PROGRAMA NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO - DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS ALEXANDER VON HUMBOLDT PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO Convenio de Cooperación Técnica IAVH 05-008CE - PNUD SUBCOl01350001 PROGRAMA NACIONAL DE DESARROLLO HUMANO Departamento Nacional de Planeación PONTIFICIA UNIVERSIDAD lA VERIANA Departamento de Economía INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS ALEXANDER VON HUMBOLDT Proyecto Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad de los Andes Colombianos Sistema de Indicadores de Seguimiento de la Política de Biodiversidad Laboratorio de Biogeografla y Análisis Espacial Estudio sobre Indicadores Sintéticos de la Biodiversidad Informe Final Ecosistemas en los Andes Colombianos: Conservación y degradación del bosque natural subandino Alfredo Sarmiento": Guillermo Rudasb.J Darwin Marcelo: Liliana Claudia Delgado" Indicadores biogeográficos: Dolors Armenteras" Nelly Rodriguez" Mónica Morales" Asesoría en política de biodiversidad: Francisco Alberto Galánf Apoyo estadístico: Claudia Chacon' Carlos Eduardo Alonso' Apoyo en indicadores: Nestor Ortiz" Alexander Rincán" Néstor Ricardo Bemal' Bogotá, [O de julio de 2006 "Director del estudio bCoordinador técnico 'Investigadores Programa Nacional de Desarrollo Humano dInvestigador Universidad Javeriana "lnvestígadores Instituto Humboldt 'Consultor Ecosistemas en los Andes Colombianos: Conservación y degradación del bosque natural subandino Tabla de Contenido l. In trod u cción 2. Ecosistemas 2.1. 2.2. 2.3. 3. humana: 1 antecedentes 5 analíticos ...................•.......................................................... 5 7 La afectación de la biodiversidad y el bienestar humano El paisaje, lafragmentación de los ecosistemas y la resiliencia Crecimiento económico, instituciones y medio ambiente Los ecosistemas 3.1. 3.2. 3.3. 4. y actividad '" ......................................................................................................•....•....... y la biodiversidad en Colom bia 14 La btodtversidad y la degradación de los ecosistemas La política de conservación y uso sostenible de la biodiversidad La política de conservación de la biodiversidad y las áreas protegidas Relación entre ecosistemas 4.1. 1O naturales y actividades humanas: marco metodológico ..............•............•...... 24 Medición y análisis de ecosistemas 24 4.2. Indicadores sintéticos de estado de los fragmentos 4.2.1. Indicadores sintéticos y análisis de componentes principales 4.2.2. Indicador de estado e indicador de cambio de estado del fragmento a) Indicador de estado del fragmento en un momento t determinado b} Indicador de cambio en el estado del fragmento en un período tI;:/' J IIi~t·~;I)J 4 3. Modelos de impacto de actividades antropicas 4.3. l. Modelos de análisis previos a) Curva ambiental de Kuznets b) Modelos logísticos m ult inomiales c) Modelos jerárqu icos multinivel 4.3.2. Modelos seleccionados para el análisis a) Modelos lineales en primeras diferencias b) Modelos jerárquicos lineales en primeras diferencias e) Modelosjerárquicos de corte transversal S. Indicadores 14 19 21 sintéticos del bosque natural subandino 25 26 29 29 30 31 31 31 34 35 35 35 37 38 en Colombia 40 5.1. Variables constitutivas (componentes) de los índices sintéticos del bosque subandino 40 5.2. Índice de estado de los fragmentos 40 5.3. Índice de cambio de estado de losfragmentos 5.4. Comportamiento (/985 y 2000) entre 1985 y 2000 44 del índice de estado del ecosistema (/985-2000) 46 6. Análisis de relaciones funcionales: aplicación de modelos y resultados ..•....•............................................... 6.1. Variables explicativas de los modelos analíticos 6.1.1. Indicadores de presión antrópica 6.1.2. Indicadores de respuesta de política 6.1. 3. Indicadores de contexto geográfico y socioeconómico 52 52 54 56 58 6.2. Modelos de corte transversal: índice de cambio de estado vs. presiones. respuestas y contexto .. 61 6.2. J. Variables asociadas al índice de cambio en el estado de losfragmentos (/CEF) 61 6.2.2. Resultados econométricos de los modelos de corte transversal.. 64 a) Efectos de las variables de presión antrópica en la conservación del bosque natural. 64 b) Efectos de las variables de contexto en la conservación del bosque natural. 67 e) Efecto de las variables de respuesta de política 68 6.3. Modelos en primeras diferencias: índice de estado vs. presiones, respuestas y contexto 6.3. J. Variables de los modelos en primeras diferencias 6.3.2. Resultados econométricos de los modelos en primeras diferencias a) Efectos de las variables de presión antrópica en la conservación del bosque natural b) Efectos de fas variables de contexto en el deterioro del bosque natural. c) Efecto de las variables de respuesta de política 7. Síntesis de resultados, conclusiones y recomendaciones 69 69 72 72 74 75 .........•.......................................•.............................. 76 7. J. Síntesis metodológica 76 7.2. Conclusiones sobre conservación y degradación del bosque natural.: 79 7. 3. Conclusiones y recomendaciones 83 7.4. Comentarios y recomendaciones finales metodológicas 85 Refe ren cías B ibliográ ficas 87 Anexos Anexo Anexo Anexo Anexo 1. II. IIJ. IV. Síntesis de las variables empleadas en los modelos de análisis (Bases completas) Pruebas de linealidad de las variables explicativas de los modelos de análisis Pruebas normalidad de los residuos Base de datos indicadores sintéticos ii Ecosistemas en los Andes Colombianos: Conservación y degradación del bosque natural subandino 1. Introducción Dentro de los objetivos fijados por el Convenio sobre la Diversidad Biológica se destaca la conservación in situ de la biodiversidad. En esta dirección se propone combinar el establecimiento de sistemas de áreas protegidas, la fijación de medidas especiales para conservar la diversidad biológica, la protección de ecosistemas y hábitat naturales, el mantenimiento de las especies en entornos naturales y la promoción de un desarrollo sostenible en zonas adyacentes a las áreas protegidas. El Convenio resalta también la necesidad de identificar y hacer seguimiento a los procesos y actividades que puedan tener efectos perjudiciales importantes sobre la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica (Naciones Unidas. 1992) A su tumo el Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico del mismo Convenio recomienda que se adelanten procesos de investigación científica sobre la biodiversidad con base en modelos de análisis de los diferentes factores que la afectan, con miras a entender los acontecimientos y orientar las decisiones de política a partir de las predicciones que se puedan hacer en distintos escenarios futuros (CBD-SBSTTA, 1997) En consistencia con estos mandatos universales, el Instituto Alexander von Humboldt se ha comprometido con la estructuración de un Sistema de Indicadores de Seguimiento de la Politica de Biodiversidad en Colombia y en la consolidación de su Laboratorio de Biogeografia y Análisis Espacial. Iniciativas éstas orientadas a asumir, entre otros, aquellos retos relacionados con la evaluación de los factores antrópicos que afectan las condiciones de existencia de los ecosistemas naturales y de la biodiversidad contenida en ellos. Y a aportar elementos de juicio soportados en el conocimiento científico que propendan por la consolidación en el país de los distintos componentes de la Política Nacional de Biodiversidad. Por otra parte el Programa Nacional de Desarrollo Humano ha concentrado sus esfuerzos en consolidar la capacidad nacional y regional de diseñar y evaluar los programas sociales dentro de la óptica del desarrollo humano. En particular ha dedicado especial atención a la evaluación de los logros y resultados de las políticas públicas mediante la medición científica y la valoración política. Aunando esfuerzos alrededor de su mutuo interés por avanzar el desarrollo del conocimiento sobre temas ambientales y sociales, el Instituto Humboldt y el Programa Nacional de Desarrollo Humano han venido trabajando conjuntamente en dirección a la estructuración de sistemas de indicadores y métodos analíticos que aporten al seguimiento y la evaluación de la Política Nacional de Biodiversidad en el país. En esta oportunidad, en el marco del Proyecto Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad de los Andes Colombianos auspiciado por el Global Environmental Facility (GEF) y el Banco Mundial, se comprometieron a trabajar en función de un objetivo básico: avanzar en la construcción metodológica de un sistema de indicadores sintéticos que reflejen el estado y los cambios de los ecosistemas naturales; y probar la capacidad de estos indicadores para ser incorporados dentro de procesos de modelación analítica de relaciones funcionales entre las actividades antrópicas y el comportamiento de los ecosistemas como soportes de la biodi versidad. A partir de los resultados del análisis biogeográfico condensados en el Mapa de Ecosistemas del los Andes en Colombia (1985 y 2000) elaborado por el Laboratorio de Biogeografía y Análisis Espacial del Instituto Humboldt, con los aportes del Sistema de Indicadores de Seguimiento de la Política de Biodiversidad del mismo Instituto, y con el apoyo técnico del Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, el Programa Nacional de Desarrollo Humano se concentró en los siguientes procesos requeridos para alcanzar el objetivo planteado: • Revisión de antecedentes metodológicos centrados en el análisis del comportamiento de los ecosistemas y de las relaciones existentes entre la actividad humana y los procesos de conservación y degradación de la biodiversidad. • Articulación de información georreferenciada del Mapa de Ecosistemas de los Andes en Colombia (1985-2000) disponible para medir el estado del bosque natural subandino, construyendo índices que sintetizan en una sola medida diversas característica de tamaño, forma y calidad del ecosistema natural y de las intervenciones antrópicas que lo transforma. • Identificación y medición de indicadores de presiones antrópicas que se ejerce sobre el ecosistema natural, tendiendo a generar procesos de degradación del bosque natural; e indicadores de respuestas de política orientadas a atenuar las presiones negativas y propender por la protección y la conservación del ecosistema en su estado natural. • Construcción y aplicación de modelos analíticos susceptibles de ser empleados para medir y analizar las relaciones existentes entre las presiones antrópicas y las respuestas de política, y el comportamiento de los ecosistemas naturales y la evolución de su estado a lo largo del tiempo. Aplicando métodos estadísticos de análisis de componentes principales se procedió a la construcción de dos tipos de indicadores sintéticos asociados a los fragmentos de bosque subandino: indicadores que reflejan el estado de los distintos fragmentos de este 2 ecosistema en cada uno de los momentos del periodo de análisis (los años 1985 y 2000); e indicadores que reflejan los cambios en el estado de cada fragmento durante el mismo período. Para la construcción de estos indicadores se partió de identificar como unidad básica de análisis cada uno de los fragmentos de bosque natural existentes en el momento inicial del período (año 1985) Se identificó en primer lugar el tamaño de cada uno de estos fragmentos en este año base, para compararlo con su tamaño al final del período (año 2000); e identificar el área de bosque natural que había sido intervenida por actividades humanas durante este período. Por otra parte se analiza en qué porción de esta área intervenida se encuentran algunos relictos de bosque natural o actividades orientadas a la reforestación, para construir un indicador de intensidad de la intervención humana: la relación entre esta área con algún remanente y el área total intervenida. Finalmente se construyó un indicador de forma del fragmento de bosque natural, antes y después de la intervención antrópica, expresado como la relación entre el perímetro y el área del fragmento. Este indicador es recomendado por la literatura especializada para reflejar una condición menos favorable para la biodiversidad, a medida que se incrementa la irregularidad del borde del fragmento de hábitat natural en donde viven las especies: a mayor irregularidad del borde, se presenta una menor posibilidad de movimiento de las especies que allí viven por la menor conectividad del territorio con cobertura vegetal natural. De esta forma se establecieron indicadores de estado del fragmento para cada uno de los dos momentos del período de estudio, sintetizando en una sola medida el tamaño del bosque natural, el índice de forma y el índice de intensidad de la intervención antrópica en cada uno de estos momentos. Por otra parte se construyeron indicadores de cambio de estado del fragmento, sintetizando en una sola medida el cambio en el tamaño de bosque natural durante el período, el cambio en el índice de forma y el cambio en la intensidad de la intervención antrópica. Los indicadores de estado y de cambio de estado de los fragmentos se modelaron entonces pare analizar su comportamiento, en relación con las variaciones en los índices de presión antrópica y de las medidas de respuesta de la política orientada a la conservación del ecosistema natural. Igualmente se incluyeron dentro de estos modelos otros factores geográficos y socioeconómicos, los cuales pueden incidir para atenuar o acelerar las variaciones en el estado de los fragmentos. Y finalmente, teniendo en cuenta los distintos niveles de agregación de la información disponible (a nivel de fragmento, a nivel municipal ya nivel departamental), se optó por aplicar modelos relacionales de tipo jerárquico. Teniendo en cuenta estas consideraciones se procedió entonces a aplicar modelos jerárquicos de corte transversal para analizar la relación existente entre los índices de cambio de estado de los fragmentos de bosque natural durante el período de estudio, por una parte, y los índices que reflejan las presiones antrópicas, las medidas de respuesta y otros factores de contexto en un momento determinado, por otra. Además se aplicaron modelos jerárquicos en primeras diferencias, los cuales relacionan el cambio en los indicadores de estado de los fragmentos al pasar del inicio al final del período de análisis, con las diferencias de cada uno de los indicadores de presión antrópica, de respuesta de política y de contexto entre estos dos mismos momentos. 3 Dentro de los principales resultados de esta rnodelación analítica se destaca un menor valor esperado de los índices de degradación del bosque natural subandino en aquellos fragmentos de bosque que se encuentran localizados en un área protegida dentro del Sistema de Parques Naturales Nacionales. Además se prueba la hipótesis de que el valor esperado de la degradación de este bosque natural es menor en aquellas regiones de mayor consolidación de las empresas de agua potable y saneamiento básico, encargadas de velar por la protección y conservación de las cuencas hidrográficas que las abastecen. Por otra parte se confirma el hecho de que existe mayor posibilidad de encontrar mayores niveles de degradación del bosque natural en aquellos municipios en donde se concentran las mayores áreas de cultivos ilícitos. Y por último se detecta que la probabilidad de encontrar fragmentos de bosque degradado es menor en los municipios con mayor intensidad de los conflictos violentos; esto posiblemente explicado por la disminución de las presiones sobre los bosques naturales al presentarse problemas de desplazamiento de la población y recesión de la actividad productiva en las áreas rurales. * * * Los resultados de este ejercicio analítico se presentan a continuación en la siguiente secuencia: inicialmente, en las secciones segunda y tercera, se reseñan algunos aspectos de contexto del objeto de estudio, en términos del análisis de las relaciones entre los ecosistemas naturales y la acción humana y la forma como se han abordado estas relaciones en el caso específico de Colombia; en la siguiente sección se presenta el modelo metodológico aplicado en este estudio, tanto para la construcción de los indicadores sintéticos del estado de la biodiversidad como para la estructuración de los modelos analíticos finalmente aplicados; a continuación, en la sección quinta, se presentan los procesos metodológicos aplicados y los resultados obtenidos para la construcción tanto de los indicadores de estado del bosque subandino, como de las variables explicativas requeridas para la construcción de los modelos de análisis; y la sección sexta presenta a su tumo los resultados estadísticos de los distintos tipos de modelos de análisis aplicados, contrastando los alcances y limitaciones de cada una de las alternativas metodológicas seleccionadas. Finalmente en la última sección se presenta una síntesis del proceso metodológico aplicado para llevar a cabo el estudio, acompañada de una síntesis de resultados, conclusiones y recomendaciones derivadas del mismo. 4 2. Ecosistemas y actividad humana: antecedentes analíticos El estudio de las relaciones entre el estado de los ecosistemas y la actividad antrópica ha ocupado la atención de un gran número de analistas a nivel mundial durante los últimos años. Este creciente interés ha gestado un proceso analítico en el que es de particular importancia identificar y construir indicadores que reflejen el estado y los cambios de los ecosistemas naturales, al tiempo que permitan medir indirectamente las condiciones de existencia de la biodiversidad. Esta sección hace referencia a los esfuerzos realizados en esta dirección. En primer lugar se reseña brevemente cómo ha venido evolucionando la percepción sobre las relaciones existentes entre la biodiversidad, los servicios que brindan los ecosistemas naturales y el bienestar humano. A continuación se identifican algunos aspectos de carácter técnico relacionados con las formas de medir y analizar el comportamiento de los ecosistemas. Finalmente se enmarca este trabajo de investigación en una discusión central: las relaciones existentes entre la calidad del medio ambiente, y de la biodiversidad en particular, con los procesos de desarrollo económico. 2.1. La afectación de la biodiversidad y el bienestar humano La Comisión Brundtland postula la necesidad de propender por un desarrollo sostenible, desde entonces, se ha insistido en que el medio ambiente y el desarrollo no son desafíos independientes y que, por el contrario, estos dos conceptos están inexorablemente vinculados entre sí: de un lado, el desarrollo no puede mantenerse sin tener en cuenta el deterioro de su base natural; y de otro lado, el medio ambiente no puede ser protegido si el crecimiento económico no permite asumir los costos derivados de este deterioro (WCED, 1987) La biodiversidad" puede considerarse como el fundamento de la vida humana en el sentido en que la supervivencia del ser humano y de todas las demás especies depende de ella. Actividades productivas como la agricultura, la ganadería, la pesca y la acuicultura, la producción marina, la madera, la producción de medicinas y el turismo son algunos ejemplos de la importancia de la biodiversidad en la vida del ser humano. Sumado a los incontables beneficios directos que de ella emanan, la biodiversidad genera una gran cantidad de beneficios indirectos al manifestarse, por ejemplo, en la actividad biológica de Definida por el Convenio sobre la Diversidad Biológica como "la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas" (Naciones Unidas, /992) a 5 hongos y microorganismos del suelo, procesos esenciales para el desarrollo de plantas y los ciclos de vida que sustentan (Ferreira y Fandiño, 1998) De otro lado, el ecosistema se define corno una porción de espacio geográfico definido e identificado corno la confluencia de una asociación de clima, geoformas, substratos, comunidades, biotas y usos antrópicos específicos (Chaves y Arango, 1998/. Este concepto de ecosistema implica una unidad funcional materializada en un territorio la cual se caracteriza por presentar una homogeneidad en sus condiciones biofisicas y antrópicas; puede ser representada en un mapa como un paisaje fisiográfico y su concepto es aplicable en diferentes niveles de resolución. Millennium Ecosystem Assessment" resalta que los ecosistemas summistran múltiples servicios a la población: servicios de provisión de alimentos, fibras, recursos genéticos, productos bioquímicos yagua; servicios de regulación de la calidad del aire, el clima, el agua, las enfermedades, la polinización y los riesgos naturales; servicios culturales tales como los valores espirituales y religiosos, estéticos y recreativos. Insiste entonces en que el bienestar humano se relacione con la biodiversidad en la medida que los cambios en la biodiversidad afectan la capacidad de los ecosistemas para suministrar estos servicios y para recuperarse de las perturbaciones generadas por la actividad humana (MA, 2005) Tornando como punto de partida el reconocimiento de que todas las personas del mundo dependen por completo de los ecosistemas del planeta y de los servicios que éstos proporcionan, Millennium Ecosystem Assessment formula las siguientes conclusiones básicas (MA, 2005): • En los últimos 50 años los seres humanos han transformado los ecosistemas más rápida y extensamente que en ningún otro período de tiempo comparable de la historia humana, en gran parte para resolver rápidamente las demandas crecientes de alimento, agua dulce, madera, fibra y combustible (..) generado una pérdida considerable y en gran medida irreversible de la diversidad de la vida sobre la Tierra. • Los cambios realizados en los ecosistemas han contribuido a obtener considerables beneficios netos en el bienestar humano y el desarrollo económico, pero estos beneficios se han obtenido con crecientes costos consistentes en la degradación de muchos servicios de los ecosistemas, un mayor riesgo de cambios no lineales, y la acentuación de la pobreza de algunos grupos de personas (..) El Convenio sobre la Diversidad Biológica define el ecosistema como un complejo de comunidades vegetales. animales y de microorganismos, y su medio no viviente que interactúan como unidad funcional. b Iniciativa que congrega un panel de expertos convocados por Naciones Unidas para revisar el estado del arte en el manejo de la biodiversidad mundial e 6 • La degradación de los servicios de los ecosistemas podría empeorar considerablemente durante la primera mitad del presente siglo y ser un obstáculo para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Mileniod • El desafio de revertir la degradación de los ecosistemas y al mismo tiempo satisfacer las mayores demandas de sus servicios puede ser parcialmente resuelto (...) pero ello requiere que se introduzcan cambios significativos en las políticas, instituciones y prácticas. cambios que actualmente no están en marcha (...) En el contexto de estas preocupaciones, el presente trabajo está orientado a aportar elementos de juicio sobre los factores que han incidido sobre los procesos de degradación del ecosistema de bosque natural en los Andes de Colombia y sobre los efectos de las políticas de conservación de la biodiversidad en esta región del país. 2.2. El paisaje, lafragmentación de los ecosistemas y la resiliencia. Los conceptos de paisaje y de ecología del paisaje juegan un papel fundamental en el análisis de los ecosistemas y de la biodiversidad. Forman & Godron (1981) definen el paisaje como un área terrestre heterogénea compuesta de un conjunto de ecosistemas interactivos que se repiten en forma similar, a lo largo de un área dada. En términos de Zonneveld (1995) el paisaje es la unidad mínima cartografiable que permite indicar espacialmente los principales componentes de un ecosistema. Siguiendo a Forman & Godron (1981), a la ecología del paisaje corresponde el estudio de los atributos de la tierra en su calidad de elementos del ecosistema y de los procesos que los relacionan, incluyendo e! estudio de variables claves que pueden ser controladas por e! hombre. De cuerdo a estos autores, la ecología de! paisaje o geoecología abarca como objeto de estudio la identificación de los patrones de heterogeneidad espacial, su caracterización y los cambios a través del tiempo. Según McGarigal & Marks (1995) la ecología del paisaje analiza los patrones del paisaje, la interacción entre los fragmentos existentes en el paisaje y la manera en que los patrones y las interacciones cambian en el tiempo. Según los autores, en lo fundamental el estudio de la ecología del paisaje parte de la premisa que los patrones de los elementos del paisaje (fragmentos) influyen fuertemente los procesos ecológicos y se ven influidos por éstos. Al caracterizar el paisaje, McGarigal & Marks (1995) subrayan la importancia de entender que éste no se define necesariamente por su tamaño sino por un mosaico de fragmentos en interacción que resultan relevantes para determinado fenómeno objeto de estudio. De allí d Los Estados Miembros de las Naciones Unidas se han comprometido a cumplir para el año 2015 los siguientes Objetivos del Milenio: erradicar la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñanza primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad infantil; mejorar la salud materna; combatir el VIH/SrDA, el paludismo y otras enfermedades; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; y fomentar una asociación mundial para el desarrollo (Naciones Unidas. 2000) 7 que definan la fragmentacián como la división de un hábitat, originalmente continuo, en relictos remanentes inmersos en una matriz transformada. Los principales resultados de la fragmentación son la reducción del área total del hábitat, la reducción del tamaño de los fragmentos de hábitat y el aumento del aislamiento en las poblaciones que los habitan. La fragmentación de ecosistemas es considerada entonces como una de las principales causantes de grandes cambios en el ambiente físico-biótico, en donde la composición, estructura y función original de un ecosistema se han alterado (por ejemplo la pérdida en la conectividad, la creación de bordes sobre el hábitat, o el aislamiento de fragmentos), provocando dinámicas muy diferentes sobre las poblaciones biológicas que allí se sustentan. Estos factores modifican la composición y abundancia de las especies de un ecosistema e incrementan su vulnerabilidad, lo que en última instancia representa una pérdida de biodiversidad (Sarmiento et al., 2002) Según Primack (1998) citado por Troche (sf), el proceso de fragmentación no ocurre al azar. Las áreas más accesibles, de topografía poco accidentada, y con alta productividad son las primeras en ser alteradas para utilizar las tierras en agricultura, asentamientos humanos o extracción forestal. La fragmentación del paisaje puede ocasionar entonces, entre otros procesos de deterioro ambiental, la extinción local o regional de especies, la pérdida de recursos genéticos, el aumento en la ocurrencia de plagas, la disminución en la polinización de cultivos y la alteración de los procesos de formación y mantenimiento de los suelos (Bustamante y Grez, 1995 citado por Troche, sI) Según Theobald (1998) una buena parte de los trabajos orientados a medir la fragmentación del paisaje han sido aportados por las disciplinas de biología de la conservación y de ecología del paisaje. Estas disciplinas estudian cómo los patrones del paisaje influyen y se ven influidos por los procesos ecológicos. En otras palabras, estudian las interacciones entre los patrones espaciales y los procesos ecológicos. Los índices de fragmentación reflejan los patrones espaciales de los ecosistemas y ofrecen una visión de la composición y configuración de éstos, a través de medidas de área, forma o borde de los fragmentos. Dichos índices pueden ser usados para describir de manera indirecta la dinámica de procesos ecológicos al interior de los ecosistemas. Se convierten así en una herramienta de análisis que deben ser tenida en cuenta en la toma decisiones de política para el manejo de los recursos naturales (Sarmiento el al., 2002) El crecimiento demográfico, la demanda de recursos naturales y la expansión de la frontera agrícola generan una serie de trastornos sobre los ecosistemas expresados primordialmente en cambios en la cobertura vegetal de los suelos. Etter et al. (2005), citando a autores como Barbier & Burgess (2001] y Bilsborrow & Ogendo (1992), argumentan que la creciente población humana y la cada vez más globalizada economía ocasionan gran deterioro de los ecosistemas debido a la presión sobre el recurso suelo. En particular sostienen, con base en FAO (1997) y WRI (2001), que la transformación de los ecosistemas naturales aumenta de manera acelerada especialmente en las zonas tropicales y subtropicales, Por otra parte, soportados en Geist & Lambin (2001) y Laurance (1999) llaman la atención sobre los 8 impactos acumulativos de la destrucción de los bosques tropicales sobre la biodiversidad, sobre el clima regional y global, y sobre la productividad de los suelos tEtter el al., 2005) Experimentos con fragmentos forestales realizados en la Amazonía brasilera (Lovejoy el al., 1986, citado por Sánchez, 2002) muestran que en respuesta a los cambios de las condiciones ambientales verificados en los bordes de un fragmento, ocurren significativas alteraciones biológicas: elevada mortalidad de árboles, caída acentuada de las hojas, reducción de la población de aves cerca a los bordes, abarrotamiento de las mismas al interior del fragmento, y aumento de la población de insectos." Desde la perspectiva del desarrollo económico, la base de recursos de la cual depende la actividad económica incluye los sistemas ecológicos y la amplia variedad de servicios que ellos prestan. Según Arrow el al. (1996) esta base de recursos es finita, de tal forma que su uso puede irreversiblemente reducir la capacidad para generar la producción material en el futuro. Ello implica que hay límites a la capacidad de carga del planeta. Sin embargo, es posible mejorar esta capacidad de carga, con un adecuado manejo de los sistemas, permitiendo un crecimiento económico y de la población a pesar del carácter finito de los recursos naturales (Arrow el al., J 996) La capacidad de carga en la naturaleza no es una relación fija, estática o simple. Es una combinación de tecnología, preferencias y estructuras de producción y consumo; y esta combinación va cambiando el estado de las interacciones entre los ambientes fisicos y los bióticos. Para este tipo de enfoque un índice útil de medida de la sostenibilidad ambiental es la resiliencia del ecosistema. Este enfoque se centra en dinámicas del ecosistema donde hay (localmente) múltiples equilibrios estables. En este sentido la resiliencia es una medida de la magnitud de los disturbios que puede absorber un sistema para pasar de un equilibrio a otro. De esta forma se argumenta que las actividades económicas son sostenibles solamente si los ecosistemas que soporten de vida, y de los cuales son dependientes, tienen un adecuado nivel de resiliencia (Arrow et al., 1996) Desde el enfoque de ecosistemas se define resiliencia como el grado de recuperación o retorno de un sistema a su estado anterior ante la acción de un estímulo (Arrow el al., J 996). Esta definición alude a la capacidad de respuesta que los ecosistemas naturales pueden tener frente a determinados cambios producidos por factores o agentes externos. Si las actividades humanas son sostenibles, se necesita asegurar que los sistemas ecológicos de los cuales depende la economía mantengan un adecuado nivel de resiliencia. Aunque la resiliencia ecológica es dificil de medir, y aunque varía de sistema a sistema y a partir de una clase de disturbio a otra, puede ser posible identificar indicadores y señales tempranas de peligro de la tensión ambiental. Por ejemplo, la diversidad de organismos o la heterogeneidad de funciones ecológicas se han sugerido como señales de resistencia del ecosistema. El problema consiste entonces en diseñar políticas ambientales y asegurarse que la resiliencia sea mantenida, aunque los límites de la naturaleza y la escala de las actividades económicas sean inciertos. La relación entre el número de especies y las dimensiones del área es conocida en la literatura especializada como la curva especies-áreas (MacArthur & Wilson, ¡967; Wilson, 1985) e 9 Construir indicadores directos del nivel de sostenibilidad de los ecosistemas o del grado de resiliencia de los mismos no siempre es posible, en especial cuando se trabaja a escala de regiones relativamente extensas, o no se cuenta con la posibilidad de analizar el comportamiento específico de las especies, o no se dispone de información de detalle que permita analizar directamente los diversos componentes de la biodiversidad. Para enfrentar esta restricción, en el presente trabajo se recurre al análisis de indicadores de fragmentos de ecosistemas de los cambios en el hábitat de las especies. Para construir indicadores de cambio de uso del suelo, pasando de un ecosistema en su estado natural a uno transformado, se combinan tres tipos de medidas: cambio del área del ecosistema natural, cambio en la forma de los fragmentos del ecosistema y diferencias en la intensidad de la intervención humana. Con base en estas medidas se construyen indicadores que reflejan el estado del ecosistema natural y su cambio en el tiempo, para usarlos como medidas variables proxy de los cambios en el hábitat de las especies que constituyen la base de ecosistemas biodiversos. 