La Vanguardia - Juan Bufill - 11.05.2015

34 LA VANGUARDIA
CULTURA
Galerías de Barcelona Inauguraciones recientes
LUNES, 11 MAYO 2015
C R Í T I CA D E TEAT RO
Mayoral expone una cuidada Densos silencios
selección de obras de Chillida
Lagavina
Mestre recupera a Obiols y dos pintores se estrenan en Trama
JUAN BUFILL
Barcelona
Lurra (Tierra) de 1990, y un Relief
en bronce, de 1951­1954. Otra obra
importante es un dibujo y collage
de 1984, donde se superponen di­
ferentes tonos entre el negro y el
castaño oscuro, en diálogo con el
espacio claro. La muestra se com­
pleta con dos obras de las serie
Gravitación y varios aguafuertes
de la serie Aldikatu. Mayoral Gale­
ria d’Art. Consell de Cent, 286.
Hasta el 27 de junio.
en obras como Cabaña 00 y Facto­
ría 01 y, con mayor frecuencia, la
estructura dinámica y el desplie­
gue secuencial en polípticos como
Pizarra 01 y 4_3_2. De Sergi Mesa
son destacables S.T. 13_13, S.T.
15_1 y Sintaxi. Galería Trama. Pe­
tritxol, 5. Hasta el 19 de mayo.
En los últimos años Mayoral Gale­
ria d’Art ha prestado especial
atención a artistas como Joan Mi­
ró, Alexander Calder o Eduardo
Chillida, justamente considera­
dos entre los más importantes del
Josep Obiols. La galería Fran­
siglo XX. En cuanto a este último,
cescMestrepresentaunamuestra
Mayoral ha tomado el relevo de la
de este artista barcelonés (1894­
desaparecida galería Barcelona
1967), cuya obra asumió desde el
que dirigía Antonio Niebla y que
principio el programa “noucen­
Modular. Con este título común
durante muchos años fue la gale­
tista” o novecentista, contrario al
ría de Eduardo Chillida en Barce­ se presentan las dos primeras ex­
caprichoso modernismo que aho­
lona y uno de los pocos espacios posiciones individuales de Nata­
ra atrae al turismo que visita Bar­
en que era posible que las escultu­ lia Baquero (Zaragoza, 1982) y
ras del más célebre es­
cultor vasco pudieran
dialogar con las de su
inspirador y no amigo
Jorge Oteiza. Mayoral
presenta una cuidada
selección de escultu­
ras, collages y grabados
en una muestra realiza­
da en colaboración con
la Fundación Eduardo
Chillida­Pilar Belzun­
ce.
Seguramente la obra
más sobresaliente es el
bronce titulado Hie­
rros de temblor III, de
1957. Es una estructura
abstracta que podría
ARCHIVO
evocar las bifurcacio­
Hierros
de
temblor
III,
1957,
bronce
de
Eduardo
Chillida
nesdeundesarrollove­
getal o un fragmento de
celona. La selección ha ido cam­
arborescencia, pero de hecho su Sergi Mesa (Manresa, 1987). Am­
biando y recientemente se incor­
intensidad radica en que su grado bos pintores se habían dado a co­
poró un valioso óleo de 1927,
de abstracción abre y multiplica nocer en el concurso anual
mientras que, en cambio, se ha
sus posibles sentidos. Es ante todo “Art>35” y sus obras dialogan bien
descolgado un notable gouache,
materia desplegada en el espacio, en la galería Trama. Coinciden en
ya vendido, que representaba el
un despliegue de líneas de fuerza la calidad plástica y en una distan­
nacimiento de Venus de un modo
en diferentes sentidos, una rara ciamiento conceptual que se ob­
singular, con la diosa apoyada en
ocupación del espacio mediante servayaenlostítulosdelasobrasy
una ola azul como quien descansa
cambios de sentido que son y sig­ que parece querer neutralizar
en una duna o un diván. Entre las
nifican rupturas, pero que no cualquier evidencia expresiva y
piezas mostradas cabe citar el re­
rompen la unidad inicial ni la ar­ subjetiva. Tal vez se trate de una
trato de una niña, Teresa, que años
monía, sino que articulan un mo­ característica generacional, pro­
más tarde sería la esposa del poeta
do diferente que tiende a la diver­ pia de una época en que la expe­
Joan Vinyoli, los dibujos Els tre­
sidad a partir de la unidad mate­ riencia está mediatizada por si­
balladors, que fueron la base para
rial. No es de extrañar que las mulaciones y falsas realidades só­
imprimir dinero republicano, o
relaciones entre Chillida y la filo­ lo existentes en pantallas
también desnudos femeninos co­
sofía y la poesía fueran buenas, y digitales. Sin embargo, en estos
mo Nu en escorç y Nu pujant l’esca­
cuadros hay buena pintura. Nata­
en ambos sentidos.
