Artículo JM. Cornes, L. Fernández-Ríos, A. Arauxo, C. Pedrejón Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 Ciencia de la prevención: fundamentos y perspectivas. Implicaciones en psicología José M. Cornes1 Luis Fernández-Ríos2 Alberte Arauxo1 Clara Pedrejón1 Servicio de Psiquiatría Hospital Universitario Gil Casares 2 Universidad de Santiago de Compostela Facultad de Psicología Departamento de Psicología Clínica y Psicobiología Santiago de Compostela A Coruña 1 Resumen El objetivo del presente trabajo es efectuar una aproximación a algunos conceptos relacionados con la ciencia de la prevención. Esta nueva síntesis interdisciplinar constituye un campo de investigación-acción que engloba un marco teórico-práctico general para la intervención preventiva. Se incluyen aspectos relacionados con las clases y concepto de ciencia de la prevención. También se hace referencia a interconexiones entre la ciencia de la prevención basada en la evidencia y la psicología comunitaria, la perspectiva de la invulnerabilidad, el empowerment, y la psicología de la religión. Palabras clave: Capacitación. Ciencia de la prevención. Prevención primaria. Programas de prevención basados en al evidencia. Summary The objective of the present paper is to make a synthesis of certain concepts related to prevention science. This new interdisciplinary synthesis constitutes a field of research-action which embraces a general theoreticalpractical framework for preventive intervention. Aspects related to the types and concept of prevention science are included. Reference is also made to interconnections between prevention science based on evidence and community psychology, the perspective of invulnerability, empowerment and psychology of religion. Key words: Empowerment. Science of prevention. Primary prevention. Evidence-based prevention programs. Correspondencia: José Manuel Cornes Servicio de Psiquiatría Hospital Universitario Gil Casares C/ Choupana 15706 Santiago de Compostela A Coruña 86 El espíritu de los tiempos es favorable a la prevención primaria o universal de la enfermedad y promoción de la salud individual y comunitaria. El objetivo es la reducción de la incidencia de la enfermedad mental. La finalidad del presente trabajo es la exposición de algunos aspectos teórico-prácticos relacionados con una nueva disciplina interdisciplinar denominada ciencia de la prevención. Para conseguirlo incluimos los siguientes temas: aspectos históricos, clases y concepto de prevención; relación entre la Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 ciencia de la prevención basada en la evidencia y la perspectiva comunitaria, la invulnerabilidad, el empowerment y la psicología de la religión. Dimensiones históricas de la ciencia de la prevención Los seres humanos poseen una necesidad psicológica, una propensión o un impulso, tal vez innato, para buscarle sentido a la vida. A lo largo de toda su historia evolutiva el ser humano ha recurrido a diversos procedimientos para controlar el proceso de vivir en todas las situaciones. Lo que anhelaba era poder manejar la enfermedad y realzar el bienestar subjetivo y objetivo. Teniendo en cuenta la historia de la salud pública se pueden mencionar cuatro estadios en la historia de la ciencia de la prevención (Laín-Entralgo, 1978; Rosen, 1958, 1985; Sigerist, 1951). a. La necesidad psicobiológica de mantener bajo control el dolor y el sufrimiento y llevar a cabo estrategias para sobrevivir saludablemente. Se puede establecer la siguiente relación: hombre+instinto (de ayuda y de lucha contra el dolor y promoción del bienestar)= lucha contra la enfermedad o la reducción del dolor, y búsqueda de lo saludable. Los individuos, tal vez por el denominado instinto de ayuda, impulso hacia el bienestar y de lucha contra el dolor, buscan innata e incesantemente una solución positiva. Los individuos poseen una tendencia natural para preservar la salud y recuperarse de las situaciones de enfermedad. Las personas hacen lo que la “naturaleza” (physis) les ha dado a conocer para superar los procesos morbosos dolorosos. Es el componente instintivo o “voluntad de supervivencia” lo que condiciona la lucha contra la enfermedad y la promoción de la salud tanto en los seres humanos Ciencia de la