Un análisis económico de la integración vertical entre isapres y prestadores Alexander Galetovic Ricardo Sanhueza Junio 25 de 2013 Este trabajo fue encargado por Inversiones La Construcción. El análisis, las opiniones y las conclusiones son nuestras, y no necesariamente coinciden con las opiniones de Inversiones La Construcción. 1 Contenido 1 Introducción y resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 1.1 La integración vertical es e…ciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 1.2 La tesis anticompetitiva es inconsistente con la evidencia . . . . . . . . . . . . . . . . 6 1.3 El precio de los planes aumentó porque los costos aumentaron . . . . . . . . . . . . . 7 1.4 Una guía para leer este trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 2 Isapres, clínicas e integración vertical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 2.1 2.2 Isapres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 2.1.1 Cotizantes, bene…ciarios y planes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 2.1.2 Estructura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 Clínicas (y otros prestadores) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 2.2.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 2.2.2 Tamaño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 2.2.3 Estructura 2.2.4 Integración vertical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 2.2.5 En conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 3 Integración vertical y el precio de los planes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 3.1 3.2 Costos y márgenes de los planes de isapre, 1991-2011 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 3.1.1 El costo de los planes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 3.1.2 Márgenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 Competencia e integración vertical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 3.2.1 Exclusión de prestadores independientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 3.2.2 Exclusión de isapres no integradas verticalmente . . . . . . . . . . . . . . . . 21 3.2.3 Integración vertical y concentración de los prestadores . . . . . . . . . . . . . 22 3.2.4 Atenuación de la competencia en calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 4 La economía de la integración vertical entre isapres y prestadores . . . . . . . . . . . . . . 24 4.1 4.2 4.3 Con‡ictos de interés entre isapres y prestadores independientes . . . . . . . . . . . . 25 4.1.1 Inducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 4.1.2 Sobreuso y dilución del copago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 Con‡ictos de interés e integración vertical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 4.2.1 Inducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 4.2.2 Sobreuso, dilución del copago y competencia imperfecta . . . . . . . . . . . . 30 Dos soluciones complementarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 4.3.1 Prestadores preferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31 4.3.2 Pagos capitados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 4.3.3 En conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 2 A Sobre la relación entre concentración y el tamaño del mercado . . . . . . . . . . . . . . . . 35 B Un modelo simple de isapres, prestadores e integración vertical . . . . . . . . . . . . . . . 36 B.1 El modelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 B.1.1 Demanda y oferta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 B.1.2 El plan de salud y la demanda por prestaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 B.1.3 Moral hazard y seguros de salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 B.2 Equilibrio en un mercado competitivo de prestadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 B.2.1 Sin isapres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 B.2.2 Con isapres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 B.2.3 Integración vertical en un mercado competitivo de prestadores . . . . . . . . 41 B.3 Equilibrio en competencia imperfecta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 B.3.1 Sin isapres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 B.3.2 Con isapres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 B.3.3 Integración vertical y competencia imperfecta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 3 1. Introducción y resumen 1. A …nes de 2011 cerca de 1,5 millones de personas cotizaban en alguna isapre. A través de planes de salud, las isapres cubrían los riesgos de salud de casi 2,9 millones de bene…ciarios1 . Cada mes el a…liado cotiza el 7% de su sueldo más su cotización adicional. Con esto paga por la cobertura de su plan. Ante un evento, uno de los bene…ciarios del plan acude a un prestador de salud y recibe prestaciones. El prestador cobra un precio, el que se reparte entre el cotizante (el copago) y la isapre (la boni…cación). En promedio, en 2011 cada uno de los 1,5 millones de planes boni…có 0,6 licencias médicas y poco más de 41 prestaciones. Casi todas estas prestaciones (v.gr. consultas, exámenes u operaciones) fueron provistas por prestadores privados de salud (v.gr. laboratorios, clínicas o centros de salud). 2. Las isapres tienen giro único y están funcionalmente separadas de la provisión de prestaciones. Sin embargo, nada le prohibe a los dueños de isapres ser dueños de prestadores de servicios de salud a través de holdings. Desde la perspectiva económica, en estos casos existe integración vertical entre la producción del seguro de salud y la producción de prestaciones: aunque sean negocios distintos, es razonable pensar que la maximización de utilidades será conjunta. 3. La integración vertical entre isapres y prestadores es común pero limitada. Por ejemplo, si se de…ne como “verticalmente integrada” a clínicas cuyos dueños tienen alguna participación en una isapre, se obtiene que 30 de las 85 clínicas privadas que existen en Chile lo son, aunque la participación en el total de camas es un tanto mayor, 47,7% (una de cada dos). Si la clínica integrada se de…ne como una en que una los dueños de una isapre tienen 50% o más de la propiedad, el número de clínicas integradas cae a 17, la participación en el total de camas a 31,2% (una de cada tres). Más aun, la extensión de la integración vertical también varía entre isapres. Por ejemplo, los dueños de Colmena únicamente tienen una participación de 50% en una sola clínica. Al otro extremo, los de Consalud tiene participación en 17 clínicas extendidas por 15 ciudades de Chile. Entre medio los dueños de Banmédica tiene cinco clínicas y los de Cruz Blanca tres. Y los dueños de algunas isapres también son dueños de centros médicos y laboratorios. 4. Sea como sea, la integración vertical entre isapres y prestadores por medio de controladores comunes está siendo cuestionada. Quienes a…rman que la integración vertical es anticompetitiva le atribuyen la aptitud de bloquearle la entrada a prestadores independientes; de bloquearle la entrada a isapres no integradas; de concentrar el mercado de los prestadores; de estimular la inducción de prestaciones; y de permitirle a las isapres deteriorar la calidad de las prestaciones. No 1 Un cotizante es quien paga el precio del plan todos los meses. Un bene…ciario es una persona cubierta por el plan, el bene…ciario y sus cargas. 4 es sorprendente, entonces, que algunos a…rmen que la integración vertical está detrás del aumento del precio de los planes de salud. 5. Contra la tesis anticompetitiva compite otra: la integración vertical es una respuesta e…ciente a los problemas que crea el moral hazard de los prestadores y, todo lo demás constante, disminuye el costo de la salud. La principal conclusión de este trabajo es que la integración vertical entre isapres y prestadores es e…ciente. Al mismo tiempo, las implicancias observables de la tesis anticompetitiva son inconsistentes con la evidencia. 1.1. La integración vertical es e…ciente 6. Moral hazard Es sabido que los seguros inducen moral hazard — el cotizante cambia su comportamiento, aumenta la probabilidad del siniestro y, cuando el siniestro ocurre, su costo es mayor. Al mismo tiempo, a los prestadores independientes les conviene inducir prestaciones, a costa de cotizantes e isapres; y, además, extraerle pagos a la isapre hasta el tope de lo que pague el plan. Así, un seguro de salud de libre elección como el de las isapres crea tres problemas de moral hazard : inducción de demanda (sugerirle al paciente usar una prestación que no es médicamente necesaria o una más cara que otra que logra el mismo resultado); sobreuso del plan (el cotizante demanda más prestaciones cuando tiene un seguro de salud); y la dilución del copago (el prestador le rebaja el copago al cotizante mediante un descuento y aumenta el precio de lista para acercar la boni…cación de la isapre al tope del plan). 7. Integración vertical e inducción La principal conclusión de este trabajo es que una isapre le conviene integrarse verticalmente y atender a sus cotizantes sin inducirles prestaciones. Al hacerlo se ahorra el costo de las prestaciones inducidas, neto de los copagos que hubiese hecho el cotizante. Socialmente, el ahorro es igual al costo total de las prestaciones inducidas. Así, la isapre integrada gana una ventaja competitiva y, en la medida que isapres o prestadores compitan, parte de los menores costos se le traspasan a los cotizantes a través de copagos menores y planes más baratos. Esta ventaja de costos no es anticompetitiva; todo lo contrario, crea nuevas oportunidades de intercambios bilaterales mutuamente convenientes. 8. Competencia imperfecta entre prestadores A la isapre también le podría convenir integrarse verticalmente si la competencia entre isapres y entre prestadores fuese imperfecta. En ese caso, la combinación isapre-prestador reduce la distorsión creada por el doble margen de prestador e isapre y le conviene bajar el precio de la suma de plan y el copago. Nuevamente, en este caso la integración vertical es conveniente socialmente, crea nuevas oportunidades de intercambios bilaterales mutuamente convenientes y bene…cia a los cotizantes, independientemente de cuan intensamente compitan las isapres. 5 9. Sobreuso y dilución A veces se argumenta que la integración vertical también morigera el sobreuso del plan de los cotizantes y la dilución del copago de los prestadores. Sin embargo, nuestra conclusión es que con libre elección la integración vertical poco o nada los afecta. La razón es que en equilibrio todos los prestadores independientes y los no relacionados diluyen. Con libre elección, el prestador integrado tiene que ofrecerle a su cotizante un copago no mayor del que pagaría con un prestador independiente o no relacionado. Eso le pone un techo al copago del cotizante y nada cambia con la integración vertical. La moraleja es que el sobreuso y la dilución sólo se pueden evitar limitando la libre elección, atributo que los cotizantes valoran. 1.2. La tesis anticompetitiva es inconsistente con la evidencia 10. Implicancias observables Como se dijo, a la integración vertical se le atribuye la aptitud de excluir a prestadores independientes, de excluir a isapres no integradas y de concentrar el mercado de los prestadores. Esta tesis tiene implicancias observables. Una es que si fuese necesario entrar integrado para encontrar prestador, debiera observarse que los prestadores integrados no le venden prestaciones a bene…ciarios de isapres no relacionadas y, en cualquier caso, no debieran observarse isapres con pocos prestadores. También es cierto que si las isapres integradas excluyen a otros prestadores, deberían boni…car casi todas sus prestaciones en prestadores integrados y, más generalmente, no deberían observarse prestadores independientes. Por último, si las isapres integradas excluyeran a prestadores independientes, la estructura de la industria de los prestadores debería variar entre las ciudades de Chile de manera similar a la estructura de la industria de las isapres. 11. Ya dijimos líneas arriba en §3 que la integración vertical es común pero limitada: algunas isapre son dueñas de pocos prestadores y la mayoría de los prestadores no tienen relación con una isapre — no hay evidencia de exclusión— . Más aun. En promedio, los bene…ciarios de la isapre propia pagan sólo uno de cada tres pesos que recibe una clínica verticalmente integrada; uno de cada tres pesos proviene de bene…ciarios de otras isapres y uno de cada cinco pesos de bene…ciarios de Fonasa — los prestadores integrados atienden bene…ciarios de competidores— . De manera similar, tres de cada cuatro pesos que boni…ca una isapre van a prestadores no relacionados — los bene…ciarios de una isapre se atienden mayoritariamente en prestadores no relacionados. 12. Al mismo tiempo, no existe relación entre la magnitud de la integración vertical en una ciudad y la concentración de las clínicas; tampoco hay relación entre la variación de la estructura del mercado de las isapres entre regiones y la variación de la estructura de las clínicas entre ciudades. De un lado, la concentración de las isapres varía poco entre las distintas regiones de Chile y, más importante aun, no hay relación sistemática entre el tamaño de la región y la concentración de 6 las isapres2 . Del otro lado, en el mercado de las clínicas la concentración cae con el tamaño del mercado. Las implicancias observables de la tesis anticompetitiva son inconsistentes con estos hechos. Cuando los costos de entrar son exógenos y no muy grandes, la regularidad a esperar es que la concentración de equilibrio caiga con el tamaño del mercado. 13. La entrada de prestadores es libre En realidad, la variación de la estructura y del tamaño de las clínicas entre ciudades de Chile indica que la entrada en los mercados de prestadores es libre — en mercados más grandes entran más clínicas y la concentración cae3 . Esto no debería sorprender porque el tamaño e…ciente de una clínica es pequeño. En efecto, aunque en Chile el tamaño promedio de las clínicas crece con el tamaño del mercado, tiene límite en poco más de 100 camas por clínica; como referencia, nótese que en abril de 2011 habían en Chile 6.600 camas de clínicas. La literatura sobre tamaño e…ciente de hospitales con…rma que no hay economías de escala importantes: éstas se agotan en alrededor de 200 camas. 1.3. El precio de los planes aumentó porque los costos aumentaron 14. Es un hecho que el precio de los planes ha ido aumentando. Por ejemplo, la cotización por cotizante aumentó desde $455.713 en 1991 hasta $1.012.920 en 2011 — se multiplicó por 2,22 4 . Así, el precio de los planes ha crecido más rápido que los salarios, los que se multiplicaron por 1,79 durante los mismos 20 años. Algunos a…rman que el aumento del precio de los planes es evidencia de que las isapres compiten cada vez menos intensamente, quizás porque algunas se han integrado verticalmente con prestadores. La evidencia sugiere algo distinto: si bien entre 1991 y 2011 las cotizaciones por cotizante se multiplicaron por 2,22, los costos directos por cotizante, principalmente boni…caciones y licencias médicas, aumentaron aun más rápido y se multiplicaron por 2,38. Vale decir, entre 1991 y 2011 el precio de los planes aumentó más lento que los costos directos. 15. Alrededor de dos tercios del aumento del costo por boni…caciones se debe a que el número de prestaciones por cotizante aumentó desde 24,2 en 1991 hasta 41,2 en 2011 — se multiplicó por 1,70. El tercio restante del aumento del costo de las boni…caciones obedece a que el precio promedio de cada prestación se multiplicó por 1,47. Por último, el resto del aumento del costo directo obedece a que el costo en licencias médicas por cotizante se multiplicó por 1,87. 2 El R2 de la regresión entre número de bene…ciarios y el número equivalente de …rmas (el inverso del índice de Her…ndahl) es 0,01. 3 Como se verá líneas abajo, no tenemos datos sobre otros prestadores (v.gr. centros médicos, laboratorios, consultas independientes). Sin embargo, todos estos prestadores tienen escalas de operación más pequeñas y divisibles que las clínicas, por lo que las regularidades detectadas deberían ser aun más fuertes. 4 En pesos de diciembre de 2011. 7 16. Márgenes de explotación Cuando el precio medio crece más lento que los costos directos, el margen de explotación cae. El margen de explotación de las isapres cayó, desde 23,2% en 1991 a 15,6% en 2011. Al mismo tiempo, los gastos de administración y ventas aumentaron apenas en 30%, y por eso el margen operacional (una proxie del margen de Lerner5 ) apenas varió: era 3,2% en 1991 y 3,6% en 2011. Entre 1991 y 2011 el margen operacional varió entre 0; 3% (en 1999) y 6; 9% (en 2005). El promedio es 2; 9% (desviación estándar = 1; 9%) y la mediana 3; 1%. En conclusión, entre 1991 y 2011 los ingresos por cotizante crecieron más lento que los costos directos. El margen de contribución cayó y el operacional se mantuvo. Por lo tanto, no hay evidencia de que el poder de mercado de las isapres haya cambiado durante los últimos 20 años. 17. El aumento del gasto y del costo de la salud no es anómalo. La regularidad en todo el mundo es que el gasto per cápita en salud crece más o menos a la misma tasa que el ingreso per cápita — la elasticidad-ingreso del gasto per cápita es alrededor de uno. Tampoco es anómalo que el precio de las prestaciones aumente: la productividad en salud tiende a crecer más lento que la productividad media de la economía (o a no crecer en absoluto) y la consecuencia es que aumente su precio relativo. 