Recensión La seducción de las palabras

RECENSIÓN BIBLIOGRÁFICA
La Seducción de las Palabras
(Alex Grijelmo)
Carlos Simón García
1º Periodismo 2010/2011
Lengua: Expresión oral y escrita
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1) FICHA BIBLIOGRÁFICA
El título completo y original de la obra que estamos comentando es La seducción de
las palabras, cuyo autor es Alejandro Grijelmo García.
Fue publicado por primera vez en el año 2000, pero es la edición de 2004, la octava
edición, en la que me basaré pues es la que poseo. La versión original es en castellano.
Entre los prefacios e introducciones conviene destacar los agradecimientos, dedicatoria
a sus padres, una cita de Pedro Salinas y la bibliografía consultada por el autor.
Contiene unas 280 páginas, algunas menos que en ediciones posteriores como la de
2007. Este libro no contiene dibujos ni esquemas de ningún tipo, cosa lógica y común
en los libros de Alex Grijelmo, eminentemente teóricos.
2) PRESENTACIÓN DE LA OBRA
De este libro podemos decir que se usa un estilo ensayístico por el tipo de redacción
y estructura usada por el autor, el objetivo principal de Grijelmo es mostrarnos cómo
cada día desde la mayoría de los aspectos cotidianos, los pequeños detalles, hasta los
grandes discursos mediáticos escuchar unas palabras determinadas u otras puede
significar convencer a alguien de algo o no hacerlo aunque digan aparentemente lo
mismo, con esto quiere que aprendamos a seducir con las palabras y a darnos cuenta de
cuándo nos seducen con ellas. Es una obra colectiva pues está dividida en diez
capítulos, con los que logra que la lectura no se haga muy pesada y sea más fácil su
comprensión: el primero es el camino de las palabras profundas, el segundo persuasión
y seducción, el tercero los sonidos seductores, el cuarto las palabras del amor, el quinto
los símbolos de la publicidad, el sexto el poder de las palabras, las palabras del poder, el
séptimo es la incursión en el área ajena, el octavo la desaparición de la mujer, el noveno
el valor de las palabras viejas y por último la seducción de las palabras.
Este libro tiene una temática parecida a otras obras también publicadas por él como
El Estilo del periodista (1997) o Defensa apasionada del idioma español (1998). Alex
como gran defensor del correcto uso de la lengua castellana enfoca la mayoría de sus
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libros a este tema, no es de extrañar que publique para muchos periódicos nacionales
además de formar parte de la Real Academia Española de la Lengua y dar numerosas
Conferencias a lo largo del mundo, sobretodo en Latinoamérica y España.
3) ANÁLISIS DEL CONTENIDO DE LA OBRA
En el comienzo del primer capítulo nos introduce al tema central de su obra: el
poder oculto de las palabras, lo que hay más allá de lo que creemos percibir, gracias a su
sonido a su longitud, morfología, recursos literarios o simplemente su historia, que les
sirven al que habla para seducir, convencer de algo, mentir disimuladamente o
confundir. Las palabras contienen ideas y sentimientos, que no siempre son lógicas y se
transmiten por herencia, por ejemplo los niños que conjugan de forma lógica el verbo
caber dicen yo cabo incorrectamente.
Hace referencia también a que la lengua es hereditaria, nosotros la tomamos de los
autores clásicos griegos y latinos con obras como La Odisea y luego la hemos ido
perfeccionando a lo largo de la Historia con otros autores como Shakespeare.
Pero aun así nos mueve más el sentimiento que la etimología de cada término para
concederle un valor u otro, según nos recuerden olores agradables, bonitos parajes,
sabores especiales o cualquier cosa que nos haga relacionarlo con algo para nosotros
agradable. Solemos relacionar unas palabras con otras según su sonido o su forma
aunque la mayoría de las veces ni nos demos cuenta al ser un proceso interno de nuestro
cerebro.
