2014 – 2015 ADVERTENCIA Los textos

IEJ
ESPAÑOL
2014 – 2015
NANCY GILONNE-OCHOA
HÉLIOS FIGUEROLA-PUJOL
ADVERTENCIA
Los textos presentados, son una síntesis de lo que hemos tratado en los cursos durante este año.
Hemos agrupado los textos en cuatro unidades (1, 2, 3 y 4) que guardan no
sólo una relación cultural entre sí (América Latina), sino que también temática (historia, sociología).
Cada unidad va acompañada de una bibliografía sucinta, cuyas referencias son, en su gran mayoría,
fácilmente consultables en internet:
para preparar los argumentos le aconsejamos vivamente al alumno de hacerlo.
UNIDADES OBLIGATORIAS
UNIDAD 1 : LA MIGRACIÓN Y LOS MIGRANTES ENTRE MÉXICO Y EEUU.
UNIDAD 2 : SOBRE LAS PANDILLAS Y LA VIOLENCIA URBANA: EL CASO DE LOS MARAS.
UNIDADES OPTATIVAS
UNIDAD 3 : SOBRE LA VIOLENCIA DE ESTADO EN CIERTOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA DURANTE LA DÉCADA
DE LOS 70-90.
UNIDAD 4 : SOBRE CIERTAS INSTITUCIONES COLONIALES EN AMÉRICA ESPAÑOLA.
EL EXAMEN
De las cuatro unidades presentadas, el alumno debe preparar dos obligatorias:
las unidades 1 y 2.
Además deberá elegir una de las dos unidades optativas
entre la 3 y la 4.
De las tres, la profesora —Sra. GILONNE-OCHOA—, elegirá una en el examen oral.
INSISTIMOS
No se trata de un examen de conocimientos.
Se exige del alumno que demuestre tener una reflexión original, argumentada
y ser capaz de elaborar una crítica personal sobre cada tema,
guardando, evidentemente, una dominante jurídica.
U NIDAD 1
TEXTO OBLIGATORIO
LA MIGRACIÓN Y LOS MIGRANTES ENTRE MÉXICO Y EE.UU.
Generalidades: aspectos históricos, económicos y sociales de la
migración EE.UU. -México.
El tratado de Paz, Amistad y Límites de Guadalupe Hidalgo, pondrá fin a la
guerra entre EE.UU. y México (1846-1848), y le permitirá a EE.UU. anexarse —el
tratado habla de “comprar”— los territorios de Arizona, California, Nevada, Nuevo
México, Utah, y parte de Colorado: más de un millón y medio de kilómetros
cuadrados; casi la mitad del territorio de México. Con ello, 1.000 mexicanos en
Arizona, 7.500 en California, 60.000 en Nuevo México y 5.000 en Tejas, se volverán
bruscamente extranjeros en su propia tierra, y, a pesar de estar formalmente
protegidos por el tratado, serán, con el desarrollo incontrolado del capitalismo
anglosajón, espoliados y humillados en su cultura y creencias. El historiador Walter
Prescott Webb expresará que “el alto grado de crueldad innata del mexicano se
debía a la herencia de la Inquisición española y a la sangre indígena”1.
Frente a tales prejuicios raciales, los mexicanos, con una larga tradición oral,
dieron origen a mitos redentores, a personajes como: Juan Nepomuceno (Cheno)
Cortina, Tiburcio Vázquez, Gregorio Cortez, Joaquín Murrieta y Elfego Vaca.
A principios del siglo XX, la industria cinematográfica de Hollywood colaboró
activamente a la difusión de estos prejuicios. Recreó y construyó estereotipos
sociales y raciales: el mexicano era mostrado como haragán, violento, sucio,
desordenado, alcohólico y machista.
El estereotipo social del mexicano, será ampliamente difundido por las
primeras películas de Hollywood, en las que éste será tratado de greaser (lameculo,
grasiento) como en las películas cuyos títulos son más que evocadores… The
Thread of Destiny, The Greaser Gauntled (1908), Tony the Greaser (1911), Broncho
Billy and the Greaser (1914), The Greaser Revenge (1915), The Girl and the Greaser
(1915), Gun and Greasers (1918). Al punto que el término se ha conservado como
adjetivación peyorativa en los guiones cinematográficos. Posteriormente, tales
1
Valenzuela Arce,1998: 16.
2
estereotipos convendrán perfectamente en los guiones de las películas regidas por
el código Hays, que se aplicó en el cine desde los años 1930 a 1966, que prohibía
las relaciones amorosas entre individuos de razas diferentes2.
La Revolución Mexicana (1910) y la participación de EE.UU. a la 1era. Guerra
Mundial (1914-1918) provocaron un aumento de la producción agropecuaria y textil
de EE.UU. Ello provocó un incremento en la demanda de mano de obra, la que fue
importada de México mediante la promulgación de reglamentos que permitían el
ingreso temporal de trabajadores destinados a la agricultura, minería y al
mantenimiento de las vías de comunicación.
Evidentemente, las razones de la emigración son variadas y concomitantes:
agudización de los problemas económicos en México, condiciones críticas del agro,
fuerte deterioro de los salarios, inflación, devaluaciones del peso, desempleo,
hambre,
desigualdades
crecientes,
atracción
por
el
sueño
americano,
empobrecimiento de una población que cuenta con más de 40 millones de pobres y
17 en condiciones de extrema pobreza3. Ello obliga a los pobres del campo y la
ciudad a abandonar el hogar para emigrar, no sólo a EE.UU., sino muchas veces al
interior mismo del país. Veamos un testimonio de este caso, agravado por el hecho
de que hoy implica también a mujeres y niños.
Cada año, desde 1975, el indígena mexicano Castro deja su hogar en la
ciudad de Tlapa de Comonfort, (Guerrero), para recorrer el país como obrero
agrícola temporero. "Nos tratan mal. Durante el jornal no podemos comer y el patrón
está detrás para que llenemos los camiones", relató Solano, quien suele dirigirse al
municipio de Atlautla, en el central estado de México, para recolectar tomate.
En sus múltiples travesías, Solano, de 50 años y del pueblo Me'phaa, ha
debido soportar las precarias condiciones de los jornaleros que salen de Tlapa de
Comonfort, a unos 460 kilómetros al sur de la Ciudad de México, para cosechar
verduras
como
tomate,
pimiento,
cebolla
y
pepino
en
otras
zonas.
Entre septiembre de 2009 y enero, 8.213 indígenas Me'phaa abandonaron Guerrero
para vender su mano de obra y, en esta temporada iniciada en septiembre, la cifra
podría rozar los 10.000, según la ONG Centro de Derechos Humanos de la Montaña
Tlachinollan, que registra a los emigrantes en la zona montañosa del estado.
2
3
Idem : 17-18.
Idem : 13-14.
3
El principal destino son los norteños estados de Sinaloa, Sonora y Baja
California Sur, y el central Morelos, contiguo a Atlautla, ciudad emplazada a unos
140 kilómetros al sureste de la capital mexicana y habitada por 24.110 habitantes.
Guerrero ocupa el primer lugar nacional en migración interna y el quinto en
emigración, principalmente a Estados Unidos, según datos del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI).
En la última década, han migrado unos 380.000 obreros a estados del norte,
de acuerdo a la Secretaría (ministerio) de Desarrollo Social. "Están en la
indefensión, el gobierno no supervisa las condiciones de trabajo en los campos",
señaló Margarita Nemecio, del Centro Tlachinollan.
En la localidad de Guadalupe Hidalgo, en Atlautla, los jornaleros se levantan a
las cinco de la madrugada para ofrecer su trabajo a los agricultores locales en la
plaza del lugar, conocida como "el mercado de gente".
Por una jornada que se extiende desde las siete de la mañana hasta la una
de la tarde, ganan unos 10 dólares. El salario mínimo diario nacional es de unos
cuatro dólares. Los jornaleros suelen pasar por las manos de los intermediarios, que
arreglan el desplazamiento hacia los campos y el vínculo con los patrones. En otros
casos, los emigrantes se organizan para trasladarse a los cultivos contratando un
autobús. Arriendan diminutas habitaciones para dormir, donde el baño es compartido
y el agua escasea. Solano paga unos cuatro dólares semanales por su modesto
alojamiento.
Los temporeros "han estado en condiciones de alta vulnerabilidad como
sujetos de derechos humanos", dijo al relator especial sobre los derechos humanos
de los migrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esta situación se da "por su escasa participación como grupo en procesos
electorales y por la falta de representación en los órganos legislativos que se supone
deberían representar al sector de los trabajadores del campo", acotó el funcionario.
Uno de los perfiles agravantes del trabajo jornalero es el empleo de niñas y
niños de entre 6 y 14 años, prohibido por la Constitución.
De los cerca de cuatro millones de mexicanos que migran para recolectar
hortalizas y frutas, más de un millón son menores de 14 años, según la Red por los
Derechos de la Infancia de México, que agrupa a 63 organizaciones no
gubernamentales.
4
El "Diagnóstico sobre la condición social de las niñas y niños migrantes
internos, hijos de jornaleros agrícolas", de 2006, concluye que su situación "exige del
gobierno mexicano una acción pública articulada, profunda e integral para su
atención, pero especialmente de las hijas e hijos de los jornaleros agrícolas
migrantes". El estudio fue elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social y el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
"No hay registros. Llevamos tres años denunciando el trabajo infantil, hay una
supervisión débil", acusó un responsable. Desde 2007 han muerto al menos ocho
menores en los terrenos agrícolas, a causa de accidentes y enfermedades. El caso
más reciente es de la niña Flora Jacinto, de cuatro años de edad, quien falleció en
julio por beber agua contaminada en un campo agrícola en Sonora. Un bebé de 6
meses, murió arrollado el 8 de octubre por un camión en una huerta de tomate cerca
de Guadalupe Hidalgo. La víctima, hija de los indígenas Pascual Toribio y Zoila
Cano, dormía en una pequeña caja cuando fue atropellada.
La Secretaría de Desarrollo Social ejecuta el Programa de Atención a
Jornaleros Agrícolas, que da apoyo financiero para construcción de infraestructura,
becas y otras ayudas. Durante este año ha cubierto a unas 600.000 personas con un
presupuesto de unos 23 millones de dólares. Además, desde 2007 desarrolla el
proyecto piloto "Monarca, contigo en tu camino" (en referencia a esa especie de
mariposa que migra cada año), para desalentar el trabajo infantil en el rubro
agrícola. También dota de becas, ayuda alimentaria y atención médica a los niños y
niñas que laboran en el campo.
En el proyecto de reforma laboral enviado al parlamento en marzo por el
gobierno conservador de Felipe Calderón se tipifica como delito la contratación de
menores de 14 años fuera del círculo familiar y se faculta a la Inspección Federal del
Trabajo a ordenar el cese inmediato de las labores de esos menores. En realidad, la
ausencia de políticas efectivas contra el trabajo infantil no genera costos políticos
"debido al muy bajo nivel de conciencia pública respecto de este problema".
CONSIDERACIONES SOBRE LOS CONVENIOS BILATERALES DE INMIGRACIÓN
Una suerte de primer acuerdo bilateral data de 1909, entre el Presidente
Porfirio Díaz en México y William Staff en EE.UU. Este acuerdo contemplaba la
exportación de 1.000 trabajadores para trabajar en la cosecha de betabel. Se
5
privilegiaba el desplazamiento de familias completas con el fin de aprovechar
también la mano de obra femenina.
Si el acuerdo formalizaba la migración, ello no impedía que miles de
mexicanos cruzasen clandestinamente el Río Bravo para aventurarse y engancharse
para trabajar en la construcción de las líneas de ferrocarril, las minas, fundiciones,
industrias y campos de cultivo.
El 5 de febrero de 1917, se promulgó en EE.UU., la ley migratoria conocida
como ley Burnett, que exigía a los migrantes pagar 8 dólares y probar ser alfabeto
para poder quedarse en el país legalmente. Con ambos requisitos se frenaba la
inmigración mexicana y se privilegiaba la europea con las personas que huían de la
Primera Guerra Mundial. Esta disposición se acompañó de una deportación de
mexicanos y el aumento del control en la frontera. Sin embargo, se votó una
excepción a la ley, que permitía la inmigración —temporal— de mexicanos sólo en
las labores agrícolas, la que será perfeccionada en el Programa Bracero4.
Paralelamente, el estado americano incitaba a los mexicanos jóvenes a
enrolarse en el ejército a cambio de la naturalización. Es así que 1918, cerca de
60.000 mexicanos —los soldados, de origen extranjero, más numerosos en el
ejército americano—, serán mandados al frente europeo.
No se tienen cifras de la época, pero se evalúa en 72.000 los emigrantes
mexicanos, y en 70.000 los que regresarían a México deportados o bien huyendo de
la leva.
Las fluctuaciones económicas de las décadas de los años 20s-40s, en
particular la gran depresión económica de 1929, provocó un desempleo importante y
la expulsión, en 1930, de 500.000 trabajadores mexicanos, entre los cuales se
encontraban jóvenes nacidos en EE.UU.. Las deportaciones masivas de estos años,
fueron una respuesta selectiva en tiempos de crisis y contracción del mercado del
trabajo estadounidense. Sólo los trabajadores mexicanos, entre todos los
trabajadores migrantes, fueron deportados de manera masiva. Más aún, se reorientó
esta deportación, privilegiando los estados del norte con labores industriales,
intentando conducir la mano de obra, a las labores agrícolas del suroeste
norteamericano.
4
Idem : 33.
6
El año 1932, con la recuperación de la economía de EE.UU. y un rápido
proceso de industrialización, se vio acompañado de un fenómeno de urbanización
de la población chicana. Este fenómeno se intensificará después de la 2da. Guerra
Mundial, lo que permitirá la inserción en la estructura laboral del país, en particular
en los sectores de servicios e industria. Un dato geográfico revela que 89% de los
hispanos se concentraban en 9 estados, 65% de ellos en sólo 3: California (25,7%,
con 40% de la población latina en Los ángeles), Tejas (25,5%) y Nueva York
(12,3%). Y la edad promedio de los hispanos era de 10% menos que la media
nacional.
La participación de EE.UU. a la 2da. Guerra Mundial, provocó nuevamente
una fuerte demanda de mano de obra, especialmente en la agricultura. Lo que
condujo a elaborar el acuerdo binacional conocido como el Programa Bracero (19421964) que facilitaba la entrega de visas permanentes y temporales a trabajadores
mexicanos.
Los antecedentes jurídicos, las modalidades de contratación del Programa
Bracero, fue el enganche y las deportaciones masivas de las décadas 20 y 30. El
sistema de enganche fue un negocio privado de las casas de contratación, un
sistema de explotación extremo que dejó en manos de particulares la contratación,
el traslado, el salario, el control interno de los campamentos y las cargas de trabajo.
Las consecuencias fueron los contratos abusivos, el endeudamiento perpetuo, las
condiciones miserables de vida, el trabajo infantil, las policías privadas y las casas
de contratación (verdaderos negocios).
El caso de los centroamericanos que atraviesan México para dirigirse a los
EE.UU. tampoco es mejor, así, según la Organización Internacional de la Migración
(OIM) hay entre 140.000 y 400.000 migrantes provenientes del triángulo norte de
Centro-América (El Salvador, Guatemala y Honduras) que cruzan México
anualmente. Según el Pew Research Center, los inmigrantes clandestinos originarios
de América Central instalados en los EE.UU., serían 1,7 millones (en 2012) y
representarían más de 15 % de los 11 millones de inmigrantes clandestinos con que
cuenta el país. En tanto que la población mejicana ilegal (unos 5,8 millones en 2012)
en los EE.UU. no cesa de declinar desde 2007. En tanto que la presencia de
centroamericanos no ha cesado de aumentar desde el año 2007.
Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
señalaba en 2013, la vulnerabilidad permanente de los migrantes que atraviesan
7
México. Precisaba la Organización para la Justicia, que “los migrantes son
extremadamente vulnerables, ya que sufren de racismo y son, además, muy pobres,
en particular los hondureños. México vive un contexto de violencia generalizada,
pero ello es aún más cruel para los migrantes, y más aún para las mujeres
migrantes”.
La violencia que sufren los migrantes en su paso por México es difícil de
cuantificar : según los informes de 2011 y 2013 de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (CNDH), al menos 21.000 migrantes han sido secuestrados en
México por los cárteles de la droga (cuyo grupo más virulento es el llamado Los Z), y
varias centenas han desaparecido o han sido asesinados. En 2010, Amnesty
Internacional estimaba que 60% de las mujeres migrantes eran víctimas de
violencias sexuales en su viaje hacia los EE.UU. Y que muchas, previendo las
consecuencias del drama, para evitar quedar embarazadas, iniciaban su trayecto
tomando píldoras anticonceptivas.
Sobre el Programa Bracero
El Programa Bracero, es un convenio entre EE.UU. y México, que oficializaba
y regulaba el flujo migratorio entre ambos países. A la diferencia de los acuerdos
anteriores, el Programa Bracero tenía la ventaja de romper con el enganche,
negocio privado, para depender de programas oficiales de carácter bilateral. El
Programa Bracero transformaba el patrón migratorio que dejaba de ser familiar, de
larga estancia y dudosa situación legal, para convertirse en un proceso legal
masculino de origen rural y orientado a las labores agrícolas5.
Este programa fue concebido como un mercado binacional, tan beneficioso
para los agricultores estadounidenses, que se prologaría 20 años más y movilizará a
unas 5.000.000 de personas6.
La otra ventaja del Programa Bracero, fue su carácter temporal. Como diría
un sociólogo: “no hay nada más definitivo que un trabajador temporal”;
añadiríamos,… también provechoso. Estas características se pueden aplicar
también a los trabajadores indocumentados. Se piensa que 56% de los migrantes de
5
6
Idem : 32.
Idem: 33-34.
8
todas las épocas han ido a EE.UU. sólo una vez; en tanto que el 16% lo hizo una
segunda vez.
En 1964, el Programa Bracero se canceló y EE.UU., en la operación llamada
wetback (espalda mojada), deportó cerca de 1.000.000 de indocumentados.
Otra particularidad del Programa Bracero es que fue acotado, en el sentido
que se limitó a las actividades en que había escasez de mano de obra, como el
Programa Ferroviario (1943-1946) que ocupó a 130.000 mexicanos, y también en la
minería. Y fue también flexible, ya que se adaptó a las necesidades del país
receptor, es la razón por la cual el programa se prologaría 22 años más.
Con el tiempo —después de múltiples abusos y violaciones a las leyes— el
Programa Bracero, perfeccionándose progresivamente, sirvió para mejorar las
condiciones laborales y salariales: fijando condiciones mínimas de legalidad,
contratación, estabilidad laboral, seguridad social, vivienda, transporte y salario
mínimo. Esta experiencia serviría como modelo para los acuerdos mundiales sobre
los derechos de los trabajadores migrantes.
