirección de la aceptación de la vida tal y como se muestra y se desarrolla, que permita el bienestar emocional suficiente para poder aprovechar 13 todas sus ventajas y disfrutar de todos sus frutos, rompiendo, a la vez, los círculos viciosos en los que, generación tras generación, han estado embrollados los sistemas familiares y sus miembros. Las Constelaciones Familiares son las conexiones que cada persona tiene con su familia en una o varias generaciones, así como con las personas que han sido afectivamente significativas. Se vinculan entre sí con amor y lealtad, lo que una generación deja sin resolver, será la siguiente generación la que inocente e inconscientemente trate de solventar, quedando atrapadas en temas o asuntos que no son en realidad su responsabilidad. Este concepto se basa en tres leyes universales de las relaciones humanas propuestas por su autor: La pertenencia, es decir, la necesidad básica de las personas de convivir con un sentimiento profundo de pertenecer a una familia, a un colectivo, a un territorio, a una cultura. No es factible que un sistema esté en equilibrio si no garantiza las condiciones para que todos sus miembros puedan desarrollar este sentimiento de pertenencia. El equilibrio entre el dar y el recibir, si no se da tal equilibrio, aparecen desigualdades que generan relaciones distorsionadas a menudo ritualizadas de tal manera que aparecen víctimas y culpables, como consecuencia de que quien da compulsivamente siempre deja en una posición de fragilidad e inferioridad a quien recibe. Dicho de otra manera, si no hay un equilibrio entre estos dos polos, habitualmente quien da, pasa factura, aunque sea sutilmente, a quien recibe, dejando bloqueada la comunicación entre ambos. La aceptación de los roles y 14 jerarquías en las relaciones, por ejemplo, una forma de no tener en cuenta esta regla en las relaciones familiares se da cuando los padres colocan a los hijos en una posición que no les corresponde, para tratar de resolver las dificultades que tienen como pareja. Es lo que conocemos como triangulaciones. Es lo que sucede también en un colectivo profesional, cuando no se reconoce la función técnica o directiva por parte de los profesionales que están bajo su coordinación o autoridad. Además de estas tres leyes, subyace en esta teoría, una profunda convicción en que una de las claves para acceder a un posible cambio es asentir a las fuerzas que emergen en la Constelación Familiar y aceptar que la razón no es la que dirige nuestras acciones, sino fuerzas más profundas que tienen que ver con las dinámicas de la propia vida. Es decir, la convicción de que desprenderse de la arrogancia de que uno (la persona que manifiesta el síntoma) tiene las riendas absolutas sobre su propia vida; suele tener un efecto terapéutico considerable. El trabajo con Constelaciones Familiares es un método terapéutico fenomenológico que se aplica a nivel individual o grupal y que busca restablecer "El orden del amor" en los sistemas humanos. Se basan en la teoría de sistemas y dentro de ella en el reconocimiento de que los grupos humanos se rigen por leyes y patrones innatos, a los cuales se agregan todos aquellos que se van construyendo en la interacción cotidiana dentro de las familias y a sí mismo las familias construyen leyes y principios que rigen la interacción de sus núcleos con 15 las de otras familias, llegando a construir las leyes sociales que permitirán un funcionamiento acorde con las necesidades particulares y grupales. Este conjunto de leyes naturales, familiares, sociales y espirituales que rigen el funcionamiento de los núcleos humanos es lo que Bert Hellinger llama los órdenes del amor. De acuerdo con lo anterior, Hellinger propone que la trasgresión de los órdenes del amor en las interacciones humanas será el origen de los conflictos y las discordancias internas que pueden llegar a manifestarse como patologías individuales, familiares, grupales o sociales. Por