la.FrancescMestreArt.EnricGra­
Otras esculturas notables son lia Baquero trabaja con sutileza la
nados, 28. Hasta el 12 de junio.c
Estela XIV, de 1992, en acero, una relación entre color y oscuridad
C R Í T I CA D E POP
Restos
JoeCrepúsculo
Lugar y fecha: Almo2bar (8/V)
R. SÚRIO
El local de Gràcia no pudo empezar
mejor su primer Cicle Indiscret que
con Joe Crepúsculo, acompañado
de Sergio Pérez (Svper) a los tecla­
dos y guitarra en el estreno de su
séptimo álbum, Nuevos misterios,
enelqueseharodeadodeunelenco
de colaboradores como Tomasito,
Soleá Morente y La Bien Querida.
El prolífico Crepus se ha ganado a
pulso una reputación de letrista
castizo y surrealista y músico que
escora cada vez más su pop sintéti­
co hacia el tecno destartalado, pero
muy efectivo de cara a la pista de
baile. Lo demostraron sus fans dan­
zando como posesos cuando se pu­
so maquinero en Leyenda, con las
cajas de ritmo desbocadas de Ritmo
mágico y sobre todo al sonar sus clá­
sicospretéritos,comolasemblemá­
ticas Baraja de cuchillos, una can­
ción que muestra devoción por el
popdelamovida,Eldíadelasmedu­
sas, combinando estribillo pegadi­
zo y techno descacharrante, el him­
no La canción de tu vida o la apoteo­
sis de Suena brillante.
En el apartado estrenos resultó
chocante A fuego, de rampante sin­
tetizador analógico. Más conven­
cionalsonóelmediotiempoElreino
de la nuez, synth­pop agridulce con
la colaboración vocal de Luciana de
la Villa (Svper). Pero lo realmente
espectacular es el nuevo single La
verdad, con un rotundo estribillo,
delaescueladeAlaska,queleayudó
a remarcar Elsa de Alfonso, telone­
ra que merece mención especial
por su pase junto a Los Prestigio
–supergrupo indie formado por
miembros de Extraperlo y Doble
Pletina– dejando claro que su EP
Desencuentros puede ser el princi­
pio de una gran historia; con un ojo
puesto en Esclarecidos y otro en
una languidez postmoderna de bar­
niz electrónico, combinándolo a la
perfección en canciones como Gar­
denias.c
Director: Boris Rotenstein
Lugar y fecha: Teatre Akadèmia
(Hasta el 31/V)
JOAN­ANTON BENACH
Una vez más, Akadèmia Teatre
se ha lanzado a una producción
ambiciosa, desfiando los limita­
dos recursos de la empresa y las
características de un espacio es­
cénico reducido. La gavina, con
la docena de personajes del ori­
ginal de Chéjov, acaba de estre­
narse con una dirección innova­
dora, personalísima, de Boris
Rotenstein. De las numerosas
“gaviotas” que he podido ver
ninguna, en efecto, ofrecía el tra­
tamiento del director ruso: una
acentuada morosidad en esce­
nasqueelhombreconsideracla­
ve y unos silencios densos, car­
gados de presagios que ensom­
brecen el ánimo de casi todos los
reunidos al lado de Irina Arkàdi­
na, pretenciosa e histriónica da­
ma de la escena, de su hijo Kons­
tantín Trèplev, joven aspirante a
autor dramático y fogoso ena­
morado de la cándida Nina Za­
rètxna.