prevención: fundamentos y perspectivas. Implicaciones en psicología como en otros organismos. Este estadio se puede denominar perspectiva de la prevención instintiva o de recursos de supervivencia personal. b. En un segundo momento los seres humanos recurren a otras personas. Se habla de chamanes, curanderos, brujos u otros que están socialmente reconocidos y legitimados para: por un lado, auxiliar a otros individuos en situaciones de dolor y enfermedad; y, por otro, promocionar el bienestar individual y colectivo. De una forma sintética tenemos: hombre+hombre (con facultades o poderes especiales, por ejemplo un chamán)= lucha contra la enfermedad, y búsqueda de la promoción de la salud. Los individuos buscan el control sobre la vida en las facultades sobrenaturales de otros seres humanos. Se reconoce la importancia de los poderes mágicos o extraordinarios de ciertos individuos para controlar y cambiar lo que les acontece a los otros. Así cuando un sujeto está enfermo se recurre a “recursos” mágicos y sobrehumanos de otros seres humanos. El control sobre el proceso de vivir es buscado en el poder que los propios seres humanos pueden ejercer sobre otros. Corresponde con una estrategia de prevención mágica o de ilusión de control real o ilusorio. c. Ahora bien, la experiencia cotidiana condujo a los individuos a la conclusión de que no siempre los poderes de otros sujetos “extraordinarios” resultan suficientes para controlar el proceso de vivir. Por ejemplo, numerosos seres humanos sucumbían ante la enfermedad, las plagas, las catástrofes, etc. Resulta necesario crear y creer en unos seres superiores y sobrenaturales. Se trata de los “dioses”, los cuales, si se les solicita auxilio, acuden en ayuda del hombre en situaciones de adversidad. Se puede establecer la siguiente relación: hombre+dios=lucha contra la enfermedad y favor de la promoción de la salud. El hombre ha dejado de confiar en el instinto y en el poder mágico de otros hombres. Recurre al poder omnipresente, ilimitado e infinito de los “dioses”. Éstos exigen del ser humano culto, sacrificios, oraciones, etc... La lógica del proceso es sumamente sencilla. Los dioses, por su parte, facilitan ayudan a los hombres. Éstos deben tenerlos contentos y satisfechos para que les faciliten ayuda cuando la necesitan. Señalaremos más adelante que esto coincide con una estrategia de prevención sobrenatural. “olvidan” de los hombres en situaciones de necesidad y enfermedad. Es entonces cuando surge la reflexión de los individuos acerca de la naturaleza,laphysis, y se “margina”, relativamente, a los dioses. Lo que enferma es la physis, la natura, la materia de la cual están construídos los seres humanos. Surge, entonces, la tekhné iatriké griega o el ars medica latina. Se puede establecer la siguiente relación: hombre+ técnica= (observación sistemática y razonada) lucha contra la enfermedad y a favor de la promoción de la salud. Para la superación de la enfermedad ya no es necesario recurrir a chamanes y curanderos, o, incluso, a los dioses. Es casi suficiente con investigar el propio transcurrir de los procesos de la physis. El objetivo es analizar lógicamente la naturaleza. Se puede intervenir sobre ella. Hay procedimientos “naturales” para ayudarla a superar la situación de enfermedad. Todo análisis de la physis se debe someter a un proceso de análisis y de razonamiento. Esto coincide con la perspectiva racional de la prevención. Con todo, esta exposición histórica no es lineal. Todavía hoy en día existe un solapamiento entre las diversas tradiciones de prevención. Cuando las ciencias de la salud “racionales” fracasan, se acude en busca de ayuda a la denominada “medicina alternativa” o a los dioses. Es lo normal. No hay nada de extraordinario en ello. Pues, los seres humanos buscan ayuda, consuelo y esperanza allí donde la encuentran. Un ejemplo de la relevancia de la medicina tradicional se puede hallar en la Organización Mundial de la Salud (2002). Clases de prevención Se acaban de establecer los pasos en la historia de la ciencia de la prevención. Pero, ¿qué clases existen de prevención? Tradicionalmente, dentro del campo teórico-práctico de la ciencia de la prevención, se viene utilizando la terminología de prevención primaria, secundaria y