El Programa Bracero permitió una coordinación y eficiencia burocrática
inesperada entre México y EE.UU.. Un ejemplo será dado entre 1954 y 1960 cuya
burocracia logró movilizar a 350.000 migrantes anualmente. En 1954 lograron
contratar, en sólo 15 días, a 4.000 braceros diarios. Al punto que se fueron formando
especialistas en el manejo de poblaciones móviles.
Entre los aspecto negativos, el Programa Bracero atrajo a igual número de
trabajadores
indocumentados
(mojados).
Se
calcula
que
entre
22
años
contabilizados, ingresaron a EE.UU. unos 5.000.000 de mojados. El interés
estadounidense por esta mano de obra barata era tal, que en varias ocasiones
adecuaron leyes para legalizarla: es lo que le llamaron popularmente secado de
mojados.
En 1952 se promulgó la ley Mc Carran-Walter Act que condenaba a las
personas que acogían, transportaban o encubrían a indocumentados. Sin embargo,
bajo la presión de los agricultores —grandes empleadores de mano de obra
clandestina—, se promulgó una enmienda que los excluía. Esta enmienda, aunque
muy poco aplicada, estuvo activa hasta 1986, cuando la ley IRCA, volvió, en teoría,
a condenar a los empleadores. Evidentemente, dado los enormes intereses en juego
esta ley nunca será aplicada.
9
La política de inmigración osciló entre un acuerdo bilateral (México- EE.UU.) o
bien un acuerdo obrero-patrón7. Cada año se negociaba una suerte de Acuerdo
Colectivo de Trabajo, pero las partes no se ponían de acuerdo. Méjico se negaba al
envío de trabajadores y EE.UU. respondía, unilateralmente, legalizando a
indocumentados para después contratarlos. Este fue un problema recurrente en las
negociaciones anuales bilaterales.
Conviene
señalar
que
entre
1942
y
1954,
era
la
administración
estadounidense que negociaba los convenios, pero en 1954 ésta pasó a manos de
los patrones, quienes centralizaban las demandas, cuotas de trabajadores y salarios;
lo que desaventajó seriamente a los migrantes.
En 1943, el gobierno mexicano impuso a los braceros la obligación de apartar
un 10% de sus salarios en bancos norteamericanos y en el banco de Crédito
Agrícola de México. Este acuerdo funcionó de 1943 a 1949 y sólo se devolvió sólo
una parte de estos ahorros: 70 años después, el litigio continúa, gracias a la
constitución de una Asamblea Nacional de Braceros que agrupa, sólo en el estado
de Guerrero, a unos 5.000 trabajadores.
Al interior mismo de las propias burocracias nacionales se crearon fuertes
tensiones entre las dependencias implicadas en el Programa Bracero. Por ejemplo
en EE.UU., el Departament of Labor (LOD) aliado con los sindicatos, saboteaban el
Programa Bracero; en tanto que el Immigration and Naturaliation (INS) y el
Departamento de Agricultura lo apoyaban abiertamente. En México, la Secretaría de
Relaciones Exteriores, negociaba a nivel bilateral, en tanto que la Secretaría de
Gobernación, lo hacía a nivel interno con las entidades y los gobernadores; mientras
que la Secretaría de trabajo y Previsión Social contrataba y llevaba a cabo el
proyecto. Pero intervenían también otros actores como La Compañía de
Ferrocarriles, los militares, la Secretaría de Salud, cada uno con sus propios
intereses, a veces contradictorios.
Contrariamente a lo que se piensa, el Programa Bracero y la emigración en
general, han empeorado el problema del desempleo y del subempleo en México, ya
que el estado mejicano, irresponsablemente, ha abandonado toda búsqueda de
solución.
7
Idem: 36-37.
10
Un aspecto poco tratado concierne la liberación de la mano de obra propia del
capitalismo del que no beneficia el bracero, en el sentido que queda sujeto, espacial
y laboralmente a su patrón, sin poder desplazarse para vender su mano de obra, ni
tampoco renegociar las condiciones laborales; no es el caso del indocumentado. Ello
ha hecho que algunos sociólogos consideren a los braceros como semi-esclavos;
más aún, cuando el empleador ejerce una presión enorme sobre sus empleados al
ejercer el poder discrecional, de atribuirle o no, una recomendación ante las
autoridades para legalizar su situación.
En fin, en muchos casos, los empleadores violaban abiertamente las
condiciones de trabajo una vez el bracero se había desplazado. En este sentido el
estado de Tejas, por su discriminación y violación de las leyes, fue el que más se
distinguió; al punto que el estado mejicano por muchos años se negó a firmar
acuerdos laborales con él.
No era raro que los patrones, violando las leyes, se quedasen con las cargas
sociales de sus empleados y préstamos diversos (vivienda); además les
descontaban el alimento, el uso de herramientas de trabajo y, en algunos casos (en
California), les cobraban hasta el alambre con el que amarraban las cajas de
zanahorias8.
La historia de la migración entre México y EE.UU., muestra claramente que el
mercado laboral binacional, que si no hay un arreglo formal, éste se “regula” de
facto. Es decir, los empleadores contratan a los indocumentados y el gobierno
expulsa los desempleados. El buen funcionamiento de la economía justifica la
impunidad de los patrones y la persecución de los ilegales; y los medios de
comunicación y los políticos, se encargan de dar las explicaciones a la opinión
pública.
Un ejemplo sacado de las vivencias de un ex-bracero, ilustra las condiciones
de trabajo de éstos en las décadas de los 40s-50s:
“Las personas viajaban por días enteros para llegar a la ciudad y presentarse
a los centros de reclutamiento. Como había mucha gente, tenían que esperar a
veces una semana entera durmiendo en las calles. Una vez enregistrados, se subían
a un tren de carga mexicano, bajaban de él en Calexico. De allí eran transportados
por camión a EE.UU. (esta empresa era privada). Dada la fuerte calor y el
8
Idem : 40.
11
hacinamiento, muchas personas caían del techo del tren y este no se detenía. En
Tejas (en Río Vista, Rosario), uno de estos centros de acogida, llamados Campo de
Contratación, había servido, durante la Segunda Guerra Mundial, como Campo de
Concentración para recluir a los alemanes residentes en EE.UU.
Allí, los funcionarios los despojaban de sus pertenencias, les quitaban la
comida, eran desnudados y eran inspeccionados por médicos. Buscaban que no
tuviesen enfermedades venéreas, ni pulmonares y que no tuviesen una hernia que
les impidiera hacer esfuerzos. En ciertos lugares les metían un palo por el ano para
verificar que no sufriese de almorranas. No era raro que los primeros días los
obligaran a ingerir jabón para desparasitarlos.
Después de pasar por rayos X, eran conducidos a las duchas para
desinfectarlos con DDT. Finalmente se les sacaba sangre, se piensa, para ser
mandada a los soldados en la guerra europea. Todo esto sucedía bajo insultos
racistas y vejaciones”.
Por esos Campo de Contratación pasaban los patrones con camiones para
llevarse la mano de obra necesaria. Una vez en el lugar de trabajo eran hacinados
en barracones con camarotes donde vivirían el periodo de trabajo, hasta 18 meses.
Por vivir en lugares muy aislados, los braceros estaban obligados a comprar en la
única tienda existente: en la tristemente célebre, tienda de raya, propietaria de los
propios empleadores, en dónde practicaban precios muy altos.
Cualquier tipo de organización colectiva, o acción como huelgas, estaba
estrictamente prohibida. Eran los propios agentes consulares mexicanos que se
encargaban de controlar e impedir las huelgas. Los mayordomos eran asiáticos o
bien mexicanos, jamás estadounidenses. Dos formas de producción era posible: por
tiempo de trabajo (jornadas de 11 horas) o bien a destajo. Ambas eran abusivas. En
muchos casos se trabajaba los domingos. No era tampoco raro que se los obligara a
hacer tareas no estipuladas en el contrato: como trabajos domésticos, jardinería,
albañilería, cocina, etc.
Cualquiera que sea el convenio bilateral que se firme, este deberá tomar en
cuanta los aciertos y errores del pasado, en particular del Programa Bracero. Por
parte del país de origen debe respetar y partir de las conquistas logradas:
negociación bilateral, legalidad, contrato de trabajo, selección de los trabajadores y
comunidades involucradas. Por parte del país receptor: selección de las actividades,
lugares de destino, salarios mínimos establecidos, pago similar al de los
12
trabajadores nativos, seguro médico, de desempleo, reembolso de los gastos de
transporte, vivienda digna, derecho a sindicarse
elegir libremente a sus
representantes. Ambos gobiernos deberán supervisar y controlar la aplicación
estricta de los acuerdos.
Consideraciones sociales
Después de 1964, EE.UU. deportó a casi 1.000.000 de trabajadores
mexicanos, en la operación llamada Espaldas Mojadas. Es en este contexto social
que surge el término peyorativo de chicano, cholo, pocho, haciendo referencia a los
trabajadores mexicanos que ocupaban los peores empleos. Años después, nacería
la figura del pachuco, que eran jóvenes mexicanos nacidos en EE.UU. que se
rebelaban contra la discriminación social de la que eran víctimas, a pesar que
muchos de ellos regresaban de la guerra del Vietnam dónde habían luchado por los
EE.UU.
En Los Ángeles, entre 1989 y 1990, 3.179 denuncias de abuso policial fueron
hechas. En ese lapso 63 personas murieron en enfrentamientos con la policía. El 3
de marzo de 1991, cuatro policías apalearon de manera despiadada a Rodney King.
Cuando la Corte de Justicia declaró la inocencia de los policías, la población de los
Ángeles, San Francisco, Atlanta y Nueva York, salieron espontáneamente a las
calles para protestar. En un clima de racismo y desorden generalizado, se
produjeron tiroteos, incendios, saqueo de comercios y edificios, agresiones contra
inocentes, decenas de asesinatos, miles de heridos, cierre de escuelas, paro de los
servicios de transporte, incineración de la bandera estadounidense, etc.
En estos Estados se decretó el toque de queda y la prohibición de la venta de
gasolina. En Los ángeles 6.000 efectivos de la Guardia Nacional y más de 1.000 en
Nueva York, se enfrentaron a los rebeldes.
Producto de campañas propagandísticas y rumores que criminalizaban a los
inmigrantes —considerándolos delincuentes, portadores de enfermedades, parásitos
de los programas de asistencia, generadores de desempleo y otras calamidades de
la economía y el bienestar—, se creó un ambiente que desembocó (en la primera
quincena de julio de 1991, en Los Ángeles, San Francisco, Atlanta y en Nueva York)
en una serie de conflictos importantes entre la policía y migrantes indocumentados.
El 1 de abril de 1996 en Riverside (California), dos policías apalearon
despiadadamente a 3 indocumentados (Alicia Sotero, Enrique Flores y a Santiago
13
García). Días después (el 6 de abril) una persecución policiaca dejaría 7 personas
muertas y 18 herida en Temeluca (California).
Según el informa de Derechos Humanos en la Frontera México- EE.UU. del
American Friends Service Committee, durante el periodo de mayo 1988 a mayo
1989 se registraron por lo menos 380 incidentes de violación a los derechos
humanos, con 6 muertos.
En California, la propuesta de ley 187 (Salvemos Nuestro Estado), votada por
referendo, permitió (a partir del 1 de octubre de 1994), la militarización de la frontera
México- EE.UU. con la Operación Guardian.
La proposición de los republicanos, era de excluir los inmigrantes (llamados
extranjeros ilegales) de los servicios públicos bajo el argumento económico,
falacioso, que los inmigrantes costaban al Estado más de 3.200 millones de dólares
anuales en servicios de salud, educación y asistencia pública.
Este argumento es completamente falso, como lo prueban varios informes;
por ejemplo el del Fondo Mexicano-Americano de Defensa Legal y Educativa
(MALDEF, con sus siglas en inglés) que muestra que el monto de los impuestos que
pagan los indocumentados en California es superior a 12 mil millones de dólares
(otras estimaciones, como el de Jesse Jackson, lo evalúa a 15 mil millones de
dólares), al que benefician en ayuda pública.
Las estadísticas muestran que las políticas públicas estadounidense, suele
relegar a los migrantes, cuando no excluirlos de los servicios de salud. Esta situación
afecta, mayormente, a los trabajadores agrícolas que viven en barracas y a los
grupos étnicos. Hay evidencias de que más de la mitad de los migrantes mexicanos
—entre 18 y 64 años— no tenían seguro médico en 2000, en tanto que dos tercios
de niños, pertenecientes a este grupo social, estaban en las mismas condiciones. La
cobertura de salud a la población migrante es limitada, puesto que un 53% de ellos,
no tiene acceso a ningún tipo de servicio en materia de salud, esto es, 5,4 millones
de migrantes, a pesar de que 3,5 millones de ellos sean trabajadores activos. Así
mismo, los inmigrantes mexicanos disponen de menor cobertura médica, con
respecto al resto de la población. En 2003, se reportaba más de la mitad de los
mexicanos sin cobertura medica (52,6%), una proporción mayor a la de grupos
inmigrantes originarios de América Latina y el Caribe (36,7%), y mucho mayor a la
de otras regiones del mundo. A su vez, más de la mitad de niños mexicanos no
disponen de seguro médico. Tener la ciudadanía estadounidense no garantiza gran
14
cosa, puesto que sólo 68% de los mexicanos que poseen ese estatus alcanzan la
cobertura de salud. Debido a que los mexicanos se insertan, de manera laboral, en
trabajos precarios —con baja calificación y paga9— que no incluyen prestaciones
que en otras circunstancias debería cubrir el patrón, se explota la condición del
trabajador indocumentado, para eludir cualquier responsabilidad y hostigar al
trabajador en un clima de inestabilidad laboral.
Se evalúa que si se aplicase la ley 187, con la expulsión de los padres y
tutores indocumentados de niños migrantes escolarizados (unas 300.000 a 400.000
personas), ello conllevaría el despido de 10.000 maestros.
Tal vez lo más grave sea que la aprobación de la ley 187, provocó un clima
propicio a la emancipación de ideas supremacistas. Así, grupos como Poder Blanco,
distribuyó volantes donde llamaba a ejercer la violencia contra “los animales color de
lodo”, con lemas “si no es blanco deséchalo”. Utilizando leyendas denigrantes,
como: “se trata de detener la avalancha de lodo o ahogarse”, “garrapatas”, “su
apestosa esposa escupirá bebés dos veces por año”, “una basura de raza”, o bien
“primero agarramos a los hispanos, luego a los asiáticos y por último a los negros”.
Tal clima de violencia, provocó que grupos anglosajones antirracistas,
personal médico, funcionarios de la educación, ONJ de derechos humanos,
chicanos y migrantes llamaran públicamente a desacatar la ley 187, en la
movilización más grande después de la realizada contra la guerra del Vietnam.
En EE.UU., el movimiento chicano coincidirá con la lucha por los derechos
cívicos de los afroamericanos que disputaban la configuración del orden y del
sentido de la vida conservadores y cuestionaban frontalmente las corrientes
aculturacionistas y asimilacionistas. Basta recordar la figura de Rosa Parks que, en
1955, en Montgomery (Alabama), al negarse a cederle el asiento del autobús a un
blanco, desencadenaría un movimiento popular de apoyo y rebeldía a las leyes
segregacionistas (llamadas de Jim Crow), dando lugar al boicot del transporte que
duraría 1 año con la invención del sistema de “viajes compartidos”. Gracias a ello, la
Corte Suprema de los EE.UU., el 13 de noviembre de 1956, declaraba ilegal la
segregación racial en los autobuses, restaurantes, escuelas y lugares públicos. Y, en
1963, el pastor M. Luther King, liderando la espectacular Marcha (pacífica) sobre
9
Las estadísticas muestran que los afro-estadounidenses y los latinos, tienen ingresos promedio
inferiores a las 2/3 partes de los anglosajones. No es pues raro que en California, un 21% de los afroestadounidenses y un 22% de los latinos vivan en condiciones de pobreza, en tanto que el 7,1 % de
los anglosajones son pobres.
15
Washington obligará al Congreso a adoptar (un año después) la ley Civil Right Act
que abolirá las leyes segregacionistas. Conviene señalar que este ambiente de
segregación racial era completamente desconocido por los migrantes en sus países;
aunque no el de la violencia de estado ejercida sobre los campesinos y también
sobre los movimientos sindicales y estudiantiles.
A pesar del éxito y del entusiasmo de los organizadores, estos movimientos
de reivindicación chicana, subestimaron en sus comienzos las condiciones de
género y las demandas específicas de la mujer que, con el tiempo —ante su
protagonismo en la inmigración (el flujo migratorio se irá feminizando) y su
incorporación a la vida laboral (en particular industrial)—, irán ganando importancia:
el papel de la chola será central en las reivindicaciones sociales, en especial
laborales. A estas luchas se irán integrando grupos informales, como ONG, grupos
confesionales y una gran diversidad de asociaciones anglosajonas humanitarias,
activas y solidarias.
Conviene, sin embargo, incorporar a la reflexión, la violencia desatada contra
los migrantes de parte de grupos extremistas en EE.UU., como nazis, fascistas y
skeanhead: abiertamente racistas, antisemitas, creacionistas, supremacistas,
homófobos y opuestos a los derechos cívicos. Entre ellos se distinguirá el Ku Klux
Klan, que, entre 1980 y 1986 cometió —oficialmente—, 2.219 atentados, entre los
cuales: 121 asesinatos, 98 incendios criminales, 138 bombazos y 301 incendios de
cruces destinados a aterrorizar a la población10. Algunos de estos delitos se
cometerán bajo el amparo de miembros corruptos del FBI y la pasividad de las
policías locales. Sin olvidar el apoyo directo de ciertos gobernadores y políticos, en
particular en los estados de Alabama, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y
Tejas. Conviene recordar que el Ku Klux Klan llegará a tener en 1925, en su apogeo,
5.000.000 de miembros. A fines de 1967 eran 50.000 y en 1982 se estimaba a
15.000.
A pesar de las campañas propagandísticas, de la edición de periódicos, de la
distribución regular de panfletos y de las declaraciones en los medios de
comunicación; el número de sus miembros irá decreciendo. Es a partir de estos años
que su estrategia de reclutamiento se volverá, sin renunciar a la violencia, elitista y
privilegiará la preparación militar y la corrupción de las autoridades. No repararan en
10
Ver las películas : Mississip Burning (Alan Parker), Talk Show (Oliver Stone) y La main droite du
diable (Costa-Gavras).