consiguiente, este autor parte de la idea sistémica de que el individuo es un ente grupal así como de la idea de que los sistemas familiares son sistemas abiertos que tienden a autorregularse para asegurar su supervivencia pero a su vez se nutren, interactúan y se vinculan con otros sistemas familiares, llegando a constituir clanes, grupos, comunidades, sociedades y naciones. Todos ellos enriquecidos por innumerables virtudes, pero a su vez obstruidos por los innumerables conflictos que vamos tejiendo a lo largo de los años. De esta manera cada Ser forma parte del alma y del destino de muchas personas con las cuales está de alguna manera directamente relacionado, esa alma a su vez, es arte y parte de una historia heredada de generación en generación y marca a cada ser humano de una manera particular. Desde el punto de vista de la psicoterapia, ¿De que forma pueden ayudarnos las constelaciones familiares? Pues a través de éste método, se busca identificar los conflictos y los puntos nudales del sistema familiar, laboral o social que están 16 dificultando el flujo organizado de la vida y a partir de allí, en la medida que el mismo sistema lo permita, se restaura el orden perdido, desatando estos nudos y permitiendo un nuevo fluir en la vida de las personas comprometidas. Se pretende que cada individuo esté en consonancia con su destino y ocupe el lugar que le corresponde en los grupos con los cuales interactúa para que pueda desarrollar su proyecto de vida de una manera más armónica y sostenible; teniendo en cuenta que, según Bert Hellinger, para que la vida fluya adecuadamente es necesaria la coherencia y la concordancia consigo mismo y con el sistema familiar y social en el que se vive. Todo lo anterior, permiten ver en el trabajo con Constelaciones Familiares un novedoso enfoque en psicoterapia, fenomenológico y sistémico, que nos muestra que en muchas enfermedades existe un mensaje de amor e intentos de llegar a un equilibrio en la familia y que al hacer la constelación familiar se genera un movimiento sanador, que al develar la dinámica oculta, la felicidad secreta de la enfermedad pierde su sentido encauzándolo hacia la vida y la salud (Dokser, 2009). Además, como se mencionó previamente como método terapéutico las Constelaciones Familiares es complementario de la intervención médica y lo trasciende pues lo que trabaja es otra realidad que emerge a la luz. En la familia enfermamos no porque sus integrantes sean malos, sino porque en las familias actúan destinos que implican, influyen y afectan a todos sus miembros, porque el amor en la familia enferma y sana. Ahí, donde algún miembro de la familia desvía 17 del orden del amor, una enfermedad lo guía de regreso al orden, bajo el sentido de que la mente no entiende lo que el alma necesita (o como se postula desde la psicología humanista: “El organismo es más sabio que el intelecto” (Martínez, 1982). Sanamos en familia porque una vez que descubrimos el mismo amor que llevó a la enfermedad, este se une al conocimiento para buscar otra solución. 5. DISCUSIÓN De acuerdo con palabras de Hellinger en entrevista realizada por Harald Hohnen en Washington D.C. (Champetier, 2005) las Constelaciones Familiares han aportado luz sobre el cómo las intrincaciones dentro de la familia de origen pueden llevar al cáncer. Se ha encontrado por ejemplo que detrás de enfermedades de cáncer en mujeres a menudo existe un rechazo a la madre y éste en algunos casos es generacional (Dockser, 2009). A veces un enfermo de cáncer debe representar a alguien de su familia de origen, por ejemplo a una victima. Si esta victima no fue honrada en la familia, el enfermo de cáncer quiere expiar por ella o ser como ella. Por un lado esto es debido al funcionamiento de la conciencia colectiva, que es inconsciente. Por otro lado la conciencia colectiva trabaja mano a mano con la conciencia personal. Por ejemplo, cuando un niño quiere seguir a alguien fuera de la familia, o