2.3. Crecimiento económico, instituciones y medio ambiente La inclusión del tema del medio ambiente dentro del concepto de desarrollo no sólo nos limita a construir e implementar indicadores ambientales. También nos remite a una concepción propia de lo que se entiende por bienestar. Como señalan Dasgupta & Maler (1995), dado que existe una distorsión de precios (subvaluación) en los recursos ambientales, existe poco incentivo a desarrollar tecnologías que economicen su uso. Las personas pobres en los países pobres dependen en gran parte de la base de recursos ambientales locales. Así, pérdidas en el bienestar debido a la subvaloración de esta base las absorben de modo desproporcionado las personas pobres de estos países. Por este motivo, la estimación de los precios cuenta (sombra) de los recursos ambientales debe estar en la agenda de investigación en la economía de los países pobres (Dasgupta & Maler, 1995). Diversas investigaciones han avanzado en el estudio de la relación entre el crecimiento económico, la capacidad de soporte y la calidad ambiental analizando los patrones de transformación ambiental en países con diferentes niveles de ingresos. La literatura sobre la relación entre la actividad económica y el ambiente ha logrado avances significativos. A continuación se presenta una breve síntesis. La propuesta general de que el crecimiento econormco está relacionado con el medio ambiente ha motivado el debate según el cual existe una relación empírica entre el ingreso de las naciones y algunos indicadores de la calidad ambiental. En algunos países se ha observado que con el aumento de los ingresos también ha aumentado la degradación ambiental. Después de cierto punto a partir la calidad ambiental mejora pese al incremento en los ingresos. Esta relación, con una forma de U invertida, ha sido denominada como la curva ambiental de Kuznets. En las primeras fases del desarrollo económico, la contaminación creciente se observa como un efecto secundario aceptable del crecimiento económico. Sin embargo, cuando un país ha logrado elevar suficientemente su estándar de vida, la gente brinda mayor atención lO a las condiciones ambientales. Esto conduce al desarrollo de una legislación ambiental destinada a crear nuevas instituciones para la protección del ambiente (Arrow et al.. 1996; Shafik & Bandyopadhyay, 1992) De acuerdo con los estudios relacionados anteriormente, la curva en forma de U invertida se aplicaría solamente a un número restringido de agentes que deterioran el ambiente. Según Arrow et al. (1996), el crecimiento económico se puede asociar con el mejoramiento de algunos indicadores ambientales. No obstante, este crecimiento no siempre es suficiente para inducir la mejora ambiental en general: los efectos negativos sobre el medio ambiente derivados del crecimiento no se pueden omitir, ni la base de los recursos naturales son capaces de soportar un crecimiento económico indefinido. Si esta base es degradada irreversiblemente, la misma actividad económica podría estar en riesgo (Arrow et al., 1996) De este tipo de análisis es posible destacar que, detrás de la relación planteada por la curva ambiental de Kuznets entre ingreso y deterioro ambiental, existen interesantes implicaciones en términos de políticas económicas, ambientales y sociales. Saravia (2002) señala, por ejemplo, que los países en vías de desarrollo tienen dos opciones: asumir una actitud pasiva y esperar el tiempo necesario hasta que sus habitantes sean lo suficientemente ricos para incorporarse en el sector virtuoso de la curva ambiental de Kuznets; o esforzarse en hacer más corto este tiempo para alcanzar el viraje en su dirección de desarrollo. Siguiendo a Saravia (2002), lo que realmente importa no es el momento de viraje calculado, sino el entendimiento del mecanismo oculto detrás de él, es decir, las características económicas, políticas, ambientales y sociales específicas de cada país, las cuales definen la posición de este punto de inflexión a lo largo de la curva ambiental de Kuznets. Detrás del posible reduccionismo de la relación propuesta por la curva ambiental de Kuznets, se llama entonces la atención principalmente sobre la existencia de factores y políticas específicas que, de acuerdo a cada caso particular, podrían conducir a un mayor o menor tiempo de viraje, o a un mayor o menor deterioro ambiental (Saravia, 2002) Lo que no es posible observar claramente en los trabajos relacionados con la curva ambiental de Kusnetz es la relación entre la distribución de los ingresos y la calidad ambiental. Este es un tema que merece ser considerado dado que un elevado porcentaje de los países en vías de desarrollo tienen como rasgo común Índices de inequídad en la distribución de ingresos mayores que en la de los países desarrollados. Si se quiere propender entonces por mejorar la calidad ambiental, la curva ambiental de Kuznets implícitamente acepta la desigualdad en la distribución del ingreso como un mal necesario (Saravia. 2002). Este argumento lo mencionaba ya Beckerman (1992), quien concluía que la solución para afrontar los problemas ambientales podría reducirse simplemente a ser más rico. Es decir, gente con mayor riqueza cuenta con más ingreso y con mayor disponibilidad para gastarlo (invertirlo) en un bien de lujo como es la calidad ambiental, aceptando en general la idea de que los sectores más pobres son los que cuidan menos el medio ambiente. De allí la necesidad de analizar la otra cara de la moneda: la relación pobreza y deterioro ambiental. Según Dasgupta & Maler (1995) la pobreza puede ser una causa de la degradación ambiental, en la medida que para muchas personas pobres en los países pobres 11 un número de recursos ambientales son complementarios en la producción y el consumo a otros bienes y servicios. Mientras que un número de recursos ambientales suplementen el ingreso, mayoritariamente en tiempos de crisis económicas, esto puede conducir a una fuente de causalidad acumulativa donde la pobreza, las altas tasas de fertilidad y la degradación ambiental se retroalimentan. En este sentido, es necesario diferenciar tanto las clases de pobreza como los daños al medio ambiente. El Banco Mundial (1992) en su Informe sobre el Desarrollo Mundial 1992, presentó un análisis sobre los vínculos que existen entre el desarrollo económico y el medio ambiente. Los análisis, aunque evidencian que el crecimiento a menudo ha causado un deterioro grave del ambiente, señalan que estos efectos pueden reducirse si las políticas y las instituciones son eficaces. Se aduce que es sostenible un desarrollo económico y de los recursos humanos continuo, e incluso más acelerado, y que ese desarrollo puede ser coherente con la mejora de las condiciones ambientales si se da un cambio profundo en las políticas, acompañado de un cambio en las relaciones de poder. Así mismo, se asegura que no es que los pobres tengan necesariamente una visión de corto alcance, sino que por la misma limitación de recursos no pueden invertir en protección ambiental, existiendo una sinergia considerable entre el alivio de la pobreza y la protección del medio ambiente Hay una tendencia en la literatura económica que disputa la teoría convencional y discute que existe un sistema más complejo de variables en juego y que las generalizaciones simples de este problema multidimensional son a menudo erróneas por una falta de muchos otros puntos importantes (Leach & Mearns, 1995 citado por Duraiappah, 1998) Por otra parte Dasgupta y Maler (1995) al referirse a los aspectos básicos requeridos para abordar el problema de la pobreza y su relación con los recursos del medio ambiente, señalan que los países pobres muestran marcadas debilidades y fallas institucionales. Según estos autores, los patrones de deterioro ambiental han sido más el resultado de políticas gubernamentales inapropiadas, y no tanto por fallas del mercado. Dada la debilidad y hasta ausencia de instituciones apropiadas, en los países pobres la relación pobreza-deterioro se reafirma. Mientras algunos autores se concentran en el circulo vicioso de la relación entre pobreza y degradación ambiental, estudios como el de Reardon & Vosti (1995) analizan la posibilidad de romper ese círculo por medio de la inversión, el cambio tecnológico, o por medio de la corrección de fallas de mercado que no dejan reflejar el valor social de los recursos naturales. De acuerdo con Arrow el al. (1996) el crecmuento econorruco no es suficiente para garantizar la calidad ambiental. Según estos autores, en cada momento del tiempo el crecimiento de la actividad económica está caracterizada por una determinada composición de insumas (incluyendo los recursos naturales) que se expresa en la composición del producto (incluyendo los residuos generados por la actividad productiva) Esta composición se determina, entre otras cosas, por el tipo de instituciones que rigen la actividad económica. Concluyen entonces que el crecimiento por sí mismo no conlleva a la protección ambiental. Se requieren por tanto medidas institucionales que proporcionen incentivos adecuados para proteger la resiliencia de los ecosistemas. Tales medidas 12 promoverán no sólo mayor eficacia en la asignación de recursos naturales en todos los niveles de ingresos, sino que también asegurarán una escala sostenible de propias actividades económicas dentro de un contexto ecológico. Finalmente resaltan los autores que los esfuerzos y medidas institucionales requeridos para garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas, son relevantes no solo en los países en vía de desarrollo sino también en los propios países ya desarrollados. Los vínculos entre el crecimiento econormco y la aplicación de políticas economicas relacionadas con los problemas ambientales han sido estudiados empíricamente a partir del trabajo pionero de Shafik & Bandyopadhyay (1992) Los autores se centran en el análisis de recursos renovables, considerando el aire, el agua y los bosques como indicadores básicos de los cambios de calidad del medio ambiente. Los resultados sugieren que las economías que experimentan un rápido crecimiento económico e inversión pueden tener una mala calidad ambiental relativa promedio para su nivel de ingresos, si las regulaciones y las respuestas son lentas a las circunstancias cambiantes. Se cita como ejemplo el caso de Corea, que consiguió crecimiento económico e industrialización de manera rápida, pero también con un número considerable de problemas ambientales. Pero si los costos de tecnologías limpias son bajos para las nuevas inversiones, las altas inversiones y el crecimiento económico pueden darse con una calidad ambiental mayor que la media (Shafik & Bandyopadhyay, 1992) En síntesis, es claro que los diversos estudios que abordan la discusión sobre las relaciones entre el crecimiento económico y la calidad del medio ambiente, formalizada mediante la denominada curva ambiental de Kuznets, no son del todo concluyentes. Aunque en algunos casos los estudios empíricos muestran que, a partir de cierto nivel, el crecimiento económico se puede asociar al mejoramiento de algunos indicadores ambientales, se suele argumentar que el solo crecimiento no es suficiente para inducir la mejora ambiental. Se sugiere que el crecimiento debe estar acompañado de políticas e instituciones fuertes, que controlen y compensen las acciones e impactos del desarrollo económico sobre la calidad ambiental. Políticas que también corrijan las fallas en los mercados asociados a los bienes y servicios ambientales, especialmente aquellas relacionadas con la falta de definición de los derechos de propiedad. Sigue entonces abierto el debate en torno a la relación entre el crecimiento económico y el deterioro ambiental. En esta dirección, el presente trabajo busca contribuir en alguna medida a este debate, incorporando en sus mediciones variables que relacionen los cambios en la actividad económica y en la calidad de vida de la población, con la conservación o el deterioro de los ecosistemas naturales. 13 3. Los ecosistemas y la biodiversidad en Colombia Uno de los objetivos centrales del presente estudio es brindar elementos de juicio que contribuyan a la evaluación de la política de conservación de la biodiversidad en el país, con especial énfasis en su implementación en los Andes colombianos. Se debe destacar que dos de los principales componentes de la mencionada política tienen que ver con la declaratoria de parte del territorio Nacional como áreas de manejo especial incorporadas al Sistema de Parques Naturales Nacionales (SPNN) y con las acciones de las autoridades ambientales regionales, en particular, en lo concerniente a los procesos de ordenamiento del territorio asumidos conjuntamente con los municipios como entidades de manejo territorial. Para ubicar los aportes que se puedan derivar de los resultados de este estudio, a continuación se presenta una breve reseña de algunas características especiales de la biodiversidad y de los servicios que prestan los ecosistemas naturales en el contexto nacional. Igualmente se hará mención de las principales características de la política de conservación y uso sostenible de la biodiversidad en Colombia y, especialmente, al desarrollo de la capacidad institucional con que cuenta el país para su implementación. 3.1. La biodiversidad y la degradación de los ecosistemas Con una superficie continental de un millón 142 mil kilómetros cuadrados, que equivale al 0.77% de las tierras emergentes del mundo, se estima que en Colombia hay 1.754 especies de aves (19.4% del total mundial), alrededor de 55.000 plantas fanerógamas y 155 especies de quirópteros (17.22% del total mundial). De allí que el país sea reconocido como uno de los doce países con mayor diversidad biológica en el mundo (Chaves y A rango, 1998; Myers, 1988, citado por Etter et a!., 2005; Hernández, et a!., 1992) Aunque no existen inventarios biológicos detallados y completos, hay evidencia suficiente que permite establecer que la biodiversidad en el territorio colombiano se concentra principalmente en el área de piedemonte y en las estribaciones inferiores de las cordilleras. Según Hernández et al. (1992) existe una marcada relación entre los niveles de biodiversidad y los niveles de precipitación: a mayor humedad mayor riqueza biológica. Se asume que en Colombia el denominado óptimo altitudinal de lluvia (entre los 600 y los 1200 msnrn, correspondiente al cinturón inferior de selva nublada) presenta las cifras más elevadas de especies de flora y fauna tHemández et al., 1992) Los Andes tropicales son considerados por Myers (1988/ como una de las ecorregiones terrestres prioritarias a nivel mundial. Colombia, como parte integrante de esta región (junto con Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia) contribuye con cerca del 23% del área f Citado por Rodríguez el al. (2004) 14 andina total (28,771 km"), exhibiendo un complejo mosaico de ecosistemas producto de la diversidad del clima, geología, geomorfología y suelos (Rodríguez et al.. 2004) Teniendo condición de combinar altos niveles de diversidad con elevados índices de amenaza de la misma, los Andes tropicales han sido catalogados bajo el calificativo de hotspot que congrega a las diez áreas mundiales más amenazadas del planeta (Mittermeier el al., 1999) Se estima que dentro de los Andes se presentan un gran número de hábitat y ecotonos que permiten la presencia, en escalas relativamente pequeñas, de grupos taxonómicos exclusivos y altos números de especies con rangos de distribución que están restringidos a elevaciones específicas u otras unidades biogeográficas. En este sentido esta ecorregión alberga una gran variedad de hábitat que ha propiciado la evolución de un número considerablemente elevado de especies animales y plantas (Mittermeier et al., 1999, citado por Rodríguez et al., 2004) El país vive un proceso acelerado de transformación de su hábitat y de los ecosistemas naturales. Al formular la Política Nacional de Biodiversidad (MMA, DNP e JAvH, 1995) se señaló que el proceso de colonización ha ampliado la frontera agropecuaria mediante la ocupación de vastas regiones del país con marcados conflictos entre el uso efectivo del suelo y su vocación natural. Al respecto se señala que el 45% del territorio nacional se utiliza para fines distintos a su vocación; con un 50% de los suelos presentando algún grado de erosión, nivel que alcanza un 80% de tierras afectadas en la región andina (MMA, DNP e IAvH, 1995) Dentro de las causas directas la pérdida de biodiversidad se identifican las políticas de estímulo a la ocupación y uso del territorio, el surgimiento y consolidación de los cultivos ilícitos, la construcción de obras de desarrollo e infraestructura sin las debidas consideraciones ambientales, la actividad minera, el consumo de leña, los incendios y la introducción de especies foráneas. Así mimo, la explotación maderera bajo prácticas ineficientes y de baja productividad ha afectado amplias áreas de bosque y ha generando una situación en la que se estima que un 42% de la explotación forestal del país es ilegal, Sumado a estos factores, es notable el desconocimiento del potencial estratégico de la biodiversidad. Este fenómeno se manifiesta en la escasa investigación con las consecuentes deficiencias en el conocimiento científico del patrimonio natural del país. Este conjunto de causas, sumado a la débil capacidad institucional y la baja presencia del Estado en las zonas de alta biodiversidad, conduce a una situación de pérdida, en muchos casos irreversible, de biodiversidad en el país (MMA, DNP e IAvH, 1995) De otro lado, en el diagnóstico que sirve de línea de base para la formulación de la Política Nacional de Biodiversidad (MMA, DNP e IAvH, 1995) se estima que la región andina ha perdido más del 74% de la cobertura forestal, mientras que de los bosques secos tropicales solo queda el 1.5% de le extensión original. Algunas de las causas a las cuales se atribuye este grado de deforestación son la expansión de la frontera agropecuaria y la colonización (73%), la producción maderera, (12%), el consumo de leña (11 %), los incendios forestales (2%) y los cultivos ilícitos (2%) 15 Los procesos de deterioro y fragmentación de los ecosistemas, y la consecuente pérdida de biodiversidad, han sido poco analizados en Colombia y, en particular, en la región andina. En buena medida este rezago obedece a las limitaciones de información que impiden identificar con detalle la evolución y los cambios en los ecosistemas. En consecuencia, son pocos los elementos de juicio sustentados en la evidencia empírica que aportan a la formulación de políticas orientadas frenar o detener procesos de degradación. Vergara y Velasco (1892) sientan las bases para efectuar un esquema de división Colombia en pisos climáticos. Por su parte, Van der Hammeny Rangel (1997) presentan recuento detallado de los distintos acercamientos formales y no formales para el estudio la vegetación en el país. En esta misma dirección, el Ideam (1996) realizó un mapa coberturas vegetales, uso y ocupación del territorio, reconociendo y caracterizando forma preeliminar 37 clases de cobertura asociadas a pisos altitudinales y región natural. de un de de de Los adelantos tecnológicos y la incorporación de herramientas de sensores remotos y los sistemas de información geográfica han cobrado cada día mayor importancia en esta área. Mediante su uso es posible delimitar áreas con condiciones uniformes de los componentes de un territorio como elevación, pendiente, clima, suelos vegetación, en polígonos que se pueden considerar ecosistemas, donde ocurren patrones de distribución, estructura y procesos de diferenciación de especies o comunidades que interactúan espacialmente a varias escalas. En este escenario son notorios los avances que se vienen logrando para analizar el comportamiento de los ecosistemas en el país. Dentro de estos esfuerzos se destacan las contribuciones del Instituto Humboldt con la construcción de mapas de ecosistemas, con base un esquema metodológico estandarizado para definir e identificar unidades de ecosistemas que ha sido aplicado en distintas regiones del país (Armenteras et al., 2001, 2002, 2003, 2005 Y 2006; Armenteras, 2002; Romero y Súa, 2002; Rodríguez et al., 2004 y 2004a) Inicialmente el Instituto Humboldt publicó el Mapa General de Ecosistemas de Colombia (Etter, 1998) a escala 1:2000.000 basado en los criterios de Walter (1980) Allí se utiliza el concepto de bioma para definir ambientes grandes y uniformes de la geobiosfera. Estas unidades corresponden a un área homogénea en términos biofísicos, ubicada dentro de un tipo general de bioma y dentro del cual se presentan distintos ecosistemas. En total se identificaron 21 biomas y 62 ecosistemas naturales a nivel nacional. Con la publicación de Metodología para la Definición de Ecosistemas (Romero y Súa, 2002), Ecosistemas de los Andes Colombianos (Rodríguez et al., 2004) y Ecosistemas de la Cuenca del Orinoco Colombiano (Rodríguez et al. 2004a) el Instituto Humboldt plantea un enfoque metodológico basado en las aproximaciones anteriormente planteadas. Pero adicionalmente recoge un esquema compatible y comparable tanto a nivel temporal como a nivel de escala, nacional y regional, con el agregado de ser una metodología aplicada con especificidades de acuerdo con las características propias de cada región del país (Amazonia, Andes y Orinoquia) 16 Las nuevas técnicas de identificación y medición del estado y evolución de los ecosistemas ha permitido el avance reciente del conocimiento sobre las tendencias de la biodiversidad y los ecosistemas en el país, con especial énfasis en la identificación de las tendencias de deforestación. Etter el al. (200Sa) analizan la deforestación en Caquetá, el frente de colonización más significativo en el Amazonas colombiano. Mediante análisis multitemporales y usando imágenes de satélite de los años 1989, 1996, 1999 Y 2002, identifican tasas de deforestación y patrones de regeneración altamente variables: una media anual regional de deforestación del 2.6%, variando localmente entre -1.8% (regeneración) y 5.3%, con tasas máximas en paisajes con cubierta de bosque entre 40-60% Por otra parte identifican el efecto de las políticas y cambios institucionales en el proceso del despeje de tierras, tal como fue el fallido proceso de paz entre el gobierno y las guerrillas entre 1999-2002 que cambia la dirección del proceso de deforestación y aumenta la regeneración del bosque. Igualmente deducen importantes relaciones entre crecimiento económico y deforestación, a partir del contexto histórico, político y económico (Etter et al. 200Sa) Armenteras el al. (2006) por su parte, en un estudio que cubre alrededor del 10% del Amazonas colombiano (4.2 millones de hectáreas), muestran que los patrones de deforestación no se producen paralelos a las vías de acceso terrestre. En su lugar el patrón típico de la colonización improvisada sigue la única red del transporte que existe en muchas áreas de la Amazonía colombiana: los ríos. Por otra parte señalan que el grado y la tasa de cambio de los ecosistemas naturales varían en función de la densidad demográfica de cada región, con tasas anuales de deforestación entre 3.73% y 0.97% en áreas con alta densidad demográfica y entre 0.01 % Y 0.31% en áreas relativamente despobladas. Estos cambios están relacionados con la historia del uso del suelo así como con factores socioeconómicos, ambientales e históricos tales como la extracción del aceite, la deforestación, las haciendas ganaderas o cultivos ilícitos. La situación actual en la región sugiere que las tasas de deforestación del Amazonas colombiano son sustancialmente más altas en los trópicos que en el resto del Amazonas, acorde con lo encontrado en estudios anteriores (Armenteras el al., 2006) Por otra parte, Etter el al. (2005) plantean que los bosques húmedos tropicales de las tierras bajas experimentan varias etapas de cambio de la cubierta del suelo en frentes de colonización en Colombia. La apertura de bosques comienza a menudo, en reducida escala, con la agricultura de subsistencia, seguido por la plantación de pastos introducidos para proteger la tierra descubierta. Los cultivos de subsistencia han sido sustituidos recientemente por cultivos ilegales más rentables, pero el patrón de campos pequeños y aislados persiste. En una fase posterior del proceso de deforestación, las áreas grandes son directamente descubiertas para el pasto y el establecimiento de ganadería semi-intensiva. Cuando la infraestructura y la accesibilidad a los mercados mejoran, mejoran también los precios de la tierra, de tal manera que las áreas de pasto pueden ser sustituidas parcialmente por una agricultura mecanizada e intensiva de cultivos perennes (palma de aceite y cítricos) y anuales (arroz y soya) Las más recientes y más significativas amenazas para las montañas de los Andes y las tierras bajas adyacentes del Amazonas parecen ser los cultivos ilícitos. Se estima que los culti vos de coca en los Andes, en particular en Perú, Bolivia y Colombia, se han 17 incrementado aceleradamente durante los últimos 20 años, dando como resultado la destrucción de unos 2.4 millones de hectáreas de bosque tropical (US-DS, 1999). Los cultivos ilegales están situados sobre todo en áreas de bosque tropical y terrenos montañosos alejados del control gubernamental. Los cultivos ilícitos, por tanto, se extienden más allá de las fronteras tradicionales de bosques, convirtiéndose en una amenaza seria para las áreas vírgenes aisladas donde no existe fácil acceso de transporte terrestre. Sin embargo parece ser que de todas formas grandes extensiones del Amazonas colombiano han sido protegidos pasivamente debido a su relativa inaccesibilidad (Armenteras et al., 2006) Adicionalmente en el año 2002 el Instituto Humboldt, conjuntamente con el Programa de Desarrollo Humano del DNP dio inició a la implementación de una metodología de construcción y seguimiento de índices sintéticos de estado de los ecosistemas y de estimación de su relación con índices de presión antrópica y de respuesta de política de protección y conservación (Sarmiento et al., 2002). El objetivo este estudio, antecedente directo de la investigación que aquí se presenta, fue analizar las relaciones existentes entre los cambios en el estado de la biodiversidad (áreas e índices de fragmentación de los ecosistemas) y los factores de acciones humanas que inciden sobre estos cambios de estado de la biodiversidad. Para tal objetivo se implementó un método de cálculo de indicadores sintéticos (compuestos por indicadores simples) que permitieran medir las diferencias en el tiempo (cambios temporales) y en el espacio (corte transversal) de distintos estados de la biodiversidad y de las presiones que sobre ella ejercen las acciones humanas. En primera instancia se delimitaron los fragmentos de paisajes de manera que correspondieran a las áreas de definición de la diversidad con las divisiones político administrativas. Se seleccionaron entonces, de acuerdo con los avances analíticos y la información aportada por la Unidad SIG del Instituto Humboldt, los índices de fragmentación más relevantes y se estimaron los valores que corresponden a las áreas definidas. Con la aplicación de análisis factorial y de componentes principales se agruparon los índices en dimensiones y se seleccionó un grupo de variables socioeconómicas Proxy de presiones antrópicas sobre el ecosistema. Por último se estimó, a través del análisis de regresión múltiple, el efecto de cada variable socioeconómica sobre el índice de fragmentación generado. Las unidades de observación para este estudio fueron el municipio, en lo concerniente a las variables socioeconómicas, y los fragmentos del paisaje, en la definición de variables definidas de fragmentación en la región Andina (Sarmiento et al., 2002) Entre los logros de este estudio se cuentan la construcción de un índice sintético a partir de índices simples de fragmentación, así como la identificación de varias dimensiones para el indicador, lo cual muestra la complejidad del fenómeno de fragmentación en Colombia. Por otra parte, el análisis de la relación entre los índices de fragmentación y las variables socioeconómicas mostró que el manejo del agua y su relación con el número de habitantes es el principal factor de presión sobre los dos ecosistemas analizados. (Sarmiento et al., 2002) 18 3.2. La política de conservación y uso sostenible de la biodiversidad Las políticas ambientales como disposiciones de ley surgen en Colombia a principios del siglo pasado y adquieren especial importancia en la década de los años setenta con la promulgación del Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente." En los últimos años, con la inclusión de principios de protección del medio ambiente en la Constitución Política de 1991 y la creación del Sistema Nacional Ambiental (SINA) en 1993, se dan importantes avances en la estructuración de una institucionalidad para el manejo de la política ambiental en el país. En 1994 se define la Política Ambiental Nacional - El salto social hacia el desarrollo humano sostenible, la cual establece que en las políticas de crecimiento urbano, industrial y agrario, así como en el comercio exterior y las relaciones internacionales se deben tener en cuenta consideraciones ambientales. En esta dirección, la Política Nacional Ambiental fijó cuatro objetivos básicos: promover una nueva cultura del desarrollo, mejorar la calidad de vida, realizar una gestión ambiental sostenible e impulsar la producción más limpia (MMA, 1998). Como parte integral de dicha política, Colombia ratifica en el mismo año el Convenio sobre la Biodiversidad suscrito en Río de Janeiro en 1992 comprometiéndose a implementar políticas orientadas a la conservación de la biodiversidad, su uso sostenible y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de este uso. En cumplimiento del mandato del Convenio sobre la Biodiversidad se estructura una Política Nacional de Biodiversidad fundamentada en cuatro principios: (i) la biodiversidad es patrimonio de la nación y tiene un valor estratégico para el desarrollo presente y futuro del país; (ii) la diversidad biológica tiene componentes tangibles (moléculas, genes y poblaciones, especies y comunidades, ecosistemas y paisajes) e intangibles (conocimiento, innovaciones y prácticas culturales asociadas); (iii) la biodiversidad tiene un carácter dinámico en el tiempo y el espacio, y se deben preservar sus componentes y procesos evolutivos; y (iv) los beneficios derivados del uso de los componentes de la biodiversidad deben ser utilizados de manera justa y equitativa en forma concertada con la comunidad. Estos principios tienen en cuenta el hecho de que la biodiversidad es vital para la existencia humana por los servicios ambientales que se derivan de ella y por sus múltiples usos, entre los que se destacan la alimentación, los combustibles fósiles así como subproductos de ella, y las fibras naturales (MMA. DNP e IAvH, 1995) A su vez, la Política Nacional de Biodiversidad se basa en tres estrategias: la conservación, el desarrollo del conocimiento y la utilización sostenible de la biodiversidad. Se identifican también los instrumentos para facilitar la implementación de la política a través de acciones relacionadas con la educación, la participación ciudadana, el desarrollo legislativo e institucional, y los incentivos e inversiones económicas (MMA, DNP e IAvH, 1995) g Ley 23 de 1973 y Decreto Ley 2811 de 1974. 