R E V I S T A vol. 20, núm. 1, enero-marzo, 2015 CONTENIDO / CONTENTS ISSN 2007-932X Editorial / Editorial A propósito del Día Mundial del Riñón About Kidney Day 3/4 Miguel Ángel Lezana Fernández Artículo Original / Original Articles Eventos adversos en pacientes sometidos a anestesia y analgesia neuroaxial Adverse events in analgesia and neuraxial anesthesia patients´s 5/11 Mario H. Nochebuena García, Zaida Acquardt Arenas, María Valeria Jiménez Báez Percepción del personal de enfermería sobre los riesgos biológicos Nursing staff perceptions on biological hazards 12/16 María de los Ángeles Fang Huerta, María Concepción Meléndez Méndez, Rosalinda Garza Hernández, Paulina Aguilera Pérez, Angélica Aguilera Pérez, Rosa Margarita Ortega López Artículo de Revisión / Review Articles Las tres dimensiones de la comunicación médico paciente: biomédica, emocional e identidad cultural Three dimensions of the physician patient communication: biomedical, emotional and cultural identity 17/26 Alicia Hamui Sutton, María Guadalupe Grijalva, Alfredo Paulo Maya, Pedro Dorantes Barrios, Eunice Sandoval Ramírez, Sahira Eunice García Tellez, Verónica Daniela Durán Pérez, Isaías Hernández Torres. El personal en el lado agudo. Entrenamiento en la prevención Front line staff. Foresight training 27/31 Edita Falco de Torres Artículo de Opinión / Opinion Articles Los saberes que han sido subordinados en la salud Knowledge had been subordinate in health 32/37 Ángela Beatriz Martínez González CONAMED Journal Club / CONAMED Journal Club Gabriel Rada Netzahualpilli Delgado Figueroa Luis Enrique Colunga Lozano Carlos A. Andrade Castellanos 38/39 39/41 41/43 43/44 Los artículos de la Revista CONAMED versan sobre seguridad del paciente, calidad de la atención médica, ética profesional, error médico y su prevención, así como temas relacionados con los medios alternos de solución de conflictos, derechos humanos y otros afines al acto médico. Registrada en: PERIÓDICA IMBIOMED CUIDEN LATINDEX DIALNET BVS-MÉXICO EBSCO LILACS MÉXICO R E V I S T A Editor Dr. José Meljem Moctezuma Editor Adjunto Dr. Miguel Ángel Lezana Fernández Consejo Editorial Dr. Luis Alberto Villanueva Egan Lic. Esther Vicente González Dr. Jorge Alfonso Pérez Castro y Vázquez Lic. Bertha Laura Hernández Valdés Dr. Juan Francisco Javier Millán Soberanes Lic. Raymunda Guadalupe Maldonado Vera Lic. Joseba Andoni Gutiérrez Zurita Dra. Mahuina Campos Castolo Comité Editorial Dr. Mauricio Covarrubias Moreno Academia Internacional de Ciencias Político Administrativas y Estudios de Futuro A.C. Red NovaGob México Dr. Bremen De Mucio Centro Latinoamericano de Perinatología. Uruguay Dra. Edita Falco de Torres Institute for Healthcare Improvement Open School, Capítulo Uruguay Dr. Constantino González Quintana Consultor externo en Universidades y Centros de Educación Superior. España Dr. Enrique Graue Wiechers Academia Nacional de Medicina. México Dra. Alicia Milan-Flanigan University of Illinois. United States of America Dr. Francisco P. Navarro Reynoso Academia Mexicana de Cirugía. México Dr. Samuel Ponce de León Rosales Facultad de Medicina UNAM. México Dr. José Juan Sánchez González Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública Instituto Nacional de Administración Pública Dr. Pedro Saturno Hernández Universidad de Murcia. España Dra. Evangelina Vázquez Curiel Red Mexicana de Pacientes por su Seguridad. México Mtra. Dolores Zarza Arizmendi Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, UNAM. México Subcomité de Ética Editorial Dra. Magda Luz Atrian Salazar Dra. Abilene Escamilla Ortíz Dr. Norberto Sotelo Cruz Asociación Mexicana de Editores de Revistas Biomédicas, México Dra. Paola de Castro Institute Superiore di Sanitá European Association of Scientific Editors, Italia Dra. María del Carmen Ruíz Alcocer World Association Medical Editor, Estados Unidos de América Subcomité de Metodología y Bioestadística Dr. Armando Ruíz Badillo Universidad Pedagógica Nacional, México Dr. José Antonio Supo Condori Sociedad Peruana de Bioestadística, Perú Dr. Giordano Pérez Gaxiola Red Cochrane México Dr. Carlos A. Andrade Castellanos Dr. Nezahualpilli Delgado Figueroa Hospital Civil “Dr. Juan I. Menchaca”, México Procedimiento Editorial Diseño y Producción Dra. Mahuina Campos Castolo Dr. Luis Alberto Villanueva Egan Lic. Araceli Zaldivar Abad Lic. Jorge Armando Collado Peña PSSDG. Laura Alicia Solís Mungía PSSDG. Elizabeth Rodríguez Salmerón La Revista CONAMED está registrada en los siguientes índices: dialnet.uniroja.es/ bvs.insp.mx dgb.unam.mx/index.php/catalogos biblat.unam.mx/es/ imbiomed.com.mx lilacs.bvsalud.org.es ebsco.com index-f.com/busquedas.php Certificado ISO 9001-2008 latindex.org AMERBAC Miembro de la Asociación Mexicana de Editores de Revistas Biomédicas amerbac.org.mx Revista CONAMED, Año20 No.1 enero-marzo de 2015, es una publicación trimestral editada por la Secretaría de Salud. Calle Lieja No. 7, Col. Juárez, Delegación Cuauhtémoc, C. P. 06600, Tel. 52 (55) 5062-1600, www.salud.gob.mx. Editor responsable: Dr. José Meljem Moctezuma, Comisionado Nacional de Arbitraje Médico. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2014-040110340300-203, ISSN: 2007-932X, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Responsable de la última actualización de este Número, Dirección General de Difusión e Investigación CONAMED, Dr. Miguel Ángel Lezana Fernández, calle Mitla, No. 250, esq. Eje 5 Sur (Eugenia), Col. Vértiz Narvarte, Delegación Benito Juárez, C.P. 03020. Tels. 52 (55) 5420-7019, www.conamed.gob.mx, [email protected], fecha de última modificación, 19 de marzo de 2015. Los artículos firmados son responsabilidad del autor. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Revista CONAMED se publica bajo la política de Acceso Abierto (Open Access) y está disponible bajo Licencia Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional, por lo que se permite compartir, copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente la obra y hacer derivadas, citando la fuente. Editorial A propósito del Día Mundial del Riñón About Kidney’s Day La enfermedad renal crónica (ERC) afecta a cerca de 10 % de la población mundial, suele ser progresiva, silenciosa y no presentar síntomas hasta etapas avanzadas, cuando las soluciones ya son altamente invasivas y costosas, lo que representa una elevada carga económica y de enfermedad para los sistemas de salud, las instituciones de seguridad social, además contribuye a ampliar la brecha de desigualdad en materia de salud que aparta a los pacientes del tratamiento que puede prolongar y salvar o al menos mejorar su calidad de vida en función de su nivel de pobreza. Los datos disponibles, aún insuficientes, sugieren una gran inequidad en el acceso al tratamiento para la enfermedad renal crónica en Las Américas, con una clara desventaja para los países y poblaciones con menores ingresos, donde se carece de recursos humanos y tecnológicos suficientes para cubrir estos tratamientos para todas las personas que los necesitan. En México, se estima que aproximadamente 9.5 millones de personas tienen algún grado de daño en los riñones y 80 mil personas mueren al año por enfermedades relacionadas con el riñón. El Día Mundial del Riñón se celebra cada año el segundo jueves de marzo y es una iniciativa conjunta de la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales con la finalidad de crear conciencia sobre la importancia de los riñones para la salud en general y para reducir la frecuencia y los efectos de la enfermedad renal a nivel global. Además de la concientización, este día tiene como objetivos: (a) fomentar la detección sistemática de todos los pacientes con diabetes e hipertensión, reconociendo que la incidencia de la ERC en adultos depende tanto de un adecuado manejo de condiciones como la diabetes, la hipertensión arterial y el síndrome metabólico, como de la detección y tratamiento adecuados de la nefropatía asociada con dichos padecimientos; (b) promover conductas preventivas entre la población; (c) educar a todos los profesionales de la salud acerca de su papel clave en la detección y reducir el riesgo, y (d) hacer hincapié del papel determi- nante de las autoridades de salud locales y nacionales en el control de la ERC, considerando que el pronóstico en la mayoría de las patologías asociadas con la ERC dependen de un acceso oportuno y efectivo a servicios de salud adecuados para su control y tratamiento, tema en el cual aún queda un largo camino por recorrer. Todo esto hace que la prevención sea aún más importante. Es por ello que se recomienda a todos los gobiernos, como las formas más eficaces de evitar que se produzca una ERC, que redoblen esfuerzos en la promoción entre sus poblaciones de estilos de vida saludable; mejorar la detección y control de la obesidad, diabetes e hipertensión arterial; invertir en el tamizaje de la función renal y desarrollar la cultura de la donación de órganos como una iniciativa para salvar vidas. Si se detecta a tiempo, la ERC puede ser tratada, lo que reduce otras complicaciones y reduce drásticamente la creciente carga de mortalidad y discapacidad por enfermedades crónicas renales y cardiovasculares en todo el mundo. Las enfermedades renales se suelen denominar “asesinos silenciosos” e influyen considerablemente en la calidad de vida. No obstante, existen algunas formas muy sencillas de reducir el riesgo de desarrollar enfermedades renales: • Mantenerse en forma y activo. • Controlar regularmente el nivel de azúcar en la sangre. • Vigilar la presión sanguínea. • Comer sano y controlar el peso. • Mantener una ingesta de líquidos sana. • No fumar. • No tomar medicamentos sin receta médica. • Comprobar la función renal si se presentan uno o más factores de “riesgo” como diabetes, hipertensión u obesidad. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 3-4 ISSN 2007-932X Miguel Ángel Lezana-Fernández R 4 E V I S Desde la CONAMED nos sumamos a este esfuerzo que tiene que ver con el ejercicio del derecho a la protección de la salud para todos; la calidad de vida relacionada con la salud y evitar muertes prematuras por ERC. T A Así mismo, espero que una vez más este número de la Revista CONAMED sea de su agrado y propicie la reflexión crítica sobre la salud y las responsabilidades relacionadas con su cuidado. ISSN 2007-932X Dr. Miguel Ángel Lezana Fernández [email protected] Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 3-4 Artículo Original Eventos adversos en pacientes sometidos a anestesia y analgesia neuroaxial Adverse events in analgesia and neuraxial anesthesia patients´s RESUMEN ABSTRACT Introducción. La práctica de la anestesiología conlleva en sí misma un alto riesgo, las técnicas neuroaxiales no están exentas de reacciones adversas, efectos secundarios, complicaciones o eventos adversos. Objetivo. Identificar la frecuencia de eventos adversos en (EAA) en pacientes sometidos a anestesia y analgesia neuroaxial en el Hospital General Regional No. 17 de Cancún, Quintana Roo. Material y métodos: Transversal, descriptivo, prospectivo y analítico, se tomó una muestra aleatoria de pacientes sometidos a cirugía electiva de cualquier especialidad, a quienes se les realizó analgesia y anestesia neuroaxial, se identificó la presencia de eventos adversos y su origen. Análisis estadístico: medidas de dispersión y de tendencia central, prueba exacta de Fisher. Se consideró significativo un valor de p<0.05. Resultados: Se evaluaron 230 procedimientos: 12 (10 %) de analgesia neuroaxial, 208 (90 %) de anestesia neuroaxial. La prevalencia de EA fue del 17.4 %, de los cuales 67.4 % (n=24) fueron en Bloqueo Peridural Anestésico, 23 % (n=12) Bloqueo Subaracnoideo y los restantes 9.6 % (n=3) para el Bloqueo Peridural Analgésico. 90 % fueron inmediatos, 37.5 % originado por aguja, 15 % por catéter, 17.5 % por medicamentos, 25 % originados por las condiciones del paciente, 10 % por lesión neurológica. El uso de aguja, el tipo de procedimiento y las condiciones del paciente se asocian a la presencia de un EA (p<0.05). 77 % vs. 33 % de los procedimientos realizados por residentes en comparación con los adscritos (p=0.4). Introduction. The practice of anesthesiology itself carries a high risk, neuraxial techniques are not without side effects, side effects, complications or adverse events. The aim of this study was to identify the frequency of adverse events (EAA) in patients undergoing neuraxial anesthesia and analgesia in the Regional General Hospital No. 17, Cancun, Quintana Roo. Methods: Cross-sectional, descriptive, prospective and analytical, a random sample of patients undergoing elective surgery of any specialty, who underwent neuraxial analgesia and anesthesia, the presence of adverse events and their origin was identified was taken. Statistical analysis: measures of central tendency and dispersion, Fisher's exact test. A p value <0.05 was considered significant. Results: 230 procedures were tested: 11 (9.6 %) neuraxial analgesia, 208 (90 %) neuraxial anesthesia. The prevalence of AD was 17.4 %, of which 67.4 % (n = 24) were in lock Epidural Anesthetic, 23 % (n = 12) Subarachnoid block and the remaining 9.6 % (n = 3) for Analgesic Epidural Block. 90 % were immediate 37.5 % caused by needle, catheter 15 %, 17.5 % drug, 25 % caused by patient conditions, 10 % by nerve injury. 77 % vs 33 % of the procedures performed by residents compared to subject (p = 0.4). Conclusions: The frequency of EA we found in our study is in the same range as that reported in the literature. There is no relationship between the personnel performing the procedure and the presentation of an EA. 1 Instituto Mexicano del Seguro Social. Distrito Federal, México. Servicio de Anestesiología. Hospital General de Zona. No. 17 IMSS. Quintana Roo. México. 3 Coordinación de Investigación Médica. Jefatura de Servicios de Prestaciones Médicas. IMSS. Quintana Roo. México 2 Correspondencia: Ma. Valeria Jiménez Báez. Coord. Auxiliar de Investigación en Salud. Av. Politécnico Nacional s/n entre Tepic y Kinic SM 510, Cancún, Q. Roo, México. [email protected]. Folio 305/2014 Artículo recibido: 30/12/2014, reenviado: 23/02/2015, aceptado: 27/02/2015 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 ISSN 2007-932X Mario H. Nochebuena-García,1 Zaida Acquardt-Arenas,2 María Valeria Jiménez-Báez3 R 6 E V I S Conclusiones: La frecuencia de EA que encontramos en nuestro estudio está en el mismo rango que la reportada en la literatura. El personal que realiza el procedimiento no se asocia a la presencia de EA. T A Keys Word. Adverse events, neuraxial anesthesia, neuraxial analgesia. Palabras clave. Evento adverso, Anestesia Neuroaxial, Analgesia Neuroaxial. ISSN 2007-932X INTRODUCCIÓN La morbimortalidad en anestesia en los últimos 50 años es prácticamente la misma, pese a los grandes progresos realizados tanto en las técnicas anestésicas como en el monitoreo y vigilancia perioperatorias, existen riesgos implícitos en los manejos anestésicos y analgésicos que pueden terminar en eventos adversos (EA)1, como es la técnica de anestesia neuroaxial (AsN) y analgesia neuroaxial (AgN).2 La AsN es un acto médico controlado en el que se utilizan fármacos específicos para bloquear la respuesta simpática, sensitiva y motora del impulso nervioso originado por la medula espinal, se puede clasificar como: Anestesia Epidural o peridural, Anestesia Subaracnoidea, intratecal o intradural: se perfora la duramadre y la aracnoides para introducir un fármaco especifico en el espacio subaracnoideo y ejercer su acción al mezclarse con el líquido cefalorraquídeo; ésta la desarrolló por primera vez August Bier en 1898, al administrar en un paciente 3 ml de lidocaína al 0,5 %. La AgN se define como la inhibición del impulso doloroso generado por la medula espinal, empleando fármacos a una dosis y concentración específica para ello.3-5 La AsN, es uno de los pilares de la anestesia regional actualmente es una de las técnicas más frecuentes. A lo largo de más de 100 años los bloqueos subaracnoideos y epidurales incluyendo los bloqueos caudales, han sido enseñados y practicados por anestesiólogos de nuestro país en forma amplia y en algunas subespecialidades quirúrgicas como gineco-obstetricia y ortopedia, es el tipo de anestesia predominante por sus ventajas y cualidades anestésicas y analgésicas.6 El EA es un hecho inesperado no relacionado con la historia natural de la enfermedad, como consecuencia del proceso de atención médica. De acuerdo con The Nacional Center for Patient Safety, los EA son: incidentes desfavorables, percances terapéuticos, lesiones iatrogénicas u otros sucesos negativos que ocurren directamente asociados a la prestación de la atención médica.4, 6 Los más peligrosos son aquellos que producen muerte o lesiones irreversibles sobre el sistema nervioso. El conocimiento de sus factores etiológicos, de su prevención y del tratamiento oportuno, propiciará que se presenten aún con menos frecuencia.7 Son poco descritos; en los distintos ámbitos de la medicina los EA y seguridad del paciente son inversamente proporcionales.4 Algunas complicaciones pueden ser tan graves como los síndromes de déficits neurológicos subsecuentes a anestesia extra e intradural generalmente producto de intervenciones dentro del canal vertebral. Se ha considerado que en intervenciones del raquis con intención de producir anestesia neuroaxial, las agujas o catéteres introducidos en el neuroeje, seguidas a menudo por la administración de anestésicos locales y otros medicamentos adyuvantes (opiáceos, NaHCO3, vasoconstrictores, benzodiacepínicos y otros), que en ciertas condiciones pueden ser neurotóxicos, sobre todo cuando se administran después de un contacto o punción de una raíz nerviosa o de la médula espinal, representado como parestesia, la cual se considera una manifestación ominosa como preludio a una complicación neurológica seria, ya sea de forma aguda o crónica.5, 8 Diversos términos deben ser aclarados; Complicación: fenómeno que sobreviene durante el curso de una enfermedad, o de un procedimiento médico, sin ser propio de ella, significa también la presencia de dos o más enfermedades en un mismo paciente. Iatrogenia: Viene del griego Iatros: Médico y génesis: origen, es decir, originado por el médico o los medicamentos. Error médico: Es una conducta clínica equivocada en la práctica médica, como consecuencia de la decisión de aplicar un criterio incorrecto. Eventos centinela. Es un hecho inesperado, no relacionado con la historia natural de la enfermedad, que produce la muerte del paciente, una lesión física o psicológica grave o el riesgo de sufrirlas a futuro.1 El EA implica un incidente o un accidente anestésico, la posibilidad de realizar el análisis de la causa raíz sin fines punitivos que ofrezca la oportunidad de prevenirlos y dar una atención que incremente la seguridad del paciente que acude a unidades de atención médica.9 Se pueden dividir en dos grandes grupos: 1) Los que se presentan de acuerdo al tiempo de inicio. 2) Los que aparecen con relación a sus factores causales.9 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 Eventos Adversos en Anestesia Nochebuena-García MH EA neurológicos. A) Leves: Bloqueo sensorial o motor prolongado. B) Moderados: Parestesias y zonas de adormecimiento. Prolapso discal. Lumbalgia. Síndromes ajenos a la anestesia y relacionados con el evento anestésico. C) Severos o graves: a) Eventos neurológicos menores: Reversibles o transitorios. b) Eventos neurológicos mayores e irreversibles o permanentes. D) EA neurológicos fetales.1, 12-16 EA tardíos son todos los de tipo neurológico. A) Leves bloqueo sensorial o motor prolongado. B) Moderados parestesias y zonas de adormecimiento. Prolapso discal. Lumbalgia. Síndromes ajenos a la anestesia y relacionados con el evento anestésico. C) severos eventos neurológicos menores: reversibles o transitorios y eventos neurológicos mayores e irreversibles o permanente.1, 12, 15-20 El número de procedimientos de anestesia y analgesia neuroaxial ha incrementado importantemente en los últimos años, la incidencia de complicaciones graves de acuerdo a estudios reportados tiene rangos muy amplios que van desde 0 al 18 %.21, 22 Se realizó una búsqueda intencionada de publicaciones indexadas en las bases de datos nacionales e internacionales para encontrar reportes de eventos adversos en el área de anestesia y sin embargo no existen reportes de eventos adversos anestésicos en el país y la región. Por lo que el propósito de este estudio fue identificar la incidencia de eventos adversos durante el procedimiento anestésico en pacientes sometidos a cirugía electiva de un hospital de concentración de segundo nivel del Sureste de México perteneciente al sistema de salud pública y su asociación con el personal que realiza el procedimiento. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio transversal, observacional, prospectivo, analítico. En pacientes que fueron sometidos a cirugía durante el período comprendido de julio a septiembre de 2013, en el Hospital Regional No. 17 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Cancún, Quintana Roo. Se incluyeron los pacientes sometidos a anestesia neuroaxial, analgesia neuroaxial, fueron excluidos los pacientes con antecedentes de algún evento adverso por AsN o AgN, pacientes con cambio de técnica anestésica programada. Se calculó el tamaño de muestra para detectar el 15 % de eventos adversos en procedimientos AsN o AgN (de acuerdo a los datos previos), con una fórmula para calcular proporciones en poblaciones infinitas con un nivel de confianza del 95 % y un poder del 80 %, el cual fue de 196 unidades de estudio con un ajuste de pérdidas probables del 15 % quedando un total de 230 procedimientos. De forma aleatoria se determinó la distribución por todos los turnos en el hospital, de esta manera se pretendió controlar el sesgo al azar para que todos los procedimientos realizados en el hospital durante el periodo tuvieran la probabilidad de participar en el estudio. Mediciones. La variable de resultado fue el evento adverso y como variables independientes se consideró el tipo de anestesia, como variables intervinientes se investigó la posible causa del EA: aguja, catéter, toxicidad pro fármaco, condiciones del paciente, lesión neurológica, el tiempo de evento adverso, como variable de confusión se determinó la persona que realiza el procedimiento anestésico. Las cuales se registraron en una hoja de recolección de datos diseñada exprofeso. Para controlar el efecto hawthorne el personal que realizaba los procedimientos desconocía el contenido del proyecto. Análisis estadístico: Los resultados se presentaron en promedios para las variables cuantitativas y para las cualitativas en porcentaje. Se aplicaron medidas de frecuencia a todas las variables. Se aplicó la prueba de X2 para el análisis bivariado. Se realizaron tablas y gráficas para la presentación de resultados. Aspectos éticos. Se solicitó autorización al Comité Local de Investigación en Salud 2301 con número de aprobación 2301-2013-31. Por ser un estudio prospectivo, se considera una investigación con riesgo mínimo, ya que sólo se registrarán los EA, sin que se haya intervenido en el manejo o aplicación de la técnica anestésica o analgésica. