ISBN 978-987-688-114-2 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur Daniela Pilar Paruzzo Editora responsable Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Río Cuarto 8 y 9 de junio de 2012 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur : una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales. Río Cuarto, 8 y 9 de junio de 2012 / María Graciela Eliggi ... [et.al.]. - 1a ed. - Río Cuarto : UniRío Editora, 2015. E-Book. ISBN 978-987-688-114-2 1. Ciudadanía. I. Eliggi, María Graciela CDD 306 Fecha de catalogación: 30/03/2015 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales. Río Cuarto, 8 y 9 de junio de 2012 Daniela Pilar Paruzzo. Editora responsable 2015 © UniRío editora. Universidad Nacional de Río Cuarto Ruta Nacional 36 km 601 – (X5804) Río Cuarto – Argentina Tel.: 54 (358) 467 6309 – Fax.: 54 (358) 468 0280 [email protected] - www.unrc.edu.ar/unrc/comunicacion/editorial/ Primera edición: Abril de 2015 ISBN 978-987-688-114-2 Edición digital: Rosana Rodeghiero Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 2.5 Argentina. http://creativecommons.org/licenses/by/2.5/ar/deed.es_AR Consejo Editorial Facultad de Agronomía y Veterinaria Prof. Laura Ugnia y Prof. Mercedes Ibañez Facultad de Ciencias Humanas Prof. Pablo Dema y Prof. José Di Marco Facultad de Ciencias Económicas Prof. Ana Vianco y Prof. Gisela Barrionuevo Facultad de Ingeniería Prof. Jorge Vicario Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales Prof. Sandra Miskoski y Prof. Julio Barros Biblioteca Central Juan Filloy Bibl. Claudia Rodríguez y Prof. Mónica Torreta Secretaría Académica Prof. Claudio Asaad y Prof. M. Elena Berruti Secretario Académico: Directora: Equipo: Equipo Editorial Claudio Asaad Elena Berruti José Luis Ammann, Daila Prado, Maximiliano Brito y Daniel Ferniot II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales COMITÉ ORGANIZADOR Coordinadores: Magister Daniela Paruzzo (UNRC) Dr. Carlos Tulio da S. Medeiros - Universidad de San Pablo/IFSUL - Brasil Miembros: Prof. Ana Celi, M.A. Mgter. Claudia Harrington Mgter. Valeria Engert Prof. María Antonieta Lloveras Alumnos: María José Alonso María Luz Revelli COMITÉ ACADEMICO Dr. Carlos Tulio da S. Medeiros (Universidad de San Pablo/IFSUL - Brasil) Mgter. María Graciela Adamoli (Universidad Nacional de La Pampa) Mgter. María Graciela Eliggi (Universidad Nacional de La Pampa) Mgter. María Eugenia Cruset (Universidad Nacional de La Plata) Mgter. Graciana Pérez Zabala (Universidad Nacional de Río Cuarto) Prof. Ana Celi, M.A. (Universidad Nacional de Río Cuarto) Mgter. Claudia Harrington (Universidad Nacional de Río Cuarto) Mgter. Valeria Engert (Universidad Nacional de Río Cuarto) Prof. MaríaAntonieta Lloveras (Universidad Nacional de Río Cuarto) Mgter. Daniela Paruzzo (Universidad Nacional de Río Cuarto) 2 “… la conformación de nuevos espacios redunda en una mejor comprensión del propio y el del Otro y atenúa las barreras que imponen las fronteras en sentido literal y figurado. Como intelectuales y como docentes, creo que tenemos la responsabilidad y el compromiso de tender puentes, en la Academia y en la Sociedad, que acorten la brecha marcada por la ignorancia, pues, como expresa la autora chicana Gloria Anzaldúa, “la ignorancia separa a la gente.” Palabras de apertura a cargo de la Prof. Daniela Paruzzo Índice Prólogo 9 Conferencias 10 El desplazamiento de la frontera de los estudios poscoloniales: algunas reflexiones acerca de esta cuestión María Graciela Eliggi 11 Historia de las relaciones internacionales entre Argentina y Brasil Eugenia Cruset 21 Ponencias 33 Bloque 1 34 35 La frontera como lugar de la multiplicidad Ana Celi - Valeria Engert - Luz Revelli Poéticas y otros usos de la memoria: el caso de “Ema, la cautiva” de César Aira Marcelo Díaz 46 Cultura y género en sociedades contemporáneas. Apuntes para reflexionar sobre las diferencias Claudia Harrington 50 La imagen corporal en Frantz Fanon y los conflictos para su construcción en la infancia y adolescencia tercermundistas Juan Pablo Cedriani 63 Estructuralismo, neoestructuralismo y democracia José Orellana Yáñez 74 Los conceptos de “estructura” y “modelo” como ejemplo paradigmático transdisciplinar en las Ciencias Humanas y Sociales Virginia Ferro Bloque 2 Aproximaciones a un nuevo ciclo en la literatura de fronteras Daniel Pellegrino - Jorge Warley 89 100 101 Resistencia e identidad en la literatura chicana María José Morchio 114 Ciudadanía, población y territorio en los prolegómenos de la Ley Sáenz Peña María Beatriz Schiffino 124 La construcción del poder político en el marco de la nueva estructura económica: Manuel Espinosa y el Sur de Córdoba (1852-1904) Luciano Nicola Dapelo 137 Bloque 3 155 156 “Y ahora… ¿a dónde nos vamos?” Fronteras productivas en expansión y redefinición de las relaciones de poder en los bordes del espacio pampeano (200-2010) María Eugenia Comerci “Agua para la vida, no la muerte”: la territorialización de la desterritorialización de las poblaciones afectadas por las represas y los efectos de la presa de Simplicio (RJ /MG) Andreza Cámara - Paulo Soares - Amanda Jaeger Gisele Silva 171 Las indicaciones geográficas y el desarrollo territorial en el MERCOSUR: el caso del cordero patagónico y la carne de la Campaña del Sur Pampa Gaucho Paulo Soares - Amanda Jaeger - Gisele Silva 186 Dinámicas fronterizas en jaque entre Posadas (Argentina) y Encarnación (Paraguay): Las “paseras” paraguayas al frente de las subas de las aguas María Dolores Linares 202 En la fronteras de los nombres. Satolep y Passo de Guanxuma,ciudades de la ficción rioplatense Graciela Ferraris 215 Una mirada femenina sobre Irlanda: representaciones irlandesas contemporáneas en cuentos cortos de Edna O’Brien y Claire Keegan María Isabel Arriaga 224 La representación de la mujer en las comunidades Chicanas. Lectura de la novela Under the Feet of Jesus de M.E. Viramontes Paulina Rivarola 234 Bloque 4 240 241 Avances y Resistencias en la Frontera: La Guardia Nacional durante el estado de Buenos Aires (1853-1861) Luciano Literas El proceso hacia la concreción de las capitales estratégicas de Sudamérica: Argentina-Brasil Daniel Amicci 259 Regionalismo y construcción de la identidad en “Mês de caes danados” de Moacyr Scliar Cláudia Fonseca 273 El proceso de conquista en la novela argentina de fines de siglo XX. Un diálogo entre literatura e historia Adriana Milanesio 283 Bloque 5 295 296 La queja como práctica mestiza: el papel de la religión como motivo de queja Martín Guerrero - María Sol Villegas Bustos Política y semiosis de género: una aproximación a los discursos y las prácticas de la ciudadanía femenina (Córdoba, década del ‘30 y ‘40) María Inés Spinetta 304 Gobiernos progresistas y su relación con los Movimientos Sociales: el caso brasilero: Lula y Rousseff frente al MST (2003-2011) Maricel Calderón - Adriano Cavallin 315 Bloque 6 321 322 “Ivo El Emperador”, entre la ficción y la realidad, entre el hombre de fronteras y el representante del espíritu latinoamericano Ana María Hernando La lengua otra de un territorio otro: el caso Malvinas Emilse García Ferreyra 331 Las repercusiones en los medios de comunicación escritos del colectivo vasco-argentino, sobre la desaparición y posterior asesinato del delgado del gobierno vasco en los Estados Unidos, Jesús de Galíndez César Arrondo 339 Bloque 7 351 352 El campo de las prácticas docentes como una experiencia de praxis prefigurativa María Graciela Di Franco - Silvia Siderac - Norma Di Franco Enseñar inglés con perspectiva de género: el femicidio de Carla Figueroa Silvia Siderac - Andrea Pichilef - Sabrina Orden 365 La escuela y su concepción de los “otros”: entre la hospitalidad de la frontera y la hostilidad del límite María Cristina Nosei - Gabriela Caminos 374 Bloque 8 La erosión del discurso logocentrado en “Nocturno de Chile” (2000) de Roberto Bolaño Laura Fandiño 388 389 La relación entre escritura e identidad en “Saving the World” de Julia Álvarez Julia Martínez 397 Teseo, el laberinto y su nombre Alcione Correa Alves 405 El creole caribeño: símbolo de identidad Emilse García Ferreyra - María Dolores González Ruzo 416 Entrecruzamentos e reescrituras em Eu, Tituba, feiticeira... negra de Salém Ana Maria Martins Roeber 423 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Prólogo La presente publicación es una compilación de los trabajos expuestos en las II Jornadas Internacionales: Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales, las que se llevaron a cabo en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Río Cuarto en junio de 2012 con una interesante asistencia de docentes, investigadores y alumnos nacionales y extranjeros. Estas Jornadas tuvieron como objetivos principales favorecer el diálogo e intercambio entre diversas disciplinas, compartir prácticas profesionales y resultados de investigaciones y fomentar la discusión sobre la tarea intelectual en el contexto actual. Asimismo, durante el desarrollo de las mismas, se favoreció el debate y el diálogo entre los participantes para lograr establecer redes de intercambio de experiencias, promover el estudio y la investigación interdisciplinaria y propiciar el perfeccionamiento de la práctica profesional docente teniendo en cuenta el nuevo perfil del docente universitario en el contexto nacional e internacional del siglo veintiuno. En esta edición, se publican trabajos de investigación y experiencias docentes, en lengua española y portuguesa, cuya temática se relaciona con las áreas de Educación, Estudios de Género, Geografía, Historia, Lengua, Literatura y Cultura. Los mismos han sido organizados según las mesas de trabajo previstas en el programa de las jornadas. 9 Ir al Índice Conferencias Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El desplazamiento de la frontera de los estudios poscoloniales: algunas reflexiones acerca de esta cuestión María Graciela Eliggi Es de aquellos que han sufrido la condena de la historia –sometimiento, dominación, diáspora, desplazamiento– que aprendemos nuestras más perdurables lecciones para vivir y pensar. Homi Bhabha, The Postcolonial and The Postmodern1 Introducción Habiendo concluido una década del nuevo milenio y transitando ya la segunda, resulta pertinente preguntarnos como comunidad de investigadores de la ciencias humanas y sociales del Cono Sur, ¿cuál es el estado de los estudios poscoloniales? ¿Cuál es su vigencia? Sin querer que esta introducción se extienda más allá de lo estrictamente necesario, no puedo, no obstante, dejar de preguntar ¿qué se entiende?, o mejor aún, ¿qué se incluye o qué se incluía dentro del término “estudios poscoloniales”?, ya que comprender lo que la expresión abarca nos permitirá visualizar mejor si los mismos continúan formando parte de la agenda contemporánea. ¿Qué se entiende por Estudios Poscoloniales? El interés por las cuestiones poscoloniales data, en principio, de la década de 1950, momento en que Alfred Sauvy (en Dobie, 2009:205) acuña el término Tercer Mundo para referirse a las naciones en vías de desarrollo, como algunas de África y Sudamérica, marco dentro del cual estaría incluido nuestro país junto con el resto de los de América Latina. En una apretada síntesis, diremos que estas naciones se diferenciaban de las del Primer Mundo (Europa y Norte de América), las que se caracterizaban por su gran industrialización, gobiernos democráticos, afluencia económica y ciertos presupuestos y creencias compartidas. Las poblaciones blancas de países que alguna vez pertenecieron al imperio británico –Australia, Canadá y Nueva Zelanda– ocupaban un lugar particular dentro del Primer Mundo, aunque su estatus no era estrictamente el mismo que el de quienes fueron una vez sus colonizadores. Tal vez la publicación, hacia fines de la década del ‘70, de la obra de Edward Said 1 Todas las traducciones de citas son de mi autoría. 11 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Orientalism (1978) pueda considerarse como puntapié inicial para el debate acerca de cuestiones poscoloniales, con su discusión acerca de la producción europea de estereotipos referidos a los habitantes de los pueblos colonizados y también acerca de la visión del “otro”, como un ser inferior y desagradable. Más adelante, muchos otros autores, como es el caso de Homi Bhabba en su obra The Location of Culture (1994), expusieron los fundamentos del proyecto poscolonial y la razón por la que se hacía necesario reubicar la cultura occidental desde una perspectiva poscolonial. Pero, indudablemente, la expresión “estudios poscoloniales” alcanzó relevancia y consolidación, especialmente en el campo de los estudios culturales y literarios, con la aparición, en 1989, del libro The Empire Writes Back: Theory and Practice in Post-Colonial Literatures de Bill Ashcroft, Gareth Griffiths y Helen Tiffin. Y no sólo como expresión sino como área de estudios con una variedad de sub-temas a discutir y examinar, tales como las estrategias de apropiación, la reubicación de las estructuras de poder y también de la/s lengua/s afectadas por los procesos colonizadores, las lenguas emergentes después de la descolonización con todas sus variedades, el re-posicionamiento de la teoría aplicable al análisis y crítica literaria; todo lo anterior, apelando a repensar las maneras de leer y comprender hasta ese momento imperantes. Y así, los estudios poscoloniales, según lo planteado por Ashcroft et al., se desarrollaron en intersección con otras corrientes, tales como el postmodernismo, el post-estructuralismo, la crítica marxista, la feminista y también los estudios culturales, entre otros. El libro de Ashcroft et al. se constituyó, de este modo, en un texto seminal para los interesados en el tema. Los Estudios Poscoloniales y el desplazamiento de sus fronteras: intercambios y préstamos La década de 1990 puede, entonces, ofrecer evidencia de cómo el interés de muchos investigadores de las ciencias sociales y humanas se dirigió al estudio de las interacciones entre las naciones o centros europeos de poder y las sociedades que éstos colonizaron a partir de la Edad Moderna2. Esta interacción impuesta por algunos países de Europa afectó a gran parte de la Tierra. A comienzos del siglo XX, el accionar europeo en otros lugares del resto del mundo parecería haber abarcado hasta ese entonces, un 80% del total de la geografía del mundo, situación que variaría luego de la Segunda Guerra Mundial, época en la que también comenzó a vislumbrarse un renovado interés por las cuestiones poscoloniales, como consecuencia de la desmembración y/o desintegración de la política imperial europea. 2 Entendemos por Edad Moderna la que comienza en el siglo XVI, cuya marca más visible en la historia de la relación europea con el resto del mundo la constituyó la llegada de Colón a América, aunque algunos autores discrepan y sitúan a la Edad Moderna en el siglo XVIII. 12 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En relación con esto, Helen Gilbert y Joanne Tompkins (en Dobie, 2009:206) señalan el error común de considerar que los estudios poscoloniales refieren a un “concepto temporal”, a un período de tiempo que siguió los procesos de descolonización. En coincidencia con lo que las autoras expresan, es posible afirmar que los estudios poscoloniales conllevan un fuerte componente “espacial”, cuya marca puede observarse en los territorios objeto de los procesos colonizadores, en sus habitantes, en sus expresiones culturales. Gilbert y Tompkins afirman, asimismo, que a pesar de todos los esfuerzos liberadores, democratizadores y/o tendientes a recuperar las antiguas culturas y la idiosincrasia propia de los pueblos dominados y restablecerlas gradualmente, pueden encontrarse nuevas formas de colonialismo-“neocolonialismo” –y en realidad esto es así–, cuyos efectos son similares a los del imperialismo tradicional y en las que los poderes más débiles no están sometidos por intervenciones militares, aunque no por ello dichas intervenciones sean menos dominantes tanto en lo económico como en lo cultural. En las pasadas tres décadas, podemos aseverar, entonces, que el campo de los estudios poscoloniales experimentó su consolidación a partir de la focalización del interés de muchos investigadores en los efectos de la colonización de determinadas sociedades y sus culturas. Mucha es la producción académica existente en todo el mundo en torno a estos temas, lo que puede constatarse haciendo un breve análisis de las temáticas elegidas para numerosos congresos, seminarios, jornadas y publicaciones especializadas durante el período citado y en diversas partes del mundo académico actual. Esta consolidación se debe también a lo versátil del campo, ya que debido a que la discusión central gira en torno al tema del colonizador/colonizado y sus relaciones de poder y sometimiento, los estudios poscoloniales albergaron rápidamente a otros, tales como los estudios de las relaciones entre el hombre y las distintas formas de posesión de la tierra, entre hombres y mujeres y entre distintos géneros, entre el hombre y el medio ambiente, y así sucesivamente. Muchas otras áreas en las que el equilibrio o más bien desequilibrio entre formas de poder se pudiera poner de manifiesto, podía ser estudiada desde una perspectiva poscolonial. Vemos así como los estudios poscoloniales se establecieron como un término colectivo que podía proveer sustento teórico para el desarrollo de otros y variados campos. No obstante, y en paralelo con ese desarrollo, podemos observar el de otras áreas de estudio como la globalización, el cosmopolitanismo, los estudios de las diásporas, entre todos los que se ha generado un importante proceso de polinización cruzada que permitió el enriquecimiento de los distintos postulados y propició nuevos debates. En 2006, una década después de la publicación de la obra citada de Ashcroft et al. y de otras varias producidas por los mismos autores 13 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales sobre el tema del poscolonialismo, se desarrolló como parte de una mesa redonda organizada por la MLA3, una discusión acerca del tema “El fin de la teoría poscolonial”, que intentaba encontrar una respuesta al siguiente interrogante: ¿estamos llegando al fin de los estudios poscoloniales? Si ese era el caso, los asistentes querían conocer qué otra corriente o corrientes se habían convertido en sus sucesoras. Lejos de dar por tierra con los estudios poscoloniales, los investigadores, críticos y demás participantes de la discusión, partiendo de los ensayos contenidos en una publicación del año 2005 Poscolonial Studies and Beyond de Loomba et al., subrayaron la vigencia del campo de estudio y la interrelación del mismo con otras áreas. Por ejemplo, el texto citado discute la relación más tradicional entre los estudios poscoloniales la historia y la crítica literaria pero también los vincula con otras áreas de investigación como los estudios de los medios de comunicación, los estudios lingüísticos y semánticos, los ambientales, religiosos y de género. Los campos representados incluyen, asimismo, a la antropología, a los estudios africanos y asiáticos y los de Oriente Medio, entre otros. Este desplazamiento de la frontera de los estudios postcoloniales, que comenzó a producirse en el mundo anglosajón hacia fines del siglo XX, revela que aquellos han impregnado toda una pluralidad de disciplinas. Estudios Poscoloniales: Recalculando el recorrido, cruces y derivaciones Ashcroft et al. proponían como uno de los temas centrales de los estudios poscoloniales el tema de la espacialidad, ocupando las relaciones entre espacio, lugar e identidad, gran parte de la discusión. En ese sentido, una corriente de crítica literaria que puede decirse está relacionada con los Estudios Poscoloniales es la denominada Ecocrítica (eco poética/ crítica literaria ambiental/ estudios culturales verdes/compostestructuralismo). La misma adquiere mayor relevancia durante la última parte del siglo XX y principios del XXI. Joseph Meeker, ambientalista y especialista en literatura comparada, define a la ecología literaria como “el estudio de temas y relaciones biológicas tal como aparecen en textos literarios”. Esta práctica vio su origen en el movimiento ambientalista de los años 1960 y 1970 en EE.UU., no obstante no se posicionó como una nueva área de estudio sino que se incorporó a otras ya existentes, como por ejemplo la de los estudios americanos, o quedó subsumida bajo denominaciones tales como “ecología humana” o “ciencia y literatura”. Recién en la década de los ‘90 se establece en el Congreso de la MLA de 1991, con una sesión especial denominada “Eco-crítica: el reverdecer de los Estudios Literarios”. Este interés en la intersección de la literatura y la naturaleza se expandió bastante rápidamente. Cursos acerca de estas 3 MLA: Modern Languages Association. 14 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales temáticas pueden encontrarse tanto en los departamentos de inglés de distintas universidades como así también en los programas de estudios ambientales. Todo esto se vio fortalecido por la fundación, en 1995, de la ASLE: Asociación para el Estudio de la Literatura y el Ambiente, la misma está compuesta no sólo por profesores y estudiantes de literatura y cultura sino también por escritores, artistas varios, ambientalistas, entre otros. Sin embargo y a pesar del creciente desarrollo del área, la misma no escapa a la polémica y a los desacuerdos. Huggan y Tiffin (2010) en la Introducción a su libro Postcolonial Ecocriticism. Literature, Animals, Environment plantean que hay dos corrientes que parecen irreconciliables: “la del norte, el ambientalismo de los ricos (siempre potencialmente jactancioso e hipócrita) y la del sur, el ambientalismo de los pobres (a menudo genuinamente heroico y auténtico)” (Huggan y Tiffin, 2010:2) y se preguntan si existe alguna manera de acortar la brecha entre colonizador y colonizado cuando ambas posturas se encuentran encerradas en sus respectivos mundos. Sin embargo, y con todas las discrepancias que puedan existir entre ambas corrientes y a su vez entre éstas y la teoría poscolonial, se ha hecho evidente tanto en la teoría como en la práctica, la necesidad de reunir lo poscolonial con lo ambiental como mecanismo para enfrentar los subsistentes modos imperialistas de dominación social y ambiental, ya que entre las tareas centrales que la eco-crítica se propone realizar figuran no sólo el cuestionamiento de las ideologías occidentales de desarrollo sino también la provisión de alternativas viables, y en eso podemos encontrar coincidencia con la cuestión poscolonial. Es indudable, no obstante lo anteriormente dicho respecto de la relación entre estudios poscoloniales y ambientales, que el destino futuro e inevitable del poscolonialismo se encuentra en su relación actual con los estudios acerca de la globalización. Por un lado, estos últimos parecen haber sido sus sucesores más evidentes en cuanto retomaron naturalmente muchas de las preocupaciones e intereses poscoloniales. Pero al mismo tiempo, y según lo expresa Simon Gikandi en el capítulo 106 de The Post-Colonial Studies Reader (en Ashcroft et al., 2010:474476), el discurso de la globalización se vio increíblemente influenciado por la terminología poscolonial durante la pasada primera década del siglo XXI. De esta manera, poscolonialismo y globalización continuaron un camino en común, ya que no es posible comprender los conceptos de la globalización presente si no se comprenden, antes, las estructuras de las relaciones de poder global que surgen como el legado económico, político y cultural del imperialismo occidental del pasado. Asimismo, y aun cuando resulta difícil definir y circunscribir ambas corrientes, las mismas plantean dos cuestiones comunes: su preocupación por formas de organización socio-cultural que puedan trascender las fronteras 15 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de la nación-estado y su pretensión de encontrar nuevas perspectivas que hagan a la comprensión de los flujos culturales que no pueden ya sustentarse en las homogéneas narrativas eurocéntricas de desarrollo y cambio social. Para quienes están interesados en la investigación de los cambios en la producción socio-cultural del nuevo milenio, los estudios de la globalización resultan atractivos ya que reúnen lo universal con los intereses globales y locales: “lo glocal”, en un proceso de constante renovación. Y a su vez, también proponen como un sitio de tensión entre la homogenización y la heterogenización cultural lo que Arjun Appadurai (en Ashcroft et al., 2010:473) identificó como las dimensiones del flujo cultural contenidas en su imaginario social4. En su concepción de “los paisajes de los medios y de las ideas”, Appadurai se refiere a la irrupción de lo visual en los medios de comunicación, a la concatenación de imágenes y su impacto en el mundo real y globalizado. En cualquier caso, lo que se puede presentar cómo novedoso en cuanto a estos presupuestos es el uso renovado y estratégico que el discurso de la globalización hace de la terminología provista por los estudios poscoloniales y de sus teorías. Siguiendo este viaje exploratorio que intenta establecer hasta dónde se ha desplazado la frontera de los estudios poscoloniales, llegamos a examinar otras cuestiones, como por ejemplo cuál es el lugar de los estudios poscoloniales en un mundo en el que el imperio continental chino es uno de los espacios geográficos más ricos del planeta. ¿Cómo debería estudiarse este fenómeno, debería incluirse a China como objeto de estudio y, en ese caso, ¿cómo habría que hacerlo? ¿Qué debería hacerse con la situación de los países de Europa del Este? ¿Cómo re-encausar los estudios sobre Irlanda, luego de años de haber quedado subsumida en la categoría “Imperio Británico”? Nuevas orientaciones en el campo de los estudios poscoloniales y/o de sus “asociados” nos permiten analizar algunos ejemplos. China es un imperio que funciona como una nación. Con sus millones de habitantes, es un ejemplo de lo que Ashcroft ha denominado “transnación”. Mientras que el concepto de nación es uno de los más discutidos en los estudios poscoloniales y el uso del término nación-estado invita a considerar a la nación como sinónimo de estado, la distinción que propone Ashcroft se refiere a los ocupantes que cruzan las fronteras de la nación-estado, ese complejo histórico, multiétnico y cultural que podemos llamar nación, que ocupa las estructuras políticas, geográficas y legales que constituyen el estado. El concepto de transnación expone la distinción radical existente entre estas dos entidades. La nación no es el estado; esto puede entenderse en el caso de China, con millones de trabajadores migrantes dentro de su propio país, forzados a vivir entre su “hogar” en algún lugar de China y la nación-estado, perdidos en un proceso 4 Appadurai identificó cinco dimensiones a las que denominó: paisajes étnicos, paisajes de los medios, paisajes tecnológicos, paisajes financieros y paisajes de las ideas. 16 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de diáspora interna; estos migrantes constituyen una transnación –una nación en tránsito o en constante movimiento de traslación, me atrevo a decir–, término que tampoco debe confundirse con lo transnacional o lo internacional que se refieren más a las relaciones entre estados. Los ocupantes de la transnación, según Ashcroft, migran de manera fluida fuera del estado que comienza dentro de la nación. Este afuera, es algo geográfico, cultural y conceptual y esto es algo obvio también en el caso de India, donde la nación constituye la escena perpetua de la traslación que hace que muchos de sus ocupantes experimenten ese “vivir entre” que los caracteriza. La transnación es una forma de hablar de los sujetos en sus vidas, comunes y corrientes, sujetos que viven en medio de aquellas categorías que por lo general constituyen su subjetividad. Así los estudios relativos a lo que se entiende por transnación vienen a desbaratar la construcción de centro y periferia que aún mantiene su posición en nuestra comprensión de las relaciones globales. Si la transnación va más allá de las fronteras geográficas, políticas, administrativas y hasta imaginarias, como sostiene Ashcroft, dentro y fuera de los límites de la nación, notaremos que constituye un espacio en el que las fronteras se transforman, se superan las afiliaciones nacionales y culturales y se disuelven las dicotomías centro-periferia, ser nacional-ser extranjero. Y esto es así, especialmente, en los casos de China e India porque la nación es de por sí un conglomerado migrante y hasta diaspórico de flujos y convergencias, tanto dentro como fuera de las fronteras del estado. Si bien, como anticipamos, el término transnación no debe confundirse con lo transnacional, tampoco debe equipararse a la idea de diáspora. Por mucho tiempo, se vislumbró una ruta posible para los estudios poscoloniales en el estudio de la dispersión y movimiento constante de poblaciones diaspóricas que adoptan la lengua inglesa como un modo de articulación cultural. La concepción de diáspora planteada por William Saffran (en Wilson et al., 2010:74) consideraba varios aspectos que podrían resumirse en sentido de ausencia, pérdida y alienación. Esta concepción fue varias veces cuestionada por otros teóricos, como James Clifford y Paul Gilroy (75), quienes alegaron que muchas de las condiciones planteadas por Saffran en su definición de diáspora no podían aplicarse a una cantidad de movimientos migratorios globales, y otros críticos también rechazaron la presunción de los estudios de diásporas respecto de que todos las poblaciones en diáspora experimentan un sentido de ausencia y pérdida (75-77). Contrario a este pensamiento, es posible afirmar, dice Ashcroft, que los habitantes de la transnación, ya sean éstos refugiados en situaciones de peligro o sujetos de clase media que se encuentran cómodamente disfrutando en su traslación global, todos los sujetos de la transnación revelan una cierta habilidad para 17 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales moverse dentro de las estructuras del estado. La movilidad no necesita ser una condición permanente de desplazamiento, pérdida y exilio. Por último, la reinvención del concepto de cosmopolitanismo y los estudios en torno a esta cuestión han ganado también renovada notoriedad. Muchos teóricos poscoloniales adoptaron la Gran Teoría de la Diversidad Cultural Global siguiendo por ejemplo a Bhabba en su adhesión a este concepto, tal vez porque parece contener una serie de principios éticos que la hacen muy atractiva y constituyen su principal fortaleza. Sin embargo, esta teoría construye al cosmopolitanismo como una actitud, perspectiva o estado de ánimo en la relación de uno con el otro. Esto no resuelve el problema de quiénes son admitidos o no a participar de un determinado espacio. Ni tampoco define a quién se considera un sujeto cosmopolita, o explica cómo se construye su identidad. Y en las varias definiciones que se han presentado, ha resultado casi imposible deshacer el concepto de su connotación de delicadeza, sofisticación y riqueza que el término acarrea. A su vez, los sujetos cosmopolitas no necesariamente son inmigrantes, viajeros, expatriados o exiliados, ni tampoco sujetos diaspóricos, trabajadores migrantes o refugiados. Pero todas estas personas sí son habitantes de la transnación. El espacio de la transnación es uno en el que las diferencias entre sujetos se multiplican y nos enfrentan así a una responsabilidad ética de apertura frente al otro. Ese otro que en la transnación ocupa un espacio intermedio perpetuo, un “estar entre” negociable y cambiante que demuestra la entidad real de la gente en su navegar por las estructuras del estado. La transnación es no sólo un producto de la nación sino del movimiento, desplazamiento y reubicación; la transnación es global y local. El ver el movimiento de gente en la globalización, acentúa la circulación de lo local en lo global. Por último en el espacio de la transnación, la literatura adopta su función utópica con todo su poder transformador, ya que a través de las historias que contamos podemos habitar un cono de esperanza e imaginar un mundo cambiante y diferente. *** Me permití utilizar, para concluir esta exposición, las palabras que aparecen en la Introducción a la edición 2010 de la obra The Postcolonial Studies Reader, de Ashcroft et al., en la que los autores afirman lo siguiente, a lo cual adhiero: La teoría poscolonial continuó expandiéndose y diversificándose. Si bien la discusión sobre el término mismo no ha disminuido y ciertos temas clásicos de la teoría del discurso poscolonial de Said, Spivak y Bhabba mantienen su prominencia, los últimos diez años han visto cómo desde una creciente variedad de campos de estudio y disciplinas se recurrió a la teoría poscolonial [...] Aun cuando la teoría poscolonial fue una creación de los estudios literarios, ha proporcionado una 18 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales metodología a una amplia gama de disciplinas debido a que ha podido reconocer las muy específicas formas de poder colonial y neo-colonial que operan en el mundo actual. Retomando, entonces, lo dicho por Bhabba, considero que los estudios poscoloniales no han perdido vigencia precisamente porque, en esencia, funcionan como estrategias de pensamiento que ayudan a reelaborar situaciones de sometimiento y dominación, cualesquiera que éstas sean. Se han recreado, actualizado, combinado y adaptado a muchos otros estudios como los de la globalización, la transnación, el cosmopolitanismo y los estudios de diáspora. Y, en la medida en que las relaciones humanas en sus diversas manifestaciones continúen siendo lo que han sido y son, las desigualdades continuarán y habrá más material para nuevos aspectos de los estudios poscoloniales. Obras citadas y bibliografía consultada Ashcroft, Bill, Gareth Griffiths y Helen Tiffin (1998). Key Concepts in Post Colonial Studies. London & New York: Routledge. Ashcroft, Bill, Gareth Griffiths y Helen Tiffin (1994). The Empire Writes Back. Theory and Practice in Post-colonial Literatures. London & New York: Routledge. Ashcroft, Bill, Gareth Griffiths y Helen Tiffin (2010). The Post-Colonial Studies Reader. London: Manchester University Press. Babbha, Homi (1994). The Location of Culture. London: Routledge. Buell, Lawrence (1995). The Environmental Imagination: Thoreau, Nature Writing, and the Formation of American Culture. Cambridge, MA: Harvard University Press. Dobie, Ann B. (2009). Theory into Practice. An Introduction to Literary Criticism. Australia: Wadsworth Cengage Learning. Duncan, James (1990). The city as Text: The Politics of Landscape Interpretation in the Kandyan Kingdom. Cambridge: Cambridge University Press. Duncan, James y Nancy Duncan (1988). “(Re)reading the landscape” (117-126). Environment and Planning D: Society and Space 6. Glotfelty, Cheryll y Harold Fromm (ed.) (1996). The Ecocriticism Reader: Landmarks in Literary Ecology. Athens: University of Georgia Press. Gregory, Derek (1996). Geographical Imaginations. Massachusetts: Blackwell Publishers. Harvey, David (1989). The Condition of Postmodernity. Oxford: Basil Blackwell. Huggan, Graham y Helen Tiffi (2010). Postcolonial Ecocriticism. Literature, Animals, Environment. New York: Routledge. 19 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales King, Bruce (ed.) (1996). New National and Post-colonial Literatures. An Introduction. New York and Oxford: Clarendon Paperbacks. Loomba et al. (ed.) (2005). Poscolonial Studies and Beyond. Durham & London: Duke University Press. Said, Edward (1989). Orientalism. New York: Vintage. Sarup, Madan (1996). Identity, Culture and the Postmodern World. Edited by Tasmeen Raja. Athens: The University of Georgia Press. Shields, Rob (1991). Places on the Margin: Alternative Geographies of Modernity. New York: Routledge. Soja, Edward W. (2003). Postmodern geographies. The Reassertion Of Space In Critical Social Theory. London and New York: Verso. Soja, Edward W. (1996). Thirdspace. Journeys to Los Angeles and Other Real-and Imagined Places. Cambridge, Massachusetts: Blackwell. Tuan, Yi-Fu (1977). Space and Place: The Perspective of Experience. Minneapolis: University of Minnesota Press. Wilson, Janet, Cristina Sandru y Sarah Lawson Welsh (ed.) (2010). Rerouting the Postcolonial. New Directions for the New Millennium. London & New York: Routledge. 20 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Historia de las relaciones internacionales de Argentina y Brasil María Eugenia Cruset [email protected] Resumen La historia de las relaciones exteriores de Argentina no puede ser completamente entendida sin la participación de tres actores protagonistas: Inglaterra, Brasil y Estados Unidos, en ese orden. Con Brasil, en particular, tres siglos fueron necesarios para pasar de una difícil relación de vecindad, marcada por la desconfianza (heredada de la etapa colonial), la rivalidad que llega al enfrentamiento bélico, la indiferencia, hasta a mediados del siglo XX donde se convierten en socios, aliados y amigos. Es un largo recorrido, marcado por luces y sombras pero con un buen final. Introducción El presente trabajo intenta explicar la historia de las relaciones exteriores de Argentina desde la creación del Virreinato del Río de La Plata. Lo que estudiaremos es un proceso largo y complejo donde estarán presentes los difíciles primeros años del gobierno patrio, las guerras civiles y el gobierno del gobernador Rosas, hasta llegar a la reunificación del país en 1860. El período de 1860 a 1916 puede ser considerado como el de formación de la nación a partir de los parámetros ideológicos de la llamada “Generación del ‘80”, que establece un sistema liberal en lo económico y conservador en lo político que se suaviza a partir de 1916 con la llegada al poder por sufragio universal y secreto del presidente Yrigoyen. A partir del golpe de estado de 1930, cambia progresivamente estas bases, aunque muchos de sus elementos perduran. Entendemos que este período fundacional es de suma importancia para comprender el desarrollo posterior del país y, por esta razón, le daremos un desarrollo más amplio. Finalmente, hay que dejar bien en claro que este proceso no puede ser entendido plenamente sin la intervención de tres actores fundamentales: Inglaterra, Brasil y Estados Unidos, en este orden de importancia. Desde la colonia a la unificación nacional La historia de las relaciones internacionales de Argentina viene cargada de un fuerte componente de desconfianza hacia su vecino- 21 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales rival Brasil, heredado de la época colonial y la política de la corona española. Durante el siglo XVIII la casa de los Austrias es reemplazada luego de la llamada Guerra de Sucesión española por la de los Borbones. Para esta nueva dinastía era necesario reorganizar el imperio colonial para hacerlo más eficiente y funcional a los intereses metropolitanos. En este sentido es que se crea en 1776 el Virreinato del Río de la Plata. Uno de los motivos, y no menor, para su fundación era el temor del expansionismo hacia el sur del continente de la corona lusitana con la consiguiente preocupación de que llegara a apropiarse de las ricas minas de plata de Potosí en el Alto Perú, hoy Bolivia. Es por esto que no es ilógico pensar que parte de la justificación de la creación de lo que después sería Argentina es el temor y desconfianza hacia Brasil. Este sentimiento de vecindad-rivalidad se va a mantener hasta bien entrado el siglo XX. El 25 de mayo de 1810, acompañando un proceso continental, se establece en la ciudad de Buenos Aires el primer gobierno patrio, autónomo de España. De todas estas juntas que se fueron fundando en el espacio hispanoamericano, sólo la del Río de la Plata va a prosperar. Por eso, una de las principales preocupaciones fue la de buscar el reconocimiento de las potencias europeas, particularmente de Inglaterra. Desde la independencia formal del país en 1816 hasta la década de 1860, la historia nacional se caracterizó por las guerras civiles y el gobierno autoritario del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Durante esta etapa tan conflictiva, se destaca la Guerra del Brasil o Guerra da Cisplatina, según el nombre dado por la historiografía brasilera, que fue un conflicto bélico que tuvo lugar en la década de 1820 entre las Provincias del Río de la Plata y el imperio del Brasil, por la posesión de los territorios que corresponden a la actual República Oriental del Uruguay y parte del actual estado de Río Grande del Sur. A partir de 1860, se reunifica el país y se sientan las bases del Estado actual bajo los parámetros ideológicos de la llamada Generación del ‘80, que consistían mayormente en crear un sistema conservador en lo político y liberal en lo económico. También se buscaba insertar a Argentina en la división internacional del trabajo como abastecedor de productos agroexportadores y, en esta lógica, debía imperiosamente hacer producir la pampa a través de la mano de obra llegada por la inmigración. Política exterior argentina a partir de 1860 Tomando el modelo de Tomassini con las modificaciones hechas por Raúl Bernal-Meza para su estudio comparativo sobre las políticas exteriores de Argentina y Brasil, es que hemos decidido darle el marco metodológico a nuestro trabajo (Bernal-Meza, 2005). 22 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Siguiendo este marco metodológico, son tres las grandes cuestiones que definen y diferencian la política exterior de los países: 1. La agenda internacional, o sea, los intereses que los países persiguen en su accionar externo. 2. Los objetivos, la posición que ese país desea alcanzar o el estado de cosas que pretende lograr a través de la satisfacción de sus intereses. 3. El estilo que caracteriza la formulación y aplicación de esa política. 1.a. Relación con Inglaterra Es innegable que, para el caso de la política exterior de Argentina, la relación con Inglaterra ha sido de tal magnitud que fácilmente se puede ver en ella a la variable divisoria de la política diplomática de estos dos países. La relación privilegiada de socio comercial de Argentina con la Gran Bretaña ha sido ampliamente estudiada. Esto demuestra el papel de suma importancia que tuvo en el desarrollo histórico del país. La consolidación del Estado-nación, que comenzó hacia 1860 y que terminó de concretarse en la década de 1880, tuvo su basamento en la consolidación del sistema económico y su inserción en el sistema capitalista global como país agroexportador. Fue esa coyuntura económica la que le permitió un gran desarrollo dentro de la división internacional del trabajo. A partir de esta inserción es que Argentina e Inglaterra tendrán una relación simbióticafuncional donde la primera irá perdiendo autonomía frente a la segunda. El Estado desarrolló una política exterior destinada a dar garantías a las inversiones, europeas en general y británicas en particular, a asegurar su financiación externa y a consolidar los mercados europeos para la producción agrícola. En este contexto, las relaciones económicas llegaron a tener un carácter casi esencial en el funcionamiento del país; sin embargo, las relaciones estrictamente políticas se caracterizaron por un bajo perfil británico. Este bajo perfil debió ponerse a prueba en dos ocasiones, la primera fue en 1880 cuando naves de la armada argentina confiscaron la carga del buque inglés S.S. Plato. En esta ocasión, tanto el embajador británico en el país como la actitud tomada por el Foreing Office, fue de absoluta no intervención. En lugar de una intromisión directa, incluso con el envío de tropas, se prefirió una política de negociación que no “ofendiera” el orgullo de las autoridades argentinas y que permitiera continuar con el intercambio comercial pacífico. El segundo incidente fue el estallido de la crisis de 1890 y las severas políticas impuestas por el presidente de turno Pellegrini. Algunas de estas medidas, como la adopción de un impuesto del 2% sobre los depósitos en bancos extranjeros y del 7% a los beneficios de las compañías extranjeras, 23 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales afectaron indudablemente a algunas compañías británicas. A pesar de las presiones desarrolladas en Londres para lograr una intervención directa de la corona que revirtiera estas medidas, el gobierno se mantuvo ausente y mantuvo su política prescindente. Sin embargo, hay que decir que esta conexión hegemónica con Gran Bretaña (basada en la inversión en ferrocarriles, frigoríficos y del sector financiero) fue llevando a una progresiva pérdida de autonomía. Siguiendo la teoría de Puig, quien comenzó a estudiar el funcionamiento del régimen internacional tomando como eje la autonomía y sus gradaciones, y usando sus cuatro estadíos principales: dependencia para-colonial, dependencia nacional, autonomía heterodoxa y autonomía secesionista, es fácil ubicar a los Estados-nación en este esquema. Argentina en la etapa del modelo agro-exportador que estudiamos (18801916) podría entrar en la primer categoría. 1.b. Relaciones bilaterales/multilaterales Sabemos que la diplomacia puede tener dos modalidades: la bilateral que tiene lugar entre dos Estados (mayormente) y la multilateral que tiene lugar entre dos o más Estados o bien entre uno de éstos y otros sujetos de derecho internacional. Puede ser igualmente temporal, por medio de las conferencias internacionales, o permanentes por medio de las delegaciones o misiones permanentes. Tiene una forma de ejecución también muy característica: la multilateral que es la denominada diplomacia de conferencia que se institucionalizó a escala global con el tratado de Versalles y la Sociedad de Naciones, aunque ya existía desde antes.1 La Argentina de la década de 1880 es un Estado-nación integrado y ordenado, con una fuerte inmigración, económicamente rica y con una relación de privilegio con su socia comercial: Inglaterra, potencia aún dominante en esa época. Es por esta razón que dentro del concierto internacional se va a mostrar como “uno entre iguales”, manteniendo una relación bilateral con el resto de los países, en particular con aquellos hacia los que siente una inocultable admiración cultural: los europeos del norte. Asimismo, mantendrá la defensa irrestricta del derecho internacional, la salvaguarda de las soberanías de los Estado-nación y una permanente política de neutralidad. En relación con el espacio latinoamericano, guardará cierta ambigüedad basada en una distancia y despreocupación por la vinculación a la región y, al mismo tiempo, una política de prestigio 1 Congreso de Viena: conferencia internacional convocada con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I. La reunión se llevó acabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815 y las decisiones que allí se tomaron de forma multilateral marcaron el equilibrio de poderes de la mayor parte del siglo XIX. 24 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales basada en la defensa y salvaguarda de los interesas de estos países frente a la intromisión de potencias europeas o de Estados Unidos. Por otro lado, existió un menosprecio hacia las conferencias internacionales y una abierta oposición hacia las decisiones que en ella se tomaban. Esto particularmente cuando debía enfrentarse a los intereses hegemónicos de Estados Unidos en las conferencias Panamericanas.2 1.c. Relación con Estados Unidos de América Durante la década de 1880, un tema clave de la agenda política en las relaciones entre los gobiernos de Buenos Aires y Washington fue el esfuerzo puesto en práctica por la diplomacia norteamericana en pos de la unidad panamericana. Mientras Estados Unidos buscaba imponer su hegemonía en los países de Sudamérica, Argentina se convertía en su principal oponente. Esta rivalidad se desarrolló en todas y cada una de las conferencias panamericanas. Uno de los puntos mayormente discutidos fue el del arbitraje sugerido por el país del norte y que chocaba con los principios profundamente arraigados en la diplomacia nacional sobre igualdad soberana y no intervención de países extranjeros. La posición argentina en la conferencia panamericana de 1889, oponiéndose sistemáticamente a la cada vez mayor influencia de Estados Unidos, estaba basada en la visión que la clase gobernante tenía de su país. El éxito del modelo económico, los progresos en el orden cultural, la convertían en una nación que se creía superior al resto de América Latina y daba la espalda a ésta, con una íntima relación con Europa y con un sentimiento de competencia y desconfianza hacia la potencia emergente en el norte. El panorama continental para fines del siglo XIX permitió que dos países ricos, con nacionalismos formados desde el Estado, con procesos inmigratorios fuertes, se enfrentaran. Mientras EE.UU. tendrá una política exterior expansionista, Argentina pondrá todos sus recursos para contenerlo. Cuando hacia fines de 1902, Venezuela se vio amenazada por las fuerzas navales de Gran Bretaña, Alemania e Italia con el fin de lograr el pago de la deuda, Estados Unidos no utilizó los principios de la doctrina Monroe (“América para los americanos”), con el fin de proteger a su vecino sino, por el contrario, creó el llamado “primer corolario Roosevelt” para limitar la doctrina y no intervenir. En este contexto, el canciller argentino presenta su después llamada “doctrina Drago”, donde sostiene que la deuda de ningún país puede dar lugar a la intervención armada. La postura del canciller argentino constituyó un respaldo al texto de la doctrina Monroe y una fuerte crítica a las prácticas intervencionistas en 2 Para ampliar este tema, ver: Cruset (2011). 25 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales la región. Paradójicamente, debido al fuerte respaldo que la doctrina Drago hace a la Monroe, las políticas exteriores argentinas y norteamericanas se alejaron. En la opinión de algunos autores, el “corolario Roosevelt” formó parte de una ideología imperial del gobierno norteamericano que extendió la visión de “destino manifiesto” desde la zona del Caribe hacia las naciones de habla hispana a lo largo del hemisferio. Mientras EE.UU. adoptó la forma de control directo en la cuenca del Caribe, la estrategia utilizada para el Cono Sur fue la de la “diplomacia de control”. Mientras que Argentina se le opondrá utilizando los principios del derecho internacional. 2. Los objetivos Durante los primeros cuarenta años posteriores a su independencia, Argentina debe mantener una política exterior netamente defensiva y su principal objetivo fue la búsqueda del reconocimiento diplomático de su existencia. Además, debió esforzarse por consolidar sus fronteras externas y tratar de minimizar lo más posible la intromisión de otros países en los asuntos internos. Tengamos en cuenta que durante el siglo XIX la intervención política militar de Europa y Estados Unidos en los asuntos internos de Latinoamérica nos era poco frecuente. Recién a fines del siglo, con todo lo que ya hemos visto sobre la consolidación nacional, es que se comienza con una política exterior coherente con lineamientos propios. Ya hemos visto cómo las elites que gobernaban el país apostaron a insertarlo dentro de la división internacional como un país productor de alimentos. El proceso de crecimiento económico era un pre requisito para lograr los demás objetivos nacionales. Es por esta razón que la diplomacia se convirtió en la típica de un “estado comerciante” (“trading state”), siendo instrumento de la inserción económica buscando abrir nuevos mercados a la producción local, promover la inversión extranjera, la obtención de créditos internacionales y favorecer el arribo de inmigración. Un análisis de la estructura organizativa de la diplomacia confirma esto. Para 1910, los medios eran relativamente modestos (había representación diplomática en diecinueve países y un personal de aproximadamente sesenta y siete personas), mientras que el cuerpo consular, que se ocupaba de los temas económicos, era equivalente en tamaño e importancia al de las principales potencias de la época, salvo lógicamente Gran Bretaña y Francia. 