Licencia Mingobierno Nº 03056. Bogotá (Colombia) Carrera 13 Nº 24A-10 Of. 402, Telefax: 282 80 95 Correo electrónico: [email protected] 631 www.elsocialista.org Agosto de 2008 Precio $1.000 Periódico del Partido Socialista de los Trabajadores Llegó la crisis Unificar la resistencia La muerte de Guillermo Rivera ¿Cómo detener los asesinatos? Informe especial Encuentro Sindical Latinoamericano N° 631 - Agosto de 2008 Editorial Preparar la resistencia desde las bases La crisis económica en curso empieza a despejar el escenario nacional. Durante seis años, el gobierno de Álvaro Uribe ha insistido en una interpretación de la realidad del país: todos los males que padecemos los colombianos tienen como causa la existencia de la guerrilla; derrotada ésta, la confianza de los capitalistas y transnacionales permitiría que la economía creciera, brindando empleo y garantías sociales. Los hechos parecían darle la razón: la ofensiva sin cuartel contra la insurgencia armada estuvo acompañada de un PIB creciente, una inflación controlada y un recaudo de impuestos exitoso. Empresarios e inversionistas extranjeros se han disputado el territorio comprando empresas e instalando oficinas y factorías. El desempleo parecía ceder reemplazado por trabajo precario, pero trabajo al fin. Al lado de este proceso se montó la farsa del desmonte del paramilitarismo y la guerra al narcotráfico. Los más despiadados genocidas se acuartelaron en sus fincas de recreo y miles de asesinos a sueldo entregaron parte de su armamento y pertrechos al amparo de la Ley de Justicia y Paz, mientras cuatro millones de desplazados buscaban cobijo en las ciudades, subsidiados por Acción Social, superministerio que administra la clientela electoral del Presidente y sus socios. Se tendió un puente aéreo entre Bogotá y Washington para la extradición de narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros según las conveniencias políticas del momento. El plan de Uribe ha marchado tan bien que se prepara para su tercer período. El problema es que los números que le interesan a la burguesía han empezado una cuenta regresiva. La crisis mundial empieza a reducir abruptamente las ganancias y a frenar la recalentada economía nacional. El respaldo de Bush El mayoritario respaldo recibido en dos elecciones y el éxito creciente en las encuestas de opinión le han garantizado a Uribe el apoyo del gobierno yanqui. El Plan Colombia, financiado y asesorado por los gringos, le ha permitido la ofensiva sostenida contra la insurgencia, el Aptdea (beneficios para los exportadores colombianos por los convenios antidrogas) subsidia la balanza comercial, las líneas de crédito se mantienen abiertas en la banca internacional dándole oxígeno financiero, y el respaldo diplomático www.elsocialista.org N° 631 - Agosto de 2008 del Departamento de Estado la ha servido de barrera en los momentos más críticos de conflicto internacional. Incluso parece sólida la promesa de firmar el Tratado de Libre Comercio, a pesar de la oposición de importantes sectores del parlamento yanqui. A cambio de ello el gobierno de Colombia se convirtió en el aliado incondicional de Bush —al extremo de haber respaldado la bárbara invasión a Irak— y en un tapón frente a la creciente protesta popular latinoamericana. Esto lo llevó al aislamiento regional, a fuertes roces con los países vecinos y al enfriamiento de las relaciones con el imperialismo europeo, con serias repercusiones comerciales. La crisis es mundial Esta situación funcionó mientras la economía yanqui podía arrastrar a la colombiana, pero la recesión en EE.UU. y su extensión a nivel mundial ha frenado en seco los planes de Uribe. Los fuegos artificiales de la “Operación Jaque” se disipan mientras la economía doméstica se paraliza. Y las contradicciones interburguesas, dirimidas hasta ahora en las trastiendas de la política, saltan al rudo cuadrilátero de los negocios. Concientes de la gravedad de la tormenta cada fracción burguesa trata de imponer su interés particular; las que tienen el control directo de las instituciones del Estado son las primeras protegidas, las demás deben forcejear para encontrar lugar en el bote salvavidas. En unos casos el gobierno toma sus propias medidas de emergencia, como los subsidios multimillonarios al sector agrícola, o proyectando la crisis al futuro, con el brutal recorte presupuestal de 2008 y 2009, en otros casos se las impone el Fondo Monetario, como el incremento de intereses decretado por el Banco de la República, para proteger los negocios imperialistas. Pero la crisis es estructural y el único paliativo real es redoblar la explotación de los trabajadores y profundizar el saqueo de la riqueza nacional. De allí decisiones como terminar de privatizar lo que queda de patrimonio del Estado, recortar aún más el salario y los servicios sociales, o simplemente cerrar las empresas y lanzar a los empleados a la calle. En síntesis, los patronos criollos e imperialistas quieren •Encuentro Sindical Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Manifiesto y tareas votadas. •Congreso Internacional de la LIT Reseña de Lucha Socialista, periódico del Frente Obrero Socialista de Argentina. •Argentina Conflicto agrario: el gobierno sale derrotado y en crisis. •Bolivia (Lucha Socialista) Represión del gobierno mata dos mineros y hiere a 40. • El Socialista Contenido de la presente edición • Tribunal Permanente de los Pueblos Sentencia sobre Colombia. que la crisis la paguemos los trabajadores y los pobres. El problema está planteado en el campo de batalla de la lucha de clases, y es allí donde debemos resolverlo. Un ejemplo ha sido la huelga de los mineros de la Drummond: la patronal imperialista se vio obligada a retroceder y a aceptar importantes exigencias de los trabajadores. De otra índole, pero también reflejo de la profundidad de la crisis, ha sido el paro de los camioneros. Los medianos propietarios han exigido subsidios a los combustibles y otros insumos, e incremento de tarifas; las empresas usuarias del transporte de carga descargarán el aumento de costos en los consumidores. Otro ataque a nuestros ingresos. La burocracia reacciona Empujadas por ésta situación la burocracia de las centrales sindicales y la dirigencia del Polo, se han visto obligadas a reactivar la Gran Coalición Democrática (GCD). Cercados en el Parlamento por el uribismo y el propio Partido Liberal —como se pudo confirmar con el fracasado voto de censura contra el Ministro de la “Desprotección” Social— han tratado tímidamente de volver a las calles. Pero su propia inconsecuencia los paraliza y se limitan a acoger las actividades de protesta definidas por diversos sectores, mientras se inventan eventos sin preparación por la base, como la Gran Cumbre Social del 23 de agosto o la jornada de protesta del 7 de octubre. Los pensionados, por ejemplo, han convocado a movilizaciones para el 17 de septiembre, sin encontrar un respaldo decidido en la GCD. Por eso es importante también apoyar iniciativas como la marcha de viviendistas que parte de Popayán a fines de agosto hasta Bogotá y hacer parte del Encuentro Popular, impulsado por el periódico Desde Abajo, para los días 13 y 14 de septiembre. Presionar desde las bases Pero la única forma de impedir que estas actividades sólo sirvan para sacarle presión a la grave crisis social, que estalla parcialmente en protestas populares aisladas o conflictos sectoriales, es imponer desde las bases la centralización de los conflictos y luchar por convertir la jornada del 7 de octubre en un cese de actividades por un reajuste salarial que enfrente la escalada del costo de vida, la exigencia de congelación de precios y tarifas, y garantías plenas para la estabilidad laboral. En esa jornada tiene de nuevo la Fecode, el más importante gremio de influencia nacional, dirigido hegemónicamente por el Polo, la responsabilidad política de llamar a toda la comunidad educativa a la protesta contra un gobierno que, con el recorte a las transferencias, sigue desfinanciando la educación y la salud públicas. Un verdadero paro estatal, puede servir de catalizador para los demás sectores sociales, como desplazados, indígenas o estudiantes quienes tratan, infructuosamente de ser escuchados. Igualmente sería un punto de referencia para las víctimas del paramilitarismo y los crímenes de Estado que exigen verdad, justicia y reparación integral. Bogotá, Agosto 16 de 2008 Nacional La marchas del 20 de julio La reacción se tomó de nuevo las calles Como era de esperarse, el pasado 20 de julio el gobierno logró concretar otra movilización masiva a su favor con las consignas “No más FARC”, “No más secuestro” y “Liberación de todos los secuestrados”, capitalizando así el rescate de Ingrid Betancur, los dos mercenarios yanquis y 13 militares retenidos por la guerrilla. Esta nueva marcha es la continuación de una coyuntura muy reaccionaria que, desde la marcha del 4 de febrero, le ha permitido al gobierno sortear la grave crisis de la parapolítica que lo viene acosando desde el año pasado. Esta marcha, luego del rescate militar, y de los espectaculares golpes en la estructura de mando de las FARC, acentúa los aspectos reaccionarios que en la marcha del 4 de febrero se manifestaron y que sirvieron no solo para fortalecer los golpes militares a las FARC, sino el plan contra los derechos y el nivel de vida de las masas. Aquí se demuestra una ley de la lucha de clases: quien logra imponer la movilización de masas en la calle es quien puede avanzar en imponer sus intereses de clase. En esta coyuntura, a pesar de la excepción de la marcha del 6 de marzo -claramente antiuribista- y del descolorido 1º de mayo, han sido el gobierno, la burguesía y la derecha, a la cabeza de la reaccionaria clase media colombiana y de sectores importantes de las masas trabajadoras, quienes se han apoderado de las calles, para confirmar por esta vía lo que las encuestas ya han pronosticado. A pesar de la profundidad de la crisis, de la cantidad de congresistas investigados y encarcelados por los vínculos con los paramilitares, de la cínica obstrucción a los procesos judiciales contra los partidarios del gobierno y el enfrentamiento entre Uribe y las altas cortes, por la evidencia de la corrupción y la compra de votos con que fue legalizada la reelección presidencial, el gobierno logra voltear la tortilla con sus éxitos sobre la guerrilla e impone la figura del presidente con las encuestas. Las marchas del 20 de julio apoyaron la política represiva de Uribe. Se fortalece el ejército En medio de las crisis y el desgaste de las instituciones políticas del Estado, el gobierno se ha dado una tarea estratégica: el fortalecimiento del aparato represor, su ejército, el DAS y la Policía. Luego de la modernización y el Plan Colombia puesto en marcha por Pastrana, Uribe, después de seis años de gobierno, ha empezado a cosechar los frutos de un ejército cada vez más mercenario, con una estructura de comandos conjuntos calcados del ejército norteamericano, y una presencia cada vez más numerosa de militares yanquis quienes no se limitan al asesoramiento sino que participan en operaciones en el terreno, y han sido fundamentales en las operaciones exitosas contra la guerrilla. La popularidad del ejército ha llegado a cerca del 90% en un lapso de diez años, en los cuales los escándalos por corrupción, por narcotráfico, por violación a los derechos humanos y las condenas a militares por masacres, no han hecho mella en la imagen de la institución fundamental del régimen. No es casual que la fecha escogida para la marcha haya sido el 20 de julio, fecha en la que el gobierno exhibe su poderío militar. Avanza el plan del gobierno Los éxitos militares y el consecuente ascenso de su popularidad, los ha aprovechado el gobierno para avanzar en los planes contra los trabajadores. En esta ocasión, y a propósito del discurso de apertura del nuevo periodo legislativo, el gobierno anunció todo un paquete de recortes del gasto público del que buena parte le corresponde al gasto social y al funcionamiento del Estado. Esto implica un drástico recorte a las transferencias y la reestructuración de varias entidades del estado con los consecuentes despidos de trabajadores, el ataque a las condiciones de contratación y de trabajo y los ataques a los derechos adquiridos por sectores de trabajadores. Dentro del paquete también se anuncian nuevas privatizaciones. Se pretende vender otro 10% de acciones de ECOPETROL, la venta de las minas de Sal y de la empresa del sector energético ISAGEN. Además se mantienen los onerosos subsidios a los sectores de la burguesía tanto exportadora como a los otros sectores que usufructúan del mercado interno. Los floricultores, los cafeteros, los bananeros y las transnacionales seguirán recibiendo beneficios y subsidios mientras a los trabajadores se les seguirá