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 7 ISSN 2007-932X A) EA por problemas con la aguja y previos a la localización del espacio peridural o subaracnoideo. B) EA por problemas con el catéter. C) EA cardíacos, circulatorios, respiratorios y digestivos después de administrar la dosis del anestésico local, opioide u otro fármaco. D) EA por toxicidad a los fármacos: anestésicos locales, opioides, epinefrina, bicarbonato, ketamina, vasoconstrictores, etc. E) EA por condiciones propias del paciente. EA en el feto.1, 8, 10 R 8 E V I S RESULTADOS T A Cuadro 2. Origen del evento adverso N=230* VARIABLES n % - BPA 11 9.6 - BPAns 155 67.4 - BSAns 53 23 Tipo de procedimiento BSAns. Bloqueo Subdural Anestésico *BPA. Bloqueo Peridural Analgésico Cuadro 1. Frecuencias de variables BPAns. Bloqueo Peridural Anestésico Se incluyeron 230 procedimientos neuroaxiales; de los cuales el 90 % (208) fueron de tipo anestésico, principalmente por BPAns (bloqueo peridural anestésico). El 100 % de los bloqueos analgésicos correspondieron a bloqueo peridural (BPA) Cuadro 1. La incidencia de eventos adversos en la población de estudio fue de 17.4 % (40), el 90 % de los cuales se presentó en los procedimientos anestésicos (p=0.5). Figura 1. De acuerdo al tiempo de presentación del evento adverso se encontró que 90 % fueron inmediatos. N=39* ORIGEN DEL EA n % 10 5 26.6 13 3 3 7.7 7.7 4 3 10.2 7.7 7 18 3 7.7 Por aguja - Dificultad para introducirla - Parestesias o dolor Por catéter - Al introducirlo - Con sangre Por fármacos - Anestésicos locales y aditivos - Opioides Por las condiciones del paciente - Estómago lleno, trastornos psicológicos, neurológicos, cardiovasculares - Cambios anatomofuncionales de vértebra * Total de procedimientos observados Total de procedimientos que presentan la variable observada Proporción de procedimientos que se presenta Cuadro 3. Frecuencia de EA por lesión Figura 1. Frecuencia de Eventos Adversos en Anestesia neurológica 100 90 80 70 60 50 17 % Con EA 40 30 20 10 ISSN 2007-932X EA por lesión neurológica 83 % Sin EA *N=230. 17% presentó un EA relacionado con el procedimiento de anestesia El origen del evento adverso más frecuente fue el secundario al uso de aguja 39 %. Se pueden observar en el cuadro No. 2. La lesión neurológica estuvo presente en el 10 % de los EA, con una tasa de 1.7 por cada 100 procedimientos realizados. Cuadro 3. Se realizó el análisis bivariado entre la variable dependiente EA y las independientes, observándose significancia estadística en el tiempo de inicio del EA, originados por aguja, por catéter, por las condiciones del paciente (p<0.05). Cuadro 4. Se comparó el tipo de procedimiento analgesia o anestesia con la presencia de EA aunque se encontró significancia clínica no hubo significancia estadística (p<0.05). - Leves: bloqueo sensorial o motoro prolongado 4 10 % - Moderados: parestesias, lumbalgia 2 50 - Severos: neurológicos, reversible, transitorio, faltal 2 50 * Tasa = 1.7 por cada 100 procedimientos anestésicos realizados En relación al personal que realiza el procedimiento no existió diferencia estadísticamente significativa con la presencia del EA p>0.05. Grafico 2. DISCUSIÓN El Bloqueo peridural anestésico, es utilizado con mayor frecuencia por el servicio de Anestesiología, y por tanto, la probabilidad de presentación de eventos adversos en esta técnica es mayor en comparación al Bloqueo subaracnoideo o peridural analgésico (p<0.05). La frecuencia de eventos adversos en hospitales de concentración donde se realizan procedimientos quirúrgicos requiere una vigilancia estrecha que mejore la seguridad Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 Eventos Adversos en Anestesia Nochebuena-García MH 9 Cuadro 4. De acuerdo al tipo de Bloqueo N=230* Nombre de la variable Bloqueo Peridural N (%) Bloqueo SUBARACNOIDEO N (%) Valor P 3 (1.3) 0 (0) 0.003 Tipo de procedimiento Analgesia Anestesia 24 (67.4) ANS ANL 12 (23) ANS ANL EA de acuerdo al tiempo de inicio 0.442 Inmediato 21 (9.1) 3 (1.3) 12 (5.2) 0 Mediato 3 (1.3) 0 0 0 Tardío 0 0 0 0 EA originado por uso de aguja 0.005 Dificultad para introducir la aguja 6 (2.6) 1 (0.4) 3 (1.3) 0 Por la posición 0 0 0 0 Dolor y/o parestesias 2 (0.8) 1 (0.4) 1 (0.4) 0 EA originado por el catéter 0.583 Al introducirlo 3 (1.3) 0 0 0 Por la dirección 0 0 0 0 Cantidad introducido 0 0 0 0 Con sangre 3 (1.3) 0 0 0 Al extraerlo 0 0 0 0 EA originado por el fármaco Anestésicos locales y aditivos 1 (0.4) 0 3 (1.3) 0 Bicarbonato de sodio 0 0 0 0 Vasopresores 0 0 0 (0) 0 Opioides 2 (0.8) 0 1 (0.4) 0 Inductores, relajantes neuromusculares 0 0 0 0 Sustancias lícitas (alcohol, yodo, etc.) 0 0 0 0 EA originado por las condiciones del paciente 0.004 4 (1.7) 3 (1.3) 0 0 Cambios anatomo-funcionales 3 (1.3) 0 0 0 EA en el feto 0 0 0 0 Estómago lleno, trastornos psicológicos, neurológicos EA por lesión Neurológica 0.015 Leves: Bloqueo sensorial o motor prolongado 0 0 2 (0.8) 0 Moderados: Parestesias o lumbalgia 2 (0.8) 0 0 0 Severos: neurológico, reversible o transitorio 0 0 0 0 Fatal 0 0 0 0 EA de la categoría que realizó el procedimiento 0.4 Médico adscrito 5 (2.1) 0 3 (1.3) 0 Residente tesista 19 (8.2) 3. (1.3) 9 (3.9) 0 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 ISSN 2007-932X 0.396 R 10 90 80 E V I S Figura 2. EA de acuerdo a la categoría del personal que realiza el procedimiento p=0.4 79.6 % 70 60 50 40 30 n=31 20.4 % 20 10 0 n=8 Residente Tesista Médico Adscrito Procedimientos realizados ISSN 2007-932X EA presentados del paciente y la calidad de los servicios de salud, en estos términos nuestros resultados, 17.4 % se encuentran dentro de los reportados a nivel internacional 3-22 %.22 La Joint Comissión en su revisión del 2005 reporta que la presencia de eventos adversos relacionados con anestesia fue del 1.6 % de los casos estudiados.23 La frecuencia de aparición de algún evento adverso será mayor durante los primeros 15 minutos posteriores de haberlo realizado, 90 % de esta manera será conveniente normar la conducta o el tratamiento necesario una vez presenciado. Durante el estudio se determina que la frecuencia de eventos adversos es de causa multifactorial, aunque pudiera reducirse el origen de los mismos analizando con detalle cada una de las variables dependientes inherentes a la realización del procedimiento anestésico neuroaxial. Encontramos asociación entre el uso de agujas y la presentación de eventos adversos, p<0.03 IC 95 % [0.2-044]. Por lo que se sugiere la elección de los espacios L5-l4, L4-L3 y L3-L2, para evitar lesiones directas con la aguja a la médula espinal, con lo que se previene EA neurológicos derivados de la técnica. La frecuencia de eventos adversos de los resultados obtenidos fue de 2.25 veces más para el bloqueo peridural comparado con el bloqueo subaracnoideo, lo cual es cercano a lo referenciado por diferentes autores 2.5-4 %.1,2,10 El conocimiento de ellos, de sus factores etiológicos, de su prevención y de su tratamiento oportuno, pro- T A piciará que se presenten aún más raramente y en los casos que aparezcan se debe intentar que su gravedad sea mínima y por lo tanto los daños sean reversibles.2 El diseño de nuestro estudio plantea hacer descripción de frecuencia y determinar la asociación de la variable dependiente eventos adversos en los procedimientos anestésicos que la presentaron y aquellos que no. De forma que el análisis bivariado nos permitió comprobar que la utilización de aguja, el tipo de procedimiento anestésico y las condiciones generales del paciente si se asocian a la presencia de eventos adversos (p<0.05). Cabe destacar que en nuestro estudio a pesar de existir una frecuencia de eventos adversos esta no se relacionó estadísticamente con la categoría del personal que realiza el procedimiento, personal en formación o médico anestesiólogo de base (p>0.05), sin embargo si existió significancia clínica. (eventos adversos en médicos residentes, 77 %). Dentro de las debilidades de nuestro estudio tenemos que no se midieron variables concernientes a los beneficios y/o efectos terapéuticos, los cuales ya están descritos en la literatura. Hay que tener en cuenta la proporción de prioridades de los procedimientos manejados con anestesia neuroaxial en nuestra institución, lo que no nos permite analizar con precisión la relación de la prioridad del procedimiento con la presencia de EA. La mayoría en el estudio se sometieron a cirugía de miembros inferiores, lo cual influye para que los EA fueran más frecuentes en este grupo de procedimientos.3 De acuerdo a nuestro estudio debemos mantener la idea firme que estas técnicas con abordaje neuroaxial no son inocuas y siempre considerar la presentación de algún EA. Se debe analizar el estudio de más variables dependientes y no dependientes de las condiciones propias del paciente, sinergismo o antagonismo de fármacos utilizados previamente al procedimiento anestésico así como relacionar estos resultados con pacientes previamente programados o en situaciones de urgencia quirúrgica, de esta manera reducir la frecuencia reportada en este estudio. Conclusiones La frecuencia de EA que encontramos en nuestro estudio está en el mismo rango que la reportada en la literatura. Si bien los EA se presentan con baja frecuencia en comparación a los beneficios que ofrecen las diferentes técnicas mencionadas, con ello se intenta documentar para disminuir los EA aunado a las diferentes situaciones adversas presentes en los quirófanos de esta institución médica. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 Eventos Adversos en Anestesia Nochebuena-García MH 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. Marrón-Peña M. Eventos adversos de la anestesia neuroaxial. Qué hacer cuando se presentan. Rev Mex Anest 2007; [Acceso 20/02/15] 30 (s1):S357-S375. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/ rma/cma-2007/cmas071bn.pdf . Ruelas-Barajas E, Tena-Tamayo C, SánchezGónzalez S, Sarabia-González O, HernándezGamboa E, Campos-Castolo EM. Eventos adversos identificables en las quejas médicas. Cir Ciruj 2008; [acceso 20/02/2015] 76:153-160. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/662/66276209.pdf . Lee LA, Posner KL, Domino KB, Caplan RA, Cheney FW. 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Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 5-11 ISSN 2007-932X 11 REFERENCIAS Artículo Original Percepción del personal de enfermería sobre los riesgos biológicos Nursing staff perceptions on biological hazards ISSN 2007-932X María de los Ángeles Fang-Huerta1, María Concepción Meléndez-Méndez1, Rosalinda Garza-Hernández1, Paulina Aguilera-Pérez1, Angélica Aguilera-Pérez1, Rosa Margarita Ortega-López1 1 RESUMEN ABSTRACT Introducción. El riesgo a infección por agentes biológicos, es reconocido como uno de los más importantes en personal que prestan sus servicios en el campo de la salud, particularmente los profesionales de enfermería; ya que en su rol de especialistas clínicos tienen contacto directo y continuo con el paciente, realizando actividades diarias asistenciales que involucran procedimientos de todo tipo, esto implica exposición a agentes patógenos. Por lo que el propósito de esta investigación fue identificar el grado de percepción de riesgo biológico del personal de eEnfermería de un hospital de seguridad social del norte de Veracruz. Material y métodos. Estudio descriptivo, transversal, población de 92 enfermeras(os) de un hospital de seguridad social, muestreo no probabilístico por conveniencia, se utilizó el Cuestionario Percepción del Riesgo (2008). Resultados. 90 % conoce los riesgos de su trabajo, pero 65 % desconoce los protocolos post exposición a accidentes y los formularios de notificación, 80 % sólo utilizan los guantes como precaución estándar, 70 % continúa reencapuchando las agujas y separándolas de la jeringa, pero a pesar de los resultados anteriores, 74 % refiere no haber sufrido accidentes con objetos punzocortantes ni fluidos en los últimos 12 meses, quienes si lo refieren fue posterior a la ministración de medicamento. Introduction. The risk for an infection by biological agents, is recognized as one of the most important in people who provide service in health area, particularly nursing professionals; because in their role as clinical specialists they have direct and continuous contact with the patient, performing daily activities of attention care that involve all kinds of procedures that imply the exposure to pathogens. Therefore the purpose of this investigation was to identify the degree of perception of the biological hazard of the nursing staff in a social security hospital of North Veracruz. Material and methods. Descriptive and crosssectional study, population of 92 nurses of a Social Security Hospital, non-probabilistic sampling for convenience, the Risk Perception Questionnaire (2008) was used. Results. 90 % knows the work risks, but the 65 % unknown the post-exposition to accidents protocols and the notification forms, 80 % just uses gloves as an standard precaution, 70 % continues recapping the needles and pulling them apart from the syringe, but despite the above results, 74 % refers not having had an accident with sharp objects or fluids in the last 12 months, the ones who do refer it was after the administration of a medication. Conclusions. The nursing staff knows the biological hazard to the ones they are exposed in their assistential work, besides uses only gloves Facultad de Enfermería de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas. México Correspondencia: MCE María de los Angeles Fang Huerta. Facultad de Enfermería de Tampico, Universidad Autónoma de Tamaulipas. Privada A # 102-A, Fraccionamiento Fernandas 2, Colonia San Antonio, C.P. 89320, Tampico Tamaulipas. [email protected]. Folio 269/2014 Artículo recibido: 12/02/2014, reenviado: 19/03/2015, aceptado: 23/05/2014 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 12-16 R E V I S Conclusiones. El personal de enfermería conoce los riesgos biológicos a los que está expuesto en su trabajo asistencial, además utiliza solo los guantes para su protección como precaución estándar, pero continúa reencapuchando las agujas, aumentando el riesgo de accidentabilidad. Palabras claves: Percepción, riesgo biológico, enfermería. T A for their protection as a standard precaution, but continues recapping the needles, increasing the risk of accidents. Keywords: Perception, biological hazard, nursing. 13 INTRODUCCIÓN orgánicos potencialmente infecciosos los profesionales que laboran llevan implícito un riesgo inherente al desempeño de sus funciones, es por esta razón que los riesgos laborales de quienes trabajan en lugares dispensadores de salud (hospitales, clínicas, laboratorios, consultorios, y otros) constituye un tema de elevada importancia5. MATERIAL Y MÉTODOS El diseño del estudio fue descriptivo-transversal6, la población de estudio, fue personal de enfermería de diferentes categorías laborales de un hospital de seguridad social. El muestreo, no probabilístico por conveniencia y no hubo muestra por tratarse de un censo, siendo un total de 92 enfermeras(os) que se encontraban laborando todas las áreas y servicios del hospital. Como instrumento se utilizó el Cuestionario de Percepción de Riesgo (CDC) 2004 que fue creado por el Centro De Control y Prevención De Enfermedades En E.U, “Workbook for Designing, Implementing and Evaluating a Sharp Injury Prevention” y fue validado al Español en el 2007 y consta de 5 apartados que hacen referencia a: datos del trabajador, estado vacunal, información sobre utilización de precauciones estándar, información sobre el conocimiento de los riesgos de su puesto de trabajo y la información sobre los accidentes sufridos en su vida laboral1. El estudio se apegó a los principios éticos y científicos que establece la Ley General de Salud en materia de investigación en sus artículos 13, 14, 17, 20 y 21. En todo momento se respetó la dignidad del personal, previa explicación del propósito y desarrollo del estudio y una vez obtenida la autorización se procedió a la aplicación del instrumento el Cuestionario de Percepción de Riesgo (2008), previo consentimiento informado, lo cual se localiza físicamente al personal de enfermería según servicio y turno en su área laboral y tratando de no entorpecer sus labores asistenciales. En el análisis de los resultados y por las características estructurales de cuestionario, la Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 12-16 ISSN 2007-932X Los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, define a dichos agentes como "microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad"2. El tipo de residuos peligrosos generados en estas unidades de servicio médico se conoce como Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI´s). En México, de acuerdo al Artículo3 fracción XXXII de la Ley general del Equilibrio Ecológico y la Protección Ambiente, 8ª Edición 1993 y a la Norma NOM052 ECOL-93 se define al RPBI como aquel que contiene bacterias, virus u otros microorganismos con capacidad de causar infección o que contiene o puede contener toxinas producidas por microorganismos que causan efectos nocivos a seres vivos y al ambiente, que se generan en establecimientos de atención médica”4. El marco legal Mexicano de los RPBI está sustentado en la NOM-087 ECOL 1995, publicada el 7 de noviembre de 1995 y puesta en vigor el 7 de mayo de 19964. El riesgo a infección por agentes biológicos, es reconocido como uno de los más importantes en las personas que prestan sus servicios en el campo de la salud, muy particularmente los profesionales de enfermería; ya que en su rol de especialistas clínicos tienen contacto directo y continuo con el paciente, realizando actividades diarias de atención asistencial que involucran procedimientos de todo tipo, éstos a su vez implican exposición a agentes patógenos. Es decir, tal desempeño expone al personal de enfermería al contacto con microorganismos cuya patogenicidad puede variar dependiendo del estado agudo o crónico del paciente y de la susceptibilidad inmunológica de dicho profesional5. Las enfermedades infecciosas a las que están expuestos como lo son hepatitis B, C, síndrome de inmuno deficiencia adquirida, tienen mayor prevalencia para el personal de salud, ya que su práctica involucra una alta manipulación de elementos corto-punzantes y el manejo de líquidos Percepción sobre Riesgo Biológico Fang Huerta MA 14 fiabilidad del se midió realizando un análisis factorial, los resultados demostraron que solo dos ítems no cargaron hacia ninguno de los tres factores, identificados en el cuestionario. Para el registro y análisis de los datos se usó el programa estadístico SPSS-17, para la obtención de resultados se utilizó la estadística descriptiva, frecuencias y porcentajes.1, 8, 10 pesar de la disponibilidad y el uso de contendores de objetos punzo-cortantes un gran número de los encuestados sigue reencapuchando y separando las agujas de la jeringa (Cuadro 1). En cuanto a los conocimientos del riesgo, un gran porcentaje de los trabajadores sanitarios estudiados manifiestan tener los conocimientos relacionados con los riesgos del puesto de trabajo que desempeñan y su prevención, los protocolos existentes y además a recibido capacitación sobre material con dispositivos de seguridad, manejo y su utilización para evitar accidentes, pero desconoce los procedimientos post expocisión y los formularios de notificación (Cuadro 2). En accidentabilidad se realizaron preguntas para conocer si habían sufrido algún tipo de expocisión a sangre o fluidos corporales, incluyendo pinchazos y cortes con objetos punzo-cortantes o salpicaduras corporales en ojos, boca o piel en los últimos 12 meses, el 74 % refiere no haber sufrido ningún tipo de accidentes en los últimos 12 meses, quienes si lo refieren manifiestan en la actividad realizada durante el accidentes, fue posterior a la ministración de un medicamento. RESULTADOS De acuerdo a la cédula de datos sociodemográficos, 40 % de la población estudiada se encontraba laborando en el área de hospitalización, el 44 % contaba con una antigüedad laboral de 7 a 8 años, el 62 % se encontró en un rango de edad de 25 a 30 años y 90 % eran mujeres, el 70 % de la población labora en el turno matutino y 55 % cuentan con un nivel de escolaridad de licenciatura. La mayoría de los trabajadores encuestados utilizan las precauciones estandar en mayor o menor medida, siendo el uso de los guantes la primordial ante el riesgo de contagio potencial con sangre y/o fluidos corporales. Cabe destacar que a Cuadro 1. Utilización de precauciones estandar ISSN 2007-932X Variable Respuesta Guantes Gafas Lavado de manos Reencapuchar agujas Objetos punzo-cortantes Disposición de contenedor de objetos punzo-cortante Separación de la aguja de la jeringa f % Sí No Sí Sí Sí Sí 76 43 73 64 80 80 80 70 80 70 87 87 Sí 73 80 Fuente: Cuestionario de Percepción de Riesgo elaborado por los autores (2008). N=92. Cuadro 2. Conocimiento de los riesgos Variable Respuesta Conocev los riesgos y peligros Ha recibido información (riesgos biológicos) Conoce los medios de protección personal Conoce al personal de prevención de RB Conoce los protocolos para prevenir y controlar RB Conoce la existencia de materiales con dispositivo de seguridad Ha tenido (pinchazos o cortes) con exposición a sangre y/o fluidos corporales Conoce los protocolos pos-exposición accidente biológico Conoce el formulario de notificación del accidente biológico Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 12-16 Sí Sí Sí Sí Sí Sí No No No f % 82 82 82 50 82 57 68 59 58 90 90 90 55 90 62 74 65 64 R E V I S T A 15 Los resultados de la investigación muestran que el grado de percepción de Riesgo Biológico del Personal de Enfermería es bueno, ya que el conocimiento que reflejaron las encuestas fue favorable. Un alto porcentaje del estudio el personal de enfermería en relación a la utilización de precauciones estándar nos revela que sólo el 50 % del personal de salud utiliza guantes, a pesar del conocimiento que se tiene de que con estos dispositivos se reduce notablemente el riesgo de exposición a patógenos hemáticos, estos tiene relación con lo que reportaron Flores y Gascón (2010)7 ya que los resultados de su trabajo de investigación revelaron que solo 48 % del personal usa siempre guantes, esta irregularidad puede ir aunada la falta de protocolos de trabajo es destacable mencionar que solo 48 % del personal encuestado conoce los protocolos para prevenir y controlar riesgos biológicos comparando de manera similar con los resultados del estudio de Rodríguez, Pérez, Pla, Miranda, Garrote y Peña, (2008) en donde los resultados evidencian una falta de percepción del riesgo en el estudio el 56 % de los encuestados había sufrido una herida o pinchazo; el 84 % de los encuestados admitió haber recibido capacitación sobre riesgos biológicos laborales, pero ésto no concuerda con el nivel de información sobre este tema, ya que 64,3 % de los que recibieron capacitación obtuvieron resultados no satisfactorios debido a que no se cumple con el protocolo de actuación recomendado y no se reconoce la base científica de la profilaxis post exposición, entre las medidas de prevención se los riesgos laborales debe de destacar que la formación e información de los trabajadores ocupa un lugar clave. De acuerdo a Rodríguez González 20079; los objetos corto punzantes constituyen el mayor riesgo ocupacional en los manipuladores de desechos, ocurren anualmente entre 600.000 y 800.000 pinchazos por agujas, aunque la mitad no se comunican. Cabe resaltar en el porcentaje de nuestra muestra que notificó los accidentes laborales por pinchazos tan sólo fue del 30 % siendo la consideración de que el paciente es de bajo riesgo, la complejidad o desconocimiento del procedimiento de notificación y la creencia de que unas medidas inmediatas de desinfección de la herida son suficientes han sido citadas como causa de no notificación, siendo efectivamente las agujas con lo que se tiene más accidentes, como lo menciona el estudio realizado por Gutiérrez (2009)10. Algunos estudios muestran que Enfermería es el colectivo que más accidentes de riesgo biológico sufren, por lo que se debe hacer hincapié en la importancia de mentalizarse sobre este problema así como la necesidad de auto exigencia del propio profesional.Al respecto, García y cols. (2009),11 en su estudio mencionó como resultado que la categoría ocupacional predominante son las enfermeras con el mayor número de exposición a agentes biológicos, así como también se relaciona con el estudio de Morales (2006)12 cuyo resultado respecto de la profesión los accidentes se presentaron en mayor porcentaje en el área de enfermería, con 345 eventos. Conclusiones Evidenciados los resultados del presente trabajo, se considera y es conveniente la información y actualización constante del personal de enfermería para el manejo de residuos, utilización de precauciones estándar, conocimiento de protocolos de acción que ayude a la disminución del porcentaje de exposición y contagio. La mayoría del personal entrevistado cuentan con información y conocimientos de los riesgos biológicos en su desempeño profesional. No se aplican las precauciones para evitar el contagio de enfermedades infectocontagiosas a las que puede tener contacto con la asistencia continua a los pacientes, sólo la utilización de guantes durante los procedimientos donde haya mayor riesgo, más no el uso de gafas o cubreboca. A pesar de la disposición de contenedores para el manejo y desecho de material con RPBI, se continúa reencapuchando las agujas produciendo un alto índice de accidentes por punción, ya que durante la administración de medicamentos es mayor la incidencia. No se cuenta con la cultura del reporte de accidentes y se desconoce el procedimiento post exposición a algún RPBI. