IEJ ESPAÑOL 2014 – 2015 NANCY GILONNE-OCHOA HÉLIOS FIGUEROLA-PUJOL ADVERTENCIA Los textos presentados, son una síntesis de lo que hemos tratado en los cursos durante este año. Hemos agrupado los textos en cuatro unidades (1, 2, 3 y 4) que guardan no sólo una relación cultural entre sí (América Latina), sino que también temática (historia, sociología). Cada unidad va acompañada de una bibliografía sucinta, cuyas referencias son, en su gran mayoría, fácilmente consultables en internet: para preparar los argumentos le aconsejamos vivamente al alumno de hacerlo. UNIDADES OBLIGATORIAS UNIDAD 1 : LA MIGRACIÓN Y LOS MIGRANTES ENTRE MÉXICO Y EEUU. UNIDAD 2 : SOBRE LAS PANDILLAS Y LA VIOLENCIA URBANA: EL CASO DE LOS MARAS. UNIDADES OPTATIVAS UNIDAD 3 : SOBRE LA VIOLENCIA DE ESTADO EN CIERTOS PAÍSES DE AMÉRICA LATINA DURANTE LA DÉCADA DE LOS 70-90. UNIDAD 4 : SOBRE CIERTAS INSTITUCIONES COLONIALES EN AMÉRICA ESPAÑOLA. EL EXAMEN De las cuatro unidades presentadas, el alumno debe preparar dos obligatorias: las unidades 1 y 2. Además deberá elegir una de las dos unidades optativas entre la 3 y la 4. De las tres, la profesora —Sra. GILONNE-OCHOA—, elegirá una en el examen oral. INSISTIMOS No se trata de un examen de conocimientos. Se exige del alumno que demuestre tener una reflexión original, argumentada y ser capaz de elaborar una crítica personal sobre cada tema, guardando, evidentemente, una dominante jurídica. U NIDAD 1 TEXTO OBLIGATORIO LA MIGRACIÓN Y LOS MIGRANTES ENTRE MÉXICO Y EE.UU. Generalidades: aspectos históricos, económicos y sociales de la migración EE.UU. -México. El tratado de Paz, Amistad y Límites de Guadalupe Hidalgo, pondrá fin a la guerra entre EE.UU. y México (1846-1848), y le permitirá a EE.UU. anexarse —el tratado habla de “comprar”— los territorios de Arizona, California, Nevada, Nuevo México, Utah, y parte de Colorado: más de un millón y medio de kilómetros cuadrados; casi la mitad del territorio de México. Con ello, 1.000 mexicanos en Arizona, 7.500 en California, 60.000 en Nuevo México y 5.000 en Tejas, se volverán bruscamente extranjeros en su propia tierra, y, a pesar de estar formalmente protegidos por el tratado, serán, con el desarrollo incontrolado del capitalismo anglosajón, espoliados y humillados en su cultura y creencias. El historiador Walter Prescott Webb expresará que “el alto grado de crueldad innata del mexicano se debía a la herencia de la Inquisición española y a la sangre indígena”1. Frente a tales prejuicios raciales, los mexicanos, con una larga tradición oral, dieron origen a mitos redentores, a personajes como: Juan Nepomuceno (Cheno) Cortina, Tiburcio Vázquez, Gregorio Cortez, Joaquín Murrieta y Elfego Vaca. A principios del siglo XX, la industria cinematográfica de Hollywood colaboró activamente a la difusión de estos prejuicios. Recreó y construyó estereotipos sociales y raciales: el mexicano era mostrado como haragán, violento, sucio, desordenado, alcohólico y machista. El estereotipo social del mexicano, será ampliamente difundido por las primeras películas de Hollywood, en las que éste será tratado de greaser (lameculo, grasiento) como en las películas cuyos títulos son más que evocadores… The Thread of Destiny, The Greaser Gauntled (1908), Tony the Greaser (1911), Broncho Billy and the Greaser (1914), The Greaser Revenge (1915), The Girl and the Greaser (1915), Gun and Greasers (1918). Al punto que el término se ha conservado como adjetivación peyorativa en los guiones cinematográficos. Posteriormente, tales 1 Valenzuela Arce,1998: 16. 2 estereotipos convendrán perfectamente en los guiones de las películas regidas por el código Hays, que se aplicó en el cine desde los años 1930 a 1966, que prohibía las relaciones amorosas entre individuos de razas diferentes2. La Revolución Mexicana (1910) y la participación de EE.UU. a la 1era. Guerra Mundial (1914-1918) provocaron un aumento de la producción agropecuaria y textil de EE.UU. Ello provocó un incremento en la demanda de mano de obra, la que fue importada de México mediante la promulgación de reglamentos que permitían el ingreso temporal de trabajadores destinados a la agricultura, minería y al mantenimiento de las vías de comunicación. Evidentemente, las razones de la emigración son variadas y concomitantes: agudización de los problemas económicos en México, condiciones críticas del agro, fuerte deterioro de los salarios, inflación, devaluaciones del peso, desempleo, hambre, desigualdades crecientes, atracción por el sueño americano, empobrecimiento de una población que cuenta con más de 40 millones de pobres y 17 en condiciones de extrema pobreza3. Ello obliga a los pobres del campo y la ciudad a abandonar el hogar para emigrar, no sólo a EE.UU., sino muchas veces al interior mismo del país. Veamos un testimonio de este caso, agravado por el hecho de que hoy implica también a mujeres y niños. Cada año, desde 1975, el indígena mexicano Castro deja su hogar en la ciudad de Tlapa de Comonfort, (Guerrero), para recorrer el país como obrero agrícola temporero. "Nos tratan mal. Durante el jornal no podemos comer y el patrón está detrás para que llenemos los camiones", relató Solano, quien suele dirigirse al municipio de Atlautla, en el central estado de México, para recolectar tomate. En sus múltiples travesías, Solano, de 50 años y del pueblo Me'phaa, ha debido soportar las precarias condiciones de los jornaleros que salen de Tlapa de Comonfort, a unos 460 kilómetros al sur de la Ciudad de México, para cosechar verduras como tomate, pimiento, cebolla y pepino en otras zonas. Entre septiembre de 2009 y enero, 8.213 indígenas Me'phaa abandonaron Guerrero para vender su mano de obra y, en esta temporada iniciada en septiembre, la cifra podría rozar los 10.000, según la ONG Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, que registra a los emigrantes en la zona montañosa del estado. 2 3 Idem : 17-18. Idem : 13-14. 3 El principal destino son los norteños estados de Sinaloa, Sonora y Baja California Sur, y el central Morelos, contiguo a Atlautla, ciudad emplazada a unos 140 kilómetros al sureste de la capital mexicana y habitada por 24.110 habitantes. Guerrero ocupa el primer lugar nacional en migración interna y el quinto en emigración, principalmente a Estados Unidos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En la última década, han migrado unos 380.000 obreros a estados del norte, de acuerdo a la Secretaría (ministerio) de Desarrollo Social. "Están en la indefensión, el gobierno no supervisa las condiciones de trabajo en los campos", señaló Margarita Nemecio, del Centro Tlachinollan. En la localidad de Guadalupe Hidalgo, en Atlautla, los jornaleros se levantan a las cinco de la madrugada para ofrecer su trabajo a los agricultores locales en la plaza del lugar, conocida como "el mercado de gente". Por una jornada que se extiende desde las siete de la mañana hasta la una de la tarde, ganan unos 10 dólares. El salario mínimo diario nacional es de unos cuatro dólares. Los jornaleros suelen pasar por las manos de los intermediarios, que arreglan el desplazamiento hacia los campos y el vínculo con los patrones. En otros casos, los emigrantes se organizan para trasladarse a los cultivos contratando un autobús. Arriendan diminutas habitaciones para dormir, donde el baño es compartido y el agua escasea. Solano paga unos cuatro dólares semanales por su modesto alojamiento. Los temporeros "han estado en condiciones de alta vulnerabilidad como sujetos de derechos humanos", dijo al relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta situación se da "por su escasa participación como grupo en procesos electorales y por la falta de representación en los órganos legislativos que se supone deberían representar al sector de los trabajadores del campo", acotó el funcionario. Uno de los perfiles agravantes del trabajo jornalero es el empleo de niñas y niños de entre 6 y 14 años, prohibido por la Constitución. De los cerca de cuatro millones de mexicanos que migran para recolectar hortalizas y frutas, más de un millón son menores de 14 años, según la Red por los Derechos de la Infancia de México, que agrupa a 63 organizaciones no gubernamentales. 4 El "Diagnóstico sobre la condición social de las niñas y niños migrantes internos, hijos de jornaleros agrícolas", de 2006, concluye que su situación "exige del gobierno mexicano una acción pública articulada, profunda e integral para su atención, pero especialmente de las hijas e hijos de los jornaleros agrícolas migrantes". El estudio fue elaborado por la Secretaría de Desarrollo Social y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). "No hay registros. Llevamos tres años denunciando el trabajo infantil, hay una supervisión débil", acusó un responsable. Desde 2007 han muerto al menos ocho menores en los terrenos agrícolas, a causa de accidentes y enfermedades. El caso más reciente es de la niña Flora Jacinto, de cuatro años de edad, quien falleció en julio por beber agua contaminada en un campo agrícola en Sonora. Un bebé de 6 meses, murió arrollado el 8 de octubre por un camión en una huerta de tomate cerca de Guadalupe Hidalgo. La víctima, hija de los indígenas Pascual Toribio y Zoila Cano, dormía en una pequeña caja cuando fue atropellada. La Secretaría de Desarrollo Social ejecuta el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas, que da apoyo financiero para construcción de infraestructura, becas y otras ayudas. Durante este año ha cubierto a unas 600.000 personas con un presupuesto de unos 23 millones de dólares. Además, desde 2007 desarrolla el proyecto piloto "Monarca, contigo en tu camino" (en referencia a esa especie de mariposa que migra cada año), para desalentar el trabajo infantil en el rubro agrícola. También dota de becas, ayuda alimentaria y atención médica a los niños y niñas que laboran en el campo. En el proyecto de reforma laboral enviado al parlamento en marzo por el gobierno conservador de Felipe Calderón se tipifica como delito la contratación de menores de 14 años fuera del círculo familiar y se faculta a la Inspección Federal del Trabajo a ordenar el cese inmediato de las labores de esos menores. En realidad, la ausencia de políticas efectivas contra el trabajo infantil no genera costos políticos "debido al muy bajo nivel de conciencia pública respecto de este problema". CONSIDERACIONES SOBRE LOS CONVENIOS BILATERALES DE INMIGRACIÓN Una suerte de primer acuerdo bilateral data de 1909, entre el Presidente Porfirio Díaz en México y William Staff en EE.UU. Este acuerdo contemplaba la exportación de 1.000 trabajadores para trabajar en la cosecha de betabel. Se 5 privilegiaba el desplazamiento de familias completas con el fin de aprovechar también la mano de obra femenina. Si el acuerdo formalizaba la migración, ello no impedía que miles de mexicanos cruzasen clandestinamente el Río Bravo para aventurarse y engancharse para trabajar en la construcción de las líneas de ferrocarril, las minas, fundiciones, industrias y campos de cultivo. El 5 de febrero de 1917, se promulgó en EE.UU., la ley migratoria conocida como ley Burnett, que exigía a los migrantes pagar 8 dólares y probar ser alfabeto para poder quedarse en el país legalmente. Con ambos requisitos se frenaba la inmigración mexicana y se privilegiaba la europea con las personas que huían de la Primera Guerra Mundial. Esta disposición se acompañó de una deportación de mexicanos y el aumento del control en la frontera. Sin embargo, se votó una excepción a la ley, que permitía la inmigración —temporal— de mexicanos sólo en las labores agrícolas, la que será perfeccionada en el Programa Bracero4. Paralelamente, el estado americano incitaba a los mexicanos jóvenes a enrolarse en el ejército a cambio de la naturalización. Es así que 1918, cerca de 60.000 mexicanos —los soldados, de origen extranjero, más numerosos en el ejército americano—, serán mandados al frente europeo. No se tienen cifras de la época, pero se evalúa en 72.000 los emigrantes mexicanos, y en 70.000 los que regresarían a México deportados o bien huyendo de la leva. Las fluctuaciones económicas de las décadas de los años 20s-40s, en particular la gran depresión económica de 1929, provocó un desempleo importante y la expulsión, en 1930, de 500.000 trabajadores mexicanos, entre los cuales se encontraban jóvenes nacidos en EE.UU.. Las deportaciones masivas de estos años, fueron una respuesta selectiva en tiempos de crisis y contracción del mercado del trabajo estadounidense. Sólo los trabajadores mexicanos, entre todos los trabajadores migrantes, fueron deportados de manera masiva. Más aún, se reorientó esta deportación, privilegiando los estados del norte con labores industriales, intentando conducir la mano de obra, a las labores agrícolas del suroeste norteamericano. 4 Idem : 33. 6 El año 1932, con la recuperación de la economía de EE.UU. y un rápido proceso de industrialización, se vio acompañado de un fenómeno de urbanización de la población chicana. Este fenómeno se intensificará después de la 2da. Guerra Mundial, lo que permitirá la inserción en la estructura laboral del país, en particular en los sectores de servicios e industria. Un dato geográfico revela que 89% de los hispanos se concentraban en 9 estados, 65% de ellos en sólo 3: California (25,7%, con 40% de la población latina en Los ángeles), Tejas (25,5%) y Nueva York (12,3%). Y la edad promedio de los hispanos era de 10% menos que la media nacional. La participación de EE.UU. a la 2da. Guerra Mundial, provocó nuevamente una fuerte demanda de mano de obra, especialmente en la agricultura. Lo que condujo a elaborar el acuerdo binacional conocido como el Programa Bracero (19421964) que facilitaba la entrega de visas permanentes y temporales a trabajadores mexicanos. Los antecedentes jurídicos, las modalidades de contratación del Programa Bracero, fue el enganche y las deportaciones masivas de las décadas 20 y 30. El sistema de enganche fue un negocio privado de las casas de contratación, un sistema de explotación extremo que dejó en manos de particulares la contratación, el traslado, el salario, el control interno de los campamentos y las cargas de trabajo. Las consecuencias fueron los contratos abusivos, el endeudamiento perpetuo, las condiciones miserables de vida, el trabajo infantil, las policías privadas y las casas de contratación (verdaderos negocios). El caso de los centroamericanos que atraviesan México para dirigirse a los EE.UU. tampoco es mejor, así, según la Organización Internacional de la Migración (OIM) hay entre 140.000 y 400.000 migrantes provenientes del triángulo norte de Centro-América (El Salvador, Guatemala y Honduras) que cruzan México anualmente. Según el Pew Research Center, los inmigrantes clandestinos originarios de América Central instalados en los EE.UU., serían 1,7 millones (en 2012) y representarían más de 15 % de los 11 millones de inmigrantes clandestinos con que cuenta el país. En tanto que la población mejicana ilegal (unos 5,8 millones en 2012) en los EE.UU. no cesa de declinar desde 2007. En tanto que la presencia de centroamericanos no ha cesado de aumentar desde el año 2007. Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señalaba en 2013, la vulnerabilidad permanente de los migrantes que atraviesan 7 México. Precisaba la Organización para la Justicia, que “los migrantes son extremadamente vulnerables, ya que sufren de racismo y son, además, muy pobres, en particular los hondureños. México vive un contexto de violencia generalizada, pero ello es aún más cruel para los migrantes, y más aún para las mujeres migrantes”. La violencia que sufren los migrantes en su paso por México es difícil de cuantificar : según los informes de 2011 y 2013 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), al menos 21.000 migrantes han sido secuestrados en México por los cárteles de la droga (cuyo grupo más virulento es el llamado Los Z), y varias centenas han desaparecido o han sido asesinados. En 2010, Amnesty Internacional estimaba que 60% de las mujeres migrantes eran víctimas de violencias sexuales en su viaje hacia los EE.UU. Y que muchas, previendo las consecuencias del drama, para evitar quedar embarazadas, iniciaban su trayecto tomando píldoras anticonceptivas. Sobre el Programa Bracero El Programa Bracero, es un convenio entre EE.UU. y México, que oficializaba y regulaba el flujo migratorio entre ambos países. A la diferencia de los acuerdos anteriores, el Programa Bracero tenía la ventaja de romper con el enganche, negocio privado, para depender de programas oficiales de carácter bilateral. El Programa Bracero transformaba el patrón migratorio que dejaba de ser familiar, de larga estancia y dudosa situación legal, para convertirse en un proceso legal masculino de origen rural y orientado a las labores agrícolas5. Este programa fue concebido como un mercado binacional, tan beneficioso para los agricultores estadounidenses, que se prologaría 20 años más y movilizará a unas 5.000.000 de personas6. La otra ventaja del Programa Bracero, fue su carácter temporal. Como diría un sociólogo: “no hay nada más definitivo que un trabajador temporal”; añadiríamos,… también provechoso. Estas características se pueden aplicar también a los trabajadores indocumentados. Se piensa que 56% de los migrantes de 5 6 Idem : 32. Idem: 33-34. 8 todas las épocas han ido a EE.UU. sólo una vez; en tanto que el 16% lo hizo una segunda vez. En 1964, el Programa Bracero se canceló y EE.UU., en la operación llamada wetback (espalda mojada), deportó cerca de 1.000.000 de indocumentados. Otra particularidad del Programa Bracero es que fue acotado, en el sentido que se limitó a las actividades en que había escasez de mano de obra, como el Programa Ferroviario (1943-1946) que ocupó a 130.000 mexicanos, y también en la minería. Y fue también flexible, ya que se adaptó a las necesidades del país receptor, es la razón por la cual el programa se prologaría 22 años más. Con el tiempo —después de múltiples abusos y violaciones a las leyes— el Programa Bracero, perfeccionándose progresivamente, sirvió para mejorar las condiciones laborales y salariales: fijando condiciones mínimas de legalidad, contratación, estabilidad laboral, seguridad social, vivienda, transporte y salario mínimo. Esta experiencia serviría como modelo para los acuerdos mundiales sobre los derechos de los trabajadores migrantes. El Programa Bracero permitió una coordinación y eficiencia burocrática inesperada entre México y EE.UU.. Un ejemplo será dado entre 1954 y 1960 cuya burocracia logró movilizar a 350.000 migrantes anualmente. En 1954 lograron contratar, en sólo 15 días, a 4.000 braceros diarios. Al punto que se fueron formando especialistas en el manejo de poblaciones móviles. Entre los aspecto negativos, el Programa Bracero atrajo a igual número de trabajadores indocumentados (mojados). Se calcula que entre 22 años contabilizados, ingresaron a EE.UU. unos 5.000.000 de mojados. El interés estadounidense por esta mano de obra barata era tal, que en varias ocasiones adecuaron leyes para legalizarla: es lo que le llamaron popularmente secado de mojados. En 1952 se promulgó la ley Mc Carran-Walter Act que condenaba a las personas que acogían, transportaban o encubrían a indocumentados. Sin embargo, bajo la presión de los agricultores —grandes empleadores de mano de obra clandestina—, se promulgó una enmienda que los excluía. Esta enmienda, aunque muy poco aplicada, estuvo activa hasta 1986, cuando la ley IRCA, volvió, en teoría, a condenar a los empleadores. Evidentemente, dado los enormes intereses en juego esta ley nunca será aplicada. 