16
distribuir panfletos que harán el elogio del sida, percibido como una plaga divina,
“encargada de exterminar las razas inferiores (negros, latinos, asiáticos y judíos) y
evitar así el “temido” mestizaje. Mestizaje percibido como el debilitamiento de la
“raza blanca” y el causante del declive de la “nación americana” mistificada en las
figuras de los misioneros puritanos y los aventureros del siglo XIX. No será pues
sorprendente que la fobia al mestizaje, haga que el modelo social segregacionista
del apartheid sudafricano, sea percibido por estos grupos como paradigma ideal.
El revisionismo histórico grotesco, el negacionismo y la manipulación
ideológica encontrarán un terreno fértil —en época de crisis y después de la
humillación militar en Vietnam (1961-1975, con unos 220.000 muertos)—, en la
población rural endeudada y los desempleados urbanos que, frustrados y
empobrecidos, serán manipulados para percibir a los inmigrantes como rivales.
En fin, se calcula que en EE.UU. existen entre 60 y 70 organizaciones
extremistas violentas, cuyo quehacer involucra entre 30.000 y 70.000 individuos: tal
es la magnitud del problema y uno de los peligros que acechan a la población
estadounidense y a los inmigrantes en particular.
No hay que obviar la dimensión económica de la migración: nos referimos a
22 millones de “hispanos” en los EE.UU., muchos de los cuales se encuentran
vinculados a sus familias, gracias a la transferencia masiva de remesas. Para tener
una idea de lo que éstas representan: el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN),
estima que las remesas, realizadas por trabajadores expatriados a sus países de
origen, ascienden a unos US$300.000 millones por año. En 2009, los emigrados de
América Latina y el Caribe, mandaron a su región, cerca de US$60.000 millones. De
acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, México prácticamente se equipara a
India como principal receptor de remesas del mundo, con un monto total de envíos
de casi 10 mil millones de dólares en 2002 (Banco Mundial, 2003). Este flujo de
remesas se quintuplicó en la última década hasta alcanzar, en 2003, un máximo
histórico de 13.266 millones de dólares. Las remesas constituyen 4 veces más de lo
que aportan las ayudas oficiales a la región de destino de las remesas.
En fin, en México, la exportación de fuerza de trabajo figura como la tercera
fuente de divisas del país, con un aporte a la balanza de pagos, que supera el
correspondiente al turismo y a las exportaciones agropecuarias, y sólo por debajo de
la exportación de petróleo y de la industria maquiladora. La mayoría de este dinero
17
pasa por las cuentas bancarias, haciéndole ganar mucho dinero a los bancos y a sus
inversionistas privados.
La aceleración más importante de la migración data de comienzos del 2000,
con la adopción de un modelo económico neoliberal, que empezó en la aplicación
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994— bajo un
esquema de integración asimétrica entre México y Estados Unidos. Esa política ha
desquebrajado las estructuras productivas, segregado las regiones y localidades
(despoblamiento y estancamiento productivo de las zonas de alta migración),
expandido las condiciones de pobreza y marginalidad, degradado el medioambiente,
deteriorado los servicios de salud y educación, en fin : profundizando las
desigualdades sociales y económicas.
Desde las primeras etapas migratorias hasta la culminación del Programa
Bracero (1964), los migrantes mexicanos laboraban en su gran mayoría en el sector
agrícola de Estados Unidos; con el paso del tiempo han ido diversificando su
ocupación. En 2002, según el Current Population Survey, el mayor contingente se
concentra en el comercio (25.4%), entre los hombres, la construcción ocupa el
segundo lugar (23.6%). Gracias a la innovación tecnológica en la agricultura
estadounidense, este sector ha perdido mucha mano de obra, pero la gran mayoría
de él está ocupado por migrantes mexicanos, al grado de que se habla de la
“mexicanización” de la agricultura y, más recientemente, de su “indigenización”, ya
que éxodo está ya vaciando, temporalmente, comunidades indígenas, dejando los
nietos a cargo de los abuelos esperando durante varios meses el retorno de los
padres emigrados a EE.UU.
Consideraciones jurídicas de la migración11
Desde el siglo XIX, el flujo migratorio no ha dejado de aumentar, sin embargo,
en las últimas tres décadas, éste se ha acelerado, pasando, sólo para los
mexicanos, de 28.000 anual (entre 1960-1970) a 390.000 anual (entre 2000-2003).
Es decir, el flujo migratorio se ha multiplicado por 14 en 40 años.
Los migrantes, en particular quienes poseen un estatus migratorio irregular,
no son concebidos como sujetos de derecho y por tanto no existen marcos
11
Esta parte del texto ha sido sacada de Diagnóstico: derechos humanos y vulnerabilidad de los
migrantes en méxico, texto en línea, Septiembre de 2010, ver Bibliografía.
18
normativos que garanticen y protejan sus derechos humanos. Esto desemboca en la
aplicación discrecional de las leyes existentes en materia migratoria por las
autoridades gubernamentales.
Ante la falta de marcos normativos que respondan a las realidades del
fenómeno migratorio —como la atención a las necesidades principales de las
personas, las condiciones de irregularidad y las rutas del tránsito migratorio—
continuarán representando enormes riesgos para la seguridad, integridad y libertad
de los migrantes. Mujeres, hombres, niños, adolescentes y adultos, se encuentran
expuestos a lo largo del trayecto a robos, agresiones verbales, físicas, sexuales y
psicológicas; intimidaciones; amenazas; tráfico de migrantes; trata de personas;
corrupción y extorsión; confiscación o destrucción de documentos; detenciones
arbitrarias; y con un incremento acelerado, el delito del secuestro. Muchas de estas
agresiones y violaciones a los derechos humanos son cometidas por autoridades del
Estado, como agentes migratorios, policías federales, estatales y municipales; así
como por particulares como guardias de seguridad privada de las empresas
ferroviarias, asaltantes, conductores de transporte público, comerciantes, traficantes
de migrantes, tratantes de personas y grupos de la delincuencia organizada quienes
abusan de las personas con la anuencia o simple negligencia de las autoridades.
Las regiones que reflejan un incremento de agresiones y violaciones a los
derechos humanos de los migrantes son las fronteras norte y sur de México,
caracterizadas por un elevado índice de violencia y criminalidad. Las condiciones de
subdesarrollo y socioeconómicas de las localidades fronterizas, la presencia y
extensión de las actividades de la delincuencia organizada, la corrupción y la
inestabilidad política; son factores que favorecen la permanencia de elevados
índices de inseguridad, violencia y delincuencia. La Relatoría Especial sobre
Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias de la Comisión Interamericana
de los Derechos Humanos en su informe de visita a México en 2002, ya expresaba
preocupación por el incremento de la criminalidad en las zonas fronterizas y su
impacto en las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes (ver CIDH,
2002).
Las condiciones prevalecientes en las regiones fronterizas que impactan en
los derechos humanos de los migrantes varían de conformidad con las ciudades y su
19
ubicación en la ruta migratoria12. La frontera de México con Guatemala ha registrado
un incremento en las violaciones a los derechos humanos de los migrantes
provenientes de Centroamérica, así como preocupación en materia de seguridad
ciudadana por la amenaza que significan los altos niveles de ingobernabilidad
producto de la delincuencia organizada transnacional y su penetración en las
estructuras gubernamentales locales.
Por otro parte, la frontera norte de México ha poseído una dinámica histórica
específica en la cual la violencia y la inseguridad han sido elementos inherentes, los
cuales se han recrudecido exponencialmente a partir de la estrategia gubernamental
de lucha frontal contra la delincuencia organizada con medios militares. Ello se
concretizó en la guerra contra el narcotráfico iniciada por el presidente Calderón en
México, y que ha cobrado la vida de al menos 50.000 personas; la mayor parte
inocentes.
No obstante, la problemática social en la región noroeste de la frontera es
diferente a la encontrada en la noreste. Ello depende, entre otras cosas, de una
serie de condiciones relacionadas con el incremento de la seguridad fronteriza, tanto
virtual como física, la implementación de programas específicos de gestión
migratoria, la facilidad de ingreso por regiones no vigiladas y la presencia de la
delincuencia organizada. De manera específica, una problemática documentada en
ciudades de la frontera noreste como Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Piedras
Negras y Monterrey es el incremento de casos de secuestros a migrantes que
desembocan en la trata de personas, la corrupción de autoridades y las agresiones
cometidas contra defensoras y defensores de los derechos humanos.
La documentación de las agresiones cometidas por particulares y las
violaciones a los derechos humanos, por omisión o comisión, de autoridades del
Estado, son líneas de trabajo realizadas por albergues para migrantes y
organizaciones de derechos humanos ubicados en dichas ciudades. Debido a las
labores de documentación, acompañamiento y denuncia del delito, las personas
defensoras de los derechos humanos se sitúan en un nivel de vulnerabilidad que las
convierte en víctimas constantes de ataques y hostigamientos, y que generan la
obstrucción al trabajo e incluso el cierre de refugios.
12
Ver la película de D. Quemada Diez (2013, 102’), La jaula de oro (en francés Rêves d’or).
20
Ciertas características del flujo migratorio centroamericano en la
frontera norte de México.
La profundización de la exclusión social y el subdesarrollo económico en
Centroamérica son dos de los principales factores que han impulsado la salida de
personas de esa región. Los movimientos migratorios extra-regionales tienen su
origen en la inexistencia de condiciones que permitan un desarrollo humano pleno.
Tal como lo ha establecido el Informe sobre Desarrollo Humano 2009 del Programa
de laS Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) enfocado a la migración
internacional, el desarrollo humano debe entenderse como la “expansión de la
libertad de las personas de llevar la vida que ellas elijan [...] concepto que también
se conoce como el enfoque de capacidades debido al énfasis en la libertad de
alcanzar seres y quehaceres”. De tal manera que al revisar el Índice de Desarrollo
Humano (IDH) 2007 de los países centroamericanos con movimientos migratorios en
tránsito por México, se resuelve que componentes como la esperanza de vida al
nacer, la tasa de alfabetización, el PIB per cápita y los índices de pobreza e
ingresos, tienen niveles medios que no garantizan un pleno desarrollo humano de
las personas (PNUD 2009)13.
Ahora bien, el flujo de personas centroamericanas en tránsito por México con
destino a Estados Unidos no está limitado a un grupo de migrantes económicos cuya
una única finalidad sea incrementar sus ingresos o hallar un mejor empleo. La
composición de los flujos se ha modificado de conformidad con el avance de los
medios de comunicación, el abaratamiento de los medios de transporte, el
fortalecimiento de las redes sociales en el exterior, pero también a raíz de la
descomposición del tejido social en los países como consecuencia de contextos
socio-económicos y socio-políticos contrarios a la seguridad humana. Contextos
derivados de la inexistencia de políticas públicas con perspectiva de desarrollo y
seguridad humana que se demuestran en el incremento de la exclusión social. Por
tanto, un gran número de personas salen de sus países en Centroamérica como
consecuencia de la inseguridad social, la criminalización de la pobreza, la
criminalización de la juventud, la desintegración familiar, procesos políticos
13
Índice compuesto que mide el promedio de los avances en tres dimensiones básicas del desarrollo
humano: vida larga y saludable, conocimientos y nivel de vida dignos. Para mayor información sobre
el IDH de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, países de Centroamérica con mayores
índices de población en tránsito por México, consúltense los anexos “Índice de Desarrollo Humano
2007 y sus componentes” en PNUD, 2009: 185-193.
21
antidemocráticos, la militarización como estrategia de la lucha contra la delincuencia
organizada, entre otros.
Como indica el último informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad en
Centroamérica elaborado por el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de
Derechos Humanos en Centroamérica (2009: 60): “Las personas que migran son el
producto de procesos de exclusión social en sus países de origen, pues las difíciles
condiciones económicas y sociales hace a estas personas salir de su entorno,
perdiendo las posibilidades de desarrollarse integralmente como miembros de una
familia o de una comunidad”. Dado que la mayoría de estas personas realizan sus
movimientos al margen de los canales administrativos migratorios, su situación de
vulnerabilidad se incrementa y las leyes migratorias se aplican de manera
discrecional por agentes gubernamentales y cuerpos policíacos. En este contexto los
migrantes resultan más susceptibles de padecer violencia, represión policial, actos
arbitrarios de las autoridades e incremento de agresiones por parte de la
delincuencia organizada.
Según las estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) del año 2009,
las características socio demográficas de los migrantes detenidos en México revelan
que, entre enero y diciembre, la mayorías de ellos (de un total de 67.309), 92,6%
son guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.
Por otro lado, las estadísticas de 2007, 2008 y 2009, muestran que el mayor
porcentaje de personas migrantes son del sexo masculino y mayores de 18 años de
edad. Sin embargo, las cifras de la migración de mujeres y de menores de 18 años
de edad no acompañados, es un fenómeno que se ha incrementado en los últimos
años. De esta manera, del total de los 67.309 detenidos en 2009:
82.97 % son hombres y 17% por ciento son mujeres. De ellos, 91.5 por ciento
son mayores de 18 años; entre los cuales 51.728 son hombres y 9.903 son mujeres.
Y que 8,44% son menores de 18 años. Es decir, 4.120 son hombres y 1.558 son
mujeres.
Por otro lado, las rutas de la migración centroamericana están determinadas
por los medios de transporte utilizados por las personas, siendo el ferrocarril —“La
bestia”—de carga el mayoritariamente empleado por tener un costo nulo, pero
también por la ubicación geográfica de las líneas ferroviarias.
Se distingue que el número de migrantes centroamericanos devueltos
disminuye conforme las localidades se ubican en la región fronteriza con Estados
22
Unidos. De esta manera, más cerca de la frontera con los países de origen de los
migrantes son las entidades con mayor tránsito migratorio y por ende en las que se
manifiesta un número elevado de agresiones y violaciones a los derechos humanos
de las personas. Sin embargo, las condiciones de vulnerabilidad de los migrantes no
disminuyen en los municipios de los estados del centro y norte del país, en los que
se manifiestan e incrementan los casos de mujeres agredidas física y sexualmente,
extorsiones, persecución, secuestros, uso excesivo de la fuerza por la policía y otras
violaciones a los derechos humanos cometidas por autoridades estatales,
municipales y federales (Amnistía Internacional, 2010).
La tendencia de las migraciones centroamericanas hacia Estados Unidos es
utilizar los municipios del noreste de la frontera mexicana y es precisamente allí en
donde las organizaciones de la sociedad civil organizada y grupos eclesiásticos han
documentado el incremento de agresiones a migrantes y violaciones a sus derechos
humanos (Belén Posada del Migrante et al., 2009 y 2010; Amnistía Internacional,
2010)14. Las rutas y los destinos de la migración centroamericana con condición
irregular y la presencia de la delincuencia organizada, evidencian que en ciertas
ciudades se registren un número mayor de secuestros, tráfico de migrantes, trata de
personas, y violaciones a los derechos humanos cometidas por policías estatales y
municipales.
Los migrantes que buscan ingresar a territorio estadounidense sin
autorización se encuentran en condiciones de gran vulnerabilidad. Tanto los
mexicanos como los centroamericanos están expuestos a la violación de sus
derechos humanos, por omisión o comisión, por parte de policías, autoridades
migratorias y judiciales en ambos lados de la frontera. No obstante, los migrantes
centroamericanos que no poseen un documento que certifique su estancia legal en
México, transitan por territorio mexicano en un contexto de violencia, inseguridad,
impunidad e incremento de agresiones y violaciones a sus derechos humanos
cometidos por autoridades mexicanas o por particulares y grupos delictivos con la
connivencia de esas autoridades.
14
Consultar los trabajos de documentación realizados por las diferentes Casas del Migrante y Centros
de Derechos Humanos ubicadas en la región noreste de la frontera (Ej. Casa del Migrante de
Reynosa “Albergue nuestra Señora de Guadalupe”; Centro de Derechos Humanos del Migrante Beato
Juan Bautista Scalabrini, Nuevo Laredo; Casa del Migrante “Casa Nicolás” y Casa del Migrante
“Santa Martha en Nuevo León; y Casa del Migrante “Emaús” en Ciudad Acuña).
23
La Casa del Migrante de Saltillo denunció en su V Informe que además de
transitar bajo las circunstancias anteriores, “[...] los migrantes deben enfrenar
incesantes extorsiones, amenazas y humillaciones propinadas por los guardias de
seguridad privada del tren (llamados garroteros), cuyo comportamiento delictivo
incurre en la seguridad e integridad de los migrantes. Los policías estatales y
municipales siguen extorsionando y, en algunos casos, maltratando física y
verbalmente a los migrantes. Asimismo, a pesar de que no existe ningún
fundamento legal, los operativos de verificación migratoria realizados por el INM en
el tren, atentan contra los derechos humanos de los migrantes, pues al corretearlos
provocan graves accidentes que han dejado sin vida a muchas personas” (Belén
Posada del Migrante et al., 2009).
Por otro lado, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los Derechos
Humanos de los Migrantes, Jorge Bustamante, expresa en su último informe de
visita a México, que entre sus principales preocupaciones se encuentran la creciente
impunidad en casos de corrupción, en particular los sobornos y las extorsiones, así
como la violencia y los abusos, en especial contra las mujeres y los niños. Preocupa
al relator el hecho de que esta impunidad pareciera estar vinculada a abusos de
poder y de recursos a nivel municipal, estatal y federal de las autoridades mexicanas
(Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, 2009).
Además, el Relator ha manifestado preocupación por el incremento de
violaciones a los derechos humanos y agresiones contra migrantes, producto de la
creciente relación entre la delincuencia organizada y las autoridades de los distintos
niveles de gobierno. Como lo declara en su informe, “la migración transnacional
sigue siendo un negocio en México, gestionado principalmente por redes
transnacionales de bandas involucradas en el contrabando, la trata de personas, el
tráfico de drogas, con la colaboración de las autoridades locales, municipales,
estatales y federales. Esas prácticas están directamente relacionadas con el
aumento de los casos de violencia contra las mujeres y los niños, especialmente a lo
largo de las fronteras septentrional y meridional en los lugares de tránsito.
Como tal la impunidad por las violaciones de los derechos humanos de los
migrantes es un fenómeno generalizado. Con la omnipresencia de la corrupción en
todos los niveles de gobierno y la estrecha relación de numerosas autoridades con
las redes de bandas, la extorsión, las violaciones y las agresiones contra los
migrantes continúan. Los migrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras y
24
Nicaragua parecen constituir la mayoría de las víctimas” (Consejo de Derechos
Humanos de la Organización de Naciones Unidas, 2009: 18). La violencia es
ejercida tanto por la autoridades mexicanas, como por las bandas de Maras y grupos
de narcotraficantes, entre los más conocidos los Zetas. Al punto que no es raro que
policías y bandas se agredan para disputarse el botín de los migrantes.