exprimiendo el salario por la vía del alza del costo de vida. Todo este paquete se anuncia con el objetivo de evitar una desaceleración económica como consecuencia de la crisis económica mundial que empieza a golpear más fuerte a Colombia. Las contradicciones que esto provoca en la burguesía se expresan, por ejemplo, en la decisión del Banco de República de incrementar las tasas de interés para los créditos al 10%, colocando a Colombia como uno de los países en que es más caro endeudarse. Esta medida ya ha generado choques con el gobierno, quien como en los otros casos de enfrentamiento con alguna institución del estado, emplaza a la junta del Banco desde las tarimas de sus consejos comunitarios apelando a su popularidad. También esta medida ha puesto en alerta a los empresarios del sector agropecuario quienes se han manifestado en contra porque sube los costos y reduce la producción y los precios de los alimentos. El argumento del Banco es que su responsabilidad es frenar la inflación (y para Sigue en la pág.4 N° 631 - Agosto de 2008 Nacional Viene de la pág.3 eso tratan de desincentivar el consumo con crédito caro), pero el efecto es agravar la desaceleración de la economía, revaluar aún más el peso (lo que afecta a los exportadores) y estimular el ingreso de capital especulativo al país. Esta discusión ha puesto de nuevo sobre el tapete la polémica sobre la independencia del Banco de la República frente al gobierno. La imposibilidad que Uribe tiene para incidir directamente sobre las decisiones del Banco es respecto del gobierno, pero no del Fondo Monetario Internacional que es el que promueve esa política en todo el mundo, en beneficio del gran capital transnacional, en particular del yanqui. Por eso los mismos economistas burgueses reconocen que el plan del gobierno es insuficiente para frenar la desaceleración de la economía y que los factores como la revaluación del peso, el alza de los alimentos, y del costo de vida, y el alza de los combustibles, continúan agravando la crisis. Ya para muchos empresarios la Seguridad Democrática rindió los frutos económicos que tenía que rendir, y no puede seguir apareciendo como la responsable de las ganancias y la inversión extranjera. La reforma política Pero detrás de los largos anuncios en materia económica el gobierno también anuncia una reforma política y de los organismos judiciales. Después de las negociaciones con la Corte Suprema de Justicia, el gobierno anunció una serie de reformas encaminadas a cambiar el esquema de juzgamiento de los altos funcionarios del Estado, en especial los congresistas. Además anuncia cambios en la forma de elegir a los jueces de las altas cortes y su jurisdicción frente a los otros poderes del Estado y entre las cortes. Este es un claro intento de bloquear la acción de los jueces contra los parapolíticos que se junta con modificaciones al sistema electoral para poder perpetuar mejor el proyecto uribista en el poder. ¡Fuera las tropas colombianas de Afganistán y Haití! Como evidencia del servilismo del gobierno de Álvaro Uribe frente a la política imperialista del gobierno yanqui, se ha anunciado el envío de tropas colombianas a Afganistán y Haití, para apoyar la invasión a la que están sometidos estos países desde hace varios años por parte del ejército norteaméricano y sus cómplices europeos, en el primer caso, y por tropas latinoamericanas en el segundo. Uribe se ha apresurado a declarar que los soldados colombianos sólo van en calidad de asesores, gracias a su experiencia en la guerra contrainsurgente y la persecusión al narcotráfico. En realidad nada justifica que nuestro país apoye la política genocida de Bush que ha hundido a Afganistán en la barbarie. La presencia del imperialismo en la zona nada tiene que ver con su supuesta lucha antiterrorista —siete años después del ataque a las Torres Gemelas la ubicación de Osama Bin Laden sigue siendo un misterio—, sino el control de un territorio estratégico para la explotación y transporte de hidrocarburos, el establecimiento de bases militares para disputar la influencia de Rusia (el conflicto con Georgia ha sido auspiciado por el Departamento de Estado) y la amenaza sobre India y China. En el caso de Haití, la ocupación se produjo para sofocar la rebelión de masas que llevó a Aristide al poder, gobierno que no logró estabilizar la situación política perdiendo la confianza del imperialismo. Ahora, a la cabeza de la ocupación se encuentran las tropas enviadas por Lula. Debemos rechazar la decisión de Uribe, exigir el retiro de las tropas colombianas del área y brindar nuestro respaldo a la resistencia afgana y haitiana frente a la agresión imperialista. N° 631 - Agosto de 2008 El nefasto papel de las direcciones de masas En gran medida los responsables de que el gobierno pueda avanzar con tanta facilidad en la imposición de sus planes y sobre la conciencia de la población, son las direcciones políticas y sindicales. Por un lado la guerrilla, con sus errores políticos y sus métodos nefastos ajenos al movimiento obrero le ha allanado el camino al gobierno para justificar la política de Seguridad Democrática y derechizar la conciencia de amplios sectores, en primer lugar de la clase media. Por el otro, están las direcciones de la CUT, las demás centrales y del Polo que en medio de la profundización de la crisis han optado por la estrategia de defender las instituciones burguesas, pasando de la defensa abstracta del Estado Social de Derecho a la defensa incondicional de la Corte Suprema de Justicia y, lo más grave, la decisión política de mantener la estabilidad del régimen, con Uribe a la cabeza, por más cuestionado que esté por sus vínculos con los paramilitares, con la ilusión de avanzar electoralmente hacia el 2010. En esto se refleja a fondo la concepción de la dirección del Polo, quienes ilusionan a los trabajadores con que los cambios se pueden lograr dentro de los cauces de la democracia burguesa y sus instituciones. Conscientemente han impedido que las luchas que se producen todos los días se articulen y se fortalezcan canalizando todo hacia la institucionalidad burguesa. Es decir, sin que lo digan abiertamente están absolutamente en contra de la lucha directa de masas para enfrentar a la burguesía y el imperialismo. En este pacto tácito han coincidido con el Partido Liberal y hasta con sectores de los partidos de la coalición uribista. Además, producto de la presión del gobierno, de los medios de comunicación, y de los sectores más de derecha al interior del Polo, se han plegado al coro antifarc. En esta política han hecho frente común el gobierno, sectores de la dirección del Polo y la prensa burguesa para acorralar a los sectores que se han negado a condenar a la guerrilla como el PC y de paso neutralizar por la derecha a los sectores que presionan por una lucha más frontal contra el gobierno. El avance en el proceso de derechización del Polo se evidenció en su política hacia la marcha del 20 de julio. El pasado 4 de febrero se intentaron diferenciar llamando a no participar en la marcha directamente sino en un mitin en la plaza de Bolívar por el acuerdo humanitario. Ahora, despojándose de cualquier reparo, la dirección del Polo llamó directamente a participar en la marcha. Pero sectores de la base se rebelaron, el PC en medio de su ambigüedad se dividió frente a participar o no en ella, y los dirigentes del Polo, en especial Carlos Gaviria, fueron en varias ocasiones abucheados por la multitud reaccionaria que lo asocian como aliado de las FARC. ¿Cuál es la salida? Mientras los trabajadores y los pobres del país no retomemos las calles en la defensa de nuestros intereses de clase, los elementos de la crisis del gobierno seguirán desarrollándose sin mellar la popularidad de un presidente que ya se prepara para un tercer periodo en el poder. Mientras tanto los efectos de la crisis económica seguirán siendo descargados sobre los hombros de los trabajadores. Esta situación desfavorable para las masas puede ser revertida en la medida que las luchas que todos los días estallan, sean coordinadas y se plantee el problema central: como fortalecerlas con el objetivo de enfrentar el gobierno. Este año ha sido evidente la ausencia de un plan de lucha, y la dirección del Polo y las centrales obreras han cedido las calles al gobierno. Un grave estado de confusión y escepticismo, producto de la política de la dirección sindical, reina en las filas de los trabajadores y sectores populares. Recuperar la capacidad de lucha de los sectores organizados, como la que demostró el sector educativo el año pasado, es la tarea central para resisitir a la agobiante situación que padecemos día a día, que se hará más dura a medida que se agrave la crisis económica y social. Otro ejemplo categórico de las posibilidades de la resistencia, es el éxito obtenido por los trabajadores de la Drummond, que en sólo ocho días de huelga obligaron a la patronal imperialista a retroceder. Por otro lado los trabajadores necesitamos una política unificada frente a conflictos como el de los camioneros, donde los intereses de pequeños propietarios en peligro de quiebra, chocan con los planes del gobierno, los grandes monopolios del transporte y los empresas criollas e imperialistas. Esta crisis ha sido desaprovechada para golpear al gobierno y los acuerdos al que éste llegó con el gremio camionero los terminaremos pagando los pobres, con alzas en los productos y mercancías transportados. Por eso debemos superar la confusión política fomentada por el programa de colaboración de clases del Polo y la inconsecuencia de la dirección sindical bajo su influencia. Su defensa incondicional de las instituciones burguesas y la colaboración con el gobierno y la burguesía para tratar de superar la crisis de sus instituciones, y ahora la crisis económica, paraliza las luchas y las conduce a un callejón sin salida. La otra cara de esta política es la propuesta de acuerdo humanitario para enfrentar el problema del conflicto armado y sus ambigüedades frente a la ofensiva ideológica “antiterrorista”. Estas discusiones políticas son prioritarias para reorientar nuestras luchas. Francis Bacon La Gran Coalición Democrática Unidad ¿con quién y para qué? En el marco del enfrentamiento entre Álvaro Uribe y la Corte Suprema de Justicia se reactivó la Gran Coalición Democrática (GCD). La dirección de las centrales sindicales, en especial la CUT y la CTC, y el Polo Democrático Alternativo, llamaron a darle respaldo a la Corte Suprema, cuando ésta exigió a la Corte Constitucional que se pronunciara frente a la condena por cohecho de Yidis Medina, pues la aprobación de la reelección presidencial se había basado en un delito. Uribe amenazó con un referendo, la GCD amenazó con un mitin, la Corte Constitucional anunció que la reelección era cosa juzgada, y la protesta se levantó sin pena ni gloria. Todo el zaperoco fue opacado por la “Operación Jaque” y la liberación de Ingrid Betancourt. Ahora la GCD convoca una Gran Cumbre y una jornada de protesta para el 6 de octubre. ¿Qué tan seria es la voluntad política de la oposición para enfrentar al gobierno de Uribe? Cinco años de oposición “civilizada” La GCD se constituyó hace cinco años a propósito del primer intento de Uribe de reformar la Constitución mediante un referendo, con el que imponía contrarreformas en el terreno social, laboral y político fortaleciendo el poder presidencial. Organizaciones sindicales y populares, partidos de izquierda y el Partido Liberal coincidimos en la necesidad de unificarnos para derrotarlo. Una fuerte campaña política llamando a la abstención logró invalidar el referendo y provocó la primera crisis de un gobierno que pretendía institucionalizar un régimen autoritario. La GCD se convirtió desde entonces en el espacio de coordinación de los sectores que hacen oposición a Uribe, desde el cual se convocan jornadas de protesta, eventos políticos o se emiten declaraciones contra las medidas del gobierno. De hecho reemplazó al Comando Nacional Unitario donde, en años anteriores, las organizaciones sindicales y populares más representativas coordinaban las acciones de movilización. Para la izquierda reformista y la burocracia sindical, se convirtió en un espacio privilegiado para buscar acuerdos políticos y madurar proyectos electorales. Como en la GCD hacemos presencia varios sectores que tenemos como único propósito concretar acciones de organización y movilización efectiva, los integrantes del Polo decidieron crear un “segundo piso”, una especie de comité político. Buscan así limar las contradicciones que los diversos integrantes del Polo tienen entre sí, y mantener un puente con el veleidoso Partido Liberal, que asiste a la GCD cuando Uribe le cierra la puerta de la Casa de Nariño, para tratar de poner a los trabajadores a la cola de sus iniciativas y, sobre todo, para