9 La política de inmigración osciló entre un acuerdo bilateral (México- EE.UU.) o bien un acuerdo obrero-patrón7. Cada año se negociaba una suerte de Acuerdo Colectivo de Trabajo, pero las partes no se ponían de acuerdo. Méjico se negaba al envío de trabajadores y EE.UU. respondía, unilateralmente, legalizando a indocumentados para después contratarlos. Este fue un problema recurrente en las negociaciones anuales bilaterales. Conviene señalar que entre 1942 y 1954, era la administración estadounidense que negociaba los convenios, pero en 1954 ésta pasó a manos de los patrones, quienes centralizaban las demandas, cuotas de trabajadores y salarios; lo que desaventajó seriamente a los migrantes. En 1943, el gobierno mexicano impuso a los braceros la obligación de apartar un 10% de sus salarios en bancos norteamericanos y en el banco de Crédito Agrícola de México. Este acuerdo funcionó de 1943 a 1949 y sólo se devolvió sólo una parte de estos ahorros: 70 años después, el litigio continúa, gracias a la constitución de una Asamblea Nacional de Braceros que agrupa, sólo en el estado de Guerrero, a unos 5.000 trabajadores. Al interior mismo de las propias burocracias nacionales se crearon fuertes tensiones entre las dependencias implicadas en el Programa Bracero. Por ejemplo en EE.UU., el Departament of Labor (LOD) aliado con los sindicatos, saboteaban el Programa Bracero; en tanto que el Immigration and Naturaliation (INS) y el Departamento de Agricultura lo apoyaban abiertamente. En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores, negociaba a nivel bilateral, en tanto que la Secretaría de Gobernación, lo hacía a nivel interno con las entidades y los gobernadores; mientras que la Secretaría de trabajo y Previsión Social contrataba y llevaba a cabo el proyecto. Pero intervenían también otros actores como La Compañía de Ferrocarriles, los militares, la Secretaría de Salud, cada uno con sus propios intereses, a veces contradictorios. Contrariamente a lo que se piensa, el Programa Bracero y la emigración en general, han empeorado el problema del desempleo y del subempleo en México, ya que el estado mejicano, irresponsablemente, ha abandonado toda búsqueda de solución. 7 Idem: 36-37. 10 Un aspecto poco tratado concierne la liberación de la mano de obra propia del capitalismo del que no beneficia el bracero, en el sentido que queda sujeto, espacial y laboralmente a su patrón, sin poder desplazarse para vender su mano de obra, ni tampoco renegociar las condiciones laborales; no es el caso del indocumentado. Ello ha hecho que algunos sociólogos consideren a los braceros como semi-esclavos; más aún, cuando el empleador ejerce una presión enorme sobre sus empleados al ejercer el poder discrecional, de atribuirle o no, una recomendación ante las autoridades para legalizar su situación. En fin, en muchos casos, los empleadores violaban abiertamente las condiciones de trabajo una vez el bracero se había desplazado. En este sentido el estado de Tejas, por su discriminación y violación de las leyes, fue el que más se distinguió; al punto que el estado mejicano por muchos años se negó a firmar acuerdos laborales con él. No era raro que los patrones, violando las leyes, se quedasen con las cargas sociales de sus empleados y préstamos diversos (vivienda); además les descontaban el alimento, el uso de herramientas de trabajo y, en algunos casos (en California), les cobraban hasta el alambre con el que amarraban las cajas de zanahorias8. La historia de la migración entre México y EE.UU., muestra claramente que el mercado laboral binacional, que si no hay un arreglo formal, éste se “regula” de facto. Es decir, los empleadores contratan a los indocumentados y el gobierno expulsa los desempleados. El buen funcionamiento de la economía justifica la impunidad de los patrones y la persecución de los ilegales; y los medios de comunicación y los políticos, se encargan de dar las explicaciones a la opinión pública. Un ejemplo sacado de las vivencias de un ex-bracero, ilustra las condiciones de trabajo de éstos en las décadas de los 40s-50s: “Las personas viajaban por días enteros para llegar a la ciudad y presentarse a los centros de reclutamiento. Como había mucha gente, tenían que esperar a veces una semana entera durmiendo en las calles. Una vez enregistrados, se subían a un tren de carga mexicano, bajaban de él en Calexico. De allí eran transportados por camión a EE.UU. (esta empresa era privada). Dada la fuerte calor y el 8 Idem : 40. 11 hacinamiento, muchas personas caían del techo del tren y este no se detenía. En Tejas (en Río Vista, Rosario), uno de estos centros de acogida, llamados Campo de Contratación, había servido, durante la Segunda Guerra Mundial, como Campo de Concentración para recluir a los alemanes residentes en EE.UU. Allí, los funcionarios los despojaban de sus pertenencias, les quitaban la comida, eran desnudados y eran inspeccionados por médicos. Buscaban que no tuviesen enfermedades venéreas, ni pulmonares y que no tuviesen una hernia que les impidiera hacer esfuerzos. En ciertos lugares les metían un palo por el ano para verificar que no sufriese de almorranas. No era raro que los primeros días los obligaran a ingerir jabón para desparasitarlos. Después de pasar por rayos X, eran conducidos a las duchas para desinfectarlos con DDT. Finalmente se les sacaba sangre, se piensa, para ser mandada a los soldados en la guerra europea. Todo esto sucedía bajo insultos racistas y vejaciones”. Por esos Campo de Contratación pasaban los patrones con camiones para llevarse la mano de obra necesaria. Una vez en el lugar de trabajo eran hacinados en barracones con camarotes donde vivirían el periodo de trabajo, hasta 18 meses. Por vivir en lugares muy aislados, los braceros estaban obligados a comprar en la única tienda existente: en la tristemente célebre, tienda de raya, propietaria de los propios empleadores, en dónde practicaban precios muy altos. Cualquier tipo de organización colectiva, o acción como huelgas, estaba estrictamente prohibida. Eran los propios agentes consulares mexicanos que se encargaban de controlar e impedir las huelgas. Los mayordomos eran asiáticos o bien mexicanos, jamás estadounidenses. Dos formas de producción era posible: por tiempo de trabajo (jornadas de 11 horas) o bien a destajo. Ambas eran abusivas. En muchos casos se trabajaba los domingos. No era tampoco raro que se los obligara a hacer tareas no estipuladas en el contrato: como trabajos domésticos, jardinería, albañilería, cocina, etc. Cualquiera que sea el convenio bilateral que se firme, este deberá tomar en cuanta los aciertos y errores del pasado, en particular del Programa Bracero. Por parte del país de origen debe respetar y partir de las conquistas logradas: negociación bilateral, legalidad, contrato de trabajo, selección de los trabajadores y comunidades involucradas. Por parte del país receptor: selección de las actividades, lugares de destino, salarios mínimos establecidos, pago similar al de los 12 trabajadores nativos, seguro médico, de desempleo, reembolso de los gastos de transporte, vivienda digna, derecho a sindicarse elegir libremente a sus representantes. Ambos gobiernos deberán supervisar y controlar la aplicación estricta de los acuerdos. Consideraciones sociales Después de 1964, EE.UU. deportó a casi 1.000.000 de trabajadores mexicanos, en la operación llamada Espaldas Mojadas. Es en este contexto social que surge el término peyorativo de chicano, cholo, pocho, haciendo referencia a los trabajadores mexicanos que ocupaban los peores empleos. Años después, nacería la figura del pachuco, que eran jóvenes mexicanos nacidos en EE.UU. que se rebelaban contra la discriminación social de la que eran víctimas, a pesar que muchos de ellos regresaban de la guerra del Vietnam dónde habían luchado por los EE.UU. En Los Ángeles, entre 1989 y 1990, 3.179 denuncias de abuso policial fueron hechas. En ese lapso 63 personas murieron en enfrentamientos con la policía. El 3 de marzo de 1991, cuatro policías apalearon de manera despiadada a Rodney King. Cuando la Corte de Justicia declaró la inocencia de los policías, la población de los Ángeles, San Francisco, Atlanta y Nueva York, salieron espontáneamente a las calles para protestar. En un clima de racismo y desorden generalizado, se produjeron tiroteos, incendios, saqueo de comercios y edificios, agresiones contra inocentes, decenas de asesinatos, miles de heridos, cierre de escuelas, paro de los servicios de transporte, incineración de la bandera estadounidense, etc. En estos Estados se decretó el toque de queda y la prohibición de la venta de gasolina. En Los ángeles 6.000 efectivos de la Guardia Nacional y más de 1.000 en Nueva York, se enfrentaron a los rebeldes. Producto de campañas propagandísticas y rumores que criminalizaban a los inmigrantes —considerándolos delincuentes, portadores de enfermedades, parásitos de los programas de asistencia, generadores de desempleo y otras calamidades de la economía y el bienestar—, se creó un ambiente que desembocó (en la primera quincena de julio de 1991, en Los Ángeles, San Francisco, Atlanta y en Nueva York) en una serie de conflictos importantes entre la policía y migrantes indocumentados. El 1 de abril de 1996 en Riverside (California), dos policías apalearon despiadadamente a 3 indocumentados (Alicia Sotero, Enrique Flores y a Santiago 13 García). Días después (el 6 de abril) una persecución policiaca dejaría 7 personas muertas y 18 herida en Temeluca (California). Según el informa de Derechos Humanos en la Frontera México- EE.UU. del American Friends Service Committee, durante el periodo de mayo 1988 a mayo 1989 se registraron por lo menos 380 incidentes de violación a los derechos humanos, con 6 muertos. En California, la propuesta de ley 187 (Salvemos Nuestro Estado), votada por referendo, permitió (a partir del 1 de octubre de 1994), la militarización de la frontera México- EE.UU. con la Operación Guardian. La proposición de los republicanos, era de excluir los inmigrantes (llamados extranjeros ilegales) de los servicios públicos bajo el argumento económico, falacioso, que los inmigrantes costaban al Estado más de 3.200 millones de dólares anuales en servicios de salud, educación y asistencia pública. Este argumento es completamente falso, como lo prueban varios informes; por ejemplo el del Fondo Mexicano-Americano de Defensa Legal y Educativa (MALDEF, con sus siglas en inglés) que muestra que el monto de los impuestos que pagan los indocumentados en California es superior a 12 mil millones de dólares (otras estimaciones, como el de Jesse Jackson, lo evalúa a 15 mil millones de dólares), al que benefician en ayuda pública. Las estadísticas muestran que las políticas públicas estadounidense, suele relegar a los migrantes, cuando no excluirlos de los servicios de salud. Esta situación afecta, mayormente, a los trabajadores agrícolas que viven en barracas y a los grupos étnicos. Hay evidencias de que más de la mitad de los migrantes mexicanos —entre 18 y 64 años— no tenían seguro médico en 2000, en tanto que dos tercios de niños, pertenecientes a este grupo social, estaban en las mismas condiciones. La cobertura de salud a la población migrante es limitada, puesto que un 53% de ellos, no tiene acceso a ningún tipo de servicio en materia de salud, esto es, 5,4 millones de migrantes, a pesar de que 3,5 millones de ellos sean trabajadores activos. Así mismo, los inmigrantes mexicanos disponen de menor cobertura médica, con respecto al resto de la población. En 2003, se reportaba más de la mitad de los mexicanos sin cobertura medica (52,6%), una proporción mayor a la de grupos inmigrantes originarios de América Latina y el Caribe (36,7%), y mucho mayor a la de otras regiones del mundo. A su vez, más de la mitad de niños mexicanos no disponen de seguro médico. Tener la ciudadanía estadounidense no garantiza gran 14 cosa, puesto que sólo 68% de los mexicanos que poseen ese estatus alcanzan la cobertura de salud. Debido a que los mexicanos se insertan, de manera laboral, en trabajos precarios —con baja calificación y paga9— que no incluyen prestaciones que en otras circunstancias debería cubrir el patrón, se explota la condición del trabajador indocumentado, para eludir cualquier responsabilidad y hostigar al trabajador en un clima de inestabilidad laboral. Se evalúa que si se aplicase la ley 187, con la expulsión de los padres y tutores indocumentados de niños migrantes escolarizados (unas 300.000 a 400.000 personas), ello conllevaría el despido de 10.000 maestros. Tal vez lo más grave sea que la aprobación de la ley 187, provocó un clima propicio a la emancipación de ideas supremacistas. Así, grupos como Poder Blanco, distribuyó volantes donde llamaba a ejercer la violencia contra “los animales color de lodo”, con lemas “si no es blanco deséchalo”. Utilizando leyendas denigrantes, como: “se trata de detener la avalancha de lodo o ahogarse”, “garrapatas”, “su apestosa esposa escupirá bebés dos veces por año”, “una basura de raza”, o bien “primero agarramos a los hispanos, luego a los asiáticos y por último a los negros”. Tal clima de violencia, provocó que grupos anglosajones antirracistas, personal médico, funcionarios de la educación, ONJ de derechos humanos, chicanos y migrantes llamaran públicamente a desacatar la ley 187, en la movilización más grande después de la realizada contra la guerra del Vietnam. En EE.UU., el movimiento chicano coincidirá con la lucha por los derechos cívicos de los afroamericanos que disputaban la configuración del orden y del sentido de la vida conservadores y cuestionaban frontalmente las corrientes aculturacionistas y asimilacionistas. Basta recordar la figura de Rosa Parks que, en 1955, en Montgomery (Alabama), al negarse a cederle el asiento del autobús a un blanco, desencadenaría un movimiento popular de apoyo y rebeldía a las leyes segregacionistas (llamadas de Jim Crow), dando lugar al boicot del transporte que duraría 1 año con la invención del sistema de “viajes compartidos”. Gracias a ello, la Corte Suprema de los EE.UU., el 13 de noviembre de 1956, declaraba ilegal la segregación racial en los autobuses, restaurantes, escuelas y lugares públicos. Y, en 1963, el pastor M. Luther King, liderando la espectacular Marcha (pacífica) sobre 9 Las estadísticas muestran que los afro-estadounidenses y los latinos, tienen ingresos promedio inferiores a las 2/3 partes de los anglosajones. No es pues raro que en California, un 21% de los afroestadounidenses y un 22% de los latinos vivan en condiciones de pobreza, en tanto que el 7,1 % de los anglosajones son pobres. 15 Washington obligará al Congreso a adoptar (un año después) la ley Civil Right Act que abolirá las leyes segregacionistas. Conviene señalar que este ambiente de segregación racial era completamente desconocido por los migrantes en sus países; aunque no el de la violencia de estado ejercida sobre los campesinos y también sobre los movimientos sindicales y estudiantiles. A pesar del éxito y del entusiasmo de los organizadores, estos movimientos de reivindicación chicana, subestimaron en sus comienzos las condiciones de género y las demandas específicas de la mujer que, con el tiempo —ante su protagonismo en la inmigración (el flujo migratorio se irá feminizando) y su incorporación a la vida laboral (en particular industrial)—, irán ganando importancia: el papel de la chola será central en las reivindicaciones sociales, en especial laborales. A estas luchas se irán integrando grupos informales, como ONG, grupos confesionales y una gran diversidad de asociaciones anglosajonas humanitarias, activas y solidarias. Conviene, sin embargo, incorporar a la reflexión, la violencia desatada contra los migrantes de parte de grupos extremistas en EE.UU., como nazis, fascistas y skeanhead: abiertamente racistas, antisemitas, creacionistas, supremacistas, homófobos y opuestos a los derechos cívicos. Entre ellos se distinguirá el Ku Klux Klan, que, entre 1980 y 1986 cometió —oficialmente—, 2.219 atentados, entre los cuales: 121 asesinatos, 98 incendios criminales, 138 bombazos y 301 incendios de cruces destinados a aterrorizar a la población10. Algunos de estos delitos se cometerán bajo el amparo de miembros corruptos del FBI y la pasividad de las policías locales. Sin olvidar el apoyo directo de ciertos gobernadores y políticos, en particular en los estados de Alabama, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Tejas. Conviene recordar que el Ku Klux Klan llegará a tener en 1925, en su apogeo, 5.000.000 de miembros. A fines de 1967 eran 50.000 y en 1982 se estimaba a 15.000. A pesar de las campañas propagandísticas, de la edición de periódicos, de la distribución regular de panfletos y de las declaraciones en los medios de comunicación; el número de sus miembros irá decreciendo. Es a partir de estos años que su estrategia de reclutamiento se volverá, sin renunciar a la violencia, elitista y privilegiará la preparación militar y la corrupción de las autoridades. No repararan en 10 Ver las películas : Mississip Burning (Alan Parker), Talk Show (Oliver Stone) y La main droite du diable (Costa-Gavras). 