A principios de 2009, varias organizaciones de la sociedad civil expusieron
ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el contexto de
criminalización hacia la migración, la corrupción de autoridades, el enfoque de
gestión de la política migratoria mexicana y la presencia impune de la delincuencia
organizada en la “ruta migratoria”; cuyos efectos negativos han sido el aumento de
violaciones a los derechos humanos, las agresiones físicas, sexuales y psicológicas,
y el incremento de los delitos del tráfico de migrantes, la trata de personas y el
secuestro (Centro Prodh et al, 2010).
Sobre estas problemáticas se informó a la CIDH que diferentes Casas del
Migrante, Centros de Derechos Humanos, Albergues, y en su momento por la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, han llevado a cabo documentación y
denuncia de personas migrantes víctimas de los delitos. Como ya es sabido, en tan
sólo el periodo que comprende de septiembre de 2008 a febrero de 2009, la CNDH
(2009a) documentó, en su Informe Especial, una cifra de 9.758 migrantes víctimas
del delito de secuestro; es decir, más de 1.600 secuestrados al mes.
Bibliografía
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25
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Duperou, Gabriel
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Valenzuela Arce, José Manuel
1998 El color de las sombras. Chicanos, identidad y racismo, El
Colegio de la Frontera Norte, México.
mediapart.fr
de Emilie Barraza:
•
Mexique: 20 années de lute sécuritaire inefficace contre le
narcotrafic
•
Mexique le cimetière des disparus
•
Au Mexique, un massacre d'étudiants signe l’échec du
président Peña Nieto
de Thomas Cantaloube :
•
Aux Etats-Unis, Obama annonce la régularisation de
millions d'immigrés illégaux
de Iris Deroeux:
•
Légaliser le cannabis (4/7). Les impasses de la «guerre
contre la drogue»
***
26
Unidad 2
Texto Obligatorio
Sobre las pandillas y la violencia urbana: el caso de los maras Introducción
Supliendo la mano de obra masculina, durante la Segunda Guerra Mundial, la
emigración de mexicanos a los EEUU se intensificó. En particular en las actividades
agrícolas, pero se extendió también, a partir de los años 1930, a los medios urbanos,
acarreando importantes transformaciones sociales. El crecimiento del número de
inmigrantes, y la concentración rápida de ellos en los barrios pobres de las ciudades,
incrementó el racismo que se ejercía contra ellos y colaboró al surgimiento del
pachuquismo entre las décadas de los 30 a los 50.
Las pandillas urbanas de latinos en EEUU no es nueva, una de las primeras
fueron los cholos, que en las décadas 1930-1940 entre los migrantes mexicanos,
fundaron
las
llamadas
gangas
(del
inglés:
gangs).
Una
representación
cinematográfica del tema quedará plasmada, por ejemplo, en las películas West Side
Story de Robert Wise y Jerome Robbins (1961), y, mucho después en Colors de
Dennis Hopper (1988).
Después vinieron los chicanos y los transfronterizos pachucos, que se
desarrollaron en una sociedad profundamente marcada por las leyes de segregación
racial y que se rebelaron contra la discriminación de la que eran víctimas. Si los
cholos reivindicaban una iconografía propia a los “rebeldes sin causa”
15
, los
chicanos y pachucos serán estigmatizados por los medios de comunicación como
jóvenes “revoltosos” y provocadores amantes del rock-and-roll. Esta moda
atravesará la frontera para inspirar directamente a los Chavos Banda de los barrios
populares mexicanos. Posteriormente, los maras, nacidos en los barrios pobres de
California y deportados a Centro América —tildados de “apáticos” y “destructores”—,
extenderán también su influencia al sur de la frontera.
15
Inspirada de la película homónima dirigida en 1955, por Nicholas Ray y protagonizada por James
Dean y Natalie Wood.
27
El pachuco, es un sujeto fronterizo que se desarrolló en contextos sociales de
barrios y colonias, en constante acoso policiaco, se convirtió rápidamente en foco y
víctima de estereotipos sociales. La influencia del pachuquismo, con sus referentes
biculturales — en el lenguaje, la moda y el baile (mambo, swing, boogie-woogie)—,
se hará sentir fuertemente en México mismo, en un principio a partir de las ciudades
fronterizas de Ciudad Juárez, de El Paso y de Tijuana; para después extenderse
entre la juventud de las colonias populares de la capital.
Los pachucos fueron intensamente acosados tanto en EEUU (en particular en
Los Ángeles, en 1943), en el marco de una intensa campaña racista antimexicana
de los Zoot-Suit-Riots, que oficialmente los señalaba con una predisposición
biológica a la delincuencia y el crimen. Se implantaron también en México, en los
barrios de La Chaveña, en Ciudad Juárez y en las colonias de Libertad y Del Río, en
Tijuana [19].
Se entiende la emergencia de la figura del pachuco, como un proceso de
transculturación y resistencia étnica tanto en los barrios mexicanos como chicanos;
en particular en las colonias populares, cuyos jóvenes empezaron a usar el zoot-suit,
portar las garras o el tacuche (traje).
El pachuquismo, como era de esperarse, tomó referentes culturales
mexicanos y una relación sistémica de socialización e institucionalización
anglosajonas. No se trata de un fenómeno binario, sino de un sincretismo complejo,
de identificación, de asimilación y de resistencia cultural. En EEUU, el chicano
(inmigrante mexicano) sufrió fuertemente de los prejuicios raciales que lo asimilaban
a la figura del pocho (mexicano nacido en EEUU), percibido como un mexicano
agringado, el mismo que vive en las ciudades fronterizas.
El término chicano ha cumplido el doble papel de la auto y la “héteroconstrucción” identitaria encargada de demarcar los límites entre lo mexicano y lo no
mexicano. Con el tiempo, confundiéndose con el de cholo, sirvió para designar
peyorativamente a los trabajadores mejicanos humildes y recién llegados a EEUU.
Tal vez la reflexión más lúcida y creativa de abordar el tema del malestar
existencial, se encuentre en el magnífico trabajo de el Laberinto de la soledad (1950)
de Octavio Paz. Allí el autor muestra la incomodidad existencial del pachuco y del
chicano, y las dificultades profundas para construirse una identidad. Es entonces
que cobra sentido la práctica de una jerga, la creación de una moda vestimentaria y
una serie de reivindicaciones sociales que buscan tanto el reconocimiento de una
28
población anglosajona dominante como ser distinguido de los afroamericanos
segregados. Pero también de los propios mejicanos recién llegados. No es neutro el
estigma popularizado tanto en EEUU como en México, aquél percibe el migrante
como transmisor de la tuberculosis, en tanto que éste lo acusa de ser portador del
virus del sida… de un lado de la frontera es tomado por agringado, justo del otro, de
mexicano.
El apogeo del movimiento chicano se sitúa en las décadas de los 60s-70s,
con las luchas políticas en las universidades y en los barrios; y la emergencia de
intelectuales y artistas que ostentaban símbolos étnicos y de clase. Se trataba para
estos movimientos, de construir una sociedad alternativa, sin opresión étnica ni de
clase. Para ello recrearon mitos fundadores, como el de Aztlán: lugar del que salen
los mexica (aztecas), guiados por su dios tribal Huitzilopochtli, en busca de la señal
—el águila sobre el nopal— que les indicaría el lugar exacto dónde deberían fundar
su ciudad, México-Tenochtitlan). Tal movimiento cristalizó en la fundación de
periódicos (como El Grito), editoriales (como El Quinto sol), grupos de teatro un gran
número de artistas plásticos, en particular los muralistas chicanos que, prolongando
la gran tradición mexicana posrevolucionaria, hicieron de este arte un vehículo
esencial de comunicación social en EEUU, convirtiendo la ciudad de Los Ángeles en
la capital mundial del muralismo (ver, por ejemplo las fotografías de Raúl Valdez o
Chicano Park).
El movimiento chicano trataba de recrear sus raíces culturales y apropiarse de
un nuevo proyecto de nación recuperando un pasado glorioso prehispánico, así
como también los símbolos de rebeldía social modernos latinoamericanos (con las
figuras de Camilo Torres en Colombia; del Che Guevara en Cuba, África y Bolivia; y
recientemente del Subcomandante Marcos en México) y afroamericanos (por
ejemplo de Martin Luther King, de Malcom X o de Mohamed Ali). La reivindicación
de esta historia, con sus símbolos y personajes, se oponía frontalmente a la
ideología oficial americana, conservadora y elitista, en la que no tenían cabida las
realidades de los grupos minoritarios: con la vida del barrio, las homegirls, los
homeboys, el trabajo, la explotación, la pobreza, el racismo, la violencia [21].
Años
después,
estos
grupos
inspirarán
fuertemente
otras
pandillas
centroamericanas conocidas por las maras.
Todas las pandillas se darán formas exteriores de identificación, como
vestimentas, emblemas, accesorios culturales, estética y estilos que les son propios.
29
También la gestualidad y las señas corporales expresarán la pertenencia a ellas. La
forma de vestir recuperará la del obrero, el uso y consumo de la música soul, los
ritmos latinos, norteños, el rap y el hit-hop.
Entre los cholillos (jóvenes cholos) la presencia femenina será numerosa. Los
hombres cholos usarán pantalón amplio, de talla baja y su cuerpo estará cubierto de
tatuajes, cuya decoración y temática, expresarán la violencia social en la que se
inserta el portador, y una serie de identificaciones locales y étnicas. Su estética se
extenderá a los low riders, o coches antiguos decorados. A nivel espacial marcarán
el territorio con murales o placazos con incorporaciones de graffiti.
Como señalamos, los pachucos se desarrollaron en el norte de México y
como guardaban una relación íntima con la población migrante y estaban
fuertemente influenciados por la cultura estadounidense, los sociólogos los
identificarán como “cultura de las fronteras” o “culturas fronterizas”.
Para la mayoría de las pandillas, la identificación a un territorio, con sus
propios límites y símbolos, es para sus miembros esencial. Aunque esto no sea el
caso de todas, por ejemplo, los crew, cuya pandilla estaba compuesta por una flotilla
de grafiteros —itinerantes, sin límites fijos—, su proyección territorial se extendía a la
ciudad entera.
Las pandillas en general, se identifican a la esquina, a la calle, al barrio :
lugares de reunión, de sociabilidad de sus miembros. La calle y sus puntos de
encuentro, percibidos como una suerte de hogar, de uso del tiempo libre y
apropiación simbólica de un territorio que se expresa en el muralismo y su
iconografía particular, en la que se resalta la oposición entre lo mejicano y lo
gabacho o gringo… propio de la american way of life que los marginaliza.
Es difícil localizar el nacimiento de las pandillas en barrios precisos de las
ciudades, sin embargo se sabe que trascendieron rápidamente, con el flujo
migratorio, las fronteras urbanas e incluso nacionales. Es el caso de los cholos, en
los años 70s., que constituyeron pandillas transfronterizas, como los King Kong,
Kobra, Harpy’s, etc. que existían en ciudades gemelas a ambos lados de la frontera,
como en los barrios populares de Tijuana (México) y de El Paso (EEUU). Este
fenómeno
le
hace
decir
a
los
sociólogos
que
se
trata
de
barrios
“transnacionalizados”. Y si sus integrantes muchas veces no conocían otro país más
que el suyo, compartían muchas de las características de sus homólogos
extranjeros: vestimenta, gestual, lenguaje (spanglish), etc.
30
Una gran rivalidad marca las pandillas entre ellas, al punto que no es raro que
sus miembros se enfrenten a muerte. Sin embargo, las fronteras que las oponen
suelen modificarse según el contexto, es lo que les hace afirmar a los especialistas
que existen “territorios santuarios”. Es el caso de las cárceles, en dónde las
rivalidades entre pandillas —enemigas en el contexto urbano— suelen atenuarse,
incluso desaparecer, ante el peligro que representa, en al interior de la prisión, una
pandilla rival. Ello ha visto el nacimiento de pandillas “latinas”, “sureñas” que se
enfrentan a las anglosajonas y afro-estadounidenses.
La iconografía de los cholos como en menor medida de los pachucos, que
será hereda a los maras, hace referencia a un pasado prehispánico reinventado,
incorporando figuras religiosas como la Virgen de Guadalupe y Jesucristo. El culto a
la Virgen de Guadalupe es central si se entiende como símbolo del mestizaje
(idígena-castellano), pero también como de la “jefa”, a la vez la madre y la mujer.
También nacionales (bandera y figuras de emperadores indígenas) cuyos
utilizadores reivindican hacer parte de una “raza cósmica”.
Su vestimenta, paradojalmente, añade ropa y objetos de consumo caros y
estereotipados, propios de la sociedad de consumo (como zapatillas de marca y
playeras caras), percibidos como típicamente norteamericanas. Paradojalmente, se
trata de ostentar símbolos de consumo caros, dotados de una fuerte connotación
estadounidense, que sitúa al usuario no totalmente integrado a esa sociedad, sino
que manteniéndose marginal a ella —entre la de sus antepasados y un modelo
percibido como propiamente estadounidense—, trata de ostentar éxito y fingir un
cierto bienestar económico.
Sobre los maras
Algunos autores sitúan la génesis de las maras en los barrios pobres de la
ciudades de El Salvador a fines de la década de los 70 y comienzos de los 80. Se
trata de jóvenes callejeros de 12 a 25 años, nacidos y crecidos durante los años de
la guerra civil. Hijos de combatientes, de guerrilleros y de miembros de la Guardia
Nacional, vinculados con el consumo de droga, delitos menores y ejerciendo
trabajos mal remunerados: albañilería, vendedores ambulantes y obreros de
maquiladoras. Muchos de ellos habían ya pasado por las cárceles tanto en El
salvador como en EEUU.
31
Se ha especulado mucho sobre la etimología del término mara. Para los
propios protagonistas, mara significa: “amigo”, “gente de uno”, “gente como uno”…
“nuestra gente”. Se trata de una palabra amistosa que antecede a la raza, el
parcero, el homie, la homegirl.
Sin embargo, los medios de comunicación y la policía, asociaron el nombre
mara a marabunta, que alude a las características depredadoras de una hormiga
carnívora pequeña —homónima de una película de ficción americana de la década
de los 70s.—, que se reproduce rápidamente y que destruye todo a su paso. Es así
que metafóricamente asimilados a insectos carnívoros, los maras obtienen su fuerza
de su cantidad, de la aplicación del lema que “la unión hace la fuerza”.
Dos grandes maras, por su importancia numérica, dominan la escena
mediática: la mara Salvatrucha (o MS-13, B-13; B de barrio), fundada por
salvadoreños emigrados (de Salvador y trucha : avispado, pendiente, alerta). La
mara Salvatrucha se origina en la ciudad de Los Ángeles, en los años 80 entre los
refugiados salvadoreños que huyen de la violencia de la guerra. La mara rival y
contemporánea de la MS-13, es la M-18 (de la calle 18, o B-18, o también MS-XV3),
fundada por mejicanos.
Ambas pandillas, la Salvatrucha y la M18, surgieron en los suburbios latinos
de Los Ángeles cuando miles de familias, huyendo de la llamada guerra sucia y el
hambre en los países de América Central, entre ellos muchos jóvenes, se refugiaron
en esta ciudad. Sus miembros, indocumentados, residiendo en un ambiente pobre
(dominado por pandillas de judíos, de irlandeses, de afroamericanos o de africanos)
particularmente violento y racista, desescolarizados y sin trabajo, para subsistir se
transformaron en traficantes de drogas y de armas.
Estos grupos se expandieron rápidamente a partir de los años 80s-90s (se
estima que en 1992, sólo en California, habían unos 20.000 mareros) por los países
de América Central y México cuando fueron expulsados de los EEUU. Entonces,
bajo el gobierno conservador de Reagan, el estado americano, aplicando la política
de Cero Tolerancia o Mano Dura, decidió deportar alrededor de 200.000 jóvenes a
los países de origen de sus padres, y que muchos desconocían completamente…
los maras acababan de ser exportados a América Latina.
Es en estos países —desbastados por las guerras civiles, con una población
empobrecida,
en
sociedades
profundamente
desigualitarias,
con
gobiernos
autoritarios, a menudo corruptos, donde prevalecía la impunidad, en dónde la
32
presencia del estado se reducía a los aparatos represivos (policía y ejército), que
carecían de un sistema serio de educación, de salud y de una justicia
independiente— es que se desarrollarán rápidamente los maras. Dos ejemplos: sólo
en Guatemala, la mitad de la población tiene menos de 20 años, y su capital cuentan
con 60 clicas, con un promedio de 40 a 50 integrantes cada una. Ciertas
estimaciones evalúan un total de 28.000 mareros. En El Salvador, en 1997, se
calculaba que habían unos 35.000 pandilleros, de ellos unos 12.000 eran mareros
entre 10 y 25 años de edad. Sólo en la ciudad de Managua (Nicaragua) se calcula
que hay 110 pandillas que agrupan unos 8.500 jóvenes.
Entre las pandillas más conocidas de América Latina, se pueden citar, en
Argentina, Chile y Perú: las barras bravas; en Colombia: sicarios y pandillas, los
parches, los milicianos y los cambos; en Costa Rica: los chapulines; en Guatemala y
Honduras: los homeboys; en México: los cholos, los jóvenes banda, los punketas y
los pandilleros; en Perú: las manchas o pandillas; en Venezuela: los malandros y en
Ecuador: las naciones, las patas y las jorgas.
La atribución exógena atribuida al origen de los mareros, es manipulado por
los poderes públicos, que los presentan, a ellos y a los migrantes, como
delincuentes expulsados de los EEUU por indeseables. A su vez, al tratarlos de
extranjerizados, de haber adquirido malas costumbres (maleados), ajenas a la
sociedad nacional, sirve para legitimar la represión contra ellos. A esta construcción
ideológica hecha por el Estado, participa activamente la gran mayoría de los medios
de comunicación, creando en estos países, una psicosis del miedo perfectamente
instrumentalizada por el poder. Ello es particularmente vistoso en las estadísticas,
por ejemplo en el Estado de Chiapas, los delitos cometidos por los maras es menos
del 1% del total; estadísticas que no toman en cuenta los delitos de “cuello blanco”,
los que cometen los políticos, el ejército y la policía. Contrariamente a lo que se
difunde en los medios de comunicación, los últimos estudios sobre los maras
centroamericanos, rebelan que las 2/3 partes de los mareros son hombres, y 1/3 de
ellos son padres. La mayoría de sus miembros trabajan, aunque en empleos y subempleos muy mal pagados, donde prevalece la inseguridad y la violencia laboral. La
gran mayoría de los maras no son analfabetos y tiene un nivel promedio de
escolaridad superior a la media. Por ejemplo, en Guatemala, un 61% de los mareros
asistían a la escuela primaria o secundaria; en tanto que el promedio nacional no
33
sobrepasaba el 50% entre los jóvenes de 15 a 19 años. En El Salvador, el 96,3% de
los mareros son alfabetizados y que 9 de cada 10 tienen familia en EEUU.