1.4. Una guía para leer este trabajo 18. El trabajo puede leerse de varias maneras, dependiendo del tiempo con que cuente el lector. A continuación, resumimos las conclusiones y su fundamentación. El lector con un poco más de tiempo puede recorrer los hechos y las conclusiones parciales numeradas correlativamente a lo largo del texto. La fundamentación detallada está en el cuerpo del trabajo, los cuadros y los grá…cos. Finalmente, dos apéndices técnicos formalizan nuestro análisis. Uno explica la relación entre concentración y tamaño del mercado. El otro explora formalmente la relación entre isapres, prestadores e integración vertical. 2. Isapres, clínicas e integración vertical 2.1. Isapres 2.1.1. Cotizantes, bene…ciarios y planes 19. Isapres y Fonasa En Chile, cada trabajador dependiente cotiza el 7% de su sueldo en Fonasa, el seguro de salud público, o en una isapre, empresas que venden seguros de salud privados en forma de planes6 . A …nes de 2011 cotizaban en Fonasa 5,4 millones de personas, mientras que los El margen de Lerner es p p c y es una métrica del poder de mercado. El monto máximo imponible es UF67. Con el tiempo, los planes de salud han ido aumentando de precio y la mayoría de los cotizantes de isapre han ido agregándole a la cotización obligatoria una cotización voluntaria. 5 6 8 bene…ciarios (las personas cubiertas por el sistema de salud previsional público) superaban los 13,2 millones. Tal como se puede apreciar en el Cuadro 1, panel I, en isapres cotizan casi 1,5 millones de personas y los bene…ciarios (las personas cubiertas por un plan de salud) suman poco menos de 2,9 millones. Hecho 1. Fonasa cubre a la mayor parte de los bene…ciarios del sistema de salud previsional — 13,2 millones— . Sólo 2,9 millones de personas son bene…ciarias de las isapres. 20. La Figura 2.1 muestra la relación entre a…liados, las isapres y los prestadores de salud. Cada mes el a…liado cotiza el 7% de su sueldo más su cotización adicional. Con esto paga por la cobertura de su plan. Ante un evento, uno de los bene…ciario del plan acude a un prestador de servicios de salud y recibe prestaciones. El prestador cobra un precio, el que se reparte entre el cotizante (el copago) y la isapre (la boni…cación). 21. Planes Los montos del copago del bene…ciario y de la boni…cación de la isapre dependen del precio de la prestación y de la cobertura del plan de salud. Por ejemplo, si un bene…ciario se toma un examen que cuesta $40.000 y su plan tiene cobertura de 70% con tope de $35.000, la isapre boni…ca $28.000 y el copago es $12.000. Por contraste, si el examen costase $60.000, el 70% ($42.000) sobrepasaría el tope y la isapre boni…caría sólo $35.000. Aunque existe amplia dispersión de copagos y topes entre planes, la …la “% boni…cación” del Cuadro 2.1, panel III.1, muestra que entre 1991 y 2011 la boni…cación media por prestación se ha mantenido estable, en alrededor de dos tercios. Hecho 2. En promedio las isapres boni…can alrededor de dos tercios del precio de cada prestación. Este porcentaje se mantiene estable en el tiempo. 22. Libre elección y prestadores preferentes De acuerdo con la Superintendencia de Salud, en 2012 las isapres mantuvieron 52.552 planes distintos — alrededor de un plan cada 30 cotizantes. Casi todos los planes de salud (98,7%) admiten la libre elección: el bene…ciario puede elegir con qué doctor atenderse, en qué laboratorio hacerse un examen o en qué clínica operarse. En esos casos, el prestador pone el precio de lista y la isapre boni…ca de acuerdo con lo que el plan estipula. Al mismo tiempo, entre los planes de libre elección, casi la mitad (48,9% del total) incluye prestadores preferentes — prestadores con los que la isapre negocia el precio de lista. Normalmente, cuando los bene…ciarios eligen atenderse con un prestador preferente, el copago es menor. El opuesto del plan de libre elección, el plan cerrado, casi no existe –apenas el 1,3% de los planes son cerrados. Hecho 3. En 2012 existían más de 50.000 planes, alrededor de uno cada 30 cotizantes. El 98,7% (96,8% de los cotizantes) admite la libre elección. Además, el 48,9% de los planes (54,2% de los 9 cotizantes) permitían atenderse con un prestador preferente. Apenas el 3,2% de los cotizantes y 1,3% de los planes eran cerrados. 23. Precio de los planes Es un hecho que el precio de los planes ha ido aumentando. Tal como se aprecia en el Cuadro 2.1, panel II.1, …la “cotización por cotizante”, ésta aumentó desde $455.713 en 1991 hasta $1.012.920 en 2011 — se multiplicó por 2,22 (véase el Cuadro 2.2)7 . Así, el precio de los planes ha crecido más rápido que los salarios, los que se multiplicaron por 1,79 durante los mismos 20 años8 . Hecho 4. Entre 1991 y 2011 el precio de los planes se multiplicó por 2,22; los salarios por 1,79. Las cotizaciones crecieron más rápido que los salarios porque la cotización voluntaria por a…liado ha sido creciente. Tal como se puede apreciar en el Cuadro 2.1, panel II.2, mientras en 1991 la cotización voluntaria promedio era 1,3% del salario, en 2011 había aumentado a 3,3%. Así, en 2011 el cotizante promedio destina 10,3% de su sueldo a pagar su plan de isapre. Hecho 5. Entre 1991 y 2011 la cotización voluntaria aumentó desde 1,3% del salario a 3,3%. En 2011 el cotizante promedio destina 10,3% de su sueldo a pagar su plan de isapre. Los hechos 4 y 5 son importantes, pues algunos lo interpretan como evidencia de que las isapres compiten cada vez menos intensamente. Examinaremos esta creencia líneas abajo en la sección 3. 2.1.2. Estructura 24. Existen isapres abiertas y cerradas. Las isapres cerradas — v.gr. isapre Fundación de Banco Estado; Fusat (los trabajadores de Codelco en Rancagua)— son de una empresa y sólo atienden a sus trabajadores. Las isapres cerradas son la continuación de los servicios médicos de las empresas transformados en isapres para que los trabajadores aporten su cotización obligatoria del 7%. El número de bene…ciarios de isapres cerradas no supera las 50.000 personas y las ignoraremos. 25. Las isapres abiertas a…lian trabajadores dependientes e independientes. Tal como se puede ver en el Cuadro 2.3, en 2012 había seis isapres abiertas9 . Las participaciones de las cinco grandes son similares y van desde el 14,4% de Masvida hasta el 25,7% de Banmédica + Vida Tres. De hecho, el número equivalente de isapres es 4,9, apenas por debajo de cinco, lo cual con…rma que 7 En pesos de diciembre de 2011. La variación del salario promedio del cotizante de isapres coincide casi exactamente con la variación del índice de remuneraciones del INE. 9 Existen siete isapres abiertas, pero Vida Tres y Banmédica son del mismo dueño. Por eso, las sumamos y consideramos como una sola isapre. 8 10 las isapres son de tamaños parecidos10 . En realidad, Ferrosalud, que tiene apenas el 0,6% de los cotizantes, es una anomalía: hasta 2007 fue una isapre cerrada de ferrocarriles, se vendió en 2008 y sus a…liados son mayoritariamente ex empleados de la Empresa de Ferrocarriles del Estado. Hecho 6. En Chile existen seis isapres abiertas y 4,9 isapres equivalentes. Con la excepción de Ferrosalud, el tamaño de las cinco isapres es similar. 26. La industria de las isapres se ha ido concentrando. Tal como se puede apreciar en el Cuadro 2.1, panel I, en 1991 habían 20 isapres abiertas, 13 en 2001 y seis en 2011. Sin embargo, entre 1991 y 2001 el número equivalente de isapres cayó solamente en 1,3 desde 7,8 a 6,5, y entre 2001 y 2011 cayó en 1,7 más, hasta 4,9, el número de isapres cayó mucho más que el número equivalente de isapres. Esto indica que la caída del número de isapres obedece a que, con la excepción de Ferrosalud, las isapres pequeñas fueron desapareciendo. Hecho 7. Entre 1991 y 2011 el número de isapres abiertas disminuyó desde 20 hasta seis. El número equivalente cayó desde 7,8 a 4,9. 27. En cada región la estructura es algo más concentrada pero no mucho. Tal como muestra el Cuadro 2.4, en la Región Metropolitana, donde vive el 60% de los cotizantes (59% de los bene…ciarios) existen 4,4 isapres equivalentes. En las demás regiones, el número equivalente de isapres varía entre 3,9 (VIII Región) y 4,8 (regiones IV, VII y IX). En términos de cotizaciones, el número equivalente de …rmas en regiones varía entre 4,0 (VIII Región) y 4,9 (IX Región). Aun en regiones, donde el número de cotizantes es pequeño, la oferta de isapres es desconcentrada. El ejemplo más claro es el de la XI Región donde hay sólo 5.603 cotizantes (un 0,6% de los cotizantes en la Región Metropolitana) y donde el número equivalente de isapres es 4,4. Hecho 8. En regiones, la estructura de la industria de las isapres es algo más concentrada que a nivel nacional. No existe relación entre el número equivalente de isapres y el tamaño de la región. 10 La concentración en una industria se mide tradicionalmente con el índice de Her…ndahl-Hirschman. Se de…ne el índice de Her…ndahl-Hirschman como n P H= s2i ; i=1 donde si 2 [0; 1] es la participación de mercado de la i ésima empresa. El número equivalente de …rmas es igual a 1 (véase a Adelman, 1969) — es el número de …rmas con igual participación de mercado que dan por resultado el H mismo valor del índice de Her…ndahl-Hirschman. 11 2.2. Clínicas (y otros prestadores) 2.2.1. Introducción 28. A veces se le atribuye a la integración vertical entre clínicas e isapres la aptitud de bloquearle la entrada a prestadores independientes y de bloquearle la entrada a isapres no integradas. Sin embargo, las condiciones necesarias para que la integración vertical bloquee la entrada son que cueste entrar al mercado de los prestadores y que los prestadores independientes sean la excepción. 29. Implicancias observables Todo lo demás constante, entrarán menos prestadores mientras más grande sea el tamaño e…ciente de los prestadores relativo al tamaño de la demanda11 . Por eso, en la sección 2.2.2 examinamos evidencia sobre el tamaño de las clínicas y de las …rmas. Al mismo tiempo, si las isapres integradas bloquearan la entrada al mercado de los prestadores y a las isapres no integradas, deberíamos observar que la estructura de la industria de las clínicas es muy similar a la estructura de la industria de las isapres. Por eso, en la sección 2.2.3 examinamos la estructura de la industria de las clínicas en 23 ciudades de Chile. Por último, antes de atribuirle efectos competitivos a la integración vertical, conviene examinar su extensión y profundidad. En la sección 2.2.4 examinamos qué tan extendida está la integración vertical entre clínicas e isapres. 2.2.2. Tamaño 30. Número De acuerdo con datos recolectados por la Isapres de Chile, en abril de 2011 existían 85 clínicas privadas en 23 ciudades con 6.600 camas (véase el Cuadro 2.5). Este número de camas es pequeño si se le compara con las 26.844 camas de 183 hospitales públicos y comparable con las 5.543 camas del resto de los hospitales y clínicas que incluyen a las mutuales, los centros geriátricos, las clínicas siquiátricas y los hospitales y clínicas institucionales (v.gr. Dipreca o la Fach). 31. Tamaño La columna 1 del Cuadro 2.5 muestra los estadísticos descriptivos y de orden de la distribución de tamaños de clínicas. El tamaño medio es 77,6 camas. Sin embargo, la dispersión de tamaños es amplia: la mediana, 45 camas, es considerablemente más pequeña que la media, la desviación estándar es 94,3 y el rango de variación (maximo m{nimo) es igual a 443 camas. Con todo, el tamaño de las clínicas es pequeño relativo al tamaño de la industria: si bien la clínica más grande (Dávila, en Santiago) tiene 553 camas, el 79% de las clínicas tiene 100 o menos camas y la mitad menos de 45. Hecho 9. El tamaño de las clínicas es pequeño relativo al tamaño de la demanda. 11 Por “tamaño de la demanda” entendemos lo siguiente. Sea p el precio, la elasticidad precio, y el ingreso y la elasticidad ingreso. Si la curva de demanda (por simplicidad, de elasticidad constante) es q = Ay p , q es el la cantidad demandada y Ay el “tamaño de la demanda”. 12 32. Tamaño de otros prestadores hospitalarios El resto del Cuadro 2.5 muestra los estadísticos descriptivos y de orden de los hospitales públicos (columna 2), los hospitales y clínicas de mutuales (columna 3) y de los hospitales institucionales (columna 4). En general, los hospitales públicos son más grandes que las clínicas — la distribución acumulada de tamaños está a la derecha de la distribución de tamaños de clínicas. Así, la media es 146,7 camas (contra 77,6 de las clínicas) y la mediana 70 (contra 45 de las clínicas). Con todo, el tamaño de un hospital tiene límite y muchos hospitales son pequeños. La distribución de tamaños de clínicas de mutuales sugiere que son algo más pequeñas que las demás clínicas; y la distribución de tamaños de los hospitales institucionales sugiere que son algo más grandes que las clínicas. Pero nuevamente es claro que el tamaño de una clínica o de un hospital no es grande relativo al tamaño de la industria de prestadores. 33. Tamaño de clínicas y tamaño del mercado La Figura 2.2a muestra la relación entre el número de camas en la ciudad (una medida del tamaño del mercado) y el tamaño promedio de las clínicas. Se aprecia que las clínicas son más grandes en ciudades con más camas. Sin embargo, nótese que el tamaño promedio de las clínicas en Santiago (116 camas) es apenas más grande que el tamaño medio de las clínicas en Concepción (101 camas), a pesar de que en Santiago hay siete veces más camas. La Figura 2.2b, que cambia la escala del grá…co excluyendo a Santiago, con…rma que el tamaño medio de la clínica aumenta con el tamaño del mercado. Hecho 10. En Chile el tamaño promedio de las clínicas crece con el tamaño del mercado. Sin embargo, tiene límite en poco más de 100 camas por clínica. 34. Tamaño e…ciente Los hospitales y clínicas chilenos no parecen anómalos porque la literatura económica sugiere que existe un tamaño e…ciente. Por supuesto, “tamaño e…ciente”no es un número sino una distribución, porque cada clínica u hospital se adapta a sus condiciones particulares. Por ejemplo, el Hospital Dipreca es más grande que la media (364 camas), seguramente porque a Carabineros no le conviene instalar hospitales en cada ciudad de Chile y pre…ere trasladar a sus funcionarios y sus familiares a Santiago cada vez que requieren una atención de cierta complejidad. Y, siendo una institución con muchos funcionarios, el tamaño de su hospital es grande. Al mismo tiempo, la Clínica Los Leones de La Calera tiene sólo 27 camas y es pequeña porque La Calera es una ciudad pequeña cercana a Viña y a Santiago, donde seguramente se derivan los casos más difíciles. Pero como sea, el orden de magnitud del tamaño e…ciente de una clínica o de un hospital es, con holgura, más pequeño que el tamaño de los sistemas de salud porque más temprano que tarde aparecen los rendimientos decrecientes. 13 35. Alguna evidencia de la literatura Wilson y Carey (2004) estiman retornos a escala con unos 3.000 hospitales en los Estados Unidos entre 1983 y 199512 . El tamaño de los hospitales varía entre ocho y 1.805 camas y la mediana es 120 camas. Encuentran retornos crecientes a la escala para hospitales que tienen entre 60 y 80 camas, pero retornos a la escala decrecientes para hospitales con más de 360 camas. De manera similar, el survey de 103 estudios de Aletras (1997) sugiere que, a pesar de la diversidad de métodos de estimación y cobertura de países estudiados, el resultado consistente es que los retornos a escala son constantes o decrecientes cuando los hospitales alcanzan las 200 ó 300 camas. Kristensen et al. (2008) estiman que en Dinamarca el tamaño óptimo de los hospitales está entre 205 y 276 camas13 . Finalmente, Dranove (1998, Cuadro 3) estimó retornos a escala con 302 hospitales privados de California y encontró que las economías de escala se agotan en hospitales con alrededor de 200 camas y luego los retornos son constantes. Hecho 11. De acuerdo con los estudios, las economías de escala se agotan cuando los hospitales tienen 200 o más camas. En promedio las clínicas y hospitales chilenos son un tanto más pequeños. 36. Alguien podría argumentar que las clínicas y hospitales chilenos operan a escalas ine…cientemente pequeñas, pero tal conclusión seguramente es incorrecta. Para comenzar los hospitales y clínicas pequeñas existen en todas partes. Más concretamente, a escalas pequeñas las economías de escala compiten con los bene…cios de localizar hospitales y clínicas en ciudades más pequeñas (v.gr. la Clínica Río Blanco de Los Andes que tiene 44 camas) y, por ende, más cerca de quienes viven en ellas; y con los bene…cios de la especialización (v.gr. la Clínica de la Mujer de Antofagasta con 27 camas). Y, por supuesto, a lo anterior se suma que las diferencias de productividad y costos entre empresas es grande y que las …rmas más productivas tienden a ser más grandes14 . 2.2.3. Estructura 37. Cuando los costos de entrar en una industria son exógenos, la regularidad a esperar es que la concentración de equilibrio caiga con el tamaño del mercado15 . Si así ocurre, es indicio de que la entrada es libre. Adicionalmente, en la medida que los retornos decrecientes limiten el tamaño de 12 El número de observaciones (pares hospital-año) es 36.963. La magnitud varía dependiendo si se estima una función de costos translog o cuadrática. 