ROMEO Y JULIETA

ROMEO Y JULIETA
ACTO III
ESCENA IV Sala en casa de Capuleto
CAPULETO, SU MUJER Y PÁRIS
Capuleto
La reciente desgracia me ha impedido hablar con mi hija. Tanto ella como yo queríamos mucho a Teobaldo. Pero la muerte es forzosa. Ya es tarde para que esta noche nos veamos, y a fe mía os juro que si no fuera por vos, ya hace una hora que me habría acostado.
Paris
Ni es esta ocasión de galanterías sino de duelo. Dad mis recuerdos a vuestra hija.
Capuleto
Paris, os prometo solemnemente la mano de mi hija. Creo que ella me obedecerá. Puedo asegurároslo. Esposa mía, antes de acostarte, ve a contarla el amor de Paris, y dila que el miércoles próximo... Pero ¿qué día es hoy?
Paris
Lunes.
Capuleto
¡Lunes! Pues no puede ser el miércoles. Que sea el jueves. Dile que el jueves se
casará con el conde. ¿Estáis contento? No tendremos fiesta. Sólo convidaré a los amigos íntimos, porque estando tan fresca la muerte de Teobaldo, el convidar a muchos parecería indicio de poco sentimiento. ¿Os parece bien el jueves?
Paris
¡Ojalá fuese mañana!
Capuleto
Adelante, pues: que sea el jueves. Avisa a Julieta, antes de acostarte. Adiós, amigo. Alumbradme. Voy a mi alcoba. Es tan tarde, que pronto amanecerá. Buenas noches.
ESCENA V
Galería cerca del cuarto de Julieta, con una ventana que da al jardín
ROMEO Y JULIETA
Julieta
¿Tan pronto te vas? Aún tarda el día. Es el canto del ruiseñor, no el de la alondra el que resuena. Todas las noches se posa a cantar en aquel granado. Es el ruiseñor, amado mío.
Romeo
Es la alondra que anuncia el alba; no es el ruiseñor. Mira, amada mía, cómo se van tiñendo las nubes del oriente con los colores de la aurora. Ya
se apagan las antorchas de la noche. Ya se adelanta el día con rápido paso sobre las húmedas cimas de los montes. Tengo que partir, o si no, aquí me espera la muerte.
Julieta
No es esa luz la de la aurora. Te lo aseguro. Es un meteoro que desprende de su lumbre el sol para guiarte en el camino de Mantua. Quédate. ¿Por qué te vas tan luego?
Romeo
¡Que me prendan, que me maten! Mandándolo tú, poco importa. Diré que aquella luz gris que allí veo no es la de la mañana sino el pálido reflejo de la luna. Diré que no es el canto de la alondra el que resuena. Más quiero quedarme que partir. Ven, muerte, pues Julieta lo quiere. Amor mío, hablemos, que aún no amanece.
Julieta
Sí, vete, que es la alondra la que canta con voz áspera y destemplada. ¡Y dicen que son armoniosos sus sones, cuando a nosotros viene a separarnos! Dicen que cambia de ojos como el sapo. ¡Ojalá cambiara de voz! Maldita ella que me aparta de tus atractivos. Vete, que cada vez se clarea más la luz.
Romeo
¿Has dicho la luz? No, sino las tinieblas de nuestro destino.
(Entra el Ama)
Ama
¡Julieta!
Julieta
¡Ama!
Ama
Tu madre viene. Ya amanece. Prepárate y no te descuides.
Romeo
¡Un beso! ¡Adiós, y me voy!
(Vase por la escala)
Julieta
¿Te vas? Mi señor, mi dulce dueño, dame nuevas de ti todos los días, a cada instante. Tan pesados corren los días infelices, que temo envejecer antes de tornar a ver a mi Romeo.
Romeo
Adiós. Te mandaré noticias mías y mi bendición por todos los medios que yo alcance.
Julieta
¿Crees que volveremos a vernos?
Romeo
Sí, y que en dulces coloquios de amor recordaremos nuestras angustias de ahora.
Julieta
¡Válgame Diosl ¡Qué présaga tristeza la mía! Parece que te veo difunto sobre un catafalco. Aquel es tu cuerpo, o me engañan los ojos.
Romeo
Pues también a ti te ven los míos pálida y ensangrentada. ¡Adiós, adiós!