Pero hay más, en El Salvador, la mara la Máquina, tiene muy buena relación
con la policía local. Al punto que la policía misma posee varias pandillas
especializadas en el robo de casas y vehículos. La corrupción y violencia son tales,
que no es raro que los propios policías, en El Salvador, en Guatemala e incluso en
México, se enfrenten con los mareros para disputarse el botín de las víctimas.
Para tener una idea de la gravedad de la situación y la importancia de la
violencia en ciertas sociedades centroamericanas, en El Salvador, la tasa de
muertes violentas por 100.000 habitantes, oscila, según los años, de 150 a 160; de
ellos 41 lo son por homicidio: la más alta de América Latina16. Para comparar, Chile
tiene 3 y Paraguay 4. Notemos que, según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), se considera epidemia, cualquier tasa superior a 10 homicidios por 100.000
habitantes. A pesar de que estas cifras son escalofriantes, las estadísticas deben ser
relativizadas, ya que no consideran la violencia institucional cometida por los propios
órganos represivos del Estado, ni tampoco la llamada de “cuello blanco”.
Son precisamente estos aspectos que contribuyen de manera determinante a
entender “la vida loca”, resultado de la carencia de perspectivas de futuro y de una
vida digna para los jóvenes pobres, sintetizada en la pregunta: “¿de qué sirve
trabajar, si a pesar de ello se es pobre y se sufre?”. O en la afirmación: “más vale
vivir poco, pero bien”… tal es la aparente paradoja existencial —dramática— de “la
vida loca”.
Es en este contexto social e ideológico que los pandilleros fundan una suerte
de sociedad paralela a la de su entorno. A pesar de ser organizaciones muy
descentralizadas, las pandillas, contrariamente a las apariencias, no son totalmente
independientes de la sociedad y a la que se insertan gracias a su actividad
económica. Suerte de “capitalismo del centavo”, los maras viven del pequeño tráfico
de drogas, de la compra y venta de armas ligeras, del robo y de un sinfín de delitos
con uso de la violencia. En simbiosis con la sociedad, ellos dependen directamente
de ella, como declaran algunos representantes o palabreros… “si no hubiese gente
con dinero, nosotros no podríamos vender nuestra droga… aquí vienen a buscarla
cuando la necesitan”. En el fondo, los mareros no subvierten verdaderamente el
16
Programa Sociedad sin Violencia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
2003 y 2005.
34
orden social, sino que se sirven de él para poder subsistir. Desde un punto de vista
ideológico, los mareros pueden ser vistos como pandillas conservadoras e
indiferentes a la sociedad y sus reglas, que ellos perciben como causantes de su
infortunio.
A parte de las dos grandes maras —la mara Salvatrucha y la mara Barrio
18—, hay muchas más, como la Mao Mao, La Chancleta, La Máquina, etc.
Ciertas pandillas han creado un vocabulario propio (espanglish) y elaborado
reglas bien precisas de convivencia. He aquí algunos ejemplos :
A la pandilla le llaman clica y al barrio ranfla, y para pertenecer a ella los
candidatos tienen que, con un rito de pasaje, soportar vejaciones públicas : en
algunas clicas las mujeres deben dejarse violar por varios mareros (a eso le llaman
trencito). En tanto que los hombres tienen que soportar una golpiza dada por varios
mareros durante 13 o 18 segundos, según la mara. Muchos acaban con dientes y
huesos rotos, heridas y una estadía en el hospital. A veces, para pertenecer a la
mara, el candidato tiene que matar a un miembro de una mara enemiga, es lo que le
llaman : pase, de pasar de un estado externo, de extranjero, y volverse un auténtico
marero.
La coherencia social de las clicas, se debe a la práctica de una serie de reglas
estrictas que sus integrantes están obligados a obedecer, por ejemplo: la clica de
San Pedro Sula (en El Salvador) tiene 57 reglas bien precisas y aplicadas
severamente : levantarle la mano a su madre; faltarle el respeto a un miembro de la
clica; robarle, golpearle o matarle, o bien violar a una integrante; son todas causas
de muerte. Incluso vestirse mal puede ser castigado con palizas.
En ciertas ocasiones especiales, el uso de armas de fuego está prohibido, por
ejemplo cuando ejecutan a un traidor, violador o un marero enemigo importante. En
ese caso lo descuartizan vivo con machetes y hachas.
El consumo de drogas está controlado, menos la mariguana, que se usa sin
restricciones. El guaro o alcohol de caña se bebe sólo en ciertas ocasiones festivas.
Se suelen atacar de manera organizada a los enemigos, de preferencia los
días 18 de cada mes.
Quien roba en el barrio y si después de 3 advertencias continua, se lo mata.
El dinero recaudado sirve para ayudar a las viudas, a los más pobres, pero
también se invierte en la compra de armas, coches, casas, pagos de rentas y, claro,
en la compra de droga.
35
La estética mara, se encuentra fuertemente influenciada por las del pachuco,
que dio paso al vestuario de los cholos quienes combinaban el zoot suit con las
marcas laborales en el atuendo. Los cholos de la tercera generación introdujeron
nuevos elementos en el vestuario hacia los años 80s., entre los cuales destacaban
el abandono de las cabelleras peinadas hacia atrás, engominada y de forma
impecable, por cabezas de con cabellos muy cortos, casi rapadas. En muchos casos
conservan el bigote corto y la barba de candado. Pantalones baggies (a unos 10 cm.
bajo las rodillas), o shorts largos, camisetas blancas de tirantes o anchas al estilo de
las utilizadas en el fútbol americano. Los maras recuperan también la gestualidad
chola, su andar cadencioso, su actitud desafiante, la representación con los dedos,
las manos y los brazos de las letras de su barrio; o bien como códigos precisos de
comunicación. Aun cuando las expresiones gráficas de los mareros no compiten con
la calidad de la de los pachucos y cholos, los maras elaboran graffitis y tatuajes
(tatus, tacs, tats o tintas) cuyos personajes centrales son la madre, la virgen, la
mujer, la cruz, la muerte, las máscaras griegas de la risa, los nombres de los homies
muertos y las telarañas que representan los avatares y vicisitudes de la vida de un
marero. En las paredes pintan el nombre del barrio, el apodo de sus miembros o
amigos caídos. Se trata pues de una iconografía encargada de identificarse y crear
lazos de pertenencia: quienes la comparten son carnales, metáfora de filiación, de
quienes comparten la misma carne, este término significa una amistad y solidaridad
extremas. La propia policía utiliza los tatuajes para identificar a los miembros de una
clica, leyendo en ella la filiación de la pandilla, la historia personal del individuo, su
origen y su actividad.
Los maras recuperan de manera incipiente la tradición del lowrider, asociada
a los pachucos y a los cholos. El lowrider expresa el gusto por arreglar el interior y
exterior de los coches (ranflas) y su acondicionamientos para hacerlos inclinarse o
saltar hacia uno u otro lado, pintarlos de colores llamativos y ponerles luces en el
motor y bajo el coche mismo. El propósito es prepararlo para salir a lucirse en el
crussing, o reunirse para exhibirse en los famosos carshows; signo de prestigio
ostentatorio.
Al tatuado le llaman manchado, es decir es una marca en el cuerpo, una
suerte de impureza definitiva. La semiótica de los tatuajes con que los maras marcan
sus cuerpos, ilustra, aunque parcialmente, la percepción de la vida, por ejemplo, los
3 puntos en triángulo que suelen tatuarse en los nudillos, puede significar, como
36
aseguran los mareros : “la vida loca”, es decir, como ellos mismos aseguran:
hospital, prisión y muerte; o bien, mujeres, droga y asesinato. Una lágrima tatuada
en el borde del ojo significa que ha matado.
La iconografía del tatuaje (a menudo binaria, oponiendo sentimientos y
objetos: vida/muerte, amor/odio, luz/oscuridad, sol/luna, derecha/izquierda, etc.)
expresa —en lo más íntimo, haciendo parte del cuerpo de la persona, de manera
permanente y flexible—, tópicos sociales y preocupaciones existenciales. Esta
iconografía suele resaltar los íconos nacionales religiosos, como la virgen de
Guadalupe; y profundamente íntimos, como la madre, los amores (nombres de las
novias, hijas) y abundantes referencias a la muerte y al sufrimiento. El tatuaje pues,
no sólo divulga aspectos de la personalidad de su portador, cómo se ve a sí mismo;
sino que también la manera cómo desea ser visto, identificado: con poder,
indiferente a la muerte, etc.
Además, el uso del tatuaje y su iconografía, buscan a la vez demarcarse
radicalmente del espectador creando en él, tanto sentimientos de temor y de miedo,
como de fascinación estética. Se trata pues de una construcción reflexiva:
autoconstruida (para sí) y construida (para el otro). El tatuaje muestra, ostenta, pero
también surte un efecto sobre quien lo lleva. En un sentido cronológico, como el
tatuaje va agregándose lentamente en el cuerpo, éste, visto como un lenguaje,
cuenta también la biografía del poseedor. Pero ciertos tatuajes están precisamente
hechos para ser escondidos, disimulados bajo la ropa y revelados sólo a las
personas más íntimas, más queridas.
Lingüísticamente, los mareros han adoptado una jerga propia, hecha de
modismos y expresiones fuertemente influenciadas por el inglés, las que hacen
referencia a su origen norteamericano. Algunos ejemplos :
Al territorio dominado por una mara le llaman cancha, así como un lugar de
juego con sus reglas y límites propios.
mirin : del inglés meeting, reuniones periódicas.
big palabra : son los jefes que son designados por los mareros. Tener la
palabra : es el jefe de la pandilla, el que da la palabra, el palabrero, el que tiene la
palabra, el que lleva la palabra.
jomi : se llaman los miembros de la B18 entre ellos.
jomguirl : es como se llaman las pandilleras mujeres entre ellas.
37
El temor a las maras es tal, que en ciertas regiones de América Central y
México, la población vive bajo el terror de ellas, al punto que por ejemplo, en San
José Pinula, en San Pedro Ayampuc, en San Juan Sacatepéquez (Guatemala) los
habitantes tuvieron que emigrar para refugiarse en regiones distantes, después que
los maras llegaron al lugar.
El 21 de noviembre del 2004, el locutor de la radio XEQK, Carlos Wong
Nolasco, dio por radio la noticia de que pandillas de mareros se estaban acercando
a la ciudad de Tapachula (Estado de Chiapas, México) para atacar las escuelas.
Entonces, miles de padres, aterrorizados por los hechos, se presentaron a las
escuelas para recuperar a sus hijos. Este hecho fue comparado a los que Orson
Wells había hecho en EEUU el 30 de octubre de 1938, en las vísperas de la noche
de brujas y que causó grandes problemas.
Por este hecho, el locutor Carlos Wong Nolasco, está siendo juzgado por la
justicia mexicana.
Su poder puede ser tal que, en el año 2005, un grupo de maras Salvatrucha,
atacó un penitenciario para matar, con hachas, cuchillos y armas de fuego, a 12
mareros enemigos de la M18.
Un ejemplo del grado de violencia practicado por ciertos mareros, lo tenemos
del prontuario de uno de ellos :
A los 18 años ya había matado a 47 personas, entre mareros enemigos y
propios, víctimas inocentes y policías.
Ninguno de estos delitos los cometió por odio, sólo por gusto y siguiendo
órdenes superiores.
Bajo su mando, la clica pudo tener 4 coches legales y varios robados, dos
casas de seguridad para ocultar la droga y 360 armas de guerra, entre ellas,
ametralladoras AK47.
En EEUU, se dio el caso, en 2005, que la testigo de un asesinato, protegida
por el FBI y que había cambiado de identidad y de domicilio varias veces, a pesar de
todas las precauciones, la M18 dio con ella y logró asesinarla.
La violencia en México y Centro América17, en particular la de los maras, ha
generado lo que muchos sociólogos llaman “industria de la violencia” o “mercado de
17
La ONU publica que la región del TNC (o NFTA, con sus siglas en español; tratado comercial entre
EEUU, Canadá y México) sigue siendo la más violenta del mundo, con tasas de homicidios 10 veces
más alta que el promedio mundial : 86 asesinatos por cada 100 mil habitantes en Honduras, 72 en El
38
la violencia y la muerte”, para señalar que existen actores —como políticos
populistas, así como también los policías, los militares, los traficantes de armas, de
droga y los empresarios (no es raro que se confundan) — que instrumentalizan,
económica como políticamente a los grupos pandilleros, para ganar en poder y
enriquecerse.
Algunos hechos notables han mostrado que se trata de una situación por lo
menos ambigua, ya que muchas veces los intentos gubernamentales y las iniciativas
de los propias pandillas por pacificar la sociedad se han visto bruscamente
interrumpidas. Por ejemplo en El Salvador en los meses de mayo y junio del 2009,
cuando sorpresivamente los representantes (llamados palabreros) de la M18 y de la
M13, se reunieron por primera vez mandándole una carta al Presidente de la
República (Mauricio Funes) para solicitarle una mesa de diálogo con el fin de llegar a
un acuerdo de paz con el estado. En ella las clicas pedían soluciones sociales a sus
problemas: como mejores oportunidades laborales para los jóvenes, la creación de
espacios educativos, una disminución de la violencia contra ellos, detener los malos
tratos de los que sean víctimas por parte de la poderosa Policía Nacional Civil (PNC,
controlada por el ejército), la investigación de las ejecuciones extrajudiciales
designando los responsables y el respeto de los derechos humanos en las cárceles.
No pedían amnistía, sino el simple deseo de que la justicia se aplicase.
Unos meses después, el 2 de septiembre era asesinado el cineasta fracoespañol Christián Póveda, que había sido corresponsal de guerra en el conflicto
armado de los años 80 y realizador del documental La vida loca (2008). El asesinato
fue atribuido a un marero de la M18, pero el autor intelectual fue un policía corrupto
que nunca fue amonestado. Este hecho frenó los primeros contactos en las
tentativas de diálogo entre mareros y estado.
Entre el 18 y el 20 de febrero de 2010, ciertas clicas de la MS13 y de la M18,
para forzar la negociación con el estado, llegaron a un acuerdo de no agresión:
comprometiéndose a cesar de atacar los autobuses y a los habitantes de los barrios
donde están asentadas las respectivas clicas. Lo más importante era que proponían
incluir en la mesa de diálogo, como mediadores, a los familiares de las víctimas de
violencia. Cuatro meses después (en junio) una clica de la M13 —en lucha con la
M18 por el control del negocio de la extorsión de los autobuses— baleó dos
Salvador y 39 en Guatemala. Se calcula que 1 de cada 50 jóvenes centroamericanos será asesinado
antes que cumpla 32 años.
39
autobuses (2 niños muertos y 1 adulto) y un segundo autobús fue atacado,
quemando vivos a 11 personas. Este horroroso crimen detendría todo acercamiento
entre las maras y el estado salvadoreño.
Meses más tarde, el
1 de septiembre del 2010, el gobierno salvadoreño
promulgará la Ley de Proscripción de las Maras, Pandillas, Asociaciones y
Organizaciones de Naturaleza Criminal. Dicha ley criminaliza toda afiliación con las
maras y condena llevar signos o emblemas propios a estas pandillas. Notemos: sin
haber cometido ningún delito estas personas pueden ser detenidas y condenadas a
6 años de prisión y 10 si son palabreros. Las múltiples ONG e institutos de
investigación que trabajan en El Salvador hicieron saber su desaprobación,
aludiendo la ineficacia de las política represivas aplicadas por los gobiernos
anteriores (de La mano Dura, de la Tolerancia Cero, etc.) que habían priorizado la
represión por sobre la prevención. En apoyo a ello se añadieron las declaraciones
de los palabreros de la M13 y M18 en apoyo a un Acuerdo Integral, pero
manifestando su desaprobación a la ley, por la quema de autobuses. Contrariamente
a lo buscado, la violencia aumentó en 2011 y 2012, con un promedio de 15
homicidios diarios.
En marzo 2012 las clicas llegaron a otro acuerdo, reduciendo la criminalidad a
5 homicidios diarios, y logrando la intervención, como intermediario, del Secretario
de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Sin embargo, a pesar de tanto
sufrimiento y esfuerzos, los avances son lentos y, sobre todo muy difíciles, incluso
imposibles si no se toman en cuenta las causas que generan la violencia18 : la
pobreza19, la injusticia social, la falta de educación, la corrupción y la impunidad.
En otros países de Centroamérica se han impulsado políticas represivas,
medidas legales de excepción contra los mareros. Así, el 10 de octubre de 2003, se
aprobó una ley antimaras que incluía el nombramiento de jueces especializados en
las pandillas de maras. El 12 de noviembre del mismo año, se reformó la ley que
distinguía el marero de un delincuente común; y permitía castigar a un marero por el
18
Las estadísticas sobre la violencia en algunos países de Centro América son alarmantes : la tasa
de homicidios en El Salvador es de 41,2 por 100.000 habitantes, la de Guatemala es de 39,9 y la de
Honduras es de 90,4 ; que es el país más violento del mundo. Por ejemplo Francia tiene una tasa de
1 homicidio por 100.000 habitantes.
19
Las estadísticas sobre la pobreza son elocuentes. Así, según las cifras dadas por el Banco
Centroamericano de Integración Económica (BCIE), El Salvador, Guatemala y Honduras, tienen una
tasa de pobreza muy elevada : más de la mitad de los 30 millones de habitantes, viven bajo el umbral
de la pobreza. Y un tercio de ellos, es decir más de 5 millones, viven en una situación de extrema
pobreza.
40
solo hecho de pertenecer a una clica. Las sanciones tipificadas por ese delito fueron
de 2 a 5 años de cárcel. El presidente de Honduras, Ricardo Maduro, propuso una
ley que encarcelaba a 12 años a los jóvenes que, a juicio de la policía, era marero.
Esta ley no fue aceptada.
Sin embargo, la policía puede detener a cualquier joven tatuado, pertenezca o
no a una clica, cualquiera sea su conducta, haya o no cometido un delito. El estigma
se convierte en delito, siguiendo criterios subjetivos. Al mismo tiempo se penaliza a
un joven portando un arma a fuego, una punzo-cortante, un garrote o una botella de
gasolina. Ello se acompañó de redadas colectivas en los barrios populares y, en El
Salvador, se detuvieron a 5.000 jóvenes en ellas. En 2003 habían detenido a 11.000.
En Honduras sólo un 5% de los detenidos pudieron ser procesados. La jueza Aída
Salazar declaraba: “9 de cada 10 jóvenes quieren dejar la violencia, pero:¿qué les
ofrece el Estado? ¡Nada!”