14 La dispersión de productividad y costos entre empresas de una misma industria es considerable, cuestión que es sabida desde el estudio de Salter (1966) y con…rmada por los estudios recientes reseñados por Bartelsman y Doms (2000) y Syverson (2011). En efecto, estudios de múltiples industrias tienden a encontrar que cuando se ordenan las plantas de menos a más productivas, la razón de la productividad del noveno y el segundo decil es entre 2:1 and 4:1. De manera similar, es típico que la productividad media sea entre 0,6 y 0,7 veces la productividad de la planta o …rma más productivas (véase Caves, 1992). La implicancia es que en todo momento la curva de oferta de mercado tiene pendiente. Por eso, las …rmas más productivas ganan rentas ricardianas, utilidades que no tienen que ver con ejercicio de poder de mercado. 15 Véase a Sutton (1991) y al Apéndice A. 13 14 planta (en este caso, una clínica), se debería observar que el número de clínicas también crece con el tamaño del mercado. 38. Número de clínicas y tamaño del mercado La Figura 2.3a, construida con información extraída de las columnas 1 y 2 del Cuadro 2.6 muestra la relación entre el tamaño del mercado y el número de clínicas. Se aprecia que en mercados más grandes el número de clínicas es mayor. Por supuesto, en el grá…co la relación se ve fuerte porque Santiago, por lejos la ciudad más grande, es también por lejos la ciudad con más clínicas. Sin embargo, la Figura 2.3b, que cambia la escala del grá…co excluyendo a Santiago, con…rma lo que muestra la Figura 2.3a (aunque también muestra que otros factores también in‡uyen el número de clínicas en una ciudad). Hecho 12. En Chile el número de clínicas crece con el tamaño de la ciudad. 39. Concentración y tamaño de mercado El número de clínicas no coincide exactamente con el número de …rmas o empresas porque un prestador puede tener más de una clínica en una ciudad16 . Además, el tamaño de las clínicas varía, y por eso conviene medir la estructura con el número equivalente de …rmas en cada ciudad (columna 4 del Cuadro 2.6). Tal como muestra el Cuadro 2.6, en Santiago, por lejos el mercado más grande existen 8,7 …rmas equivalentes. En las demás regiones, el número equivalente de isapres varía entre 1,0 (La Serena, Quilpué, La Calera, Curicó, Valdivia, Osorno y Punta Arenas) y 5,5 (Viña Valparaíso). Más importante, el número equivalente de …rmas aumenta con el tamaño del mercado. 40. La Figura 2.4a gra…ca el número equivalente de …rmas contra el tamaño del mercado medido por número de camas. Se aprecia que a medida que el número equivalente de …rmas crece con el tamaño del mercado. Por supuesto, nuevamente en el grá…co la relación se ve fuerte porque Santiago, por lejos la ciudad más grande, es también por lejos la ciudad con más clínicas. Sin embargo, la Figura 2.4b, que cambia la escala del grá…co excluyendo a Santiago, con…rma lo que muestra la Figura 2.4a. Hecho 13. En Chile la concentración de las clínicas cae con el tamaño del mercado. 41. Santiago El número equivalente de …rmas (NEF) en Santiago es 8,7, mientras que el número equivalente de clínicas (que no se muestra en el Cuadro 2.6) es 13,2. Así, cuando el tamaño del mercado crece no sólo crece el número de clínicas, sino también el número de …rmas dueñas de una clínica. La concentración en Santiago relativa a la del resto de las ciudades de Chile sugiere que la entrada es libre y que no hay economías de escala en clínicas. Por lo mismo, en este mercado no hay riesgos de monopolización. 16 Esto ocurre sólo en Santiago y en Viña-Valparaíso. 15 42. Otros prestadores Los hospitales y clínicas suelen ofrecer exámenes de laboratorios, imágenes y consultas médicas. Pero además existen muchos proveedores independientes de estos servicios, y la información casual recabada sugiere que su oferta es bastante desconcentrada. Esto no debería sorprender, porque la escala e…ciente de un prestador ambulatorio es más pequeña que la escala e…ciente de una clínica. Hecho 14. Existen centros médicos privados donde las personas pueden hacerse exámenes de laboratorio, de imágenes y acceder a consultas médicas. 2.2.4. Integración vertical 43. Extensión de la integración vertical El Cuadro 2.6, columnas 6 a 11, resume los estadísticos de las clínicas verticalmente integradas en cada una de las 23 ciudades. Si se de…ne como “verticalmente integrada”a clínicas con alguna participación de los dueños de una isapre, se obtiene que 30 de las 85 clínicas lo son, aunque la participación en el total de camas es un tanto mayor, 47,7% (una de cada dos). En 15 de las 23 ciudades hay una clínica integrada. Si la clínica integrada se de…ne como una en que los dueños de una isapre tienen 50% o más de la propiedad, el número de clínicas integradas cae a 17, la participación en el total de camas a 31,2% (una de cada tres). Ahora hay clínicas verticalmente integradas en nueve de las 23 ciudades. Nótese que en las siete clínicas verticalmente integradas de Santiago la participación de la isapre es 50% o más. Hecho 15. La integración vertical entre isapres y clínicas es limitada. 44. Heterogeneidad entre isapres La extensión y profundidad de la integración vertical también varía entre isapres. Por ejemplo, tal como se muestra en el Cuadro 2.7, los dueños de Colmena únicamente tiene participación de 50% en la Clínica San Carlos de Apoquindo en Santiago. Al otro extremo, los dueños de Consalud tiene participación en 17 clínicas extendidas por 15 ciudades de Chile, tres de ellas en Santiago. Entre medio los dueños de Banmédica tiene cinco clínicas (tres de ellas en Santiago) y los dueños de Cruz Blanca tres, en Arica, Antofagasta y Viña del Mar. Al mismo tiempo, el Cuadro 2.7 también muestra que la profundidad de la integración vertical también varía entre isapres. De un lado, los dueños de Consalud participan en más del 50% de la propiedad en sólo cuatro de sus 17 clínicas. Al otro extremo, los dueños de Banmédica son dueños del 100% de cada una de sus clínicas, mientras que la participación de los dueños de Cruz Blanca en las suyas es mayor que dos tercios. Hecho 16. La extensión y profundidad de la integración vertical varía entre isapres. 16 45. Integración vertical entre isapres y centros médicos Los accionistas de las isapres también tienen centros médicos que prestan servicios tales como consultas, exámenes de laboratorio, procedimientos ambulatorios e imágenes, pero la extensión de la integración vertical varía. Por ejemplo, tal como se muestra en el Cuadro 2.8, los dueños de Más Vida no tiene centro médico. Al otro extremo, los dueños de Consalud tienen una red de prestadores, Megasalud, extendida por 20 ciudades de Chile. Entre medio los dueños de Banmédica (Vidaíntegra), los dueños de Colmena (Dial Médica) y los de Cruz Blanca (Integramédica) tienen varios centros médicos en Santiago; los dueños de Cruz Blanca, además, tiene sendos centros médicos Integramédica en La Serena y Concepción. Hecho 17. Por medio de sus propietarios las isapres también están verticalmente relacionadas con algunos centros médicos. La extensión de la integración vertical varía con la isapre. 2.2.5. En conclusión 46. En el mercado de las clínicas existe un tamaño e…ciente y no es grande relativo al tamaño de la demanda. Más aun, el tamaño e…ciente de una clínica es más pequeño en ciudades más pequeñas. Por último, en ciudades más grandes hay más …rmas y la concentración cae, indicio de que la entrada es libre. Conclusión 1. No existe evidencia de impedimentos que di…culten la entrada al mercado de prestadores. Al contrario, la concentración cae con el tamaño del mercado, indicio es que la entrada es libre. 47. La segunda conclusión es que en el mercado de las clínicas la concentración cae con el tamaño del mercado. Por contraste, vimos que en el mercado de las isapres la estructura en regiones varía poco o nada y es muy parecida a la estructura en Santiago y de todo Chile (Hecho 8). Esto es inconsistente con la tesis de que un prestador independiente compite en desventaja con uno integrado; si lo fuera, la estructura de las clínicas debería replicar a la estructura de las isapres en cada región. Conclusión 2. La variación de la estructura de las clínicas entre ciudades sugiere que los prestadores independientes no compiten en desventaja con los prestadores integrados. 48. Por último, la integración vertical es limitada y su extensión y profundidad varían entre isapres. Este hecho por si sólo debería hacer dudar de la tesis anticompetitiva de la integración vertical. 17 Conclusión 3. La integración vertical entre isapres y prestadores es limitada, y no es razonable pensar que la integración vertical sea un medio e…caz para bloquear la entrada o explotar poder de mercado. 3. Integración vertical y el precio de los planes 49. A veces se dice que el poder de mercado de las isapres ha ido aumentando con los años y quienes lo sostienen suelen “demostrar”su punto citando el aumento del precio de los planes (Hecho 4) y de la cotización voluntaria (Hecho 5). Las causas del aumento del poder de mercado serían tres. Una sería el aumento de la concentración (Hecho 7). Otra, la proliferación de planes difíciles de entender, los que harían costoso cambiarse y atenuarían la competencia en precios. Por último, la integración vertical entre isapres y prestadores aumentaría el costo y el tamaño de la entrada, (habría que entrar verticalmente integrado con prestadores) y permitiría excluir a los prestadores independientes. De esta forma, las isapres podrían aumentar el precio de lista de las prestaciones del proveedor verticalmente integrado, los costos de la isapre y el precio del plan. 50. Sin embargo, a continuación mostramos que la evidencia no acompaña a la tesis del aumento del poder de mercado. En la sección 3.1 mostramos que el aumento del precio de los planes se debe a que sus costos han aumentado. En la sección 3.2 mostramos que el aumento del costo de los planes no se le puede atribuir a la integración vertical. 3.1. Costos y márgenes de los planes de isapre, 1991-2011 3.1.1. El costo de los planes 51. El hecho fundamental es este: si bien entre 1991 y 2011 las cotizaciones por cotizante se multiplicaron por 2,22, como se aprecia en el Cuadro 2.2, panel III.3, los costos directos por cotizante, principalmente boni…caciones y licencias médicas, aumentaron aun más rápido y se multiplicaron por 2,38. Vale decir: Hecho 18. Entre 1991 y 2011 el precio de los planes aumentó más lento que los costos directos. 52. Costos por cotizante ¿Por qué aumentó el costo directo de los planes? Tal como se aprecia en el Cuadro 2.1, panel III.3, el costo en boni…caciones aumentó desde $278.824 por cotizante en 1991 hasta $717.576 en 2011 — se multiplicó por 2,57. En parte, el aumento se debe a que los planes se ocupan más. Tal como se aprecia en el Cuadro 2.1, panel III.1, el número de prestaciones por cotizante aumentó desde 24,2 en 1991 hasta 41,2 en 2011 — se multiplicó por 1,70. El resto del aumento obedece a que el precio promedio de cada prestación aumentó desde $17.072 en 1991 hasta $25.025 — se multiplicó por 1,47. 18 Hecho 19. Entre 1991 y 2011 el costo en prestaciones por cotizante se multiplicó por 2,57. Alrededor de dos tercios del aumento del costo por boni…caciones se debe a que los bene…ciarios usan más prestaciones. Alrededor de un tercio del aumento del costo por boni…caciones se debe al mayor precio de las prestaciones. 53. El resto del aumento del costo directo obedece a que el costo en licencias médicas aumentó desde $82.543 por cotizante en 1991 hasta $154.537 en 2011 — se multiplicó por 1,87. Nótese que, tal como se aprecia en el Cuadro 2.1, panel III.2, el costo por licencia aumentó desde $108.770 en 1991 hasta $262.757 en 2011 — se multiplicó por 2,42. Sin embargo, el número de licencias por cotizante cayó desde 0,76 a 0,59 y las licencias se acortaron (el número promedio de días cayó desde 12,6 en 1991 hasta 11,5 en 2011). Por eso el costo en licencia por cotizante aumentó más lento que el costo por licencia. Hecho 20. Entre 1991 y 2011 el costo en licencias médicas por cotizante se multiplicó por 1,89. 54. ¿Es anómalo el aumento del gasto y del costo de la salud? La respuesta es no. La regularidad en todo el mundo es que el gasto per cápita en salud crece más o menos a la misma tasa que el ingreso per cápita — la elasticidad-ingreso del gasto per cápita es alrededor de uno17 . Tampoco es anómalo que el precio de las prestaciones aumente: la productividad en salud tiende a crecer más lento que la productividad media de la economía (o a no crecer en absoluto) y la consecuencia inevitable es que aumente su precio relativo18 . 55. Se puede demostrar que si la productividad en la salud no crece, el precio relativo de la salud debiera crecer más o menos a la misma tasa que los salarios reales19 . En el Cuadro 2.2 se aprecia que entre 1991 y 2001 el costo promedio de una prestación creció más lento que los salarios, y sería tentador concluir que en Chile la productividad de la salud ha crecido. Lamentablemente, los datos de la Superintendencia de Salud son incompletos y con ellos no se puede averiguar en qué medida el aumento del precio de las prestaciones se debe a aumentos del precio de cada tipo de prestación (v.gr. radiografías más caras) y en qué medida re‡eja cambios de la composición de las prestaciones (operaciones contra consultas médicas)20 . 17 Véase, por ejemplo, a van der Gaag y Štimac (2008, grá…co 3), quienes estiman que la elasticidad es 1,09 en una sección cruzada de 175 países en 2007. 18 En otras palabras, en la medida que la productividad en la salud crezca más lento que el promedio, es inevitable que el costo de la salud crezca más rápido que la in‡ación — es simple re‡ejo del aumento del precio relativo. 19 A su vez, la estabilidad de la participación del trabajo en el ingreso nacional sugiere que los salarios y el PIB per cápita crecen más o menos a la misma tasa. Así, el precio relativo de la salud debería crecer más o menos a la misma tasa que el PIB per cápita. 20 Con el Plan Auge se crearon las prestaciones Auge — aquellas cubiertas por el plan. Así, la Superintendencia de Salud creó una nueva categoría de prestaciones, pero sin desagregarlas. Porque las prestaciones Auge sustituyeron 19 3.1.2. Márgenes 56. Márgenes de explotación Cuando el precio medio crece más lento que los costos directos, el margen de explotación cae. Así, tal como se aprecia en el Cuadro 2.1, panel IV.2, el margen de explotación de las isapres cayó, desde 23,2% en 1991 a 15,6% en 2011. 57. Márgenes operacionales Al mismo tiempo, los gastos de administración y ventas aumen- taron apenas en 30%, y por eso el margen operacional (una proxie del margen de Lerner21 ) apenas varió: era 3,2% en 1991 y 3,6% en 2011. Entre 1991 y 2011 el margen operacional varió entre 0; 3% (en 1999) y 6; 9% (en 2005). El promedio es 2; 9% (desviación estándar = 1; 9%) y la mediana 3; 1%. 58. La relativa estabilidad del margen operacional es interesante en vista que los costos de administración y ventas crecieron considerablemente más lento que el resto de los costos. Aritméticamente, esto sólo puede ocurrir si el margen de contribución cae, tal como ocurrió. Económicamente, esto implica que la caída de costos de administración se le traspasó a los cotizantes, a pesar de que durante los últimos años el mercado se concentró. Hecho 21. Entre 1991 y 2011 los ingresos por cotizante crecieron más lento que los costos directos. El margen de contribución cayó y el operacional se mantuvo. Por lo tanto, no hay evidencia de que el poder de mercado de las isapres haya aumentado durante los últimos 20 años. 3.2. Competencia e integración vertical 59. Como se dijo, a veces se argumenta que la integración vertical tiene efectos anticompetitivos y que éstos estarían detrás del aumento del costo de los planes. Las consecuencias anticompetitivas de la integración vertical operarían por varios canales, los que examinamos a continuación. En cada caso deducimos las implicancias observables y luego examinamos los datos. 3.2.1. Exclusión de prestadores independientes 60. Algunos argumentan que las isapres fuerzan a sus bene…ciarios a usar sus prestadores verticalmente integrados y concentran el mercado de los prestadores. Por eso, sigue el argumento, un prestador verticalmente separado no tendría pacientes. Como sea, y más allá de que las isapres no pueden imponerle prestadores a sus bene…ciarios porque casi todos los planes son de libre elección (Hecho 3), la implicancia observable de esta creencia es que las isapres deberían pagarle la mayoría de sus boni…caciones a prestadores verticalmente integrados. prestacionas que antes se clasi…caban desagregadas, no es posible deducir el cambio de la composición de las prestaciones entre 1991 y 2011, tampoco obtener la evolución del precio por tipo de prestación. 21 El margen de Lerner es p p c y es una métrica del poder de mercado. 