19 La estrategia de conservación incluye medidas de conservación in situh a través del sistema de áreas protegidas, la reducción de los procesos y actividades que causan pérdida o deterioro de la biodiversidad y la recuperación de ecosistemas degradados y especies amenazadas. La estrategia de conocimiento abarca la caracterización de componentes de la biodiversidad en los niveles ecosistémico, de poblaciones, especies y genético, y la recuperación del conocimiento y de las practicas tradicionales. Y la estrategia de utilización busca impulsar el uso de sistemas sostenibles de manejo, apoyar y promover el establecimiento de bancos de germoplasma y programas de biotecnología, diseñar e implementar sistemas de valoración multicriterio de la biodiversidad y mecanismos para la distribución equitativa de beneficios derivados de su uso (MMA, DNP e IAvH, 1995) Por otra parte se plantea la ejecución de ésta política mediante un Plan de Acción Nacional, en el cual se definen los responsables de las diferentes acciones y los recursos humanos, institucionales, de infraestructura y financieros para la implementación de las estrategias e instrumentos. Este Plan de Acción Nacional se diseñó para ser acompañado de planes de acción regionales liderados por las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, en donde se definirían las actividades prioritarias para las regiones y sus mecanismos específicos de implementación (Ferreira y Fandiño, 1998) En el marco de las políticas antes mencionadas, las autoridades ambientales nacionales y regionales asumen el reto de frenar los procesos de fragmentación y degradación de ecosistemas. Se plantea en esta dirección ejecutar planes de ordenamiento territorial, regionales y locales, e incorporar criterios técnicos sobre el manejo adecuado de la biodiversidad en la asignación de licencias ambientales (MMA, DNP e JAvH, 1995). En este contexto cobra una gran importancia el territorio; elemento que incorpora la dimensión espacial de la problemática ambiental y que es fundamental en la coordinación de estas políticas con otras del nivel sectorial. El punto de encuentro de los procesos de ordenamiento territorial y ordenamiento ambiental del territorio se da en la planificación del uso del territorio, como factor básico para avanzar hacia el desarrollo sostenible (Andrade, 1996) El Plan de Acción Nacional de Biodiversidad es consistente con uno de los principios básicos de la política de ordenamiento territorial al contemplar: (i) el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP); (ii) los ejes interrnodales que se proponen en desarrollo de la estrategia de reducir los procesos de deterioro de la biodiversidad; (iii) los sistemas de manejo sostenible; y (iv) las áreas prioritarias para la restauración y recuperación de especies (Ferreira y Fandiño, 1998) Por otra parte, la formulación de la política ambiental en general, y de la política de biodiversidad en particular, ha estado acompañada de importantes avances en la estructuración de un sistema institucional orientado a su implementación. En un comienzo el énfasis recayó en entidades como el Inderena y el Himat y la política ambiental se identificó principalmente como una política del manejo de los recursos naturales h Por conservación in si/u se entiende la conservación de los ecosistemas y el hábitat natural y el mantenimiento y recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales y, en el caso de las especies domesticadas y cultivadas, en los entornos en que hayan desarrollado sus propiedades específicas. 20 renovables. Posteriormente las corporaciones autónomas fueron transformadas en un instrumento para el manejo ambiental territorial en las regiones. Se fue perfilando así un proceso de descentralización del marco institucional ambiental, dirigido por el Ministerio del Medio Ambiente como ente rector y centralizador de esta política. Se deja entonces un amplio margen para la ejecución descentralizada y para una participación política y fiscal local en el manejo específico del medio ambiente en cabeza de las corporaciones autónomas regionales y de desarrollo sostenible, de las autoridades ambientales de grandes centros urbanos y de los departamentos y los municipios como entidades territoriales básicas. Sin embargo, a juicio de algunos autores el desarrollo de dicha institucionalidad no ha estado a la altura de las expectativas. Se argumenta que la concepción institucional con la cual se formuló esta política subestimó las restricciones de economía política y de poder de los agentes políticos, quienes asignaron mayor prioridad a sus intereses particulares que a la protección del medio ambiente en general (Wiesner, 1997). De otro lado, se señala que, aunque las inversiones del Estado en el medio ambiente tienen la potencialidad de contribuir al alivio de la pobreza y al desarrollo económico, los hechos muestran que esas contribuciones han sido poco frecuentes, indirectas y de bajo impacto (Ibáñez y Uribe, 2003) 3.3. La política de conservación de la biodiversidad y las áreas protegidas El Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) se ha venido consolidando en el país durante las últimas tres décadas como uno de los componentes básicos de la Política Nacional de Biodiversidad. Está conformado actualmente por 49 áreas protegidas que cubren alrededor de 10 millones de hectáreas, cerca de la décima parte del territorio continental del país. Los principales objetivos del SPNN se orientan a garantizar la preservación de los recursos naturales en las áreas protegidas, mediante la conservación de la diversidad biológica y de los procesos ecológicos necesarios para el desarrollo humano. La conformación de áreas protegidas pretende, en síntesis, prevenir el deterioro de los recursos naturales y evitar así asumir un papel restaurador. La definición de un manejo especial para el territorio del SPNN parte de reconocer que la biodiversidad provee servicios ambientales básicos a la economía del país, dentro de los cuales se destacan entre otros la regulación del recurso hídrico, el ecoturismo, la conservación de la diversidad biológica y la captura de dióxido de carbono. Las características de las áreas protegidas del SPNN difieren dependiendo de sus particularidades intrínsecas y de su localización geográfica. La región Andina reune el mayor número de áreas protegidas. Ellas se caracterizan por exhibir altos índices de biodiversidad al tiempo que son de vital importancia en la preservación de la oferta hídrica. Así mismo, tienen una considerable presencia de comunidades indígenas y son las áreas mejor dotadas en cuanto a capacidad instalada y servicios recreativos. Finalmente, en la región Andina están las áreas protegidas que presentan los mayores niveles de presión poblacional y de las actividades productivas (Carriazo et al., 2003) 21 La región Caribe, con la quinta parte de las áreas protegidas y 5% del área del SPNN, atrae el mayor número de visitantes y enfrenta una alta presión de la población; No obstante, sus municipios aledaños reportan altos índices de pobreza. Los parques de la región de la Amazonía y Orinoquia cubren la mayor extensión de territorio, tienen los índices de biodiversidad más altos y cerca de 75 por ciento de sus áreas cuentan con presencia indígena. Por último, la región Pacífica es la zona con menor presencia de áreas protegidas tanto en número como en extensión y reporta los mayores índices de pobreza (Carriazo et al., 2003) Un estudio reciente de la Universidad de los Andes (Carriazo et al., 2003) estimó los beneficios del aporte económico del SPNN a la economía colombiana, mediante la conservación del recurso hídrico, la generación de ecoturismo, la regulación del clima y la conservación de la biodiversidad in situ. Se estimó que el SPNN abastece de agua de forma directa; mediante la protección de cuencas y otros cuerpos de agua, al 31 % de la población colombiana, e indirectamente a otro 50% de la población. Así mismo se identificó que el recurso hídrico proveniente del SPNN es indispensable para la generación de energía hidroeléctrica, la oferta de distritos de riego y la producción industrial. Además resaltan que la relación entre el recurso hídrico y los ecosistemas es bidireccional: el agua cumple un papel esencial en el funcionamiento de los ecosistemas y, a su vez, los ecosistemas son determinantes en el comportamiento, almacenamiento, disponibilidad, calidad y regulación de los sistemas hídricos. Le asignan entonces al SPNN un papel fundamental en la dinámica, disponibilidad y calidad del recurso. En especial resaltan que los ecosistemas asociados a la alta montaña y al páramo, los sistemas cenagosos y los humedales, las zonas de recarga de acuíferos y los bosques densos y húmedos son estratégicos por su gran potencial de almacenamiento y regulación hídrica. De otro lado, el citado estudio muestra que los ecosistemas naturales protegidos por el SPNN; con 18 áreas habilitadas para el turismo y un promedio anual de más de 400 mil visitantes, proveen un flujo constante de servicios turísticos que generan beneficios económicos y sociales a los visitantesi. Así mismo, el SPNN contribuye a la protección contra el cambio climático y a la salvaguardia de la biodiversidad, mejora el medio ambiente global al conservar la biodiversidad in situ y al capturar dióxido de carbono. Las áreas protegidas albergan 28 de los 41 distritos biogeográficos, protegen cerca de 40% de los centros de endemismo identificados y contiene dos de las más importantes zonas de alta biodiversidad mundial: el corredor del Chocó Biogeográfico y los Bosques Amazónicos (UAESPNN, 2001a, citado por Carriazo el al., 2003) Aplicando técnicas de valoración mediante la transferencia de beneficios/ el estudio estima los aportes económicos del SPNN a la economía nacional y los contrasta con la baja asignación de recursos financieros para su administración y mantenimiento. Resalta algunos ejemplos elocuentes de estos aportes: el aumento de caudales del SPNN deriva en Destacan que el Sistema de Parques provee una amplia gama de servicios recreativos que van desde las actividades pasivas de observación del paisaje, de flora y fauna y las caminatas, hasta la pesca, el montañismo. el rafting y muchas otras actividades propias de la recreación activa. J La transferencia de beneficios es el traspaso del valor monetario de un bien ambiental --denominado sitio de estudio-- a otro bien ambiental --denominado sitio de intervención (Brouwer, 2000 citado por Carriazo el al., 2003) l 22 beneficios por 91 mil millones de pesos; los beneficios recreativos anuales oscilan entre 2.3 y 6.9 mil millones de pesos; y la conservación de la diversidad biológica significa beneficios para la economía global de 6.5 mil millones de pesos. En contraste, muestran que el presupuesto asignado al SPNN para su administración y conservación, más las rentas propias generadas por el eco turismo, están alrededor de los diez mil millones de pesos anuales, es decir cerca de 13% de los beneficios generados solo por el aumento de caudales (Carriazo el al., 2003) 23 4. Relación entre ecosistemas naturales y actividades humanas; marco metodológico La descripción del estado y los cambios en los ecosistemas se lleva a cabo a partir de diversos tipos de indicadores geográficos orientados a medir su forma, tamaño y calidad. Sin embargo, para incorporar en el análisis la incidencia de las acciones humanas es necesario construir índices que sinteticen la información sobre los ecosistemas, así como esquemas analíticos que permitan establecer su relación con diferentes tipos de presiones antrópicas y medidas de política orientadas a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Esta sección se centra en la metodología de construcción de indicadores de estado y de cambio de los fragmentos del ecosistema natural de bosque subandino," y en la selección de modelos analíticos adecuados para identificar las relaciones entre estos indicadores y las acciones antrópicas. Igualmente se hace referencia a algunos de los más importantes estudios sobre medición y análisis de ecosistemas, y en particular aquellos que tienen que ver con la pérdida de cobertura vegetal o deforestación. 4.1. Medición y análisis de ecosistemas Las últimas décadas se han caracterizado por mostrar un creciente interés en el análisis de las causas de la deforestación producto de diferentes factores geográficos y antrópicos. Sin embargo, las investigaciones sobre el tema se han hecho a partir de una gran variedad de mediciones y niveles de agregación. Los estudios a nivel macro sobre pérdida de cobertura vegetal que han tomado como unidad de análisis el país se han basado principalmente en la tasa de deforestación' (Bhattarai & Hamming, 2001; Koop & Tole, 1998; Shajik & Bandyopadhyay, 1992) o en categorizaciones de ésta tasa: deforestación baja, media o alta en Mahapatra & Kant (2002) y deforestación alta o baja en Rudel & Roper (1997) De otro lado, las investigaciones micro a nivel de ejido," parcela, hogar o pixel han hecho uso de variables proxy de deforestación de tipo dicotómico, politórnico y continuo. En el primer caso, se ha definido de forma dicotómica el uso de la tierra como bosque natural transformado (deforestado) o no transformado (Vanee & lovanna, 2005; Geoghengan et al., 2001; Apan & Peterson, 1998; Etter el al. 2005); o como tierra para pastura y agricultura (implica bosque deforestado) versus bosque natural (Alaix-Garcia et al., 2002) De forma politómica el uso de la tierra es definido en Agarwal el al. (2004) como bosque deforestado, degradado o maduro; y en Chomizt & Gray, (1995) como vegetación natural, granja de semisubsistencia o granja comercial. Finalmente, variables continuas como el Elfragmento hace referencia a la unidad mínima de observación. Para efectos del presente estudio estas unidades básicas son los fragmentos del bosque natural subandino, localizado entre los 1100 y los 2200 msnm en la cordillera de los Andes en Colombia, y que fueron identificados y caracterizados por el Laboratorio de Biogeografla y Análisis Espacial del Instituto Humboldt para el año 1985 (Rodríguez et al., 2004) I Cambio en el área de bosque de un país en un período determinado. m Campo de uso comunitario por parte de los aldeanos de un pueblo. k 24 porcentaje de tierras de labranza en zonas boscosas (Muñoz 1992; Pichón, 1997)n y el cambio en la distancia de los centros poblados a los bosques (Casse et al., 2002) son algunos ejemplos, entre otras medidas, de las variables proxy empleadas en los análisis sobre deforestación. Además de que ha sido característico el uso de un gran número de variables proxy para medir la deforestación, los análisis sugieren también que en su determinación incide una amplia variaedad de factores. Por una parte se consideran factores geográficos tales como la altitud, la pendiente y las condiciones del terreno para la agricultura (Vanee & Iovanna , 2005; Agarwal et al., 2004; Chomizt & Gray, 1995); y factores socioeconómicos como la población", el producto interno bruto (PIB),P las vías de comunicación y la cercanía de mercados locales (Vanee & Iovanna, 2005; Mahapatra & Kant, 2002; Agarwal et al. 2004; Chomizt & Gray, 1995; Bhattarai & Hamming, 2001; Koop & Tole, 1998; Rudel & Roper, 1997; Shafik & Bandyopadhyay, 1992; Geoghengan et al., 2001; Etter et al. 2005). Finalmente, en algunos estudios a nivel de país se ha comprobado que la deuda externa está significativamente relacionada con la tasa de deforestación (Mahapatra & Kant, 2002; Bhattarai & Hamming, 2001) 4.2. Indicadores sintéticos de estado de los fragmentos En las etapas previas al presente estudio (Sarmiento el al., 2002) se puntualizó que las características deseables de un índice son su validez y su relevancia. La validez hace referencia a que el indicador tenga significado dentro de los objetivos del estudio; la relevancia a que tenga sentido en el contexto de toma de decisiones. Desde el punto de vista de su aplicación, un indicador debe ser ante todo calculable (factible), fácilmente entendible (simple), objetivo (científicamente replicable), y debe permitir comparaciones geográficas y temporales (comparable) Así mismo, los indicadores pueden ser clasificados como simples o complejos. Los indicadores simples resultan de un determinado tipo de medición o aproximación a un fenómeno. En contraste, los indicadores complejos se derivan de la síntesis de un conjunto de mediciones sobre un fenómeno particular. La conveniencia de usar uno u otro tipo de indicador depende de la complejidad del fenómeno a analizar. En aquellos casos en los cuales la aproximación al fenómeno de estudio se hace a partir de varios tipos de medición, es conveniente sintetizar la información disponible en un indicador o conjunto de indicadores de tal forma que la pérdida de información original sea mínima y la lectura; a nivel agregado de la nueva variable de síntesis, guarde la más cercana relación con el sentido original de las mediciones. Uno de los objetivos centrales del presente estudio es estructurar indicadores que den cuenta del estado y de los cambios de los fragmentos de bosque natural; y desarrollar n o P Citados por Kaimowitz & Angelsen (1998) Expresada como densidad poblacional o tasa de crecimiento de la población en un período de tíempo. Expresado como PIB total, tasa de crecimiento del PIB o PIB per cápita. 25 modelos de análisis de los cambios en estos fragmentos ante presiones antrópicas y acciones de política pública. Se seleccionaron como unidades de análisis los fragmentos de un tipo de cobertura vegetal (bosque natural subadino), en un momento inicial (mediados de la década de los años ochenta), para contrastarlos con su estado en un momento posterior (inicios de la primera década de los años dos mil) De otro lado, las variables explicativas de los cambios en los fragmentos fueron clasificadas en tres grandes categorías: variables de características intrínsecas de los fragmentos, variables de presión antrópica y variables de respuestas de política. La medición de estás variables se hace a nivel de fragmento, municipio y departamentos. 4.2.1. Indicadores sintéticos y análisis de componentes principales Para el presente estudio se seleccionó como unidad de análisis el fragmento de bosque natural localizado en el ecosistema subandino de la cordillera de los Andes, definido como la unidad continua de este tipo de bosque existente en 1985. El bosque subandino" ha sido caracterizado por el Instituto Humboldt como una de las múltiples formaciones vegetales originadas en el "complejo mosaico de ecosistemas producto de la diversidad de clima, geología, geomorfología y suelos" de la ecorregión de los Andes tropicales en Colombia, las cuales "han cobrado importancia en el contexto nacional y mundial por ser ecosistemas únicos, frágiles y estratégicos, en donde las presiones antrópicas han reducido el hábitat para las especies que allí se desarrollan" (Rodríguez et al., 2004) Este tipo de bosque se localiza primordialmente en el piso bioclimático subandino de las tres cordilleras andinas colombianas (Occidental, Central y Oriental) aproximadamente entre los 1.100 y los 2.200 metros sobre el nivel del mar (Rodríguez et al., 2004) Por otra parte, para efectos de analizar el cambio de estado de cada fragmento durante el período de estudio (1985-2000) se identifican en el área ocupada por cada fragmento en 1985, tres estados de cobertura vegetal en 2000: cobertura de bosque natural, caracterizada por no haber sido intervenido durante el período de estudio; cobertura siminatural, con presencia de bosques remanentes y vegetación secundaria; y cobertura antrápica, con monocultivos, vegetación dominada por el café tradicional o en asocio, cultivos semestrales en general, pastizales y plantaciones forestales (Rodríguez et al., 2004) Para describir los fragmentos se dispone de una amplia gama de índices de estado medidos por el Laboratorio de Biogeografia y Análisis Espacial del Instituto Humboldt mediante sistemas de información geográfica y aplicando el programa Fragstats,' Para este trabajo fueron seleccionados aquellos índices que se refieren a la forma y la calidad de un fragmento de bosque en particular (McGarigal et al., J 995) Respecto a la forma de los fragmentos se obtuvieron mediciones de área, perímetro, la razón entre perímetro y área (PARA), el índice de forma (SHAPE) y el índice de dimensión fractal (FRAC). La "Los bosques subandinos se caracterizan por la presencia de hemiepíficas, y en ellas las familias predominantes son Araceae, Moraceae y Orchidaceae" (Rodríguez el al, 2004, con base en Wolf 1989, 1993) r Los sistemas de información georreferenciada (SIC) constituyen la herramienta más utilizada como base de análisis de la fragmentación de los ecosistemas y de los patrones de paisaje. La información provista por estos sistemas se trabajó a través del software especializado Fragslats (McGarígal el al., 2002) con el cuál se calcularon los diversos métricos de paisaje que se emplean en el presente estudio q 26 aproximación a calidad, entendida como el deterioro en el área natural de los fragmentos entre 1985 y 2000, se hace a través del área del fragmento en bosque natural en 1985 y en el 2000, el área del fragmento en el 2000 en bosque natural semi-intervenido y el área del fragmento transformado a actividad antrópica. Todas estas mediciones de estado de los fragmentos plantean la necesidad de establecer un método de síntesis de información que permitiera construir uno o más indicadores susceptibles de ser incorporados dentro de modelos de análisis relacionales. Aplicando el método estadístico de análisis de componentes principales (A CP) es posible avanzar en esta dirección. Se obtienen variables de síntesis que explican la mayor parte de la variación total de un conjunto de información de origen, a través de una o más combinaciones lineales de un grupo de variables (Pearson, 1901) Para el caso del presente estudio, la primera componente principal de las variables de tamaño, forma y calidad de los fragmentos constituye el indicador de estado de los fragmentos, al ser la representación lineal más simple de los datos y la que explica la mayor parte de la variabilidad de la información original. Del mismo modo, al aplicar la misma transformación a las variables de tamaño, forma y calidad de los fragmentos expresadas en términos de cambios porcentuales, es posible generar también un indicador de cambio en el estado de los fragmentos. A continuación se explica en detalle el método de construcción del índice de estado de los fragmentos. Posteriormente se adapta esta misma metodología para construir el índice de cambio en el estado de los fragmentos. En términos generales la primera componente principal de las variables de tamaño, forma y calidad de los fragmentos, es decir el indicador de estado de los fragmentos (hFijÜ, está representado por ¡' 1¡"¡" l"lk = ~r ¿ P X PIJ k (1) p~1 donde las ponderaciones yp corresponden a los pesos de cada una de las variables p de forma y calidad de los fragmentos (Xpuk) en el indicador sintético del fragmento i del municipio j en el departamento k. Las relaciones entre la forma y el tamaño de los fragmentos son medidos a través de tres indicadores obtenidos directamente por el programa Fragstats: relación perímetro/área (PARA), índice de forma (SHAPE) e índice de dimensión fractal (FRAC) El índice de forma más simple, denominado (PARA), corresponde a la razón entre el perímetro del fragmento y su área, tal como se enuncia en la ecuación (2) 27 donde Pu" denota el perímetro en metros del fragmento i del municipio j en el departamento k, y ay" el área en metros cuadrados del fragmento ijk. La principal debilidad de este indicador es que es muy sensible al tamaño del fragmento. En fragmentos con la misma forma pero con distinto tamaño, el índice PARA puede tomar diferentes valores. Esta sensibilidad al tamaño de los fragmentos hace del índice PARA un indicador inconveniente de estado, en especial cuando las diferencias en los tamaños de los fragmentos son muy grandes'. Por estas razones este indicador no será tenido en cuenta en la construcción del índice de estado de los fragmentos. El índice de forma SHAPE mide la complejidad de la forma del fragmento, comparada con una forma estándar cuadrada o casi cuadrada del mismo tamaño. Este método de medición permite corregir en parte el problema de dependencia del tamaño del indicador más simple (PARA) En formas muy compactas (cuadradas o casi cuadradas) el valor del indicador es 1 y está definido por SHAPE "k ::::_PUk . mm (3) PI/k donde PlJk denota el perímetro del fragmento en términos de número de celdas y min Pijk el perímetro minimo del fragmento en términos de número de celdas para un fragmento de referencia de forma compacta (cuadrada o casi cuadrada) Finalmente, otro tipo de índice basado en la relación área-perímetro es el índice de dimensión fractal (FRAC) Al estar basado en la geometría fractal (Mandelbrot, 1982) este tipo de indicador puede ser aplicado a formas planas espaciales a diferentes escalas. En términos generales, el índice de dimensión fractal, es una versión más elaborada de los índices PARA y SHAPE. Permite medir el grado de complejidad de formas planas, estandarizado la relación entre perímetro y área en un rango de 1 a 2, al tiempo que minimiza el efecto del tamaño del fragmento. Estas características lo hacen idóneo en la construcción de los indicadores de estado y cambio en los fragmentos. Para formas planas muy simples, tales como CÍrculos o cuadrados, el valor del indicador es 1; Y para formas muy complejas es 2. El índice de dimensión fractal (FRAC) está definido como 2Ln(O.25 Pi/k) FRAC"k = ----- (4) Lna"k donde Pijk denota el perímetro en metros del fragmento ijk y aijk el área en metros cuadrados del fragmento ijk. De otro lado, para tener en cuenta el grado de deterioro de un fragmento en un momento determinado se calcularon dos índices: un índice de pérdida del bosque natural (IPN) y un índice de intensidad de la actividad antrópica (lAN) En el presente estudio hacen parte del mismo análisis fragmentos hectáreas y fragmentos de menos de 100 hectáreas s con áreas que superan las 200 mil 28 Para calcular estos índices se identifican en cada fragmento tres tipos de estados: área de bosque natural no intervenido (Nat), área de bosque parcialmente intervenido o en estado semi natural (SNat) y área totalmente intervenida por acción antrópica (Ant) De esta forma el índice de pérdida del bosque natural (lPN) mide en un momento t la porción del fragmento que se encuentra en un estado distinto al de bosque natural no intervenido. Queda así definido, en una escala de O a 100, por la expresión 11, := IN'J" (SNat ~Ic + Ant ~Ic ) ] ~-------~ *100 [_ (Nat :¡Ic+ SNat :¡Ic+ Ant :,k) (5) donde las variables Nat:,k' SNat:,k y Ant'~k miden respectivamente la porción del fragmento ijk en bosque no intervenido, parcialmente período t. intervenido y totalmente intervenido en el De otro lado, el índice de intensidad de la actividad antrópica (JAN) mide la proporción del área del fragmento que ha sido completamente transformada por la actividad antrópica. El peor escenario posible es cuando en un fragmento ha sido eliminado todo vestigio de bosque natural y su área se ha transformado totalmente a actividades antrópicas. De esta forma, el índice de intensidad de la actividad antrápica (JAN) en un momento t queda definido en una escala de O a 100 por la expresión (Ant := I ~ ) [_(Nat ~k + SNat :,k + Ant ~k)_ *100 (6) donde las variables Nat:,k' SNat~k y Ant:¡k miden respectivamente la porción del fragmento ijk en bosque no intervenido, parcialmente período t. 4.2.2. intervenido y totalmente intervenido en el Indicador de estado e indicador de cambio de estado de/fragmento A partir de la información correspondiente al tamaño, la forma y la calidad del fragmento se plantean dos tipos de indicador para reflejar el estado de los fragmentos: índices de estado del fragmento; e índice de cambio en el estado del fragmento. a) Indicador de estado del fragmento en un momento t determinado lI~F J Este indicador se construye en dos etapas. En la primera se calcula el indicador de estado del fragmento (hF) a partir del análisis de componentes principales (tal como se indicó en la sección 4.2.1) tomando como punto de referencia el cálculo en el momento f de las variables de calidad y forma para todos los fragmentos. De esta forma el Ier queda definido como 29 /E/F IJk = cS.,' FRA C.1k + e5.2' ¡P'Noo + e5.31 'l donde las ponderaciones a/ IJk t; 'N (7) Ijk corresponden a los pesos de cada una de las variables 1 de al momento t En la introducción de esta sección se señaló que una de las propiedades deseables en indicador es que sea comparable a través del tiempo (Sarmiento et. al., 2002) Este es requisito que exige escoger un año base para realizar las comparaciones. Para construir ler de un año cualquiera t ;f. f preservando esta propiedad, se aplican las ponderaciones las variables obtenidas a través del análisis de componentes principales (ACP) para año f a las variables de calidad y forma en cualquier otro año t :t i , así: un un el de el forma, calidad y tamaño de los fragmentos en el 1EF correspondiente 'Jk seleccionado. 1 I~FI'k ~ - = 81 FRAC~'k + 82/ + 8]/ I~Nijk I~Nijk (8) A través de esta alternativa se garantiza la propiedad del indicador de que sea comparable en el tiempo y se dispone de una medición replicable para períodos pasados o futuros, manteniendo como año de referencia el año t : b) Indicador de cambio en el estado del (fagmento en un período l((~I;~.~I) J Se construye a partir de las variaciones entre el año (y el año (-1 de las variables de forma y calidad de los fragmentos. El JeEF está definido como la primera componente principal de las variables FRAC, lPN e IpN expresadas en términos de los cambios ocurridos durante el período en cuestión, así: 1 Ie(IE"p-l) yk =Y[ 1_1 ~%FRACr"k ~ +Y2 1 1 ~IpN·ok 1-1 1] +Y3 ~IAN"k 1-1 (9) 1] donde { tl% 1-1 cambio porcentual en la variable X: ~%X=(I{-1 XI )*100, XH (O::;;X<oo) I cambio absoluto del índice Y: ~ Y =o: (y, - Y,-I ), (O:::; r s 100) 1-1 En la ecuación (9) el peso de cada una de las variables 1 de cambio en el indicador sintético está resumido en los coeficientes y,. Para el caso particular del presente estudio se seleccionó como año de referencía 1= 1985. 1 --, = 2000 Y como afio 30 4.3. Modelos de impacto de actividades antrópicas En esta sección se presenta una breve reseña de los principales aspectos metodológicos tenidos en cuenta la modelación, estimación y análisis de la deforestación en trabajos de investigación previos (ver Recuadro) Tomando como referencia estos antecedentes, se presentan a continuación los modelos finalmente seleccionados para el presente estudio. 4.3.1. Modelos de análisis previos La revisión de experiencias nacionales e internacionales sobre el tema aporta elementos que serán tenidos en cuenta en las estimaciones propuestas en las secciones siguientes. a) Curva ambiental de Kuznets En los modelos de mínimos cuadrados ordinarios se asume que la relación entre las variables independientes y la variable dependiente es lineal. Este supuesto, aunque facilita la lectura de los coeficientes del modelo, puede conducir a interpretaciones herradas de los efectos marginales de los regresares en el modelo a estimar. Como se reseñó en las secciones iniciales del presente trabajo, varios estudios han analizado la relación entre crecimiento económico y distintas mediciones de calidad ambientaL u En muchos casos se ha encontrado que esta relación parece seguir una trayectoria de U invertida, motivando la discusión conceptual y la comprobación empírica de lo que se ha denominado como curva ambiental de Kuznets (Mahapatra & Kant, 2002) Una forma de verificar esta hipótesis, manteniendo la especificación lineal entre variable dependiente y variables explicativas, es teniendo en cuenta en las estimaciones transformaciones tipo spline" de la variable de ingreso (Soumyananda, 2004) También es frecuente el uso de modelos de regresión logística binomial y multinomial para explicar los determinantes de la deforestación (Mahapatra & Kant, 2002; Geoghengan et al., 2001; Apan & Peterson, 1998; Chomizt & Gray, 1995; Rudel & Roper, 1997; Etter et al. 2005). En esta línea de análisis se destacan los estudios de Vanee & Iovanna (2005) y Agarwal et al. (2004), los cuales además tienen en cuenta la naturaleza espacial de la deforestación introduciendo estructuras jerárquicas en sus estimaciones. A continuación se una breve referencia a las ventajas analíticas que ofrecen los modelos multinomiales y jerárquicos. Uno de los estudios empíricos pioneros que analiza la relación entre los resultados de las acciones del ser humano y los procesos de deterioro ambiental y, en especial, la relación entre el crecimiento económico y la degradación del ambiente, fue el realizado por Shafik & Bandyopadhyay (1992). v Por ejemplo, utilizando en los modelos de regresión la variable de ingreso en nivel, al cuadrado y al cubo. u 31 Recuadro. Principales estudios Estudio Vanee & Iovanna, 2006 Casse et al., 2004 Mahapatra & Kant, 2005 que tnuoiucrari modelos de deforestocion Nivel de Variable Tipo de variable Agregación dependiente devendiente Tres niveles: pixel. parcela, Ejidos. Sólo se modelan los 2 primeros. península de Yucatán Uso de de la tierra Hogares de Madagascar Con tíuua: expresada Cambio en la como diferencia de distancia del hogar logaritmos entre al bosque 1985/95 o 1985/98 País Tipo de modelo Dicotómica: eptxel de Logít Multíruvel, bosque convertido en un Estimado a través de periodo de 7-15 anos. RlGLS O=Pixel no convertido. í Tasa de deforestación Polttonuca: 3 categorías de orden de deforestación (baja, media y alta) Geoghengan et aí., 200 I Pixel (25m) en el primer modelo. Parcela en el segundo. Deforestación Polítomíca: Agarwal et al., 2005 Apan & Peterson, 1998 Pixel (lKm), municipio Pixel (l420mx1350ml Uso de la tierra ~ so de la tierra sígnljlcativas (en Pendiente del Pixel 1-) Elevación del Pixel (-) Suelo de Altiplano (+} Tamaño parche píxeles l-] Distancia entre el hogar y la parcela (-) Población del ejido (+J Vehículos propios en el ejido 1-) Modelo logístico multmomíal Primer modelo. Logít Bínorníal. Segundo MeO. Modelo: Grupo control: Deforestación baja. Porcentaje del país en bosque (-) Tasa de crecímíento de la población (+) Tasa de crecimiento de la deuda públtca 1+) Tasa de crecimiento anual del sector agricultor Porcentaje de vías pavimentadas (+) Observaciones Fueron identificadas incongruencias en el modelo de referencia (sin estructura multínrvel que se atribuyen al hecho de no tener en cuem la estructura de cluster. El estudio combina variables variación en el tiempo, estáticas y de se discriminan causas directas e indirectas de deforestación a través de la esurnaeíón de modelos para la variable dependiente y para la variables independientes. Causas directas: MCO. Estimadores en Agricultura "Producción Maíz'f-s] primeras diferencias Extracción de leña (+J Débil En el prímer modelo. Dícotómíca: l=pixel de bosque convertido deforestado. O=Pixel no defores tado En el segundo modelo. Cantidad de deforestación reportada por cada granjero. Variables dependientes paréntesís el siano del coeficiente estimado) La tasa de crecnruento del GDP no es estadísticamente sígníficatíva. {+J En el primer modelo: Altura (-J. distancia hasta la carretera (-l, cercanía al mercado 1+). distancia a las cosechas (-). pendiente (-l. El estudio combina variables Densidad ganado (-) variación en el tiempo. En el segundo modelo. Altura (-). Educación del jefe de hogar (-), ingreso fuera de la parcela (-) estáticas y de 3 categorías de orden de deforestación (deforestado, degradado bosque maduro) Dicotómica; l =pixel de bosque convertido o parcialmente eforestado. O=Pixel no eforcstado. Modelo jerárquico bayestano, Población 1-1 Vías (-) Altura (+J Se estimaron simultáneamente dos modelos: uno para uso de la tierra y otro para población El efecto de la población es débil Logtt Binomial A diferencia de otros estudios se encuentra una débil relación con fertilidad del suelo, propiedad sobre la tierra. altura. pendiente. distancia a las fuentes de agua, distancia a las vías En el análisis se hace uso de variables cualitativas y variables deñrudas en un ínterva de tiempo. 