terciaria (Caplan, 1964, 1993; Caplan y Caplan, 2000). Esta división tripartita ha sido y todavía es algo asumido por muchos profesionales en la prevención en salud pública. Otros la critican y proponen conceptos alternativos (por ejemplo, prevención, intervención y rehabilitación). Acd.Todavíahaymás.Elsufrimientotodavíapersis- tualmente esta controversia parece estar superada. te.Esomnipresente.Existensituacionesenlas En ciertos contextos de cultura de la prevención ya que los seres humanos se dan cuenta de las no se habla de prevención terciaria (Albee y Gullotta, limitacionesderecurrirúnicayexclusivamente 1997; Bloom, 1984; Cowen, 1980; Gullotta y a los dioses. Éstos en muchas ocasiones se Bloom, 2003; Heller, 1996; Instituto de Medicina, Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 87 JM. Cornes, L. Fernández-Ríos, A. Arauxo, C. Pedrejón 1994; L’Abate y Baggett, 1997; Prilleltensky y Nelson, 2000; Winett, 1998). La prevención terciaria se refiere a todas aquellas intervenciones racionales dirigidas a mejorar las capacidades físicas, psicológicas y sociales de las personas que sufren o han sufrido un determinado trastorno para lograr que puedan desarrollar una vida lo más normalizada posible. Se ha propuesto sustituir la denominación de prevención terciaria por otro concepto como el de rehabilitación. Esta no tiene nada que ver con la prevención. Se trata de otra cosa. Es rehabilitación o recuperación de la enfermedad. Hoy en día se incluye bajo la denominación de rehabilitación psicosocial o física. Esa conclusión parece mucho más oportuna. La acción rehabilitadora busca recuperar las capacidades y competencias perdidas o “deficientes” después de haber padecido una patología (Frank y Elliott, 2000). En la Tabla 1 se incluyen los conceptos de prevención primaria y secundaria. Son los que se van a explicar a continuación. En una primera aproximación se podría decir que la prevención primaria abarca aquellas actuaciones dirigidas a reducir la incidencia de una determinada patología. Por incidencia nos estamos refiriendo al número de nuevos casos de una enfermedad diagnosticados durante un período de tiempo. Su objetivo es intervenir en poblaciones asintomáticas, independientemente de que se hallen en situación de riesgo o no. La prevención primaria es, estrictamente hablando, la única y verdadera estrategia preventiva. Dentro de ella, dependiendo del objetivo de la intervención y de la población a la cual van dirigidas las actuaciones se podría distinguir entre: a. Prevención primaria proactiva (universal) centrada en el sujeto. Abarcaría aquellas intervenciones preventivas orientadas a que los individuos no lleguen a padecer los efectos negativos derivados de la exposición a factores de riesgo. Por definición, este tipo de prevención se realiza Tabla 1. Integración de los conceptos y clases de prevención Prevención primaria c. Prevención primaria reactiva (selectiva) centrada en el sujeto. Su objetivo es intervenir sobre individuos que presentan alto riesgo de llegar a padecer una patología concreta. Es por ello por lo que también se habla de prevención selectiva para los sujetos en cuestión. El objetivo de estas intervenciones es anticiparse a la aparición de los problemas para que, si llegan a producirse, los individuos estén preparados. Lo que se pretende es construir individuos competentes para afrontar situaciones de riesgo que puedan presentarse. Por ejemplo, se habla de prevención reactiva cuando se interviene sobre un grupo de individuos que, por vivir en ambientes socialmente desestructurados y donde existe una gran facilidad para conseguir drogas, es muy proba- Proactiva Reactiva Ventajas Desventajas Universal Primordial Causas de las causas Selectiva No estigmatiza la población intervenida Dificultad de convencer a los gestores y destinatarios de su utilidad – A nivel individual los beneficios pueden ser escasos – Puede recabar otras iniciativas comunitarias Indicada Actúa sobre los problemas cuando surgen los primeros indicios – Puede conducir a marginación – Tiende a ignorar el contenido social Prevención secundaria 88 sobre individuos antes de que manifiesten la patología que se pretende evitar y sin que estos presenten características específicas que los hagan especialmente