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 12-16 ISSN 2007-932X DISCUSIÓN Percepción sobre Riesgo Biológico Fang Huerta MA 16 REFERENCIAS 1. 2. ISSN 2007-932X 3. 4. 5. 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Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 12-16 Artículo de Revisión Las tres dimensiones de la comunicación médico paciente: biomédica, emocional e identidad cultural Three dimensions of the physician patient communication: biomedical, emotional and cultural identity RESÚMEN ABSTRACT La relación entre en el paciente y el médico es un vínculo social extraordinario, donde interactúan códigos de significados que confieren sentido a la experiencia en el plano cognitivo, afectivo, actitudinal y conductual, influidos por el contexto cultural. La propuesta teórico-metodológica que aquí se presenta, pretende sustentar conceptualmente la enseñanza de las habilidades de comunicación que forman parte importante de la relación médico paciente, utilizando un modelo pedagógico tridimensional: biomédico, emocional e identidad cultural. La primera resalta la influencia directa de la comunicación sobre la fluidez en el interrogatorio para integrar diagnósticos certeros, la consolidación del apego al tratamiento, el manejo de información y asesoramiento para la atención terapéutica y preventiva. Desde otro enfoque, la segunda analiza el involucramiento emocional de los participantes durante la relación, así como el desarrollo de la respuesta empática y la inteligencia emocional. La última encausa la comunicación partiendo de la comprensión de la historia de vida del paciente, a través de las narrativas del padecer que dan el encuadre social, cultural y antropológico, además de permitir conocer la trayectoria y proyecto de vida antes y después de la enfermedad. A partir de este modelo teórico, se desarrollarán estrategias pedagógicas y se diseñará material didáctico para la enseñanza y el aprendizaje de la comunicación médico paciente. Palabras clave: comunicación médico paciente, educación médica, habilidades de comunicación, modelo biomédico, emociones e identidad cultural. The relationship between patient and physician is an extraordinary encounter in human society, were codes and meanings interact to signify the experience in a cognitive, affective and attitudinal level, while influenced by the cultural and social context. The theoretical-methodological proposal presented here aims to conceptually sustain the teaching of communication skills using a three-dimensional pedagogical model: biomedical, emotional and cultural identity. The first emphasizes the direct influence of communication on fluency in the interrogation to integrate accurate diagnosis, compliance with treatment, as well as management of information and counseling for therapeutic and preventive care. From another viewpoint, the second level analyzes the emotional involvement of the participants in the relationship, also the development of empathic response and emotional intelligence by the physician. The last dimension assume the communication process from the understanding of the patient’s life history through the narratives of suffering, in the frame of the social, cultural and anthropological context that provides information about the background and hopes before and after the disease. From this theoretical model, we will develop pedagogical strategies and educational materials for the teaching and learning of patient physician communication. Key words: patient physician communication, medical education, communication skills, biomedical model, emotions and cultural identity. 1 Coordinación de Investigación Educativa, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F., México. 2 Subdivisión de Medicina Familiar, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F., México. 3 Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F., México. Correspondencia: Dra. Alicia Hamui Sutton. Coordinación de Investigación Educativa División de Estudios de Posgrado. Unidad de Posgrado, se localiza al sur de Ciudad Universitaria, en el Circuito de Posgrados, Ciudad Universitaria, Coyoacán, México, D.F., C.P. 04510. Teléfono: 52 (55) 56237274. Correo electrónico: [email protected]. Folio: 303/2014 Artículo recibido: 10/12/2014, reenviado: 08/01/2014, aceptado: 13/01/2015 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 ISSN 2007-932X Alicia Hamui-Sutton1, María Guadalupe Grijalva2, Alfredo Paulo-Maya, Pedro Dorantes-Barrios2, Eunice Sandoval-Ramírez1, Sahira Eunice García-Tellez1, Verónica Daniela Durán-Pérez1, Isaías Hernández-Torres2. R ISSN 2007-932X 18 E V I S INTRODUCCIÓN En la vida cotidiana las personas interactúan en redes sociales a través de las cuáles circulan códigos de significados compartidos. En ese entramado de signos y símbolos, los individuos le confieren sentido a su experiencia en el plano cognitivo, afectivo y actitudinal. Enfermar y padecer son vivencias universales que se relacionan con la condición biológica del organismo y adquieren relevancia a través de la cultura donde se representan en coordenadas temporales y espaciales situadas. Ante la irrupción de la enfermedad, los individuos y sus allegados buscan ayuda diagnóstica y terapéutica para solucionar su estado somático alterado. No existe un solo modelo de atención a la salud, cada horizonte sociocultural ha desarrollado estrategias curativas y preventivas con mayor o menor efectividad, no obstante, en casi todos hay un personaje reconocido que porta conocimientos sobre cómo lidiar con el dolor, resolver trastornos agudos, o paliar los síntomas del deterioro corporal. En la relación médico paciente, entran en juego muchos elementos que se condensan en el encuentro, las trayectorias de vida, el contexto institucional de los servicios de salud, las relaciones de parentesco, así como el entorno material y discursivo del momento histórico específico. Uno de los componentes más relevantes de la relación es la comunicación, verbal y no verbal, pues a través de ella se expresan las partes involucradas para transmitir conocimientos, relatos, sentimientos y sensaciones. La relación entre quien padece y quien tiene el potencial de ayudarlo a superar la enfermedad, aunque no siempre lo logre, constituye un vínculo especial. Se trata de una relación simultáneamente asimétrica y simétrica, asimétrica porque una de las partes tiene conocimientos de los que el otro adolece, pues pasó por un proceso de formación profesional para comprender, interpretar y diagnosticar, así como para practicar estrategias terapéuticas capaces de aliviar al paciente. Las relaciones de poder se pueden expresar de muchas maneras como el paternalismo, el autoritarismo, el utilitarismo, o en contextos más democráticos a través de la negociación y la responsabilidad compartida. Pero en el fondo, más allá de los saberes y usos del poder de aquellos involucrados en el encuentro, se trata de seres humanos capaces de relacionarse profundamente, simétricamente, con el objetivo de luchar contra la enfermedad. Como explica Rossi1, la relación paciente médico, de la cual la comunicación forma parte, se fundamenta en un contrato social extraordinario: dos extraños se encuentran en un entorno confidencial T A y privado, la consulta médica, y establecen un vínculo intenso y trascendental con un propósito terapéutico. Para lograr este objetivo, es necesario que el médico ponga a disposición del paciente sus conocimientos y habilidades, y que el paciente esté dispuesto a informar al médico y seguir sus instrucciones para colaborar con el tratamiento. Las palabras y el comportamiento que se transmiten en esta comunicación verbal y no verbal juegan un papel importante en el trabajo del médico. Las características de la comunicación, que parecen simples a primera vista, naturales y relacionadas con el sentido común, son estrategias realmente complejas que requieren ser aprendidas metodológicamente y practicadas para convertirse en operativas. En el encuentro cara a cara entre el médico y el paciente, el primero requiere habilidades interpersonales basadas en principios bioéticos (beneficencia, autonomía, justicia y no maleficencia) y profesionales que subyacen en el acto médico como el respeto, la sinceridad, la empatía y el reconocimiento mutuo. La mirada médica2 en el ámbito biomédico, va acompañada de códigos emocionales, morales y sociales que en conjunto imprimen un carácter peculiar a lo que ahí se co-construye. La comunicación efectiva requiere que ambas partes comprendan y a su vez se sientan comprendidas, por lo tanto, exige el entendimiento del mensaje y la modulación verbal y no verbal adecuada que propicie la relación. Este resultado se consigue cuando el contenido informativo, emocional y relacional del mensaje intercambiado está en armonía. Mantener la calidad de la comunicación efectiva no es el resultado de la casualidad, el aprendizaje de la comunicación médico paciente -en el ámbito terapéutico, preventivo y de asesoramiento- comienza en la escuela de medicina y se prolonga en la formación continua de los médicos. Modelo tridimensional de la comunicación médico paciente La propuesta teórico-metodológica que aquí se presenta, pretende sustentar conceptualmente la enseñanza de las habilidades de comunicación en la formación profesional del médico. Se parte de la idea de que el médico requiere entrenamiento y práctica para lograr un vínculo auténtico con su paciente, lo que resulta un desafío importante al considerar que cada consulta y cada encuentro clínico, es singular. No hay recetas aplicables en todas las situaciones, pues se trata de problemas personales entramados en relaciones humanas complejas con características peculiares, a las que habría que Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 Tres dimensiones de la comunicación médico paciente Hamui-Sutton A Dimensión biomédica El trabajo del médico puede ser ineficaz si no está enmarcado en una relación real con el paciente, donde la comunicación juega un papel central. Este último tiene requerimientos específicos: el de ser informado sobre su condición de salud y el plan de tratamiento, quiere saber primero lo que está pasando y por qué, y espera un consejo de su médico. El encuentro tiene como objetivo abrir nuevas perspectivas para facilitar cambios de comportamiento y minimizar riesgos para la salud del paciente. El consejo dirigido a la prevención resulta central en la promoción de la salud. El trabajo de información y asesoramiento, tanto en lo que se refiere a las medidas terapéuticas como preventivas, es una parte integral del acto médico. Desde el punto de vista del médico, la importancia de la comunicación con el paciente, reside en su influencia directa sobre el cuidado de la salud, pues incide fuertemente en la calidad de la información que obtiene para elaborar un diagnóstico correcto. Además del proceso diagnóstico, la función esencial del médico es el manejo terapéutico. El apego al tratamiento, depende, entre otros aspectos, de la capacidad comunicativa del médico y de la confianza que logre construir.3 Desde 1977 Engel, postuló la necesidad de un modelo médico holista, que él llamó biopsicosocial, en contraparte al modelo biomédico dominante.4 Este propuso dos vertientes: un patrón de causación diferente del clásico de causa-efecto, y un cambio de enfoque hacia el paciente que pasó de ser simple objeto de estudio a sujeto del acto clínico. Engel creía que todos los fenómenos importantes relativos a la salud participaban de aspectos biológicos, pero también psicológicos y de carácter social, el desarrollo del enfoque biopsicosocial en su vertiente de práctica clínica, ha dado lugar al llamado modelo centrado en el paciente, que recomienda averiguar creencias y expectativas del paciente para hacerlo partícipe, en un plano de igualdad, al tomar decisiones. A partir del supuesto del modelo biomédico, diversos países se han preocupado por desarrollar lineamientos que sirvan de guía para realizar acciones educativas en torno a la comunicación médico paciente. De esta manera, uno de los primeros trabajos fue el Consenso de Toronto, el cual buscó identificar las características de una buena comunicación médico paciente.5 Las preguntas y prioridades no resueltas detectadas por el consenso de Toronto resultaron ser muchas, y contribuyeron a dirigir el proceso de indagación. La intención era eficientar la consulta, incrementar la satisfacción del usuario, evitar demandas, lograr el apego al tratamiento con mejores resultados en su condición de salud, así como, promover el mejor funcionamiento del sistema medible en estadísticas objetivas. No obstante, desde el Consenso de Toronto, sugirieron visos de la complejidad de los encuentros interpersonales y se evidenciaron las limitaciones de las recomendaciones pragmáticas centradas en el paradigma biomédico y utilitarista. A partir del de Toronto, hubo otros consensos que contribuyeron a resaltar la importancia de estudiar la comunicación médico paciente. En 1999, se reunieron en Kalamazoo, Michigan, 21 líderes de educación médica con el objetivo de delimitar un conjunto coherente de elementos esenciales de la comunicación médico paciente para facilitar su desarrollo, implementación y evaluación, así Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 19 ISSN 2007-932X responder caso por caso. No obstante, si existen expectativas, actitudes, cargas emocionales y formas de expresión que pueden ser reconocidas y manejadas, al desarrollar habilidades aprendidas y ensayadas, para fomentar una mejor comunicación. El modelo considera tres dimensiones (o niveles) que se presentan simultáneamente en el transcurso del acto médico: la biomédica, la emocional y la referida a la identidad cultural. La práctica eficaz de la medicina requiere una capacitación rigurosa en la dimensión biomédica, bajo este enfoque es conveniente una práctica con las mejores evidencias médicas disponibles. Sin embargo, la experiencia nos muestra que este paradigma es insuficiente ante las exigencias y complejidad de la medicina moderna. La atención centrada en el modelo biomédico desatiende las necesidades emocionales y sociales de los pacientes que acuden a los sistemas de salud. La práctica de la medicina moderna si bien se ha vuelto más eficaz por su elevada especialización y tecnificación en sus procedimientos diagnósticos y terapéuticos, también se caracteriza por una gran deshumanización de los profesionales responsables del cuidado de la salud del paciente. El médico establece barreras para evitar involucrarse afectivamente con el paciente y poco a poco se convierte en una persona rígida, fría y sin emociones, lo que tiene consecuencias en la manera en que se comunica con el paciente. Ante este panorama, es conveniente replantearnos la educación médica con la finalidad de retomar una práctica clínica que, además de eficaz en la resolución de los problemas de salud, también satisfaga las necesidades afectivas y sociales de los pacientes y sus familias que buscan ayuda en la recuperación de su salud. R ISSN 2007-932X 20 E V I S como para desarrollar estándares específicos en este dominio.6 El grupo identificó siete fases esenciales de la tarea de la comunicación: Construir la relación médico paciente, abrir la discusión, obtener información, comprender la perspectiva del paciente, compartir información, llegar a un acuerdo sobre los problemas y planes, y efectuar el cierre. Este consenso conocido como Kalamazoo I, concluyó que una relación médico paciente fuerte, terapéutica y eficaz, es condición sine qua non de la comunicación médico – paciente. El grupo recomendó un enfoque centrado en el paciente, una relación centrada en la atención, resaltando tanto la enfermedad como la experiencia del paciente. Tres años más tarde, en la Conferencia Kalamazoo II, se refirieron7 a que los programas de acreditación de residencias y certificación de médicos evaluarían la competencia de comunicación y habilidades interpersonales.7 Su reporte aludía a que éstas últimas constituían dos partes bien diferenciadas de una sola competencia integrada. Las habilidades de comunicación implicaban la realización de tareas y comportamientos específicos tales como la obtención de la historia clínica, explicación del diagnóstico y pronóstico, otorgamiento de instrucciones terapéuticas específicas y asesoramiento. Los expertos reunidos para este Consenso, refirieron que dado que los médicos avanzan de principiantes a expertos, la competencia se expande desde la realización de tareas genéricas de comunicación hasta un desempeño exitoso en situaciones específicas, complejas y exigentes. En el año 2008, se publicó el Consenso Británico de comunicación médico paciente, el cual proporcionó recomendaciones presuntamente aplicables en cualquier parte del mundo, e incluyó competencias de difícil medición como el profesionalismo y la integridad. En esta propuesta un componente clave fue el respeto, que constituye el elemento central que direcciona no sólo a la comunicación, sino a todas las áreas de la medicina.8 Dos años después, apareció el Consenso de Alemania9 cuyos objetivos se enuncian en el Cuadro 1. Al consenso alemán le siguió el europeo publicado en 201210 cuyos fines educativos fueron determinar objetivos de aprendizaje del currículo esencial de comunicación para todo profesional del cuidado de la salud y examinar su idoneidad en el plan de estudios del pregrado europeo. A pesar de que los médicos expertos reunidos en diversos ejercicios para llegar a consensos fueron capaces de enunciar aspectos psico-sociales que influyen en la comunicación médico paciente, no avanzaron en su desarrollo, sus recomendaciones muestran una visión prescriptiva y gene- T A ralizable no reflexiva en la construcción del vínculo interpersonal. La colaboración entre disciplinas ha sido valiosa para rebasar la dimensión biomédica del estudio de la comunicación, y penetrar en aspectos psicológicos, emocionales, sociológicos y antropológicos presentes en las interacciones entre el médico y el paciente.7 Cuadro 1. Objetivos del Consenso de Alemania7 Respeto en los encuentros con el paciente Adaptación a la comprensión y lenguaje del paciente Atención a los aspectos no verbales de la comunicación Respeto a la individualidad y percepción subjetiva de los pacientes Evaluación de las normas y valores propios Disposición a trabajar en equipos Interacción por medio de modelos de comunicación ya establecidos Observación sistemáticamente del comportamiento Establecimiento de sistemas de detección de errores médicos y análisis de diferentes estilos de liderazgo Dimensión emocional En la segunda dimensión de la relación médico paciente, la emocional, se intenta analizar el papel de la intervención de las emociones en la comunicación durante el encuentro para generar empatía. Los pacientes esperan del médico, además de la resolución de su problema de salud, un soporte emocional y social, para lo cual los médicos no siempre están capacitados formalmente. En la interacción médico paciente frecuentemente entran en juego las emociones del paciente y del médico, y como refieren Suchman y colaboradores11 el médico desarrolla “la habilidad empática básica, para reconocer cuándo están presentes las emociones, aunque no sean expresadas directamente, invitando a explorarlas y reconocerlas efectivamente, de modo que el paciente se sienta comprendido”. Buckman12 señala que la respuesta empática es una técnica que consiste en tres pasos: 1) identificar la emoción; 2) identificar la fuente de la emoción; 3) responder de manera que demuestre al paciente que uno ha establecido la conexión entre los dos pasos previos. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 Tres dimensiones de la comunicación médico paciente Hamui-Sutton A 1. Percepción emocional, alude a la habilidad para identificar y reconocer tanto sentimientos propios como los de aquellos que nos rodean, implica prestar atención y decodificar con precisión las señales emocionales de la expresión facial, movimientos corporales y tono de voz. 2. Facilitación o asimilación emocional, implica la habilidad para tener en cuenta los sentimientos cuando razonamos o solucionamos problemas; esta habilidad se centra en cómo las emociones afectan al sistema cognitivo y cómo nuestros estados afectivos ayudan a la toma de decisiones. 3. Comprensión emocional, habilidad para desglosar el amplio y complejo repertorio de señales emocionales, para etiquetar las emociones y reconocer en qué categorías se agrupan los sentimientos; implica una actividad tanto anticipatoria como retrospectiva para conocer las causas generadoras del estado anímico y las futuras consecuencias de las interacciones. 