FORTI: DEFENSOR DE LA CULTURA

DOMINGO | 15 de marzo de 2015 | año 6 | N° 276
CONVERSANDO CON ADOLFO CÁCERES ROMERO
Cambio
LA LITERATURA FANTÁSTICA BOLIVIANA TAMBIÉN TIENE SUS
PROPIOS ESTANDARTES, UNO DE LOS MÁS RENOMBRADOS
DE ESTE ÁMBITO ES EL ORUREÑO ADOLFO CÁCERES,
QUIEN OFRECE SU VISIÓN SOBRE ESTE GÉNERO LITERARIO
Y PRESENTA ALGUNOS DE SUS TRABAJOS INSCRITOS
DENTRO DE ESTA IMPORTANTE CORRIENTE, CON MIRAS AL
ENCUENTRO QUE SE REALIZARÁ EN SANTA CRUZ. 4 Y 5
FORTI: DEFENSOR DE LA CULTURA
LIBER FORTI RECORRIÓ CENTROS MINEROS CON OBRAS DE TEATRO NO SÓLO DIFUNDIENDO LA CULTURA
A TRAVÉS DE ÉSTE, SINO COMO PARTE DE UNA LABOR SINDICAL. A POCOS DÍAS DE RECORDAR LA FECHA
2Y3
DE SU MUERTE, DOS PERSONAJES QUE TRABAJARON CON ÉL LO RECUERDAN Y HOMENAJEAN.
2
Domingo 15
de marzo
de 2015
Líber Forti en plena libertad
“DEFENDER LA LIBERTAD ES DEFENDER LA CULTURA. SÓLO EN CONDICIONES DE LIBERTAD EL GENIO
FRUCTIFICA EN OBRAS PERDURABLES”.
Carlos Burke
Bravo
Periodista
DIRECTOR
Adalid Cabrera Lemuz
EDITOR GENERAL
Javier Mancilla Luna
EDITOR DE LA ESQUINA
Miguel A. Rivera G.
Colaboradores:
Marcelo Arduz Ruiz
Iván Prado Sejas
Luis Rico
Víctor Montoya
Carlos Burke Bravo
Diseño:
Eusebio Lazo Sumi
Diagramación:
Horacio Copa Vargas
L
íber Forti ha emprendido su viaje final y de plena libertad hace unas
horas en la ciudad de Cochabamba,
aquejado por una fuerte enfermedad
que sobrellevó con sacrificio hasta sus
97 años dedicados intensamente a labores culturales y políticas en los períodos más difíciles
y duros de la historia boliviana; marcados por
crueldades a sangre y fuego.
Fue fundador y director del Conjunto Teatral
Nuevos Horizontes de Tupiza desde 1946 -emblemático en la Historia del Teatro Boliviano- y
Asesor Cultural de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, en la época más
dura de luchas de los trabajadores en contra de
las dictaduras por el respeto de sus derechos y
para que se ponga fin a las injusticias y represiones que costaron la vida de miles de bolivianos.
Nació en Tucumán en 1918 y en su niñez se trasladó con su familia a Tupiza donde adoptó su segunda nacionalidad. Ya joven
volvió a la Argentina y allí tuvo sus primeras
experiencias teatrales. A su retorno a Tupiza y al encontrar un grupo teatral ofreciendo
puestas en escena dirigidas por Alipio Medinaceli -también ácrata-, no dudó en unírsele
y apoyar con lo aprendido.
Era un privilegio compartir con Líber en conversaciones sobre teatro, cine y otras artes, la literatura en general y la política; era inevitable
vibrar con él ante el drama boliviano o reír por
sus citas de fino sarcasmo y humor. Tras abrazar el anarquismo desde muy joven –honró así
su nombre-, compartía sus ideas con todos pero
no intentaba siquiera imponerlas. De esa manera logró la conformación del grupo Nuevos Horizontes –como director y actor- con gente en su
mayoría joven que se inició en el teatro y otras
artes. Primero en presentaciones teatrales esporádicas y luego durante más de 15 años de giras
por casi todo Bolivia –centros mineros prioritariamente–, Argentina y Chile.
Los miembros de Nuevos Horizontes hacían
todo de manera voluntaria y gratuita: brindaban sus esfuerzos para la preparación y puesta
en escena no sólo de obras de teatro, también
de radioteatro, exposiciones de pintura-dibujo, grabados, conciertos musicales y otras actividades. Los recursos que se obtenían apenas
alcanzaban para cubrir costos de escenografía
y utilería, pasajes y estadía en las giras; y compra de zapatos y útiles escolares para los niños
pobres. Se esforzaban para que el teatro, hecho con responsabilidad y calidad plenas, “sea
la senda de fraternidad que acerque a los hombres a un destino mejor”.
El grupo también publicó en una imprenta tipográfica a su cargo la Revista Teatro en
formato carta y alcanzó 13 números, y su Boletín Nuevos Horizontes –tabloide– que so-
brepasó el medio
centenar de números. Ambas publicaciones fueron
distribuidas en miles
de ejemplares en Bolivia –a
precios ínfimos – y otros países
del continente y Europa.