quiere morirse en lugar de alguien dentro de la familia, o quiere expiar por una injusticia que no fue rectificada en el lugar de otra persona, entonces ese niño se siente inocente y tiene buena conciencia. El trabajo con Constelaciones Familiares con enfermos de cáncer al igual que hizo 18 Hellinger debe empezar con la investigación de la relación entre las intrincaciones de la conciencia personal y la conciencia colectiva. En este sentido, (Dethlefsen, Dahlke, 1983) nos proponen una analogía entre el cáncer y la sociedad de nuestra época que nos sirve de manera excelente como el punto de partida para esta investigación: “la enfermedad del cáncer es expresión de nuestra época y de nuestra ideología colectiva”. De acuerdo con estos autores, el cáncer nos posibilita ver en él nuestros vicios mentales y equivocaciones, pues al igual que los seres humanos, el cáncer utiliza la misma ideología: «Yo o la comunidad». Es decir, tanto en la conciencia personal como en la conciencia colectiva sólo se ve esta disyuntiva y la decisión se inclina por la propia supervivencia, independiente del entorno y se llega a comprender demasiado tarde que sí se depende del entorno. Es como si al cáncer (haciendo la analogía de que en la cédula cancerosa el núcleo actúa como cerebro) le faltase la conciencia de una unidad mayor y más completa, como si solo viera la unidad en su propia limitación o si la conciencia personal no fuera parte o estuviera totalmente aislada de la conciencia colectiva. Esta falta de comprensión de la unidad es algo que las personas tienen en común con el cáncer. También el individuo se limita en su propia mente, marcando ante todo la división entre Yo y Tú. Se piensa en "unidades» sin advertir que es un concepto aberrante (Dethlefsen, Dahlke, 1983). La unidad es la suma de todo lo que es y no conoce nada fuera de sí. Si se divide la unidad, se forma la 19 multiplicidad, pero esta multiplicidad sigue siendo, a fin de cuentas, parte integrante de la unidad. Cabe recordar que el cáncer entraña el crecimiento y multiplicación caótica de células y que la proliferación de estas células cancerosas termina cuando ha consumido literalmente a la persona a la que ha convertido en su suelo nutricio; una vez más, cuando la multiplicidad (de células) ha reinado y la división de la unidad conduce a la muerte. En términos de Hellinger el enfermo de cáncer está “cortado” o separado de la “Gran Alma” (o Alma Mayor) y puesto que esta alma trasciende o es superior al alma familiar, inclusive; se hace indispensable para la persona enferma de cáncer (la multiplicidad) rearmonizar con algo mayor (la unidad). Esto tiene entonces una cualidad espiritual – el sentimiento de estar conectado con algo mayor y contenido en ello, la ley básica de pertenencia. Uno suelta los deseos presuntuosos de ayudar, se hace humilde y así está conectado con algo mayor y de acuerdo a lo que expresa el principio hologramático del paradigma de la complejidad: La parte está en el todo y el todo está en la parte. Para Hellinger (Champetier, 2005) en el trabajo con enfermos de cáncer a través de Constelaciones Familiares el alma del cliente entra en contacto con una Alma Mayor que influye en una sanación muy interior, no sólo en el nivel físico de la enfermedad. Por ese proceso alguien que haya sido cortado de la fuente de su existencia (separado de la unidad), bien a través de problemas o intenciones o efectos de su conciencia, puede volver a conectarse otra vez con ella. Se vuelve a 20 conectar muy despacio, sin desear nada, sin hablar de nada, sin hacer nada y es llevado de nuevo a su propia existencia. Hellinger en su entrevista a Hohnen (Champetier, 2005) menciona que en varias ocasiones ha sentido que el enfermo de cáncer antes de conectarse nuevamente con el Alma Mayor tiene que resolver algo con una persona con la que se ha desvinculado y que esta persona suele ser la madre, aunque no generaliza pues menciona que en algunas