20 61. El Cuadro 3.1 muestra el destino de las boni…caciones que realizan las isapres por tipo de prestador distinguiendo entre prestadores verticalmente integrados, otros prestadores privados independientes y hospitales públicos22 . Como se puede apreciar, en promedio sólo el 23% de las boni…caciones que paga una isapre va a prestadores integrados (la mediana es 26,5%). En otras palabras: Hecho 22. En promedio, sólo uno de cada cuatro pesos que boni…ca una isapre van a sus prestadores verticalmente integrados. Por lo tanto, tres de cada cuatro pesos que boni…ca una isapre van a prestadores no relacionados. 62. Nótese que hay diferencia entre isapres: en un extremo una le paga apenas el 6,1% de sus boni…caciones a sus prestadores verticalmente integrados; en el otro extremo, otra isapre le paga el 35,7% de sus boni…caciones a sus prestadores verticalmente integrados. Con todo, ninguna isapre le paga menos de dos tercios de sus boni…caciones a prestadores no relacionados. Si a eso se le suma que la escala de operación de un prestador es pequeña, se concluye lo siguiente: Conclusión 4. La integración vertical entre isapres y prestadores no le impide sobrevivir a prestadores independientes, aun en mercados pequeños. 3.2.2. Exclusión de isapres no integradas verticalmente 63. También se ha dicho que la integración vertical obligaría a “entrar grande”, porque un prestador integrado no estaría dispuesto a atender bene…ciarios de otras isapres. En este caso las implicancias observables son cuatro: (i) no hay isapres verticalmente separadas; (ii) no hay prestadores verticalmente separados; (iii) los prestadores integrados no atienden a bene…ciarios de otras isapres; y (iv) la estructura del mercado de prestadores debiera replicar la estructura del mercado de las isapres. 64. Ya vimos líneas arriba que algunas isapre son dueñas de pocos prestadores (Hecho 16) y que la mayoría de los prestadores no tienen relación con una isapre. Por ejemplo, una isapre tiene alguna participación en la propiedad de 32 de 84 clínicas y en sólo 17 la participación supera el 50% (Hecho 15). 65. Con respecto a la tercera implicancia observable, el Cuadro 3.2 muestra las fuentes de ingresos de las clínicas verticalmente integradas con una isapre. Tal como se puede apreciar en la primera …la, poco más de un tercio de los ingresos de las clínicas verticalmente integradas provienen de su 22 Por razones de con…dencialidad no revelamos la identidad de las isapre sino sólo los promedios y algunos estadísticos de orden. 21 isapre, y poco menos de un tercio de los ingresos provienen de bene…ciarios de otras isapres. Por lo tanto, se puede descartar que los prestadores verticalmente integrados excluyan a los bene…ciario de otra isapre. Más aun, nótese que uno de cada cinco pesos gastados en clínicas verticalmente integradas provienen de Fonasa, que en el margen compite con las isapres. Hecho 23. En promedio, los bene…ciarios de la isapre propia pagan sólo uno de cada tres pesos que recibe una clínica verticalmente integrada. Uno de cada tres pesos proviene de bene…ciarios de otras isapres y uno de cada cinco pesos de bene…ciarios de Fonasa. 66. El Hecho 23 no debería sorprender. Una vez decidida la capacidad de una clínica y la dotación de trabajadores, buena parte de los costos son …jos y la rentabilidad depende de la tasa de utilización23 . La realidad es que una clínica integrada no tiene asegurado su ‡ujo de pacientes cuando los bene…ciarios de isapre tienen libre elección. Y si no tiene un ‡ujo asegurado, no le conviene excluir bene…ciarios de otras isapre; de hecho, no lo hacen. Más aun, como se vio líneas arriba en §44, en 24 de las 35 clínicas verticalmente integradas participan accionistas distintos de la isapre y en 15 de las 32 la participación de estos accionistas es mayor que 50% (Hecho 15). Es razonable pensar que esos accionistas quieren mantener ocupada la clínica. En conclusión: Conclusión 5. A las clínicas verticalmente integradas les conviene atender a los bene…ciarios de otras isapres y de Fonasa y de hecho lo hacen. Por lo tanto, una isapre sin prestador verticalmente integrado puede sobrevivir y competir. 67. Por último, recuérdese que la estructura del mercado de prestadores en cada ciudad di…ere de la estructura de las isapres en cada región. Esto, de nuevo, es evidencia inconsistente con la tesis de que la integración vertical excluye a las isapres no integradas. 3.2.3. Integración vertical y concentración de los prestadores A veces también se dice que la integración vertical aumenta la concentración en los mercados de prestaciones y con ello su precio. Una implicancia observable de esta tesis es que la concentración de los prestadores es mayor en las ciudades donde la participación de los prestadores verticalmente integrados es mayor. ¿Qué dicen los datos? 68. La Figura 3.1a muestra la relación entre la participación de las clínicas verticalmente integradas en el total de camas (eje horizontal) y el número equivalente de …rmas en cada una de 23 La información que pudimos recabar sugiere que entre un 55 y 75% de los costos de una clínica son …jos dependiendo de la complejidad de la clínica y su localización. Nótese que parte de estos costos, si bien …jos, son evitables saliendo del negocio. 22 las 23 ciudades de Chile que aparecen en el Cuadro 2.624 . De ser cierto que la concentración aumenta con la integración vertical, debería aparecer una relación negativa entre la participación de las clínicas verticalmente integradas en el total de camas y el número equivalente de …rmas. 69. Sin embargo, la …gura sugiere que la concentración no tiene relación sistemática con la integración vertical. Por ejemplo, en cinco de las ocho ciudades tales que el NEF = 1 la clínica no tiene relación con una isapre pero en tres de las ocho si. Más generalmente, con la excepción de Santiago y Viña-Valparaíso, NEF varía entre 1 y poco menos de 3,5 sin que aparezca relación alguna con la concentración. Más importante aun. En Viña-Valparaíso, hay 5,5, …rmas equivalentes (la segunda ciudad menos concentrada), pero la participación de las clínicas verticalmente integradas es alrededor de dos tercios, guarismo mayor que en 14 ciudades. Incluso en la ciudad menos concentrada (Santiago, con 8,5 …rmas equivalentes) la integración vertical (33,6%) es mayor que en siete ciudades considerablemente más concentradas donde ninguna clínica tiene participación de una isapre. Por el contrario, si la tesis fuese correcta, la participación de las clínicas integradas debiera ser casi inexistente en Santiago y Viña y Valparaíso. Todo esto sugiere que, tal como se vio líneas arriba en §40, la concentración varía con el tamaño del mercado y no con la extensión de la integración vertical. 70. La Figura 3.1b repite la Figura 3.1b, pero de…niendo a una clínica como verticalmente integrada cuando la participación de una isapre es mayor al 50%25 . Esta métrica es más exigente con la integración vertical y ahora la participación de las clínicas independientes es 100% en 14 de las 23 ciudades. Y ahora la participación de las clínicas verticalmente integradas en Santiago y Viña-Valparaíso, las dos ciudades menos concentradas y con mayor número equivalente de …rmas, es mayor que en 15 ciudades más concentradas. 71. Alguien podría argumentar que, quizás, el tamaño del mercado está “escondiendo”la relación entre concentración e integración vertical. Sin embargo, si se corre una regresión controlando por el tamaño del mercado (medido por el número de camas), se obtiene que el coe…ciente de la participación de las clínicas verticalmente integradas en el total de camas y el número equivalente de …rmas es positivo — la concentración cae con la integración vertical. Por supuesto, seguramente la relación negativa entre concentración e integración vertical que detecta la regresión es espuria, 24 En el grá…co se ven sólo 17 puntos porque hay cinco ciudades con una …rma equivalente no integrada verticalmente con isapres (Los Andes, Quilpué, La Calera, Valdivia y Osorno); y tres con una …rma equivalente verticalmente integrada con una isapre (La Serena, Curicó y Punta Arenas); véase el Cuadro 2.6. 25 En el grá…co se ven sólo 13 puntos porque hay nueve ciudades con una …rma equivalente no integrada verticalmente con una isapre; dos ciudades con 1,6 …rmas equivalente no integrada verticalmente con una isapre; y dos ciudades con dos …rmas equivalente no integrada verticalmente con una isapre; véase el Cuadro 2.5. 23 pero en cualquier caso con…rma que no hay relación entre integración vertical y la concentración del mercado de las clínicas. Hecho 24. No hay relación entre concentración de las clínicas e integración vertical. La concentración varía con el tamaño del mercado, no con la extensión de la integración vertical. 3.2.4. Atenuación de la competencia en calidad 72. A veces también se dice que la integración vertical atenuaría la competencia en calidad entre prestadores. La razón es que los prestadores verticalmente integrados tendrían un ‡ujo de pacientes garantizados por sus isapre. 73. La isapre no le garantiza un ‡ujo de pacientes al prestador verticalmente integrado La premisa de este argumento es que los bene…ciarios de una isapre se atienden en los prestadores verticalmente integrados con su isapre y que rara vez eligen un prestador no relacionado. Sin embargo, como vimos líneas arriba en el Cuadro 3.1, Hecho 22, en promedio tres de cada cuatro pesos boni…cados por una isapre van a prestadores no relacionados — la mayoría de las veces los bene…ciarios eligen a un prestador no relacionado. 74. Más generalmente, sería mal negocio para las clínicas integradas dar mal servicio. Como se vio líneas arriba en el Cuadro 3.2, Hecho 23, casi dos tercios de los ingresos de las clínicas verticalmente integradas proviene de bene…ciarios de otras isapres, de Fonasa o de personas sin seguro de salud. Conclusión 6. La libre elección fuerza a los prestadores verticalmente integrados a dar calidad similar a la calidad de los prestadores independientes. 4. La economía de la integración vertical entre isapres y prestadores 75. En las dos secciones precedentes mostramos que la integración vertical entre isapres y prestadores no tiene consecuencias anticompetitivas. En esta sección explicamos por qué hay isapres que eligen integrarse con prestadores. En la sección 4.1 describimos y analizamos los con‡ictos de interés que existen entre isapres y prestadores independientes. En la sección 4.2 examinamos qué con‡ictos de interés resuelve la integración vertical y cuáles persisten. Por último, en la sección 4.3 examinamos dos soluciones distintas a los con‡ictos de interés y las comparamos con lo que se obtiene con la integración vertical. El análisis formal que respalda nuestras conclusiones está en el Apéndice B al …nal de este trabajo. 24 4.1. Con‡ictos de interés entre isapres y prestadores independientes 76. Es sabido que los seguros inducen moral hazard — el cotizante cambia su comportamiento, aumenta la probabilidad del siniestro y, cuando el siniestro ocurre, su costo es mayor26 . Al mismo tiempo, a los prestadores independientes les conviene inducir prestaciones, a costa de cotizantes e isapres; y, además, extraerle pagos a la isapre hasta el tope de lo que pague el plan. Así, un seguro de salud de libre elección como el de las isapres crea tres problemas de moral hazard : inducción de demanda, sobreuso del plan y la dilución del copago. Los describimos a continuación. 4.1.1. Inducción 77. Se le llama inducción a la práctica de sugerirle al paciente usar una prestación que no es médicamente necesarias o una que es más cara que otra que logra el mismo resultado. Inducir demanda, ine…caz cuando el consumidor sabe qué necesita y cómo obtenerlo, es posible porque un paciente, en la gran mayoría de los casos, es incompetente para juzgar la pertinencia de lo que dispone el médico, y no tiene cómo saber si existen prestaciones más baratas de similar o mayor e…cacia médica27 . La inducción aumenta la demanda (al mismo precio se usan más prestaciones) y la disposición a pagar28 . 78. Se puede demostrar que, si la isapre paga un precio por cada prestación usada por el cotizante (el así llamado fee for service), al prestador independiente le conviene inducir29 . Este incentivo no depende de la estructura del mercado de los prestadores, ni tampoco es consecuencia del seguro de salud, porque la inducción afecta directamente la disposición a pagar. Nótese que la inducción implica salud más cara que lo que sería de otra suerte, porque consume recursos reales y no es una mera transferencia30 . Conclusión 7 (Inducción de prestaciones). La inducción aumenta la demanda por prestaciones. Por lo mismo, a los prestadores independientes y no relacionados les conviene inducir. Socialmente, la inducción es costosa porque consume recursos reales. 79. Inducción y planes de salud Se podría pensar que con un seguro de salud la inducción es un problema de la isapre, mas no del cotizante. Sin embargo, tal conjetura descansa en la ilusión 26 Véase Arrow (1963). Al mismo tiempo, y aunque parezca paradójico, a veces la competencia entre prestadores facilita que se provean prestaciones innecesarias o más caras. Un caso es el de los exámenes de imágenes. Muchas clínicas invierten en equipos so…sticados porque las personas esperan que se les entreguen imágenes de última generación. Por ejemplo, una vez que aparecieron las ecografías en color, la gran mayoría de las clínicas las adoptaron porque las embarazadas demandaban el servicio, a pesar de que muchas veces el color no contribuye al dignóstico médico. 28 Véase el Resultado B1 en el Apéndice B. 29 Véase el Resultado B.2 en el Apéndice B. 30 Véase el Resultado B2 en el Apéndice B. 27 25 de que el precio de los planes es independiente de las boni…caciones que paga la isapre. Se puede demostrar que, en equilibrio, las mayores boni…caciones que paga la isapre se le traspasan al precio de los planes31 . En realidad, como vimos líneas arriba en la sección 3.1, el precio de los planes crece pari passu con el costo de las boni…caciones. Conclusión 8. En equilibrio la inducción aumenta el precio de los planes y el costo de la salud. 4.1.2. Sobreuso y dilución del copago 80. Como ya se dijo, para cada prestación un plan de salud impone un porcentaje de copago y un tope. Por ejemplo, si el precio de lista de un examen es $100 y el plan de salud del cotizante cubre el 70% con tope de $80; 5, el cotizante paga $30 y la boni…cación de la isapre es igual a $70. Si el precio de lista de la prestación fuese $115, la boni…cación sería 70% y exactamente igual al tope, $80; 5. Finalmente, si el precio de lista de la prestación fuese $130, la boni…cación sería, también, $80; 5 y el copago sería $130 $80; 5 = $49; 5, mayor que 30%. 81. Supóngase, para comenzar, que el precio de lista del examen es $100 e igual al precio de mercado. Todo lo demás constante, el plan de salud disminuye el precio que paga el cotizante desde $100 a $30. Por eso, se puede demostrar que el cotizante demanda más prestaciones que si no tuviese seguro de salud y que las boni…caciones aumentan el precio de lista que el cotizante está dispuesto a tolerar32 . Conclusión 9 (Sobreuso). Cada vez que un cotizante usa el plan paga menos que el precio de la prestación. Por lo tanto, está dispuesto a tolerar un precio de lista más alto y, todo lo demás constante, usa más prestaciones que si no tuviera seguro de salud. 82. Mitigación del sobreuso En principio, las isapres mitigan el sobreuso con el copago y el tope. El copago juega el mismo rol que el deducible en los seguros. El tope limita la exposición de la isapre y, en el margen, le traspasa al cotizante, peso por peso, el costo incremental de una prestación más cara. Sin embargo, en buena medida el copago es ine…caz, porque los prestadores pueden diluirlo. 83. Dilución del copago Cuando la boni…cación de la isapre es menor que el tope, el prestador independiente puede extraer la diferencia aumentando el precio de lista. En el ejemplo, cuando el prestador le cobra al cotizante $100 por el examen y el plan de salud cubre 70% con tope de $80; 5, hay $10; 5 del plan “que no se aprovechan”. Así, el prestador puede aumentar el precio de 31 32 Véase el Resultado B12 en el Apéndice B. Véanse los Resultado B3 y B4 en el Apéndice B. 26 lista a $115, cobrarle hasta $80; 5 a la isapre (70% de $115) y descontarle hasta $10; 5 al cotizante (por medio de un descuento “especial”) recibiendo los mismos $100 que antes; a eso le llamamos la “dilución del copago”. En el extremo, el copago se diluiría desde 30% ($30 de $100) hasta 19; 5% ($19; 5 de $100). Como sea, aun si la boni…cación no alcanza el tope, el prestador aumenta su cobro33 . Conclusión 10 (Dilución del copago). El prestador puede rebajarle el copago al cotizante mediante un descuento especial y recuperar ingresos aumentando el precio de lista y la boni…cación de la isapre. De esta forma, los descuentos diluyen el copago y exacerban el sobreuso. 