En 2004, la policía de California presentó una orden de restricción contra 600
mareros de la MS, de las zonas de Pico Unión y Hollywood, prohibiéndoles reunirse
en la calle, viajar en el mismo vehículo y comunicarse por teléfono entre ellos
mientras estén en la misma zona. En mayo de 2004, la policía migratoria
norteamericana, alertó a la mexicana para prohibirles el paso hacia los EEUU, ya
que habían identificado a miembros de las pandillas norteamericanas Mexican Mafia
(MM, Mexikanemi, o la Emi), de la texana Hermandad de Pistoleros Latinos (HPL
16/14) y la del Sindicato Texano.
El problema central que plantea el pandillerismo para los países que sufren de
él, es sin duda la violencia, pero más allá, como expresión de un profundo malestar,
las causas que la provocan : la injusticia social y económica y la falta de
perspectivas para la juventud.
El papel del Estado es fundamental en la solución del problema en el marco
de un estado de derecho, en particular a través de las instituciones como la justicia.
Como se ve claramente en el documental La vida loca, el vacío dejado por el
estado, ha sido rápidamente ocupado por toda una gama de sectas y religiones que
penetran, con el aval del estado, el sistema carceral para ofrecer “soluciones
espirituales” al problema de la injusticia. Y no es raro que pastores, también
extranjeros, en particular norteamericanos, participen activamente a esta labor de
proselitismo.
41
El pandillerismo es un reto a la democracia y con ello a la justicia. Esta triste
constatación agita la reflexión de sociólogos, políticos y juristas, desde hace ya
varias
décadas,
sin
que
encuentre
aún
solución,
mientras
no
cambien
profundamente el marco económico y social de estos estados. En todo caso, no es
sorprendente que las políticas represivas de Mano Dura, de Super Mano Dura, de
Tolerancia Cero, etc., se hayan mostrado ineficaces, ya que no se atacan a las
causas mismas del pandillerismo: la injusticia social y económica, la corrupción
generalizada y la impunidad. Las políticas para combatir la delincuencia pandilleril
privilegiando la violencia, ha mostrado ser un fracaso; más aún si se considera que
ella ha generado gastos importantes. Por ejemplo, según las estadísticas del año
2003, sólo en El Salvador, el costo de la violencia ha sido de 1.717 mil millones de
dólares, lo que equivale al 11,5% del PIB del país… nada menos que al doble de los
presupuestos de salud y educación.
Comentarios bibliográficos y cinematográficos
Una de los análisis sociológicos más completos es Las maras. Entidades
juveniles al límite (2013), en el que los autores proporcionan ejes de reflexión
sociales, económicos y políticos sobre este problema, enfocados desde puntos de
vista emic y mic.
Un trabajo de investigación periodística Hoy te toca la muerte, de Marco Lara
Klahr (Ed. Planeta, 2006) que ganó el premio Nacional de Periodismo de México en
2006, constituye una obra periodística mayor que trata de los maras. El autor
investiga en California, Guatemala, Honduras, El Salvador y México.
Así mismo, se pueden citar, entre las más conocidas, cuatro películas que
han contribuido, de manera diferente a dar a conocer este problema social:
Una documental-ficción americana Colors, de Dennis Hopper realizada en
1988 ; otra, más violenta, La cité de Dieu, de Fernando Meirelles y Katia Lund
(2002) ; un documental del realizador hispano-francés, Cristián Póveda, La vida loca
(2008) y una ficción a carácter comercial, de Fukunaga, Kary, Sin nombre (2009).
A Cristián Póveda su iniciativa de reunir dinero con la explotación de su
película para fundar una ONG y poder ayudar a los jóvenes a abandonar la
pandillas, le costará la vida, ya que será asesinado días antes de la salida en
cartelera de su película.
42
Un fotógrafo español, Miquel Dewever-Plana (que hizo un libro sobre el
genocidio en Guatemala, La vérité sous la terre, le génocide silencieux (Ed.
Parenthèses), hizo una exposición de fotografía en Perpignan y Barcelona —L'autre
guerre—, que muestra, desde el interior, las pandillas de los maras en Guatemala. El
autor, de una gran sensibilidad social y vocación estética, para fotografiarlos habrá
vivido con ellos durante 2 años. Años más tarde, en 2012, haría el documental Alma,
que muestra el testimonio de una joven ex-marera de 26 años.
Estos autores y sus obras, han contribuido, cada uno a su manera y en
grados diferentes, a sensibilizar, tal vez preparar la opinión pública a una reflexión
en torno al problema del pandillerismo en América Latina, en particular sobre los
maras y, más allá, sobre la condición de los pobres urbanos, en especial de los
jóvenes en América Central.
Referencias
Dewever-Plana, Miquel
L'autre guerre, (exposition photographique)
Alma (documental, 2012)
Fernando Meirelles y Katia Lund
2002 La cité de Dieu.
Fukunaga, Kary
2009 Sin nombre
Dennis Hopper
1988 Colors, 1988.
Lara Klahr, Marco
2006 Hoy te toca la muerte, Ed. Planeta
Maqueira, SJ, Manolo
Dial, revue mensuelle en ligne
2007 “Les jeunes et les maras : un cri de citoyenneté ?”, en
Artículo de, Archives, jeudi 1er février 2007 Amérique Centrale
43
Nateras Domínguez, Alfredo
2006 “Violencia simbólica y significación de los cuerpos : tatuajes en
jóvenes”, en Revista temas sociológicos, n° 11, 2006, pg. : 71-101
Póveda, Cristián La vida loca (2008, Ciné Classique, 90’).
Savenije, Wim
2010 “Les maras ou la transnationalisation des pandillas en Amérique
centrale”, ESKA I, Problèmes d’Amérique latine, 2010/1-n° 75, p. 111-135.
Valenzuela A., J. Manuel, Alfredo Nateras D. y Rossana Reguillo C.
2013 La maras. Entidades juveniles al límite, El Colegio de la Frontera
Norte, 2da. Edición, México.
***
44
Unidad 3
TEXTO OPTATIVO
Sobre la violencia de estado en ciertos países de América Latina durante las décadadas de los 70-­‐90 Será después de la segunda guerra mundial, en particular después de la
revolución cubana, que los EEUU darán — bajo la presidencia de Kenedy y en el
contexto de la llamada Guerra Fría—, un cambio muy importante en la política
estratégica hacia América Latina.
En el contexto de la guerra fría, si bien EEUU podía frenar a la Unión
Soviética en el desarrollo de la bomba atómica, se mostró totalmente incapaz de
impedir que Cuba hiciese una revolución, y eso a sólo a pocos kilómetros de la
primera potencia del mundo. El punto más álgido será la llamada Crisis de los
Misiles (octubre 1962) en la que el mundo estuvo a punto de una conflagración
atómica después que Cuba decidiera instalar en su terriotorio misiles de largo
alcance proporcionados por los soviéticos.
Es en el contexto de la guerra fría que se crea la Doctrina de Seguridad
Nacional (DSN), para impedir, según los conceptores, la extensión del comunismo
en América Latina, pero también, como se aplicará sistemáticamente, en Vietnam.
La aplicación de la DSN borra la distinción hecha entre civiles y militares, que
es el criterio discriminante, para extenderla a la sociedad entera. Elaborada en los
años 20 a partir de las experiencias de la Primera Guerra Mundial y de los conflictos
regionales, esta noción se extiende después de la Segunda Guerra Mundial, a las
oposiciones ideológicas. Así, las guerras no son conducidas solamente para
defender un territorio, sino para imponer una cierta visión del mundo.
La expresión más cruenta de ella será la aplicación por el ejército de EEUU,
de la Operación Phénix, que hará, en Vietnam, entre 20.000 y 60.000 muertos en la
población civil.
45
Es en este contexto internacional y siguiendo objetivos estratégicos propios,
en particular referentes a América Latina, que los EEUU crean la Escuela de las
Américas (School of Americas, SOA). Esta escuela fue creada en el zona del Canal
de Panamá en 1946, que es la sede del Comando Sur del ejército americano20. La
ubicación de tal escuela en Panamá, permitía, a la vez, mantener el control sobre el
canal, así como también asegurar su protección. Rápidamente sería tranformada en
la base supervisora de la ayuda militar (Military Assitance Programs, MAP) cuya
influencia se haría sentir hasta la Tierra del Fuego. Para reenforzar las relaciones,
tanto técnicas como personales, se organizaron reuniones anuales con los
comandantes de cada país. La Escuela de las Américas se mudará, con otro nombre
(Instituto de Cooperación para la Seguridad del Emisferio Occidental) en 1984, de
Panamá al centro de Fort Benning (en Columbus, Estado de Georgia).
Desde que existe esta escuela de combate (SOA), ha entrenado más de
60.000 soldados latinoamericanos en operaciones de comando, guerra antisubversiva y guerra psicológica.
Después de pasar por la SOA, los soldados regresaban a sus países
preparados, no sólo para ejercer funciones puramente militares, sino para defender
un sistema económico y político, y, además, como asegura un folleto de la SOA,
esta escuela “orienta la formación del personal latinoamericano en tareas de alto
nivel en el ámbito de la seguridad interior así como también en la ayuda al
desarrollo”.
Es así que los soldados latinomericanos seguían cursos de dirección
industrial, de gestión financiera, de comercio, de agricultura, de energía, de
comunicación, etc. Quién resumirá este nueva estrategia asignada al ejército, será,
en 1968, Nelson Rockefeler, futuro Presidente de los EEUU, cuando asegurará que
“el ejército es la fuerza esencial de un cambio social constructivo”.
A la militarización progresiva de las sociedades de América Latina después de
la 2da. Guerra mundial, se le añade sistemáticamente una acción política de
inmiscuirse en los asuntos civiles de la sociedad. Es así que los ejércitos han
constituido brigadas de alfabetización, de salud y brindado ayudas diversas
(obsequio de alimentos, construcción de caminos, de escuelas y de clínicas) ayuda
20
En 1985 se mudará al fuerte Benning y será cerrada en el año 2000 debido al desprestigio
internacional que tenía.
46
en servicios (peluquería, zapatería, agricultura, etc.) a la población para atraer sus
simpatías y ganar popularidad.
En muchos casos, hasta el propio ejército de EEUU ha tomado la iniciativa.
Así, en 1985, en Costa Rica, los soldados americanos pintaron escuelas. En 1983,
en Guatemala, los médicos del ejército americano intervinieron en la salud de los
indígenas. En 1985, en Panamá, los soldados distribuyeron juguetes y víveres. A
partir de 1962, en Honduras, por término indefinido, alrededor de la base militar
aérea, Bravo Pamerola, provee regularmente servicios médicos, odontológicos,
educativos, farmacéuticos y veterinarios a la población civil. En Honduras, en 1983,
el jército de los EEUU, prestó servicio médico a 12.600 personas de la frontera con
Nicaragüa. En 1984, en la Operación Granadero I, el ejército americano ejecutó
maniobras con sus homólogos de Honduras y El Salvador, mientras grupos de
médicos examinaban a 23.000 pacientes y los dentistas atendian a 4.500 personas.
Además dieron 12.000 consultas veterinarias y vacunaron 35.000 cabezas de
ganado. El año siguiente hicieron la Operación Jornada Universal en la que se dio
tratamiento médico a las prostitutas cercanas a la base militar americana de
Comayagua.
Esta orientación “social” dada al ejército, que la aparta de su labor
“tradicional”, la de la de defensa del territorio nacional contra un eventual enemigo
externo (materializado por otro ejército), la dirige contra la lucha de un enemigo
“interno”, su propia población, a la que, constitucionalemente, en una democracia,
debería supeditarse y ser el encargado de protéger.
Esta doctrina, llamada de Seguridad Nacional (DSN) se desarrolló en un
ambiente de inquietud e incertitud mundial. Ella se basa en una supuesta noción de
guerra permanente y total. Es decir, no había ninguna interrupción en el
enfrentamiento, tampoco cuartel y se extendía por todo el mundo, cualquiera que
fuese la importancia y la lejanía del país considerado.
El origen de la DSN, se encuentra en la geopolítica que se basa en la idea de
expansión del sistema político y económico, en las categorías positivistas
de “espacio vital” y una explicación organicista de la sociedad. El espacio vital
pensado como el expansionismo necesario para desarrollar una nación. El DSN le
atribuye a la sociedad una similitud con un organismo vivo, donde cada uno de los
integrantes, cumplen o deben cumplir una función determinada como parte de un
todo.
47
En esta representación del mundo bipolar, constituido por dos fracciones
irreconciliables, por un lado se encontraba la del occidente cristiano opuesta al
oriente comunista y ateo. En este sentido, ya Franco en España (1936), copiado por
Pinochet en Chile (1973) y Videla en Argentina (1976), hablaban de “la cruzada
occidental contra el comunismo”.
Percibida como incapaz de afrontar los problemas sociales agudos, la
democracia tenía que delegar el poder civil al militar que asumiría una conducción
política enérgica, violenta y, para mayor eficacia, centralizada… la dictadura se
volvería así necesaria.
Como la guerra era considerada total, es decir que incumbía a todos los
actores de la sociedad, cada uno se transforma en un posible subversivo, en un
sospechoso potencial. No existen los individuos neutros y se borra toda diferencia
entre estado de guerra y paz. Así, toda acción —legal en democracia—, como
huelgas,
protestas,
manifestaciones
de
descontento,
son
sistemáticamente
criminalizadas y brutalmente reprimidas.
Cualquier movimiento contestatario era visto como un peligro para el orden
establecido y las bandas urbanas eran vigiladas estrechamente por el poder y
reprimidas severamente; cuando no eran abiertamente instrumentalizadas por la
policía misma para crear un rechazo hacia el extranjero, hacia el joven y, sobre todo,
crear un ambiente de inseguridad propicios a los gobiernos autoritarios y a las
situaciones extremas.
La paz reinante en una democracia es percibida como una debilidad del
sistema, una suerte de pausa en un enfrentamiento continuo y general. En tanto que
las fuerzas armadas son vistas como un estamento generador de progreso y
estabilidad.
El aspecto religioso no fue tampoco olvidado, ya que el DSN se presentó
como defensora de la civilización cristiana contra el ateísmo. Por est razón se le
ofreció a las instituciones eclesiásticas más conservadoras, favores y privilegios,
prestigio y apoyo. En algunos países, la propia DSN promovió la creación e
introducción de sectas fundamentalistas sin compromiso con los grandes problemas
estructurales de las sociedades, alejadas de un análisis y crítica social. Es así que la
DSN promovió la llegada de otras confesiones religiosas a América Latina,
facilitándoles la penetración en los sectores más pobres y vulnerables, para inhibir
su capacidad de lucha y unión, y, en los países en que la iglesia se oponía a estas
48
políticas implementadas por el estado, para combatirla, se facilitaba la penetración
de sectas fundamentalistas : es el caso de Brasil, Chile, Guatemala y México.
Muchas de ellas controlarán rápidamente algunos medios de difusión, como radios y
canales de televisión. Entre las sectas religiosas más activas tenemos, entre las más
conocidas : la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Brigada
Estudiantil y Profesional de Colombia, Testigos de Gehová, Iglesia Pentecostal
Unida de Colombia, Misión Panamericana de Colombia y Tradición, Familia y
Propiedad.
En la década de los 70-90, la aplicación de la DSN desembocó en el
militarismo que tiene un gran desprecio por las instituciones democráticas. A
menudo han hecho fuertes presiones, lográndolo, para incluir, en gobiernos civiles,
ministerios y funcionarios de alto nivel que sean militares. Estos civiles constituyen la
expresión política del militarismo armado. Además, a menudo, en los países de AL,
los ministros de Defensa son militares, o bien civiles íntimamente relacionados con
industriales del armamento.
Lo que ha desembocado en muchos países, en que los militares vigilen las
democracias con la amenaza constante de intervenir en política : a las que les han
llamado “democracias vigiladas”. En este sentido, el caso más acabado lo constituye
la Constitución chilena de 1986, hecha por el propio dictador Pinochet y vigente aún
hoy, en la que las fuerzas armadas son las garantes del sistema político, y pueden
en cualquier momento —constitucionalmente— intervenir cuando ellas lo estiman
necesario. Es en este sentido que hay que analizar el documental I love Pinochet (de
Marcela Said, 2002, 54’.).
No hay que olvidar que el militarismo no sólo incumbe a los militares, sino que
también a los civiles que piensan que la soluciones a los problemas de la vida social
en general, se encuentran en la disciplina e ideología castrenses.
En 1964, EEUU, estimando que sus intereses eran vulnerados por la
orientación económica dada a Brasil (el país más importante de Sudamérica por sus
riquezas naturales) por el presidente electo, el social demócrata João Goulart, éste
será derrocado (días antes de que entrasen en vigor las leyes de la reforma agraria)
por un golpe de estado financiado, organizado y militarmente ayudado por los
EEUU.
Los integrantes de la junta militar brasileña que tomarán el poder, habían
combatido en la Segunda guerra mundial en la campaña de Italia junto a los
49
americanos, con quienes guardaban no sólo una amistad y admiración sino que
también una gran afinidad ideológica.
Será esta generación de generales americanos que habían ayudado a los
militares brasileños a fundar, en 1949, la Escuela Superior de Guerra de Brasilia que
es una imitación de su homóloga en Washhington.
El general brasileño Sadock de Sá, en una entrevista dada a la revista Time,
comentaba: “Dios nos marcó el camino a seguir. No permitiremos que las ratas
comunistas continúen corroyendo el Brasil. Los crápulas ya han comenzado a apelar
por la inmunidad parlamentaria. Entretanto, deben ser eliminados del Parlamento y
sus mandatos cancelados. Por poco Brasil no sucumbió. Ahora no podemos perder
la paz. ¡ Cadena con ellos !”
Uno de los primeros actos del dictador —Castelo Branco, íntimo amigo del
general americano Vernon Walters, futuro subdirector de la CIA— será de fundar,
inspirado directamente del SOA en el Canal de Panamá, el Centro de Instrucción de
la Selva, en Manaos. En pocos años, el gobierno creó, coordinadas por instituciones
oficiales —como el SNI (Servicio Nacional de Informaciones), el Departamento de
Suguridad Pública y las Comisarías de Orden Político y Social—, un gran número de
aparatos clandestinos de persecución y tortura a los opositores, entre ellos :
Escuadrón de la Muerte (Policía), CENIMAR (Marina), Policía Especial (Ejército),
Comando de Caza a los Comunistas, etc. Miles de personas serían torturadas y
asesinadas. La represión abarcará a sacerdotes y monjas católicas, y un gran
número de intelectuales que luchaban por la defensa de los DDHH.
El
dictador,
declarando
una
guerra
interna
inexistente,
aplicará
sistemáticamente la DSN, reprimiendo de manera brutal los sindicatos, la iglesia, los
estudiantes, los campesinos, los trabajadores y todo movimiento democrático.
Los militares se apoyarán en un grupo paramilitar llamado Operaçao
Bandeirantes que hará más de 1.000 muertos entre 1965 y 1970. Años más tarde
(1973), el ejército brasileño ayudará con aviones, armas y personal “experimentado”,
que instruirá a los militares sedicioso chilenos con en general Pinochet a su cabeza.
