Actualidad de Descartes (sacado del libro Textos

Actualidad de Descartes 1 Actualidad de Descartes (sacado del libro Textos de Filosofía de Editorial Laberinto, 2011). Matematización y desarrollo científico-­‐técnico El Discurso del método propone un método y un criterio de verdad que son herederos de las matemáticas. Descartes cree que de esta forma todas las ciencias conseguirán una certeza semejante. La matematización es una característica que desde entonces ha impregnado casi todos los ámbitos de la ciencia occidental. Desde los ejes cartesianos hasta el diseño del acelerador de partículas, se siguen los mismos parámetros: lo real es matematizable. El conocimiento de las cosas se consigue cuantificándolas, es decir, reduciéndolas a cantidades, y hallando luego las relaciones entre esas cantidades. Los descubrimientos en las ciencias (física, química, biología…) y sus aplicaciones técnicas (ingenierías, medicina…) han sido tales que la fe en la religión se ha sustituido por la fe en la ciencia. La salvación está en la ciencia. Descartes creía haber puesto las bases ciertas para abordar este desarrollo científico en el que él mismo participó. Una prueba de esta fe es que todos los gobiernos insisten en la necesidad de invertir en investigación científica. El desarrollo de las ciencias sociales y humanas (sociología, antropología, psicología…) también se explica como consecuencia de la nueva visión del ser humano que vino con el cartesianismo. Tanto es así que ni siquiera ellas, a pesar de llamarse “humanas”, han podido sustraerse a la matematización, que se ha convertido en un instrumento necesario en sus investigaciones. Es decir, el modelo, lo que se considera “científico”, sigue siendo, se admita o no, lo matemático. La informática es la última expresión de la actualidad del proyecto cartesiano. De hecho, se habla de “mundo digital”, un mundo expresado únicamente con ceros y unos. ¡Es el ideal cartesiano! En un ordenador no hay contradicciones, no hay elementos que no se deriven de los principios establecidos. La deducción siempre es perfecta. La necesidad de lo matematizado sigue dominando. Autonomía de la razón respecto de la fe La matematización por sí sola no hubiera propiciado el desarrollo científico si no hubiera ido acompañada por la autonomía de la razón. Sólo una razón independiente de la religión puede llegar a la verdad. Descartes se convierte así en una referencia básica del proceso de laicización. Una vez que la razón se ha separado de la fe, la ciencia podrá descubrir leyes sin que tengan que ser testadas por ninguna autoridad distinta de la experiencia. Desarrollo científico y laicización son, al menos en Occidente, procesos paralelos. No obstante, la fe sigue presionando para mantenerse como criterio de verdad, como vemos en el intento del creacionismo estadounidense por eliminar la enseñanza del evolucionismo en las escuelas, o en las críticas del Vaticano a las investigaciones genéticas. Actualidad de Descartes 2 Modernidad, individualismo y derechos humanos La separación razón-­‐fe no ha traído sólo el desarrollo y matematización de las ciencias, sino que también ha contribuido a la aparición de posiciones ateas (negación de la existencia de Dios) y agnósticas (negación de la posibilidad de cualquier conocimiento sobre Dios). Es evidente que el pensador francés no es ni una cosa ni otra, y que estas ideas no estaban presentes en su proyecto. La razón, según Descartes, llega a la certeza de Dios. Pero la modernidad ha perdido el optimismo racionalista: el hombre contemporáneo ya no cree poseer una razón tan poderosa como para afirmar de modo claro y distinto la existencia de Dios. Es decir, el racionalismo optimista ha desembocado en un racionalismo agnóstico. La Segunda parte del Discurso del método deja claro que es el sujeto pensante quien se impone como criterio de verdad: es verdad lo que mi criterio racional decide que es verdad. Probablemente, pocas afirmaciones tan contundentes y con tantas consecuencias se han hecho en la historia del pensamiento. Ahora bien, Descartes no defiende un subjetivismo relativista, sino racionalista. La razón es la misma en todos los hombres. Es ahí donde se encuentran las raíces del individualismo del que tanto se critica a la sociedad moderna; pero también es ahí donde la reivindicación de la igualdad de derechos para todos los seres humanos ha encontrado uno de sus fundamentos. La verdad y el genio maligno Hay otras ideas cartesianas que vuelven una y otra vez. Por ejemplo, la sospecha de que la realidad en la que creemos no sea tal, sino una mera ilusión de los sentidos, ha sido retomada por varias producciones cinematográficas. El argumento de la indistinción entre sueño y vigilia se refleja en la producción “Origen” (“Inception” en su título original), donde los personajes necesitan usar trucos tales como una pequeña peonza de metal para asegurarse de que no están soñando. El argumento del genio maligno es actualizado en “Matrix”, película que nos describe un mundo habitado por humanos que, creyendo conocer el mundo a través de los sentidos, realmente sólo reciben impulsos eléctricos controlados por un poderoso sistema informático (poned por aquí lo que os dije de la glándula pineal y el parecido con el conector que los personajes llevan en la nuca). Es decir, un genio maligno, reinterpretado como un inmenso ordenador, los engaña, convirtiendo la realidad digital en la realidad que se impone.