Conformaron Nuevos Horizontes artistas ahora en su mayoría fallecidos y pocos aún con vida: Ana Romano, José María Cortez, Emma Duchén, José García,
Bertha Porcel, los hermanos Godofredo,
Adalberto e Iván Barrientos (músicos), Arcira Sotelo, Antonio Toro (Pintor profesor de
Artes Plásticas), Alfredo Domínguez (guitarrista, cantautor y dibujante), Gastón Suárez (escritor), Javier Alfaro, María Elena
“Kika” Burke, Tony Aramayo, Tomás
Úzqueda, Oscar Vargas del Carpio (escritor y poeta), Adalberto Redín, Cecilio del Callejo, César Romano,Teresa
Vaca Cortez, Tomás Úzqueda, Humberto Vacaflor, quien escribe este homenaje
póstumo y muchos otros más.
“Defender la libertad es defender
la cultura. Sólo en condiciones de libertad el genio fructifica en obras
perdurables (…)”, editorializó Líber en la Revista Teatro. Al afrontar
una crisis de incomprensión en el
medio social e internamente económica y de tensiones, Nuevos Horizontes puso fin a sus actividades
en 1963. Líber se integró a la FSTMB
que lideró Juan Lechín Oquendo.
Líber participó después de otros
intentos artísticos en Cochabamba y
La Paz, pero de muy corta duración, a
raíz de persecuciones políticas. En 1979
fundó en La Paz la Cooperativa Nuevos
Horizontes que puso en escena “Corrupción en la Corte” bajo la dirección
del argentino Pedro Asquini. El Golpe
de Estado del 17 de julio de 1980 marcó asesinatos y desapariciones de centenares de bolivianos; también puso fin al
emprendimiento teatral.
Decía Rafael Barret: “Difícil es desprenderse de las realidades, lo heroico es desprenderse de los sueños”. Tiempo después, Líber
también tuvo que despedir a
su compañera Ana Santiago,
a Lechín y muchos otros sindicalistas, políticos y artistas que fueron partiendo. Y
ahora tomó la senda hacia
su libertad total y definitiva. Paz en su tumba.
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L
Luis Rico
iber Forti llegó a Tupiza en el
tiempo de siembra. La tierra estaba fecunda y humedecida por el
sudor de los trabajadores ferroviarios y una juventud hambrienta
de cultura universal. En el segundo patio de
la imprenta ‘Renacimiento’, Liber convocaba a los jóvenes que nos disponíamos a fabricar los spots de luz para el escenario de
las obras del teatro ‘Nuevos Horizontes’. Allí
nacieron grandes artistas, Cecilio del Callejo, que interpretaba el personaje principal
de la Roma antigua en la obra La zorra y las
uvas, que tuvo su estreno en el Teatro Suipacha, derivando en la cotidiana anécdota del
“ser tupiceño” y la cúspide artística en un
teatro minero iluminado con la luz de los
guardatojos del público trabajador.
El poro de yerba mate fue el motivo de mi
relación con Liber cuando estaba ensayando
La visita de la anciana dama, donde mi hermana Marina hacía uno de los papeles y yo tenía
que cuidarla del supuesto galán que tenía una
gran colección de palabras soeces y un lenguaje amoroso con el que convenció a mi madre
para que mi hermana actuara en la obra.
Fui testigo (los días jueves y domingo),
de la instalación de la radio que terminaba
en una bocina para los oyentes que daban
vueltas la plaza Independencia a partir de la
19.00 hasta que llegaba marchando la Banda
de la Policía que ofrecía la Retreta con música popular. En esta radio nació el programa
‘El simplicio’ con Humberto Vacaflor, era un
programa de crítica a la administración pública de la Joya de Bolivia.
El músico junto a Forti.
3
Liber Forti: Abrazarte y
saber que eres semilla
“MAESTRO, AMIGO, HERMANO, QUE HASTA EL ÚLTIMO
MOMENTO SOSTIENE LA LÁGRIMA DE LA ALEGRÍA Y EL
CORAZÓN QUE ABRAZA”.
Luis Rico
Músico
Participé en las noches de bohemia cuando Alfredo Domínguez interpretaba boleros, cuando los hermanos Adaco e Ivan
Barrientos tocaban su marimba de botellas, mientras Liber floreaba el lenguaje
que casi siempre derivaba en el anarquismo
de Pierre Joseph Proudhon, el anarcosindicalismo, Rafael Barret y Severino di Jovani. Aquello no era lo mío, mi sueño estaba
en otra almohada. Pasaron los años y Forti
apareció en Potosí cuando ya era asesor cultural de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. La larga conversación terminó con la decisión de viajar a La
Paz. En 1971 creamos el Departamento de
Cultura de la Prefectura de La Paz. Mientras
hacíamos realidad la cultura en las 20 provincias, por las noches ensayábamos la obra
Doce hombres y pugna de Raginald Ros, hasta
que llegó el 21 de agosto y el coronel Hugo
Banzer nos hizo correr por calles clandestinas. A partir de ese momento disfrutamos
sólo de las cartas que Liber nos enviaba con
Iginio, un montonero a quien le cambiamos
identidad y Ana Santiago con la que padecimos el encierro y la tortura con Víctor Zapana, escultor de las piedras de Comanche.