3. El estilo Frente a los objetivos de política exterior antes expuestos, la Argentina tomó un estilo de “no compromiso” a nivel mundial cuyos lineamientos básicos eran: 26 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales - Mantener buenas relaciones con los países más avanzados como un instrumento para resguardar la inserción económica internacional del país. - No establecer alianzas políticas formales que pudieran llevarla a conflictos de los cuales no era parte y que perjudicaría su posición comercial. - Buscar la neutralidad y la defensa del derecho internacional como resguardo de estos objetivos. Es decir, se buscó mantener un perfil de neutralidad y una defensa explícita del derecho internacional. Por el contrario, a nivel de política regional –es decir en el continente americano–, la Argentina instrumenta un estilo más agresivo basado en una tradicional política de prestigio e intentaba ejercer un cierto liderazgo en la región. Para esto, sostuvo una férrea oposición a la hegemonía de Estados Unidos en la región y participó como “árbitro”, “garante” o “amistoso componedor” en la resolución de los conflictos interregionales. En resumen: la clave del estilo de la política exterior consistió en fundar la independencia política y el prestigio internacional del país sobre el éxito económico, la estabilidad institucional, la cantidad y variedad de intercambio comercial y una sistemática no intromisión en los asuntos de otros países aunque, simultáneamente, oponiéndose a Brasil y Estados Unidos en la lucha por el liderazgo regional. Un análisis superficial de la política exterior e internacional de la Argentina parecería demostrar su permanente incoherencia. En el siglo XIX, era un país dependiente de Europa, y particularmente de Gran Bretaña, pero no obstante desafiaba a los europeos con las armas en las manos (1840 y 1849) o en fieras controversias diplomáticas... mantenía vinculaciones políticas esporádicas y tibias en América latina, pero defendía ardorosamente a Venezuela contra la intervención europea (en 1902, cuando el canciller Luis María Drago enunció su doctrina) (Puig, 1988). Estas apreciaciones que hace Puig sobre lo que habitualmente se escucha –tanto en los ámbitos académicos como del público en general–, sobre las aparentes paradojas de la política exterior del país son reales. Sin embargo, nosotros entendemos que no surgen de un estudio objetivo de la realidad histórica y se debe principalmente a confundir objetivos de la diplomacia con estilos. Nacionalismo y diplomacia El nacionalismo, como lo entendemos a lo largo de este trabajo, es la doctrina social y política a partir de la cual se conforman los grupos humanos llamados nación. Esto implica que no necesariamente Estado y 27 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales nación coinciden pero en la mayoría de los casos el primero será motivo de reivindicación del segundo.3 A partir de la interrelación que se genera entre ambos, hemos propuesto una clasificación. Según ésta, si el Estado es el formador desde arriba de un Estado-nación homogéneo, basado en el contrato entre ciudadanos y gobernantes, unificados en el vínculo igualitario de la ciudadanía, con fuerte presencia de adoctrinamiento estatal –a través, principalmente, de la escuela, el Registro Civil y el servicio militar obligatorio–, a esta categoría la llamamos nacionalismo civilista. Cuando el sentido de formación es el inverso, es decir de abajo hacia arriba, cuando lo que une es la conciencia de pertenencia basada en raza, idioma, religión, etc., lo llamamos: nacionalismo romántico. Generalmente, son naciones sin Estado que reclaman por vías pacíficas o violentas su “hogar nacional”. El poder político ha sido asociado al gobierno y al Estado. El Estado se ha convertido en el lugar del poder. Siguiendo la definición clásica de Weber, es un poder basado en el monopolio del uso de la violencia legítima. Esta situación comienza a gestarse en occidente a partir del renacimiento y son su racionalización específica. Desde finales del siglo XVII, se desencadenan una serie de episodios revolucionarios que dan lugar a cartas constitucionales y declaraciones de derechos (revolución gloriosa en Inglaterra, 1688; declaración de la independencia norteamericana, 1776; revolución francesa, 1789; declaración de los derechos del hombre, 1791) que instituyen al Estado sobre las bases de libertad, igualdad política, propiedad privada, etc. Los textos teóricos que dan marco ideológico a lo que nace son los clásicos Leviathan, de Hobbes (1651), los Dos tratados sobre el gobierno, de Locke (1689) y el Contrato social, de Rousseau (1762). El ciudadano renuncia a parte de sus derechos individuales en favor del Estado (Leviathan), que se convierte en un poder absoluto, consensuado y legitimado, cuya función es defender los derechos fundamentales. Éstos son, según el ideario burgués, la seguridad, la libertad y el orden, para Hobbes, y la vida, la libertad y propiedad privada, para Locke. De esta forma, el Estado es una creación humana y legitima las formas de monarquías absolutas (Hobbes) o parlamentarias (Locke). La propuesta 3 Parecería que el pueblo gitano es la única nación que no reclama, por no interesarle, un hogar nacional. Se dice que los gitanos se diseminaron por el mundo, procedentes de la región del Panyab (India y Pakistán). Sin embargo, esto se basa en un análisis lingüístico (su idioma, el romaní, es hermano del sánscrito), que no toma en cuenta otras variables culturales para determinar el real origen de este pueblo. Con todo, es creencia generalizada que en algún momento de la historia los gitanos abandonaron la India para poblar otros lugares. Lo cierto es que, aunque es posible que provengan de la India, no está claro si antes de llegar a aquel país tenían un origen distinto. Actualmente, no hay teoría científica que demuestre absolutamente un origen cierto del pueblo gitano. Y, aunque se han establecido en muchos países, han conservado su idioma, costumbres y homogeneización racial. El hecho de ser semi-nómades parece ser la causa de no buscar una reivindicación estatual u hogar nacional. 28 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de Rousseau avala la fórmula revolucionaria y republicana. Esto lo hace planteando la necesidad de un contrato social que garantice la igualdad (formal) de los hombres y la satisfacción de sus necesidades a través de un gobierno que ejecute la voluntad general del pueblo. En la concepción clásica de Marx (1852), después desarrollada por Lenin, el Estado no es neutro, se vincula a la clase dominante y garantiza el proceso de dominación. Visiones más contemporáneas, como las de Gramsci (1929) y Poutlanzas (1972), dan un enfoque un poco más complejo pero basado en los mismos principios. En el ala más izquierda de este pensamiento, teóricos clásicos del anarquismo del siglo XIX, como Proudhom y Kropotkin, se plantean el modo de descentralizar y desconcentrar el poder que tiene el Estado. Las naciones están constituidas por el concepto gramsciano del “complejo Estado/sociedad civil”. Mientras que para el nacionalismo civilista la variable Estado es la de mayor peso, pasa lo contrario con el nacionalismo romántico. Este marco teórico de análisis nos permitirá avanzar en el tema. El concepto gramsciano del “complejo Estado/sociedad civil”, que fue incorporado a la teoría de las relaciones internacionales por el norteamericano Robert W. Cox, y que nos recuerda que los diversos Estados están condicionados de muy diferentes maneras por sus respectivas sociedades civiles. De tal modo, visto en el largo plazo, el actor (o unidad) “nacional” que realmente interactúa en el orden interestatal con sus políticas exteriores no es simplemente el Estado, sino el complejo Estado/sociedad civil, que imprime a cada actor una lógica y una dinámica diferente a la de los demás actores o unidades. Cada país registra una relación entre el Estado y la sociedad civil que le es propia y que lo diferencia de todos los demás. Sistemas políticos, estructuras sociales y culturas políticas determinan enormes diferencias en, por ejemplo, la medida en que el Estado puede imponerle sacrificios a la ciudadanía. También determinan diferencias significativas respecto de la mismísima definición de conceptos aparentemente universales como el de “interés”, que se vuelve etnocéntrico en tanto la valoración de un mismo costo o beneficio cambiará en función de factores políticos, sociales y culturales que son particulares a cada sociedad civil y que tienen una fuerte incidencia sobre el Estado, ya sea por las presiones de la sociedad civil (el caso, digamos, de las verdaderas democracias), o porque la ausencia de presiones genera una enorme autonomía al gobernante. Por otra parte, incluso cuando la sociedad civil tiene un enorme peso sobre las decisiones del Estado, puede haber grandes diferencias cualitativas en el tipo de influencia que ésta ejerce debido a la intervención de variables culturales. La influencia de la sociedad civil sobre el Estado, por ejemplo, no siempre conduce a una administración más “racional” 29 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de la política exterior en términos del balance de costos y beneficios. Las estructuras sociales, los sistemas políticos y las culturas obran como condicionantes de primer orden en la percepción y valoración de hasta los parámetros más “objetivos”. Dentro de este esquema, Argentina, con un nacionalismo civilista, lleva a cabo una política exterior basada en los intereses de su clase gobernante. Con un aparato burocrático importante que forma profesionales en la materia. Esto, lógicamente, a partir del presupuesto del Estado, o sea el Estado invierte en la formación del personal diplomático. Y donde es muy difícil imponerle grandes sacrificios. Esto último lo podemos ver con dos ejemplos de nuestra historia. Por un lado, la guerra de Malvinas, donde se le pidió a la sociedad desde el gobierno todos los sacrificios que un conflicto bélico conlleva, donde éste fue aceptado, aun con ciego entusiasmo. Pero donde hubo que apelar a la prosa más pura del nacionalismo para lograrlo.4 En sentido contrario, es llamativo cómo una crisis económica –ejemplos hay muchos en nuestra historia reciente– moviliza el pedido de cambio de ciudadanía y la emigración cuando el ciudadano entiende que el Estado no cumplió con su parte del contrato civil y, por lo tanto, el individuo queda liberado de cumplir su parte. Conclusión Algunas reflexiones finales a modo de conclusión. La larga relación entre Argentina y Brasil se caracteriza por una difícil relación de vecindad, marcada por la desconfianza (heredada de la etapa colonial), la rivalidad que llega al enfrentamiento bélico, la indiferencia, hasta a mediados del siglo XX donde se convierten en socios, aliados y amigos. Es un largo recorrido marcado por luces y sombras pero con un buen final. El punto de inflexión es el apoyo de Brasil a la Argentina por la guerra de Malvinas, pero será necesario que los dos países vuelvan a la democracia para que la visión estratégica de sus presidentes, Alfonsín y Sarney, marcara el rumbo que comenzó el MERCOSUR. Pero lo que comenzaron los estadistas debe ser continuado y reforzado por los ciudadanos y, dentro de ellos, tenemos un papel importantísimo los académicos e intelectuales. Para que se derramen los beneficios del Tratado de Asunción (1991) a los pueblos, debemos participar a través del conocimiento y entendimiento mutuo, el intercambio de profesores y estudiantes y la elaboración de proyectos científicos conjuntos. Éste es el momento de deponer históricos desencuentros y así construir un futuro mejor para todos. Sirva este trabajo para eso. 4 Aunque no compartimos por entero, es interesante el análisis que sobre esto propone Escudé. Ver: Escude (1995). 30 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Bibliografía Amores, Juan Bosco (1995). Iberoamérica en el siglo XIX: nacionalismo y dependencia. Pamplona: EUNATE. Anderson, Benedict (1993). Comunidades imaginarias. Argentina: FCE. Bernal-Meza, Raúl (2005). América Latina en el mundo. El pensamiento latinoamericano y la teoría de las relaciones internacionales. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. Bobbio, Norberto, Nicola Metteucci y Gianfranco Pasquino (1997). Diccionario de política. México: Siglo XXI. Botana, Natalio R. (1986). El orden conservador. Argentina: Hyspamérica. Buisson, Inge et al. (ed.) (1985). “Problemas de la formación del estado y de la nación”. En Stoetzer, O. Carlos. Hispanoamérica, XXXV (4): 462-464. Calvo, C. (1896). Le droit international théorique et pratique précédé d’un exposé historique des progrès de la science du droit des gens. París: Rousseau. Chiaramonte, José Carlos (1971). Nacionalismo y liberalismo económicos en la Argentina, 1860-1880. Buenos Aires: Solar-Hachette. Cisneros, Andrés (1998). “Argentina: historia de un éxito”. En: Política exterior argentina (1989-1999). Buenos Aires: GEL. Cruset, María Eugenia (2011). Diplomacia de las Naciones sin Estado y de los Estado sin Nación. Ed. Académica Española. De la Balze, Felipe A.M y Eduardo Roca (comp.) (1997). Argentina y EE.UU. Fundamentos de una nueva alianza. Buenos Aires: ABRA-CARI. De la Balze, Felipe A.M. (1997). “La política exterior en tres ‘tiempos’. Los fundamentos de la ‘nueva política exterior’”. En: De la Balze, Felipe A. M. y Eduardo Roca (comp.). Argentina y EE.UU. Fundamentos de una nueva alianza. Buenos Aires: ABRA-CARI. Escude, Carlos (1975). Aspectos ocultos de la educación en la Argentina: Políticas de inversión y productividad educativa, 1900-1975. Buenos Aires: El Coloquio. Escude, Carlos (1990). El fracaso del proyecto argentino: educación e ideología. Buenos Aires: Instituto Torcuato di Tella/Conicet. Escude, Carlos (1995). Un enigma: la “irracionalidad” argentina frente a la segunda guerra mundial. EIAL (Estudios Interdisciplinarios de América Latina y el Caribe), 6 (2), julio-diciembre. [en línea] Dirección URL: [http://www.tau.ac.il/eial/VI_2/escude.htm] Ferns, H.S. (1980). “Las relaciones angloargentinas, 1880-1910”. En: Ferrari, Gustavo y Ezequiel Gallo (comp.). La Argentina del ochenta al centenario. Buenos Aires: Sudamericana. 31 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Figari, Guillermo (1993). Pasado, presente y futro de la política exterior argentina. Buenos Aires: Biblos. Puig, Juan Carlos (1988). Política internacional argentina. Buenos Aires: GEL. Puig, Juan Carlos (comp.) (1984). América Latina: Políticas exteriores comparadas. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. Tamburini, Francesco (2002). “Historia y destino de la ‘doctrina Calvo’: ¿actualidad u obsolescencia del pensamiento de Carlos Calvo?” Rev. Estud. Hist.-Juríd., (24): 81-101. ISSN 0716-5455. [En línea]. Dirección URL: [http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071654552002002400005&lng=es&nrm=iso]. Consulta: 30 de julio de 2005]. 32 Ir al Índice Ponencias Ir al Índice Bloque 1 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La frontera como lugar de la multiplicidad Ana Celi - Valeria Engert - María Luz Revelli La frontera es un concepto complejo que puede pensarse como determinado históricamente, un espacio donde se condensan infinidad de procesos socioculturales. Se puede hablar de fronteras desde distintos puntos de vista: como territorio geográfico en el que se imprimen, al mismo tiempo, las marcas de la historia y los avatares de lo público; como espacio figurado que expresa discontinuidades, confrontaciones, encuentros entre diferentes grupos humanos. También como espacio simbólico que alberga o que pone en evidencia las (dis)continuidades, herencias, divergencias, tensiones, entre disciplinas diversas, o en el interior de cada uno de esos espacios. En todos los casos, frontera evoca de inmediato la idea de un “adentro” y un “afuera”, con su consiguiente dinámica de inclusión y exclusión, pero también con su contrapartida, la noción de coexistencia, discontinuidad y fluidez de los contactos. Vivimos en un tiempo y espacio en que las fronteras, tanto literales como figurativas, existen y paradójicamente se desdibujan. Escenario por antonomasia y referencia indispensable de la interacción cultural y social, del encuentro en la diferencia. La frontera es un lugar bilingüe, o plurilingüe, donde se negocian procesos de integración, de adaptación a través de los cuales lo social y lo discursivo entran en conflicto, negociación y cambio constantes. La frontera es el espacio en el que voces que conjugan centro y periferia se articulan, (de)construyen y re-construyen dando vida a literaturas que testimonian el desplazamiento y las múltiples significaciones emergentes. Éste es el caso de la obra de la escritora chicana Gloria Anzaldúa (19422004), la cual puede considerarse poético-teórica en relación con la compleja conceptualización de la frontera. En Borderlands/La Frontera: The New Mestiza (1987), Anzaldúa propone un nuevo lugar de enunciación, la frontera: …el río Grande flowing down to the flatlands of the magic valley of South Texas its mouth emptying into the Gulf. 1,950 mile-long open wound dividing a pueblo, a culture, running down the length of my body, staking fence rods in my flesh, splits me splits me me raja me raja (Anzaldúa, 1987:2) 35 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La construcción de la frontera en la obra de Anzaldúa se mueve desde consideraciones histórico-geográficas, como las claras referencias al Tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) que estableció la demarcación de la frontera entre México y EE.UU., a cuestiones identitarias, la compleja reconfiguración del ser marcada por oposiciones que privilegian el estatus del estadounidense-blanco-clase media en oposición al mexicano-de colorpobre. La frontera es para Anzaldúa un nuevo espacio de enunciación abierto y de incorporación, Borders are set up to define the places that are safe and unsafe, to distinguish us from them. A border is a dividing line, a narrow strip along a steep edge. A borderland is a vague and undetermined place created by the emotional residue of an unnatural boundary. It is in a constant state of transition (Anzaldúa, 1987:3). Este nuevo ámbito de enunciación es un lugar donde una nueva voz emerge, una voz que se posiciona en un espacio marginal, fronterizo, en un “entre mundos”, … I, a mestiza, Continually walk out of one culture And into another, Because I am in all cultures at the same time, alma entre dos mundos, tres, cuatro, me zumba la cabeza con lo contradictorio. (Anzaldúa, 1987:77) El mundo liminal de Anzaldúa cuestiona la noción del borde, entiende los límites como constructos sociales y propone la integración en pos de la liberación interior de la opresión de la rigidez del borde. Tal espacio puede ser pensado, en palabras de Homi Bhabha, como un “tercer espacio”, que no intenta rastrear dos momentos originarios sino que se constituye en “una nueva área de negociación de significado y representación” (Bhabha, 1990:211). En este sentido, Walter Mignolo sostiene que se puede pensar la frontera como un espacio que se construye desde el adentro y el afuera y que permite construir la historia a partir de la interacción en la diferencia, estableciendo un “nuevo lugar de enunciación” (Mignolo, 2000:13), un “locus de enunciación diferencial”, esto es la creación de un nuevo discurso que desafía la idea de una única historia y que se construye desde la mirada local. De allí que tanto en la esfera pública como en la lucha teórica se generen nuevos espacios de enunciación. Las voces acalladas de la minoría empiezan a configurarse en nuevos espacios de enunciación que desafían el complejo entretejido social, histórico y cultural planteado en términos binarios en los que el centro se presenta como “poderoso, elocuente, vigilante, el sujeto que hace/hacedor de la historia; mientras que la periferia sugiere derrota, silencio, subordinación, [...] sin historia propia” (Soja, 1996:137). 36 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Proponemos, a continuación, recorrer algunos entramados ficcionales en los que la frontera emerge como lugar de múltiples significaciones. Las escritoras cubano norteamericana Cristina García (1958- ) y la haitiano norteamericana Edwidge Danticat (1969-) han problematizado las relaciones entre frontera e identidad en sus novelas Dreaming in Cuban (1992) y The Farming of Bones (1998), respectivamente. En este sentido, dichas novelas se presentan como nuevos lugares de enunciación, un tercer espacio, en el que las autoras sacan de la oscuridad la voz de la minoría desde la frontera, desde el borde, en el marco de una narrativa de reconstrucción histórica. El tratamiento de la historia en las novelas seleccionadas puede enmarcarse, en palabras de Leonora Simonovis, dentro de una nueva tradición de la novela latinoamericana de finales de siglo XX, novelas que ...tienen la particularidad de poseer un referente histórico real que es contado de manera fragmentaria por un personaje subalterno, quien mira la historia desde una perspectiva que no se centra en lo hegemónico y que busca llenar los vacíos que deja la historia oficial (Simonovis, 2003:298). Las apreciaciones críticas de Simonovis se vinculan al trabajo de Luz Marina Rivas en relación con la categorización formal del género “novela histórica”. Un elemento fundamental al género es “la conciencia de la historia” entendida como ...la problematización de la historia en el interior del texto ficcional, es decir, que el texto proponga la dificultad de historiar, la relativización de las verdades históricas; el cuestionamiento al registro de lo histórico, [...] la validez de lo conocido, del documento como fuente, de los archivos existentes y esto se escenifique en el texto ficcional (Rivas, 2001:106). Rivas identifica un sub-género de la novela histórica al que se refiere como “novela intrahistórica” (Rivas, 2001:104). Tales textos exhiben una perspectiva parcial del hecho narrado desde la voz de los no incluidos, los vencidos “la visión de personajes que por su condición no dominan panoramas amplios ni políticos, ni geográficos, ni históricos” (Rivas, 2001:108). Estos relatos abren espacios antes descartados en la narrativa histórica, como lo es la dimensión afectivo-emocional, es decir “la manera en que los personajes perciben emotivamente su historia, en especial los hechos de la historia política golpeando sus vidas” (Rivas, 2001:108). Esta dimensión afectivo-emocional deviene de la consideración de la reconstrucción histórica desde la perspectiva del pueblo. Simonovis entiende que tal perspectiva es posible dado el uso de la fuente histórica “la perspectiva del pueblo [...] no se encuentra en documentos oficiales, sino en la tradición oral, en los diarios íntimos y en las cartas” (Simonovis, 2003:298). 37 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En Dreaming in Cuban (1992), García condensa la historia de tres generaciones de la familia del Pino con un atento foco en la voz de los personajes femeninos: Celia, sus hijas Lourdes y Felicia, y su nieta Pilar, especialmente, teniendo la revolución cubana y el régimen de Fidel Castro como telón de fondo, mientras que en The Farming of Bones (1998), Danticat da voz a Amabelle Desir, sobreviviente de la masacre sufrida por los trabajadores haitianos de los campos de caña en la República Dominicana bajo el régimen de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961). El exilio, la separación y el impacto en los lazos familiares son líneas temáticas de relevancia en las dos novelas. La distancia, tanto en el ámbito de la dimensión espacial o geográfica como en el ámbito del posicionamiento político, afectan las relaciones entre los personajes en áreas fronterizas que se reconfiguran desde una voz femenina e íntima. La construcción del marco histórico: la frontera y la amenaza externa En Dreaming in Cuban, García explora la tensión entre las relaciones cubano-norteamericanas desde la subjetividad de la voz femenina en el ámbito de la intimidad. La novela reconstruye el proceso de la revolución cubana desde las cartas que Celia le escribe a su amante español. Las cartas, aunque nunca enviadas, abren un espacio dialógico en juego con el diario de Pilar, su nieta, quien escribe en Brooklyn, Nueva York, EE.UU. La naturaleza de los documentos, las cartas y el diario íntimo, proponen un cuestionamiento en torno al documento como fuente histórica. La novela ofrece una visión “desde abajo” (Rivas, 2001:108), es decir, la textualización de la conciencia de la historia es verbalizada en primera persona por la protagonista narradora en documentos que presentan una alternativa al discurso historiográfico convencional que ofrecía una visión “desde arriba”, es decir, desde la perspectiva de “gobernantes, políticos, líderes sociales y generales, desde los protagonistas de la historia” (Rivas, 2001:105) siguiendo los parámetros propuestos por el historiador Leopold von Ranke. En la novela de García, la construcción de la frontera se entreteje en referencia a las relaciones entre Cuba y EE.UU. marcadas por una historia de colonización y opresión. Cuba, como gran parte de las Antillas Mayores, sufrió el avance de una economía de dominación, primero de los centros imperiales europeos, y luego de los EE.UU. Dicha economía de dominación ha girado sistemáticamente en torno al azúcar y ha avanzado con una marcada presencia militar que impactaría de manera vital en la zona. La intención expansionista norteamericana es evidente desde fines de siglo XIX, cuando como consecuencia de la guerra entre España y EE.UU. (1898), Cuba se convirtió en un protectorado norteamericano (Enmienda Platt, 1901) consiguiendo EE.UU. un beneficioso acuerdo 38 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales por el que ocupa la base en la bahía de Guantánamo (1903), acuerdo que no puede suspenderse sin mutuo consentimiento. Además de dicha base, la presencia de marines norteamericanos en Cuba volvió a verse en repetidas oportunidades, en 1906-1909, 1917-1922; como así también en el caso de la ocupación norteamericana de Haití en 1916 y la ocupación de la República Dominicana en 1917. Asimismo, la presencia militar norteamericana en la zona del Caribe se justificó por razones de “seguridad nacional” en el contexto de la construcción del canal de Panamá y la Primera Guerra Mundial, aludiendo protección de la amenaza alemana de interferencia en su área de influencia. Estos movimientos, avances y desplazamientos han sido relacionados con el desarrollo político de la zona. En The Contemporary Caribbean, la historiadora y profesora de la Universidad de Virginia, Olwyn Blouet sostiene que Los estadounidenses entrenaron brutales fuerzas policiales armadas en la República Dominicana y Haití. Algunos sugieren que el legado de tal presencia contribuyó a que se dieran las circunstancias favorables para el establecimiento de dictadores como Rafael Trujillo en la República Dominicana, Fulgencio Batista en Cuba y los Duvalier en Haití (Blouet, 2007:43).1 Más aún, el temor por el avance del comunismo en el contexto de la guerra fría explica la intención estadounidense de apoyar los regímenes de derecha como medida de barrera al crecimiento rojo. Rastros de dominación imperial y neo imperial se filtran en la trama de la novela, así como particular referencia al triunfo de Castro en la revolución cubana (1959). Medidas como la nacionalización de la tierra y la estatización de compañías extranjeras, norteamericanas en su mayoría, abrió una brecha entre el nuevo gobierno cubano y el país del norte, tanto que en 1961 EE.UU. cortó relaciones diplomáticas con la isla, la que ya se encontraba más cerca de los soviéticos en la dinámica de la tensión este-oeste. Los discursos de “El Líder” se intercalan en la narrativa. Con efusivas palabras de exhortación patriótica se recuerda el heroico desempeño de los defensores de la revolución en el fallido intento por derrocar a Castro en Bahía de Cochinos (abril de 1961). La operación, dirigida por la CIA y ejecutada por cubanos exiliados en EE.UU., resultó en un abrumador fracaso. En la novela, la referencia al episodio es vital, el exhorto por mantenerse alerta y proteger las fronteras de la isla de la amenaza del norte, siempre latente, siempre acechante. Celia escucha atentamente las palabras de El Líder en la radio: Eleven years ago tonight, compañeros, you defended our country from American aggressors. Now each and every one of you must guard our future again. Without your support, compañeros, without your sacrifices, there can be no revolution (García, 1992:4). 1 Traducción propia. 39 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Otros hechos aparecen referenciados en el relato, como el embargo y la crisis de los misiles (octubre 1962), aportando a la construcción de una imagen que presenta a EE.UU. como el enemigo invisible. En The Farming of Bones, Danticat también abre un espacio que desafía a una visión totalizadora y homogeneizante de la narración histórica al reconstruir la masacre de 1937 desde el ámbito de lo personal, la dimensión emocional afectiva de una sobreviviente: los sueños y recuerdos de Amabelle, relatados en primera persona, que alternan con la crónica de su vida cotidiana como doméstica de la familia de la señora Valencia en la República Dominicana en el marco del régimen de Rafael Trujillo (1930-1961). En la novela de Danticat, la frontera entre Haití y la República Dominicana también se relaciona con la construcción de una imagen de peligro, de un enemigo al acecho. En Inmigrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana en la República Dominicana (2004), Bridget Wooding y Richard Moseley-Williams destacan que el sentimiento antihaitiano es resultado de procesos políticos del siglo XX asociados a las políticas de la dictadura de Trujillo: Los acontecimientos de 1937 fueron el resultado de una nueva política que el régimen trujillista denominó “dominicanización de la frontera”. Esta política buscó reducir el número de extranjeros, es decir, de haitianos, en el país, e incluyó la aprobación de una nueva ley que limitaba a 30% la mano de obra extranjera que las empresas podían contratar [...] Se crearon y promovieron colonias agrícolas para atraer inmigrantes blancos de Europa (Wooding y Moseley-Williams, 2004:20-21). Las leyes migratorias dominicanas del período, como la ley 597 del 31 de octubre de 1933 por la que las empresas debían contratar 70% de mano de obra nativa, racistas y discriminatorias, evidencian un intento no sólo por dominicanizar el corte de caña. También se observa la intención por “blanquear” la isla. Gradualmente y de manera sostenida, se instaló en la República Dominicana una ideología anti-haitiana a la luz de la cual se construyeron estereotipos y prejuicios, vinculados a supuestos propósitos expansionistas haitianos. Tal visión alertó contra la presencia haitiana, la cual es entendida como una estrategia de re-ocupación del territorio dominicano. La conceptualización de la dominicanidad merece especial atención. Aunque “La Constitución dominicana otorga la nacionalidad a las personas nacidas en el territorio nacional de padres extranjeros residentes en el país, un derecho que en la práctica es a amenudo negado” (Wooding y Moseley-Williams, 2004:15). Así los domínicohaitianos de segunda o tercera generación siguen siendo considerados no nativos. Los hombres y mujeres dedicados al trabajo en la zafra azucarera, los braceros, que alertan a Amabelle sobre rumores de 40 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales una nueva operación militar en el borde, denuncian su situación de otredad: I pushed my son out of my body here, in this country… My mother too pushed me out of her body here. Not me, not my son, not one of us has ever seen the other side of the border. Still they won’t put our birth papers in our palms… To them we are always foreigners […] this makes it easier for them to push us out when they want to. You heard the rumors? […] They say anyone not in one of those Yanki cane mills will be sent back to Haiti (Danticat, 1998:69). La textualización de la construcción de la frontera en la novela de Danticat incorpora alusiones a la herencia colonial, el legado de dominación y opresión, las tensas relaciones entre Haití y República Dominicana, una historia de relaciones marcadas por la ocupación y las luchas por la independencia. En la radio se pueden escuchar merengues ejecutados por la orquesta presidencial alternando con fragmentos de los discursos del “Generalíssimo” instando a los dominicanos a ser conscientes del peligro que late tras las aguas del río Masacre: You are independent and yours is the responsibility for carrying out justice […] Tradition shows us a fatal fact […] that under the protection of rivers, the enemies of peace, who are also the enemies of work and prosperity, find an ambush in which they might do their work, keeping the nation in fear and menacing stability (Danticat, 1998:97). La discusión por la problemática en torno a los límites fronterizos entre estos dos países es de larga data, podemos remontarnos a junio de 1777, cuando se firmó el tratado de Aranjuez. Ya en el siglo XX, se selló la problemática fronteriza con la firma del “Tratado entre República Dominicana y Haití sobre delimitación de la frontera entre ambos países” firmado el 21 de enero de 1929 cuyo artículo primero establece la línea fronteriza en coincidencia con las aguas del Masacre: ...la línea entre la República Dominicana y la República de Haití parte de la desembocadura del río Dajabón o Masacre en el océano Atlántico (bahía de Manzanillo, al norte) y siguiendo el curso de este río, hasta frente al poblado de Dajabon, según trazado hecho en 1901 por la comisión mixta domínico-haitiana para la aclaración de la línea fronteriza en el extremo norte (“Tratado...”, 1929:4). Así la frontera, se construye, se textualiza en las tramas ficcionales en una configuración amplia que contiene más que lo meramente histórico, geográfico, político, que capta “el entre-mundos”. El agua y el símbolo del viaje El agua se presenta de manera ineludiblemente vinculada al tiempo. En su constante fluir, la continuidad de la vida se expresa. El agua es contradicción, vida y muerte, o coexistencia de continuidades. Bálsamo 41 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales y sangre, separación y cercanía, el agua en las novelas es el ámbito de la frontera. En Dreaming in Cuban, el agua rodea la isla y establece el límite, la frontera con EE.UU. La novela abre con una imagen visual que marca la relación de tensión entre estos dos espacios: Celia del Pino, equipped with binoculars […] sits in her wicker swing guarding the north coast of Cuba […] No sign of gusano traitors [...] from her porch, Celia could spot another Bay of Pigs invasion before it happened (García, 1992:3). El recuerdo del acecho, la amenaza del pasado, el enemigo invisible. La visión de lo que yace más allá del océano es para Celia confuso y doloroso. Las palabras de “El Líder” resuenan en sus oídos, es la tierra de los agresores norteamericanos, pero también es ahora la tierra de su hija Lourdes y de su primera nieta, Pilar, quien le escribe regularmente desde Brooklyn, aunque en una lengua que ya no suena como propia. La narración en tercera persona alterna con la voz de Pilar, protagonista-narradora, cuyo apellido es Puente, símbolo de su rol entre dos mundos. Pilar todavía recuerda el momento en el que dejó Cuba, cómo su abuela Celia había tratado a su madre Lourdes de “traidora” por abandonar la revolución. Celia y Lourdes entienden la revolución en términos antagónicos: para Celia es la liberación y el motor de su vida, mientras que para Lourdes es una enfermedad terminal de la que hay que huir. El triunfo de la revolución es equivalente directo de la violación que sufrió por parte de soldados revolucionarios que tomaron más que la propiedad en el contexto de las operaciones de confiscación de tierras. Pilar entiende sus posiciones opuestas y exhibe una “conciencia de la historia” que le permite desafiar las versiones aprendidas, ya sea en uno u otro sentido. Su cuestionamiento se presenta en paralelo con el trabajo del historiador al cuestionar “Who chooses what we should know or what is important? I know I have to decide [...] things for myself” (García, 1992:28). Las verdades, entonces, son relativas de los sujetos y sus posicionamientos. La actitud crítica que caracteriza a Pilar es la fuerza que la mueve a buscar respuestas por sí misma. Es por eso que decide viajar a Cuba, “Even though I’ve been living in Brooklyn all my life, it doesn’t feel like home to me. I’m not sure Cuba is, but I want to find out” (García, 1992:58). El viaje se presenta de este modo como símbolo de su búsqueda identitaria, una búsqueda que la llevará a un crecimiento personal. En The Farming of Bones, el agua también adquiere un rol significativo en la configuración de la frontera. La relevancia simbólica del agua se advierte en la dedicatoria, que invoca al espíritu del agua en el vudú haitiano-caribeño “Metres Dlo, Madre de los Ríos”. El agua será una presencia constante, que conjuga imágenes oximorónicas: vida y muerte, fin y comienzo. 42 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El río Masacre es el ámbito en el que una vida termina y comienza para Amabelle. Sus padres murieron ahogados al intentar cruzarlo y en su costa fue encontrada por la familia dominicana que Amabelle adoptaría como propia. El agua en relación con la pérdida y la muerte se establece como asociación inicial. Las imágenes traumáticas reaparecen en las recurrentes pesadillas y ensueños de la protagonista. Las imágenes dolorosas asociadas al Masacre combinan la historia personal de Amabelle con otros hechos históricos también traumáticos como las muertes en el marco de la piratería colonial de siglos pasados con la masacre de haitianos en el siglo XX, “El Corte”, la matanza de haitianos asociados al trabajo en los campos de caña por órdenes de Trujillo en 1937. Ahora Amabelle deberá tomar el camino inverso, es decir, de vuelta a su Haití natal y el río será el límite a cruzar en el viaje de regreso, que puede pensarse como un nuevo exilio. Aunque este recorrido no es producto de sus planes, sino más bien forzado por circunstancias políticas y la esperanza de encontrar a su amado Sebastien, Amabelle también, como Pilar en Dreaming in Cuban, se embarca en un proceso de cambio, crecimiento y aprendizaje, por lo que ambos personajes pueden leerse como exponentes de una nueva versión de la tradición del Bildugsroman, o novela de iniciación, aunque desde una perspectiva de género ya que la iniciación es la de personajes femeninos que abren sus historias personales en el marco de procesos históricos aunque desde una dimensión afectivo-emocional. El viaje de regreso se convertirá en la concreción de lo negado, aquellos rumores que Amabelle no podía o no quería creer serán expuestos ante sus ojos. La crueldad y la muerte, ahora visibles al ser Amabelle testigo de las acciones de los guardias que arrojan cadáver tras cadáver a las aguas del Masacre. El agua es el espacio fronterizo y un elemento clave en la lectura de las escenas finales en ambas novelas. El fluir del agua abre y cierra las historias ligando los inicios y los cierres de las obras de forma cíclica. Los relatos de vida de Celia y Amabelle son espacios íntimos femeninos que abren historias de dolor y trauma. La inmersión final de las protagonistas abre un juego de ambigüedad en las lecturas de las intenciones que las mueven a adentrarse en el mar en el caso de Celia, y bañarse en el Masacre en el caso de Amabelle. ¿Qué buscan? ¿Qué las mueve al contacto con el agua? Lo sugerente de la muerte es una posibilidad, aunque la no definición en ambos textos abre alternativas a repensar el final. El agua desafía la rigidez del borde, del límite, lo hace difuso y lo reconfigura constantemente. En cada oleaje hay un nuevo dibujo. El agua sea quizás para Amabelle y Celia la fuerza consoladora del pasado, el contacto con los seres queridos que ya no están, una unión sin fronteras. En momentos de dolor, Celia piensa en el agua; en realidad, Celia ha estado siempre ligada al agua: “She had lived all these years by the 43 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales sea until she knew its every definition of blue” (García, 1992:7). Cuando agobiada por el dolor de la separación de su amante, Celia escribe en una de sus cartas: “I wish I could live underwater. Maybe then my skin would absorb the sea’s consoling silence” (García, 1992:49). En la imagen final, Celia se adentra en el mar, pero respira, exuda su dolor en las aguas, Celia “breathes through her skin, [...] breathes through her wounds” (García, 1992:243) aliviando el peso de su dolor en el contacto con el agua. En el caso de Amabelle, el baño en las aguas del Masacre tiene también una connotación simbólica en cuanto al poder regenerador del agua, al abrazo, al encuentro con los que el Masacre acogió y de los cuales no hay tumbas que registren sus nombres, sólo el correr del agua y la potencia de la memoria. Al adentrarse en sus aguas, ella …looked to (her) dreams for softness, for a gentle embrace, for relief from the fear of mudslides and blood bubbling out of the riverbed, where it is said the dead add their tears to the river flood (Danticat, 1998:310). Celia y Amabelle son sobrevivientes de la frontera, son voces de la frontera, son la frontera: To survive the Borderlands you must live sin fronteras be a crossroads. (Anzaldúa “To Live in the Borderlands Means You”, 195). Conclusiones La literatura ofrece un escenario de cambios, tranformaciones y reconfiguraciones dinámicas como la frontera misma. Como afirma Y. Le Bot: La creación cultural florece en las fallas, en los márgenes, en las fronteras, en los encuentros difíciles (a menudo conflictivos) entre culturas diferentes y en las fracturas en el seno de las mismas, en las zonas de contacto y en los intersticios. Dicha creación se alimenta de la divergencia, de los desplazamientos, de las convulsiones y de las rupturas, de los cuestionamientos de las identidades (Le Bot, 2006:533). Así, los discuros literarios de minorías ofrecen representaciones que plasman el tramado, entrecruzamiento cultural y social, especialmente de los nuevos actores sociales que surgieron en las últimas décadas cuando la historia oficial comienza a ser fuertemente cuestionada y, por tanto, deconstruida y resignificada por estas nuevas identidades hasta entonces ocultadas. Las fronteras, configuradas como espacios geopolíticos y simbólicos, se descubren como un lugar de restitución de la diferencia, un espacio móvil, de negociación y reconstrucción de la historia y la identidad, el lugar de la multiplicidad. 44 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Referencias Anzaldúa, Gloria (1987). The Borderlands/La Frontera. The New Mestiza. San Francisco: Aunt Lute Books. Bhabha, Homi (1990). “The Third Space: Interview with Homi Bhabha” (207-221), in Rutherford, Jonathan (ed.) Identity Community, Culture, Difference. London: Lawrence and Wishart. Blouet, Olwyn (2007). The Contemporary Caribbean. History, Life and Culture since 1945. London: Reaktion Books. Danticat, Edwidge (1998). The Farming of Bones. New York: Penguin. García, Cristina (1992). Dreaming in Cuban. New York: Ballantine Books. Le Bot, Yvon (2006). “Migraciones, fronteras y creaciones culturales” (533-548). Foro Internacional. Jul. Mignolo, Walter (2000). Local Histories/ Global Designs. Coloniality Subaltern Knowledges, and Border Thinking. New Jersey: Princeton University Press. Rivas, Luz Marina (2001). “La novela intrahistórica y el caribe hispánico en la ficción femenina” (103-124), en Estudios. Revista de Investigaciones Literarias y Culturales. Jul-Dic. Simonovis, Leonora (2002-2003). “Los problemas del exilio en Soñar en cubano de Cristina García” (297-310), en Estudios. Revista de Investigaciones Literarias y Culturales. Soja, Edward (1996). Thirdspace. Journeys to Los Angeles and Other RealAnd-Imagined Places. Us & UK: Blackwell Publishers Inc. “Tratado entre República Dominicana y Haití sobre Delimitación de la Frontera entre Ambos Países”. Firma: 21 de enero, 1929. Normativa Dominicana: Resolución Nº 1047. Fecha 8 de febrero, 1929. Gaceta Oficial: No. 4064. [en línea] Dirección URL: www.bibliotecajb.org/ Portals/0/docs/dinternacional/14.pdf Wooding, Bridget y Richard Mosley-Williams (2004). Inmigrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana en la República Dominicana. Traducción de Mariví Arregui y Denise Palewonsky. República Dominicana: Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID). 45 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Poéticas y otros usos de la memoria: el caso de Ema, la cautiva, de César Aira Marcelo Daniel Díaz [email protected] Resumen Partimos de la hipótesis de que el discurso histórico se constituye en términos narrativos y que esa naturaleza narrativa lo acerca al discurso literario porque tanto uno como otro se organizan como relatos. La reedición de la novela de Aira recientemente nos lleva a preguntarnos qué sentidos se pueden construir a partir de la re-escritura de la historia en el día de hoy. En la novela, la frontera, demarcada por la civilización, por la barbarie y por un uso particular de la memoria, nos invita a que analicemos el modo en que se escribe la historia argentina a la luz de nuevas interpretaciones diferentes a las modalidades tradicionales (frente a la novela sentimental, frente a la anécdota, frente a la biografía) y desde una posición que bordea el nihilismo y la parodia nos llama a reflexionar sobre los lugares comunes desde los cuales se edifica nuestra identidad. El lector, inmerso en seguir el proceso de la narración del historiador sobre tales acontecimientos, gradualmente se da cuenta de que el relato que está leyendo corresponde a un tipo determinado: novela, tragedia, sátira, comedia, épica o cualquier otro [...] En este punto el lector no sólo ha seguido exitosamente el relato, sino que ha captado su esencia, lo ha comprendido. Hayden White El discurso histórico se constituye en términos narrativos y esa naturaleza narrativa lo acerca al discurso literario porque tanto uno como otro se organizan de manera semejante. La re-edición de la novela de Aira recientemente nos lleva a preguntarnos qué sentidos se pueden construir a partir de la re-escritura de la historia en el día de hoy. En la novela, la frontera, demarcada por la civilización, por la barbarie y por un uso particular de la memoria, nos invita a un análisis acerca del modo en que se escribe la historia argentina a la luz de nuevas interpretaciones diferentes a las modalidades tradicionales (frente a la novela sentimental, frente a la anécdota, frente a la biografía) y desde una posición que bordea el nihilismo y la parodia nos llama a reflexionar sobre los lugares comunes desde los cuales se edifica nuestra identidad. 46 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El texto de Cesar Aira está fechado en 1978, es decir a casi cien años de la campaña de Roca y publicado en 1981. ¿Lo que narra? Retoma el relato convencional de la historia de la cautiva y lo contextualiza en la localidad argentina de Pringles a fines del siglo XIX. Una blanca es llevada por un malón y cuando tiene la opción de elegir en qué mundo quedarse decide habitar el mundo de los indígenas. Antes de continuar, hace falta aclarar que una poética es un programa operativo de escritura. De ahí es que me detengo en la propuesta de Cesar Aira como una poética de la historia. La memoria, desde la mirada de Ricoeur, es un registro, a modo de archivo, de los hechos del pasado y la historia, un discurso que busca establecer relaciones de causa y consecuencia entre cada hecho. Los usos de la memoria guardan relación con prácticas específicas de la historia y, en ese movimiento de uno a otro término, tratamos construir interpretaciones. Asoma en la novela la pregunta acerca de qué operaciones de lectura se pueden hacer desde un principio: cómo leemos este texto. ¿Acaso se trata de una novela histórica en términos de géneros literarios-discursivos? ¿Qué convenciones retoma? Y ¿cuáles renueva? En la narración (en el argumento) de Ema, la cautiva ya se definen las coordenadas temporales y espaciales en las que se ancla el texto. La cuestión del referente histórico queda subordinada a la imaginación; en otras palabras, el referente como tal, en su significación más estricta, no existe. Es el ambiente y son los personajes los que construyen el marco histórico. Por eso puedo decir que se complejizan las convenciones tradicionales de la novela histórica, por un lado, y que sugiere una propuesta de escritura diferente a obras que con la misma fecha de publicación disponen de un fuerte contenido político, como el caso de Nadie, nada, nunca de Juan José Saer o de Respiracion Artificial de Ricardo Piglia, ambas publicadas en 1980. Para resolver la pregunta acerca de cómo leer la novela, se me ocurre definir un instrumento crítico que funcione como una brújula de lectura: el binomio civilización/ barbarie. En este caso, el binomio funciona como un eje de lectura significativo y traza un horizonte de sentidos relacionado con la época elegida para narrar la historia, con la naturaleza de los personajes y con el tópico de la frontera como límite, traza un horizonte de sentidos. En la obra de Aira, el binomio, como una matriz interpretativa, se diluye en la diferencia. Pensemos que civilización/barbarie admite dos lógicas: a) complementariedad, b) oposición. En Ema, la cautiva, considero que los dos elementos de la dicotomía se desvanecen. Los indígenas adoptan costumbres del hombre blanco, adoptan su registro, su filosofía occidental, su manera de estar en el mundo. La razón opera en el universo simbólico del habitante nativo. Y más adelante analizaremos casos puntuales. Si la distancia entre los dos significados se disuelve, 47 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales habría que pensar en qué representaciones se construyen sobre la frontera porque la frontera a fin de cuentas también es un instrumento que delimita y traza una cartografía cultural. Podríamos pensar, como a modo de corazonada, que si no hay frontera entonces no existe una identidad sólidamente definida porque las identidades se fundan, y esto es sabido por todos, a partir del orden de la diferencia. En la novela, se producen saltos abruptos que irrumpen en el orden de las representaciones comunes que se pueden generar sobre el otro. Uno de esos saltos, o dislocaciones, es el uso de un registro ajeno al realismo de los personajes: “El pensamiento no está recargado. Todo es cuestión de período, de momentos de espera, y la vida humana con todo su teatro no es más que una parte del momento” (Aira, 2011:125), enuncia la voz de un indígena y concluye: “Nuestras facultades se hallan dispersas por el mundo, vagan en busca de la belleza, el pez en cambio se ha olvidado de la evolución” (Aira, 2011:125) como una reflexión acerca del estado de la identidad como un estado dinámico y en plena transformación. Sumado a que vida y ficción son dos planos que en la obra de Aira ocupan el mismo espacio. Ema, en relación con lo anterior, es una construcción fantasmática que teje un puente entre el universo occidental y los nativos y difumina las diferencias entre ellos desde una posición cercana a la extrañeza. Otro de esos saltos es la irrupción del dinero, del papel moneda dentro de la comunidad nativa, lo cual presupone un salto moral, económico y artístico en la misma. Cada billete es trabajado meticulosamente, como si se tratara de una obra de arte, lo cual agrega una representación nueva a la idea de mercancía y lo cual, a la vez, altera el funcionamiento de las relaciones entre los diferentes miembros de la comunidad. Finalmente, otra llamado en términos de rarezas (dentro de la maquinaria inventiva de Aira) es la conversión de Ema de una pobre cautiva en una poderosa criadora de faisanes. Si aceptamos, a la manera de White, que la escritura de la historia está directamente emparentada con la literatura, surge la necesidad de interpretar, como planteo en una primera instancia, qué sentidos de la Historia argentina (con mayúscula) nos propone Aira. Tal vez Ema, frente a la historia colectiva y frente a la historia como totalidad, nos invite a pensarla en varias direcciones: como una constelación de hechos fragmentados que no siempre pueden unir presente y futuro en un mismo eje temporal (Ema está en un punto a medio camino entre uno y otro y en ningún extremo figura una forma o una representación acabada). Tampoco la barbarie está del todo resuelta, menos la civilización, la frontera es menos un instrumento para delinear que una mancha borrosa en el tejido de la historia; es más, podría decir que la frontera, que se constituye con instrumentos como el de civilización/barbarie, comienza a diluirse desde la propuesta de escritura de Aira. 48 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En unas líneas emerge una concepción de los acontecimientos entendida como una forma pura de arte: “Un acontecimiento es siempre una pintura invertida de lo que no sucede” (Aira, 2011:125). Es decir, una instancia de elaboración. Si los acontecimientos se identifican con estados de la imaginación, entonces la historia, desde esta mirada, no será otra cosa más que una ficción. La propuesta es radical. Lo sé. Pero no por ello merece ser dejada de lado, porque vacía de significación algunas lecturas que hemos estado repitiendo y supera disyuntivas y debates que nos son más que familiares en el presente. Y nos convoca a ir más allá, escribir la historia desde la voz del otro o desde la voz del blanco se transforma en una apuesta imposible, en fin, en una utopía. Bibliografía Aira, C. (2011). Ema, la cautiva. Buenos Aires: Eudeba. Ricoeur, P. (1999). Historia y narratividad. Barcelona: Paidós. Ricoeur, P. (1999). La lectura del tiempo pasado: memoria y olvido. Madrid: Arrecife. Svampa, M. (1994). El dilema argentino: civilización o barbarie. Buenos Aires: El Cielo por Asalto. White, H. (1999). El texto histórico como artefacto literario. Barcelona: Paidós. 