32 Recuadro. Principales estudios que involucran Estudio modelos de deforestación Nívelde Variable Tipo de variable Aareaocton dependiente dependiente (continuación) Uso de la tierra Pohtonuca: 3 categorías de orden de deforestacíón ¡Vejetación Natural. Granja de senusubsistencia, Granja comercial) País Koop&Tok,1999 Rudel & Roper. 1997 Bhattarai Ahx-García & Hanuning. 200 I Shaflk & Bandyopadhyay, 1992 significativas (en ObservacÍDnes el síqno del coeficiente estimado) No se emplearon Tasa de deforestación Continua: Cambio en el área de bosque para varios años Mínimos Cuadrados Generalizados P18I+) Instituciones polilicas (-1 Deuda externa (+l Crecínuento de la población l,) Densidad de la población rural (+) El paper hace énfasis en probar la exístencia d curva ambiental de Kuznets (EKC). Se encuent evidencia fuerte de este comportamiento en Amértca Latina y Afrtca, En Asia el comportamiento es inverso, Pais Tasa de deforestación Continua: Cambio en el área de bosque para vanos anos Pooled, Panel de efectos fijos y aleatorios PlB per cápita (+/-) Densidad de Población No hay evidencias concluyentes de existencia curva ambiental de Kuznets IEKC) País Tasa de deforestación Dicotómica: l e'Tasa de deforestación al tao O=Tasa de deforestación baja. Regresión Logística Crecimiento Crecínuerito Vías 1+) Primer Modelo. Probit binomial. Segundo modelo MCO Primer modelo. Tamaño de la parcela (Ha'adultol(-) Tamaño de la parcela 2 l+) Proporción de líderes con ed. Primaria (. J Segundo Modelo. Arca total del ejido 1-). A1lidud (+J. área de bosque (+J. Promedio de edad de los líderes del ejido l-I. Pixel 100m xlOOm Etter et al. 2006 dependienles Modelo logístico multtnomial Primer Modelo Hogares. Segundo Modelo Ejido. et.al., 2005 Variables paréntesis Vegetación natural es el grupo control. Acceso a mercados (.) Acceso a vías l·) Suelo Arenoso (+J Nivel de PH (+) Pendiente mayor a 25 grados (-) Pixel 13km x 3krn) Chomízt & Gray, 1995 Tipo de modelo País. Uso de de la tierra Uso de de la tierra iTasa de deforestación Primer modelo. Dicotómica: l e Uso de la tierra en pastura o agricultura. O=Otro caso Segundo modelo. Dicotómica: I=Bosque. O"Otro caso Dicotómica: ]=Calnbio en el pixel de bosque. O=No cambio en el Pixel. Continua. Logit bínonual, Panel l+1 Excepto en Asia poblacional rural (+J del PIB per cápíta l-) No hay evidencia Fertilidad del suelo 1+) Costo/Distancia: Costo de acceso a infraestructura mercados 1-) Arca rodeada por bosque (-) Arca rodeada por vegetaCión secundaria (+) PlB per cápita. Significativo en algunos casos. variables socío-econórnícas. ( de EKC y Se trata de un modelo de predicción deforestación para Colombia. de Aunque el análisis se realiza para 8 mdícadore ambientales esta reseña está centrada en el de deforestación. No hay evidencia EKC concluyente sobre la exrstenc 33 b) Modelos logísticos multinomiales" Mahapatra & Kant (2002) presentan una discusión de tipo metodológico sobre la conveniencia de emplear modelos logísticos multinomiales en el estudio de las causas de la deforestación. Esta metodología se presenta como alternativa a los análisis tradicionales a través de mínimos cuadrados ordinarios por dos razones: - En primer lugar porque en un modelo lineal, cuando existen efectos causales indirectos que se trasmiten a través una o más variables explicativas, los coeficientes que resumen los efectos marginales de las variables independientes pueden estar sesgados. En estos casos, el efecto total de un regresor X sobre la variable dependiente Y corresponde a la suma del efecto directo y de los efectos indirectos. Allí, el efecto directo es resumido por el coeficiente asociado a la variable explicativa X; y los efectos indirectos son una proporción de los coeficientes de las demás variables explicativas (Mahapatra & Kant, 2002) - En segundo lugar, son comunes los problemas de heteroscedasticidad, sobre todo en estudios de corte transversal. En presencia de heteroscedasticidad se tiende a aceptar efectos de variables que pueden no ser relevantes en la explicación del fenómeno de estudio. De otro lado, en este tipo de ejercicios se tiende a asumir que la relación entre la variable dependiente y las variables explicativas es lineal; y que los efectos de las variables explicativas son los mismos a través de las diferentes regiones para las cuales se dispone de información. Estos supuestos, dependiendo del fenómeno de estudio, pueden ser muy restrictivos o muy poco realistas. Para corregir estos problemas, Mahapatra & Kant (2002) proponen estimar un modelo logístico multinomial en donde la variable dependiente sea una variable cualitativa construida a partir de la tasa anual de deforestación para cada uno de los países de la muestra de estudio. La razón por la cual no se toma directamente la tasa de deforestación como variable dependiente es que se desconoce la exactitud de su medición. En casos como éste, la mejor alternativa de estimación consiste en categorizar la variable dependiente. Así mismo, el modelo logístico multinomial es heteroscedásticamente consistente, es decir, estima una matriz de varianzas y covarianzas eficiente; y, además, no supone, a priori, que la relación entre la variable explicada y las variables dependientes sea lineal. Sin embargo, cuando la información asociada a cada una de las observaciones proviene de diferentes niveles de agregación, o cuando se presentan efectos espaciales de conglomerado, este tipo de aproximaciones puede distorsionar los niveles de significancia de las variables explicativas y, por lo tanto, la interpretación de sus efectos marginales de los regresares en el modelo. En estos casos, los modelos jerárquicos o multinivel son los más apropiados. En el contexto de los modelos econométricos donde la variable dependiente es de tipo categórico, el término multinomial se refiere a que la variable dependiente puede tomar más de dos valores posibles. W 34 e) Modelos jerárquicos multinivel Agarwala el al. (2004) subrayan la importancia de tener en cuenta en los modelos de análisis relativos a la deforestación y uso de la tierra su naturaleza fundamentalmente espacial. Esta característica hace más apropiado el uso de modelos econornétricos que involucren patrones espaciales o interacciones de tipo espacial, así como información con diferentes niveles de desagregación. En particular se hace énfasis en las ventajas que ofrecen los modelos en niveles, o modelos jerárquicos, cuando la información a analizar está caracterizada por procesos complejos. Así mismo, frente a los modelos de mínimos cuadrados ordinarios para ecuaciones estructurales, los estimadores bayesianos permiten solucionar los problemas de sobreidentificación asociados a un gran número de variables explicativas. 4.3.2. Modelos seleccionados para el análisis Los trabajos arriba reseñados no se hacen referencia a la fragmentación ni a otras medidas que dan cuenta de la calidad de los ecosistemas. La deforestación es un fenómeno complejo, que va más allá de la pérdida neta de área en bosque naturaL El paso de un estado de bosque natural no intervenido a la total ausencia de cobertura vegetal está mediado por un proceso de degradación complejo, el cual no se puede identificar simplemente con base en las tradicionales mediciones de deforestación que sólo miden la disminución del área cubierta por bosque natural. Por tal razón en este trabajo se hace uso de la riqueza descriptiva que ofrecen los indicadores de fragmentación (FRA C) y calidad de los ecosistemas (lPN, hv) antes mencionados. A través de dichos indicadores se generaron índices sintéticos de estado y cambio en los fragmentos de bosque natural, los cuales son objeto de modelación y análisis en las siguientes secciones. Una limitación que se presentan los modelos descritos arriba, y en general todo tipo de modelo econornétrico que emplee datos de corte transversal, es que no siempre es posible aislar el efecto de las variables omitidas sobre la variable explicada y los demás regresores del modelo. Este problema es posible corregirlo más fácilmente cuando se tiene información para cada observación en más de un momento en el tiempo y cuando los efectos de las variables no observables son constantes a través del tiempo. Teniendo en cuentas estas consideraciones, para estimar el valor esperado del ler y el ICEF en presencia de variables de presión y respuesta antrópica se proponen tres tipos de modelos de análisis: modelos lineales en primeras diferencias; modelos jerárquicos lineales en primeras diferencias; y modelos jerárquicos de corte transversal. A continuación se presenta el desarrollo metodológico de cada uno de estos modelos. a) Modelos lineales en primeras diferencias. Uno de los principales objetivos del estudio es desarrollar un modelo analítico que permita estimar el impacto de las acciones antrópicas (presiones que inducen un deterioro y 35 medidas que inducen una conservación o recuperación) en el estado de los ecosistemas. Al contar con información completa para más de un período es posible modelar la relación entre el el ler y variables de presión y respuesta antrópica entre el año t y el año (-1, así: donde r - t'<, M¡;Fijk /<'''''IJ cambio absoluto entre t y (-1 en el índice de estado del 1:.'1< IJ fragmento i perteneciente al conjunto de municipios j en el departamento k. !1X'ijk = X:yk - X:,~;: cambio absoluto entre 1 y 1-1 en cada una de las variables del vector de variables geográficas y ecológicas de los fragmentos ijk !1X2jk = X~J'- X~:l: cambio entre t y (-1 en cada una de las variables del vector de variables de presión del conjunto de municipios j en el departamento k. cambio entre y (-1 en cada una de las variables del vector de X;jk - X;:l : !1X3}k 1 variables de respuesta del conjunto de municipios j en el departamento k. X~¡ - X~~I:cambio entre !1X4k t y 1-1 en cada una de las variables del vector de variables de presión del departamento k. X~¡ - X~~l: cambio entre t y (-1 en cada una de las variables del vector de !1X5k variables de respuesta del departamento k. sc., = CI~k - C~~1: donde Cijk es un vector de variables no observables durante el período de análisis (1, (-1) que pueden explicar el estado de los fragmentos ij"k. Si asumimos que la relación entre la variable dependiente y las variables explicativas es lineal) y que las variables no observables se mantienen constantes durante el período de análisis) podemos reescribir la ecuación (10) así: M MCFllk = 130+ I13mÓXnll/k m;l N + I13nÓXII/k n;M+l J' + I13pÓXp/k p;N+l Q H + I13qÓXqk + I13,ÓX'k q;l'+1 + !:léijk r;Q+1 (11) = C' -C,-I = o !:le Ijk donde ÓC!/k ~ lik ük N(O, cr;) es un término de perturbación estocástico también conocido como error idiosincrásico que cambia entre fragmentos y el período de tiempo. En la ecuación (11) /30 mide el cambio en el intercepto entre (y 1-1, mientras que los /3i (para todo ;>0) los efectos marginales de cada una de las variables explicativas en el valor esperado del Ist. La ecuación (11) corresponde a un modelo lineal de efectos fijos para dos períodos de tiempo) calculado a partir de la metodología de primeras diferencias (Wooldridge, 2002) La principal ventaja de los modelos lineales en primeras diferencias, y la razón por la que se 36 consideraría idóneo para los propósitos del presente estudio, es que permiten obtener estimadores consistentes en presencia de variables omitidas. Los regresares omitidos, los cuales están resumidos en el vector C,/k en la ecuación (11), corresponden a todas aquellas variables que pueden explicar el estado de los fragmentos en el momento t = 2000 Y (t-I) = 1985 de las cuales no se tiene información. Ignorar el efecto de estas variables omitidas en un modelo lineal, y en especial cuando dicha información puede también afectar el comportamiento de los demás regresares del modelo, puede conducir a sesgos en los parámetros estimados y, por lo tanto, a errores de interpretación. Las condiciones necesarias para garantizar la consistencia de los estimadores en la ecuación (l1)son: - condición de ortogonalidad E(M' ~é) ::::O: ~é tiene media cero y no esta correlacionada con los regresares del modelo; y - condición de rango completo (RANGO E(M' M) ::::P ): Ningún regresor puede escribirse como la combinación lineal de otros regresares. b) Modelos jerárquicos lineales en primeras diferencias. Siguiendo a Mahapatra & Kant (2002), dado que la información correspondiente a las variables explicativas está desagregada a nivel de fragmento, municipio y departamento, y que la naturaleza del problema objeto de estudio es de tipo espacial, se puede reescribir la ecuación (ll) para tener en cuenta la estructura jerárquica de los datos así: - En primer lugar, es posible descomponer la varianza de los residuos Ei.Jk de la ecuación (11) en términos de varianzas residuales atribuibles a efectos aleatorios a nivel de los fragmentos (nivel 1), de conglomerado a nivel municipal (nivel 2) y de conglomerado a nivel departamental (nivel 3) Los efectos aleatorios de nivel 2 y 3 en el modelo de efectos fijos de la ecuación (11) estarían representado por: - La ecuación (12) introduce un comportamiento aleatorio en el intercepto de la ecuación (11) entre municipios Ca través del término de error estocástico ~Ujk) y entre departamentos Ca través del término de error estocástico ~WJk) Esta es una forma de capturar el efecto espacial de la ubicación de los fragmentos. Al reemplazar (12) en (11) se obtiene el modelo lineal en primeras diferencias con intercepto aleatorio de tipo jerárquico 37 M N Q l' MEF,lk =c 13+ ¿f3",6x"'ijk + ¿f3n6xnjk + ¿f3p6xpJk + ¿f3~6xqk n=M+1 1'1'I=1 p::::N+1 R + ¿f3,6x'k q=P+l +6t'lk +6uJk +ÓWk t=Q+1 ÓCijk =c C~k -C¡~;I=c O (13) "-1 A utijk = t/Jk - &'Ik A uU jk 8.ClJk ~ N(O,a;), 8.U¡k ~ N(O, a;) y 8.wk I 6w. = W~ - y donde = U1k- ~ N(O, af) U/-1jk W~-I son los efectos aleatorios atribuibles a los niveles 1, 2 Y 3 respectivamente. La descomposición jerárquica de la ecuación (13), además incorporar las recomendaciones de Mahapatra & Kant (2002), permite obtener información sobre el peso de cada una de las jerarquías en la explicación de la variabilidad del indicador de estado de los fragmentos I Hf;;,k e) Modelos jerárquicos de corte transversal. La construcción de una base de datos con información completa para los años 1985 y 2000 es un primer insumo para desarrollar las anteriores propuestas. Sin embargo, es posible que una parte de la información esté disponible solo para uno de los dos años. El acceso a información anterior a la década de 1980 es limitado en Colombia. En consideración a esta reflexión, se propone un último modelo de análisis el cual relaciona el IeEF con variables de nivel para el año 2000 (período en el que se dispone la mayor cantidad de información) y de cambio en el período 1985-2000 así: M IU;¡'-~k=6+¿Ó",X""'k+ m=¡ N ¿ÓnXn1k+ I'l=Mtl /' ¿b'I'Xp1k+ p::.N+1 o ¿6qXqk+ q=/' •.I R ¿6,X'k+e,jk+Ujk+Wk r=Q"'¡ (14) e~k - N(O,(J";) UJk y Wk - N(O,(J",;) - N(O, (J";) En la ecuación (14) los .si miden los efectos marginales de cada una de las variables independientes en el ICEF esperado. Los efectos de conglomerado de nivel 2 y 3 son capturados por las variables Ujk y Wk que ahora están expresadas en niveles, mientras que cijk representa el efecto aleatorio debido únicamente a las diferencias entre fragmentos. Sin embargo, una de las principales debilidades de los modelos de regresión lineal (de tipo jerárquico o no) definidos para un único momento del tiempo, tiene que ver con el efecto que sobre la variable endógena y las variables explicativas pueden tener las variables no observables. En particular, en el modelo (14) al no tener en cuenta la información para 1985 es posible que se generen sesgos sobre los parámetros O. OL Oy Y Ojjk estimados si las variables omitidas guardan relación con los regresares del modelo. Este escenario exigió un 38 trabajo previo de selección de regresores apoyado principalmente en los resultados de las investigaciones antes reseñadas para minimizar los efectos de las variables no observables. 39 5. Indicadores sintéticos del bosque natural subandino en Colombia En esta sección se presentan los cálculos de los índices sintéticos de estado, y de cambio de estado, de los fragmentos bosque natural subandino en el país para el período 1985-2000, siguiendo la metodología descrita en la sección 4.2.2. Inicialmente se describe la información disponible para efectuar los cálculos y los indicadores de forma y calidad de los fragmentos. Posteriormente se aplica el método de cálculo del índice sintético de estado de los fragmentos, en cada uno de los dos momentos de análisis: el año final (t = 2000) en el cual los fragmentos han sido transformados; y el año inicial (t-1 = 1985) o linea de base, donde los fragmentos de bosque se encuentran en su estado naturaL A continuación se lleva a cabo la medición del índice sintético de cambio en el estado de los fragmentos para el período 1985-2000. Finalmente se presenta una síntesis descriptiva de los índices calculados para cada uno de los dos años objeto de análisis. 5.1. Variables constitutivas subandino (componentes) de los índices sintéticos del bosque Un fragmento de bosque natural subandino se define como una porción independiente de éste ecosistema, en un momento determinado: el año 1985.x Dicho fragmento puede ser contrastado con su estado en un momento posterior (año 2000) Para la construcción del índice de estado, y del índice de cambio de estado, de cada fragmento se dispone de las siguientes mediciones realizadas por el Laboratorio de Biogeografia y Análisis Espacial del Instituto Humboldt para los años 1985 y 2000: • • • • Área del fragmento correspondiente a bosque natural no intervenido Área que se identifica como bosque intervenido o corno bosque secundario, y que por tanto no puede clasificarse como bosque natural Área que ha sido totalmente transformada por la actividad antrópica y no tiene bosque alguno Igualmente se identificó el indicador de forma del fragmento (FRAC) basado en la relación de su perímetro con su área. 5.2. Índice de estado de los fragmentos (1985 y 2000) Siguiendo la definición metodológica de los indicadores sintéticos presentada en la sección 4.2.2, en la construcción de los índices es necesario tomar como punto de referencia un momento en el tiempo. De esta forma es posible hacer comparaciones con mediciones En el caso de este estudio en particular se asume como línea base, o momento inicial, el área en bosque natural existente en el año 1985. No obstante si se dispusiera de información de las características de los fragmentos en momentos anteriores, o incluso en su estado prístino, este método permitiría tomar como punto de partida para el análisis algún otro estado previo. x 40 realizadas en otros años. Teniendo en cuenta esta consideración, la construcción del Índice de Estado de los Fragmentos en 1985 y 2000 se efectuó a partir de las ponderaciones calculadas en 2000. Con base en las mediciones realizadas para cada uno de los fragmentos en el año 2000 sobre el área en bosque natural (Nat~~OO ),el área en bosque intervenido o secundario (SNati~~oo),y el área en actividades antrópicas (Ant~~oo), se calcularon el índice de pérdida del bosque natural lJ;~ooJ y el índice de intensidad de la actividad antrópica /jl.: lJ;~o J.Y l)k A J, partir de estos dos últimos indicadores y el índice de forma lFRAC~~oO se aplicó el análisis de componentes principales (ACP) como método de síntesis de información. Mediante este procedimiento se calculó el peso relativo de cada uno de los índices que componen el Índice de estado del fragmento ln·~?O J ", tomando año de referencia (f) el año 2000, obteniéndose el siguiente resultado:" I~~~~= 0.62512 Según los resultados, >1< IJ~~,~+ 0.52845 la participación >1< I.~~,~+ 0.57442 porcentual * FRACJ~oO (15) de cada una de las variables que componen el índice sintético de estado del fragmento en el año 2000 lI~~r: J es:" Índice de pérdida del bosque natural (JPN) = 39.1% Índice de intensidad de la intervención antrópica (JAN) = 27.9% Índice deforma de/fragmento (FRAC) = 33.0% De otro lado, para establecer el estado de los fragmentos en 1985 se aplicaron los mismos ponderadores calculados para el año de referencia (2000) presentados en la ecuación (15)bb así: n·~.~~ 0.62512 * I;.~,,~+ 0.52845 * I~~,~ + 0.57442 * FRAC~~85 = (16) En este estudio los fragmentos de bosque natural se definen como aquellas porciones de bosque existentes en 1985. De esta forma, por definición se asume que cada uno de los fragmentos es exclusivamente de bosque natural en dicho año y no presenta por tanto ninguna intervención humana. Teniendo en cuenta esta condición, para aplicar el método de análisis de componentes principales se selecciona como punto de referencia en año 2000, año para el cual los fragmentos de bosque natural originales (los existentes en 1985) ya han sido afectados por las actividades antrópicas. Z Para este estudio se restringió el análisis a los fragmentos que, en su estado original, tuviesen como mínimo 90 hectáreas Esto en razón al nivel de precisión requerido para medir cambios significativos en los métricos de forma (FRAC), con el tamaño de pixel disponible (150 m x 150 m). aa El peso porcentual de la variación de cada uno de los componentes del índice de estado hF sobre la variación total de este índice, se obtiene del cuadrado de cada uno de los ponderadores del respectivo componente en la ecuación (15) bb Como en este caso se definen como fragmentos aquellas áreas que estaban completamente en bosque natural en el año 1985, se toma entonces como referencia del peso de cada una de las variables incluidas en el índice que resulta para el año 2000. y 41 Teniendo en cuenta que en el presente estudio se asume como fragmento cada porción independiente de bosque natural existente en el año 1985, los valores que toman el índice de pérdida natural Y el índice de intensidad de la intervención antrópica (/~~5) ~ (/~~5) ~ son, en ambos casos, iguales a cero para todos los fragmentos en 1985. De allí que el Índice de estado de los fragmentos resultante para este año inicial, sea igual a una fracción del índice de forma de cada fragmento (FRAC~~8S) puesto que los otros dos componentes son constantes e iguales a cero. Una vez calculados los índices de estado de los fragmentos para los dos años V~~:e li~~), se estandarizaron los índices obtenidos para llevarlos a una escala homogénea entre O y 100. De esta forma, el índice sintético estandarizado del estado de degradación de cada fragmento en cada uno de los años J se define como 1I;,~~;, donde I;"';'k = 1t;¡'~'i" = Índice no estandarizado del fragmento ijk en el año t (para t = 1985, 2000) Índice no estandarizado con mínimo valor del conjunto de todos los índices de los fragmentos en los dos momentos (1985 y 2000) IfI'~'áx = Índice no estandarizado con máximo valor del conjunto de todos los índices de los fragmentos en los dos momentos (1985 y 2000) Empleando el método de estandarización definido en la ecuación (17) se obtienen los índices estandarizados de estado de los fragmentos en el año 1985 y en el año 2000, expresados todos en una misma escala de escala de O a 100. En la tabla 5.1. se presenta un resumen de la información básica de cada uno de los componentes del índice sintético de estado para los dos años con información disponible (1985 Y 2000), correspondiente a los fragmentos que en el año 1985 tenían 90 o más hectáreas. En la misma tabla se sintetizan los valores resultantes de los índices de estado de cada fragmento en los dos años, tanto en su valor original corno en el valor estandarizado en la escala de O a 100. 42 lndice de pérdida de bosque natural (1985) 0.00 Indice de pérdida de bosque natural (2000) 46.62 Indice de intensidad de intervención antrópica (1985) 0.00 Indice de intensidad de intervención antroplca (2000) 27.72 0.00 0.00 35.27 0.00 0.00 0.00 25.64 0.00 0.00 100.00 0.00 100.00 Indice de forma del fragmento· FRAC (1985) 1.11 FRAC (2000) 1.18 0.04 0.08 1.03 1.02 1.27 Indice de forma del fragmento· Indice de estado del fragmento - No estandarizado (1985) 0.64 0.02 0.59 0.73 (2000) 44.47 32.53 0.60 116.13 Indice de estado del fragmento - No estandarizado Indice de estado del fragmento - Estandarizado (1985) 0.04 Indice de estado del fragmento· Estandarizado (2000) 37.98 0.02 28.16 1.44 0.00 0.12 0.01 100.00 Como puede observarse, el índice de pérdida de cobertura en bosque natural para todos los fragmentos fue en promedio del 46.6% entre 1985 y 2000. Este es el resultado de agregar el promedio de los índices del área original totalmente sustituida por una actividad antrópica en todos los fragmentos (27.7%), más el promedio de los índices de de área parcialmente intervenida y que mantiene algún tipo de bosque transformado (l8.9%tC De otro lado, una forma de evaluar la capacidad del lsr para reflejar las variaciones de cada uno sus componentes es constatando si variaciones positivas en el índice ler corresponden con variaciones igualmente crecientes y significativas en cada uno de las variables que 10 componen. Para evaluar este comportamiento se parte de ordenar todos los fragmentos, de menor a mayor, de acuerdo con el valor del índice sintético de estado de cada fragmento. Con base en este ordenamiento, se calcula para cada decil de fragmentos el valor promedio del componente a ser evaluado. Se compara entonces el valor medio de cada componente, entre parejas de deciles consecutivos: si el índice sintético de estado está reflejando adecuadamente las variaciones de sus componentes, la media cada componente en un determinado decil debe ser significativamente mayor (a través de una prueba de igualdad de medias) a la media del componente en el decil inmediatamente inferior.dd Aplicando este método se comprobó la capacidad efectiva del índice sintético de estado para reflejar adecuadamente las variaciones de sus componentes. El gráfico 5.1 ilustra la correspondencia positiva entre los deciles de ler (ordenados de menor a mayor) y las medias de cada uno de los componentes (índice de pérdida de bosque natural, índice de intensidad antrópica e índice de forma) por decil de le». Estos valores promedio de los índices corresponden, en cada caso, a un promedio simple del respectivo índice. No reflejan por tanto pérdidas totales de estas áreas en la zona de estudio. Para obtener los valores totales se requeriría calcular un promedio ponderado por el área de cada fragmento, tal como se presenta en secciones posteriores de este trabajo. dd En caso de obtenerse un resultado inverso, se detectaría la incapacidad del índice sintético de reflejar las variaciones del respectivo componente. En efecto, podría suceder que el valor medio del componente para el decil de fragmentos con mayor valor del índice de estado, fuese significativamente menor que la respectiva media del decil inmediatamente menor. En este caso una disminución del valor medio del respectivo componente. estaría reflejándose a una variación creciente del valor medio del índice de estado resultante. ce 43 8 j- rili- ¡~8 ~g- lgs15- !\ lii o o a Prorredio •OtJantilO o , , 2 group 10 e b. Prorredio de índice de pérdida natural (lpN) 4 2 O QuantiIO group 6 de índice de intensidad 10 antrópica (I/IN) por decil de IEF, 2000 por decil de IEF, 2000 '""!- · O •Ouantile c. Prorredio auantilO (FRAC) d. Prorredío por decíl de IEF, 2000 Gráfico 5.1 5.3. . • 10 e de índice de torrra . , , "ouP e \0 group de índice de forma (FRAC) pordecildelEF,1985 Valores medios de cada componente del índice de estado vs. valores medios del índice de estado (IEF), según deciles de fragmentos ordenados por el índíce de estado Índice de cambio de estado de losfragmentos entre 1985 y 2000 Adicionalmente, se construyó un índice que mide el cambio en el estado de los fragmentos, entre dos momentos del tiempo (1985 y 2000) Este indicador se construye con base en los mismos componentes del indicador de estado descritos en la sección anterior, pero expresados cada uno en forma cambio en un período determinado. Aplicando el método presentado en el capítulo anterior, el índice de cambio de estado de los fragmentos entre el año 1985 y el 2000 se calcula con base en el cambio porcentual del índice de forma [I~\ %FRAClJk ], y los cambios absolutos de los índices de pérdida natural [1_\~ 1P'V• JIk] Y de intensidad de la actividad antrópica [~1_\ 1AN IJ'k-] 44 Con base en esta información y aplicando el método de análisis de componentes principales, se obtiene el índice de cambio entre 1985 y 2000 para los fragmentos iguales o mayores de 90 hectáreas ) l/~~~:~~}5) J de la forma woo ~o Ic(~/5 =0.62272* D. IPNk+O.52073* 1985 'Jk ~o D. IANk+0.58400* 1985 IJ IJ tl 1985 (18) %FRAC'ljk Según la ecuación (18), la participación porcentual de cada una de las variables que componen el índice sintético de cambio en el estado del fragmento entre 1985 y 2000 /(??,,85)J es:ee l Cff'JI Índice de cambio en la pérdida de bosque natural (IJ./PN) Índice de cambio en la intensidad de intervención antrépica (IJ.IAN) Índice de cambio porcentual en laforma delfragmento (IJ.%FRAC) Así mismo, el índice sintético estandarizado fragmento en el período 1985-2000 38.8% 27./% 34.1% de cambio del estado de degradación cada l/1~~/:~? J está representado por la siguiente expresión: donde Índice no estandarizado de cambio entre 1985 y 2000 del fragmento ijk Índice no estandarizado de cambio entre 1985 y 2000 del fragmento con mínimo valor entre todos los fragmentos Índice no estandarizado de cambio entre 1985 y 2000 del fragmento con máximo valor entre todos los fragmentos A continuación se presenta una síntesis descriptiva del índices de cambio aplicando el método descrito, con base en la información disponible para los fragmentos que en el año 1985 tenían 90 o más hectáreas. Tabla 5.2 Caracterísitcas del índice de cambio del estado del fragmento (1CEF) Y sus componentes Variable - 1278 obselYaciones (1985 - 2(00) Mean Sld. Dev. Min Max Cambio en el índice de pérdida de bosque natural (1985-2000) Cambio en el índice de intensidad Cambio porcentual de intervención antrópica en el índice de forma del fragmento Indice de cambio de estado del fragmento lndice de cambio de estado del fragmento· (1985-2000) - FRAC (1985-2000) - No estandarizado Estandarizado (1985-2000) (1985-2000) El peso porcentual de la variación de cada uno de los componentes del índice de cambio estado IcEr sobre la variación total de este índice, se obtiene del cuadrado de cada uno de los ponderadores del respectivo componente en la ecuación (18) ee 45 Así mismo se evaluó la capacidad del /CEF para diferenciar las variaciones experimentadas por cada uno de sus componentes. Se ordenaron los fragmentos de bosque subandino de menor a mayor según el ICEF . A continuación se decilizaron los fragmentos y se comprobó que el valor medio de cada uno de los componentes del /CEF (cambio en el índice de pérdida de bosque natural, cambio en el índice de intensidad antrópica y cambio en el índice de forma) aumenta cuando aumentan los deciles de /CEF. Los resultados se ilustran en el gráfico ver gráfico 5.2. §- ~. ¡j. ~. l~' ~ Il.if- !l. g~- g lil ¡¡j. o Q 2 . 