vulnerables a padecerla. Por ejemplo, desarrollar un programa de educación para la salud en la escuela dirigido a todos los estudiantes. b. Prevención primaria proactiva (universal) centrada en el contexto. Presenta como objetivo la acción preventiva sobre diversos aspectos del ambiente o contexto sociomaterial en el cual viven y trabajan los sujetos. Con este tipo de intervención se pretende evitar la exposición de los individuos a los factores de riesgo ambientales relacionados con una problemática determinada. Sería universal cuando va dirigida a aspectos ambientales que afectan a la mayoría de la población. Por ejemplo, cuando se diseña una nueva urbanización, se evitan estructuras arquitectónicas que puedan favorecer la realización de delitos. Asimismo, se fomentan espacios destinados al ocio, y se trata de prevenir el síndrome del edificio enfermo. El objetivo es reducir al mínimo los riesgos. Se busca fomentar las condiciones que puedan redundar en la mejora de la calidad de vida de los habitantes. Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 Ciencia de la prevención: fundamentos y perspectivas. Implicaciones en psicología ble que lleguen a probar estas sustancias. Por lo tanto, muy posiblemente, algunos de ellos lleguen a desarrollar patrones de consumo abusivos. En estos casos se trata de intervenir específicamente sobre aquel grupo de personas que presentan un mayor riesgo de llegar a manifestar el problema en el futuro, aunque la intervención se lleva a cabo antes de que en los sujetos aparezca ningún indicio del mismo. Es por ello que este tipo de intervenciones deben ser conceptuadas dentro de la prevención primaria. Los individuos, pese a su situación de riesgo, todavía no presentan ningún síntoma del problema. d. Prevención primaria reactiva (selectiva) centrada en el contexto. Agruparía aquellas estrategias de intervención preventiva que se llevan a cabo no sobre individuos, sino sobre los sistemas o contextos sociomateriales en los cuales se encuentran viviendo y trabajando. Es decir, en vez de intervenir específicamente sobre ciertos individuos, lo que se hace es actuar de una forma selectiva sobre las variables ambientales que se relacionan con un incremento del riesgo. Como ejemplo se puede mencionar la realización de cambios en la estructura organizacional para crear un clima social menos estresante. Así, una intervención de este tipo en el contexto escolar podría ir dirigida a producir un cambio en la organización escolar con el objeto de fomentar una mejor implicación de aquellos individuos que se sienten más insatisfechos dentro de la escuela. Se pretende evitar el fracaso escolar y la aparición de futuras conductas problema. Prevención secundaria (indicada). Bajo esta denominación se agruparían aquellas actuaciones dirigidas a reducir la prevalencia de una determinada enfermedad o cualquier problema social. La prevalencia se refiere al numero de casos de una enfermedad existentes en un período de tiempo determinado. Se diferencia del concepto de incidencia en que en la prevalencia se tienen en cuenta tanto los nuevos casos diagnosticados durante ese periodo de tiempo como los que ya existían previamente y se mantienen. En la práctica, la prevención secundaria se basa en detectar de forma temprana los primeros síntomas de una determinada patología. El objetivo es ofrecer una respuesta rápida y evitar que ese problema llegue a desarrollarse en toda su intensidad y se cronifique. Por ejemplo, una actuación preventiva sobre la conducta delictiva podría consistir en identificar dentro de la educación primaria a aquellos alumnos que presentan conductas agresivas. El paso siguiente sería establecer intervenciones dirigidas a fomentar su autocontrol y la adquisición de habilidades de resolución de conflictos más adecuadas para evitar que esas conductas violentas vayan a más. Otra intervención podría ser la actuación centrada sobre sujetos que presentan cierta sintomatología inicial de depresión (déficits de autoestima, sentimientos de indefensión, atribuciones negativas, pesimismo, expectativas negativas acerca del propio sujeto, el mundo y el futuro, etc.), para desarrollar habilidades que les permitan afrontar esos síntomas y evitar que el trastorno depresivo