49 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Género y cultura en sociedades contemporáneas. Apuntes para reflexionar sobre las diferencias Claudia Alejandra Harrington La revolución neoconservadora que se desarrolló a partir de los ‘80 del siglo XX no sólo afectó los aspectos económicos y políticos, también los culturales. Para George Yúdice, la cultura se transformó en recurso de una nueva racionalidad que conjuga desarrollo político y económico, al mismo tiempo que preserva la diversidad (2002: 14). Género forma parte y da cuenta de esa diversidad. Al respecto, Preciado observa el impacto intelectual que ha tenido lo que ha dado en llamar la “sacudida teórica y política” de la vinculación de género y performance por parte de teóricas feministas, posfeministas y queer en la década de los noventa (s/d:1). Nueva complejidad del concepto de género, sacudida teórica y política, vinculación género y cultura son algunos de los rasgos que, en términos butlerianos, permiten reconocer “la inestabilidad del concepto de género en tanto reglamentación y reificación involuntaria de las relaciones de género en la matriz heterosexual...” (2001:38), inestabilidad marcada por la intersección de otros conceptos tales como sexo, categoría sexual, raza, etnia y clase. Esta ponencia se propone reflexionar sobre los marcos interpretativos a partir de los cuales pensar las diferencias en la intersección entre cultura y género. El género se puede pensar y analizar como categoría en sí misma. Pero vista en conjunción con la cultura, se enriquece y ofrece nuevas perspectivas. Permite reflexionar sobre género ya no como un abstracto sino como un conocimiento situado. Desde esta perspectiva, se puede considerar el género como una cultura nativa, una cultura que se inventó en un lugar determinado. Un contexto de producción Sin lugar a dudas, el género como categoría de análisis social ha sido uno de los mayores aportes del feminismo académico contemporáneo. Pero este aporte no debe eclipsar el hecho de que, como variable de investigación social, el género ya había sido tratado con anterioridad. La teoría parsoniana consideraba la existencia de variaciones en los patrones de roles de género en las distintas clases sociales, pero no avanzaba mucho más. Teniendo en cuenta que la sociedad se explicaba por los valores culturales, la teoría de Parsons desarrollada en las décadas de 50 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 1930 y 1940 seguía sosteniendo, sin criticar, las características otorgadas a las conductas por las ciencias sociales de la época. Esto es, la división básica entre conducta instrumental masculina y conducta expresiva femenina. En este marco de comprensión, las variaciones de género eran consideradas desviaciones de la conducta esperada y la teoría general de la sociedad ignoraba aportes que, desde otra perspectiva y en el campo de la antropología, se realizaban paralelamente. Un ejemplo de ello es el libro Sex and Temperament in Three Primitive Societies (1935) de Margaret Mead, en el cual la antropóloga planteaba que los conceptos de género eran culturales, no biológicos y que podían variar considerablemente según el entorno. Sin embargo, la preeminencia de la biología y de la teoría parsoniana en los años cincuenta habían marcaron el rechazo de estas observaciones como parte de una vieja corriente de las ciencias sociales que había sido superada (Conway et al., 1998:168). Es en la década de 1960 cuando el género aparece con pretensiones de universalidad y un arsenal teórico-técnico. En sus inicios se enmarca en el giro lingüístico que trajo a la filosofía, a la sociología y a la historia, la crítica a las estructuras que sostenían a estas disciplinas. Especialmente, la crítica a la idea de representación dominante en el marco del desarrollo de las ciencias. La lectura de Geertz (1998) resume este proceso. Para el antropólogo postestructuralista, el giro lingüístico representó una verdadera “refiguración del pensamiento social” en su conjunto, poniendo en cuestión las antiguas antinomias. Esta nueva forma de pensar venía a recuperar el carácter diferencial de realidades que no existían si no estaban nombradas por el lenguaje. Como sostiene Elías Palti, La asunción del hecho de que la red de significados intersubjetivamente construido no es un mero vehículo para representar realidades anteriores a ella, sino que resulta constitutiva de nuestra experiencia histórica, vendría finalmente a quebrar las polaridades de la antigua historiografía entre el sujeto y el objeto de estudio (1998:21). Es decir, con el giro lingüístico aparece el deconstrutivismo radical contra la ciencia ilustrada, objetivista. Género surge en estos momentos. La mujer no sólo debía ser nombrada; desde género se proponía pensar un concepto superador del de Mujer. Género también venía a demostrar una molestia: había que abandonar la definición biologicista del término. Había que tener en cuenta las ideas, los sentimientos de mujeres en las distintas culturas y las distintas épocas. A partir de estos principios, los estudios de género comenzaban a cuestionar la ciencia objetiva. Crisis de la verdad, de la razón, del hombre, del lenguaje, del lenguaje que crea esa realidad objetiva recorrieron las páginas de los desarrollos teóricos. Los nuevos planteos reconocían la necesidad de atender las posiciones de los sujetos surgiendo, en el campo de la ciencia, las ideas de democratización, heterogeneidad, multiplicidad. El resultado fue claro, las teorías comenzaron a ser campos de conflicto 51 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales y de debate. Género hacía ver determinadas cosas que, en otro orden de discursos, era imposible ver, la teoría permitía ver problemas que antes no se veían, entre ellos, la relación jerárquica entre el hombre y la mujer. Lo cierto es que los desarrollos de los estudios de género permitieron el surgimiento de conceptos nuevos. Y para el feminismo conceptualizar es politizar. Pero algo estaba bien claro: era necesario saber que no se partía de “cero”. Había siglos de pensamiento. Primer escenario: La primera ola del feminismo y las luchas por la igualdad La relación jerárquica entre hombres y mujeres ya había sido planteada a principios del siglo XX, desde un análisis filosófico de la cultura. Georg Simmel sostenía que uno de los elementos cruciales de la tragedia de la cultura era la tensión constante sufrida por el sujeto entre el mundo objetivado en el derecho, la religión, la técnica, la ciencia y las costumbres y el mundo subjetivo en constante fluir, “…entre la vida subjetiva que es incesante, pero temporalmente finita, y sus contenidos que, una vez creados, son inamovibles, pero válidos al margen del tiempo” (2002a:318). Para el filósofo-sociólogo alemán esta lectura de la cultura implicaba repensar a las mujeres en función de las relaciones que las mismas sostenían con la cultura objetiva, cultura general, cultura masculina. Para ello, Simmel partía de una concepción hegeliana de Cultura, entendiéndola como “perfeccionamiento de individuos que se alcanza gracias al espíritu objetivado en el trabajo histórico de la especie” (2002a:361), para llegar a ser “síntesis única del espíritu subjetivo y del objetivo, cuyo sentido último sólo puede residir en el perfeccionamiento de los individuos” (2002a:362). Destacaba en este marco interpretativo el valor fundamental que tiene la diferencia entre los sexos en la cultura. En su ensayo filosófico Para una filosofía de los sexos, sostuvo que la relatividad fundamental en la vida de la especie humana es la que existe entre lo masculino y lo femenino. De esta manera, marcaba la primera dicotomía de la cultura: la dicotomía entre los sexos1, construcción histórico-cultural que asigna al sexo masculino una posición de superioridad relativa sobre la mujer, en tanto productor de los contenidos objetivos de la cultura2. Como productor, el sexo masculino se eleva a lo humano-general dictando las normas que rigen por igual a hombres y mujeres, normas 1 2 Simmel desarrolla, a lo largo de sus ensayos sobre los sexos y la cultura, una serie de características de lo masculino y lo femenino que pueden ser resumidas de la siguiente manera como elementos constructores de la dicotomía de los sexos en la cultura en general: Hombre =activo= fuera-de-sí = considera al desarrollo como un poder decisivo de antemano=objetivo Mujer= ser menos diferenciado en sí= es ser en sí= más satisfecho en su cerrazón=subjetivo. Para Simmel, las exigencias artísticas y el patriotismo, el cosmopolitismo, la moralidad general y las ideas sociales particulares, la equidad del juicio práctico y la objetividad del conocimiento teorético constituían categorías íntegramente masculinas como producto de una configuración histórica efectiva. 52 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales que comienzan a ser percibidas como algo neutral y con una validez sobreespecífica3. Esta preeminencia masculina determina, a través de muchas mediaciones, una posición de poder del varón. De esta manera, se construyó, según Simmel, “…un paradigma histórico a partir de la relación humana fundamental de los sexos” (2002b:88). En este paradigma, la relación entre los sexos es igual a la existente entre el señor y el esclavo. La mujer, al igual que el esclavo, nunca olvida cuál es su posición en la relación con el hombre, ...parece como si a la mujer no le abandonase jamás el sentimiento, más claro o más oscuro, de que es mujer, hasta el punto de que éste constituye el telón de fondo siempre presente sobre el que se desarrollan todos los contenidos de su vida (2002b:89). Para Simmel, los contenidos objetivos de la cultura burguesa del momento portaban un carácter masculino por un entretejimiento polinómico de motivos históricos y psicológicos. Retomando a Hegel, consideraba que la cultura es el resultado de un proceso histórico que se objetiviza en cultura general, separándose de las subjetividades y, de esta manera, perdiendo su sentido en tanto estado de los sujetos. Al objetivizarse, se cosifica4 y se especializa. El resultado es la división del trabajo, criterio de organización social más adecuado para el ser masculino que para el femenino (2002a:369). De esta manera, se constituyó la base de “la dominación masculina” (2002b:90), que se refuerza al transformar el poder en derecho. Esta objetivación tiene sus efectos psicológicos: se naturaliza la superioridad lógica de lo masculino y desde esta lógica las mujeres son sobrevaloradas desde su relación con el varón e infravaloradas en su esencia femenina; “a partir de aquí no puede ser reconocida la independencia del principio femenino” (2002b:91). Las mujeres quedan expuestas así a ser consideradas según los criterios válidos para los varones y a exigencias diametralmente opuestas y mutuamente excluyentes, lo que explica la actitud crítica y burlona hacia las mujeres, su desvalorización. Ser complemento del varón implica una individualidad de signo y contenido inverso, al mismo tiempo que ser femenino implica la supresión de cualquier individualización. El pensamiento simmeliano encuentra su reflejo en la constitución de una cultura que atraviesa el siglo XX y en la cual se construyen posiciones dicotómicas desde las cuales se le otorga sentido a la organización jerárquica de la sociedad en función de los sexos: público/privado; 3 4 La cultura es masculina de doble modo, según Simmel, transcurre en una forma objetiva y conforme a la división del trabajo y diseña las satisfacciones porque diseña las realizaciones particulares de un modo tal y como es adecuado a la capacidad masculina, a su peculiar ritmo e intención, y porque los elementos de la realización se encuentran aunados en profesiones peculiares de un modo igualmente adecuado a los hombres. (2002a:382). La influencia de su amigo Georg Luckacs es significativa en este punto, en tanto que actualiza en términos culturales la idea de “reificación”. 53 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Estado/familia; Trabajo productivo/Trabajo reproductivo; racionalidad/ emotividad. Así se constituyó el núcleo ideológico que regulaba lo masculino y lo femenino y dio lugar a una cultura androcéntrica. Las luchas por la igualdad se constituyeron el núcleo de los movimientos feministas, teniendo como objetivo mejorar el estatus de las mujeres. Como sostiene Isabel Santa Cruz, ...lograr su igualdad es un objetivo válido y valioso del pensamiento y de la acción feministas. Exigir igualdad, entendida ésta como igualdad formal, como igualdad ante la ley, como igualdad de oportunidades en lo que toca a educación, empleo, propiedad de bienes, paga por trabajo y, en general, todo lo referente a derechos humanos, es inobjetable en nombre del universalismo y de la justicia (1992:145). Segundo escenario: la segunda ola del feminismo y el surgimiento de género Durante la Segunda Ola del feminismo, se plantea nuevamente el tema de la relación de las mujeres con la cultura androcéntrica, pero ahora desde los movimientos feministas y desde un nuevo lema: lo personal es político. La figura de Simone de Beauvoir y su obra maestra, El segundo sexo, de 1949, es decisiva. Retomando a los pensadores del siglo XVIII, su escrito constituye una bisagra entre el feminismo ilustrado y el nuevo feminismo. La acción de los feminismos en los movimientos sociales de fines de los ‘60 y los ‘70 apuntaba a sujetos colectivos y comenzaban a penetrar los ámbitos académicos, señalando la necesidad de revisar las teorías vigentes sobre la sociedad. Desde disciplinas como la Antropología, la Historia, el psicoanálisis, la Sociología y la Literatura, los estudios de género cuestionaban las organizaciones institucionales del saber y formaban nuevos centros de investigación, como los Women Studies, Gender Studies, Queer Studies. El género se planteaba como un abordaje interdisciplinario con intención de transformar los paradigmas disciplinarios. Las feministas ya habían señalado que los estudios de la mujer agregarían nuevos sujetos y generarían un reexamen crítico de las premisas y estándares del trabajo intelectual existente. Tenían la expectativa de que una metodología vincularía la experiencia personal y subjetiva y las actividades políticas y públicas. Por otro lado, aquellos que se preocuparon porque los estudios sobre la mujer focalizaban demasiado estrecha y separadamente a la mujer, usaron el término “género” para introducir una noción relacional en el vocabulario analítico. De acuerdo con esta visión, las mujeres y los hombres debían ser definidos uno en relación con el otro, y no se podía comprender a ninguno estudiándolo separadamente. El género aparecía como una herramienta metodológica. Al respecto, Joan Scott sintetiza el proceso de la siguiente manera: 54 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ...el término género es parte de los resultados de los intentos de las feministas contemporáneas por lograr un lugar de legitimidad y por insistir en el carácter inadecuado de los actuales cuerpos de teorías para explicar las desigualdades entre los hombres y las mujeres (1993:33) y le era significativo que surgiera en un momento de gran turbulencia epistemológica marcado por el desplazamiento, en las ciencias sociales, de los paradigmas científicos a los literarios; de la búsqueda de las causas a la interpretación de los significados5. Básicamente, se pueden identificar tres posiciones teóricas cuyas preocupaciones por cuestiones de género marcaron la época. Una de estas posiciones intentaba explicar los orígenes del patriarcado prestando atención a la subordinación de las mujeres y explicándola por la “necesidad” masculina de dominarlas. Esta alternativa, enteramente feminista presentaba, según Joan Scott, limitaciones: al explicar exclusivamente el sistema genérico en sí mismo afirmaba la primacía de las relaciones sociales de dicho sistema. De esta forma, “aunque la dominación venga en la forma de apropiación masculina del trabajo reproductivo de la mujer, o por la objetivación sexual de la mujer por el hombre, el análisis se apoya en la diferencia física” (Scott, 1993:25), convirtiéndola en un rasgo universal y estático. El atender únicamente la diferencia física impide considerar la construcción social y cultural y conduce a una concepción ahistórica del género humano. “La historia se transforma en un epifenómeno, que provee infinitas variaciones sobre la cuestión de la desigualdad genérica” (Scott, 1993:25). En cambio, aquellas teóricas que optaron por la tradición marxista ligada a la crítica feminista, trabajan una perspectiva más histórica, porque estaban guiadas por una teoría de la historia. Pero el requisito autoimpuesto de que debía haber una explicación “material” del género limitaba o al menos retardaba el desarrollo de nuevas líneas de análisis. Ya sea que se considere en términos de sistema dual (separación e interacción del capitalismo con el patriarcado) o se consideren los modos de producción, las explicaciones acerca de los orígenes y de las transformaciones de los sistemas de género se depositan fuera de la división sexual del trabajo. Las familias, las unidades domésticas y la sexualidad son, finalmente, un producto de los cambiantes modos de producción. A pesar de los esfuerzos para superar estas limitaciones, se produce un círculo vicioso en el cual siempre el análisis marxista se mueve desde las relaciones sexuales a las relaciones de producción, que en el caso de las feministas marxistas angloparlantes se trasluce en “la incapacidad del concepto de género de adquirir un estatus analítico propio, independiente de las determinaciones estructurales” (Scott, 1993:27). La tercera posición observada por Scott en cuanto a 5 Al respecto, cita a Geertz y sus “géneros confusos”. 55 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales las orientaciones teóricas feministas está relacionada con los teóricos franceses posestructuralistas y los angloamericanos de las teorías objetales fuertemente influidas por el psicoanálisis y orientadas a la búsqueda de una explicación de la producción y la reproducción de una identidad genérica. Frente a estas tendencias, Scott proponía una nueva definición de género como categoría de análisis histórico. Para Scott, “el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basado en las diferencias que se perciben entre los sexos...” (1993:35). En este caso, como instancia decisiva en la constitución de las sociedades, experiencias, acciones y procesos, el género no puede ser subsumido a otras categorías de análisis como “clase” y “raza” porque tiene cualidades intrínsecas diferentes y opera con la misma fuerza que aquellas. Mientras que clase y raza, planos decisivos de la realidad social, adquieren un carácter objetivo, “el género es una manera primaria para significar a las relaciones de poder. Es un campo primario en el cual o a través del cual se articula el poder” (Scott, 1993:35) y sus conceptos funcionan como referencias objetivas que estructuran la percepción y la organización concreta y simbólica de toda la organización social. De esta manera, se distribuye el poder mediante el control diferenciado sobre el acceso a los recursos materiales y simbólicos y el género, en consecuencia, se halla involucrado en la misma construcción del poder (Scott, 1993:38) en la organización de la igualdad y la desigualdad. En función de esta problematización de género para el análisis histórico, Scott tampoco estaba de acuerdo con la actitud demasiado simplista de reemplazar la palabra “mujer” por la de “género”, como ocurría en algunos casos por diferentes motivos: sea para darle mayor objetividad y neutralidad al nuevo campo de la historia de las mujeres o para resaltar la necesaria relación entre la esfera femenina y la masculina; en otros casos, como mecanismo para rechazar las explicaciones biológicas sobre las relaciones entre los sexos y reemplazarlas por construcciones culturales en tanto relaciones sociales. Si bien estos usos de género permitieron delimitar un nuevo terreno con nuevos objetos de estudio y nuevos temas como la mujer, los niños, las familias y las ideologías de género, no permitían analizar otras cuestiones como la guerra, la diplomacia, la política y el poder: ...hay, en consecuencia, cierta visión funcionalista arraigada en la biología y se perpetúa la idea de las esferas separadas para escribir la historia. Acepta que las relaciones entre los sexos son sociales pero no explica por qué estas relaciones están construidas como lo están, cómo funcionan y cómo cambian (Scott, 1993:22). Estos últimos interrogantes, claves en el pensamiento de Scott, la acercaban a los posestructuralistas ya que no daban un significado fijo y universal a las categorías y a las relaciones entre ellas. Para responder 56 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales a la pregunta de ¿cómo se construyen las relaciones de género?, Scott sostenía que había que trabajar ...los sistemas de significados, es decir, las maneras en que las sociedades representan al género, articulan las reglas de relaciones sociales o construyen los significados de la experiencia. Sin el significado no hay experiencia: sin el proceso de significación no hay sentido” (Scott, 1993:29). El género aporta una manera de codificar los significados y comprender las complejas conexiones que existen entre las diversas maneras de interacción humana. Para Scott, la construcción de género como categoría analítica se articulaba, en consecuencia, en la conjunción de los esfuerzos de las feministas para producir su propia teoría, la crítica de los humanistas a la ciencia y el acercamiento a los empiristas y humanistas del posestructuralismo. Los nuevos marcos de conocimiento estaban en otros campos disciplinarios, la antropología, la semiótica, el psicoanálisis6 pero también la filosofía francesa, con ...un posicionamiento escéptico respecto a confianzas excesivas en la objetividad y la contundencia de la explicación histórica, autoras/ es como H. Cixous, L. Irigaray, J. Derrida o M. Foucault, ofrecían argumentos para sostener cuán excluyente es todo discurso “científico” y qué relaciones de poder se abroquelaban en las pretensiones de saber (Acha, 2000:72). Tercer escenario: de la igualdad y las diferencias Las preguntas en torno a género planteadas a partir de los ochenta y noventa del siglo pasado pertenecen a un nuevo escenario marcado, en este caso, por la crisis del concepto de progreso que había dominado las claves interpretativas de la ciencia en la modernidad. Los Estudios Culturales y los estudios poscoloniales venían a plantear nuevos interrogantes y a proponer nuevos conceptos para los feminismos así como, desde el campo de la filosofía, se elaboraban cuestionamientos críticos en torno al abordaje de género. El concepto de diferencia aparecía como concepto clave y la Antropología, la ciencia de las diferencias, se tornaba imprescindible. Desde el punto de vista político feminista, a las luchas por la igualdad se les superponían ahora las reivindicaciones de las diferencias. Los dos conceptos, igualdad y diferencia, son problemáticos con 6 En este sentido, encuentra instructiva la teoría lacaniana que sostiene la centralidad del lenguaje para la construcción de la identidad genérica. Pero le preocupan los siguientes puntos: la excesiva fijación en las cuestiones del sujeto individual; la tendencia a reificar como el hecho central del género a los antagonismos subjetivos originarios entre los hombres y las mujeres; la tendencia a universalizar las categorías y las relaciones entre lo masculino y lo femenino. Considera que la orientación lacaniana tiende a una lectura reduccionista de la evidencia del pasado al no permitir la introducción de la especificidad y variación histórica (Scott, 1993:30). 57 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales historias y zonas de debates propias. En principio, es necesario recalcar que “todo feminismo denuncia la sujeción de las mujeres, subraya su injusticia, tiene la convicción de la posibilidad de modificar la situación y la voluntad compartida de superar la estructura de dominación que afecta a la diferencia de sexos” (Santa Cruz, 1992:445). Sin embargo, las discusiones a partir de esta plataforma común comienzan a demostrar diversas posturas. Una postura central, pero no única, fue aquella que focalizó su mirada en las diferencias de experiencias entre las mujeres, cuestionando los esencialismos existentes hasta entonces. Se iniciaba así un proceso de intensificación y fragmentación del concepto de diferencia, hasta entonces centralizado en la diferencia sexual. Rita Felski sostiene al respecto, “criticando la visión homogénea que las feministas occidentales tienen de las mujeres del Tercer Mundo, el feminismo postcolonial afirma las irreductibles particularidades y las complejas diversidades que caracterizan la vida de mujeres nooccidentales” (1999:40). Desde los abordajes científicos, comienzan a aparecer nuevos conceptos. Donna Haraway es un claro ejemplo de los nuevos planteamientos filosóficos y epistemológicos en esta línea. Criticando al empirismo feminista como al construccionismo radical, propone que el acceso a la objetividad es posible sólo mediante el carácter situado de los conocimientos. El género es para Haraway “un campo de diferencia estructurada y estructurante, donde los tonos de extrema localización, del cuerpo íntimamente personal individualizado, vibran en el mismo campo con emisiones globales de alta tensión” (1995:334). Por ello, se pregunta: ¿cómo situarse (científicamente) para ver situaciones de tensiones, de resonancias, de transformaciones, de resistencias, complicidades? La respuesta a esta pregunta exige, según Haraway, una mirada diferente, exige atender el punto de vista. Esta postura implica una mirada parcial sobre el cuerpo. Es importante aclarar estos términos. Para Haraway, uno de los problemas de las feministas que trabajan en la ciencia es ...cómo lograr simultáneamente una versión de la contingencia histórica radical para todas las afirmaciones del conocimiento y los sujetos conocedores, una práctica crítica capaz de reconocer nuestras propias “tecnologías semióticas” para lograr significados y un compromiso con sentido que consiga versiones fidedignas de un mundo «real», que pueda ser parcialmente compartido y que sea favorable a los proyectos globales de libertad finita, de abundancia material adecuada, de modesto significado en el sufrimiento y de felicidad limitada (Haraway, 1995:321). Se parte de un supuesto: el objetivismo, tal como es comúnmente entendido, niega la posibilidad de la parcialidad. De este supuesto deviene, necesariamente, la postulación de una forma de entender la realidad: el “mundo real” es exterior al investigador y existe independientemente al mismo investigador. Lo que Haraway propone es no pensar en términos 58 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales objetuales, más bien, en subjetividades que conocen científicamente a partir de una mirada desde abajo. Y como feminista sostiene: Las feministas no necesitan una doctrina de la objetividad que prometa trascendencia, una historia que pierda la pista de sus mediaciones en donde alguien pueda ser considerado responsable de algo, ni un poder instrumental ilimitado. No queremos una teoría de poderes inocentes para representar el mundo, en la que el lenguaje y los cuerpos vivan el éxtasis de la simbiosis orgánica. Tampoco queremos teorizar el mundo y, mucho menos, actuar sobre él en términos de Sistema Global, pero necesitamos un circuito universal de conexiones incluyendo la habilidad parcial de traducir los conocimientos entre comunidades muy diferentes y diferenciadas a través del poder. Necesitamos el poder de las teorías críticas modernas sobre cómo son creados los significados y los cuerpos, no para negar los significados y los cuerpos, sino para vivir en significados y en cuerpos que tengan una oportunidad en el futuro (Haraway, 1995:322). Ahora bien, desde dónde comenzar a pensar de otra manera? Haraway comienza desde la vista. La vista, esa capacidad sensorial humana desde la cual conocemos el mundo, ha sido utilizada, según Haraway, ...para significar un salto fuera del cuerpo marcado hacia una mirada conquistadora desde ninguna parte. Ésta es la mirada que míticamente inscribe todos los cuerpos marcados, que fabrica la categoría no marcada que reclama el poder de ver y no ser vista, de representar y de evitar la representación (1995:324). Ésta es la mirada de Hombre y de Blanco en sociedades científicas y tecnológicas, postindustriales, militarizadas, racistas y masculinas frente a cual Haraway propone una objetividad feminista basada en conocimientos situados (Haraway, 1995:324). Un lugar principal que le permite a Haraway revisar los conceptos principales del conocimiento científico es el interés de diversas corrientes del feminismo en los puntos de vista de los subyugados, los puntos de vista desde la periferia y desde las profundidades. Lugar del saber privilegiado pero, como admite Haraway, no exento de riesgos, “existe el serio peligro de romantizar y/o de apropiarse de la visión de los menos poderosos al mismo tiempo que se mira desde sus posiciones” (Haraway, 1995:328), peligros evitables si se es consciente de que “mirar desde abajo no se aprende fácilmente…”, que mirar desde abajo “requiere al menos tanta pericia con los cuerpos y con el lenguaje, con las mediaciones de la visión, como las ‘más altas’ visualizaciones técnico-científicas (Haraway, 1995:328). Para ello, es necesario replantear la idea de sujeto, de identidad. Haraway propone pensar en un sujeto múltiple con, al menos, una doble visión: una visión crítica desde un posicionamiento crítico “en el espacio social generizado no homogéneo” (Haraway, 1995:336). Esto implica poner a funcionar otras estrategias como las de la interpretación, de la traducción, del tartamudeo y de lo parcialmente comprendido. 59 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Haraway piensa una traducción que es siempre interpretativa, crítica y parcial desde la cual es posible “un terreno para la conversación, para la racionalidad y la objetividad, que sea sensible al poder, no pluralista” (Haraway, 1995:337). Una traducción que, necesariamente, implica descodificación y transcodificación desde una localización responsable. Para Haraway, “todas son necesarias para que la ciencia se convierta en el modelo paradigmático no de lo cerrado, sino de lo que es contestable y contestado, para que sea el mito no de lo que escapa a la capacidad y a la responsabilidad humanas en el terreno que está por encima de la lucha, sino de la responsabilidad en las traducciones y en las solidaridades que enlazan las visiones cacofónicas y las voces visionarias que caracterizan los conocimientos de los subyugados” (Haraway, 1995:338). La parcialidad permite “las conexiones y aperturas inesperadas que los conocimientos situados hacen posibles. La única manera de encontrar una visión más amplia es estar en algún sitio en particular” (Haraway, 1995:339). Feslki agrega otros conceptos a tener en cuenta cuando se trata de la diferencia: hibridez, creolización y métissage. El primero de los conceptos es planteado por Felski desde la óptica de “la lógica de ambos/y (both/ and)” (1999:42), en tanto hace la diferencia en la igualdad y la igualdad en la diferencia, “pero de una manera en que lo mismo no es más lo mismo, y lo diferente no es más simplemente lo diferente” (Felski, 1999:43), rescatando la definición de hibridez de Robert Young. La lectura de Felski se acerca, en gran medida, al importante aporte realizado por Joan Scott al debate igualdad-versus-diferencia. En 1994, Joan Scott sostenía que en la oposición igualdad/diferencia se “...esconden la interdependencia de los dos términos, porque la igualdad no es la eliminación de la diferencia y la diferencia no excluye la igualdad” (Scott, 1994:6). Proponer estos términos como dicotomía binaria es construir una opción imposible y el feminismo no puede abandonar ninguno de los dos términos ni jerarquizarlos. La “diferencia” ha sido la herramienta analítica más creativa para el feminismo, mientras que la “igualdad” ha sido su meta a nivel político. El movimiento feminista debe sustraerse de la utilización de categorías preexistentes y pensar en términos del “dilema de la diferencia” (Scott, 1994:8). Como dilema, plantea preguntas distintas a las que tradicionalmente se habían realizado en el marco de las dicotomías binarias como masculino/femenino o igualdad/diferencia. Preguntarse sobre las cualidades o aspectos que se están comparando; la naturaleza de dicha la comparación; las formas de construcción del significado de diferencia atendiendo las especificidades de los contextos no orientan a fijar oposiciones, más bien a dar cuenta de diversidades más complicadas e históricamente variables. Tampoco 60 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ...se trata de una simple sustitución de múltiple por binario porque no estamos invocando un alegre pluralismo. La solución del “dilema de la diferencia” no viene a través de la indiferencia frente a la diferencia ni de su aceptación tal como está constituida, es decir la aceptación de la diferencia normativa (Scott, 1994:17). En este sentido, una posición feminista crítica debe invocar siempre dos movimientos: a) la crítica sistemática a las operaciones de diferencia categórica; la exposición de los tipos de exclusiones e inclusiones que construye y la negación de su “verdad” última; b) hacer esta negación en nombre de una igualdad apoyada en las diferencias: diferencias que confunden, perturban y vuelven ambiguo el significado de cualquier oposición binaria (Scott, 1994:17). Estos dos movimientos permitirán a su vez superar la historia de los feminismos como historia de oscilaciones entre pedidos de igualdad y afirmaciones de diferencias cuyo enfoque refuerza, sin darse cuenta, el poder de las construcciones binarias, las establece como algo inevitable y les da una historia muy larga. Bibliografía consultada Acha, Omar (2000). El sexo de la Historia. Intervenciones de género para una crítica antiesencialista de la historiografía. Buenos Aires: El Cielo por Asalto. Butler, Judith (2001). “Sujeto de Sexo/Género/Deseo”. En Butler, J. El género en disputa. Buenos Aires: Paidós. Butler, Judith (2002). Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del “sexo”. Buenos Aires: Paidós. Conway, J.K., S.C. Bourque y J.W. Scott (1998). “El concepto de género”. En Navarro, Marysa y C.R. Stimpson (comp.). ¿Qué son los estudios de mujeres? Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Felski, Rita (1999). “La doxa de la diferencia”. En Mora, revista del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género, Nº 5. Buenos Aires: Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Gamba, Susana B. (coord.) (2009). Diccionario de estudios de género y feminismos. Buenos Aires: Biblos. Geertz, Clifford, J. Clifford y otros (1998). El surgimiento de la antropología posmoderna. Barcelona: Gedisa. Haraway, Donna (1995). Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Valencia: Cátedra. Palti, Elías J. (1998). Giro lingüístico e historia intelectual. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes. Preciado, Beatriz (s/d). “Género y performance. Tres episodios de un cybermanga feminista queer trans”. [en línea] Dirección URL: [www. hartza.com/performance.pdf]. Consulta: 25 de mayo de 2012. 61 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Santa Cruz, Isabel (1992). “Sobre el concepto de igualdad: algunas observaciones”. En Isegoría, Revista de Filosofía, Moral y Política, Nº 6, noviembre, Madrid. Scott, Joan (1993). “El Género: una categoría útil para el análisis histórico”. En Cangiano, M.C. y Lindsay Dubois. De mujer a género. Teoría, interpretación y práctica feminista en las ciencias sociales. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina. Scott, Joan (1994). “Deconstruir igualdad-versus-diferencia: Usos de la teoría posestructuralista para el feminismo”. En Feminaria, año 7, Nº 13, noviembre. Simmel, Georg (2002a). “Sobre filosofía de la cultura”. En Simmel, G. Sobre la aventura. Ensayos de estética. Barcelona: Península. Simmel, Georg (2002b). “Para una filosofía de los sexos”. En Simmel, G. Sobre la aventura. Ensayos de estética. Barcelona: Península. Yúdice, George (2002). El recurso de la cultura. Barcelona: Gedisa. 62 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La imagen corporal en Frantz Fanon y los conflictos para su construcción en la infancia y adolescencia tercermundistas Juan Pablo Cedriani [email protected] Resumen En el presente trabajo, se abordará algunos conflictos en la conformación de la subjetividad en los niños latinoamericanos, frente a modelos estandarizados de niñez y adolescencia que les son impuestos sin la oportunidad para su tematización, a través de los medios. Para ello, se considerará la noción de imagen corporal trabajada por Frantz Fanon y, con ella, se mostrará algunas disonancias contemporáneas, entre lo que se da como modelo al niño o joven y el entorno político, social y cultural que lo rodea. Si, para Fanon, la imagen corporal es la instancia intermedia de interacción efectiva entre el mundo y la personalidad (el yo) del individuo; se verá que ésta depende tanto de los elementos que pueda incorporar a la misma, como de aquellos que pueda eliminar (y la valoración que el entorno haga de los mismos). En este sentido, el lenguaje, los gestos, la vestimenta, entre otros, pasarán a formar parte de la constelación de la subjetividad del individuo, con lo cual determinarán los parámetros para su relación mediada con el mundo exterior y sus pares. Considerando esto, Fanon, pone de manifiesto ciertas disonancias que interfieren en este proceso, en un contexto específico, que es el de las colonias francesas, tanto de Martinica, como de Argelia; cuando, en las instituciones del régimen colonial, se adoctrina a los niños con valores culturales franceses, radicalmente distintos del entorno oprimido en que se desarrollan. De manera análoga, se aplicarán las categorías de Frantz Fanon para analizar la lógica propia de los medios masivos de comunicación y sus consecuencias sobre la subjetividad de los niños latinoamericanos. Introducción1 En el presente trabajo, se abordará la conflictividad en la conformación de la subjetividad, en particular de niños y jóvenes latinoamericanos, frente a modelos estandarizados de niñez y adolescencia que les son impuestos sin la oportunidad para su tematización, a través de los medios. Para 1 El presente trabajo ha sido desarrollado en el marco del PPI Relación discursiva Literatura-Historia y su relevancia para la enseñanza de lengua extranjera en el contexto universitario UNRC. Desde 01/01/12 y continúa. Resolución: 852. 63 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ello, se considerará la noción de imagen corporal trabajada por Frantz Fanon y, con ella, se mostrarán algunas disonancias contemporáneas, entre lo que se da como modelo al niño o joven y el entorno político, social y cultural que lo rodea. Si para Fanon la imagen corporal es la instancia intermedia de interacción efectiva entre el mundo y la personalidad (el yo) del individuo, se verá que ésta depende tanto de los elementos que pueda incorporar a la misma, como de aquellos que pueda eliminar (y la valoración que el entorno haga de los mismos). En este sentido, el lenguaje, los gestos, la vestimenta, entre otros, pasarán a formar parte de la constelación de la subjetividad del individuo, con lo cual se determinarán los parámetros para su relación mediada con el mundo exterior y sus pares. Considerando esto, Fanon pone de manifiesto ciertas disonancias que interfieren en este proceso, en un contexto específico: el de las colonias francesas, tanto de Martinica, como de Argelia; cuando, en las instituciones del régimen colonial, se adoctrina a los niños con valores culturales franceses, radicalmente distintos del entorno oprimido en que se desarrollan. Tomando en cuenta el alcance del análisis fanoniano, de manera análoga, se aplicarán sus categorías para analizar la lógica propia de los medios masivos de comunicación y sus consecuencias actuales, sobre la subjetividad de los niños latinoamericanos. Para llevar a cabo lo antedicho, en una primera instancia, se desarrollarán en términos generales las nociones básicas de la constitución de la imagen corporal, tal como la entiende Schilder y como posteriormente la trabaja Fano, a través de sus investigaciones e intervenciones en los contextos antes mencionados, para luego en una segunda parte elaborar algunas críticas a ciertas nociones de adolescencia. Finalmente, a modo de conclusión, se esbozará una respuesta a la pregunta que vertebra el presente escrito y es la siguiente: ¿cuáles son las condiciones por las cuales los individuos elaboran su imagen corporal, su propia subjetividad en el denominado tercer mundo? I La constitución de la subjetividad es un proceso complejo, cuyo tratamiento requiere herramientas provenientes de varias disciplinas. Cabe destacar, sin embargo, que será una mirada filosófica la que sobre tal temática se tendrá presente. Quien establezca la matriz teórica del presente escrito, como se explicó con anterioridad, será Frantz Fanon, psiquiatra originario de Martinica, para quien el proceso de construcción de la subjetividad no pasa sólo por un proceso gradual, exclusivamente mental y/o corporal, a través del cual el sujeto se crea por propia producción 64 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales o por el desenvolvimiento de lo que podría denominarse, en términos generales, como el desplegarse de una subjetividad, que siempre estuvo en potencia. Para Fanon, el sujeto se construye como una estructura siempre determinada efectivamente por su medio, es decir su entorno directo, más inmediato, su contexto social y político, el lugar desde donde emerge como sujeto. Se hacen presentes en sus escritos, además, las condiciones psicológicas en las que el individuo se desarrolla, es decir, la psiquis del sujeto está condicionada por estas cuestiones externas que mencionamos, pero a la vez por las huellas (o en términos de Fanon, por las mistificaciones), que se arraigan en la conciencia del sujeto como una proyección de condiciones materiales (sociales, culturales, económicas, políticas), que lo han rodeado a lo largo del tiempo. Si bien tales parámetros son aceptables para la constitución de cualquier subjetividad, cabe destacar que lo que pone en Fanon un sesgo de originalidad o, si se quiere, de agudeza en la observación, es la consideración del costado material en que se producen las subjetividades. Tal consideración no proviene de una reflexión aislada o una aproximación teórica, sino que será el producto de la inserción comprometida (crítica, siempre disonante, intentando socavar las estructuras de lo ya dado), en dos difíciles contextos que lo tocarán muy de cerca: el de su lugar natal, Martinica, isla del Caribe y Argelia, lugar donde llevará a cabo su práctica profesional como psiquiatra a cargo de enfermos mentales2 que, para Fanon, en realidad bien podrían haber sido denominados enfermos sociales3. Tales contextos lo obligarán a volver la mirada sobre las condiciones en las que las subjetividades escindidas tienen origen. En su corta vida, Fanon4 tuvo una gran producción intelectual escrita, no tanto por la cantidad de los materiales que hoy pueden encontrarse, sino más bien por la profundidad y la multiplicidad de enfoques que pueden resultar de su análisis y de los temas trabajados. En esta ocasión, se tomará Piel negra, máscaras blancas y se verá lo que Fanon dice acerca de uno de los capítulos más famosos y trabajados de tal obra, la experiencia vivida del negro: …es importante en más de un sentido. Muestra al negro frente a su raza. [...] Asistimos a los esfuerzos desesperados de un negro que se empeña en descubrir el sentido de la identidad negra. La civilización blanca, la cultura europea le han impuesto al negro una desviación existencial. Probaremos en otro lugar que, a menudo, eso que se llama el alma negra es una construcción del blanco (Fanon, 2009:46). 2 3 4 Son numerosas las biografías de Fanon; sin embargo, por cuestiones de simplicidad se remite al lector a: Omar, S.M. (2008). Los estudios postcoloniales: una introducción crítica. Castellón de la Plana: Universitat Jaume I, pp. 84 y ss. Fanon (2009) rescata la participación de las condiciones sociales en estas problemáticas explícitamente (p. 45). Según Omar (2008), Fanon vivió sólo treinta y seis años, padeciendo a causa de leucemia (p. 87). 65 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Y es justamente ese enfoque el que se pretende dar en este trabajo, el de las subjetividades construidas en contextos de exclusión, signadas por las condiciones del mercado actual, globalizado y estandarizado, y el papel que juegan los medios masivos de comunicación y las tecnologías de telecomunicaciones en la difusión de tales estándares. En lo que respecta puntualmente a la cita, acusa el motivo por el que Fanon se constituye como uno de los ejes teóricos con el que se ha decidido llevar a cabo este análisis. Como se constatará, mostrará la obra del autor martiniqués, que el negro sometido dentro de un régimen colonial, el damné, se enfrenta en el proceso de su constitución con la disolución de su propia subjetividad. Antes de continuar con el desarrollo, debe entenderse primero lo que es el esquema corporal. Brevemente caracterizado, el esquema corporal es una representación tridimensional del propio cuerpo, con la cual, de manera no necesariamente consciente, se cotejan las posibilidades acervo motoras en el desempeño con los obstáculos circundantes. Tal representación, explica Shilder, se conforma a través de la vida del propio sujeto, desde su nacimiento, por acción de estímulos placenteros o dolorosos que servirán para delimitarlo (Schilder, 1978:124). Como se mencionaba más arriba, y de acuerdo con Bulhan, el valor de Fanon para elucidar las problemáticas en lo que refiere a la configuración de imagen corporal radica en la incorporación de una nueva dimensión de análisis que él propone, de acuerdo con ciertas concepciones de la época y a su propia formación como psiquiatra (Bulhan, 1985:32), como una dimensión sociogénica (Fanon, 2009:45), la cual hace hincapié en las constricciones sociales que atraviesa el individuo, en un afán de ir más allá en el análisis de ciertas problemáticas que exceden lo estrictamente material y psíquico. Podría preguntarse, entonces: ¿hoy, qué elementos sociales atraviesan las subjetividades en formación, principalmente en jóvenes y niños? Preguntas como la anterior ubican en una coyuntura histórica determinada al individuo en el desarrollo de su propia imagen. La investigación sobre imagen corporal, entendida como una función de organismos biológicos superiores, desarrollada en extremo en vertebrados complejos, permite afirmar, por ejemplo, que al tomar una vara y ejercer presión con ésta sobre algo, el individuo percibe principalmente desde la punta de la vara la superficie en contacto, por lo que la vara ha sido incorporada al esquema postural; o, por ejemplo, que la ropa puede cargarse libidinalmente en grado directamente proporcional al contacto con el cuerpo. No obstante, en los trabajos de autores como Schilder, no aparecen cuestiones sociales específicas como ejes, que frente al enunciado anterior plantearían preguntas como: ¿da igual qué marca de ropa sea la que use el individuo al momento de la valoración social y la conformación de la imagen que tal individuo efectivice a raíz de ella? 66 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Junto a las tres instancias descriptas por Schilder, Mundo, Cuerpo y Personalidad5, se ha individualizado un conjunto particular de elementos que podría agruparse en torno a una categoría llamada social6, que permita reflexiones de corte coyuntural y tengan papel activo en tanto trama de significados, respaldados en acciones sociales (Schilder, 1978:303), que condicionan/determinan de una manera u otra la configuración del modelo postural. Pensando desde estos términos, se entiende que, para Fanon, la figura es impuesta al negro desde diversas instancias, como lo son la educación, los medios, el arte y el trato en general con blancos en la colonia, entre otros. Desde las prohibiciones de hablar criollo (idioma de los nativos de Martinica), hasta los personajes de las películas que ven en el cine: ...cada tipo de sociedad exigiendo naturalmente una forma de catarsis determinada; las historias de Tarzán, de exploradores de 12 años, de Mickey, y todos los diarios tienden a una verdadera liberación colectiva. Son diarios escritos por Blancos destinados a pequeños Blancos [...] Y el Lobo, el Diablo, el Genio maléfico, el Mal, el Salvaje están representados por un negro, y como siempre hay identificación con el vencedor (Fanon, 2009:136). Según describe Fanon, estas representación son una manera de descargar la agresividad, pero desde el punto de vista de la imagen corporal, lo que se encuentra es un conflicto muy profundo, que reviste a los individuos en la formación de sus subjetividades. En este orden, por ejemplo, ¿qué hará el niño que acaba de ver a Tarzán pelear contra caníbales negros que querían comérselo, cuando considere por un momento que tiene él mismo rasgos muy similares a los que se han parodiado en la película o historieta? ¿Y qué pasará luego cuando otros niños blancos, europeos identifiquen a este niño con los caníbales también? La constelación de axiomas a los que Fanon remite todo el tiempo, es decir aquellos saberes incuestionables que fijan su subjetividad en el marco colonial, son los ejes del epítome del el negro, hombre que hay que derribar (Fanon, 2009:42). 