Perfil de Impacto de la Salud Oral (OHIP-14) en pacientes de la Clínica U Dental, con base en los obstáculos según la edad Krissia Blanco Rodríguez, Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología Diciembre del 2013. Resumen: El presente trabajo está relacionado con las diferentes enfermedades que repercuten en la calidad de vida de las personas, trayendo consigo obstáculos o limitaciones para que se puedan desenvolver de la mejor manera en las actividades que realizan rutinariamente. Entre otros, algunos de estos obstáculos son la forma de hablar, desenvolvimiento social y problemas para masticar o comer. La información del presente trabajo se obtuvo por medio de dos encuestas en las que se aplicó el instrumento OHIP-14, para llevar a cabo un estudio cuantitativo. Se aplicó una primera encuesta a un total de 148 personas en la semana 3 y la segunda encuesta se realizó con un total de 138 personas en semana 9 del tercer cuatrimestre del 2013, en la U Dental, Clínica de ULACIT. La variable para realizar dicho análisis de resultados se basa en la edad y la dimensión del OHIP-14 sobre obstáculos. Palabras claves: OHIP-14, obstáculos, edad, calidad de vida Abstract: This work is related to the different diseases, which affect the quality of life of individuals, bringing obstacles or limitations where people can not develop in the best way in their activities routinely. Some of these obstacles are the way they talk, social development, chewing or eating problems. The information obtained from this study, was conducted through OHIP-14, where surveys were conducted over a given period, making a quantitative study. The variable to perform the analysis of results, is based on the age and size of the OHIP-14, denominating obstacles. First survey was applied to a total of 138 people in week 3 and the second survey was applied to a total of 148 people in week 9 of III-CO 2013, in U Dental, ULACIT Clinic. Keywords: OHIP-14, obstacles, age, quality of life. Krissia Blanco Rodríguez, ULACIT,[email protected] Introducción En la actualidad, tanto niños como adultos sufren problemas bucodentales, los cuales traen consigo afectaciones psicológicas, sociales y en la salud general de la personas. Desde hace varias décadas se han venido realizado estudios, con el fin de determinar el impacto negativo de los tratamientos odontológicos en los pacientes, tanto en niños, como en jóvenes o adultos mayores. Las medidas obtenidas por medio del instrumento Perfil de Impacto de la Salud Oral Oral (OHIP, por sus siglas en inglés de Health Impact Profile) permiten que los profesionales tengan una mayor percepción sobre los impactos negativos que producen los tratamientos en los pacientes. La primera versión de este instrumento constaba de 49 preguntas, y fue creado en 1994 por Slade and Spenser para determinar el impacto negativo en los pacientes a causa de los tratamientos dentales. Posteriormente se creó una segunda versión del cuestionario con 14 preguntas, conocido como el OHIP-14, el cual posee diferentes dimensiones que ayudan a evaluar la condición en la que las personas se encuentran con respecto al impacto que provocan diferentes enfermedades o tratamientos que se les hayan realizado. Las alteraciones que presentan las personas muchas veces están relacionadas con el entorno en que viven o con factores sociales, culturales o enfermedades sistémicas. Estos factores hacen que los pacientes se vean afectados cuando hablan, comen y se relacionan con otras personas, dando como resultado un impacto en su calidad de vida. Cada paciente presenta diferentes necesidades, que deben satisfacerse. Cuando se realiza algún tratamiento, no hay que causar un efecto negativo en los pacientes, ya que las consecuencias a causa de las alteraciones que se produjeron por