4. Regulación emocional, es la más compleja e incluye la capacidad para estar abierto a los sentimientos, tanto positivos como negativos, y reflexionar sobre los mismos para descartar o aprovechar la información que los acompaña en función de su utilidad; incluye la habilidad para regular las emociones propias y ajenas.16 Se ha demostrado que la inteligencia emocional contribuye a aumentar la competencia social, ésta puede ser a través de la empatía (en medicina se define como la capacidad para entender las experiencias y los sentimientos de otra persona, combinado con la capacidad de comunicar este entendimiento hacia el paciente) y el control emocional, lo que incrementa la sensación de eficacia en las acciones y desarrolla la competencia emocional. Asimismo, mientras la inteligencia emocional determina la capacidad para aprender los principios del autocontrol y similares, la competencia emocional se refiere al grado de dominio de esas habilidades. Los sentimientos son un sistema de alarma que informa sobre el estado del individuo, sus preferencias y evaluación del entorno. Una buena percepción emocional implica saber leer sentimientos y emociones, etiquetarlos y vivenciarlos. Con un buen dominio para reconocer cómo se sienten las personas, se establece la base para posteriormente aprender a controlar sensaciones, moderar reacciones y no dejarse arrastrar por impulsos o pasiones exaltadas. La forma de evaluar a nivel personal el grado de conciencia emocional, está unida a la capacidad para describir las emociones, expresarlas con palabras y darles etiquetas verbales adecuadas. Si se reconocen e identifican los propios sentimientos, se establece más fácilmente el contacto con los otros. La empatía consiste en situarse en el lugar del otro y ser consciente de sus sentimientos, sus causas y sus implicaciones personales. En la relación médico paciente la inteligencia emocional coadyuva en el establecimiento de una buena comunicación. 21 Dimensión de la identidad cultural En la tercera dimensión de la relación médico paciente, se pretende establecer la comunicación a partir del conocimiento de la historia de vida del paciente. Esto se logra cuando el médico propicia el espacio para que el paciente exprese su punto de vista y reflexione sobre su trayectoria y proyecto de vida antes y después de la enfermedad. Las narrativas del padecer son recursos valiosos para la comprensión de la afectación biológica, psicológica y sociocultural de los trastornos corporales en tramas sociales concretas donde se expresan los significados tanto del sujeto como del mundo en el que habita. Tanto al expresar como al interpretar la experiencia del padecer, las narrativas median entre, por un lado, el mundo interno de los pensamientos y sentimientos, y por otro, el mundo externo de las acciones observables y el estado de las situaciones. Crear una narrativa o escucharla, son procesos activos y constructivos que dependen de recursos personales y culturales. Los relatos pueden constituirse en medios poderosos para aprender y avanzar en el entendimiento del otro al propiciar contextos para la comprensión de lo que no se ha experimentado personalmente. Para quienes escuchan, conocer una historia, pone en movimiento una búsqueda de significados entre posibles considerados y surge una narrativa co-construida entre el mundo de la historia y la historia Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 ISSN 2007-932X La emociones están presentes en todos los seres humanos13; algunas son denominadas emociones primarias como el miedo, la ira, la alegría, la tristeza, el disgusto y la sorpresa, las cuales van acompañadas de respuestas faciales, motoras, vocales, endocrinas y autonómicas14. Las emociones secundarias como la envidia, la vergüenza, la culpa, la calma, tienen un componente cognitivo más alto, que va asociado a las relaciones interpersonales. Salovey y Mayer15 en 1997, desarrollaron el término de inteligencia emocional, y definieron a las emociones como un conjunto de metahabilidades que pueden ser aprendidas, y se estructuran en cuatro dimensiones básicas relativas al conocimiento de las propias emociones: R ISSN 2007-932X 22 E V I S del mundo en que es narrada. Explorar las narrativas como un constructo teórico provee de un amplio marco al considerar lo que sucede en los relatos particulares.17 Cuando el enfoque biomédico entra en contacto con las ciencias sociales, se produce un diálogo entre disciplinas que lleva a un saber compartido entre profesionales. Desde la perspectiva sociológica y antropológica, la enfermedad adquiere connotaciones interpretativas que ponen en juego las creencias y los valores de una sociedad.1 La enfermedad es entendida como un proceso de cognición esencial de quien la padece, que refleja la fragilidad de la vida por el sufrimiento, o el dolor como experiencia universal. Esta experiencia se ubica en un contexto social y cultural específico. El encuentro entre el médico y el paciente en el contexto clínico constituye un espacio social normado por un conjunto de reglas y valores que acotan y potencian la práctica médica. En el análisis de las narrativas y los discursos durante el encuentro entre el médico y el paciente se ubican temas, contenidos, ideas, conceptos, emociones, incertidumbres, relaciones de confianza e intimidad, así como contextos sociales en los que tiene sentido su experiencia, es decir se genera un microsistema en el cual la comunicación porta significados culturales, palabras, gestos, ideas, afectos, conocimientos técnicos, actitudes profesionales y tonalidades verbales. La posibilidad de relación en la consulta sucede a través de la empatía, el respeto, la sinceridad y la solidaridad, y se expresa en las distintas fases del intercambio: preparación, establecimiento de la agenda, interrogatorio médico, exploración física, construcción de la relación, intercambio de información, planificación, conclusión y separación. La antropología clínica explora los significados asociados al padecer, y aborda los problemas existenciales a través de la narrativización del sufrimiento para reconstituir el contexto social de las personas. Al recapitular las trayectorias biográficas se incorpora la enfermedad en la vida cotidiana del individuo en el contexto de sus relaciones sociales, las narrativas de la enfermedad están estructuradas en términos culturales y reflejan distintas maneras de vivir la experiencia. Los relatos de las enfermedades están estructurados en formatos dramáticos en los que los actores se empeñan en encontrar la cura y buscan resolver su problema estableciendo relaciones sociales con médicos, curanderos, terapeutas, familiares, amigos.18 Los episodios narrados, así como el relato en su conjunto, incorporan lugares, tiempos, personajes y situaciones que denotan valores, creencias y prácticas concretas. Las explicaciones de las enferme- T A dades se relacionan con entornos culturales donde adquieren significados, por ejemplo, a partir de momentos relevantes en sus biografías (sustos, conflictos, miedos, acontecimientos inesperados, traumas, traiciones, etcétera). Las historias que involucran la búsqueda de atención, los intentos fallidos para curarse, el costo económico, el desgaste familiar son elementos comunes en las enfermedades crónicas, y las narraciones adquieren estructuras complejas, con altas y bajas.17 Las relaciones con los médicos se vuelven frecuentes y en ocasiones surgen conflictos por las expectativas, los sentimientos involucrados, la confusión, ya que las historias clínicas, no necesariamente coinciden con la historia psicológica y social de la enfermedad, y a su vez con la experiencia. Parte de la tarea del médico es comprender el relato y con él construir una nueva narrativa para recontarle su historia al paciente incorporando su visión de la salud (prevención – diagnóstico - tratamiento). Lo que se busca es provocar respuestas experiencialmente significativas, así como el entendimiento de la vida en su contexto con la enfermedad, manteniéndose en la cultura del paciente. Al recontar la historia, el médico considera los valores del paciente, no los propios, de tal manera que el relato se vuelva congruente con la cultura en la que la enfermedad adquiere significado, de otra manera el médico proyecta su propia interpretación en la experiencia del padecer de los pacientes. Narrar la enfermedad permite al paciente interpretar su enfermedad con relación a las características culturales de su localidad y en su trayectoria biográfica. La negociación de acciones para enfrentar la incertidumbre del padecer y justificar las decisiones tomadas, inscriben a la enfermedad y los esfuerzos terapéuticos en las consideraciones morales de quien padece. La estructuración narrativa del trabajo clínico, confiere al médico la capacidad de reconstruir la historia de la experiencia del padecer y el camino terapéutico para el paciente. La narración actúa como mediadora en la relación médico paciente, desde ahí, el médico evalúa su propio trabajo al moldear una mejor relación con su paciente. El proceso de enfermar, buscar atención y someterse a un proceso terapéutico, se vincula con la condición humana del sufrimiento. El modelo explicativo de la enfermedad propuesto por Kleinman, tiene la finalidad de describir las percepciones que los diferentes actores del proceso salud-enfermedad, -pacientes, familias y prestadores de servicios de salud-, generan sobre un proceso específico de enfermedad.19 El autor distingue 3 conceptos: el del trastorno biológico (disease) que desde el punto de vista técnico y Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 Tres dimensiones de la comunicación médico paciente Hamui-Sutton A y los tratamientos adecuados, es portador de recursos que juegan en la imaginación y la esperanza de quienes padecen. En la relación médico paciente, la responsabilidad compartida permite moldear la realidad y darle sentido al futuro en el contexto de los significados culturales de quien sufre. En el nivel de la identidad personal y colectiva del paciente, el médico, a través de la empatía y la comprensión del entorno de vida del paciente puede co-construir la historia del padecer y atender así no sólo la enfermedad, sino lograr el bienestar holístico de otros. 23 Notas sobre la pedagogía de la comunicación médico paciente En el ámbito biomédico, los estudiosos de la educación médica que expresaron sus puntos de vista en los consensos antes referidos, parten del supuesto de que existe una relación entre la comunicación clínica efectiva, la satisfacción del paciente, y la adherencia terapéutica, así como con el alivio de la sintomatología con ciertos resultados fisiológicos.10 En el Consenso Europeo de 2012,10 las recomendaciones para el currículo se plantean bajo tres categorías principales: aspectos claves de comunicación enfocados a la construcción de la relación e intercambio de información con pacientes, habilidades observables y técnicas de comunicación, y tareas especiales de comunicación enfocadas a situaciones desafiantes, así como la comunicación de equipo. Por su parte, la educación emocional se entiende como “un proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial de la formación integral de la persona”.22 Los objetivos generales de la educación emocional son: adquirir conocimiento de las mismas, identificarlas de los demás, desarrollar la habilidad para regularlas, prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas y generar las positivas, favorecer la automotivación y adoptar una actitud propositiva ante la vida, entre otras. La educación emocional sigue una metodología eminentemente práctica (dinámica de grupos, autorreflexión, razón dialógica, juegos, etc.) con objeto de favorecer el desarrollo de competencias emocionales. Consiste en conocer las emociones propias y de los demás, lo que supone la comprensión de: la diferencia entre pensamientos, acciones y emociones, las causas y consecuencias de las emociones, la evaluación de la intensidad de las mismas, así como reconocer y utilizar el lenguaje de las emociones, tanto en la comunicación verbal como no verbal. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 ISSN 2007-932X biomédico implica cambios anatómicos y fisiológicos, el de enfermedad (sickness) que alude al rol de estar enfermo visto desde el contexto social, y el de padecimiento (illness) que se refiere a los síntomas, el dolor y el sufrimiento, y trata de responder a las preguntas que se formula el paciente sobre su condición de salud. El médico se mueve en estos tres niveles para decifrar lo biológico la experiencia personal y lo social. En este sentido, el denominado modelo explicativo toma en cuenta el flujo cultural de las experiencias de vida, que constituyen las justificaciones para la acción práctica. Las historias tienen un “tiempo narrativo” y una estructura que subyace al relato.20 En el caso de los médicos, el tiempo narrativo se relaciona con la descripción clínica de la enfermedad, en el caso del paciente con la trayectoria pasada y futura de su biografía, que tiene características dramáticas. Para que la narrativa del paciente sea efectiva tiene que ser apropiada por el médico que no sólo la comprende sino la interpreta y la recompone. Descubrir y anticipar la estructura de los significados de los eventos que se desenvuelven en el tiempo, son componentes centrales del arte de narrar, seguir una historia y lograr la comunicación para establecer una relación auténtica. Requiere la habilidad de extraer una configuración de la sucesión, es decir, involucrarse en una síntesis a través de la cual el todo, -el relato, el tema, el texto real y potencial-, se va desenvolviendo gradualmente. La respuesta del médico tiene lugar en un proceso (la enfermedad) que aún no concluye, a la mitad de la historia que cambia a medida que se desenvuelve. Los pacientes ven el futuro con ansiedad y con esperanza, y tienen lecturas provisionales del pasado y del presente. No obstante, su interpretación está profundamente enraizada en formas culturales para dar cuenta de su experiencia.18 La narración posiciona al sufrimiento en el contexto de la cultura local, las narrativas del padecer están abiertas al cambio y con ellas a la esperanza de la curación, la “subjuntivización” permite que las alternativas aparezcan y la esperanza no se esfume. En la estructura de las historias de búsqueda de sanación, a través de médicos u otros terapeutas, se presupone la representación del futuro como potencial de cambio y curación. El paciente no sólo es un narrador, es también un “lector” de su propia historia que se co-construye con el médico. El relato se interpreta y re-interpreta en cada encuentro a medida que se desenvuelve la trama de la vida y está atravesado por emociones, esperanzas y expectativas. En el encuentro médico paciente, se intenta darle sentido a lo incomprensible, y el médico con sus conocimientos R ISSN 2007-932X 24 E V I S La motivación está íntimamente relacionada con la emoción y abre un camino hacia la actividad productiva por propia voluntad y la autonomía personal. Por su parte, las habilidades socio-emocionales constituyen un conjunto de competencias que facilitan las relaciones interpersonales. Las relaciones sociales están entretejidas de emociones, la escucha y la capacidad de empatía abren la puerta a actitudes prosociales.22 La educación emocional se aplica en diversas situaciones: comunicación efectiva y afectiva, resolución de conflictos, toma de decisiones y prevención inespecífica. En esta última se trata de desarrollar la autoestima, con expectativas realistas sobre uno mismo, desarrollar la capacidad de fluir y adoptar una actitud positiva ante la vida. Todo ello de cara a posibilitar un mayor bienestar subjetivo, que redunda en un mayor bienestar social.22 Este tipo de enseñanza emocional es básica para los médicos cuyas habilidades de comunicación con sus pacientes pueden hacer la diferencia en las modalidades de relación que se establecen durante la consulta o en situaciones clínicas. En la dimensión relativa a la identidad cultural, la pregunta de ¿cómo se enseña la comunicación médico paciente? parte de la premisa de que cada encuentro es singular y aborda problemáticas médicas específicas (consultas geriátricas, oncológicas, de adicciones, de enfermedades crónicas, etc.) que se inscriben en trayectorias biográficas e historias clínicas individuales. A la cuestión de ¿cómo se construye la relación médico paciente?, la antropología clínica se enfoca en los elementos que configuran el vínculo social: representaciones, narrativas, normas, valores, leyes, alianzas, interacciones, uso del lenguaje verbal y corporal. Los métodos cualitativos de las ciencias sociales, son herramientas útiles para acercarse a la dimensión narrativa del padecer. El lenguaje permite la comunicación óptima, pues es el vehículo no sólo del saber traducido en narrativas, sino de lo emocional. En este sentido, "…la práctica es siempre, y al mismo tiempo, una elección y una decisión entre diferentes posibilidades".1 De ahí la dificultad de dar “recetas” para enseñar la comunicación médico paciente, más bien habría que transmitir una forma de pensar y hacer, una cultura de la reflexión de la práctica médica y de la adaptación a las circunstancias, proporcionar claves de interpretación para articular lo que sabe el médico con el sufrimiento de quien padece. El análisis de videos puede ser un recurso útil para identificar las dimen- T A siones del intercambio, biomédico, emocional, social, ético y sistémico, para explorar la medicación entre la cultura del médico y la del paciente en un diálogo constructivo que devenga en un proceso terapéutico que propicie el bienestar del paciente. El video como herramienta educativa propicia un ejercicio para reflexionar sobre los temas, contenidos, aspectos preventivos y terapéuticos, acompañamiento, consejos, manejo emocional y mensajes principales que se intercambian en la consulta. El análisis de videos como ejercicio pedagógico no busca convertirse en una competencia técnica sino en una actividad reflexiva que ayude a humanizar a los estudiantes de medicina. CONCLUSIONES En este artículo se presenta un modelo de comunicación médico paciente que busca ampliar la visión biomédica a otras disciplinas para analizar las complejas interacciones que suceden en dicho encuentro. Con este marco teórico, se pretende desarrollar un texto didáctico para la enseñanza y el aprendizaje de la comunicación médico paciente. En la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, se lleva a cabo un proyecto de investigación titulado “Enseñanza de la comunicación médico paciente” registrado en la División de Investigación con número 096/214, cuyo objetivo es diseñar estrategias pedagógicas para el estudio de las tres dimensiones de la comunicación médico paciente. Para ello, por medio del análisis de videograbaciones se pretende identificar los elementos que intervienen en la interacción y caracterizar distintos tipos de encuentro, aunque cada relación sea singular. Al considerar las dimensiones biomédica, emocional y de la identidad cultural como base epistemológica y metodológica para la enseñanza de la comunicación médico paciente, los autores elaboramos un cuadro donde se plantean preguntas guía para orientar la tarea pedagógica, los propósitos educativos en cada dimensión, y las competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) esperadas en cada nivel de análisis (Cuadro 2). Este trabajo presenta un modelo teórico que puede ser útil como punto de partida para el estudio de la comunicación médico paciente y que pretende ser operacionalizado en instrumentos para el análisis de videograbaciones de médicos en consulta, para enseñar la competencia de la comunicación en el área de la salud. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 Tres dimensiones de la comunicación médico paciente Hamui-Sutton A 25 Pregunta que guía la tarea pedagógica Propósitos Competencias ¿El médico observa, escucha, interroga, diagnostica y trata al paciente adecuadamente? Educar a los estudiantes para que la información que obtienen, interpretan y transmiten sea comprensible para el paciente y su equipo de salud Que el estudiante aprenda a: • Observar • Escuchar • Interrogar • Organizar la información • Interpretar • Explicar con claridad al paciente su diagnóstico y tratamiento • Verificar la comprensión del paciente ¿El médico reconoce, identifica y guía adecuadamente las emociones propias y del paciente? Educar a los estudiantes para que reconozcan la presencia e importancia de las emociones en el acto comunicativo médico paciente en cada situación Que el estudiante aprenda a: • Reconocer sus propias emociones • Nombrar las emociones • Manejar las expresiones emocional (autodominio) • Reconocer emociones del paciente (empatía) • Manejar sensiblemente las emociones del otro • En caso necesario recurrir a terapia • Identificar la personalidad (tipologías) REFERENCIAS 1. Rossi I. Antropología clínica y relación médico paciente. [Presentación] Curso-taller: Maestría en Antropología médica. México; 19-21 de mayo 2014. México: UNAM; 2014. 2. Foucault M. El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica. 20ª ed. México: Siglo xxi editores, s.a. de c.v.; c2001. 3. Saha S, Beach MC. The impact of patient- centered communication on patients’ decision making and evaluations of physicians: a rando- mized study using video vignettes. Patient Educ Couns. 2011 May 19; 84(3): 386–392. 4. Borrell CF. El modelo biopsicosocial en evolución. Med Clin (Barc). 2002 119 (5):175-9. 5. Simpson M, et al. Doctor Patient Communication: The Toronto Consensus Statement. BMJ. 1991 Nov 30; 303: 1385 – 7. 6. Bayer F. Conference. Essential Elements of Communication in Medical Encounters: The Kalamazoo Consensus Statement. Acad. Med. 2001 April; 76: 390 – 393. 7. Duffy et al. Assessing Competence in Communication and Interpersonal Skills: The Kalamazoo II Report. Acad. Med. 2004 Jun; 79:495 – 507. 8. 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Modelo pedagógico para la enseñanza de la comunicación médico paciente en tres dimensiones: biomédica, emocional e identidad cultural. R 26 E V I S 15. Rebollo CMA, Hornillo GI, García PR. Estudio educativo de las emociones: una aproximación sociocultural. Revista Electrónica: Teoría de la Educación. 16. Educación y Cultura en la Sociedad de la Información [Internet]; 2006; 7(2) [acceso 2014-jun-14] Disponible en: http://www.usal.es/teoriaeducacion ISSN 1138-9737. 17. Belmonte MC. Emociones y cerebro. Rev. R. Acad. Cienc. Exact. Fís. Nat. (Esp) [Internet]; 2007 101 (1):59-68 [acceso 2014-jun-13] Disponible en: http://www.rac.es/ficheros/doc/00472.pdf. 18. Hamui SL. Las narrativas del padecer: una ventana a la realidad social. Cuicuilco [Internet] 2011 septiembre -diciembre; 18 (52):51-70 [acceso 2014-jul-25] Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id= 35124304005 ISSN 1405-7778. 19. Good BJ. Medicina, Racionalidad y Experiencia. Una Perspectiva Antropológica. 