evitar que cuajen las posibilidades de movilización centralizada contra el gobierno. Son los voceros de la oposición “civilizada”, a la que le hace eco la dirección del Polo y la izquierda reformista. Por esta vía, en la medida en que logró suplantar los organismos de coordinación sindical y popular, como el Comando Nacional Unitario o el Comando Estatal, la GCD se ha convertido en un obstáculo para centralizar las luchas de resistencia. Eso se puso en evidencia durante el año en que desapareció del escenario político nacional, pues sus integrantes se dedicaron a competir entre ellos en la campaña electoral a gobernaciones, alcaldías, asambleas y consejos, y después a disputarse el control de la CUT y la Fecode. ¿Unidad de acción o unidad electoral? Una actitud típica en la vanguardia política colombiana es el anarcosindicalismo, mediante el cual se subordinan los objetivos colectivos de las organizaciones de masas de los trabajadores, los campesinos, estudiantes o sectores étnicos, a los propósitos políticos de las fracciones dirigentes, sin preocuparse por la deliberación y decisión democrática de las bases. El daño que ha hecho ese nefasto método en los sindicatos es irreparable, desconectando a la base de la dirección. Pero este método se multiplicó por diez con el surgimiento del Polo Democrático Alternativo, en el que confluyó toda la izquierda reformista del país, hegemónica en la mayoría de las organizaciones gremiales. Ahora las juntas directivas de muchos sindicatos son comités electorales del Polo, al servicio de su estrategia de colaboración de clases y no de la lucha organizada de los trabajadores y los pobres. La sana lucha política al interior de las organizaciones para definir la mejor orientación para enfrentar las medidas del gobierno o la patronal, ha sido reemplazada por la imposición de las orientaciones del Polo. Se frena la necesaria y urgente unidad de acción, para subordinarla a la oportunista y circunstancial unidad electoral de las diversas fracciones del Polo o, en el peor de los casos, a las expectativas de confluencia Desayuno de emergencia de la Gran Coalición Democrática el martes 10 de junio. con el Partido Liberal. Por esta vía, la GCD se limita a ser caja de resonancia de los acuerdos políticos a que llegue la cúpula, en lugar de ser un espacio para buscar la unidad de acción e impulsar la movilización de masas contra el gobierno. Esta es la razón por la que los “planes de acción” de la GCD no van más allá del calendario de actividades de las organizaciones que asisten esporádicamente, o, cuando la crisis política se agudiza, citar “cumbres” de la dirigencia sindical, emitir declaraciones inocuas o convocar “jornadas nacionales de protesta”, que no superan el rutinario desfile de pancartas. Organizar una huelga general o un paro cívico nacional, que obligue al gobierno a retroceder en sus planes, no está contemplado en los propósitos del Polo o el Partido Liberal, cuya única estrategia es jugar al desgaste político del gobierno y prepararse para las elecciones de 2010. Otra “cumbre”, otra “jornada” La “cumbre” convocada para el 23 de agosto de este año, es otro evento improvisado para salirle al paso a la sostenida ofensiva de Uribe contra el movimiento de masas. En lugar de acoger la propuesta del periódico Desde Abajo, de organizar un Encuentro Popular los días 13 y 14 septiembre —dando tiempo a que se realicen asambleas de base, donde se apruebe un pliego de exigencias y un plan de acción para respaldarlo—, se convocó otra reunión de dirigentes. El argumento es que la “cumbre” sea “representativa”, y los asistentes puedan comprometer a sus organizaciones con lo que allí se defina. La reunión no va a pasar de ser otro evento ritual, donde se escuchará a los parlamentarios del Polo o la oposición liberal y al final se leerá una declaración prefabricada. Tal vez lo único concreto será la ratificación de una jornada de protesta para el 7 de octubre, convocada bajo la consigna internacional de “defensa de un trabajo digno”. La única forma de lograr que no sea una jornada más es si —desde la base de los sindicatos, universidades y colegios, asambleas barriales, cabildos indígenas, y organizaciones de desplazados y víctimas de la violencia— la convertimos en día de lucha contra el gobierno, concretando ceses de actividades, paros cívicos, tomas de carreteras, y todas las iniciativas que se puedan desplegar para obligar a Uribe a retroceder en sus planes. H.G. N° 631 - Agosto de 2008 Economía Medidas frente a la crisis económica Uribegobierna para los ricos Resulta paradójico que el día en que el gobierno celebraba uno de los más duros golpes a las FARC, el presidente Uribe dedicara su discurso a hablar sobre la crisis que afecta a la economía colombiana, olvidando que su política de Seguridad Democrática se fundamenta en la creencia de que el obstáculo para el desarrollo económico es la guerrilla. ¿Desaceleración o crisis? Y es que, justamente ahora que la guerrilla se encuentra replegada, la economía ha empezado a presentar graves síntomas de desaceleración: el sector industrial disminuyó la producción 4.29% con lo que la generación de empleo en este sector pasó de 4.36% en mayo del año pasado a una disminución del 0.3% este año; el sector de la construcción también retrocede, las ventas en cemento —principal indicador del sector— bajaron 7% en el último trimestre; la rama automotriz se encuentra prácticamente paralizada, la ensambladora Colmotores acaba de despedir a 352 trabajadores y envió a vacaciones a otros 1.120, y en el sector de autopartes se han perdido unos mil empleos; el sector hotelero y de turismo se quejó porque en la temporada pasada no alcanzó el mismo cupo de años anteriores, pese a que el gobierno sigue acompañando a los turistas que van prácticamente escoltados por tanques y soldados camuflados. A este panorama hay que sumarle la inflación galopante —que según el Banco de la República en junio iba en 7.18%—, la revaluación del peso que alcanza el 14%, y tiene en jaque a los sectores de textiles, cueros, flores y en general al sector exportador —39 empresas han solicitado su liquidación, frente a 33 que lo solicitaron el año pasado—, y el altísimo costo de los combustibles y sus derivados, que desencadenaron el alza general de alimentos a nivel mundial. Pero no todo el sector exportador está en crisis, hay sectores que se mantienen pese a la revaluación y estos son los dedicados a la producción de materias primas que se encuentran al alza como ferroní- N° 631 - Agosto de 2008 quel, carbón, petróleo y alimentos, curiosamente estas empresas han sido privatizadas y hoy se encuentran en manos de transnacionales que nada reportan a las rentas de la nación. Recordemos que apenas hace unos días la Drummond fue favorecida por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial que le notificó que tiene vía libre para iniciar la explotación de “El Descanso Norte”, la mina a cielo abierto más grande de América Latina. Al servicio de empresarios y banqueros En los primeros años de gobierno Uribe no tuvo mayores inconvenientes en cuanto a la economía se refiere, más bien fue impulsado por los buenos vientos que impulsaban la economía mundial y esto le sirvió para afianzarse en el poder pues sus seguidores creían que el crecimiento económico era obra de su gobierno. Empresarios y banqueros lograron embolsillarse mayores ganancias, gracias a las reformas que implementó el gobierno uribista: reducción de las horas extras, aumento de la jornada laboral, reducción de las mesadas pensionales, aumento en los aportes para salud y pensión, disminución de los impuestos a las ganancias y últimamente la obligatoriedad de que los independientes coticen para salud y pensión con lo que se les expropia cerca del 30% del ingreso. Pese a estas condiciones favorables para los empresarios, los vientos externos cambiaron y con ellos el rumbo de la economía colombiana, la diferencia es que ahora el gobierno atribuye la crisis a factores externos y no al fracaso de su política. Menos impuestos para los ricos, más para los pobres En el discurso del 20 de julio Uribe dio un parte de tranquilidad a los empresarios nacionales y transnacionales ofreciéndoles más de lo mismo, pero advierte sin sonrojarse que los trabajadores ya pusieron su cuota tras dos reformas laborales, por lo que el camino que le queda es brindarles un paraíso fiscal sin mayores cargas impositivas, posibilidades de repatriar ganancias sin pago de impuestos, o deducción por adquisición de activos, entre otros. La reforma financiera que se propone mantiene una pesada carga impositiva para los trabajadores y los pobres que no sólo se ven golpeados por la inflación sino afectados aún más por la retención de sus ingresos y el IVA, mientras a los empresarios nacionales y transnacionales los exime del pago de impuestos. Así, Uribe sigue propiciando un sistema impositivo inequitativo que le quita a los pobres para darle a los ricos: los gastos públicos cada vez dependen más de la renta al trabajo y al IVA, mientras los impuestos a las empresas son cada vez menores. Esta situación la describe muy bien un reconocido ex ministro de Hacienda: ”El gobierno aduce que su gran estrategia para contrarrestar la desaceleración económica es ofrecerle una tarifa impositiva del 15% a las empresas que logren la calificación de zonas francas. Si esto lo Economía Inflación versus revaluación El gobierno y los empresarios se encuentran enfrentados a las decisiones del Banco de la República que, para mantener controlada la inflación, subió por cuarta vez la tasa de interés de intervención quedando en el 10%; en enero de este año se encontraba en 7.5%, es decir en sólo siete meses ha aumentado 2.5%. La decisión del Banco tiene enfurecido al gobierno y a los gremios que lo acusan de frenar el crecimiento porque encarece el valor del crédito y arguyen que la inflación obedece a fenómenos externos que el banco no puede controlar. El Banco por su parte cumple con lo impuesto por la Constitución Nacional y sobre todo por el FMI, a sabiendas de que los incrementos en la tasa de interés pueden traer como consecuencia la caída del dólar, pero arguye que la desaceleración no se debe a este hecho y que al frenar la inflación protege a los usuarios de créditos a largo plazo como los hipotecarios. Para el gobierno y los gremios la medida adoptada por el Banco de la República es equivocada puesto que encarece el crédito como costo de producción y creen que se desacelerará aun más la economía. El Banco afirma que no puede reducir las tasas o mantenerlas mientras el ejecutivo insista en una política de gasto desbordado, es decir piden que el recorte sea mayor lo que no es bien recibido por el gobierno, entre otras cosas porque tendría que recortar rubros que ha dedicado básicamente a la política de reelección 2010-2014. Pero el Banco no sólo pretende que el gobierno recorte el gasto público sino que ha planteado, como buen mensajero del FMI y otros agentes externos, que para el 2009 los aumentos salariales no deben tener en cuenta la inflación causada en el 2008 puesto que según ellos ésta es pasajera. En pocas palabras propone que los trabajadores sean quienes paguen la crisis aceptando reajustes inferiores a la inflación con lo que han mostrado el cobre, es decir, para quien trabajan. acompañan de la deducción por adquisición de activos productivos la tarifa efectiva les queda en el 9 por ciento, es decir, la mitad de la tarifa a la que tributarán sus empleados medios y altos. Es una verdadera aberración” (Juan Camilo Restrepo, El Tiempo 27 de julio de 2008) La única estrategia nueva que propone Uribe para superar la crisis es el recorte de 1.5 billones de pesos al presupuesto de 2008, lo que ha sido duramente criticado por analistas económicos y por el Banco de la República, quienes consideran exiguo el monto. Lo que no han dicho es que este recorte afecta principalmente a los pobres puesto que reduce las transferencias a las regiones en 254.000 millones de pesos, lo que golpea a la educación rural, servicios públicos municipales y la salud. Aunque también se afectan sectores como defensa y seguridad, estos obtuvieron para 2008 uno de los presupuestos más grandes y en el presupuesto de 2009 los vuelve a dejar intactos. Para el próximo año el recorte del propuesto es de 9 billones. Con crisis o sin ella este gobierno, desde su primer mandato, ha intentado el recorte de las transferencias. El país continúa en venta En el citado discurso del 20 de julio Uribe también dedicó una parte a mostrar los logros en materia económica, destacando la “intervención” a 411 empresas entre ellas Telecom, Busco Polo o puesto Inravisión, Seguro Social —para citar sólo las más importantes—, escondiendo con la palabra “intervención” la más descarada venta del patrimonio