enfermedades en la cavidad oral, son determinantes en las personas y perjudican su calidad de vida. Existen diferentes grupos etarios, entre los cuales se encuentra el adulto joven, el cual padece de diferentes enfermedades; este rango abarca de los 41 a los 50 años de edad. En estos años se dan diferentes alteraciones, tanto fisiológicas como de las estructuras y funciones orales. No solo se dan cambios en la cavidad oral, sino también en otras partes del cuerpo; sin embargo algunas enfermedades se ven reflejadas en la cavidad oral, ya que causan alteraciones. Los cambios que se producen y que pueden crear un impacto son los cambios de coloración; atrición; alteración del periodonto; pérdida de elasticidad en la mucosa; cambios vasculares; fibrosis; huesos con osteoporosis; alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM); y pérdida de la función en el sistema estomatognático, como la masticación, deglución, gusto e hidratación. La atención de los pacientes determina si el paciente queda satisfecho con el tratamiento o si este simplemente causa efectos negativos que le perjudican. La enfermedad periodontal o gingivitis es muy frecuente en los adultos jóvenes y se debe a diferentes factores. Muchas veces esta enfermedad causa que las piezas dentales se pierdan y tengan que ser sustituidas por prótesis fijas o removibles. Algunos casos no son rehabilitados de la mejor manera, por lo que el paciente se ve afectado en su calidad de vida, ya que la mayoría de pacientes no tiene la capacidad económica para poder utilizar prótesis fija o implantes. Las malas condiciones de vida, la alimentación inadecuada, el estrés, el consumo de fármacos, falta de higiene y accidentes son factores que causan graves riesgos en la salud física y mental de una persona, es por esto que cada vez que se rehabilite un adulto joven, las expectativas son altas, por lo que la rehabilitación se debe realizar de la mejor manera, para no crear impactos sociales, físicos y psicológicos negativos en los pacientes. El tratamiento exitoso requiere que el enfoque sea ético, humanístico, una relación íntima y personal entre odontólogo y paciente, con el fin de enfrentar y entender las necesidades, ansiedades, temores y miedos de los pacientes. Se requiere tiempo y dedicación para crear el mínimo impacto en la calidad de vida. Revisión bibliográfica En las últimas décadas, se han diseñado varios instrumentos para evaluar el efecto negativo que provocan las enfermedades bucodentales sobre la calidad de vida de las personas. Se refiere que desde 1970, estos instrumentos tienen como función determinar si el tratamiento estomatológico tiene éxito o si causa insatisfacción en los pacientes causando algún impacto en su vida (Castrejón, Borges e Irigoyen, 2010). El Perfil de Impacto de la Salud Oral (OHIP, por sus siglas en inglés de Oral Health Impact Profile), se define como una de las medidas más completas y subjetivas con respecto a la salud bucodental. Se complementa por un marco teórico relacionado con un modelo de salud oral, basado en el deterioro o la enfermedad que pueden conducir a limitaciones físicas, funcionales o psicológicas. Se divide en 7 dimensiones: limitación de la función, dolor físico, malestar psicológico, incapacidad física, incapacidad social, incapacidad psicológica y obstáculos (Kuo, 2011). Esta herramienta está integrada por 49 ítems y fue creada en 1994 por Slade and Spenser, para medir la frecuencia y la gravedad de los problemas que una persona pueda tener en su cavidad oral. El OHIP ha sido utilizado por décadas para la elaboración de estudios epidemiológicos, con excelentes resultados en estudios de cohortes y ensayos clínicos, con el fin de ofrecer diferentes intervenciones en algún tratamiento específico. En muchos de los estudios que se