(Vase)
Julieta
¡Oh, fortuna! te llaman mudable: a mi amante fiel poco le importan tus mudanzas. Sé mudable en buen hora, y así no le detendrás y me le restituirás luego.
Señora de Capuleto
(Dentro). Hija, ¿estás despierta?
Julieta
¿Quién me llama? Madre, ¿estás despierta todavía o te levantas ahora? ¿Qué novedad te trae a mí?
(Entra la señora de Capuleto)
Señora de Capuleto
¿Qué es esto, Julieta?
Julieta
Estoy mala.
Señora de Capuleto
¿Todavía lloras la muerte de tu primo? ¿Crees que tus lágrimas pueden devolverle la vida? Vana esperanza. Cesa en tu llanto, que aunque es signo de amor, parece locura.
Julieta
Dejadme llorar tan dura suerte.
Señora de Capuleto
Eso es llorar la pérdida, y no al amigo.
Julieta
Llorando la pérdida, lloro también al amigo.
Señora de Capuleto
Más que por el muerto ¿lloras por ese infame que le ha matado?
Julieta
¿Qué infame, madre?
Señora de Capuleto
Romeo.
Julieta
(Aparte). ¡Cuánta distancia hay entre él y un infame! (Alto). Dios le perdone como le perdono yo, aunque nadie me ha angustiado tanto como él.
Señora de Capuleto
Eso será porque todavía vive el asesino.
Julieta
Sí, y donde mi venganza no puede alcanzarle. Yo quisiera vengar a mi primo.
Señora de Capuleto
Ya nos vengaremos. No llores. Yo encargaré a uno de Mantua, donde ese vil ha
sido desterrado, que le envenenen con alguna mortífera droga. Entonces irá a hacer compañía a Teobaldo, y tú quedarás contenta y vengada.
Julieta
Satisfecha no estaré, mientras no vea a Romeo... muerto... Señora, si hallas alguno que se comprometa a darle el tósigo, yo misma le prepararé, y así que lo reciba Romeo, podrá dormir tranquilo. Hasta su nombre me es odioso cuando no lo tengo cerca, para vengar en él la sangre de mi primo.
Señora de Capuleto
Busca tú el modo de preparar el tósigo, mientras yo busco a quien ha de administrárselo. Ahora oye tú una noticia agradable.
Julieta
¡Buena ocasión para gratas nuevas! ¿Y cuál es, señora?
Señora de Capuleto
Hija, tu padre es tan bueno que deseando consolarte, te prepara un día de felicidad que ni tú ni yo esperábamos.
Julieta
¿Y qué día es ese?
Señora de Capuleto
Pues es que el jueves, por la mañana temprano, el conde Paris, ese gallardo y discreto caballero, se desposará contigo en la iglesia de San Pedro.
Julieta
Pues te juro, por la iglesia de San Pedro, y por San Pedro purísimo, que no se desposará. ¿A qué es tanta prisa? ¿Casarme con él cuando todavía no me ha hablado de amor? Decid a mi padre, señora, que todavía no quiero casarme. Cuando lo haga, con juramento os digo que antes será mi esposo Romeo, a quien aborrezco, que Paris. ¡Vaya una noticia que me traéis!
Señora de Capuleto
Aquí viene tu padre. Díselo tú, y verás cómo no le agrada.
(Entran Capuleto y el Ama)
Capuleto
A la puesta del sol cae el rocío, pero cuando muere el hijo de mi hermano, cae la lluvia a torrentes. ¿Aún no ha acabado el aguacero, niña? Tu débil cuerpo es nave y mar y viento. En tus ojos hay marca de lágrimas, y en ese mar navega la barca de tus ansias, y tus suspiros son el viento que la impele. Dime, esposa, ¿has cumplido ya mis órdenes?
Señora de Capuleto
Sí, pero no lo agradece. ¡Insensata! con su sepulcro debía casarse.
Capuleto
¿Eh? ¿Qué es eso? Esposa mía. ¿Qué es eso de no querer y no agradecer? ¿Pues no la enorgullece el que la hayamos encontrado para esposo un tan noble caballero?
Julieta
¿Enorgullecerme? No, agradecer sí. ¿Quién ha de estar orgullosa de lo que aborrece? Pero siempre se agradece la buena voluntad, hasta cuando nos ofrece lo que odiamos.