nacional acompañada del más brutal atropello a miles de trabajadores que fueron despedidos desconociendo sus derechos y violando abiertamente las convenciones colectivas vigentes. Estas empresas, vendidas en su mayoría al capital extranjero, hoy tienen libertad de contratar trabajadores en condiciones inferiores, sin derecho de asociación, pues por lo general se hace a través de cooperativas o con contratos de máximo tres meses, no cuentan con prestaciones, estabilidad y ni siquiera pertenecen a la planta de personal de las empresas. Ahora Uribe ofrece, como en feria de pueblo, lo poco que queda en la estantería: Isagen, las minas de sal, que fueron entregadas en concesión por treinta años hace algunos días, y se propone sacar en venta otro 10% de Ecopetrol. Los trabajadores son los grandes desprotegidos Y así, mientras las instituciones burguesas tratan de mitigar el impacto de la crisis en la tasa de ganancia de capitalistas financieros e industriales, los trabajadores son las verdaderas víctimas, pues ya están siendo arrojados a la calle sin ningún problema y sin que el gobierno tome medidas para impedirlo. La carestía de los alimentos ha desvalorizado sus salarios al punto que el reajuste del presente año se perdió en marzo. El número de desplazados sigue en aumento y el gobierno en vez de entregarles tierra para que produzcan alimentos, ha entregado la hacienda Carimagua a Ecopetrol para que la destine a la producción de biocombustibles. La situación es tan angustiosa que las centrales obreras se han visto obligadas a exigir la convocatoria de la Comisión Nacional de Concertación y a proponer un reajuste inmediato al salario de los trabajadores estatales y a rechazar el incremento anunciado para el salario mínimo del año entrante por insuficiente. Por eso es necesario impulsar la constitución de un gran frente de lucha que impida la aplicación de las medidas impuestas por el gobierno y las que tramita a través de su parlamento de bolsillo. Es necesario exigir la protección, en primer lugar, del trabajo estable, y en segundo lugar, del poder adquisitivo del salario. Estas dos cosas se pueden lograr prohibiendo a los empresarios los despidos colectivos, distribuyendo el trabajo entre todos los trabajadores, y decretando el incremento salarial mensual, de acuerdo al índice de inflación. Pero estas dos medidas sólo protegen a quienes cuentan con un empleo, y es necesario cubrir a los desempleados con un salario mínimo que les permita suplir sus necesidades básicas. Este salario debe salir de un impuesto inmediato a las grandes fortunas acumuladas en los años recientes de bonanza, como las de Julio Mario Santodomingo, Luis Carlos Sarmiento Angulo o Carlos Ardila Lulle —quienes hoy figuran entre los capitalistas más ricos del mundo—, medida que se debe aplicar con mayor razón a los inversionistas transnacionales. Estas medidas de emergencia deben ser respaldadas con un plan de obras públicas orientadas hacia la construcción masiva de viviendas de interés social, hospitales y escuelas, y garantías para el retorno a sus parcelas a los cuatro millones de desplazados por la violencia paramilitar, propiciando una reactivación del agro y la seguridad alimentaria del país, hoy en peligro por la especulación internacional en el sector agrícola dedicado a los biocombustibles. Manuela ¿Y para quién gobierna el Polo? Muchos trabajadores y pobres de Bogotá han dado su respaldo electoral en dos ocasiones al Polo Democrático Alternativo, con la expectativa de que dé soluciones de fondo a los graves problemas sociales de la ciudad. Ahora —cuando la crisis económica golpea con más crudeza a la capital y las poblaciones de la sabana, incrementando el desempleo y el costo de vida, mientras miles de desplazados por la violencia paramilitar buscan refugio en su periferia— sería el momento para mostrar su supuesta vocación social tomando medidas que protejan a la población de menores ingresos y castigando a los que se lucran con la miseria. Pero no ha sido así; la principal preocupación de la alcaldía del Polo es atraer al gran capital nacional y transnacional, ofreciendo mano de obra barata y bien calificada, y una infraestructura urbana que se paga con impuestos más altos para los pobres que para los ricos, mientras éstos se apropian de las multimillonarias uti- lidades que producen las empresas de servicios públicos privatizadas. Debemos seguir el ejemplo de los empleados de la Secretaría de Educación que paralizaron dos días las labores ante la amenaza de reestructuración (léase despidos masivos) promovida por Abel Rodríguez, expresidente de Fecode. Igualmente hacer la exigencia de que se expropie a cualquier empresa que pretenda despedir trabajadores (como ha ocurrido con los cultivadores de flores de la sabana) y se ponga bajo su control. Exijamos un plan de obras públicas que de prioridad a la vivienda para los desplazados y una rebaja y congelación de las tarifas de los servicios públicos, al tiempo que se reestatizan las empresas de energía y aseo y se expropia Transmilenio. Ese plan debe tener también como objetivo garantizar trabajo con salarios adecuados para toda la población. N° 631 - Agosto de 2008 Homenaje póstumo en el Concejo de Bogotá. El asesinato de Guillermo Rivera Fúquene La masacre continúa... ¿Cómo detenerla? La aparición del cadáver de Guillermo Rivera Fúquene, quien fuera el presidente del Sindicato de los Servidores Públicos de la Contraloría Distrital de Bogotá, el martes 15 de julio en la ciudad de Ibagué, con signos de tortura, es una demostración más —por si alguna faltase— del accionar criminal de las bandas que, directamente desde los organismos estatales (Policía, Ejército, DAS, etc.) o en colaboración con estos, mantienen y avanzan en un plan de ejecución, desaparición y amedrentamiento de dirigentes y activistas sindicales y populares. Los testigos señalan a la policía Desde el momento mismo de su desaparición, el 22 de abril, y posteriormente, los familiares y vecinos señalaron la existencia de evidencias significativas de la participación en su detención ilegal y posterior desaparición y muerte, de miembros uniformados de la Policía Nacional. El diario El Espectador del 16 de mayo de 2008, relata: “La última vez que vieron a Guillermo Rivera Fúquene, dos patrullas y cuatro motos de la Policía lo interceptaron en un parque del barrio El Tunal. Iba trotando para el gimnasio y estaba a sólo una cuadra de su casa. Un uniformado alto y corpulento lo detuvo. El sindicalista preguntó asustado: ‘Que pasa, si yo vengo de dejar a mi niña en la ruta’. ‘Cuál ruta, cuál ruta?’, gritó el policía, lo esposó y lo subió bruscamente a la patrulla. Ese fue el testimonio que dio una vecina del barrio, quien pidió no ser identificada.” Una reflexión necesaria El Partido Socialista de los Trabajadores, al expresar públicamente sus condolencias a los familiares, compañeros de trabajo y compañeros de militancia política del compañero N° 631 - Agosto de 2008 Rivera Fúquene, igual a como lo hicimos el día de su sepelio, el 17 de julio en la ciudad de Bogotá, consideramos que se impone una reflexión profunda entre las organizaciones obreras, campesinas, democráticas y populares, sobre qué hacer para proteger la vida de los dirigentes y activistas. En primer lugar, sin reconocer que políticamente la absoluta totalidad de los organismos del Estado colombiano, la gran burguesía, las empresas transnacionales y el imperialismo a través de todos sus agentes son responsables de la masacre que se ha cometido y se continúa cometiendo es imposible definir una estrategia clara. A partir de dicho reconocimiento la confrontación tiene que volverse una confrontación claramente política, que no coloque medias tintas sobre el papel absolutamente criminal de la totalidad de quienes participan como agentes políticos, intelectuales o actores materiales directos de los asesinatos, desapariciones y torturas. ¿Negligencia o responsabilidad directa? Desde nuestro punto de vista posiciones como la expresada por el Secretario General del Partido Comunista Colombiano, Jaime Caycedo Turriago al señalar que el crimen del compañero “muestra a las claras la negligencia de las autoridades y de los entes de investigación criminal” se convierten en una orientación equívoca pues no estamos ante casos de negligencia de las autoridades o de los entes estatales. Una y mil veces esas autoridades y entes de investigación —a distintos niveles— son actores directos, cómplices activos o encubridores de las masacres, asesinatos y desapariciones. Y aquí sobran igualmente las demostraciones pues Caycedo Turriago, el movimiento obrero, popular y democrático las conocen. 20 de julio: la dirección del Polo da la espalda a las víctimas Tampoco ayuda a la lucha por detener la masacre doblar la espalda ante la avalancha reaccionaria desatada en el país por el gobierno y los grandes medios de comunicación; que para tres días después del sepelio del compañero Rivera Fúquene tenían programado el más gigantesco carnaval reaccionario que hayamos conocido en Colombia, utilizando como argumento ideológico la celebración de la liberación de los secuestrados por la guerrilla. Decimos doblar la espalda porque eso fue lo que hizo la dirección del Polo Alternativo Democrático, al negarse a escuchar la exigencia presentada a ellos y a las centrales obreras por los compañeros y familiares de Rivera Fúquene, de retirar el llamamiento a participar en la marcha del 20 de julio. Ante dichas exigencias Carlos Gaviria, Presidente del Polo, optó por guardar silencio y retirarse apresuradamente del recinto en el cual era velado el compañero Rivera. Los supuestos réditos electorales que espera el Polo por “hacer buena letra”, mostrándose como un factor de estabilidad en lugar de un movimiento de lucha y confrontación al gobierno, a sus planes y a las acciones criminales de todo el Estado burgués colombiano, valieron más que el cadáver presente del compañero Rivera. Tampoco el movimiento obrero y revolucionario colombiano tienen porque cargar sobre sus espaldas con el lastre de los errores y estrategia equivocada de la guerrilla, que ha brindado argumentos ideológicos a la propia burguesía y al imperialismo intentando hacer aparecer los asesinatos de dirigentes obreros, democráticos y revolucionarios como parte de la “confrontación armada” en el país. Con absoluta independencia política de las organizaciones guerrilleras debemos levantar nuestras propias orientaciones de lucha y movilización constante y permanente que obliguen a la burguesía y al imperialismo a detener su plan asesino. Luis García ¡Parar a los En primer lugar, debemos trabajar decididamente por reconstruir una conciencia democrática que permita que amplias masas de la población —no solo del propio sector afectado— se expresen con movilizaciones callejeras, con asambleas y paros de producción, ante cualquier clase de atentado contra las organizaciones, los dirigentes o los activistas de todos los sectores explotados y oprimidos. Que el repudio y el rechazo que generen tales actos en el conjunto del país sea de tal magnitud, duración y profundidad que continuar con ellos se le vuelva insostenible a la burguesía y al imperialismo. Dentro de una conciencia democrática de ese tipo, que trabajando arduamente la podríamos conquistar, la sola desaparición de Rivera Fúquene hubiera ameritado la declaratoria de un paro general, absoluto e indefinido por lo menos de la totalidad de empleados del Distrito Capital, hasta su aparición con vida. Los gigantescos costos económicos y políticos que ello hubiese generado a la burguesía posiblemente hubiera hecho reaccionar de inmediato a quienes dieron la orden de desaparecer y asesinar al compañero para dar marcha atrás —acabándose así con la supuesta “negligencia” señalada por Caycedo, en realidad complicidad Libertades democráticas Tribunal Permanente de los Pueblos sentencia al gobierno de Uribe y a las transnacionales El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), encabezado por el premio Nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel, durante sus sesiones realizadas los días 21, 22 y 23 de julio en Bogotá condenó al Gobierno colombiano por “prácticas genocidas”, entre otras muchas violaciones a los derechos humanos. “Se condena al Gobierno de Colombia (...) por acción y por omisión en la comisión de prácticas genocidas en sus modalidades de matanzas de miembros de grupo, lesión grave a la integridad física y mental de los miembros del grupo, y sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que puedan llevar a su destrucción física total o parcial”, según el fallo del tribunal. La sentencia se ha dirigido también “a las empresas trasnacionales por las graves, claras y persistentes violaciones de los principios y normas generales y de los convenios internacionales