realizan no se utilizan los 49 ítems, sino que se usa una forma más corta del OHIP, el OHIP-14, desarrollado para la utilización de modelos de regresión y el análisis de factores (Wong, Cheung y McGrath, 2007). Las respuestas se basan en la siguiente escala codificada: 0 = Nunca, 1 = Casi nunca, 2 = A veces, 3 = A menudo, y 4 = Casi siempre. Cuanto mayor sea el valor asignado por el paciente, es peor la percepción del impacto (Leão, Moysés y Moysés, 2013). El OHIP-14 se utiliza en diferentes países y está considerado como uno de los más avanzados y completos hasta la actualidad. El objetivo principal es medir el efecto de los trastornos bucodentales en la vida diaria de las personas, que han tenido experiencias dañinas en el consultorio dental. El OHIP se basa en la autoinformación de la disfunción e incomodidad, causados por trastornos o enfermedades que traen consecuencias funcionales y psicológicas. Este instrumento no evalúa efectos positivos, por lo que todos los resultados se van a referir a los efectos negativos que causan problemas en la cavidad oral (Castrejón et al., 2010). Por otra parte, el OHIP-14 sirve para evaluar la frecuencia con que una persona experimenta dificultades para cumplir determinadas funciones o actividades cotidianas, debido a los trastornos que presenta en su cavidad oral. Este tipo de instrumentos se deben adaptar a las diferentes culturas, con el fin de demostrar que los resultados son válidos en esa población (Castrejón et al., 2010). El OHIP permite observar la relación existente entre la salud oral y lo social, pues se conoce que la salud oral es uno de los factores más desfavorables en los pacientes con bajo nivel socioeconómico. La caries y la enfermedad periodontal hacen que los pacientes no tengan una calidad de salud oral favorable (Leão et al., 2013). Todos los pacientes tienen diferentes expectativas con respecto al tratamiento que se les va a realizar, independientemente de la edad que tengan, por lo que la salud bucal es unos de los componentes más fundamentales y se define como “bienestar físico, psicológico y social en relación con el estado dental, así como la vinculación con los tejidos duros y blandos de la cavidad oral” (De la Fuente, 2010). Es muy importante enfocarse en las funciones vitales de un ser humano, como la alimentación, comunicación, el afecto y la sexualidad; así como en los aspectos fisiológicos, psicológicos y sociales (De la Fuente, Sumano- Moreno, Sifuentes-Valenzuela y Zelocuatecatl-Aguilar, 2010). Entre las principales enfermedades citadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), están la caries dental y las enfermedades periodontales. Otras patologías como las anomalías craneofaciales y maloclusiones tienen una frecuencia media. Entre las enfermedades con frecuencias más variables están el cáncer oral, la flúorosis dental y los traumatismos maxilofaciales. Sin embargo, la caries dental es la tercera patología a nivel mundial que afecta a los países desarrollados en un 95 %. La calidad de vida de las personas se ve afectada por estas enfermedades. En el año 1991, la OMS definió calidad de vida como “la percepción personal de un individuo de su situación de vida, dentro del contexto sociocultural y de valores en que vive, en relación son sus objetivos, expectativas, valores e intereses”(De la Fuente, 2010). En este contexto, cabe resaltar la importancia de conocer la calidad de vida de cada individuo, así como los factores que influyen tanto de forma positiva como negativa (De la Fuente et al., 2010). Por medio del instrumento OHIP, es posible evaluar las diferentes dimensiones de cada individuo de acuerdo con el impacto que ha tenido en su vida, por los cambios que se han dado en su cavidad oral (De la Fuente et al., 2010). La salud dental no solo tiene