Salimos al exilio a Grenoble, Francia, cuando nos enteramos que Ana y Liber habían llegado a París y vivían en la Rue de L´arp en el
barrio latino. Allá nos fuimos cuando anunciaron la liberación de anarquistas prisioneros de la dictadura de Francisco Franco. Después de mucho tiempo vi la cara de contento
de Forti entrando al teatro de La Mutualité.
Allí aprendimos la canción de Leo Ferré, Los
anarquistas, y nos regalamos los tres tomos
de Rafael Barret, anarquista uruguayo. Ana
Santiago, Liber Forti, Cecilia Costa y yo éramos las parejas perfectas para disfrutar de
la inolvidable ciudad luz. En 1982 nos encontramos en La Paz retornando del segundo
exilio de México y Argentina y organizamos
las movilizaciones de mineros para terminar
en el Teatro al Aire Libre Jaime Laredo cantando con don Juan Lechín, Filemón Escobar,
Simón Reyes, Edgar Ramírez, Víctor López y
empezando a grabar el disco Los mineros volveremos junto a muchos cantautores solidarios
envueltos en collares de dinamitas y frente
a diez mil trabajadores movilizados. Allá conocimos a Jean Claude Wicky, un suizo que
entró hasta el último nivel de las minas bolivianas para confirmar, con sus fotografías,
que “el diablo sólo sueña en blanco y negro”.
La relocalización de treinta mil mineros
y La marcha por la vida que nos llevó a discutir en los campamentos de Huanuni, Siglo XX, Catavi, Colquiri, San José, Corocoro,
Chorolque, Viloco y La mirada esperanzada
de París, me regalaron esto que llevo adentro: un Liber Forti maestro, un amigo un
hermano que hasta el último momento sostiene la lágrima de la alegría y el corazón
que abraza. Por el amor y la firmeza de Gisela Derpic sabremos otras historias del más
grande anarquista boliviano. Buen viaje de
regreso a la tierra que esperó 95 años para
abrazarte y saber que eres semilla.
LETRAS
IPS.- Se afirma que para los
latinoamericanos la fantasía está
inmersa en la realidad, y por eso
Camila Villate señala: “el arte
fantástico latinoamericano tiene
la particularidad de que en él la
fantasía no surge completamente
de la imaginación del artista, sino
que viene de una interpretación
particular de la realidad que lo
circunda. Todo esto es posible
porque en la naturaleza y en la
historia latinoamericana existen
rasgos misteriosos, suficientes
como para que lo fantástico pueda
ser tomado desde allí”. ¿Qué
nos puede decir respecto a esta
afirmación de Villate?
ACR.- Que es muy simple, al pretender
particularizar algo que se encuentra en el
despertar de todas las culturas, ya sea en
América, Europa, África o Asia. No dudo de
la capacidad de esta comunicadora social,
Adolfo Cácere
de la literatu
“NO CREO QUE LA FANTASÍA SE CONST
SIMPLEMENTE ES UNA NUEVA FORMA
Iván Prado
Sejas
Escritor y
Presidente del
Pencochabamba
IPS.- Hoy, en el mundo de la
cultura universal, tenemos un
desbordamiento de lo fantástico,
tanto en el campo de la literatura,
el cine y el arte en general. ¿A qué
cree que se debe este fenómeno?
ACR.- Ante todo, no es propiamente un
fenómeno. El romanticismo, en el siglo
XIX, desbordaba con este tipo de obras.
Si nos circunscribimos al ámbito boliviano, Modesto Omiste ha recopilado cientos
de estos relatos del siglo XIX, en los dos
volúmenes de sus Crónicas Potosinas. Lo
propio ocurrió en el siglo XVIII, con Los
anales de la Villa Imperial de Potosí, de Arzans y Vela; obra publicada, como “novela
fundamental”, por el Ministerio de Culturas del Estado Plurinacional de Bolivia. Por
otra parte, las modas siempre han existido, relievando temas y tipos de obras,
circunstancialmente. Desde luego, como
ahora gozamos de un sistema político democrático, las obras de represión, persecución y masacre de trabajadores, han pasado de moda. ¿Volverán, como dice Bécquer,
cuando “las oscuras golondrinas vuelvan a
colgar sus nidos de tu balcón”?.
IPS.- Existen autores bolivianos
que en algún tramo de su obra nos
hablan de personajes míticos, de
leyendas y hechos sobrenaturales,
¿estaría de acuerdo con decir
Cáceres, escritor orureño,
junto a dos de sus obras
dentro del género fantástico.
palabrasmas.org
A
dolfo Cáceres Romero es un
escritor consagrado en las letras bolivianas y reconocido a
nivel internacional. Sus obras
no sólo han recorrido por el
territorio nacional, sino también han sido
editadas en otros países, y por esto, él representa a la literatura boliviana, en espacio y tiempo, con una vasta producción.