que protegen los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales de las comunidades (...) y personas de los pueblos de América Latina”. El jurado ha responsabilizado a ambos actores por violación del derecho laboral; violación generalizada de los derechos civiles, políticos, económicos, culturales, sociales y medioambientales de los ciudadanos, y vulneración de los derechos colectivos de los pueblos originarios. Nestlé (Suiza); Coca-cola, Chiquita Brands, Drummond y Monsanto (Estados Unidos); la AngloGold Ashanti (República de Suráfrica); British Petroleum (Reino Unido); y las españolas Repsol YPF, Unión Fenosa, Endesa, Canal de Isabel II, Aguas de Barcelona y Telefónica. Además, se ha considerado probado el asesinato por parte de Nestlé y Cocacola de 17 sindicalistas o la venta de 3.000 fusiles AK-47 a grupos paramilitares por parte de Chiquita Brand, así como los contactos entre Unión Fenosa y estos grupos armados de ultraderecha. El jurado destacó que “esas empresas no se han desmarcado del cuadro de violencia de los derechos humanos existentes y no han presentado protesta seria ante las autoridades competentes como en el caso de asesinatos de sus trabajadores, a veces en los propios vehículos e instalaciones de las empresas”. “Colombia parece presentarse como un verdadero laboratorio político e institucional donde los intereses de los actores económicos nacionales e internacionales son plenamente defendidos a través del abandono por el Estado de sus funciones y de su deber constitucional de defensa de la dignidad y de la vida de una gran parte de la población”, explica la sentencia. Según los datos aportados por el tribunal, existen en Colombia 4 millones de desplazados, muchos de ellos a causa de la impunidad generalizada que impera en el país y la actuación de las multinacionales. El dictamen contiene, además, una condena moral contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC) por promover políticas neoliberales y por alentar y permitir “la invisibilización jurídica de las empresas multinacionales que hace muy difícil exigirles responsabilidades desde el derecho internacional”. El TPP, cuyos dictámenes son influyentes pero no vinculantes, sesionó durante tres años para analizar las violaciones cometidas por 43 multinacionales radicadas en Colombia con la ayuda de 1.700 delegados de organizaciones representativas. Además de Pérez Esquivel, el jurado estuvo conformado por el español Antonio Pigrau Solé, los franceses Philippe Texier y François Houtart, el peruano Miguel Palacini, los argentinos Marcelo Ferreira y Leonardo Crippa. También por el brasileño Dalmo de Abreu Dallari, los italianos Gianni Tognoni y Franco Ippolito, la nicaragüense Vilma Núñez de Escorcia y el suizo Bruno Rutsche. Luis García asesinos! o participación directa en los asesinatos— y tal vez salvando la vida del compañero. Pero, es nuestro convencimiento, el interés político de la coalición que gobierna Bogotá, el Polo Democrático Alternativo, no es generar tal conciencia democrática y muchísimo menos enseñar a las masas que con su participación masiva, con sus propios medios de lucha (la huelga y la manifestación) es posible enfrentar y derrotar los planes y acciones de la burguesía y los opresores. Esto es así porque tal aprendizaje, tarde o temprano, se volvería contra la propia dirección del Polo, que realmente tiene como estrategia ser excelente administradora del estado burgués, haciéndole algunos retoques “democráticos”, pero manteniendo las condiciones de explotación y opresión consubstanciales a su naturaleza. Si no queremos que el asesinato del compañero Rivera Fúquene termine siendo uno más en la ya gigantesca cadena que arrrastramos, debemos, como mínimo, iniciar en forma clara, abierta y categórica, esta discusión en todas las organizaciones que a diario enfrentamos el drama del asesinato, la desaparición o las amenazas contra los dirigentes. Ese será el mejor homenaje que podríamos rendir en la tumba del compañero. Varios de los integrantes del Tribunal Permanente de los Pueblos, reunidos en el Auditorio León de Greif de la Universidad Nacional. ¿Qué es el Tribunal Permanente de los Pueblos? El Tribunal Permanente de los Pueblos —TPP— es un tribunal de carácter no gubernamental que tuvo su origen en el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos por los Estados Unidos en la guerra contra el pueblo de Vietnam, conocido como el Tribunal Russel, el cual en su segunda sesión —1974 y 1976— enjuició a las dictaduras militares de América Latina. La base de los juicios del TPP son las convenciones y declaraciones internacionales sobre derechos humanos y se realizan sin las ataduras que crean los poderes políticos, los poderes económicos, los poderes de los Estados. Está por fuera de las estructuras judiciales de los países. N° 631 - Agosto de 2008 Sindical La huelga en la Drummond Triunfo obrero Del 16 al 23 de julio se libró un duro enfrentamiento entre los trabajadores mineros y la transnacional Drummond. Hasta ese momento la pretensión de la empresa había sido imponer sus propias condiciones en la negociación colectiva; por eso, en la etapa de arreglo directo no había hecho propuestas serias que respondieran al pliego de peticiones. Pero la decisión de los obreros, al hacer efectiva la parálisis de la producción y embarque para la exportación de carbón, obligó a la empresa a retroceder y a firmar una convención donde se consignan importantes conquistas laborales. Es una huelga que deja lecciones a todos los trabajadores colombianos. Recuperar lo perdido Para valorar los resultados de un conflicto sindical es necesario tener en cuenta las difíciles condiciones a que están sometidos los trabajadores del país. Durante las últimas dos décadas fueron desmanteladas, una tras otra las, convenciones colectivas y, en muchos casos, desapareció junto con ellas la propia organización sindical. En otros casos los empresarios liquidaron la empresa, cambiando su razón social y modificaron arbitrariamente la relación laboral, para beneficiarse de la nueva legislación. Este cuadro de derrotas llevó a la clase obrera colombiana a un profundo retroceso en sus derechos, y en su capacidad de organización y lucha. Pero, desde hace pocos años, los trabajadores han vuelto recuperar confianza en la lucha. Gracias al tesón de quienes han resistido, las nuevas generaciones empiezan a hacer una nueva escuela de organización y lucha sindical. Es en medio de este proceso que se ha dado la segunda huelga en la Drummond. Drummond: saqueadores, explotadores y asesinos La minería del carbón en nuestro país beneficia ampliamente a las transnacionales. Se inició en grande con El Cerrejón, en la Guajira, la mina a cielo abierto más grande del mundo, que durante años funcionó a pérdida para el Estado colombiano, cuando el precio del carbón en el mercado mundial era bajo. Esto cambió en los años ’90 y, cuando se empezaban a obtener gruesos beneficios, los gobiernos liberales y conservadores de esa década procedieron a su privatización y a legislar a favor de los inversionistas extranjeros. La nueva situación les permitió a la Drummond y a la Glencore ingresar al país y 10 N° 631 - Agosto de 2008 Con seis días de huelga los mineros hicieron retroceder a la patronal. participar del saqueo, iniciando la explotación de las minas Pribbenow en La Loma, Cesar. y en La Jagua de Ibirico y Becerril. El contrato además se ha ampliado a la explotación de gas metano. Pero no le han bastado las condiciones favorables del mercado mundial —que le permiten extraer la tonelada de carbón a US$ 25 en Colombia para venderla a US$110 en el exterior—, o la legislación colombiana que le facilita quedarse con la mayor parte de esas ganancias, a cambio de regalías irrisorias; la Drummond ha abusado hasta el hartazgo de las condiciones de miseria de la región para someter a sus trabajadores a las peores condiciones de explotación laboral. Jornadas de 12 a 18 horas de trabajo, desconocimiento de medidas mínimas de seguridad industrial que provocan lesiones físicas permanentes, contaminación del medio ambiente y rechazo sistemático a las solicitudes de garantías para los trabajadores o la población afectada. En la mina de Drummond cuarenta contratistas explotan a 2.500 trabajadores mientras que solo 2.000 son beneficiados por la convención. En la Glencore, de mil trabajadores, sólo la mitad están cobijados por la convención colectiva. Para imponer estas condiciones salvajes de explotación, la administración de la Drummond no dudó en asociarse con los paramilitares de la región para reprimir la actividad sindical. La empresa fue enjuiciada en EE. UU. señalada como responsable del asesinato de los dirigentes Valmore Locarno Rodríguez, Victor Hugo Orcasita Amaya y Gustavo Soler, y aunque fue exonerada por la justicia yanqui, acaba de ser sentenciada por el Tribunal Permanente de los Pueblos. Todos estos atropellos han sido el combustible del descontento de los trabajadores y la población, como se evidenció hace poco tiempo con el estallido popular en la Jagua de Ibirico. Con la lucha se conquistan libertades y derechos, con la lucha se defienden Para enfrentar todos estos problemas los mineros hicieron efectiva la huelga, por segunda vez en dos años. Y además de decisión salieron a la lucha con inteligencia. La crisis petrolera mundial favorece el precio de energéticos como el carbón, lo que significa siderales ganancias para la empresa, de allí que no pudiera argumentar dificultades económicas para atender las exigencias de los trabajadores. La Drummond tiene proyectado sacar 32 millones de toneladas de carbón en 2008. Como consecuencia de ésto, en el puerto fondeaban varios barcos que esperaban ser cargados, lo que representaba un lucro cesante de centenares de miles de dólares diarios y el posible incumplimiento de contratos. Contaban además los trabajadores con el respaldo de la población, pues de la explotación minera y los salarios de los trabajadores deriva el sustento de la mayoría. Estas circunstancias favorables obligaron a los representantes de la empresa a retroceder. Al final, en la Drummond, se llegó a un acuerdo que será punto de referencia para otras negociaciones colectivas y beneficia a 2.800 trabajadores: vigencia de la convención a dos años, no tres, como quería la patronal; incremento salarial de 9,1% para el primer año y el IPC más 1,7% para el segundo, más un bonificación por la firma de la convención; aumento en la tabla de primas por antigüedad y fortalecimiento de la estabilidad laboral en el régimen disciplinario; mejoras en los servicios médicos a cargo de la empresa, extensivos a las familias de los trabajadores; incremento de un 45% del fondo de vivienda, por un valor de $3.300 millones anuales; aumento del 51% en los auxilios educativos para básica y secundaria y 31% para estudios profesionales, más 16 becas por un valor de hasta $1’800.000 semestrales. Por otra parte, en la Glencore que explota la mina de La Jagua de Ibirico, el 13 de julio se firmó un acuerdo que estipula un aumento del 9% en los salarios para el primer año y 1,6% para el segundo, beneficiando a 400 trabajadores. De nuevo la clase obrera empieza a marcar el camino a todos los trabajadores colombianos, es necesario que aprendamos de esta experiencia para unificar nuestras luchas y enfrentar la política laboral y social del gobierno de Uribe y los empresarios nacionales y extranjeros. H.G. Aniversario 70 años de la fundación de la Cuarta Internacional Un partido mundial para la revolución Ante la crisis económica mundial en curso, los capitalistas están adoptando medidas para enfrentarla. Esas medidas tienen como objetivo evitar que sus ganancias disminuyan y todo el peso de la misma lo pretenden descargar sobre los trabajadores y los pobres. A comienzos de julio se realizó un Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores con el propósito de discutir mecanismos de coordinación en el terreno gremial para realizar luchas conjuntas y resistir esa ofensiva. En lo político, entre el 26 de julio y el 3 de agosto, se realizó el congreso de la Liga Internacional de los Trabajadores, un pequeño embrión de partido revolucionario internacional que se propone reconstruir la Cuarta Internacional, fundada en 1938 por el revolucionario ruso León Trotsky para luchar por resolver el principal problema de la humanidad, en la actualidad: la crisis de su dirección revolucionaria. León Trotsky, dirigente de la Revolución Rusa y fundador de la Cuarta Internacional. La crisis de la humanidad se expresa en hambrunas, desempleo crónico, miseria e indigencia, guerras y destrucción del medio ambiente, entre otros males, en una época donde el desarrollo de la ciencia y la tecnología tienen las bases para resolver todos estos problemas. Por eso la crisis de la humanidad se