4 o , 6 , . 4 6 Ouonlll. I10UP 10 Q..¡an1iIeQlo"",, a. CaniJío en el indice de pérdida natural (Ip,y) b. Can1:lio en el indice de intensidad 10 antrópica (1..,). por decíl dellcEF por decil dellcEF ~- o . , • Ouantile B 10 group e Can1:lio en el indice de terma (FRAC), por decil dellcEF Gráfico 5.2 Valores medios de cada componente del índice de cambio de estado vs. valores medios del índice de cambio de estado (ICEF). según deciles de fragmentos ordenados por el índice de estado 5.4. Comportamiento del indice de estado del ecosistema (1985-2000) Una vez construidos los índices de estado del ecosistema de bosque natural subandino en el país, es posible formarse una primera idea de la evolución de este ecosistema durante el 46 período de análisis entre los años 1985 y 2000. En esta sección se muestra cómo se comporta en las distintas regiones de la cordillera de los Andes tanto el índice sintético de estado como algunos de los componentes del mismo. Adicionalmente se ilustra este comportamiento para el caso de los fragmentos de bosque que se encuentran localizados dentro del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) Para el año 1985 en la cordillera de los Andes se identificaron 1.278 fragmentos de bosque natural subandino mayores de 90 hectáreas (ver tabla 5.3), para un total de 3.3 millones de hectáreas ocupadas por este tipo de ecosistema. El 45% de éste área se encontraba localizada en la cordillera Oriental, el 28% en la cordillera Occidental, el 12% en el Macizo Colombiano (Nariño-Putumayo), el 11% en la cordillera Central y el 4% restante en la Serranía de San Lucas. ff 5.3 Cambio del bosque subandino según tipo de bioma y localización geográfica· Total Nacional(") (1985-2000) Area total bosque natural No. de fragmentos Bioma Orobioma subandino Cordillera Central Orobioma subandino Cordillera Oriental Orobioma subandino Serranía Orobioma subandino Nariño-Putumayo de San Lucas Orobioma subandino Cordillera Occidental Fragmento de gran tamaño: C.Oriental(61.41%), Nariño-Putumayo(38.44%)y C.Central (0.15%) 468 540 1985 Miles Has 357 1,148 8 137 31 175 230 943 563 1 Cambia de uso Miles Has Has % -119 -33% -250 -22% 238 897 116 156 861 545 lndlcs de estado del del cambio fragmento (/EFf") de usan % % 1985-2000 2000 Miles Distribución Parcial ·22 ·16% -18 -11% -82 -9% -18 -3% 35% 42% 47% 71% 48% 66% Total 65% 58% 53% 29% 52% 34% Cambio 1985- 1985 0.06 0.08 0.07 0.09 0.09 0.12 2000 28.0 17.7 12.5 7.2 28.0 17.6 12.4 7.1 6.9 6.8 2.4 2.2 Total Nacional 1278 3,322 2,813 ·510 -15% 44% 56% 0.09 12.4 (.)Fragmentosde bosque subandino mayores de 90 hectáreas I"ICambio Parcial: % del área con cambio de uso que mantiene parcialmentealgún tipo de bosque. Cambio Total: % del área con cambio a uso totalmente antrópico (""IEF: 2000 12,3 Indice de degradaciónde Oa 100, donde O=totalmenteconservadoy 100=totalmentedegradado(promedioponderadopor tamaño del fragmento- Fuente: Este trabajo con base en IAvH. 2005. Mapa cleecosistema de los AnclesColombianos 1985-2000 De las 3.3 millones de hectáreas de bosque natural identificadas en 1985, para el año 2000 se detectaron 510 mil hectáreas con algún grado de afectación, equivalentes al 15.3% del total del área originalmente en bosque. Este resultado representa una tasa promedio de deforestación del 1.1% anual, con una marcada diferenciación entre las distintas regiones: 2.7% anual en la cordillera Central, en contraste con una tasa del 0.6% y del 0.7% anual en la Cordillera Occidental y el macizo Colombiano, respectivamente; y 0.2% anual en el fragmento de gran tamaño, distribuido en tres de las cinco localizaciones identificadas (ver tabla 5.4) Para ésta distribución se tienen en cuenta que un fragmento de gran tamaño (563 mil hectáreas) se encuentra localizado en tres de las cinco regiones mencionadas. ff 47 5.4 Tasa de cambio del bosque subandino (1985-2000) Area (miles has) Tasa 1985 2000 Localización 357 238 Cordillera Central 1,148 897 Cordillera Oriental 137 116 Serranía de San Lucas 175 156 Nariño-Putumayo 943 861 Cordillera Occidental 563 545 Fragmento de gran tamaño 3,322 2,813 Total Nacional de cambio anual -2.7% -1.6% -1 .1% -0.7% -0.6% -0.2% -1.1% Fuente: Tabla 5"3 Otra característica de diferenciación entre regiones se refiere al grado de intensidad de la intervención humana que genera la deforestación. Para el total del ecosistema se identifica que el 56% del área deforestada presenta un cambio total hacia usos completamente distintos a cualquier tipo de bosque. En contraste, el 44% restante del área transformada mantiene pequeños fragmentos de bosque natural, o presenta algún nivel de regeneración de bosque natural, o bien incluye dentro de su área algún tipo de bosque plantado (ver tabla 5.3) Nuevamente en la cordillera Central se presenta no solo la más alta tasa de deforestación, sino también el cambio más intenso en el uso del suelo. En efecto, el 65% del área deforestada en esta cordillera no presenta ningún tipo de relicto de bosque natural ni plantado. En contraste, en el Macizo Colombiano (Nariño-Putumayo) el 71 % del área deforestada presentan algún tipo de bosque remanente o plantado. Como se describe en las secciones previas, el índice de estado de los fragmentos (lEF) presenta de manera sintética los cambios en los fragmentos de bosque natural, reflejando conjuntamente la tasa de deforestación, la intensidad del cambio en el uso del suelo y las modificaciones de forma de cada fragmento. Con base en este índice se observa que, para el total nacional de los fragmentos del ecosistema de bosque subandino, se presenta una pérdida de calidad de 12 puntos (promedio ponderado según el tamaño de cada fragmento) dentro de los 100 puntos posibles que reflejarían una pérdida total del bosque natural. Y aquí también se refleja la heterogeneidad regional antes descrita. Los fragmentos de la cordillera Central presentan el mayor nivel de degradación en su conjunto, con una pérdida en promedio de 28 puntos en el índice sintético de estado de cada fragmento. En contraste los fragmentos del Macizo Colombiano, junto con el fragmento de gran tamaño, representan los mayores niveles de conservación con una pérdida promedio de tan solo 7 y 2 puntos respectivamente (ver tabla 5.3) Por otra parte aparece una ventaja clara para la conservación de los fragmentos de bosque natural localizados dentro del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) Del total del bosque subandino identificado para este estudio en el año 1985, cerca de la mitad del área se encuentra representada por fragmentos parcial o totalmente localizados dentro del actual SP NN. Como puede observarse en las tablas 5.5a y 5.5b, hay una diferencia notoria entre la deforestación en los fragmentos parcial o totalmente localizados dentro del Sistema de 48 Parques, en contraste que aquellos localizados por fuera de este sistema.P Los fragmentos de bosque subandino sin contacto con este Sistema de Parques perdieron durante el período de estudio el 24% de su área natural, presentando una tasa promedio de deforestación del 1.8% anual. En contraste, aquellos fragmentos asociados al Sistema de Parques solo perdieron el 6% de su área, presentando una tasa promedio de deforestación de apenas el 0.4% anual. Desde la perspectiva de la localización del bosque subandino dentro del Sistema de Parques Nacionales, la tabla 5.6 presenta una distribución de los fragmentos de este ecosistema dentro del SPNN. En primer lugar se observa que los fragmentos de bosque subandino asociados al Sistema de Parques Nacionales se encuentran total o parcialmente localizados en 16 áreas protegidas de este sistema. Además se puede observar que cerca de tres cuartas partes del área en bosque subandino dentro del SPNN se encuentra en cuatro parques nacionales: Farallones de Cali, Cordillera de los Picachos, Paramillo y el Cocuy. Además se observa que, de las cerca de 105 mil hectáreas de bosque subandino que se pierden en los fragmentos localizados total o parcialmente en el Sistema de Parques Nacionales, solo menos de la cuarta parte (25 mil hectáreas) se pierden efectivamente dentro de este sistema de áreas protegidas; y que más del 80% de éstas corresponde a pérdidas en cuatro áreas protegidas: el Cocuy, los Farallones de Cali, Paramillo y Tama (ver tabla 5.6) Finalmente es notoria la relativamente baja tasa anual de deforestación de bosque subandino en las distintas áreas del SPNN. Con excepción de los parques de Las Hermosas y del Nevado del Huila, que pierden en todo el período de estudio bastante menos de mil hectáreas cada uno, el resto de áreas del Sistema de Parques Nacionales presentan tasas anuales de deforestación que no sobrepasan la media de 1.1% de pérdida bosque subandino (ver tablas 5.4 y 5.6) gg Dentro de los sistemas regionales de áreas protegidas existen otras modalidades de manejo especial distintas al SPNN. Sin embargo no se dispone de información adecuada para incluir este típo de estrategias de protección dentro de este análisis. 49 5.5a Cambio del bosque subandino según tipo de bíoma y localización· Fragmentos sín área en SPNN("} (1985-2000) Area total Cambio de Distribución tnciee de estado del bosque natural uso del cambio fragmento (lEFfu, 1985 2000 1985-2000 de usol"") Cambio No. de Miles Miles Miles % % 1985frag8ioma Has Has Has % Parcial Total 1985 2000 2000 mentos Orobioma subandino Cordillera Central 461 349 231 -118 -34% 36% 64% 0.06 28.3 28.3 Orobioma subandino Cordillera Oriental 518 584 388 -195 -33% 42% 58% 0.07 27.1 27.1 Orobioma subandino Serranía de San Lucas 137 116 -22 -16% 47% 53% 0.07 12.5 12.4 8 Orobioma subandino Cordillera Occidental 447 395 -52 -12% 45% 55% 0.08 9.3 9.2 201 Orobioma subandino Nariño-Putumayo 175 156 -18 -11% 71% 29% 0.09 7.2 7.1 30 Fragmento de gran tamaño: C.Oriental (61.41%), NariñoPutumayo (38.44%) y C.Central (0.15%) Total Nacional sin área en SPNN 1218 1,690 1,286 -405 -24% 42% 5.5b Cambio del bosque subandino según tipo de bioma y localización - Fragmentos con área Biorna Orobioma subandino Cordillera Central Orobioma subandino Cordillera Oriental Orobioma subandino Serranía de San Lucas Orobioma subandino Cordillera Occidental Orobioma subandino Nariño-Putumayo Fragmento de gran tamaño: C.Oriental (61.41%), No. de fragmentos 7 22 Nariño- Area bosque 1985 Miles Has 8 564 29 496 1 O 1 60 total natural 2000 Miles Has 7 509 58% en SPNN("} 0.07 19.4 19.3 (1985-2000) Cambio de Distribución Indice de estado del uso del cambio fragmento (lEFf'") 1985-2000 de uson Cambio Miles % % 1985Has % Parcial Total 1985 2000 2000 -1 -16% 8% 92% 0.07 15.8 15.7 -55 -10% 44% 56% 0.10 7.9 7.8 -30 563 466 O 545 1,632 1,527 52% 48% 0% 100% 66% 34% 0.10 0.04 0.12 4.7 -18 -6% -8% -3% -105 -6% 50% 0.10 5.1 -O 4.6 8.3 8.4 2.4 2.2 Putumayo (38.44%) y C.Central (0.15%) Total Nacional con área en SPNN o Fragmentos 50% 5.0 de bosque subandino mayores de 90 hectáreas ("¡Cambio Parcial: % del área con cambio de uso que mantiene parcialmente algún tipo de bosque. Cambio Total: % del área con cambio a uso totalmente antrópico rn)IEF: Indice de degradación de O a 100, donde O=totalmente conservado y 100=totalmente degradado (promedio ponderado por tamaño del fragmento - 1985) Fuente: Este trabajo con base en IAvH. 2005. Mapa de ecosistema de los Andes Colombianos 1985-2000 50 Tabla 5.6 Cambio del bosque subandino en el Sistema de Parques Naturales Nacionales Indice de estado del (lEF¡i"') fragmento Area total del fragmento bosque natural Cambio No. de fragArea Protegida del SPNN PNN El Cocuy PNN Los Farallones de Cali PNN Paramillo PNN Tama PNN Catatumbo-Bari PNN Sumapaz PNN Nevado del Huila PNN Cordillera de Los Picachos PNN Las Orquideas PNN Chingaza PNN Tatama PNN Cueva de Los Guacharos PNN Las Hermosas PNN Sierra de La Macarena SFF Otun-Quimbaya SFF Galeras Total fragmentos en SPNN(U') n Fragmentos de bosque subandino 1")lEF: Indice de degradación l''') Del total de 60 fragmentos mentos 1985 2000 4 0.11 0.10 0.09 0.08 0.09 0.07 0.06 0.11 0.09 0.09 0.10 0.12 0.03 0.04 0.08 0.04 0.10 11.6 4.9 3.4 16.2 21.9 3.0 26.0 1.4 14.1 6.6 1.8 2.4 47.9 2.1 7.4 8.4 16 8 1 8 4 5 1 3 2 3 2 1 1 2 1 62 5.7 mayores de 90 hectáreas de O a 100, donde O=totalmente con territorio en áreas proteidas Cambio 85-00 11.5 4.8 3.3 16.2 21.8 2.9 25.9 1.2 14.0 6.5 1.7 2.3 47.8 2.0 7.3 8.3 5.6 1985 Miles Has 2000 Miles Has 153.2 193.7 119.9 21.8 75.7 66.7 3.3 216.0 52.4 24.6 130.2 564.1 0.2 5.2 4.7 0.1 1631.8 131.5 181.2 114.7 17.5 55.9 64.1 2.4 212.1 42.4 21.9 127.8 545.8 0.1 5.1 4.3 0.1 1527.1 (SPNN) (.) 1985-2000 Area de bosque natural en SPNN (has) de 1985-2000 Miles Has -21.7 -12.4 -5.3 -4.2 -19.7 -2.6 -0.8 -4.0 -10.0 -2.7 -2.3 -18.3 -0.1 -0.1 -0.4 0.0 -104.7 % -14.2% -6.4% -4.4% -19.5% -26.1% -3.9% -25.9% -1.8% -19.1 % -10.9% -1.8% -3.2% -47.9% -2.0% -8.3% -8.3% -6.4% Cambio 1985 Miles Has 2000 Miles Has 57.4 101.1 83.6 17.1 21.3 27.3 2.1 85.8 12.6 7.3 20.5 1.2 0.1 2.7 0.3 0.0 440.6 49.5 95.6 79.3 14.4 19.4 26.5 1.6 85.3 12.2 7.1 20.4 1.2 0.0 2.6 0.3 0.0 415.6 Miles Has -7.8 -5.5 -4.3 -2.6 -1.9 -0.8 -0.6 -0.5 -0.4 -0.2 -0.1 -0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 -25.0 1985-2000 % -13.7% -5.4% -5.1% -15.5% -9.0% -3.0% -26.3% -0.6% -3.6% -3.3% -0.5% -6.7% -37.5% -0.8% -1.6% 0.0% -5.7% Tasa de cambio anual -1.0% -0.4% -0.4% -1.1% -0.6% -0.2% -2.0% 0.0% -0.2% -0.2% 0.0% -0.5% -3.1% -0.1% -0.1% 0.0% -0.4% con parte o todo su territorio en el SPNN conservado y 100=totalmente degradado (promedio ponderado por tamaño del fragmento - 1985) del SPNN, dos tienen territorio en más de un área protegida Fuente: Este trabajo con base en IAvH. 2005. Mapa de ecosistema de los Andes Colombianos 1985-2000 5] 6. Análisis de relaciones funcionales: aplicación de modelos y resultados El índice estado de los fragmentos de bosque natural, el cual es susceptible de ser calculado en diferentes momentos del tiempo, es empleado para analizar los factores antrópicos que inciden en la transformación del bosque natural. Dichos factores pueden ser clasificados entre aquellos que generan presiones que se traducen finalmente en un proceso de degradación o agotamiento del bosque natural, y las acciones que de una u otra forma propenden por la conservación de los bosques en su estado natural, tales como las políticas públicas ambientales. No obstante, existen situaciones igualmente antrópicas que, sin proponérselo explícitamente, pueden generar un impacto favorable en la conservación del bosque en su estado natural. Así mismo, algunas de las características naturales de los fragmentos pueden tener alguna incidencia sobre la forma en que se produce la afectación del bosque como resultado de las acciones humanas, tales como la ubicación geográfica o la topografía del terreno. Con miras a analizar la incidencia de distintos factores (geográficos y antrópicos) en la degradación del bosque, se estimaron modelos econométricos que relacionan el índice sintético de estado de los fragmentos con variables de la geografía de los fragmentos y las características de las poblaciones circunvecinas. En esta sección se presentan inicialmente los factores que, dependiendo de la disponibilidad de información, pudieron ser usados como indicadores o variables proxy de las presiones antrópicas que deterioran el estado de los bosques; así como de las acciones que deliberadamente inciden sobre la conservación del ecosistema natural (respuestas de política) o que tienen un efecto similar por efecto indirecto. A continuación de se presentan los resultados de los modelos analíticos empleados para establecer los niveles de significancia de las relaciones propuestas, aplicando los métodos descritos en la sección metodológica previa. Finalmente se presenta un análisis interpretativo de los resultados obtenidos y una discusión de los alcances y limitaciones de los mismos. 6.1. Variables explicativas de los modelos analíticos El Órgano Subsidiario de Asesoramiento Cientifico, Técnico y Tecnológico del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD-SBSTTA, por sus siglas en inglés) propone un método de clasificación de los factores que inciden en el deterioro de los bosques, así: se definen las presiones como los factores socioeconómicos y otras fuerzas que afectan la diversidad biológica; el estado como las condiciones propiamente dichas de la misma biodiversidad; y las respuestas como las medidas que se toman para cambiar el estado de la biodiversidad de su situación actual hacia un estado deseado. Así mismo, el CBD-SBS1T A recomienda que la investigación científica sobre la biodiversidad se desarrolle a partir de esta clasificación de indicadores (presión-estadorespuesta) y de modelos de análisis de los diferentes factores que afectan la biodiversidad, con 52 miras a entender los acontecimientos y orientar a las decisiones de política a partir de las predicciones que se puedan hacer de distintos escenarios futuros (CBD-SBSTTA, 1997) En esta dirección y para la construcción de los modelos de análisis previstos por este estudio, se seleccionaron las variables de presión antrópica que reflejan aquellos factores socioeconómicos que se asumen tienen alguna incidencia sobre el estado del ecosistema de bosque natural, generando o acelerando procesos de degradación del mismo. Se supone que estas variables tendrán un efecto positivo sobre el índice de estado de los fragmentos (!EF) En otras palabras, asume que generan degradación de los bosques. De otro lado, se seleccionaron aquellas variables que reflejan medidas o respuestas de politica orientadas a contrarrestar o prevenir los niveles de degradación del ecosistema de bosque natural y que por tanto se espera que tengan un impacto negativo sobre el nivel de degradación de los bosques. Finalmente se ubican algunos factores de contexto socioeconómico y geográfico que de alguna manera se espera que contribuyan a la conservación del ecosistema, a pesar de no estar deliberadamente orientados en esta dirección. Por otra parte, las variables empleadas en los modelos econométricos pueden estar desagregadas en una de tres escalas posibles: a nivel de fragmento, a nivel municipal y a nivel departamental. Esta diferenciación se aplica para efectos de la aplicación de los modelos jerárquicos o multinivel descritos en las secciones precedentes. Las unidades básicas de análisis son los fragmentos de bosque natural. Para cada uno de los fragmentos fue calculado su respectivo índice de estado en los años 1985 y 2000; Y su índice de cambio de estado entre los años 1985 y 2000. Sin embargo, las variables de presión antrópica o de respuesta de política asociadas a los fragmentos se encuentran en niveles de agregación departamental o municipal. Por tanto fue necesario tener en cuenta las siguientes situaciones posibles en la conformación de la base de datos del trabajo: i) Cuando uno o más fragmentos de bosque natural hacen parte de un único departamento y la variable de presión o de respuesta asociada se encuentra agregada a nivel departamental. En este caso todos los fragmentos que hacen parte de un único departamento comparten la información agregada de presión o respuesta a nivel departamental. ii) Cuando uno o más fragmentos de bosque natural hacen parte de un único municipio y la variable de presión o de respuesta asociada se encuentra agregada a nivel municipal. En este caso todos los fragmentos que hacen parte de un único municipio comparten la información agregada de presión o respuesta a nivel municipal. iii) Cuando un fragmento de bosque está localizado en más de un departamento y la variable de presión o de respuesta asociada se encuentra agregada a nivel departamental. En este caso se calculó el promedio (ponderado por el porcentaje del área del fragmento en cada departamento) de la información correspondiente a los departamentos donde tiene presencia el fragmento y dicho promedio se asignó al fragmento de bosque. iv) Cuando un fragmento de bosque está localizado en más de un municipio y la variable de presión o de respuesta asociada se encuentra agregada a nivel municipal. En este caso la 53 variable asociada al fragmento resulta de la sumatoria de los valores que toma la variable en cada municipio. v) Finalmente, cuando la información disponible a nivel de fragmento asigna directamente al fragmento correspondiente. A continuación se presenta de manera detallada cada una de estas variables, especificando la forma de construcción de la misma (incluyendo las fuentes de información empleadas) y el nivel de desagregación de acuerdo con la disponibilidad de información (fragmento, municipio o departamento) 6.1.1. Indicadores de presión antrópica En esta sección se describen las variables que miden los factores socioeconómicos relacionados directamente con el nivel de degradación del ecosistema de bosque natural. En términos generales y mientras no se señale lo contrario, se asume que cada uno de estos indicadores presenta una relación positiva con los índices de estado y de cambio del estado de los fragmentos (la e IcEF): a medida que cada uno de estos indicadores de presión antrópica sea mayor, se espera que estos dos índices que miden el nivel de degradación del bosque natural presenten también mayores valores (reflejando una mayor degradación del bosquej'" i) Indicadores demográficos Densidad de población total (DPTOT) Se calcula como la población total municipal sobre el área del municipio, expresada en habitantes por krrr', Se asume que a medida que las áreas aledañas a los fragmentos de bosque natural tienen una mayor densidad de población, serán mayores las presiones de diversa naturaleza que se ejercerán sobre el bosque. Para relacionar esta variable con el momento inicial del período de estudio (1985) se toman los datos del censo del mismo año; para el momento final del período, se toma como variable proxy la información del censo de 1993.ii Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Dane, Censos de Población y Vivienda, 1985 y 1993; IAvH, Informar Andes (2005) Como se verá más adelante, la excepción de esta dirección se da para el caso del Índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda. En este caso se espera que un mayor valor de este índice corresponda con una menor degradación del bosque natural. jj Entre los años 1985 y 2000 se presentan procesos de creación de nuevos municipios a partir de la segregación de territorio de municipios preexistentes. Para realizar análisis de población asociada a un determinado territorio (el área municipal) es necesario ajustar los datos censales a los cambios en las áreas municipales. Aunque hay información disponible de proyecciones de población municipal para el año 2000, no se dispone de información apropiada para hacer los ajustes por segregación municipal para este año. De allí que se tome como variable proxy los datos del censo de 1993, para los cuales se dispone del respectivo ajuste mediante el aplicativo Informar del Instituto Humboldt (lAvH. 2005) hh 54 ii) Indicadores de actividad económica , 2 Area total en cultivos por km (ICULK) Se calcula como el número de hectáreas en cultivos en el departamento sobre el área del departamento, expresada en hectáreas por km". Se asume que a mayor densidad de cultivos, crece la presión de la actividad agrícola sobre los bosques naturales. Se dispone de información anual para el período 1992-2004. Ante la carencia de datos consolidados para la década de los años ochenta, se asume como proxy para el momento inicial del período de estudio (1985) el promedio anual de los primeros años con información disponible (1992~ 1997); Y para el final del período (2000), se toma el promedio anual del período disponible (1998-2003) Nivel de jerarquía: información departamental. Fuente de datos: Ministerio de Agricultura. Anuario Estadístico del Sector Agropecuario, Información Agrícola (En: www.dnp.gov.co. Indicadores Agropecuarios) Área máxima en cultivos ilícitos (CIMAX) Se calcula como el área de cultivos de coca y amapola en cada municipio, expresada en hectáreas. Se asume que los cultivos ilícitos constituyen una presión directa sobre el bosque natural, toda vez que se estima que buena parte de estos cultivos se localizan en áreas alejadas de la actividad productiva convencional y camufladas en áreas boscosas. Se dispone de información generada por el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) para los años 1999 a 2004, con base en interpretación de imágenes de satélite. Puesto que no se dispone de información relativamente cercana al inicio del período de estudio (1985), se toma únicamente como indicador para el momento final del período de estudio (2000) el área máxima anual detectada en cada municipio desde 1999 hasta el 2002. Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito - Gobierno de Colombia. Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos llicitos (SIMCI) iii) Indicadores de uso de madera Porcentaje de personas que cocinan con leña (PCLENA) Se calcula como número de personas que cocinan con leña en cada municipio sobre el total de la población del respectivo municipio, expresado como porcentaje. Se asume que a mayor participación de personas usando leña se reflejará en una mayor presión sobre los bosques del municipio. Se dispone de información de los censos de 1985 y 1993, la cual se asigna respectivamente al inicio y al final de período de estudio. Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Dane, Censos de Población y Vivienda, 1985 y 1993. Índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda (ICVP ARED) Uno de los componentes del IeV se refiere a los materiales usados en la vivienda por parte de las familias del municipio: a medida que los materiales son más elaborados, este componente del Iev adquiere un mayor puntaje. Dado que la madera no procesada se 55 incluye dentro de los materiales que arrojan menor puntaje, se asume que a medida que este puntaje es menor, será mayor el nivel de degradación de los bosques por una mayor presión sobre los mismos para obtener esta madera.l' Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: PNDH-DNP, con base en Dane, Censos de Población y Vivienda, 1985 y 1993. iv) Indicadores de vías de acceso Índice de cobertura de carreteras (ICT) Mide la relación entre la longitud total de carreteras (pavimentadas y sin pavimentar) construidas en cada municipio y el área del mismo, expresada en metros por km2• Se asume que el crecimiento de la red vial genera mejores posibilidades de acceso a áreas no ocupadas por actividad humana, incrementando la presión antrópica sobre el bosque natural. Con base en un estudio realizado por el Cede de la Universidad de los Andes para el DNP, se dispone de información para distintos tipos de vías en cada municipio del país correspondiente a los años 1980 y 1995 (la cual se toma respectivamente para los momentos inicial y final del período de estudio) Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Cede - Universidad de los Andes, Proyecto recopilación de estadísticas geográficas departamentales y municipales, Contrato DNP-CEDE 174-98 6.1.2. Indicadores de respuesta de política Se describen a continuación las variables que miden las políticas directamente relacionadas con el mejoramiento de la calidad ambiental en general, y en particular con la protección de la biodiversidad y del bosque natural. Se asume que cada uno de estos indicadores presenta una relación negativa con los índices de estado y de cambio del estado de los fragmentos (hF e ICEF): a medida que cada uno de estos indicadores de respuesta de política sea mayor, se espera que estos dos índices que miden el nivel de degradación del bosque natural presenten menores valores (reflejando una mayor conservación del bosque) i) Indicadores de intensidad de la política ambiental Inversión directa de las autoridades ambientales (ICARHB) Se define como el ingreso total anual por habitante de cada corporacion autónoma regional, aplicable a cada uno de los municipios bajo jurisdicción de dicha corporación, expresado en pesos constantes del 2001 por habitante. Se calcula para cada municipio como el promedio del ingreso per cápita de la corporación en la que está localizado, ponderando por la participación del área de los fragmentos de bosque natural del A diferencia de los demás indicadores de presión aquí considerados, en este caso se espera una relación negativa entre este indicador y el comportamiento de los índices de estado del fragmento (I;,'l') y de cambio de estado de los fragmentos (lcEr) que reflejan la degradación del bosque: a mayor rev en materiales de las paredes del hogar, se espera menor degradación del bosque (un menor valor del hF y dellc¡.;¡.) por corresponder una situación de uso de materiales más elaborados en la vivienda con un menor uso de materiales tomados directamente del bosque. .lJ 56 municipio (en 1985) dentro del área total de bosque natural en la respectiva corporación. Esta variable es una proxy de la capacidad de cada corporación para ejercer sus funciones de autoridad ambiental y de entidad encargada de realizar inversiones orientadas a la protección y conservación de los ecosistemas naturales (en proporción a la participación de cada municipio en el total del área de bosque natural a proteger). Para el momento inicial del período de estudio (1985) se calcula como el promedio anual de ingresos de la corporación entre 1990 y 1992, relacionado con la población del censo de 1985; y para el momento final del período (2000) se calcula como el promedio anual de ingresos de 1997 a 1999, relacionado con la población del censo de 1993. En el momento inicial del período de estudio no existían aquellas corporaciones autónomas regionales que fueron creadas a partir de la entrada en vigencia de la ley 99 de 1993kk. Para reflejar esta situación la variable ICARHB se fracciona en dos variables mutuamente excluyentes: ICARHBv e ICARHBn. La variable fCARHBv tiene un valor positivo en los dos momentos del período de estudio (1985 y 2000) para aquellos municipios localizados bajo jurisdicción de las corporaciones autónomas regionales que ya existían en el año 1985; y se asume un valor de cero en ambos años para todos los municipios localizados bajo jurisdicción de las corporaciones que fueron creadas a partir de la ley 99 de 1993. A su vez la variable fCARHBn adquiere un valor positivo para el año final del período (y cero en el momento inicial del mismo) para aquellos municipios bajo jurisdicción de las corporaciones creadas a partir del año 1993; y se asume un valor de cero para ambos momentos del período estudiado en el caso de los municipios localizados en las corporaciones que ya existían en el año 1985. Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Universidad Javeriana - Dane, Proyecto Indicadores de Financiación de la Política Ambiental en Colombia, 2004 (con base en Dane, Bases de datos de Ingresos públicos por variable económica de ingresos) Valor agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico (AASBHB) Mide el valor agregado departamental per cápita de las empresas del sector de agua potable y saneamiento básico, expresado en pesos constantes del 1994 por habitante. Una de las obligaciones de las empresas del sector de agua potable y saneamiento básico es conservar las cuencas hidrográficas que abastecen los acueductos municipales. Por esta razón, se asume que las empresas más consolidadas deberán ejercer con mayor efectividad las acciones de protección y conservación de los ecosistemas de bosque en estas cuencas. Se asume además que el valor agregado per cápita de las empresas de un departamento es una buena aproximación para medir el nivel de consolidación de las mismas. Se calcula esta variable con base en las cifras reportadas por las cuentas departamentales del Dane para el sector de agua potable, alcantarillado y servicios de saneamiento para el período 1990-2002. El valor reportado para el año 1990, asociado a la población de 1985, se asimila al momento inicial del período de estudio (1985); y el valor reportado para el año kk La ley 99 de 1993 reforma el régimen de corporaciones autónomas regionales, transformando aquellas corporaciones existentes en autoridades ambientales regionales y creando nuevas corporaciones autónomas regionales o de desarrollo sostenible en aquellas regiones que no quedaban bajo jurisdicción de alguna de las corporaciones previamente existentes. De esta forma cada uno de los municipios del país (y por tanto todo el territorio nacional continental) queda a partir de esta reforma bajo jurisdicción de una única corporación autónoma regional o de desarrollo sostenible que ejerce las funciones de autoridad ambiental regional. 