84. Cuando los cotizantes tienen un plan de libre elección la tendencia a la dilución es casi irrefrenable. Para comenzar, se puede demostrar que un prestador siempre puede elevar la boni…cación hasta el tope y diluir completamente el copago cobrando un precio de lista su…cientemente alto y otorgándole al cotizante un descuento su…cientemente grande34 . Por eso, si el prestador puede discriminar precios diferenciando descuentos, el límite de su capacidad de diluir el copago depende únicamente de la información que tenga sobre el plan del cotizante y la capacidad de sus sistemas de información de manejar descuentos diferenciados. Más importante aun, todo lo demás constante al prestador siempre le conviene cobrarle a la isapre el tope del plan del cotizante35;36 . Conclusión 11. Al prestador independiente no relacionado le conviene aumentar el precio de lista hasta que la boni…cación sea igual al tope. 85. Dilución en equilibrio: competencia perfecta entre prestadores ¿Cuál es el efecto de equilibrio de la dilución? Volviendo al ejemplo, supongamos que el costo de la prestación es $100. Lo que dijimos implica que al prestador independiente le conviene aumentar el precio de lista hasta $115 para extraerle a la isapre la máxima boni…cación posible –$80,5. El descuento especial, por contraste, debe graduarlo según la intensidad de la competencia entre prestadores. Se puede demostrar que si los prestadores compiten intensamente en precio, todo el aumento de la boni…cación debido a la dilución se le traspasará al cotizante, y en equilibrio el copago será igual a la diferencia entre el costo de la prestación y el tope37 . En otras palabras, el tope es un subsidio por unidad a la oferta y los prestadores compiten por traspasárselo a la demanda. En el ejemplo, el copago caería a $19; 5 y el prestador recibiría $100 en total, igual que antes ($80,5 + $19,5). 33 Véase el análisis formal que concluye con el Resultado B5 en el Apéndice B. Véase el Resultado B10 en el Apéndice B. 35 Véase el Resultado B7 en el Apéndice B. 36 Nótese que esto sugiere por qué algunos prestadores publican precios de lista que parecen irrealmente altos. Si el precio de lista es su…cientemente alto, toda isapre y todo plan boni…ca el tope; el copago se maneja después diferenciando el descuento especial al cotizante. 37 Véase el Resultado B.8 en el Apéndice B. 34 27 Conclusión 12 (Prestadores competitivos). Si el mercado de los prestadores es competitivo, los prestadores le traspasan la dilución al cotizante peso por peso en forma de un menor copago. 86. Dilución en equilibrio: competencia imperfecta entre prestadores ¿Que ocurre cuando la competencia entre prestadores es imperfecta? Se puede demostrar que en equilibrio los prestadores también le extraen el tope a la isapre — el incentivo a diluir no depende ni varía con la estructura del mercado de prestadores— . Más aun, en competencia imperfecta el tope también actúa como subsidio a la oferta. Sin embargo, cuánto se le traspase al cotizante de la dilución depende de la tasa de pass through, la que puede ser mayor, igual o menor a peso por peso, dependiendo de la forma funcional de la curva de demanda. Conclusión 13 (Competencia imperfecta entre prestadores). En equilibrio, el tope es igual a la boni…cación y actúa como un subsidio de monto …jo por unidad a la oferta, independientemente de la estructura de mercado de los prestadores. Cuánto de la dilución del copago se le traspasará al cotizante depende de la tasa de pass through. 87. Como sea, se puede demostrar que la competencia imperfecta entre prestadores no afecta a las isapres, sino a los cotizantes38 . Puesto de otra forma, en equilibrio el cotizante paga todo el margen de Lerner que el prestador obtiene ejerciendo poder de mercado. Este resultado podría sorprender, pero en realidad es la otra cara de la dilución. En efecto, la dilución implica que con el tope la isapre …ja el monto de la boni…cación al …jar el tope. Y, como es sabido, una de las maneras de impedir el ejercicio del poder de mercado es …jándole el precio al monopolio. Por supuesto, sólo la isapre puede …jar un precio máximo. Por lo tanto, el cotizante paga todo el margen de Lerner que el prestador consigue extraer. Conclusión 14. En equilibrio, los cotizantes pagan todo el margen de Lerner que el prestador obtiene ejerciendo poder de mercado. 4.2. Con‡ictos de interés e integración vertical 4.2.1. Inducción 88. Al prestador integrado no le conviene inducir A una isapre le conviene integrarse verticalmente y atender a sus cotizantes sin inducirles prestaciones. Al hacerlo se ahorra el costo de las prestaciones inducidas, neto de los copagos que hubiese hecho el cotizante. Socialmente, el ahorro es igual al costo total de las prestaciones inducidas. 38 Véase el Resultado B.19 en el Apéndice B. 28 Conclusión 15. La integración vertical es un remedio e…caz en contra de la inducción de prestaciones. Todo lo demás constante crea valor igual al costo de las prestaciones no inducidas. 89. ¿Qué efecto tiene la integración vertical en equilibrio? La combinación isapre-prestador tiene costos más bajos. Una posibilidad es que el prestador le cobre menos a los cotizantes de su isapre y con ello los atraiga desde los prestadores independientes o prestadores de otra isapre39 . Otra posibilidad es que aproveche sus menores costos cobrando menos por el plan. Por último, quizás se podría pensar que el cotizante preferirá al prestador integrado porque su copago es menor porque se le induce menos40 . Como sea, la isapre integrada gana una ventaja competitiva y, en la medida que isapres o prestadores compitan, le traspasará parte de los menores costos a los cotizantes; por supuesto esta ventaja de costos nada tiene de anticompetitiva. Conclusión 16. La integración vertical entre prestadores e isapres morigera la inducción, es e…ciente y disminuye el costo de la salud. Bene…cia a las isapres a través de menores costos y a los cotizantes a través de copagos menores y planes más baratos. 90. Para calibrar el ahorro de costos al integrarse verticalmente, el Cuadro 4.1 compara el precio que las isapres le pagan a sus prestadores verticalmente integrados (una suerte de precio de transferencia, normalizado a 100) y el precio que pagan las mismas isapres por esas mismas prestaciones cuando boni…can a prestadores no relacionados (independientes e integrados con otras isapres). El cuadro muestra que los precios de prestadores independientes son entre un 12 y un 70% más altos que el de los prestadores verticalmente integrados con valor medio y mediana igual a 35%. Conclusión 17. En promedio los prestadores independientes o no relacionados le cobran a las isapres 35% más que los prestadores verticalmente integrados. 91. Una crítica incorrecta a la integración vertical Al contrario de nuestra conclusión, se ha dicho que la integración vertical estimula la inducción. La premisa es que los prestadores tendrían capacidad instalada ociosa y bajos costos marginales, y les convendría inducir para recolectar el copago. Es necesario distinguir entre incentivos circunstanciales y la motivación de la integración vertical. Nadie duda que si ocasionalmente un prestador tiene capacidad ociosa (v.gr. un paciente que llega a una clínica durante un …n de semana largo y lento) le convendrá inducir prestaciones sea integrado o independiente. Sin embargo para inducir sistemáticamente en equilibrio es necesario 39 Nótese que a un prestador verticalmente integrado también le conviene inducir prestaciones cuando acuden bene…ciarios de otra isapre. 40 Sin embargo, un paciente difícilmente se da cuenta cuando está siendo inducido y si así fuera, no sería capaz de comparar el costo de atenderse con un prestador relacionado y otro no relacionado. 29 invertir en infraestructura. Por eso, el argumento implica que al prestador le conviene integrarse verticalmente, expandir la infraestructura y luego inducir prestaciones para recolectar el copago. Tal cosa es un tanto absurda, porque en equilibrio el precio de la prestación debiera ser del mismo orden que la suma del copago y la boni…cación, y cuando la isapre se integra la boni…cación es una mera transferencia interna. Por eso, mientras al prestador independiente le conviene inducir, al prestador integrado no le conviene41 . Conclusión 18. A los prestadores verticalmente integrados no les conviene inducirle prestaciones a los cotizantes de su isapre. 4.2.2. Sobreuso, dilución del copago y competencia imperfecta 92. A veces se argumenta que la integración vertical también morigera el sobreuso y la dilución del copago. Sin embargo, nuestra conclusión es que con libre elección la integración vertical poco o nada las afecta. ¿Por qué? 93. Nótese que el sobreuso ocurre porque un plan disminuye el precio efectivo de la prestación. En parte se trata de una característica inherente de un seguro, a lo que se le agrega la dilución del copago. Pero en parte el problema es que en equilibrio todos diluyen, los prestadores independientes e integrados verticalmente con otra isapre. Es así porque para lograr que el cotizante se atienda, el prestador integrado tiene que ofrecerle un copago no mayor del que pagaría con un prestador independiente. Eso le pone un techo al copago del cotizante. Nada de eso cambia con la integración vertical y con libre elección; el prestador integrado está forzado a competir e igualar el copago que el cotizante puede obtener en otra parte. La moraleja es que el sobreuso y la dilución sólo se pueden evitar cerrando los planes, idea que, tal parece, no le gusta a los cotizantes. Conclusión 19 (Integración vertical, sobreuso y dilución). Con libre elección la integración vertical no afecta ni al sobreuso ni a la dilución. 94. Competencia imperfecta entre prestadores Si sólo hay competencia imperfecta entre prestadores, la integración vertical no cambia mucho — el prestador integrado también quiere ganar el margen que le da su poder de mercado. Si la competencia entre isapres fuese imperfecta, la combinación isapre-prestador tiene una virtud adicional, a saber que el integrado reduce la distorsión creada por el doble margen de prestador e isapre. Se puede demostrar que en ese caso a 41 Si la competencia es imperfecta, los prestadores obtienen un margen de Lerner, y alguien podría argumentar que en ese caso al prestador le podría convenir expandir la capacidad y recolectar el copago. Se puede demostar que a un prestador integrado podría convenirle inducir si el margen de Lerner es su…cientemente alto (Resultado B.20 en el Apéndice B). Sin embargo, también se puede demostrar que si al prestador le conviniera inducir, no tiene interés en integrarse verticalmente (Resultado B.21 en el Apéndice B). 30 la combinación isapre-prestador le conviene bajar el precio de la suma de plan y el copago, aun si aguas abajo le conviniese continuar induciendo. Nuevamente, la integración vertical es conveniente socialmente y bene…cia a los cotizantes42 . Conclusión 20. Si la competencia entre isapres y entre prestadores es imperfecta, la integración vertical entre isapre y prestador elimina el doble margen, es socialmente e…ciente y bene…cia a los cotizantes. 4.3. Dos soluciones complementarias 95. Para terminar analizamos dos contratos que, en principio, permiten mitigar las consecuencias del moral hazard, los prestadores preferentes y los pagos capitados43 . 4.3.1. Prestadores preferentes 96. Un prestador preferente le vende prestaciones directamente a una isapre. La isapre y el prestador negocian precios unitarios y la isapre le paga al prestador un precio por cada prestación entregada (a veces, las tarifas son tales que incluyen descuentos por volumen). Cuando un cotizante elige al prestador preferente, le compra un bono a la isapre, el que hace las veces de copago. Como se vio líneas arriba (Hecho 3) el 48,9% de los planes permite atenderse con un prestador preferente. 97. Inducción Nótese que con prestadores preferentes el precio total que recibe el prestador es …jo y le conviene elegir el procedimiento más barato; esto modera la inducción. Sin embargo, al prestador preferente le sigue conviniendo inducir prestaciones innecesarias, aunque algo menos si hay descuentos por volumen y el precio marginal de la prestación es decreciente. Conclusión 21. Los contratos con prestadores preferentes morigeran la inducción. 98. Dilución Podría parecer que la isapre puede controlar la dilución del copago …jándole al prestador preferente un precio tal que coincida con el copago nominal del plan y ajustando apropiadamente el precio del bono. Sin embargo, con libre elección el precio del bono debe ser tal que el cotizante pre…era al prestador preferente. Por los tanto, la isapre no puede cobrar por el bono más de lo que el cotizante pagaría en cualquier otro prestador independiente. Nuevamente, el punto es que con libre elección el copago tiene tope, determinado por los prestadores que diluyen. Nótese que la dilución se podría contener si el prestador contratase con todos los prestadores independientes y los relacionados con otras isapre. Pero tal cosa tiene límite práctico, aunque sólo fuese que la mitad de los planes fueran de libre elección a secas. 42 43 El resultado se deduce del trabajo seminal de Spengler (1950). Para mayores detalles ver Ellis y McGuire (1993). 31 Conclusión 22. Con libre elección los prestadores preferentes no evitan la dilución del copago. 99. Poder de mercado A una isapre puede convenirle contratar con prestadores preferentes para morigerar el poder de mercado de los prestadores. En efecto, si los prestadores tienen poder de mercado y la isapre licita el contrato con un prestador preferente, la competencia en precios seguramente será más intensa que cuando cada cotizante elige prestador. En esta dimensión, los contratos con prestadores preferentes logran efectos similares a la integración vertical y reducen el costo total de la combinación copago-boni…cación. Los efectos competitivos, por tanto, son similares. Conclusión 23. La contratación con prestadores preferentes intensi…ca la competencia en precios entre prestadores. 4.3.2. Pagos capitados 100. Bajo pagos capitados una isapre dividiría a sus a…liados en uno o más grupos su…cientemente grandes. Luego contrataría con un solo prestador todas las prestaciones de cada grupo a cambio de un pago …jo igual al valor esperado del costo de las atenciones de salud que esa población requerirá más un premio por riesgo. Este contrato le traspasa todo el riesgo al prestador. ¿Tiene sentido? 101. Una condición necesaria para que los pagos capitados sean e…caces es que el plan sea cerrado sin libre elección — los cotizantes y bene…ciarios de la población que la isapre le vendería a cada prestador no deberían tener opción de atenderse con otro prestador— . De lo contrario, la isapre no le podría asegurarle el ‡ujo al prestador y no sería posible traspasarle el riesgo sanitario del grupo. La segunda condición necesaria es que los grupos sean su…cientemente grandes, porque de lo contrario el prestador no podría diversi…car el riesgo de que coincidan muchas enfermedades caras. 102. Cumplidas las dos condiciones, desaparece el incentivo a inducir prestaciones, porque el prestador tendría que pagar todo el costo, sin aumentar sus ingresos. Más aun, no habría dilución del copago y el prestador tendría incentivos para controlar el sobreuso44 . Por eso, algunos recomiendan prohibir la integración vertical y reemplazarla por pagos capitados. 103. Sin embargo, el entusiasmo de algunos por los pagos capitados debiera moderarse porque sus virtudes obedecen a que el plan es cerrado, no a la separación vertical. De hecho, al traspasarle el riesgo al prestador, el pago capitado mantiene la integración vertical entre el prestador y seguro 44 En términos de Alchian y Demsetz (1972) el prestador pasa a ser el residual claimant del costo incremental de la inducción. 32 porque obliga a los prestadores a asumir el riesgo de la cartera de cotizantes y bene…ciarios. Más aun, un plan cerrado de isapres verticalmente integradas es económicamente equivalente. Por lo tanto, en ambos casos hay integración vertical entre quien ofrece el seguro y quien provee la atención de salud. Por lo mismo, se puede especular que con pagos capitados aumentaría la escala e…ciente de los proveedores de salud, porque sólo prestadores más grandes que los actuales estarían en condiciones de diversi…car riesgos apropiadamente. La concentración del mercado de prestadores aumentaría Conclusión 24. El pago capitado no elimina la integración vertical, sólo la transforma, obligando al prestador a proveer seguros de salud. 4.3.3. En conclusión 104. Se suele argumentar como si los prestadores preferentes y los pagos capitados fuesen alternativas excluyentes a la integración vertical. Nuestra opinión es distinta: seguramente son complementos, y cada uno se desarrollará dependiendo de las circunstancias y de las preferencias de los cotizantes. En Chile las isapres usan extensamente a prestadores preferentes — casi la mitad de los planes los incluyen— , pero dentro de planes que mantienen la libre elección. Los pagos capitados, por contraste, casi no se usan porque requieren planes cerrados, y en Chile son casi inexistentes (Hecho 3). Son preguntas abiertas si conviene que se difundan y por qué no se han difundido todavía. Sea cual sea la respuesta, caben pocas dudas que en parte se debe a que mucha gente pre…ere la libre elección. Y, en cualquier caso, la integración vertical entre isapre y prestadores es económicamente equivalente a la integración vertical entre prestador y seguro que ocurre con pagos capitados. 