reduce a la crisis de su dirección. De una dirección que dirija una revolución que ponga las cosas en orden y frene el proceso de destrucción del planeta y de la humanidad, acabando con la desigualdad, la explotación del hombre por el hombre y la opresión en sus distintas variantes. Las internacionales Ya desde mediados del Siglo XVIII los comunistas de Europa, encabezados por Carlos Marx y Federico Engels, habían formulado la consigna para concretar la unidad de los trabajadores y así lograr la liberación de la humanidad: ¡Proletarios de todos los países, uníos! Consecuentes con ello, lideraron la tarea de construir una dirección internacional que impulsara la revolución socialista mundial. En 1864 fundaron la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) o Primera Internacional. Después de la derrota de la Comuna de Paris entró en crisis, se produjeron divisiones y se disolvió en 1876. En 1889 se constituyó la Segunda Internacional. Marx ya había muerto en 1883, pero Engels por segunda vez fue protagonista en la fundación de este partido mundial. Esta internacional dio origen a partidos obreros de masas como el Partido Socialdemócrata Alemán. Con la lucha liderada por esta or- Número especial de la Revista Marxismo Vivo. Sólicitela al compañero que le vende El Socialista. ganización se lograron varias conquistas. La más destacada fue la jornada laboral de 8 horas. Se institucionalizó el 1 de mayo como el día internacional de los trabajadores y el 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora, y se adoptó cómo himno La Internacional. El estallido de la Primera Guerra Mundial terminó dividiendo la Segunda Internacional. Un sector liderado por Lenin y Rosa Luxemburgo denunciaron que la guerra era una lucha entre bandidos imperialistas por lo cual, antes que tomar partido por alguno de los bandos, la clase obrera debería mantenerse unificada llamando a voltear los fusiles contra los gobiernos imperialistas de su respectivo país. Pero otro sector encabezado por el alemán Carlos Kautsky llamó a apoyar al gobierno imperialista de Alemania. Eso produjo la división en la internacional. La socialdemocracia europea que hoy gobierna en países como España e Inglaterra es la heredera de ese sector capitulador. En marzo de 1919, los lideres del Partido Bolchevique ruso, entre ellos Lenin, Trotsky y Stalin, crearon la Tercera Internacional. Durante los primeros años este partido organizó secciones (partidos comunistas) en todos los continentes para impulsar la revolución socialista a nivel mundial, pero la derrota de la revolución europea aisló a Rusia, provocando la burocratización del Estado soviético y la degeneración del Partido Comunista. Este proceso fue acaudillado por Stalin al frente de una nueva casta de privilegiados. La Tercera Internacional quedó convertida en un simple instrumento de la política internacional del estalinismo y su reaccionaria teoría del socialismo en un solo país. El 15 de mayo de 1943 Stalin decretó su disolución para evitar la desconfianza de sus aliados imperialistas. La peor traición de Stalin, a la clase obrera mundial, fue haber modificado el carácter de la Tercera Internacional y decretar su disolución. León Trotsky dio la batalla por recuperar la Tercera Internacional, pero al ver que esa batalla ya estaba perdida, en septiembre de 1938 impulsó, desde el exilio, la fundación de la Cuarta Internacional. El triunfo contra el fascismo en la segunda guerra mundial fue garantizado fundamentalmente por el heroico ejército soviético, y ese triunfo junto con el ascenso revolucionario de posguerra, fue canalizado por el estalinismo a pesar de que la catastrófica conducción política de la burocracia provocó veinte millones de muertos al proletariado ruso. Esto y la persecución contra los integrantes de Cuarta internacional por parte del estalinismo, del fascismo y los capitalistas, impidió que la Cuarta Internacional se fortaleciera y se colocara a la cabeza de las revoluciones de posguerra. En los Estados donde se expropió al capitalismo se reprodujo la teoría del socialismo en un sólo país y se frenó la construcción del socialismo. La burguesía imperialista pudo reconstruir el capitalismo en el occidente de Europa gracias al Acuerdo de Yalta, pactado por Stalin. La burocracia estalinista convirtió a los Partidos Comunistas de todos los países, en instrumentos para negociar con los gobiernos burgueses sus intereses. Uno de los casos más escandalosos y vergonzosos fue el apoyo que el gobierno soviético y el Partido Comunista argentino le dieron a la dictadura argentina de la década del 70, a cambio de garantizar el comercio de trigo. La persecusión del estalinismo contra Trotsky culminó con su asesinato en 1940 en Méjico, decapitando la embrionaria Cuarta Internacional. La reconstrucción de la Cuarta Internacional Hoy no es suficiente que las masas se insurreccionen y derroquen gobiernos, como ha sucedido en esta década en Argentina, Bolivia y Ecuador. Necesitamos un partido revolucionario que conduzca a los trabajadores a la toma del poder, a la instauración de un régimen democrático para los trabajadores y los pobres y de dictadura contra los ricos y burgueses para evitar que éstos vuelvan a tomar el poder. Ese partido tiene que ser internacional porque la revolución se debe extender internacionalmente. Por eso desde la Liga Internacional de los Trabajadores nos proponemos acercar y unir a los revolucionarios para reconstruir la Cuarta Internacional. En Colombia esa labor la estamos impulsando desde el Partido Socialista de los Trabajadores. Invitamos a los trabajadores y revolucionarios a sumarse a esta tarea. N° 631 - Agosto de 2008 11 Política El Gobierno del Polo Expectativas frustradas El segundo gobierno del Polo Democrático en la capital demuestra que su programa para esta ciudad es una continuidad del modelo que impusieron Antanas Mockus y Enrique Peñalosa: Bogotá como centro financiero y de negocios. La diferencia entre estas dos administraciones es que mientras Lucho Garzón utilizó máscara social del Programa Bogotá Sin Hambre, que se llevó a cabo en asocio con los hipermercados y le dio la espalda a la economía campesina de la región, Samuel Moreno ha tenido como eje de su campaña y de su gobierno el Sistema Integrado de Transporte Masivo, SITM, que corresponde de manera abierta con los planes que para la ciudad tiene el gran capital. Alcaldía del Polo: Parte I El gobierno ‘social’ de Lucho dejó cifras nefastas para los pobres como el hecho de que la inflación de 2007 en vivienda para los estratos bajos fue de 4,1%, para los medios 4,6% y para los estratos altos sólo de 3,8% pues como lo dice el reciente Informe de Desarrollo Humano de Bogotá de las Naciones Unidas, en esta ciudad los más pobres gastan el 24, % de sus ingresos en vivienda y los ricos destinan sólo el 16%. Igual que en servicios públicos: los estratos bajos gastan el 10 por ciento y los altos el 5,5 por ciento. Otra cifra que muestra la profundización de la desigualdad de Bogotá es que una familia pobre, según la Encuesta de Calidad de Vida 2007, dispone de $391.447 mensuales para cubrir sus gastos de salud, educación, transporte, alimentos, vestuario, vivienda, servicios públicos y cultura, mientras una familia rica puede llegar a contar para los mismos gastos con $12’957.700. En materia de educación, Bogotá presenta cifras paradójicas como que tiene casi la tercera parte de las instituciones de educación superior del país (106 de 321) pero sólo el 11% de los bachilleres de colegios locales tiene acceso a ella. De esta Parte I de la administración del Polo podemos concluir que se mantiene una profunda desigualdad entre pobres y ricos en el marco de un favorable sistema de impuestos que favorece a éstos. Alcaldía del Polo: Parte II Para su segunda administración, el Polo Democrático no usó la máscara social sino que de manera abierta centró su campaña en el problema de la movilidad 12 N° 631 - Agosto de 2008 Los programas sociales de la Alcaldía del Polo no van más allá del asistencialismo de Uribe. y en el negocio del metro que después de la elección de Samuel Moreno Díaz se convirtió en el escenario de reconciliación entre el nuevo Alcalde y Álvaro Uribe. En el Programa de Gobierno Bogotá Positiva, Moreno Díaz planteaba: “Desarrollaremos un sistema integrado de transporte que articule: metro, tren metropolitano con rehabilitación y desarrollo de los corredores férreos, mejora de Transmilenio, la reorganización del transporte colectivo, taxis, transporte de carga, transportes especiales, servicios privados y particulares, la bicicleta y los pasajeros y peatones… Buscaremos soluciones potenciando los recursos propios y gestionando ante diversos organismos los recursos que se requieren para acometer esta tarea, la cual consideramos prioritaria”. Por ello en el Gobierno del Polo la discusión central ha sido si hay o no Transmilenio por la carrera séptima o si se hace primero el metro o el tren de cercanías cuando la ciudad atraviesa por una crisis social que le ha quedado gigante a las medidas asistencialistas del Polo. De Lucho a Samuel: Bogotá sin diferencia Lucho se presentó como un candidato que venía de la izquierda pero que gobernaría con ‘los mejores’, es decir, con la tecnocracia de las alcaldías anteriores y con personajes provenientes del conservatismo como Juan Manuel Ospina. Samuel Moreno Díaz, en cambio, fue resultado de la consulta interna de ese partido y contó con apoyos del MOIR y del representante Wilson Borja. Moreno Díaz se plantea, entonces, como un gobierno partidario. De Lucho a Samuel hay una verdad evidente: sus gobiernos están al servicio de los grandes inversionistas; y otra más soterrada: a pesar de sus diferencias son el programa real del Polo Democrático. Sin embargo, la crisis política del Polo llegó en días pasados hasta la Alcaldía, tuvieron que hacer una semana de negociaciones para que la bancada del PDA votara la armonización presupuestal que haría viable el aprobado Plan de Desarrollo Bogotá Positiva. Los concejales del Polo mostraron de manera abierta la forma como están construyendo las tan cacareadas ‘nuevas costumbres políticas para el país’ reproduciendo las prácticas de los partidos tradicionales y del uribismo. Desde su elección, Samuel Moreno Díaz asumió una actitud servil ante Uribe Vélez, enviando emisarios para ser recibido en la Casa de Nariño y de esta manera saldar las pequeñas diferencias que había mantenido con el candidato del uribismo que contrario a lo que podemos pensar se centraban en la viabilidad del Metro o el desarrollo de la Fase III de Transmilenio. La Bogotá negativa y la Bogotá positiva Después de dos administraciones del Polo en Bogotá los trabajadores y los sectores populares de la capital podemos decir que hemos tenido una fuerte dosis de lo que sería un gobierno del PDA. La crisis social en la que el desplazamiento y los gobiernos de Mockus y Peñaloza sumieron a la ciudad llevó a cierta reacción de sectores como el magisterio y a la recuperación de la movilización. Fue entonces cuando la burguesía decidió apoyar a Luis Eduardo Garzón para contener los efectos de la crisis. Samuel Moreno Díaz expresa esa continuidad pero también la cooptación de los liderazgos del movimiento obrero y popular por el ya instalado clientelismo del PDA. Para la militancia de izquierda del Polo ha sido muy difícil explicar en las bases cómo después de dos administraciones los problemas de la ciudad sigan allí: No se ha propuesto una estructura democrática de participación de las comunidades, los planes maestros avanzan a favor del SITM, los únicos planes de vivienda nuevos son para beneficiar a los desmovilizados del paramilitarismo y se sigue aumentando la carga impositiva mientras las empresas distritales se venden a pedazos a los particulares. La Bogotá Positiva del gobierno de Samuel Moreno es negativa para las comunidades que no encuentran la diferencia entre estas y las otras alcaldías. Antonio Romero Suplemento internacional 631 América Latina Pst Periódico del Partido Socialista de los Trabajadores Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Muchas voces, una sola lucha Con este lema se realizó durante los días 7 y 8 de julio en la ciudad brasilera de Betim, el primer Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores (ELAC). Esta iniciativa —impulsada por la Coordinadora de Luchas del Brasil (Conlutas), la Tendencia Clasista y Combativa de Uruguay, la Central Obrera Boliviana, la Corriente Clasista CCURA de Venezuela, Batay Ouvriye de Haití y la Mesa Coordinadora Sindical de Paraguay—, encontró eco en sindicatos y corrientes sindicales de oposición que en medio de muchas dificultades han estado al frente de importantes luchas de los trabajadores del continente. Asistieron cerca de 500 sindicalistas y luchadores sociales