16 distribuir panfletos que harán el elogio del sida, percibido como una plaga divina, “encargada de exterminar las razas inferiores (negros, latinos, asiáticos y judíos) y evitar así el “temido” mestizaje. Mestizaje percibido como el debilitamiento de la “raza blanca” y el causante del declive de la “nación americana” mistificada en las figuras de los misioneros puritanos y los aventureros del siglo XIX. No será pues sorprendente que la fobia al mestizaje, haga que el modelo social segregacionista del apartheid sudafricano, sea percibido por estos grupos como paradigma ideal. El revisionismo histórico grotesco, el negacionismo y la manipulación ideológica encontrarán un terreno fértil —en época de crisis y después de la humillación militar en Vietnam (1961-1975, con unos 220.000 muertos)—, en la población rural endeudada y los desempleados urbanos que, frustrados y empobrecidos, serán manipulados para percibir a los inmigrantes como rivales. En fin, se calcula que en EE.UU. existen entre 60 y 70 organizaciones extremistas violentas, cuyo quehacer involucra entre 30.000 y 70.000 individuos: tal es la magnitud del problema y uno de los peligros que acechan a la población estadounidense y a los inmigrantes en particular. No hay que obviar la dimensión económica de la migración: nos referimos a 22 millones de “hispanos” en los EE.UU., muchos de los cuales se encuentran vinculados a sus familias, gracias a la transferencia masiva de remesas. Para tener una idea de lo que éstas representan: el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), estima que las remesas, realizadas por trabajadores expatriados a sus países de origen, ascienden a unos US$300.000 millones por año. En 2009, los emigrados de América Latina y el Caribe, mandaron a su región, cerca de US$60.000 millones. De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, México prácticamente se equipara a India como principal receptor de remesas del mundo, con un monto total de envíos de casi 10 mil millones de dólares en 2002 (Banco Mundial, 2003). Este flujo de remesas se quintuplicó en la última década hasta alcanzar, en 2003, un máximo histórico de 13.266 millones de dólares. Las remesas constituyen 4 veces más de lo que aportan las ayudas oficiales a la región de destino de las remesas. En fin, en México, la exportación de fuerza de trabajo figura como la tercera fuente de divisas del país, con un aporte a la balanza de pagos, que supera el correspondiente al turismo y a las exportaciones agropecuarias, y sólo por debajo de la exportación de petróleo y de la industria maquiladora. La mayoría de este dinero 17 pasa por las cuentas bancarias, haciéndole ganar mucho dinero a los bancos y a sus inversionistas privados. La aceleración más importante de la migración data de comienzos del 2000, con la adopción de un modelo económico neoliberal, que empezó en la aplicación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994— bajo un esquema de integración asimétrica entre México y Estados Unidos. Esa política ha desquebrajado las estructuras productivas, segregado las regiones y localidades (despoblamiento y estancamiento productivo de las zonas de alta migración), expandido las condiciones de pobreza y marginalidad, degradado el medioambiente, deteriorado los servicios de salud y educación, en fin : profundizando las desigualdades sociales y económicas. Desde las primeras etapas migratorias hasta la culminación del Programa Bracero (1964), los migrantes mexicanos laboraban en su gran mayoría en el sector agrícola de Estados Unidos; con el paso del tiempo han ido diversificando su ocupación. En 2002, según el Current Population Survey, el mayor contingente se concentra en el comercio (25.4%), entre los hombres, la construcción ocupa el segundo lugar (23.6%). Gracias a la innovación tecnológica en la agricultura estadounidense, este sector ha perdido mucha mano de obra, pero la gran mayoría de él está ocupado por migrantes mexicanos, al grado de que se habla de la “mexicanización” de la agricultura y, más recientemente, de su “indigenización”, ya que éxodo está ya vaciando, temporalmente, comunidades indígenas, dejando los nietos a cargo de los abuelos esperando durante varios meses el retorno de los padres emigrados a EE.UU. Consideraciones jurídicas de la migración11 Desde el siglo XIX, el flujo migratorio no ha dejado de aumentar, sin embargo, en las últimas tres décadas, éste se ha acelerado, pasando, sólo para los mexicanos, de 28.000 anual (entre 1960-1970) a 390.000 anual (entre 2000-2003). Es decir, el flujo migratorio se ha multiplicado por 14 en 40 años. Los migrantes, en particular quienes poseen un estatus migratorio irregular, no son concebidos como sujetos de derecho y por tanto no existen marcos 11 Esta parte del texto ha sido sacada de Diagnóstico: derechos humanos y vulnerabilidad de los migrantes en méxico, texto en línea, Septiembre de 2010, ver Bibliografía. 18 normativos que garanticen y protejan sus derechos humanos. Esto desemboca en la aplicación discrecional de las leyes existentes en materia migratoria por las autoridades gubernamentales. Ante la falta de marcos normativos que respondan a las realidades del fenómeno migratorio —como la atención a las necesidades principales de las personas, las condiciones de irregularidad y las rutas del tránsito migratorio— continuarán representando enormes riesgos para la seguridad, integridad y libertad de los migrantes. Mujeres, hombres, niños, adolescentes y adultos, se encuentran expuestos a lo largo del trayecto a robos, agresiones verbales, físicas, sexuales y psicológicas; intimidaciones; amenazas; tráfico de migrantes; trata de personas; corrupción y extorsión; confiscación o destrucción de documentos; detenciones arbitrarias; y con un incremento acelerado, el delito del secuestro. Muchas de estas agresiones y violaciones a los derechos humanos son cometidas por autoridades del Estado, como agentes migratorios, policías federales, estatales y municipales; así como por particulares como guardias de seguridad privada de las empresas ferroviarias, asaltantes, conductores de transporte público, comerciantes, traficantes de migrantes, tratantes de personas y grupos de la delincuencia organizada quienes abusan de las personas con la anuencia o simple negligencia de las autoridades. Las regiones que reflejan un incremento de agresiones y violaciones a los derechos humanos de los migrantes son las fronteras norte y sur de México, caracterizadas por un elevado índice de violencia y criminalidad. Las condiciones de subdesarrollo y socioeconómicas de las localidades fronterizas, la presencia y extensión de las actividades de la delincuencia organizada, la corrupción y la inestabilidad política; son factores que favorecen la permanencia de elevados índices de inseguridad, violencia y delincuencia. La Relatoría Especial sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos en su informe de visita a México en 2002, ya expresaba preocupación por el incremento de la criminalidad en las zonas fronterizas y su impacto en las condiciones de vulnerabilidad de las personas migrantes (ver CIDH, 2002). Las condiciones prevalecientes en las regiones fronterizas que impactan en los derechos humanos de los migrantes varían de conformidad con las ciudades y su 19 ubicación en la ruta migratoria12. La frontera de México con Guatemala ha registrado un incremento en las violaciones a los derechos humanos de los migrantes provenientes de Centroamérica, así como preocupación en materia de seguridad ciudadana por la amenaza que significan los altos niveles de ingobernabilidad producto de la delincuencia organizada transnacional y su penetración en las estructuras gubernamentales locales. Por otro parte, la frontera norte de México ha poseído una dinámica histórica específica en la cual la violencia y la inseguridad han sido elementos inherentes, los cuales se han recrudecido exponencialmente a partir de la estrategia gubernamental de lucha frontal contra la delincuencia organizada con medios militares. Ello se concretizó en la guerra contra el narcotráfico iniciada por el presidente Calderón en México, y que ha cobrado la vida de al menos 50.000 personas; la mayor parte inocentes. No obstante, la problemática social en la región noroeste de la frontera es diferente a la encontrada en la noreste. Ello depende, entre otras cosas, de una serie de condiciones relacionadas con el incremento de la seguridad fronteriza, tanto virtual como física, la implementación de programas específicos de gestión migratoria, la facilidad de ingreso por regiones no vigiladas y la presencia de la delincuencia organizada. De manera específica, una problemática documentada en ciudades de la frontera noreste como Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo, Piedras Negras y Monterrey es el incremento de casos de secuestros a migrantes que desembocan en la trata de personas, la corrupción de autoridades y las agresiones cometidas contra defensoras y defensores de los derechos humanos. La documentación de las agresiones cometidas por particulares y las violaciones a los derechos humanos, por omisión o comisión, de autoridades del Estado, son líneas de trabajo realizadas por albergues para migrantes y organizaciones de derechos humanos ubicados en dichas ciudades. Debido a las labores de documentación, acompañamiento y denuncia del delito, las personas defensoras de los derechos humanos se sitúan en un nivel de vulnerabilidad que las convierte en víctimas constantes de ataques y hostigamientos, y que generan la obstrucción al trabajo e incluso el cierre de refugios. 12 Ver la película de D. Quemada Diez (2013, 102’), La jaula de oro (en francés Rêves d’or). 20 Ciertas características del flujo migratorio centroamericano en la frontera norte de México. La profundización de la exclusión social y el subdesarrollo económico en Centroamérica son dos de los principales factores que han impulsado la salida de personas de esa región. Los movimientos migratorios extra-regionales tienen su origen en la inexistencia de condiciones que permitan un desarrollo humano pleno. Tal como lo ha establecido el Informe sobre Desarrollo Humano 2009 del Programa de laS Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) enfocado a la migración internacional, el desarrollo humano debe entenderse como la “expansión de la libertad de las personas de llevar la vida que ellas elijan [...] concepto que también se conoce como el enfoque de capacidades debido al énfasis en la libertad de alcanzar seres y quehaceres”. De tal manera que al revisar el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2007 de los países centroamericanos con movimientos migratorios en tránsito por México, se resuelve que componentes como la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización, el PIB per cápita y los índices de pobreza e ingresos, tienen niveles medios que no garantizan un pleno desarrollo humano de las personas (PNUD 2009)13. Ahora bien, el flujo de personas centroamericanas en tránsito por México con destino a Estados Unidos no está limitado a un grupo de migrantes económicos cuya una única finalidad sea incrementar sus ingresos o hallar un mejor empleo. La composición de los flujos se ha modificado de conformidad con el avance de los medios de comunicación, el abaratamiento de los medios de transporte, el fortalecimiento de las redes sociales en el exterior, pero también a raíz de la descomposición del tejido social en los países como consecuencia de contextos socio-económicos y socio-políticos contrarios a la seguridad humana. Contextos derivados de la inexistencia de políticas públicas con perspectiva de desarrollo y seguridad humana que se demuestran en el incremento de la exclusión social. Por tanto, un gran número de personas salen de sus países en Centroamérica como consecuencia de la inseguridad social, la criminalización de la pobreza, la criminalización de la juventud, la desintegración familiar, procesos políticos 13 Índice compuesto que mide el promedio de los avances en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: vida larga y saludable, conocimientos y nivel de vida dignos. Para mayor información sobre el IDH de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador, países de Centroamérica con mayores índices de población en tránsito por México, consúltense los anexos “Índice de Desarrollo Humano 2007 y sus componentes” en PNUD, 2009: 185-193. 21 antidemocráticos, la militarización como estrategia de la lucha contra la delincuencia organizada, entre otros. Como indica el último informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad en Centroamérica elaborado por el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica (2009: 60): “Las personas que migran son el producto de procesos de exclusión social en sus países de origen, pues las difíciles condiciones económicas y sociales hace a estas personas salir de su entorno, perdiendo las posibilidades de desarrollarse integralmente como miembros de una familia o de una comunidad”. Dado que la mayoría de estas personas realizan sus movimientos al margen de los canales administrativos migratorios, su situación de vulnerabilidad se incrementa y las leyes migratorias se aplican de manera discrecional por agentes gubernamentales y cuerpos policíacos. En este contexto los migrantes resultan más susceptibles de padecer violencia, represión policial, actos arbitrarios de las autoridades e incremento de agresiones por parte de la delincuencia organizada. Según las estadísticas del Instituto Nacional de Migración (INM) del año 2009, las características socio demográficas de los migrantes detenidos en México revelan que, entre enero y diciembre, la mayorías de ellos (de un total de 67.309), 92,6% son guatemaltecos, hondureños y salvadoreños. Por otro lado, las estadísticas de 2007, 2008 y 2009, muestran que el mayor porcentaje de personas migrantes son del sexo masculino y mayores de 18 años de edad. Sin embargo, las cifras de la migración de mujeres y de menores de 18 años de edad no acompañados, es un fenómeno que se ha incrementado en los últimos años. De esta manera, del total de los 67.309 detenidos en 2009: 82.97 % son hombres y 17% por ciento son mujeres. De ellos, 91.5 por ciento son mayores de 18 años; entre los cuales 51.728 son hombres y 9.903 son mujeres. Y que 8,44% son menores de 18 años. Es decir, 4.120 son hombres y 1.558 son mujeres. Por otro lado, las rutas de la migración centroamericana están determinadas por los medios de transporte utilizados por las personas, siendo el ferrocarril —“La bestia”—de carga el mayoritariamente empleado por tener un costo nulo, pero también por la ubicación geográfica de las líneas ferroviarias. Se distingue que el número de migrantes centroamericanos devueltos disminuye conforme las localidades se ubican en la región fronteriza con Estados 22 Unidos. De esta manera, más cerca de la frontera con los países de origen de los migrantes son las entidades con mayor tránsito migratorio y por ende en las que se manifiesta un número elevado de agresiones y violaciones a los derechos humanos de las personas. Sin embargo, las condiciones de vulnerabilidad de los migrantes no disminuyen en los municipios de los estados del centro y norte del país, en los que se manifiestan e incrementan los casos de mujeres agredidas física y sexualmente, extorsiones, persecución, secuestros, uso excesivo de la fuerza por la policía y otras violaciones a los derechos humanos cometidas por autoridades estatales, municipales y federales (Amnistía Internacional, 2010). La tendencia de las migraciones centroamericanas hacia Estados Unidos es utilizar los municipios del noreste de la frontera mexicana y es precisamente allí en donde las organizaciones de la sociedad civil organizada y grupos eclesiásticos han documentado el incremento de agresiones a migrantes y violaciones a sus derechos humanos (Belén Posada del Migrante et al., 2009 y 2010; Amnistía Internacional, 2010)14. Las rutas y los destinos de la migración centroamericana con condición irregular y la presencia de la delincuencia organizada, evidencian que en ciertas ciudades se registren un número mayor de secuestros, tráfico de migrantes, trata de personas, y violaciones a los derechos humanos cometidas por policías estatales y municipales. Los migrantes que buscan ingresar a territorio estadounidense sin autorización se encuentran en condiciones de gran vulnerabilidad. Tanto los mexicanos como los centroamericanos están expuestos a la violación de sus derechos humanos, por omisión o comisión, por parte de policías, autoridades migratorias y judiciales en ambos lados de la frontera. No obstante, los migrantes centroamericanos que no poseen un documento que certifique su estancia legal en México, transitan por territorio mexicano en un contexto de violencia, inseguridad, impunidad e incremento de agresiones y violaciones a sus derechos humanos cometidos por autoridades mexicanas o por particulares y grupos delictivos con la connivencia de esas autoridades. 14 Consultar los trabajos de documentación realizados por las diferentes Casas del Migrante y Centros de Derechos Humanos ubicadas en la región noreste de la frontera (Ej. Casa del Migrante de Reynosa “Albergue nuestra Señora de Guadalupe”; Centro de Derechos Humanos del Migrante Beato Juan Bautista Scalabrini, Nuevo Laredo; Casa del Migrante “Casa Nicolás” y Casa del Migrante “Santa Martha en Nuevo León; y Casa del Migrante “Emaús” en Ciudad Acuña). 23 La Casa del Migrante de Saltillo denunció en su V Informe que además de transitar bajo las circunstancias anteriores, “[...] los migrantes deben enfrenar incesantes extorsiones, amenazas y humillaciones propinadas por los guardias de seguridad privada del tren (llamados garroteros), cuyo comportamiento delictivo incurre en la seguridad e integridad de los migrantes. Los policías estatales y municipales siguen extorsionando y, en algunos casos, maltratando física y verbalmente a los migrantes. Asimismo, a pesar de que no existe ningún fundamento legal, los operativos de verificación migratoria realizados por el INM en el tren, atentan contra los derechos humanos de los migrantes, pues al corretearlos provocan graves accidentes que han dejado sin vida a muchas personas” (Belén Posada del Migrante et al., 2009). Por otro lado, el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Migrantes, Jorge Bustamante, expresa en su último informe de visita a México, que entre sus principales preocupaciones se encuentran la creciente impunidad en casos de corrupción, en particular los sobornos y las extorsiones, así como la violencia y los abusos, en especial contra las mujeres y los niños. Preocupa al relator el hecho de que esta impunidad pareciera estar vinculada a abusos de poder y de recursos a nivel municipal, estatal y federal de las autoridades mexicanas (Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, 2009). Además, el Relator ha manifestado preocupación por el incremento de violaciones a los derechos humanos y agresiones contra migrantes, producto de la creciente relación entre la delincuencia organizada y las autoridades de los distintos niveles de gobierno. Como lo declara en su informe, “la migración transnacional sigue siendo un negocio en México, gestionado principalmente por redes transnacionales de bandas involucradas en el contrabando, la trata de personas, el tráfico de drogas, con la colaboración de las autoridades locales, municipales, estatales y federales. Esas prácticas están directamente relacionadas con el aumento de los casos de violencia contra las mujeres y los niños, especialmente a lo largo de las fronteras septentrional y meridional en los lugares de tránsito. Como tal la impunidad por las violaciones de los derechos humanos de los migrantes es un fenómeno generalizado. Con la omnipresencia de la corrupción en todos los niveles de gobierno y la estrecha relación de numerosas autoridades con las redes de bandas, la extorsión, las violaciones y las agresiones contra los migrantes continúan. Los migrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras y 24 Nicaragua parecen constituir la mayoría de las víctimas” (Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, 2009: 18). La violencia es ejercida tanto por la autoridades mexicanas, como por las bandas de Maras y grupos de narcotraficantes, entre los más conocidos los Zetas. Al punto que no es raro que policías y bandas se agredan para disputarse el botín de los migrantes. A principios de 2009, varias organizaciones de la sociedad civil expusieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el contexto de criminalización hacia la migración, la corrupción de autoridades, el enfoque de gestión de la política migratoria mexicana y la presencia impune de la delincuencia organizada en la “ruta migratoria”; cuyos efectos negativos han sido el aumento de violaciones a los derechos humanos, las agresiones físicas, sexuales y psicológicas, y el incremento de los delitos del tráfico de migrantes, la trata de personas y el secuestro (Centro Prodh et al, 2010). Sobre estas problemáticas se informó a la CIDH que diferentes Casas del Migrante, Centros de Derechos Humanos, Albergues, y en su momento por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, han llevado a cabo documentación y denuncia de personas migrantes víctimas de los delitos. Como ya es sabido, en tan sólo el periodo que comprende de septiembre de 2008 a febrero de 2009, la CNDH (2009a) documentó, en su Informe Especial, una cifra de 9.758 migrantes víctimas del delito de secuestro; es decir, más de 1.600 secuestrados al mes. Bibliografía El Movimiento Masivo de los Braceros, http://www.farmworkers.org/pbracero.html. Folardoni, Guillermo, Miguel Moctezuma y Humberto Márquez La vulnerabilidad epidemiológica en la migración México-Estados Unidos; texto disponible en Internet. Martin, Roger 1989 Amérikkka: voyage en amérique fasciste, Éd. Calmann-Lévy, Paris. 