57 2000 se asocia al momento final del período de estudio (2000) Nivel de jerarquía: información departamental. Fuente de datos: Dane, Información Estadística, Cuentas Departamentales - Colombia, 1990-2003 (En: www.dane.gov.co, PIB - Crecimiento económico) ii) Indicador de política de conservación de la biodiversidad Porcentaje del fragmento de bosque dentro del Sistema de Parques Nacionales Naturales (PASPNN) Mide el porcentaje del área del fragmento de bosque natural (medida en 1985) que se encuentra localizado de manera efectiva dentro de alguna de las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, sobre el área total del respectivo fragmento. Esta variable se toma como una medida directa de la decisión de política de conservación de los ecosistemas de bosque natural, toda vez que refleja la decisión de declarar como área protegida dentro del Sistema de Parques Nacionales una porción del ecosistema de bosque natural. Se asume que un ecosistema de bosque natural perteneciente a un área protegida debe reportar un estado de mayor conservación del bosque, en comparación con un área por fuera de este sistema de protección. Nivel de jerarquía: información por fragmento. Fuente de datos: Información suministrada por el IAvH (2005) 6. J. 3. Indicadores de contexto geográfico y soctoeconámico Se incluyen aquí indicadores de carácter geográfico y socioeconómico que, sin representar presiones antrópicas que tienden a degradar el ambiente ni medidas de política tendientes a prevenir o mitigar esta degradación, pueden tener alguna incidencia en sobre el deterioro o conservación del bosque. Fueron tenidas en cuenta variables típicamente geográficas, tales como el tamaño y la pendiente de los fragmentos de bosque natural. Además se incluyen variables de tipo socioeconómico, tales como el ingreso per cápita de la población, como variable proxy del nivel de crecimiento económico, y los índices de mortalidad por causas violentas como variable proxy de los niveles de conflicto armado. i) Indicadores de contexto geográfico Tamaño de/fragmento de bosque (AREA) Mide el tamaño del fragmento de bosque natural en el momento de inicio del período de estudio, expresado en hectáreas. Se asume que el tamaño original tiene una incidencia sobre el índice de estado del fragmento de bosque natural: el índice de forma (FRAC) es menos sensible a cambios de perímetro cuando el tamaño del fragmento es mayor. Nivel de jerarquía: información por fragmento. Fuente de datos: Información suministrada por el IAvH (2005) 58 Proporción del área delfragmento según rangos de pendiente del terreno (P#) Mide la proporción del área del fragmento que se encuentra en cada uno de cuatro rangos de pendiente, sobre el área total del fragmento. Se considera que un área de bosque natural será menos propensa ser degradada por efecto de las diversas presiones antrópicas a medida que tenga una mayor dificultad de acceso y una menor propensión para ser empleada en un uso alterno. Se asume que los bosques en áreas que tengan mayores pendiente serán menos propensos a ser degradados que los que se encuentran en terrenos con pendientes menores. Para la construcción de estas variables, de cinco rangos de pendiente posible se asignaron cuatro variables que representan la participación del área en cada rango de pendiente, así: P 12 P25 P50 P75 PM75 proporción del área del fragmento con pendiente entre 0% y 12% proporción proporción proporción proporción del del del del área área área área del del del del fragmento fragmento fragmento fragmento con con con con pendiente pendiente pendiente pendiente entre 12% entre 25% entre 50% mayor del y 25% a 50% a 75% 75% Al incluir estas variables en los modelos se excluye el rango de pendiente de 0% a 12%, ya que la proporción de área en este rango queda implícitamente expresado por defecto al definirse los otros cuatro rangos de pendiente. Nivel de jerarquía: información por fragmento. Fuente de datos: Información suministrada por el IAvH (2005) ii) Indicadores de contexto socioeconómico Valor agregado per cápita ponderado por ingresos tributarios municipales (VA TIHB) Mide el ingreso per cápita municipal, calculado con base en el valor agregado departamental, ponderado según la participación de los ingresos tributarios de cada municipio en el total departamental y expresado en miles de pesos constantes del 2001 por habitante. Se construye esta variable como medida proxy del ingreso per cápita del municipio, asumiendo que cada municipio participa en la generación de valor agregado del departamento de manera aproximadamente proporcional a la magnitud de los ingresos tributarios totales del municipio. No se incluye esta variable como una medida de presión, ya que trabajos previos la han empleado como una forma de medir la incidencia positiva y negativa del crecimiento económico sobre el nivel de degradación del bosque natural. De esta forma esta medida se emplea aquí para probar la hipótesis de existencia de una relación en forma de U invertida (curva ambiental de Kuznets) entre el crecimiento y la degradación del bosque. Según esta hipótesis, en las primeras etapas de crecimiento se daría una relación positiva entre este crecimiento y el índice de degradación (o índice de estado de los fragmentos): a mayor crecimiento, mayor degradación del sistema natural. Pero según esta misma hipótesis, a partir de cierto nivel de crecimiento se invertiría la tendencia de tal forma que a mayores niveles de crecimiento se presentaría una menor degradación del ecosistema natural. Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Dane, Información Estadística, Cuentas Departamentales - Colombia, 1990-2003 59 ,~ __ ~ ~ " __ '~~ ·'._h _ (En: www.dane.gov.co, PIB - Crecimiento económico) ingresos públicos por variable económica de ingresos. y Dane, Bases de datos de Índice de condiciones de vida (ICV) según tipo de eliminación de excretas (JCVEXC) Uno de los componentes del rcv se refiere al nivel de desarrollo de los sistemas de eliminación de excretas, con un valor inferior cuando no se dispone de ningún sistema de letrinas ni servicio de alcantarillado y un valor superior cuando se dispone de servicios sanitarios conectados a la red de alcantarillado. Es este caso se emplea esta variable como una medida aproximada del nivel de desarrollo de las condiciones de vivienda según los patrones de vida propios de los conglomerados urbanos. Se asume que a medida que se consolidan los procesos de urbanización, se disminuyen las presiones directas sobre los bosques naturales (sin que esto sea una medida de política orientada de manera directa hacia este fin) Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: PNDH-DNP, con base en Dane, Censos de Población y Vivienda, 1985 y 1993. Índice de muertes violentas (JMVIO) Mide el número de muertes en cada municipio, por cada 100 mil habitantes. Se asume que los procesos de violencia pueden disminuir las presiones antrópicas sobre las áreas de bosque natural. Esto en virtud de que los niveles de violencia están directamente relacionados con procesos de desplazamiento de la población de áreas rurales, así como con el abandono de actividades productivas en las zonas rurales. A mayor población y mayor actividad económica rural hay mayores presiones sobre el bosque natural. Por tanto, se puede esperar que el abandono de las tierras por parte de la población pueda asociarse con una disminución de las presiones que ejercen un impacto degradador del bosque natural. Sin ser la violencia un fenómeno deseable, es posible que ésta ejerza un impacto indirecto que disminuya los niveles de degradación del bosque natural. Para el inicio del período de análisis (año 1985) se toma el promedio anual de muertes violentas en cada municipio desde 1981 hasta 1985, relacionado con la población del respectivo municipio en el censo de 1985. Para el momento final del período (año 2000) se toma el promedio de muertes violentas en el municipio desde 1996 hasta el año 2000, relacionado con la población del municipio reportada por el censo de 1995. Nivel de jerarquía: información municipal. Fuente de datos: Dane, Estadísticas Vitales, 1979-2002 (procesadas por el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos - CERA C) Con base en las variables antes definidas, se estimaron los modelos econométricos correspondientes a las ecuaciones (lO), (11) Y (13). A continuación se presentan en detalle los resultados obtenidos. 60 6.2. Modelos de corte transversal: índice de cambio de estado vs. presiones, respuestas y contexto Con base en las variables antes definidas, se estimó el modelo econométrico correspondiente a la ecuación (13) A continuación se presentan en detalle los resultados obtenidos. 6.2.1. Variables asociadas al índice de cambio en el estado de los fragmentos (/CEF) Para el análisis de los factores asociados al cambio del estado de los fragmentos se estimó la ecuación (13) teniendo en cuenta, previamente, las siguientes consideraciones: i) Dado que las variables que reflejan el ingreso per nuevas (ICARHBOOv e /CARHBOOn) son variables ser analizadas simultáneamente en un mismo particularidad, se estimaron dos modelos usando variables. ii) Se aplicaron pruebas variables explicativas y 807 observaciones antiguas (existentes respectivamente. cápita de las autoridades antiguas y mutuamente excluyentes, no pueden modelo. Teniendo en cuenta esta alternativamente cada una de estas de detección de observaciones atípicas (outliers) en cada una de las los modelos. De esta forma, se conservaron de manera efectiva 823 cuando se aplican los modelos para las autoridades ambientales antes de 1993) y para las nuevas (creadas después de 1993), iii) En las estimaciones se utilizaron variables en nivel (sin transformación alguna) y expresadas en forma logarítmica o al cuadrado. Las transformaciones se aplicaron, en cada caso, para preservar la linealidad entre la variable dependiente y las variables explicativas. Se examinó la linealidad de la relación entre cada uno de los regresares y las variables dependientes siguiendo la estrategia de Mallows (l896/' En las estas primeras estimaciones se empleó la variable de estado del ecosistema (ICEF) como variable dependiente, y las variables explicativas de presión, respuesta y contexto que se describen en las tablas 6.1a y 6.1 b (para los modelos con autoridades ambientales antiguas y nuevas, respectivamente )mm Las pruebas correspondientes se presentan en el anexo Jl En el anexo 1 se presenta una síntesis de los respectivos valores de todas las observaciones disponibles de estas variables, antes de aplicar el proceso de exclusión de observaciones atípicas (outliers), tanto para el momento inicial del período de estudio (1985) como para el momento final del mismo (2000) 11 mm 61 Tabla 6.1a. Estadísticas de variables del modelo de corte transversal del índice de Cambio Estado de los Fragmentos (Corporaciones antiguas) Descripción Variable Típo Obs Mean Std. Dev. Indice de cambio de estado del fragmento (1985-2000) 41.1 ICEF Estado 823 27.9 32.4 21.1 Densidad de población total (1993, hab/km2) Presión 823 DPTOT93 Porcentaje de personas que cocinan con leña (1993, %) 823 61.0 PCLENA93 Presión 19.2 índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda (1993) 823 ICVPARED93 Presión 3.2 0.8 . 2 Indice de cobertura de carreteras (1995, metros/km ) 823 ICTOO Presión 800.0 532.3 6.437 Ln(JCTOO) Presión 823 0.769 LnlCTOO 2.4 Área total en cultivos (1998-2003, has/km 2 ) Presión 823 5.7 TCULKOO 0.429 Ln(TCULKOO) Presión 1.655 LnTCULKOO 823 Áree máxima en cultivos ilícitos (Has, 1999-2002) Presión 43 70 CIMAX9902 823 Ln(CIMAX9902) Presión 823 1.937 2.132 LnCIMAX9902 576.4 Valor agregado per cápita municipal (2000-2002, miles$/hab) 442.6 VATIHBOO Contexto 823 Tamaño del fragmento de bosque (1985, has) 401 408 AREA85 Contexto 823 Ln(AREA85) LnAREA85 Contexto 823 5.613 0.829 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 0% y 12% (1985, O a 1) P1285 Contexto 823 0.06 0.10 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 12% y 25% (1985, O a 1) Contexto 0.17 P2585 823 0.14 0.44 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 25% a 50% (1985, O a 1) Contexto 823 0.16 P5085 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 50% a 75% (1985, O a 1) Contexto 823 0.27 0.17 P7585 Proporción del área del fragmento con pendiente mayor del 75% (1985, Oa 1) Contexto 823 0.07 PM7585 0.08 íñdice de muertes violentas (1996-2000, U/100mil hab) Contexto 823 457.9 354.5 IMVIOOO Ln(lMVIOOO) Contexto 0.792 LnlMVIOOO 823 5.830 índice de condiciones de vida (lCV) según tipo de eliminación de excretas (1993) ICVEXC93 Contexto 823 4.0 1.3 13.4 Porcentaje del fragmento de bosque dentro del SPNN (1985, %) 823 2.1 Respuesta PASPNN85 Valor agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico (2000, $Ihab) Respuesta 9107 AASHBOO 823 5191 Inversión directa de las autoridades ambientales, corporaciones antiguas (1997-99, $/hab) Respuesta 823 ICARHBOOv 6775 8222 Ln(/CARHBOOv) LnlCARHBOOv Respuesta 823 5.351 4.548 Min 0.0 2.5 10.6 1.2 31.6 3.454 0.9 -0.118 O 0.000 43.7 90 4.500 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 32.9 3.495 1.0 0.0 150 O 0.000 Max 100.0 98.2 96.4 5.7 4016.0 8.298 10.5 2.352 340 5.828 2496.4 2185 7.689 0.97 0.67 0.92 0.80 0.41 1859.2 7.528 7.1 100.0 19457 30962 10.341 62 Tabla 6.1 b. Estadísticas de variables del modelo de corte transversal del índice de Cambio Estado de los Fragmentos (Corporaciones nuevas) Tipo Obs Mean Std. Dev. Variable Descripción Estado ICEF 807 41.6 27.8 Indice de cambio de estado del fragmento (1985-2000) Densidad de población total (1993, hablkm2) Presión 807 32.7 21.2 OPTOT93 Presión 807 19.2 PCLENA93 60.8 Porcentaje de personas que cocinan con leña (1993, %) Presión 807 ICVPARED93 3.2 0.8 índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda (1993) índice de cobertura de carreteras (1995, meiros/kmí ) Presión 807 797.3 ICTOO 533.9 Presión 6.432 0.772 807 LnlCTOO Ln(ICTOO) 2 807 2.4 Área total en cultivos (1998-2003, haslkm ) TCULKOO Presión 5.7 Presión 807 1.652 0.431 Ln(TCULKOO) LnTCULKOO Presión 807 44 71 CIMAX9902 Área máxima en cultivos ilícitos (Has, 1999-2002) 1.976 2.135 LnCIMAX9902 Presión 807 Ln(CIMAX9902) Contexto 807 567.1 433.7 VATIHBOO Valor agregado per cápita municipal (2000-2002, miles$lhab) Contexto 403 807 399 A REA 85 Tamaño del fragmento de bosque (1985, has) Contexto 807 5.613 0.826 Ln(AREA85) LnAREA85 Contexto 807 0.06 0.10 P1285 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 0% y 12% (1985, O a 1) Contexto 807 0.17 0.14 P2585 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 12% y 25% (1985, Oa 1) 0.44 Contexto 807 0.16 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 25% a 50% (1985, O a 1) P5085 Contexto 0.17 P7585 807 0.26 Proporción del área del fragmento con pendiente entre 50% a 75% (1985, O a 1) Contexto 807 0.07 0.08 Proporción del área del fragmento con pendiente mayor del 75% (1985, O a 1) PM7585 Contexto 807 462.5 356.2 índice de muertes violentas (1996-2000, #1100mil hab) IMVIOOO Contexto 0.796 LnlMVIOOO 807 5.840 Ln(IMVIOOO) 1.3 Contexto 807 4.1 ICVEXC93 índice de condiciones de vida (ICV) según tipo de eliminación de excretas (1993) Respuesta 807 Porcentaje del fragmento de bosque dentro delSPNN (1985, %) PASPNN85 2.1 13.6 Respuesta 9207 5191 Valor agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico (2000, $/hab) AASHBOO 807 Respuesta 807 3272 iCARHBOOn 4669 inversión directa de las autoridades ambientales, corporaciones nuevas (1997-99, $/hab) Ln(fCARHBOOn) LnlCARHBOOn Respuesta 807 3.597 4.372 Min 0.0 2.5 10.6 1.2 31.6 3.454 0.9 -0.118 O 0.000 43.7 90 4.500 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 32.9 3.495 1.0 0.0 150 O 0.000 Max 100.0 98.2 96.4 5.7 4016.0 8.298 10.5 2.352 340 5.828 2496.4 2185 7.689 0.97 0.67 0.92 0.80 0.41 1859.2 7.528 7.1 100.0 19457 13890 9.539 63 6.2.2. Resultados econométricos de los modelos de corte transversal En las tablas 6.2a y 6.2b son presentados los resultados de las estimaciones para el ICEF, en primer lugar teniendo en cuenta la inversión directa de las autoridades ambientales antiguas (lCARHBOOv) y, en segundo lugar, empleando la inversión directa de las autoridades ambientales nuevas (lCARHBOOn) Así mismo, dado que las variables explicativas están expresadas en diferentes niveles de agregación (fragmento, municipio y departamento) se realizaron análisis comparativos de dos tipos de modelos: modelos de mínimos cuadrados ordinarios (MCO) y modelos lineales jerárquicos (JERARQ). Se hace esta distinción para evaluar las ventajas analíticas que ofrecen los modelos jerárquicos frente a las aproximaciones comunes a través de MCo. En primera instancia se comprueba la existencia de efectos de conglomerado en el ICEF. Por 10 tanto, los modelos estimados a través de MCO pueden conducir a errores en la interpretación de la significancia de los coeficientes estimados. Existen patrones de variabilidad en el ICEF que son significativos entre municipios y entre departamentos. La variabilidad del ICEF se debe, en un 17%, a diferencias entre municipios y, en un 37%, a diferencias entre departamentos. a) Efectos de las variables de presión antropica en la conservación del bosque natural. En las secciones previas se argumentó que ante presiones de tipo antrópico se espera un mayor deterioro del bosque natural. Los resultados mostraron la validez de esta hipótesis tan sólo para las presiones generadas por la densidad poblacional, la calidad de las viviendas medidas a través del material de las paredes y el área en cultivos ilícitos. ICEF VS DPTOT93 entre Oepartamentos I 101 Densidad de Población Municipal En primera instancia, la densidad poblacional tiene un efecto positivo en el ICEF esperado; coincidiendo con los hallazgos de Vance & Iovanna (2006), Mahapatra & Kant (2005) y Agarwal et al. (2005), aunque marginalmente decreciente. Si la densidad poblacional media fuera de 32.4 hab/krn'', el efecto marginal sería positivo del orden de 0.4 puntos en el ICEF esperado. Densidades poblacionales superiores a los 60 hab/krrr' estarían relacionadas con menores cambios en el estado de los fragmentos de bosque natural. Tolal·1993 (DPTOT93) 64 Tabla 6.2a. Indice de Cambio de Estado de Fragmentos (ICEF): modelo de mínimos cuadrados ordinarios (MeO) vs modelo jerárquico (JERARQ), para corporaciones antiguas JERAROvacío_a JERAROant MCOant Varo Indep: ICEF Tipo 72.69 (•••) 39.49 ("') 106.47 (U') Constante C·) P DPTOT93_2 P PCLENA93 P 0.048 ICVPARED93 P 1.75 LnlCTOO P 3.71 LnTCULKOO P -16.21 p 2.47 LnCIMAX9902 0.56 0.94 -0.0084 (•••) DPTOT93 -0.0047 (U) -0.058 -5.97 (") r') 1.54 r") -6.53 2.05 0.013 (') -0.003 r") (U') VATIHBOO VATIHBOO_2 x x LnAREA85 x -5.19 P2585 -9.72 ,0.20 P5085 x x -17.02 -10.17 P7585 x -14.95 PM7585 x x -19.12 LnlMVIOOO -1.35 -35.68 n -5.13 (") ICVEXC93 X -3.73 -0.0000041 0.0000015 r") -6.41 ("') ( ( PASPNN R -5.04 ... ... ) AASHBOO R AASHBOO_2 R -0.0000002 (...) LnlCARHBOOv R LnlCARHBOOn R 1.08 0.0016 -0.0000001 ("') -0.05 402.6 E r") 365.7 r") 2 153.2 (•..) 140.1 (•••) 2 321.9 (•••) 314.6 (•••) G ¡Ji G¡Jk 0.46 PI P2 0.17 0.37 P3 0.029 7602 7701 823 Varo omitida: prob>F aic bic N R2(§) Tipo de indicador: r") 1.58 -0.26 (•••) ) -0.26 0.0058 (.•.) G 2 7517 7630 823 0.26 P: Presión; Nivel de significancia: (§) (U') R: Respuesta; (') p-e.t: X: Contexto (geográficO!socioeconómico) n p<.05; En los Modelos Jerárquicos R 2 823 0.07 (U') p<.01 corresponde al R2 del nivel 1 65 Tabla 6.2b. Indice de Cambio de Estado de Fragmentos (ICEF): modelo de mínimos cuadrados ordinarios (MeO) vs modelo jerárquico (JERARQ), para corporaciones nuevas JERA ROvacío_n MCOnuevas VaL Indep: ICEF Tipo JERA ROnuevas 78.53 (...) Constante 106.31 (•.•) ... ( p DPTOT93_2 P 0.91 -0.0083 PCLENA93 P 0.072 /CVPARED93 P 1.55 LnlCTOO p 4.10 r") 1.69 LnTCULKOO p -15.74 rOO) -6.80 2.07 VATIHBOO x x LnAREA85 x -0.0000033 -5.39 P2585 x -8.83 P5085 x -15.47 P7585 x PM7585 x -13.93 -16.20 LnlMVIOOO x x PASPNN R AASHBOO R AASHBOO_2 R Ln/CARHBOOv R Ln/CARHBOOn R -0.046 -6.45 (''') ("') VATIHBOO_2 ICVEXC93 r") 2.38 0.013 (') P ( ... ) ( -10.16 -1.13 -35.43 (•.) -5.26 (OO) ... ) 1.95 -0,27 ("') r") 0.0017 -0,0000001 r") r") -1.07 ("') 405.3 ("') 2 159.8 2 311.7 P, 0.46 P2 P3 0.18 0.04 368.5 (...) (U') 144,5 (''') r") 312,8 (''') 0.36 0.049 Varo omitida: prob>F 7459 7558 807 aic bic N R2(§) 7380 7492 807 0.26 P: Presión; Nivel de significancia: ) -0.42 O¡Jk Tipo de indicador: ... -0,003 ol 2 o ¡Jj ( 0.0000021 -5.14 ("') -6.31 -3.63 (...) -0.25 0.0057 -0.0000002 ) 0,56 -0.0047 (..) DPTOT93 LnCIMAX9902 (§) 39.74 (..•) r") R: Respuesta; 807 0.06 X: Contexto (geográfico/socioeconómico) o pc, l ;n p<.05; (...) p<.01 En Jos Modelos Jerárquicos R2 corresponde al R2 del nivel 1 66 Por construcción, el índice de calidad de las paredes de los hogares ICVPARED93 tiene una mayor calificación cuando el material de las paredes es más elaborado (menos intensivo en el uso de materiales de origen vegetal como madera burda). Por lo tanto, la presión antrópica medida a través de esta variable se genera cuando el ICVPARED93 es menor. Los resultados confirman este supuesto en los modelos jerárquicos." Por cada punto adicional en el ICVPARED93 el ICEF esperado disminuye alrededor de 6 puntos. Finalmente, las estimaciones permitan confirmar la existencia de una relación positiva y significativa entre el área de cultivos ilícitos y el cambio en el estado del bosque natural entre 1985 y 2000. Si el área total en cultivos de amapola y coca se incrementara un 1%, ellcEF esperado aumentaría 2 puntos. Lf1 ArlJ'.Il,4:;11l(, fr¡IIlJl1l(ipóll 1 999·2002 Cultl'ffl$lIí~I'05 H~:2' (LnCl'IrAAX99 02) b) Efectos de las variables de contexto en la conservación del bosque natural. ICEF Vs LnAREA entre Municipios 105 El tamaño del fragmento de bosque natural está relacionado negativamente en el ICEF. Este hallazgo concuerda con las estimaciones realizadas por Vance & lovanna (2006) Los resultados sugieren que los fragmentos de bosque natural más pequeños tienden a mostrar índices de cambio (procesos de deforestación) más acentuados. El efecto esperado por hectárea adicional de parche de bosque natural es de 5 puntos menos en el IcEF. Ln del Area Total del fragmento (LnAREAl Nótese que la misma variable tiene un efecto positivo (contra intuitivo) a través de MCO. Así mismo, variables como el índice de carreteras JCT y el número de hectáreas en cultivos en el departamento TCULK dejan de ser significativas cuando se tiene en cuenta la estructura jerárquica de los datos. No obstante, el efecto de la variable TCULK en el modelo MCO es contraintiutivo. nn 67 ICEF Vs PM7585 entre Municipios I 04 Porcentaje Area Total Fragmento Pendiente> 75% ICEF Vs IMVIOOO entre Departamentos 11i ,,~ so ~ .< ~ .s 3< I '.5 I~I 5S 61 1.8 Ln Indice Municipal Muertes Violentas 100mil Hab-1993 (lnlMVIOOO) En la sección anterior se argumentó que pendientes pronunciadas del terreno pueden dificultar el acceso a los bosques, constituyendo está característica una barrera natural a los procesos de degradación del bosque natural. Nuestras estimaciones permiten confirmar que el ICEF es sensible a las pendientes muy pronunciadas del terreno. El ICEF es menor, en promedio, cerca 35.5 puntos en los fragmentos de bosque con pendientes mayores al 75%00, siendo esta característica el principal atenuante de la deforestación del bosque natural. Chomizt & Gray, (1995) y Vance & Iovanna (2006) confirman este supuesto en estudios similares sobre deforestación. Pese a que la violencia es un fenómeno social indeseable, está relacionado significativamente con menores índices de degradación. Si el índice de muertes violentas se incrementa en un 1% se espera que el /CEF disminuya cerca de 5 puntos. Naturalmente este hallazgo plantea la necesidad de profundizar en el estudio de las consecuencias de la violencia en el país. Es posible que el resultado esté reflejando indirectamente el efecto del abandono de tierras y de la menor actividad productiva producto de los mayores índices de violencia. c) Efecto de las variables de respuesta de política. Anteriormente se relacionó un conjunto de variables que reflejan políticas de mejoramiento de la calidad ambiental. Una forma de evaluar la efectividad de dichas políticas es comprobando si están asociadas a índices más bajos de degradación. ICEF VS PASPNN "8 ~ entre Municipios I o 110 Porcentaje Area Total Fragmento SPNN (PASPNNj en Respecto a este punto, el resultado de mayor interés tiene que ver con la degradación en las áreas protegidas por el Sistema de Parques Nacionales Naturales; se comprobó las zonas protegidas están relacionadas con menores índices de cambio en los fragmentos, en otras palabras, con menor degradación. Si el porcentaje de área de fragmento de bosque protegido aumenta en un punto porcentual se espera que el /CEF disminuya 0.2 puntos. 00 Nótese que este resultado tan solo es válido cuando se tiene en cuenta en las estirnacíones el efecto de las jerarquías municipales y departamentales. 68 El segundo resultado, no obstante, llama la atención sobre la efectividad de los recursos de las corporaciones autónomas regionales y de las empresas del sector de agua potable y saneamiento básico en la conservación del bosque subandino; no se encontraron efectos significativos sobre el /CEF ni de los ingresos per cápita de las corporaciones ni del valor agregado de las empresas del sector de agua potable y saneamiento básico. 6.3. Modelos en primeras diferencias: índice de estado vs. presiones, respuestas y contexto A continuación se presentan en detalle los resultados de las estimaciones de los modelos en primeras diferencias correspondientes a las ecuaciones (10) Y (11) 6.3.1. Variables de los modelos en primeras diferencias Para analizar los factores asociados al estado de los fragmentos se estimaron las ecuaciones (10) Y(11) teniendo las siguientes consideraciones: i) Del universo inicial de fragmentos fueron excluidas 34 observaciones dado que sólo en los 1244 fragmentos restantes se tiene información completa de cada una de las variables referidas en la tabla 5.2. De otro lado, al aplicar las pruebas de detección de observaciones atípicas (outliers) a cada una de las variables explicativas se conformó una muestra efectiva de 736 observaciones. ii) Para efectuar las estimaciones fue calculada la diferencia absoluta (primera diferencia) entre el año 2000 y 1985 de la variable dependiente y cada una de las variables explicativas. Esta metodología permite aislar el posible efecto de las variables omitidas que se mantuvieron constantes durante el período de análisis. iii) Sin embargo, al calcular la primera diferencia también se anulan todas aquellas variables que no hayan cambiado durante el período de análisis. Tal es el caso de variables como la pertenencia del fragmento de bosque a un área protegida del SPNN, el tamaño de los fragmentos originales de bosque natural y sus respectivas pendientes. Así mismo, tampoco es posible hacer uso de la información reportada en un único momento del tiempo. Por ejemplo, no se dispone de información sobre cultivos ilícitos en la década de 1980. iv) Al calcular autoridades mutuamente en primeras la primera diferencia, las variables que reflejan el ingreso per cápita de las antiguas y nuevas (/CARHBOOv e /CARHBOOn) dejan de ser variables excluyentes, lo cual hace posible probarlas simultáneamente en los modelos diferencias. 69 En la tabla 6.3 se presenta una breve reseña estadística de las variables empleadas en los modelos en primeras diferencias. 70 Tabla 6.3 Estadísticas de las variables del modelo de índice de Estado de los Fragmentos, Descripción Cambio en el índice de estado del fragmento Cambio en densidad de población total (hablkm 2 ) Cambio en porcentaje de personas que cocinan con leña (%) Cambio en índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda 2 Cambio en índice de cobertura de carreteras (metros/km ) en primeras diferencias Tipo Variable Estado 6JEF tJ.DPTOT Presión tJ.PCLENA Presión tJ.ICVPARED Presión tJ.ICT Presión Cambio en área total en cultivos (has/km 2 ) Cambio en valor agregado per cápita municipal (miles$/hab) tJ. TCULK tJ. VATIHB tJ. VATlHB_2 Cambio Cambio Cambio Cambio Cambio Cambio en en en en en en 2 (VATlHB) índice de muertes violentas (#1100mil hab) ICV según tipo de eliminación de excretas vr. agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico ($Ihab) inversión de las autoridades ambientales, corporaciones antiguas ($Ihab) inversión de las autoridades ambientales, coporaciones nuevas ($Ihab) tJ.IMVIO tJ.ICVEXC tJ.AASHB tJ.ICARHBv tJ.ICARHBn Presión Contexto Contexto Contexto Contexto Respuesta Respuesta Respuesta Obs 736 736 736 736 736 736 736 736 736 736 736 736 736 Std. Dev. Mean 26.4 39.1 3.7 2.3 -8.4 8.2 1.1 -0.5 151 -0.7 -863 -2.2E+06 183 0.6 69 -118 3707 322 0.5 775 Min 0.0 -9.3 -41.7 -3.9 -708 -1.6 -3361 Max 99.9 15.6 16.8 1.3 1035 0.8 1051 2.9E+06 -1.6E+07 2.9E+06 885 -455 267 -0.6 1.6 0.5 4262 -3563 2599 -6723 5521 2175 13890 4778 O 71 Resultados econométricos de los modelos en primeras diferencias 6.3.2. En la tabla 6.4 se presentan los resultados de los modelos en primeras diferencias. Como en las estimaciones anteriores, se realizó un análisis comparativo de dos tipos de modelos: modelos de mínimos cuadrados ordinarios (MeO) y modelos lineales jerárquicos (JERARQ). Esta distinción se realizó principalmente para evaluar las ventajas de tener en cuenta en los modelos estimados la estructura espacialmente dependiente (jerárquica) de los datos. Los resultados permiten comprobar que existen de efectos de conglomerado a nivel de municipio y departamento sobre el ltr. lo cual constituye en claro indicio de la conveniencia de emplear modelos jerárquicos en las estimaciones. La variabilidad del Isr se debe en un 28% y un 27% a diferencias entre municipios y departamentos respectivamente. Así mismo, la prueba de Ramsey (1969) sugiere que no hay variables omitidas en el modelo Meo propuesto para el hF (ver tabla 6,4). Este es un resultado que se esperaba obtener gracias a que se calcularon las primeras diferencias de los regresores y de la variable dependiente" entre el año 2000 y 1985. a) Efectos de las variables de presión natural. IEF Vs DPTOT entre departamentos fIl o ~Ú: "'Ow 0-:::;; "'OfIl ~o fIl- WC~ QI E "'OOl QI <G o ''ül.L. E Densidad de Población Municipal hb/k2 (DPTOT) antropica en la conservación del bosque Pese a que las pruebas de linealidad (ver anexo JI) no mostraron comportamientos cuadráticos (o de orden superior) entre el lsr y la densidad poblacional; como en las anteriores estimaciones (ver tablas 6.23 y 6.2b), se observa una relación positiva, altamente significativa, entre la densidad poblacional y la degradación de los bosques naturales. Estos resultados confirman los hallazgos de otras investigaciones sobre el tema (Vanee & lovanna, 2006; Mahapatra & Kant, 2005 y Agarwal et al., 2005). Se espera que el ler aumente 1.1 puntos por cada punto adicional de densidad poblacional. En contraste, se tiene un resultado adverso para los modelos en que la variable dependiente es el IcEF• En general, los problemas por variables omitidas son frecuentes en los modelos de corte transversal. PP 72 Tabla 6.4 Indice de Estado de los Fragmentos (fEF): modelo de mínimos cuadrados ordinarios (MCO) vs modelo jerárquico (JERARQ) JERARO VaL lndep: IEF Típo MCO JERAROvacío 22.09 Constante 32.00 r 33.84 (*") h ) DPTOT P 1.11 r") PCLENA P 0.33 (h') ICVPARED P -6.57 (h'J P -0.0007 -8.28 ICT TCULK P VATlHB P VATIHB_2 P -0.0201 -0.0031 (h') -0.0029 ICARHBv R 0.0030 ('h) 0.0037 (h') ICARHBn R -0.0008 r") ('h) 8.54 ("') 8.20 (U') (h) a/ 354.3 (h') -0.0003 354.0 (h') 2 215.9 (h') 159.2 (h') 2 206.4 (h') 71,5 (h') Pl 0.46 P2 P3 0.28 0.27 Varoomitida: prob>F 0.678 aie 6733 bic 6792 6655 736 736 0.24 6729 736 0.25 P: Presión; R: Respuesta; X: Contexto (geográfico/socioeconómico) n p-e.t: En el Modelo Jerárquico (h) 2 R p<.05; ("') p<.01 corresponde IEF Vs ICVPARED entre departamentos h ~ .= -0.0000013 -0.0100 (') R Nivel de significancia: i'i u, 0.0039 (') AASHB Tipo de indicador: •.. (h') X R2(§) GJ'" (h') ICVEXC N (,) 0.0007 -15.78 x a ¡Jk ~~ 0.20 -6.30 (''') 0.0038 -0.0000019 (h') IMVIO a ¡Jj (§) 1.10 (h') •.......... ~ -~~ . . ,~ Punlaje ICV Municipal Material de Paredes (ICVPARED) al R2 del nivel 1 En segundo lugar, el uso de materiales más elaborados (y por lo tanto, menos intensivos en materiales de origen vegetal como madera burda) esta asociado a una menor presión en el estado del bosque subandino. Cada punto adicional en la calificación del material de las paredes de los hogares ICVP ARED se espera que genere una reduccción en el ler de más de 6 puntos, Este es un efecto muy similar al obtenido en las estimaciones previas sobre el IcEF, 73 IEF Vs TCULK '" o dlii: "'OW O~ "'O'" ~o "'- W~ dl E "'OC) ..,V ~'" 'tille: Area Total en Cultivos Departamental. Ha/k2 (TCULK) Contrario a 10 que se anticipaba, el porcentaje de hectáreas del departamento destinadas a la agricultura está relacionado negativamente con la degradación de los fragmentos. El hF esperado disminuye cerca de 16 puntos por cada punto porcentual adicional en hectáreas de cultivos en el departamento. Pese a lo contraintuitivo del resultado, no se puede perder de vista que no se dispuso de información para la década de 1980 y que la variable fue construía a partir de una aproximación con los datos de la primera parte de la década de 1990. b) Efectos de las variables de contexto en el deterioro del bosque natural. IEF Vs IMVIO entre departamentos o '" vii: "'Ow o,=- "'O l/l - ~ o '" w~ dl ~ -----~---------_.