Considerando que se aproxima el primer
encuentro de ciencia ficción y literatura
fantástica de Bolivia, a realizarse en la ciudad de Santa Cruz en el mes de junio, aprovechamos para hablar con el escritor sobre
distintos temas relacionados con la narrativa fantástica y la ciencia ficción.
pues ella misma se define como
buena lectora, pero el arte fantástico, si bien, como dice: “no
surge completamente de la
imaginación del artista”, olvida que quien lo hace arte es el
artista; de otro modo se quedaría en la oralidad anónima,
perdiéndose o distorsionándose con el transcurso del
tiempo. Veamos qué pasa con
Tolkien y su saga de El Señor
de los anillos. Primero, este
escritor inglés crea una mitología, como sustento de su
obra, con base a los mitos
y leyendas populares de su
medio; así lo confiesa cuando dice: “Quisiera que tuviéramos más de esto atesorado, algo de este mismo
carácter y que haya pertenecido a los ingleses”. El
célebre ‘Fausto’ de Goethe
emerge de los antiguos
mitos germanos. Si nos fijamos bien, la literatura
alemana comienza con
Los nibelungos, obra anónima del siglo XIII. En
ella lo real maravilloso es
su sustento; entonces, en
nuestra América, latina o hispánica, obras
como Pedro Páramo, del mejicano Juan Rulfo, nos maravillan con su trasfondo mítico;
lo mismo que en Cien años de soledad, de
García Márquez, que hasta crea un espacio
geográfico como la región de Macondo, en
Colombia.
Domingo 15
de marzo
de 2015
es y su visión
ura fantástica
TITUYA EN UN SUBGÉNERO;
DE VER LA REALIDAD
que la narrativa fantástica es
el subgénero que siempre ha
estado presente, aunque sea de
manera subrepticia, en la narrativa
boliviana?
ACR.- Conozco algunos, como Arguedas, que en su Raza de bronce, puso mitos
indígenas; luego, Gamaliel Churata, en El
pez de oro, nos brinda una obra singular
con base a los mitos andinos; Jesús Lara es
un recopilador de mitos, cuentos y leyendas quechuas, al igual que Antonio Díaz
Villamil y Antonio Paredes Candia; en
nuestros días, Iris, la novela de ciencia y
ficción de Paz Soldán, muestra una serie
de mitos creados por ese autor. Finalmente, no creo que la fantasía se constituya en
un subgénero; simplemente es una nueva
forma de ver la realidad. No debemos olvidar que los mitos forman parte de la realidad; sería imposible desarraigarlos de las
creencias populares, sobre todo de sus festividades y ritos, como el de la Pachamama. A pesar de ello, lo que casi siempre ha
estado presente en la narrativa boliviana,
han sido el paisaje y los problemas sociales. Finalmente, en los narradores de las
nuevas generaciones de hoy, encontramos
problemas juveniles, pandillas, disfunción
familiar, sexo, bajo la influencia -en algunos casos- de los narradores del realismo
sucio de la primera mitad del siglo XX, en
Estados Unidos.
IPS.- Ha escrito ‘Nueva Historia de la
Literatura Boliviana’, y en el primer
volumen trata de las denominadas
literaturas aborígenes o nativas.
¿En qué medida esta literatura ha
dado relevancia a lo fantástico y
por qué?
ACR.- Primero, debo aclararte que con
esas literaturas comienza nuestra historia
literaria. Son predominantemente orales
y anónimas, tal como lo fueron los cantos de los escaldos y trovadores en la Europa antigua. Ahora bien, casi todas esas
obras están impregnadas de fantasía, porque esos cantores, al no poder explicarse
racionalmente los fenómenos naturales,
les atribuían valores míticos; para ellos
la naturaleza es divina y se halla animada por dioses tutelares. No te olvides que
4-5
hace unos años ridiculizaron a nuestro canciller Choquehuanca, por haber dicho
que las piedras tienen sexo;
es decir que hay piedras
macho y también hembras.
Eso es propio de la cosmovisión de nuestras culturas
originarias.
IPS.- Dentro de sus
obras relacionadas
con lo fantástico,
tenemos La hora de
los ángeles , editada
en 1987, reeditada
el 93 y el 2001, esta
última con el título
de Entre ángeles
y golpes , donde
muestras ángeles
conjuncionados
con personajes
de la mitología
andina. Las
historias no sólo
están bañadas
de realismo, sino
también poseen
elementos
fantásticos desde
lo mítico, onírico
y sobrenatural; entonces,
¿cómo resaltas lo fantástico en
esta su obra?
ACR.- En cierto modo, lo fantástico se
constituye en una constante en mi modo
de fabular. Ya en 1975, en Copagira incluí
cinco o seis cuentos fantásticos. Con ellos
me fue bastante bien, están en distintas
antologías tanto en nuestro país como en
el extranjero. Mi cuento La tiza de color
fue radioteatralizado y se halla en una serie de textos escolares; los otros cuentos,
como: Erasmo y la muerte y La fosa del
tiempo, reflejan un plano metafísico de la
realidad; en fin, siempre me atrajo la literatura fantástica. En La hora de los ángeles
procuro crear cuentos de terror, al modo
de Lovecraft y sus mitos. Mis ángeles son
los expulsados del Paraíso, que vienen a
perturbar la vida de los mortales. En parte son los seres alados que se hallan en la
Puerta del Sol, en Tiwanaku. El año 1982
los junté con mis cuentos de Los golpes,
con el título de Entre ángeles y golpes y
gané el Premio Franz Tamayo de La Paz.