se desarrolle en toda su intensidad. Los ejemplos que hemos mencionado anteriormente son intervenciones que se pueden denominar como prevención secundaria reactiva focalizada en el sujeto. Su meta es intervenir sobre individuos que empiezan a manifestar ciertos síntomas, pero que todavía no presentan un problema determinado, para evitar que lleguen a desarrollarlo. Otro tipo de actuaciones serían las que se encuadran dentro de la prevención secundaria reactiva centrada en el contexto. En este caso, la meta de la intervención no son prioritariamente los individuos, sino que es el contexto sociomaterial en el cual viven. Se trataría aquí de mejorar el clima social en el que se desenvuelve una persona, fomentar su red de apoyo social, eliminar las tensiones sociales, mejorar las condiciones de vida, etc. Dentro de la prevención secundaria o indicada no hay lugar para diferenciar entre actuaciones proactivas o reactivas. Este tipo de intervenciones son, por principio, reactivas al centrarse en dar respuestas a necesidades que ya están presentes. Concepto de ciencia de la prevención Tradicionalmente en salud pública se ha hablado de prevención como un área de investigación-acción dentro de la teoría de la salud pública. Hoy en día se considera que todo lo que tiene relación con la teoría y práctica de la prevención se engloba dentro de la perspectiva de la ciencia de la prevención. El concepto de ciencia de la prevención se viene utilizando cada vez más desde mediados de la década de los años noventa del siglo pasado (Bryant, Windle y West, 1997; Coie, Stephen, Hawkins, Asarnow, Markman, Ramey, Shure y Long, 1993; Heller, 1996). Un ejemplo de ello es la Society for Prevention Research. (http://www.preventionresearch.org). En principio, se pretende que el enfoque teóricopráctico de la ciencia de la prevención sea más preciso, estructurado y delimitado que el de la perspectiva comunitaria. Se focaliza única y exclusivamente en la teoría, práctica y metodología de la Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 89 JM. Cornes, L. Fernández-Ríos, A. Arauxo, C. Pedrejón intervención preventiva (prevención primaria y secundaria, o universal e indicada (Labarthe, 1999). La conceptuación de la ciencia de la prevención va más allá de las tradicionales definiciones de prevención tal y como las expone Bloom (1984) y Caplan (1964, 1993). 90 La ciencia de la prevención basada en la evidencia es: a. un conjunto interdisciplinar de conocimientos teórica y prácticamente útiles, racionales y cargados de valor; b. para la construcción, implantación, evaluación y diseminación de programas eficaces y eficientes de intervención preventiva; c. con la correspondiente metodología de investigación-acción participativa, contextual, orientada a la acción y destinada a construir capacidad (empowerment) en los individuos y en las comunidades. aquí en donde encuadra el enfoque de desinstitucionalización y tratamiento comunitario de los enfermos mentales. Los textos de psiquiatría comunitaria suelen enmarcarse dentro de esta perspectiva. El aspecto de intervención rehabilitadora de cualquier enfermedad dentro del campo de la salud pública también se incluye en esta orientación (Ponsford, 2004; Spaulding, Sullivan y Poland, 2003). Por rehabilitación psicosocial se entiende una aproximación terapéutica que pretende facilitar que los enfermos mentales desarrollen su máximo potencial a través del aprendizaje y el apoyo ambiental (Anthony, Cohen y Farkas, 1990; Farkas y Anthony, 2003; Farkas, SullivaSoydan y Gagne, 2000; Liberman, DeRisi, y Mauser; 1989; Mojtabai, Nicholson y Carpenter, 1998; Spaniol, Brown, Blankertz, Burnham, Dincin, Furlong-Norman, Nesbitt, Ottenstein, Prieve, Rutman, Zipple, 1998). La ciencia de la prevención y la perspectiva comunitaria Ciencia de la prevención basada en la evidencia Los contenidos de la perspectiva comunitaria son muy diversos, difusos, variados, y, claramente, van más allá de la prevención (Dalton, Elias, Wandersman, 2001; Prilleltensky y Nelson, 2002; Rappaport y Seidman, 2000; Rudkin, 2003). El alcance teóricopráctico de la psiquiatría y la psicología comunitarias incluye casi cualquier acción que se lleve a cabo bajo la denominación de intervención social. Lo único que tienen