5 En las palabras de Schilder: “Hay un mundo, parcialmente animado, uno parcialmente inanimado, está nuestro cuerpo y finalmente está nuestra personalidad que tiene esta cercana y específica relación en el cuerpo” (Schilder, 1978:283). La imagen corporal entendida desde esta perspectiva se constituye siempre en tensión y con un constante dinamismo, como un conjunto de relaciones. 6 Cuando aquí se dice social, se piensa en una perspectiva enriquecida de las menciones que Schilder mismo hace al trato con otros y a la identificación/rechazo que propone del individuo con el mundo exterior y sus habitantes según sea el caso. Para el análisis de estos factores, enfoques antropológicos y sociológicos pueden ser de gran importancia y se añadirían a la triada propuesta por el autor inicialmente (Filosofía, Psicología y Neurociencias), de esta manera se desequilibraría la perspectiva asentada en el sujeto y, por lo tanto, el verdadero conocimiento de su configuración sería completado por la búsqueda de los elementos culturales presentes en el modelo postural. Esto posibilitaría fundamentalmente, una labor crítica que exceda la mera descripción (por tanto, de corte ético-político en un sentido laxo) tendiente a confrontar los elementos que atenten contra el componente humanitario que se encuentra implicado en el fundamento ético, tanto de la constitución de una sociedad como en la configuración de la propia imagen corporal. (Schilder, 1978:302). 67 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Teniendo presente lo anterior es que puede entenderse que, para Fanon (2009:112), la corporalidad del negro del siglo XX experimenta un shock, pues el propio sustrato sobre el que se asentaba, no sólo se ha derrumbado frente a sus ojos (o bajo sus pies, para remitir a una imagen más fanoniana), sino que además ha sido avasallado por un esquema completamente distinto, el cual es constituido por el colono mismo, que será quien, en la colonia, sea tenido como Hombre, y desde éste, hacia abajo no queda más que una lista de puestos intermedios que se disuelven en la falta de reconocimiento. Es por esto mismo que frente al fuego el negro descubre su librea (Fanon, 2009:114). La clave de esta imagen, de esta metáfora, no hace sino revelar lo que luego será una de las directrices más importantes de la obra del autor, la vivencia corporal del negro es completamente alienada, mediada por el europeo (el francés, específicamente). De ella es despojada toda posibilidad de auto apreciación. Para esta vivencia no queda más que recordar cada vez el veredicto que se ha dado sobre él: no es un hombre y eso salta a la vista. Como el mismo Fanon lo anuncia, no se necesita demostración alguna, es cuestión de dar cuenta de los axiomas por los que se guía el mundo alrededor del negro: “…la ropa interior del negro huele a negro; los dientes del negro son blancos; los pies del negro son grandes; el ancho pecho del negro…” (Fanon, 2009:115). De aquí, no queda sino asistir al desmembramiento del propio esquema en la esencia de su configuración. Si, por definición, el esquema corporal ha de emprender su gestación como un conocimiento del propio cuerpo en tercera persona, en el caso del negro que ha atravesado las miradas del invierno blanco, se constata que su esquema ha perdido integridad y se vuelve tripartito; se configura en un esquema triple, pues le es adjudicada al negro la responsabilidad por su propio cuerpo, por su raza y por sus ancestros (Fanon, 2009:113). De aquí en más, el negro que haya llegado a este punto de conciencia de la diferencia que lo enajena del Blanco, no le quedan sino dos alternativas: o bien emprender el padecimiento de esta triple división, que siempre le recordará que no sólo él no consigue acceder al reconocimiento de los verdaderos hombres, sino que además sus propios padres y abuelos nunca pudieron hacerlo, como así tampoco podrá nunca hacerlo su raza. O bien, por otra parte, emprende la liberación que conlleva el olvido y sistemática eliminación de cada una de estas tres instancias7. En este 7 Deliberadamente se omite la sistematización, que implicaría detenerme en el paso que Fanon desarrolla, sobre la posibilidad de abrazar su propia condición de negro como fundamento de su propia existencia, pues cada uno de los intentos fallidos por los que procura acceder al ritmo al que lo destinan su piel y sus entrañas no hacen sino demostrarle que el polo que nunca le ofrece el encuentro dialéctico que necesita para su reconocimeinto, una vez más, se muestra esquivo y soslaya completamente sus intentos, con lo cual deviene la náusea. Sin embargo, cabe destacar la instancia mediada por la que al negro su cuerpo se le vuelve allienus, es decir, deja de pertenecerle en el mismo momento que la propia comprensión, igualmente deja de pertenecerle. Las páginas 122-126 plantean un núcleo conciso de los múltiples intentos de originalidad del negro expuestos por Fanon (2009), aunque obviamente la lectura de estas temáticas se esparcen por toda su obra. 68 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales punto, cuando el negro habitante de la colonia siente deseos de fumar y estira su mano para alcanzar un cigarrillo, ya no lo hace por sí mismo; ese brazo que levanta y esa mano que toma el paquete se vuelven ajenas, fantasmas que entran en una tematización de la que siempre huye. Esto ocurre no porque su cuerpo ya no le pertenezca, sino porque la red que teje la comprensión que el negro tiene de sí mismo (es decir, la del blanco), le muestran a una bestia a-garrando ese paquete de cigarrillos. Y la sociedad colonial en su conjunto contribuye a perpetuar esta percepción del sujeto sobre sí mismo y su entorno. II Cabe recordar que el propósito del presente escrito no es sólo el de una reseña de la obra de Fanon, a través de algunas de sus categorías; a continuación, se aplicará la noción del padecimiento de la imagen corporal debido a situaciones de exclusión, donde se considera que el individuo, tal como en los casos que Fanon analiza, encuentra problemas para erigir su propio esquema. Para continuar, entonces, con nuestros propósitos, plantearemos la siguiente pregunta: ¿cómo definen las posibilidades de acceso a elementos determinados, la conformación de la imagen corporal de los infantes? ¿Tienen todos los adolescentes y niños las mismas posibilidades de integración de elementos a su imagen corporal? ¿Cuál es hoy el modelo de imagen corporal que signa, cual trazo unario, las imágenes corporales de niños y jóvenes, argentinos y latinoamericanos en general?8 Lo que habitualmente se representa como un conjunto de dispositivos y servicios que brindan posibilidades de conexión ilimitadas en el marco de un fenómeno, por desgracia, desatendido y poco cuestionado en términos del sentido común, como es el de la globalización, es sin embargo una estructura a nivel global que masivamente distribuye bienes y servicios bajo la clave del poder económico, pero que por su misma lógica, en el proceso deja a gran parte de la humanidad del otro lado de la brecha, que se ensancha y profundiza. La imagen corporal en sus determinaciones a nivel social, sumerge al individuo en una trama de significados que hoy en día son confeccionados en su mayoría por intereses del mercado y los medios de la era de la información. Con esta puntualización no se pretende dar exclusividad a 8 No se ha elegido en este caso la palabra “general” de manera descuidada, sino que por el contrario, cumple la función de caracterizar las aspiraciones de los intereses actuales del mercado sobre los individuos, como por ejemplo, la estandarización constante de sus preferencias de la mano de la diversificación de la producción y la cobertura de todos los nichos posibles del mercado. El núcleo de interés está centrado en el individuo y el mercado promete el acceso (siempre y cuando éste tenga los recursos económicos necesarios), para acceder a estos elementos e incorporarlos a su propia subjetividad. 69 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales esta época, sino a la masividad con la que estos fenómenos revisten a los individuos. Como un ejemplo del mentado estado de cosas, encontramos las siguientes declaraciones de Paula Sibilia: No se trata apenas de Internet y sus mundos virtuales de interacción multimedia. Son innumerables los indicios de que estamos viviendo una época limítrofe, un corte en la historia, un pasaje de cierto “régimen de poder” a otro proyecto político, sociocultural y económico. Una transición de un mundo hacia otro: de aquella formación histórica anclada en el capitalismo industrial [...] en este nuevo contexto, ciertas características del proyecto histórico precedente se intensifican y ganan renovada sofisticación, mientras que otras cambian radicalmente. En ese movimiento se transforman también los tipos de cuerpos que se producen cotidianamente, así como la forma de ser y estar en el mundo que resultan “compatibles” con cada uno de esos universos (Sibilia, 2008:19). Ahora bien, estas declaraciones de Sibilia se abocan a fenómenos concretos y específicos enmarcados en un sistema de mercado imbuido de tecnología, atravesado por ella, justamente porque al mencionar compatibilidad da por supuesto que otra gran porción de individuos encuentran grandes dificultades para acceder y ser compatibles con el sistema: La distribución geográfica de esos privilegiados que poseen contraseñas para acceder al ciberespacio es todavía más elocuente de lo que insinúa la mera cantidad: el 43 en América del Norte, el 29% en Europa y el 21% en buena parte de Asia [...] de modo que en esas regiones del planeta se concentran nada menos que el 93% de los usuarios de la red global de computadoras (Sibilia, 2008:29). En el presente trabajo, se pregunta justamente qué ocurre con el porcentaje de individuos quienes no poseen acceso a este nuevo cambio de “paradigma social”, del cual el acceso a Internet es sólo un indicador; aunque, un indicador con mucho de metáfora, pues es justamente la plataforma de despegue a la “extimidad”9, es decir al modo de visibilidad social contemporánea. En este punto, puede decirse que existen nuevos parámetros para la invisibilidad social, para definir y reflexionar sobre las problemáticas que atraviesan los individuos que quedan en los bordes del sistema, una nueva marginalidad que no habla exclusivamente en términos geográficos, aludiendo a aquellos que se encontraban por los bordes del ejido urbano, y tampoco para aquellos que luego estuvieron dentro de las ciudades, pero que no contaban con servicios urbanos (Denardi, 2009:39). Los individuos, tramados en la cultura visual descripta, deben volverse y preguntarse cómo son afectados por tal contexto en cuanto a la posibilidad que tienen de crear al otro, al mundo y a sí mismos es decir, las posibilidades de su subjetividad. Justamente, como Rother explica: 9 Es decir, los individuos ya no se vuelven sobre sí mismos y crean su propio círculo íntimo, sino que los individuos se proyectan a la exhibición con otros, a través de fotos, videos, blogs y demás (Sibilia, 2008:16). 70 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales …frente a diferentes acontecimientos sociales, la subjetividad o la producción de la misma serán diferentes y variarán de acuerdo con los vínculos que se establezcan o con los diferentes medios sociales en que se desarrolle un sujeto. A menudo pienso la constitución del sujeto en función de un modelo que toma al narcisismo como eje central de su desarrollo, pero en el cual el narcisismo depende del objeto y del medio social para que dicho desarrollo sea posible (Rother Hornstein, 2007:31). Y justamente es esa encrucijada de determinaciones lo que debe revisarse, si se pretende conocer la situación de los jóvenes, principalmente si consideramos que es especialmente en esta etapa de la vida en que las identificaciones son menos tematizadas como tales, por los propios individuos, en tales condiciones de crisis y desarrollo (Obiols y Di Segni de Obiols, 1996:27). III Recapitulando brevemente, la imagen corporal es un esquema que permite interactuar con el mundo y conservar el sistema de relaciones que define como un individuo al sujeto en sí mismo. A su vez, el esquema corporal refiere necesariamente a otros y a la valoración que éstos hacen del mismo y de sí mismos, a través de sus propias concepciones. Fanon, aplicando estas premisas al contexto colonizado, concluye que el negro encuentra imposible una propia integración de su imagen pues se halla inmerso en un contexto donde ni siquiera es considerado un hombre. En términos actuales y para los contextos a los que se refiere con el presente trabajo, ciertas formas de colonización de subjetividades trascienden demarcaciones específicas territoriales, las mistificaciones van más allá de los contextos en las que surgen (condicionadas por situaciones concretas, materiales, de cimentación social, política y cultural) y se transfieren sin tematización de un lado al otro del mundo en cuestión de segundos. Esa escisión entre un contexto material y las sobredeterminaciones que con él se conforman, contribuye igualmente a crear conflictos en la integración de la propia imagen corporal. No se habla aquí específicamente de cómo las tecnologías afectan el aprendizaje en el aula o si los medios de comunicación prometen y garantizan satisfacción, diversión, confort y tales ideales son extrapolados y esperados necesariamente en todas las experiencias cotidianas, lo cual genera muchos conflictos y desencantos, al tiempo que dificulta la tolerancia las frustraciones por parte de los jóvenes y niños. Aquí se trata algo que trasciende esos fenómenos. Se trata de aquellos individuos jóvenes o niños en situaciones de pobreza (Denardi, 2009:37), que viven en algún barrio marginal en Argentina o de algún país latinoamericano, que sopesan y experimentan lejana/ cercana, la realidad que los rodea luego de ver una serie de televisión 71 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales norteamericana, con un plantel de actores multiétnico, doblados todos al mismo español “neutro”, rodeados de tecnología, representando de manera sobre dimensionada problemáticas adolescentes artificiales (es decir, generadas bajo condiciones que no comparten con los espectadores), bajo el supuesto de una sociedad occidental, norteamericana (o europea, primermundista), de clase media alta o alta. Es con ese grupo de pares con el cual se identifican los jóvenes actuales. ¿Qué aprende un niño o joven hoy en día cuando ve algún contenido estándar producido en el extranjero? (Aunque, si somos estrictos, hablar del trascender de fronteras de estos medios, le quita importancia al origen del producto); ese individuo aprehende ideales, aspiraciones, metas, un sinfín de valoraciones pensados en un contexto totalmente distinto al suyo y quizás luego deba levantarse a las seis de la mañana para acompañar a su padre a trabajar en una obra en construcción. Allí hay una disonancia. Sólo en caso de que pudiera malinterpretarse lo anterior: no hablamos aquí de “crear contenidos de clase baja”, el problema es totalmente distinto, apunta a la crítica de una situación que pasa desapercibida, la imposición de mistificaciones masivamente. Si el joven o el niño ven tal o cual cosa en la pantalla del televisor o en el cine, asumen que es verdad y no porque falte en ellos alguna agudeza especial, sino porque incorporan y eligen esos elementos. Esto está planteado específicamente en términos de clase, pero no olvidemos las disonancias culturales, religiosas, etc. que acontecen por el mismo fenómeno. Un segundo momento tiene su lugar cuando (y ahora sí desde posiciones hegemónicas, imperialistas, principalmente) se ofrecen, dadas por sentadas, visiones parcializadas de países, culturas, comunidades o sectores sociales y son los niños o jóvenes, pertenecientes a aquellos, quienes presenciaron el espectáculo. Por desgracia, ni la primera ni la segunda disonancia acusan nada completamente nuevo, sino variaciones de los conflictos que ya comenzaba a observar Fanon en los años ‘40 y ‘50, cuando menciona el contacto de los jóvenes negros con la hostilidad y los prejuicios de los blancos en la propia Martinica o la experiencia de los pequeños negros viendo un film de Tarzán y encontrándose con que los caníbales y los esclavos que eran asesinados sin piedad, se veían igual que ellos (Fanon, 2009:136). Las producciones de los medios de masas no deberían convertirse en el opio de las clases marginadas o dominadas, y aunque tal declaración suene idealista, o desfondada, no hace más que indicar la instancia a la que debemos dirigir nuestros análisis. La noción de imagen corporal en Frantz Fanon puede aplicarse a contextos actuales de marginación y unir el axioma con su contexto social de producción (su base material en conflicto) y, por tanto, quitarle en el mismo momento su cualidad de incuestionable, de verdad. La figura 72 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales recurrente del mexicano sin papeles que trabaja como sirviente en una casa estadounidense, hablando a medias inglés, perezoso pero dócil, es un indicador, sin duda. A la luz de la pregunta por cómo ha llegado a determinarse esa figura del mexicano, debe preguntarse qué elementos de su imagen corporal remiten a su verdadero origen social y desnaturalizan tal imagen. ¿Qué puede aprenderse de los elementos que recubren los cuerpos de los niños y jóvenes de barrios marginales, de sus modos de caminar, de las palabras que eligen, de sus rituales cotidianos?; ¿a qué orígenes y dinámicas social remiten? Pero también: ¿hasta qué punto constituyen reacciones a dinámicas sociales, políticas o económicas ya dadas y que puede decir de lo necesario para su superación? Debe recordarse aquí, luego de estas preguntas y como cierre final del trabajo, el pedido de liberación que exigía Fanon, en sus obras, una liberación tanto en términos subjetivos como objetivos, y un constante impulso de creación, de búsqueda activa y crítica del individuo desde su presente. Bibliografía Bulhan, H. (1985). Frantz Fanon and the psychology of oppression. New York: Plenum Press. Denardi, L. (2009). La cultura popular entra a la escuela: proyecto pedagógico, habitus y educación. Villa María: Eduvim. Fanon, F. (2009). Piel negra, máscaras blancas. Madrid: Akal. Obiols, G. y S. Di Segni de Obiols (1996). Adolescencia posmodernidad y escuela secundaria. Buenos Aires: Kapelusz. Omar, S.M. (2008). Los estudios postcoloniales: una introducción crítica. Valencia: Universitat Jaume I. Rother Hornstein, M. (2007). Adolescencias: trayectorias turbulentas. Buenos Aires: Paidós. Schilder, P. (1978). The image and appearance of the human body. New York: International University Press. Sibilia, P. (2008). La intimidad como espectáculo. Buenos Aires: FCE. 73 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Estructuralismo, neoestructuralismo y democracia José Orellana - Yáñez [email protected] Resumen El ejercicio revisa de forma preliminar la evolución del estructuralismo, sea desde la aportación que realiza Raúl Prebisch en los años ‘50 como su evolución respecto de la teoría de la dependencia. Antes que ello, se hace un análisis de tipo político y epistémico del estructuralismo en términos generales. Posteriormente, se aborda la propuesta de neoestructuralismo que propone la CEPAL, donde se incorporan las cuatros innovaciones que la hacen singular, cuales son: a) Evaluación de los efectos de las reformas sobre la base de los resultados de los años noventa; b) La agenda para la era global; c) El enfoque en materia de derechos, ciudadanía y cohesión social; d) La fusión de los enfoques estructuralista y schumpeteriano, y e) Las políticas macroeconómicas anti cíclicas frente a la volatilidad financiera. Esta exposición permite revisar algunas consideraciones de democracia que se han reflexionado en el marco de las lecturas realizadas en el curso la “Política y Democracia. Debate teórico contemporáneo”, del programa de Doctorado en Estudios Americanos, como es la democracia representativa, la participativa y deliberativa. En ese marco, se coloca en análisis la cuestión de sociedad civil y cómo la misma, en cuanto proactividad intensa, permite la instalación de la noción de contrademocracia, de Rosanvallón, donde la impolítica, en cuanto desviación de la democracia, coloca en riesgo a la misma. Finalmente, se hace una vinculación entre Democracia y Neoestructuralismo. Este último no se entiende sin la democracia, por supuesto que no indica cuál, pero revisando uno de los ejes de innovación de la propuesta Cepalina, debería ser bastante ad hoc a los nuevos tiempos, toda vez que se instala en un momento de tensión cuando de cohesión social se refiere ante los magros resultados de las recetas neoliberales. 1. Objetivos 1.1. General El ejercicio busca, desde la generalidad, interrelacionar la perspectiva neoestructuralista y la democracia en un marco de crisis del neoliberalismo. 74 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 1.2. Objetivos específicos Necesariamente se deben analizar los particularismos de la interrelación presentada en la generalidad. Para ello, se hace clave definir el concepto/teoría de estructuralismo, y señalar cuáles son las vertientes ideológicas que hacen del estructuralismo un elemento de análisis. Implica también conocer qué es el neo-estructuralismo y cómo se vincula con el estructuralismo, fundamentalmente desde la CEPAL, dado que uno y otro han sido ordenamientos teóricos-empíricos propios de la CEPAL. Como es sabido, saltar del subdesarrollo al desarrollo desde el estructuralismo podría, para algunos, ser indiferente lograrlo desde la democracia, populismo o una dictadura, hecho que en la región se dio, dado que diferentes países con uno u otro régimen ocuparon recetas estructuralistas. En ese sentido, se hace interesante estudiar la pertinencia de la democracia y el neoestructuralismo en este momento de desarrollo político en América Latina. 2. Estructuralismo Referirse al estructuralismo, nos traslada necesariamente a la década de los ‘50, ‘60, ‘70 e inclusive los ‘80, en el marco latinoamericano. En el caso de Chile, el estructuralismo tuvo vigencia hasta el año 1973, con un momento de “transición de modelo”’ que duró hasta 1975 cuando se implementa el neoliberalismo. Es preciso indicar que el estructuralismo latinoamericano tuvo como piedra angular a la reflexión de Raúl Prebisch con sus clásicas conceptualizaciones máximas como son “el deterioro en los términos de intercambio”, cuestión que permitió, en esa interpretación de la realidad, explicarse por qué existían unas “economías-países centrales” y otras “economías-países periféricos”. Las primeras desarrolladas y las segundas subdesarrolladas. Ello permitió el otro concepto clave, esto es, las “relaciones centro-periferia”. En ese marco y siguiendo a Luting (1988), por estructuralismo se puede entender, entre otras aportaciones, como el enfoque que considera que las características estructurales de una sociedad determinan de manera fundamental su comportamiento. Entre los factores estructurales se encuentran, por ejemplo: a) la distribución del ingreso y la riqueza; b) los regímenes de tenencia de la tierra; c) el tipo y grado de especialización del comercio exterior; d) la densidad de las cadenas productivas; e) el grado de concentración de los mercados; f) el control de los medios de producción por distintos tipos de actores (el sector privado, el Estado o el capital transnacional); g) el funcionamiento de los mecanismos financieros, y h) la penetración de la innovación tecnológica. Por otra parte, se agregan otros, referidos a cuestiones sociopolíticas como: a) 75 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales grado de organización de la clase trabajadora y de otras clases o sectores influyentes y b) la distribución geográfica y sectorial de la población, y el nivel de la calificación de ésta. El pensamiento estructuralista se encuadra dentro de la economía política, ya sea en su forma más radical asociada a la tradición marxista, o en su vertiente reformista asociada a los enfoques keynesianos e institucionalistas. Para el estructuralismo, no tiene sentido concebir a la sociedad como la suma de unidades familiares y empresas atomizadas que toman los parámetros económicos como datos. En esta visión, se reconoce que las medidas de política económica afectan el comportamiento de los actores sociales y que éstos, lejos de funcionar como individuos aislados, tienden a unirse y generar grupos de presión (ya sea ésta organizada o espontánea). 3. Conceptos prebischianos Desde esa dimensión y de forma muy sucinta, se hace necesario indicar que, desde el estructuralismo, Raúl Prebisch genera una teoría que popularmente se ha denominado de Centro-Periferia, la cual se presenta como un cuestionamiento frontal a la teoría clásica y neoclásica de la economía, la cual indicaba que los países debían tener, como eje articulador, para la inserción en la economía internacional y/o comercio internacional, las ventajas comparativas que tenían, específicamente las referidas a los recursos naturales, por tanto la especialización productiva sobre las mismas. Desde ahí, se lograría la acumulación de capital en tales territorios, permitiendo ser sociedades o estados desarrollados. En esa dimensión, el enfoque entiende al subdesarrollo como una fase natural del ciclo capitalista para lograr mejores posibilidades de capitalización y desarrollo final (Devés y Bernal Meza, 2011). Prebisch, por medio de un estudio teórico-empírico, respecto de los intercambios comerciales entre Argentina y Gran Bretaña en un horizonte temporal de cien años aproximadamente, demuestra la inviabilidad de los enfoques clásicos y neoclásicos de la economía. El estudio es pertinente porque se enmarca en la pregunta, por qué Argentina, teniendo tantos atributos para ser un país desarrollado, una potencia, no lo es (Devés y Bernal Meza, 2011). Demuestra que, a lo largo de los años, el intercambio entre ambos países genera un saldo muy positivo para Gran Bretaña y menor para Argentina. Es útil utilizar una caricatura para dar cuenta del fenómeno. En el año uno, para comprar un tractor en Gran Bretaña, Argentina debía utilizar diez sacos de trigo. Al año cincuenta, para adquirir el mismo tractor, se debían ocupar treinta sacos de trigo y al año cien, debía ocuparse cien sacos (Devés y Bernal Meza, 2011). 76 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales A esta situación, que además se repetía en todos los países de la región, le denominó Deterioro en los Términos de Intercambio. “Prebisch sostenía que existía un deterioro de los precios de los productos exportados por los países periféricos con respecto a los bienes que importaba de los países del centro. A su vez, este factor era agravado por el ciclo del comercio internacional ya que los países agrícolas eran más vulnerables que las economías centrales durante las recesiones”1. Esta relación de deterioro se replicaba en todos los “paísespotencias”, por lo tanto, con mayores posibilidades de capitalización. A éstos, les denominó centro, y a los países que se encontraban en condición de producción de artículos primarios les denominó periferias. En estos países de periferias, se podían identificar las siguientes características: 3.1. Algunas características de las economías periféricas Fuente: Elaboración propia, en base a datos de Lustig (1988). 1 En http://www.lateinamerika-studien.at/content/wirtschaft/ipoesp/ipoesp-741.html 77 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 4. Teoría de la dependencia Entendida como la radicalización del pensamiento Cepalino en el marco del estructuralismo, viene a explicar por qué el primer planteamiento presentado por Prebisch no logra remontar los indicadores que se suponía remontaría, como es el caso de mayor empleo, industrialización, crecimiento económico, mejor inserción en el comercio internacional, entre otros. La dependencia, en términos generales, es entendida como una situación en que la economía de ciertos países está condicionada por el desarrollo y expansión de otra economía a la que está sometida. En esa línea, Cardoso y Faletto (1969) indican que reconociendo esta situación de dependencia, se puede lograr desarrollo de periferia con la característica de ser un desarrollo dependiente asociado asimétricamente con el centro. Sunkel y Paz (1981) explican la dependencia como un proceso histórico donde el desarrollo y el subdesarrollo son fenómenos simultáneos e interdependientes, en el que el desarrollo y subdesarrollo son dos caras de la misma moneda. Furtado, Prebisch y Sunkel, indican que la dependencia es múltiple. Una cultural, otra tecnológica y otra intelectual. La primera tiene que ver con el efecto demostración que implica la incapacidad de hacer de los ingresos percibidos una inversión que apunte a la reinversión productiva de capital y no al consumo (Sunkel y Paz, 1981), como ha sido demostrado en el desarrollo histórico de la región (Estenssoro, 2011). La segunda, tiene que ver con la incapacidad que tienen los países dependientes de generar innovaciones tecnológicas propias. La tercera, tiene que ver con la subordinación incondicional a teorías elaboradas en los centros no necesariamente aplicables a las realidades latinoamericanas (Deves, 2011). 5. Neoestructuralismo: una nueva revisión desde la CEPAL La revisión propuesta por la CEPAL tiene cinco ejes analíticos. Éstos recogen elementos del estructuralismo clásico y propone otros en función de la experiencia ganada. 78 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 79 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 80 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Fuente: Bielschowsky (2009). 6. La democracia y desarrollo… democracia y neoestructuralismo La democracia, en cuanto forma de gobierno (Estenssoro, 2011), fue, es y será siempre una situación que estará en el debate teóricoempírico. En la actualidad, esta forma de gobierno viene a tensionarse cuando ha superado una serie de circunstancias ideológicas (caída del socialismo real e instalación del neoliberalismo), culturales (expansión de la democracia en diferentes países) y económicas (crisis cíclicas), entre otras. Se podría indicar, que la misma se ha impuesto como requisito básico para sacar adelante procesos de integración política y económica en la región, a saber, MERCOSUR, tratados de libre comercio, UNASUR, entre otros, donde las recetas neoliberales la entienden como básica para lograr los procesos de desarrollo. Por lo menos, desde la década de los ‘90. Hay que indicar que Chile, para aplicar en un inicio el neoliberalismo, no necesitó de democracia. Fue suficiente la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Posteriormente, se instaló un proceso democrático que profundizó el neoliberalismo, liderado por la Concertación de Partidos Políticos por la Democracia (la Concertación, 1990-2010). 6.1. Democracia y EE.UU.: la neodominación También es necesario indicar que la democracia ha sido impuesta en diferentes latitudes, respecto de los intereses que han tenido los países centrales. Democracia en Irak, dijeron los EE.UU. durante los 2000, democracia en Latinoamérica, indicaron también los EE.UU. durante los ‘80. Cabe indicar, desde una perspectiva de “neodominación”, entendida como la utilización de mecanismos de presión política, militar y económica para lograr los objetivos que tiene EE.UU., que la implementación de la democracia, en más de una oportunidad obedece al logro de un “objetivo secundario” de la política exterior de los EE.UU. Estos objetivos secundarios tienen que ver con cuestiones valóricas que promueven. Un ejemplo de ello tiene que ver con los postulados de Jimmy Carter respecto de los derechos humanos (Correa y Angulo, 2007). Cabe indicar que 81 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales las otras potencias centrales, la Unión Europea específicamente, ahora también promueven democracia en Egipto, Siria o Libia. Por otro lado, esta forma de gobierno debe enfrentar nuevas realidades sociales, políticas, culturales, tecnológicas y participativas, ya que conforme ha pasado el tiempo, de la democracia representativa se busca pasar a la democracia participativa o a la democracia deliberativa (Lesnoff, 2001). 6.2. La democracia representativa en aprietos El principio de representación que tiene la democracia liberal conocida, la que se funda en la separación de poderes, tiene una tensión en términos de operatividad significativa, ya que las expresiones ciudadanas buscan otras representaciones u otras participaciones, que superan al voto de las elecciones, para hacer sentir sus opiniones y para ser considerados en la toma de decisiones (Magallón, 2008). 6.2.1. La democracia/contrademocracia: hacia de la degeneración Impolítica La democracia, además, debe enfrentar la contrademocracia (Ronsanvallón, 2007), la cual constituye el sistema de la desconfianza puesto al límite, generando desviaciones de esta forma de gobierno, la democracia/contrademocracia2 que conceptualiza como impolítica, que es el momento en que todos los que se suponen están representados, es decir, la sociedad civil, colocan en cuestión a la democracia/ contrademocracia en términos operativos, ya que todo aquello que se generó como dispositivos de control, para que los que hacen la política, es decir, los políticos con todas sus instituciones, terminan siendo al final, en cuanto dispositivos de control, ilegítimos3. 6.2.2. La sociedad civil más activa En este sentido, se hace funcional la instalación de la idea de sociedad civil, la cual, entendida como aquella expresión social que se encuentra 2 3 Para Rosanvallón, la democracia/contrademocracia es una cuestión natural. La democracia liberal por medio de la separación de poderes genera contrapesos con el propósito de evitar vulnerar la libertad de los individuos. Ésa es una parte. A ello se agrega la emergencia de más controles, los cuales vienen administrados desde la sociedad civil. Si bien la tendencia hoy en día en cuanto al discurso sobre la política es la de considerar que existe una amplia despolitización de los ciudadanos, según Rosanvallon, esto no sería del todo cierto, pues aunque deba considerarse cierta apatía con respecto a la participación y la actividad directamente política, se están generando cada vez más ejercicios indirectos de soberanía de acuerdo con formas no organizadas por las constituciones, unas formas de participación no convencional, que indican no una nueva era de apatía política, ni un repliegue a la esfera privada, sino una mutación en la relación del ciudadano con la política. Según Rosanvallon, el problema hoy no sería el de la despolitización sino el de la impolítica, que sería la falta de aprehensión global de los problemas ligados a la organización de un mundo común. Esto representa un aumento de la distancia en la relación entre la sociedad civil y las instituciones, la cual muestra un carácter complejo y problemático en el que se mezclan elementos positivos de aumento de poder social y las tentaciones populistas reactivas que facilitan la fragmentación y la diseminación a cambio de la coherencia y la globalidad. 82 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales entre la familia, como unidad básica de organización privada y el estado (o sociedad política en general) como organización pública-política, viene a instalarse como un actor significativamente dinámico, que genera los altos niveles de control y participación que plantea Rosanvallon derivando a la impolítica. Este dinamismo, que se traduce en la organización de personas en el marco de Organizaciones No Gubernamentales, organizaciones vecinales, ambientales, entre otras, no sólo tiene una acción en la escala nacional, sino que también en la internacional, hecho que, evidentemente, tiene un efecto hacia la democracia representativa. Se afirma que existiría la sociedad civil global, la que opera sobre los límites nacionales. Tendría las siguientes características, según Keane (2008): a) Conjunto de estructuras y actividades no gubernamentales (ONGs, FIFA, Greenpeace…); b) Es una sociedad, con mayor o menor grado de relaciones e interdependencia; c) Observan normas de civilidad, como son la no violencia, se acepta la diversidad, se trata de excluir y minimizar la violencia, y d) Es una realidad emergente, en proceso, aún no consolidada. 6.2.3. La democracia de los consensos: la poliarquía de Robert Dalh Ante la impolítica, por lo tanto, ante una contrademocracia respecto de la democracia liberal de la representación, debería ceder también la poliarquía de Robert Dalh (2007), en cuanto y en tanto noción que intenta dar cuenta de la democracia en su versión operativa. En esta noción, se deben dar los siguientes atributos para que la misma sea concreta: 1) Cargos electivos para el control de las decisiones políticas; 2) Elecciones libres, periódicas e imparciales; 3) Sufragio inclusivo; 4) Derecho a ocupar cargos públicos en el gobierno; 5) Libertad de expresión; 6) Existencia y protección por ley de variedad de fuentes de información; 7) Derecho a constituir asociaciones u organizaciones autónomas, partidos políticos y grupos de intereses. Los anteriores atributos deben estar inscritos en los siguientes presupuestos valóricos para que tengan genuinamente legitimidad: a) Existencia de una igualdad de base en el acceso al voto; b) Igualdad de oportunidades de participación en las decisiones; c) Igualdad de oportunidades en los procesos a través de los cuales se aprende a comprender qué quiere uno, delimitación de los intereses, las metas y los valores; d) Control final de los asuntos públicos y de las decisiones por los ciudadanos; e) el cuerpo de los ciudadanos debe ser inclusivo, es decir no debe ser excluida de los derechos una parte sustancial de la población del país4. Ya lo señala Dahl, la importancia de lograr el consenso, en el régimen de gobierno poliárquico, es fundamental, ya que ello permite definiciones mínimas para salir adelante en la organización política. 4 Ver en http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/P/poliarquia.htm. 83 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 6.2.4. Hacia la democracia participativa La democracia representativa, la que se supone se encuentra en crisis, enfrenta propuestas alternativas diversas, entre ellas, la participativa y la deliberativa. Ambas, permiten mayores posibilidades para que las personas se acerquen aún más a la toma de decisiones. En la democracia participativa, se plantean desde mecanismo plebiscitarios más evidentes y fáciles de lograr, a procedimientos de apertura en la toma de decisiones que sean capaces de aplicarse en diversas escalas de la administración de un Estado. Un ejemplo que es recurrente en el caso de Chile, tiene que ver con la implementación de presupuestos participativos, los cuales tienen diversas versiones, pero que en definitiva permiten organizar a toda una población comunal para que decidan sobre recursos públicos concretos (Montesinos, 2005). Otro avance se observa con la implementación de la ley 20.500 de participación ciudadana, la cual obliga al Estado promover diversos consejos de participación ciudadana en su estructura burocrática. Todos consultivos, ninguno resolutivo. Se valoran porque antes no existían. De todos modos, para el caso de Chile, pensar en mayores grados de democracia participativa o deliberativa, es complejo, ya que la representativa ya es deficitaria producto de la vigencia de un modelo binominal para la elección de parlamentarios, como también es contradictoria la elección de los gobiernos regionales5. Qué decir del hiperpresidencialismo que determina la estructura del sistema político nacional. En este caso el presidente de la república determina las decisiones y al poder legislativo, según la constitución de 1980. El poder legislativo legisla en función de la voluntad del ejecutivo, por medio de las iniciativas del presidente de la república. 6.2.5. La democracia deliberativa: Habermas Pasando a la democracia deliberativa, la que es planteada por Habermas (Lesnof, 2001), y entendida como una institucionalización de una “teoría de la argumentación a través de un sistema de derechos que asegure a cualquier persona una participación equitativa en el procesos de legislación”, pretende, por tanto, que el principio democrático ponga de manifiesto que sólo puedan pretender legitimidad esos estatutos susceptibles de ser vinculados con el asentimiento de todos los ciudadanos en un proceso discursivo de legislación. Hay que indicar que esta propuesta de democracia deliberativa se centra sobre un concepto trabajado por Habermas denominado “racionalidad comunicativa”, la cual supera la racionalidad instrumental que plantea 5 Según la ley 19.175, la elección de gobiernos regional se logra con un intendente elegido de forma directa por el presidente de la república y los consejeros regionales por mecanismo indirecto, cuando los concejales, después de cada elección municipal, se constituyen en colegio electoral para elegir los consejeros regionales. 84 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Max Weber. En esta racionalidad comunicativa, lo que debe primar es la capacidad de lograr los consensos por medio de la argumentación, por lo tanto, la cuestión del discurso, del argumento, se hace central. Afirma que al estar centrados sobre la racionalidad instrumental, que no implica un consenso genuino, se generan dificultades diversas en la organización de la sociedad, que derivan en males para la sociedad, problemas con el medio ambiente, hiperurbanización, entre otros (Lesnof, 2001). En esa línea, la ética del discurso se convierte en un concepto central en Habermas. Es funcional y dependiente de la racionalidad comunicativa. El discurso es una argumentación que tiene lugar en una situación ideal de habla. Implica una imparcialidad de situación para los actores convocados al discurso: “...lo que esta pretensión muestra es que la persona moralmente madura contempla las decisiones morales correctas como procedentes de principios racionalmente aceptables para todos los afectados...”. Es ésta una propuesta de democracia, como todas las que se pueden revisar, normativa, pero que, no por ello, deja de ser una interesante propuesta, útil, sobre todo cuando se aspira a la sociedad del conocimiento permanente. 7. Democracia y neo-estrucutralismo… ¿conclusiones? Cada una de las conceptualizaciones que se esbozan en estas líneas tienen en Latinoamérica una tensión, la cual se logra en la desconfianza sobre la democracia como la mejor forma de gobierno que permita satisfacer las necesidades de las personas. No es la desconfianza democrática a la que invita Rosanvallon, que es una abstracción teóricoempírica, sino a la desconfianza práctica… sirve o no sirve. La pregunta es: ¿la democracia, en un marco de neoliberalismo resuelve los temas de empleo, de previsión social, salud, educación, medio ambiente u otros aspectos? ¿La no satisfacción de tales elementos, acaso, coloca en riesgo la democracia? (Estenssoro, 2011). Desde la crítica neoestructuralista al desempeño del neoliberalismo por más de treinta años, se evidencia un pobre desempeño en cada uno de los indicadores, económicos y sociales, que según Sunkel han estado por debajo de lo que presentaron los esquemas estructuralistas aplicados en Latinoamérica en las décadas que van desde los ‘50 a los ‘80 (Sunkel, 2008). Si bien la propuesta neoestructrualista de la CEPAL coloca en el centro la cuestión de la democracia como único régimen político que permite implementar este esquema, no se debe olvidar que aún se está con el neoliberalismo en operación (aunque con repliegues en algunos países de Latinoamérica, no en Chile), que las posturas neoestructuralistas sólo realizan críticas al desempeño del mismo, que de seguir el desempeño neoliberal vaciando de legitimidad práctica y valórica a la democracia, 85 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales dada la no satisfacción de necesidades, la misma puede dar paso a otro tipo de forma de gobierno, centrado en autoritarismos, o donde el estado de derecho no sea una regla, como diría O’Donnel (2007). El neoestructuralismo, en sus “componentes-innovaciones”, referido a la “agenda para la era global” y otro que se hace cargo de “derechos, ciudadanía y cohesión social”, vienen a reafirmar a la democracia como el único mecanismo posible para implementar las recomendaciones neoestructuralistas. También podrían entenderse como una reacción a la evidencia del “calentamiento social” respecto de las demandas no satisfechas por las recetas neoliberales. Como señala Sunkel (2008) y también Guillén (2008), los resultados en Chile y México respecto de las políticas de ajustes, procesos de privatización, políticas de exportaciones por medio de acuerdos de libre comercio, distribución del ingreso, entre otros, determina una actitud en la clase política y organizaciones sociales de permanente insatisfacción y crítica, hecho que de algún modo viene a proponer la CEPAL en su ajustada propuesta. Lo que es trágico es responderse la siguiente pregunta: de implementarse las recomendaciones neo-estructuralistas, ¿será en los actuales marcos democráticos y con la anuencia y complacencia de la institucionalidad internacional y poderes estatales vigentes? En ese marco, ¿la “neodominación” de EE.UU., para el caso específico de Latinoamérica, cederá a tal situación, sin perjuicio de que se encuentre hoy en semi-quiebra su economía? (Estenssoro, 2011). ¿O deberá ocurrir un colapso del capitalismo, como ya ocurrió en otros momentos de la historia del mismo, donde las políticas anticíclicas serán inviables en términos de fondo y forma? Democracia representativa genuina o poliarquía, democracia participativa y deliberativa, ¿serán las propuestas de formas de gobierno que administrarán la organización social del mundo de Latinoamérica? ¿La sociedad civil proactiva, nacional y global, avanzarán racionalmente en una contrademocracia adecuada? Aquí parece ser pertinente la aportación de Habermas con su Democracia Deliberativa, fundada en la racionalidad comunicativa, donde el discurso, el argumento inteligible, parece adecuado. 8. Bibliografía Bambirra, V. (1976). “El capitalismo dependiente latinoamericano”, México: Siglo XXI. Bárcena, A. (2010). “Restricciones estructurales del desarrollo en América Latina y el Caribe: Una reflexión postcrisis”. En Revista Cepal N° 100, abril 2010. Bernal-Meza, R. (2011). “Apuntes clases Curso ‘Pensamiento Latinoamericano y Relaciones Internacionales’, segundo semestre 86 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 2011”. Programa de Doctorado en Estudios Americanos, Instituto IDEA, Universidad de Santiago de Chile. Apuntes personales. Bielschowsky, Ricardo (2009). “Sesenta años de la CEPAL: estructuralismo y neoestructuralismo”. En Revista CEPAL 97, abril. Bobbio, Norberto (1987). Estado, Gobierno, Sociedad. Barcelona: Plaza&Janes. Bobbio, Norberto (2006a). Teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político. México: FCE. Bobbio, Norberto (2006b). Liberalismo y Democracia. México: FCE. Bobbio, Norberto (2008). El futuro de la democracia. México: FCE. Cardoso, F. (1968). Cuestiones de sociología del desarrollo de América Latina. Santiago: Editorial Universitaria. Cardoso, F. y E. Falletto (1969). Dependencia y desarrollo en América Latina. Ensayo de interpretación sociológica. México: Siglo XXI. Correa, Loreto y Salvador Angulo (2007) “Estaño y cobre: Las relaciones internacionales de Bolivia y Chile con los Estados Unidos entre 1960 y 1980”. En Correa Vera, Loreto (coord.). Mar de Fondo: Chile y Bolivia, un siglo de desencuentros. Santiago: Editorial IDEA, Colección IDEA, Instituto de Estudios Avanzados, USACH. Dalh, Robert A. (2007). “La Poliarquía”. En Almond, G. et al. Diez textos básicos en ciencia política. Barcelona: Ariel. Devés, E. (2003). El pensamiento latinoamericano en el siglo XX. Tomo II. Desde la CEPAL al neoliberalismo (1950-1990). Santiago: Editorial Biblos, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Devés, E. (2011). Apuntes clases Curso “Pensamiento Latinoamericano y Relaciones Internacionales”, segundo semestre 2011. Programa de Doctorado en Estudios Americanos, Instituto IDEA, Universidad de Santiago de Chile. Apuntes personales. Estenssoro, F. (2011). Apuntes clases Curso “Política y Democracia. Debate teórico contemporáneo”, segundo semestre. Programa de Doctorado en Estudios Americanos, Instituto IDEA, Universidad de Santiago de Chile. Apuntes personales. Garretón, Manuel Antonio (2004). “La indispensable y problemática relación entre partidos y democracia en América Latina” (73-97). En PNUD. La Democracia en América Latina. Buenos Aires: PNUD. Guillén, Arturo (2008). “La teoría latinoamericana del desarrollo” (489518). En Vidal y Guillén (coord.). Repensar la teoría del desarrollo en un contexto de globalización. Buenos Aires: CLACSO. http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/P/poliarquia.htm 87 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Kaldor, Mary (2002). “Has la ley y no la guerra: la aparición de la sociedad civil global” (67-98). En Manuel Castells y Narcís Serra. Guerra y Paz en el siglo XXI. Barcelona: Kriterios/Tusquets. Keane, John (2008). La sociedad civil global y el gobierno del mundo. Barcelona: Hacer Editorial. Lesnoff, Michael (2001). La Filosofía Política del Siglo XX. Madrid: Akal. Lustig, Nora (1988). “Del estructuralismo al neoestructuralismo: la búsqueda de un paradigma heterodoxo” (35-50). En Colección Estudios CIEPLAN N° 23 marzo de 1988. Magallón Anaya, Mario (2008). La Democracia en América Latina. México: UNAM. Medina Torres, Luis Eduardo (2007). “División de poderes” (135-152). En Emmerich, Gustavo y Víctor Olguín (coord.). Tratado de Ciencia Política. Barcelona: Anthropos. Montesinos, Egón (2005). “Instituciones Políticas y Participación Social en el Espacio Local” (3-14). En Revista Austral de Ciencias Sociales 9. O’Donell, Guillermo (2007). Disonancias. Críticas democráticas a la democracia. Buenos Aires: Prometeo. Pinto, A. (1968). Política y desarrollo. Santiago: Eitorial Universitaria. Resnick, Philip (2007). La Democracia del Siglo XXI. Madrid: Anthropos. Rosanvallon, Pierre (2007). La Contrademocracia. La política en la era de la desconfianza. Buenos Aires: Manantial. Rosenthal, G. (2010). “La crisis financiera y económica de 2008 y su repercusión en el pensamiento económico” (29-40). En Revista Cepal N° 100, abril. Russell, Roberto y Fabián Calle (2009). “La periferia turbulenta, como factor de expansión de los intereses de seguridad de los Estados Unido en América Latina” (29-71). En Hirst, Mónica (comp.). Crisis del Estado e Intervención Internacional. Una mirada desde el Sur. Barcelona: Edhasa. Sunkel y Paz (1981). El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo. México: Siglo 21. Sunkel, Osvaldo (2008). “En busca del desarrollo perdido” (469-488). En Vidal y Guillen (coord.). Repensar la teoría del desarrollo en un contexto de globalización. Buenos Aires: CLACSO. Zelasnik, Javier (2009). “Gobierno” (245-270). En Pinto, Julio (comp.). Introducción a la Ciencia Política. Buenos Aires: Eudeba. 