File

ENSAYO
HISPANOAMERICA
Mexico
Jorge Ramos
Puerto Rico, ila isla indecisa?
Hay pdjaros qJl~se quedan en fa jaula
dunqu« tengan fa reja abierta.
(Esto se 10 escuche a una periodista puertorriquefia -que estoy seguro prefiere que no la identifiquecuando le ped! que me ayudara a entender el estatus
politico de la isla.)
San Juan. Puerto Rico es un enigma para muchos latinoamericanos. Es practicamente imposible imaginarse un pals de America Latina que quisiera ceder su soberania para convertirse en un estado
mas de Estados Unidos. Miles de latinoamericanos han muerto en
guerras independentistas. Sin embargo, existen muchfsimos puertorriquefios que estarfan dispuestos a incorporar Puerto Rico.voluntariamente, a Estados Unidos.
Ast
Bueno -y es preciso decirlo-, aquf hay mas de un siglo de
historia conjunta desde que Estados Unidos vencio a los colonizadores espafioles en 1898 yes inevitable reconocer las ventajas de estar
asodado con la unica superpotencia militar y econornica del mundo. Perolas cosas no son tan sencillas.
A pesar de que los habitantes de esta isla tienen pasaporte esta. dounidense, en ninguno de mis viajes he podido encontrar a un solo
puertorriquefio que ala pregunta: ~de donde eres?, me respondiera:
de Estados Unidos.
Es decir, antes que nada, los habitantes de esta isla se perciben a
sf mismos como puertorriquefios. No como estadounidenses.
Aunque en la practica los puertorriquefios saben que su asociacion polftico-econornica con Estados Unidos les favorece -no pagan impuestos federales y tienen acceso a un gigantesco sistema de
protecci6n social, entre otras cosas-, su identidad estd intrfnsecamente ligada, como cualquier otro pueblo, a su historia, idioma,
cultura y tierra.
Eso los hace unicos,
Por 10 anterior, para muchos puertorriquefios el tener que decidir por una opcion permanente -desde la estadidad hasta la independencia-e- implicarfa perder algo. Quiza oportunidades
econornicas, quiza su cultura y lenguaje. Y por eso, ante las alternativas, han preferido quedarse como estan.
~Es Puerto Rico una isla indecisa?
Bueno, fa respuesta no es tan clara. El blanco y negro no se hicieron para Puerto Rico.
Si Puerto Rico se convirtiera en el estado 51 de la Union Americana, 105 puertorriquefios podrfan sentirse presionados a desechar su
bagaje cultural y el espafiol (como ya esta ocurriendo en algunas
poblaciones de Georgia).
Y si se independizara -aunque ni siquiera el 5% de la poblacion islefia favorece esta opcion- perderfan 105 incentivos economicos y la red social que los protege.
En cambio, si se quedan como estan, can un estado libre asociado, extenderfan esa especie de limbo legal que tan bien les ha funcionado par varias decadas,
Para muchos, Puerto Ricoactualmente vive 10 mejor de dos
mundos.
Puerto Rico es uno de los lugares mas politizados que conozco.
Los niveles de participacion electoral estan entre los mas altos del
mundo y nunca me ha costado trabajo en Guaynabo, ~o Piedras 0
Fajardo iniciar una acalorada conversacion -entre tostones, tamales
y cueritos de puerco- sabre el futuro politico de la isla.
A pesarde analisis que sugieren 10 contrario, es muy probable
que el Ultimo plebiscite ~en diciembre del 98- haya reflejado co-
rrectamente el verdadero sentir de la mayoria de los puertorriquefios. Fue como decir: as! estamos bien. 50.2% veto por ninguna de
las varias opciones polfticas que tenfan en la boleta, inc1uyendo la
estadidad.
Es cierto, todo el proceso del referendum
estuvo ensuciado par
intereses partidistas Y plagado de zancadillas. Pero mas de la mitad
de los casi cuatro millones de votantes escogio la unica alternativa
que no obligaba a cambiar nada.
De nuevo, Puerto Rico escogio la flexibilidad cornoopcion
po-
lftica porque es 10 que mas le conviene,
Por ahora.
\
EI peri6dico The New York Times escribiopoco despues del referendum un editorial (titulado "Confusion sobre el voto de Puerto·
Rico") en el que conclufa que el voto de 10s puertorriquefios en el
pasado plebiscito no los "acercaba a definir su futuro". Y en eso el
diario tiene razon,
La verdad es que -con
la excepcion de algunos pollticosyo
no he sentido en esta visita (ni en las anteriores) que a los puertorriqueries les urja decidir de manera perrnanente su futuro politico.
Han realizado varios plebiscites y ninguno ha tenido consecuencias
de peso.
Ironicamente, la division de los puertorriquefiossobre
este tema
ha tenido un fuerte aliado en el Senado de Estados U nidos, El Senado bloque6 un plan de transicion de 10 afios que hubiera culminado
con la estadidad 0 independencia de Puerto Rico.
As!, con la mayorfa de los puertorriquefios que prefieren no tornar una decision irreversible y con el Senado norteamericano que no
los deja, el panorama a mediano paso es claro: estado libre asociado.
Un poquito de aqui y un poquito de alla.
Quiza a 10s latinoamericanos
nos cueste entender que en estos
mementos Estados Unidos y Puerto Rico son de un pajaro 1as dos
alas (perdon, Cuba) y que el concepto de soberanfa de muchos puertorriquefios no es tan exc1uyente como el del resto del continente.
Creo que para la mayoria de 105 habitantes de America Latina la
unica opcion legfrirna, si estuvieran en los zapatos de Puerto Rico,
serfa la independencia.
Pero esos zapatos no son nuestros.
Me parece que 10s puertorriquefios ya ejercieron su derecho ala
autodeterminacion y dijeron: dejennos como estamos,
Por ahora.
Posdata de espalda al sol. Ademas de la polftica, hay ciertas cosas
que los puertorriquerios hacen de manera diferente. Y dejenme.conrarles una anecdota, inocua, pero' que refuerza este punto de vista. Durante
mi primera visita a Puerto Rico, hace muchos afios, fui a una de las
playas del sector de Isla Verde. Y ahf me encontre a cientos Y cientos de
jovenes, sentados, dandole la espalda al mar. Era como si algo, muy
poderoso, jalara su atencion allado opuesto del oceano.
Sorprendido, trate de identificar que era 10 que estaban viendo,
pero no encontre abso1utamente nada que justificara -para
m!esa extrafia posicion. Solo unos edificios de apartamentos. A 10s pocos minutes, sin embargo, me di cuenta que 10s bafiistas estaban
siguiendo al sol para to star sus pieles y que poco les importaba donde estuviera el mar. Obviamente rni cultura islefia es muy limitada,
pero esa es la unica playa del mundo donde he vista que, de manera
colectiva, se le de la espalda al mar para seguir al sol.
En Puerto Rico, rambien, he encontrado algunos de los restaurantes mas frfos del mundo. No se por que les gusta tener a los clientes a punto de congelaci6n y con la mand!bula paralizada, Generar
electricidad en el Caribe es tan diflcil y caro que, quiza, un buen
sistema de aire acondicionado es sinonimo de prestigio y buena comida. No se. Pero son frifsimos.
Basta decir que, igual en las playas y restaurantes, como en la
polftica, los puertorriquefios tienen una forma muy particular de ver
y enfrentar sus dilemas.