en común es el concepto de “comunidad” o “comunitario”. Es por ello que nos podemos plantear, ¿qué pretenden incluir hoy en día los autores bajo la denominación de “ciencia de la comunidad” (Jason, Keys, Suarez-Barcarcel, Taylor y Davis, 2004; Kelly, 2003; Wandersman, 2003; Wandersman y Florin, 2003). Los conceptos de “psicología comunitaria”, “psiquiatría comunitaria” o “perspectiva comunitaria” tienen una doble dimensión. Por un lado se puede formular una perspectiva restrictiva: se refiere a ciertas acciones de intervención preventiva que tienen lugar en la “comunidad” para mejorar la calidad de vida de individuos y comunidades. Las actividades a tomar se centran prioritariamente dentro de la perspectiva de la prevención primaria universal. Aquí no se debe hablar de recuperación, sino de adquisición y mejora de los estilos de vida conducentes a la mejora de la calidad de vida. Hoy lo que impera es la prevención basada en la evidencia o empíricamente fundamentada (Biglan, Wang y Walberg, 2003; Weissberg, Kunpfer y Seligman, 2003). Esto incluye también la prevención en el sistema de la atención primaria (Frank, McDaniel, Bray y Heldring, 2004). Conlleva, asimismo, la construcción de capacidad, de competencias o recursos cognitivo-conductuales en individuos, grupos y comunidades para crear una cultura de la prevención (Wandersman, 2003). Todo ello tiene que ser evaluado para generar un conocimiento acumulativo orientado a la intervención preventiva posible y realista (Turnbull, 2002). Algunos objetivos son: reducir el consumo de drogas (Hakws, Scott y McFride, 2002); luchar por la justicia social (Prilleltensky y Nelson, 2002); crear condiciones de trabajo seguras y saludables (Barling y Frone, 2003); reducir la incidencia de patología mental en general (McGorry y Jackson, 1998) y de la depresión en particular (Dozois y Dobson, 2004); saber afrontar situaciones extremas de estrés (Schnurr y Green, 2004); superar las secuelas de actos de acoso sexual (Koenig, Doll, O’Leary y Pequegnat, 2004); realzar y optimizar la calidad de vida (Zumbo, 2003) a través de la construcción de contextos saludables (Moos, 2003) en un mundo en el que se fomente el desarrollo sostenible para la promoción del bienestar humano (Rozensky, Johnson, Goodheart y Hammond, 2004). Por otro lado, se puede establecer una orientación más amplia. La suposición básica es que todo lo que se hace en la comunidad para mejorar la calidad de vida de los individuos es enfoque comunitario. Es Detrás de la teoría y práctica de la ciencia de la prevención hay unas suposiciones o argumentos ocultos, o, por lo menos, no siempre explícitamente formulados. Son las formas de construir conocimiento. Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 Ciencia de la prevención: fundamentos y perspectivas. Implicaciones en psicología Ciencia de la prevención e invulnerabilidad En la ciencia de la prevención actualmente se hace especial énfasis en conceptos tales como: resistencia, invulnerabilidad, y competencia. Otros a tener en cuenta son: optimismo, esperanza, autoeficacia, evaluación o valoración de problemas, lugar de control, sabiduría, coraje, emociones positivas, autoestima, inteligencia emocional, empatía, sentido del humor, gratitud, madurez moral, afrontamiento positivo, bienestar, funcionamiento humano óptimo en un contexto sociomaterial, etc. (Aspinwall y Staudinger, 2003; Lopez y Snyder, 2003). Por lo tanto se enfatiza la perspectiva de sujetos resistentes a la adversidad (Luthar, 2003). Asimismo, se fomenta la interconexión entre emociones positivas y salud (Zautra, 2003).Todo esto se encuadra bajo la denominación general de psicología positiva. En Fernández-Ríos y Cornes (2003) se efectúa una aproximación histórica a la teoría de la invulnerabilidad en el mundo occidental. La relación entre ciencia de la prevención e investigación-acción comunitaria colaborativa (o psicología comunitaria) tiene grandes áreas de solapamiento. Como ejemplo se pueden mencionar: la perspectiva ecológica, la creación de recursos para favorecer el empowerment, la democratización participativa, construcción de coaliciones para solucionar los problemas, etc. ment forman parte del discurso actual de la teoría y práctica de la ciencia de la prevención. En