de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela (200 de ellos como delegados). Como invitados, estuvieron militantes de organizaciones sindicales y de la izquierda revolucionaria de Estados Unidos, Suiza, Suecia, Rusia, Portugal, Irlanda, Sudáfrica, Estado español, Argentina y Uruguay. Por fuera de las organizaciones latinoamericanas y caribeñas presentes adquirió especial relevancia la presencia del ILWU (International Longshoremen and Warehousemen Union) - Local 10, el sindicato de los trabajadores portuarios de San Francisco, EE.UU., que tiene un papel significativo en las luchas y en las marchas por los derechos de los trabajadores inmigrantes, y en la movilizaciones contra la guerra imperialista en Irak y Afganistán, y la de los conductores de la TMB (Transportes de Barcelona) que venían de una victoriosa huelga. Estuvieron presentes dirigentes de huelgas importantes del sector minero de Perú, Ecuador y Bolivia, que con luchas heroicas y muy radicales han venido enfrentando la tercerización, la sobreexplotación y la persecución a la que las transnacionales, con la complicidad de los gobiernos nativos, tienen sometidos a los trabajadores de la industria extractiva. Participó igualmente un sector importante de trabajadores de los medios de transporte y docentes de casi todos los países mencionados, destacándose la federación de profesores universitarios de Brasil (ANDES). El Encuentro se desarrolló con plenarias y comisiones en dos días de intenso trabajo y en un clima muy democrático en el que todos los participantes tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones y propuestas. Este no fue un encuentro internacional más de los tantos que se realizan a menudo convocados por las direcciones oficiales del movimiento sindical. Fue un verdadero encuentro en donde primó -como se puede notar en el Manifiesto y las tareas aprobadas-, el Internacionalismo, la conciencia de que los trabajadores no tenemos fronteras, que somos una sola clase a la que nos unen fuertes lazos de hermandad. La burguesía y el imperialismo están aplicando los mismos planes y políticas en todas partes, con la diferencia de que en unos países han avanzado más y en otros menos por la resistencia de los trabajadores. Por eso un sentimiento se expresó de manera unánime en todos los participantes: la necesidad de buscar nuevas formas de coordinación y organización internacional para enfrentar de manera unifica- Suplemento internacional - Sigue en la página 2 N° 631 - Agosto de 2008 Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Viene de la página 1 da a nuestros enemigos de clase. Las burocracias que hoy dirigen al movimiento sindical, no solo concilian y capitulan sino que se han convertido en un obstáculo para que los trabajadores rompiendo las fronteras que nos han impuesto, podamos encontrar la unidad y la fuerza para derrotar las políticas que de manera global aplican la burguesía y el imperialismo. Este es un primer paso. El ELAC, se convierte en una alternativa clasista e internacionalista, muy embrionaria aún, pero en una alternativa para los luchadores del continente que no nos resignamos a mirar de manera pasiva como el capitalismo conduce a la humanidad a la barbarie. En este marco de fraternidad se debatió un aspecto político muy importante para los trabajadores de América Latina: cual debe ser la posición frente a gobiernos nacionalistas burgueses como el de Chávez en Venezuela, Correa del Ecuador o gobiernos de frente popular como el de Morales de Bolivia o Lula del Brasil. Estos gobiernos que expresan ciertas contradicciones con el imperialismo, con su discurso “social” han logrado confundir a muchos trabajadores, llevando incluso a grandes sectores a su apoyo incondicional. En esta situación los trabajadores de Conlutas de Brasil tienen bastante experiencia pues el gobierno de Lula que lleva ya dos periodos y fue el primero de este tipo, ha dado muestras irrefutables de que ha gobernado no a favor de los trabajadores que lo llevaron al gobierno, sino del imperialismo y las transnacionales. La máxima expresión de ello es la del envío de tropas para invadir Haití. Conlutas nació precisamente de la necesidad de enfrentar al gobierno de Lula por la aplicación de todas las reformas neoliberales y en ruptura con la CUT que se convirtió en su muleta. Sin embargo, y a pesar de las ilusiones que en estos gobiernos puedan seguir teniendo vastos sectores de trabajadores del continente, el Encuentro aprueba una posición de llamar a los trabajadores a mantener una política de independencia de clase y una disposición a la lucha por sus intereses más allá de las ilusiones que puedan tener en estos gobiernos. Los sindicatos son de hecho frentes obreros en los que pueden convivir las posiciones políticas más diversas siempre y cuando sirvan de instrumentos para la lucha por la defensa de sus intereses, independientemente de quién los ataque. Rosa Cecilia Lemus Delegada de Unidad Docente al ELAC Manifiesto del ELAC Aprobado en Betim, Brasil - 7 y 8 de julio de 2008 A los trabajadores y los pueblos de Latinoamérica y el Caribe El capitalismo en la fase aguda del imperialismo, para aumentar su tasa de ganancia, ataca cada vez más a los trabajadores a nivel mundial, en particular en nuestro continente Latinoamericano y Caribeño. René Condori de la COB (Bolivia). Didier Dominique de Batay Ouvriye (Haití). Orlando Chirino de la UNT (Venezuela). Mario Michelena de la Tendencia Clasista y combativa (Uruguay). Julio López de la Mesa Coordinadora Sindical(Paraguay). N° 631 - Agosto de 2008 - Suplemento internacional En este momento el saqueo de las riquezas naturales para tratar de salir de la profunda crisis política y económica por la que atraviesa el sistema capitalista, es abierto y brutal. Dilapidan nuestras riquezas en detrimento de la vida de la población. Un suelo rico empobreciéndose junto con su pueblo. Presenciamos la extracción sin límite de las riquezas, el ataque a la biodiversidad, el crecimiento del agronegocio, que por donde pasa deja un rastro de miseria y sangre. Expulsa a nuestra gente del campo, obligándola a vagar por las ciudades con la angustia de la desocupación. Privatizan y entregan las riquezas minerales a las trasnacionales. Hay una degradación total del medio ambiente, destrucción de selvas, bosques, ríos, mares y aires. El flagelo del hambre amenaza a la humanidad con la crisis creada por los precios de los alimentos por la política imperialista de las multinacionales y de las burguesías nacionales, de utilizar grandes extensiones de tierra para cultivos destinados a la producción de biocombustibles, estimulando el monocultivo y el aumento de los precios de los alimentos, deteriorando aun más el ya precario valor adquisitivo de los salarios. El capitalismo transforma, lo que debería ser un bien común en un bien para pocos. Expresión clara de esto son los intentos de privatizar el suministro de agua potable. Además de explotar la mano de obra barata de forma escandalosa, el capital impone la pérdida de los derechos anteriormente conquistados. El imperialismo y sus socios menores, las burguesías nacionales, exigen y los gobiernos serviles aplican las reformas neoliberales. Prácticamente impiden que los trabajadores puedan jubilarse aumentando el tiempo de servicio a través de las reformas jubilatorias. Con la flexibilización de las leyes laborales han precarizado el trabajo, terminaron con la Dirigentes convocantes del Elac, de izquierda a derech reglamentación de la jornada de trabajo. En varios países lo que predominan son los contratos por tiempo determinado, una gran parte de los trabajadores vive del trabajo informal. Con la reforma en todos los niveles de la educación pública buscan transformar nuestra juventud en mano de obra para el consumo inmediato y aumentar el control y disciplinamiento sobre las nuevas generaciones. Países enteros son transformados en plataformas de exportación, con un régimen de trabajo análogo a la esclavitud. Los trabajadores dejan su sudor, su salud y hasta su vida en la línea de producción por los ritmos alucinantes de trabajo. Son índices alarmantes de obreros con secuelas laborales. En el campo, no es raro asistir a la muerte de trabajadores, muchas veces agotados por las tareas extenuantes en las labranzas del agronegocio. Otras veces, en lucha por un pedazo de suelo donde vivir y criar a sus hijos con dignidad. Los rasgos culturales de nuestra gente son ultrajados, pues el capital no reconoce nuestra diversidad de nacionalidades. En la visión imperialista somos nada más que una masa uniforme de explotación exponencial. Expresión de esto es la reciente directiva europea de retorno contra los inmigrantes que de todos los rincones del mundo llegan a ella en busca de trabajo y una vida digna. Los trabajadores y el pueblo son explotados como clase y en esta explotación los más afectados son las mujeres, los negros y los pueblos originarios. La deuda externa e interna, claramente inmoral e impagable, sofoca financieramente a la región impidiendo su desarrollo económico. Los gobiernos de turno son cómplices de esta situación, pues son los responsables de la aplicación de los planes dictados por los organismos financieros internacionales. Son representantes directos o indirectos del imperialismo, sea este norteamericano, europeo o japonés. Les quitan a los trabajadores el derecho al empleo, precarizan el trabajo, les sacan la tierra a los campesinos, disminuyen las obligaciones del Estado para con la población pobre con la privatización de servicios públicos, la tercerización de los empleados públicos, en el llamado achicamiento del Estado o Estado mínimo. El Estado se vuelve mínimo para los pobres y máximo para los ricos. La aplicación de las llamadas políticas compensatorias, como la “bolsa familia” en ha: Brasil, Bolivia, Uruguay, Brasil, Haití, Paraguay, Venezuela. Brasil o el “plan de emergencia” y “plan equidad” en Uruguay, son propuestas del Banco Mundial para contener una posible explosión social. Son migajas que caen de las mesas llenas de los ricos para eternizar la miseria. Pero, a pesar de los ataques y a causa de ellos, la aplicación de los planes imperialistas no se ha dado en un manso lago azul. Nuestra gente resiste heroicamente. Los trabajadores y el pueblo encuentran las más diversas formas de enfrentamiento. Son ejemplo de lucha los maestros de Neuquén y Santa Cruz en Argentina y Oaxaca en México. Los mineros de Bolivia, Perú y Chile. Los obreros de la construcción civil del Brasil y los siderúrgicos de Sidor en Venezuela. O los campesinos de Perú y Paraguay, los empleados públicos en Uruguay. O el pueblo haitiano en la resistencia contra la ocupación y las grandes manifestaciones contra el TLC en Costa Rica. Frecuentemente las movilizaciones son traicionadas por la mayoría de las direcciones constituidas y tradicionales, que hace mucho abandonaron la lucha y que ya no responden a las necesidades de la clase. Son viejas direcciones burocratizadas que se abroquelan en las máquinas sindicales y se vuelven herramientas inservibles, que al optar por la conciliación en lugar de la lucha de clases se han vuelto funcionales al aparato de dominación capitalista. Son agentes de la patronal y el gobierno en el seno de la clase trabajadora. Para mejor controlar al movimiento obrero y sindical, éstas burocracias se han unificado en un gran aparato mundial (la CSI, hija directa de la CIOLS y de la CMT, y en la región la CCA hija de la CLAT y la ORIT, viejas centrales pro imperialistas y patronales) Las luchas son atomizadas, sin la necesaria unificación en cada sector, las movilizaciones se producen aisladamente. Sin embargo, son luchas muchas veces radicalizadas, de mucha valentía. Esto es una demostración cabal de la falta de una dirección consecuente, que pueda unificar las movilizaciones. Se hace apremiante construir nuevas herramientas de lucha, organizaciones obreras independientes y autónomas del imperialismo, las burguesías, el Estado, sus gobiernos y los partidos. La juventud estudiantil, con movilizaciones multitudinarias ha protagonizado memorables luchas. Son universitarios, estudiantes secundarios y estudiantes técnicos que ocupan las calles, plazas, campus, liceos, escuelas técnicas y rectorados, exigiendo mejoras en los contenidos de la enseñanza, que apunten a la formación de hombres y mujeres críticos, comprometidos con los cambios de fondo, porque la educación no es una mercancía. En un intento de contener las luchas, los gobernantes atacan brutalmente a los trabajadores y a la juventud de nuestra región. Niegan el derecho de huelga y negociación, impiden el derecho a la sindicalización, despiden trabajadores y usan la fuerza policial y todo el aparato represivo del Estado. Cuantas veces el suelo de nuestra tierra fue manchado con la sangre