- ~ ¡:: "'Oc. dl III ~u: E ~~ Indice Municipal de Muertes Violentas por 100 Mil Habitantes (IMVIO) IEF Vs ICVEXC entre departamentos Puntaje rcv Algunos efectos directos de la violencia en Colombia son el desplazamiento forzoso y el abandono de actividades productivas, en especial, las de tipo agrícola y pecuario. Ambas situaciones significan una menor presión sobre los bosques naturales. De acuerdo a los resultados, la relación entre el índice de muertes violentas y el índice de estado de los fragmentos es significativa aunque bastante débil; se pronosticaría una reducción en el lsr de 0.01 puntos por cada punto adicional en el IMVIO. Las estimaciones evidencian una relación significativa y directa entre el grado de desarrollo de los sistemas de eliminación de excretas y la degradación de los bosques. Este resultado indicaría un trade-off entre las condiciones sanitarias de los hogares y la degradación ambiental de los bosques. Sin embargo, se anticipaba el efecto contrario. De acuerdo a los resultados, se espera que el le» aumente más de 8 puntos por cada punto adicional en el ICVEXC. Municipal Eliminacion de Excretas Hogar (ICVEXC) 74 c) Efecto de las variables de respuesta de política. IEF Vs AASHB Valor Agregado Departamental Per Cáplta en Agua Potable y Saneamiento (AASH8) hF disminuiría Una de las obligaciones de las empresas del sector de agua potable y saneamiento básico es conservar las cuencas hidrográficas que abastecen los acueductos municipales. Se espera que el valor agregado per cápita de las empresas del sector (al representar indirectamente su capacidad de inversión en conservación de las cuencas) esté relacionado inversamente con el lsr. Los resultados permiten confirmar este supuesto. Puesto en perspectiva, si el valor agregado promedio de las empresas del sector, el cual está alrededor de los 9 mil pesos per cápita (ver tabla 6.1a) alcanzara los 10 mil pesos el cerca de tres puntos. IEF Vs ICARHBv o '" lllÚ::: "Ow o~ "O'" ~o "'w~ III ~ "05J III ti> ~u: c:: Ingreso Per Cápita Municipal CARs Antiguas (ICARHBn) qq Finalmente, no se encontró evidencia que apoyara la hipótesis de que la inversión directa de las corporaciones nuevas estuviera relacionada con menores índices de degradación. qq De otro lado, contrario a lo que se esperaba, la inversión directa de las corporaciones viejas está positivamente relacionada con el hF. El valor esperado del lsr disminuiría un punto con un incremento en los ingresos per cápita de las corporaciones viejas en cerca de 335 pesos. Nótese que se puede concluir que la variable es significativa si se estima a través de MeO. 75 7. Síntesis de resultados, conclusiones y recomendaciones El análisis de las relaciones que puedan existir entre la degradación de un ecosistema de bosque natural, por una parte, y las decisiones humanas que inciden sobre la conservación o deterioro de este ecosistema, por otra, arroja resultados en dos direcciones básicas. En primer lugar permite dilucidar incógnitas recurrentes alrededor de la incidencia de ciertos factores propios de la actividad humana, sobre el estado y las tendencias de conservación o degradación del bosque natural. Pero también aporta elementos de juicio para evaluar, con base en evidencia empírica de primera mano, la efectividad de distintas medidas de política orientadas a la protección y conservación de la biodiversidad. En esta sección se presenta en primer lugar una breve síntesis del proceso analítico abordado en el presente estudio. En seguida se resumen las principales conclusiones derivadas de los resultados obtenidos, organizadas en dos niveles. Por una parte se reseñan aquellos aspectos concernientes con el comportamiento de las acciones antrópicas y su relación con los niveles de conservación y degradación del ecosistema natural analizado; especial énfasis se pone en los resultados obtenidos en términos de la evaluación de la política ambiental en marcha. Por otra parte se hace referencia a las principales conclusiones que, desde el punto de vista metodológico, se deriva del proceso analítico aplicado y que pueden contribuir a su posterior desarrollo y consolidación. Por último se presentan algunas recomendaciones que se desprenden de estas conclusiones alcanzadas, orientadas principalmente a fortalecer los sistemas de seguimiento y evaluación de la política de biodiversidad en el país. 7.1. Síntesis metodológica Para abordar el proceso de evaluación de los factores que inciden sobre la conservación y degradación del ecosistema de bosque natural subandino, el presente trabajo se adelantó a partir de información generada por el Laboratorio de Biogeografia y Análisis Espacial del Instituto Humboldt sobre los ecosistemas en los Andes Colombianos, mediante la interpretación de imágenes de satélite correspondientes a los años 1985 y 2000. Con base en esta información se identificaron aquellos fragmentos del ecosistema de bosque natural subandino que en 1985 tenían un tamaño superior a 90 hectáreas. Para cada uno de estos fragmentos se construyó entonces una serie de indicadores que reflejan sus propias características: el área en bosque de cada fragmento, al inicio y al final del período, y en consecuencia el área del bosque original intervenida por actividades humanas durante el período de estudio; la intensidad de esta afectación antrópíca, diferenciando las áreas totalmente transformadas por una actividad antrópica, de aquellas que presentan bosque secundario, algún proceso de recomposición natural (vegetación secundaria temprana), o algún tipo de rastrojos; la forma de cada uno de los fragmentos de bosque natural, 76 expresada en términos de la relación entre el perímetro y el área del bosque antes y después de la intervención humana; la pendientes del terreno para cada uno los fragmentos; su localización dentro de cada uno de los distintos biomas presentes en la cordillera de Andes; su localización en términos de la división político-administrativa del país, asociándola al territorio de cada uno de los municipios y corporaciones autónomas regionales como entidades ejecutoras de la política ambiental en las regiones; y finalmente su participación directa en la política de conservación de la biodiversidad, mediante la declaratoria de áreas protegidas dentro del Sistema de Parques Nacionales. Tomando como base esta información se estructuraron, en primer lugar, indicadores sintéticos que resumen distintas características del estado de conservación o degradación de cada fragmento de bosque natural. Para tal efecto se procedió inicialmente a sintetizar en un solo indicador, aplicando el método estadístico de análisis de componentes principales, aquellas características que reflejan el nivel de degradación de cada fragmento de bosque: el tamaño original del bosque en 1985, el tamaño remanente en el año 2000 y, por tanto, el área afectada por actividades antrópicas como expresión del nivel de degradación del bosque; el índice de forma al inicio y al final del período, con valor creciente a medida que los bordes del fragmento son más irregulares y deterioran el hábitat de las especies locales al romper la continuidad del territorio boscoso; y la intensidad de la actividad antrópica, medida como la porción del área intervenida que no conserva ningún tipo de relicto de bosque natural remanente, ni de recomposición mediante plantación forestal. Con este procedimiento se construyó un primer indicador sintético del nivel de degradación del bosque natural: el índice de estado del fragmento en un determinado momento. Este índice expresa, en una sola media y en una escala de cero a cien, la asociación de diversos elementos que reflejan de manera independiente características propias del nivel de degradación en que se encuentra un fragmento de bosque en un momento determinado. Con este índice se mide entonces el nivel de la degradación de cada fragmento de bosque natural al inicio y al final del período de análisis. Este índice adquiere entonces un primer valor que refleja el estado de cada fragmento de bosque al inicio del período, antes de la intervención humana dicho fragmento. Refleja por tanto el grado de conservación al inicio del período, con un valor muy cercano a cero que refleja un nivel de degradación nula del fragmento de baque no intervenido en ese momento. Por otra parte este índice adquiere para el mismo fragmento de bosque un valor distinto al final del período, reflejando las transformaciones que sufre el fragmento original después de la intervención humana. Expresa entonces el nivel de degradación del fragmento durante el período de análisis, adquiriendo un valor proporcionalmente mayor para aquellos fragmentos que han sufrido un mayor deterioro como resultado de la intervención antrópica. Adicionalmente se construyó otra medida que sintetiza los mismos componentes que reflejan las condiciones de deterioro del bosque natural, pero expresados ahora de manera dinámica: el índice de cambio de estado del fragmento de bosque durante un período de tiempo. Este índice, en lugar de reflejar el estado de cada fragmento en cada momento determinado, mide ahora de manera directa el cambio del nivel de afectación del fragmento durante el período de análisis. Para su construcción se empleó el mismo método de análisis de componentes principales, pero aplicado ahora sobre el cambio en un período de tiempo de cada una de las características que reflejan el nivel de afectación del fragmento de 77 bosque natural: el cambio durante el período en el área transformada por la actividad humana; el cambio en el índice de forma del fragmento de bosque entre un momento y el otro; y el cambio en la intensidad de la intervención humana, medida como el cambio en el área totalmente transformada en relación con el área total intervenida. Una vez identificados y caracterizados cada uno de estos índices de estado y de cambio en el estado de la degradación del bosque, se procedió entonces a asociar cada fragmento con aquellos factores que se asume pueden estar incidiendo sobre el proceso de degradación. Esto con el fin de asociar analíticamente los índices que reflejan el estado del ecosistema, con indicadores que reflejan las presiones antrópicas que se ejercen sobre ellos, las medidas de respuesta de política orientada a su protección y conservación, y otros factores de contexto geográfico y socioeconómico que inciden sobre la evolución de la conservación o deterioro del bosque natural. En primer lugar, y usando como punto de referencia los municipios y los departamentos de localización de cada fragmento, se identificaron distintos factores de presión que pueden conducir a la degradación de un fragmento de bosque. Para reflejar el comportamiento de estos factores se construyeron los siguientes indicadores: la densidad de población en el municipio o municipios en donde está localizado cada fragmento; la intensidad en el uso del suelo para actividades agrícolas, expresada en términos de hectáreas cultivadas por kilómetro cuadrado del territorio; la intensidad de uso de madera como leña, expresada en términos del porcentaje de población que cocina con este tipo de combustible; el nivel de utilización de madera como material para la construcción de viviendas, expresado de manera indirecta en términos del componente del Índice de condiciones de vida (Icvt que refleja el tipo de materiales empleados en las paredes de las viviendas; y la facilidad de acceso a las áreas de bosque natural, expresada en términos de la densidad de la red de carreteras. Por otra parte se identificaron factores asociados de manera directa con la política ambiental en general y con su componente específico de conservación de la biodiversidad y los ecosistemas naturales. Para tal efecto se usaron tres medidas básicas: la capacidad de ejecución de las acciones de política por parte de las corporaciones autónomas, principales entidades ejecutoras de la política ambiental en el contexto regional, medida a través de la disponibilidad de recursos financieras; la capacidad de las empresas del sector de agua potable y saneamiento básico de asumir su responsabilidad de protección y conservación de las cuencas que las abastecen de recursos hídricos; y finalmente la pertenencia del fragmento de bosque a un área protegida del Sistema de Parques Nacionales Naturales. Finalmente se identificaron otros factores geográficos y socioeconómicos que de una u otra manera pueden condicionar los efectos de las presiones antrópicas y las medidas de política sobre el estado de los ecosistemas. En esta dirección se incluyeron aspectos tales como el tamaño de los fragmentos de bosque, su nivel de pendiente y los niveles de violencia en las áreas en donde están localizados. Además se incluye dentro de este tipo de factores una medida del nivel de crecimiento económico local, para probar la hipótesis de la existencia Índice desarrollado por el Programa Nacíonal de Desarrollo Humano (PNDH) del Departamento Nacional de Planeación (DNP) rr 78 de una relación entre el crecimiento y la degradación del bosque de la forma expresada por la denominada curva ambiental de Kuznets: una relación directa entre el crecimiento de la actividad económica y la degradación de los ecosistemas naturales durante las primeras etapas de crecimiento económico, derivada de una alta dependencia de esta actividad de los recursos suministrados por la naturaleza; pero una reversión de esta tendencia a partir de cierto nivel de la consolidación de la actividad económica, correspondiendo menor degradación a mayores niveles de ingreso, corno resultado de una mayor posibilidad de asignar mayores recursos a la protección de estos ecosistemas. Una vez identificados estos indicadores de presión, respuesta y contexto se procedió a la aplicación de modelos analíticos para evaluar las relaciones funcionales entre estos factores y los niveles de conservación o degradación del ecosistema de bosque natural. Para tal efecto se seleccionaron dos modalidades básicas de análisis: mediante la aplicación de modelos jerárquicos de corte transversal; y mediante la aplicación de modelos jerárquicos en primeras diferencias. Con los modelos jerárquicos de corte transversal se relacionaron los factores de presión, respuesta y contexto en su respectivo nivel en un momento determinado, con el índice de cambio en el estado de conservación y degradación del bosque natural. Por otra parte, con los modelos en primeras diferencias se relacionaron las variaciones en los niveles de las presiones, de las respuestas y de los factores de contexto durante un período determinado, con las variaciones en el índice de estado de conservación y degradación del bosque natural, durante el mismo período. En ambos casos se trabajó con modelos de tipo jerárquico, con lo cual se logra incorporar el efecto derivado de los distintos niveles de agregación (departamental, municipal ya nivel del fragmento de bosque), propios de la información disponible para medir las distintas variables explicativas. De esta manera fue posible evaluar las distorsiones analíticas que se generan cuando se realizan estas modelaciones sin tener en cuenta estas diferencias de nivel de agregación de las variables, comparando los resultados obtenidos con los que se hubieran generado al no aplicar modelos jerárquicos. 7.2. Conclusiones sobre conservación y degradación del bosque natural La aplicación de los modelos jerárquicos de corte transversal y en primeras diferencias arrojaron los resultados que se sintetizan en la tabla 7.1 En primer lugar se relacionan los resultados de los modelos jerárquicos de corte transversal aplicados al índice de cambio estado de los fragmentos (lCEF) bajo dos modalidades: un primer modelo, JERARQan(ICEF), en el cual aparece dentro de las variables explicativas la capacidad de respuesta de las autoridades ambientales regionales que ya existían cuando se inicia el período de análisis (1985); y un segundo modelo, JERARQnuevas(ICEF), en donde solo se incluyen aquellas autoridades ambientales regionales que inician su gestión a partir de la creación del Sistema Nacional Ambiental (SINA) en el año 1993. Por otra parte se relacionan los resultados del modelo jerárquico en primeras diferencias, JERA R Q(IEF), aplicado para el análisis del índice de estado de los fragmentos (IEF) 79 Tabla 7.1 Síntesis comparativa de los modelos jerárquicos del Indice de Cambio de los Fragmentos (/EF) y dellndice de Cambio del Estado de los Fragmentos (/CEF) Tipo JERAROant Constante OPTOT p OPTOT_2 p PCLENA p ICVPAREO p ICT p (''') 0.56 -0.0047 (") -0.058 -5.97 ("*) JERAROnuevas (ICEF) 106.31 r"} JERARO 0.56 r") -0.0047 ("") 1.10 e"} -0.046 -6.45 ("') 0.20 -6.30 ("') 0.0007 LnlCT TCULK p LnTCULK p LnCIMAX9902 p 2.05 -0.003 -0.003 0.0039 0.0000015 -5.04 0.0000021 -5.14 -0.0000013 LnlMVIO x x x x x x x x x ICVEXC x PASPNN R AASHB R AASHBOO_2 R ICARHBv R LnlCARHBOOv R ICARHBn R LnlCARHBOOn R VATIHB_2 LnAREA85 P2585 P5085 P7585 PM7585 1M VIO 1.54 Nivel de significancia: 1.69 -15.78 ('''} -6.53 -6.80 rOO) rO') 2.07 ("') (OO') -0.20 -0.42 -10.17 -10.16 -1.35 -35.68 (..) -1.13 -35.43 (") -0.0100 -5.13 tU) 1.58 -0.26 ("') 0.0016 -0.0000001 n -5.26 ("} 1.95 -0.27 ("') 0.0017 8.20 ("') -0.0029 (OO) -0.0000001 0.0037 ("') -0.05 -0.0003 0.04 N R¿t&) Tipo de indicador: P: Presión; (IEF) 22.09 e"} p VATIHB (§) (ICEF) 106.47 ("') R: Respuesta; 823 807 736 0.07 0.06 0.25 X: Contexto (geográfico / socioeconómico) n pe.t: (..) p<.05; ("') p<.01 Modelos Jerárquicos: R2 corresponde al R2 del nivel 1 De los resultados obtenidos se derivan diversas conclusiones que aportan elementos de juicio en dos direcciones: en primer lugar en términos del análisis de los factores que afectan la conservación y la degradación del ecosistema de bosque natural subandino; y en segundo lugar en relación con los procesos de evaluación de la efectividad de las políticas públicas orientadas a la conservación de estos ecosistemas. . 80 Dentro de estas conclusiones se destacan las siguientes: i) En los modelos jerárquicos de corte transversal arrojaron como resultado que los procesos de degradación del bosque subandino son significativamente menores en aquellos fragmentos de bosque natural que se encuentran localizados dentro de las áreas protegidas (PASP NN) del Sistema de Parques Naturales Nacionales. ss De este resultado se concluye que, a medida que un fragmento de bosque natural tenga una mayor porción de su área dentro del Sistema de Parques Nacionales Naturales, se puede esperar que el incremento en el estado de degradación del bosque será menor. De esta manera, por cada punto porcentual adicional que tenga un fragmento de bosque dentro de un área protegida, se puede esperar que el índice de cambio en la degradación del bosque bajará entre 0.26 y 0.27 puntos. Esta relación se refleja también de manera muy notoria en términos de la magnitud del proceso de degradación de las áreas en bosque natural subandino durante el período de estudio (1985-2000) Los fragmentos de este tipo de bosque localizados por fuera de un área de manejo especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales sufrieron durante el período una perdida del 26% de su área en bosque, a una tasa deforestación del 1.8% anual. En contraste, los fragmentos localizados parcial o totalmente dentro de una de estas áreas de manejo especial solo perdieron durante el período un 6% de su área en bosque, a una tasa de deforestación de apenas un 0.4% anuaI.tt ii) Para el caso de los modelos de primeras diferencias que explican el comportamiento de los índices de estado del ecosistema, se encontró que la degradación del bosque y la consolidación de las empresas de agua potable y saneamiento básico, medida en términos de su valor agregado per cápita (AASHB), están relacionadas de manera significativa e inversa. De allí se concluye que, a mayor desarrollo de estas empresas se espera encontrar un menor índice de degradación de los bosques. Este resultado confirma la hipótesis inicialmente formulada, en términos de que las empresas de acueducto y alcantarillado más consolidadas inciden efectivamente en la conservación de las cuencas hidrográficas que las abastecen de agua. iii) La degradación del bosque natural subandino está directa y significativamente relacionada con el número de hectáreas en cultivos ilícitos en los municipios donde está localizado cada fragmento de bosque (CIMAX9902), tal como se desprende de los modelos de corte transversal." De allí se concluye que, a mayor presencia de cultivos ilícitos en un municipio, se espera que el índice de incremento de la degradación los fragmentos de bosque natural será menor. En términos generales las áreas protegidas en donde se encuentra localizado el ecosistema de bosque subandino no sufrieron modificaciones durante el período de estudio. Por tal motivo esta varíable no fue posible incorporarla dentro de los modelos en primeras diferencias n Ver tablas 5.5a y 5.5b. en el capítulo 5 del presente estudio. uu En este caso tampoco se pudo incorporar esta variable dentro de los modelos en primeras diferencias, puesto que solo hay información del área en cultivos ilícitos en cada municipio a partir del año 1999. ss 81 iv) El bosque natural tiende a degradarse menos en áreas con mayores índices de violencia. Tanto los modelos de corte transversal (ICEF) como el modelo en primeras diferencias (IEF) muestran una relación inversa y significativa entre el índice de muertes violentas (IMVIO) y los índices de degradación del bosque natural. De allí se puede esperar que los índices de degradación del bosque, y del incremento de estos niveles, será menor en aquellos municipios que presenten mayor nivel de conflicto violento. Esto se puede explicar por un posible efecto indirecto de la violencia sobre los niveles de afectación de los bosques: a mayores niveles de violencia se puede esperar que se intensifique el desplazamiento de la población y se frene la actividad económica, con una disminución de las presiones sobre el bosque natural y la consecuente caída en la tasa de deforestación. v) La mayor degradación del bosque está significativa y positivamente relacionada con las áreas con mayor densidad de población total (DPTOT). Tanto en los modelos de corte transversal (ICEF) corno en los modelos en primeras diferencias se observa una relación directa y significativa entre la densidad de población en los municipios en donde están localizados los fragmentos y los niveles de degradación de bosque natural. De allí se puede concluir que el valor esperado del índice de degradación de un fragmento de bosque será menor para los fragmentos localizados en municipios con menor densidad de población. Adicionalmente los modelos de corte transversal sugieren un comportamiento particular de la relación entre el crecimiento de la densidad de población y el cambio en la degradación del bosque. A medida que un fragmento de bosque natural esté localizado en un municipio con mayor densidad de población, el valor esperado del índice de incremento de la degradación del bosque será mayor. Pero también a partir que se sobrepasen ciertos niveles de densidad de población, el valor esperado del índice de incremento de la degradación comenzará a decrecer. Al respecto podría formularse una posible explicación: en los municipios pequeños, a medida que se está en un municipio con mayor densidad de población es posible que se presenten mayores presiones que afectan el bosque natural. Pero cuando los fragmentos están localizados en municipios de tamaño relativo de población muy elevado (expresado en mayor densidad de población por efectos de la alta urbanización) es posible que la mayor población coincida con la consolidación de actividades menos dependientes directas de los recursos del bosque natural. vi) Cuando la pendiente del terreno en donde está localizado el fragmento de bosque es muy pronunciada, es más probable que el respectivo fragmento aparezca con un menor incremento de las tasas de degradación. Esto se refleja en los modelos de corte transversal, en donde se observa que cuando crece el porcentaje del fragmento localizado en terrenos con una pendiente superior al 75% (PM7585) hay una tendencia menor a la degradación del bosque. En contraste, no hay ninguna relación significativa entre la pendiente del bosque y los cambios en la degradación para ningún otro rango de pendientes menores. En conclusión, se puede afirmar que un factor geográfico como la pendiente del terreno se constituye en una barrera natural al proceso de degradación del bosque subandino, cuando esta pendiente es mayor del 75%. 82 vii) Por último los modelos aplicados rechazan la hipótesis de una relación significativa entre una medida general de crecimiento económico, el ingreso per cápita (VATIHB), y la degradación del bosque natural. Sin embargo llama la atención cómo en los modelos en primeras diferencias se detectan algunos componentes específicos, relacionados con la actividad productiva y el desarrollo económico, que sí presentan relaciones significativas con el estado de los fragmentos. Es el caso de la relación entre los niveles de degradación del bosque con el área en cultivos, la cual presenta un comportamiento en distintas direcciones dependiendo del tipo de cultivos a que se refiera. Tal como era de esperarse, la degradación del bosque tiene una relación directa y significativa con el área en cultivos ilícitos: a mayor área en cultivos ilícitos, mayor degradación del bosque. Sin embargo la relación entre el nivel de degradación del bosque y el área en cultivos agrícolas en general (excluidos los cultivos ilícitos) es también significativa, pero en dirección contraria: a mayor porción del territorio usada en actividades agrícolas (TCULK), menor degradación del bosque. Aunque no fue posible demostrarlo con estos modelos, esto podría sugerir una hipótesis complementaria: que los cultivos ilícitos sí tienden a ocupar áreas anteriormente ocupadas por el bosque natural. Pero que los cultivos convencionales pueden estar incrementando sus áreas mediante la ocupación de territorios anteriormente dedicados a la actividad pecuaria. O a la inversa, se pueden estar incrementando las áreas en pastos cuando las áreas cultivadas disminuyen por factores recesivos en la actividad agrícola." Sin embargo, aún siendo cierta, esta hipótesis no explicaría la relación significativa y negativa entre el crecimiento de los cultivos y la degradación del bosque. Esto más bien podría sugerir que, a mayor consolidación de la actividad agrícola (expresada en un mayor porcentaje del área total dedicada a cultivos), podría existir un mayor nivel de ingreso dedicado a la protección de los ecosistemas naturales. De todas formas, con los modelos aquí aplicados no es posible probar esta hipótesis, y por tanto sería un tema de análisis de especial interés para continuar los procesos de investigación al respecto. 7. 3. Conclusiones y recomendaciones metodológicas La construcción de índices sintéticos que reflejen el comportamiento del estado de los ecosistemas naturales, así como su incorporación dentro de modelos jerárquicos de corte transversal y en primeras diferencias, arrojó una serie de avances metodológicos que aportan a la consolidación de procesos de seguimiento y evaluación de la política de conservación de la biodiversidad. Dentro de los aspectos de especial interés en este terreno se destacan las siguientes: W De todas formas la información disponible de áreas en pastos para los dos períodos no permitió incorporar esta variable en estos modelos. De todas formas se abre la posibilidad de analizar este tipo de relaciones en estudios futuros. 83 i) El comportamiento de los ecosistemas naturales está geográficamente determinado. Esta condición es de especial interés para abordar el análisis de los efectos de las acciones humanas que tienden a degradar estos ecosistemas, así como de las medidas de respuesta de política orientada a su protección y conservación. Por una parte por la importancia que tienen los vínculos de estas presiones y respuestas con los ecosistemas naturales en un contexto geográfico determinado (vías de acceso, centros poblados, actividades productivas, etc.) Pero además por la incidencia que las ciertas características del propio contexto geográfico pueda tener sobre la forma en que actúan estas relaciones entre las acciones humanas y el comportamiento del ecosistema natural. ii) La aplicación de modelos jerárquicos, tanto en el caso de modelos de corte transversal como de modelos en primeras diferencias, permiten diferenciar efectos espaciales específicos derivados de los distintos niveles de agregación geográfica de la información disponible (por ejemplo a nivel de fragmento de bosque, de municipio y de departamento) Las pruebas que se realizaron en este ejercicio muestran cómo la aplicación de estos modelos jerárquicos permiten corregir errores de interpretación que se generaría si no incorporan dentro de los modelos el efecto de estos distintos niveles. iii) En términos generales los efectos de las variables omitidas se pueden eliminar mediante la aplicación modelos panel de efectos fijos. En este caso particular, a través de la aplicación de modelos en primeras diferencias se eliminan los efectos de las variables omitidas. Claro está que esto sólo es aplicable cuando se dispone de información para construir estos modelos para al menos dos momentos en el tiempo. iv) Es recomendable estudio (modelos transversal) Esto complementarios Recuadro. usar de manera simultánea los dos tipos de modelos aplicados en este jerárquicos en primeras diferencias y modelos jerárquicos de corte en virtud de que ambos presentan alcances y limitaciones que son entre sí, tal como se resume en el recuadro adjunto. Ventajas comparativas Tipo de Modelo Modelos jerárquicos en primeras diferencias Modelos jerárquicos de corte transversal entre distintos tipos de modelos Ventajas Elimina efectos de sesgo en los coeficientes por variables omitidas Desventajas Exige disponibilidad de información para al menos dos momentos en el tiempo Permite incorporar a 105 modelos información disponible solo para un momento en el tiempo Puede generar sesgos en los coeficientes por variables omitidas v) Los modelos jerárquicos de corte transversal y en primeras diferencias aplicados en este ejercicio son replicables para abordar el análisis del comportamiento de otros ecosistemas en el país. Al respecto se destaca que se cuenta con información geográfica y socioeconómica adecuada para abordar estos análisis en diversos escenarios. Además se dispone de información de imágenes remotas que pueden ser codificadas para construir indicadores retrospectivos del estado de los ecosistemas. r información retrospectiva de ecosistemas. Y se dispone de herramientas econométricas poderosas y de fácil acceso para estimar modelos espaciales, jerárquicos y de tipo panel. 84 vi) Los métodos desarrollado y aplicados para este estudio permiten explorar efectos de variables aún no contempladas en el análisis de los efectos de las presiones antrópicas y las respuestas de política sobre el comportamiento de los ecosistemas naturales. De esta forma se abren nuevas puertas para aportar al conocimiento de los efectos de la actividad humana sobre el patrimonio natural sobre una sólida base empírica y analítica que permite superar los obstáculos del análisis puramente intuitivo. 