ocasiones puede ser otra persona distinta para la persona que está “constelando” (quien está configurando o mostrando cual es su constelación familiar). Sin embargo, Hellinger precisa que madre en ese contexto es una imagen para algo mayor. Es una imagen para la vida, es decir, que la madre es la puerta de entrada de la vida. En consecuencia el cáncer podría verse como la separación de la madre, separación del Alma Mayor y de la vida. En otro caso por ejemplo, citado en entrevista concedida por Hellinger a Honner luego de un taller en San Petersburgo, salió a la luz en la constelación familiar de una mujer que tenía cáncer que el hermano de la madre había asesinado a su prometida y que probablemente la madre también estuviera involucrada en este asesinato. La constelación y todo lo que allí surgió permitió aclarar que el cáncer de la mujer estaba relacionado con el asesinato de esa otra joven mujer. Como se observa de este ejemplo y según palabras de Hellinger no existen reglas fijas para las soluciones (Hohner, 2001). 6. CONCLUSIONES 21 Si bien existen modelos teóricos sobre el concepto de salud y enfermedad bastante deterministas y lineales, soportados ampliamente desde hace bastante tiempo, también existen actualmente nuevas perspectivas y enfoques sobre el tema. Dentro de estos se encuentra la teoría de las Constelaciones Familiares que nos permite ir más allá del concepto de salud como opuesto al estado de enfermedad y que además nos permiten abordar mediante metodologías cualitativas una enfermedad particular como es el cáncer de mama. Desde esta teoría se puede afirmar que cada caso de cáncer de mama es único y que sus implicaciones trascienden los “límites” corporales de la mujer que lo padece así como sus generaciones precedentes y futuras. Al referirnos a las generaciones precedentes queremos mostrar que desde las Constelaciones Familiares no se podría hacer una relación lineal causa-efecto para intentar siquiera explicar el origen de esta manifestación corporal del cáncer de mama en una mujer particular pues los órdenes del amor, como dice Bellinger se alteran generación tras generación. Sería totalmente pertinente que al presente estudio le siguieran otros tantos en los que se pueda entrevistar un número significativo de mujeres con cáncer de mama y quienes estuvieran de acuerdo en Constelar o Configurar su Constelación Familiar, pues esto nos podría aportar mayor conocimiento sobre si existen algún tipo de alteración de los órdenes del amor que se evidencie con mayor frecuencia 22 (tal vez para estudios de corte más cuantitativo) y sobre las respuestas o evolución de las mujeres una vez que hayan constelado su familia. BIBLIOGRAFÍA Avis, N., Crawford, E., Manuel, J. (2004), Psychosocial Problems Among Younger Women with Breast Cancer. Psycho-Oncology, (13) 295–308. [On Line, Oct. 2010] <<http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/pon.744/abstract>> Baider, L. (2003). Cáncer y Familia: Aspectos Teóricos y Terapéuticos. International Journal of Clinical and Health Psychology, 505-520. [En Línea, Oct. 2010] <<http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/html/337/33730306/33730306.html>> Bettencourt, A., Schlegel, R., Talley, A. Molix, L. (2007), The Breast Cancer Experience of Rural Women: a Literature Review. Psycho-Oncology, 16: 875–887. [On Line, Oct. 2010] <<http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/pon.1235/abstract>> Blattner, W., McGuire, D., Mulvihill, J., Lampkin, B., Hananian, J.,Fraumeni, J. (1979). Genealogy of Cancer in a Family. JAMA - The Journal of The American Medical Association. Vol. 241(3):259-261. [En Línea, Sept. 2010] <<http://jama.ama-assn.org/cgi/content/abstract/241/3/259>>" Carranza, V., (2009) s.f.. El Concepto de Salud Mental en Psicología Humanistaexistencial. Recuperado el 1 de marzo de 2009, en <<www.ucb.edu.bo/Publicaciones/Ajayu/volumen%201.1/articulos/ElConceptoDeS aludMentalEnLaPsicologiaHumanista.pdf>> 