Los grandes sermoneadores de la historia siempre han usado la dialéctica para
embelesar y suavizar las cosas con un sinfín de pequeños trucos y técnicas, tales como
la contradicción (el fuego helado) que distrae la mente del que lo oye o lee y se disimula
el verdadero mensaje; o el alargamiento de palabras de forma intencionada como por
ejemplo: obligatoriedad por obligación, sobredesmesurado por excesivo, metodología
por método, señalizar por señalar, accidentalidad, potencialidad, limitaciones, proceso
gripal por gripe contabilizar o rumorología entre otros. Estas palabras son sobre todo
usadas por los políticos en sus discursos y por los medios de comunicación que son las
dos grandes instituciones que se dirigen a la población. También se alargan palabras
usando prefijos, sufijos y afijos, a veces incluso de forma escandalosamente
intencionada como por ejemplo: reajuste de precios suena mejor que subida, reactivar,
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reconducir,
rebrote,
refuerzo,
reasignación,
la
tantas
veces
oída
reforma,
desnacionalizar, desaprobar, anticatalán, antiliberal, antivasco, interprofesional,
intercomunitario, y los afijos personajillo, canturrear…Da como un ejemplo actual la
siguiente noticia: Telefónica revisa sus retribuciones, de esta manera no suena como
que sus directivos se suben el sueldo directamente sino como que es una medida
necesaria para evitar otro mal, cuando ya están cobrando ingentes cantidades de dinero
por su trabajo.
Otra técnica con el mismo fin son las metáforas, otro camino en el uso del lenguaje,
éstas aportan ideas, colores, olores, sabores, imágenes que te ayudan a comprender lo
que te dicen pero a la vez te seducen y captan tu atención haciendo más suave el
mensaje real que te están transmitiendo, sin embargo la imagen no se corresponde con
el objeto señalado, más bien se aleja de él, por ejemplo regulación de plantilla cuando
en realidad se quiere decir reducción de plantilla, despidos. Las metáforas mentirosas se
camuflan en los periódicos, en los discursos políticos, en los bandos municipales…
El uso de posesivos también es muy común en estas lindes, pues cuando los
escuchamos nos parece más cercano lo que oímos, y más si nos vemos incluidos en
ellos.
Finalmente quiero destacar de estas técnicas lo que el autor llama como las ideas
suplantadas. , es decir, quien habla directamente deshecha una palabra condenada por la
historia. Por ejemplo cuando se nombra a un finalista o un campeón siempre nos
olvidamos del subcampeón o del otro finalista. ¿Qué pasa, que no ha hecho méritos
suficientes ni para ser nombrado? Ahora se empiezan a dar cuanta de que cuando
nombran a un vencedor, conlleva que haya un vencido, palabra poco seductora para
estos casos. Termina poniendo de ejemplos diferentes eufemismos que se usan
continuamente en el día a día como hospital psiquiátrico en lugar de manicomio,
interrupción del embarazo por aborto, tratamiento de residuos por recogida de basura
o tercera edad por vejez siempre buscando la palabra menos dañina y evitando las
menos seductoras.
Estas palabras muchas veces incluso son inexistentes, son inventadas por los
políticos y usadas para avasallar al público. El efecto que estas palabras causan en los
cerebros de la gente es enorme, ya que unimos las letras y formamos imágenes que no
se suelen corresponder con la realidad pero que aceptamos sin pensarlo dos veces. Por
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ejemplo la a relaja y nos tranquiliza pues la vemos simple y transparente, mientras que
la o por su parte la asociamos con lo oscuro, lo fúnebre y lo desconocido. Muchos dice
también que la i viene asociada con lo pequeño, al ser el inicio de –illo/a o -ito/a
(diminutivos).
Hay palabras que directamente les otorgamos un sentido romántico, quizás por su
significado o por haber sido utilizadas por diferentes poetas y artistas para referirse a
cosas agradables y bellas como un te quiero, estas palabras tienen uno de los mayores
poderes de seducción por eso hay que tener especial cuidado con ellas, puesto que no
debemos confundir lo que significan con los sentimientos que queremos transmitir, en
esto hace especial mención Grijelmo.
Con una correcta combinación de palabras y técnicas además de intencionalidad y
entonación correcta podemos influenciar a las personas y conseguir que realicen
determinadas acciones gracias a su poder de seducción.