33 Referencias [1] Adelman, M., “Comment on the ‘H’ Concentration Measure as a Numbers-Equivalent”, Review of Economics and Statistics 59, 99-101, 1969. [2] Alchian, A. y H. Demsetz, “Production, Information, Costs, and Economic Organization”, American Economic Review 62, 777-795, 1972. [3] Aletras, V.: “The Relationship Between Volume and the Scope of Activity and Hospital Costs”. CDR Report Number 8, Part II. NHS Centre for Reviews and Dissemination. York: University of York, 1997. [4] Arrow, K., “Uncertainty and the Welfare Economics of Medical Care”. American Economic Review 53, 941-973, 1963. [5] Bartelsman, E. y M. Doms, “Understanding Productivity: Lessons from Longitudinal Microdata”, Journal of Economic Literature 38, 569-594, 2000. [6] Braumgardner, J., “The Interaction Between Forms of Insurance Contracts and Types of Technological Change in Medical Care”. Rand Journal of Economics 22, 36-53, 1991. [7] Caves, R., Industrial E¢ ciency in Six Nations. Cambridge: MIT Press, 1992. [8] Dranove D., “Economies of Scale in Non-revenue Producing Cost Centers: Implications for Hospital Mergers”, Journal of Health Economics 17, 69-83, 1998. [9] Ellis, R. y T. McGuire, “Supply-Side and Demand-Side Cost Sharing in Health Care”, Journal of Economic Perspective 7, 135-151, 1993. [10] van der Gaag, J. y V. Štimac, “Toward a New Paradigm for Health Sector Development”, Technical Partner Paper N 3, The Rockefeller Foundation: Sponsored Initiative on the Role of the Private Sector in Health Systems in Developing Countries, 2008. [11] Kristensen, T., K. R. Olsen, J. Kilsmark y K. M. 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Sobre la relación entre concentración y el tamaño del mercado En el texto se sostiene que cuando los costos de entrar en una industria son exógenos y la entrada es libre, la regularidad a esperar es que la concentración de equilibrio caiga con el tamaño del mercado. En este apéndice usamos un modelo simple, debido a Schmalensee (1992), para ilustrar por qué tal relación surge en equilibrio. Supóngase una industria con libre entrada y N …rmas potenciales idénticas que producen a costo c por unidad. En el periodo inicial, t = 0 (“entrada”), las …rmas deciden simultáneamente si entran al mercado y n N denota el número de …rmas que pagaron el costo de entrada exógeno . El costo de entrada, , es una medida del tamaño e…ciente de operación. En el periodo …nal, t = 1 (“competencia”), las n …rmas que entraron compiten y en equilibrio de corto plazo el margen de Lerner es p c k = ; (A.1) p n con k > 0, > 0 y n …rma produce 1.4 5 Al mismo tiempo, D constante es el gasto agregado y en equilibrio de corto plazo cada qi = D np (A.3) Nótese que D mide el tamaño del mercado. Considérese ahora el largo plazo. En el equilibrio con libre entrada se cumple que (p (A.4) c)q = ; vale decir, la “utilidad”de corto plazo paga el costo de entrada. Reemplazando (A.1) y (A.3) en (A.4) y reordenando se obtiene 1 D 1+ n = k ; el número de …rmas de equilibrio. Nótese que dado el tamaño e…ciente de operación , n crece con D, el tamaño del mercado — a medida que el tamaño del mercado aumenta, la concentración cae. Nótese, también, que d log n 1 = d log D 1+ < 1; es decir, la elasticidad del número de …rmas con respecto del tamaño del mercado es menor que uno: si se duplica el tamaño del mercado, el número de …rmas crece menos que proporcionalmente. Esto ocurre porque al desconcentrarse el mercado los márgenes caen. Si además fuese una función de D, con 0 > 0 (así parece ser en el mercado de las n sería aun más pequeña. clínicas), entonces la elasticidad ddlog log D En la Figura 2.4 n se mide por el número equivalente de …rmas, mientras que D se aproxima por el número total de camas. Ambas regularidades se observan en los mercados de clínicas: el número equivalente de …rmas aumenta con el tamaño del mercado, aunque crece menos que proporcionalmente. 45 Para ver la relación concentración-precio conviene despejar p de (A.1) se obtiene que p= n n k c: (A.2) Esta es la conocida relación concentración-precio. Los parámetros y k determinan la intensidad de la competencia en precios (toughness of price competition; véase Sutton, 1991). Si = 1 el comportamiento es Cournot con elasticidad1 precio de la demanda constante y k . 35 B. Un modelo simple de isapres, prestadores e integración vertical A continuación desarrollamos un modelo simple que permite evaluar los efectos del moral hazard y explicar qué se gana y qué no se gana con la integración vertical. B.1. El modelo B.1.1. Demanda y oferta Demanda por prestaciones Supóngase que existen ` cotizantes idénticos. Si los cotizantes estuviesen perfectamente informados y tuviesen que pagar el precio de lista de una prestación p demandarían prestaciones médicas según una función Dm (el supraíndice m denota que las prestaciones son “médicamente necesarias”)4 6 . Así, q = Dm (p) (B.1) sería la cantidad demandada de prestaciones si el precio de lista fuese p y q` sería la cantidad demandada de prestaciones por cotizante. En lo que sigue será conveniente trabajar con la demanda inversa. Si la función Dm es invertible, la demanda inversa es P m (Dm ) 1 , y p = (Dm ) 1 (q) P m (q) (B.2) sería la disposición a pagar por la q ésima prestación. Inducción En la práctica los prestadores suelen inducir demanda — el prestador le sugiere al paciente usar prestaciones que no son médicamente necesarias. Esto es posible porque, en general, el paciente es incapaz de distinguir entre prestaciones necesarias e inducidas y las usa todas. Supondremos que una fracción 2 [0; 1) de las prestaciones son inducidas por el prestador. Así, si q es el número total de prestaciones, q son inducidas e innecesarias y (1 )q prestaciones son médicamente necesarias. Por lo tanto, si D es la demanda con inducción, Dm : 1 D Por lo mismo, la demanda inversa con inducción es P D (Dm ) 1 1 1 : En otras palabras, para todo p y q tal que q = D(p), q = D(p; ) y Dm (p) : 1 P m (q) 1 P (q; ) (B.3) es la disposición a pagar por la q ésima prestación. Así: Resultado B.1 (La inducción y la demanda por prestaciones). Con inducción la demanda por prestaciones y la disposición a pagar son mayores de lo que serían de otra suerte. Ahora bien, sea p0 el precio en un equilibrio sin inducción. En ese caso q0 es tal que p0 = P (q0 ; 0) = P m (q0 ): Diferenciando totalmente (B.3) con respecto a y evaluando en (q0 ; ), se obtiene que un prestador que induzca d aumentará la disposición a pagar por sus prestaciones en dp0 = P m (q0 )d > 0: De esto se sigue el siguiente resultado: 46 El Cuadro B1 resume la notación y le sirve de ayuda a la memoria. 36 Resultado B.2 (Inducción). En equilibrio cada prestador induce el máximo posible de prestaciones; la inducción es costosa socialmente porque consume recursos reales. Nótese que el Resultado B.2 implica que a un prestador le conviene inducir demanda independientemente de la estructura del mercado. Dos interpretaciones de la inducción Nótese que existen dos tipos de inducción (e innumerables combinaciones convexas). Una es que al cotizante le venden (1 ) 1 prestaciones cada vez que consume una prestación médicamente necesaria — por cada prestación necesaria se le venden (1 ) 1 prestaciones inútiles. La segunda es que si hay dos prestaciones que son médicamente equivalentes, una cuesta (1 ) 1 más que la otra. En ambos casos, el efecto sobre la demanda por prestaciones y la disposición a pagar es el mismo. Oferta de prestaciones Por el lado de la oferta suponemos que las prestaciones se producen con retornos constantes a escala y que el costo marginal de largo plazo de una prestación es c. Nos parece razonable suponer retornos constantes a escala. La pregunta que motiva este trabajo — es conveniente que las isapres y los prestadores de salud se integren verticalmente— es acerca de la estructura vertical de la industria, una comparación de equilibrios de largo plazo. Y en el largo plazo, para producir el doble de prestaciones es necesario duplicar las inversiones en infraestructura y equipos. Así ocurrirá si el tamaño de planta e…ciente de un prestador es pequeño relativo al tamaño del mercado y sus instalaciones se pueden replicar sin deseconomías. Como se vio en la sección 2.2, la evidencia en Chile y en otras partes indica que los tamaños de planta e…ciente son pequeños. B.1.2. El plan de salud y la demanda por prestaciones Planes y cotizantes Un plan de salud se puede describir por la cotización por prestación , la tasa de copago nominal 2 [0; 1] y el tope t c4 7 ;4 8 . Así, si el precio de lista de la prestación es p, la boni…cación de la isapre es (1 )p t si (1 si (1 )p < t; )p t: (B.4) En principio, el cotizante debiera pagar el copago nominal, si (1 si (1 p p t )p < t; )p t: (B.5) En la práctica, el cotizante podría recibir un descuento “especial” del prestador. Sea nominal que paga el cotizante, en cuyo caso su copago efectivo sería = p (p t) si (1 si (1 )p < t; )p t; 2 [0; 1], la fracción del copago (B.6) así, (1 ) es el descuento sobre el copago nominal que recibe el cotizante. Ahora bien, cuando no hay descuento, = 1 y la expresión (B.6) es igual a la expresión (B.5). Por lo tanto, de ahora en adelante trabajaremos solamente con (B.6). Por último, el pago total por prestación del cotizante es + = + p + (p t) si (1 si (1 )p < t; )p t; 47 En la práctica se paga por un plan que admite múltiples prestaciones por cotizante. Para simpli…car la notación y los cálculos de…nimos la cotización por prestación. Como sea, si es la cotización por prestación y se demandan q prestaciones en equilibrio, q` es el número de prestaciones por cotizante y q ` es el precio de cada plan en equlibrio. 48 Según el Hecho 2, las isapre boni…can alrededor de dos tercios del precio de lista de cada prestación. Por lo tanto, suponer que t c parece razonable aunque, como veremos líneas abajo, el precio de lista puede ser un tanto “mentiroso” y los prestadores podrían tener algo de posder de mercado. 37 la suma de la cotización y el copago por la prestación. Prestadores ¿Cuánto reciben los prestadores por cada prestación? Sumando (B.4) y (B.6) se obtiene que, si el precio de lista es p, el precio efectivo es = [(1 ) + ]p t) + t (p si (1 si (1 )p < t; )p t: (B.7) Disposición a pagar por las prestaciones Nótese que un plan de salud afecta el precio de lista que el cotizante está dispuesto a pagar por prestaciones. En efecto, sustituyendo (B.6) en (B.1) se obtiene que si el precio de lista es p, la cantidad demandada es D( p) si (1 )p < t; q= (B.8) D( (p t)) si (1 )p t: O bien, invirtiendo la función D, el precio de lista que está dispuesto a pagar por la q ésima prestación es 1 p= P (q) +t P (q) si (1 si (1 )p < t; )p t; (B.9) que es igual al precio de lista que está dispuesto a pagar el cotizante por la qésima prestación. B.1.3. Moral hazard y seguros de salud Moral hazard y copago De la expresión (B.9) se deduce directamente el moral hazard de los cotizantes inducido por el copago: Resultado B.3 (Sobreuso y copago). Sea < 1 y = 1. (a) Si (1 )p < t el cotizante demanda D( p) > D(p) prestaciones. (b) Si (1 )p t, el cotizante demanda D(p t) > D(p) cotizaciones. (c) Todo lo demás constante, copagos más altos y topes más bajos limitan el sobreuso de los cotizantes. Según el Resultado B.3, los cotizantes demandan más prestaciones cuando la isapre boni…ca — sobreusan el plan. La razón es simple: la boni…cación reduce el precio que paga el cotizante en el margen y la libre elección le permite usar cuantas prestaciones quiera. A veces es útil mirar el mismo problema de un ángulo distinto: Resultado B.4 (Copago y disposición a pagar). Sea < 1 y = 1. (a) Si (1 )p < t el precio de lista que el cotizante está dispuesto a pagar por la q ésima prestación aumenta en 1 . (b) Si (1 )p t, el precio de lista que está dispuesto a pagar aumenta en t. (c) Todo lo demás constante, copagos más altos y topes más bajos limitan el moral hazard de los cotizantes porque está dispuestos a pagar menores precios de lista o, puesto de otra manera, a un mismo precio de lista demandan menos prestaciones. El Resultado B.4 es la otra cara de la misma moneda: los cotizantes toleran precios de lista más altos mientras mayor sea la boni…cación de la isapre. Por supuesto, la consecuencia es el sobreuso. Descuentos especiales, dilución del copago y moral hazard de los cotizantes En la medida que (1 )p < t, el descuento especial del prestador al bene…ciario diluye el copago. En efecto, tal como se puede apreciar en la expresión (B.7), si (1 )p < t el prestador recibe = [(1 ) + ]p. Por lo tanto, el copago real del cotizante es (1 )+ < : Resultado B.5 (Dilución del copago). Los descuentos especiales diluyen el copago. La consecuencia de la dilución es similar al del copago: estimula el sobreuso y aumenta la disposición a pagar un precio de lista más alto. Sin embargo, el tope le pone techo a la dilución, porque el cotizante paga peso por peso el exceso sobre el tope. 38 Resultado B.6 (Moral hazard de los cotizantes y la dilución del copago). Sea < 1 y < 1 y (1 )p < t: (a) si el cotizante demanda D( p) > D( p) > D(p) prestaciones; (b) el precio de lista que está dispuesto a pagar del cotizante por la q ésima prestación aumenta en 1 ; (c) el tope es el único instrumento para limitar la dilución del copago. Moral hazard de los prestadores: dilución La dilución del copago no solo aumenta la demanda por prestaciones. En realidad, la tendencia es que en equilibrio el prestador aumente el precio de lista lo su…ciente para que la boni…cación de la isapres sea igual al tope. Para entender por qué, supóngase que en equilibrio (1 )p < t. Además, el prestador recibe p + (1 )p: (B.10) Diferenciando totalmente (B.10), se obtiene que si el prestador aumenta el precio de lista en dp y disminuye el descuento en d , el ingreso por prestación cambia en ( dp + pd ) + (1 Sin embargo, si d = resultado: p dp el término entre paréntesis es 0 y (1 )dp: )dp > 0. Así, hemos demostrado el siguiente Resultado B.7 (Moral hazard de los prestadores y la dilución del copago). Sea t prestadores diluyen completamente el copago. c. En equilibrio los Nótese que el Resultado B.7 no depende de la estructura del mercado de prestadores. Implica que a cualquier prestador le conviene extraer toda la diferencia entre el copago y el tope aumentando el precio de lista. B.2. Equilibrio en un mercado competitivo de prestadores B.2.1. Sin isapres Sin isapres cada cotizante debe pagar el precio de lista de los prestadores. Así, en un equilibrio competitivo el precio de una prestación es igual a c y en equilibrio se consumen D(c) prestaciones, de las cuales D(c) son inducidas. Por lo tanto, cada cotizante consume D(c) prestaciones y su desembolso es ` c D(c) : ` B.2.2. Con isapres Equilibrio en el mercado de los prestadores El Resultado B.7 implica que la boni…cación de la isapre es igual al tope t en equilibrio. Al mismo tiempo, el pago que recibe el prestador por cada prestación, , es igual a c, el costo de largo plazo. Así, la expresión (B.7) implica que en equilibrio competitivo c = (1) = p + (1 con (1 )p )t = (1) + t; (B.11) t y donde el símbolo “1” denota competencia perfecta. Se sigue que en equilibrio el cotizante paga (1) = (1) por prestación y que en total se consumen D(c t=c t t) > D(c) prestaciones de equilibrio. Así: Resultado B.8. En un equilibrio competitivo la boni…cación actúa como un subsidio a la oferta. El bene…ciario paga la diferencia entre el costo de la prestación y el tope de la boni…cación. Resultado B.9 (Sobreuso). En un equilibrio competitivo un plan de salud aumenta la cantidad demandada de prestaciones por encima de lo que demandaría el cotizante si es que tuviese que pagar todo el precio de la prestación. 39 Precios de lista y descuentos especiales Nótese que de la expresión (B.11) se deduce que = c p t : t Esta expresión indica que el descuento de equilibrio es creciente en el precio de lista. En un extremo, si p = c, entonces = 1 — no hay descuento especial. Al otro extremo, a medida que crece p el descuento cae. En el límite lim p!1 = lim p!1 c p t = 0: t En otras palabras: Resultado B.10. Existen in…nitas combinaciones ( ; p) tales que = c. El Resultado B.10 no tendría mucha relevancia si existiese un solo plan de salud. En la práctica, existen múltiples planes con topes y tasas de copago nominal distintas. Por esta razón, a un prestador independiente le conviene cobrar precios de lista muy altos y graduar los descuentos para diluir cada uno de los topes. Por lo mismo, los precios de lista de un prestador seguramente no son muy informativos acerca del precio que paga cada cotizante, ni tampoco de cuánto es el copago. Isapres, prestadores preferentes y dilución Un prestador preferente es aquel que le vende prestaciones directamente a una isapre. Cuando un cotizante elige al prestador preferente, le compra un bono a la isapre, el que hace las veces de copago. Como se vio líneas arriba (Hecho 3) el 48,9% de los planes permite atenderse con un prestador preferente. Podría parecer que la isapre puede controlar la dilución del copago contratando con un prestador preferente, porque le bastaría …jar el precio de manera que coincida con el copago nominal del plan. Sin embargo, tal razonamiento es incorrecto: con libre elección el precio del bono debe ser tal que el cotizante pre…era al prestador preferente. En competencia, por tanto, la isapre tiene que ofrecerle al cotizante un bono no más caro que c t — lo que el cotizante pagaría en cualquier otro prestador. Al mismo tiempo, en un equilibrio competitivo la isapre le pagará c al prestador preferente. Por último, al prestador preferente le conviene inducir prestaciones tal como a cualquier otro. Resultado B.11 (Prestadores preferentes y dilución). Con libre elección los prestadores preferentes no protegen a la isapre en contra de las consecuencias de la dilución. Equilibrio en el mercado de las isapres Por último, examinamos el equilibrio en el mercado de las isapres. Supondremos que el mercado de las isapres es competitivo. El modelo se puede extender sin mayor di…cultad a competencia imperfecta, tal cual modelamos líneas abajo la competencia imperfecta en el mercado de los prestadores. Sin embargo, el foco de este trabajo es la integración vertical, no la competencia entre isapres. Como sea, cuando las isapres compiten, en equilibrio el precio por prestación del plan, , es igual a t, el monto de la boni…cación por prestación, que es igual al tope. De esta forma, cada plan cuesta D(c t) D(c t) =t ; ` ` y el desembolso total del cotizante es ( +c t) D(c t) D(c t) D(c) =c >c : ` ` ` Nótese que en equilibrio la dilución del copago se traslada a mayores precios de los planes. Al mismo tiempo, el desembolso total del cotizante aumenta porque el uso de prestaciones aumenta — esa es la consecuencia de equilibrio del sobreuso4 9 . Resultado B.12. En equilibrio, la dilución de los copagos aumenta el precio de los planes. 