Con ciertas variaciones importantes, que no nos detendremos a precisar, las
dictaduras latinoamericanas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay,
aplicaran metódicamente la DSN que podríamos resumir de la manera siguiente :
Se supende el derecho de huelga, se disuelven los sindicatos y los partidos
políticos. Se prohiben las ausencias laborales. Se subordinan las fuerzas de policía
50
a la autoridad militar y se crean nuevos delitos de alteración del orden público. Se
distituyen todos los funcionarios de estado y de las universidades que son ocupadas
militarmente. En fin, se impone la pena de muerte. En nombre de la seguridad del
estado, todas las asociaciones que “amenazan el orden público” serán prohibidas,
en tanto que se vota un código penal militar que autoriza a los militares y a la policía
a detener, encarcelar fuera de todo control judicial a toda persona que considere
sospechosa.
Al mismo tiempo, el ejército desarrolla un modelo institucional considerado
como una suerte de Estado de Seguridad Nacional cuyo poder, si es civil, se
encuentra concentrado en las manos del ejecutivo que dépende directamente del
estado mayor del ejército. En su defecto, serán los propios militares que ejercerán
directamente el poder.
En la DSN, las fuerzas armadas se abrrogan el derecho exclusivo de encarnar
los conceptos de seguridad, de patria y de representación de la nación.
No se hace ninguna distinción entre crítica, oposición política y subversón,
como si todo constituyese un mismo fenómeno, ignorando cualquier índice de
descontento de la población.
Es así que el sector progresista de la iglesia católica como en Brasil,
Colombia y El Salvador, se transformará en víctima de la represión, en particular
aquel que se reclama de la Teología de la Liberación.
La Teología de la Liberación nació en la 2da Conferencia Episcopal
Latinoamericana de Medellín (Colombia), fieles al Cocilio Vaticano II, en la que Pablo
VI publica, el 26 de marzo de 1967, la encíclica Populorum Progressio. En la que,
por la primera vez un papa denuncia las injusticias sociales tanto del sistéma
capitalista como del marxismo, ambos percibidos como un atentado a la dignidad
humana… “la propiedad privada no constituye en nada un derecho incondicional y
absoluto. No hay ninguna razón para que algunos se reserven el uso exclusivo de lo
que relamente necesita, en tanto que a los otros les falta todo… que la autoridad
política y sus decisiones debe tener, como única finalidad, el bien común”.
En Argentina, uno de los más fieles aplicadores de la DSN será el general
Edgardo Vilas que declarará… “el problema fundamental es la destrucción física de
aquellos que utilizan las salas de clases para disimular las acciones subversivas.
Todo profesor o alumno que esté enrrolado en la causa marxista será considerado
como subversivo. Mi intención es de suplantar, si es necesario, utilizando medios
51
prohibidos, la autoridad”. “Entendí rápidamente, dirá en una entrevista, que no se
podía combatir la subversión utilizando las leyes y decidí declararle la guerra a
muerte a los abogados y jueces cómplices de la subversión”.
Uno de los casos emblemáticos de la represión en Argentina lo constituyó la
desaparición de las monjas fracesas —Alice Domon y Léonie Duquet y de las
fundadoras del movimiento de Las madres de la Plaza de mayo (Azucena Villaflor,
Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco) junto a 7 otras activistas del
grupo, traicionadas por el famoso torturador Alfredo Astiz21, oficial de la marina
argentina que operaba en la tristemente célebre22 Escuela Superior de Mecánica de
la Armada (ESMA). Por la desaparición de Alice Domon y Léonie Duquet, Astiz,
después de 2 años de proceso, será condenado (el 26 de octubre de 2011) por
contumacia a cadena perpétua por un tribunal francés.
En Chile, tanto Pinochet, como los pricipales miembros de la Junta Militar y
los conspiradores que los rodeaban, había sido formados en EEUU. El general
Contreras, formado en Fort Belvoir (Viginia, EEUU) y cuñado de Pinochet, creará en
1974, gracias a la ayuda de la CIA, la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional),
llamada después CNI (Central Nacional de Inteligencia). Instrumento de de una
política de terror, la DINA torturará a varios cientos de miles de personas.
Posteriormente, los dictadores de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay
crearán un servicio unificado para reprimir, fuera de sus fronteras, a los oponentes
políticos. Así, en la llamada Operación Condor, se asesinaran a 119 personas en
Argentina, la DINA hará atentados en Washington (a 200m. de la Casa Blanca,
matando a Orlando Letelier, ex ministro de Salvador Allende), en Roma y dos
intentos fallidos en Madrid y París. Además, la Operación Condor hará desaparecer
varios cientos de personas en cada uno de estos países.
Como la tortura, nos precisa Raphaëlle Branche23 “la desaparición es eficaz, si una
tercera persona existe en torno a la víctima, al exterior de la relación entre el verdugo y ella.
Con la desaparición se restituye una lógica colectiva, cultural y política a la violencia. Ella
prolonga al infinito el muro detrás del cual han sido detenidas la personas. Privando los
21
Apodado el “angel rubio de la muerte”.
Después de haber sido sistemáticamente torturadas, de este lugar desaparecerían unas 5.000
personas. Gracias al trabajo de las asociaciones de familias de desaparecidos y a los grupos de
defensa de los derechos humanos en Argentina, la ESMA ha sido tranformada en un museo de la
memoria.
23
Branche, Raphaëlle, La torture et l’armée pendant la guerre d’Algerie : 1954-1962 ; 2001, Ed.
Gallimard: 145.
22
52
muertos de un lugar de reposo, la desaparición priva a los vivos de hacer el duelo : ella
vuelve definitivamente imposible todo acto religioso, todo consuelo, todo gesto uniendo, una
última vez, los vivos a los muertos. La desaparición es, para los que se quedan, un
sufrimiento asegurado de una angustia enextinguible”. Es lo que los conceptores de tal
instrumento, los nazis, llamaron “noche y neblina” (nacht und nebel), para designar a las
personas que no mataban, sino que, con el propósito de prolongar el sufrimiento a los
familiares de la víctima, las hacían desaparecer… lo que inspira el título del libro de Paz
Rojas: La interminable ausencia.
Tanto en Argentina (con la Triple A), como en Chile (Patria y Libertad), las
dictaduras se servirán de grupos paramilitares (constituidos por militantes de
partidos extremistas, sicarios y prisioneros de derecho común), que colaborarán con
los militares para eliminar a los opositores. Los casos más trágicos son, sin duda,
Argentina, Guatemala y El Salvador24.
Entre las tareas de los ejércitos locales está la constitución de brigadas de
autodefensa o grupos paramilitares que producirán un daño incalculable en la
población civil. Por ejemplo, en Guatemala, los grupos Mano Blanca, Ojo por Ojo,
Escuadrón de la Muerte, Buitre Justiciero y Fraternidad Blanca, hicieron desaparecer
a 40.000 personas entre 1970 y 1988. O, en El Salvador, el grupo Unión Guerrera
Blanca de el mayor Alberto Roberto d’Abuison. En Chile, Patria y libertad, en
Argentina, la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina : AAA).
Resumiendo, tal vez la declaración pública más radical, pero no menos
ilustrativa de la aplicación de la DSN, la hará, en 1977, el general argentino Ibérico
Saint-Jean, asegurando que… “primero mataremos a todos los subversivos,
después sus colaboradores y simpatisantes, después los indiferentes, y finalmente,
a todos los indecisos”… como dice la comisión de derechos humanos refiriéndose a
la Doctrina de Seguridad Nacional : “la muerte y la destrucción física del enemigo
son indispensables”.
En Argentina, la
CONADEP
(Comisión Nacional de los Desaparecidos25)
declarará que “se implementó una política de terrorismo de estado. Los miles de
24
En El Salvador, un país con 5.000.000 de habitantes, la guerra civil dejaría 75.000 muertos, en
tanto que en Guatemala, con una población de 15 millones de habitantes, el conflicto dejará un saldo
de 250.000 personas muertas.
25
Junto a la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), organismo
independiente creado especialmente para investigar los secuestros, el alojamiento de prisioneros en
centros clandestinos de detención, torturas y asesinatos cometidos durante 8 años de dictadura (de
marzo 1976 a diciembre 1983), lograran llevar a cabo el juicio (el 22 de abril de 1985 en la Sala de
53
muertos de la Junta Militar, son todos homicidios calificados, ya que ningúno
procede de una decición de justicia ordinaria o militar. El régimen que considera
indispensable modificar nuestra tradición jurídica, instituyendo en la legislación la
pena de muerte, nunca la ha utilizado. En lugar de ello organiza el crimen colectivo,
una verdadera exterminación masiva. Ello no fue un exceso de acción represiva, no
fue un error ; sino la aplicación fría de una política”.
El instrumento de la DSN ha sido la Escuela de las Américas (USARSA)
basada en Panamá, en el canal de Panamá, que dépende directamente del ejércto
americano, luego financiada por los contribuyentes americanos. Esta escuela aloja
exclusivamente militares latinoamericanos.
GRADUADOS DE EA
De 1956 a 2003
PAIS
NUMERO DE SOLDADOS
Chile
5.347
Bolivia
3.878
Nicaragua
4.318
Colombia
9.886
En toda AL
61.000
En septiembre 1975 había alojado 33.147 militares, entre los cuales habrían
que ocuparían cargos en sus respectivos gobiernos. Así, en 1973, más de 170
graduados de la Escuela de las Américas, eran jefes de gobierno, ministros,
comandantes, generales, o directores de Departamentos de Inteligencia en sus
países. Muchos de los que no ocuparon cargos en política, se vieron implicados en
violaciones
de
los
DDHH
en
sus
países.
Entre 1950 y 1969, recibieron instrucción 54.000 oficiales. Un 30% en la escuela
técnica, en tanto que el 70% restante recibieron un adoctrinamiento político.
Audiencias de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal) a tres generales, tres almirantes y
tres brigadieres. En él, 833 testigo presentarán su testimonio.
54
Estos vínculos cristalizaron en una serie de acuerdos, pactos, tratados,
convenios y actividades conjuntas bilaterales entre EEUU y cada país, como por
ejemplo, el Pacto de ayuda Mútua, Operaciones Unitas, el Colegio Interamericano
de Defensa y la Reunión de Comandantes en Jefe.
Por ejemplo, la Operación Unitas, gracias a la participación activa del ejército
de EEUU, en territorio chileno, sirvió para enmascarar el golpe de estado contra el
gobierno constitucional de Salvador Allende en Chile en 1973.
Un ejemplo de esta dependencia de los países de AL con EEUU y que iría
creciendo, fue —en la perspectiva de la 2da. Guerra mundial— la Conferencia
Interamericana de Panamá en 1939 en la que se planteó el concepto de Solidaridad
Continental. Con él se encubrió también, la fijación de precios de materias primas
muy bajas para ayudar el esfeurzo de guerra de EEUU, pero que penalizaron
económicamente a los países de AL.
El concepto de Solidaridad Continental se reafirmaría en 1945 en la Acta de
Chapultepec y terminó de adquirir su carácter ideológico en 1947 con el Tratado
Interamericano
de
Asistencia
Recíproca
(TIAR).
Con
él,
los
ejércitos
latinoamericanos quedaban ideológica, financiera y técnicamente dependiendo de
los EEUU.
A parte estos hechos, los EEUU se vieron directamente implicados en los
accidentes aéreos que causaron la muerte de presidentes en ejercicio, como Omar
Torrijos (Panamá) y Jaime Roldós Aguilera (Ecuador). También en el minado de los
puertos nicaragüenses, argumentando que la llegada de los sandinistas en este
país, constituía un peligro grave para la seguridad de los EEUU.
La ilustración aunque limitada de esta política se aplicó en la capital de
México en 1968, en lo que se conoce por la tristemente célebre “matanza de la plaza
de las tres culturas”, que muy pocos periódicos denunciarán para no empañar el
fasto de la inauguración de las Olimpíadas en ciudad de México pocos días
después. Aún el día de hoy no se sabe el número de víctimas —entre muertos y
desaparecidos—, que muchos periodistas, asociaciones de DDHH e intelectuales,
evalúan a varios centenares. Peor, la justicia nunca ha designado ningún culpable, ni
entre los autores intelectuales, como los políticos; ni tampoco entre los ejecutantes,
como los paramilitares, los militares y la policía.
55
Intervención de EEUU en golpes de estado en AL
en la segunda mitad siglo XX (pg. 20)
Fecha
PAÍS
Presidente
Marzo 1962
Argentina
Arturo Frondizi
Julio 1962
Perú
Manuel Prado
Marzo 1963
Guatemala
Idígora Fuentes
Julio 1963
Ecuador
Julio Arosemena
Monroy
Septiembre 1963
Rep. Dominicana
Juan Bosch
Octubre 1963
Honduras
R. Villeda Morales
Abril 1964
Brasil
Joao Goulard
Noviembre 1964
Bolivia
Victor Paz
Estenssoro
Junio 1966
Argentina
Arturo Illía
Septiembre 1973
Chile
Salvador Allende
Diciembre 1989
Panamá
Antonio Noriega
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56
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Verbitsky, Horacio
1995 El vuelo, Ed. Planeta, Buenos Aires.
VICARIA DE LA SOLIDARIDAD, Chile.
***
58
UNIDAD 4
TEXTO OPTATIVO
SOBRE CIERTAS INSTITUCIONES COLONIALES EN AMÉRICA ESPAÑOLA
EL ESTATUS JURÍDICO DEL EXTRANJERO EN LAS COLONIAS
Por decreto, sólo los súbditos de la Corona de Castilla estaban autorizados a ir a las
Indias y comercializar con estos territorios. Pero, como este criterio no pudo prevalecer, la
Recopilación de 1680 autorizó a los otros españoles de la Península a hacerlo. Los otros
tenían que obtener la Carta Real de Naturalización.
La Carta Real de Naturalización se podía conseguir con haber vivido 10 años en una
colonia o bien estar casado con una castellana. Después, ante los abusos, se exigió 20 años
de residencia y la posesión de bienes raíces y se exigió que fuese el Consejo de Indias, y
no, como antes, la Casa de Contratación de Sevilla, que determinase las naturalizaciones.
Sin embargo, para poder poblar las colonias de gente especializada en un oficio, la
Corona permitió la entrada de gente con oficios mecánicos, después de pasar un examen de
capacidad y fianza de que en la colonia ejercería el mismo oficio con la promesa de explotar
algún aparato de su invención que facilitase la explotación de minerales, extrancción de
perlas, innovación en la agricultura, etc.
LAS CLASES SOCIALES EN LOS TERRITORIOS INDIANOS
La encomienda constituyó una fuente excepcional de riqueza en las colonias
españolas, al punto que las burguesías locales, en algunos casos, superaron por su
dinamismo y riquezas, a la de la metrópoli. En las colonias se entregaron títulos nobiliarios y
se otorgaron un gran número de privilegios a los conquistadores. Sin embargo, la nobleza
peninsular copó los cargos de la alta burocracia.
Aunque legalmente tanto los criollos como los mestizos eran iguales a los españoles,
en la práctica fueron sistemáticamente apartados de todos los puestos de importancia. En
tanto que a los negros e indígenas se los mantuvo en una posición servil.
EL ESTATUS DE LOS INDIOS
26
Para tener una buena idea del dabate jurídico que agitaba las instancias de la corona sobre el
estatus jurídico de los indios, se recomienda leer, de Ana Manero Salvador : « La controversia de
Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la conquista de América », en Revista Electrónica
Iberoamericana (Vol. 3, nº 2. 2009, 85): http://www.urjc.es/ceib/
26
59
Por Cédula Real del 20 de junio de 1500, se condenó la esclavitud aplicada por
Colón en las islas. Se declaró que los indios debían ser considerados vasallos libres de la
Corona de Castilla.
Sin embargo, los indios que podían ser tenidos como esclavos, eran los hechos
cautivos en justa guerra. Es el 2 de agosto que 1530 que se decreta que incluso así, no
pueden ser esclavizados.
Pero en 1534 se restableció el decreto esclavista anterior. Esto fue afirmado en las
Leyes Nuevas de 1542, y en la Recopilación de 1680, se estableció que sólo podían ser
esclavizados los araucanos, los caribes y los mindanaos rebeldes.
Así se exportaban indios pánucos en la que se intercambiaba 100 indios por caballo
y después el precio subió hasta alcanzar 15 por un caballo.
REPARTIMIENTO DE INDIOS Y ENCOMIENDAS
Jurídicamente, los indios fueron considerados como los rústicos o menores del viejo
derecho castellano. Es decir personas que necesitaban una tutela o protección legal.
Esto repercutió económicamente en las instituciones que regulaban el derecho del
trabajo a través del repartimiento y la encomienda, en las que los indígenas perdían toda
libertad y quedaban sometidos a una sobreexplotación.
Así, se repartieron indígenas para la guarda de ganado, el cultivo de la tierra, para el
trabajo
en
las
minas,
y,
en
general,
para
toda
clase
de
obras
públicas.
LA ENCOMIENDA COMO INSTITUCIÓN CASTELLANA
Etimología : (latin : mandare, confiar. En francés corresponde a « commande »).
Encomienda ou « commanderie », « commanderie » de las órdenes militares. Beneficios y
prebendas de las órdenes militares que eran dadas a los monges caballeros. En América
designaba una comunidad india sometida a un conquistador o a sus descendientes.
En las colonias la encomienda sujeta un grupo de familias con su cacique a la
autoridad de un español encomendero. Este quedaba encargado de la instrucción religiosa
con la ayuda de un cura doctrinario.
El encomendero adquiría el derecho de beneficiarse con los servicios personales de
los indios para las distintas necesidades del trabajo y el pago de prestaciones económicas.
El encomendero quedaba al servicio del Rey cuando éste lo requiriese. La encomienda era
concedida de por vida. A la muerte del encomendero la encomienda pasaba a manos de la
Corona, y los indios encomendados quedaban como súbditos de ella. A pesar de esta ley,
60
en la práctica, a la muerte del encomendero los indios encomendados seguían sirviendo a la
viuda.
Una Real Provisión de 1536, la limitó a dos vidas : al mayor de los hijos varones, en
su defecto a la hija y, en último término, a la mujer.
El jurista renacentista Juan Ginés de Sepúlveda y el dominico Fray Bartolomé de las
Casas, sostuvieron una controversia, en la que se discutió también de esta institución.
En 1542 se decretó la abolición de las encomiendas. Pero su aplicación provocó
protestas generales al punto que en Perú hubo una rebelión sangrienta que culminó con la
muerte del Virrey Blasco Núñez Vera. Frente a esto, parte de la ley fue derogada y se
permitió a los encomenderos el pago de un tributo.