7.4. Comentarios y recomendaciones finales La construcción de indicadores sintéticos que reflejen el estado de los ecosistemas naturales y su evolución en el tiempo, abre importantes horizontes para el análisis de los factores que inciden sobre la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Por definición, los ecosistemas naturales tienen una amplia gama de características que permiten diferenciarlos entre sí y analizarlos en sus distintas composiciones. A su vez las acciones humanas que inciden sobre el entorno natural se caracterizan también por una amplia gama de factores que afectan el estado de estos los ecosistemas. De esta forma el análisis de comportamiento de unos y otros, y de la interacción entre ellos, demanda del desarrollo de técnicas que permitan conjugar múltiples factores que actúan simultáneamente. Los esfuerzos que viene adelantando el Instituto Humboldt para avanzar en esta dirección, se fortalecen con este nuevo avance en la definición de métodos de medición de indicadores de estado de los ecosistemas y del análisis de relaciones entre el comportamiento de estos indicadores y los diversos factores antrópicos. De los resultados del presente trabajo se derivan algunas reflexiones que se sugiere deben ser tenidas en cuenta en la consolidación de las acciones del Laboratorio Biogeográfico de Análisis Espacial del Instituto Humboldt, y en de sus aportes al Sistema de Indicadores de Seguimiento y evaluación de la Política de Biodiversidad en Colombia. i) La conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, componentes significativos de la Política Nacional Ambiental en Colombia, deben estar íntimamente vinculados con las políticas de desarrollo económico y social. En particular estos dos componentes de la política pública deben ser abordados de manera integral, como condición para incrementar las oportunidades de satisfacción de las necesidades humanas y de incremento de los niveles de bienestar de la población actual y de las generaciones futuras. ii) El desarrollo del conocimiento y comprensión de las características de los ecosistemas y de los factores que inciden sobre el estado de la biodiversidad se amplía notablemente con el desarrollo de modelos analíticos que, de manera simplificada, permitan probar hipótesis sobre la intensidad y dirección de estas relaciones. iii) La construcción sistemática de sistemas de medición y análisis de las características de los ecosistemas naturales y antrópicos, aplicando las técnicas disponibles de seguimiento temporal y especial aportadas por los sistemas de información 85 geográfica, se constituye en un componente conocimiento de la biodiversidad. ineludible para el desarrollo del iv) La articulación de información biogeográfica y espacial con indicadores de comportamiento de las actividades económicas, de las tendencias demográficas y de las decisiones del sector público aporta significativos avances en la compresión de los fenómenos que afectan la biodiversidad. El conocimiento de estos fenómenos y su articulación es imprescindible para lograr una adecuada articulación de las políticas ambientales con las políticas económicas y sociales. v) Los resultados obtenidos en el presente estudio de caso, circunscrito a la cordillera de los Andes y a un ecosistema particular de este contexto geográfico, ilustran sobre la capacidad analítica soportada en indicadores biogeográficos y especiales y de sus relaciones con factores económicos, sociales e institucionales. Para continuar en esta dirección y consolidar la capacidad analítica que de ella se deriva, se propone continuar en dos direcciones básicas: • La ampliación de los análisis para garantizar la cobertura nacional y su capacidad de para contrastar la situación nacional con fenómenos equivalentes en otras regiones del planeta. • Desarrollar la capacidad de trabajar a escalas más detalladas para resolver interrogantes específicos que orienten la toma de decisiones particulares para la Política Nacional de Biodiversidad en particular y para la Política Ambiental y la Política Social en general el país. 86 Referencias Bibliográficas Agarwa1, Deepak K., John A. Si1ander Jr., A1an E. Gelfand, Robert E. Dewar, John G. Micke1son Jr. 200S.Tropical deforestation in Madagascar: ana1ysis using hierarchical, spatially explicit, Bayesian regression models. Ecological Mo de lling 185, 105-131 Alix-Garcia, Jennifer, Alain De Janvry and Elisabeth Sadoulet. 2005. A Tale ofTwo Communities: Explaining Deforestation in Mexico. World Development, Vol. 33, No. 2, 219-235 Andrade, Ángela. 1996. 'Ordenamiento Ambiental Territorial y Gestión Ambiental'. En: Ministerio del Medio Ambiente-CIDER. El Ordenamiento Ambiental del Territorio. Panel de expertos. Memorias. Sasaima, Agosto. Apan, Armando A. and James A. Peterson. 1998. Probing tropical deforestation: The use of GIS and statistical analysis of georeferenced data. Applied Geography, Vol. 18, No. 2, 137-152 Armenteras, D. 2002 'Ecosystem fragmentation and the representativeness of protected natural areas in the eastern Andes, Colombia'. Mountain GeoInformation: practice and prospects session. Royal Geographic Society and the Institute of British Geographers Annual Conference in Belfast, UK Belfast, UK (2-6th of January 2002) Proceedings de la conferencia. Armenteras, D. Franco, C.A. y Villarreal, H. 2001. 'Ecosystems ofthe Eastem Andes Mountain Range in Colombia' Page 28. ESRI Map Book, Volume 16, USA Armenteras, D. Gast, F. and Villareal, H. 2003. 'Andean forest fragmentation and the representati veness of protected natural areas in the eastem Andes, Colombia'. Biological Conservation, vol 113 (2): 245 - 256. Armenteras, D. Rodríguez, N. Rudas, G. y Sua, S. 2002. 'Gis to exp1ain and prevent further biodiversity losses in the Colombian Amazonia'. 22nd ESRI Internationa1 User Conference 2002, July 8 - 12, San Diego Convention Center, California, USA. Biodiversity Assessment Track. Proceedings de la conferencia. Armenteras, D., G. Rudas, N. Rodríguez Nelly, S. Súa and M. Romero. 2006. Patterns and causes of deforestation in the Colombian Amazon, Ecologicallndicators 6, 353-368 Armenteras, D., Rincón, A. y Ortiz, N. 2005. Ecological Function Assessment in (he Colombian Andean Coffee-growing Region. Sub-global Assessment Working Papero Millennium Ecosystem Assessment. hllP:l!www.millcnniumasscssnH;n1.0rg Arrow, K., B. Bolin, R. Costanza, P. Dasgupta, C. Folke, C.S. Holling, B-O. Jansson, S. Levin, K-G. Maler, C. Perrings and D. Pimentel. 1996 'Economic Growth, 87 Carring Capacity, and the Environment' Ecological Applications Vol. 6 No. 1, 13-15. Banco Mundial. 1992. Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1992: Desarrollo y Medio Ambiente. World Bank, Washington DC. Barbier, E.B. and l.e. Burgess, 2001. "The Economics of Tropical Deforestation', Journal of Economic Surveys, 15(3): 413-33 Beckerman, W. 1992, 'Economic Growth and The Environment. Whose Growth? Whose Environment?' World Development, Vol. 20, No. 4, 481-496. Behrman, Jere and T.N. Srinivasan (eds) 1995. Handbook of Development Economics, Volume lIlA, Elsevier, Ámsterdam. Bhattarai, Madhusudan and Michael Hammig. 2001. Institutions and the environmental Kuznets curve for deforestation: a crosscountry analysis for Latin America, Africa and Asia. World Development, VoL 29, No. 6. Bilsborrow, R.E. and O.H. Ogendo. 1992. 'Population-driven developing countries' Ambio 21 (1),37-45. changes in land use in Bustamante, R. y A. Grez. 1995. 'Consecuencias ecológicas de la fragmentación de los bosques nativos' Ciencia y Ambiente, 11 (2).' 58-63. Carriazo, Fernando, Ana María Ibañez y Marcela García. 2003. Valoración de los beneficios económicos provistos por el sistema de parques nacionales naturales: una aplicación del análisis de transferencia de beneficios. Documento CEDE No. 26, Universidad de los Andes, Bogota Casse, Thorkil , Anders Milhoj, Socrate Ranaivoson, and Jean Romuald Randriamanarivo. 2004. Causes of deforestation in southwestem Madagascar: what do we know? Forest Policy and Economics 6, 33-48 Chaves, M. E. YN. Arango (eds) 1998. Informe Nacional sobre e! Estado de la Biodiversidad 1997 - Colombia, Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, PNUMA, Ministerio de Medio Ambiente, Santafé de Bogotá. Chomitz, Kenneth M. and David A. Gray. 1995. Roads, lands, markets, and deforestation: a spatial mode! ofland use in Belize. The World Bank, Policy Research Department, Policy Research Working Paper, ApriL Convention on Biological Diversity - Subsidiary Body on Scientific, Technical and Technological Advice (CDB-SBSTTA) 1997. 'Recommendations for a core set of indicators of biological diversity', UNEP/CBD/SBSTT Al31 Inf. 13, 22 July. Dasgupta, Partha and Karl-Goran Maler. 1995. "Poverty, Institutions, and the Environmental Resource-Base". En: Behrman & Srinivasan (1995) Duraiappah, A.K. 1998. Poverty and Environmental Degradation: A Review and Analysis ofthe Nexus. World Development Vol. 26, No. 12, pp. 2169-2179. Etter, A. 1998. Mapa General de Ecosistemas de Colombia. En: Chaves y Arango (1998) 88 Etter, A., C. McAlpine, S. Phinn, D. Pullar and H. Possingham. 2005. 'Unplanned land clearing of Colombian rainforests: Spreading like disease?' Landscape and Urban Planning, accepted March 2. Etter, Andres, Clive McAlpine, David Pullar, Hugh Possingham. 2006. Modelling the conversion of Colombian lowland ecosystems since 1940: Drivers, pattems and rates. Journal of Environmental Management 79, 74-87 Ferreira, P. y M. C. Fandiño (eds) 1998. Colombia, Biodiversidad Siglo XXI. Propuesta Técnica para la Formulación de un Plan de Acción Nacional en Biodiversidad. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Ministerio del Medio Ambiente, Departamento Nacional de Planeación, Santafé de Bogotá. Food and Agriculture Organization (FAO). 1997. Sta te ofthe World's Forests, Rome. Forman, R.T.T. and M. Godron. 1981. Patches and structural components for a landscape ecology. Bioscience, No. 31(10), 733-740. Geist, H.J. and Lambin, E.F., 2001. What drives tropical deforestation? A meta-analysis of proximate and underlying causes of deforestation based on subnational case study evidence. LUCC Report Series, 4, CIACO, Louvain-la-Neuve, Geoghegan, Jacqueline, Sergio Cortina Villar, Peter Klepeis, Pedro Macario Mendoza, Yelena Ogneva-Hirnrnelberger, Rinku Roy Chowdhury,B.L. Tumer Il, and Colin Vanee, 2001. Modeling tropical deforestation in the southem Yucatán peninsular region: comparing survey and satellite data. Agriculture, Ecosystems and Environment 85, 25-46 Halffter, G. (Cornp.) 1992. La diversidad biológica de Iberoamérica, 1 Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, México. Hernández, 1., R. Ortiz, T. Walschburger y A. Hurtado. 1992. 'Estado de la Biodiversidad en Colombia' En: Halffter (1992) Ibañez, Ana María y Uribe, Eduardo. 2003. Medio ambiente y desarrollo económico: Priorización de la inversión ambiental con criterios económicos. Documento CEDE 2003-33 ISSN 1657-7191 (Edición electrónica), noviembre. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH) 2002. Indicadores de Fragmentación de fos Ecosistemas en Áreasde Interés. Sistema de Indicadores de Seguimiento de la Política de Biodiversidad, Unidad de Sistemas de Información Geográfica. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH) 2005. Informar Andes: Informacton Municipal y Regional Asociada a la Biodiversidad en los Andes Colombianos (versión 2.1 para MS-Windows®) Bogotá, D.C., Colombia. Kaimowitz, David and Arild Angelsen. 1998. Economic Models of Tropical Deforestation: A Review. Center for International Forestry Research, CIFOR, Indonesia Koop, Gary and Lise Tole (1999) Is there an envirorunental Kuznets curve for deforestation? Journal of Development Economics, Vol. 58, 231-244 89 Laurance, W.F., 1999. 'Reflections on the tropical deforestation crisis', Biological Conservation 91,109-117. Leach, M. and Mearns, R. 1995. Poverty and environment in developing countries. An overview study. Institute for Development Studies, University of Sussex, Brighton, UK. Lovejoy, T. E., R.OJ. Bierregaard, A.B. Rylands, J.R. Malcolm, C.E. Quintela, L.H. Harper, K.S.J. Brown, A.H. Powell, O.V.N. Powell, H.O.R Schubart and M.B. Hays. 1986. 'Edge and other effects ofisolation on Amazon forest fragments' En Soule (1986) Mahapatra, Krushna, and Shashi Kant. 2005. Tropical deforestation: a multinomiallogistic model and sorne country-specific policy prescriptions. Forest Policy and Economics 7, 1- 24 Mandelbrot, B. B. 1982. The Fractal Geometry of Nature. W. H. Freeman and Co., New York. McOarigal, K. and B. 1. Marks. 1995. FRAGSTATS: Spatial pattern analysis programfor quantifying landscape structure. USDA For. Servo Gen. Tech. Rep. PNW-351. McOarigal, K., S. A. Cushman, M. C. Neel, and E. Ene. 2002. FRAGSTATS: Spatial Pattern Analysis Program for Categorical Maps. Computer software program produced by the authors at the University ofMassachusetts, Amherst \V\ vw .un¡ ass. cduil andee o/rese ¡¡¡-eh!fr¡¡gs lalsi frags lals .hlm 1 McOarigal, Kevin. 1995. Landscape Structure and Spatial Pattern Analysis for ACR/INFo. About Landscape Ecology (WINDOWS.temp.FRAGSTATASARC - About Lanscape Ecology.htm. Millennium Ecosystem Assessment (MA) 2005. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. World Resources Institute, Island Press, Washington, De. Ministerio del Medio Ambiente (MMA) 1995. Plan Nacional de Desarrollo Ambiental: Hacia el Desarrollo Humano Sostenible. Santafé de Bogotá, D.C Ministerio del Medio Ambiente (MMA) 1998. Bases para una Política Nacional de Población y Medio Ambiente. Santafé de Bogotá, O.C Ministerio del Medio Ambiente (MMA), Departamento de Planeación Nacional (ONP) e Instituto Humboldt (lA vH) 1995. Política Nacional de Biodiversidad, Bogotá D.C. Mittermeier, R.A, N. Myres, y C.O. Mittermeier. 1999. Biodiversidad amenazada. Las ecoregiones terrestres prioritarias del Mundo. Cemex y Conservación Internacional. Muñoz-Piña, C. 1992. Forest or no forest, a logit model of land use in Mexico, MS Thesis, University College London, London. Myers, N. 1988. Threatened biotas: Hotspots in tropical forest, The Environmentalist 1-20 8(3): 90 Naciones Unidas. 1992. Convenio sobre la Diversidad Biológica, Río de Janeiro el 5 de junio de 1992 Naciones Unidas. 2000. Declaración del Milenio. Resolución aprobada por la Asamblea General, 8a. sesión plenaria, 8 de septiembre de 2000 Pearson, K. 1901. Principal Components Analysis, The London, Edinburgh and Dublin Philosophical Magazine and Journal,p. 566, Volume 6, Issue 2. Pichón, F.J. 1997. Colonist land-allocation decisions, land use, and deforestation in the Ecuadorian Amazon frontier. Economic Development and Cultural Change 44, 707-44. Primack, B. 1998. Essentials ofConservation Massachusetts, USA Biology. 2da edition, Sinauer Associates, Ramsey, J. (1969) Test for specification errors in classicallinear análisis. Journal ofthe Royal Statistical Society. least-squares regresión Rangel O., P.D. Lowy y M Aguilar. 1997. Colombia Diversidad Biótica 1I, ICNUniversidad Nacional de Colombia, Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (ldeam), Ministerio de Medio Ambiente, Bogotá. Reardon, Thomas and Stephen Vosti. 1995. A. links between rural poverty and the environment in developing countríes: asset categories and investment poverty. World Development, Vol. 23, No. 9, 1495-1506 Repetto, F y C.S. Karez. 2002. 11Curso Internacional de Aspectos Geológicos de Protección Ambiental- Notas de Clase. Oficina Regional de Ciencia de la UNESCO para América Latina y el Caribe, Montevideo. Rodríguez N., D. Armenteras, M. Morales y M. Romero M. 2004. Ecosistemas de los Andes Colombianos. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá. Rodríguez, N., D. Armenteras, M. Morales y M. Romero. 2004a. Ecosistemas de la Cuenca del Orinoco Colombiano. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá Romero, M y S. M. Súa. 2002, 'Metodología para la definición de ecosistemas' En: Rudas el al. (2002), Anexo 1. Rudas, G., D. Armenteras, S. M. Súa y N. Rodríguez. 2002. Indicadores de Seguimiento de la Política de Biodiversidad en la Amazonia Colombiana (2001) Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá (, \ "'IV.hum \JoIdLmg. ~o/ ~h m<.:\l)omhi a/i ndi l'~dor~s/Ca[Ji tu I04/4 I Amazoll ¡a/l nido. 111m) Rudel, Torn and JiU Roper. 1997. The paths to rain [orest destruction: crossnational pattems oftropical deforestation, 1975-90. World Development, Vol. 25, No. 1,53-65 Sánchez, L. E. 2002. "Impactos sobre los ecosistemas" En: Repetto y Karez (2002) Saravia, A.2002. 'La curva medio ambiental de Kuznets para América Latina y el Caribe' Documentos de Reflexión Académica, número 23, PROMEC, 2002, Cochabamba, Bolivia. 91 Sarmiento, A., F. A. Galán, C. Mesa, E. Castaño, C. L. Delgado y F. Ariza. 2002. "Metodología de Índices Sintéticos de Estado de los Ecosistemas y Relación con Índices de Presión y Respuesta Antrópica". Programa Nacional de Desarrollo Humano - Departamento Nacional de Planeación, Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt 1www.humboldt.org.co/chmcolnmbia/indicadores/Canitulü4/4IAmazon¡af(nido.htm I Shafik, Nemat and Sushenjit Bandyopadhyay. 1992. Economic growth and environmental quality: time-series and cross-country evidence, The World Bank, World Development Report, Working Papers WPS 904, Background Paper for World Development Report 1992 Soule, M (ed.) 1986. Conservation biology: the science of scarcity and diversity, Sinauer Associates Inc., Sunderland, Massachussets. Soumyananda, D. 2004. 'Environmental Kuznets Curve Hypothesis: A Survey', Ecological Economics, 49. Theobald, D. M. 1998. 'Tools for Measuring Habitat Fragmentation', Colorado State University, Colorado Chapter ofthe Wildlife Society Annual Meeting, January. Troche, C. (s.f.) 'Análisis del cambio de cobertura y fragmentación del hábitat en el municipio de Independencia. Una propuesta metodológica simple para la identificación de áreas prioritarias de investigación biológica' Centro de Levantamientos Aeroespaciales y Aplicaciones SIG para el Desarrollo Sostenible de los Recursos Naturales - CLAS, Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia (llttp:/lwww.umss.cdu.bo/cpubs/ear1s/htmb/60.htmll U.S. Department of State (US-DS) 1999. International Narcotics Control Strategy Report. Washington. Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales Naturales (UAESPNN) 2001. Participación Social para la Conservación: Política de Consolidación del Sistema de Parques Nacionales Naturales. Ministerio del Medio Ambiente. Bogotá, Colombia. Van der Hammen, T. y O. Rangel. 1997. 'El estudio de la vegetación en Colombia'. En: Rangel et al. (1997) Vanee, Colin and Rich Iovanna. 2006.Analyzing spatial hierarchies in remotely sen sed data: Insights from a multilevel model of tropical deforestation. Land Use Policy, 23, 226-236 Vergara y Velazco, F.J. 1892. Nueva geografia de Colombia. Escrita por regiones naturales. Publicaciones del Banco de la República, Archivo de la Economía Nacional, Tomo III: 447-456, Imprenta de vapor, Bogotá. Reimpresión 1971. Walter, H.1980. Vegetation oJ the earth and ecological systems of the geo-biosphera. Springer verlag, Berlín. Van der Hammen, T., S. Díaz y V.J. Álvarez (eds) 1989. La cordillera Central colombiana, transecto Parque Nacional Natural Los Nevados (segunda parte). Estudios de ecosistemas tropandinos, vol. 3, Berlin, J. Cramer. 92 Wiesner Duran, Eduardo. 1997. La efectividad de las políticas públicas en Colombia. Un análisis neo institucional. Primera edición, TM editores, Bogotá, D.C Wolf, J.H.D. 1989. Comunidades epifitas en un transecto altitudinal en la cordillera Central, Colombia: datos iniciales sobre la cantidad de especies de briojitos y Líquenes. En Van der Hammen et al (1989) Wolf, J.H.D. 1993. Ecology of ephiphytes and aphiphyte communities in montane rain forest, Colombia. Ph.D. thesis, University of Amsterdam, The Netherlands. Wooldridge, J.M. 2003./ntroductory South Westem. econometrics: a modern approach, 2E, Thomson World Commission on Environment and Development, WCED. 1987. Our Common Future, Oxford: Oxford University Press World Resources Institute (WRI), 2001. World Resources 2000-2001. WRI, Washington. Zonneveld LS. (1995) Land Ecology, an Introduction to Landscape Ecology as base for Land Evaluation, Land Management and Conservation. SPB Academic Publishing, Amsterdam. 93 Anexo 1 Síntesis de las variables empleadas en los modelos de análisis (Bases completas) Estadísticas de variables del modelo de corte transversal del indice de Cambio Estado de los Fragmentos Variable Descripción ICEF Indice de cambio de estado del fragmento (1985-2000) Densidad total (1985, hab/km2) de población Densidad de población total (1993, hab/km2) Porcentaje de personas que cocinan con leña (Base corroleta, Tipo Estado DPTOT8S Presión Presión Porcentaje de personas que cocinan con leña (1993, %) índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda (1985) DPTOT93 PCLENA85 PCLENA93 ICVPARED85 indice de condiciones de la vivienda (1993) ICVPARED93 Presión Presión Presión Presión (198S, %) de vida (ICV) de materiales de paredes 1985-2000) Std. Dev. 000 Mean 38.2 28.2 1271 77.4 305.9 1271 1271 95.2 65.0 1269 56.8 1271 1265 3.7 3.4 1271 Min 0.0 Max 100.0 1.3 3865.6 393.6 24.6 24.2 1.4 2.1 0.5 0.4 4791.3 1.0 0.6 0.6 100.0 98.7 9.2 5.9 indice de cobertura de carreteras (1980, metroslkm2) ICT8S Presión 1252 626.2 553.3 0.0 4015.3 indice de cobertura Ln(lCT8S) de carreteras (1995, metroslkm2) ICroO Presión 1262 LnlCT85 Presión 1205 619.7 0.818 0.0 2.954 4629.9 8.298 8.440 LnlCTOO Presión 1220 830.1 6.180 6.461 0.868 2.043 ) TCULK90 Presión 1271 6.6 3.9 0.8 ) TCULKOO Presión 1271 3.4 Ln(TCULK90) Presión 1271 5.9 1.729 0.580 0.6 -0.173 Ln(TCULKOO) CIMAX9902 Presión Presión Presión Contexto 1263 1.626 177.9 0.568 851.3 -0.589 2.162 2075 1013 2499 2.498 3933 2770 0000 127 44 19969 5.906 0.05 0.17 0.45 1.290 0.09 0.14 0.16 90 4.500 0.26 0.07 224 0.16 0.00 0.93 0.80 0.09 149 341 0.00 O 0.74 1332 O 2.352 1882 7.195 2.912 0.0 0.1 0.0 7.540 7.1 7.1 100.0 L n(IC TOO) Area total en cultivos (/992-1997, has/km Area total en cultivos Ln(TCULK90) (1998-2003, has/km 2 2 Ln(TCULKOO) Area máxima en cultivos ilicitos (Has, 1999-2002) Ln(CIMAX9902) Valor agregado per cápita municipal (1990-1992, miles$/hab) Valor agregado per cápita municipal (2000-2002, mites$/hab) LnCIMAX9902 VA TlHB85 VA TlHBOO AREA85 LnAREA85 Tamaño del fragmento de bosque (1985, has) L n(AREA 85) Proporción del área del fragmento con pendiente Proporción del área del fragmento con pendiente entre 0% y 12% (1985, O a 1) entre 12% y 25% (1985, O al) Proporción Proporción entre 25% a 50% (1985, O a 1) entre 50% a 75% (1985, O a 1) del área del fragmento del área del fragmento con pendiente con pendiente P1285 P2585 P5085 P7585 Proporción del área del fragmento con pendiente mayor del 75% (1985, O al) índice de muertes violentas (1981-1985, #1100míl hab) índice de muertes violentas (1996-2000, #1100míl hab) Ln(IMVI085) Ln(tMVIOOO) indice de condiciones de vida (ICV) según tipo de eliminación de excretas indice de condiciones de vida (ICV) según tipo de eliminación de excretas Porcentaje del fragmento de bosque dentro del SPNN (1985, %) (1985) (1993) Valor agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico (1990, $/hab) Valor agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico (2000, $/hab) Inversión directa de las autoridades ambientales, corporaciones antiguas (1990-92, Inversión directa de las autoridades ambientales, corporaciones antiguas $Ihab) (1997-99, $Ihab) Ln(ICARHB85v) Ln(tCARHBOOv) Inversión directa de las autoridades ambientales, corporaciones nuevas (1990-92, Inversión ambientales, corporaciones nuevas (1997-99, $/hab) directa de las autoridades Ln(tCARHB85n) Ln(lCARHBOOnI $/hab) 1271 1271 1258 Contexto 1257 Contexto Contexto Contexto Contexto 1271 Contexto Contexto 1271 1271 1271 1271 1271 0.0 0.00 0.00 0.00 24.7 21.3 3.207 3.061 19509.3 9.879 87608 37955 562964 13.241 0.97 0.75 PM7585 IMVI085 IMVIOOO LnlMVI085 Contexto 1271 Contexto Contexto Contexto 1271 1271 453 1255 LnlMVlOOO Contexto 1267 ICVEXC85 ICVEXC94 PASPNN85 AASHB85 AASHBOO ICARHB85v Contexto Contexto Respuesta 1271 5.205 5.839 3.6 4.2 2.9 0.680 0.778 1.6 1.6 6797 5411 60070 126 150 O 19906 19457 233325 8900 4.750 4.551 O 0.000 0.000 30962 12.360 10.341 O O 1269 1271 15.0 Respuesta 1271 9081 8941 22986 ICARHBOOv LnlCARHB85v LnlCARHBOOv Respuesta Respuesta Respuesta 1271 7528 1271 5.708 5.544 ICARHB85n Respuesta 1271 O O ICARHBOOn LnlCARHB85n LnlCARHBOOn Respuesta Respuesta Respuesta 1271 3653 0.000 3.559 7041 0.000 4.380 Respuesta Respuesta 1271 1271 1271 1271 1271 0.000 0.000 O 62716 0.000 11.046 Estadísticas de las variables del modelo de índice de Estado de los Fragmentos, en primeras diferencias (Base completa) Variable Tipo Descripción 61EF Estado Cambio en el índice de estado del fragmento tJDPTOT Presión Cambio en densidad de población total (neo/km" ) tJPCLENA Presión Cambio en porcentaje de personas que cocinan con leña (%) Presión tJ ICVPA RED Cambio en índice de condiciones de vida (ICV) de materiales de paredes de la vivienda Presión act Cambio en índice de cobertura de carreteras (metros/km 2 ) 2 tJTCULK Presión Cambio en área total en cultivos (has/km ) tJVATlHB Contexto Cambio en valor agregado per cápita municipal (miles$/hab) tJVATlHB_2 Contexto Cambio en (VATlHB)2 tJfMVfO Contexto Cambio en índice de muertes violentas (#/100mil hab) tJfCVEXC Contexto Cambio en ICV según tipo de eliminación de excretas tJAASHB Respuesta Cambio en vr. agregado per cápita en agua potable y saneamiento básico ($!hab) tJfCARHBv Respuesta Cambio en inversión de las autoridades ambientales, corporaciones antiguas ($!hab) tJfCARHBn Respuesta Cambio en inversión de fas autoridades ambientales, corporaciones nuevas ($!hab) Obs 1271 1271 1269 1269 1252 1271 1258 1258 1271 1269 1271 1271 1271 Mean Std. Dev. 38.1 28.1 17.7 88.6 -8.2 10.3 -0.4 1.1 205 -0.7 -1058 -1.1 E+07 229 0.6 -139 -15458 3653 555 0.6 4171 2.8E+08 328 0.7 2415 54332 7041 Min Max 100.0 925.7 45.0 2.5 3393 -2517 -3.4 0.8 35790 -75654 -7.5E+09 1.4E+09 -1284 1746 -4.6 5.5 4262 -5092 13804 -206562 62716 O 0.0 -52.3 -50.0 -5.2 Anexo II Pruebas de linealidad de las variables explicativas de los modelos de análisis 1. Prueba de linealídad de las variables explicativas en los modelos de corte transversal. Variable independiente: Índice de cambio del estado de los fragmentos (leEFl Prueba de Linealidad DPTOT93_2 Prueba de Linealidad PCLEÑA93 8- 8(ij • ::1 ';! e~· • • '" c. " "8.°- "E e E 8 ]j "0 • "'" E' .•'"" • 8 ";" Cuadrado de densidad de población total municipal· 1993 (OPTOT93_2) Porcentaje de personas que consumen • ~ ~ ~ • • . " e I 8 src: 0- • o e • • Cl • • o ~ Porcenlaje de ICV municipal • • • ln del indice municipal de densidad de carreteras mlkm2 • 2000 ILnICTOO) material paredes - 199311CVPAAE093) Prueba de Linealidad TCULK_OO Prueba de Linealidad LnCIMAX99_02 8- . ¡ ~~- E "''''E' ~'" • • • "", c. • s:-...... • -..- - 8.°- • ,,0_ '"::1 C. • •• "~ !! I ••" ~ :g 8 • •• o o ";" 8- ~ca , E '"E" ~ • ~ • • • ss I " ECl s- ~ e' '"" ~oe: ~ 8. • ~ • ~ 'e ••" • ¡~- • ¡: 1993 (PCLEÑA93) Prueba de Linealidad LnlCTOO Prueba de Linealidad ICVPARED93 8- lena en el municipio· •• e " 8. e ---¡--.•--I • E • o c o . ~ •• •• ::1 '" "~'I Ql E • Área tolal cultivos departamental •• Halkm2 - 2000 (TCUlK_OO) l- • I I • •• • ln del áreo máximo mun<Clpol en curuvos ilicitos Halkm2 1999·2002 (LnCIMAX99_02) Prueba de Linealidad Prueba de Linealidad LnAREA • 7i .".¡¡;" 7i • • " ~ '"" C. "C • • .~~ • (I? '"" 0.0- E 8. S E o o , Ol " • 8 . ...., :. ,•••. ~- ••• Eo ~'Q • •• Ol • • \ I •• .l••• i el. ~.... .. ~~..,.--. , ..~ .1.· .~ · ,. •• ~, fI'. :. ~, .~ ~ ...---~ .. ~ "~o- a> e • • • ••• E j~E' a> E P2585 8- • •• s;:- -c" I • • • 8 • '7 '7 Ln del área total dellra~mento Prueba de Linealidad Porcentaje (LnAREA) del área total del fragmento con pendiente Prueba de Linealidad P5085 entre 12 y 25""(P2585) P7585 8- 87i ~" • ~~'"" D. E •• •• ••e&0E o o ••• i •. Eo ", • E' O> • • • • ~ 8 ° ° '7 Porcentaje del área 101al del fragmenlo con pendiente Prueba de Linealidad entre 25 Porcentaje y 5O'I'~P50B5) :> u '~g- con pendienle Prueba de Linealidad PM7585 8- •• del área tOlal del 'ra~menlo entre 50 y 75""(P7565) LnlMVIOOO ° "' • • • • • ~ -c .¡¡; ~o- • '" o. E " •• •• • e 8.0- S· E o lJ .. • • • .;¡ '" •.0",- • E <:0 ~' o • "C E "o t" e. •• -c'" • • • • c. o 'il • :> H- -c'":> • •• • • ~ 8 '7 '7 Porcentaje del área total dellragmento con pendiente mayor de 75·/~PM7585) Ln del indiCe muniCipal de muertes violentas por l00mil habitantes· 2000 (LnIMVIOOOI Prueba de Linealidad ICVEXC93 Prueba de Linealidad PASPNN 8- 8- ~ :2 !:il- .. ~ c: • E • o , excretas Prueba de Linealidad hogar· j. ..",•.•"•, .".,.",••",••.",-",-", .••".¡•~~.,,, •.~,,',;.•.;::.::.••::"::"~"~"''''-'''-'''''--- ..••r::.-••• I ~ •• -c 8 8 eliminación --:-.", 8 al ~:il~. • • Punla¡9 ICV municipal • !!8.0- Porcenlaje del área 101a1dellragmento 1993 (ICVEXC93) AASHBOO_2 en SPNN (PASPNN} Prueba de Linealidad LnlCARHBOOv 8- • ..•::> '" ~ ss'g ~ • • .. I • ~ _.. c: ....................•........ _ .. e 8°E 8 ]l .~ ~ <:0 OJ'" •~ I ••• I • • E ::> -c'" 8 "';- Cuadrado de vr.agreg deptal per cáplta agua potable y saneamiento·2000 (AASHBOO.2l Prueba de Linealidad o Ln del ingreso per cápíta municipal de ras CARs antiguas' LnlCARHBOOn 0- <ii :J 11 ~s- • I III :J o.. • e "e8.0E o o ••• .,) j <:0 "l/) - E' •• '" :J c( I I 8 ~, Ln del ingreso per cápita municipal de las CARs nuevas- 2000 (LnICARHBOOn) 2000 (LnICARHBOOv) 2. Prueba de linealidad de las variables explicativas en los modelos en primeras diferencias. Variable indeoendiente: índice de estado de los fragmentos (h:Fl Prueba de linealidad DPTO Prueba de linealidad 8- e 'lo e. •• , Porcentaje Den$idad de Población Total Mut'licipal Prueba de linealidad PCLEÑA do Per!KIMa qUé Conaumen lefta en al Munj.eipio lPCLEÑA} (OPTOT) ICVPARED Prueba de linealidad ªi 8. ICT .. o ~:i!- 'l\. ••••••• ••• 1 1 • ..... .. •• • i· ."," , e • 80_ 1:.-: • I :.·~1·. ... " •• ~ ~- ~- ------_._------~----Punteje ICV Municipal Materitil Prueba de linealidad . • Indíce (ICVPAREO) de Paredes TCULK Municipal de Densidad de CarretBfaI fl\/krn2 (leT) Prueba de linealidad IMVIO I -Se e • .. I 1" I.....,. . 1 '. .. ~ e •e . I 1: le i e •'- • ... - .. ..•.... _- .._-.- .... Ir o, ,. • • i , t- I AJea Total en Cultivos DepartamenlaJ Ha'k2(TCULK) s 1 filL _ Prueba de Linealidad ICVEXC Prueba de Linealidad AA5HB §- i. :I ~ 1 ~51· o- .~~! ..• 1 .1 ~ •• ..•. -:. • ¡O- 1 , .' .• " .. I I " ! \l__ "_OO __ o. _ Punl"'9 lCV Municipal Elimínac~ónElllcr6tM 8. HO~l:IIr Valor Agregado Departamlll1lai Per C6pita en Agua Potable y SlII'lNmlento (AASHB) (ICVEXC) Prueba de Linealidad ICARHBv 8. Prueba de Linealidad ICARHBn • I .. " " 8 ,i . ., ._----------------------_.Ing'é"éO Pe:t Cápitll Municipal C.4R$ An1igUIIs (ICARHBv) Ingre50 PM C.tpila Mun;cipal CARa Nuft\lu (ICARHBn) Anexo III Pruebas normalidad de los residuos 1. Prueba de normalidad de los residuos en los modelos de corte transversal. Variable independiente: índice de cambio del estado de los fragmentos {/cEFl Normal Probability Plot Normal Probability Plot 3.8 . ,: 30 ,- .' " D di , .~ z Ul <LI ~.~ 15 Q. 08 (ij VI'¡:; :3 0._ -o"'OC ._ Cll :;l 00 ~.~~ (l::llIGl ·0.8 "'O -o C Cll ·1 ti) W .,.~ ,,' ·18 ·38 ·35 ·23 ·3 ·2.6 ·18 ,ü.9 0.0 0.9 18 26 ·)0 35 ·23 .j Normal Score 5 ·0.8 o.o 0.8 Normal Score Normal Probability Plot , .8 1.2 " D6 ..• .'" .0 Ü.O .- ••••••...•....•.•••••••.••. , ~~ ..•••.••.••••••••••••••••• 0, "': ·06 o' ·'2 .1.B+--I---+--+--'--I---+--+-.., ·25 ·1 ~ ·13 ·06 oo Normal Score 0.6 13 19 2; 15 2.3 30 2. Prueba de normalidad de los residuos en los modelos en primeras diferencias. Variable independiente: índice de estado de los fragmentos (lf.fl Normal Probability Plot Normal Probability Plot .." ·21 .. ·2 ' I ·29 ·35 ·26 ·1.8 ·09 00 I I I 09 '8 16 ·33 ·)0 35 ·2) Normal Score ·1.5 ·08 00 08 Normal Seo re Normal Probability Plot 25 Ig 13 06 . o o ........................•..• ; . ...,: .-,. ' .. .-"f ·06 .... -t.) ••• , ·1 9 -24 -18 ., 2 -06 . , 00 Normal Score 06 1.2 i a H 15 2.) 30 Anexo VI Base de Datos Indicadores Sintéticos (Ver CD adjunto con base en Stata v.8) JUNIO DE 2006 CUENTA 71405 72125 71620 71610 72205 72205 71405 71620 72130 71405 71405 71405 cuenta carmen DESCHIPCION ? HOS S.6._t..#162::!, UL T P C()Nwn.11 <;0014 71405 SAA# I 622, ULT P OS#266106 72125 SISBEN 71620 SAA#I625. 80% VIAT. ARMENIA 7161 OWM~QE; 72205 SAA# I 627, 1 50% OS#267 JUN 7/06 72205 SAA#1624, F#80389. OC#21. MAY 71405 SAA# 1628. 3ERP CON#02031S0035 71620 SAA#I629. 20% VIAT, ARMENIA 72130 SAA.,630, F#79016. OS#258104 VALOR USD PNUD p-iiOYE DIFERENCIA BENEFICIARIO IOFNTIFICACI 4.031 00 4.031.17 165 LUIS EDMUNDO SUAREZ SOTO 17336455 1,50000000 61500 615.26 (O 26) MARIA ALCIRA BONILLA BERNAL 41679813 ¡¡j':r'M07.l00,OO;i( ¡l'l¡:i1'!'4j3,Q(l: 413.08 ~i.;;¡nY1!?{O.08)MUNJO®qJ:ll$.$¡i:'¡,CO!'I~íO:.SlS8f;N 1;8000956134 407.03000 167,00 166,95 0,05 FRANCISCO JAVIER PUENTES CUELlAR 10546179 ([[i&¡g329.sao.OO;}:;I'iW~13Mo':'i/i:135.31 (O.31! E;XfflEi~)1¡(;1l;$;jl;rtlAI$M~l¡F!!K'~::::" l. 8002069792 1,250,00000 51300,' "512.72 028 EDGAR ALFONSO DIAZ 19287034 127,60000 5200 ""',/1.'*152.34 (O 34) PAPElERIA GUMAHER 8605092289 5,640.00000 2,31300 . ·!12,313.37 (O 37) MARIO JULlAN CASTRO MARTINEZ 80133748 378,474,00 155,00 :::'If.:,K1hJSS.24¡ (O 24) FRANCISCO JAVIER PLENTES CUELlAR 10546179 171.000 00 7000;,:.;J;';\"¡'~;¡'./;O.j4.i (O 14) ADMINISTRACION POSTAL NACIONAL 8999994865 982800000 coeao~.:27l15,;¡¿¡,&,:rf~ 71405 PAGO CONSUlT JUNIO 2006 71405SM#1631, IPOS#268/06 71405 SAA#1518. ULT 50% OS#1937 !j.1,';,1l;;X;b' ••••• 1,500.00000 7,314.000.00 93,704,084 00 .A'oPOSTAL VIATICOS VIAJES 1§~:~K~%J51~~);tt~; MUNICIPIOS NOMINA PAGO SGP BIRF TAL OTROS PAGOS 171.000 00 785,50400 329.88000 1007.10000 64,251,00000 15,468,00000 11,691.60000 93,704,08400 I••••• I)y;jfif.4¡~.353.9tl;: ••••• 61500,Y-':¡;i'i.;'t:615;2!li' 3.000 OO. }'/'3,OOO;.OO; 38,43300 70 14 322 19 13531 413.08 26,35398 6,34454 4,79557 38.43482 88.434.82 il•••••••••••••• (026) MARIAALCIRA BONILLA BERNAL GElKHA BUITRAGO APARICIO (1 82) 999999999 41679813 DIRECCION ljQücH~!ÜPaymIDate 00075572 00070573 00075664 SIPI 00075827 BOGOTA 00075916 CALLE 8S NO 20-:32 00076172 CU. 43 BIS SUR 923 00076188 BOGOTA 00076886 Cll 87 1 96 00077433 BOGOTA MURlllO TORRO CLl 12 13 CRA 7 8 00077430 00077654 PROYECTOS COL 10 00077633 CLL261319 00077699 KAHlAISCHc STRASSE 10 O 07745 eRA 15 7969 02-Jun-OG CLL;¿b1:Jl~ DS-Jun-OG üG-Jun-06 ü7-Jun-06 "¡2-Jun-06 12-Jun-D6 20-Jun-06 27·Jun-06 27-Jun-06 28-Jun-06 28-Jun-Qf3 29-Jun-Q6 I
© Copyright 2024 ExpyDoc