49 Por supuesto, esta es una a…rmación sobre las medias. En la práctica, algunos sobreusan más que otros y eso resulta en subsidios cruzados entre cotizantes. 40 B.2.3. Integración vertical en un mercado competitivo de prestadores Integración vertical e inducción La columna 1 del Cuadro B2a resume el equilibrio sin integración vertical que acabamos de describir. La columna 2 resume el impacto de la integración vertical unilateral de una isapre si todo lo demás permanece constante, es decir, antes de los ajustes al nuevo equilibrio. El principal resultado de la integración vertical es este: Resultado B.13. Al prestador verticalmente integrado no le conviene inducir prestaciones. La demostración es como sigue. La inducción le cuesta c, mientras que el copago del cotizante es (c tanto, al inducir la combinación isapre-prestador pierde (c t) c= t). Por lo tc < 0: Alguien podría argumentar (como de hecho se ha hecho) que al prestador verticalmente integrado le conviene inducir para aprovechar capacidad ociosa en el prestador y recolectar el copago (c t). Tal argumento puede se correcto circunstancialmente, pero no es razonable como estrategia de largo plazo, porque para inducir prestaciones sistemáticamente es necesario aumentar la capacidad del prestador. Las consecuencias de la integración vertical El resto del análisis sigue casi directamente. Sin inducción el cotizante paga (c t) menos. Por lo mismo, la combinación isapre-prestador gana la diferencia, t, la que coincide con el ahorro por boni…caciones. Por último, desde el punto de vista de la sociedad el ahorro es c = t + (c t) — el menor costo por las prestaciones no inducidas. En resumen: Resultado B.14. La integración vertical es un remedio e…caz en contra de la inducción de prestaciones. Todo lo demás constante crea valor igual a c por prestación. Si el precio del plan y de las prestaciones permanece constante, la combinación isapre-prestador gana t y el cotizante gana (c t). ¿Qué efecto tiene la integración vertical sobre el equilibrio? La combinación isapre-prestador tiene costos más bajos. Una posibilidad es que el prestador le cobre a los cotizantes de su isapre por debajo de (1) y con ello los atraiga desde los prestadores independientes o prestadores de otra isapre5 0 . Otra posibilidad es que aproveche sus menores costos cobrando menos por el plan. Por último, quizás se podría pensar que el cotizante preferirá al prestador integrado porque su copago es menor porque se le induce menos5 1 . Como sea, la isapre integrada gana una ventaja competitiva y, en la medida que isapres o prestadores compitan, le traspasará parte de los menores costos a los cotizantes. Y, es importante decirlo, esta ventaja de costos nada tiene de anticompetitiva. Isapres y prestadores preferentes: inducción Una de las razones para contratar con un prestador preferente podría ser controlar la inducción. En efecto, una vez que la isapre acuerda un precio …jo por prestación al prestador le conviene elegir el procedimiento más barato. Con todo, al prestador preferente le sigue conviniendo inducir prestaciones innecesarias. Sobreuso, dilución, libre elección e integración vertical A veces se argumenta que la integración vertical también morigera el sobreuso y dilución del copago. El modelo, sin embargo, sugiere que la integración vertical no las afecta. Nótese que en el modelo, el sobreuso ocurre porque un plan disminuye el precio efectivo de la prestación, . La integración vertical no cambia este hecho, porque el prestador integrado no le puede cobrar más al cotizante de lo que le cobra el prestador independiente. Y si el cotizante no ve un precio efectivo mayor, no usa menos prestaciones. Por contraste, cuando los planes de salud son cerrados, el proveedor verticalmente integrado puede limitar el sobreuso restringiendo la cantidad de prestaciones. Sin embargo, tal posibilidad no existe si el plan es de libre elección. Resultado B.15 (Integración vertical y sobreuso). Con libre elección la integración vertical no afecta al sobreuso. 50 Nótese que a un prestador verticalmente integrado también le conviene inducir prestaciones cuando acuden cotizantes de otra isapre. 51 Sin embargo, un paciente difícilmente se da cuenta cuando está siendo inducido y si así fuera, no sería capaz de comparar el costo de atenderse con un prestador relacionado y otro no relacionado. 41 De manera similar, todo lo demás constante la dilución disminuye el precio efectivo que paga el cotizante cuando acude a un prestador. Por eso, con libre elección el prestador integrado tiene que ofrecerle un precio similar al cotizante, lo que implica traspasarle la dilución del copago. Resultado B.16 (Integración vertical y dilución). Con libre elección la integración vertical no afecta la dilución. B.3. Equilibrio en competencia imperfecta B.3.1. Sin isapres Supóngase que los prestadores compiten à la Cournot eligiendo cantidades y que hay n prestadores idénticos. En ese caso cada prestador elige qi el número de prestaciones y resuelve max f[P (q) c]qi g ; qi donde P es la demanda inversa por prestaciones. Si es la elasticidad de la demanda D por prestaciones de los bene…ciarios y ( ; n) el copago efectivo del cotizante cuando hay n prestadores, se puede demostrar que en equilibrio ( ; n) c 1 = ; ( ; n) n el tradicional margen de Lerner, esta vez en función del copago efectivo, porque los cotizantes toman la decisión de cuántas prestaciones consumir. Ahora bien, sea ( ; n) el precio efectivo que recibe el prestador. Sin isapre este precio coincide con el que pagan los cotizantes. Así ( ; n) = ( ; n) = n n 1 c: De esta forma, en equilibrio se consumen D( ( ; n)) prestaciones, el desembolso en prestaciones es ( ; n) D( ( ; n)) y las utilidades de los prestadores son [ ( ; n) c] D( ( ; n)) = 1 n 1 c D( ( ; n)): B.3.2. Con isapres Equilibrio en el mercado de los prestadores El equilibrio en el mercado de las prestaciones con competencia imperfecta se resume en la columna 1 de Cuadro B3. De nuevo, el Resultado B.7 implica que la boni…cación de la isapre es igual al tope t en equilibrio. Y cuando la isapre paga t por prestación, la disposición a pagar de los cotizantes por una prestación es igual a P (q) + t. Así, con isapre cada prestador resuelve max f[P (q) (c qi (B.12) t)]qi g : La expresión (B.12) con…rma que la boni…cación de la isapre actúa como un subsidio, pero esta vez a la oferta. Resultado B.17. Si la competencia es imperfecta, la boni…cación es un subsidio por unidad a la oferta. Ahora bien, es fácil demostrar que en equilibrio ( ; n; t) = n n 1 (c (B.13) t) con (1 )p t. En otras palabras, el seguro de salud disminuye el copago del bene…ciario en en equilibrio se consumen D( ( ; n; t)) prestaciones. Además, ( ; n) = n n 1 c> n n 1 (c 42 t) = ( ; n; t) > c t n n 1 t. Se sigue que Por lo tanto, D(c t) > D( ( ; n; t)) > D( ( ; n)): Resultado B.18 (Sobreuso y competencia imperfecta). (i) Relativo al caso sin isapre, la boni…cación aumenta el uso del plan. (ii) Relativo a la competencia perfecta entre prestadores, la competencia imperfecta atenúa el sobreuso del plan. El Resultado B.18 es bastante obvio. De un lado, el plan de salud estimula el consumo de prestaciones, tal como ocurría en competencia perfecta. Del otro lado, el poder de mercado de los prestadores compensa la distorsión que crea la boni…cación de la isapre. Así, relativo a competencia perfecta entre prestadores, el margen de Lerner compensa la distorsión que crea el copago. Menos obvio es que el poder de mercado de los prestadores perjudica a los cotizantes y no a la isapre. En efecto, nótese que de la expresión (B.13) se deduce que n ( ; n; t) = ( ; n; t) + t = n 1 (c t) + t; Es decir, …jo t, todos los cambios en el margen de Lerner se trasladan al copago. Esto no debería sorprender, porque es sabido que el ejercicio de poder de mercado se impide …jándole un precio máximo al monopolio, y en el tope la isapre tiene disponible un instrumento similar. Resultado B.19. Cuando la competencia es imperfecta el cotizante paga todo el margen. Equilibrio en el mercado de las isapres Nuevamente, suponemos que las isapres compiten y en equilibrio el precio por prestación del plan, , es igual a t, el monto de la boni…cación por prestación, que es igual al tope. De esta forma, cada plan cuesta D( ( ; n; t)) D( ( ; n; t)) =t : ` ` Así, el desembolso total del cotizante es ( + ( ; n; t)) D( ( ; n; t)) D( ( ; n; t)) D( ( ; n; t)) = [t + ( ; n; t)] = ( ; n; t) : ` ` ` B.3.3. Integración vertical y competencia imperfecta Integración vertical e inducción La columna 2 del Cuadro B2b resume el impacto de la integración vertical unilateral de una isapre si todo lo demás permanece contante, es decir, antes de los ajustes al nuevo equilibrio. El principal resultado de la integración vertical es este: Resultado B.20. Al prestador verticalmente integrado le conviene inducir prestaciones si y sólo si (B.14) n t < c: La demostración es como sigue. La inducción le cuesta c al prestador integrado mientras que el copago del cotizante es ( ; n). Por lo tanto, le conviene inducir si y solo si ( ( ; n) c) = n n 1 (c t) c >0 o bien, reordenando, (c n t) > 0; n 1 de donde se deduce el resultado. Nótese que n > 1. Luego, si t = c al prestador integrado no le conviene inducir. Más generalmente, con topes altos al prestador integrado no le conviene inducir porque el copago de equilibrio es bajo. ¿Qué ocurre si la condición (B.14) no se cumple y al prestador integrado le conviene inducir? Nótese que si así fuera, el prestador integrado haría exactamente lo mismo que el independiente. Por lo tanto, no habría razón para integrarse verticalmente. Como ya se dijo, a veces se argumenta que a la isapre le conviene integrarse verticalmente para inducir prestaciones y recolectar el copago. Pero tal argumento es equivocado, porque si a la isapre le conviene inducir y comportarse igual que el prestador independiente, ¡entonces no le conviene integrarse verticalmente! 43 Resultado B.21. Si al prestador integrado le conviene inducir, entonces la integración vertical no tiene valor para la isapre. Las consecuencias de la integración vertical Con la sola diferencia de que ahora hay un margen entre precio y costo, el resto del análisis es similar al del caso competitivo. Si no es inducido, el cotizante paga ( ; n) menos; desde el punto de vista del cotizante, el ahorro es mayor que cuando los prestadores compiten, porque cuando la competencia es imperfecta la inducción lleva margen. La combinación isapre-prestador, por su parte, gana [c ( ; n)]. Por último, desde el punto de vista de la sociedad el ahorro es c = ( ; n) + (c ( ; n)), el mismo que cuando la competencia es perfecta. En resumen: Resultado B.22. La integración vertical es un remedio e…caz en contra de la inducción de prestaciones. Todo lo demás constante crea valor igual a c por prestación. Si el precio del plan y de las prestaciones permanece constante, la combinación isapre-prestador gana [c ( ; n)] y el cotizante gana ( ; n). ¿Qué efecto tiene la integración vertical sobre el equilibrio? De nuevo, la combinación isapre-prestador tiene costos más bajos. Una posibilidad es que el prestador le cobre a los cotizantes de su isapre por debajo de ( ; n) y con ello los atraiga desde los prestadores independientes o prestadores de otra isapre. Otra posibilidad es que aproveche sus menores costos cobrando menos por el plan. Por último, y como ya se dijo, quizás se podría pensar que el cotizante preferirá al prestador integrado porque su copago es menor (sin embargo, un paciente difícilmente se da cuenta cuando está siendo inducido y si así fuera, no sería capaz de comparar el costo de atenderse con un prestador verticalmente integrado y otro no relacionado) . Como sea, la isapre integrada gana una ventaja competitiva y, en la medida que isapres o prestadores compitan, le traspasará parte de los menores costos a los cotizantes. Y, es importante repetirlo, de nuevo esta ventaja de costos nada tiene de anticompetitiva. Integración vertical y doble margen Por último, conviene mencionar que si la competencia entre isapres fuese imperfecta, la combinación isapre-prestador tiene una virtud adicional, a saber que el integrado reduce la distorsión creada por el doble margen de prestador e isapre. Se puede demostrar que en ese caso a la combinación le conviene bajar el precio de la suma del plan y el copago, aun si aguas abajo le conviniese continuar induciendo5 2 . Nuevamente, la integración vertical es conveniente socialmente. Resultado B.23. Si la competencia entre isapres y entre prestadores es imperfecta, la integración vertical entre isapre y prestador elimina el doble margen. Prestadores preferentes y competencia imperfecta Cuando la competencia es imperfecta a una isapre puede convenirle contratar con prestadores preferentes para morigerar el poder de mercado. En efecto, si la isapre puede licitar el contrato con el prestador preferente, la competencia en precios podría ser más intensa que cuando cada cotizante elige individualmente a su prestador. En esta dimensión, los contratos con prestadores preferentes logran efectos similares a la integración vertical. Resultado B.24. Los contratos entre isapres y prestadores preferentes seguramente intensi…can la competencia en precios entre prestadores. 52 Véase Spengler (1950). 44 Cuadro 2.1 El sistema de isapres en 1991, 2001 y 2011 (en $ de diciembre de 2011) 1991 2001 2011 I Cotizantes Beneficiarios Beneficiarios/cotizante Número de isapres abiertas Número equivalente de isapres abiertas 965.312 2.337.676 2,4 20 7,8 1.320.299 1.488.589 3.003.167 2.878.204 2,3 1,9 13 6 6,5 4,9 II.1 Salario medio de cada cotizante ($/año) Cotización por cotizante Obligatoria Voluntaria 5.497.368 455.713 384.816 70.897 7.664.542 9.822.513 719.148 1.012.920 536.518 687.576 182.630 325.344 II.2 Cotizaciones totales (% del sueldo) Cotizaciones obligatorias Cotizaciones voluntarias III.1 III.2 Prestaciones por cotizante (unidades) Precio por prestación ($/unidad) Bonificación por prestación ($/unidad) % bonificación Licencias médicas por cotizante (unidades) Costo por licencia ($/licencia) III.3 Costo directo por cotizante ($/cotizante) Costo de bonificaciones por cotizante Costo de licencias por cotizante Otros costos operacionales IV.1 IV.2 Ingresos por cotizante ($/año) Costo directo por cotizante Margen de explotación Gastos de administración y ventas Margen operacional Margen de explotación/ingresos (%) Margen operacional/ingresos Margen de explotación/costo directo (%) Margen operacional/costos totales 8,3 7,0 1,3 9,4 7,0 2,4 24,2 17.072 11.438 67,0 31,9 20.010 13.564 67,8 0,76 108.770 0,69 162.095 41,2 25.025 16.550 66,1 0,59 262.757 369.397 278.824 82.543 8.030 616.079 489.585 111.582 14.912 877.437 717.576 154.537 5.324 480.854 369.397 111.458 95.938 15.520 737.676 616.079 121.597 117.591 4.006 23,2 3,2 30,2 3,3 16,5 0,5 19,7 0,5 10,3 7,0 3,3 1.039.756 877.437 162.319 124.748 37.571 15,6 3,6 18,5 3,7 Fuente: cálculos propios con datos de Superintendencia de Salud, Series estadísticas 1990‐2011. 45 Cuadro 2.2 El sistema de isapres en 1991, 2001 y 2011 (1991 = 100) I II III.1 III.2 III.3 IV.1 IV.2 Cotizantes Beneficiarios Beneficiarios/cotizante 2011 100 100 100 137 128 94 154 123 80 100 100 100 100 139 158 136 395 100 100 100 132 117 119 100 100 91 149 179 222 177 713 170 147 145 78 242 Costo directo por cotizante ($/cotizante) Costo de bonificaciones por cotizante Costo de licencias por cotizante Otros costos operacionales 100 100 100 100 167 176 135 186 238 257 187 66 100 100 100 153 167 123 100 100 76 72 Ingresos por cotizante ($/año) Costo directo por cotizante Gastos de administración y ventas Margen de explotación/ingreso operacional Margen de explotación/costo operacional 46 2001 Salario medio de cada cotizante ($/año) Cotización por cotizante Obligatoria Voluntaria Prestaciones por cotizante (unidades) Precio por prestación ($/unidad) Bonificación por prestación ($/unidad) Licencias médicas por cotizante (unidades) Costo por licencia ($/licencia) Fuente: Cuadro 1. 