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( P A R É N T E S I S ) ISSN 2007-932X Día de los Derechos Humanos: La promoción y protección de los derechos humanos ha sido una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en la cual los países fundadores de la Organización, acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan. En 1950, la Asamblea General, considerando que el 10 de diciembre de 1948 proclamó la Declaración Universal de Derechos del Hombre como ideal común por el cual todos los pueblos y naciones deben esforzarse para lograr que la humanidad realice nuevos progresos en este campo, invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que observaran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos. Bajo ese antecedente, el 10 de diciembre de cada año se conmemora el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. Con el transcurso del tiempo, se han desarrollado un conjunto de instrumentos y mecanismos para asegurar la primacía de los derechos humanos y para hacer frente a las violaciones de los derechos humanos dondequiera que ocurran. Lic. María Ahuja Gutiérrez Subcomisión Jurídica. Comisión Nacional de Arbitraje Médico. [email protected] Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 17-26 Artículo de Revisión El personal en el lado agudo. Entrenamiento en la prevención Front line staff. Foresight training Editta Falco de Torres1 RESUMEN 1 Palabras clave: Seguridad del paciente, eventos adversos, entrenamiento en prevención, modelo de Reason, sabiduría del error. ABSTRACT In spite of multiple programs and initiatives the incidence of adverse events has not decreased as was expected. The introduction of Foresight Training workshops based on the Three Buckets Model proposed by Reason may be a useful tool for developing error wisdom in the front line staff. It implies the recognition of potential safety risks and timely intervention to prevent adverse events. Considering the necessary tools for adult learningtthis technique explores the Self, the task and the context where they work. The staff in encouraged to talk about their own experiences and possible solutions to the problems they found. Key words: Patient safety, adverse events, foresight training, Reason model, error wisdom. Institute for Healthcare Improvement (IHI) Open School. Capítulo Uruguay. Montevideo, Uruguay. Correspondencia: Dra. Editta Falco de Torres. Institute for Healthcare Improvement (IHI) Open School. Capítulo Uruguay. Montevideo, Uruguay. Joaquín Requena 1813. Montevideo, [email protected]. Folio: 294/2014 Artículo recibido: 12/10/2014, reenviado: 10/12/2014, aceptado: 13/01/2015 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 27-31 ISSN 2007-932X A pesar de las múltiples iniciativas que buscan optimizar la calidad y seguridad de los pacientes siguen produciéndose hechos adversos. Se plantea la posibilidad de actuar sobre el personal que actúa en el lado agudo del sistema mediante el empleo de una valiosa herramienta conocida como Entrenamiento en la Prevención: análisis de situaciones de riesgo mediante el esquema de Los Tres Recipientes de Reason. Tiene por objeto capacitar al personal sanitario en lo que se ha denominado sabiduría del error: la capacidad de reconocer riesgos potenciales y corregirlos a tiempo. Esta técnica adaptada a las condiciones requeridas para el aprendizaje de adultos ofrece la posibilidad de explorar separadamente tres elementos clave: el estado del agente sanitario, la complejidad de la tarea y las condiciones del entorno. La importancia de la discusión radica en la participación activa y el reconocimiento individual y colectivo de las situaciones de riesgo que deben enfrentar a diario, así como la posibilidad de autogenerar soluciones. R 28 E V I S INTRODUCCIÓN Después de la publicación del informe del IOM To Err is Human1 en el año 2000 hemos asistido a una preocupación generalizada por la seguridad del paciente. Esto determinó la aplicación de estrategias para optimizar la asistencia basadas en diversos paradigmas • detectar errores • cuantificar el daño • promover prácticas seguras basadas en la evidencia Cada uno de ellos ofrece elementos y orientaciones importantes. ISSN 2007-932X El primer paradigma (asociado al modelo explicativo de los errores de Reason) busca prevenir, reducir y eventualmente eliminar los errores mediante el diseño perfeccionado de los sistemas sanitarios. Tomando como modelo a las industrias altamente confiables sobre todo la aviación se apoya en tres elementos: El reporte de errores la aplicación de la Ingeniería de factores humanos y la cultura libre de culpa.2 El segundo paradigma considera que error y daño no están necesariamente vinculados y que los esfuerzos deberían enfocarse en determinar qué factores son los que producen daño. El desarrollo de los trigger tools demostró además que son muchos más los eventos adversos que los errores contabilizados. Se traduce en la aparición de campañas dirigidas a mejorar algunos tópicos.3 El tercer paradigma hace hincapié en la necesidad de instituir prácticas seguras basadas en la evidencia que proporcionarían a los pacientes tratamiento más apropiado y de mejor calidad.4 Es así que la mayor parte de los programas destinados a optimizar la seguridad del paciente han sido inspirados en las organizaciones de alta confiabilidad. Sin embargo, al hacer un balance de lo alcanzado en estos doce años hay unanimidad en reconocer que los logros han sido sumamente modestos como lo atestiguan recientes publicaciones. No se ha detectado una reducción significativa de los hechos adversos ni de las demandas por mala praxis.5, 6, 7 Ha sido demostrado que las reglas y protocolos tienden a ser violados por el personal en el transcurso del tiempo (normalización de las desviaciones) y que las checklists y otros procedimientos T A no alcanzan cien por ciento de adherencia manteniéndose conductas de riesgo, a menudo favorecidas por la propia cultura institucional.8 El cambio del sistema no es fácil ya que está inserto en la política sanitaria de cada país quien determina el acceso y la calidad de la atención. La cultura institucional a su vez puede determinar fallas en el sistema que habitualmente son aceptadas de manera automática y acrítica. “La costumbre de no cuestionar lo que está mal le da la apariencia superficial de que está bien. Por otra parte, las organizaciones pueden presentar factores inhibidores de la calidad (FICSS) “el conjunto de condiciones externas o internas que limitan la capacidad de brindar calidad en el servicio”9 concepto similar al Síndrome del Sistema Vulnerable (VDD) de Reason definido como “conjunto de elementos que determinan que algunas instituciones sean más proclives a los hechos adversos.”10 Karsh y Holden11 sugieren que el camino hacia la seguridad del paciente pasa a través del profesional que lo atiende, sin perjuicio de adoptar las medidas necesarias para mejorar el sistema y las condiciones de trabajo, pero donde se ve con más fuerza este concepto es en la evolución del pensamiento de Reason. Desde la concepción del modelo sistémico, (el popular esquema del queso suizo, en que los hechos adversos se atribuyen a una serie de fallas del sistema), pasa posteriormente a adjudicar responsabilidad en partes iguales al individuo y al sistema y más allá aún, considera que el agente en el lado agudo es la última defensa del sistema. Dado que la mayor parte de las instituciones presentan elementos de vulnerabilidad afirma “los agentes en el lado agudo tienen pocas posibilidades de cambiar el sistema. Son ellos la última barrera que puede detener el error (harm absorbers) y debemos convertirlos en sabiduría sobre el error (error wise)”.12 Le adjudica así la responsabilidad última de detener el error, es el “héroe” que detiene el hecho adverso. Para eso el agente sanitario debe estar atento a reconocer las fallas institucionales, la dificultad de sus tareas, las condiciones en que las realiza y sus propias debilidades, destrezas y conocimientos. La seguridad del paciente depende así no solo de la eliminación de los riesgos sino también del desempeño último del profesional. A su vez, estos agentes en el lado agudo pueden estar erosionados por diferentes causas y por lo tanto ser más vulnerables al error. Es interesante señalar que si bien se invoca permanentemente a la aviación como modelo a imitar se ha obviado un aspecto muy importante: la evaluación psicofísica y la calidad del conocimiento del agente responsable. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 27-31 Entrenamiento en la prevención Falco Torres E • Las características del agente • El contexto • La dificultad de la tarea. Las características del agente. El agente sanitario no solo debería estar atento a reconocer las fallas institucionales, sino a sus propias condiciones y debilidades: estado físico y emocional, personalidad, destrezas, conocimientos. Cada vez más se reconoce la importancia que reviste para un correcto desempeño el profesionalismo la personalidad y los valores del agente sanitario así como la existencia o no de habilidades no técnicas (conciencia situacional, trabajo en equipo, decisión, comunicación). En este programa interesa en especial el estado actual del individuo: cansancio, falta de sueño, inexperiencia, eventos personales negativos recientes que afecten su desempeño en un momento dado. 29 El contexto. Refleja la naturaleza del ambiente de trabajo: planta física, iluminación, estado del material, distracciones, personal disponible, etcétera. La tarea. Depende de la potencialidad que tiene la tarea de desarrollar un error, sobre todo aquellas que impliquen demasiados pasos o se hayan realizado muchas veces en forma automática. Este modelo aspira a lograr un estado de alerta en el personal respecto a cometer un error enfatizando que: los errores pueden suceder, y que es necesario identificar las fallas en el sistema, antes de comenzar la tarea. Tener en cuenta que el camino hacia el error esta tapizado de falsas asunciones. Esto se puede resumir en un estado de vigilancia permanente, como cuando caminamos solos por la calle a medianoche. Estos talleres deben desarrollarse dentro de los parámetros de la educación para mayores. El adulto lleva consigo pensamientos e ideas preconcebidas que pueden influir en el grado de motivación, compromiso y posterior aplicación del conocimiento adquirido integrándolo a su propia experiencia (Malcolm Nobles). Es muy importante compartir las experiencias en el grupo, ayuda a reconocer instancias: -“Eso me pasó a mí... No podrías haber hecho esto?”- y reafirma el concepto que se propone. Se llevan a cabo mediante el análisis de viñetas que describen situaciones determinadas y en las que los participantes analizan los tres elementos mencionados: como está el sujeto, como es la tarea y como es el medioambiente. La discusión posterior permite que cada uno de los asistentes analice el caso y aporte su punto de vista, reconociendo que circunstancias llevaron al error y más importante aún, permite la reflexión grupal e individual de circunstancias similares vividas. ¿Qué surge de estos talleres? • En primer lugar muestra de entrada el compromiso de la institución con el personal por la credibilidad o el escepticismo con que son recibidos desconfianza, malestar del personal, atribución de fines punitivos, intención persecutoria, malinterpretación de las observaciones). Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 27-31 ISSN 2007-932X Los pilotos de la aviación son seleccionados después de exhaustivas pruebas físicas y psicológicas, deben ser re-examinados periódicamente para detectar alteraciones de su salud física y mental, y deben re actualizarse periódicamente en simuladores, de manera obligatoria especialmente si van a usar un nuevo modelo de avión. Reciben entrenamiento continuo en técnicas de comunicación, trabajo en equipo y competencias no técnicas. Por otra parte en la aviación se respetan cuidadosamente las horas de descanso, cuidando que las jornadas laborales no excedan el límite establecido. ¿Por qué no se procede de la misma manera con el personal sanitario, brindándoles el apoyo necesario? Sobre todo teniendo en cuenta la institucionalización de la medicina, que facilitaría la organización de tales actividades. Una interesante iniciativa se viene desarrollando en Gran Bretaña, a iniciativa de Reason consistente en la realización de talleres de entrenamiento en la prevención (Foresight Training).13 El Entrenamiento en la Prevención es una técnica empleada en otras profesiones de alto riesgo como la policía, el ejército y la industria de la minería que se está aplicando en la medicina para aumentar el nivel de la atención y vigilancia (custodial attention). Tiene por objeto identificar un riesgo probable y prevenir el daño. No se trata de un análisis de modo de fallo cuya aplicación es institucional sino del análisis individual inmediato que permite “dar un paso atrás, reflexionar y actuar.” ¿Qué significa el entrenamiento en la prevención? El reconocimiento oportuno de un posible error y su solución: cuando una enfermera comprueba que se ha llevado el paciente equivocado a sala de operaciones, por ejemplo, está cubriendo un defecto en el sistema. Aspira a aumentar la conciencia sobre los factores que pueden producir hechos adversos identificar situaciones de riesgo, para así promover la adopción de un abordaje proactivo y los cambios de conducta necesarios dentro del sistema de salud. Toma como base el modelo de los Tres Recipientes de Reason que considera la necesidad de evaluar por separado: R 30 E V I S • Permite reflexionar al personal sobre sus condiciones personales, necesidades y emociones provocadas por el desempeño de sus tareas. • Ofrece un panorama del desgaste sufrido por los trabajadores y permite plantear soluciones que conformen a todos en la medida de lo posible. • Señala la existencia de condiciones desfavorables para el trabajo, que en la mayoría de los casos se han ido incorporando de manera insensible en el personal que las tolera de manera inconsciente. Defectos edilicios o estructurales que a veces medidas sencillas y racionales podrían mejorarse y permite buscar soluciones creativas entre todos, deslinda responsabilidades. ISSN 2007-932X • Pone de manifiesto situaciones que podrían ser mejoradas con un correcto empleo de los factores humanos (rotulación de jeringas, peligro de los medicamentos de envases similares, confusiones con sondas y catéteres, etc.) que podrían ser mejoradas con el empleo de medidas sencillas y racionales. • Analiza situaciones en las que se pueden reconocer conductas de riesgo (aquellas que se adoptan por desconocimiento del mismo o porque se considera justificado. Suelen estar integradas a la cultura organizacional, toleradas porque redundan en un beneficio inmediato (rapidez-economía) para el trabajador y el sistema. Constituyen así la normalizacion de las desviaciones, también llamada migraciones por Amalberti. Preguntas del tipo ¿cómo es su caligrafía? ¿Pregunta al médico si no comprende la letra? ¿Pesa al paciente o le pregunta cuánto pesa? permiten descubrir con qué facilidad se incurre en conductas de riesgo a pesar de que el sujeto a priori se considere muy cuidadoso. • Permite identificar los errores cognitivos mas frecuentes por medio de las viñetas presentadas, errores que no se han identificado claramente en el curso de las carreras vinculadas a la salud: Ceguera de la atención, vinculada a la administración de un medicamento equivocado, automatismo involuntario en la programación de bombas e infusión o equipos de radioterapia, errores de fijación que no permiten ver otra perspectiva, visión de tunel, gradiente de autoridad que no permite dirigirse a un superior, group thinking que impone normas de un grupo mayoritario no siempre correctas al resto, apatía del transeúnte que determina la difusión de responsabilidades. T A • Permite analizar el orígen de los errores diagnósticos, por incorrecta praxis, por errores sistémicos, por interferencia de las disposiciones cognitivas de respuesta.14 Analiza la calidad de la comunicación con el equipo y con el paciente. Estableciendo cuáles son los caminos equivocados que desvían la correcta información y pueden determinar conflictos. El resultado de estos talleres se refleja en la conducta posterior del asistente siendo recomendable establecer un nuevo encuentro meses después para evaluar los resultados obtenidos, a nivel personal e institucional. Muchas de las iniciativas propuestas por el personal suelen ser aceptadas por la institucion en la medida que no se presente como una lucha de poderes sino como una amigable composicion que busca mutuos beneficios y sobre todo mejorar la calidad y la seguridad del paciente. REFERENCIAS 1. Kohn LT, Corrigan J, Donaldson L (editors). 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Mayores informes: 5420 7148 • 5420 7113 • 5420 7093 [email protected] www.conamed.gob.mx Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 27-31 ISSN 2007-932X MAYO 7 - JUNIO 9, 2015 Artículo de Opinión Los saberes que han sido subordinados en la salud Knowledge had been subordinate in health ISSN 2007-932X Ángela Beatriz Martínez-González1 1 RESUMEN ABSTRACT El propósito del presente trabajo es deconstruir el pensamiento médico hegemónico que ha influido en la producción del conocimiento científico sobre la enfermedad y la salud mental, lo que se pretende es cuestionar ese paradigma dominante, delimitado principalmente dentro del campo de saber positivista. Se pretende una aproximación a la comprensión de la salud y enfermedad mental construir otra mirada de las ya existentes. Se procura hacer perceptibles aspectos que han sido subordinados o desapercibidos por otras visiones, con el propósito de poner en juego conceptos que posibiliten desplazar el discurso que en el espacio del saber se ha enquistado y endurecido, que miran sujeto como ente ahistórico e individual, centrándose sobre todo en variables internas biológicas del sujeto. Las ciencias naturales como las sociales deben ser complementarias para una buena comprensión de la realidad social, es por eso que la medicina social genera un punto trascendental en la salud-enfermedad. Palabras clave: Salud-enfermedad, positivismo, hermenéutica, medicina social, lugares y no-lugares. The purpose of this paper is to deconstruct the hegemonic medical thinking has influenced the production of scientific knowledge about the disease and mental health, the aim is to question the dominant paradigm, defined primarily within the positivist camp. An approach to the understanding of mental health and illness look to build another existing intended. It seeks to make visible aspects that have been subordinated or unnoticed by other views, in order to put into game concepts that facilitate moving the discourse in the space of knowledge has become entrenched and hardened, looking subject as ahistorical and individual entity, focusing especially in biological internal variables of the subject. The natural and the social sciences should be complementary to a good understanding of social reality, that is why social medicine generates a momentous point in health and disease. Key words: Health and disease, hermeneutics, positivism, social medicine. Doctorado en Salud Colectiva por la Universidad Autónoma Metropolitana. México. Correspondencia: Dra. Ángela Beatriz Martínez González. Estancia de investigación en el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer, Colegio de México. [email protected]. Folio: 284/2014 Artículo recibido: 15/09/2014, reenviado: 13/10/2014, aceptado: 03/12/2015 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 32-37 E V I S INTRODUCCIÓN Para desenmascarar ese saber positivista, y mirar la compleja realidad, se parte del concepto “deconstrucción”, el cual Jaques Derrida1 traduce y recupera por cuenta propia, entiéndase como “operar a través de una cierta perspectiva que no puede nombrar o describir, lo que la historia puede haber ocultado o excluido. De acuerdo con Derrida, deconstruir un discurso equivale a mostrar cómo anula la filosofía que expresa, o las oposiciones jerárquicas sobre las que se basa; la deconstrucción muda la posición jerárquica de un esquema causal. La estrategia es iniciar a través de un breve recorrido histórico que parte desde las primeras concepciones acerca de la salud y la enfermedad, desde los orígenes del pensamiento filosófico griego, hasta culminar con las concepciones construidas en el contexto de la globalización. Este paseo histórico permitirá entender el presente, como cada modelo social construye su propia concepción. Itinerarios: del positivismo a la salud colectiva A lo largo de la historia se ha configurado un debate acerca de los problemas filosóficos y metodológicos en las ciencias naturales, sociales y matemáticas. El viejo debate de las ciencias sociales vs las ciencias naturales, se remonta a la dis- tinción de la ciencia que realizó Windelband al diferenciar entre lo nomotético e ideográfico, que es un elemento que abona el terreno de las controversias, quien apunta que, las ciencias de la naturaleza tienen carácter generalizador y las ciencias del espíritu tienen carácter individualizador. Sin embargo es el neokantiano Heinrich Rickert, quien siguiendo las mismas premisas planteó el “método generalizante que se asocia a las ciencias naturales, se fundamentaba en la conformación de un sistema general de conceptos que permiten subsumir todo evento bajo conceptos generales. En segundo término propuso el método individualizante, el cual enfoca el hecho particular en cuanto tal, así como los elementos que combinados entre sí lo convierten en algo único e irrepetible”. Rickert además “diferenció dos tipos de fenómenos el de la naturaleza y la cultura, de modo que, el conjunto de cosas que surgen y se mantienen libremente de la inferencia humana, lo denominó fenómeno de la naturaleza, mientras la cultura es el conjunto de objeto elaborados claramente por el hombre”.2 En su adaptación más contemporánea Dilthey y Rickert plantearon las discrepancias entre ciencias del espíritu y la naturaleza, desde la doctrina de la hermenéutica, confrontaron al T A positivismo que trataba de adjudicar el método de las ciencias naturales a las sociales y precisaron la especificidad de las ciencias del espíritu en la existencia de un mundo interno de los sujetos que no puede ser directamente observado proponiendo el método de la “comprensión”.2 Las posturas que tienen las ciencias naturales y sociales representan distintas formas de abordar la realidad. Es por ello que las teorías que han adoptado el enfoque naturalista de las ciencias han ganado terreno, las ideas positivistas que surgieron en el siglo XIX establecieron las bases de una escuela que se asume como “verdadero conocimiento”. De tal forma que se ha posicionado como una doctrina “auténticamente científica”, asegura que solo se puede conocer los fenómenos que son perceptibles. De este modo, el gran debate entre las ciencias sociales y las ciencias naturales no ha finalizado, está presente en la producción de todo conocimiento, soslayando todo saber que no ha sido construido desde su esquema de observación medición y validación, es decir, mediante el método científico.3 En el análisis de las formas de interacción social, de nada sirve el microscopio y los reactivos químicos, el único medio es la capacidad de abstracción “como cualquier hombre de ciencia procede por abstracciones sucesivas que conducen a la construcción de determinados sistemas teóricos pero la diferencia de que la validez o invalidez de los mismos no puede ser verificada mediante la experimentación artificial controlada, sino por medio de la experiencia del mismo desarrollo histórico”.4 Desde las ciencias sociales no es posible reproducir en un gabinete o laboratorio los fenómenos que estudia, se encuentra imposibilitado de aislar y demostrar experimentalmente. Medicina social vs. Medicina positivista Entre las ciencias naturales y las ciencias sociales persiste un debate que no ha terminado y que sin duda seguirá por más años, mientras se continúe con el discurso de que toda producción de conocimiento se da por medio del pensamiento positivista quien se asume como verdadero y auténtico, soslayando todo saber que no ha sido construido desde su esquema de observación, medición y validación. Una versión enriquecida del viejo debate que contrapone la tradición positivista y determinista en cualquiera de sus formas a la tradición comprensiva, subjetivista e interpretativa. Esa lucha de los paradigmas ha abierto el camino para dos visiones en la manera de concebir la salud de la sociedad. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 32-37 33 ISSN 2007-932X R Saberes subordinados en la salud Martínez González AB ISSN 2007-932X 34 El desarrollo y avance del saber médico influyó en la forma de concebir y entender la salud -enfermedad; bajo el escudo de la ciencia, la medicina heredó a la psicología y la psiquiatría su terminología: técnicas, estructuras, conceptos y problemas, ordenando un discurso donde el uso de términos como: paciente, terapia, clínica diagnóstico, consultorio, terapeuta constituyen su campo de trabajo y objeto de estudio.5 El repaso de la historia ayuda a comprender mejor porque en los tiempos actuales prevalece una visión orientada en examinar la salud-enfermedad al intervenir medicamente en las conductas patológicas de los sujetos. El pensamiento actual se caracteriza por su tendencia a la fragmentación y/o especialización, este fenómeno se observa tanto en el campo de la filosofía como en la psicología, la psiquiatría y en general la salud-enfermedad, sin duda, es la expresión de las formas de vida social desarrolladas en occidente a lo largo del siglo XX (desarrollo tecnocientífico) cuyo punto culminante es el proceso de globalización con el cual se inauguró el nuevo milenio. En primer instancia es necesario remontarse a una corriente impulsada por Rudolf Virchow y como segundo momento los trabajos de investigación epidemiológica del clínico John A. Ryle en cuanto a la bioestadística, que lo ve como “un hecho socio sanitario: la creación del Servicio Nacional de Salud Inglés sobre bases de regionalización y un hecho de investigación científica: el inicio de las grandes investigaciones epidemiológicas”.6 En cambio el alemán Rudolf Virchow desarrolló los primeros trabajos sobre medicina social en el siglo XIX, él “afirma que la ciencia más exitosa toma sus problemas ampliamente de las preocupaciones sociales concretas. La ciencia y la medicina científica, según Virchow, no deben ser separadas de la realidad sociopolítica. Al contrario, argumentaba que el científico debe buscar relacionar los descubrimientos de la investigación con el trabajo político sugerido catástrofes sanitarias socialmente determinadas. Virchow manifestó esta orientación hacia la ciencia aplicada, la dialéctica, y el materialismo en sus análisis de enfermedades específicas. Enfatizó las circunstancias históricas y materiales concretas en las cuales aparecía la enfermedad, las fuerzas sociales contradictorias que impedían la prevención […]”.7 Ambos ponían mayor énfasis al aspecto social, el de abrirse a un contexto más amplio y que no sólo se quedara en la relación científica de la medicina, esto permitió dar paso a la medicina social. El análisis a la medicina social se comenzaba a generar desde los siglos XVI y XVIII en Europa de manera indirecta. La preocupación de la salud en países como Francia, Inglaterra y Austria se dio para calcular la fuerza activa de sus poblaciones, originándose estadísticas de natalidad, y mortalidad.8 A través de la historia de la medicina se han podido ver dos visiones, una que en su práctica moderna se ha constituido como una “concepción dominante sobre los procesos biológicos y psíquicos que son procesos naturales ahistóricos y la otra, en cuanto estos procesos son naturales las circunstancias sociales o históricas en las cuales se dan no transforman su esencia”.9 La ruptura del pensamiento médico social con el proceso biomédico consiste en que conceptualiza a los procesos biosíquicos humanos como procesos históricos y no como procesos naturales, así, la medicina social, inspirándose cada vez más en la ineficacia y parcialidad metodológica de la experiencia clínica, pone el énfasis en el hombre, y trata de estudiarlo dentro de su ambiente y en interacción con este. Para Laurell, “el reconocimiento de que el proceso salud–enfermedad guarda una vinculación estrecha con la sociedad en la cual se presenta que el mejoramiento de las condiciones de salud de la población requiere de algo más que la simple intervención médica y tiene que involucrar algunos cambios sociales”.9 Esto lleva a presentar algunas concepciones en donde es posible observar, cómo el concepto de salud ha estado determinado social e históricamente, pero la visión positivista ha buscado consolidarse como pensamiento médico hegemónico o/y dominante, negando a los largo de los años el carácter social del proceso salud–enfermedad. El discurso médico positivista se ha estructurado alrededor de las concepciones predominantes del cuerpo, de la normalidad, la búsqueda más que de la salud de la enfermedad, ha edificado la actual ciencia médica bajos los esquemas, de este compromiso a fundar su paradigma científico sobre las ciencias naturales. La medicina moderna, cuestiona Foucault, “es individual porque se envolvió dentro de las relaciones de mercado, por tanto al penetrar en la lógica de la economía capitalista, la relación del médico con su enfermo se teje entonces desde una medicina individual que está vinculada al contexto de la mercantilización”.8 El proyecto expansivo económico, hace alusión al paciente cliente como consumidor de la salud, como un bien que se posee, se produce, circula y se consume. Pero en este consumo estamos igualmente reconstituyendo los sentidos de la salud en el nuevo orden. Lo que lleva así, una medicina social contra una medicina positivista. Bajo esta crítica, Foucault sostiene que la medicina Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 32-37 E V I S es una práctica social y solo uno de sus aspectos es individualizante y valoriza las relaciones entre el médico y el paciente. De tal forma que el estado salud-enfermedad es el resultado global, dinámico, variable, individual–colectivo, de todas las influencias y determinantes sociales que se originan en las estructuras y en el funcionamiento de las formaciones sociales en que vivimos. “La medicina social reconoce a la salud-enfermedad como un continuo, no como estados opuestos sino como momentos diferenciados del proceso vital humano un proceso en constante cambio y que expresa en la corporeidad humana el modo específico de apropiación de la naturaleza”.9 Ahora bien, este abordaje multifactorial del problema de salud, mediante el paradigma médico social, que lejos de excluir de su consideración la esencia de los fenómenos biológicos, los enriquece con un análisis más profundo y generalizador. En esa perspectiva Jaime Breilh apunta que el sujeto es el objeto, no hay conocimiento como simple reflejo ni conocimiento como construcción puramente subjetiva.11 Aunque existe un paradigma médico dominante, la medicina social continúa desarrollándose y se ha permeado en “un quehacer científico comprometido socialmente con la transformación de las condiciones de vida y las prácticas en salud y con los procesos de generación de conocimiento”.12 Así la salud colectiva reconoce que los procesos salud–enfermedad expresan hechos históricos y sociales que atañen a los colectivos humanos por lo que su explicación y comprensión trascienden la búsqueda de la causalidad y el ámbito biológico. El pensamiento médico hegemónico se instituye como discurso jerárquico por medio de las múltiples instituciones que conforman una sociedad, de tal forma que a través de estas instituciones conducen a ideologizar a los individuos, quienes a su vez, están en condiciones de reproducir dicho pensamiento en una sociedad. Se vale entonces, intentar rastrear cómo se ha impregnado este discurso médico hegemónico en la sociedad, puesto que se transmiten ideas, valores que originan sistemas de significación colectiva acerca del proceso salud–enfermedad. Así también es necesario mirar cuáles son los imaginarios sociales, las interpretaciones colectivas, las representaciones sociales que proveen significado a la salud y a la enfermedad. Entendemos por imaginario social, los sentidos organizadores llámese mitos que sustentan la institución de normas valores y lenguaje por medio de los cuales una sociedad puede ser visualizada como una totalidad.13 T A A este respecto Edmundo Granda plantea la noción de “metáfora” para entender el poder de la vida, las reflexiones alrededor de la salud, de la enfermedad, no como han sido impuestas por el saber positivista, más bien, señala la necesidad de buscar aproximaciones filosóficas alternativas a la dominante. Así, Granda sitúa la necesidad de asumir, desde el quehacer del salubrista, la “capacidad de romper las normas impuestas bajo los requerimientos de adaptación al cambiante mundo. Destaca también, que se debe entender la estructuración de las prácticas sociales saludables y deteriorantes como eje fundamental; desde la interpretación que los sujetos y grupos sociales construyen en su diario vivir acerca de las acciones relacionadas con la salud y la enfermedad.14 Si bien Granda plantea la categoría de “metáfora” para dar cuenta como los individuos asimilan un discurso médico dominante, construyen, reconstruyen y reproducen ese proceso. Para dar cuenta del proceso salud–enfermedad se retoma también el concepto de representaciones sociales como perspectiva teórica que permite dar cuenta de las creencias compartidas que conforman el fondo cultural común en el que se mueve cada grupo social. La representación social "[...] designa una forma de conocimiento específico, el saber de sentido común, cuyos contenidos manifiestan la operación de procesos generativos y funcionales socialmente caracterizados. En sentido más amplio, designa una forma de pensamiento social”.15 Las representaciones sociales, dice Jodelet, tienen que ver con las imágenes que condensan un conjunto de significados, es decir con la articulación de sistemas de referencia que permiten interpretar lo que sucede y generar categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos.15 Reflexionar sobre la salud como dominio simbólico permite comprender el proceso salud enfermedad, desde las identidades, los territorios en donde se ejerce esa trama de bienes materiales y simbólicos. Los conceptos que se han formulado sobre la salud parten del individuo de su funcionalidad orgánica, donde solo se mide y se diagnostica con base en síntomas individuales y a indicadores biológicos de una “normalidad”. No solo significa comenzar a realizar una nueva construcción teórica del objeto de conocimiento y de sus relaciones internas sino también de construir un nuevo encuentro entre las ciencias biológicas y las ciencias sociales.9 Se pretende introducir categorías como los procesos históricos, económicos y culturales en un proceso dialéctico que relacionan al hombre con lo natural y a los Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 32-37 35 ISSN 2007-932X R Saberes subordinados en la salud Martínez González AB ISSN 2007-932X 36 hombres entre sí. Asa Cristina Laurell propone el concepto de “nexo biopsiquico humano” que implica aprender las formas históricas de los procesos biológicos, psicológicos enfatizados a la historicidad del proceso de la salud–enfermedad. “En la dialéctica entre la naturaleza y el mundo socialmente construido el propio organismo humano se transforma y en esa misma dialéctica el hombre produce la realidad y se produce a sí mismo”.9 Por lo que el concepto nexo biopsíquico de Cristina Laurell permite analizar el proceso salud– enfermedad desde la visión de la totalidad concreta, en donde el fenómeno muestra su esencia y al mismo tiempo la oculta. La esencia se descubre mediante el rodeo, que descompone la realidad, aparta el fenómeno y así está en condiciones de captar la esencia;16 por lo que entonces reducir el proceso salud–enfermedad a la esencia (psicosocial) o a la apariencia (biológico-orgánico) supone en consecuencia una fragmentación. La totalidad concreta no supone el conjunto de todos los hechos, sino un todo estructurado y dialéctico en el que puede ser comprendido cualquier hecho. El motor principal de la medicina que da origen al cuestionamiento del paradigma médico biológico se encuentra en la dificultad de generar un nuevo conocimiento que permita la comprensión de los principales problemas de salud que a quejan a los países. La medicina clínica no ofrece una solución satisfactoria al mejoramiento de las condiciones de salud de la colectividad. Para comprender la complejidad de esta interdependencia es necesario hacer evidentes esos procesos que han sido ocultos, se trata del ámbito mental (creencias, mitos,) de la acción (rituales, prácticas y costumbres), de lo sociocultural y económico, que deben ser necesariamente reconocidos ya que desempeñan un substancial papel en la reproducción del mundo de la vida. Desde la salud colectiva Jaime Breilh sugiere el concepto de Realismo Dialéctico permite entender que más allá de la relación sujeto–objeto dependen de la cultura, de las estructuras simbólicas por cuya intermediación leemos la realidad.16 Por lo tanto, el campo de la salud como un espacio simbólico debe ser entendido desde la complejidad de sus variadas relaciones internas y externas. El concepto de salud únicamente podrá comprenderse desde un pensamiento social como lo afirma Morín: El modo complejo de pensar los componentes diferentes que constituyen un todo y hay un tejido interdependiente entre las partes y el todo.17 La estrategia para acercarse a ese mundo parte de ciertas suposiciones que miran la articulación sujeto - mundo, al modo de estar del individuo en la sociedad no existe fuera de la sociedad y de que la subjetividad esta socialmente construída. Norbert Elías arguye que los individuos están envueltos en un mundo que los impacta. En tanto para Schutz la interacción entre individuos al ser socialmente construida y al no darse en el vacio sino en contextos culturalmente establecidos. Sentado lo anterior, se puede decir que todo objeto de conocimiento, es imposible estudiarlo en sí mismo, más bien a partir de la relación con su entorno; precisamente porque toda realidad es sistema, por estar vinculado con su entorno. Se parte aquí de una idea del pensamiento complejo, entendida como “un tejido en conjunto constituyentes heterogéneos inseparables asociados: de lo uno y los múltiples, es el tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones que constituyen el mundo fenoménico”, esa complejidad consiste en un círculo de conocimientos que funcionan atrayéndose mutuamente y cuyo proceso permita concebir la reorganización transdiciplinaria del conocimiento. Se propone el vínculo entre pensamiento complejo y transdisciplinariedad, el “binomio complejidad-trans-disciplinariedad”, según refiere Morín, por un lado, a las realidades investigadas, complejo de fenómenos irreductible a una sola dimensión y cuyos significados dependen fuertemente del contexto; y por otro, al esfuerzo intelectual para compren- derlas, a través de la elaboración de modelos que tomen en cuenta el contexto.17 Conclusiones La búsqueda de causalidades a las que se refiere el discurso dominante, convierte la realidad en un proceso de reducción, en un solo plano. “En el caso de la enfermedad la secuencia de la reducción se da del siguiente modo primero lo real se reduce al plano empírico luego los procesos se reducen al estrato natural y finalmente la enfermedad se reduce a lo individual biológico”.10 Otra aproximación acerca de la noción de enfermedad se localiza en los trabajos de Foucault, al respeto apunta, “la enfermedad, es en una época determinada y en una sociedad concreta, aquello que se encuentra práctica o teóricamente medicalizado”.8 De acuerdo con estas ideas, se pone el acento en la búsqueda de la enfermedad, restando preocupación al paciente en tanto sujeto social, es producto y productor de la sociedad y la historia. Para el pensamiento médico hegemónico, el individuo es objeto de saber y de la práctica médica, es observado, vigilado, conocido y curado el ser humano se ha transformado en un mosaico de fragmentos agregados unos a otros Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 32-37 E V I S que conceptualmente pueden separarse y estudiarse autónomamente hasta nivel micro.8 La medicina se ha especializado cada día en atender específicamente cada parte del cuerpo, limitándose a “curar” la parte orgánica de un cuerpo que es visto sin identidad, sin historia. Esa idea de especialización también se ha reducido a la parte del cuerpo “enfermo” en forma aislada, deja de lado la totalidad orgánica corporal, que lejos de atender el proceso de salud enfermedad, la medicina se ha especializado en tantas ramas que parecen conocimientos independientes. Así el cuerpo se dividió en anatomía, fisiología, nosología, patología, neurología, patología, cardiología y tantas especialidades médicas como la misma psiquiatría, en todas ellas el método es el mismo, analizar, diseccionar, separar, diagnosticar, curar.6 En esa medida, se tiende a perder de vista, lo que es la salud, se ha centrado la atención en la noción de la enfermedad. El error señalado al biologicismo positivista consiste en pensar que es lo biológico lo que impacta sobre lo cultural del hombre, no se trata de explicar agregando factores, psíquicos, medioambientales sociales o culturales, como si estos fueran separables en la experiencia del sujeto. El estudio del hombre no puede desligarse de la realidad social en que se desenvuelve y que empapa todos y cada uno de sus aspectos, es sobre la base de la comprensión y conocimiento de tal relación dialéctica hombre-sociedad como puede comenzar a analizarse la salud y enfermedad del hombre concreto y presente. REFERENCIAS 1. Jaques Derrida, en “Carta a un amigo japonés”. 2. Giménez G, Entorno a la crisis de la sociología. Rev Sociológica, 1992 Sept-Dic, 7(20). 3. Castells M, De Ipola E, Epistemología y ciencias sociales. Cuaderno teoría y sociedad, 1983: 32. 4. Cuevas A, Ciencia Social el ideología de clase. En: La teoría Marxista. Categorías de Base y problemas actuales. México: Edit. Planeta; 1968. 5. Aldereguía-H J, La Medicina Social, la Salud Pública y el Siglo XXI. Rev Cubana Salud Pública, 1995, 21(2). 6. Alcaraz-González J, La psicoterapia y el olvido del cuerpo. En: Cuerpo, identidad y Psicologia, México: Edit. Plaza Valdez; 2002. T A 7. Waitzkin H, Un siglo y medio de olvidos y redescubrimientos: las perdurables contribuciones de Virchow a la medicina social. Departamentos de Sociología, Medicina Familia y Comunitario, y Medicina Interna, Albuquerque: Universidad de New México, 2006, 1(1). 37 8. Foucault M, La vida de los hombre infames. Ensayos sobre desviación y dominación. España: Ed. 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Fernández, AM, Tiempo histórico y campo grupal: Masas, Grupos e Instituciones, Argentina: Nueva Visión; 1993. 14. Granda E, Formación de salubrista: Algunas reflexiones. En: La salud colectiva a las puertas del siglo XXI. Colombia: Universidad Nacional de Colombia y Universidad de Antioquia, Medellín; 2000, p. 1- 46. 15. Jodelet D, La representación social: fenómenos, concepto y teoría. En: Moscovici S, Psicología Social II. Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Barcelona: Ediciones Paidós; 1988, p. 469-494. 16. KOSIK K, Dialéctica de lo concreto?? 17. Morín E, La mente bien ordenada. Madrid: Edit. Seix Barrial, 2000. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 32-37 ISSN 2007-932X R CONAMED Journal Club La escalera evolutiva del revisor de Cochrane The evolutionary ladder of the Cochrane reviewer Gabriel Rada1 ISSN 2007-932X Las revisiones sistemáticas Cochrane son reconocidas por su rigurosidad e independencia, lo que hace que sean vistas por muchos como “la última palabra” sobre si una intervención terapéutica es útil o no. Detrás de estas revisiones se encuentra la Colaboración Cochrane, una organización sin fines de lucro con 30,000 miembros que se ponen como desafío hacer que cantidades enormes de evidencia generada mediante la investigación sea útil para informar las decisiones sanitarias. Entre muchas virtudes que los han llevado hasta el sitial de honor que ocupan en el mundo de la salud, los miembros de la Colaboración se destacan por la generosidad para compartir sus conocimientos, especialmente con quienes se incorporan. Esto ha hecho que muchos investigadores con ganas de contribuir a esta causa se embarquen en la difícil tarea de llevar a cabo revisiones sistemáticas con los métodos más sofisticados en el área. Luego del entusiasmo inicial muchos se dan cuenta que es necesario “construir capacidad” en los grupos de investigación para llegar a buen puerto. El camino preferido para lograrlo es enviar a algún investigador a los centros formadores de mayor prestigio. Precisamente ese fue el camino que nuestro grupo, el Programa de Salud Basada en Evidencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, 1 eligió en un comienzo. Desafortunadamente, al retornar de su estadía en el hemisferio norte, estos entusiastas no lograron prosperar en un ambiente adverso, en dónde poca gente entendía su método, y muchos menos aún podían ayudar en una tarea que es eminentemente colectiva. Catorce años después nuestro grupo ha alcanzado cierto éxito, y una de las razones que en retrospectiva parece haber sido crítica es que comenzamos a difundir y eneñar la medicina basada en evidencia a un número mucho mayor de personas en nuestro país. Esto permitió que quienes retornaban con los últimos conocimientos encontraran un ambiente más propicio. Con motivo de la invitación que recibí para exponer en una sesión de capacity building en el último coloquio de la Colaboración Cochrane en Hyderabad, India, me puse a reflexionar sobre las distintas etapas que se deben seguir para llegar a ser capaz de realizar una tarea tan sofisticada como una revisión Cochrane con los estándares que impone esta colaboración. Esto derivó en el siguiente “modelo de evolución”: en primer lugar encontramos al Homo medicus, una especie rudimentaria que practica la “medicina basada en la eminencia”; luego se ubica el Homo evidens, espécimen que reconoce el valor de la evidencia para tomar decisiones, particularmente el de las revisiones sistemáticas; un peldaño más arriba aparece el Homo síntesis, capaz de no solo apreciar, sino de llevar a cabo una de éstas revisiones; y finalmente, en lo más alto de la escalera evolutiva, el Homo Cochrane, capaz de realizar una revisión Cochrane en el tiempo previsto. Palabras Clave: Cochrane; revisiones sistemáticas; evidencia. Programa de Salud Basada en Evidencia, Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Chile. Correspondencia: Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile. Lira 63, Santiago Centro. Chile. Correo electrónico: [email protected] . Folio 293/2014 Artículo recibido: 31/07/2014, reenviado: 06/11/2014, aceptado: 27/11/2014 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 R E V I S T A Homo Cochrane 39 Ho.mo me.di.cus Ho.mo e.vi.dence Ho.mo sin.the.sys Ho.mo Co.chra.ne noun \.ho-(.)mo- ´me-di-kus/ : Doctor basado en la eminencia. Una vez leyó un artículo científico y no le gustó. noun \.ho-(.)mo- ´e-vi-dens/ : Doctor basado en la evidencia. Toma decisiones informadas por la investigación, la cual encuentra útil pero complicada. noun \.ho-(.)mo- ´sin-te-sys-/ : Una mutación del Homo evidencia que usa fácilmente la evidencia científica, tanto que se despertó su interés en sintetizar la investigación como una forma de ayudar a otros. noun \.ho-(.)mo- ´co-kren, (especialmente británico y esperamos que próximamente también latinoamericano)/ : La especie que es capaz de llevar a cabo una revisión Cochrane de alta calidad a tiempo. Homo medicus Homo evidencia Homo síntesis Homo cochrane La lección principal es llevar a cabo un plan que permita la evolución de la comunidad, y no tan sólo de uno, o unos pocos individuos. El Homo Cochrane, aislado y solitario, poco puede hacer frente a una multitud de salvajes Homo medicus. Effects of low-carbohydrate and low-fat diets:a randomized trial Netzahualpilli Delgado-Figueroa1 PREGUNTA CLÍNICA. En pacientes sin enfermedad cardiovascular y diabetes ¿Cuáles son los efectos de la dieta baja en carbohidratos en comparación con una dieta baja en grasas en disminución de peso y disminución de riesgo cardiovascular? Métodos. Validez Interna: Ensayo clínico aleatorizado con diseño de grupos paralelos (148 participantes), la aleatorizacion fue realizada por computadora asignando al grupo de dieta baja en grasas (n=73) y dieta baja en carbohidratos (n=75) participantes. El cegamiento del estudio fue presente en participantes, pero no fue posible para los dietistas. 