Es el caso de la publicidad que nos bombardean constantemente con comparaciones,
metáforas, palabras que suenan bien, aliteraciones sonoras, rimas, juegos de palabras
que hacen que en un primer momento le prestemos atención y deseemos adquirir esos
productos de forma inmediata por sus llamativos eslogans. Por ejemplo se me ocurre el
de Vodafone: Vida es móvil, móvil es vodafone. Compara el nombre de la compañía con
el producto que fabrican y éste con la palabra vida, como sabemos, una de las más
seductoras que se pueden ver, pues vida es todo, y es una palabra sin connotaciones
negativas, lo que ayuda a que no relacionemos a vodafone con algo negativo, aunque
tengamos miles de razones como sus tarifas engañosas o la dificultad para darse de baja
de la compañía.
Las agencias publicitarias suelen usar también palabras extranjeras, muy atrayentes
para los consumidores potenciales además de palabras consagradas como futuro,
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libertad o movimiento que siempre provocan reacciones en los consumidores, y les
facilitan conseguir sus objetivos.
Como ya hemos mencionado antes las palabras son muy poderosas, en ocasiones
demasiado. Analizando textos podemos descubrir muchas cosas como la llegada del
fascismo a Europa antes de que este lo hiciera; y también se ha demostrado la relación
entre el lenguaje y la manipulación de las consciencias en el movimiento nazi, “lo que
comienza como un lenguaje manipulado acaba por conducir a la asunción del
totalitarismo y al mayor genocidio conocido por la historia”, el autor nos explica como
Hitler logró llegar hasta donde llegó conquistando no solo tierras, sino también vocablos
propios del comunismo como “camarada”; la técnica utilizada fue la contradicción , que
ya hemos explicado.
Grijelmo señala que a veces se utiliza la polisemia de manera que el que ha
pronunciado la palabra no se involucra mucho dejando al destinatario la posibilidad de
elegir el significado que más le guste, el que más le seduzca, con esto esta diciendo que
a veces somos nosotros mismos los que nos engañamos al dar un valor a algo que no lo
tiene. Y en muchos casos se usan palabras y expresiones de otros campos para
enriquecer el propio como hemos oído miles de veces en expresiones como consolidar
el proyecto y poner los cimientos.
¿Cuántas veces has oído la no mención de la mujer y ni te has parado a pensar en
machismo o sexismo? Discriminamos a las mujeres continuamente con el uso del
masculino genérico sin darnos cuenta. Esto se ve claramente reflejado en el ejemplo que
nos aporta Alex Grijelmo: seis policías detuvieron a los atracadores, en el que nuestra
mente intuitivamente imagina a seis policías varones, sin que ninguno de los vocablos
así lo implique.
También tenemos que destacar que hay palabras antiguas que al escucharlas te
transportan a otra época produciendo un sentimiento de tranquilidad en la persona que
la escucha como es el caso de la palabra “paraje”, aunque muchas de estas palabras ya
están en desuso, puesto que los núcleos donde se utilizaban se han modernizado.
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En definitiva hemos de decir que las palabras son absolutamente necesarias en
nuestra vida diaria, y que debemos utilizarlas bien, “Las palabras engatusan y repelen,
edulcoran y amargan, perfuman y apestan. Más vale que conozcamos su fuerza.”
4) VALORACIÓN GLOBAL Y JUICIO CRÍTICO DE LA OBRA.
En cuanto si me ha gustado o no la lectura de esta obra debo decir que no ha sido
una obra muy amena propiamente dicho pero si me ha parecido muy útil e interesante
saber y darme cuenta de cómo cambiar una palabra por poco que sea puede cambiar el
parecer de una persona, y esto reflejado a mi vida diaria tiene mucho valor para mí.
Por otra parte la lectura no se hace pesada gracias a la sencilla estructura de la obra,
y a la utilización de un sinfín de ejemplos que me ayudaban a acercarme aún más a lo
que Grijelmo quería expresar.
Lo que más quiero destacar es la utilidad de este libro, pues como futuro periodista
no me tengo que olvidar nunca de la correcta utilización de la lengua y el uso que le
puedo dar para influir a las personas, lo que es el trabajo del periodista, por cierto cada
vez más importante en la educación de los más jóvenes, que se pasan el día viendo la
televisión y si sólo escuchan incorrecciones por televisión como pasa muchas veces eso
creerán que es lo correcto y lo extrapolarán a su vida real condicionándoles para toda la
vida.
Por último espero que esta situación cambie y seamos todos los hispanoparlantes los
que nos hagamos responsables de la correcta utilización de nuestra lengua, porque, si no
lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer?
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