COMENTARIO DE TEXTO VALLE INCLÁN, ESCENA VI, LUCES DE BOHEMIA 1- Tema y resumen Tema: Dos presos, Max Estrella y un anarquista barcelonés, establecen un diálogo sobre sus respectivas ideas políticas. Resumen: Max Estrella es encarcelado. Su compañero de celda, un anarquista catalán, defiende los mismos ideales que el poeta ciego. Y es sobre ellos, sobre sus principios, sobre lo que hablan, sobre todo el obrero catalán, defensor de una revolución que produzca un cambio radical en la sociedad. 2- Organización de las ideas Se trata, evidentemente, de un texto teatral, por lo que la estructura que adopta es la propia de dicha tipología. Externamente, observamos dos acotaciones de cierta extensión. Y una serie de intervenciones de los personajes, en este caso de tres: Max, El Preso y una Voz Fuera, entendiéndose que este último personaje no interviene directamente en la escena. En cuanto a la organización interna, podemos distinguir dos partes. Primera parte: Comprende la primera acotación y las tres primeras intervenciones. -Se presenta la escena (lugar y situación) y tiene lugar un breve diálogo entre Max y el carcelero, repleto de insultos. - Se insinúa la brutalidad policial Segunda parte: El resto del texto. - Conversación entre Max Estrella y el obrero barcelonés donde se tratan asuntos diversos. Al principio su diferente condición cultural parece separarles, pero al final coinciden en sus ideas. El Preso termina con un llamamiento casi cósmico a la destrucción de la riqueza, acto que para él para él adopta un aire que podríamos calificar de místico: “¡Barcelona sólo se salva pereciendo!” Podemos señalar, además, que las ideas parecen ir desarrollándose progresivamente con mayor radicalidad a medida que avanza el texto, concluyendo con el llamamiento a la revolución del obrero catalán al que antes nos referíamos. 3- Comentario crítico (Ya que se supone que se trata de un modelo para vosotros, voy a tratar de decir cosas que se os podrían ocurrir a vosotros. Por tanto, mis disculpas si en algún momento me paso un poco). El texto es un fragmento de Luces de Bohemia, 1920, la obra maestra del escritor gallego Ramón del Valle Inclán y con la que inicia su tendencia esperpéntica. La obra narra el viaje alucinante a través de la noche madrileña, a principios del siglo XX, del poeta ciego y desheredado de la fortuna Max Estrella. A su alrededor, aparecen multitud de personajes, unos trágicos, otros cómicos y los más, tragicómicos. Esta escena, concretamente, es la VI, en la que Max Estrella es encerrado en una celda a la que ha llegado tras un ridículo incidente que la policía califica de escándalo público. Dentro de la obra, esta escena tiene un papel muy especial, ya que la crítica a la vida nacional que impregna toda la obra, alcanza quizás uno de sus puntos máximos, especialmente con lo que ocurre justo después (y que no aparece en el texto que comentamos), cuando al preso barcelonés se le aplica la Ley de Fugas. Valle Inclán definió el esperpento como la “deformación sistemática de la realidad”. Evidentemente, en esta escena, como en todo el libro, flota cierto aire caricaturesco, aunque matizado por el posterior desarrollo trágico. De hecho, el propio obrero barcelonés se refiere a la forma de hablar, para el Preso tan extraña, del poeta ciego: “Su hablar es como de otros tiempos”. Conocemos a Max Estrella porque lo hemos visto en las escenas anteriores. A quien no conocemos es al Preso, al obrero catalán. Sin embargo, nos podemos imaginar muchas cosas. Su autoproclamada condición de paria parece que nos remite a las capas más bajas de la sociedad. A un hombre que seguramente ha sufrido muchas humillaciones, hasta el punto de obligarle a adoptar una ideología tan radical. Max, que proviene de un ambiente cultural muy diferente, ha sufrido igualmente numerosas humillaciones, las que, al final, establecen un lazo espiritual entre los dos hombres, unidos por los golpes que les ha propinado la vida. Más arriba decíamos que la intervención final del Preso, con su aire apocalíptico, tenía algo de mística; y realmente existe una especie de fundamento espiritual en este canto a la destrucción material. Algo religioso. El propio Max Estrella parece confirmar nuestras palabras cuando afirma: “Pertenecemos a la misma Iglesia”. Valle Inclán parece decirnos que el sufrimiento une a los hombres. Por supuesto, la parte principal de la crítica, tanto en este fragmento como en el resto de la obra, se la lleva la sociedad española, a la que Valle no deja un hueso sano. Las soluciones que se proponen para solucionar los males del país son tajantes, desde instaurar una guillotina eléctrica en la Puerta del Sol hasta la completa destrucción de la riqueza. Cabe preguntarse, qué parte de la crítica de Valle Inclán se puede aplicar a nuestra sociedad actual (Aquí podéis relacionar la crítica social de Valle con nuestros días; temas, como sabéis, hay de sobra; lo dejo a vuestra imaginación). Valle Inclán hablaba de nepotismo, de corrupción, del descrédito de las instituciones, de la desidia nacional, de la farsa de las elecciones… ¿Hemos superado estos defectos o seguimos como entonces? Lo bueno que tienen los escritores que critican con dureza a la sociedad de su tiempo es que su mensaje nunca pasa de moda por completo. Por mucho que avancemos, progresemos o mejoremos, es seguro que cometeremos muchos de los errores que ellos cometían, y aunque arreglemos algunos, nos inventaremos otros nuevos, de forma que siempre parecerá que Valle Inclán nos habla directamente a nosotros. Lo cual, al fin y al cabo, representa la marcha de la humanidad y de la civilización. Dos pasos hacia delante y uno hacia atrás, dos adelante, uno hacia atrás… de un hombre. Blusa, tapabocas y alpargatas. Pasea hablando solo. Repentinamente se abre la puerta. MAX ESTRELLA, empujado y trompicando, rueda al fondo del calabozo. Se cierra de golpe la puerta. MAX: ¡Canallasl. ¡Asalariados! ¡Cobardes! VOZ FUERA: MAX: ¡Esbirro! Sale de la tiniebla el bulto del hombre morador del calabozo. Bajo la luz se le ve esposado, con la cara llena de sangre. EL PRESO: ¡Buenas noches! MAX: ¿No estoy solo? EL PRESO: MAX: EL PRESO: Un paria. MAX: EL PRESO: De todas partes. MAX: EL PRESO: Tiene usted luces que no todos tienen. Barcelona alimenta una h MAX: ¿Eres anarquista? EL PRESO: Soy lo que me han hecho las Leyes. MAX: Pertenecemos a la misma Iglesia. EL PRESO: Usted lleva chalina. MAX: EL PRESO: Usted no es proletario. MAX: EL PRESO: Parece usted hombre de luces. Su hablar es como de otros tiempos. MAX: Yo soy un poeta ciego. EL PRESO: MAX: EL PRESO: riqueza lo se consigue destruyendo la riqueza. Barcelona industrial tiene que hundirse existen l
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