Gabriela y la acosadora Gabriela y la acosadora

Gabriela y la acosadora
Hab’a una vez una muchacha que se llamaba Gabriela. Ella era baja y era inteligente. Ella era una
muchacha feliz, pero ten’a un problema. Ella ten’a una acosadora. Su acosadora era una mujer.
Era una mujer alta y delgada, pero tambiŽn era muy fea.
Cuando Gabriela iba al ba–o, siempre ve’a a su acosadora all’. A veces, Gabriela ve’a a su
acosadora detr‡s del inodoro. Otras veces cuando iba al ba–o, ve’a a su acosadora en el techo
del ba–o. Ve’a a su acosadora cuando estaba sentada en el inodoro, mirando por la ventana del
ba–o. Y de vez en cuando ve’a el reflejo de su acosadora en el espejo del ba–o.
Cuando ella iba a la casa de su novio, su acosadora estaba all’. A veces, ve’a a su acosadora
debajo de la mesa. Otras veces, ella ve’a a su acosadora en el dormitorio de su novio, colgando
de la puerta. Otras veces, ve’a a su acosadora debajo de una l‡mpara en la sala, cuando estaba
sentada en el sof‡ ÒhablandoÓ con su novio. Y de vez en cuando, ve’a a su acosadora detr‡s del
sof‡ cuando besaba a su novio.
Gabriela sab’a que ten’a que hacer algo. Ella iba a llamar a la polic’a, pero no lo hizo porque la
polic’a de su pueblo era viejo y extra–o. Iba a atacar a su acosadora con karate, pero ella no
sab’a hacer karate. Por fin, ella pens— en un plan. Sab’a que su plan iba a tener Žxito. Ella
decidi—...
Copyright © 2015 Martina Bex ! www.martinabex.com ! The Comprehensible Classroom ! 10
Gabriela y la acosadora
Hab’a una vez una muchacha que se llamaba Gabriela. Ella era baja y era inteligente. Ella era una
muchacha feliz, pero ten’a un problema. Ella ten’a una acosadora. Su acosadora era una mujer.
Era una mujer alta y delgada, pero tambiŽn era muy fea.
Cuando Gabriela iba al ba–o, siempre ve’a a su acosadora all’. A veces, Gabriela ve’a a su
acosadora detr‡s del inodoro. Otras veces cuando iba al ba–o, ve’a a su acosadora en el techo
del ba–o. Ve’a a su acosadora cuando estaba sentada en el inodoro, mirando por la ventana del
ba–o. Y de vez en cuando ve’a el reflejo de su acosadora en el espejo del ba–o.
Cuando ella iba a la casa de su novio, su acosadora estaba all’. A veces, ve’a a su acosadora
debajo de la mesa. Otras veces, ella ve’a a su acosadora en el dormitorio de su novio, colgando
de la puerta. Otras veces, ve’a a su acosadora debajo de una l‡mpara en la sala, cuando estaba
sentada en el sof‡ ÒhablandoÓ con su novio. Y de vez en cuando, ve’a a su acosadora detr‡s del
sof‡ cuando besaba a su novio.
Gabriela sab’a que ten’a que hacer algo. Ella iba a llamar a la polic’a, pero no lo hizo porque la
polic’a de su pueblo era viejo y extra–o. Iba a atacar a su acosadora con karate, pero ella no
sab’a hacer karate. Por fin, ella pens— en un plan. Sab’a que su plan iba a tener Žxito. Ella
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