25 París Pombo, María Dolores; Yrizar Barbosa, Guillermo y Pérez Duperou, Gabriel 2010 Diagnóstico: derechos humanos y vulnerabilidad de los migrantes en méxico, texto en línea, Septiembre de 2010. Valenzuela Arce, José Manuel 1998 El color de las sombras. Chicanos, identidad y racismo, El Colegio de la Frontera Norte, México. mediapart.fr de Emilie Barraza: • Mexique: 20 années de lute sécuritaire inefficace contre le narcotrafic • Mexique le cimetière des disparus • Au Mexique, un massacre d'étudiants signe l’échec du président Peña Nieto de Thomas Cantaloube : • Aux Etats-Unis, Obama annonce la régularisation de millions d'immigrés illégaux de Iris Deroeux: • Légaliser le cannabis (4/7). Les impasses de la «guerre contre la drogue» *** 26 Unidad 2 Texto Obligatorio Sobre las pandillas y la violencia urbana: el caso de los maras Introducción Supliendo la mano de obra masculina, durante la Segunda Guerra Mundial, la emigración de mexicanos a los EEUU se intensificó. En particular en las actividades agrícolas, pero se extendió también, a partir de los años 1930, a los medios urbanos, acarreando importantes transformaciones sociales. El crecimiento del número de inmigrantes, y la concentración rápida de ellos en los barrios pobres de las ciudades, incrementó el racismo que se ejercía contra ellos y colaboró al surgimiento del pachuquismo entre las décadas de los 30 a los 50. Las pandillas urbanas de latinos en EEUU no es nueva, una de las primeras fueron los cholos, que en las décadas 1930-1940 entre los migrantes mexicanos, fundaron las llamadas gangas (del inglés: gangs). Una representación cinematográfica del tema quedará plasmada, por ejemplo, en las películas West Side Story de Robert Wise y Jerome Robbins (1961), y, mucho después en Colors de Dennis Hopper (1988). Después vinieron los chicanos y los transfronterizos pachucos, que se desarrollaron en una sociedad profundamente marcada por las leyes de segregación racial y que se rebelaron contra la discriminación de la que eran víctimas. Si los cholos reivindicaban una iconografía propia a los “rebeldes sin causa” 15 , los chicanos y pachucos serán estigmatizados por los medios de comunicación como jóvenes “revoltosos” y provocadores amantes del rock-and-roll. Esta moda atravesará la frontera para inspirar directamente a los Chavos Banda de los barrios populares mexicanos. Posteriormente, los maras, nacidos en los barrios pobres de California y deportados a Centro América —tildados de “apáticos” y “destructores”—, extenderán también su influencia al sur de la frontera. 15 Inspirada de la película homónima dirigida en 1955, por Nicholas Ray y protagonizada por James Dean y Natalie Wood. 27 El pachuco, es un sujeto fronterizo que se desarrolló en contextos sociales de barrios y colonias, en constante acoso policiaco, se convirtió rápidamente en foco y víctima de estereotipos sociales. La influencia del pachuquismo, con sus referentes biculturales — en el lenguaje, la moda y el baile (mambo, swing, boogie-woogie)—, se hará sentir fuertemente en México mismo, en un principio a partir de las ciudades fronterizas de Ciudad Juárez, de El Paso y de Tijuana; para después extenderse entre la juventud de las colonias populares de la capital. Los pachucos fueron intensamente acosados tanto en EEUU (en particular en Los Ángeles, en 1943), en el marco de una intensa campaña racista antimexicana de los Zoot-Suit-Riots, que oficialmente los señalaba con una predisposición biológica a la delincuencia y el crimen. Se implantaron también en México, en los barrios de La Chaveña, en Ciudad Juárez y en las colonias de Libertad y Del Río, en Tijuana [19]. Se entiende la emergencia de la figura del pachuco, como un proceso de transculturación y resistencia étnica tanto en los barrios mexicanos como chicanos; en particular en las colonias populares, cuyos jóvenes empezaron a usar el zoot-suit, portar las garras o el tacuche (traje). El pachuquismo, como era de esperarse, tomó referentes culturales mexicanos y una relación sistémica de socialización e institucionalización anglosajonas. No se trata de un fenómeno binario, sino de un sincretismo complejo, de identificación, de asimilación y de resistencia cultural. En EEUU, el chicano (inmigrante mexicano) sufrió fuertemente de los prejuicios raciales que lo asimilaban a la figura del pocho (mexicano nacido en EEUU), percibido como un mexicano agringado, el mismo que vive en las ciudades fronterizas. El término chicano ha cumplido el doble papel de la auto y la “héteroconstrucción” identitaria encargada de demarcar los límites entre lo mexicano y lo no mexicano. Con el tiempo, confundiéndose con el de cholo, sirvió para designar peyorativamente a los trabajadores mejicanos humildes y recién llegados a EEUU. Tal vez la reflexión más lúcida y creativa de abordar el tema del malestar existencial, se encuentre en el magnífico trabajo de el Laberinto de la soledad (1950) de Octavio Paz. Allí el autor muestra la incomodidad existencial del pachuco y del chicano, y las dificultades profundas para construirse una identidad. Es entonces que cobra sentido la práctica de una jerga, la creación de una moda vestimentaria y una serie de reivindicaciones sociales que buscan tanto el reconocimiento de una 28 población anglosajona dominante como ser distinguido de los afroamericanos segregados. Pero también de los propios mejicanos recién llegados. No es neutro el estigma popularizado tanto en EEUU como en México, aquél percibe el migrante como transmisor de la tuberculosis, en tanto que éste lo acusa de ser portador del virus del sida… de un lado de la frontera es tomado por agringado, justo del otro, de mexicano. El apogeo del movimiento chicano se sitúa en las décadas de los 60s-70s, con las luchas políticas en las universidades y en los barrios; y la emergencia de intelectuales y artistas que ostentaban símbolos étnicos y de clase. Se trataba para estos movimientos, de construir una sociedad alternativa, sin opresión étnica ni de clase. Para ello recrearon mitos fundadores, como el de Aztlán: lugar del que salen los mexica (aztecas), guiados por su dios tribal Huitzilopochtli, en busca de la señal —el águila sobre el nopal— que les indicaría el lugar exacto dónde deberían fundar su ciudad, México-Tenochtitlan). Tal movimiento cristalizó en la fundación de periódicos (como El Grito), editoriales (como El Quinto sol), grupos de teatro un gran número de artistas plásticos, en particular los muralistas chicanos que, prolongando la gran tradición mexicana posrevolucionaria, hicieron de este arte un vehículo esencial de comunicación social en EEUU, convirtiendo la ciudad de Los Ángeles en la capital mundial del muralismo (ver, por ejemplo las fotografías de Raúl Valdez o Chicano Park). El movimiento chicano trataba de recrear sus raíces culturales y apropiarse de un nuevo proyecto de nación recuperando un pasado glorioso prehispánico, así como también los símbolos de rebeldía social modernos latinoamericanos (con las figuras de Camilo Torres en Colombia; del Che Guevara en Cuba, África y Bolivia; y recientemente del Subcomandante Marcos en México) y afroamericanos (por ejemplo de Martin Luther King, de Malcom X o de Mohamed Ali). La reivindicación de esta historia, con sus símbolos y personajes, se oponía frontalmente a la ideología oficial americana, conservadora y elitista, en la que no tenían cabida las realidades de los grupos minoritarios: con la vida del barrio, las homegirls, los homeboys, el trabajo, la explotación, la pobreza, el racismo, la violencia [21]. Años después, estos grupos inspirarán fuertemente otras pandillas centroamericanas conocidas por las maras. Todas las pandillas se darán formas exteriores de identificación, como vestimentas, emblemas, accesorios culturales, estética y estilos que les son propios. 29 También la gestualidad y las señas corporales expresarán la pertenencia a ellas. La forma de vestir recuperará la del obrero, el uso y consumo de la música soul, los ritmos latinos, norteños, el rap y el hit-hop. Entre los cholillos (jóvenes cholos) la presencia femenina será numerosa. Los hombres cholos usarán pantalón amplio, de talla baja y su cuerpo estará cubierto de tatuajes, cuya decoración y temática, expresarán la violencia social en la que se inserta el portador, y una serie de identificaciones locales y étnicas. Su estética se extenderá a los low riders, o coches antiguos decorados. A nivel espacial marcarán el territorio con murales o placazos con incorporaciones de graffiti. Como señalamos, los pachucos se desarrollaron en el norte de México y como guardaban una relación íntima con la población migrante y estaban fuertemente influenciados por la cultura estadounidense, los sociólogos los identificarán como “cultura de las fronteras” o “culturas fronterizas”. Para la mayoría de las pandillas, la identificación a un territorio, con sus propios límites y símbolos, es para sus miembros esencial. Aunque esto no sea el caso de todas, por ejemplo, los crew, cuya pandilla estaba compuesta por una flotilla de grafiteros —itinerantes, sin límites fijos—, su proyección territorial se extendía a la ciudad entera. Las pandillas en general, se identifican a la esquina, a la calle, al barrio : lugares de reunión, de sociabilidad de sus miembros. La calle y sus puntos de encuentro, percibidos como una suerte de hogar, de uso del tiempo libre y apropiación simbólica de un territorio que se expresa en el muralismo y su iconografía particular, en la que se resalta la oposición entre lo mejicano y lo gabacho o gringo… propio de la american way of life que los marginaliza. Es difícil localizar el nacimiento de las pandillas en barrios precisos de las ciudades, sin embargo se sabe que trascendieron rápidamente, con el flujo migratorio, las fronteras urbanas e incluso nacionales. Es el caso de los cholos, en los años 70s., que constituyeron pandillas transfronterizas, como los King Kong, Kobra, Harpy’s, etc. que existían en ciudades gemelas a ambos lados de la frontera, como en los barrios populares de Tijuana (México) y de El Paso (EEUU). Este fenómeno le hace decir a los sociólogos que se trata de barrios “transnacionalizados”. Y si sus integrantes muchas veces no conocían otro país más que el suyo, compartían muchas de las características de sus homólogos extranjeros: vestimenta, gestual, lenguaje (spanglish), etc. 30 Una gran rivalidad marca las pandillas entre ellas, al punto que no es raro que sus miembros se enfrenten a muerte. Sin embargo, las fronteras que las oponen suelen modificarse según el contexto, es lo que les hace afirmar a los especialistas que existen “territorios santuarios”. Es el caso de las cárceles, en dónde las rivalidades entre pandillas —enemigas en el contexto urbano— suelen atenuarse, incluso desaparecer, ante el peligro que representa, en al interior de la prisión, una pandilla rival. Ello ha visto el nacimiento de pandillas “latinas”, “sureñas” que se enfrentan a las anglosajonas y afro-estadounidenses. La iconografía de los cholos como en menor medida de los pachucos, que será hereda a los maras, hace referencia a un pasado prehispánico reinventado, incorporando figuras religiosas como la Virgen de Guadalupe y Jesucristo. El culto a la Virgen de Guadalupe es central si se entiende como símbolo del mestizaje (idígena-castellano), pero también como de la “jefa”, a la vez la madre y la mujer. También nacionales (bandera y figuras de emperadores indígenas) cuyos utilizadores reivindican hacer parte de una “raza cósmica”. Su vestimenta, paradojalmente, añade ropa y objetos de consumo caros y estereotipados, propios de la sociedad de consumo (como zapatillas de marca y playeras caras), percibidos como típicamente norteamericanas. Paradojalmente, se trata de ostentar símbolos de consumo caros, dotados de una fuerte connotación estadounidense, que sitúa al usuario no totalmente integrado a esa sociedad, sino que manteniéndose marginal a ella —entre la de sus antepasados y un modelo percibido como propiamente estadounidense—, trata de ostentar éxito y fingir un cierto bienestar económico. Sobre los maras Algunos autores sitúan la génesis de las maras en los barrios pobres de la ciudades de El Salvador a fines de la década de los 70 y comienzos de los 80. Se trata de jóvenes callejeros de 12 a 25 años, nacidos y crecidos durante los años de la guerra civil. Hijos de combatientes, de guerrilleros y de miembros de la Guardia Nacional, vinculados con el consumo de droga, delitos menores y ejerciendo trabajos mal remunerados: albañilería, vendedores ambulantes y obreros de maquiladoras. Muchos de ellos habían ya pasado por las cárceles tanto en El salvador como en EEUU. 31 Se ha especulado mucho sobre la etimología del término mara. Para los propios protagonistas, mara significa: “amigo”, “gente de uno”, “gente como uno”… “nuestra gente”. Se trata de una palabra amistosa que antecede a la raza, el parcero, el homie, la homegirl. Sin embargo, los medios de comunicación y la policía, asociaron el nombre mara a marabunta, que alude a las características depredadoras de una hormiga carnívora pequeña —homónima de una película de ficción americana de la década de los 70s.—, que se reproduce rápidamente y que destruye todo a su paso. Es así que metafóricamente asimilados a insectos carnívoros, los maras obtienen su fuerza de su cantidad, de la aplicación del lema que “la unión hace la fuerza”. Dos grandes maras, por su importancia numérica, dominan la escena mediática: la mara Salvatrucha (o MS-13, B-13; B de barrio), fundada por salvadoreños emigrados (de Salvador y trucha : avispado, pendiente, alerta). La mara Salvatrucha se origina en la ciudad de Los Ángeles, en los años 80 entre los refugiados salvadoreños que huyen de la violencia de la guerra. La mara rival y contemporánea de la MS-13, es la M-18 (de la calle 18, o B-18, o también MS-XV3), fundada por mejicanos. Ambas pandillas, la Salvatrucha y la M18, surgieron en los suburbios latinos de Los Ángeles cuando miles de familias, huyendo de la llamada guerra sucia y el hambre en los países de América Central, entre ellos muchos jóvenes, se refugiaron en esta ciudad. Sus miembros, indocumentados, residiendo en un ambiente pobre (dominado por pandillas de judíos, de irlandeses, de afroamericanos o de africanos) particularmente violento y racista, desescolarizados y sin trabajo, para subsistir se transformaron en traficantes de drogas y de armas. Estos grupos se expandieron rápidamente a partir de los años 80s-90s (se estima que en 1992, sólo en California, habían unos 20.000 mareros) por los países de América Central y México cuando fueron expulsados de los EEUU. Entonces, bajo el gobierno conservador de Reagan, el estado americano, aplicando la política de Cero Tolerancia o Mano Dura, decidió deportar alrededor de 200.000 jóvenes a los países de origen de sus padres, y que muchos desconocían completamente… los maras acababan de ser exportados a América Latina. Es en estos países —desbastados por las guerras civiles, con una población empobrecida, en sociedades profundamente desigualitarias, con gobiernos autoritarios, a menudo corruptos, donde prevalecía la impunidad, en dónde la 32 presencia del estado se reducía a los aparatos represivos (policía y ejército), que carecían de un sistema serio de educación, de salud y de una justicia independiente— es que se desarrollarán rápidamente los maras. Dos ejemplos: sólo en Guatemala, la mitad de la población tiene menos de 20 años, y su capital cuentan con 60 clicas, con un promedio de 40 a 50 integrantes cada una. Ciertas estimaciones evalúan un total de 28.000 mareros. En El Salvador, en 1997, se calculaba que habían unos 35.000 pandilleros, de ellos unos 12.000 eran mareros entre 10 y 25 años de edad. Sólo en la ciudad de Managua (Nicaragua) se calcula que hay 110 pandillas que agrupan unos 8.500 jóvenes. Entre las pandillas más conocidas de América Latina, se pueden citar, en Argentina, Chile y Perú: las barras bravas; en Colombia: sicarios y pandillas, los parches, los milicianos y los cambos; en Costa Rica: los chapulines; en Guatemala y Honduras: los homeboys; en México: los cholos, los jóvenes banda, los punketas y los pandilleros; en Perú: las manchas o pandillas; en Venezuela: los malandros y en Ecuador: las naciones, las patas y las jorgas. La atribución exógena atribuida al origen de los mareros, es manipulado por los poderes públicos, que los presentan, a ellos y a los migrantes, como delincuentes expulsados de los EEUU por indeseables. A su vez, al tratarlos de extranjerizados, de haber adquirido malas costumbres (maleados), ajenas a la sociedad nacional, sirve para legitimar la represión contra ellos. A esta construcción ideológica hecha por el Estado, participa activamente la gran mayoría de los medios de comunicación, creando en estos países, una psicosis del miedo perfectamente instrumentalizada por el poder. Ello es particularmente vistoso en las estadísticas, por ejemplo en el Estado de Chiapas, los delitos cometidos por los maras es menos del 1% del total; estadísticas que no toman en cuenta los delitos de “cuello blanco”, los que cometen los políticos, el ejército y la policía. Contrariamente a lo que se difunde en los medios de comunicación, los últimos estudios sobre los maras centroamericanos, rebelan que las 2/3 partes de los mareros son hombres, y 1/3 de ellos son padres. La mayoría de sus miembros trabajan, aunque en empleos y subempleos muy mal pagados, donde prevalece la inseguridad y la violencia laboral. La gran mayoría de los maras no son analfabetos y tiene un nivel promedio de escolaridad superior a la media. Por ejemplo, en Guatemala, un 61% de los mareros asistían a la escuela primaria o secundaria; en tanto que el promedio nacional no 33 sobrepasaba el 50% entre los jóvenes de 15 a 19 años. En El Salvador, el 96,3% de los mareros son alfabetizados y que 9 de cada 10 tienen familia en EEUU. Pero hay más, en El Salvador, la mara la Máquina, tiene muy buena relación con la policía local. Al punto que la policía misma posee varias pandillas especializadas en el robo de casas y vehículos. La corrupción y violencia son tales, que no es raro que los propios policías, en El Salvador, en Guatemala e incluso en México, se enfrenten con los mareros para disputarse el botín de las víctimas. Para tener una idea de la gravedad de la situación y la importancia de la violencia en ciertas sociedades centroamericanas, en El Salvador, la tasa de muertes violentas por 100.000 habitantes, oscila, según los años, de 150 a 160; de ellos 41 lo son por homicidio: la más alta de América Latina16. Para comparar, Chile tiene 3 y Paraguay 4. Notemos que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera epidemia, cualquier tasa superior a 10 homicidios por 100.000 habitantes. A pesar de que estas cifras son escalofriantes, las estadísticas deben ser relativizadas, ya que no consideran la violencia institucional cometida por los propios órganos represivos del Estado, ni tampoco la llamada de “cuello blanco”. Son precisamente estos aspectos que contribuyen de manera determinante a entender “la vida loca”, resultado de la carencia de perspectivas de futuro y de una vida digna para los jóvenes pobres, sintetizada en la pregunta: “¿de qué sirve trabajar, si a pesar de ello se es pobre y se sufre?”