Capuleto
¡Qué retóricas son esas! «¡Enorgullecerse!» «Sí y no». «¡Agradecer y no agradecer!» Nada de agradecimientos ni de orgullo, señorita. Prepárate a ir por tus pies el jueves próximo a la iglesia de San Pedro a casarte con Paris, o si no, te llevo arrastrando en un serón, ¡histérica, nerviosa, pálida, necia!
Señora de Capuleto
¿Estás en ti? Cállate.
Julieta
Padre mío, de rodillas os pido que me escuchéis una palabra sola.
Capuleto
¡Escucharte! ¡Necia, malvada! Oye, el jueves irás a San Pedro, o no me volverás
a mirar la cara. No me supliques ni me digas una palabra más. El pulso me tiembla. Esposa mía, yo siempre creí que era poca bendición de Dios el tener una hija sola, pero ahora veo que es una maldición, y que aun ésta sobra.
Ama
¡Dios sea con ella! No la maltratéis, señor.
Capuleto
¿Y por qué no, entremetida vieja? Cállate, y habla con tus iguales.
Ama
A nadie ofendo... No puede una hablar.
Capuleto
Calla, cigarrón, y vete a hablar con tus comadres, que aquí no metes baza.
Señora de Capuleto
Loco estás.
Capuleto
Loco sí. De noche, de día, de mañana, de tarde, durmiendo, velando, solo y acompañado, en casa y en la calle, siempre fue mi empeño el casarla, y ahora que la encuentro un joven de gran familia, rico, gallardo, discreto, lleno de perfecciones, según dicen, contesta esta mocosa que no quiere casarse, que no
puede amar, que es muy joven. Pues bien, te perdonaré, si no te casas, pero no vivirás un momento aquí. Poco falta para el jueves. Piénsalo bien. Si consientes, te casarás con mi amigo. Si no, te ahorcarás, o irás pidiendo limosna, y te morirás de hambre por esas calles, sin que ninguno de los míos te socorra. Piénsalo bien, que yo cumplo siempre mis juramentos. (Vase)
Julieta
¿Y no hay justicia en el cielo que conozca todo el abismo de mis males? No me dejes, madre. Dilatad un mes, una semana el casamiento, o si no, mi lecho nupcial será el sepulcro de Teobaldo.
Señora de Capuleto
Nada me digas, porque no he de responderte. Decídete corno quieras.
(Se va)
Julieta
¡Válgame Dios! Ama mía, ¿qué haré? Mi esposo está en la tierra, mi fe en el cielo. ¿Y cómo ha de volver a la tierra mi fe, si mi esposo no la envía desde el cielo? Aconséjame, consuélame. ¡Infeliz de mí! ¿Por qué el cielo ha de emplear todos sus recursos contra un ser tan débil como yo? ¿Qué me dices? ¿Ni una palabra que me consuele?
Ama
Sólo te diré una cosa. Romeo está desterrado, y puede apostarse doble contra sencillo a que no vuelve a verte, o vuelve ocultamente, en caso de volver. Lo mejor sería, pues, a mi juicio, que te casaras con el Conde, que es mucho más gentil y discreto caballero que Romeo. Ni un águila tiene tan verdes y vivaces ojos como Paris. Este segundo esposo te conviene más que el primero. Y además, al primero puedes darle por muerto. Para ti como si lo estuviera.
Julieta
¿Hablas con el alma?
Ama
Con el alma, o maldita sea yo.
Julieta
Así sea.
Ama
¿Por qué?
Julieta
Por nada. Buen consuelo me has dado. Vete, di a mi madre que he salido. Voy a confesarme con Fray Lorenzo, por el enojo que he dado a mi padre.
Ama
Obras con buen seso.
(Vase)
Julieta
¡Infame vieja! ¡Aborto de los infiernos! ¿Cuál es mayor pecado en ti, querer hacerme perjura, o mancillar con tu lengua al mismo a quien tantas veces pusiste por las nubes? Maldita sea yo si vuelvo a aconsejarme de ti. Sólo mi confesor me dará amparo y consuelo, o a lo menos fuerzas para morir.
ACT III A room in Capulet's house.
SCENE IV [Enter CAPULET, LADY CAPULET, and PARIS]
CAPULET
Things have fall'n out, sir, so unluckily,
That we have had no time to move our daughter:
Look you, she loved her kinsman Tybalt dearly,
And so did I:­­Well, we were born to die.
'Tis very late, she'll not come down to­night:
I promise you, but for your company,
I would have been a­bed an hour ago.