88 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Los conceptos de “estructura” y “modelo” como ejemplo paradigmático transdiciplinar en las Ciencias Humanas y Sociales María Virginia Ferro [email protected] / [email protected] Resumen En el trabajo, se presentan los conceptos de “estructura” y modelo” desde sentidos diferentes de aplicación en el ámbito de la ciencias sociales, el arte y la matemática. Particularmente, en las ciencias sociales, su impacto queda registrado en antropología y psicología, y ciencias de la educación. Al mismo tiempo, su influencia no se deja esperar en el arte. Lo más interesante de esta historia de contacto interdisciplinar es el poder recorrer la vinculación con áreas del conocimiento aparentemente más alejadas y “duras”, tales como la matemática en el primer cuarto del siglo XX. Desde el ámbito epistemológico, la concepción semántica de la ciencia y, particularmente, el nuevo estructuralismo metateórico de Sneed, recogen parte de la tradición para nuevos análisis aplicables a cualquier disciplina científica. Todo esto nos hace pensar sobre fronteras imaginarias o diluidas cuando se trata de resolver problemas concretos. Introducción Los conceptos de “estructura” y “modelo” han sido empleados por las Ciencias Humanas y Sociales, independientemente de los enfoques teóricos que les dieron sustento epistemológico y aplicación metodológica originaria. En ambos casos, se ha tratado de capturar la esencia y de representar un fenómeno. Los dos conceptos mencionados se entrelazan en el arte, la antropología, la lingüística, la psicología, la psiquiatría y la economía, tanto como en matemática. Los nombres asociados a dichos conceptos conforman una lista interminable de quienes estuvieron a la vanguardia de sus respectivas disciplinas: Picasso, Lévi-Strauss, Jakobson, Piaget, Lacan, Leontief, sin olvidar al Grupo Bourbaki. En este trabajo, en primer lugar, se realiza una aproximación a los diferentes sentidos de “estructura” y “modelo”. Luego se presenta, bajo la mirada de la Concepción Semántica de las Teorías Científicas, cómo han quedado inextricablemente entrelazadas con fines explicativos. 89 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El principio de la historia Imaginemos una serie de situaciones eventualmente graciosas que culminaron conformando un grupo de investigación sin par en la matemática de mitad del siglo XX en Francia. Había una vez un general francés llamado Charles Bourbaki que se desempeñó como tal hasta 1881 y un estudiante de la École Normale Supérieure de París, llamado Raoul Husson, interesado en la historia y estudiante de matemática. En 1923, Husson ideó una triquiñuela. Anualmente, los estudiantes de tercer año de la prestigiosa institución les gastaban una broma a los ingenuos jóvenes del primer año. Husson entró en el aula colmada de estudiantes con su uniforme y una barba postiza. Escribió lo siguiente en el pizarrón: teorema de Bourbaki: Demostrar que... Ninguno entendió el teorema, y de demostrarlo, ni hablar (Aczel, 2009:65). A esta historia le corresponde otra del mismo calibre, que involucra también a los estudiantes de París, que se reunían en un boulevard del centro de la ciudad que llamaban “el Parnaso” (teniendo en mente a la montaña de Grecia dedicada a Apolo al pie de la cual se encuentra Delfos), sitio que como característica principal era el amontonamiento de basura. Un día de 1923 se hizo correr la noticia de que el primer ministro de Poldevia daría un discurso en el boulevard. Se reunió una verdadera multitud, ante la cual un estudiante que supuestamente era el encargado de presentar al primer ministro se lamentó de la extrema pobreza en la que estaba sumida la nación de Poldevia y exhortó al público a donar todo el dinero que pudieran para ayudar al país que tantas necesidades tenía. Los asistentes al acto pusieron dinero en sombreros que pasaban de mano en mano. “Y ahora les presento al primer ministro de tan desafortunada nación, cuyos ciudadanos son tan pobres que ni siquiera pueden comprarse un par de pantalones”. Tras estas palabras, el “primer ministro” subió al improvisado escenario en ropa interior (Aczel, 2009:66). La tercera historia ya involucra a un genial matemático que había tenido noticias de las bromas anteriores y que cambiaría el rumbo de la matemática en Francia: André Weil. En 1930, Weil se hizo amigo del joven matemático indio D. Kosambi, que recién había salido de Harvard. Le había conocido en Benarés y luego le contrató para trabajar en la Universidad Musulmana Aligarh, donde él también ocupaba un cargo. Weil le habló a su nuevo amigo del “Teorema de Bourbaki” y de la “nación de Poldevia” y le sugirió que escribiera un trabajo acerca de la obra imaginaria de un matemático de nombre Bourbaki, miembro de la Academia de Ciencias de ese país. Kosami procedió a escribir un artículo titulado “Sobre la generalización del segundo teorema de Bourbaki”, un trabajo matemático falso que su autor consiguió publicar en el Bulletin of the Academy of Sciences of the Provides of Agra and Oudh Allahabad. Kosami atribuyó el teorema al “casi desconocido matemático ruso D. Bourbaki, a quien envenenaron durante la revolución” (Aczel, 2009:66). 90 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Cualquier parecido con el escándalo Sokal, nos hacemos eco de reencontrarnos con la historia de las disciplinas y con los vericuetos existenciales de la institucionalización de la misma. En 1934, Weil logrará reunir en el sótano de un café a Henri Cartan, de la Universidad de Estrasburgo; Caude Chevalley, de la Universidad de Nancy; Jean Dieudonné de la Universidad de Rennes, y René de Possel, de la Universidad Clermont-Ferrand. Todos se hallaban en París para participar de un congreso en el Instituto Henrí Poincaré, destinado a crear programas para las asignaturas de cálculo y análisis dictadas en todas las universidades francesas: allí nació el Grupo Bourbaki. Los matemáticos que formaron parte del grupo nunca fueron más de doce. Cabe distinguir una primera generación, la de los fundadores, conformada por los citados matemáticos. Una generación intermedia (durante el período de la II Guerra Mundial y los primeros años de finalizado el conflicto), donde se incorporan Laurent Schwartz; JeanPierre Serre, Pierre Samuel, Jean-Louis Kozul, Jacues Dixmier, Roger Godement y Sally Eilenberg. La tercera generación, en los años cincuenta, contará con la presencia de Alexandre Grothendieck, Francois Bruhat, Serge Lang, John Tate, Pierre Cartier y Armand Borel. Lo más interesante fue que el programa de trabajo iba a contemplar temáticas tales como: Teoría de los Conjuntos, Álgebra, Topología, Funciones de una variable real, Espacios vectoriales Topológicos e Integración. La noción básica que aglutinaba el esfuerzo era la de “estructura”, que se retoma proveniente de la Teoría de los Grupos de Evariste Gallois, y que puede entenderse de diferentes maneras, siguiendo a Ferrater Mora (2004): - Informalmente en matemática, como un conjunto de elementos, tales como 0 y 1; o una o más operaciones tales como las indicadas por + y -. La estructura es descrita por todas las operaciones que puedan describirse usando el operador o los operadores simbólicos seleccionados. - Como conjunto de operaciones efectuadas sobre un grupo o elementos de un grupo, tales que cualquier operación que se efectúe ha de dar resultado un miembro del grupo. Bourbaki, las llamó estructuras madres, matrices o matriciales. - Como forma cómo se relacionan elementos dentro de un dominio de objetos no especificados y a cómo se relacionan entre sí las relaciones de relaciones. No importan aquí los objetos, ni el carácter de las relaciones entre ellos, sino el patrón según el cual los objetos sean lo que sean y las relaciones sean lo que sean, pero sí la articulación entre las mismas. - Pueden distinguirse, a su vez, estructuras abstractas (utilizadas por las matemáticas y lógicas), de las estructuras concretas (físicas, sociales). 91 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales - También hay nociones de estructura intuitivas, tales como: Conjunto o grupo de elementos relacionados entre sí según reglas o funcionalmente relacionadas, tanto como conjunto o sistema, en donde la estructura no es una realidad compuesta de miembros sino un modo de ser de los sistemas. En este caso, los sistemas funcionan en virtud de la estructura que tienen. Puede haber varios sistemas, que difieran en su composición, pero que ejecuten funciones que sean significativamente comparables, o correlativas. Justamente para el estructuralismo, la matemática es una ciencia lógico deductiva y ese carácter es el que debe informar la enseñanza de la misma. El estilo estructuralista hunde sus raíces históricas en la enseñanza de la geometría euclídea y en la concepción de la matemática como logro cognitivo caracterizado por ser un sistema deductivo cerrado y fuertemente organizado (Gómez García, 1981). Se pueden identificar muchos estructuralismos, teniendo como origen temporal el período de finalización de la II Guerra Mundial: - estructuralismo matemático (E. Gaulois y Bourbaki aplicaron la teoría de grupos a la topología y álgebra); - estructuralismo lógico (lógicas de relaciones y de clases); - estructuralismo psicológico (Gestaltismo de K. Koffka o W. Köhler; también la psicología evolutiva de J. Piaget); - estructuralismo lingüístico (F. de Saussure, Escuelas de Praga y Copenhague, N. Chomsky); - estructuralismo sociológico (Durkheim, Weber, Dilthey); - estructuralismo antropológico (Lévi-Strauss); - estructuralismo literario (también llamado textual o crítico: Barthes); - estructuralismo filosófico (Lacan, Althusser, Foucault, Derrida) También es posible diferenciar los estructuralismos, tomando como base el origen de tal tradición a nivel espacial: - estructuralismo norteamericano (L. Bloomfield, Z. Harris, N. Chomsky), -estructuralismo europeo (a incluir y destacar el estructuralismo francés: Lacan, Althusser, Foucault, etc.). En términos generales, una estructura tiene características tales como: totalidad, transformabilidad y autorregulación. El estructuralismo sostiene que las estructuras son principios explicativos, invisibles e inconscientes para las personas, y, por lo tanto, no pueden inferirse desde la realidad sensible; de ahí que a las explicaciones estructurales las denominen modelos teóricos postulados (Broekman, 1974). 92 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Para el estructuralismo, un sistema lo constituyen sus miembros y las relaciones entre sus miembros. Cuando explicamos estructuralmente un sistema, situaríamos los miembros del sistema, con todas sus peculiaridades y características intrínsecas y únicas; también atenderíamos a las interdependencias de los miembros, ahora disfrazados en símbolos universales. A la estructura que explica sólo las interdependencias, prescindiendo de los miembros, se la llama estructura formal. A los estructuralistas les interesa la estructura formal común del mayor número de sistemas (Piaget, 1968). El método estructuralista consta de cuatro operaciones: - Captación y delimitación de un sistema a observar. - Concepción de estructuras que expliquen lo observado en ese sistema: las estructuras no son inferibles del sistema observado (más bien viceversa); toca inventarlas, atendiendo a cuatro normas: sencillas, ajustadas, completas y contrastables con la realidad. - Elección de la estructura que mejor explique ese sistema: la estructura no falsada o hasta la fecha verificada, y más sencilla, ajustada y completa que las demás, será el modelo teórico postulado para ese sistema. - Comparación de esa estructura formal con otras estructuras, intentando fundirlas en una única estructura que las integre. El presupuesto metodológico fundamental, desde donde todos los métodos estructuralistas enraízan, es la reinterpretación de una teoría explicativa, desde unas claves de lectura distintas de las tradicionalmente utilizadas (Sperber, 1975). El grupo Bourbaki sabía y estaba en contacto con miembros de diferentes disciplinas que se desplegaban en torno a la noción de estructura: la Lingüística de Jakobson; el nacimiento del cubismo de la mano de Picasso y Braque en el arte contemporáneo; los estudios desarrollados por Claude Lévi-Strauss en el ámbito antropológico del parentesco y los mitos; Piaget y sus aplicaciones a la psicología cognitiva, Lacan indagando al yo desde su relectura estructuralista del psicoanálisis de Freud. 2. Una nueva historia En el marco de una Filosofía de la Ciencia dominada por la noción de Teoría sintáctica, presupuestos lógico-empíricos de verificación, el uso del reduccionismo bajo el rótulo de la unificación de la ciencia, bajo la mirada de algunos miembros del Positivismo Lógico, a la cabeza con Rudolf Carnap, habrá en esta nueva historia quien desafíe y reformule conceptos fundamentales, tras el desarrollo de la búsqueda de una teoría empírica real. 93 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El título de un trabajo de Stegmüller sintetiza en tal sentido tal búsqueda: “Empirismo liberalizado, semántica informal y la ampliación del Programa de Bourbaki o Sneedificación”. Nuestra historia comienza con el debate que iniciara Paul Feyeraben mediante la presentación de un artículo en The British Jounal for the Philosophy of Science en 1977, donde daba cuenta de las últimas concepciones en el ámbito de la Filosofía de la Ciencia con el estilo que lo ha caracterizado. La réplica de Stegmüller es la siguiente: En conjunto, me parece que es una excelente discusión y no sólo porque presente clara, concisamente y de manera imparcial, aunque muy crítica, los principales aspectos de mis posiciones. Su mérito consiste para mí, sobre todo, en haber llamado mi atención sobre muchos defectos, lagunas y afirmaciones problemáticas de mi libro. No puedo recordar ninguna ocasión en que haya sido más estimulado por observaciones críticas como en el caso de la presentación de Feyerabend (Stegmülller, 1981:11). Moulines (1996) da cuenta de los orígenes del Programa Estructuralista de las Teorías, mencionando a Tarski y Suppes como los predecesores metodológicos inmediatos de la concepción iniciada por Sneed y divulgada por Stegmüller. El enfoque estructuralista debe considerarse como el esfuerzo por extender a la ciencia el programa de Bourbaki. Una primera diferencia consiste en separar el área de desarrollo de la Filosofía General de la Ciencia, de la Filosofía específica de la Ciencia (de las Teorías Científicas particulares). De ahí que sea procedente introducir una distinción entre reconstrucciones racionales sistemáticas en el ámbito de la Filosofía de la Ciencia: por un lado, el enfoque de Carnap (concepción enunciativa) y, por otro, el enfoque de Suppes (concepción no enunciativa). Sobre la base de ambas reconstrucciones se halla la axiomatización, pero en el segundo caso se trata de ver la estructura matemática de la teoría física. En el primer caso, la teoría se axiomatiza dentro de un lenguaje formal; en el segundo, se utiliza la lógica informal y la teoría de conjuntos informal. Los trabajos de reconstrucción de teorías de Patrick Suppes y Ernest Adams, desarrollados entre los años cincuenta y sesenta, serán la base teórica que posibilitará el surgimiento del estructuralismo metateórico de Joseph Sneed y Wolfgang Stegmüller en la década siguiente y del empirismo constructivo de Bas van Fraassen en 1980, continuando con Frederick Suppe y Ronald Giere (Moulines y Diez, 1999). El contexto de nuestra historia: la Universidad de Standfor y sus vinculaciones con la Universidad de Munich. Las ramificaciones posteriores incluirán al grupo polaco de Marian Przelecki y Ryszard WóJciki, a la escuela italiana de Toraldo di Francia y María Luisa Dalla Chiara. 94 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La historia de algunos miembros, cual árbol de decisión, nos muestra las relaciones entre los miembros del grupo. Patrick Suppes se doctora bajo la dirección de Ernest Naguel en Columbia. Ernest Adams logra su PhD bajo la dirección de Suppes en Stanford; Joseph Snned en 1964 también logra su doctorado en Stanford. Un contemporáneo de habla hispana: Ulises Moulines se doctora bajo la dirección de Stegmüller en Munich; y este último colabora con Snned. Todos ellos aglutinados bajo aspectos comunes con variaciones: - Las teorías científicas no son sistemas de enunciados, sino consisten en sistemas de modelos, ya que éstos son representaciones conceptuales o pedazos de la realidad empírica (la denominación de semánticas o modeloteóricas o representacionales, tiene su origen allí). - El uso de teoría de los modelos, teoría de los conjuntos, topología, análisis no-estándar, teoría de las categorías en el análisis de las teorías científicas. - El desarrollo de estudios de casos, de interpretaciones y reconstrucciones de teorías particulares de las diversas disciplinas. - El tomar como unidades básicas del conocimiento distintos tipos de estructuras, y éstas claramente desde el enfoque Bourbaki. ¿Pero, en qué sentidos puede entenderse el concepto de “modelo”? Siguiendo a Ferrater Mora (2004): - En el primer caso, “modelo” es el modo de ser de ideas o formas (en sentido platónico), o paradigmas de lo que es en la medida en que es y, por lo tanto, equivale a realidad. Un modelo es una realidad equivalente a otra realidad en su estado de perfección, o aquello a lo que tiende toda realidad para ser lo que es. - En el segundo, se equipara con lo que el artista intenta reproducir o lo que está en la mente del mismo como un ideal al que trata de acercarse. - En un sentido epistemológico, se lo puede entender como un modo de explicación de la realidad, como una forma de representación de alguna realidad o como una teoría. En este último sentido, existe una asimetría entre modelo y teoría, en cuanto una teoría puede tener diversos modelos y no a la inversa. El concepto de “modelo” también ha sido entendido como un sistema que sirve para comprender otro sistema y, en tal caso, el sistema que se toma como modelo tiene valor heurístico o de búsqueda. Además, puede pensarse el modelo de un sistema del cual se trata de presentar una teoría, y en esta línea el mismo es la realidad efectiva o supuesta que la teoría trata de explicar. 95 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Para la Concepción Estructuralista de la Ciencia, el concepto de modelo está inextricablemente ligado al de estructura: De acuerdo con este enfoque, las teorías científicas se conciben como determinados complejos consistentes en diversos tipos de estructuras. Estos complejos que son teorías científicas, son modelos en sentido semántico formal o estructuras que satisfacen determinados axiomas (Moulines, 1996:10). La pregunta que subyace es: ¿qué clase de modelos hace a la identidad de una teoría?, y la respuesta es la formulación formal de un determinado dominio de la experiencia, teniendo en cuenta la ontología de la teoría y las relaciones que se construyen sobre el dominio de la misma. ...“una teoría ya no se concibe como un conjunto de enunciados o proposiciones, sino más bien como una estructura conceptual compleja, cuyas unidades, por así decir, son a su vez, estructuras elementales a veces llamadas modelos, a veces aplicaciones (Ludwig las llama dominio de cosas dadas). Una teoría determinada no tiene un único modelo estándar de la realidad, como la concepción clásica había dado por supuesto implícita o explícitamente. Por el contrario, una teoría dada consiste en una multiplicidad abierta de modelos o aplicaciones que, por así decir, sistematizan diferentes pedazos de la realidad en el marco conceptual propio de la teoría. Cada modelo o aplicación es una estructura a dos niveles en la que se distinguen dos clases de conceptos: aquellos que son específicos de la teoría en cuestión y que no tienen sentido fuera de ella, y aquellos que presuponen teorías previas y que constituyen algo así como la base confirmatoria de la teoría en cuestión (Moulines, 1982:57). Esta distinción no es epistemológica, sino funcional, y no es absoluta, sino relativa a cada teoría. En el marco del análisis estructural: Los elementos mínimos del análisis estructural de las teorías físicas son sus modelos y no sus enunciados. Los modelos de una teoría son los correlatos formales de los trozos de la realidad que la teoría explica (Moulines, 1982:78). Un modo posible de explicar el concepto de modelo de una teoría empírica sería construir primero un lenguaje formal en el cual se expresase la teoría en cuestión, dar luego una interpretación semántica de ese lenguaje sobre un universo empírico y definir finalmente la noción de satisfacción de una fórmula del lenguaje en ese universo. Se dice que la interpretación de un modelo de un determinado conjunto de fórmulas que se toman como axiomas si esas fórmulas son satisfechas en ese universo bajo esa interpretación. Este concepto de modelo es bueno para estudios matemáticos, no para teorías empíricas, ya que supone la construcción previa de un lenguaje formal y de una interpretación sobre un universo dado, de muy difícil aplicación en el ámbito de las teorías físicas. Otro procedimiento para definir el concepto de modelo, mucho más práctico y que, aunque no es completamente formal, es suficientemente 96 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales exacto. Con este procedimiento se puede axiomatizar perfectamente la teoría e indicar inmediatamente qué cosas son los modelos de la misma sin necesidad de presuponer un lenguaje formal y una interpretación. Se trata de la axiomatización por introducción de un predicado conjuntista, que formuló Suppes en Introducción a la Lógica de Predicados. Moulines introduce el ejemplo de la mecánica clásica de partículas (MCP): - Estructura básica de una teoría se axiomatiza definiendo, mediante el instrumental de la lógica y la teoría de los conjuntos, el predicado. - Condiciones de definición del predicado, son los que se considerarían como axiomas de la teoría: - Definición MCP (x) si y sólo si existen P, T, s, m, f, tales que: - 1- x=<P,T,s,m,f> - 2-P es un conjunto finito no vacío (representa un conjunto de partículas físicas) - 3-T es un intervalo cerrado de números reales (que representa al intervalo temporal durante el cual se consideran las partículas). - 4-s es una función del producto cartesiano PxT en el espacio vectorial R3, y s es dos veces diferenciable en T (s representa la función que determina la posición en el espacio de cada partícula en cada instante). - 5-m es una función de P en los números reales positivos (que representa la masa de cada partícula). - 6-f es una función de PxT en R3 (que representa la fuerza resultante que actúa sobre cada partícula en cada instante). - 7-Para todo p en P y para todo t en T se cumple: - M (p). D2ts(p,t)=f(p,t) De este modo, el modelo es: ...cualquier entidad que satisfaga el predicado MPC, o sea cualquier entidad constituida a su vez por cinco entidades (un conjunto de partículas, un intervalo temporal, una función de posición, una función masa y una función fuerza) que cumplan las condiciones estipuladas (los axiomas de la teoría) y en particular que estén entre sí en la relación especificada en la condición 7 (Moulines, 1982:79). Si la teoría no es vacía va a ver innumerables modelos de la misma, en matemáticas hay un solo modelo estándar, ya que para estos últimos las teorías categóricas, aquellas cuyos modelos son todos isomorfos entre sí (que es como decir que tienen un solo tipo de modelo). Cabe destacar que desde este enfoque, la multiplicidad de modelos de la misma teoría, están determinados por la misma ley fundamental, y corresponden con diversas aplicaciones de la teoría a la realidad. Las 97 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales entidades que intervienen en la teoría se especifican en cada modelo. Y cada modelo tendrá sus propias funciones (función concreta o función en sentido propio). Pero, además, se propone el uso de las llamadas “condiciones de ligadura” para analizar los modelos: Todos estos modelos de la teoría no aparecen aislados entre sí, sino que están interconectados formalmente tal como corresponde a la realidad intuitiva, formando una estructura global [...] frecuentemente aunque no siempre, estas interconexiones se deben a que el mismo individuo aparece en modelos diversos [...] estas relaciones entre modelos distintos son esenciales a la teoría misma, pues ellas permiten la mayor parte de las formas interesantes de predicción y explicitación por medio de la teoría. A estas relaciones inter-modélicas las llama Sneed constraints, o ligadura, o condiciones de ligadura, pues ligan de determinadas maneras fijas los valores que pueden tomar las funciones correspondientes a diversos modelos (Moulines, 1982:80). Las aplicaciones múltiples de la concepción semántica-estructuralista de las teorías abarcan las reconstrucciones en psicología (Freud), teoría de la economía de trueque (Balzer, 1997); en bioquímica, en genética, y en lingüística actual (Díez y Lorenzano, 2002), entre otras. Conclusión Los conceptos de “estructura” y “modelo” han sido empleados por las Ciencias Humanas y Sociales independientemente de los enfoques teóricos que le dieron sustento epistemológico y aplicación metodológica originaria. En ambos casos, se ha tratado de capturar la esencia y de representar un fenómeno. En este trabajo, en primer lugar, se ha realizado una aproximación a los diferentes sentidos de “estructura” y “modelo”, comenzando con la narración de dos historias que parecen en principio correr de manera paralela: el nacimiento del grupo Bourbaki y el grupo Stanford. El hilo conductor nos ha llevado por las diferentes acepciones de los conceptos de “estructura” y “modelo”. En el primer caso, la interacción dada en un mismo momento histórico y en contexto espacial nos demuestra qué tan necesario es realizar cualquier análisis conceptual sin olvidar la historia, y cómo las fronteras disciplinares pueden llegar a romperse en pos de un objetivo común: una nueva manera de interpretar y comprender el mundo a nivel teórico. En el segundo caso, la historia se enfoca desde la necesidad de existencia de crítica intersubjetiva en el marco de la comunidad científica, para presentar enfoques superadores en el ámbito de la Filosofía de la Ciencia, como también cómo las fronteras vuelven a romperse cuando se reelaboran conceptos teóricos, o se vuelve a la historia para rescatarlos dado su potencial de aplicación. 98 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Referencias bibliográficas Aczel, A. (2009). El artista y el matemático. La historia de Nicolas Bourbaki, el genio matemático que nunca existió. Barcelona: Gedisa. Balzer, W (1997). Teorías empíricas. Modelos, estructuras y ejemplos. Los elementos fundamentales de la Teoría Contemporánea de la Ciencia. Madrid: Alianza. Broekman, J. (1974). El estructuralismo. Barcelona: Herder. Díez, J. y P. Lorenzano (2002). Desarrollos actuales de la metateoría estructuralista: problemas y discusiones. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes. Díez, J. y U. Moulines (1999). Fundamentos de Filosofía de la Ciencia. Barcelona: Ariel. Ferrater Mora, J. (2004). Diccionario de Filosofía. Barcelona: Ariel. Gómez García, P. (1981). La Antropología Estructural de Claude LéviStrauss. Madrid: Tecnos. Moulines, C.U. (1982). Exploraciones metacientíficas. Estructura, desarrollo y contenido de la ciencia. Madrid: Alianza. Moulines, U. (1996). “Las ideas básicas del estructuralismo metacientífico”. En: Revista de Filosofía. 3° Época, IX (16):96-104. Universidad Complutense de Madrid. Piaget, J. (1968). El estructuralismo. Buenos Aires: Proteo. Sperber, D. (1975). ¿Qué es el estructuralismo? Buenos Aires: Losada. Stegmüller, W. (1981). La concepción estructuralista de las teorías. Un posible análogo para la ciencia física del programa de Bourbaki. Madrid: Alianza. 99 Ir al Índice Bloque 2 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Aproximaciones a un nuevo ciclo en la literatura de frontera Daniel Pellegrino - Jorge Warley [email protected] - [email protected] Resumen Ya se ha estudiado que la “narrativa del desierto” en el siglo XIX presentaba a las poblaciones originarias como ajenas a la patria, mientras que a la acción expedicionaria militar se la escribió y se la leyó como una gesta civilizadora. Los asedios contemporáneos sobre este segmento del siglo XIX sacaron de los márgenes de las bibliotecas y archivos documentos y textos “no canonizados”, una de cuyas consecuencias fue la aparición de escrituras de ficción, ya no subordinadas a los imperativos de la literatura militar ni a las visiones de una tierra salvaje y virgen con grandes escenarios edénicos, donde está “todo por hacer”. Si nos ceñimos a lo que se llama “la frontera sur” del país (incluido el territorio de la provincia de La Pampa), también hacia aquí llegaron los aires revisionistas de los escritores, de modo tal que la frontera se vuelve espacio comunicativo, móvil, mestizo. Este nuevo ciclo suma perspectivas dentro del panorama de la literatura regional. En esta tarea se hallan las novelas de tema histórico, analizadas en este trabajo, que tocan personajes y escenarios “pampeanos”. Esta ponencia abordará cuatro de ellas: La cicatriz (Daila Prado, 2008) que explora dos mundos fronterizos concentrados en un personaje; La tierra plana (Horacio Beascochea, 2007) y la transgresión del espacio; los ritos familiares entre blancos e indios, en La veranada del chachai Calfucurá (Omar Lobos, 2011); y el que resiste el pasaje hacia la “civilización”, en Baigorrita. Responso para un etnocidio (Norman Cruz, 2006). Todas ellas tejen la literatura y la historia con el fin de promover un acercamiento al espacio de la frontera donde se apela, si no a la integración, al menos al reconocimiento del “otro” y tal presencia parece adquirir un valor relevante y equitativo, de uno y de otro lado. La frontera y la historia argentina En su artículo “El reformismo en la frontera”, Manuel Lucena Giraldo (1996) sostiene que “La regionalidad americana del siglo XIX se edificó sobre el proceso de ocupación de los espacios marginales de la segunda mitad del siglo XVIII”. En ese camino describe el proceso que ha bautizado “occidentalización del espacio americano”, que consiste también, y 101 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales sobremanera, subraya el autor, en una “práctica cultural”. Lucena Giraldo describe una realidad de: “Indios en proceso de aculturación, mestizos, mulatos y blancos configuran en la segunda mitad del siglo ilustrado la frontera del futuro”, y agrega que “junto a esta producción social de espacio hay una creación de imágenes culturales, la de un mundo bárbaro en el cual la civilización podía lograr extraordinarios frutos”. De tal modo: El concepto de frontera representa durante la colonia, más que una línea divisoria concreta y bien definida, una franja de terreno de anchura y ubicación mal delimitada, una especie de tierra de nadie, entre los territorios ocupados en forma permanente por los cristianos y aquellos sobre los cuales el control efectivo es ejercido por los indígenas. En éste existían numerosas manifestaciones de intercambio entre las culturas en contacto, en un flujo y reflujo frecuente facilitado por la falta de obstáculos naturales y la impotencia de ambos adversarios por ejercer un dominio estricto dentro de su respectivo sector. (Mayo, 2000). En lo que respecta al área bonaerense, debe destacarse que se vio beneficiada por la creación del Virreinato del Río de la Plata, que expresaba una necesidad del imperio español en el siglo XVIII, y llevó a la expansión de la ganadería y la implementación del “comercio libre”. El proceso fue acompañado por un sistema defensivo en la frontera, que se intensificó con el correr de los años. El ganado cimarrón, que pastaba en abundancia entre 1580 y fines del siglo XVII por la campaña bonaerense, comienza a agotarse en los primeros lustros del siglo XVIII. En 1718 el Cabildo prohíbe la vaquería, y su efecto casi inmediato son los primeros malones. A partir de entonces se van a intercalar negociaciones y enfrentamientos entre las autoridades coloniales y los aborígenes. El medio siglo que transcurre entre 1735 y 1785, está signado por las peleas; pero a partir de entonces y hasta la declaración de la independencia nacional en Tucumán, se privilegian las negociaciones y la necesidad de pacificación. El impulso de una u otra política parecen depender de, por un lado, cuestiones económicas y, por el otro, la resolución de conflictos políticos internos. En 1776 se creó el Virreinato del Río de la Plata y tres años más tarde el virrey Juan José de Vértiz y Salcedo “militariza” la frontera; primero convocando a una suerte de milicias voluntarias reclutadas entre los vecinos afectados, que sólo de vez en cuando recibían alguna paga o beneficio, luego creando el cuerpo de blandengues. Con posterioridad a los fragores de la declaración de la independencia, hacia 1820, comienza a expandirse la frontera ganadera y se extiende en igual proporción la línea de fortines. Vértiz fue quien más llevó adelante la estrategia de defensa para proteger el comercio, mediante la creación, por ejemplo, de las “ciudades fortificadas”. Frente a tales iniciativas de los “ocupadores”, no todos los aborígenes reaccionaron de igual modo: los ranqueles y pehuenches 102 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales siempre fueron los más hostiles, y quienes se lanzaban a la captura del ganado vacuno y equino; los aucas y tehuelches, en cambio, privilegiaban los intercambios de tabaco, yerba, aguardiente. El primer ciclo de guerra intermitente llegó a su fin hacia 1784, cuando nuevos virreyes intentaron llevar cierta paz a la frontera que posibilitara acompañar una estrategia de poblar. Entre 1788 y 1800 la población en la campaña bonaerense pasó de 12.364 a 32.168 parcelas de tierra en propiedad para la agricultura y la ganadería (Mayo, 2000). Con la expansión de la frontera hacia el sur del río Salado, cuenta Mayo, se fue conformando una fuerza militar que pagaban los hacendados (en un escrito, por ejemplo, Juan Manuel de Rosas dice que él se hace cargo de la paga de dos hombres), y que básicamente congregó a retirados de los blandengues (Barba, 1997). En la década del veinte, la hostilidad de los indios crece y así también el temor de las poblaciones y la presión para que se cambie la estrategia hacia el trato con los indígenas. De cualquier modo, durante el período rosista hay una vía de negociación, que incluso, como se sabe, llega en un momento a la incorporación a las fuerzas militares rosistas de las “tribus amigas”. Con posterioridad a la batalla de Caseros, hacia mediados y fines de los cincuenta, se aceleran una vez más los enfrentamientos con los indios; una problemática a la que a poco andar, los diversos gobiernos y figuras como Sarmiento, Adolfo Alsina, Nicolás Avellaneda y Julio Roca intentarán dar una solución definitiva mientras se acerca el siglo veinte. Como lo hacen saber investigadores como Raúl Mandrini, es importante hacer notar que la expansión del comercio no sólo dinamizaba la vida en Europa sino que también estaba transformando la vida de los indígenas que de a poco se fue integrando a ese circuito de intercambios. Mandrini (1997) detalla esas transformaciones, como la introducción del ganado equino, mular, ovino y vacuno, herramientas de hierro, prendas de vestir, harinas, azúcar, etc., y la compleja red de intercambios con los españoles y criollos que, por supuesto, fueron alterando usos y costumbres: Mandrini (1997) señala que las comunidades indígenas se transformaron en la organización económica (comercio fronterizo, nuevas prácticas artesanales: textiles y platería), en las estructuras sociales y políticas (grandes jefaturas indias) y en el desarrollo de nuevos patrones culturales, es decir cambia su sociedad en la medida en que cambiaban también las relaciones en la frontera. Frontera y vida intelectual Las ficciones que denomina “populistas fundacionales” buscaron la civilización de los terrenos fronterizos como una forma de hegemonizar la idea de nación, sostiene Doris Sommer (2004). Dentro de la tradición de la vida intelectual y la literatura argentinas 103 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales el término “frontera” tiene la misma vida que la nación. El discurso sobre la frontera, la literatura de frontera, acompaña la “creación de la patria”. De acuerdo con Marisa Moyano (2008): A lo largo del siglo XIX los procesos de territorialización y apropiación discursiva del espacio en Argentina fueron configurados desde procesos escriturarios y desde interacciones discursivas que instituyeron performativamente un proyecto de país, de Estado y de Nación, definiendo el “cuerpo de la patria” y sus límites, su territorio y su identidad, lo que debía formar parte de ese cuerpo y lo que no, su política de inclusiones y de exclusiones bajo el conjuro de una idea de lo que debía ser “la Nación”. Y agrega un poco después: Cuando relacionamos performatividad y prácticas literarias fundacionales aparecen convocados dos aspectos relacionados: por un lado el papel jugado por las élites criollas en su esfuerzo por articular discursos nacionales con intenciones de constituir imaginarios culturales de identidad y, por otro, el hecho de que esos discursos aparecen impuestos a través de las relaciones que se instauran entre el poder que inviste a los productores de esos discursos y la legitimidad que emerge del conocimiento que ostentan gracias a ese poder. En este marco, el objetivo de nuestro trabajo lo constituye el análisis de la performatividad que opera en los “discursos fundacionales” de la “literatura nacional”, en la Argentina del siglo XIX. En la literatura de frontera, entonces, la frontera es tema, objeto que se constituye en el acto mismo de su narración y descripciones. Para Margarita Serje (2005), son tres los elementos que caracterizan la visión de la frontera como un espacio físico. En primer lugar, las fronteras son metaforizadas como tierras de nadie, incógnitas, zonas rojas en donde la ley no hace presencia; en segundo lugar, se romantiza y se erotiza la idea del salvajismo, se convierten así en lugares de ensueño donde se puede hallar el deseo, o el objeto de este; y en tercer lugar, se convierten en elementos estratégicos que deben ser conquistados y puestos al servicio del orden. Estos tres elementos ya pueden superponerse, ya trazar duras esquematizaciones. Por otra parte, es evidente que estas características remiten a un cierto momento muy característico del nacimiento de las literaturas nacionales en América, y que con los años otros tipos de ficciones se fueron sumando, aquellas que problematizan tales nociones por el simple hecho de que los mismos o similares consideraciones pueden ser situadas en el centro de la “civilización”, la ciudad, donde se establecen otras –o las mismas– fronteras. Pero el vocablo remite a cuestiones formales y materiales. Como se inscribe dentro de una época en que el quehacer literario está fundido con otras prácticas, como el parte militar, la filosofía, la sociología, la geografía, el periodismo y la política, en aquel tiempo la literatura de frontera es tal porque se desliza y se alimenta, en diversa proporción, de discursos que hoy se conciben como autónomos y separados. En cuanto 104 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales a sus materiales lingüísticos, la literatura de frontera oscila y mezcla el español europeo y el español criollo, la lengua culta y la popular, la lengua de los “indios” y la de los “blancos”. Hace ya décadas que la teoría de la literatura ha acompañado el movimiento de estratificación de las sociedades modernas que ha convertido en esferas o campos autónomos quehaceres, funciones y discursos sociales que antes aparecían fundidos. Del mismo modo que es difícil definir a Domingo Sarmiento como político, militar, educador o escritor, ya que fue todo eso a la vez, algo similar ocurre con su obra Facundo. Civilización y barbarie. Que hoy la crítica diga que se trata de “la primera novela argentina” no supone otra cosa que la proyección deliberada y salvaje de las categorías actuales sobre la obra. Hoy, la “literatura de frontera” –que aquí se trata– es obligada descendiente de aquélla, con la que se mezcla y distancia a partir de dos gestos. Dado que entre aquélla y ésta hay una multiplicidad de discursos, valoraciones e interpretaciones, un ademán es el de desoír el mandato de la especificidad y las diferencias, seguir concibiendo al escritor como “hombre de letras”, intelectual que interviene de manera directa en la discusión social y política; el otro, simétrico, es el del aprovechamiento, de una manera u otra, de la autoconciencia de los discursos, las formas de su codificación y protocolos de interpretación ya sedimentados. Vale entonces la reflexión que se permite el periodista europeo Timothy Garton Ash, ¿Cómo podemos decir que un texto es real y otro imaginario? ¿En dónde trazamos la frontera que divide los hechos de la ficción? Aún más: ¿sabemos defender esa frontera? [...] Y al hablar de “literatura testimonial”, quisiera explorar la frontera entre la literatura de hechos y la literatura de ficción. Utilizo el término “literatura de hechos” deliberadamente, en lugar de usar ese otro término peyorativo que figura en los catálogos de las editoriales: no ficción. “Literatura de hechos”: la expresión es hermosa, y contiene la palabra clave “hechos”. Pero primero ocupémonos de la otra mitad de la expresión: ¿qué es “literatura”, esa palabra altisonante? (“La verdad es otro país”, http://www.elmalpensante.com/print_contenido. php?id=2014) Parte importante del quehacer de la escritura es desde hace tiempo el saber jugar y desembarazarse de las fronteras que las poéticas y las definiciones de la teoría literaria quieren, consciente o inconscientemente, imponer. O como Ash agrega desafiante: “El límite de la literatura existe, pero no está ahí donde nos parece más lógico buscarlo”. El autor alemán Veit Heinichen (2007), que suele situar las tramas de sus libros en la frontera física entre Italia y Eslovenia escribió: “Las fronteras son zonas de contraste que dan pie al nacimiento de la literatura”; por eso sus narraciones se sitúan en la ciudad de Trieste, espacio donde se mezclan pueblos, culturas e idiomas y, de acuerdo con Heinichen, 105 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales hacen que la literatura tenga su razón de ser. Quizás, entonces, se pueda afirmar que la literatura es una cuestión de fronteras. Nuevo ciclo sobre literatura de frontera Lo que sigue es la introducción a un tema mayor de larga data en el campo literario argentino y específicamente, aunque en etapas más recientes, en la literatura regional pampeana. Se trata de la “narrativa del desierto”, que en su momento histórico produjo una inmensa literatura heterodoxa de viajeros, diarios, partes militares, recuerdos, crónicas, descripciones geográficas, autobiografías. Claudia Torre (2010) estudia tales textos y evalúa que los indios representaban la “exterioridad” de la patria, mientras que a la acción expedicionaria militar se la escribió y se la leyó como una gesta civilizadora. Desde los románticos de la generación del ’37 con Esteban Echeverría a la cabeza, nunca se imaginó la frontera con el indio como integrante de un proyecto de nación sino que lo que existía del otro lado era un no-país, un “desierto” que debería ser llenado por la civilización occidental y cristiana. Los asedios contemporáneos sobre el siglo XIX sacaron de los márgenes de las bibliotecas y archivos documentos y textos “no canonizados”, una de cuyas consecuencias fue la aparición de escrituras de ficción, ya no subordinadas a los imperativos de la literatura militar ni a las visiones de una tierra salvaje y virgen con grandes escenarios edénicos, donde está “todo por hacer”. Este “cambio de perspectiva” sobre los hechos del pasado, se advierte desde hace tiempo –como ya se ha dicho– en los planes de estudio de las escuelas primarias y secundarias. Incluso los artículos que desde hace décadas se publican en la prensa de circulación nacional y regional, así como en cuadernillos, fascículos (también del área infantil), materiales del Ministerio de Educación, se cuidan mucho en glorificar, por ejemplo, la conquista del desierto de Roca. Esta oleada general parece “oficializarse” ahora con la creación, por parte del gobierno central, del “Instituto nacional de revisionismo histórico argentino e iberoamericano Manuel Dorrego”. Dentro de la renovación de la historiografía argentina, ya se ha producido la idea de un frontera de mezcla y “negociaciones” (que toman las infinitas formas de la vida cotidiana, y este aspecto parece que es decisivo para su explotación ficcional en general y literario en particular) y no una “muralla china” divisoria según la representación tradicional entre civilización y barbarie. También habría que remarcar el boom de las “crónicas históricas”, a medias entre el periodismo, la historia y la ficción, que desde el regreso de la institucionalización democrática se han convertido en uno de los géneros o subgéneros más estables y vendidos en el país. 106 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Frontera y región Si nos ceñimos a lo que se llama “la frontera sur” del país (incluido el territorio de la provincia de La Pampa), también hacia aquí llegaron los aires revisionistas. La frontera se ha vuelto porosa, móvil, mestiza. Ella se ha movido desde la colonización española hasta la expedición final de Roca en 1879. En todo este lapso, con vaivenes, paréntesis, o algunos soplos distintos como fueron los años posteriores a mayo de 1810 dominado por ideas revolucionarias, la escena literaria no mostraba a ese “otro” nativo. Éste en verdad sufría el papel de antagonista, el del oculto, rechazado, el eliminado de la historia a la par que crecía el proceso de reivindicación de la conquista del desierto. Tal reivindicación, y para dar una fecha y un hito local, llegaría hasta el año 1979 cuando se bautizó al nuevo edificio de la Universidad Nacional de La Pampa, de Gil 353 frente a la plaza central de Santa Rosa, con el nombre de “Centenario de la Campaña del Desierto”, nada menos. Con el nuevo ciclo de la frontera (que reconoce todos los antecedentes y trabajos mencionados) se suman nuevos textos en el panorama de la literatura regional. En esta tarea se hallan varias novelas de tema histórico que tocan personajes y escenarios fronterizos y “pampeanos”. Seguidamente, nos referiremos a cuatro de ellas, publicadas en pleno siglo XXI. Baigorria, Baigorrita, Pincén, Salinas Grandes Daila Prado escribe La cicatriz (2008). Ampliamente documentada, trata de la historia de Manuel Baigorria (San Luis, 1809-1875), quien por diversos avatares políticos de las guerras civiles del siglo XIX, desatada entre unitarios y federales (Baigorria era militar del bando unitario), vivó en ambos lados de la frontera sur. La historia se desarrolla con agilidad mediante un narrador que hila los acontecimientos como aventuras, sin juzgar ni contradecir las fuentes documentales de la historia. El título más que indicar una sutura entre dos mundos (el del blanco y el del indio) trata la división, el desgarramiento que vive el protagonista en ambos lados de la frontera. El relato explora la desconfianza que despierta entre los indios el personaje del coronel Baigorria, y también el deseo de venganza que despierta su figura en los que viven en la frontera de Mercedes-Río Cuarto. Se recrea de un modo pretendidamente realista la vida sobre todo en las tolderías, y tal vez el episodio más logrado sea esa especie de toldería blanca, de enclave que durante algún tiempo lideró Baigorria en las inmediaciones de una laguna en la zona de Trenel, donde vivieron cautivos, refugiados y algunos indios. Esta “fundación” de Trenel se vuelve significativa si se la piensa como una amalgama entre los dos mundos. 107 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En el capítulo 10 (“Trenel”), cuando Baigorria “funda” su pueblo cerca de la Laguna del Basto o del Recado “en tierras habitadas desde hacía siglos por aborígenes, Lautramán [“Cóndor petiso”, nombre indio del coronel] injertó una comunidad winca”; y luego el narrador agrega: ...él mismo comandaba los trabajos, hacha en mano. Cuando el terreno estuvo despejado, Lautramán se dispuso a planificar: aquí mi casa, la plaza, las calles... caven un pozo allá, y otro allá... es preciso emparejar este sitio pues aquí haremos las formaciones.. ese día fue uno de los más plenos en la vida aventurera de Baigorria: ¡todo estaba por hacer, todo! Sintió la alegría de comenzar. Se sintió un conquistador (Prado, 2008:247). Horacio Beascochea (La tierra plana, 2007) toma desde una perspectiva diferente el tema de la conquista del desierto y del indio. En su novela asoma el heroísmo de Pincén. Uno de los narradores, un cabo del ejército, no lucha contra “ellos”, sino que intenta percibir la pampa desde el lado aborigen. La novela corta La tierra plana suma a la literatura pampeana una nueva experiencia referida al tema del indio, a la utilización de las voces narrativas y la estrategia de utilizar fuentes históricas. Sobre estas fuentes se asientan los tres narradores del texto (el cabo Robledo, protagonista; Pincén; la palabra de un “trovador” de la pampa india). En el contexto histórico de la novela (abarca desde el año 1876 –comienzo de la ejecución de la zanja de Alsina–, hasta 1879) el tiempo se demora. Confluyen los puntos de vista de los narradores mencionados y la experiencia conjunta postula un paisaje que parece verse del mismo modo de ambos lados de la frontera. El cabo Robledo la atraviesa o establece el puente casi desde el mismo momento en que llega al fuerte que comanda el coronel Villegas. Mata a unos indios primero, pero luego los contempla. Finalmente pide al lenguaraz del fuerte que le enseñe la lengua del otro. Robledo emprende así un camino de no retorno, es decir, decide pensar su vida desde el otro bando sin haber abandonado físicamente el primero. En el capítulo 11, el cabo Robledo comienza a aprender la lengua del indio con el lenguaraz: Para mis camaradas me convertí en “el amigo de los indios”, un chiflado sin remedio por culpa del desierto y la chatura infinita de la llanura. Nos juntábamos en las siestas y compartíamos palabras y tabaco. [...] “No sea iluso Robledo, en unos años nadie se acordará de esta campaña, todo se olvida en este país”, ironizaba Villegas y yo escribía para no olvidar. El encantamiento de la tierra plana cedía ante las enseñanzas del lenguaraz y mis impresiones de frontera. Una nueva rastrillada se descubría ante mis ojos (Beascochea, 2007:56). Así Robledo cometerá el último acto que lo llevará a enajenarse de su propia familia, de su sociedad y de su historia personal. 