. O en la afirmación: “más vale vivir poco, pero bien”… tal es la aparente paradoja existencial —dramática— de “la vida loca”. Es en este contexto social e ideológico que los pandilleros fundan una suerte de sociedad paralela a la de su entorno. A pesar de ser organizaciones muy descentralizadas, las pandillas, contrariamente a las apariencias, no son totalmente independientes de la sociedad y a la que se insertan gracias a su actividad económica. Suerte de “capitalismo del centavo”, los maras viven del pequeño tráfico de drogas, de la compra y venta de armas ligeras, del robo y de un sinfín de delitos con uso de la violencia. En simbiosis con la sociedad, ellos dependen directamente de ella, como declaran algunos representantes o palabreros… “si no hubiese gente con dinero, nosotros no podríamos vender nuestra droga… aquí vienen a buscarla cuando la necesitan”. En el fondo, los mareros no subvierten verdaderamente el 16 Programa Sociedad sin Violencia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 2003 y 2005. 34 orden social, sino que se sirven de él para poder subsistir. Desde un punto de vista ideológico, los mareros pueden ser vistos como pandillas conservadoras e indiferentes a la sociedad y sus reglas, que ellos perciben como causantes de su infortunio. A parte de las dos grandes maras —la mara Salvatrucha y la mara Barrio 18—, hay muchas más, como la Mao Mao, La Chancleta, La Máquina, etc. Ciertas pandillas han creado un vocabulario propio (espanglish) y elaborado reglas bien precisas de convivencia. He aquí algunos ejemplos : A la pandilla le llaman clica y al barrio ranfla, y para pertenecer a ella los candidatos tienen que, con un rito de pasaje, soportar vejaciones públicas : en algunas clicas las mujeres deben dejarse violar por varios mareros (a eso le llaman trencito). En tanto que los hombres tienen que soportar una golpiza dada por varios mareros durante 13 o 18 segundos, según la mara. Muchos acaban con dientes y huesos rotos, heridas y una estadía en el hospital. A veces, para pertenecer a la mara, el candidato tiene que matar a un miembro de una mara enemiga, es lo que le llaman : pase, de pasar de un estado externo, de extranjero, y volverse un auténtico marero. La coherencia social de las clicas, se debe a la práctica de una serie de reglas estrictas que sus integrantes están obligados a obedecer, por ejemplo: la clica de San Pedro Sula (en El Salvador) tiene 57 reglas bien precisas y aplicadas severamente : levantarle la mano a su madre; faltarle el respeto a un miembro de la clica; robarle, golpearle o matarle, o bien violar a una integrante; son todas causas de muerte. Incluso vestirse mal puede ser castigado con palizas. En ciertas ocasiones especiales, el uso de armas de fuego está prohibido, por ejemplo cuando ejecutan a un traidor, violador o un marero enemigo importante. En ese caso lo descuartizan vivo con machetes y hachas. El consumo de drogas está controlado, menos la mariguana, que se usa sin restricciones. El guaro o alcohol de caña se bebe sólo en ciertas ocasiones festivas. Se suelen atacar de manera organizada a los enemigos, de preferencia los días 18 de cada mes. Quien roba en el barrio y si después de 3 advertencias continua, se lo mata. El dinero recaudado sirve para ayudar a las viudas, a los más pobres, pero también se invierte en la compra de armas, coches, casas, pagos de rentas y, claro, en la compra de droga. 35 La estética mara, se encuentra fuertemente influenciada por las del pachuco, que dio paso al vestuario de los cholos quienes combinaban el zoot suit con las marcas laborales en el atuendo. Los cholos de la tercera generación introdujeron nuevos elementos en el vestuario hacia los años 80s., entre los cuales destacaban el abandono de las cabelleras peinadas hacia atrás, engominada y de forma impecable, por cabezas de con cabellos muy cortos, casi rapadas. En muchos casos conservan el bigote corto y la barba de candado. Pantalones baggies (a unos 10 cm. bajo las rodillas), o shorts largos, camisetas blancas de tirantes o anchas al estilo de las utilizadas en el fútbol americano. Los maras recuperan también la gestualidad chola, su andar cadencioso, su actitud desafiante, la representación con los dedos, las manos y los brazos de las letras de su barrio; o bien como códigos precisos de comunicación. Aun cuando las expresiones gráficas de los mareros no compiten con la calidad de la de los pachucos y cholos, los maras elaboran graffitis y tatuajes (tatus, tacs, tats o tintas) cuyos personajes centrales son la madre, la virgen, la mujer, la cruz, la muerte, las máscaras griegas de la risa, los nombres de los homies muertos y las telarañas que representan los avatares y vicisitudes de la vida de un marero. En las paredes pintan el nombre del barrio, el apodo de sus miembros o amigos caídos. Se trata pues de una iconografía encargada de identificarse y crear lazos de pertenencia: quienes la comparten son carnales, metáfora de filiación, de quienes comparten la misma carne, este término significa una amistad y solidaridad extremas. La propia policía utiliza los tatuajes para identificar a los miembros de una clica, leyendo en ella la filiación de la pandilla, la historia personal del individuo, su origen y su actividad. Los maras recuperan de manera incipiente la tradición del lowrider, asociada a los pachucos y a los cholos. El lowrider expresa el gusto por arreglar el interior y exterior de los coches (ranflas) y su acondicionamientos para hacerlos inclinarse o saltar hacia uno u otro lado, pintarlos de colores llamativos y ponerles luces en el motor y bajo el coche mismo. El propósito es prepararlo para salir a lucirse en el crussing, o reunirse para exhibirse en los famosos carshows; signo de prestigio ostentatorio. Al tatuado le llaman manchado, es decir es una marca en el cuerpo, una suerte de impureza definitiva. La semiótica de los tatuajes con que los maras marcan sus cuerpos, ilustra, aunque parcialmente, la percepción de la vida, por ejemplo, los 3 puntos en triángulo que suelen tatuarse en los nudillos, puede significar, como 36 aseguran los mareros : “la vida loca”, es decir, como ellos mismos aseguran: hospital, prisión y muerte; o bien, mujeres, droga y asesinato. Una lágrima tatuada en el borde del ojo significa que ha matado. La iconografía del tatuaje (a menudo binaria, oponiendo sentimientos y objetos: vida/muerte, amor/odio, luz/oscuridad, sol/luna, derecha/izquierda, etc.) expresa —en lo más íntimo, haciendo parte del cuerpo de la persona, de manera permanente y flexible—, tópicos sociales y preocupaciones existenciales. Esta iconografía suele resaltar los íconos nacionales religiosos, como la virgen de Guadalupe; y profundamente íntimos, como la madre, los amores (nombres de las novias, hijas) y abundantes referencias a la muerte y al sufrimiento. El tatuaje pues, no sólo divulga aspectos de la personalidad de su portador, cómo se ve a sí mismo; sino que también la manera cómo desea ser visto, identificado: con poder, indiferente a la muerte, etc. Además, el uso del tatuaje y su iconografía, buscan a la vez demarcarse radicalmente del espectador creando en él, tanto sentimientos de temor y de miedo, como de fascinación estética. Se trata pues de una construcción reflexiva: autoconstruida (para sí) y construida (para el otro). El tatuaje muestra, ostenta, pero también surte un efecto sobre quien lo lleva. En un sentido cronológico, como el tatuaje va agregándose lentamente en el cuerpo, éste, visto como un lenguaje, cuenta también la biografía del poseedor. Pero ciertos tatuajes están precisamente hechos para ser escondidos, disimulados bajo la ropa y revelados sólo a las personas más íntimas, más queridas. Lingüísticamente, los mareros han adoptado una jerga propia, hecha de modismos y expresiones fuertemente influenciadas por el inglés, las que hacen referencia a su origen norteamericano. Algunos ejemplos : Al territorio dominado por una mara le llaman cancha, así como un lugar de juego con sus reglas y límites propios. mirin : del inglés meeting, reuniones periódicas. big palabra : son los jefes que son designados por los mareros. Tener la palabra : es el jefe de la pandilla, el que da la palabra, el palabrero, el que tiene la palabra, el que lleva la palabra. jomi : se llaman los miembros de la B18 entre ellos. jomguirl : es como se llaman las pandilleras mujeres entre ellas. 37 El temor a las maras es tal, que en ciertas regiones de América Central y México, la población vive bajo el terror de ellas, al punto que por ejemplo, en San José Pinula, en San Pedro Ayampuc, en San Juan Sacatepéquez (Guatemala) los habitantes tuvieron que emigrar para refugiarse en regiones distantes, después que los maras llegaron al lugar. El 21 de noviembre del 2004, el locutor de la radio XEQK, Carlos Wong Nolasco, dio por radio la noticia de que pandillas de mareros se estaban acercando a la ciudad de Tapachula (Estado de Chiapas, México) para atacar las escuelas. Entonces, miles de padres, aterrorizados por los hechos, se presentaron a las escuelas para recuperar a sus hijos. Este hecho fue comparado a los que Orson Wells había hecho en EEUU el 30 de octubre de 1938, en las vísperas de la noche de brujas y que causó grandes problemas. Por este hecho, el locutor Carlos Wong Nolasco, está siendo juzgado por la justicia mexicana. Su poder puede ser tal que, en el año 2005, un grupo de maras Salvatrucha, atacó un penitenciario para matar, con hachas, cuchillos y armas de fuego, a 12 mareros enemigos de la M18. Un ejemplo del grado de violencia practicado por ciertos mareros, lo tenemos del prontuario de uno de ellos : A los 18 años ya había matado a 47 personas, entre mareros enemigos y propios, víctimas inocentes y policías. Ninguno de estos delitos los cometió por odio, sólo por gusto y siguiendo órdenes superiores. Bajo su mando, la clica pudo tener 4 coches legales y varios robados, dos casas de seguridad para ocultar la droga y 360 armas de guerra, entre ellas, ametralladoras AK47. En EEUU, se dio el caso, en 2005, que la testigo de un asesinato, protegida por el FBI y que había cambiado de identidad y de domicilio varias veces, a pesar de todas las precauciones, la M18 dio con ella y logró asesinarla. La violencia en México y Centro América17, en particular la de los maras, ha generado lo que muchos sociólogos llaman “industria de la violencia” o “mercado de 17 La ONU publica que la región del TNC (o NFTA, con sus siglas en español; tratado comercial entre EEUU, Canadá y México) sigue siendo la más violenta del mundo, con tasas de homicidios 10 veces más alta que el promedio mundial : 86 asesinatos por cada 100 mil habitantes en Honduras, 72 en El 38 la violencia y la muerte”, para señalar que existen actores —como políticos populistas, así como también los policías, los militares, los traficantes de armas, de droga y los empresarios (no es raro que se confundan) — que instrumentalizan, económica como políticamente a los grupos pandilleros, para ganar en poder y enriquecerse. Algunos hechos notables han mostrado que se trata de una situación por lo menos ambigua, ya que muchas veces los intentos gubernamentales y las iniciativas de los propias pandillas por pacificar la sociedad se han visto bruscamente interrumpidas. Por ejemplo en El Salvador en los meses de mayo y junio del 2009, cuando sorpresivamente los representantes (llamados palabreros) de la M18 y de la M13, se reunieron por primera vez mandándole una carta al Presidente de la República (Mauricio Funes) para solicitarle una mesa de diálogo con el fin de llegar a un acuerdo de paz con el estado. En ella las clicas pedían soluciones sociales a sus problemas: como mejores oportunidades laborales para los jóvenes, la creación de espacios educativos, una disminución de la violencia contra ellos, detener los malos tratos de los que sean víctimas por parte de la poderosa Policía Nacional Civil (PNC, controlada por el ejército), la investigación de las ejecuciones extrajudiciales designando los responsables y el respeto de los derechos humanos en las cárceles. No pedían amnistía, sino el simple deseo de que la justicia se aplicase. Unos meses después, el 2 de septiembre era asesinado el cineasta fracoespañol Christián Póveda, que había sido corresponsal de guerra en el conflicto armado de los años 80 y realizador del documental La vida loca (2008). El asesinato fue atribuido a un marero de la M18, pero el autor intelectual fue un policía corrupto que nunca fue amonestado. Este hecho frenó los primeros contactos en las tentativas de diálogo entre mareros y estado. Entre el 18 y el 20 de febrero de 2010, ciertas clicas de la MS13 y de la M18, para forzar la negociación con el estado, llegaron a un acuerdo de no agresión: comprometiéndose a cesar de atacar los autobuses y a los habitantes de los barrios donde están asentadas las respectivas clicas. Lo más importante era que proponían incluir en la mesa de diálogo, como mediadores, a los familiares de las víctimas de violencia. Cuatro meses después (en junio) una clica de la M13 —en lucha con la M18 por el control del negocio de la extorsión de los autobuses— baleó dos Salvador y 39 en Guatemala. Se calcula que 1 de cada 50 jóvenes centroamericanos será asesinado antes que cumpla 32 años. 39 autobuses (2 niños muertos y 1 adulto) y un segundo autobús fue atacado, quemando vivos a 11 personas. Este horroroso crimen detendría todo acercamiento entre las maras y el estado salvadoreño. Meses más tarde, el 1 de septiembre del 2010, el gobierno salvadoreño promulgará la Ley de Proscripción de las Maras, Pandillas, Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal. Dicha ley criminaliza toda afiliación con las maras y condena llevar signos o emblemas propios a estas pandillas. Notemos: sin haber cometido ningún delito estas personas pueden ser detenidas y condenadas a 6 años de prisión y 10 si son palabreros. Las múltiples ONG e institutos de investigación que trabajan en El Salvador hicieron saber su desaprobación, aludiendo la ineficacia de las política represivas aplicadas por los gobiernos anteriores (de La mano Dura, de la Tolerancia Cero, etc.) que habían priorizado la represión por sobre la prevención. En apoyo a ello se añadieron las declaraciones de los palabreros de la M13 y M18 en apoyo a un Acuerdo Integral, pero manifestando su desaprobación a la ley, por la quema de autobuses. Contrariamente a lo buscado, la violencia aumentó en 2011 y 2012, con un promedio de 15 homicidios diarios. En marzo 2012 las clicas llegaron a otro acuerdo, reduciendo la criminalidad a 5 homicidios diarios, y logrando la intervención, como intermediario, del Secretario de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Sin embargo, a pesar de tanto sufrimiento y esfuerzos, los avances son lentos y, sobre todo muy difíciles, incluso imposibles si no se toman en cuenta las causas que generan la violencia18 : la pobreza19, la injusticia social, la falta de educación, la corrupción y la impunidad. En otros países de Centroamérica se han impulsado políticas represivas, medidas legales de excepción contra los mareros. Así, el 10 de octubre de 2003, se aprobó una ley antimaras que incluía el nombramiento de jueces especializados en las pandillas de maras. El 12 de noviembre del mismo año, se reformó la ley que distinguía el marero de un delincuente común; y permitía castigar a un marero por el 18 Las estadísticas sobre la violencia en algunos países de Centro América son alarmantes : la tasa de homicidios en El Salvador es de 41,2 por 100.000 habitantes, la de Guatemala es de 39,9 y la de Honduras es de 90,4 ; que es el país más violento del mundo. Por ejemplo Francia tiene una tasa de 1 homicidio por 100.000 habitantes. 19 Las estadísticas sobre la pobreza son elocuentes. Así, según las cifras dadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), El Salvador, Guatemala y Honduras, tienen una tasa de pobreza muy elevada : más de la mitad de los 30 millones de habitantes, viven bajo el umbral de la pobreza. Y un tercio de ellos, es decir más de 5 millones, viven en una situación de extrema pobreza. 40 solo hecho de pertenecer a una clica. Las sanciones tipificadas por ese delito fueron de 2 a 5 años de cárcel. El presidente de Honduras, Ricardo Maduro, propuso una ley que encarcelaba a 12 años a los jóvenes que, a juicio de la policía, era marero. Esta ley no fue aceptada. Sin embargo, la policía puede detener a cualquier joven tatuado, pertenezca o no a una clica, cualquiera sea su conducta, haya o no cometido un delito. El estigma se convierte en delito, siguiendo criterios subjetivos. Al mismo tiempo se penaliza a un joven portando un arma a fuego, una punzo-cortante, un garrote o una botella de gasolina. Ello se acompañó de redadas colectivas en los barrios populares y, en El Salvador, se detuvieron a 5.000 jóvenes en ellas. En 2003 habían detenido a 11.000. En Honduras sólo un 5% de los detenidos pudieron ser procesados. La jueza Aída Salazar declaraba: “9 de cada 10 jóvenes quieren dejar la violencia, pero:¿qué les ofrece el Estado? ¡Nada!” En 2004, la policía de California presentó una orden de restricción contra 600 mareros de la MS, de las zonas de Pico Unión y Hollywood, prohibiéndoles reunirse en la calle, viajar en el mismo vehículo y comunicarse por teléfono entre ellos mientras estén en la misma zona. En mayo de 2004, la policía migratoria norteamericana, alertó a la mexicana para prohibirles el paso hacia los EEUU, ya que habían identificado a miembros de las pandillas norteamericanas Mexican Mafia (MM, Mexikanemi, o la Emi), de la texana Hermandad de Pistoleros Latinos (HPL 16/14) y la del Sindicato Texano. El problema central que plantea el pandillerismo para los países que sufren de él, es sin duda la violencia, pero más allá, como expresión de un profundo malestar, las causas que la provocan : la injusticia social y económica y la falta de perspectivas para la juventud. El papel del Estado es fundamental en la solución del problema en el marco de un estado de derecho, en particular a través de las instituciones como la justicia. Como se ve claramente en el documental La vida loca, el vacío dejado por el estado, ha sido rápidamente ocupado por toda una gama de sectas y religiones que penetran, con el aval del estado, el sistema carceral para ofrecer “soluciones espirituales” al problema de la injusticia. Y no es raro que pastores, también extranjeros, en particular norteamericanos, participen activamente a esta labor de proselitismo. 