PARIS
These times of woe afford no time to woo.
Madam, good night: commend me to your daughter.
LADY CAPULET
I will, and know her mind early to­morrow;
10
To­night she is mew'd up to her heaviness.
CAPULET
Sir Paris, I will make a desperate tender
Of my child's love: I think she will be ruled
In all respects by me; nay, more, I doubt it not.
Wife, go you to her ere you go to bed;
Acquaint her here of my son Paris' love;
And bid her, mark you me, on Wednesday next­­
But, soft! what day is this?
PARIS
Monday, my lord,
CAPULET
Monday! ha, ha! Well, Wednesday is too soon,
O' Thursday let it be: o' Thursday, tell her,
She shall be married to this noble earl.
Will you be ready? do you like this haste?
20
We'll keep no great ado,­­a friend or two;
For, hark you, Tybalt being slain so late,
It may be thought we held him carelessly,
Being our kinsman, if we revel much:
Therefore we'll have some half a dozen friends,
And there an end. But what say you to Thursday?
PARIS
My lord, I would that Thursday were to­morrow.
CAPULET
Well get you gone: o' Thursday be it, then.
30
Go you to Juliet ere you go to bed,
Prepare her, wife, against this wedding­day.
Farewell, my lord. Light to my chamber, ho!
Afore me! it is so very very late,
That we may call it early by and by.
Good night.
[Exeunt]
ACT III Capulet's orchard.
SCENE V [Enter ROMEO and JULIET above, at the window]
JULIET
Wilt thou be gone? it is not yet near day:
It was the nightingale, and not the lark,
That pierced the fearful hollow of thine ear;
Nightly she sings on yon pomegranate­tree:
Believe me, love, it was the nightingale.
ROMEO
It was the lark, the herald of the morn,
No nightingale: look, love, what envious streaks
Do lace the severing clouds in yonder east:
Night's candles are burnt out, and jocund day
Stands tiptoe on the misty mountain tops.
I must be gone and live, or stay and die.
JULIET
Yon light is not day­light, I know it, I:
10
It is some meteor that the sun exhales,
To be to thee this night a torch­bearer,
And light thee on thy way to Mantua:
Therefore stay yet; thou need'st not to be gone.
ROMEO
Let me be ta'en, let me be put to death;
I am content, so thou wilt have it so.
I'll say yon grey is not the morning's eye,
'Tis but the pale reflex of Cynthia's brow;
20
Nor that is not the lark, whose notes do beat
The vaulty heaven so high above our heads:
I have more care to stay than will to go:
Come, death, and welcome! Juliet wills it so.
How is't, my soul? let's talk; it is not day.
JULIET
It is, it is: hie hence, be gone, away!
It is the lark that sings so out of tune,
Straining harsh discords and unpleasing sharps.
Some say the lark makes sweet division;
This doth not so, for she divideth us:
Some say the lark and loathed toad change eyes,
O, now I would they had changed voices too!
Since arm from arm that voice doth us affray,
Hunting thee hence with hunt's­up to the day,
O, now be gone; more light and light it grows.
ROMEO
More light and light; more dark and dark our woes!
[Enter Nurse, to the chamber]
Nurse
Madam!
30
JULIET
Nurse?
Nurse
Your lady mother is coming to your chamber:
The day is broke; be wary, look about.
40
[Exit]
JULIET
Then, window, let day in, and let life out.
ROMEO
Farewell, farewell! one kiss, and I'll descend.
[He goeth down]
JULIET
Art thou gone so? love, lord, ay, husband, friend!
I must hear from thee every day in the hour,
For in a minute there are many days:
O, by this count I shall be much in years
Ere I again behold my Romeo!
ROMEO
Farewell!
I will omit no opportunity
That may convey my greetings, love, to thee.
JULIET
O think'st thou we shall ever meet again?
ROMEO
I doubt it not; and all these woes shall serve
50
For sweet discourses in our time to come.
JULIET
O God, I have an ill­divining soul!
Methinks I see thee, now thou art below,
As one dead in the bottom of a tomb:
Either my eyesight fails, or thou look'st pale.
ROMEO
And trust me, love, in my eye so do you:
Dry sorrow drinks our blood. Adieu, adieu!
[Exit]
JULIET
O fortune, fortune! all men call thee fickle:
60
If thou art fickle, what dost thou with him.