108 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En el capítulo 6 (“Lelvún mapu”) se expresa la voz de la tribu y se nombra a Pincén. Ésta será el punto de vista (la “ideología”) que lentamente irá adoptando Robledo: En la tierra del llano vivimos los indios. Primero solos, ahora con los huincas. Y la tierra buena no alcanza para los dos, por eso quieren corrernos. De antes nos reunimos alrededor del fuego y recordamos nuestro pasado. Las voces hablan de nuestros guerreros, de sus hazañas, de costumbres viejas y de la guerra, de soles agitados y soles tranquilos pisoteados por la guerra. En la tierra del llano –aquí– nació el hijo del desierto, el hombre jamás vencido, el de los ojos negros, los que bajan la vista de cualquiera. Su habilidad con la lengua lo hace ser el dueño de la palabra, el dueño del decir. Y un día se convirtió en nuestro cacique. Plantó a Piedra Azul y se quedó en el Malal (Beascochea, 2007:29). Cuando un superior le propone entrevistarse con el prisionero Pincén y rescatar sus memorias con el fin de resaltar aún más las hazañas militares de la conquista del desierto, Robledo se deja llevar por el relato de Pincén, lo cual significa que “cambia de bando”. Esa memoria escrita que entrega a su superior es su propio certificado de defunción ya que lo que exalta es la épica de los aborígenes y su ideología. Desde esta perspectiva, Beascochea cubre con la polifonía de su novela un enfoque novedoso sobre los vencidos, aunque no vencidos del todo porque Robledo –en el plano de la justicia literaria– rescata la voz de Pincén y lo ayuda a que escape de la prisión y se pierda en la pampa aún misteriosa para la civilización que se impone con la superioridad de las armas. En la novela hallamos transcripciones de partes militares, la voz del trovador, del propio Pincén y de Robledo. Todos ellos también significan relatividad ya que no todas las voces juntas alcanzan para componer un cuadro total y definitivo de lo que acontece. Queda un registro abierto, una oscuridad, una indeterminación sobre la identidad de la pampa que el narrador principal de La tierra plana no consigue mostrar. Robledo, al aprender la lengua del otro, alienta una esperanza y una condena. La condena es la suya propia por parte de la sociedad de la cual el proviene, y la esperanza es que con su trasgresión está proponiendo –al menos– un porvenir sin exclusiones. Omar Lobos (La veranada del chachai Calfucurá, 2011) pone énfasis en que, más allá del tema y del tiempo histórico, lo importante se halla en la construcción ficcional del entorno de Calfucurá: las relaciones familiares, el tratamiento político-diplomático entre la nación india y los gobernantes de la provincia de Buenos Aires y del país, el borramiento fronterizo y la igualdad paisana entre criollos y mapuches. Hay una escena que muestra la significación del cacicazgo de Salinas Grandes como centro de convergencia “política” y –si se quiere– 109 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales “fronteriza”. Está presente el maestro Larguía quien ha venido desde Buenos Aires al aduar con sus dos hijos y el “alumno” Manuel Pastor, hijo de Calfucurá; también se hallan el “lenguaraz” Santiago Avendaño y un cacique trasandino. El narrador acompaña las palabras de Calfucurá: …había churrasqueado con este cacique amigo –lo señaló y el otro mostró al maestro su ufana sonrisa desdentada–, que había venido comisionado por un gran amigo suyo de Chile para comprarle hacienda: el ex presidente Manuel Bulnes (Lobos, 2011:VII, 90). Esto señala, además, el lado patriótico-chileno de Calfucurá, es decir su afinidad con los revolucionarios de la independencia. En la misma página, para completar el cuadro “político” leemos: El señor Larguía renovó las protesta de paz que traía de parte del gobernador Obligado, que entre los señores jefes no existía más deseo que el de apaciguar la campaña porteña, y para eso se necesitaba la cooperación y voluntad de las partes. —Yo estoy quieto –se atajó Calfucurá, y después matizó– ...estoy bastante quieto... (Lobos, 2011:VII, 90). En La veranada... se destaca el uso del lenguaje coloquial, afectivo y humorístico que atraviesa varios episodios de la novela; es otra forma de revelar el lado cotidiano, de convivencia, pese a las jerarquías establecidas, de la vida en el cacicazgo: Guinnard por su parte era testigo todo estos eventos [catán caguiñes, matrimonios, nguillatunes], coordinados sin excepción por la autoridad patriarcal de Calfucurá. Aunque no dejaba de asombrarlo e incluso de entristecerlo, el contraste: ese soberano terrible, espanto del huinca, rey de su comarca y a cuyo grito salían ejércitos de guerreros a matar y morir, esa voluntad tremenda capaz de mantener a la pampa en vilo, era sorprendido algunas noches por su secretario merodeando los toldos con sigilo de abuelo medio chocho y tratando de localizar a algunas de sus esposas. Tenía treinta y dos por esa época, y muchas andaban en amores con otros y a sus espaldas se reían un poco de él (Lobos, 2011: IX, 121). En la novela, las costumbres parecen ser las mismas de un lado y de otro. Es un ambiente paisano y aun sugiere otros momentos de la literatura argentina: aquel ambiente de los inmigrantes con su habla de adaptación, como lo ha sido el “crisol de razas” europeas que terminan integrándose a un nuevo territorio de pertenencia. Sin embargo, esta integración no se ha logrado en la trama novelística. Quizá por esta razón el narrador editorial del primer y del último capítulo indica que todo se vuelve desierto, que no se ha prolongado ni existe la convivencia del cacicazgo de Salinas Grandes. En cambio, la novela de Norman Cruz (Baigorrita. Responso para un etnocidio, 2006) se desenvuelve en el ámbito de la épica. El relato sigue los últimos meses de “Diez Aguadas” (tal la traducción del nombre indio de Baigorrita, Maricó, hijo de Pichún Gualá y de la cautiva Rita Castro), desde 110 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales octubre de 1878 hasta su persecución, captura y muerte en julio de 1879. El personaje se envuelve en la aureola del que no se rendirá jamás. Mientras tanto, en la retirada hacia la cordillera, se van perdiendo jirones de tribu con las batidas, entradas, incursiones de las partidas militares. El pueblo indio se extingue. El libro consta de un vocabulario de nombres y parajes mapuches, un “cartograma del escenario de los acontecimientos”, y una bibliografía documental relacionada con la conquista del desierto. La curiosidad es que los nombres de personas, parajes y otros términos mapuches están traducidos y escritos en castellano en el relato. Los mismos diálogos de la tribu tienen la extraña particularidad de eludir el uso del voseo para manifestarse en un solemne, prístino “tú”. Quizá el gran mérito de la novela esté en la descripción panorámica del abandono del “hogar” (las tierras pampeanas): No todos los grupos dispersos por el país del monte logran moverse con igual velocidad, y quienes cierran la marcha son los más vulnerables. Varios jefes acatan las instrucciones de marchar separados del resto, pero otros, como Batallón de Pumas o Ciprés en el Deslinde, no pueden evitar que su gente, pese a todas las exhortaciones, sea absorbida por el mayor y más lento de los contingentes, al mando de Pluma Pequeña. La interminable caravana de varios centenares de personas termina por convertirse en una presa casi ofrecida a la voracidad de las tropas en campaña, cuyas partidas volantes reticulan el desierto a través de médanos y montes buscando rastros recientes (Cruz, 2006:81). Otro de los logros del relato es la ágil alternancia de la aventura de la derrota con los partes militares (históricos) que van siguiendo ese itinerario. El autor señala en el Prefacio que su “narración apoya un pie en la narrativa y otro en lo documental, combinación infrecuente pero que, a mi juicio, enriquece mutuamente ambas vertientes”. Como síntesis del espíritu que anima la novela, proponemos las palabras de Baigorrita, a orillas del Salado, en plena retirada: —Yo, Diez Aguadas, he creído que éste era el tiempo de convocarlos a esta reunión por las enormes calamidades que nos afligen. Todos sabemos que en las últimas lunas los güinca nos han deshecho. En mis recuerdos no encuentro otra época en que nos hayan causado tanto daño. Y creo que ni los más viejos entre nosotros han llegado a ver masacres como ésta. Muchos de nuestros jefes y más de la mitad de nuestra gente han muerto o están prisioneros, nos han dejado casi sin caballos, vacas y ovejas, han arrasado nuestros sembrados y quemado nuestros granos, nos han echado de nuestra tierra. Tal vez encontremos, muy lejos, una nueva morada, pero ya no será nuestra morada, donde hemos dejado los huesos de nuestros mayores (Cruz, 2006:101-102). Será el final de la historia del personaje. La novela rescata su resistencia y su conciencia de la “región” en que ha vivido. Así la frontera queda trazada con el fin de indicar que pasarse del lado del “blanco” significaría la más grande de las derrotas. 111 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Las novelas comentadas, a su manera, y dentro de un largo proceso de revisión del pasado en Argentina, agregan una pincelada al cuadro de lo que llamaríamos un nuevo ciclo de la literatura de frontera. Vuelven al compromiso de revisar los márgenes, los huecos y los olvidos de esa otra gente que no figuró en los planes políticos de quienes pensaron y ejecutaron la Argentina moderna en el siglo XIX. Este tratamiento ficcional levanta el velo para seguir observando la marginación y la exclusión, casi el exterminio, y pareciera que el mensaje simple de los relatos es que se trataba de grupos humanos que han vivido las mismas circunstancias y han compartido procesos culturales, lenguas, tramos de vida, sobre un mismo suelo, sin que el trazo de fronteras (más allá de los avatares políticos de turno) signifique una barrera inmóvil. Bibliografía Barba, Fernando E. (1997). Frontera ganadera y guerra con el indio. La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Beascochea, Horacio (2007). La tierra plana. Buenos Aires: Irojo. Cruz, Norman (2006). Baigorrita. Responso para un etnocidio. Estados Unidos y Argentina, El Cid Editor/e-libro.net. Friera, Silvina (2011). “Historias y combates del último gladiador literario”. Página 12, 2-07-2011. Buenos Aires. Garton Ash, Thimoty (s/f). “La verdad es otro país”. [en línea] Dirección URL: [http://www.elmalpensante.com/print_contenido.php?id=2014]. Heinichen, Veit (2007). “La literatura surge en las fronteras”. [en línea] Dirección URL: [http://terranoticias.terra.es/articulo/html/ av21692969.htm]. Consulta: 5-07-2007. Lobos, Omar (2011). La veranada del chachai Calfucurá. Buenos Aires: Colihue. Lucena Giraldo, Manuel (1996). “El reformismo en la frontera”. En Guimerá, Agustín. El reformismo borbónico. Madrid: Alianza. Mandrini, Raúl (1997). “Las fronteras y la sociedad indígena en el ámbito pampeano”. En Anuario HIES, 12, Tandil. Mayo, Carlos A. (comp.) (2000). Vivir en la frontera. La casa, la dieta, la pulpería, la escuela (1770-1870). Buenos Aires: Biblos, “Historias americanas”. Moyano, Marisa (2008). “Literatura, Estado y Nación en el siglo XIX argentino: el poder instituyente del discurso y la configuración de los mitos fundacionales de la identidad”. En Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM, 15, 2008. [en línea] Dirección URL: [http://alhim.revues.org/index2892.html]. 112 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Prado, Daila (2008). La cicatriz. Buenos Aires: Ediciones B. Serje, Margarita (2005). El revés de la nación. Territorios salvajes, fronteras y tierras de nadie. Colombia: Universidad de los Andes. Sommer, Doris (2004). Ficciones fundacionales. Las novelas nacionales de América latina, México: Fondo de Cultura Económica. Torre, Claudia (2010). Literatura en tránsito. La narrativa expedicionaria de la Conquista del Desierto. Buenos Aires: Prometeo. 113 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Resistencia e Identidad en la Literatura Chicana María José Morchio Insúa [email protected] Resumen Latinoamérica atraviesa una situación política muy particular si se la compara con la de hace quince años atrás. La región se ha constituido en la última década y media en una de las zonas del planeta más dinámicas y creativas en la generación de ideas y acciones tendientes a superar las estructuras de atraso y opresión que históricamente dominaron a sus sociedades. En gran parte de los países de la región han surgido movimientos políticos, sociales y étnicos, que desafían, muchas veces con éxitos resonantes, las estructuras de poder de los establishments locales tradicionales. Esto nos invita a plantear uno de los interrogantes más complejos: cómo convivirán, en un futuro, estos nuevos espacios vinculados al nacionalismo, al territorialismo, la defensa de los derechos humanos, la profundización de la democracia, la preservación de los recursos naturales y a la lucha por la emancipación, con la macro-estructura global que contrariamente tiende a la globalización continental (la cual sustenta e impone un solo modelo, el cual excluye a dichos espacios). En los Estados Unidos, los espacios de resistencia al modelo neocolonialista, que representa la versión más difundida de la globalización, se han visto representados por la retórica nacionalista de los grupos afro-americanos y también de los escritores chicanos. María Amparo Escandón y Gloria Anzaldúa son claros exponentes de la creación, no sólo de un nuevo espacio de resistencia, sino también de una nueva retórica de inclusión y reivindicación de quienes hasta entonces no tenían voz ni identidad. En Santitos (1999), Escandón explora simultáneamente la resistencia femenina a los mandatos patriarcales de la sociedad chicana y el esfuerzo de un pueblo para no olvidar sus orígenes religiosos. Escandón re-inventa iconografías propias de las creencias populares de su pueblo, las deconstruye y las re-escribe dándoles un mensaje muy claro a las mujeres chicanas: hay otro espacio, hay otra alternativa a las impuestas por los propios y los foráneos. Por otro lado, Gloria Anzaldúa, en su obra Borderland. La Frontera (1987), desarrolla la reconstrucción de una nueva identidad para la mujer chicana, la conciencia mestiza que rescata las raíces propias del ser chicano. 114 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales I. Introducción Latinoamérica atraviesa una situación política muy particular si se la compara con la de hace quince años atrás. La región se ha constituido en la última década y media en una de las zonas del planeta más dinámicas y creativas en la generación de ideas y acciones tendientes a superar las estructuras de atraso y opresión que históricamente dominaron a sus sociedades. En gran parte de los países de la región han surgido movimientos políticos, sociales y étnicos, que desafían, muchas veces con éxitos resonantes, las estructuras de poder de los establishments locales tradicionales. Esto nos invita a plantear uno de los interrogantes más complejos: cómo convivirán, en un futuro, estos nuevos espacios vinculados al nacionalismo, al territorialismo, la defensa de los derechos humanos, la profundización de la democracia, la preservación de los recursos naturales y a la lucha por la emancipación, con la macro-estructura global que contrariamente tiende a la globalización continental (la cual sustenta e impone un solo modelo, el cual excluye a dichos espacios). En los Estados Unidos, los espacios de resistencia al modelo neocolonialista, que representa la versión más difundida de la globalización, se han visto representados por la retórica nacionalista de los grupos afro-americanos y también de los escritores chicanos. María Amparo Escandón y Gloria Anzaldúa son claros exponentes de la creación, no sólo de un nuevo espacio de resistencia, sino también de una nueva retórica de inclusión y reivindicación de quienes hasta entonces no tenían voz ni identidad. En Santitos (1999), Escandón explora simultáneamente la resistencia femenina a los mandatos patriarcales de la sociedad chicana y el esfuerzo de un pueblo para no olvidar sus orígenes religiosos. Escandón re-inventa iconografías propias de las creencias populares de su pueblo, las deconstruye y las re-escribe dándoles un mensaje muy claro a las mujeres chicanas: hay otro espacio, hay otra alternativa a las impuestas por los propios y los foráneos. Por otro lado, Gloria Anzaldúa, en su obra Borderland. La Frontera (1987), desarrolla la reconstrucción de una nueva identidad para la mujer chicana, la conciencia mestiza que rescata las raíces propias del ser chicano. II. Las Fronteras Tanto en la obra de Escandón como en la de Anzaldúa el espacio fronterizo representado tiene cargas simbólicas que ambas autoras describen de manera diferente y con percepciones de la frontera en ocasiones antagónicas. En el caso de Santitos (1999), la frontera constituye un espacio donde los vicios priman por sobre la ley; en Anzaldúa, la frontera deja de ser un espacio físico para convertirse en una creación espacial 115 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales colectiva vinculada a la identidad chicana. Ambas representaciones del espacio fronterizo comparten la necesidad de relatar las ideas, las creencias y los valores de la vida que comparten los habitantes de dicho espacio. Uno de los fenómenos fronterizos que ambas novelas analizan es el rol de la mujer en estas sociedades limítrofes. En Borderland/La Frontera (1987), Gloria Anzaldúa postula una nueva identidad, la identidad chicana, mediante la cual la mujer que habita la frontera cobra capacidad de ir mutando sus pieles, casi como las serpientes plumadas de los mayas, para poder habitar estos espacios en los cuales cohabitan lenguas distintas y religiones que se contraponen y culturas que valoran pathos que se constituyen con idiosincrasias distantes y ajenas. La autora analiza las implicancias del concepto frontera. Este término hace referencia a la frontera estadounidense-mejicana; rememora la guerra ocurrida en Texas la cual resultó en la pérdida de dicho territorio y posterior anexión a los Estados Unidos. Este evento es clave para lograr comprender la tesis que Anzaldúa plantea en su obra, es a partir de entonces que los chicanos son relegados a ciudadanos de segunda categoría en su propia tierra. Además, dicha autora amplia este concepto de frontera explicando que el mismo también hace alusión a las divisiones binarias, rígidas y típicamente occidentales que se erigen entre razas, géneros, orientaciones sexuales e incluso entre las esferas de lo físico y lo espiritual. Así Anzaldúa define a la frontera: Los bordes, los márgenes están establecidos para definir lugares que son seguros e inseguros, para distinguirnos nosotros de ellos. Un margen es una línea divisoria, una franja angosta... La zona fronteriza es un lugar vago e indeterminado creado por el residuo emocional y los márgenes artificiales. Lo prohibido y vedado son sus habitantes. Los atravesados viven aquí... aquellos que cruzan, que pasan o que atraviesan los confines de lo normal (Anzaldúa, 1987:25). En Borderland/La Frontera (1987) se propone transgredir cualquier tipo de fronteras, esta transgresión o irrupción de los bordes, de las fronteras lleva a un espacio intermedio, un tercer espacio que la autora denomina conciencia mestiza. La existencia de este tercer espacio, caracterizado por ser híbrido y donde el pensamiento dual está ausente, cuestiona el poder absoluto del concepto de margen. La figura de la mestiza se transforma en el ícono de este tercer espacio situado en la frontera. Pero su existencia en este espacio se ve amenazada: Cuando vives en la frontera La gente te atraviesa, el viento te roba la voz, Eres una burra, buey, chivo expiatorio, Precursora de una nueva raza, Mitad y mitad –ambos mujer y hombre, ninguno– Un nuevo género; 116 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En la frontera Eres un campo de batallas Donde tus enemigos son parientes entre ellos; Estás en tu casa, una extraña, Para sobrevivir en La Frontera Debes vivir sin fronteras Ser una encrucijada, un crossroads (Anzaldúa, 1987:216-7). La supervivencia de la mestiza depende de su capacidad para la transformación y adaptación. Para poder sobrevivir en la frontera ella debe aprender a ser no sólo lo suficientemente flexible como para poder alternar su lengua nativa, el español, con el inglés y constituirlas en una lengua común el spanglish, sino también poder entender e incorporar códigos culturales, formas de ser e identidades que en muchos casos están en conflicto con las de su propio grupo de pertenencia. La mestiza necesita aprender a vivir sin bordes, sin fronteras y transformarse en una encrucijada, en un crossroads, un lugar de tránsito y constante flujo. Sin embargo, en la frontera la mestiza se encuentra sola, es vulnerable y debe aprender a defenderse, a trascender las dicotomías de lo bueno-malo, femenino-masculino, cuerpo-espíritu. En Santitos (1999), la autora relata las travesías de una madre, Esperanza Díaz, en búsqueda de su hija, Blanca. La niña fallece a temprana edad atacada por “un virus fulminante que todavía no tiene nombre” (Escandón, 1999:35). Debido al peligroso virus, a Esperanza se le impide ver el cuerpo de su hija antes de ser sepultada. Esto constituye una de las razones por la cual duda de que su hija esté muerta. El día que Blanca es sepultada, después del velorio, San Judas Tadeo se le aparece a Esperanza en el cochambre de su horno y le confirma que su hija no está muerta. Entonces Esperanza decide ir en búsqueda de su hija a los burdeles de Tijuana, ya que teme haya sido secuestrada por una banda de narcotraficantes. María Amparo Escandón vincula la prostitución como fenómeno que subyace a la frontera. Si bien el tema de la prostitución se desarrolla en distintos espacios, es en la ciudad de Tijuana donde se centra la acción principal de la novela. En Santitos (1999), el espacio fronterizo se verá representado en lugares cerrados como cantinas y hoteles donde se desempeña la prostitución. Escandón hace uso de tropos y sinécdoques para representar, por medio de las partes, la totalidad de la comunidad de Tijuana. La representación que la autora realiza de la ciudad está cargada de características infernales que hacen de esta ciudad un lugar marginado de su centro. Un claro ejemplo es la descripción que Escandón realizan cuando Esperanza llega a Tijuana, ésta se hospeda en un hotel de mala muerte: El Atolladero, Motel Garaje. El nombre que se elije para el Motel, El Atolladero claramente representa un lugar cenagoso del cual es difícil escapar. La elección de colores para describir el motel guía al lector a deducir que ésta es la antesala del infierno de la prostitución 117 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales tijuanense. Esperanza describe al motel de la siguiente manera: “la puerta rechinó. El lugar estaba en penumbra, olía a alfombra húmeda y tenía un pequeño bar mal provisto” (Escandón, 1999:39). Su habitación es “color papaya,” color anaranjado, el cobertor amarillo, por la ventana entra una luz roja que produce relampagueos intermitentes los cuales generan un efecto visual de movimiento similar al que las llamas al arder en una fogata. Al retrato infernal del motel se suma la caracterización del dueño, Cacomixtle: ...el hombre de la recepción se entretenía apretándose un grano purulento en la mejilla. Tenía unos ojos pequeños y negros, una trenza delgada que le llegaba a la cintura, y el tatuaje de una víbora que iba de un brazo al otro pasando por los omóplatos. La cabeza estaba en su codo derecho; el cascabel, en el izquierdo (Escandón, 1999:43). El Cacomixtle es un personaje deshumanizado con particularidades de animal. El apodo mismo tiene significado; éste se deriva del náhuatl. Cacomixtle es una variante del cacomiztle, animal parecido a los mapaches con piel color marrón. El tatuaje de la serpiente hace referencia al significado que estos animales tienen en la mitología maya, son el símbolo de la virilidad y del mal. Este personaje intenta abusar de Esperanza, pero ella logra escaparse. Precisamente por la simbología de la entrada de Esperanza a El Atolladero y los elementos simbólicos que lo aseveran, su propietario, el nombre del lugar, los colores, y la ubicación del lugar, representan con el tropo de la sinécdoque la entrada al infierno que puede ser Tijuana. Se puede afirmar entonces que Escandón considera a la frontera, a Tijuana, un infierno donde predomina la prostitución. Es importante detenernos aquí y aclarar que, debido a una serie de hechos históricos a los cuales la autora hace referencia, Tijuana se ha forjado el mote de “gran burdel”. Entonces, como consecuencia de las leyes prohibicionistas que EE.UU. sanciona (mediante las cuales se prohíbe la producción, venta, posesión y consumo de bebidas alcohólicas), se realizan aperturas masivas de casas de juego y burdeles en esta ciudad. Escandón adhiere a esta mirada de la ciudad fronteriza: Según un vendedor ambulante de pantimedias que se había sentado en el autobús a dos asientos de Esperanza, Tijuana era la cantina más grande del mundo [y] el contador que iba al lado de él añadió que Tijuana era el burdel más grande del mundo (Escandón, 1999:26). El contraste que describe Esperanza cuando llega a San Diego, ciudad a la cual es invitada por uno de sus clientes, el respetado juez Scott Haynes, entre Tijuana y la ciudad norteamericana también acentúa la opinión que tiene la autora sobre la frontera. En la siguiente cita, se pueden apreciar estos contrastes: 118 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Amaba el contraste entre México y California. Un San Diego exuberante, lleno de campos de golf impecables, justo al lado de un Tijuana árido donde los remolinos del polvo no dejaban descansar a las sirvientas que debían limpiar las casas (Escandón, 1999:92). Esperanza también compara el comportamiento del juez Haynes quien, cuando se encuentra en Tijuana, zona de tolerancia, da rienda suelta a sus instintos. Por un lado, en San Diego es un juez respetado que nunca viola las leyes de su país porque ahí “podía ser [...] digno, justo, respetuoso de las leyes de su sociedad” (Escandón, 1999:52), mientras que en Tijuana no le importa pelear, emborracharse y acosar las mujeres de otros. Nunca es castigado, saliéndose con la suya porque es un “pedazo de tierra donde ambos [México y Estados Unidos] se encontraban, en un inevitable choque frontal” (Escandón, 1999:53). Escandón deja claro en estas comparaciones cómo interactúan los espacios de ambos lados de la frontera; el ambiente estadounidense le ofrece al juez estabilidad y respeto mientras que el lado mexicano le da libertad para revelar sus instintos en su posición como juez. III. Identidad En Borderland. La Frontera, Anzaldúa define al concepto identidad como una construcción de relaciones que nos ayuda a darle sentido al mundo. Aun cuando ésta esté ampliamente influenciada por el entorno sociocultural, la identidad es un constructo basado en el conocimiento del propio ser y sujeta a modificaciones y transformaciones. La autora define a la identidad como: “un conjunto o serie de agrupaciones, con capas horizontales y verticales de características propias a las diferentes comunidades que el ser habita. Donde estos espacios se superponen es Nepantla, La frontera” (Anzaldúa, 1987:238). Por lo tanto, es posible cambiar nuestra propia identidad, es posible erigir varias identidades. Ciertas identidades pueden convertirse en herramientas que ayuden a los individuos a entender mejor y a de-construir matrices de opresión radicadas en su medio social. Desde esta perspectiva, la identidad mestiza deriva del conocimiento de dos áreas fundamentales: raza y género. La identidad mestiza implica el conocimiento absoluto de las relaciones de poder y la voluntad para el enfrentamiento político. En este proceso de reconstrucción de la identidad mestiza, la autora no sólo propone generar una brecha ideológica entre los espacios conocidos: las esferas dentro y fuera de la frontera, sino que también plantea una reconstrucción de la identidad chicana desde la conciencia de la misma. Para ello, es necesario recurrir a la transformación espiritual pero no a través de los íconos femeninos importados por el colonizador, sino a través de la reapropiación de la mitología originaria de esta cultura: las deidades femeninas del mundo azteca. El primer ícono que Anzaldúa re-inventa es el de la Virgen de Guadalupe. La misma 119 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales desciende de un poderoso linaje azteca de deidades femeninas. Luego de la conquista, los españoles tomaron diosas como Coatlicue, la serpiente, Tlazolteotl y Cihuacoatl, quienes poseían ambos aspectos: el de la luz y el de la oscuridad, y las dividieron. En algunos casos, resaltaron los aspectos oscuros y más siniestros de estas diosas, haciendo que fueran temidas; en otros, resaltaron la capacidad de procrear y dar a luz, de ser una diosa madre. Así, se mutiló el aspecto sexual de Coatlalopeuh, la diosa serpiente de la sexualidad y fertilidad y se completó la imagen convirtiendo a la diosa en la Virgen de Guadalupe, en una deidad casta y virgen, contracara de Tlazolteotl/Coatlicue, asociadas a la Chingada, deidades vanas, prostituidas en su propia perversión, de voracidad sexual y promiscuidad, claro ejemplo de lo que una mujer debiera temer y evitar. Anzaldúa explica que no es casualidad que Caotlalopeuh, cuyo nombre significa “la que tiene dominio sobre las serpientes” (Anzaldúa, 1987:126) y Guadalupe sean palabras homófonas. Con el transcurso del tiempo, La Virgen de Guadalupe fue asociada con la Virgen María y la diosa azteca perdió así sus características sexuales, siendo confinada al rol de madre celestial. Anzaldúa propone entonces re-escribir la identidad chicana a partir de la restitución de estas deidades aztecas al mundo espiritual chicano. Dichas diosas eran mujeres serpientes, diosas de la guerra y de la vida, ellas encarnaban las contradicciones de la crianza maternal, de la sexualidad, de la astucia de la serpiente y del coraje de los guerreros. La integridad de estas deidades radicaba en que ellas sintetizaban los principios masculinos y femeninos, así como los del bien y del mal. Como ellas pertenecían de igual modo al cielo, al infierno y al mundo de los humanos, eran las mediadoras entre estas tres existencias. De esta manera, la escritora logra re-apropiarse de grupo de deidades femeninas capaces de inspirar a las Latinas y a las Chicanas en esta búsqueda por construir una nueva identidad, una identidad de reivindicación política, de conciencia y orgullo por su historia. Escandón presenta a la frontera como un espacio con múltiples identidades. En la frontera está la prostitución, el alcohol, los casinos, pero a su vez, en dicho espacio, conviven habitantes de distintas ciudades del mundo, generando que Tijuana sea una ciudad multicultural y multilingüe. En Santitos, durante el viaje a Tijuana, Esperanza escucha una acalorada discusión sobre el tema de la prostitución en Tijuana. Un par de vendedores ambulantes afirman en su conversación la fama de burdel que tiene Tijuana. Un tercero salta en defensa para desmentirlos, pero en su defensa hace alarde de la fama multicultural de Tijuana: —Ustedes no saben ni madres. Yo he vivido en Tijuana diecisiete años y así no es. ¿Dónde más encuentran un Santa Claus bilingüe? ¿O un restaurante chino que sirva tacos agridulces? (Escandón, 1999:35). 120 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Por un lado, el vendedor ambulante defiende la imagen de Tijuana, enfocándose en el ambiente multicultural. Esto se ve en la influencia de otros países en la presencia del Santa Claus bilingüe y en los tacos agridulces. Pero, por el otro, él mismo afirma la fama de prostíbulo que tiene su ciudad. En su discurso, enfatiza al tema de la prostitución al decir que “sí, es el burdel más grande del mundo, pero el tamaño no es lo que cuenta”. Es parte de esta identidad confusa, por momentos contradictoria sumergida en una doble moral que Escandón cuestiona en Santitos. En el relato que realiza el narrador sobre visión de este ethos que el ciudadano norteamericano, el juez Haynes manifiesta, queda clara la visión de la frontera que Escandón quiere describir: Scott se sentía cómodo en un lugar en donde la confusión de identidad producía ciudades con nombres híbridos, como Mexicali y Calexico. Donde los chinos del lugar comían chili-dogs con té verde. Donde alguien tenía el descaro de imprimir tarjetas de presentación en la que se leía: “Juan López - Contrabandista”. Donde un técnico dental de Faribault, Minnesota, podía enamorarse de una emigrante ilegal procedente de una ranchería de Jalisco. En Tijuana, Scott había recorrido barrios elegantes gritando por las calles a las tres de la mañana. Había participado en varias peleas en El Reventón, donde siempre dejaba inconsciente a algún contrincante. En los bares, había pasado de mesa en mesa besando a las mujeres de otros hombres. Se había emborrachado más allá del respeto a sí mismo en incontables ocasiones, y se había salido con la suya. Siempre (Escandón, 1999:51). Es posible entonces afirmar que la identidad fronteriza, para Escandón, se encuentra en un tránsito confuso, mediante el cual los criterios y valores predominantes en cada una de las ciudades limítrofes se apoderan del individuo, actuando éste en consecuencia al lugar e idiosincrasia predominante. IV. Conclusión Ambas autoras exploran en sus obras la necesidad de fortalecer las identidades fronterizas, la reconstrucción de los espacios compartidos con los Estados Unidos, desde los conceptos de multiculturalidad y reescritura de la identidad Chicana. En Santitos, Escandón advierte sobre las confusiones que generan los espacios con doble moral y sin leyes claras. Por otro lado, Gloria Anzaldúa, en su obra Borderland. La Frontera, alienta a sus compatriotas, a las chicanas a reconstruir su identidad, a recuperar su espiritualidad a través de deidades que representan la complejidad femenina, a reconstruir la memoria histórica de un pueblo que fue poderoso no sólo económica sino culturalmente. Anzaldúa adhiere firmemente al compromiso espiritual y político como fuente de poder, ella insta a sus hermanas, a las chicanas, a erigir otro espacio, otra conciencia; la conciencia mestiza: Una conciencia mestiza es el fruto de la cros-polinización racial, cultural, ideológica y biológica, es una conciencia diferente, una nueva 121 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales conciencia mestiza, una conciencia de mujer: Es la conciencia de la frontera (Anzaldúa, 1987:99). V. Bibliografía Anzaldúa, G. (1987). Borderlands/la Frontera. The New Mestiza. San Francisco: Aunt Lute Books. Briante, S. (2009). “Hijas de la Malinche: Contemporary Representations of ‘El Buen’ o ‘El Mal salvaje’”. Bilingual Review, vol. 24, afl. 3 (01-09): 254-263. Castillo, D.A. (2002). “Fuentes fronterizo”. Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies 4: 159-74. Cisneros, S. (1987). “From a Writers Notebook”. The American Review, vol. 15, nº 1. Poole, Stafford (1995). Our Lady of Guadalupe. Tucson: University of Arizona. Eagleton, T. (1997). Ideología: una introducción. Barcelona: Paidós Básica. Escandón, M.A. (1999). Esperanza’s Box of Saints. New York: Scribner Paperback Fiction. Klahn, N. et al. (2011). Las nuevas fronteras del siglo XXI / New Frontiers of the 21st. Century. México: La Jornada Ediciones. Leal, L. (1994). “Mito y realidad social”. Peregrinos de Aztlán. Bilingual Review/La Revista Bilingüe. 38-45. Lefebvre, H. (2010). The production of Space. United Kingdom: Blackwell Publishing. Moraga, C.L. (2000). “Looking for the Insatiable Woman”. Loving in the war Years. Lo que nunca pasó por sus labios. Cambridge USA: South End Press. Retrieved from http://www.lolapress.org/elec2/artenglish/mora_e.htm Pimentel, L.A. (1996). “Configuraciones descriptivas: articulaciones simbólicas e ideológicas en la narrativa de ficción”. Poligrafías: Revista de Literatura Comparada, 105-20. Pimentel, L.A. (2001). El espacio en la ficción, ficciones espaciales: la representación del espacio en los textos narrativos. México: Siglo Veintiuno Editores. Ramos Ávalos, J. (2000). American Dream a la mexicana, o los Santitos de María Amparo. Retrieved from: www.jorgeramos.com/articulos/ articulos24.htm Richards, J. (1998). “Toward Chicana Critical Theorists: Seeking Equilibrium in the Analysis of Infinite Complexities”. College literatura, vol. 25, Issue: 2 (June 01), 182-190. 122 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Rodríguez Aranda, P.E. (2009). “On the Solidarity Fate of Being Mexican, Female, Wicked and Thirty-three: An interview with Sandra Cisneros”. The Americas Review, vol. 18, nº 1, 64-80. Saldívar, R. (1990). “Introduction. Race, Class and Gender in the Southwest” (3-25). Chicano Narrative: The Dialects of Difference. Saldívar-Hull, S. (2008). “Mujeres en Lucha/Mujeres de Fuerza” (81102). Feminism on the Border: Chicana Gender Politics and Literature. Los Angeles: UC Press. Scott, N.M. (2004). “The Politics of Language: Latina Writers in United States Literature and Curricula”. Melus, vol. 19, nº 1, 57-72. Trujillo, C., N. Alarcón, R. Castro, E. Pérez, B. Pesquera, A. Sosa Riddel & P. Zavella (1991). “Introduction and Chicana Lesbians: Fear and loathing in the Chicano Community” (117-126). Chicana Critical Issues. Berkeley: Third Woman Press. 123 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Ciudadanía, población y territorio en los prolegómenos de la Ley Sáenz Peña María Beatriz Schiffino [email protected] El trabajo propone analizar cuáles fueron los sentidos que adquirió el concepto de ciudadanía en un conjunto de textos de circulación restringida (diseñados especialmente para ser difundidos entre la población a ser alfabetizada), partiendo del supuesto de que en los mismos se establece una clara diferenciación entre habitante y ciudadano, entre nacionales y extranjeros, en fin, entre una ciudadanía civil y otra política. Sostenemos que el establecimiento de esta frontera se contrapone a la amplia participación política que tenían los grupos migratorios en nuestro país, aun cuando su derecho a ser electores haya estado condicionado por la realización del trámite de naturalización que suponía el abandono de la nacionalidad de origen. En este sentido, no puede pasar inadvertido el hecho de que si, por una parte, la difusión de un discurso que proponía la integración política de los extranjeros a través de la nacionalización hacía coincidir ciudadanía con nacionalidad en el caso de los extranjeros, al mismo tiempo las escindía en el caso de los habitantes nativos que residieran en los llamados territorios nacionales. Es decir que, a nivel nacional, el derecho electoral de un inmigrante no nacionalizado se encontraba igualmente limitado que el de un habitante argentino residente en los territorios nacionales. Este hecho nos habla de una dimensión territorial de la ciudadanía que, en la discusión sobre la promulgación de la ley Sáenz Peña, encontró en Ricardo Rojas a uno de sus principales ideólogos. En este sentido, la ciudadanía asomará restringida de acuerdo con el grado de desarrollo alcanzado por las poblaciones del Estado nacional. El trabajo indagará la propuesta de Ricardo Rojas sobre el ejercicio de los derechos electorales en nuestro país, partiendo del supuesto de que en la misma subyace una dimensión territorial de la ciudadanía que revisa la asimilación entre ciudadanía y nacionalidad, proponiendo nuevas distinciones. Una ciudadanía fragmentada Decir ciudadanía en la Argentina del centenario supone hablar inevitablemente de la modernidad y de las nuevas identidades políticas a ella asociadas. En nuestro país, la identidad nacional es una de esas nuevas identidades propias de un mundo radicalmente transformado como consecuencia de los procesos políticos, económicos y culturales 124 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales llevados adelante por la elites estatales locales a partir de los años ‘80 del siglo XIX y que, no sin conflictos, logró la materialización de un proyecto político y económico que, de manera general, había imaginado la generación del ’37, aun cuando en el interior de la misma sea posible anotar un conjunto significativo de propuestas en pugna. Desde hace varios años existe un consenso más o menos generalizado en torno a la ciudadanía en la argentina del llamado orden conservador que se basó en la aceptación de la distinción entre una ciudadanía restringida y otra ampliada, fundada en la diferenciación entre nativos y extranjeros, donde los últimos, a menos que realizaran el trámite de naturalización correspondiente de acuerdo con las leyes vigentes en nuestro país, quedaban excluidos de la ciudadanía política en lo que se refiere a su participación electoral a nivel nacional. Si bien esta diferenciación sigue siendo aceptada, en las últimas investigaciones en torno al tema podemos anotar que la nacionalidad no garantizó necesariamente el acceso a los derechos electorales, en tanto, los habitantes de los territorios nacionales quedaron excluidos del derecho al voto; en este sentido, los argentinos nativos allí residentes permanecían bajo un estatus político claramente tutelado por el estado nacional que cambiará sólo muy avanzado el siglo XX, bajo el gobierno de Juan D. Perón1. Indagar en torno a la ciudadanía en este período, supone entonces no dejar de prestar atención a este hecho, en tanto, la misma puede ser pensada como un estatus, un valor, un derecho o una condición, distribuida irregularmente en el territorio nacional, de acuerdo con el grado de desarrollo alcanzado en cada una de las zonas del país y a la capacidad del Estado nacional para poder controlar efectivamente esos territorios y sus poblaciones. Tarea que, como ya sabemos, se logró muy tardíamente en su dimensión estrictamente militar con las llamadas Conquista del Desierto y del Chaco, en los años 1879 y 1884, respectivamente. Si el Estado nacional, conducido entonces por Julio Argentino Roca, logró el control militar de los territorios, la incorporación de los mismos a la nación argentina a través de la difusión de la escuela pública y la conformación de un relato nacional escolar entre la población, constituyó un objetivo gradual que tenía como fin crear argentinos allí donde las identidades locales no eran en su mayoría ni las de los inmigrantes recién llegados ni la de los argentinos de vieja cepa con los que las elites locales construyeron en Buenos Aires y el litoral la idea de una elite propiamente criolla, destinada a conducir los destinos del país. 1 Para indagar en torno al tema, se sugiere consultar los trabajos de Martha Ruffini, entre otros: La pervivencia de la República posible en los territorios nacionales - poder y ciudadanía en Rio Negro, UNQUI. 2007. 125 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Esos territorios fueron así resignificados por el discurso político de la época y convertidos en desierto2, en espacios ahistóricos, despoblados, no civilizados. La barbarie americana, vencida en la provincia de Buenos Aires, ya sea por medio del proceso de modernización que supuso por la fuerza la incorporación del gauchaje al proceso civilizatorio o, directamente, la extinción física, adquirirá en los territorios nuevas dimensiones. Por otro lado, si con el avance del siglo XX, en las grandes ciudades portuarias del interior, el peligro residió en el inmigrante que se resistía a la asimilación cultural llevada adelante por la escuela pública, en los territorios nacionales, fueron principalmente las poblaciones nativas, en gran parte aborígenes, a quienes se las excluyó de todo proceso asimilativo a través del exterminio físico o, se las incluyó por medio de ese proceso reclasificatorio que, de acuerdo con Mónica Quijada (2004:433), llevó adelante el estado nacional a través de diferentes vías a los fines de ciudadanizar al indio. Nacionalizar, por un lado, y ciudadanizar, por el otro, eran entonces dos tareas que debían hacerse por igual, tanto entre nativos como entre extranjeros a lo largo de todo el territorio, a los fines de forjar ese demos homogéneo que suponía el proyecto político republicano. ¿Pero cómo definir la nacionalidad? El caso de los territorios, por un lado, y el de los inmigrantes, por el otro, nos demuestra que la nacionalidad no constituía una identidad que se llevaba necesariamente con uno por el lugar del nacimiento (ius solis) sino más bien por la voluntad de querer pertenecer a la Nación. Esta idea se esclarece si pensamos en la situación de los hijos de inmigrantes italianos nacidos en la Argentina, entre los cuales recaía la sospecha de que aun siendo argentinos (por su lugar de nacimiento) podían ser italianizados por la influencia del medio familiar; sobre éstos debía recaer entonces todo el peso de la educación patriótica, a los fines de convertirlos en verdaderos ciudadanos, lo que era decir verdaderos argentinos. Pero también, si pensamos en la situación de la población que habitando los territorios perdía sus derechos políticos se complejiza un poco más la clásica distinción entre ciudadanía amplia (como propiedad de nativos) y restringida (característica de las comunidades 2 No está demás aclarar que la idea de desierto fue una construcción de las elites intelectuales que expresaba, al mismo tiempo que el desdén de las mismas hacia las poblaciones nativas que ocupaban el territorio nacional, la imposibilidad del progreso dentro de los marcos interpretativos que ofrecía el paradigma positivista. El desierto se constituye así en causa del atraso argentino pero, a la vez, en espacio físico sobre el que las elites locales habrán de modelar su proyecto de Nación. En este sentido, ya en el pensamiento de Sarmiento, ese “mar en la tierra” o desierto (Terán, 2008:77), representaba la imposibilidad de cualquier tipo de sociabilidad, espacio físico entonces que describe también una realidad política y social caracterizada por la ausencia de gobierno y civilización. Señalaba Sarmiento: “Imaginaos una extensión de dos mil leguas cuadradas, cubierta toda de población pero colocadas las habitaciones a cuatro leguas de distancia unas de otras [...] la sociedad ha desaparecido completamente; queda sólo la familia feudal, aislada, reconcentrada, y no habiendo sociedad reunida, toda clase de gobierno se hace imposible... (Sarmiento, 2001). 126 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales inmigratorias) como forma clasificatoria para comprender la ciudadanía en este período. ¿Es posible entonces pensar a la ciudadanía en clave de las identidades nacionales? Por un lado, sostenemos que, en la Argentina del Centenario, la ciudadanía fue pensada fundamentalmente como un status político y social que no debía ser escindido del problema de la identidad nacional, en tanto la ciudadanía política consistía en un conjunto de derechos electorales de los que gozaban los argentinos nativos o nacionalizados. Esta dimensión de la ciudadanía entendida como sinónimo de nacionalidad es posible percibirla en un conjunto de discursos escolares que vincularon directamente la ciudadanía a la nacionalidad. Sin embargo, si bien esta última quedó demarcada por los límites de la nacionalidad, también es cierto que esto no aconteció de igual manera sobre todo el territorio nacional, estableciéndose nuevas distinciones. En este sentido, la extranjeridad constituyó una marca identitaria tan fuerte como la nacionalidad y operó también sobre la población nativa, en tanto el aborigen rebelde configuró al extranjero total inasimilable al proyecto oligárquico3. El territorio nacional del Chaco y sus poblaciones nativas constituyen, en este sentido, un caso interesante para indagar cómo la ciudadanía no fue asimilada universalmente a la nacionalidad sino que a veces se la contrapuso, en tanto fue en aquellas tierras originariamente ocupadas por indígenas sobre las que se levantaron nuevos asentamientos poblacionales, en su mayoría inmigrantes de origen extranjero y, posteriormente, empresas forrajeras, madereras y algodoneras que utilizaron al indio como mano de obra. Ahora bien, creemos que esta incorporación del indio a la economía capitalista no puede pensarse como una característica exclusiva de este período, como señalan otros trabajos abocados a la cuestión en torno a la relación entre la sociedad criolla y la indígena, ya desde el período rosista puede señalarse ese proceso de asimilación del indígena y el intercambio cultural que suponía muchas veces el espacio de frontera. Pero lo que nos interesa resaltar es que sin dejar de tener en cuenta estos aspectos 3 En la discusión parlamentaria sobre la ley de territorios nacionales de 1884, puede observarse una constante referencia al indio como salvaje, elemento bárbaro que debió ser vencido por la fuerza militar de la nación a los fines de establecer el orden y el progreso en esos territorios. En defensa del proyecto, el Diputado Cárcano señalaba: “...constituida la República bajo la base de las catorce provincias que la forman, quedó casi la mitad de su superficie total, de propiedad exclusiva de la Nación, pero bajo el dominio inmediato de los indios, que, sin sujetarse a ley ni autoridad alguna, ocupaban extensos territorios, viviendo del asesinato y del robo, sin respetar la vida y la propiedad ajena... La expedición al desierto resolvió el problema de tres siglos, apagó la lucha secular de la civilización con la barbarie, el indio desapareció casi por completo y quince mil leguas se abrieron a las especulaciones comerciales y a las fuerzas transformadoras de la inmigración... puede decirse que la frontera argentina no tuvo ya más limite que la frontera de las vecinas naciones... (Diario de Sesiones Cámara de Diputados de la Nación, Tomo I, 1884). 127 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales y que –efectivamente– la población nativa no fue exterminada en sus totalidad4, la condición ciudadana de los mismos quedó restringida tanto por las leyes que establecieron el carácter a político de los territorios nacionales5, donde se asentaban parte importante de sus comunidades, como por la conformación de un relato que tendió a identificar al indígena con el extranjero. Queremos resaltar entones esa dimensión territorial de la ciudadanía política que implicaba que en aquellas zonas donde predominaba población aborigen o inmigrante, la ciudadanía se hallara reducida precisamente a la participación en la economía nacional, negándoles a los habitantes de esos territorios la posibilidad de elegir representantes en el Congreso Nacional. Se trata de un tipo de ciudadanía que, si en principio aceptaba la idea de universalidad, al mismo tiempo, excluía de la Nación política a parte significativa del territorio y sus habitantes. Si, como señala Favaro (1997), no corresponde hablar de consolidación definitiva del estado nacional en 1880, en tanto quedaba pendiente todavía la incorporación de los territorios nacionales, podemos afirmar que la ciudadanía política también mantendrá una dimensión inconclusa que se completará, por un lado, con la incorporación de la mujer al universo político por medio de la ley de voto femenino sancionado en 1947, y por otro, con la incorporación de los residentes de los territorios nacionales al conjunto de la ciudadanía. En este sentido, creemos que no es menor la relación entre capacidad para el voto, de acuerdo con el grado de homogeneización cultural alcanzada en las provincias a través de la escuela pública y la incapacidad para el ejercicio de los derechos electorales en aquellas zonas donde el Estado nacional no había logrado aún su definitiva consolidación en lo que se refiere específicamente a la difusión de las instituciones encargadas de educar al soberano6. 