Ese libro recién se pudo publicar el 2001,
junto con los cuentos de Copagira. Ahora
bien, mi último libro de cuentos, que se
halla en prensa (con Kipus), incide, en su
segunda parte, con los mitos tiwanakotas.
Este libro saldrá con el título de El puente
de los suicidas.
IPS.- Otro de sus cuentos que tiene
elementos de ciencia y ficción es
El despertar de la bella durmiente.
¿Qué nos puede decir al respecto?
ACR.- En alguna revista científica leí
que se estaban construyendo plataformas
espaciales, para albergar hasta 10.000 habitantes; sé que también existen labora-
torios espaciales; entonces, pensé que
para el año 3000, con la Tierra contaminada, el espacio estaría lleno de plataformas superpobladas y que, en una de ellas,
se trabajaba para revivir los cuerpos criogenizados en el siglo XXI. Mi personaje es
una reina de belleza boliviana, que fue
envenenada el día que la eligieron para el
miss universo. El cuento relata cómo será
la vida de aquí a mil años y las peripecias
de la resucitación de la reina de belleza.
Lo curioso es que este cuento primero salió en croata, el año 2004, traducido por
Zeljka Lovrencic, que preparó una antología de cuentos bolivianos, chilenos y
ecuatorianos; la versión boliviana recién
salió con mi libro de cuentos infantiles,
el 2009, con el título de El despertar de la
bella durmiente.
IPS.- ¿Cuál es su parecer respecto
a la realización de un primer
encuentro de ciencia ficción y
literatura fantástica en la Feria
Internacional del Libro en Santa
Cruz de la Sierra, para este 2015?
¿Qué se puede esperar de este
evento?
ACR.- Todo encuentro implica una
toma de contacto fundamental para el
desarrollo de nuestras letras; en este
caso, para los amantes de la literatura
fantástica y de la ciencia ficción. No se
puede esperar nada más que culmine
con éxito y que el ref lorecimiento de estos géneros cobre un vigor enaltecedor
para nuestra narrativa. Desde luego que
estaremos a la espera de la publicación
de las ponencias y las conclusiones del
mencionado encuentro.
6
Domingo 15
de marzo
de 2015
¿Leían nuestros Padres Fundadores en sus
bacinillas? Durante mi infancia en Serbia,
cuando los baños externos eran habituales en
el campo y la gente del común consideraba el
papel higiénico un lujo decadente, la pila de
periódicos viejos que guardábamos en la caseta del baño no solo servía como sustituto del
papel higiénico; también constituía un material de lectura llamativo que, además de servir
como suplemento de mi educación, me entretenía. Era común —y probablemente todavía lo
sea en algunas casas— enviar a alguien a tocar
la puerta del baño cuando algún niño o adulto
desaparecía y no podía ser encontrado. Todos
hemos tenido parientes que pasan cantidades
exorbitantes de tiempo en el retrete o tirados
en una tina llena de agua mientras leen revistas y novelas, hasta que una pequeña fila se
forma junto a la puerta, todos tan impacientes
por hacer sus necesidades como por enterarse
de qué es lo que el último ocupante, de aspecto
culpable, ha estado leyendo adentro.
Como invitado en casas ajenas, he descubierto librerías de baño cuyo tamaño y pretensiones intelectuales me han quitado el aliento.
Nunca entendí si los diálogos de Platón en el
griego original, junto al Manifiesto comunista de Marx y la última novela de Thomas Pynchon, estaban ahí para impresionar al visitante; o si, en el caso de otro tipo que tenía una
pila de memorias de ex presidentes hasta Reagan, estaban ahí para causar risa. No puedo decir que haya encontrado mucha poesía en baños, ni siquiera en casas de poetas, pero me he
topado con una que otra antología. ¿Será indecoroso leer alguno de los soliloquios de Hamlet
o la “Oda a un ruiseñor” de Keats en esas condiciones? No lo sé. He escuchado que hay personas que leen la Biblia en el baño, lo cual, incluso para alguien no creyente como yo, resulta
impactante. Pero fue aún más horrible darme
cuenta de que en el baño de un famoso coleccionista de arte había una pintura de la Madona con el Niño, hecha por algún imitador muy
talentoso de Rafael o —¡Dios nos libre!— por el
maestro mismo. En cuanto a mis propias preferencias, me muevo entre obras de referencia
como Halliwell’s Film Guide [“Guía Halliwell
de cine”], el Libro Guinness de los récords, un
diccionario de filosofía y el Farmer’s Almanac
[“Almanaque del granjero”]. Pero en caso de
La musa del
cuarto de baño
REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS
CUANDO LA NATURALEZA LLAMA.