23 Carreño, G., López, A. (2007). Prevalencia de trastorno depresivo mayor en pacientes con mastectomía radical modificada sin reconstrucción. MedUNAB, 10(1), 24-27. Recuperado en Fuente Académica database. Cerezo, M., Ortiz-TaIIo, M., Cardenal, V. (2009). Expresión de emociones y bienestar en un grupo de mujeres con cáncer de mama: una intervención psicológica. (Spanish). Revista Latinoamericana de Psicología, 41(1), 131-140. Recuperado en Academic Search Premier database. Cervera, S., Aubá, E. (2005). Calidad de Vida Dinámica Familiar tras el Diagnóstico de Cáncer de Mama. Boletín de psicología, Nº. 85, 7-30. [En Línea, Sept. 2010]. <<http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1709072>> Champetier, B. (2005). Bert Hellinger entrevistado por Harald Hohnen, en un seminario con enfermos de cáncer en Washington DC, Octubre 2001. s.p.i. [En Línea, abr. 2010] << http://www.foroswebgratis.com/temaentrevista_a_bert_hellinger_con_enfermos_de_cancer-52691-372672.htm>> Cohen, M. (2006), Breast Cancer Early Detection, Health Beliefs, and Cancer Worries in Randomly Selected Women with and without a Family History of Breast Cancer. Psycho-Oncology, 15: 873–883. [On Line, Oct 2010] <<http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/pon.1018/abstract>> Dethlefsen, T., Dahlke G., (1983) La Enfermedad como Camino. s.p.i. [En Línea, sep. 2009]. << www.formarse.com.ar>>. 24 Dokser, A. (2009). Enfermedades Crónicas y Síntomas con Constelaciones Familiares. s.p.i. [En Línea, abr. 2010] <<http://www.mantra.com.ar/anadokser/enfcron.html>> Dura, E., Ibañez, E. (2000). Psicologia Oncológica: Perspectivas Futuras de investigación e Intervenión Profesional. Psicología, Saúde & Doenças, 1 (1), 2743. Recuperado de Scielo. [En Línea, Oct. 2010]. <<http://www.scielo.oces.mctes.pt/pdf/psd/v1n1/v1n1a04.pdf>> Flórez, K., Aguirre, A. (2008). Fatalism or Destiny? A Qualitative Study and Interpretative Framework on Dominican Women’s Breast Cancer Beliefs. Journal of Immigrant and Minority Health. Springer New York. 11(4), 291-301. Retrieved from PubMed Central. García, C., González, M. (2007). Bienestar Psicológico y Cáncer de Mama. Avances en Psicología Latinoamericana, Vol.25, No.1, p.72-80. Recuperado de Scielo. [En Línea, Sept. 2010] <<http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/html/799/79902508/79902508.html>> Gorman, J., Usita, P., Madlensky, P., (2009). A Qualitative Investigation of Breast Cancer Survivors’ Experiences with Breastfeeding. Journal Cancer Surviver (3), 181–191. Recuperado en PubMed Central. [En Línea, Oct. 2010]. << http://www.springerlink.com/content/105081394276l255/fulltext.pdf>> Hassey, K., Ferrel, L. (2005). An evaluation of the quality of life among long-term survivors of breast cancer . Breast Cancer Research and Treatment 25 [En Línea, may. 2010] Vol. 39, Número 3 octubre de 1996. 261-273 páginas. << http://www.springerlink.com/content/j22h4854313966m7/>> Hernández, C. (2001). Estilos Psicológicos y Enfermedad Física: Variables Psicosociales - El Estilo de Evitación Emocional - y su Influencia en el Cáncer. Escritos de Psicología. (1), 36-52. [En Línea, Oct. 2010]. <<http://www.escritosdepsicologia.es/descargas/revistas/num5/escritospsicologia5 _revision.pdf>> Hohnen, H. (2001). Harald Honner Entrevista a Bert Hellinger. San Petersburgo y Moscú, Septiembre 2001. s.p.i [En Línea, abr. 2010] << http://www.cidemac.org/html/constelac/doctos/const06.pdf >> Knaul, F., Rivera, D. (2008). Mi Lucha Contra el Cáncer de Mama. Contenido, (541), 82-87. Recuperado en Fuente Académica database. Kristjanson, L., Aschcroft, T. (1994). The Family's Cancer Journey: A Literature Review. Literature Review. Vol. 17, No. 1, Febrero de 1994 [En Línea, may. 2010] <<HTTP://journals.lww.com/cancernursingonline/Fulltext/1994/02000/The_family_s _cancer_journey__A_literature_review.1.aspx>> Macías, M. (2001). Tensiones en el Tratamiento Epistemológico de la Salud. Humanidades