todos las casos implica la participación activa de la ciudadanía, los técnicos de salud y los responsables políticos en una sociedad democrática. Sentido psicológico de comunidad incluye el sentimiento de pertenencia a y la motivación para la implicación activa en un grupo, organización o sociedad. El objetivo es transformar la realidad. Si los individuos no se sienten formando parte de una unidad psicológica no van a tener objetivos comunes y, por lo tanto, no tendrán motivación para cooperar. La participación ciudadana es el proceso por el que los individuos toman parte activa (por ejemplo, “hacerse oír”, “alzar la voz”, etc.) en las decisiones que afectan a la calidad de vida individual y colectiva. ¿Qué es empowerment? Empowerment significa potenciación, capacitación de los individuos, grupos comunidades y sociedades para que controlen los recursos socieconómicos. Es un enfoque positivo de desarrollo y de la superación de los problemas o adversidad. Es un concepto que se aplica a todas las perspectivas (individuos, grupos, organizaciones y sociedades) del desarrollo humano sostenible positivo. Por lo tanto, el empowerment es un proceso o un mecanismo a través del cual los ciudadanos, organizaciones y comunidades ganan dominio sobre sus cuestiones vitales. El empowerment presenta varias dimensiones (Tabla 2). El empowerment es un constructo multinivel. Se puede utilizar teniendo en cuenta el individuo, la organización y la comunidad o la sociedad (Tabla 3). Ciencia de la prevención y empowerment Empowerment constituye uno de esos conceptos individual y comunitariamente valorados como positivos (Cowen, 2001). Los conceptos de sentido de comunidad, participación ciudadana y empower- La aplicación de la teoría del empowerment al tratamiento comunitario de los enfermos mentales es la potenciación, capacitación, “empoderamiento” o mejora conjunta del “paciente” y el técnico de salud (Foulks, 2000). También se refiere a estrate- Dimensiones del empowerment Características Personalidad Autoaceptación, autoconfianza, autoestima reforzada, lugar de control interno, creencia en las posibilidades de control, empatía, significado del esfuerzo personal, etc. Cognitiva Autoeficacia individual y política, sentimiento de dominio (mastery), competencia percibida, sentido de eficacia política, etc. Motivacional Deseo de control ambiental, deber o sentido de obligación cívica, sentido de propositividad, esperanza aprendida, etc. Contextual Implicación en acciones colectivas, adaptación persona-ambiente, conciencia de los condicionantes socioculturales, comprensión de la propositividad del programa, capacidad de control e influencia ambiental, etc. Tabla 2. Dimensión de personalidad, cognitiva, motivacional y contextual del empowerment Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 91 JM. Cornes, L. Fernández-Ríos, A. Arauxo, C. Pedrejón Tabla 3. Comparación del proceso de empowering y empowered en individuos, organizaciones y comunidades. Tomada de Fernández-Ríos (2003) Niveles de análisis Proceso (empowering) Resultado (empowered) Individual Aprendizaje de habilidades de toma de decisiones Manejo de recursos Trabajar colaborativamente con otros. Sentimiento de control Conciencia crítica Conductas participativas Organizacional Oportunidades para participar en la toma de decisiones Responsabilidades compartidas Liderazgo compartido Recursos disponibles y accesibles Redes colaborativas Influenciar en la toma de decisiones políticas Comunitario/social Acceso a recursos Estructura de gobierno abierta Tolerancia Coaliciones organizacionales Liderazgo pluralístico Habilidades participativas de los ciudadanos gias de intervención o rehabilitación para que los “enfermos” lleguen a ser más autónomos y efectúen las actividades de la vida diaria. La perspectiva del empowerment conlleva una perspectiva positiva del enfermo mental, incrementar sus estrategias de afrontamiento, su autoestima, sus habilidades sociales, su sistemas de apoyo sociocomunitario, e incrementar la posiblidiades de vivir en la comunidad (Barton, 1998; Jacobson y Curtis, 2000; Parkinson y Nelson, 2003; Ralph, Kidder y Phillipps, 2000). Ejemplos de la aplicación de la perspectiva del empowerment son la intervención comunitaria con enfermos