S
i ustedes son como yo, siempre deben tener algo para leer en el baño
—cualquier cosa sirve—. Un reportero me contó que un día tuvo que
pasar la noche en casa de un expresidente; desesperado por leer algo, buscó por
todas partes un libro o una revista y, para su
asombro, no encontró nada que leer en ningún
rincón de esa inmensa mansión costera, ni siquiera un menú de comida china o un folleto sobre alguna venta de pasteles de la iglesia
local. He descubierto que últimamente se ha
intentado mejorar esta situación; hay una antología bastante fácil de encontrar llamada Uncle John’s Bathroom Reader, que en Amazon se
describe a sí misma de la siguiente forma:
¡Al fin… aquí está… el libro que has estado esperando! No más búsquedas desesperadas de último minuto para encontrar ese artículo perfecto.
No más decisiones angustiosas entre textos superficiales y lecturas más serias. ¡Este pequeño volumen lo tiene todo: entretenimiento, humor, educación, trivialidades, ciencia, historia, cultura pop…
y más! Incluso está organizado por extensión: puedes pasar un rato con las Lecturas Rápidas, relajarte con los artículos de Longitud Normal, o ponerte realmente cómodo con los Artículos Largos.
¿Se ha hecho alguna encuesta entre aquellos que se encierran en el baño para preguntarles cómo pasan el tiempo adentro? ¿Leen,
fuman, hablan solos, reflexionan sobre alguna cosa, dicen plegarias o simplemente miran
a su alrededor? Si no se ha hecho, ¿por qué?
Todas esas luces de baño prendidas a altas horas de la noche, en ciudades grandes y pequeñas por igual, deben indicar que hay alguien
adentro haciendo mucho más que responder
al llamado de la naturaleza. Esposas que se
deslizan del lado de sus esposos roncadores,
esposos que no pueden dormir por el bruxismo de sus esposas, o simplemente viejos y llanos insomnes que buscan un refugio, un lugar tranquilo para leer y meditar. Con toda
la vigilancia a la que una docena de agencias
del gobierno y un número incontable de compañías privadas someten a cada norteamericano, no me sorprendería que ya se haya roto
el velo que cubre el secreto de estas actividades nocturnas. Ya deben tener monitoreados
muy de cerca a algún dentista en Miami, un
granjero de Iowa, una corista de Las Vegas, y a
miles de otros a lo largo del país para determinar el nivel de peligro que representan ellos y
otros lectores de baño para Estados Unidos. Es
posible que, una vez sus descubrimientos se
hagan públicos, sea necesario que el Congreso
tome medidas al respecto.
danoah.com
Charles Simic
(traducción de
Andrea Garcés)
El Malpensante
emergencia estoy dispuesto a leer en la revista
People que Kyra Sedgwick y Kevin Bacon son
primos lejanos, o a saber si Emma Stone preferiría besar a Ryan Gosling o a Andrew Garfield.
Una vez, mientras estaba en lo que me pareció la comida más aburrida de la historia, se me
ocurrió que una prolongada visita al excusado
podría aliviar un poco mi tedio. Sin embargo,
cuando llegué, me encontré con uno de esos baños tan grandes que parecen una estación de trenes, en el cual lo único que había para leer eran
algunas páginas de instrucciones de una caja de
jarabe para la tos, escritas en letra menuda. Las
estudié a fondo y sin afán antes de volver donde
mi anfitrión y sus demás invitados. Obviamente,
si no hay nada que leer, uno siempre puede pasar
el tiempo rumiando acerca de si comprar o no
un compañero para la carpa dorada que habita el
acuario de la casa, o deliberar sobre si el universo
es finito o infinito. Dejando de lado las bromas,
estoy convencido de que en los baños ha habido
reflexiones muy serias y que es una gran pérdida
para la humanidad que los nombres y las ideas
de estos filósofos no sean conocidos.
No hay duda de que Pascal tenía razón cuando dijo que la mayoría de los males en esta vida
surgen de que “los hombres sean incapaces de
permanecer quietos en un cuarto”. Con los ojos
hinchados y envuelto en una bata vintage, el
abuelo arrastra los pies en medias al lado de sus
nietos, dejando escapar un gemido, mientras
ellos están con la mirada fija en las pantallas de
sus teléfonos, demasiado ocupados como para
verlo pasar. Sabe que la historia está en su contra, que es posible que pertenezca a una especie a punto de extinguirse; la que dependía de
la materia impresa, destinada a ser relegada al
Museo Smithsoniano, donde habrá una réplica
de alguien como él sentado en el retrete con los
pantalones abajo, leyendo un periódico, mientras pasan a su lado visitantes confundidos,
algunos de los cuales se agacharán con curiosidad para leer la pequeña descripción acerca
de los hábitos de lectura de sus ancestros. Por
otra parte, el viejo podría estar completamente equivocado y la tecnología podría decidir encargarse con gusto de esta necesidad humana,
y proveer una nueva generación de e-readers
y iPhones especialmente diseñados para usarse en tocadores, baños públicos, y en cualquier
otro lugar de la misma calaña.
A veces, libros y otras lecturas pueden ser imprescindibles en el cuarto de baño.
Domingo 15
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L
El contrabando
ideológico en
Pato Donald
HISTORIETAS QUE SON VEHÍCULOS
DE CONTRABANDO IDEOLÓGICO Y
COLONIZACIÓN INTELECTUAL.
Víctor Montoya
Escritor y
pedagogo
“El Tío Rico es el arquetipo del
millonario que sueña con un
mundo de fantasías, donde sea
posible acumular riquezas sin
pagar salarios”.