1991 216 238 130 71 66 Cuadro 2.3 Estructura de la industria de las isapres abiertas (en noviembre de 2012) (1) Cotizantes 402.870 Consalud S.A. 350.682 22,3 666.871 22,6 26.102 17,4 Cruz Blanca S.A. 325.779 20,7 608.004 20,6 32.772 21,9 Colmena Golden Cross 254.935 16,2 472.532 16,0 29.715 19,8 Masvida 223.758 14,2 424.874 14,4 19.968 13,3 Ferrosalud 12.547 0,8 16.363 0,6 367 0,2 100 4,9 2.944.384 100 4,9 149.980 100 4,8 NEF 1.570.571 Fuente: Isapres de Chile con datos de la Superintendencia de Salud 47 (3) Cotizaciones Banmédica y Vida Tres % (2) Beneficiarios 25,7 755.740 Total % % (millones de $) 25,7 41.057 27,4 Cuadro 2.4 Estructura de la industria de las isapres por región (en noviembre de 2012) (6) NEF XV 13.610 0,9 4,7 26.806 0,9 4,7 4,7 I 31.540 2,0 4,2 64.804 2,2 4,2 4,4 II 72.637 4,6 4,2 154.680 5,3 4,1 4,2 III 21.005 1,3 4,5 45.798 1,6 4,6 4,6 (1) Cotizantes (3) NEF (4) Beneficiarios (7) NEF cotizaciones 31.116 2,0 4,8 67.568 2,3 4,7 4,7 V 110.788 7,1 4,7 213.485 7,3 4,7 4,8 RM 948.242 60,4 4,4 1.737.661 59,0 4,4 4,3 VI 46.394 3,0 4,3 91.443 3,1 4,3 4,6 VII 40.155 2,6 4,8 75.070 2,5 4,8 4,7 VIII 111.097 7,1 3,9 208.540 7,1 3,9 4,0 IX 44.573 2,8 4,8 80.544 2,7 4,8 4,9 XIV 19.370 1,2 4,3 34.880 1,2 4,2 4,5 X 57.668 3,7 4,4 103.401 3,5 4,3 4,6 XI 5.603 0,4 4,4 10.526 0,4 4,5 4,6 XII 16.773 1,1 4,5 29.178 1,0 4,4 4,6 100,0 4,9 2.944.384 100,0 4,9 4,8 Total 1.570.571 Fuente: Isapres de Chile con datos de la Superintendencia de Salud 48 (5) (%) IV (2) (%) Cuadro 2.5 Distribución de tamaños de clínicas y hospitales Máximo 90% 75% Mediana 25% 10% Mínimo Media DE Camas n (1) Clínicas privadas 553 172 88 45 27 15 10 77,6 94,3 6.600 85 (2) Hospitales públicos (3) Mutuales 909 417 180 70 33 17 6 205 87 32 24 14 12 10 590 495 342 209 56 17 18 146,7 176,4 35,3 41,2 211,7 171,2 26.844 183 952 27 2.964 14 Fuente: Isapres de Chile 49 (4) Institucionales Máximo 90% 75% Mediana 25% 10% Mínimo Media DE Camas n Cuadro 2.6 Estructura de la industria de las clínicas Arica Iquique Antofagasta Calama Copiapó La Serena Los Andes San Antonio Viña y Valparaíso Quilpué La Calera Santiago Rancagua Talca Curicó Los Ángeles Chillán Concepción Temuco Valdivia Osorno Puerto Montt Punta Arenas Total (1) Camas (2) Clínicas (3) Camas por clínica (4) NEF (5) Camas por NEF (6) # clínicas integradas (7) (8) # clínicas Camas integradas integrados ≥ 50% (9) Camas integrados ≥ 50% (10) Share integrados 109 99 238 76 75 3 2 4 2 2 36 50 60 38 38 2,2 1,8 2,2 2,0 1,6 49,5 55,0 108,2 38,0 46,9 1 1 2 1 1 1 1 1 1 ‐ 44 20 20 479 40 27 3.835 247 53 23 1 1 2 8 1 1 33 4 2 1 44 20 10 60 40 27 116 62 27 23 1,0 1,0 2,0 5,5 1,0 1,0 8,7 3,0 2,0 1,0 44,0 20,0 10,0 87,1 40,0 27,0 440,8 82,3 26,5 23,0 1 ‐ ‐ 4 ‐ ‐ 7 3 1 1 60 56 506 195 61 60 217 60 2 2 5 3 1 1 3 1 30 28 101 65 61 60 72 60 1,6 1,7 3,3 2,0 1,0 1,0 2,9 1,0 37,5 32,9 153,3 97,5 61,0 60,0 74,8 60,0 6.600 85 78 65 67 200 42 55 65 67 150 42 ‐ ‐ ‐ ‐ 2 ‐ ‐ 7 ‐ ‐ ‐ 44 ‐ ‐ 308 ‐ ‐ 1.289 222 29 23 ‐ ‐ ‐ 187 ‐ ‐ 1.289 ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ 3 1 ‐ ‐ 2 1 ‐ 1 2 ‐ ‐ ‐ 1 ‐ ‐ 40 244 59 ‐ ‐ 132 60 ‐ 40 146 ‐ ‐ ‐ 75 ‐ 30 17 2.879 2.061 50 (11) Share integrados ≥ 50% 59,6 67,7 84,0 55,3 73,3 100,0 ‐ ‐ 64,3 ‐ ‐ 33,6 89,9 54,7 100,0 ‐ 71,4 48,2 30,3 ‐ ‐ 60,8 100,0 47,7 59,6 67,7 63,0 55,3 ‐ ‐ ‐ ‐ 39,0 ‐ ‐ 33,6 ‐ ‐ ‐ ‐ 71,4 15,8 ‐ ‐ ‐ 34,6 ‐ 31,2 Arica Iquique Antofagasta Calama Copiapó La Serena Los Andes San Antonio Viña y Valparaíso Quilpué La Calera Santiago Rancagua Talca Curicó Los Ángeles Chillán Concepción Temuco Valdivia Osorno Puerto Montt Punta Arenas Total Cuadro 2.7 Participación de isapres en clínicas (en 2012) Holding Ciudad Cruz Blanca Consalud Banmédica Colmena Arica Antofagasta Viña del Mar Iquique Antofagasta Copiapó La Serena Valparaíso Viña del Mar Santiago Santiago Santiago Rancagua Curicó Talca Chillán Concepción Temuco Puerto Montt Punta Arenas Viña ‐ Valparaíso Santiago Santiago Santiago Concepción Santiago Clínica San José Clínica Antofagasta Clínica Reñaca Clínica Iquique Clínica La Portada Clínica Atacama Clínica Elqui Clínica Valparaíso Hospital Clínico Viña de Mar Clínica Tabancura Clínica Bicentenario Clínica Avansalud Clínica Integral Clínica Curicó Clínica Lircay Clínica Chillán Hospital Clínico del Sur Hospital Clínico Universidad Mayor Clínica Puerto Montt Clínica Magallanes Clínica Ciudad del Mar Clínica Santa María Clínica Dávila Clínica Vespucio Clínica Bío Bío Clínica UC San Carlos 51 Propiedad Clínica 68,9% 84,4% 83,0% 52,1% 20,2% 20,4% 32,7% 39,3% 12,7% 99,9% 99,9% 99,9% 25,0% 38,7% 37,0% 17,2% 32,8% 27,6% 37,4% 27,3% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 50,0% Cuadro 2.7 Participación de isapres en clínicas (continuación) Holding Más Vida Ciudad Clínica Calama Santiago Rancagua Chillán Concepción Puerto Montt Punta Arenas Clínica El Loa Clínica Las Lilas Clínica Isamédica Clínica Chillán Clínica Universitaria Clínica Los Andes Clínica Magallanes Fuente: Información provista por los holdings propietarios de las isapres 52 Propiedad 74,4% 60,0% 25,0% 50,8% 76,0% 53,9% 13,2% Cuadro 2.8 Participación de isapres en centros médicos Holding Ciudad Centro médico Cruz Blanca La Serena Integramédica Santiago Integramédica Concepción Integramédica Consalud Arica Megasalud Iquique Megasalud Calama Megasalud Antofagasta Megasalud Copiapó Centro Médico Atacama La Serena Megasalud Coquimbo Megasalud Quilpué Megasalud Valparaiso Megasalud Viña del Mar Megasalud Santiago Megasalud Rancagua Megasalud Talca Megasalud Chillán Megasalud Concepción Megasalud Los Ángeles Megasalud Temuco Megasalud Valdivia Megasalud Osorno Megasalud Puerto Montt Megasalud Punta Arenas Megasalud Banmédica Santiago Vidaintegra Colmena Santiago Dial Médica Más Vida No tiene Fuente: Información provista por los holdings propietarios de las Isapres 53 Cuadro 3.1 Bonificaciones de las isapres por tipo de prestador1 (en %, en 2012) (1) Promedio simple (2) Promedio ponderado2 (3) Mínimo (4) Mediana Prestador relacionado 23,1 23,7 6,1 26,5 35,7 Otros prestadores privados 73,8 73,0 56,6 70,5 93,0 Hospitales públicos 3,1 3,4 0,2 3,0 8,3 100 100 (5) Máximo Total Fuente: Información proporcionada por las isapres Notas: (1) Incluye información de cinco isapres que representan un 85% de los beneficiarios; (2) Promedio ponderado por la participación de cada isapre en el número total de beneficiarios. 54 Cuadro 3.2 Fuentes de ingreso de las clínicas verticalmente integradas (en %, en 2012) (1) Promedio simple (2) Promedio ponderado1 (3) Mínimo (4) Mediana Isapre relacionada 36,6 37,2 21,3 41,9 53,5 Otras isapres 30,9 30,9 23,8 33,0 37,4 Fonasa 20,8 20,8 4,1 21,8 32,0 Otros 11,7 11,1 3,7 12,6 19,6 100 100 (5) Máximo Nota: (1) Promedio ponderado por la participación de cada isapre en el número total de beneficiarios. Fuente: Información recabada con las isapres. 55 Cuadro 4.1 Precio relativo de prestaciones en prestadores no integrados1 (precio en prestador integrado = 100) Prestación Prestador no relacionado Perfil bioquímico 129 Perfil lipídico 139 Hemograma 146 Tiroestimulante (tsh), hormona (adulto, niño o recién nacido) 143 Urocultivo, recuento de colonias y antibiograma 150 Tórax (frontal y lateral) (incluye fluoroscopia) 135 Ecotomografía abdominal 130 Mamografía bilateral (4 exposiciones) 136 Cerebro (30 cortes de 8 a 10 mm) 132 Ecotomografía ginecológica, pelviana femenina u obstétrica 142 Resonancia nuclear magnética abdomen y pelvis 127 Gastroduodenoscopía (incluye esofagoscopia). 112 Ultrasonido (proc.aut.) 121 Ecocardiograma doppler color 114 Densitometría ósea a fotón doble, columna y cadera 145 Reducación motriz 170 Mínimo 112 25% 128 Mediana 136 75% 145 Máximo 170 Fuente: Información recabada con las isapres. Nota: (1) Entre los exámenes de laboratorios clínicos, los exámenes de imagen y los procedimientos de apoyo clínico seleccionamos las cinco prestaciones de mayor costo para las isapres. Además, incluimos la resonancia nuclear magnética, una prestación frecuente y cara. 56 Cuadro B1 Notación Demanda DM PM Demanda por prestaciones médicamente necesarias Demanda inversa por prestaciones médicamente necesarias Elasticidad de la demanda por prestaciones Fracción de prestaciones inducidas Demanda por prestaciones η γ ∈[0,1] D = D M / (1 − γ ) P = P M / (1 − γ ) q Oferta c p δ ∈[0,1] Demanda inversa por prestaciones Cantidad demandada de prestaciones Costo de una prestación Precio de lista de una prestación Fracción del copago nominal que paga el beneficiario Descuento sobre el copago nominal que recibe el beneficiario Precio efectivo de una prestación Precio de una prestación en competencia perfecta Precio de una prestación con n prestadores y elasticidad de la demanda igual a η Número de prestadores Precio del plan por prestación Tasa de copago nominal Copago efectivo Copago efectivo en competencia perfecta Copago efectivo en competencia imperfecta Tope del plan (1 − δ ) ∈ [0,1] ρ ρ (∞ ) ρ (η , n) n Planes π λ ∈ [0,1] θ ∈[0,1] θ (∞ ) θ (η , n) t 57 Cuadro B2a Las consecuencias de la integración vertical con prestadores competitivos Isapre Cotización (1) Sin integración vertical (2) Con integración vertical Isapre π =t π =t t (1 − γ )t Resultado π −t = 0 π − (1 − γ )t = γ t Prestador Bonificación Bonificación Resultado Prestador ρ (∞ ) = c ρ (∞ ) = c Precio Ingreso δ p + (1 − δ )t = c (1 − γ )[δ p + (1 − δ )t ] = (1 − γ )c Ingreso c (1 − γ )c Resultado 0 0 Beneficiario Cotización Costo Resultado Beneficiario π =t π =t Cotización Copago c − t = θ (∞ ) (1 − γ )(c − t ) = θ (∞ ) Copago Pago total t + (c − t ) = c [t + (c − t )] − γ (c − t ) = c − γ (c − t ) Pago total Cambio del beneficio γt γ (c − t ) γ t + γ (c − t ) = γ c Isapre Cotizante Excedente social 58 Ingreso Precio Costo Cuadro B2b Las consecuencias de la integración vertical con prestadores imperfectamente competitivos Isapre (1) Sin integración vertical Resultado π −t = 0 Prestador Ingreso Costo Resultado Beneficiario Cotización Copago Pago total π =t (1 − γ )t t Bonificación ρ (η , n) = π − (1 − γ )t = γ t ηn (c − t ) + t ηn −1 ρ (η , n) = Bonificación Resultado ηn (c − t ) + t ηn −1 Precio δ p + (1 − δ )t = ρ (η , n) (1 − γ )[δ p + (1 − δ )t ] = (1 − γ ) ρ (η , n) Ingreso c (1 − γ )c Costo ρ (η , n) − c (1 − γ )[ ρ (η , n) − c ] Resultado Beneficiario π =t π =t ρ (η , n) − t = θ (η , n) (1 − γ )( ρ (η , n) − t ) = θ (η , n) t + [ ρ (η , n) − t ] = ρ (η , n) [t + ( ρ (η , n) − t )] − γ ( ρ (η , n) − t ) = ρ (η , n) − γ ( ρ (η , n) − t ) γ (c − θ (η , n)) γθ (η , n) γθ (η , n) + γ (c − θ (η , n)) = γ c Cotización Copago Pago total Cambio del beneficio Isapre Cotizante Excedente social 59 Cotización Prestador Isapre π = t Cotización Precio (2) Con integración vertical Cuadro C1 Estructura de la industria de las clínicas en las ciudades de Chile1 (1) Camas (2) % 10 34 65 109 9,2% 31,2% 59,6% 100,0% 67 32 99 67,7% 32,3% 100,0% (3) ¿Verticalmente integrada? No No Si 59,6% Si No 67,7% 27 150 50 11 238 11,3% 63,0% 21,0% 4,6% 100,0% No Si Si No 84,0% 2,2 34 42 76 44,7% 55,3% 100,0% No Si 55,3% 2,0 55 20 75 73,3% 26,7% 100,0% Si No 73,3% 1,6 44 100,0% Sí 1,0 20 100,0% No 1,0 10 10 20 50,0% 50,0% 100% No No 0,0% 2,0 Arica Iquique Antofagasta Calama Copiapó La Serena Los Andes San Antonio Clínica Lautaro Clínica Mutual Plus Clínica San José Total Clínica Iquique Clínica Tarapacá Total Clínica de la Mujer Clínica Antofagasta Clínica Portada Clínica del Norte Total Clínica Calama Clínica El Loa Total Clínica Atacama Clínica Médica Copiapó Total Clínica Elqui Clínica Rio Blanco Clínica San Antonio Clínica San Julián Total 60 (4) NEF 2,2 1,8 Cuadro C1 Estructura de la industria de las clínicas en las ciudades de Chile1 (continuación) (1) Camas (2) % Hospital de Niños de Viña del Mar Hospital Clínico de Viña del Mar Clínica Ciudad del Mar Clínica Reñaca Clínica Miraflores Sanatorio Marítimo San Juan de Dios Corporación Hospital Alemán Clínica Valparaíso Total 50 77 61 126 26 50 45 44 479 Clínica Los Carrera (4) NEF 10,4% 16,1% 12,7% 26,3% 5,4% 10,4% 9,4% 9,2% 100,0% (3) Verticalmente Integrada No Si Si Si No No No Si 64,3% 40 100,0% No 1,0 Clínicas Los Leones 27 100,0% No 1,0 Hospital Clínico FUSAT Clínica Isamédica Clínica Las Dalias Clínica de Salud Integral Total 120 40 25 62 247 48,6% 16,2% 10,1% 25,1% 100,0% Si Si No Si 89,9% 3,0 23 24 29 76 30,3% 31,6% 38,2% 100,0% Si No Si 68,4% 3,0 44 16 60 73,3% 26,7% 100,0% No No 0,0% 1,6 Viña y Valparaíso Quilpué 6,5 La Calera Rancagua Constitución Los Ángeles Clínica Regional Curicó Clínica del Maule Clínica Lircay Total Clínica Los Andes Clínica Adventista Los Angeles Total 61 Cuadro C1 Estructura de la industria de las clínicas en las ciudades de Chile1 (continuación) (1) Camas (2) % 553 245 80 16,3% 7,2% 2,4% 91 100 120 2,7% 2,9% 3,5% 105 106 3,1% 3,1% 24 32 12 48 40 32 105 10 41 120 256 347 29 32 13 18 350 60 100 44 20 0,7% 0,9% 0,4% 1,4% 1,2% 0,9% 3,1% 0,3% 1,2% 3,5% 7,5% 10,2% 0,9% 0,9% 0,4% 0,5% 10,3% 1,8% 2,9% 1,3% 0,6% (3) Verticalmente integrada Si Si Si Si Si Si No No No No No No No No No No No No No No No No No No No Si Si No No Santiago Clínica Dávila Clínica Santa María Clínica Vespucio Clínica Bicentenario Clínica Avansalud Clínica Tabancura Clínica Universidad Católica Clínica U.C. San Carlos Clínica Maitenes Clínica Juan Pablo II Clínica ASTRA Clínica Central Clínica Sierra Bella Clínica Maternidad Las Violetas Clínica Hospital del Profesor Clínica San Javier (Traumatología) Maternidad Presbiteriana Clínica Los Coihues Clínica Las Condes Clínica Alemana Clínica Cordillera Clínica Colonial Clínica Miguel de Servet Clínica Sara Moncada de Arias Clínica Indisa Fundación López Perez Clínica Las Lilas Clínica Las Nieves Fundación Oftalmológica Los Andes 62 (4) NEF 8,7 Cuadro C1 Estructura de la industria de las clínicas en las ciudades de Chile1 (continuación) (1) Camas (2) % 40 16 56 71,4% 28,6% 100,0% (3) Verticalmente Integrada Si No 71,4% 66 22 98 240 80 506 13,0% 4,3% 19,4% 47,4% 15,8% 100,0% Si No Si No Si 48,2% 3,3 59 10 126 195 30,3% 5,1% 64,6% 100,0% Si No No 30,3% 2,0 61 61 100,0% 100,0% No 0,0% 1,0 61 61 100,0% 100,0% No 0,0% 1,0 75 85 57 217 34,6% 39,2% 26,3% 100,0% Si No Si 60,8% 2,9 60 60 100,0% 100,0% Si 100,0% 1,0 Chillán Concepción Temuco Valdivia Osorno Puerto Montt y Puerto Varas Punta Arenas Clínica Los Andes Clínica Las Amapolas Total Clínica Bío Bío Clínica y Maternidad Lincoyán Hospital Clínico del Sur Sanatorio Alemán Clínica Universitaria de Concepción Total Hospital Clínico Universidad Mayor Clínica Médica San José Clínica Alemana Temuco Total Clínica Alemana Valdivia Total Clínica Alemana Osorno Total Clínica Los Andes Clínica Alemana de Puerto Varas Clínica Puerto Montt Total Clínica Magallanes Total Fuente: Elaboración de los autores con datos provistos por Isapres de Chile con información de la Asociación de Clínicas y Prestadores de Salud A.G. (1) Incluye sólo clínicas privadas que no sean mutuales, centros geriátricos, clínicas siquiátricas o clínicas institucionales. 63 (4) NEF 1,7 Figura 2.1 Cotizantes, beneficiarios, isapres y prestadores Cotizantes y beneficiarios Cotización Copag Bonificación Isapre Prestador Relación Tamaño medio de las clínicas Figura 2.2a Tamaño del mercado y tamaño medio de las clínicas (con Santiago) 120 120 110 110 100 100 90 90 80 80 70 70 60 60 50 50 40 40 30 30 20 20 10 10 0 0 250 500 0 750 1000 1250 1500 1750 2000 2250 2500 2750 3000 3250 3500 3750 4000 Número de camas en la ciudad Tamaño medio de las clínicas Figura 2.2b Tamaño del mercado y tamaño medio de las clínicas (sin Santiago) 120 120 110 110 100 100 90 90 80 80 70 70 60 60 50 50 40 40 30 30 20 20 10 10 0 0 0 50 100 150 200 250 300 350 Número de camas en la ciudad 400 450 500 Figura 2.3a Tamaño del mercado y número de clínicas 34 34 31 Número de clínicas 31 28 28 25 25 22 22 19 19 16 16 13 13 10 10 7 7 4 4 1 0 250 500 1 750 1000 1250 1500 1750 2000 2250 2500 2750 3000 3250 3500 3750 4000 Número de camas en la ciudad Número de clínicas Figura 2.3b Tamaño del mercado y número de clínicas (sin Santiago) 8 8 7 7 6 6 5 5 4 4 3 3 2 2 1 1 0 50 100 150 200 250 300 350 Número de camas en la ciudad 400 450 500 Número equivalente de firmas Figura 2.4a Clínicas: tamaño del mercado y estructura (con Santiago) 9,0 9,0 8,5 8,5 8,0 8,0 7,5 7,5 7,0 7,0 6,5 6,5 6,0 6,0 5,5 5,5 5,0 5,0 4,5 4,5 4,0 4,0 3,5 3,5 3,0 3,0 2,5 2,5 2,0 2,0 1,5 1,5 1,0 0 250 500 1,0 750 1.000 1.250 1.500 1.750 2.000 2.250 2.500 2.750 3.000 3.250 3.500 3.750 4.000 Número de camas en la ciudad Número equivalente de firmas Figura 2.4b Clínicas: tamaño del mercado y estructura (sin Santiago) 5,5 5,5 5,0 5,0 4,5 4,5 4,0 4,0 3,5 3,5 3,0 3,0 2,5 2,5 2,0 2,0 1,5 1,5 1,0 1,0 0 50 100 150 200 250 300 Número de camas en la ciudad 350 400 450 500 9,0 9,0 8,5 8,5 8,0 8,0 7,5 7,5 7,0 7,0 6,5 6,5 6,0 6,0 5,5 5,5 5,0 5,0 4,5 4,5 4,0 4,0 3,5 3,5 3,0 3,0 2,5 2,5 2,0 2,0 1,5 1,5 1,0 1,0 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 Participación de las clínicas verticalmente integradas en el total de camas 100 Número equivalente de firmas Número equivalente de firmas Figura 3.1 a Clínicas: integración vertical y estructura (con alguna participación de la isapre) 9,0 9,0 8,5 8,5 8,0 8,0 7,5 7,5 7,0 7,0 6,5 6,5 6,0 6,0 5,5 5,5 5,0 5,0 4,5 4,5 4,0 4,0 3,5 3,5 3,0 3,0 2,5 2,5 2,0 2,0 1,5 1,5 1,0 1,0 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 Participación de las clínicas verticalmente integradas en el total de camas 100 Número equivalente de firmas Número equivalente de firmas Figura 3.1b Clínicas: integración vertical y estructura (con participaciónde la isapre ≥ 50%)
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