impacto en la odontología, sino que también afecta la parte psicológica y emocional del paciente, tal como se ha visto en la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, donde un 37 % de las personas mayores de 15 años señalan que su salud dental afecta siempre o casi siempre su calidad de vida (Gattini, Galilea, Larenas y Meller, 2012). La salud bucal es fundamental para que una persona tenga una buena calidad de vida (CV). Todo individuo tiene el derecho de hablar adecuadamente, masticar, sonreír, hablar sin dificultades, vivir sin dolores e incomodidad y relacionarse con su entorno sin ningún problema. Es por esto que a lo largo de dos décadas, se han realizado diferentes estudios o investigaciones, donde se da a conocer el indicador conocido como la Calidad de Vida Relacionada a la Salud Bucal (CVRSB). Por medio de estas investigaciones, se puede observar la urgencia que hay del buen manejo clínico y práctico durante el tratamiento odontológico de un paciente, para no crear un impacto que conlleve a alteraciones psicológicas a largo o corto plazos (Abanto, Bönecker y Raggio, 2010). Los problemas bucales causados por enfermedades se dan en los pacientes de cualquier edad, y afectan su salud oral o calidad de vida, trayendo consigo problemas en el crecimiento, disfrute de la vida, forma de hablar, forma de masticar, degustación de los alimentos y desenvolvimiento social, tanto en niños, como en jóvenes, adultos y adultos mayores. Según la OMS, las enfermedades bucales causan dolor, sufrimiento, limitaciones psicológicas y problemas sociales, lo que lleva a problemas en el desenvolvimiento social (Piovesan, 2009). Según Feitosa, Colares y Pinkham (2005), la enfermedad que más afecta a los niños es la caries dental, y provoca deterioro en su cavidad oral, como problemas para masticar, disminución del apetito, pérdida de peso, problemas de sueño, cambios en el comportamiento y bajo rendimiento escolar. En algunos casos, los familiares de los niños también se ven afectados, ya que se sienten culpables por los problemas bucodentales de sus hijos. Muchos de los casos en los niños se dan por falta de conocimiento y educación de los padres (Feitosa et al., 2005). En el caso de los lactantes y los niños pequeños, la pérdida de las piezas dentales dificulta la alimentación, mientras que en los adolescentes se ve perjudicada la estética. La preocupación más común de los adultos mayores es la masticación, hablar o comer, estos obstáculos o limitaciones afectan su calidad de vida y el desempeño de sus actividades diarias. Muchas de estas limitaciones están vinculadas con el uso de tabaco, tanto en fumadores como en no fumadores, y también en el consumo del alcohol (Jain, M. & col. (2013). La salud bucal de los jóvenes y adultos mayores se ve afectada por la higiene dental, enfermedades o características de las personas y del ambiente en que se desenvuelvan, con el consecuente deterioro del sistema estomatognático. La incapacidad de las personas de tener una buena higiene oral hace que los actos mecánicos como el cepillado no se den de una buena forma y que cause resultados indeseables. Las enfermedades más comunes en las personas mayores es la caries dental, enfermedad periodontal e infecciones orales como candida albicans (Bianco y Rubo, 2012). En todos los pacientes, ya sean jóvenes o adultos, el plan de tratamiento ante diferentes alteraciones en la cavidad oral tiene que ser eficaces, para no tener más impactos de los que el paciente poseía en la cavidad oral. El uso de una fluoración, uso de antimicrobianos y una buena técnica de cepillado puede ayudarles a combatir tanto las enfermedades, como los problemas sociales y psicológicos que estas puedan causarles. Los adultos mayores poseen una tasa mayor con respecto a la aparición de lesiones