Víctor Montoya
as publicaciones clásicas de Walt
Disney, traducidas de un golpe a decenas de idiomas, constituyen los
vehículos más perfectos del contrabando ideológico que los capitalistas suministran a los niños y adultos de los
países del llamado Tercer Mundo. Nadie desconoce que estas historietas sean las fábulas
más ingeniosas del siglo XX, y sus animalitos, aparentemente ingenuos, los personajes
antropomórficos más conocidos —reconocidos— de Estados Unidos.
En estas publicaciones a todo color, que sirven como instrumentos de colonización intelectual, Pato Donald y su caravana de amigos/
enemigos desempeñan el mismo rol socio-histórico que las clases antagónicas del sistema
capitalista, pues ni bien se abren las tapas saltan a la vista las luchas que se libran entre
“buenos” y “malos”, entre quienes detentan el
poder y los que atentan contra él.
No es casual que los argumentos de estas
historietas insistan en la idea de que quienes
tienen las riquezas, tienen también el poder;
en tanto los desposeídos, que apenas son dueños de su fuerza de trabajo, están condenados
a obedecer sumisamente los mandatos superiores, y si alguna vez atentan contra la propiedad privada, son perseguidos y castigados
como “delincuentes comunes”.
De modo que estas publicaciones, con amplia popularidad en Estados Unidos, Europa,
América Latina y el resto del mundo, no son
ajenas al acontecer político. Si desenmascaramos a sus personajes, encontraremos: por
un lado, al pato más rico del mundo, que responde al nombre de Rico McPato (Tío Rico);
un personaje con lentes redondos y apoyado
en su bastón, que vive en completa soledad
en una enorme mansión de Patolandia; él es
el arquetipo del millonario que sueña con un
mundo de fantasías, donde sea posible acumular riquezas sin pagar salarios; y, por el otro,
a los Chicos Malos —representados como una
pandilla de salvajes o ladrones—, que son los
proletarios, y cuya única vía para su liberación consiste en abolir el poder económico
de la familia Donald; poder económico que,
por lo demás, es inconcebible al margen de la
plusvalía y el sudor de los obreros.
El mensaje más sustancial no está en el comienzo de las historietas, sino en el desenlace,
que casi siempre es el mismo: si los Chicos Malos no terminan en la cárcel, y Rico McPato se
hace más rico, es Donald quien, montando en
cólera y haciendo uso de un parloteo ininteligible, arenga a sus sobrinos la consigna de que
todos los luchadores de la justicia social son
“estúpidos”. Asimismo, como él es el guardián
de los intereses de la clase dominante, se propone romper las manifestaciones de protesta
con solo invitar a los “alboroteros” a tirar sus
pancartas y beber limonada, para así enseñar a
los lectores que los manifestantes, que luchan
por la justicia social, son capaces de vender sus
ideales a cambio de un vaso de limonada.
Pato Donald llega donde quiera y, donde
está, construye palacios idénticos a los de
Patolandia y subordina a los jefes de las tribus aún no civilizadas. Alrededor del 75% de
estas historietas reflejan la expansión imperialista en los países subdesarrollados, la
relación existente entre la civilización y la
barbarie, entre el imperio y las colonias, entre unos que tienen todo y otros que no tienen nada. No en vano las aventuras de Donald transcurren en tierras exóticas, llenas
de pirámides maravillosas y ruinas históricas, donde todavía es posible trocar las riquezas con baratijas, como en toda conquista de
una nación sobre otra.
En estas revistas de serie, al margen de
referirse sutilmente al saqueo de las riquezas naturales, ponen en evidencia el racismo y la xenofobia que lleva consigo el imperialismo, porque ante los ojos de Pato
Donald, disfrazado de turista o explorador,
aquellos que no tienen la piel blanca no son
humanos sino seres extraños, a quienes se
debe contemplar desde lo alto de una escalera o con la ayuda de una lupa, pues si no
son gigantes embrutecidos, son tan pequeños como el dedo meñique. Y, claro está,
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para demostrar la supremacía de una potencia que domina económica y culturalmente, la familia Donald no necesita intérpretes
ni diccionarios bilingües para comunicarse
con otros pueblos que comparten la suerte
del despojo. Es decir, se supone que todos
hablan, como por arte de magia, el idioma
de Patolandia, incluidos los salvajes de caras
labradas y cabezas emplumadas.
La mujer en Patolandia no es más que un
objeto de placer o “ama de casa”, como en toda
sociedad capitalista y patriarcal, donde el hecho de ser varón, rico o bello, es suficiente
para dominar sobre los menos afortunados.
Las mujeres, según los mensajes transmitidos
en estas series cuyos argumentos contienen
muy pocas escenas de diálogos,tiene sólo dos
valores: su estatus social y su belleza física,
consciente de que la mujer, aquejada por su
miseria y fealdad, no tiene otro destino que
vivir como esclava del hogar, recluida en la
cocina y convertida en una máquina reproductora de hijos, a diferencia de la mujer hermosa y sensual, cuya única función es satisfacer al hombre que la desposó y liberó, en gran
medida, del trabajo doméstico.