41 El pandillerismo es un reto a la democracia y con ello a la justicia. Esta triste constatación agita la reflexión de sociólogos, políticos y juristas, desde hace ya varias décadas, sin que encuentre aún solución, mientras no cambien profundamente el marco económico y social de estos estados. En todo caso, no es sorprendente que las políticas represivas de Mano Dura, de Super Mano Dura, de Tolerancia Cero, etc., se hayan mostrado ineficaces, ya que no se atacan a las causas mismas del pandillerismo: la injusticia social y económica, la corrupción generalizada y la impunidad. Las políticas para combatir la delincuencia pandilleril privilegiando la violencia, ha mostrado ser un fracaso; más aún si se considera que ella ha generado gastos importantes. Por ejemplo, según las estadísticas del año 2003, sólo en El Salvador, el costo de la violencia ha sido de 1.717 mil millones de dólares, lo que equivale al 11,5% del PIB del país… nada menos que al doble de los presupuestos de salud y educación. Comentarios bibliográficos y cinematográficos Una de los análisis sociológicos más completos es Las maras. Entidades juveniles al límite (2013), en el que los autores proporcionan ejes de reflexión sociales, económicos y políticos sobre este problema, enfocados desde puntos de vista emic y mic. Un trabajo de investigación periodística Hoy te toca la muerte, de Marco Lara Klahr (Ed. Planeta, 2006) que ganó el premio Nacional de Periodismo de México en 2006, constituye una obra periodística mayor que trata de los maras. El autor investiga en California, Guatemala, Honduras, El Salvador y México. Así mismo, se pueden citar, entre las más conocidas, cuatro películas que han contribuido, de manera diferente a dar a conocer este problema social: Una documental-ficción americana Colors, de Dennis Hopper realizada en 1988 ; otra, más violenta, La cité de Dieu, de Fernando Meirelles y Katia Lund (2002) ; un documental del realizador hispano-francés, Cristián Póveda, La vida loca (2008) y una ficción a carácter comercial, de Fukunaga, Kary, Sin nombre (2009). A Cristián Póveda su iniciativa de reunir dinero con la explotación de su película para fundar una ONG y poder ayudar a los jóvenes a abandonar la pandillas, le costará la vida, ya que será asesinado días antes de la salida en cartelera de su película. 42 Un fotógrafo español, Miquel Dewever-Plana (que hizo un libro sobre el genocidio en Guatemala, La vérité sous la terre, le génocide silencieux (Ed. Parenthèses), hizo una exposición de fotografía en Perpignan y Barcelona —L'autre guerre—, que muestra, desde el interior, las pandillas de los maras en Guatemala. El autor, de una gran sensibilidad social y vocación estética, para fotografiarlos habrá vivido con ellos durante 2 años. Años más tarde, en 2012, haría el documental Alma, que muestra el testimonio de una joven ex-marera de 26 años. Estos autores y sus obras, han contribuido, cada uno a su manera y en grados diferentes, a sensibilizar, tal vez preparar la opinión pública a una reflexión en torno al problema del pandillerismo en América Latina, en particular sobre los maras y, más allá, sobre la condición de los pobres urbanos, en especial de los jóvenes en América Central. Referencias Dewever-Plana, Miquel L'autre guerre, (exposition photographique) Alma (documental, 2012) Fernando Meirelles y Katia Lund 2002 La cité de Dieu. Fukunaga, Kary 2009 Sin nombre Dennis Hopper 1988 Colors, 1988. Lara Klahr, Marco 2006 Hoy te toca la muerte, Ed. Planeta Maqueira, SJ, Manolo Dial, revue mensuelle en ligne 2007 “Les jeunes et les maras : un cri de citoyenneté ?”, en Artículo de, Archives, jeudi 1er février 2007 Amérique Centrale 43 Nateras Domínguez, Alfredo 2006 “Violencia simbólica y significación de los cuerpos : tatuajes en jóvenes”, en Revista temas sociológicos, n° 11, 2006, pg. : 71-101 Póveda, Cristián La vida loca (2008, Ciné Classique, 90’). Savenije, Wim 2010 “Les maras ou la transnationalisation des pandillas en Amérique centrale”, ESKA I, Problèmes d’Amérique latine, 2010/1-n° 75, p. 111-135. Valenzuela A., J. Manuel, Alfredo Nateras D. y Rossana Reguillo C. 2013 La maras. Entidades juveniles al límite, El Colegio de la Frontera Norte, 2da. Edición, México. *** 44 Unidad 3 TEXTO OPTATIVO Sobre la violencia de estado en ciertos países de América Latina durante las décadadas de los 70-‐90 Será después de la segunda guerra mundial, en particular después de la revolución cubana, que los EEUU darán — bajo la presidencia de Kenedy y en el contexto de la llamada Guerra Fría—, un cambio muy importante en la política estratégica hacia América Latina. En el contexto de la guerra fría, si bien EEUU podía frenar a la Unión Soviética en el desarrollo de la bomba atómica, se mostró totalmente incapaz de impedir que Cuba hiciese una revolución, y eso a sólo a pocos kilómetros de la primera potencia del mundo. El punto más álgido será la llamada Crisis de los Misiles (octubre 1962) en la que el mundo estuvo a punto de una conflagración atómica después que Cuba decidiera instalar en su terriotorio misiles de largo alcance proporcionados por los soviéticos. Es en el contexto de la guerra fría que se crea la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), para impedir, según los conceptores, la extensión del comunismo en América Latina, pero también, como se aplicará sistemáticamente, en Vietnam. La aplicación de la DSN borra la distinción hecha entre civiles y militares, que es el criterio discriminante, para extenderla a la sociedad entera. Elaborada en los años 20 a partir de las experiencias de la Primera Guerra Mundial y de los conflictos regionales, esta noción se extiende después de la Segunda Guerra Mundial, a las oposiciones ideológicas. Así, las guerras no son conducidas solamente para defender un territorio, sino para imponer una cierta visión del mundo. La expresión más cruenta de ella será la aplicación por el ejército de EEUU, de la Operación Phénix, que hará, en Vietnam, entre 20.000 y 60.000 muertos en la población civil. 45 Es en este contexto internacional y siguiendo objetivos estratégicos propios, en particular referentes a América Latina, que los EEUU crean la Escuela de las Américas (School of Americas, SOA). Esta escuela fue creada en el zona del Canal de Panamá en 1946, que es la sede del Comando Sur del ejército americano20. La ubicación de tal escuela en Panamá, permitía, a la vez, mantener el control sobre el canal, así como también asegurar su protección. Rápidamente sería tranformada en la base supervisora de la ayuda militar (Military Assitance Programs, MAP) cuya influencia se haría sentir hasta la Tierra del Fuego. Para reenforzar las relaciones, tanto técnicas como personales, se organizaron reuniones anuales con los comandantes de cada país. La Escuela de las Américas se mudará, con otro nombre (Instituto de Cooperación para la Seguridad del Emisferio Occidental) en 1984, de Panamá al centro de Fort Benning (en Columbus, Estado de Georgia). Desde que existe esta escuela de combate (SOA), ha entrenado más de 60.000 soldados latinoamericanos en operaciones de comando, guerra antisubversiva y guerra psicológica. Después de pasar por la SOA, los soldados regresaban a sus países preparados, no sólo para ejercer funciones puramente militares, sino para defender un sistema económico y político, y, además, como asegura un folleto de la SOA, esta escuela “orienta la formación del personal latinoamericano en tareas de alto nivel en el ámbito de la seguridad interior así como también en la ayuda al desarrollo”. Es así que los soldados latinomericanos seguían cursos de dirección industrial, de gestión financiera, de comercio, de agricultura, de energía, de comunicación, etc. Quién resumirá este nueva estrategia asignada al ejército, será, en 1968, Nelson Rockefeler, futuro Presidente de los EEUU, cuando asegurará que “el ejército es la fuerza esencial de un cambio social constructivo”. A la militarización progresiva de las sociedades de América Latina después de la 2da. Guerra mundial, se le añade sistemáticamente una acción política de inmiscuirse en los asuntos civiles de la sociedad. Es así que los ejércitos han constituido brigadas de alfabetización, de salud y brindado ayudas diversas (obsequio de alimentos, construcción de caminos, de escuelas y de clínicas) ayuda 20 En 1985 se mudará al fuerte Benning y será cerrada en el año 2000 debido al desprestigio internacional que tenía. 46 en servicios (peluquería, zapatería, agricultura, etc.) a la población para atraer sus simpatías y ganar popularidad. En muchos casos, hasta el propio ejército de EEUU ha tomado la iniciativa. Así, en 1985, en Costa Rica, los soldados americanos pintaron escuelas. En 1983, en Guatemala, los médicos del ejército americano intervinieron en la salud de los indígenas. En 1985, en Panamá, los soldados distribuyeron juguetes y víveres. A partir de 1962, en Honduras, por término indefinido, alrededor de la base militar aérea, Bravo Pamerola, provee regularmente servicios médicos, odontológicos, educativos, farmacéuticos y veterinarios a la población civil. En Honduras, en 1983, el jército de los EEUU, prestó servicio médico a 12.600 personas de la frontera con Nicaragüa. En 1984, en la Operación Granadero I, el ejército americano ejecutó maniobras con sus homólogos de Honduras y El Salvador, mientras grupos de médicos examinaban a 23.000 pacientes y los dentistas atendian a 4.500 personas. Además dieron 12.000 consultas veterinarias y vacunaron 35.000 cabezas de ganado. El año siguiente hicieron la Operación Jornada Universal en la que se dio tratamiento médico a las prostitutas cercanas a la base militar americana de Comayagua. Esta orientación “social” dada al ejército, que la aparta de su labor “tradicional”, la de la de defensa del territorio nacional contra un eventual enemigo externo (materializado por otro ejército), la dirige contra la lucha de un enemigo “interno”, su propia población, a la que, constitucionalemente, en una democracia, debería supeditarse y ser el encargado de protéger. Esta doctrina, llamada de Seguridad Nacional (DSN) se desarrolló en un ambiente de inquietud e incertitud mundial. Ella se basa en una supuesta noción de guerra permanente y total. Es decir, no había ninguna interrupción en el enfrentamiento, tampoco cuartel y se extendía por todo el mundo, cualquiera que fuese la importancia y la lejanía del país considerado. El origen de la DSN, se encuentra en la geopolítica que se basa en la idea de expansión del sistema político y económico, en las categorías positivistas de “espacio vital” y una explicación organicista de la sociedad. El espacio vital pensado como el expansionismo necesario para desarrollar una nación. El DSN le atribuye a la sociedad una similitud con un organismo vivo, donde cada uno de los integrantes, cumplen o deben cumplir una función determinada como parte de un todo. 47 En esta representación del mundo bipolar, constituido por dos fracciones irreconciliables, por un lado se encontraba la del occidente cristiano opuesta al oriente comunista y ateo. En este sentido, ya Franco en España (1936), copiado por Pinochet en Chile (1973) y Videla en Argentina (1976), hablaban de “la cruzada occidental contra el comunismo”. Percibida como incapaz de afrontar los problemas sociales agudos, la democracia tenía que delegar el poder civil al militar que asumiría una conducción política enérgica, violenta y, para mayor eficacia, centralizada… la dictadura se volvería así necesaria. Como la guerra era considerada total, es decir que incumbía a todos los actores de la sociedad, cada uno se transforma en un posible subversivo, en un sospechoso potencial. No existen los individuos neutros y se borra toda diferencia entre estado de guerra y paz. Así, toda acción —legal en democracia—, como huelgas, protestas, manifestaciones de descontento, son sistemáticamente criminalizadas y brutalmente reprimidas. Cualquier movimiento contestatario era visto como un peligro para el orden establecido y las bandas urbanas eran vigiladas estrechamente por el poder y reprimidas severamente; cuando no eran abiertamente instrumentalizadas por la policía misma para crear un rechazo hacia el extranjero, hacia el joven y, sobre todo, crear un ambiente de inseguridad propicios a los gobiernos autoritarios y a las situaciones extremas. La paz reinante en una democracia es percibida como una debilidad del sistema, una suerte de pausa en un enfrentamiento continuo y general. En tanto que las fuerzas armadas son vistas como un estamento generador de progreso y estabilidad. El aspecto religioso no fue tampoco olvidado, ya que el DSN se presentó como defensora de la civilización cristiana contra el ateísmo. Por est razón se le ofreció a las instituciones eclesiásticas más conservadoras, favores y privilegios, prestigio y apoyo. En algunos países, la propia DSN promovió la creación e introducción de sectas fundamentalistas sin compromiso con los grandes problemas estructurales de las sociedades, alejadas de un análisis y crítica social. Es así que la DSN promovió la llegada de otras confesiones religiosas a América Latina, facilitándoles la penetración en los sectores más pobres y vulnerables, para inhibir su capacidad de lucha y unión, y, en los países en que la iglesia se oponía a estas 48 políticas implementadas por el estado, para combatirla, se facilitaba la penetración de sectas fundamentalistas : es el caso de Brasil, Chile, Guatemala y México. Muchas de ellas controlarán rápidamente algunos medios de difusión, como radios y canales de televisión. Entre las sectas religiosas más activas tenemos, entre las más conocidas : la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Brigada Estudiantil y Profesional de Colombia, Testigos de Gehová, Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, Misión Panamericana de Colombia y Tradición, Familia y Propiedad. En la década de los 70-90, la aplicación de la DSN desembocó en el militarismo que tiene un gran desprecio por las instituciones democráticas. A menudo han hecho fuertes presiones, lográndolo, para incluir, en gobiernos civiles, ministerios y funcionarios de alto nivel que sean militares. Estos civiles constituyen la expresión política del militarismo armado. Además, a menudo, en los países de AL, los ministros de Defensa son militares, o bien civiles íntimamente relacionados con industriales del armamento. Lo que ha desembocado en muchos países, en que los militares vigilen las democracias con la amenaza constante de intervenir en política : a las que les han llamado “democracias vigiladas”. En este sentido, el caso más acabado lo constituye la Constitución chilena de 1986, hecha por el propio dictador Pinochet y vigente aún hoy, en la que las fuerzas armadas son las garantes del sistema político, y pueden en cualquier momento —constitucionalmente— intervenir cuando ellas lo estiman necesario. Es en este sentido que hay que analizar el documental I love Pinochet (de Marcela Said, 2002, 54’.). No hay que olvidar que el militarismo no sólo incumbe a los militares, sino que también a los civiles que piensan que la soluciones a los problemas de la vida social en general, se encuentran en la disciplina e ideología castrenses. En 1964, EEUU, estimando que sus intereses eran vulnerados por la orientación económica dada a Brasil (el país más importante de Sudamérica por sus riquezas naturales) por el presidente electo, el social demócrata João Goulart, éste será derrocado (días antes de que entrasen en vigor las leyes de la reforma agraria) por un golpe de estado financiado, organizado y militarmente ayudado por los EEUU. Los integrantes de la junta militar brasileña que tomarán el poder, habían combatido en la Segunda guerra mundial en la campaña de Italia junto a los 49 americanos, con quienes guardaban no sólo una amistad y admiración sino que también una gran afinidad ideológica. Será esta generación de generales americanos que habían ayudado a los militares brasileños a fundar, en 1949, la Escuela Superior de Guerra de Brasilia que es una imitación de su homóloga en Washhington. El general brasileño Sadock de Sá, en una entrevista dada a la revista Time, comentaba: “Dios nos marcó el camino a seguir. No permitiremos que las ratas comunistas continúen corroyendo el Brasil. Los crápulas ya han comenzado a apelar por la inmunidad parlamentaria. Entretanto, deben ser eliminados del Parlamento y sus mandatos cancelados. Por poco Brasil no sucumbió. Ahora no podemos perder la paz. ¡ Cadena con ellos !” Uno de los primeros actos del dictador —Castelo Branco, íntimo amigo del general americano Vernon Walters, futuro subdirector de la CIA— será de fundar, inspirado directamente del SOA en el Canal de Panamá, el Centro de Instrucción de la Selva, en Manaos. En pocos años, el gobierno creó, coordinadas por instituciones oficiales —como el SNI (Servicio Nacional de Informaciones), el Departamento de Suguridad Pública y las Comisarías de Orden Político y Social—, un gran número de aparatos clandestinos de persecución y tortura a los opositores, entre ellos : Escuadrón de la Muerte (Policía), CENIMAR (Marina), Policía Especial (Ejército), Comando de Caza a los Comunistas, etc. Miles de personas serían torturadas y asesinadas. La represión abarcará a sacerdotes y monjas católicas, y un gran número de intelectuales que luchaban por la defensa de los DDHH. El dictador, declarando una guerra interna inexistente, aplicará sistemáticamente la DSN, reprimiendo de manera brutal los sindicatos, la iglesia, los estudiantes, los campesinos, los trabajadores y todo movimiento democrático. Los militares se apoyarán en un grupo paramilitar llamado Operaçao Bandeirantes que hará más de 1.000 muertos entre 1965 y 1970. Años más tarde (1973), el ejército brasileño ayudará con aviones, armas y personal “experimentado”, que instruirá a los militares sedicioso chilenos con en general Pinochet a su cabeza. Con ciertas variaciones importantes, que no nos detendremos a precisar, las dictaduras latinoamericanas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, aplicaran metódicamente la DSN que podríamos resumir de la manera siguiente : Se supende el derecho de huelga, se disuelven los sindicatos y los partidos políticos. Se prohiben las ausencias laborales. Se subordinan las fuerzas de policía 50 a la autoridad militar y se crean nuevos delitos de alteración del orden público. Se distituyen todos los funcionarios de estado y de las universidades que son ocupadas militarmente. En fin, se impone la pena de muerte. En nombre de la