de los tejidos blandos, problemas de adaptación, estéticos y psicológicos, ya que esta población es más propensa a usar aparatos protésicos fijos o removibles (Bianco y Rubo, 2012). Las lesiones en los adultos son producidas por la poca elasticidad que poseen en la mucosa, por lo que son más propensos a daños irritantes. Otros factores son las enfermedades sistémicas que el paciente padezca, ya sea por la administración de fármacos, diabetes o leucemia. Para el manejo de estos pacientes ─ya sean niños o adultos mayores─ el trato y el plan de tratamiento debe considerar la personalidad del encargado del niño, al adolescente o al adulto, para que al final del tratamiento, no se dé un impacto mayor y el tratamiento tenga mejores efectos que los esperados por el paciente (Bianco y Rubo, 2012). El período de desarrollo de las personas, desde la infancia y la pubertad, se asocia con deficiencias físicas y de crecimiento, lo que implica un mayor riesgo en la vida adulta de padecer depresión. Se ha determinado que la caries dental, el sangrado gingival, las lesiones traumáticas, factores socioeconómicos, la estructura familiar, el apoyo de los padres y la disciplina son factores determinantes para poder evaluar si una persona va a tener un impacto futuro en su cavidad oral. Según los resultados de este estudio, que la estructura familiar está relacionada con enfermedades como sangrado gingival; y la disciplina y el apoyo paternal, con lesiones dentales traumáticas. Es decir, los factores biológicos y socioeconómicos se relacionan con la caries dental (Sanders y Spencer, 2005). Con el tiempo, se ha querido argumentar que las características de la familia pueden originar una disminución o mejorar la capacidad para el desarrollo psicosocial, y que algunas de estas características psicosociales están asociadas con el estado de la salud bucodental de un adulto. Según Brennan y Singh (2011), varios estudios demuestran que los adultos mayores se ven muy afectados con respecto a su salud oral, y el adulto joven tiene una relación muy débil con respecto a su salud oral, por lo que no son personas sanas con respecto a su cavidad oral. En resumen, muchos de los problemas de los niños perjudican a los padres, ya que ellos se sienten culpables por la falta de atención o educación. Con respecto a los adolescentes, la estética va afectando su desenvolvimiento social y su autoestima. Por otra parte, el adulto joven presenta limitaciones como el desenvolvimiento social, comer o hablar, por pérdida de piezas dentales. Para los adultos mayores, el problema que más comúnmente los preocupa es la capacidad para poder hablar y comer. Por medio de estos datos, se evidencia que la educación en las personas es un factor de gran importancia para evitar que a largo plazo, independientemente del rango de edad en que se encuentre la persona, presente algún impacto que perjudique su calidad de vida. Se debe hacer énfasis en las áreas de prevención e intervención odontológica desde una temprana edad y la rehabilitación con las prácticas adecuadas para cada persona, con el fin de no causar alteraciones que puedan perjudicar o traer más impactos negativos de los que la persona ya poseía. Si desde una temprana edad se cumplen normas y se educa bien al paciente, la persona no tendrá un envejecimiento que le perjudique, sino más bien digno y saludable. Métodos Se realizó un estudio de corte cuantitativo en la U Dental, Clínica de ULACIT, con los pacientes que acuden a consulta regularmente, donde además se les brinda atención odontológica preventiva e integral. La selección de los individuos se realizó de forma aleatoria, durante el tercer cuatrimestre del 2013. Durante la semana 3 se aplicaron las primeras encuestas a 148 pacientes y durante la semana 9 se aplicaron las segundas