de nuestra gente por las armas oficiales o paramilitares. Otras veces se llevan a nuestros activistas a los tribunales o a la cárcel, en un intento de criminalizar a los movimientos reivindicativos y de resistencia, llegando a extremos tales como el genocidio en Colombia. Para garantizar mejor la explotación de las riquezas y de la mano de obra barata, el imperialismo está militarizando el continente. En algunos países con la implantación de bases militares norteamericanas, con las maniobras conjuntas en los países del cono sur y la reactivación de la IV Flota. En Haití, bajo el falso manto democrático de la ONU, usan tropas del propio continente aprovechando la identidad latinoamericana y con la máscara de la ayuda humanitaria para reprimir mejor. La intervención económica, política y militar de las potencias imperialistas en la vida nacional de los países de la región es tan contumaz, que podemos afirmar que no existe soberanía en los países de Latinoamérica y el Caribe, lo que se demuestra con el intento de dividir a Bolivia. Entendemos que para acabar con la explotación y la miseria que angustia a nuestro pueblo, se hace necesario proclamar una segunda independencia continental, una independencia verdadera que libere a la clase trabajadora del yugo del capital, que transforma Latinoamérica y el Caribe en un territorio libre de la opresión y la explotación, que haga de nuestra gente un pueblo soberano. Una segunda independencia continental rumbo a la construcción de una sociedad sin explotados ni explotadores. No existe un camino intermedio: para romper con el imperialismo es necesario romper con el capitalismo y avanzar hacia el socialismo con la expropiación de las multinacionales y la interrupción del pago de las deudas a los banqueros. Por todo eso el ELAC llama a la unidad de todos los luchadores del continente para resistir los ataques del capital, sea éste imperialista o nacional. Llama a la integración en la lucha a todas las organizaciones que sean protagonistas de estos enfrentamientos en la ciudad o en el campo. Este Encuentro inicia la construcción de un espacio latinoamericano y caribeño de trabajadores, que busque la unificación ¡Somos muchas voces, una única lucha, un solo pueblo! 1. Contra la explotación y la opresión de los trabajadores y el pueblo 2. Por empleo y trabajo digno para todos 3. Contra la criminalización de los movimientos sociales. Abajo la represión a las luchas y organizaciones de los trabajadores, los despidos y las amenazas. Condenamos la penalización, la persecución y el genocidio en Colombia 4. Por la independencia de clase. Por organizaciones obreras independientes y autónomas del imperialismo, las burguesías, el Estado, los gobiernos y los partidos. Por la libertad sindical 5. Unidad con los trabajadores de todo el mundo 6. Por alimentos baratos y para todos. Por la reforma agraria. Por la nacionalización del comercio exterior de los alimentos con control de los trabajadores 7. Contra la discriminación de los pueblos originarios, de las mujeres, los negros y los homosexuales. 8. Contra las reformas neoliberales 9. Por la nacionalización sin indemnización y control de los trabajadores, de los recursos naturales en Latinoamérica y el Caribe (hidrocarburos, metales preciosos, hierro, agua, biodiversidad y otros). No a las empresas mixtas y por la renacionalización sin indemnización, cien por ciento estatal. 10. Contra las privatizaciones de los servicios públicos, la educación, la salud, la seguridad social, las empresas estatales, el agua y por la reestatización de las empresas privatizadas. 11. Por el no pago de las deudas externas e internas 12. Contra los Tratados de Libre Comercio (TLC) o sus similares (TIFA, Tratados de protección de inversiones, etc.) en Latinoamérica y el Caribe. No al MERCOSUR. 13. Contra las centrales colaboracionistas 14. Fuera las tropas extranjeras de Haití 15. Fuera el imperialismo de Latinoamérica y el Caribe, de Irak, Palestina, Afganistán y de todos los lugares donde tiene presencia militar. No al bloqueo a Cuba. No al intento imperialista y de la oligarquía de dividir a Bolivia. 16. Por una segunda independencia, verdadera y soberana. Por la autodeterminación de todos los pueblos oprimidos. de las luchas de los trabajadores y de la juventud de este inmenso territorio. Un espacio común y plural de discusión, de socialización de las elaboraciones y de unificación de las luchas, que sea democrático, clasista y combativo, pues solo así podrá responder a las necesidades que el fulgor de la lucha impone. ¡Viva el internacionalismo proletario! ¡Viva la lucha de los trabajadores de Latinoamérica y el caribe! ¡Viva la unidad de los pueblos de la región! ¡Viva la unidad de los trabajadores de todo el mundo! Suplemento internacional - N° 631 - Agosto de 2008 Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Tareas votadas 1. Este Encuentro ha manifestado la necesidad de que se lleven a la acción aquellos puntos del programa de lucha que hemos aprobado, si queremos mostrar que hemos iniciado un camino diferente al de los encuentros de las direcciones burocráticas. 2. Esta manifestación hace imprescindible que definamos acciones que partan de los problemas y necesidades más sentidas de los trabajadores y pueblos de Latinoamérica y El Caribe y tenga en cuenta la dimensión real de las fuerzas que participan y adhieren al Encuentro. 3. En consecuencia proponemos la realización de una campaña central contra la criminalización, que tenga como centro la situación en Colombia y a ella se sume la situación de trabajadores y luchadores populares asesinados, presos, con juicios, despedidos de cada país, y una semana de lucha 4. Para la campaña contra la criminalización daremos los siguientes pasos: a. Contestar el saludo enviado por el MOVICE (Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado en Colombia) al Congreso de Conlutas y a este Encuentro planteándole que tomamos como nuestras las tareas que allí plantean y les proponemos que llamen a una movilización continental hacia fines de noviembre con el compromiso del ELAC de impulsarla y realizarla en todos los países que a él adhieren. b. Con la respuesta positiva, definiríamos con precisión como realizar la campaña. 5. La semana antiimperialista la realizaríamos en el mes de octubre, aprovechando la fecha del descubrimiento de América y adquiriría las características que permitan la situación en cada país y la fuerza de las organizaciones del ELAC y de aquellas que ganemos para que se sumen a esta tarea, incluyendo desde actos, movilizaciones, petitorios, conferencias, charlas, etcétera y actos antiimperialistas que tenga como consigna central la exigencia de ¡Fuera las tropas extranjeras de Haití! 6. El país sede sería el encargado de coordinar la realización de ambas campañas. ¿Qué es Del 2 al 6 de julio se realizó el primer congreso de la Conlutas. Del primero al último día se escuchaba en el polideportivo de Bettin (Minas Gerais) la voz unísona de 4.000 delegados entre oficiales, fraternales e invitados. “¡Soy de Conlutas, soy radical, y no apoyo al gobierno federal!”; Esta consigna ilustra muy bien lo que es esta organización de los trabajadores brasileros, pues nació precisamente como una Coordinadora de Luchas de todos aquellos sindicatos que tuvieron que enfrentar y aún enfrentan los planes neoliberales del gobierno de Lula, al que muchos de ellos llevaron al poder con su voto, con la ilusión de que era su gobierno. De manera similar a lo que ha ocurrido con gobiernos de este tipo en varios países de America Latina, las burocracias de los sindicatos, no solo hacen campaña por ellos sino que han abandonado el principio de la independencia de la clase trabajadora, convirtiendo los sindicatos en apéndices del gobierno y en bomberos de las luchas de los trabajadores que comienzan a enfrentarlos y a romper con ellos en la medida que se dan cuenta de que siguen aplicando los planes burgueses e imperialistas de la misma manera y hasta más efectiva que los anteriores. Conlutas organiza a todos los sindicatos que luchan, a oposiciones sindicales, a organizaciones sociales y estudiantiles, es decir es una verdadera coordinadora alternativa a la CUT pues ésta apo- Encapuchados atacan sede de Conlutas en São José dos Campos Los invasores pretendían impedir la fundación de la asociación de obreros de la construcción civil de la Revap. Un crimen bárbaro contra la libre organización de los trabajadores. El viernes 1 de agosto, estaba convocada la asamblea para la fundación de la asociación de los trabajadores tercerizados de la construcción civil de la Revap, la refinería de la Petrobras en São José dos Campos (SP). Los obreros resolvieron fundar una asociación porque el sindicato del sector, ligado a la CUT, es ampliamente repudiado por la base y no representa los intereses de los trabajadores. Ataque brutal La asamblea comenzó a las 18 horas en la sede de la Conlutas, en el centro de São José. A las 18.10, cuando ya había 70 trabajadores en el lugar y otros estaban llegando, cerca de 60 hombres invadieron violentamente el local. Los testigos afirman que los invasores llegaron al lugar en un ómnibus. Encapuchados y portando armas de fuego de grueso calibre, depredaron el local y los autos estacionados. “Estaban con escopetas, ametralladoras, bombas, y todo tipo de armas; llegaron a tirar y soltar petardos contra los trabajadores”, afirmó José Donizete de Almeida, de la Coordinación de la Conlutas del Vale do Paraíba. Un obrero fue alcanzado por un tiro en la mano. Los hombres encapuchados también robaron el acta, el estatuto y los demás documentos de la asamblea, demostrando la clara intención de impedir la fundación de la asociación. Permanecieron diez minutos en el local y huyeron, dejando detrás un rastro de destrucción y una víctima herida. “Exijo una investigación profunda sobre ese ataque contra la libre organización de los trabajadores”, afirmó Donizete. La organización de la asociación iba contra muchos intereses. “La fundación de la asociación desagradaba a la Petrobrás, las contratistas y el sindicato de la Construcción Civil, ligada a la CUT”, denunció Donizete. A pesar del ataque y del secuestro de los documentos, se fundó la asociación. “No va ser esto lo que nos va a amedrentar, estamos con la cabeza erguida y fundamos la asociación, incluso con lo sangre de los trabajadores”, declaró el dirigente de la Conlutas que, además llamó a todas las entidades del movimiento sindical y popular a repudiar este bárbaro ataque. Victoria contra los patrones y la CUT ya de manera incondicional al gobierno. En su congreso aprobaron unos estatutos recogiendo lo mejor de la tradición democrática de la historia del movimiento obrero, unos principios que parten del reconocimiento de la clase obrera como una clase independiente de la burguesía y sus organizaciones políticas y gremiales, de la iglesia y del Estado, una plataforma antiimperialista y anticapitalista y una forma de organización que hacia el futuro podrá transformarse en una central que sirva de alternativa clasista a las podridas burocracias oficiales y que admita en su seno a otro tipo de organizaciones sociales que compartan sus principios y fundamentalmente que estén en la lucha contra el capitalismo. También se aprobó dentro de la plataforma el rescate del internacionalismo proletario. Informes en: www.elac.org.br - www.elsocialista.org Contactos: [email protected] Brasil N° 631 - Agosto de 2008 - Suplemento internacional Los trabajadores de la construcción civil de la Revap protagonizaron una de las principales movilizaciones obreras de este primero semestre. Yendo contra la dirección del propio sindicato, ligado a la CUT, los trabajadores buscaron el apoyo de la Conlutas para realizar una fuerte huelga. La movilización duró un mes y terminó con una contundente victoria. La Petrobrás y las contratistas, sin embargo, volvieron al ataque. En las últimas semanas, anunciaron centenares de despidos, incluyendo a los principales dirigentes de la huelga. La dirección de la Petrobras llegó a llamar y autorizar la entrada en la refinería de la tropa de choque de la policía, para reprimir una manifestación de los obreros contra los despidos. Las movilizaciones reforzaron para los trabajadores la necesidad de una organización alternativa al sindicato cutista, ampliamente repudiado por la base. El sindicato de la CUT descuenta mensualmente el 1% de los salarios de todos los trabajadores. Esto le garantiza un ingreso que sobrepasa un millón de reales al año (más de 600.000 dólares), aunque el sindicato tenga muy pocos afiliados. De ahí se puede tener una idea de los intereses que están contra la organización independiente de los obreros de la construcción de la refinería. Diego Cruz, Brasil.
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