1 Los desenlaces e intervenciones fueron especificados en el registro de www.clinicaltrials.gov (NCT00609271). Fuente de financiamiento: National Institutes of Health. Validez Externa: Estudio en población de pacientes adultos ambos sexos (pacientes femeninos representaron 88 % del total reclutados en ambos grupos), sin diagnóstico de diabetes mellitus o enfermedad cardiovascular al reclutamiento, con edad promedio 46 años un Índice de Masa Corporal promedio (IMC kg/m2) de 35, dentro de las variables medidas fueron peso corporal promedio, IMC, composición corporal promedio, circunferencia abdominal, tensión arterial, glucosa plasmática y perfil de lípidos. La asignación y seguimiento de las dietas fue registrado durante un periodo de 12 meses (seguimiento a los 0, 3, 6 y 12 meses, ambos grupos). Desenlaces: Primario: Disminución de peso corporal (kg) y Riesgo cardiovascular (análisis post hoc en población a través de score de Framingham para enfermedad coronaria proyectada a 10 años). Secundarios: Circunferencia abdominal, composición corporal, perfil de lípidos, tensión arterial, Hospital Civil de Guadalajara Dr. Juan I. Menchaca. México. Correspondencia: Dr. Netzahualpilli Delgado Figueroa, [email protected]. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 ISSN 2007-932X Efectos de dietas bajas en grasa y dietas bajas en carbohidratos, un ensayo clínico aleatorizado. R E V I S T A Tablas de Resultados 40 Dieta baja en grasas (n = 73) Dieta baja en carbohidratos (n = 75) Diferencia promedio P 3 meses -2.6 (IC -3.4 a –1.7) -5.7 (IC -6.5 a –4.9) -3.1 (IC -4.3 a –1.9) <0.001 6 meses -2.3 (IC -3.3 a –1.3) -5.6 (IC -6.5 a –4.6) -3.2 (IC -4.6 a –1.9) <0.001 12 meses -1.8 (IC -3.3 a –0.3) -5.3 (IC -6.8 a –3.8) -3.5 (IC -5.6 a –1.4) 0.002 Score de Riesgo Cardiovascular Framingham 10 -años % 12 meses 0.4 (IC -0.2 a –0.9) -1.0 (IC 1.6 a –0.5) -1.4 (IC -2.1 a –0.6) <0.001 Circunferencia abdominal (cm) 12 meses -5.0 (IC -6.8 a –3.2) -6.7 (IC -8.5 a –4.9) -1.7 (IC -4.2 a 0.9) <0.001 Disminución de peso corporal (kg) Desenlace DS: Desviación estándar, IC: Intervalo de confianza, P: Valor de probabilidad, NS: No significativo glucosa plasmática, proteína C-reactiva, además de síntomas y efectos adversos a las dietas. Intervenciones: Asignación de dieta baja en carbohidratos (<40 g/d) versus dieta baja en grasas (<30 % proveniente del total de grasas en ingesta energética diaria [<7 % grasa saturada]). Ambos grupos recibieron consejería dietética de igual forma durante todo el estudio y las mismas cantidades de fibra dietética. ISSN 2007-932X Conclusiones. La dieta baja en carbohidratos fue más efectiva para la disminución de peso y reducción de factores de riesgo cardiovascular en comparación con la dieta baja en grasas. La restricción de carbohidratos puede ser una opción para las personas que buscan bajar de peso y reducir los factores de riesgo cardiovascular. Comentario. La obesidad es una de las enfermedades más prevalentes en México, representada en el reporte ENSANUT 20121, con una prevalencia de 26.8 % para hombres y 37.5 % en mujeres, la obesidad ha sido identificada como parte de los factores de riesgo importantes para desarrollo de enfermedades metabólicas como diabetes mellitus y enfermedades coronarias las cuales aumentan la mortalidad, costos en salud y la calidad de vida de la población, siendo de importancia la búsqueda de la mejor intervención posible para combatir este problema. Como primer paso para la intervención en la obesidad, se encuentran estrategias enfocadas en dieta y aumento de la actividad física, posteriormente a la utilización de fármacos y en algunas ocasiones intervenciones quirúrgicas. Los autores de este estudio logran reclutar una población que no dista de la realidad que se vive en muchos de los países industrializados, ellos buscan contestar la pregunta sobre cuál intervención dietética es mejor, reducir las grasas o reducir los carbohidratos, sus poblaciones reclutadas conformadas por adultos (edad promedio 46.8 años), en su mayoría mujeres (88 %), de las cuales cerca del 51 % pertenecen a raza afroamericana, en ausencia de diabetes mellitus y enfermedad coronaria, fueron reclutados y seguidos durante un periodo de 12 meses, la población al inicio del estudio en su totalidad representa participantes con obesidad (IMC >30), siendo descrita una ingesta calórica diaria cotidiana de por lo menos 2600 kcal por día antes del ensayo por ambos grupos, posterior a la intervención estos fueron asignados de forma aleatoria a una de las dos intervenciones descritas; dieta baja en grasa (<30 % de grasa en ingesta calórica diaria [<7 % de grasas saturadas] y 55 % proveniente de carbohidratos) y dieta baja en carbohidratos (<40 g/d) durante el periodo de 12 meses, la dieta de todos los participantes a los 3 meses y hasta completar el estudio registró un ajuste cercano a los 1800 kcal, en base a las recomendaciones dadas a través de formularios dietéticos y el seguimiento con dietistas, el estudio registró una pérdida de participantes inferior al 20 % en ambos grupos. Los resultados del estudio demuestran que ambas dietas son efectivas, siendo el efecto mayor para las dietas bajas en carbohidratos (<40 g/d), logrando una mayor disminución de peso durante todo el seguimiento del estudio, la circunferencia abdominal también demostró una diminución mayor en el grupo de dieta baja en carbohidratos, la disminución de colesterol total, disminución de LDL, fueron similares en ambos grupos sin significancia estadística, el aumento de colesterol HDL fue superior en la dieta de baja en carbohidratos, no existieron diferencias para la glucosa plasmática, tensión arterial o niveles de proteína C-reactiva en ambos grupos. Fue determinado el riesgo cardiovascular en el estudio, aunque en un principio el protocolo no lo establecía, el riesgo base de la población reclutada representaba el 4 % (Framingham Score CHD 10years), la disminución efecto de la intervención fue mayor en la dieta baja en carbohidratos con una diferencia promedio -1.4 % en comparación con la Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 E V I S T dieta baja en grasas, los autores establecen que no es clara la relevancia clínica de este resultado, como parte de los limitantes de este estudio se encuentran la ausencia de desenlaces cardiovasculares clínicos de importancia en el periodo de seguimiento (muerte, infarto al miocardio, evento vascular cerebral) y la ausencia de cegamiento por los dietistas. Los resultados tienden a ser consistentes con otros estudios previos2, sumándose este estudio al apoyo por intervenciones dietéticas enfocadas a la reducción de la ingesta de carbohidratos, es necesario que sean evaluados los desenlaces a largo plazo de estas intervenciones, las cuales podrían ser enfocadas a reducir los costos en salud y las consecuencias efecto de la obesidad presente en las sociedades industrializadas actuales. Manejo del dolor persistente en pacientes geriátricos. Revisión Clínica. Management of Persistent Pain in the Older Patient. A Clinical Review Luis Enrique Colunga Lozano1 PREGUNTA CLÍNICA. En pacientes geriátricos ¿cuál es la efectividad del tratamiento farmacológico y no farmacológico para el dolor persistente? Métodos. Validez Interna: Se realizó una búsqueda bibliográfica en Medline y en la base de datos de Cochrane para artículos de lenguaje en inglés, durante el periodo de enero de 1990 a mayo del 2014. Se incluyeron revisiones sistemáticas, guías de práctica clínica y consenso de expertos. Las recomendaciones fueron basadas en la literatura encontrada y en la experiencia clínica de los autores. Se incluyeron 26 ensayos clínicos aleatorizados, 9 meta análisis y 11 estudios no aleatorizados. Validez Externa: La población estudiada fueron adultos mayores, sin cáncer, con dolor crónico, persistente o refractario. Los principales diagnósticos encontrados fueron osteoartritis, dolor neuropático y dolor músculo esquelético en pacientes geriátricos no oncológicos. 1 A REFERENCIAS 41 1. Gutiérrez JP, Rivera-Dommarco J, Shamah-Levy T, Villalpando-Hernández S, Franco A, CuevasNasu L, Romero-Martínez M, Hernández-Ávila M. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública (MX), 2012. 2. Hu T, Mills KT, Yao L, Demanelis K, Eloustaz M, Yancy WS, Kelly TN, He J, Bazzano LA. Effects of low-carbohydrate diets versus low-fat diets on metabolic risk factors: a meta-analysis of randomized controlled clinical trials. American Journal of Epidemiology 2012; 176 (Supplement 7): S44-S54. Desenlaces. Evaluar la efectividad del tratamiento farmacológico y no farmacológico en paciente geriátricos no oncológicos con dolor persistente. Intervenciones. Tratamiento Analgésicos: Paracetamol, anti inflamatorios no esteroideos, anti inflamatorios tópicos, opiáceo débil y otros opiáceos. Tratamiento adyuvante: Antidepresivos tricíclicos, anticonvulsivantes, inhibidores de los recaptación de serotonina-norepinefrina e lidocaína típica. Tratamiento no farmacológico: terapia cognitiva-conductal, acupuntura, meditación, masaje, auto educación, ejercicio, tai chi y yoga. Resultados. Efectividad de los tratamientos farmacológicos en el paciente geriátrico no oncológico con dolor persistente. Conclusiones. Las diferentes estrategias farmacológicas y no farmacológicas, tiene efecto sobre la presencia del dolor, rigidez y funcionalidad física en los pacientes geriátricos no oncológicos. ISSN 2007-932X R Comentario. En el presente artículo se realizó una revisión de la literatura sobre los tratamientos disponibles para el manejo del dolor persistente, en la población geriátrica no oncológica. A pesar de no ser un artículo original, el hecho de que los autores realizaran recomendaciones hace necesario realizar un análisis juicioso de la información que han presentado. Dentro de las limitaciones Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde. México. Correspondencia: [email protected]. Fuente: Una E. Makris et al, Management of Persistent Pain in the Older Patient A Clinical Review.JAMA.2014; 312(8): 825-836. doi:10.1001/jama.2014.9405 Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 R 42 E V I S T A Intervención Comparación Desenlace Resultados IC 95 % o valor de p Paracetamol Placebo Disminución del dolor RR 0.21 0.02 – 0.41 Paracetamol Otros AINES Disminución del dolor Inferior No reportado AINES orales Placebo Disminución del dolor Discapacidad funcional RR 0.32 RR 0.29 0.24 – 0.39 0.18 – 0.40 AINES tópicos Placebo Disminución del dolor Mejoría física funcional Rigidez RR 0.41 RR 0.44 RR 0.43 0.14 – 0.68 0.16 – 0.71 0.17 – 0.70 Tramadol Placebo Disminución del dolor Reducción en EVA 7 y 14 dias p = 0.002 y p = 0.01 Opiáceos Placebo Disminución del dolor Discapacidad funcional RR 0.56 RR 0.43 p = 0.001 p = 0.002 IC: Intervalo de confianza, RR: Riesgo relativo. EVA: Escala análoga visual del dolor. metodologías del artículo podemos encontrar las que han presentado. Dentro de las limitaciones metodologías del artículo podemos encontrar las siguientes. 1. Las recomendaciones fueron realizadas en base a una clasificación (Oxford) que no analiza de manera juiciosa la información, solo la cataloga dependiendo del tipo de artículo en la cual fue extraída, infiriendo que el tipo de artículo reflejara la calidad de la investigación, sin ofrecer una clase de análisis o juicio. Esto pudiera sobre estimar o sub estimar los efectos terapéuticos de las intervenciones analizadas. 2. Dentro de las recomendaciones propuestas por los autores (en los cuadros de texto), estas carecen de un análisis juicioso y crítico sobre la calidad de evidencia utilizada. Efectividad de los tratamientos farmacológicos adyuvantes en el paciente geriátrico no oncológico con dolor persistente. Intervención ISSN 2007-932X Comparación Desenlace y enfermedad Resultados IC 95 % o valor de p Antidepresivos tricíclicos (Amitriptilina) Placebo Disminución del dolor. (Neuropatía Diabética) Disminución del 67% No reportado Anticonvulsivos (Pregabalina y Gabapentina) No reportado Disminución del dolor. (Neuropatía Diabética) Disminución del 25% y 52% No reportado Inhibidores de la receptación de serotonina (Duloxetina) Placebo Disminución del dolor. (Neuropatía Diabética) Disminución del 50% vs 26% No reportado Lidocaína tópica No reportado Severidad síntomas, dolor, rigidez y actividad funcionalidad (Osteoartritis de rodilla) Mejoría del 50%, 40% 40% y 38% respectivamente No reportado IC: Intervalo de confianza. Efectividad de los tratamientos no farmacológicos en el paciente geriátrico no oncológico con dolor persistente. Comparación Desenlace y enfermedad Resultados IC 95 % o valor de p Terapia cognitiva conductual Intervención No reportado Disminución del dolor. Mejoría funcional RR 0.47 RR 0.15 p = <0.01 p = <0.05 Acupuntura Controles Sham Disminución del dolor Discapacidad funcional SMD - 0.35 SMD - 0.35 -0.14 a -0.55 -0.15 a -0.56 Meditación Grupo control Disminución del dolor, inhabilidad y mejoría psicológica (lumbalgia crónica) No reportado No reportado Masaje Grupo control Disminución del dolor, rigidez, mejoría funcional (osteoartritis) RR 0.96, 0.31 y 0.74 No reportado Programa de auto-educación Grupo control Disminución del dolor y mejoría funcional (osteoartritis) -0.06 -0.06 -0.02 a -0.10 -0.02 a -0.10 Ejercicio Grupo control Disminución del dolor Mejoría funcionalidad física (Osteoartritis) 0.25 – 2.75 No reportado Tai Chi No reportado Disminución del dolor, inhabilidad física, rigidez (Osteoartritis) SMD - 0.86 SMD - 0.86 SMD – 0.53 -1.19 a -0.39 - 1.20 a -0.53 - 0.99 a -0.08 Yoga Antes y después Disminución del dolor Mejoría funcionalidad física No reportado No reportado SMD: Standardized mean difference (diferencias de medias estandarizadas), RR: riesgo relativo Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 E V I S T En la actualidad ya existen nuevas maneras de evaluar y analizar la literatura. La metodología GRADE, es una herramienta encargada de realizar un análisis transparente de la información, para poder generar recomendaciones para los profesionales de la salud. En esta herramienta se consideran diversos factores, los cuales tratan de catalogar la información dependiendo de la cantidad de sesgo que pueda tener, además de la calidad de la evidencia que esta información pueda generar. Al evaluar la evidencia se contemplará el riesgo de sesgo, la imprecisión e inconsistencia de los resultados, las comparaciones indirectas y el sesgo de publicación. Si aplicamos esta metodología a los datos disponibles podemos documentar lo siguiente. • Con la información brindada por el artículo, es imposible determinar todos los aspectos pertinentes respecto a los sesgos, (ocultación de la asignación de los participantes, personal, análisis estadístico, pérdida de datos, entre otros), pero si podemos inferir por el tipo de búsqueda que realizaron, la ausencia publicaciones pertinentes para el tema, brindando un sesgo de selección de información. • Al valorar la precisión de los datos, podemos observar que varios resultados contaban con el intervalo de confianza o en su defecto con el valor de p. Sin embargo no todas las intervenciones presentaban estas características, además no reportar el tamaño de la muestra de los estudios, el número de eventos ni la variabilidad de los mismos; estos factores pueden influir de manera importante en la expresión de dichos resultados, teniendo precaución Revisión sistemática con meta-análisis: estrategia transfusional Systematic review and meta-analysis: transfusion strategies Carlos A. Andrade-Castellanos1 PREGUNTA CLÍNICA. Entre los pacientes hospitalizados ¿cuáles son los efectos de la estrategia transfusional restrictiva sobre la incidencia de infecciones asociadas con los cuidados de la salud? En comparación con la estrategia liberal. 1 A al tratar de reproducir las intervenciones estudiadas en nuestros pacientes. 43 • Podemos observar que casi ninguna de las in- tervenciones, realizaron comparaciones fármaco vs fármaco o intervención vs intervención, la mayoría fueron contra placebo o alguna clase de grupo control, además, no en todas las intervenciones se especificaba la población diana estudiada. Debido a esto, no podríamos discriminar de manera directa la superioridad terapéutica de dichas intervenciones, tendríamos que considerar los efectos secundarios ya conocidos y las características clínicas de los pacientes, al momento de decidir las intervenciones a aplicar en cada población. Al observar los resultados en general, todas las intervenciones brindaron un cierto beneficio a los pacientes, lo que se debe de considerar es en la incertidumbre que podría brindar tratar de reproducir dicha información en nuestra práctica diaria, debido a la falta de un análisis crítico de la información presentada. REFERENCIAS 1. Guyatt GH, Oxman AD, Schünemann HJ. GRADE guidelines-an introduction to the 10th-13th articles in the series. J Clin Epidemiol. 2013;66(2):121-3. 2. Balshem H, Helfand M, Schünemann HJ, et al. GRADE guidelines: 3. Rating the quality of evidence. J Clin Epidemiol. 2011; 64(4):401-6. Métodos. Validez Interna: Revisión sistemática de 21 ensayos clínicos aleatorizados con diseño de grupos paralelos (8735 participantes). La búsqueda incluyó; MEDLINE, EMBASE, Web of Science Core Collection, Cochrane Central Register of Controlled Trials, ClinicalTrials.gov y otros registros internacionales de ensayos clínicos. La evaluación de la calidad de los estudios se realizó utilizando los siguientes criterios; ocultamiento de la secuencia de aleatorización, cegamiento, seguimiento y violaciones al protocolo. Validez Externa: Pacientes pediátricos y adultos de cirugía cardiaca (7 ensayos), cirugía ortopédica (6), en estado crítico ISSN 2007-932X R Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde. México. Correspondencia: [email protected]. Fuente: Rohde JM. Health care-associated infection after red blood cell transfusion: a systematic review and meta-analysis. JAMA. 2014;311(13):1317-26. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 R 44 E V I S T A y/o sepsis (3), con anemia de células falciformes (2), sangrado gastrointestinal (1), bajo peso al nacer (1) y en el periodo postparto (1). En pacientes adultos el umbral de la estrategia transfusional restrictiva fue de 6.4 a 9.7 g/dL, y de 9.0 a 11.3 g/dL en la estrategia liberal. Desenlaces. Primario: Incidencia de infección asociada con los cuidados de salud tales como neumonía, mediastinitis, infección de la herida quirúrgica y sepsis. Intervenciones. Estrategia transfusional restrictiva de concentrados de hematíes versus estrategia transfusional liberal de concentrados de hematíes. RESULTADOS Desenlace Estrategia restrictiva (n = 3638) Incidencia de infección 379 (10 %) Estrategia liberal (n = 3652) 434 (12 %) RR IC 95% P I2 NNT 0.88 (0.78-0.99) 0.41 3.7 % 68 I2: Heterogeneidad, IC: Intervalo de confianza, NNT: Número necesario a tratar, RR: Riesgo relativo, P: Valor de probabilidad ISSN 2007-932X Conclusiones. Entre los pacientes hospitalizados, la estrategia transfusional restrictiva se asocia con un riesgo reducido de infección asociado con los cuidados de la salud en comparación con la estrategia liberal. Comentario. En la mayoría de los hospitales Mexicanos prevale la “tradición” de transfundir sangre a pacientes con Hb <10 g/dL. Contrario a lo lógicamente esperado, la investigación clínica demuestra que la transfusión liberal de concentrados de hematíes no solo no mejora los desenlaces importantes para los pacientes, sino que por el contrario los empeora (aumenta la mortalidad y las infecciones).1 Las guías Americanas sugieren utilizar una estrategia transfusional restrictiva en donde solo se transfunda a pacientes hospitalizados con Hb <7 g/dL, o a pacientes con síntomas relacionados a la anemia y/o enfermedad cardiovascular prexistente con Hb <8 g/dL.2 La investigación básica y clínica sugiere que el exceso de hierro sanguíneo actúa como sustrato para las bacterias, lo cual puede favorecer y/o empeorar los procesos sépticos.3 Además, la terapia quelante de este elemento puede proteger contra el crecimiento bacteriano y el daño tisular por estrés oxidativo.4 En la presente revisión sistemática, la estrategia transfusional restrictiva disminuyó en un 12 % la incidencia de infección asociada con los cuidados de salud cuando se comparó con la estrategia liberal. El riesgo relativo (RR) para la asociación entre estrategias transfusionales e infección grave fue 0.82, lo que significa que la estrategia transfusional restrictiva disminuye el riesgo de presentar una infección grave en un 18 %. El número necesario a tratar (NNT) con la estrategia restrictiva para prevenir una infección grave fue de 38 (IC 95 %, 24 a 122). En los estudios con un umbral restrictivo de Hb <7.0 g/dL, el NNT fue 20, lo que significa que por cada 20 pacientes tratados con la intervención restrictiva se previene la infección en 1 paciente. Entre las limitantes destaca la falta de cegamiento en 10 ensayos clínicos analizados y la posible falta de ocultamiento de la secuencia de aleatorización en 6 de los ensayos (no especificado por los autores); ambas situaciones pueden generar sesgos o desviaciones de la verdad. En relación a cómo se presentan los resultados; el intervalo de confianza de los NNT es bastante amplio para los desenlaces (p.ej., NNT 38 (IC 95 %, 24 a 122), lo que significa que la incertidumbre es importante, dado que no hay precisión. Con todo y lo anterior, la implicación clínica de esta revisión sistémica es clara; debemos valorar cuidadosamente el riesgo beneficio de una transfusión sanguínea ya que contrario a lo que muchos podemos pensar, esta intervención se asocia (probablemente) a mayores riesgos que beneficios. REFERENCIAS 1. Salpeter SR, Buckley JS, Chatterjee S. et al. Impact of more restrictive blood transfusion strategies on clinical outcomes: a meta-analysis and systematic review. Am J Med. 2014; 127(2):124-131.e3. 