encuestas a 138 pacientes, con el fin de comparar resultados entre las dos encuestas, según los rangos de edad. Para la segunda encuesta no se pudo contar con todos los participantes de la primera encuesta, por diferentes razones, esto causó una disminución en el grupo de participantes. Se analizaron variables como el sexo, edad y nivel de escolaridad. El presente trabajo de investigación se relaciona con la variable edad, por lo que se establecieron 6 rangos de edad, a saber: 15 a 24, 25 a 34, 35 a 44, 45 a 54, 55 a 64 y mayor de 65 años de edad. A cada participante se le realizó una encuesta, por medio del instrumento OHIP-14. El OHIP- 14 está constituido por 14 preguntas, cada pregunta tiene una escala de 0 a 4, con los siguientes valores: “0” = Nunca, “1”= casi nunca, “2”= Ocasionalmente, “3”= Frecuentemente, “4”= Casi siempre. Las preguntas se dividen o estudian siete dimensiones, las cuales son; limitación de la función, dolor físico, malestar psicológico, incapacidad física, incapacidad social, incapacidad psicológica y obstáculos. Cada dimensión es analizada mediante dos preguntas diferentes. Los resultados obtenidos miden el impacto negativo en las personas, a causa de los tratamientos o alteraciones que poseen en su cavidad oral. El análisis de los datos de realizó por medio de la distribución de la cantidad de personas con respecto a la primera y segunda encuesta, según la escala del OHIP-14 y la dimensión de obstáculos. De igual forma, se realizó la comparación de rangos de edades según las encuestas realizadas en relación con la cantidad de personas, promedio, desviación estándar y valor p. Para el promedio de valor ponderado se realizó el análisis de datos de la primera y la segunda encuestas con el fin de comparar si hubo algún cambio. Por medio de estos resultados, se puede observar que no hubo ningún cambio significativo entre la primera y segunda encuestas realizadas en las semanas antes señaladas. Todos los resultados están de acuerdo con los rangos de edad y la dimensión de obstáculos. Para la aplicación de la encuesta, se utilizó la herramienta OHIP-14, creada en 1994, por Slade y Spenser. Resultados Los resultados recolectados por medio de las encuestas aplicadas se analizan seguidamente. En la tabla 1.1. y en la tabla 1.2, se muestra la distribución de la cantidad de personas con respecto a la primera encuesta y segunda encuestas realizadas, con un total de población de 148 la primera y 138 personas la segunda. El resultado del promedio ponderado, con respecto a la dimensión de los obstáculos fue de 0,96 en la primera aplicación y de 0,80 en la segunda aplicación; es decir, la mayoría de las personas no presentan obstáculos, ya que la mayor parte de los resultados estuvieron entre Nunca o Casi nunca dentro de la escala del OHIP-14. Tabla 1.1 Distribución del total de personas de la primera encuesta, según la escala del OHIP-14 y la dimensión de obstáculos. Escala de 0 1 2 3 4 5 6 7 8 0 al 8 Promedio ponderado Obstáculos 98 13 17 5 7 2 2 1 3 Ponderación 0 13 34 15 28 10 12 7 24 0.96 Fuente: Blanco, 2013 Tabla 1.2 Distribución del total de personas de la segunda encuesta, según la escala del OHIP-14 y la dimensión de obstáculos. Escala del 0 1 2 3 4 5 6 7 8 Obstáculos 96 10 17 5 4 4 0 0 2 Ponderación 0 10 34 15 16 20 0 0 16 1 al 8 Promedio ponderado 0,80 Fuente: Blanco, 2013 En el conteo total de los encuestados se muestra en la tabla 1.3, donde se detalla la cantidad de personas que participaron en la primera y segunda encuestas con respecto a los rangos de edad. Se observa que en la primera encuesta participaron 148 personas y en la segunda, 138 personas. El motivo por el que en la segunda encuesta hay menos personas, es porque hubo personas que no se localizaron o no quisieron participar por segunda vez. Tabla 