Una ley del 8 de abril de 1629, permitió una vida más en el disfrute de la
encomienda. En 1701 se habían abolido para todas las personas no residentes en las
Indias.
En 1704 se le agregó una cuarta vida. La abolición general de la encomienda se produjo el
29 de noviembre de 1718, completándose con las normas del 12 de julio de 1720 y las del
11 de agosto de 1721. Aunque en algunas comarcas persistiría por más tiempo.
La abolición total de la encomienda se decretó en 1718.
REDUCCIONES Y CORREGIMIENTO
Los indios que no estaban repartidos en una encomienda, se procuró que quedasen
alejados de los españoles. Para ello se crearon núcleos de población con una cierta
autonomía administrativa, bajo la autoridad de de sus propios Alcaldes y Aguaciles. Se los
conoce como Pueblos de Indios y después se les llamó Corregimientos. Cada indígena
quedó administrativamente sometido a un Corregimiento cuya autoridad española era un
Corregidor. El Corregidor era como el encomendero, tenía sobre sus indios una misión
tutelar.
Cada pueblo o reducción de indios contaba con su propio terreno, en general una
legua a la redonda o en cuadro, llamado Resguardo. Estos Resguardos eran de propiedad
comunal que se distribuían en tres partes : una de parcelas, atribuidas anualmente a las
familias. Otra destinada a los pastos para los ganados de la comunidad. Y la tercera para
todos los vecinos que se trabajaba colectivamente. Trabajo gratuito y por rotación
obligatoria, los beneficios de su explotación iban a la Caja de Comunidad.
Las Cajas de Comunidad podían nutrirse del fruto de los cultivos, de las fábricas y
del pago por la explotación de tierras comunales.
Las Cajas de Comunidad servían para mantener el Hospital, auxilio de viudas,
huérfanos, enfermos, inválidos. Sostenimiento de seminarios e hijos de caciques.
61
EL TRUBUTO Y LA MITA
EL TRUBUTO
El tributo se aplicó en las Indias inmediatamente después de su conquista. Este se
recaudó en beneficio del Rey tanto en los pueblos indios incorporados a la Corona como, en
beneficio de los encomenderos,en los pueblos repartidos en encomienda.
A él estaban sujetos los indios entre 18 y 50 años. Los caciques, sus hijos mayores y
los indios Alcaldes, mientras ocupaban el cargo, quedaban exentos. Ciertos pueblos, por la
ayuda prestada en la conquista quedaron exentos, como los de Tlaxcala (México).
Teoricamente, en general, los indios que se sometían pacificamente, quedaban exentos de
tributos por 10 años.
Las mujeres también, aun cuando ello dependía de cada región.
A los tributos de la encomienda le llamaban Tasación y eran los visitadores que la
cobraban. En teoría, la tasación no podía ser superior a lo que los pueblos le habían pagado
a sus autoridades prehispánicas.
Los indios no podían pagar por los enfermos ni, tampoco por los ausentes.
LA MITA
Se trataba de un tributo prehispánico que variaba según el tipo de trabajo : minero,
agrícola, pastoril, servicio, etc.
Durante la colonia, la mita se realizaba con trabajo obligatorio, por un tiempo
determinado, que se sorteaba entre los habitantes de un pueblo, a cambio de un salario. La
duración de una mita en trabajo doméstico duraba 15 días, la mita pastoril 3 meses, la mita
minera 10 días al año. La gente con oficio no podían ocupar una mita. Los indios
encomendados también entraban en las mitas. En el salario se tomaba en cuenta el tiempo
de viaje de ida y vuelta, que no podía exeder 10 leguas.
Muchos servicios personales, particularmente duros no fueron abolidos : como el de
construcción de fuertes, remeros, etc.
LOS INDIOS DE LAS MISIONES
Se trataba de las reducciones o pueblo de indios en regiones no colonizadas a cargo
de misioneros de una orden religiosa. Las misiones jesuitas fueron particularmente eficaces.
En estas aglomeraciones, las familias eran sometidas a la disciplina y normas católicas. En
general las misiones se ubicaban en zonas fronterizas.
Cuando los jesuitas fueron expulsados de América en 1767, sus misiones fueron
entregadas a funcionarios civiles secundados por religiosos de otras órdenes.
LAS REGALIAS
62
Montes, ríos, tierras et., etc. eran de la Corona, pero si no habían sido otorgadas a
un particular u institución, podían ser apropiadas por un particular a condición de pagarle a
la Corona un quinto de las ganancias que generasen.
Para tener en propiedad una tierra, por ejemplo en repartimiento, era necesario
contar con la cédula real de graciosa merced y, además, poner en cultivo la tierra y residir
en ella por un plazo, que fue cambiando con el tiempo, de 5 a 8 años.
Los repartimientos de tierras se prolongó mientras se prologó la conquista y la
implantación de población.
Por la falta de dinero de la corona para sostener su imperio y las guerras, a partir de
1591, se empezaron a subastar las tierras baldías y las ocupadas sin título, a condición que
el interesado las hubiese ocupado u cultivado por lo menos durante 10 años.
En fin, el intervencionismo del Estado fue muy mal acogido en las Indias,
produciendo casos de violencia entre los colonos.
SOBRE LA ESCLAVITUD DE LOS INDIOS EN AMÉRICA CENTRAL
Si las leyes reglamentaban la esclavitud, la práctica era muy diferente, ya que los
conquistadores y colonos se avocaban al comercio de esclavos en plena impunidad.
Algunos ejemplos :
En 1535, ante los reclamos de los conquistadores para ser premiados por sus
esfuerzos, una cédula real les permitirá reducir a la esclavitud a los indígenas de Honduras y
con ello iniciar una tranhumancia entre las tierras altas y frías y las bajas y tropicales,
creando no sólo un vacío demográfico importante, con las consecuencias de hambre ; sino
el contagio con enfermedades que matará a una gran mayoría de habitantes. Las
consecuencias no serán sólo demográficas, sino también económicas, sin contar con el
drama humanitario y cultural que creará.
López de Salcedo, conquistador endeudado, y traficante de esclavos, tomaba
esclavos de encomiendas de otros conquistadores. Los hacía prisioneros, los marcaba al
hierro y los embarcaba en los puertos. Que en una ocasión se lo vio con 500 esclavos. Los
mayordomos trataban de convencer a los caciques de entregar a los jóvenes. En su ruta de
Honduras a Nicaragua, los españoles avanzaban incendiando los pueblo y matando a los
bebés.
En Aguatega fueron hechos prisioneros 200 indios. Una tercera parte fueron
quemados vivos en una choza. Otra tercera parte fueron entregados a los perros para que
los devorasen vivos. Cuando la Corona estuvo al tanto de estos abusos recordó que una
quinta parte del producto de la venta de esos esclavos debía ser entregada a la Corona.
A menudo se entregaban los esclavos a los capitanes de los barcos a cambio de
vino, aceite, armas, machetes, tejidos y otras mercaderías.
63
Bajo falsas acusaciones de rebelión, los conquistadores sometían a la esclavitud a
los indios para después venderlos a barcos que se dirigían a Cuba para ser explotados en
las propias tierras del conquistador.
En Honduras, Cristóbal de la Cueva, bajo las órdenes del Gobernador Jorge de
Alvarado, junto a 60 españoles y 500 indígenas, hacían expediciones, no para colonizar las
tierras, sino sólo para hacer prisioneros y reducirlos a la esclavitud : hacía, lo que le
llamaban « cuadrillas ».
Pedro de Alvarado, venido de Guatemala, no para conquistar tierras y poblarlas, se
distiguió por su crueldad y avaricia. Se hacía acompañar, para ayudarlo, de los indígenas
achíes que eran antropófagos y particularmente crueles.
La concentracion de esclavos se hacía en los puertos de Honduras y Nicaragua, ya
que estaban cerca de las Antillas y abierto al tráfico marítimo con Perú recientemente
descubierto y en vías de colonización.
Hasta los años 1560, los conquistadores le dieron poca importancia a la propiedad
de las tierras ya que se concentraron en hacer riquezas fáciles e inmediatas, como la
extracción de perlas, y la explotación de oro, plata y el tráfico de esclavos. Después, por
razones estrictamente económicas, su interés se volcaría hacia la encomienda y su
producción, por ejemplo, de cacao y ganadería.
El periodo importante para la encomienda se situará entonces después de 1560
cuando podrán multiplicar los tributos y su comercialización en cantidades suficientes para
su exportación.
Ello era variable según la región, por ejemplo en Chiapas (México), Huehuetenango y
Quetzaltenango (Guatemala), por su incomunicación, la encomienda adquirirá importancia
según esté o no relacionada con la hacienda y una población indígena numerosa a sus
alrededores en donde abundase una mano de obra numerosa y barata.
El caso de las mujeres indígenas de América Central bajo la conquista
El papel de las mujeres de la nobleza indígenas no cambió sustancialmente durante
la colonia a lo que era antes. Las muejers de la élite indígena tenían una vida de lujo, pero
no las otras. No hay que olvidar que existían esclavas y muchas estaban sometidas a
jornadas de trabajo intensas, muchas quedaban viudas y huérfanas debido a las guerras.
Además que la mortalidad infantil era muy importante.
El concubinato estaba generalizado, y la prostitución era también importante.
Si los españoles violentaron la sociedad y las costumbres, fue más una cuestión de
grado que de calidad.
Salvo las mujeres de la nobleza, las otras no gozaban de gran
consideración.
64
Cortés y Alvarado recibieron de regalo a mujeres indígenas, a veces las propias hijas
de la nobleza nativa, y cada uno de ellos tuvieron varias concubinas.
Las mujeres eran consideradas como objetos destinados a obtener, de los
españoles, favores y privilegios.
Las concubinas debían seguir al conquistador, cuidarlo a él y a sus hijos, y, además,
compartir las vicisitudes de las batallas y viajes extenuantes, en condiciones bastante
difíciles. Se sabe también que la mortalidad de las mujeres fue importante.
Un informe hecho al rey en 1547 por el obispo Pedraza (Honduras), aconseja que se
manden soldados casados con sus esposas, ya que los jóvenes tienen una vida licenciosa
en las colonias. Muchos sufren de enfermedades venéreas y se vuelven vagabundos y
delincuentes peligrosos.
Las autoridades españolas tenían un gran número de concubinas, e incluso no era
raro que los mismos sacerdotes tuviesen también.
Un día, el padre Fray Tomás de la Torre, de la orden de los dominicos, saliendo de la
misa dominical con los indígenas, sorprendieron al padre Francisco Pacheco, haciendo el
amor —sobre su propio hábito—, en el huerto de la iglesia con una india. La gente
enfurecida trató de arrestarlo, pero el cura huyó rápidamente a caballo. Una investigación
posterior, demostró que muchos de los curas de esa parroquia, no sólo tenían concubinas,
sino que acostumbraban a hacer orgías.
El problema llegó a oídos de la Corona, en la metrópoli, que dictaron leyes
restrictivas. Contra las mujeres « sospechosas ».
Por ejemplo, a los sacerdotes Mercedarios se les prohibió tener mujeres en sus
instalaciones, pero no a los Dominicos. Tiempo después se les permitió mujeres sólo si eran
cocineras… a condición que fuesen viejas.
El juez Mexía, miembro de la Audiencia, era un mujeriego famoso, al punto que
había hecho construir un cuarto especial en su casa para « atender » a sus múltiples
amantes que, escondía cuidadosamente salvo los días de fiesta, en que las exibía a todas.
Las propias autoridades coloniales , violando la ley, instalaban, en los centros
mineros, casas con mujeres. Los propios funcionarios eran los peores trangresores de la lay.
Muchos, cuando tenían que pernoctar en un pueblo indio, pedían a las autoridades
indígenas de reservarle una india para pasar la noche.
Si en las guerras las mujeres son las primeras víctimas, en la colonia, esa situación
se prolongó por muchas décadas.
Entre las mujeres, las esclavas fueron quienes más sufrieron. Tanto los españoles
como los propios indígenas podían hacer con ellas lo que querían. Se las trocaba libremente
e, incluso, hasta las indias libres podían ser vendidas. Todas las autoridades participaban de
65
ello, se las daba para pagar una deuda o bien como apuesta. A menudo, si había un
problema siempre se podía argumentar que eran « esclavas de guerra ».
Castañeda, que era Alcalde Mayor en Nicaragua, por donde transitaban los esclavos
distribuídos por Américan, en particular el reciente territorio del Perú, solía hacer muy
buenos negocios con los esclavos, mujeres también.
Se solía también alquilar indias a los marineros por un viaje de ida y vuelta al Perú.
Los indios de encomienda eran, teoricamente, indios libres.
En los pueblos indios, los propios calpixque (mayordomos) capturaban a las indias
para alquilarlas o bien venderlas a los españoles. Las alquiladas eran llamadas alvahacas,
las más atractivas eran llamads rosas ; en tanto que las más apetecidas eran llamadas
clavelillas.
En Nicaragua las mujeres eran torturadas como los hombres.
Los casos de delitos contra las mujeres de la nobleza eran solucionados
rápidamente, en tanto que las autoridades eran indiferentes al de las mancehuales (clase
pobre).
En todo caso, los archivos no registran los delitos cometidos por las clases pobres, lo
que hace pensar que los abusos hechos a las mujeres, eran mucho más importantes.
Los encomenderos tomaban muchas mujeres para prepararles de comer a los
mineros. Otras eran tomadas como domésticas en las casas y todas eran, sistemáticamente
separadas de su familia. Todo eso a pesar de la legislación que lo prohibía.
Las mujeres españolas, cuando estaban embarrazadas, solína tomar 10 a 12 mujeres
indígenas en los pueblos, para que se ocuparan de ella y amamantaran a su hijo, eran las
nodrizas. Las mujeres eran buscadas por su leche.
Cerrato, un sacerdote español particularmente defensor de los indios, comprobó que
en las casas de los españoles habían 2 a 3 indias por cada tarea.
Dada la gran facilidad de las indias por el trabajo con las telas, eran a menudo
llevadas a las casas de los españoles para hacer los trajes de la familia.
Además, se hacían traslados de pueblos enteros de un lugar a otro, lo que dividía a
las familias. Las hacían caminar mucho cargadas con sus hijos de un lugar a otro y
separadas de sus hombres.
Los negros esclavos buscaban indias para procrear, ya que sus hijos, mestizos,
llamados zambaigos, no pagaban impuestos.
El mayor daño social hecho a las mujeres fue a través de sus hijos. Muchos eran
matados por sus propias madres para evitarles el sufrimiento. En todo caso los niños
indígenas abandonados y vagos, no presentaban ningún interés para los españoles. No hay
que olvidar que las mujeres indígenas, para trabajar para los españoles, abandonaban el
hogar durante meses.
66
En el siglo XVI, hubo una gran escacés de mujeres en las colonias, y la Corona
estimulaba el matrimonio de colonos con mujeres indígenas, con el fin de frenar la violencia
y estabilizar el desarrollo económico a través de la tenencia de la tierra.
Como concubinas eran fácilmente aceptadas, pero no en matrimonio, para los
hombres era la mujer española que tenía valor, la indígenas los disminuía socialmente,
salvo en el caso de mujeres pertenecientes a la nobleza indígena, en cuyo caso se intentaba
que su marido tuviese una encomienda. La idea es que se pudiese perpetuar la
reproducción de una nobleza. Estas mujeres eran consideradas buenas católicas, con lo
cual,
gracias a su ejemplo y conocimientos, podían influenciar a los indígenas de los
pueblos.
En el siglo XVI, la cantidad de mestizos, debido a la poligamia y violaciones era
enorme, al punto que el término pasó a ser algo peyorativo, en particular cuando el padre
estaba ausente. Las hijas, cuando el padre español tenía dinero, gracias a sus dotes, eran
apreciadas. Son los hijos e hijas de conquistadores quienes mejor eran considerados,
gracias a la distribución de las encomiendas, de los corregimientos o las pensiones.
Cuando la Corona creó el cargo de Alferes Mayor, éste, estipulaba la ley, podía ser
heredado por el hijo, aun cuando fuese mestizo.
En Guatemala, el gobernador creó una escuela para los hijos mestizos.
Si una india contraía matrimonio con un español, sus hijos eran considerados indios,
luego pagaban impuestos.
Un decreto promulgado en 1534, pero de corta vigencia, prohibía la esclavitud de las
mujeres y los niños menores de 14 años. Sin embargo, podían ser usados como naborías
(campesinos sin tierra, obreros del campo). En la práctica continuaron a ser marcadas y
sometidas.
En Honduras, las muejeres liberadas, eran obligadas a trabajar sin ser pagadas y
sufrían grandes humillaciones.
Las leyes de Burgos de 1513, ordenaba que las indias casadas no podían trabajar en
las minas. Las mujeres embarazadas, 1 mes antes del parto y 1 mes y medio después de él,
no podían trabajar.
Ninguna de estas leyes se aplicaron en la práctica.
A las personas usadas como trabajadoras eran llamadas tameme.
En Honduras, las mujeres eran obligadas a trabajar y no era raro verlas acarrear
maíz a distancias de 20 a 30 kilómetros, cargando además a sus hijos. Cargando pesados
cántaros de agua, por 7 u 8 kilómetros.
El Presidente de la Audiencia Real se mostró muy preocupado por las consecuencias
sociales del trato reservado a las mujeres indígenas, ya que había comprobado que la
67
ausencia de las mujeres por periodos largos, alejadas de sus maridos, ellas buscaban
amantes y dejaban a los hijos botados.
Las mujeres que menos sufrían eran las que trabajaban en las casas, por ejemplo de
tortilleras y nodrizas. A menudo sus hijos eran abandonados y si no, éstos no escapaban al
trabajo forzoso para el dueño de la casa.
Uno de los trabajos más duros y nocivo para las mujeres era en la preparación de
tinturas, como el índigo o añil.
Sin embargo, el trabajo esclavo, forzoso y naborías, había existido en mesoamérica
antes de la llegada de los españoles.
En la época prehispánica existía una sociedad estratificada en la que una
aristocracia nativa disfrutaba de un estatus alto, privilegiado a expensas de otra, los
mansehuales y esclavos.
Se puede suponer que en la época prehispánica, las exigencias eran moderadas y
los niveles de tolerancia bien superiores a lo que los españoles implantaron. También
sufrieron estas sociedades muchas menos dislocaciones sociales y familiares que durante la
conquista y colonia ; pero como aun no se conoce bien la estructura social prehispánica, por
ahora esas son suposiciones.
Lo que se puede fácilmente comprobar es que a partir de los año 1550, es decir
después de 2 generaciones, la condición de los indígenas había mejorado.
Si en la priméras dos generaciones son los encomenderos los más crueles y
abusivos para con los indígenas, después serán los funcionarios quienes abusarán de ellos :
como burócratas, sacerdotes y políticos.
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