That is renown'd for faith? Be fickle, fortune;
For then, I hope, thou wilt not keep him long,
But send him back.
LADY CAPULET
[Within] Ho, daughter! are you up?
JULIET
Who is't that calls? is it my lady mother?
Is she not down so late, or up so early?
What unaccustom'd cause procures her hither?
[Enter LADY CAPULET]
LADY CAPULET
Why, how now, Juliet!
JULIET
Madam, I am not well.
LADY CAPULET
Evermore weeping for your cousin's death?
What, wilt thou wash him from his grave with tears? 70
An if thou couldst, thou couldst not make him live;
Therefore, have done: some grief shows much of love;
But much of grief shows still some want of wit.
JULIET
Yet let me weep for such a feeling loss.
LADY CAPULET
So shall you feel the loss, but not the friend
Which you weep for.
JULIET
Feeling so the loss,
Cannot choose but ever weep the friend.
LADY CAPULET
Well, girl, thou weep'st not so much for his death,
As that the villain lives which slaughter'd him.
JULIET
What villain madam?
LADY CAPULET
That same villain, Romeo.
JULIET
[Aside] Villain and he be many miles asunder.­­
80
God Pardon him! I do, with all my heart;
And yet no man like he doth grieve my heart.
LADY CAPULET That is, because the traitor murderer lives.
JULIET
Ay, madam, from the reach of these my hands:
Would none but I might venge my cousin's death!
LADY CAPULET We will have vengeance for it, fear thou not:
Then weep no more. I'll send to one in Mantua,
Where that same banish'd runagate doth live,
Shall give him such an unaccustom'd dram,
90
That he shall soon keep Tybalt company:
And then, I hope, thou wilt be satisfied.
JULIET
Indeed, I never shall be satisfied
With Romeo, till I behold him­­dead­­
Is my poor heart for a kinsman vex'd.
Madam, if you could find out but a man
To bear a poison, I would temper it;
That Romeo should, upon receipt thereof,
Soon sleep in quiet. O, how my heart abhors
To hear him named, and cannot come to him.
To wreak the love I bore my cousin
Upon his body that slaughter'd him!
LADY CAPULET Find thou the means, and I'll find such a man.
But now I'll tell thee joyful tidings, girl.
JULIET
And joy comes well in such a needy time:
What are they, I beseech your ladyship?
LADY CAPULET Well, well, thou hast a careful father, child;
100
One who, to put thee from thy heaviness,
Hath sorted out a sudden day of joy,
That thou expect'st not nor I look'd not for.
JULIET
110
Madam, in happy time, what day is that?
LADY CAPULET Marry, my child, early next Thursday morn,
The gallant, young and noble gentleman,
The County Paris, at Saint Peter's Church,
Shall happily make thee there a joyful bride.
JULIET
Now, by Saint Peter's Church and Peter too,
He shall not make me there a joyful bride.
I wonder at this haste; that I must wed
Ere he, that should be husband, comes to woo.
I pray you, tell my lord and father, madam,
120
I will not marry yet; and, when I do, I swear,
It shall be Romeo, whom you know I hate,
Rather than Paris. These are news indeed!
LADY CAPULET Here comes your father; tell him so yourself,
And see how he will take it at your hands.
[Enter CAPULET and Nurse]
CAPULET
When the sun sets, the air doth drizzle dew;
But for the sunset of my brother's son
It rains downright.
How now! a conduit, girl? what, still in tears?
Evermore showering? In one little body
Thou counterfeit'st a bark, a sea, a wind;
For still thy eyes, which I may call the sea,
130
Do ebb and flow with tears; the bark thy body is,
Sailing in this salt flood; the winds, thy sighs;
Who, raging with thy tears, and they with them,
Without a sudden calm, will overset
Thy tempest­tossed body. How now, wife!
Have you deliver'd to her our decree?
LADY CAPULET Ay, sir; but she will none, she gives you thanks.
I would the fool were married to her grave!
CAPULET
140
Soft! take me with you, take me with you, wife.
How! will she none? doth she not give us thanks?
Is she not proud? doth she not count her blest,
Unworthy as she is, that we have wrought
So worthy a gentleman to be her bridegroom?
JULIET
Not proud, you have; but thankful, that you have:
Proud can I never be of what I hate;
But thankful even for hate, that is meant love.
CAPULET
How now, how now, chop­logic! What is this?