1.3. Cantidad de personas según los rangos de edad de la primera y segunda encuestas. Cantidad de personas Rangos de edad Primera encuesta Segunda encuesta 15 -24 21 19 25- 34 23 23 35- 44 32 27 45- 54 38 36 55- 64 20 19 Mayor de 65 14 14 Total 148 138 Fuente: Blanco, 2013 Por otra parte, en las tabla 1.4 y1.5, y en el gráfico 1, se presenta la comparación de rangos de edades, en relación con la cantidad de personas, promedio, desviación estándar y valor p. Como se puede observar, no hubo ningún resultado significativo entre la primera y segunda encuestas, ya que los resultados no variaron mucho y el valor p de cada rango no muestra resultados que indiquen algún cambio con respecto a los obstáculos. Tabla 1.4. Comparación de rangos de edades según las encuestas realizadas en relación con la cantidad de personas, promedio, desviación estándar y valor p. Descripción del OHIP-14 – Obstáculos Segunda Primera encuesta encuesta 1er. rango (15-24) 1er rango (15-24) 2do. rango (25 a 34) 2do rango (25 a 34) 3er. rango (35-44) 3er rango (35-44) 4to. rango (45-54) 4to rango (45-54) 5to. rango (55-64) 5to rango (55-64) 6to. rango (> 65) 6to rango (> 65) Cantidad de Promedio personas Desviación estándar 21 0,47 1,12 19 0,53 1,07 23 0,43 1,31 23 0,30 0,765 32 1,37 1,84 27 0.93 1,86 38 1,44 2,40 36 0,94 1,80 20 1,16 1,71 19 1,47 1,58 14 0,43 1,16 14 0,50 1,40 Valor p 0,883 0,682 0,382 0,321 0,558 0,884 Fuente: Blanco, 2013 Tabla 1.5. Resultados de valor p, según los rangos de edad. Rangos de edad Valor p 15 -24 0,883 25- 34 0,682 35- 44 0,382 45- 54 0,321 55- 64 0,558 Mayor de 65 0,884 Fuente: Blanco, 2013. Promedio con respecto a la primera y segunda encuesta 15-24 25-34 35-44 45-54 55-64 >65 Primera encuesta 15-24 0,47 25-34 0,43 35-44 1,37 45-54 1,44 55-64 1,16 >65 0,43 Segunda encuesta 0,53 0,304 0,93 0,94 1,47 0,5 Gráfico 1. Comparación según los rangos de edades del promedio, con respecto a la primera y segunda encuesta. Fuente: Blanco, 2013. Con respecto a las tablas 1.6 y 1.7, el promedio ponderado, según la escala del OHIP-14 con respecto a la primera encuesta, no presenta resultados significativos, ya que cada uno de los rangos correspondientes estuvo entre la escala de Nunca y Casi nunca, tanto en la primera encuesta como en la segunda (véase la tabla 1.8), por lo que en relación con los rangos de edades, no hay obstáculos que perjudiquen a las personas. Los mismos resultados se obtuvieron de la segunda encuesta, donde tampoco hay resultados significativos, que indiquen, dependiendo de los rangos de edad, algún obstáculo que afecte a las personas (véase el gráfico 2). Tabla 1.6. Promedio ponderado según la escala del OHIP-14 con respecto a los rangos de edad, en la primera encuesta Rangos de edades Cantidad de personas que respondieron según la escala Promedio de 0 a 8 de la primera encuesta con 148 personas ponderado Obstáculos Escala 0 1 2 3 4 5 6 7 8 15-24 17 2 0 1 1 0 0 0 0 Ponderación 0 2 0 3 4 0 0 0 0 25-34 19 2 1 0 0 0 1 0 0 Ponderación 0 2 2 0 0 0 6 0 0 35-44 18 4 5 3 1 1 1 1 0 Ponderación 0 4 10 9 4 5 6 7 0 45-54 21 4 7 0 2 0 1 0 3 Ponderación 0 4 14 0 8 0 6 0 24 55-64 12 1 3 1 2 1 0 0 0 Ponderación 0 1 6 3 8 5 0 0 0 >65 12 0 1 0 1 0 0 0 0 Ponderación 0 0 2 0 4 0 0 0 0 0,06 0,06 0,30 0,37 0,15 0,04 Fuente: Blanco, 2013. Tabla 1.7. Promedio ponderado según la escala del OHIP-14 con respecto a los rangos de edad, en la segunda encuesta Rangos de edades Cantidad de personas que respondieron según la escala de 0 a 8 de la primera encuesta con 138 personas Obstáculos Promedio ponderad o Escala 0 1 2 3 4 5 6 7 8 15-24 14 2 2 0 1 0 0 0 0 Ponderación 0 2 4 0 4 0 0 0 0 25-34 19 2 1 1 0 0 0 0 0 0,07 0,02 Ponderación 0 2 2 3 0 0 0 0 0 35-44 18 3 3 1 0 1 0 0 1 Ponderación 0 3 6 3 0 5 0 0 8 45-54 24 3 5 1 0 2 0 0 1 Ponderación 0 3 10 3 0 10 0 