seguridad del estado, todas las asociaciones que “amenazan el orden público” serán prohibidas, en tanto que se vota un código penal militar que autoriza a los militares y a la policía a detener, encarcelar fuera de todo control judicial a toda persona que considere sospechosa. Al mismo tiempo, el ejército desarrolla un modelo institucional considerado como una suerte de Estado de Seguridad Nacional cuyo poder, si es civil, se encuentra concentrado en las manos del ejecutivo que dépende directamente del estado mayor del ejército. En su defecto, serán los propios militares que ejercerán directamente el poder. En la DSN, las fuerzas armadas se abrrogan el derecho exclusivo de encarnar los conceptos de seguridad, de patria y de representación de la nación. No se hace ninguna distinción entre crítica, oposición política y subversón, como si todo constituyese un mismo fenómeno, ignorando cualquier índice de descontento de la población. Es así que el sector progresista de la iglesia católica como en Brasil, Colombia y El Salvador, se transformará en víctima de la represión, en particular aquel que se reclama de la Teología de la Liberación. La Teología de la Liberación nació en la 2da Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín (Colombia), fieles al Cocilio Vaticano II, en la que Pablo VI publica, el 26 de marzo de 1967, la encíclica Populorum Progressio. En la que, por la primera vez un papa denuncia las injusticias sociales tanto del sistéma capitalista como del marxismo, ambos percibidos como un atentado a la dignidad humana… “la propiedad privada no constituye en nada un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para que algunos se reserven el uso exclusivo de lo que relamente necesita, en tanto que a los otros les falta todo… que la autoridad política y sus decisiones debe tener, como única finalidad, el bien común”. En Argentina, uno de los más fieles aplicadores de la DSN será el general Edgardo Vilas que declarará… “el problema fundamental es la destrucción física de aquellos que utilizan las salas de clases para disimular las acciones subversivas. Todo profesor o alumno que esté enrrolado en la causa marxista será considerado como subversivo. Mi intención es de suplantar, si es necesario, utilizando medios 51 prohibidos, la autoridad”. “Entendí rápidamente, dirá en una entrevista, que no se podía combatir la subversión utilizando las leyes y decidí declararle la guerra a muerte a los abogados y jueces cómplices de la subversión”. Uno de los casos emblemáticos de la represión en Argentina lo constituyó la desaparición de las monjas fracesas —Alice Domon y Léonie Duquet y de las fundadoras del movimiento de Las madres de la Plaza de mayo (Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María Ponce de Bianco) junto a 7 otras activistas del grupo, traicionadas por el famoso torturador Alfredo Astiz21, oficial de la marina argentina que operaba en la tristemente célebre22 Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). Por la desaparición de Alice Domon y Léonie Duquet, Astiz, después de 2 años de proceso, será condenado (el 26 de octubre de 2011) por contumacia a cadena perpétua por un tribunal francés. En Chile, tanto Pinochet, como los pricipales miembros de la Junta Militar y los conspiradores que los rodeaban, había sido formados en EEUU. El general Contreras, formado en Fort Belvoir (Viginia, EEUU) y cuñado de Pinochet, creará en 1974, gracias a la ayuda de la CIA, la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), llamada después CNI (Central Nacional de Inteligencia). Instrumento de de una política de terror, la DINA torturará a varios cientos de miles de personas. Posteriormente, los dictadores de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay crearán un servicio unificado para reprimir, fuera de sus fronteras, a los oponentes políticos. Así, en la llamada Operación Condor, se asesinaran a 119 personas en Argentina, la DINA hará atentados en Washington (a 200m. de la Casa Blanca, matando a Orlando Letelier, ex ministro de Salvador Allende), en Roma y dos intentos fallidos en Madrid y París. Además, la Operación Condor hará desaparecer varios cientos de personas en cada uno de estos países. Como la tortura, nos precisa Raphaëlle Branche23 “la desaparición es eficaz, si una tercera persona existe en torno a la víctima, al exterior de la relación entre el verdugo y ella. Con la desaparición se restituye una lógica colectiva, cultural y política a la violencia. Ella prolonga al infinito el muro detrás del cual han sido detenidas la personas. Privando los 21 Apodado el “angel rubio de la muerte”. Después de haber sido sistemáticamente torturadas, de este lugar desaparecerían unas 5.000 personas. Gracias al trabajo de las asociaciones de familias de desaparecidos y a los grupos de defensa de los derechos humanos en Argentina, la ESMA ha sido tranformada en un museo de la memoria. 23 Branche, Raphaëlle, La torture et l’armée pendant la guerre d’Algerie : 1954-1962 ; 2001, Ed. Gallimard: 145. 22 52 muertos de un lugar de reposo, la desaparición priva a los vivos de hacer el duelo : ella vuelve definitivamente imposible todo acto religioso, todo consuelo, todo gesto uniendo, una última vez, los vivos a los muertos. La desaparición es, para los que se quedan, un sufrimiento asegurado de una angustia enextinguible”. Es lo que los conceptores de tal instrumento, los nazis, llamaron “noche y neblina” (nacht und nebel), para designar a las personas que no mataban, sino que, con el propósito de prolongar el sufrimiento a los familiares de la víctima, las hacían desaparecer… lo que inspira el título del libro de Paz Rojas: La interminable ausencia. Tanto en Argentina (con la Triple A), como en Chile (Patria y Libertad), las dictaduras se servirán de grupos paramilitares (constituidos por militantes de partidos extremistas, sicarios y prisioneros de derecho común), que colaborarán con los militares para eliminar a los opositores. Los casos más trágicos son, sin duda, Argentina, Guatemala y El Salvador24. Entre las tareas de los ejércitos locales está la constitución de brigadas de autodefensa o grupos paramilitares que producirán un daño incalculable en la población civil. Por ejemplo, en Guatemala, los grupos Mano Blanca, Ojo por Ojo, Escuadrón de la Muerte, Buitre Justiciero y Fraternidad Blanca, hicieron desaparecer a 40.000 personas entre 1970 y 1988. O, en El Salvador, el grupo Unión Guerrera Blanca de el mayor Alberto Roberto d’Abuison. En Chile, Patria y libertad, en Argentina, la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina : AAA). Resumiendo, tal vez la declaración pública más radical, pero no menos ilustrativa de la aplicación de la DSN, la hará, en 1977, el general argentino Ibérico Saint-Jean, asegurando que… “primero mataremos a todos los subversivos, después sus colaboradores y simpatisantes, después los indiferentes, y finalmente, a todos los indecisos”… como dice la comisión de derechos humanos refiriéndose a la Doctrina de Seguridad Nacional : “la muerte y la destrucción física del enemigo son indispensables”. En Argentina, la CONADEP (Comisión Nacional de los Desaparecidos25) declarará que “se implementó una política de terrorismo de estado. Los miles de 24 En El Salvador, un país con 5.000.000 de habitantes, la guerra civil dejaría 75.000 muertos, en tanto que en Guatemala, con una población de 15 millones de habitantes, el conflicto dejará un saldo de 250.000 personas muertas. 25 Junto a la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), organismo independiente creado especialmente para investigar los secuestros, el alojamiento de prisioneros en centros clandestinos de detención, torturas y asesinatos cometidos durante 8 años de dictadura (de marzo 1976 a diciembre 1983), lograran llevar a cabo el juicio (el 22 de abril de 1985 en la Sala de 53 muertos de la Junta Militar, son todos homicidios calificados, ya que ningúno procede de una decición de justicia ordinaria o militar. El régimen que considera indispensable modificar nuestra tradición jurídica, instituyendo en la legislación la pena de muerte, nunca la ha utilizado. En lugar de ello organiza el crimen colectivo, una verdadera exterminación masiva. Ello no fue un exceso de acción represiva, no fue un error ; sino la aplicación fría de una política”. El instrumento de la DSN ha sido la Escuela de las Américas (USARSA) basada en Panamá, en el canal de Panamá, que dépende directamente del ejércto americano, luego financiada por los contribuyentes americanos. Esta escuela aloja exclusivamente militares latinoamericanos. GRADUADOS DE EA De 1956 a 2003 PAIS NUMERO DE SOLDADOS Chile 5.347 Bolivia 3.878 Nicaragua 4.318 Colombia 9.886 En toda AL 61.000 En septiembre 1975 había alojado 33.147 militares, entre los cuales habrían que ocuparían cargos en sus respectivos gobiernos. Así, en 1973, más de 170 graduados de la Escuela de las Américas, eran jefes de gobierno, ministros, comandantes, generales, o directores de Departamentos de Inteligencia en sus países. Muchos de los que no ocuparon cargos en política, se vieron implicados en violaciones de los DDHH en sus países. Entre 1950 y 1969, recibieron instrucción 54.000 oficiales. Un 30% en la escuela técnica, en tanto que el 70% restante recibieron un adoctrinamiento político. Audiencias de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal) a tres generales, tres almirantes y tres brigadieres. En él, 833 testigo presentarán su testimonio. 54 Estos vínculos cristalizaron en una serie de acuerdos, pactos, tratados, convenios y actividades conjuntas bilaterales entre EEUU y cada país, como por ejemplo, el Pacto de ayuda Mútua, Operaciones Unitas, el Colegio Interamericano de Defensa y la Reunión de Comandantes en Jefe. Por ejemplo, la Operación Unitas, gracias a la participación activa del ejército de EEUU, en territorio chileno, sirvió para enmascarar el golpe de estado contra el gobierno constitucional de Salvador Allende en Chile en 1973. Un ejemplo de esta dependencia de los países de AL con EEUU y que iría creciendo, fue —en la perspectiva de la 2da. Guerra mundial— la Conferencia Interamericana de Panamá en 1939 en la que se planteó el concepto de Solidaridad Continental. Con él se encubrió también, la fijación de precios de materias primas muy bajas para ayudar el esfeurzo de guerra de EEUU, pero que penalizaron económicamente a los países de AL. El concepto de Solidaridad Continental se reafirmaría en 1945 en la Acta de Chapultepec y terminó de adquirir su carácter ideológico en 1947 con el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Con él, los ejércitos latinoamericanos quedaban ideológica, financiera y técnicamente dependiendo de los EEUU. A parte estos hechos, los EEUU se vieron directamente implicados en los accidentes aéreos que causaron la muerte de presidentes en ejercicio, como Omar Torrijos (Panamá) y Jaime Roldós Aguilera (Ecuador). También en el minado de los puertos nicaragüenses, argumentando que la llegada de los sandinistas en este país, constituía un peligro grave para la seguridad de los EEUU. La ilustración aunque limitada de esta política se aplicó en la capital de México en 1968, en lo que se conoce por la tristemente célebre “matanza de la plaza de las tres culturas”, que muy pocos periódicos denunciarán para no empañar el fasto de la inauguración de las Olimpíadas en ciudad de México pocos días después. Aún el día de hoy no se sabe el número de víctimas —entre muertos y desaparecidos—, que muchos periodistas, asociaciones de DDHH e intelectuales, evalúan a varios centenares. Peor, la justicia nunca ha designado ningún culpable, ni entre los autores intelectuales, como los políticos; ni tampoco entre los ejecutantes, como los paramilitares, los militares y la policía. 55 Intervención de EEUU en golpes de estado en AL en la segunda mitad siglo XX (pg. 20) Fecha PAÍS Presidente Marzo 1962 Argentina Arturo Frondizi Julio 1962 Perú Manuel Prado Marzo 1963 Guatemala Idígora Fuentes Julio 1963 Ecuador Julio Arosemena Monroy Septiembre 1963 Rep. Dominicana Juan Bosch Octubre 1963 Honduras R. Villeda Morales Abril 1964 Brasil Joao Goulard Noviembre 1964 Bolivia Victor Paz Estenssoro Junio 1966 Argentina Arturo Illía Septiembre 1973 Chile Salvador Allende Diciembre 1989 Panamá Antonio Noriega Bibliografía Actis, Munú ; Aldini, Cristina ; Gardella, Liliana ; Lewin, Miriam y Tokar, Elisa 2001 Ese infierno. Conversaciones de cinco mujeres sobrevivientes de la ESMA, Ed. Sudamericana. Amnesty International 1986 Chili : activités clandestines et illégales des forces de sécurite, EFAI. Burgos, Elizabeth 56 1998 Rigoberta Menchu. Y así nació la conciencia, Ed. Siglo XXI. Chomsky, Noam 1993 Año 501, la conquista continúa, Ed. Prodhuifi. CADHU Comisión Argentina de los Derechos Humanos. Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), Argentina. Camarasa, Jorge 2009 El verdugo : Astiz, un soldado del terrorismo de estado, Ed. Planeta. CONADEP (COMISION NACIONAL SOBRE LA DESAPARICION DE PERSONAS), Argentina, Nunca más. COMISION RETTIG, Chile. Robin, Marie-Monique 2003 Escadrons de la mort, l’école française, La decouverte. Rojas Baeza, Paz 2009 La interminable ausencia. Estudio médico, psicológico y político de la desaparición forzada de personas, Ed. LOM-Ciencias Humanas, Chile. Salazar, Manuel 2011 Las letras del horror : la DINA (t. 1) y Las letras del horror : la CNI (t. 2), Ed. LOM, Chile. Teología de la Liberación, (2da Conferencia Episcopal Latinoamericana de Medellín, Colombia). 57 Universidad del Valle, Guatemala s/f Cuando tiemblan las montañas : historia de la guerra en Guatemala, documental (1h.23’). Verbitsky, Horacio 1995 El vuelo, Ed. Planeta, Buenos Aires. VICARIA DE LA SOLIDARIDAD, Chile. *** 58 UNIDAD 4 TEXTO OPTATIVO SOBRE CIERTAS INSTITUCIONES COLONIALES EN AMÉRICA ESPAÑOLA EL ESTATUS JURÍDICO DEL EXTRANJERO EN LAS COLONIAS Por decreto, sólo los súbditos de la Corona de Castilla estaban autorizados a ir a las Indias y comercializar con estos territorios. Pero, como este criterio no pudo prevalecer, la Recopilación de 1680 autorizó a los otros españoles de la Península a hacerlo. Los otros tenían que obtener la Carta Real de Naturalización. La Carta Real de Naturalización se podía conseguir con haber vivido 10 años en una colonia o bien estar casado con una castellana. Después, ante los abusos, se exigió 20 años de residencia y la posesión de bienes raíces y se exigió que fuese el Consejo de Indias, y no, como antes, la Casa de Contratación de Sevilla, que determinase las naturalizaciones. Sin embargo, para poder poblar las colonias de gente especializada en un oficio, la Corona permitió la entrada de gente con oficios mecánicos, después de pasar un examen de capacidad y fianza de que en la colonia ejercería el mismo oficio con la promesa de explotar algún aparato de su invención que facilitase la explotación de minerales, extrancción de perlas, innovación en la agricultura, etc. LAS CLASES SOCIALES EN LOS TERRITORIOS INDIANOS La encomienda constituyó una fuente excepcional de riqueza en las colonias españolas, al punto que las burguesías locales, en algunos casos, superaron por su dinamismo y riquezas, a la de la metrópoli. En las colonias se entregaron títulos nobiliarios y se otorgaron un gran número de privilegios a los conquistadores. Sin embargo, la nobleza peninsular copó los cargos de la alta burocracia. Aunque legalmente tanto los criollos como los mestizos eran iguales a los españoles, en la práctica fueron sistemáticamente apartados de todos los puestos de importancia. En tanto que a los negros e indígenas se los mantuvo en una posición servil. EL ESTATUS DE LOS INDIOS 26 Para tener una buena idea del dabate jurídico que agitaba las instancias de la corona sobre el estatus jurídico de los indios, se recomienda leer, de Ana Manero Salvador : « La controversia de Valladolid: España y el análisis de la legitimidad de la conquista de América », en Revista Electrónica Iberoamericana (Vol. 3, nº 2. 2009, 85): http://www.urjc.es/ceib/ 26 59 Por Cédula Real del 20 de junio de 1500, se condenó la esclavitud aplicada por Colón en las islas. Se declaró que los indios debían ser considerados vasallos libres de la Corona de Castilla. Sin embargo, los indios que podían ser tenidos como esclavos, eran los hechos cautivos en justa guerra. Es el 2 de agosto que 1530 que se decreta que incluso así, no pueden ser esclavizados. Pero en 1534 se restableció el decreto esclavista anterior. Esto fue afirmado en las Leyes Nuevas de 1542, y en la Recopilación de 1680, se estableció que sólo podían ser esclavizados los araucanos, los caribes y los mindanaos rebeldes. Así se exportaban indios pánucos en la que se intercambiaba 100 indios por caballo y después el precio subió hasta alcanzar 15 por un caballo. REPARTIMIENTO DE INDIOS Y ENCOMIENDAS Jurídicamente, los indios fueron considerados como los rústicos o menores del viejo derecho castellano. Es decir personas que necesitaban una tutela o protección legal. Esto repercutió económicamente en las instituciones que regulaban el derecho del trabajo a través del repartimiento y la encomienda, en las que los indígenas perdían toda libertad y quedaban sometidos a una sobreexplotación. Así, se repartieron indígenas para la guarda de ganado, el cultivo de la tierra, para el trabajo en las minas, y, en general, para toda clase de obras públicas. LA ENCOMIENDA COMO INSTITUCIÓN CASTELLANA Etimología : (latin : mandare, confiar. En francés corresponde a « commande »). Encomienda ou « commanderie », « commanderie » de las órdenes militares. Beneficios y prebendas de las órdenes militares que eran dadas a los monges caballeros. En América designaba una comunidad india sometida a un conquistador o a sus descendientes. En las colonias la encomienda sujeta un grupo de familias con su cacique a la autoridad de un español encomendero. Este quedaba encargado de la instrucción religiosa con la ayuda de un cura doctrinario. El encomendero adquiría el derecho de beneficiarse con los servicios personales de los indios para las distintas necesidades del trabajo y el pago de prestaciones económicas. El encomendero quedaba al servicio del Rey cuando éste lo requiriese. La encomienda era concedida de por vida. A la muerte del encomendero la encomienda pasaba a manos de la Corona, y los indios encomendados quedaban como súbditos de ella. A pesar de esta ley, 60 en la práctica, a la muerte del encomendero los indios encomendados seguían sirviendo a la viuda. Una Real Provisión de 1536, la limitó a dos vidas : al mayor de los hijos varones, en su defecto a la hija y, en último término, a la mujer. El jurista renacentista Juan Ginés de Sepúlveda y el dominico Fray Bartolomé de las Casas, sostuvieron una controversia, en la que se discutió también de esta institución. En 1542 se decretó la abolición de las encomiendas. Pero su aplicación provocó protestas generales al punto que en Perú hubo una rebelión sangrienta que culminó con la muerte del Virrey Blasco Núñez Vera. Frente a esto, parte de la ley fue derogada y se permitió a los encomenderos el pago de un tributo. Una ley del 8 de abril de 1629, permitió una vida más en el disfrute de la encomienda. En 1701 se habían abolido para todas las personas no residentes en las Indias. En 1704 se le agregó una cuarta vida. La abolición general de la encomienda se produjo el 29 de noviembre de 1718, completándose con las normas del 12 de julio de 1720 y las del 11 de agosto de 1721. Aunque en algunas comarcas persistiría por más tiempo. La abolición total de la encomienda se decretó en 1718. REDUCCIONES Y CORREGIMIENTO Los indios que no estaban repartidos en una encomienda, se procuró que quedasen alejados de los españoles. Para ello se crearon núcleos de población con una cierta autonomía administrativa, bajo la autoridad de de sus propios Alcaldes y Aguaciles. Se los conoce como Pueblos de Indios y después se les llamó Corregimientos. Cada indígena quedó administrativamente sometido a un Corregimiento cuya autoridad española era un Corregidor. El Corregidor era como el encomendero, tenía sobre sus indios una misión tutelar. Cada pueblo o reducción de indios contaba con su propio terreno, en general una legua a la redonda o en cuadro, llamado Resguardo. Estos Resguardos eran de propiedad comunal que se distribuían en tres partes : una de parcelas, atribuidas anualmente a las familias. Otra destinada a los pastos para los ganados de la comunidad. Y la tercera para todos los vecinos que se trabajaba colectivamente. Trabajo gratuito y por rotación obligatoria, los beneficios de su explotación iban a la Caja de Comunidad. Las Cajas de Comunidad podían nutrirse del fruto de los cultivos, de las fábricas y del pago por la explotación de tierras comunales. Las Cajas de Comunidad servían para mantener el Hospital, auxilio de viudas, huérfanos, enfermos, inválidos. Sostenimiento de seminarios e hijos de caciques. 