Médicas, Vol 1, No 3, Septiembre- Diciembre del 2001 p-5. Recuperado el 4 de septiembre de 2009, en http://www.revistaciencias.com/publicaciones/EkpVElZZAEUCHFoPVO.php 26 Macías, M., Aguirre, L. (2002). Una vez más Sobre el Proceso Salud Enfermedad. Hacia el Pensamiento de la Complejidad. Humanidades Médicas, Recuperado el 4 de marzo de 2009, en http://www.bvs.sld.cu/revistas/revistahm/numeros/2002/n4/body/hmc010102.htm Mariño, A. (2006). Relación entre el Patrón de Conducta Tipo C y el Cáncer de Mama. Universitas Psychologica, 5(3), 563-573. Recuperado en Fuente Académica database. Martínez, M. (1982). Psicología Humanista: fundamentación epistemológa estructura Y método. México:Trillas.p 58-76. Morín, E. (1990). Introducción al Pensamiento Complejo. lª Edición Gedisa 167 pags. Montenegro, H. (1997). Tratamiento Familiar Sistémico de Los Niños con Problemas Conductuales o Emocionales. Revista Chilena de Psiquiatría. 68 (6); 283-289, 1997. [En Línea, sep. 2009] << http://www.scielo.cl/pdf/rcp/v68n6/art06.pdf >> ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, (2008). ¿Aumenta o disminuye el número de casos de cáncer en el mundo?. s.p.i. [En Línea, oct. 2009]. << http://www.who.int/features/qa/15/es/index.html>> Parrellada, C. (2004). Las Constelaciones Familiares: la psicoterapia sistémica de Bert Hellinger. s.p.i. [En Línea, sep. 2009] << http://www.xtec.cat/~cparella/Articles/constelacionsipsicomotricitatcastella.pdf>> 27 Sánchez, B. (2009). Bienestar Espiritual de Enfermos Terminales y de Personas Aparentemente Sanas. Investigación Educativa en Enfermería. 27 (1), 86-95. [En Línea, Oct. 2010]. <<http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S012053072009000100009&lng=en&nrm=iso>>. Sattin, R., Rubin, G., Webster, L., Huezo, M., Wingo, P., Ory, H., Layde, P. (1985). Family History and the Risk of Breast Cancer. JAMA - The Journal of the American Medical Association. Vol. 253(13):1908-1913. [On Line, Oct. 2010] <<http://jama.ama-assn.org/cgi/content/abstract/253/13/1908>> Schianetz, k. (2006). Love’s hidden orders - Carrying burdens of our family. En Creating-Healing-Environments-Newsletter. Vol. 2, Febrero 2006. págs 2 y 3. [En Línea, abr 2010] << http://www.environment-healthsolutions.com/Newsletter/Newsletter2.pdf >> Sebastián, J., León, M., Hospital, A. (2009). Variables Psicosociales y Cáncer de Mama: un Estudio Cuasiprospectivo de la Personalidad Tipo C. Revista Latinoamericana de Psicología, 41(3), 461-479. Recuperado en Academic Search Premier database. Sebastián, J., Manos, D., Bueno, M., Mateos, N. (2007). Imagen Corporal y Autoestima en Mujeres con Cáncer de Mama Participantes en un Programa de Intervención Psicosocial. Clinica y Salud, 18(2), 137-161. Recuperado en Fuente Académica database. 28 Shapiro, S., López, A., Schwartz, G., Braden, C., Furker, S. (2001) Quality of Life and Breast Cancer: Relationship to Psychosocial Variables. Journal of Clinical Psychology, Vol. 57(4), 501–519 (2001). [On Line, Oct. 2010] <<http://www.u.arizona.edu/~ajf/pdf/Shapiro%20et%20al%202001.pdf>> Suárez, R., Wiesner, C., González, C., Cortés, C., Shinchi, A. (2004). Antropología del Cáncer e Investigación Aplicada en Salud Pública. Revista de Estudios Sociales, CESO, Centro de Estudios Socioculturales e Internacionales, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de los Andes, No. 17. Loyola, R., Rosello Y., Rosello, J. (2007). Reconstruyendo un Cuerpo: Implicaciones Psicosociales en la Corporalidad Femenina del Cáncer de Mamas. Revista Puertorriqueña de Psicología. Vol.18, 118-145. [En Línea, Ago. 2010]. <<http://pepsic.homolog.bvsalud.org/pdf/reps/v18/v18a08.pdf>> Valiente, M. (2006). El Uso de la Visualización en el Tratamiento Psicológico de Enfermos de Cáncer. Psicooncología: Investigación y Clínica Biopsicosocial en Oncología, 3(1),19-34. [En Línea, Jul. 2010]. <<http://revistas.ucm.es/psi/16967240/articulos/PSIC0606130019A.PDF>> 29
© Copyright 2025 ExpyDoc