4 La política de exterminio y el proceso asimilativo del indígena a través de su incorporación como mano de obra barata a la producción capitalista no se excluyen sino que se complementan. El ejemplo más emblemático sea quizá la llamada matanza de Napalpí, llevada adelante en 1924 como consecuencia de un reclamo salarial entre los trabajadores mocovíes y Qom del algodón. La matanza fue perpetuada bajo las órdenes del mismo gobernador del Chaco y dejó un saldo de 800 trabajadores - indígenas asesinados. 5 De acuerdo con la ley del año 1884, número 1532, los territorios nacionales fueron constituidos como divisiones administrativas. Si bien esa situación había sido definida como transitoria, habrá que esperar recién hasta 1955 para que sean provincializados, con la excepción de Tierra del Fuego. 6 Haciendo referencia precisamente a esa dimensión inconclusa de la ciudadanía en la zona de los territorios, en el debate parlamentario de 1884 se señalaba: “...los habitantes de los territorios que empiecen educándose en esta escuela –que enseña con la experiencia y la observación práctica de los hechos– sabrán preparase tranquilamente para la vida democrática, en la que más tarde manifestarán su actividad ...y cuando los impulsos de su crecimiento los levante al rango de provincias, se hallarán notablemente preparados para la vida política autónoma y libre, sin haber sufrido la descomposición de la anarquía, las arbitrariedades del absolutismo... que tantas veces han sentido los estados de la República, por la naturaleza de sus elementos orgánicos, por el personalismo del caudillaje, y por su falta de educación republicana (Diario de Sesiones Cámara de Diputados de la Nación, Tomo I, 1884). 128 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Ciudadanos, extranjeros y habitantes en los textos escolares En los relatos escolares, aparece cristalizada esta tensión entre nacionalidad y extranjeridad que señalamos como característica del período porque si, por un lado, en la mayor parte de los libros de historia habilitados oficialmente por el CNE, aparece claramente esta imagen de la Argentina como un país de inmigración y de fronteras abiertas, en los textos escolares consultados para la materia instrucción cívica, se especifica el carácter excluyente de la nacionalidad, entendida como condición de la ciudadanía y de los extranjeros como “simples habitantes...”. Aun así, de manera general, podría afirmarse que en las lecturas escolares se hace evidente la imagen de la Argentina como crisol de razas y tierra de promisión para todos los hombres que quieran habitar la Nación. La Constitución Argentina es singularmente humanitaria, por cuanto los beneficios que brinda no los limita a los que han nacido en el suelo de la Nación, sino que los hace extensivos a todos los hombres del mundo que quieran habitarla. Las garantías de libertad e igualdad, que forman la esencia y la base de esa hermosa declaración de principios democráticos, amparan a cuantos viven en la República y son particularmente propicias a los extranjeros a quienes se acuerdan todos los derechos de que gozan los argentinos sin tener por eso todas las cargas que sobre estos gravitan (Parody, s/d:175). Pero, si por un lado, a los alumnos se los hace recitar los artículos constitucionales referentes a los derechos civiles de los inmigrantes, al mismo tiempo, se les indica el carácter restrictivo de los derechos políticos, exclusivos de los ciudadanos - argentinos. En este sentido, en los textos consultados, no se hace referencia a las posibilidades que efectivamente ofrecía el espacio municipal para el ejercicio de los derechos políticos de los extranjeros, aunque sí se señalaba la contingencia de que los mismos pudieran ser elegidos diputados en el caso de haber obtenido su carta de ciudadanía, según lo indicaba la legislación vigente. La ciudadanía –en su faz política– aparece así sujetada a la nacionalidad, sea a través de un acto voluntario o por los derechos y obligaciones que la ley establecía para los argentinos nativos. Pero, si los libros escolares analizados hacen referencia explicita a la situación de los extranjeros en el país en lo que respecta al conjunto de los derechos civiles y políticos, existe una omisión que no puede dejar de ser señalada y es aquella que se refiere a la ausencia de referencias tanto a los habitantes de los llamados territorios nacionales como a la población indígena, al menos en lo que se refiere a su estatus político. En todo caso, los estudios sobre la población aborigen forman parte de los contenidos obligatorios de historia argentina pero no de los textos de instrucción cívica. De esta manera, la población indígena aparecía en las narraciones escolares como parte del pasado de la Nación, como poblaciones devastadas y razas inferiores que, en la lucha por la vida, habían ido desapareciendo del territorio nacional. Este hecho puede 129 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales hablarnos también del complejo proceso de conformación de un nosotros en oposición a un ellos que hacia el promediar la década del ‘10 se encontraba todavía en pleno proceso de construcción por parte de las elites argentinas. Estas ideas eran sostenidas por Carlos Octavio Bunge desde las páginas del Monitor; allí señalaba: ...si la religión cristiana proclama la igualdad de hombre a hombre, las modernas teorías biológicas están lejos de suponerla tan evidente y absoluta. La sociología llega hasta demostrar la fatal desaparición de ciertos rasgos llamados inferiores. Es hermoso creer en la igualdad y practicarla, como lo tengo dicho en mi libro La Educación; pero la historia demuestra que los pueblos inferiores que se conquistan, o se funden con los invasores, o desaparecen como la espuma que huelga sobre las olas. Esto ha sucedido con los pueblos indígenas de América que sólo han dejado ciertos rasgos en la raza y en la lengua... Han disminuido terriblemente: tienden a desaparecer, a dejar el sitio libre a civilizaciones superiores y pueblos más fuertes... (Bunge, 1908:442). Si los inmigrantes detentaban un conjunto de derechos que los habilitaba a formar parte de esa comunidad imaginada por las elites del centenario, los pueblos indígenas quedaron excluidos tanto de la comunidad política como cultural de la argentina. Waldo Ansaldi ha señalado acertadamente que estos grupos étnicos a los que estamos haciendo referencia no pueden ser analizados con los mismos parámetros en lo que atañe a la ciudadanía y la relación con el Estado, en la medida que: ...para los indígenas, hasta la definitiva derrota de fines del siglo XIX, el Estado argentino... es un antagonista con el cual se enfrentan por la disputa de territorios, cultura e historia. Sus relaciones con él son, durante largo tiempo, de resistencia (esto es del orden del conflicto), trocadas luego en relaciones de sumisión, las cuales se insertan en un contexto de verdadera lucha por la supervivencia, ya no cultural sino física. El Estado no tiene, para con los indígenas, una efectiva política de integración-adaptación. La exclusión social se acentúa con la exclusión política... no reciben, ni siquiera nominalmente, la condición de ciudadanos, aun cuando el Estado los considere argentinos. A italianos, españoles, chilenos, etc., se les reconoce su respectiva condición nacional de origen, es decir, el Estado argentino reconoce las naciones, Italia, España, Chile, etc. En contrapartida, niega la existencia de las naciones toba, mocoví, araucana. El Estado central no se plantea, entonces, tornar ciudadanos argentinos –en pleno uso de sus derechos civiles y políticos– a los indígenas… (Ansaldi, 1999:21). Para concluir, podemos afirmar que también la currícula escolar constituyó ese espacio donde se propagó la difusión de un conjunto de definiciones en torno a la nacionalidad y la ciudadanía que diferenció entre habitantes, extranjeros y ciudadanos, dando cuenta de que aquella tarea de homogeneización no dejaba de basarse en una clara clasificación que diferenciaba tanto para integrar como para excluir. Siguiendo los argumentos desarrollados, la construcción de la argentinidad y la ciudadanía supuso la selección previa de quiénes eran 130 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales los sujetos habilitados a forjarse como miembros de esa Nación. En esa clasificación, quedaron excluidos diferenciadamente los inmigrantes en tanto que ciudadanos de otras comunidades nacionales, a quienes se les reservó el ejercicio de los derechos civiles consagrados en la Constitución del ‘53 y en la legislación pro inmigratoria, las mujeres y los habitantes residentes en los territorios nacionales, despojados de toda pertenencia a la comunidad política. Finalmente, sostenemos que también desde la escuela se fue conformando una definición específica de la ciudadanía que, en relación con los criterios jurídico-legales que la delimitaban, alimentó una definición homogénea y culturalista sobre la misma, identificando al buen ciudadano con el buen argentino; aquel que educado en la escuela pública aprendía sobre el amor patriótico y las responsabilidades que como ciudadano de un estado asumía; entre las cuales la prestación de sus servicios como soldado de la patria sobresale como una de las más importantes. En este sentido, no podemos dejar de señalar la vinculación entre el establecimiento del sufragio universal masculino y la confección del padrón electoral a partir del padrón militar y, por el otro, la vigencia de una idea destinada a tener una larga duración en nuestro país, según la cual la escuela debía entenderse como “hogar de la ciudadanía”. En este sentido, creemos que es posible sostener que, hacia el centenario, ciudadanía y nacionalidad se forjaron como las dos caras de una misma moneda, en tanto que el ciudadano se definió a partir de su pertenencia tanto legal como simbólica a la Nación 7. Sin embargo, esa identidad entre nacionalidad y ciudadanía no tuvo un carácter universal entre todos los habitantes de la Nación, predominando durante largos años una clara diferenciación entre una ciudadanía activa (que habilitaba al ejercicio de los derechos y deberes políticos de los argentinos nativos o naturalizados de las grandes ciudades modernizadas por el progreso) y una ciudadanía pasiva (reducida al ejercicio de los derechos civiles), fundamentada en argumentaciones que hicieron referencia a las “carencias” educativas y culturales de vastas regiones del territorio nacional. En este sentido, en la definición del cuerpo político diseñado por las elites gobernantes, persistió con éxito la vigencia de los criterios de civilización y barbarie que habían dominado la historia política nacional. La ciudadanía se constituyó así como excepción y como status que desde el estado nacional involucraba diferenciadamente a los habitantes del territorio. 7 Dentro de la definición culturalista de la nación, el idioma constituyó un elemento central que debía ser reforzado a través de la educación pública a los fines de constituir una identidad nacional como así también ciudadanos homogéneos. 131 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Ricardo Rojas frente a la Reforma Electoral de 1912 o cuando votar es un privilegio Los problemas en torno a la nacionalidad emergen como un componente central dentro de las obras de Rojas del período 1908-19128, incentivadas por la cuestión inmigratoria y sus derivaciones sociales, políticas y culturales. La Restauración Nacionalista constituye así, desde nuestro punto de vista, una propuesta política que tiene por objetivo establecer las bases de un pensamiento nacionalista en nuestro país y cuyas fuentes doctrinarias encontrará Rojas tanto en la gesta patriótica de Mayo como en las obras de Alberdi y Sarmiento; pero también en lo que denominará el patriotismo instintivo y que encuentra en la defensa del territorio por los indios su antecedente más importante. Precisamente, se trata de restaurar a través de esa educación nacionalista que propone, las tradiciones propias de nuestra argentinidad, restableciendo los vínculos que nos unen a una tradición anterior a Mayo para otorgarle a la historia nacional una densidad que Rojas encontraba opacada en los relatos oficiales. Este reconocimiento del componente indígena en la historia patria le hará sostener también su propuesta de incorporar la enseñanza obligatoria del quechua y el guaraní� en la fundación de una nueva Escuela de Historia a modo de homenajear el Centenario de la revolución de Mayo. Sin embargo, esta recuperación de la tradición indiana que propone no supone la negación del carácter mixto de nuestra identidad, sino que, por el contrario, la refuerza en tanto establece que nuestro continente habría sido –originariamente– territorio de migraciones. Lo característico de nuestra identidad nacional será entonces ese tipo mixto del que Sarmiento renegaba hacia 1883 cuando escribía su Conflicto y Armonías de las Razas. La obra de Rojas, por el contrario, parece asentarse en ese supuesto, estableciendo una clara influencia del medio y la tierra en ese proceso sincrético que resulta de la unión interracial. La raza argentina es así el resultado de una mezcla en la que ninguno de sus componentes podría desaparecer sin perecer nuestra identidad nacional. De todas maneras, en Blasón de Plata, vislumbramos que ese proceso sincrético encuentra en la figura del criollo, estirpe nueva y superior –al decir de Rojas (1986:80)–, su expresión más genuina y avanzada, convirtiéndose éste en la contra-figura del extranjero, vislumbrado como amenaza, ya no por su origen racial, sino por su 8 Rojas nació en la provincia de Tucumán en 1882, pero su infancia y educación la recibió en Santiago del Estero, falleció en Buenos Aires en 1957. Entre sus obras literarias y políticas más importantes, podemos nombrar, además de las aquí señaladas, El país de la Selva (1907), La Argentinidad (1916), Eurindia (1924), La literatura Argentina (1917-1922), entre muchas otras. Ocupó cargos de jerarquía en la Universidad Nacional de Buenos Aires, llegando a ser rector de la misma entre 1926 y 1930. 132 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales resistencia a ese enraizamiento que Rojas propone como fundamento de la nacionalidad. Precisamente, son aquellas escuelas extranjeras, adheridas a sus nacionalidades de origen o, peor aún, a ideologías internacionalistas, las que representan el verdadero peligro para el fortalecimiento de nuestra nacionalidad en el país centenario. Resistencia entonces a la integración con la que Rojas distinguirá no sólo a los enemigos presentes y futuros de la nación sino también a los pasados; reactualizando las distinciones entre indio bueno - predispuesto a aceptar el proceso modernizador / civilizatorio e indio malo, hacia el cual la única política posible era el exterminio9. Siguiendo sus argumentos, es posible sostener que en Rojas la Nación asoma fundamentalmente como espacio de concordia y unidad, negándose todo aspecto conflictivo o confrontativo hacia el adentro de las fronteras nacionales. La integración nacionalista es entonces una asimilación condicionada por la aceptación de ese proyecto homogeneizador que desde el Estado se propone la educación nacionalista y que, en el plano político, supondrá el mantenimiento de las distinciones entre ciudadanos y habitantes en el que se basó el sostenimiento de la república posible. El problema de la modernización política aparece así como eje central de las preocupaciones del período 1908-1912, en un contexto de transformaciones sociales, económicas y culturales, sobre las que Rojas no dejará de intervenir10. En este sentido, cobran particular importancia las posiciones asumidas por el autor respecto de la reforma electoral de 1912. Afirmaciones que si, por un lado, encontraron su primera expresión en la escritura de Cosmópolis, sistematizará acabadamente poco tiempo después cuando esboce su propuesta de una reforma política que se basó en el mantenimiento de un conjunto de distinciones entre ciudadanos y habitantes de acuerdo con un conjunto de clasificaciones que excluirían a amplios sectores de la población del derecho al sufragio11. Por supuesto que Rojas no se encontraba aislado en esta tarea clasificatoria que excluyó por igual a nativos y extranjeros del ejercicio de los derechos políticos, en tanto, como sabemos, los habitantes de los territorios nacionales no pudieron ejercer el derecho al sufragio hasta muchos después de aprobada la ley Saenz Peña, en 1912. 9 Allí donde los españoles encontraron sociedades indígenas suficientemente orgánicas para resistirles, como en Méjico y Perú, la fusión fue más lenta y difícil, pues algo de su primitiva estructura sobrevivió en la nueva sociedad... por el contrario, allí donde el indígena era tan indómito y reacio a la civilización como en el Uruguay de los charrúas –cuyo nombre de turbulentos los definía en guaraní– fue menester exterminarlos, y la nueva sociedad se constituyó más pura, pero totalmente advenediza (Rojas, 1986:87). 10 En la escritura de Cosmópolis puede leerse la crítica al sufragio que realiza Rojas, aun cuando allí no proponga todavía el voto calificado. Claramente, hacia 1908, su preocupación mayor parece ser lo que denomina venalidad del voto para indicar una dura crítica a las prácticas de manipulación electoral vigentes durante el orden conservador. 11 Para el tema se puede consultar el trabajo de Graciela Ferrás (Villavicencio y Pacecca, 2008). 133 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales De cualquier manera, lo que importa destacar es que las distinciones vertidas por el autor entre lo que podríamos caracterizar como una ciudadanía plena (excluyente para los habitantes de las grandes ciudades como Buenos Aires) y una ciudadanía restringida para los habitantes de los territorios, se basaba en el reconocimiento de las dificultades que había encontrado el Estado argentino para civilizar el territorio nacional. En este sentido, resultaba dificultoso sino imposible, pensar en la universalización del sufragio. Teniendo entonces en cuenta su adhesión al voto calificado, es posible establecer una relación que no parece imposible entre desarrollo económico y social; expansión del sistema educativo y derecho al sufragio. En tanto, allí donde las ciudades capitales eran el espacio privilegiado para el asiento de los trabajadores urbanos y comerciantes de origen extranjero y la escuela había logrado imponerse exitosamente alfabetizando en el idioma nacional a las nuevas generaciones de argentinos, la ciudadanía aparecerá universalizada. Por el contrario, en las regiones donde esa expansión de la estatidad resultaba todavía escasa, la ciudadanía seguirá configurándose como promesa para la amplia mayoría de la población y como privilegio de una minoría. La propuesta de Rojas, esbozada como dijimos en La Nación, proponía un régimen electoral que dividía al territorio en tres zonas electorales de acuerdo con sus respectivas condiciones sociales y geográficas, estableciendo que para Buenos Aires correspondía la implementación del sistema uninominal, que ya había planteado Joaquín V. González, en tanto para las provincias era conveniente el sistema de lista completa, estableciendo finalmente que las “zonas neutrales” debían ser excluidas del sufragio por su incapacidad democrática12. Señalan Payá y Cárdenas respecto de estas limitaciones al sufragio establecidas por el autor que las mismas constituían un estímulo para la elevación de la calidad de los votantes pero también de los elegidos, postura que lo harán concluir que sus proposiciones venían a lesionar la triada republicana de igualdad, libertad y fraternidad para señalar finalmente que “...la igualdad y la libertad no existen, ni en la naturaleza ni en las almas...” (Paya y Cárdenas, 1978:93). Paradójicamente, mientras en Blasón de Plata el territorio constituye ese espacio que otorga unidad e identidad a los habitantes de la Nación, terminará por convertirse en el fundamento de una clasificación política que distinguirá a la población entre habitantes y ciudadanos, manifestando su adhesión a esa modalidad de la política propia del orden conservador, el republicanismo tutelado (ver Rufini, 2008). 12 Ver: Paya y Cárdenas (1978). El artículo de Graciela Ferrás, por su parte, se aboca específicamente al análisis de la respuesta de Rojas ante la ley electoral Sáenz Peña en el diario La Nación, ver: Villavicencio y Pacecca (2008:87-114). 134 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales De cualquier manera, teniendo en cuenta este último aspecto, creemos que los aportes de Ricardo Rojas a la discusión sobre nuestras marcas identitarias como Nación no pueden ser desdeñados en la actualidad, sobre todo, si de lo que se trata es de repensar estas incesantes preguntas para ofrecer nuevas respuestas a los desafíos que nos presenta la coyuntura actual. En este sentido, creemos que cobra relevancia la relectura de sus obras, precisamente, para indagar desde el presente el lugar que ocupan en los relatos contemporáneos sobre la nacionalidad y las ciudadanías los viejos y nuevos sujetos de la exclusión política y social en la Argentina bicentenaria. Bibliografía Ansaldi, Waldo (1999). “Crear el sufragante: la universalización masculina de la ciudadanía política en Argentina. La reforma electoral de 1912” (155-199). [en línea] Dirección URL: [http://www.catedrasfsoc.uba/ udishal 2000]. Publicado originariamente en Anales, Nueva Época, número 2 (Ciudadanía y Nación), Instituto Iberoamericano, Universidad de Goteborg. Goteborg (Suecia). Bunge, Carlos Octavio (1908). “Bosquejo histórico de la enseñanza nacional”. En: El Monitor de la Educación Común. Degiovanni, Fernando (2007). Los Textos de la Patria: Nacionalismo, políticas culturales y canon en Argentina. Rosario: Beatriz Viterbo. Ferrás, Graciela (2008). “Nacionalismo y democracia: Ricardo Rojas en el debate de la Ley Sáenz Peña”. En Villavicencio, S. y M.I. Pacecca (comp.). Perfilar la Nación Cívica en la Argentina. Figuraciones y marcas en los relatos inaugurales. Buenos Aires: Del Puerto. Payá, Carlos y Cárdenas Eduardo (1978). El primer nacionalismo argentino en Manuel Gálvez y Ricardo Rojas. Buenos Aires: Peña Lillo. Quijano, Mónica (2004). “De mitos nacionales, definiciones cívicas y clasificaciones grupales. Los indígenas en la construcción nacional argentina. Siglos XIX a XX”. En Ansaldi, Waldo (comp.). Caleidoscopio Latinoamericano, imágenes históricas para un debate vigente. Buenos Aires: Ariel. Rojas, Ricardo (1922). La Restauración Nacionalista. Buenos Aires: La Facultad. Rojas, Ricardo (1986). Blasón de plata. Buenos Aires: Hyspamerica. Rojas, Ricardo (s/f). Cosmopolis. París: Garnier Hermanos. Ruffini, Marta (2008). “Ciudadanía y territorios nacionales: la consolidación inconclusa del Estado argentino”. En Villavicencio, S. y M.I. Pacecca (comp.). Perfilar la Nación Cívica en la Argentina. Figuraciones y marcas en los relatos inaugurales. Buenos Aires: Del Puerto. 135 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Sarmiento, Domingo, F. (2001). Facundo. Buenos Aires: Altamira. Fuentes Primarias: Diario de Sesiones del Congreso de la Nación, Tomo I y II, año 1884. Revista El Monitor de la Educación Común, períodos 1908/1910. Textos Escolares: de Vedia, Enrique (1909). Catecismo de la Doctrina Cívica. Buenos Aires: La Nación. O’Denna, León (1910). Moral Cívica y Política. Buenos Aires. Parody, Ernesto (s/f). Moral Cívica y Política. Buenos Aires. 136 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La construcción del poder político en el marco de la nueva estructura económica: Manuel Espinosa y el Sur de Córdoba (18521904) Luciano Nicola Dapelo [email protected] Introducción Las modificaciones producidas en el país a finales del siglo XIX, entre las que se pueden incluir la incorporación de Argentina al mercado mundial como productor y exportador de materias primas, y la consolidación de la unidad del Estado Nacional, que modificó el eje de dominio político, orientándolo a Córdoba-Tucumán, tuvieron su impacto en la región del río Cuarto. En este marco, la región posee una particularidad llamativa: como ya lo señalara Daghero (2010), la frontera se revela como campo propicio desde donde construir capital político, mediante el tejido de lazos y los vínculos económico-financieros. Así, otorgó a los sujetos que actuaron en ella un lugar privilegiado desde el cual construyeron el capital político que los catapultó, en algunos casos a la provincia (Olmos), y en otros a la nación (Roca, Espinosa, Tejerina). La conformación de una elite renovada se constituía así a través de vínculos políticos y parentales entre familias arraigadas y nuevos vecinos. Muchos de estos venían de un interior deprimido económicamente pero en el que mantenían aún vínculos significativos que le permitirían formar parte del círculo de dicha elite. Más al sur del río Quinto, es decir luego del proceso de ocupación definitiva de las tierras, se ha sostenido que dichas tierras pasaron a manos fundamentalmente de extranjeros y porteños. Sin embargo, el estudio de algunos casos individuales permite observar cómo algunos sujetos del interior emigraban a la frontera como estrategia de mantener poder, consolidándose a través de la adquisición de tierras y adaptándose a la nueva forma de hacer política. La investigación tiene como objetivo principal dilucidar cuáles son las estrategias que los sujetos del interior, con cierto poder o ascendencia, ponen en marcha para construir su capital político y adaptarse a la nueva realidad económica de la segunda mitad del siglo XIX. A partir de allí, focalizar el análisis sobre la región sur de la provincia de Córdoba, haciendo hincapié en cómo se reproducen aquellos mecanismos y cómo se enlazan con los poderes provincial y nacional. 137 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El caso de Manuel A. Espinosa presenta características particulares, desde las cuales se pretende analizar al sujeto y los mecanismos de los que hace uso, dentro de un campo de posibilidades, para hacerse su lugar en la estructura de poder de la época. Sus vínculos familiares, su actuación política y la compra de tierras “vacías”, son datos que permiten armar aquel esquema de acciones. Manuel Espinosa: el sujeto, la familia y los primeros vínculos Según Roberto Repetto y Hugo Picco (1974:51), Manuel Felipe Antonio Espinosa nació el 1 de ayo de 1852 en la ciudad de San Miguel de Tucumán, hijo del Coronel Manuel Alejandro Espinosa Estefani, que en ese mismo año era gobernador de dicha provincia, y de doña Bernardina Josefa Cossio Gramajo. El Coronel Manuel Alejandro Espinosa era hijo de don Manuel Espinosa de los Monteros y de doña Josefa Stefani de Banfi, quien, a su vez, era hija del Teniente de Dragones don Joaquín Stefani de Banfi y doña Paula Millán Troncoso (Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, 1997). Con el pronunciamiento de Justo José de Urquiza y la posterior caída del gobierno de Juan Manuel de Rosas, el 3 de febrero de 1852, se produjeron, en ese sentido, movimientos de adhesión a lo largo de todos los territorios que conformaban la Confederación. En Tucumán, “la Legislatura deponía el 14 de junio del mismo año al gobernador Celedonio Gutiérrez, ‘El Peludo’, designando en su reemplazo al coronel Manuel Alejandro Espinosa” (Genealogía de la tragedia argentina). La Revista de Buenos Aires (1866), señala que: ...en el pronunciamiento que en abril de 1852 hizo el pueblo tucumano para sacudirse del poder terrorista del general don Celedonio Gutiérrez, durante su ausencia al acuerdo de San Nicolás de los Arroyos, Roca perteneció a las filas de partido liberal que lo verificó, resultando electo por el voto popular el ciudadano don Manuel Espinosa (Navarro Viola y Quesada, 1866:218). El Roca al que se hace referencia es el coronel de caballería José Segundo Roca, padre de Julio Argentino, verificando la relación que unía a ambas familias, sino familiar o amistosa, al menos política, ya que ambos son identificados como unitarios. Con posterioridad, Gutiérrez retoma el mando, derrotando y asesinando a Manuel Alejandro. No se han hallado aún los motivos por los que Manuel Espinosa hijo recaló en la provincia de Córdoba. Sin embargo, puede considerarse que el pertenecer a una familia militar y políticamente derrotada haya condicionado su apartamiento del lugar de origen. Como señala Carbonari (2009:15), se constituía en heredero “de unas familias patricias del interior, de un interior económicamente empobrecido, producto del quiebre del sistema económico anterior, [que] debieron asumir estrategias de emigrar 138 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de lugares de origen”, junto a las negativas condiciones políticas que Tucumán le presentaba. Al igual que su padre, Manuel Felipe Antonio “elige la carrera militar alcanzando el grado de teniente coronel y el 19 de marzo de 1882 contrae matrimonio con voña Manuela Villada en la ciudad de Córdoba” (Repetto y Picco, 1974:53). Su esposa era hija del doctor Clemente José Villada (AHPC, 1883, L. 1, f. 151), quien fuera en 1852 representante por Córdoba ante el Congreso Constituyente de Santa Fe, junto a Santiago Derqui, “Dos hombres de la confianza de Urquiza; representante el primero de la facción enemiga del depuesto dictador porteño y, el otro, allegado al círculo de Manuel López” (Pavoni, 1993:67). Perteneciendo a lo que dio en llamarse partido Liberal, liderado por Félix De La Peña, Villada asume como diputado suplente el 1 de mayo de 1853, en reemplazo de Santiago Derqui, e incluso continúa en su puesto durante la gobernación de Roque Ferreyra, en 1855. Posteriormente, bajo la gobernación de Roque Ferreyra, entre 1867 y 1871, se desempeña como ministro de gobierno. La vinculación de Manuel A. Espinosa con una familia del sector social más acomodado de la capital de la provincia, refleja una de las estrategias que este sujeto pone en juego para la construcción de su capital político, pues, cómo lo plantea Carbonari (2009:3): ...en el transcurso del siglo XIX, en el período de desarticulación regional de las economías del interior [...] se va paulatinamente constituyendo una nueva elite compuesta por alianzas de familias de raigambre colonial con nuevos pobladores (tanto del interior empobrecido como del extranjero). Accionar Político en Río Cuarto y la región En la segunda mitad del siglo XIX, en Río Cuarto, es posible verificar, como ya lo ha señalado ampliamente Carbonari, que se modifica el eje de las relaciones políticas y, en lo que ella dio en llamar la “década decisiva” (1869-1879), se produjo una renovación de las elites locales, que se componía de “familias de cierta prosapia en la región en alianzas con nuevos vecinos que fueron arribando en el siglo XIX” (Carbonari, 2008:106), consolidando lo que se convertiría en la sociedad política de la ciudad. De esta manera, la Villa comienza un proceso de reestructuración y recomposición social, en el que se reconoce una élite renovada, compuesta por tres clases de miembros: los primeros pertenecían a la élite colonial que permanecían en la región; también se incorporaban nuevos vecinos; y, por último, “vecinos que llegan a la Villa en la segunda mitad del siglo XIX que provenían de Córdoba capital, de otras provincias y de Europa” (Carbonari, 2008:108), perteneciendo Espinosa a este tercer grupo. 139 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La jefatura política del departamento Río Cuarto y la gestión municipal Las jefaturas políticas nacen en la provincia a partir de la renovación del texto constitucional en 1870, y en un contexto signado por un poblado de frontera, pero que comienza a encontrar la ruta del “progreso”, según el concepto de la época, puesto que se comienza a hacer visible el proceso modernizador, materializado con la llegada del telégrafo en 1871, el Ferrocarril Andino en 1873, y el ascenso de villa a ciudad que se da en 1875. Ello, sumado a la “Conquista del Desierto”, implicó la expansión territorial y la incorporación de vastas tierras al dominio estatal. Si bien se resolvió que en el nombramiento del jefe político interviniera el senado, al ser un puesto netamente político, la gobernación tenía peso en dicha designación1. Según lo señalado por Barrionuevo Imposti, Manuel A. Espinosa ocupa la jefatura política departamental en 1879. En el mismo cuadro que señala lo antedicho, figura su nombre en 1880, en el mismo cargo, pero junto con Alejandro Roca. Más adelante veremos la alternancia en los cargos que, posiblemente, se dio entre estos dos comprovincianos. Ocupando este cargo, se produce en Buenos Aires la rebelión del gobernador Carlos Tejedor, que se oponía a la federalización de la ciudad, e iniciaba un nuevo proceso de secesión. La gobernación de Córdoba se encontraba a cargo de Miguel Juárez Celman, concuñado de Roca, a la sazón presidente electo de la república. Una vez iniciada la rebelión, Juárez Celman manda a aprontar y enviar a Buenos Aires los batallones de la provincia que resultasen necesarios para participar en la represión de Tejedor. Barrionuevo Imposti (1988:246) señala que, entre los batallones que fueron enviados, se encontraban dos batallones de Río Cuarto “al mando del Jefe Político D. Manuel Espinosa”, acompañando a la división de la provincia de Córdoba, comandada por Eduardo Racedo, quien también marcha desde la misma ciudad. Concluida la campaña, los batallones retornaron el día 23 de septiembre de 1880, Y desde Río Cuarto, comunicaría al día siguiente el Teniente Coronel Manuel A. Espinosa al gobernador: “se acaban de licenciar los batallones de ésta en medio del frenético entusiasmo de la población; pocas veces presenció Río Cuarto una ovación tan espléndida como espontánea” (Barrionuevo Imposti, 1988:246). Cabe aquí considerar que durante la jefatura política de Río Cuarto por parte de Manuel Espinosa, ocupa la presidencia de la nación Nicolás Avellaneda. Julio Argentino Roca ocupó en esa década la Comandancia de la frontera con cabeza en Río Cuarto y residió cinco años (1872-1877) en 1 Ello se presume también por el hecho de que los jefes políticos se constituyen en “los agentes naturales inmediatos del Gobierno para la comunicación y ejecución de sus órdenes”. También se señala que “juegan en su institucionalidad el carácter de delegado político y su contribución a una dimensión jerarquizada del poder”. (Basconzuelo, 2007). 140 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales la Villa, desde la que encabezó, en 1879, la campaña punitiva contra los pueblos aborígenes, conocida como “conquista del desierto”. Asimismo, el hermano de Julio Argentino, Alejandro Roca, ocupa, entre 1879 y 1880, la jefatura política y la presidencia comunal. En lo arriba mencionado se puede verificar cómo se entrecruzan en los cargos de mayor relevancia a nivel, no sólo local-regional, sino nacional y provincial, los miembros de una nueva élite que se venía configurando, y que se relacionan entre sí por vínculos familiares, máxime si se considera que en la gobernación de la provincia se encontraba Juárez Celman, familiar político de Julio Roca. Aunque no se ha podido verificar si Espinosa poseía algún tipo de vinculación familiar con aquellos sujetos, sí puede comprobarse que corresponde a una familia tucumana, con abolengo, pero en decadencia, que intenta reestructurar su poder, incorporándose a la nueva lógica política. De modo que, señala Carbonari (2009:15), “La adquisición de nuevas tierras les posibilitó mantener el prestigio social, aumentar la riqueza y aumentar el poder político”. Con mayor especificidad, la presidencia de Avellaneda significó la modificación del eje político, desde Buenos Aires hacia el Interior. Desde allí, se asistió a la configuración de “una coalición de fuerzas provinciales cuyo eje se localizaba en Córdoba y Tucumán que desplazarían a los políticos porteños-litoraleños en la tarea de construir el Estado Nacional” (Carbonari, 2009:12). Así, y como lo señala Ossana (2000): ...una renovada vocación de las oligarquías del Interior vendrían a participar privilegiadamente en los beneficios económicos de la Pampa Húmeda mediante la instrumentación de un poder central ahora a su merced. Ello a partir del eje cordobés-tucumano [...] que configuró un sistema político simultáneamente conservador y liberal. Por ello dicho régimen reclutó el grueso de su dirigencia en más provincias del Interior, desplazando incluso a los elencos históricos de Buenos Aires y el Litoral (Carbonari, 2009:12). El desempeño del coronel Espinosa como jefe político puede considerarse una estrategia política similar a la utilizada por Roca y Avellaneda, aunque con menos éxito, pues, como señala Daghero (2010), ellos ...vieron en la Frontera Sur (década de 1870) interesantes posibilidades de acción: político-militar por un lado y económica por otro. Un vasto espacio susceptible de ser conquistado política y coercitivamente, se proyectaba desde la Comandancia de Río Cuarto. Asimismo, como parte de la reforma constitucional de la carta provincial, de 1870, se reestructura el régimen municipal, estableciéndose que “las municipalidades se compondrían de dos concejos: el uno será comunal deliberativo y el otro comunal ejecutor” (Barrionuevo Imposti, 1988:187). El concejo ejecutor se componía de tres comisionados: de hacienda, obras públicas e irrigaciones y seguridad e higiene. Bajo la 141 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales presidencia comunal de Alejandro Roca (1880), el comisionado de hacienda es ocupado por Manuel A. Espinosa2. Respecto de las municipalidades, el criterio jurídico de la época subraya su carácter eminentemente administrativo. Así, “la acción de las municipalidades que es directa y exclusiva en los ramos de la instrucción primaria, beneficencia y caridad, policía, salud, higiene pública y obras de infraestructura” (Basconzuelo, 2007:110). A esta enumeración de funciones debe agregarse, según la documentación relevada, la de vender y otorgar en posesión los sitios a los nuevos compradores en la Villa, previo estudio del agrimensor municipal. Así, en octubre de 1880, Espinosa firma la venta y posesión a “D. José Musnier de esta vecindad, un terreno municipal ubicado a las nueve cuadras al oeste de la plaza principal de esta ciudad, sacado a licitación pública por propuestas cerradas” (AHMRC, 1880, f. 334). Así también, las obras de infraestructura pasaban por sus manos. Asimismo, la recaudación impositiva también estaba a su cargo. Esto lo revela un proyecto de ordenanza que presenta el concejo ejecutor el 19 de marzo de 1880, que establece que desde abril “no podrán realizarse bailes públicos o de negocio, dentro del perímetro de la ciudad sin haberse munido previamente de una licencia del concejo municipal ejecutor” (AHMRC, 1880). Por otro lado, la gestión de Espinosa al frente del concejo ejecutor, según las fuentes existentes en el AHMRC, abundó en relaciones con los establecimientos educativos de la ciudad y región, no sólo en materia de infraestructura y materiales, sino que tenía a su cargo el nombramiento de preceptores en los colegios. La secesión En 1886, el PAN se resquebrajaba en dos líneas irreconciliables, lideradas por los concuñados, y otrora aliados, Julio Argentino Roca y Miguel Juárez Celman. Este conflicto se traduce con mayor presencia en la provincia de Córdoba, donde las elecciones de 1886 dejaron ver con suma crudeza el nivel de enfrentamiento existente. La sucesión provincial fue escenario de grandes disputas, ya que el gobernador Gregorio Gavier (1883-1886) pretendía que lo sucediera su jefe de policía, Marcos N. Juárez, hermano de Miguel Juárez Celman, “pero el presidente 2 Barrionuevo Imposti señala que en 1880, Espinosa ocupa, por una parte, la jefatura política del departamento, al tiempo que compone el concejo ejecutor de la municipalidad de la Villa. Según la documentación relevada en el Archivo Histórico Municipal de Río Cuarto (en adelante AHMRC), se puede establecer que el tucumano ocupa la jefatura en el mes de septiembre, que es cuando se produce la rebelión de Tejedor en la que él participa en esa calidad durante la represión. Asimismo, en los meses que van de enero a agosto, y en el mes de octubre es mencionado en las fuentes como presidente del concejo ejecutor, mientras que en su ausencia septembrina, e incluso en un documento de agosto, ese cargo es ejercido por Nemesio Molina, quien, en Barrionuevo Imposti, figura como miembro del concejo deliberativo. 142 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Roca impidió esta designación e hizo que el candidato a gobernador fuera Ambrosio Olmos, hacendado del sur de la provincia. Esta designación no agradó a ninguno de los hermanos Juárez” (Melo, 1950:114). De todas formas, lograron imponer en la vicegobernación a un hombre de su círculo, José Echenique. Durante su gestión a la cabeza de la presidencia de la república desde 1886, Juárez Celman se separó del influjo de su concuñado y su gobierno se conoció, historiográficamente, como “el Unicato”, debido a que rompe todo tipo de vínculo con quienes lo habían colocado en el poder. Desde ese lugar, comienza a agitar en la legislatura cordobesa, de mayoría juarista, un movimiento en contra de Olmos, y a favor de su hermano, logrando que aquel sea destituido de su cargo de gobernador el 14 de abril de1888. En este marco, se puede vislumbrar un movimiento estratégico que, desde Río Cuarto, pese a que ocupaba una banca en la cámara de diputados de la Nación, Manuel Espinosa realiza, para apuntalar su capital político. Luego de la destitución de Olmos y, según se ha interpretado, en clara definición de pertenencia y apoyo a la facción roquista del PAN, según señala Sugasti (1977:35): ...vecinos caracterizados de aquella época, el diputado nacional, fundador de su estancia “El cristiano”, don Manuel A. Espinosa, don Enrique Cook3, y otros, empezaron su propaganda en los periódicos locales, especialmente La Voz de Río Cuarto, sobre la necesidad de formar la provincia de Río Cuarto, independizándose de la de Córdoba. De todos modos, ...antes de que tal propaganda tomara vuelo, por ley del 14 de julio de 1888, el gobierno central halló conveniente subdividir este departamento en tres, con la denominación de Juárez Celman (13.450 km) y General Roca (14.133 km) dejando para Río Cuarto 18.687 km (Sugasti, 1977:35). La compra de las tierras al sur del río Quinto En el último cuarto del siglo XIX, la República Argentina ingresa en el mercado mundial como productora de materias primas. En esta etapa, se convierte en la primera exportadora de productos primarios, principalmente carnes y granos. Sin embargo, las cada vez mayores exigencias del mercado internacional hacen notar la necesidad de expandirse en la vasta llanura que se extendía al sur del joven EstadoNación. En este marco, la comandancia de frontera de Río Cuarto cumple un papel de notable relevancia, puesto que se constituye en puerta de entrada al dominio indígena. 3 Gran hacendado ganadero y primitivo poblador del departamento General Roca. Propietario y fundador del pueblo que lleva su nombre en estación Del Campillo (hoy la localidad de Del Campillo), juez de paz de la pedanía Necochea. Instalado en la región en julio de 1881 (Curchod, 1910). 143 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La línea defensiva instalada a fines del siglo XVIII no reconocería grandes movimientos hasta 1869, cuando se produce el avance del río Cuarto al Quinto, aunque la ocupación seguía siendo precaria y persistía el “peligro” de las incursiones indianas. Sin embargo, las exigencias de la nueva estructura económica en construcción, que implicaban la necesidad de tierras para la producción agropecuaria, incitó a tomar la iniciativa de expansión. De este modo, la frontera del río Cuarto asume una eminencia de orden económico y, a partir de ella, de orden político: la posesión de tierras, inicialmente, más que como fuente económica, es símbolo de prestigio. En 1879, Julio Argentino Roca lleva adelante la llamada “Conquista del desierto”. Con ella, procede a la incorporación definitiva de las tierras del sur al dominio del Estado nacional. En este punto es que debe considerarse el valor político de la situación de frontera, puesto que desde allí, con la batalla de Santa Rosa, la organización de la campaña de Avellaneda y la campaña punitiva de 1879, Roca se catapulta políticamente a la escena nacional4. En este marco, el de la frontera en expansión que alcanza visión nacional, es en el que actúa Manuel Espinosa. Sus intereses económicos estarán puestos más al sur, en esa vasta llanura que se abre a la colonización recién en 1880, y cuyo proceso de ocupación será lento y discontinuo. Los estudios de historia económica y fundamentalmente en lo que respecta al mercado de tierras del departamento Roca (desprendido del de Río Cuarto en 1888) son muy escasos. Recientemente, Elizalde Romano (2010) realiza, inicialmente, un recorrido historiográfico procediendo a la numeración de las diversas disposiciones legales que se sucedieron en la provincia de Córdoba en la segunda mitad del siglo XIX que posibilitan comprender cómo se dio el traspaso de la tierra a manos privadas y la conformación de las cinco pedanías: El Cuero, Italó, Jagüeles, Necochea y Sarmiento. Luego, focaliza su análisis en un caso particular, atendiendo al derrotero de sucesiones y traspaso en la pedanía de Italó, próxima a la actual localidad de Buchardo, al este del departamento Roca. También Poggetti y Clérici (2008) presentan un listado de los primeros compradores de tierras en la zona de la actual localidad de Jovita (también pedanía Italó), en el departamento de referencia, ubicada más al noroeste. Si bien estos trabajos se constituyen en un antecedente de relevancia, por la ubicación geográfica, difiere del caso objeto de esta investigación que se localiza próximo a la localidad de Villa Huidobro, capital del departamento General Roca, ubicado en el extremo suroeste (pedanía Jagüeles). 4 Para más datos del paso de Roca por Río Cuarto ver: Daghero (2008). 144 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Pedanías del departamento General Roca Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Departamento_General_Roca_(C%C3%B3rdoba) En diferentes estudios consultados sobre la ocupación de tierras al sur de la provincia de Córdoba (Ferrero, 1978; Lobos y Vera de Flachs, 1976; Arcondo, 1996), se sostiene que los beneficiarios de la privatización de la tierra pública fueron fundamentalmente porteños. Arcondo (1996) expone que los principales compradores eran porteños y bonaerenses (en menor medida santafesinos), representantes de las clases dominantes. Algunos estudios empíricos confirman esta generalización. Sin embargo, se pueden observar, en los casos de los hermanos Roca, de Nicolás Avellaneda (ver Daghero, 2010), de Ambrosio Olmos, de Wenceslao Tejerina5, así como el de Espinosa, que constituían un grupo del interior que orienta sus inversiones a la región. Estos aportes permiten reconocer que el acceso a la tierra significó para algunos sujetos del interior no sólo una oportunidad de mantener prestigio a través de la compra de tierras y sumarse a la nueva estructura económica, sino también fue en beneficios, mejora y enriquecimiento de su capital político6. Así, durante la “década decisiva”, son varios los casos de sujetos del interior (Tucumán, Córdoba) que se trasladan a Río Cuarto y adquieren tierras en la región. 5 Ambrosio Olmos adquiere en 1873 la estancia “El Durazno”. Wenceslao Tejerina funda, en la misma década, el establecimiento ganadero “Santa Flora” y “Ermilia”. En 1874, compró por “remate público”, el campo de “Las Terneras”, ubicadas en el camino entre La Carlota y Río Cuarto. Su hermano Alejandro Roca, compró la estancia de “La Igualdad”, en La Esquina, cruce de caminos entre Corral de Barrancas (actual General Baigorria), El Tambo y Achiras. Por mencionar sólo algunos casos (Carbonari, 2009:15). 6 Se toma a partir de la noción de capital simbólico de Pierre Bourdieu. Una forma de capital especial es el capital simbólico o “prestigio”, comprendiendo bienes simbólicos como la credulidad que títulos escolares y académicos aporten a su propietario, la pertenencia a un grupo social que da fama a un individuo, tal como honor, buena reputación, respeto y reconocimiento por los otros (Bourdieu, 1979:331; Schwingel, 1995:86). Para la adquisición de estos bienes basados en modelos de percepción y criterios comunes (Bourdieu, 1994:187) se necesitan las otras tres formas de capital: capital simbólico que es la credulidad y autoridad que se atribuye a un actor gracias a su capital económico, cultural y social y a las oportunidades resultantes de imponer sus puntos de vista y sus valores como exclusivamente válidos (Bourdieu, 1997b:128), es decir, su poder social (Meichsner, 2007). 145 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En la provincia de Córdoba, la ocupación de las tierras por parte del Estado había sido sumamente precaria hasta 1879; a partir de allí, las tierras fronterizas de dicha provincia fueron incorporadas al proceso productivo ganadero (Gutiérrez de Grimaux, 1996). La venta de tierras fiscales había significado una entrada a la renta pública por medio de remates, fundamentalmente en la década del setenta en Córdoba y, posteriormente, en Buenos Aires. Por ello, se sostiene que los principales beneficiarios de este proceso habían sido, casi siempre, acaudalados porteños que compraban barato con fines de invertir su dinero y, circunstancialmente, algún ciudadano pudiente de Córdoba (Riquelme de Lobos y Vera de Flachs, 1976:2). Ello se entiende así porque, por medio de la ley provincial nº 772 del 17 de octubre de 1878, las cámaras de diputados y senadores de la provincia de Córdoba autorizaron: ...Al Poder Ejecutivo ceder al Excelentísimo Gobierno de la Nación a los efectos de la Ley Nacional de 7 del corriente (octubre de 1878) el valor que produzca la venta de los terrenos comprendidos entre el río Quinto y la línea que por la mencionada ley se reconoce como límite sud de la provincia sin que dicha sesión afecte la jurisdicción provincial (Núñez, 1980:7). Entonces, ...la provincia cede dichas tierras para que el Estado central las fraccione y venda, obteniendo así los recursos monetarios para financiar la campaña. Es decir, se cedió valor y no jurisdicción, con un objetivo netamente financiador y no productivo (Clerici y Poggetti, 2008). Luego de dos reclamos efectuados por la provincia (1880-1881) para que el Estado Nacional les restituyera las tierras no vendidas, el poder ejecutivo nacional atendió la demanda. Por medio de la ley Nº 1103, devolvió a la provincia trescientas leguas cuadradas que serían entregadas como forma de pago a la empresa de Esteban Dumesnil, encarga de realizar las obras de gas y agua corriente en la ciudad capital de la provincia. El seguimiento de algunos trabajos empíricos realizados, como los mencionados de Elizalde Romano y de Poggeti y Clerici (pedanía Italó), permiten apreciar esta porteñización7 de la ocupación del suelo al sur del río Quinto, pero difiere del caso en particular (pedanía Los Jagüeles). La estancia “El Cristiano” de Manuel Espinosa En el Archivo Histórico Provincial de Córdoba se ha encontrado el acta notarial por la que Espinosa confiere a su apoderado el poder para firmar la 7 Refiriéndose a las ventas efectuadas en 1880, Ferrero plantea que “...fueron pasando a poder de un puñado de terratenientes porteños y bonaerenses todas las tierras situadas entre el río Quinto y el límite con La Pampa, es decir, el departamento General Roca íntegro, [...] y se produjo la adquisición monopólica de toda esta zona por parte de Torquinst, Udaondo, Santamarina, Cobo, Martínez de Hoz, Chas, Rocha, Rosa, Guerrero, Duggan, Muñíz Barreto y unas pocas familias más de la aristocracia bonaerense” (Ferrero, 1978). 