'Proud,' and 'I thank you,' and 'I thank you not;'
And yet 'not proud,' mistress minion, you,
Thank me no thankings, nor, proud me no prouds,
But fettle your fine joints 'gainst Thursday next,
To go with Paris to Saint Peter's Church,
Or I will drag thee on a hurdle thither.
Out, you green­sickness carrion! out, you baggage!
You tallow­face!
LADY CAPULET Fie, fie! what, are you mad?
150
JULIET
Good father, I beseech you on my knees,
Hear me with patience but to speak a word.
CAPULET
Hang thee, young baggage! disobedient wretch!
160
I tell thee what: get thee to church o' Thursday,
Or never after look me in the face:
Speak not, reply not, do not answer me;
My fingers itch. Wife, we scarce thought us blest
That God had lent us but this only child;
But now I see this one is one too much,
And that we have a curse in having her:
Out on her, hilding!
Nurse
God in heaven bless her!
You are to blame, my lord, to rate her so.
CAPULET
And why, my lady wisdom? hold your tongue,
Good prudence; smatter with your gossips, go.
Nurse
I speak no treason.
CAPULET
O, God ye god­den.
Nurse
May not one speak?
CAPULET
Peace, you mumbling fool!
Utter your gravity o'er a gossip's bowl;
For here we need it not.
LADY CAPULET You are too hot.
CAPULET
God's bread! it makes me mad:
Day, night, hour, tide, time, work, play,
Alone, in company, still my care hath been
To have her match'd: and having now provided
170
A gentleman of noble parentage,
180
Of fair demesnes, youthful, and nobly train'd,
Stuff'd, as they say, with honourable parts,
Proportion'd as one's thought would wish a man;
And then to have a wretched puling fool,
A whining mammet, in her fortune's tender,
To answer 'I'll not wed; I cannot love,
I am too young; I pray you, pardon me.'
But, as you will not wed, I'll pardon you:
Graze where you will you shall not house with me:
Look to't, think on't, I do not use to jest.
190
Thursday is near; lay hand on heart, advise:
An you be mine, I'll give you to my friend;
And you be not, hang, beg, starve, die in
the streets,
For, by my soul, I'll ne'er acknowledge thee,
Nor what is mine shall never do thee good:
Trust to't, bethink you; I'll not be forsworn.
[Exit]
JULIET
Is there no pity sitting in the clouds,
That sees into the bottom of my grief?
O, sweet my mother, cast me not away!
Delay this marriage for a month, a week;
Or, if you do not, make the bridal bed
In that dim monument where Tybalt lies.
LADY CAPULET Talk not to me, for I'll not speak a word:
Do as thou wilt, for I have done with thee.
200
[Exit]
JULIET
O God!­­O nurse, how shall this be prevented?
My husband is on earth, my faith in heaven;
How shall that faith return again to earth,
Unless that husband send it me from heaven
By leaving earth? comfort me, counsel me.
Alack, alack, that heaven should practise stratagems 210
Upon so soft a subject as myself!
What say'st thou? hast thou not a word of joy?
Some comfort, nurse.
Nurse
Faith, here it is.
Romeo is banish'd; and all the world to nothing,
That he dares ne'er come back to challenge you;
Or, if he do, it needs must be by stealth.
Then, since the case so stands as now it doth,
I think it best you married with the county.
O, he's a lovely gentleman!
Romeo's a dishclout to him: an eagle, madam,
Hath not so green, so quick, so fair an eye
As Paris hath. Beshrew my very heart,
I think you are happy in this second match,
For it excels your first: or if it did not,
Your first is dead; or 'twere as good he were,
As living here and you no use of him.
JULIET
Speakest thou from thy heart?
Nurse
And from my soul too;
Or else beshrew them both.
220
JULIET
Amen!
Nurse
What?
JULIET
Well, thou hast comforted me marvellous much.
Go in: and tell my lady I am gone,
230
Having displeased my father, to Laurence' cell,
To make confession, and to be absolved.
Nurse
Marry, I will; and this is wisely done.
[Exit]
JULIET
Ancient damnation! O most wicked fiend!
Is it more sin to wish me thus forsworn,
Or to dispraise my lord with that same tongue
Which she hath praised him with above compare
So many thousand times? Go, counsellor;
Thou and my bosom henceforth shall be twain.
I'll to the friar, to know his remedy:
If all else fail, myself have power to die.
[Exit]
240