2. Dellinger RP, Levy MM, Carlet JM, et al. Surviving Sepsis Campaign: International guidelines for management of severe sepsis and septic shock: 2008. Crit Care Med 2008;36: 296- 327. 3. Rivers E, Nguyen B, Havstad S, et al. Early goal-directed therapy in the treatment of severe sepsis and septic shock. N Engl J Med 2001;345:1368-77. 4. ProCESS Investigators. A randomized trial of protocol- based care for early septic shock. N Engl J Med. 2014;370(18): 1683-93. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015, pags. 38-44 REVISTA CONAMED INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES Los autores pueden sugerir a la Revista CONAMED quién puede actuar como revisor de su trabajo, enviando el nombre y datos de contacto del posible revisor. Sin embargo, la Revista se reserva el derecho de atender dichas sugerencias. Se dará la oportunidad al autor de responder a los comentarios del revisor, cuando sea necesario. PROCESO DE ARBITRAJE EDITORIAL 1. Recepción del documento original por vía postal o electrónica. 2. Asignación de folio para seguimiento y envío de la “Carta de Recepción de artículo en Revista CONAMED”. 3. Prerrevisión para verificar que el tema del artículo esté alineado al Perfil editorial y con un formato y contenido general ajustados a las instrucciones para autores. El resultado de la prerrevisión podrá ser: a) Preaprobado, tras lo cual el artículo continuará el proceso de arbitraje editorial; o b) Prerrevisión no satisfactoria. Se enviará al autor de contacto una “Carta de artículo con prerrevisión no satisfactoria” con comentarios y sugerencias específicas. 4. Selección de dos Revisores para Arbitraje Editorial, que serán pares académicos especialistas en el tema central del artículo. Envío del documento despersonalizado (arbitraje doble ciego) a 2 revisores. Los revisores podrán dictaminar sobre el artículo con los siguientes resultados posibles: a) Aceptado para publicación, b) Aceptado con modificaciones menores, c) Requiere modificaciones mayores y d) No aceptado. Una vez establecido el dictamen definitivo para cada artículo, se envía al autor de contacto la Carta de Aceptación o de No Aceptación y se incorporan los comentarios pertinentes. Una vez que un artículo ha sido “Aceptado” o “Aceptado con modificaciones menores”, es enviado al Banco de Artículos Aprobados y son sometidos a una segunda corrección editorial y traducción profesional. Se solicita al autor de contacto la firma de la “Carta de cesión de derechos de autor a la Revista CONAMED”. De acuerdo al tema central de cada número de la Revista CONAMED, el Editor acude al Banco de Artículos y se programa la fecha de publicación. Se envía una comunicación electrónica al autor de contacto para informarle acerca de la fecha definitiva de publicación de su artículo. RESPONSABILIDAD DE AUTORÍA Los autores, al enviar su artículo, tácitamente certifican que 1) el artículo enviado a Revista CONAMED representa un trabajo válido al cual contribuyeron sustancialmente mediante la concepción y diseño del estudio, la recolección de los datos, el análisis y la interpretación de los mismos, la redacción o revisión crítica y propositiva del documento original; 2) aprobaron su versión final y 3) ni el artículo ni una parte sustancial del mismo ha sido publicado o está siendo considerado para publicación bajo su autoría en otro lugar. DECLARACIÓN PÚBLICA DE CONFLICTOS DE INTERESES DE LOS AUTORES Existe un conflicto de intereses cuando un autor (o la institución del autor), un revisor o editor tiene relaciones financieras o personales. Estas relaciones varían, entre aquellos con potencial insignificante, hasta los que tienen un gran potencial para influir en el juicio. No todas las relaciones representan un verdadero conflicto de intereses. El potencial de conflicto de intereses puede existir si un individuo cree que la relación afecta a su juicio científico. Los potenciales conflictos de intereses, tales como relaciones financieras, personales o académicas que pueden influir indebidamente (sesgo) en los resultados de un artículo, deberán ser declarados en la página inicial (apartado 9) que se envía a Revista CONAMED. Los formatos recomendados para ello son: • SI HAY UN POTENCIAL CONFLICTO DE INTERÉS. Nombre del autor, declaro que 1) he recibido financiación de [Nombre de la Organización] para asistir a eventos científicos o 2) soy empleado o he recibido honorarios de parte de [Nombre de la Organización] por concepto de asesorías, conferencias y actividades educativas en las que ha participado o 3) soy dueño o poseo acciones de [Nombre de la Organización] o 4) explicar cualquier otra situación que genera el potencial conflicto de interés. • En caso de NO EXISTIR CONFLICTOS DE INTERÉS QUE DECLARAR. “Los autores declaramos no tener intereses personales, comercia-les, financieros o económicos directos o indirectos, ni conflictos de interés de cualquier índole que pudieran representar un sesgo para la información presentada en este artículo”. DECLARACIÓN DE CONSENTIMIENTO INFORMADO El manuscrito deberá cumplir con la Declaración de Consentimiento Informado y la Declaración de respeto a los Derechos Humanos y de los Animales, disponible en: http://www.wma.net/es/ 30publications/10policies/b3/index.html. Si existe duda de que la investigación fue realizada de acuerdo con la Declaración de Helsinki, el autor deberá explicar las razones para su proceder y demostrar que el cuerpo institucional de revisión explícitamente aprobó los aspectos dudosos del estudio. Cuando se reportan experimentos en animales, se debe pedir a los autores que indiquen si se siguió la guía institucional y nacional para el cuidado y uso de animales. Revista CONAMED se adhiere a las Recomendaciones para la Conducta, Reporte, Edición y Publicación de Trabajos Académicos en Revistas Médicas (Recommendations for the Conduct, Reporting, Editing and Publication of Scholarly Work in Medical Journals (ICMJE Recommendations, formerly the Uniform Requirements for Manuscripts) en todas sus secciones. Disponible en: http://www.icmje.org/icmje-recommen dations.pdf. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015 REVISTA CONAMED INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES de estimular la cultura de la prevención del conflicto y mejorar la calidad en la práctica de la medicina. En todos los casos se garantizará la absoluta confidencialidad por parte de los editores. c) El texto no excederá las 2500 palabras y se acompañará hasta por 20 referencias. La estructura de la presentación seguirá el siguiente orden: 1) Resumen del caso; 2) Análisis Médico; 3) Análisis Jurídico; 4) Conclusión. Se recomienda todo material clínico (v. gr. imágenes radiológicas) que ilustre o auxilie la presentación y comprensión del caso. 7. Recomendaciones. Son publicaciones institucionales de la CONAMED, que presentan acciones sencillas, al alcance de cualquier profesional de la salud, que son sugeridas para contribuir en la seguridad del paciente y a la prevención de un conflicto o una demanda. Están fundamentadas en el análisis detallado de las inconformidades que se presentaron ante la CONAMED y han sido avaladas por un grupo de médicos especialistas certificados, representantes de asociaciones médicas nacionales. Se basan en los problemas que ya sucedieron, con la intención de que no vuelvan a ocurrir, o al menos reducir su frecuencia o su efecto. Esta sección no es fija y se presentará preferentemente por funcionarios de la CONAMED o por autoridades de instituciones reconocidas, locales, nacionales o internacionales, incluyendo en su totalidad al grupo de trabajo que participó en su desarrollo. 8. Comunicaciones breves. Esta sección no es fija e incluirá reportes de investigación, reseñas de documentos normativos o académicos y otras publicaciones relacionadas con el perfil editorial de la Revista CONAMED. También se considerarán informes de instituciones y agrupaciones académicas o profesionales que sean de interés general, siempre que sean aprobados por el Consejo Editorial. Los informes deberán ser breves (no mayores de 500 palabras), deberán proponer entre una y tres palabras clave, podrán incluir una figura o un cuadro como máximo y la inclusión de referencias (en los formatos descritos en la sección 2h de estas instrucciones) será opcional. Cuadro 1. Ejemplos de formato de referencias (actualizado al 8-04-2013). TIPO DE PUBLICACIÓN Revistas Libros Documentos con formato electrónico FORMATO PARA REFERENCIAR Meljem-Moctezuma J, Hernández-Valdés B, García-Saisó S, Narro-Lobo JR, Fajardo-Dolci G. La Queja Médica y los Sistemas de Salud. Rev CONAMED. 2010 Oct-Dic; 15(4):181-7. Luna-Ballina M. Los diez principios básicos de las relaciones interpersonales en la atención médica. México: CONAMED; 2008. 187 p. Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Acuerdo que establece el Comité Editorial de la CONAMED. [Internet]; 2012 [acceso 2013-mar-01] Disponible en: http://www.conamed.gob.mx/conocenos/pdf/acuerdo_comite_ editorial_conamed.pdf La versión completa la podrá consultar en http://www.dgdi-conamed.salud.gob.mx/modulo_uno/files/INSTRUCCIONESautoresversioncompleta_2013.pdf 9. Ejemplo de página inicial Título en español: Los sistemas de notificación de eventos adversos en la mejora de la seguridad del paciente. Título en inglés: Adverse events notification systems to improve patient safety. Título breve: Sistemas de notificación de eventos adversos. Sección en la que se sugiere se incluya el manuscrito: Artículo original. Autores: José Meljem Moctezuma1. 1 Comisionado Nacional de Arbitraje Médico. Autor de contacto: Dr. José Meljem Moctezuma. Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Mitla 250, Esq. Eje 5 Sur Eugenia. Col. Vértiz Narvarte, Del. Benito Juárez, C.P. 03020, México D.F. Teléfono: 52 (55) 5420-7000. Correo electrónico: [email protected]. Fuentes de financiamiento de la investigación: Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Conflictos de interés de los autores: Los autores declaramos no tener intereses personales, comerciales, financieros o económicos directos o indirectos, ni conflictos de interés de cualquier índole que pudieran representar un sesgo para la información presentada en este artículo. Palabras clave. Incidentes. Eventos adversos, seguridad del paciente, software para la seguridad del paciente, sistemas de reporte, Clasificación Internacional para la Seguridad del Paciente. Key words: Incidents, adverse events, patient safety, software for patient safety, reporting systems, International Classification for Patient Safety. NOTAS Arbitraje Editorial o Revisión por pares. La revisión por pares o arbitraje editorial, consiste en el conjunto de opiniones que realizan expertos externos, seleccionados por los editores, con el objetivo de mejorar la calidad de las publicaciones de una revista. Los revisores editoriales son expertos en el tema, seleccionados por el editor con base en su trayectoria y experiencia profesional y académica. Su participación emite un dictamen rápido, cuidadoso, atento, sin riesgos y justificado. El proceso de arbitraje editorial tiene una duración aproximada de 45 días hábiles y es doble ciego, por lo cual los autores desconocen quién realiza la revisión y los revisores desconocen los nombres y -en la medida de lo posiblecualquier otro dato que permita la identificación de los autores. El porcentaje de aceptación de artículos en Revista CONAMED es de aproximadamente 85 % (2008-2012). Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015 REVISTA CONAMED INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES Secciones de la Revista CONAMED El autor podrá sugerir la sección de la Revista en la que considere que su original puede ser incluido pero será facultad del Editor decidir la sección definitiva para publicación. 1. Editorial Será escrito por el Editor, por el Editor Adjunto o por el Editor Invitado, aunque ocasionalmente podrá ser escrito por un autor invitado. Tendrá una extensión máxima de 3 cuartillas. Incluirá un título en español e inglés, así como, los datos de contacto del autor. 2. Artículos Originales. Los artículos de investigación original reportarán hallazgos relevantes para el profesional de la medicina, relacionados con el acto médico y que contribuyan al aumento y refinamiento del conocimiento sobre el tema. Se tiene como norma internacional que la contribución no sea mayor de 2,500 palabras, porque una extensión mayor dificulta la revisión y lectura de los documentos por los revisores, editores y lectores. Sin embargo, se tendrá flexibilidad con los autores y se discutirá con ellos la presentación de su documento. El resumen, los cuadros, las figuras y las referencias bibliográficas no se incluyen en el conteo de palabras. El contenido de un artículo original debe incluir: a) Título en español e inglés. No mayor de 15 palabras. b) Resumen estructurado en español e inglés. Los resúmenes estructurados deben construirse con los siguientes apartados, en un máximo de 250 palabras: Introducción (la razón del estudio), Material y métodos (que reflejen cómo se efectuó el estudio), Resultados (los hallazgos principales) y Conclusiones (la interpretación contrastada de los resultados). c) Palabras clave en español y en inglés. Al final de los resúmenes se anotarán 3 a 10 palabras o frases clave (Key words en el resumen en inglés) para facilitar su inclusión en los índices; se recomienda emplear los términos más recientes de los Descriptores en Ciencias de la Salud (DECS, http://decs.bus.br/E/homepage.htm) y del Medical Subject Headings del Index Medicus (http://www.nlm. nih.gov/mesh/. d) Introducción. Incluir los antecedentes, el planteamiento del problema y el objetivo del estudio. e) Material y métodos. Señalar el enfoque epistemológico de la investigación, el tipo de estudio, la población en estudio, las características de la muestra (en su caso, los métodos cualitativos o las pruebas estadísticas utilizadas), la metodología y los instrumentos de recolección de la información. Cuando se realice experimentación en sujetos humanos o animales, deberán incluirse los formatos de consentimiento informado correspondientes; así como, los mecanismos para resguardar la confidencialidad de los datos perso nales de los pacientes o sujetos de investigación.iv f) Resultados. Incluir los hallazgos del estudio, señalando los cuadros y figuras necesarios para ampliar la información contenida en el texto. No repetir en el texto los datos contenidos en los cuadros o figuras. g) Discusión. Contrastar los resultados con lo informado en la literatura y con los objetivos del estudio. h) Referencias. Los números de las referencias bibliográficas se indicarán con números arábigos dentro del texto, como superíndices; deberán numerarse progresivamente según aparezcan en el texto. La bibliografía pertinente a cada artículo deberá ser referenciada de acuerdo a los Requisitos Uniformes para Manuscritos enviados a las Revistas Biomédicas (Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas), conocida como formato Vancouver, que se encuentran disponibles en línea en la siguiente dirección: http://www.nlm.nih. gov/bsd/uniform_requirements.html. Cuadro 1. 3. Artículos de Revisión. Esta sección comprende artículos de revisión de temas relacionados con los contenidos de la Revista. Los documentos sometidos a publicación, no deberán exceder de 2500 palabras y contendrán resúmenes de formato libre, en español e inglés, de extensión no mayor de 250 palabras. Se anotarán, al final de los resúmenes, de 3 a 10 palabras clave en español e inglés. Se deberá incluir al menos 10 referencias, en el formato internacional descrito en el apartado 2h. 4. Artículos de Opinión. Los artículos de opinión presentan posturas representativas con respecto a temas de relevancia para la calidad de la atención a la salud, la seguridad del paciente y temas afines, pero no reflejan necesariamente, la postura institucional de la CONAMED. Deberán incluir resúmenes de formato libre, en español e inglés, con 250 palabras como máximo y de 3 a 10 palabras clave en español e inglés. El texto no deberá exceder de 2500 palabras y podrá incluir hasta 10 referencias en formato Vancouver (apartado 2h). 5. Cartas al Editor. Las Cartas al Editor abordan comentarios sobre los artículos publicados y será posible la publicación de comentarios por invitación. Las cartas deberán enviarse preferentemente en un lapso no mayor de ocho semanas posteriores a la publicación de un artículo. Otras Cartas al Editor con contenidos de interés general también serán bienvenidas. Las cartas no se revisan normalmente bajo un procedimiento de revisión por pares, pero sí se toma en cuenta la trascendencia de su contenido, su longitud y estilo. Su extensión no debe ser superior a 250 palabras y apropiadamente referenciada cuando sea pertinente hacerlo. Se dará oportunidad a los autores para responder. 6. Caso CONAMED. a) Casos Institucionales. Esta sección considera la presentación paso a paso, de casos de queja médica donde se analiza el proceso de decisión clínica, con objeto de identificar si ocurrió un error o mala práctica, así como las consideraciones éticas y legales que ayudan a su comprensión, resolución y prevención futura. La presentación de los casos será realizada por especialistas de la CONAMED. b) Casos Externos. Se aceptarán aquellos casos que en forma voluntaria, un profesional de la salud o una organización pública o privada de salud, desee(n) presentar con el objeto Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015 REVISTA CONAMED INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES Generalidades La Revista CONAMED es la publicación oficial de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico. Recibe artículos en idiomas español e inglés. Tiene una periodicidad trimestral* y ofrece sus publicaciones a texto completo de manera gratuita en su página institucional. Se encuentra registrada en diversos índices y repositorios hemerobibliográficos: Latindex, Periódica, Imbiomed, Cuiden, Dialnet, Artemisa, BVS-México y MedicLatina de EBSCO-Host. Todo artículo recibido en la Revista CONAMED será sometido al Proceso de arbitraje editorial (revisión por pares académicos especialistas), bajo la modalidad doble ciego, que evaluarán el contenido de cada material, dictaminarán en un período de entre 7 y 45 días hábiles desde la fecha de recepción y se notificará al autor de contacto sobre el resultado de dicho dictamen. El objetivo de la Revista CONAMED es favorecer un mejor entendimiento de las ciencias de la salud y el derecho en todas sus dimensiones. Para ello su Perfil Editorial incluye artículos que permitan un avance en la descripción, comprensión e intervención de temas relacionados con el acto médico, los cuidados de enfermería y demás acciones en salud, La temática central es la siguiente: conflicto derivado del acto médico, medios alternos de solución de conflictos, error médico y su prevención, seguridad del paciente, calidad de la atención en salud, ética profesional, derechos humanos y temas afines. Presentación y entrega del original Al remitir artículos es necesario que se designe un autor de contacto, quien deberá incluir su nombre completo, teléfono, correo electrónico y dirección postal. El autor de contacto será responsable de aportar al equipo editorial la información adicional que se le solicite, de revisar y atender los comentarios y sugerencias de los revisores y aprobar la versión final del documento. Los trabajos remitidos deberán ser mecanografiados con procesador de textos: Word u OpenOffice.org, con letra Arial de 12 puntos, a uno y medio espacio (uno y medio renglón) en todo su contenido (incluyendo página inicial, resúmenes, texto, referencias, cuadros y pies de figuras), en tamaño carta, con márgenes de 3 cm. El formato del archivo digital que contiene el texto del artículo deberá ser .DOC o .TXT. Las páginas deberán numerarse consecutivamente. Todos los artículos deberán incluir una página inicial (ver ejemplo), la cual constará de: 1. Título en español e inglés con una extensión máxima de 15 palabras. 2. Título breve en español, extensión máxima 7 palabras (para cornisas). 3. Nombre del autor(es) y cargos institucionales.ii 4. Nombre, adscripción, teléfono, dirección postal y correo electrónico del autor de contacto, responsable durante el proceso editorial y para correspondencia. 5. Palabras clave en español e inglés. Para ello se recomienda emplear los términos de la versión más reciente de los Descriptores en Ciencias de la Salud (DECS, http://decs.bus.br/E/ homepage.htm) y del Medical Subject Headings del Index Medicus (http://www.nlm.nih.gov/mesh/). 6. Las fuentes de financiamiento de la investigación, cuando aplique. 7. Los posibles conflictos de interés de los autores, cuando aplique.iii Los anexos, cuadros y las figuras deberán enviarse en archivos separados del texto, en los formatos originales en que se crearon (Word™, Excel™, Powerpoint™, Photoshop™, Illustrator™, Corel Draw™, etc.). • Cuadros. Los cuadros se adjuntarán en páginas por separado, indicando claramente el número y el título del cuadro. Se identificarán con números arábigos y un título o enunciado explicativo. En el cuerpo del artículo, se indicará la ubicación del cuadro dentro de un párrafo. (Cuadro 1) No deben remitirse cuadros fotografiados. Preferentemente, serán elaborados en Word™ o Excel™ y se enviará el archivo original donde fueron elaborados. • Figuras. Este apartado incluye gráficas, esquemas, flujogramas, dibujos, fotografías y demás apoyos visuales que el autor considere relevantes para esclarecer el contenido de su artículo. Se entregarán por separado, en versión digitalizada e impresa, una figura por página, indicando claramente su número y con flecha superior la orientación de cada una, así como la fuente, en su caso. Las figuras se identificarán con números arábigos y un título o enunciado que los explique. En el texto solamente se indicará la ubicación de cada figura dentro del mismo texto. Deberán ser enviados los archivos electrónicos originales, en los que se elaboró la figura o imagen, en formato .JPG o .TIFF, de alta resolución, a 300 dpi o mayor. • Leyendas o pies de figuras. Deberán anotarse en una página por separado, en forma secuencial, indicando, con números arábigos, el número de la figura correspondiente. Los trabajos deberán entregarse en formato digital a través de: • correo electrónico • en forma personal, o • por vía postal en disquete de 31/2, disco compacto o unidad de memoria USB. Los trabajos deberán enviarse a: Revista CONAMED. Mitla 250, esq. Eje 5 Sur (Eugenia), Piso 8 Colonia Vértiz Narvarte Delegación Benito Juárez C. P. 03020, México, D. F. México. Teléfonos: +52 (55) 5420-7143, +52 (55) 5420-7106 +52 (55) 5420-7103. Correo electrónico: [email protected]. * Los números 1, 2, 3 y 4 de la Revista CONAMED se publican en los meses de enero, abril, junio y octubre respectivamente. Revista CONAMED, vol. 20, núm 1, enero-marzo 2015 Atención y asesoría Conamed Teléfono (55) 5420-7000 Lada sin costo: 01 800 711 0658 [email protected] Procedimiento Editorial [email protected] Agradecemos la distribución de este ejemplar a: Salud con Innovación y Transparencia
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