Toda la serie de Pato Donald, desde su
primera aparición impresa, el 9 de junio de
1934, estaba destinada a tener un rotundo
éxito entre los lectores niños y adultos. Se
constituyó en uno de los vehículos más perfectos del patriotismo norteamericano y en
el medio didáctico más eficaz para inculcar a
sus lectores los valores propios de la cultura
occidental capitalista. Si durante la Segunda
Guerra Mundial sirvió como propaganda en
contra del nazismo alemán, durante la llamada Guerra Fría, protagonizada por el bloque comunista y capitalista, fue el medio a
través del cual, con imágenes divertidas y
frases ingeniosas, se desbarato toda ideología
que atentaba contra la Estatua de la Libertad
y la bandera de Estados Unidos.
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Domingo 15
de marzo
de 2015
L
a palabra india Brahm designa
el principio divino impersonal
que anima el alma de los seres
que pueblan la naturaleza, derivando de esta voz el nombre de
Brahmma, inicialmente conocido como
Manú, el dios supremo de los antiguos habitantes de la India, que se considera ombligo del mundo por ser cuna de la espiritualidad y el techo del mundo, en alusión
al Himalaya tachoneado de estrellas.
Brahmma, es el ser supremo, absoluto,
eterno y nunca revelado, se lo representa
algunas veces montado en un Anzar que
simboliza el principio divino a través del
huevo del que se supone hizo brotar el
universo. Sin embargo, dentro de la noción religiosa actual integra la Trimurti o
triada divina: él detentando el principio
creador; mientras Vishnú ocupa el de la
conservación, y Shiva el de la destrucción
y transformación.
Naciendo el budismo tras el brahmanismo y difundirse en el oriente (principalmente China, Japón y Corea), sin duda esta
divinidad ha sido la inspiradora de los gigantescos Budas trifacéticos del principal lamasterio de Pekín, el Yonghe Gong,
situado al pie de una céntrica estación de Metro. En otros templos
chinos es común su repres e nt a c i ó n
Algo más que etimologías:
Brahmanismo o Bracanismo
LA ESPIRITUALIDAD INDÚ DESLUMBRA E INVITA A
PROFUNDIZAR EL CONOCIMIENTO DE UNO MISMO
Marcelo Arduz
Ruiz
Escritor
en tres cuerpos separados; el de un lado la infancia de Buda; el del otro la madurez y en el central
el Iniciado sentado sobre una flor de loto.
Esta imagen, también es antecesora de la representación medieval del Cristo de los Tres rostros o Gran Poder (llamado así por concentrar
los tres poderes divinos en un solo Dios),
y posiblemente de la misma Santísima Trinidad católica, teniendo en
cuenta que como dogma
primordial de
la doctrina cristiana fue aceptada en el primer
Concilio de Nicea convocado por el emperador
Constantino, que identifica a Cristo como “Hijo
de Dios” o enviado del Padre, mientras otra corriente consideraba a Jesús el Gran Maestro, es
decir un ser humano de carne y hueso.
Una especie de deslumbramiento despierta
en nosotros las profundas raíces de la espiritualidad Indú, que más que simple panteísmo
se puede decir se trata de un panenteísmo en
el que Dios es todo en todas las cosas que nos
rodean. Aquí la naturaleza se concibe como sucesión infinita o cadena interminable de transformaciones, hacia delante y hacia atrás, sin
principio ni fin, en la cual el fondo de las cosas muda constantemente, siendo la tónica que
asumen las apariencias del mundo material lo
ilusorio, efímero y perpetuamente vario. De todas maneras, cada divinidad resulta imprescindible e insustituible,
El segundo término de la trinidad india es
Vishnú, el infinito. El universo existe solamente por él; ha salido de él y volverá a él un día,
como aliento en cuyo seno todo auténtico creyente sueña ser absorbido. Sus constantes reencarnaciones se llaman Avatar y tiene mil nombres, considerándose que el recitarlos sin error u
omisión es uno de los actos más meritorios en la
religiosidad inda, equivalente a la santidad.
El terrible rol de Shiva parece oponerse a
los anteriores, pero no es así, pues resulta
indispensable auxiliar y bienhechor dentro la noción trinitaria, lo mismo que el
de los otros dos, debido a que en la filosofía india no hay muerte propiamente dicha; el universo varía a cada momento, sin
cesar, pero sus elementos no se pierden ni perecen, sino que se transforman, y en ese ciclo
la destrucción también tiene significado de un
nuevo nacimiento.
La muda a veces es dolorosa y de acuerdo al
libre albedrío terreno, en algunos casos puede significar un retroceso existencial, dependiendo del uso que se haya hecho de su poder asimilando lo positivo o negativo; pero de
igual manera representa la fuerza motora que
permite al ser consciente su constante elevación orientada hacia la divinidad.
Aunque a la religión indú, ante la mentalidad
occidental se la suele presentar, a semejanza del
parnaso olímpico griego como pluralidad divina, no se trata más que de las múltiples facetas
que -como diría San Pablo mil años más tardeasume la divinidad que habita dentro nuestro,
en la cual vivimos, nos movemos y somos...