Enunciado pregunta 4 Platón y Descartes

Enunciado pregunta 4
Comenta brevemente cualquier aspecto del pensamiento del autor del texto que juzgues
importante en alguno de estos sentidos: por su relación con el de otros filósofos, con
hechos históricos relevantes (especialmente si son coetáneos del autor o tienen relación
con su vida) o con rasgos significativos del mundo contemporáneo.
Platón y Descartes
Entre Platón y Descartes existe una separación no solamente de orden
cronológico sino también de orden intelectual. Como veremos, en la temática
epistemológica (teoría del conocimiento) las diferencias entre uno y otro son más
profundas de lo que, a primera vista, las semejanzas nos dan a entender.
Es innegable que tanto Platón como Descartes afirman rotundamente la
posibilidad del conocimiento frente a quienes en sus respectivos momentos negaron tal
posibilidad. Platón se opuso al relativismo de los sofistas, para quienes la justicia y la
verdad eran relativas al sujeto o al contexto. Lo cual arrojaba la escandalosa
consecuencia para Platón de que no es posible definir de forma objetiva el bien. Por su
parte, el escepticismo (que niega que sea posible conocer la realidad, al menos tal y
como es) es el principal enemigo a batir por la filosofía cartesiana. Contra aquél,
Descartes ve en el cogito la primera verdad que garantice la existencia del sujeto así
como el modelo del criterio de certeza (claridad y distinción), incluso frente al
argumento escéptico más radical (la hipótesis del Genio Maligno o duda hiperbólica).
Para ambos autores el concepto de “idea” es central en su pensamiento. Esto
que puede parecer que los acerca aún más, sin embargo, los diferencia profundamente.
La “idea” platónica es una realidad independiente del sujeto. Esto significa que las ideas
no dejan de existir si no existe el sujeto que las concibe. Mientras tanto, Descartes
entiende que las ideas son representaciones en la mente de un sujeto y, por tanto,
dependientes de éste. Las ideas no tienen, para Descartes, una existencia separada del
sujeto que las piensa. Esto se ve en la necesidad de Descartes de partir de la existencia
de la idea innata de Dios, como representación en la mente de un sujeto, para demostrar
la existencia de Dios, sustancia o realidad completamente independiente del sujeto y de
lo que éste pueda pensar sobre esa realidad.
En conclusión, a pesar de las semejanzas en teoría del conocimiento, tales como
la afirmación de la posibilidad del conocimiento y el uso del concepto “idea”, esconden
una diferencia más profunda. Esta diferencia consiste en que Descartes anuncia lo que
se ha llamado la “Filosofía del sujeto” (a cuyo auge contribuirá definitivamente Kant). Es
decir, en Platón el criterio de verdad lo proporciona el grado de realidad (recordemos el
símil de la línea), mientras que en Descartes el criterio viene dado por la claridad y la
distinción con que las ideas se presentan en la mente del sujeto, esto es, por la certeza.
Descartes y Kant
Descartes y Kant representan el nacimiento y el auge de la denominada “Filosofía
del sujeto” en la que la teoría del conocimiento recibe el máximo interés. Mostraremos,
por tanto, los puntos en común y las divergencias (diferencias) en el pensamiento de
ambos autores.
La filosofía moderna se constituye gracias a la aportación de ambos autores. En
esta filosofía el sujeto pasa a ser el centro de atención en los problemas filosóficos
relacionados, principalmente, con el conocimiento. En Descartes, el sujeto pensante es
el punto de partida de la argumentación que le llevará a afirmar la existencia de Dios y,
en consecuencia, de la realidad extramental. La filosofía crítica de Kant también trata de
manera preferente al sujeto, pero desde la tesis de que las condiciones de universalidad
y necesidad del conocimiento científico son aportación de las estructuras
trascendentales de la forma del conocer del sujeto.
Y he aquí una de las principales divergencias. Para Descartes nociones tales como
causalidad, sustancia o identidad forman parte tanto de la forma que tenemos de
conocer la realidad como de la realidad misma. Por el contrario para Kant estas nociones
y otras se encuentran en la estructura trascendental del conocimiento humano, ya sean
como conceptos o como categorías. La principal diferencia entre Descartes y Kant es que
en Descartes los seres humanos conocemos las cosas tal y como son, conocemos las
sustancias existentes, mientras que en Kant las relaciones de causalidad o las sustancias
son fruto de las estructuras transcendentales en las que nuestro conocimiento se
organiza a sí mismo. Por ejemplo: Descartes afirma que la extensión es un atributo
primario de la sustancia material, y no una cualidad secundaria; el espacio en la filosofía
crítica es, sin embargo, una condición a priori de la intuición sensible del sujeto
cognoscente.
La sustancia infinita, la sustancia pensante y la sustancia extensa (o material) y la
su son las tres sustancias que constituyen la metafísica cartesiana. Para Kant ‘Dios’,
‘alma’ y ‘mundo’ son los tres postulados de la razón práctica. La principal diferencia es
que Descartes considera que podemos alcanzar el conocimiento verdadero en un plano
ontológico, entendiendo estas realidades como cosas en sí mismas. Sin embargo, para
Kant estas realidades sólo son accesibles como presupuestos para la razón práctica. Kant
rechaza que se puede hacer lo que realiza Descartes, demostrar la existencia de estas
tres sustancias, y mantiene que si el ser humano puede llegar a alguna convicción es por
exigencia de la vida moral, ya que el imperativo categórico ni garantiza la felicidad y la
inmortalidad de los han actuado conforme al deber.
En conclusión, tanto Descartes como Kant son dos “gigantes” del pensamiento
moderno, caracterizado por su interés por los problemas epistemológicos y por la
importancia del sujeto. Estos rasgos comunes no impiden que, con todo, ambos aporten
planteamientos distintos sobre el papel del sujeto y sobre la posibilidad de conocer
realidades que trascienden la experiencia.