61 EL TRUBUTO Y LA MITA EL TRUBUTO El tributo se aplicó en las Indias inmediatamente después de su conquista. Este se recaudó en beneficio del Rey tanto en los pueblos indios incorporados a la Corona como, en beneficio de los encomenderos,en los pueblos repartidos en encomienda. A él estaban sujetos los indios entre 18 y 50 años. Los caciques, sus hijos mayores y los indios Alcaldes, mientras ocupaban el cargo, quedaban exentos. Ciertos pueblos, por la ayuda prestada en la conquista quedaron exentos, como los de Tlaxcala (México). Teoricamente, en general, los indios que se sometían pacificamente, quedaban exentos de tributos por 10 años. Las mujeres también, aun cuando ello dependía de cada región. A los tributos de la encomienda le llamaban Tasación y eran los visitadores que la cobraban. En teoría, la tasación no podía ser superior a lo que los pueblos le habían pagado a sus autoridades prehispánicas. Los indios no podían pagar por los enfermos ni, tampoco por los ausentes. LA MITA Se trataba de un tributo prehispánico que variaba según el tipo de trabajo : minero, agrícola, pastoril, servicio, etc. Durante la colonia, la mita se realizaba con trabajo obligatorio, por un tiempo determinado, que se sorteaba entre los habitantes de un pueblo, a cambio de un salario. La duración de una mita en trabajo doméstico duraba 15 días, la mita pastoril 3 meses, la mita minera 10 días al año. La gente con oficio no podían ocupar una mita. Los indios encomendados también entraban en las mitas. En el salario se tomaba en cuenta el tiempo de viaje de ida y vuelta, que no podía exeder 10 leguas. Muchos servicios personales, particularmente duros no fueron abolidos : como el de construcción de fuertes, remeros, etc. LOS INDIOS DE LAS MISIONES Se trataba de las reducciones o pueblo de indios en regiones no colonizadas a cargo de misioneros de una orden religiosa. Las misiones jesuitas fueron particularmente eficaces. En estas aglomeraciones, las familias eran sometidas a la disciplina y normas católicas. En general las misiones se ubicaban en zonas fronterizas. Cuando los jesuitas fueron expulsados de América en 1767, sus misiones fueron entregadas a funcionarios civiles secundados por religiosos de otras órdenes. LAS REGALIAS 62 Montes, ríos, tierras et., etc. eran de la Corona, pero si no habían sido otorgadas a un particular u institución, podían ser apropiadas por un particular a condición de pagarle a la Corona un quinto de las ganancias que generasen. Para tener en propiedad una tierra, por ejemplo en repartimiento, era necesario contar con la cédula real de graciosa merced y, además, poner en cultivo la tierra y residir en ella por un plazo, que fue cambiando con el tiempo, de 5 a 8 años. Los repartimientos de tierras se prolongó mientras se prologó la conquista y la implantación de población. Por la falta de dinero de la corona para sostener su imperio y las guerras, a partir de 1591, se empezaron a subastar las tierras baldías y las ocupadas sin título, a condición que el interesado las hubiese ocupado u cultivado por lo menos durante 10 años. En fin, el intervencionismo del Estado fue muy mal acogido en las Indias, produciendo casos de violencia entre los colonos. SOBRE LA ESCLAVITUD DE LOS INDIOS EN AMÉRICA CENTRAL Si las leyes reglamentaban la esclavitud, la práctica era muy diferente, ya que los conquistadores y colonos se avocaban al comercio de esclavos en plena impunidad. Algunos ejemplos : En 1535, ante los reclamos de los conquistadores para ser premiados por sus esfuerzos, una cédula real les permitirá reducir a la esclavitud a los indígenas de Honduras y con ello iniciar una tranhumancia entre las tierras altas y frías y las bajas y tropicales, creando no sólo un vacío demográfico importante, con las consecuencias de hambre ; sino el contagio con enfermedades que matará a una gran mayoría de habitantes. Las consecuencias no serán sólo demográficas, sino también económicas, sin contar con el drama humanitario y cultural que creará. López de Salcedo, conquistador endeudado, y traficante de esclavos, tomaba esclavos de encomiendas de otros conquistadores. Los hacía prisioneros, los marcaba al hierro y los embarcaba en los puertos. Que en una ocasión se lo vio con 500 esclavos. Los mayordomos trataban de convencer a los caciques de entregar a los jóvenes. En su ruta de Honduras a Nicaragua, los españoles avanzaban incendiando los pueblo y matando a los bebés. En Aguatega fueron hechos prisioneros 200 indios. Una tercera parte fueron quemados vivos en una choza. Otra tercera parte fueron entregados a los perros para que los devorasen vivos. Cuando la Corona estuvo al tanto de estos abusos recordó que una quinta parte del producto de la venta de esos esclavos debía ser entregada a la Corona. A menudo se entregaban los esclavos a los capitanes de los barcos a cambio de vino, aceite, armas, machetes, tejidos y otras mercaderías. 63 Bajo falsas acusaciones de rebelión, los conquistadores sometían a la esclavitud a los indios para después venderlos a barcos que se dirigían a Cuba para ser explotados en las propias tierras del conquistador. En Honduras, Cristóbal de la Cueva, bajo las órdenes del Gobernador Jorge de Alvarado, junto a 60 españoles y 500 indígenas, hacían expediciones, no para colonizar las tierras, sino sólo para hacer prisioneros y reducirlos a la esclavitud : hacía, lo que le llamaban « cuadrillas ». Pedro de Alvarado, venido de Guatemala, no para conquistar tierras y poblarlas, se distiguió por su crueldad y avaricia. Se hacía acompañar, para ayudarlo, de los indígenas achíes que eran antropófagos y particularmente crueles. La concentracion de esclavos se hacía en los puertos de Honduras y Nicaragua, ya que estaban cerca de las Antillas y abierto al tráfico marítimo con Perú recientemente descubierto y en vías de colonización. Hasta los años 1560, los conquistadores le dieron poca importancia a la propiedad de las tierras ya que se concentraron en hacer riquezas fáciles e inmediatas, como la extracción de perlas, y la explotación de oro, plata y el tráfico de esclavos. Después, por razones estrictamente económicas, su interés se volcaría hacia la encomienda y su producción, por ejemplo, de cacao y ganadería. El periodo importante para la encomienda se situará entonces después de 1560 cuando podrán multiplicar los tributos y su comercialización en cantidades suficientes para su exportación. Ello era variable según la región, por ejemplo en Chiapas (México), Huehuetenango y Quetzaltenango (Guatemala), por su incomunicación, la encomienda adquirirá importancia según esté o no relacionada con la hacienda y una población indígena numerosa a sus alrededores en donde abundase una mano de obra numerosa y barata. El caso de las mujeres indígenas de América Central bajo la conquista El papel de las mujeres de la nobleza indígenas no cambió sustancialmente durante la colonia a lo que era antes. Las muejers de la élite indígena tenían una vida de lujo, pero no las otras. No hay que olvidar que existían esclavas y muchas estaban sometidas a jornadas de trabajo intensas, muchas quedaban viudas y huérfanas debido a las guerras. Además que la mortalidad infantil era muy importante. El concubinato estaba generalizado, y la prostitución era también importante. Si los españoles violentaron la sociedad y las costumbres, fue más una cuestión de grado que de calidad. Salvo las mujeres de la nobleza, las otras no gozaban de gran consideración. 64 Cortés y Alvarado recibieron de regalo a mujeres indígenas, a veces las propias hijas de la nobleza nativa, y cada uno de ellos tuvieron varias concubinas. Las mujeres eran consideradas como objetos destinados a obtener, de los españoles, favores y privilegios. Las concubinas debían seguir al conquistador, cuidarlo a él y a sus hijos, y, además, compartir las vicisitudes de las batallas y viajes extenuantes, en condiciones bastante difíciles. Se sabe también que la mortalidad de las mujeres fue importante. Un informe hecho al rey en 1547 por el obispo Pedraza (Honduras), aconseja que se manden soldados casados con sus esposas, ya que los jóvenes tienen una vida licenciosa en las colonias. Muchos sufren de enfermedades venéreas y se vuelven vagabundos y delincuentes peligrosos. Las autoridades españolas tenían un gran número de concubinas, e incluso no era raro que los mismos sacerdotes tuviesen también. Un día, el padre Fray Tomás de la Torre, de la orden de los dominicos, saliendo de la misa dominical con los indígenas, sorprendieron al padre Francisco Pacheco, haciendo el amor —sobre su propio hábito—, en el huerto de la iglesia con una india. La gente enfurecida trató de arrestarlo, pero el cura huyó rápidamente a caballo. Una investigación posterior, demostró que muchos de los curas de esa parroquia, no sólo tenían concubinas, sino que acostumbraban a hacer orgías. El problema llegó a oídos de la Corona, en la metrópoli, que dictaron leyes restrictivas. Contra las mujeres « sospechosas ». Por ejemplo, a los sacerdotes Mercedarios se les prohibió tener mujeres en sus instalaciones, pero no a los Dominicos. Tiempo después se les permitió mujeres sólo si eran cocineras… a condición que fuesen viejas. El juez Mexía, miembro de la Audiencia, era un mujeriego famoso, al punto que había hecho construir un cuarto especial en su casa para « atender » a sus múltiples amantes que, escondía cuidadosamente salvo los días de fiesta, en que las exibía a todas. Las propias autoridades coloniales , violando la ley, instalaban, en los centros mineros, casas con mujeres. Los propios funcionarios eran los peores trangresores de la lay. Muchos, cuando tenían que pernoctar en un pueblo indio, pedían a las autoridades indígenas de reservarle una india para pasar la noche. Si en las guerras las mujeres son las primeras víctimas, en la colonia, esa situación se prolongó por muchas décadas. Entre las mujeres, las esclavas fueron quienes más sufrieron. Tanto los españoles como los propios indígenas podían hacer con ellas lo que querían. Se las trocaba libremente e, incluso, hasta las indias libres podían ser vendidas. Todas las autoridades participaban de 65 ello, se las daba para pagar una deuda o bien como apuesta. A menudo, si había un problema siempre se podía argumentar que eran « esclavas de guerra ». Castañeda, que era Alcalde Mayor en Nicaragua, por donde transitaban los esclavos distribuídos por Américan, en particular el reciente territorio del Perú, solía hacer muy buenos negocios con los esclavos, mujeres también. Se solía también alquilar indias a los marineros por un viaje de ida y vuelta al Perú. Los indios de encomienda eran, teoricamente, indios libres. En los pueblos indios, los propios calpixque (mayordomos) capturaban a las indias para alquilarlas o bien venderlas a los españoles. Las alquiladas eran llamadas alvahacas, las más atractivas eran llamads rosas ; en tanto que las más apetecidas eran llamadas clavelillas. En Nicaragua las mujeres eran torturadas como los hombres. Los casos de delitos contra las mujeres de la nobleza eran solucionados rápidamente, en tanto que las autoridades eran indiferentes al de las mancehuales (clase pobre). En todo caso, los archivos no registran los delitos cometidos por las clases pobres, lo que hace pensar que los abusos hechos a las mujeres, eran mucho más importantes. Los encomenderos tomaban muchas mujeres para prepararles de comer a los mineros. Otras eran tomadas como domésticas en las casas y todas eran, sistemáticamente separadas de su familia. Todo eso a pesar de la legislación que lo prohibía. Las mujeres españolas, cuando estaban embarrazadas, solína tomar 10 a 12 mujeres indígenas en los pueblos, para que se ocuparan de ella y amamantaran a su hijo, eran las nodrizas. Las mujeres eran buscadas por su leche. Cerrato, un sacerdote español particularmente defensor de los indios, comprobó que en las casas de los españoles habían 2 a 3 indias por cada tarea. Dada la gran facilidad de las indias por el trabajo con las telas, eran a menudo llevadas a las casas de los españoles para hacer los trajes de la familia. Además, se hacían traslados de pueblos enteros de un lugar a otro, lo que dividía a las familias. Las hacían caminar mucho cargadas con sus hijos de un lugar a otro y separadas de sus hombres. Los negros esclavos buscaban indias para procrear, ya que sus hijos, mestizos, llamados zambaigos, no pagaban impuestos. El mayor daño social hecho a las mujeres fue a través de sus hijos. Muchos eran matados por sus propias madres para evitarles el sufrimiento. En todo caso los niños indígenas abandonados y vagos, no presentaban ningún interés para los españoles. No hay que olvidar que las mujeres indígenas, para trabajar para los españoles, abandonaban el hogar durante meses. 66 En el siglo XVI, hubo una gran escacés de mujeres en las colonias, y la Corona estimulaba el matrimonio de colonos con mujeres indígenas, con el fin de frenar la violencia y estabilizar el desarrollo económico a través de la tenencia de la tierra. Como concubinas eran fácilmente aceptadas, pero no en matrimonio, para los hombres era la mujer española que tenía valor, la indígenas los disminuía socialmente, salvo en el caso de mujeres pertenecientes a la nobleza indígena, en cuyo caso se intentaba que su marido tuviese una encomienda. La idea es que se pudiese perpetuar la reproducción de una nobleza. Estas mujeres eran consideradas buenas católicas, con lo cual, gracias a su ejemplo y conocimientos, podían influenciar a los indígenas de los pueblos. En el siglo XVI, la cantidad de mestizos, debido a la poligamia y violaciones era enorme, al punto que el término pasó a ser algo peyorativo, en particular cuando el padre estaba ausente. Las hijas, cuando el padre español tenía dinero, gracias a sus dotes, eran apreciadas. Son los hijos e hijas de conquistadores quienes mejor eran considerados, gracias a la distribución de las encomiendas, de los corregimientos o las pensiones. Cuando la Corona creó el cargo de Alferes Mayor, éste, estipulaba la ley, podía ser heredado por el hijo, aun cuando fuese mestizo. En Guatemala, el gobernador creó una escuela para los hijos mestizos. Si una india contraía matrimonio con un español, sus hijos eran considerados indios, luego pagaban impuestos. Un decreto promulgado en 1534, pero de corta vigencia, prohibía la esclavitud de las mujeres y los niños menores de 14 años. Sin embargo, podían ser usados como naborías (campesinos sin tierra, obreros del campo). En la práctica continuaron a ser marcadas y sometidas. En Honduras, las muejeres liberadas, eran obligadas a trabajar sin ser pagadas y sufrían grandes humillaciones. Las leyes de Burgos de 1513, ordenaba que las indias casadas no podían trabajar en las minas. Las mujeres embarazadas, 1 mes antes del parto y 1 mes y medio después de él, no podían trabajar. Ninguna de estas leyes se aplicaron en la práctica. A las personas usadas como trabajadoras eran llamadas tameme. En Honduras, las mujeres eran obligadas a trabajar y no era raro verlas acarrear maíz a distancias de 20 a 30 kilómetros, cargando además a sus hijos. Cargando pesados cántaros de agua, por 7 u 8 kilómetros. El Presidente de la Audiencia Real se mostró muy preocupado por las consecuencias sociales del trato reservado a las mujeres indígenas, ya que había comprobado que la 67 ausencia de las mujeres por periodos largos, alejadas de sus maridos, ellas buscaban amantes y dejaban a los hijos botados. Las mujeres que menos sufrían eran las que trabajaban en las casas, por ejemplo de tortilleras y nodrizas. A menudo sus hijos eran abandonados y si no, éstos no escapaban al trabajo forzoso para el dueño de la casa. Uno de los trabajos más duros y nocivo para las mujeres era en la preparación de tinturas, como el índigo o añil. Sin embargo, el trabajo esclavo, forzoso y naborías, había existido en mesoamérica antes de la llegada de los españoles. En la época prehispánica existía una sociedad estratificada en la que una aristocracia nativa disfrutaba de un estatus alto, privilegiado a expensas de otra, los mansehuales y esclavos. Se puede suponer que en la época prehispánica, las exigencias eran moderadas y los niveles de tolerancia bien superiores a lo que los españoles implantaron. También sufrieron estas sociedades muchas menos dislocaciones sociales y familiares que durante la conquista y colonia ; pero como aun no se conoce bien la estructura social prehispánica, por ahora esas son suposiciones. Lo que se puede fácilmente comprobar es que a partir de los año 1550, es decir después de 2 generaciones, la condición de los indígenas había mejorado. Si en la priméras dos generaciones son los encomenderos los más crueles y abusivos para con los indígenas, después serán los funcionarios quienes abusarán de ellos : como burócratas, sacerdotes y políticos. BIBLIOGRAFÍA Capdequi, José María Ots 1941 El Estado Español en las Indias, Fondo de Cultura Económica. Carrasco, Raphaël, Derozier, Claudette et Molinié-Bertrand, Annie 1991 Histoire et civilisation de l’Espagne classique, 1492-1808. Ed. Nathan. MacleodA, Murdo J. 1980 Historia socio-económica de la América Central española, 1520-1720. Ed. Piedra Santa, Guatemala. Molinié-Bertrand, Annie 1993 Vocabulaire historique de l’Espagne classique. Ed. Nathan. Sherman, William L. 1987 El trabajo forzoso en América Central, siglo XVI, Seminario de Integración Guatemalteca. 68
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