No puede decirse que la de
Rotenstein deba situarse al fren­
te de las versiones que han podi­
do verse aquí de la misma obra,
las mejores en Temporada Alta
(Girona), la de Korsunovas en
2014ylahúngaradeArpadSchi­
lling, sensacional, en 2006. Esta
es más interesante e inquietante
quelascentradasenlosencantos
sociopaisajísticos de Chéjov, co­
mo aquella de los primeros me­
ses del TNC, con río incluído.
Se diría que el director ha que­
rido evitar los equívocos de tal
calificación y hacer de la obra un
drama como es debido y que flir­
tea al final con el melodrama.
Preocupado, sobre todo, por
los sentimientos bajo las pala­
bras, Rotenstein ha ensanchado
La gavina como pieza para el
análisis de las relaciones entre
arte y vida y del miedo a la muer­
te, a la soledad y, de modo espe­
cial, en los anhelos y heridas del
corazón de los amantes constan­
tes e inconstantes. Creo que el
director ha rescatado aquel jui­
cio de Alexei Suvorin según el
cual el teatro chejoviano estaba
hecho “de muchos diálogos y
muy poca acción y con noventa
quilos de amor”.
La tenebrosa perspectiva de
tener atiborrado al público tres
horas y media en el pequeño re­
cinto ha hecho que Rotenstein
proponga un primer acto en el
exterior. La compasión del di­
rector obliga, no obstante, a que
la palabra de los intérpretes con­
viva con la cacofonía del tráfico,
cuya refinada crueldad no cesa
de incordiar en ningún momen­
to. Concluido el experimento, el
escenario, amueblado con ima­
ginación por Prat i Coll, diseña­
dor, a la vez, del espléndido ves­
tuario, permite valorar el esfuer­
zo de todos los actuantes en
disimular con meritoria eficacia
las distintas calidades interpre­
tativas que inevitablemente se
dan entre veteranos y jóvenes.
Albert Triola, con el papel muy
completo del escritor de éxito
Trigorin, junto con Josep Min­
guell, Sergi Mateu y Mingo Rà­
fols,otorganunagransolidezala
ficción. Jordi Robles como Trè­
plev, Enka Alonso como Nina y
Neus Umbert como Maixa són,
creo, revelaciones prometedo­
ras.YMercèManaguerra,lama­
triarca del Akadèmia, se luce en
momenos de gran brillantez.c
Ecos del pasado
Immaculate Fools
Lugar y fecha: Apolo (7/V)
RAMON SÚRIO
El grupo británico Immacula­
te Fools tuvo un gran predica­
mentoennuestropaís,esporeso
que no extraña que en su reacti­
vación lo hayan escogido para
volver a los escenarios. El de
Barcelona era el primer bolo de
la nueva formación en la que el
único miembro original es su lí­
der, el compositor, cantante y
guitarrista Raymond Kevin
Weatherill. Ahora son un sexte­
to, con la participación destaca­
da del guitarra solista Adam
FuestydelabajistaycoristaLin­
da Lamb, y venían a presentar
sus canciones de siempre regra­
badas en el nuevo disco Turn the
whole world down.
Media entrada de un público
tan talludo como la banda que
disfrutó de lo lindo con las re­
creaciones, sin recriminar al
protagonista principal su voz
ajada. Y para entrar en situación
nada como Never give less than
everything, el ampuloso single
desusegundoálbumDumbpoet,
de la cosecha del 87. A continua­
ciónfueelturnodeWishyouwe­
re here, acentuando su lado folk­
rockconprotagonismodelavio­
linista.
La parte más sustancial del
concierto se inició con el power­
pop de Got me by the heart, re­
suelto con una hermosa guitarra
Rickenbacker y claras reminis­
cencias del sonido de The Psy­
chedelic Furs y sobre todo de su
cantante Richard Butler al que
Weatherill parecía emular, aun­
que su voz no diera la talla cuan­
do se trató de abordar piezas tan
eufóricas como Come on Jane,
alternándose a la armónica, o el
himno oficial de la banda Imma­
culate fools.
En otros momentos su música
parecía aspirar a alcanzar la
grandiosidad de Springsteen,
con medios tiempos épicos co­
mo She fools everyone o Bad seed,
sin renunciar al desenchufado
de rigor en solitario, ni a intentar
reproducir la enardecida tesitu­
ra de singles como Prince o Sad,
en lo que fue un ejercicio de nos­
talgia con los restos del pasado.c