mentales supervivientes a traumas (Fallot y Harris, 2002) o en esquizofrénicos (Lecomte, Cyr, Lesage, Wilde, Leclerc, y Ricard, 1999). Esto constituye el concepto tradicional de desinstitucionalización de los enfermos mentales relativamente crónicos y recuperables. Ciencia de la prevención y religión Se puede conceptuar la religión como la creencia en un ser sobrenatural o con un poder superior al ser humano (Koenig, McCullough y Larson, 2001). El apego o vinculación de los individuos a los dioses se halla dentro de una perspectiva relacional. Es la relación del hombre con Dios (Hall y Gorman, 2003). Está generalmente aceptado que la religión o la espiritualidad puede ser de gran utilidad para ayudar a las personas creyentes a superar los problemas del proceso de vivir (Richards y Bergin, 2004). Los enfermos mentales también tienen o pueden tener sus necesidades religiosas que deben ser satisfechas (Corrigan, McCorkle, Schell y Kidder, 2003; Culliford, 2002; Phillips, Lakin y Pargament, 2002). La espiritualidad se halla entre los elementos constitutivos de la calidad de vida de los individuos y comunidades (Seeman, Dubin y Seeman, 2003; Powell, Shahabi, 92 Rev Psiquiatría Fac Med Barna 2004;31(2):86-95 y Thoresen, 2003, World Health Organization, 1998). La bibliografía acerca de los efectos globales de la religión sobre la salud de los individuos es muy amplia. También, en ocasiones, la interpretación es compleja (Akhtar y Parens, 2001; Cornett, 1998; Griffith y Griffith, 2001; Hackney y Sanders, 2003; Koenig y Cohen, 2002; Koenig, McCullough y Larson, 2001; Miller, 2003). La religión puede tener efectos positivos y negativos sobre la salud de los individuos (Emmons y Paloutzian, 2003; Pargament, 1997). Una síntesis de las aportaciones de la religión como recurso para la salud se puede hallar en castellano en Fernández-Ríos y García-Fernández (2000) y Grom (1994). Algunos de los efectos positivos son: a. Nivel psicológico: realzamiento de la autoestima; mejora de las estrategias de afrontamiento; fomenta el sentido de cohesión social, forja sentimientos de esperanza y optimismo; otorga significado al sufrimiento personal; reduce el fatalismo y los sentimientos de indefensión; amortigua la sensación de soledad y extrañamiento del mundo. b. Nivel conductual: reducción del consumo de drogas; mayor ejercicio físico; prescripción de estilos de vida saludables. Entre los efectos negativos se pueden mencionar los siguientes: autodenigración; baja autoestima; procesos patológicos represivos y generadores de ansiedad; sentimientos patológicos de miedo y ansiedad; lugar de control externo; dependencia patológica; conformidad; inhibición en la expresión de los impulsos; interferencias con el pensamiento crítico y racional; procesos paranoicos y obsesivos; etc. (Pierre, 2001). Ciencia de la prevención: fundamentos y perspectivas. Implicaciones en psicología Conclusión e implicaciones Hace falta una nueva conceptuación de la teoría y práctica de la prevención. Hoy en día se incluye bajo la denominación de ciencia de la prevención. Esta perspectiva interdisciplinar integra la teoría y práctica de la intervención preventiva. Por un lado, elimina el concepto de “prevención terciaria”. Por otro, integra las nuevas perspectivas de intervención preventiva en la comunidad basada en la evidencia, la invulnerabilidad y empowerment. Además, incorpora nuevas aportaciones para la ayuda a mejorar la eficacia y la eficiencia de los programas preventivos. Tal es el caso de las creencias religiosas. Se da por bienvenida toda ayuda que pueda contribuir a realzar la calidad de vida de los individuos y comunidades. Desde esta perspectiva la religión puede efectuar grandes aportaciones a la ciencia de la prevención. Todo esto augura una nueva época integradora de la teoría y práctica de la ciencia de la prevención. Bibliografía recomendada Akhtar S, Parens H. (eds.). Does god help? Developing and clinical aspects of religious belief. Northvale: Jason Aronson, 2001. Albee GW, Gullotta TP. (eds.). Primary prevention works. Thousand Oaks: Sage Publications, 1997 Anthony W, Cohen M, Farkas M. Psychiatric rehabilitation. Boston: Center for Psychiatric Rehabilitation, 1990. 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