0 8 55-64 9 0 3 1 3 0 0 0 0 Ponderación 0 0 6 3 12 0 0 0 0 >65 4 0 4 0 3 0 1 1 1 Ponderación 0 0 8 0 12 0 6 7 8 0,18 0,24 0,15 0,29 Fuente: Blanco, 2013. Tabla 1.8. Promedio ponderado según la escala del OHIP-14 con respecto a los rangos de edad realizados en la primera encuesta y segunda encuesta Primera encuesta Segunda encuesta Rangos de Promedio Rangos de Promedio edades ponderado edades ponderado Obstáculos Obstáculos 15-24 15-24 Ponderación 0,06 0,06 0,30 0,37 0,15 0,18 Ponderación 0,24 Ponderación 0,15 >65 >65 Ponderación Ponderación 55-64 55-64 Ponderación 0,02 45-54 45-54 Ponderación Ponderación 35-44 35-44 Ponderación 0,07 25-34 25-34 Ponderación Ponderación 0,04 Ponderación 0,29 Fuente: Blanco, 2013. 0,4 0,3 0,2 0,1 0 15-24 25-34 35-44 45-54 55-64 >65 Primera encuesta 15-24 0,06 25-34 0,06 35-44 0,3 45-54 0,37 55-64 0,15 >65 0,04 Segunda encuesta 0,07 0,02 0,18 0,24 0,15 0,29 Gráfico 2. Promedio ponderado según la escala del OHIP-14 con respecto a los rangos de edad realizados en la primera encuesta y segunda encuesta Fuente: Blanco, 2013. Discusión En la presente investigación se identificó el efecto negativo que tiene el estado de salud bucal de la personas con respecto a la calidad de vida, independientemente de la edad que presente la persona. Cabe destacar que los rangos de edad que tuvieron menos impacto, aunque se enfocaron entre una escala de Nunca y Casi nunca, fueron los rangos de edades entre los 15-24 años y los 25 a 34 años de edad. Los rangos de edades que más tuvieron impacto con respecto al promedio están entre los 45 a 64 años de edad. Es bien sabido que las personas que están en una edad entre adulto y adulto mayor sufren más impactos en su cavidad oral, por lo que hay más problemas que afectan su calidad de vida. En las personas adultas mayores, se ve reflejada la necesidad de expresar los impactos negativos en su calidad de vida, ya que se ven afectadas sus capacidades desenvolverse fisiológicas, socialmente. bucodentales, La categoría problemas de para obstáculos comunicarse abarca y muchas limitaciones que se pueden presentar en una persona. Es por esto que deben existir áreas de prevención e intervención odontológica desde una temprana edad, y la rehabilitación con las prácticas adecuadas para cada persona, con el fin de no causar alteraciones que puedan perjudicar o traerle más impactos negativos a la persona. Si desde una temprana edad, se cumplen normas y se educa bien al paciente, la persona no tendrá un envejecimiento que le perjudique, sino más bien digno y saludable. Conclusiones Los resultados obtenidos por medio de esta investigación no indican la existencia de algún impacto negativo en la salud bucal de las personas con respecto al rango de edad en que se encuentre. La dimensión de obstáculos no registró un valor o resultado significativo que demuestre implicaciones importantes en la realización de las actividades diarias de cada persona. En el análisis obtenido, la mayoría de la población encuestada respondió entre la escala de Nunca y Casi nunca, por lo que no se muestran resultados donde se puedan observar impactos que afecten la calidad de vida de las personas. Cabe resaltar que se requiere más tiempo para realizar un trabajo de investigación como este, para poder obtener resultados significativos, que demuestren obstáculos que afectan la calidad de vida de las personas. No se debe olvidar la importancia de informar, educar y atender desde edades muy tempranas, la salud oral, para evitar alteraciones en la cavidad oral de las personas a largo plazo. Referencias Abanto, J. A., Bönecker, M. y Raggio, D. P. (2010). Impacto de los problemas bucales sobre la calidad de vidade niños. Rev Estomatol Herediana, 20(1), 38-43. Bianco, V. & Rubo, J. 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