146 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales escritura de compra de las tierras. Este documento data del 12 de julio de 1887 y, en él, Espinosa figura como vecino de la ciudad de Córdoba. Pese a ello, consigna que posee en ese momento “residencia accidental en la capital de la república”. El vendedor de las tierras es Don Vicente S. Casarex, y consta ...de un terreno de campo situado al sud del río Quinto en la jurisdicción de esta provincia compuesto de una superficie de diez y ocho leguas kilométricas cuadradas. Por el precio de noventa y ocho mil ciento ochenta y un pesos con ochenta y un centavos (AHPC, 1887, L. 2, f. 955). Como sostiene Beatriz Inés Moreyra (1996:1), se puede establecer que la ocupación de la tierra no fue un proceso uniforme, unicausal y lineal, sino, por el contrario, complejo, interconectado y desparejo, otorgando a cada espacio una especificidad característica. Ello permite entender las diferencias de ocupación entre las fracciones de tierras que constituyeron las pedanías del departamento Roca y la diferencia del proceso de compraventa entre 1870 y 1880 luego del corrimiento fronterizo del río Cuarto al Quinto y posterior ocupación y dominio definitivo por parte del Estado. Ello explica la incorporación tardía de Manuel A. Espinosa en comparación con sus comprovincianos al mercado de tierras, puesto que lo hace en la década de 1880, en tierras incorporadas en la última fase de avance sobre la frontera. La estancia El Cristiano en parte del mapa catastral 1912 Fuente: Plano catastral del departamento General Roca Nº 5. Departamento topográfico, sección Registro Gráfico. Dibujante: Miguel M. García. Puesto al día en Diciembre de 1912. Catastro de la Provincia de Córdoba. 147 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La proyección nacional: Diputado Nacional (1886-1892) Manuel Espinosa fue diputado nacional en dos ocasiones; en la primera de ellas suplanta a Ramón J. Cárcano en el año 1886 y hasta 1888. En este último año resulta electo diputado nacional por Córdoba para el período 1888-1892. Desde la perspectiva de Basconzuelo, el ocupar este cargo se encuentra en estrecha relación con su accionar como jefe político. Puesto que ellos no sólo provenían, en su totalidad, de los sectores económicamente dinámicos de la sociedad, sino que Tal secuencia nos advierte asimismo de otras constantes no menos relevantes: un pasaje previo por otras instituciones, en casi todos los casos por la municipalidad y la justicia, [...] y hasta alcance de una representación senatorial (Alejandro Roca y Wenceslao Tejerina) y una diputación nacional (Manuel Espinosa) (Basconzuelo, 2007:114). Así, el pasaje por aquellas instancias político-administrativas, locales y regionales de menor envergadura, se concibe como una estrategia de la élite local a través de “el compromiso con entidades que reproducen el control de espacios de poder” (Basconzuelo, 2007:114). Estrategia a la que el sujeto en estudio hecha mano. Respecto de su desempeño en la función, se puede observar que en el año 1886, en que asume por primera vez su banca, presenta un proyecto de ley, autorizando al Poder Ejecutivo Nacional “Para adquirir una casa en la localidad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, para la instalación de una oficina de correos y telégrafos” (AHCDN, 1886, exp. 00050, c. C00030). Por otro lado, cabe señalar que presenta en 1889 un proyecto autorizando al Poder Ejecutivo Nacional para concurrir con cincuenta mil pesos “a los gastos que origine la construcción de una canal desde Córdoba a Rosario de Santa Fe” (AHCDN, 1889, exp. 00032, c. C00037). Este megaproyecto de infraestructura se da en el momento en que la obra pública, máxime si era de grandes proporciones, era considerada un factor “modernizador” de la sociedad. Es significativo resaltar que, en el mismo año, presenta un “proyecto sobre construcción de un puente en el río Quinto, provincia de Córdoba” (AHCDN, 1889, exp. 00004, c. C00036). Si bien constituye una obra necesaria para el momento, puesto que desde principios de la década de 1880 arriban los primeros compradores de tierra y pobladores a la región comprendida entre el mencionado río y el actual límite con la provincia de La Pampa, el mismo Espinosa había adquirido dos años atrás (1887) sus tierras en aquella región y dicho puente era necesario para asegurar la comunicación y el acceso. No se ha encontrado hasta el momento nada que indique cuál fue su actitud ante la caída del presidente Juárez Celman en 1890. Ese año, el diputado Espinosa no presenta ningún proyecto, solamente se halla 148 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales la solicitud de ocho días de licencia (AHCDN, exp. 00074, c. C00040). En este punto, cabe mencionar que, si bien la suposición primaria es que pertenecía a la facción roquista del PAN, se desconoce cuál fue su postura ante la fractura juarista, ya que la elección para su segundo mandato se da con este tendencia ya consolidada en Córdoba. La imposibilidad momentánea de acceder a los proyectos de ley y la documentación que de la actividad del diputado Espinosa existe en el reservorio de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, impide un análisis documental que, tal vez, permitiera resolver aquel interrogante. Sin embargo, se ha podido acceder a los rótulos de dos documentos de 1891, que puedan arrojar cierta luz sobre el asunto. El primero se trata de un proyecto de minuta de comunicación al Poder Ejecutivo, por defraudaciones al fisco. El segundo es un proyecto de minuta al Poder Ejecutivo Nacional (en manos del vicepresidente a cargo Carlos Pellegrini), “requiriendo el esclarecimiento de los cargos hechos al ex presidente de la República Argentina, Miguel Juárez Celman y al ex ministro del interior Eduardo Wilde” (AHCDN, exp. 00026, c. C00041). Si lo anteriormente mencionado se interpreta como un cambio de postura de Espinosa en el concierto de las facciones del PAN y como nuevo partícipe del círculo derrotado de 1890, ello vendría a explicar por qué, luego de terminado su mandato en 1892, desaparece de la vida pública. No se ha hallado explicación alguna que ayude a elucidar por qué un sujeto que había puesto en juego todas las estrategias comunes en la época para la construcción de su poder político, y había realizado todo el cursus honorum adecuado, según los cánones de la época, que podría haber continuado en ascenso, siendo una persona joven (contaba con cuarenta años), abandona todo y se retira. En ese momento es donde, se presume, que se habría establecido definitivamente en la estancia “El Cristiano”, de su propiedad, que linda al norte con la actual localidad de Villa Huidobro. En ese lugar falleció, el 28 de julio año 1904, asesinado en la tranquera de acceso a su estancia. Según relatos orales, habría sido a manos de uno de sus peones, puesto que habría tenido en los sótanos elementos de tortura que usaba en ellos. Así, el libro de Repetto y Picco (1974:53) presenta una fotografía en cuyo epígrafe plantean que se trata de “un tronco de caldén, escrito en relieve a punta de cuchillo que recuerda la memoria del teniente coronel Manuel A. Espinosa (1852-1904) al pie del mismo se puede observar parte del cepo, elemento de tortura muy usado en esa época”. Consideraciones finales En la segunda mitad del siglo XIX, la región del Río Cuarto brindaba enormes oportunidades a los nuevos grupos oligárquicos del interior que 149 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales buscaban consolidar una posición, o bien eran herederos de tradiciones familiares con abolengo, pero en decadencia. Así, la importancia fronteriza de la ciudad, y los beneficios de la incorporación de amplios márgenes de tierra desde fines de la década de 1860, fueron factores fundamentales para lograr aquel objetivo. En ese marco, los sujetos del interior, sobre todo tucumanos, irán orientando su accionar hacia y desde la Villa. De igual manera lo hacen los nuevos grupos de élite de la misma provincia de Córdoba que, desde cargos administrativos a nivel local y regional, irán escalando posiciones hasta ubicarse en los más altos escalafones de la jerarquía estatal. Esos sujetos ponen en marcha una serie de estrategias políticas, familiares, amistosas, para lograr el objetivo de, en algunos, casos posicionarse y, en otros, reposicionarse en la escena política. Para el ingreso a la nueva estructura política y económica, ya no bastaba sólo con el apellido, sino que era necesario establecer una serie de lazos, producto también de la organización del Estado, orientada por una nueva clase dirigente. La vida de Manuel A. Espinosa y su trayectoria política permiten elucidar esas características y estrategias que los sujetos ponían en práctica. Inicialmente, su ascendencia familiar, ligada no sólo a la gobernación del Tucumán en el fin de la era rosista sino a la estructura social de la colonia, con hondas raíces en las sectores encumbrados de esa sociedad, hablan de un sujeto con abolengo que, durante el rosismo, por ser unitarios, va perdiéndose. Asimismo, es importante resaltar la existencia de lazos entre su padre (Manuel Alejandro Espinosa) y el padre de Julio Argentino Roca (Juan Segundo), que serán un factor importante en la construcción de su poder. Si bien se desconoce cuándo recaló en la provincia de Córdoba, cabe resaltar su casamiento con la hija de un sujeto de gran relevancia política en la ciudad capital homónima de esa provincia, como lo era el Dr. Clemente José Villada, activo partícipe del gobierno de la misma. La jefatura política departamental es, a la vez que una estrategia, un signo de las positivas relaciones que Espinosa venía gestando. Así, es una estrategia en tanto que constituye un puesto político que sirve de “catapulta” para ascender en la administración y la política. Por otro lado, al constituir un puesto si no por designación al menos por recomendación del gobernador, cabe suponer que quienes lo ocupaban eran personas de la confianza directa de la administración provincial. Asimismo, el hecho de ocupar la presidencia del órgano colegiado ejecutor del municipio de la Villa de la Concepción del Río Cuarto, es una estrategia en igual sentido, a la vez que hace referencia a su holgada y encumbrada situación socio-económica, aunque se desconocen las circunstancias en que logra ocupar tal puesto. 150 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El episodio secesionista del departamento Río Cuarto, encabezado por Espinosa, se interpreta como una de las grandes estrategias que el sujeto pone en práctica para consolidar su poder político, que ya estaba dirigido a la Nación, pero que, tal vez, pretendía reorientarse hacia la provincia a fin de hacerse su lugar, o constituir uno nuevo, en la administración provincial. En el caso particular de este sujeto, la compra de las tierras es posterior a sus logros políticos. Así, no coincide con la mayoría de estas nuevas élites que lo usan como mecanismo de ascenso, sino que lo hace en sentido contrario, e incluso podría interpretarse que lo hace con fines meramente especulativos (aunque finalmente reside en ellas y las pone en producción) y a fin de dejar consolidada definitivamente su posición social, económica y política. En su cargo de diputado se puede observar a un sujeto que permanentemente gesta políticas y proyectos orientados a la ciudad de Río Cuarto y la región, aunque también en clara persecución de intereses personales. La diputación nacional constituye, en Manuel A. Espinosa, el escalafón más alto en su ascenso político, puesto que luego de ocupar ese cargo desaparece de la escena pública sin aparente explicación. Pues bien, queda el campo abierto a indagar acerca de su postura ante los hechos de 1890 que, posiblemente, hayan determinado su destino político. Fuentes AHPC. 1883 Don Manuel Espinosa confiere autorización a su esposa doña Manuela Villada. Protocolo de la escribanía de hacienda. Escribano Secundino del Signo. Libro 1, Folio 151. AHPC. 1887. Protocolo de la escribanía de hacienda. Escribano Secundino del Signo. Libro 2, Folio 955. Don Manuel A Espinosa da poder a Don Abraham Martínez Maldonado para compra de tierra. AHMRC. Departamento Ejecutivo. Año 1880. Folio 334. AHMRC. Departamento Ejecutivo. Año 1880. Folio 244. AHMRC. Departamento Ejecutivo. Año 1880. Nota de Marzo 19. AHMRC. Departamento Ejecutivo. Año 1880. Nota al Señor Presidente del Concejo Municipal Ejecutor del Río Cuarto. D. Manuel Espinosa. Achiras, 10 de mayo. AHMRC. Departamento Ejecutivo. Año 1880. Nota al Señor Don Manuel A. Espinosa, presidente del Concejo Ejecutor Municipal de Río Cuarto. Mayo 18. AHMRC. Departamento Ejecutivo. Año 1880. Nota al Sr. Presidente del Concejo Ejecutor de la Municipalidad de Río Cuarto. Ciudadano D. Manuel Espinosa. Reducción, marzo 25. 151 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Catálogo de expedientes legislativos del Archivo Histórico. Base de datos on-line del Archivo Histórico de la Cámara de Diputados de la República Argentina: Expediente 00040, caja C00030. 1886. Expediente 00050, caja C00030. 1886. Expediente 00083, caja 38. 1887. Expediente 00084, caja 38. 1887. Expediente 00088, caja C00033. 1888. Expediente 00004, caja C00036. 1889 Expediente 00032, caja C00037. 1889. Expediente 00020, caja C00041. 1891. Expediente 00026, caja C00041. 1891. Catastro de la Provincia de Córdoba. Plano catastral del departamento General Roca Nº 5. Departamento topográfico, sección Registro Gráfico. Dibujante: Miguel M. García. Puesto al día en diciembre de 1912. Referencia bibliográfica Arcondo, A. (1996). En el reino de Ceres. La expansión agraria en Córdoba 1870-1914. UNC. Facultad de Ciencias Económicas. Instituto de Economía y Finanzas. Barrionuevo Imposti, V. (1988). Historia de Río Cuarto Constitucionalismo y liberalismo nacional, Tomo III. Río Cuarto: Tipenc. Basconzuelo, C. (2007). “Los Jefes Políticos, sus vínculos sociales y las disputas de poder en el departamento Río Cuarto”. Revista Estudios Sociales Nº 32. Carbonari, M.R. (2009). “La elite riocuartense en tiempos del corrimiento fronterizo”. En Segundas Jornadas de Historia Económica y Social. La Falda. Córdoba. Carbonari, M.R. y S. Sosa (2008) “Familias y conformación de la élite en la Villa de la Concepción a fines del siglo XIX”. En Quarto Río, revista de la Junta Municipal de Historia. Nº 10. Río Cuarto. Carbonari, María Rosa (2003). “¿Quién construye la historia? La rehabilitación de los sujetos y la biografía renovada”. En II Congreso Interoceánico de Estudios Latinoamericanos. UNCu. Clerici, J. y R. Poggetti (2008). Particularidades de la conformación del sur-sur de Córdoba en el marco de la consolidación del Estado Nacional: historia de los orígenes de la localidad de Jovita (1876-1905). Trabajo final del Seminario de Historia Regional de la carrera Profesorado en Historia de la UNRC. Río Cuarto. 152 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Curchod, A. (1910). El Sud de Córdoba. Periódico semanal independiente. Número único. En homenaje al primer centenario de la Revolución de Mayo. Villa Huidobro. Daghero, S. (2008). Roca en la frontera sur: lugar propicio desde donde construir el poder político. Trabajo final Seminario historia regional. Inédito. Daghero, S. (2010). “Roca, Avellaneda y la Frontera Sur: la política tradicional en la construcción de la política moderna”. En II Jornadas de Historia Política. El Bicentenario en perspectiva comparada: pasado y presente de la experiencia política Iberoamericana. Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Derecho, Mendoza. Elizalde Romano, L. (2010). “La expansión de la frontera y del acceso a la tierra al sur del río Quinto (Córdoba): un estudio de Caso”. En XXII Jornadas de Historia Económica. Río Cuarto. Ferrero, Roberto (1978). La colonización agraria en Córdoba. Córdoba: Junta Provincial de Historia. Genealogía de la Tragedia Argentina. Tomo III: Metanastasis, tragedia, guerra e insurrección en la formación de un orden nacional-republicano (Río de la Plata/Argentina, 1808-1912). Sección III-B Conspiraciones, secesiones, revoluciones y putschs en la crisis del orden estatalrepublicano, p. 1. [en línea] Dirección URL: [http://www.er-saguier. org/obras/gta/Tomo-III/Seccion-B/Cap-9/0-TRS-04.pdf] Gutiérrez de Grimaux, S. (1996). “Tenencia, distribución y uso de las tierras en el departamento de Río Cuarto entre 1870/1914”. En Jornadas de Historia de Córdoba entre 1830-1950. Junta Provincial de Historia de Córdoba. Meichsner, S. (2007). “El campo político en la perspectiva teórica de Bourdieu”. Revista Voces y Contextos. Tomo 3, Vol. 2. Melo, C. (1950). Constituciones de la Provincia de Córdoba. Córdoba: Dirección General de la UNC. Moreyra, B. (1996). La producción agropecuaria cordobesa, 1880-1930 (cambios, transformaciones y permanencias). Córdoba: Centro de Estudios Históricos. Navarra Viola, M. y V. Quesada (1866). La Revista de Buenos Aires. Historia Americana, Literatura y Derecho. Tomo XI, Buenos Aires. Núñez, Marta (1980) Historia de Jovita y sus instituciones. Archivo de la intervención en el Palacio Legislativo. Pavoni, N. (1993). Córdoba y el gobierno nacional. Una etapa en el proceso fundacional del Estado Argentino 1852-1862. Córdoba: Banco de la Provincia de Córdoba. 153 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Repetto, Roberto J. y Hugo A. Picco (1974). Villa Huidobro en la historia de su vida. Villa Huidobro, Córdoba. Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán. (1997). Tucumán. Riquelme de Lobos, Norma y María Cristina Vera de Flachs (1976). “La tierra publica en Córdoba: 1860-1880”. En Congreso Nacional de historia sobre la Conquista del Desierto. Gral. Roca. Rosanvallon, Pierre (2003). Por una historia conceptual de lo político. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Sugasti. (1977). “Resumen de la historia de Río Cuarto”. Diario La Calle. Río Cuarto. 154 Ir al Índice Bloque 3 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales “Y ahora… ¿a dónde nos vamos?” Fronteras productivas en expansión y redefinición de las relaciones de poder en los bordes del espacio pampeano (2000-2010) María Eugenia Comerci [email protected] Resumen En los últimos diez años (2000-2010), ante la revalorización de los espacios peripampeanos como el centro-oeste de La Pampa, las unidades domésticas campesinas con tenencia precaria de la tierra están reconfigurando sus estrategias de reproducción social y de organización colectiva. Nuevos agentes locales y extralocales con lógicas territoriales de tipo empresarial y acceso a la propiedad privada de la tierra están alterando los modos de vida y la cotidianidad de los grupos. La revalorización del centro-oeste de La Pampa es una consecuencia de una serie de cambios que se originaron en la región pampeana ante la consolidación del proceso de agriculturización. El avance del modelo pampeano hacia espacios que presentaban un menor desarrollo de las relaciones de producción capitalistas generó una pérdida de control de los recursos naturales con la consecuente menor autonomía en la toma de decisiones de los sectores campesinos, redefiniendo las relaciones de poder intergrupales y con agentes extralocales. La expansión de la frontera agrícola supuso la relocalización del ganado vacuno en espacios antes considerados “marginales” donde predomina la producción caprina en “campo abierto”. En este contexto, el propósito de esta ponencia es interpretar el impacto socioterritorial, desde los planos materiales y simbólicos, que está generando la expansión de la frontera productiva (agropecuaria y petrolera) en espacios que se encuentran en los bordes de la región pampeana, como el centro-oeste de La Pampa con estudios de caso. Desde el abordaje interpretativo que ofrecen las metodologías cualitativas, proponemos analizar cómo estos procesos de expansión de la frontera productiva alteran y redefinen el campo social, la construcción social del espacio y las relaciones de poder. Presentación La expansión de la frontera agropecuaria en Argentina está reconfigurando las territorialidades preexistentes y redefiniendo las relaciones de poder en el campo social agrario. Partimos del supuesto de 156 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales que “el espacio es la materialización de la existencia humana” (Lefebvre, 1974:118), por lo tanto, expresa materialidades e inmaterialidades que reproducen estas desigualdades o las cuestionan. Ninguna clase social se desarrolla en el territorio de la otra porque produce relaciones sociales totalmente distintas (Fernandes Mançano, 2009), de allí que las territorialidades son diversas. El ocultamiento de los distintos tipos de territorios que coexisten en la complejidad espacial, anula la multi-escalaridad y el término pasa a ser una herramienta conceptual funcional a atender los intereses de ciertas instituciones. Por lo tanto, y como señala Sack (1986), debemos comprender que la construcción de territorios supone materializar determinadas relaciones de poder y, por ende, es imposible comprenderlos sin concebir las relaciones de fuerza que condicionan la soberanía de esos espacios, cualquiera sea la escala que se use. De este modo, concebimos al territorio como un espacio dominado, controlado y apropiado por un grupo que ejerce poder en determinado lugar (Comerci, 2011). Cuando estos lugares y recursos se encuentran valorizados por grupos con diferentes intereses y se disputan la organización espacial, esas formas de producción territorializadas entran en tensión. Consideramos, desde perspectivas de la Geografía Crítica, que las luchas sociales son inherentes al territorio porque éste es el producto concreto de las confrontaciones sociales en el proceso de producción de su existencia (Oliveira, 2002). Por lo tanto, los conflictos por la tierra son una expresión más de los territorios en disputa que expresan relaciones de poder entre las grandes empresas agro-ganaderas-forestales y los poseedores, productores familiares, puesteros, campesinos. Por muchos años éstos últimos han desarrollado estrategias de reproducción social en las que se combina un determinado uso y control del espacio, particulares formas de sociabilidad, diversificación de las fuentes de ingreso y una producción destinada al autoconsumo y para los mercados localesregionales, complementada con el trabajo extrapredial. Sin embargo, ante la expansión de la frontera agropecuaria, esas prácticas corren riego de no garantizase por las dificultades que poseen los sectores campesinos para acceder a los recursos naturales, dando origen a innumerables conflictos. Como en muchos espacios de la Argentina peri y extra-pampeana, en el oeste de la provincia de La Pampa, el avance de las relaciones de producción capitalistas y sus lógicas territoriales en los últimos diez años se manifiestan en el acceso a la propiedad de la tierra por parte de empresarios y en el posterior cercamiento de los campos, desarticulando el manejo preexistente de los recursos realizados por campesinos. De este modo, buscamos interpretar el impacto socio-territorial de la expansión de la frontera productiva en un espacio peri-pampeano (como el centro- 157 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales oeste de La Pampa) y analizar cómo está impactando el corrimiento de la frontera productiva y la llegada de nuevos sujetos en las relaciones de poder sobre familias campesinas del paraje Chos Malal. Mediante la triangulación de fuentes, proponemos analizar cómo estos procesos alteran y redefinen las territorialidades campesinas en el centro-oeste de La Pampa. Consideramos estratégica la instancia de desarrollo del trabajo de campo, no sólo como un fenómeno empírico fundamental creador de nuevas fuentes sino porque también posibilita el acceso a la voz del sujeto. En este contexto, en el trabajo utilizamos distintos materiales empíricos1 en los que se combinaron el análisis de estadísticas con entrevistas en profundidad e interpretación de diversas fuentes. Se analizaron documentos audiovisuales, publicaciones académicas, informes técnicos, eclesiásticos, fotografías e información primaria recopilada durante el trabajo de campo realizado en la unidad de estudio entre los años 2002 y 2010. Además de contar con encuestas de la totalidad de los grupos domésticos, realizamos treinta y ocho entrevistas en profundidad a campesinos/as e informantes del extremo oeste de La Pampa definidas en base a un muestreo teórico. A continuación, analizamos desde qué discursos se estudia la expansión de frontera productiva y cómo afecta dicha expansión, desde los puntos de vista ambiental y social, en los “espacios de borde” no pampeanos. Luego, abordamos los rasgos del proceso de expansión de la frontera productiva en el centro-oeste de la provincia de La Pampa. Finalmente, reflexionamos en torno a cómo impacta la valoración y el nuevo control del espacio en la territorialidad del paraje Chos Malal. 1. Enfoques en torno al avance de la frontera agropecuaria Los estudios sobre la expansión de la frontera agropecuaria en Argentina suelen ser abordados desde dos enfoques dicotómicos con variantes perspectivas y matices internos. Por un lado, los enfoques productivistas tienden a analizar la expansión de la frontera agropecuaria como un proceso inevitable para logar una plena inserción en el mercado mundial e incrementar la productividad y rentabilidad del sector agroindustrial exportador mediante la producción de commodities. De este modo, sostienen que requieren realizarse ajustes y respuestas tecnológicas para reducir las externalidades negativas (asociadas con el deterioro ambiental, o los desalojos de población originaria, entre otras secuelas) que ocasiona dicha expansión. Dentro de esta postura, aparecen dos discursos, uno tendiente a miradas conservadoras liberales, que consideran necesaria la modernización 1 Cabe mencionar que para el desarrollo de la investigación contamos con distintas fuentes, análisis de datos y conclusiones de mi tesis doctoral titulada: “Vivimos al margen”. Trayectorias campesinas, territorialidades y estrategias en el oeste de La Pampa, defendida y aprobada en el año 2011, en la Universidad Nacional de Quilmes. 158 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales económica dejando actuar libremente al mercado, y otras perspectivas utilizan discursos más tecnologizantes e institucionalistas, que plantean que la incorporación de nueva tecnología puede minimizar los daños ambientales y la generación de políticas públicas puede atenuar los impactos de la expansión. Esta última perspectiva es recurrente en los análisis provenientes desde instituciones públicas (en algunas estaciones experimentales del INTA, especialmente de la región pampeana y en los gobiernos provinciales) y planes del Estado (tales como el Plan Estratégico Agroalimentario). En la vereda teórica opuesta, el corrimiento de la frontera agropecuaria dentro del espacio pampeano y fuera de él es analizado críticamente desde los enfoques ambientalistas, que centran su mirada en los efectos sociales, ambientales, políticos y agroecológicos que produce la expansión. Dentro de este enfoque, existen distintos matices: algunos ponen foco en los procesos de deterioro ambiental y en la insostenibilidad del modelo productivo dominante. En este marco, se analiza y cuantifica desde una perspectiva ecológica la pérdida de suelo fértil, el desmonte en extensas áreas de la Argentina, la reducción de biodiversidad, entre otros aspectos del conjunto de bienes y servicios que ofrece el ecosistema. Esta mirada crítica es desarrollada por Gallopín (2004), Pengue y Morello (2007), Roberto, Fraizer, Gonzales y Adema (2009); Viglizzo y Jobbágy (2010), entre otros autores. Otra línea de trabajos, más cercana a la agroecología, analiza cómo el modelo productivo pampeano avanza sobre distintos espacios extra-pampeanos, cambia el uso del suelo y repercute en la estructura productiva del agro, en la soberanía alimentaria y en la diversidad social, cultural y económica de las distintas regiones de la Argentina (algunos de los autores que plantean está línea argumentativa son Van Dan, 2003; Navarrete y otros, 2005, entre otros). En otros estudios, la mirada se centra en las consecuencias sociales y políticas del avance productivo sobre los pueblos originarios y campesinos y sus territorialidades (Bendini y Tsakoumagkos, 2003; Hocsman y Preda, 2005; Cáceres, Silvietti, Ferrer, Sotto y Bisio, 2009; Domínguez, 2010; Slutky, 2010; Comerci, 2011, entre otros). De este modo, se analizan las racionalidades, lógicas, pérdida de autonomía de los productores, redefinición de las estrategias y conflictos en torno al uso y apropiación de los recursos, así como también se analizan las posibles acciones colectivas que se generan en forma de lucha y resistencia ante la expansión de la frontera productiva. Desde estos enfoques críticos, abordamos el avance del proceso de agriculturización sobre los espacios peri-pampeanos y extra-pampeanos. 2. Bonanza productiva pampeana y transformación de las áreas de borde Con la finalidad de reinvertir las utilidades brindadas por la intensificación productiva y otras formas de concentración económica, 159 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales los productores pampeanos, consorcios y/o sociedades anónimas, debieron optar entre intensificar su producción en la región pampeana o comprar tierras baratas, marginales y habilitarlas para la agricultura, mediante “desmontes” de sistemas boscosos sujetos a distintos niveles de degradación. Esta segunda opción ha sido adoptada en forma tan generalizada que una porción sustancial de la extraordinaria expansión de la superficie sembrada con soja en Argentina desde 1996 hasta 2004 (de seis a catorce millones de hectáreas) se basó en la conversión de bosques y sabanas (41%), así como en la conversión de pasturas y verdeos (27%), como señalan Navarrete y otros (2005). En un estudio técnico del INTA Anguil se evalúan, mediante una serie de indicadores, las consecuencias ecológicas y ambientales de la expansión agropecuaria en Argentina. Como señalan Viglizzo y Jobbáni (2010), la frontera de cultivos no se ha desplazado parejamente en todas las direcciones ni con la misma intensidad: existen frentes que avanzan, frentes estacionarios, frentes que retroceden y otros de densidad creciente. Los frentes de avance más activos se encuentran en el Chaco y el NOA, mientras la mayor densidad de cultivo se localiza en la zona núcleo pampeana en la pampa ondulada y en la pampa austral, mientras que los frentes estacionarios y con retroceso se localizan en la pampa deprimida o inundable. En el caso del nordeste de La Pampa, estaríamos en presencia de un frente estacionario ante la irregularidad de lluvias y riesgos de la cosecha. Solamente la pampa ondulada ha presentado un aumento sostenido del área cultivada (especialmente de soja) desde fines de la década del ‘70. Los técnicos sostienen que la expansión de los cultivos de secano en Argentina ocurrió a expensas de tierras de bosques y pastizales-pasturas (Viglizzo y Jobbágy, 2010). Con relación a la densidad de ganado vacuno, sólo la región pampeana redujo la participación en un 10%, mientras las restantes regiones (más marginales) incrementaron la cantidad de cabezas variando desde un 13% en el NEA a un 16% en Patagonia. Los autores coinciden en afirmar que las transformaciones en el uso del suelo dispararon cambios no menos importantes como el impacto ecológico ocasionado por la rápida simplificación del sistema de producción. Además de las consecuencias negativas en el ecosistema, los procesos de concentración productiva y gerencial generan efectos directos desde el punto de vista socio-cultural, al promover el debilitamiento de las comunidades rurales y la simplificación de la estructura social rural. Es decir, se desequilibra y polariza la estructura social agraria a partir del desplazamiento del estrato de productores medianos y pequeños2, base de la clase media rural (Navarette y otros, 2005). 2 Los censos agropecuarios (CNA) de 1988 y 2002, muestran un descenso de 53.360 establecimientos rurales para las provincias pampeanas que representan alrededor de un 30% del total de establecimientos existentes en 1988. 160 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Este modelo agropecuario pampeano impregnó el conjunto de las diversas actividades productivas agrarias en el resto del país, especialmente en las provincias de Salta, Tucumán y Santiago del Estero, es decir, gran parte del NOA y en la región chaqueña. El impacto de la pampeanización en Salta, por ejemplo, con el avance de la soja –analizado por C. van Dam (2003)– implicó nuevas significaciones sobre la tierra, la cual comenzó a ser considerada por los empresarios como un bien fungible, de muy bajo costo, que va siendo consumido en el proceso productivo. Desde el punto de vista social, la población criolla o campesina formada pequeños puesteros con ganado, sobreviven de los escasos ingresos provenientes de una actividad ganadera en condiciones muy desfavorable para su desarrollo de la venta de ese ganado, quesos, de chanchos, etc., y cuyos miembros más jóvenes emigran hacia los centros urbanos. En otros espacios, el progresivo avance de la agricultura de oleaginosas y una creciente intensificación de la producción ganadera, ligada a explotaciones empresariales, está modificando el perfil productivo, con altos costos sociales. En este escenario, a medida que se acentúa el cercamiento de los campos, se intensifican los cambios en el diseño y manejo de la producción ganadera, así como en las relaciones sociales, cada vez más conflictivas (Cáceres y otros, 2009). Los conflictos de intereses en torno al uso de los recursos naturales y a la organización del espacio, expresan distintas lógicas y racionalidades en tensión, asociadas con el manejo de los recursos y con sentidos construidos en torno al lugar, al modo de vida o a la tierra. Como señala H. Lefebvre (1974), sólo en el espacio los conflictos entran en juego y se materializan en contradicciones. A menudo, las relaciones de poder por el control de un espacio son conflictivas, pues se enfrentan con diferentes intereses, valores y lógicas territoriales. De este modo, el sentido que se le atribuye a la tierra desde la perspectiva campesino-indígena es comúnmente distinto del que le atribuye el sector empresarial. Mientras para los primeros es el espacio de vida, fuente de trabajo y cultura, para los empresarios la tierra de espacios “marginales”, por su bajo precio, tiene una muy baja incidencia en los costos de producción, convirtiéndose en un bien infinito. Estas formas de producción de territorios entran en tensión y se yuxtaponen cuando espacios dominados por la territorialidad campesina son revalorizados por el capital y se generan conflictos3. A continuación, abordamos las particularidades de la expansión productiva en la provincia de La Pampa, inserta en lo que hemos llamado espacio “peri-pampeano”, en los bordes de la región dominante. 3 En el campo de conflictividades en torno a la disputa de los recursos y a la organización campesina, Domínguez (2010), en el año 2007, registró en el país sesenta y seis conflictos ocurridos en diecisiete provincias. De ellas, cuatro dan cuenta del 60% de los casos: Neuquén (15,4%), Río Negro (12,3%), Salta (15,4%) y Santiago del Estero (16,9%). 161 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 3. Breve panorama de la expansión agropecuaria en La Pampa Desde comienzos del siglo XX, en el espacio que comprende el nordeste de la provincia, se ha concentrado la producción mixta agrícolaganadera. Siguiendo las tendencias nacionales, en el período 1992-2000, la producción de oleaginosas presentó un incremento del 50% en el sector con aptitud agrícola, siendo el girasol el cultivo más importante, secundado por la soja. En este contexto, en los últimos años, se asiste a un desplazamiento marcado de las actividades ganaderas, principalmente la cría y recría de ganado, hacia el oeste de la provincia. Este sector, por sus condiciones agroclimáticas, exhibe características de fragilidad que, ante la presión expresada a través del aumento de la carga animal por encima de la receptividad ganadera, atenta fuertemente contra la sustentabilidad del recurso natural (Roberto, Fraizer, Gonzales y Adema, 2009). En los últimos quince años, la expansión de la frontera agrícola, generada principalmente por el buen nivel de los precios relativos de los granos, sumado a un incremento en las precipitaciones y la aplicación de mejores tecnologías en los sistemas de siembra, posibilitó, en zonas semiáridas, la relocalización del ganado vacuno en espacios considerados “marginales” (centro y oeste de la provincia) que presentan una mayor vulnerabilidad agroecológica y socioeconómica. A pesar de la reducción de la superficie ganadera en el sector con mayor aptitud agrícola, el stock ganadero se ha incrementado. No sólo varió la cantidad de existencias sino también la distribución de este tipo de ganado en el interior de la jurisdicción provincial. De un total de un millón novecientas mil cabezas en 1960, la producción se incrementó a tres millones setecientas mil existencias en el año 2002, cifra que de acuerdo con el Registro Provincial Agropecuario de 2007 superó los cuatro millones. Mientras los departamentos que integran el este provincial han mantenido relativamente constante la cantidad de ganado con una leve tendencia a disminuir, pasando del 66% del total provincial al 63%, los departamentos del centro mantuvieron la participación con un leve incremento del 1%. Finalmente, los departamentos occidentales pasaron de participar con un 4% al 6% entre el Censo Nacional Agropecuario en ese período. Si bien en el conjunto provincial no es significativo este incremento, lo es a escala regional, ya que de setenta y dos mil existencias de vacunos –que pastoreaban el monte con otros tipos de ganado– la cifra alcanzó los ciento siete mil en 1988, duplicando esa cantidad en el censo de 2002 con doscientas diecisiete mil cabezas de vacunos (véase gráfico N° 1). Este proceso de relocalización del ganado se vincula con el avance de la producción agrícola en el sector oriental –históricamente mixta– y la revalorizarización de los espacios marginales para la cría y recría de los bovinos en el centro y oeste de la provincia, compitiendo en el uso del suelo tradicional en la zona: el ganado caprino. 162 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Gráfico N° 1: Existencias de ganado vacuno en el espacio occidental Fuente: Elaboración propia, en base a datos del CNA de 1960, 1988 y 2002. Los departamentos del oeste de La Pampa han incrementado la participación de ganado vacuno en un 200% entre los censos de 1960 y 2002. Mientras en el primer período inter-censal (1960-1988) el crecimiento fue de un 48%, en el segundo período el incremento de las existencias de ganado vacuno superó el 100%, subiendo todos los departamentos su participación. En el caso del departamento Chicalcó, donde se localiza el caso de estudio, el paraje Chos Malal, se pasó de dieciséis mil cabezas en 1960 a sesenta y dos mil en el último censo. Las existencias de ganado vacuno se triplicaron en el segundo período inter-censal. Paralelamente al crecimiento de los vacunos, se incrementó la producción de ganado caprino en los cinco departamentos oesteños, entre los CNA de 1988 y 2002, de modo que se intensificó el uso del monte. Resta mencionar que la valorización del espacio occidental se ha generado con el avance de la propiedad privada de productores capitalizados y empresas sobre puesteros4. En la provincia de La Pampa, la ocupación de la tierra ocupa el tercer lugar en cantidad de explotaciones agropecuarias con límites definidos después de la mayoritaria propiedad o sucesión indivisa y el arrendamiento. En la configuración de la tenencia de la tierra interdepartamental, la mayor cantidad de explotaciones con propiedad o sucesión indivisa y arrendamiento se concentra en las jurisdicciones del este de La Pampa, mientras los departamentos centrooccidentales (Chadileo, Chicalcó, Puelén, Limay Mahuida y Curacó) son 4 Los “puesteros/ras” no responden al perfil empresarial de los productores del este, sino más bien a crianceros-campesinos del sur mendocino o norte neuquino. En el oeste de La Pampa, el puestero/a es un productor/a familiar que habita en el puesto, que reside y trabaja en su unidad productiva –el puesto–, cualquier sea su relación jurídica con la tierra. Por lo general, no existen vínculos (salvo contadas excepciones) con el titular registral. Asimismo, muchos productores que son propietarios de sus tierras se definen como puesteros ya que habitan en el puesto, unidad de residencia y de trabajo del grupo doméstico (Comerci, 2011). 163 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales los que más explotaciones con ocupación tienen. Como consecuencia del proceso de expansión de la frontera, numerosos conflictos se han generado en estos departamentos entre los titulares registrales y los productores poseedores, que han derivado en despojos de familias, en actos de violencia directa con intervención del Estado provincial. Con la revalorización del espacio occidental que hemos descripto, la persistencia de tenencia precaria de la tierra vulnera especialmente a grupos domésticos del paraje Chos Malal de los cuales más del 80% carece de los títulos de propiedad privada. 4. Impactos materiales y simbólicos de expansión de la frontera en Chos Malal El uso compartido del monte y del espacio peri-doméstico en base a acuerdos de palabra, posibilitó el desarrollo de la caza, recolección y la cría de ganado sin conflictos entre los grupos del paraje Chos Malal. Los pobladores de este sector del territorio provincial son descendientes de pueblos originarios y criollos que se localizaron en aguadas naturales luego de las campañas militares contra los indígenas de fines del siglo XIX. A pesar de la venta de las tierras en los mercados de Londres y Buenos Aires, los titulares registrales no valoraron la desértica tierra para realizar asentamientos efectivos ni inversiones productivas. Asimismo, el Estado nacional relegó su presencia en el agreste extremo oeste hasta avanzado el siglo XX y sólo se hizo visible su accionar de control (e integración subordinada) en algunos parajes, mediante la instalación de comisarías, registros civiles y, eventualmente, escuelas. Los grupos domésticos localizados en los manantiales y “campos libres” con buenas pasturas fueron conformando el paisaje de “puestos” dispersos, que compartían espacios de pastoreos comunes. La escasa valoración de la zona para los empresarios posibilitó la reproducción social de los campesinos mediante el desarrollo de distintas prácticas de apropiación social del espacio, productivas, de socialización, matrimoniales, de movilidad, de ayuda mutua y su relacionamiento con mercachifles, misioneros salesianos y, esporádicamente, con estancieros, que dieron origen a diferentes vínculos (Comerci, 2010). Los cambios se aceleraron entre las décadas de 1970-1990, cuando el Estado provincial comenzó a intervenir en la zona mediante distintas políticas públicas y gradualmente se valorizó la región. La llegada de agentes extralocales alteró las condiciones de vida de los crianceros, las actividades productivas, los espacios de socialización y las subjetividades. Asimismo, la mayor influencia de los medios de comunicación, unida con el accionar de maestros, religiosos y técnicos, generaron nuevas formas de pensar que fueron resignificadas por las generaciones de jóvenes campesinps y produjeron tensiones inter- 164 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales generacionales. Estos procesos se profundizaron en el período 19902010, cuando, junto con las nuevas racionalidades de los campesinos, avanzaron el proceso de mercantilización y el accionar de productores y empresarios extralocales. La revalorización del oeste pampeano se encuentra motivada por diferentes intereses inmobiliarios, petroleros y ganaderos y, recientemente, para el turismo de estancia y los cotos de caza. En los últimos diez años, se reactivaron las transacciones de compra-venta y los cambios de los titulares registrales en los departamentos occidentales. En la gran mayoría de los casos, los nuevos propietarios no poseen interés de invertir en la explotación, pues especulan con el valor de la tierra y el futuro negocio inmobiliario. En uno de los lotes al sur del paraje Chos Malal, donde pastorean el ganado distintas familias, adquirieron cinco mil hectáreas dos empresas (una petrolera y otra pastoril) en el año 2005. De acuerdo con los puesteros, no se han hecho presentes los titulares registrales ni han invertido en el lugar, pero el cambio en la titularidad les preocupa. Toda la franja del extremo oeste lindante con Mendoza se encuentra en proceso de exploración y cateo desde el año 2008 por empresas petroleras. Ante el corrimiento de la frontera productiva y avance de lógicas territoriales empresariales, en los últimos años, se está transformando el manejo de los recursos por la menor disponibilidad de espacio en el monte, generándose disputas por los usos sociales y las formas de apropiación de los elementos del lugar, como lo expresan los siguientes relatos: “...ya no nos alcanzan los pastos, nosotros vemos… según como está el monte lo vamos moviendo de una lado a otro… con alambrado no podés”. (Criancera nacida en 1968 en Chos Malal). “A mí me parece muy mal de que una persona sabiendo que ustedes han vivido acá toda la vida venga a comprar y a alambrar acá…” (Vecina solidarizada con las familias de Chos Malal, nacida en 1959). Desde la mirada de los campesinos, el proceso de cambio en la zona se manifiesta en el avance de los alambres sobre los “campos libres” y la llegada de “gente de afuera”, “nuevos dueños” que los “encierra”: “Estos campos era todo libre [señala]… pero de repente llegó a comprar gente que llegó de afuera que los cierra… Y de repente… gente que vivió toda una vida noo… Entonces tenemos el tema de que los campos alambrados… acá un alambre no se veía!... Así que ahora tenemos ese problema vio! Entonces estamos pensado qué hacer”. (Productor y pastor de Chos Malal, nacido en 1953). “Hay cambios. Pero siempre a beneficio de… ellos. O sea, de la vaca digamos, por eso te digo que ellos tratan de producir eh… tratan de producir para su beneficio”. (Productor de la zona de La Humada, nacido en 1966). 165 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Además de los distintos relatos de los puesteros, contamos con un mapa cognitivo5 realizado por un joven criancero que graficó la localización de los puestos (véase Figura 1). El mapa mental, además de la distribución de las explotaciones, permite aproximar la percepción del lugar y el conocimiento de la zona que este poblador tiene6. Este dibujo pone a la luz los límites de la expansión y el problema del cercamiento de los campos. Figura 1. Puestos y campo alambrado en un mapa mental Fuente: Dibujo realizado por un campesino en el año 2004 De este modo, el mapa representa en un plano la síntesis de las distintas territorialidades que se producen en la zona. Por una lado, la lineal y abstracta, asociada con construcción del lugar creada por el Estado a través del siglo XX y representada en la cartografía y nomenclatura catastral. Por otro lado, aparecen rasgos de las territorialidades internas, vinculadas con las marcas identitarias en ciertos lugares, los ámbitos de dominio de las familias y espacios apropiados (y/o significativos) para el criancero. Representado con diversos colores en una cuadrícula, detalladamente medida y con las denominaciones de las fracciones y lotes catastrales, la separación departamental y los puntos cardinales, el productor destaca la presencia de “campos alambrados”, “tranqueras”, “picadascontrafuegos”, “caminos”, “rocas”, “valles-salitrales” (pequeños 5 6 El mapa mental es una herramienta que la Geografía posee para producir un acercamiento al conocimiento espacial de los sujetos (Castro Aguirre, 1999). Esta técnica posibilita una mayor aproximación a la subjetividad de los crianceros y al modo en que construyen cotidianamente el lugar. Sin embargo, no la pudimos incorporar como técnica en todos los casos ya que la gran mayoría de los entrevistados era analfabeto y desconocía (o lo incomodaba) el uso de la escritura y graficar en planos. El mapa fue graficado por un criancero de veintinueve años, que accedió al séptimo grado de la educación formal y que actualmente recorre la zona de Chos Malal con la venta ambulante de mercaderías. 166 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales manantiales) con las denominaciones de cada uno: “La Alazana”, “Los Carrizales” o “Chos Malal”7. Así, el dibujo es una muestra más que visibiliza la amenaza que significa el avance de los alambrados sobre los campos libres. De esta forma, la revalorización de la zona repercute en las subjetividades campesinas en las que aparece el temor y la preocupación por el futuro de las familias en el lugar y, asimismo, redefine las relaciones de poder entre los vecinos y con productores extralocales. En este escenario, la imposibilidad de acceder al espacio de pastoreo para algunas familias está produciendo conflictos. La discusión entre dos primos promovida por un supuesto comprador por el lugar en el que pasaría un camino, llevó a un enfrentamiento que culminó con la muerte de una persona y la prisión del agresor. Los procesos de cambio se están manifestando en las nuevas formas de manejo en campos “cerrados” y en la reorganización de la producción. La reducción de la superficie de pastoreo obliga a optimizar e intensificar el uso del monte disponible. En este contexto, se están redefiniendo las tramas sociales y las relaciones de poder entre los grupos, dando lugar a una serie de acciones para acceder a la propiedad privada de la tierra y, de esta forma, garantizar la continuidad en el lugar. Consideraciones finales ¿Y ahora a donde vamos? La expansión de la frontera agropecuaria en la región pampeana y consecuente valorización de los espacios de borde no pampeanos, está generando la incorporación de nuevas tierras a la producción agrícolaganadera y redefiniendo las relaciones de poder dentro de la estructura agraria. Estos procesos afectan especialmente a los sectores campesinos poseedores de tierras fiscales y privadas, comunidades indígenas y aparceros precarios, que ven vulnerada su capacidad de reproducción ante las dificultades de acceso a los recursos naturales por la valorización de esas tierras. La escasa valorización por parte del capital en estos espacios posibilitó que los grupos domésticos de Chos Malal encontraran intersticios para desarrollar formas alternativas de producción espacial, expresadas en la organización de la producción inter-familiar y en la estructuración del territorio en torno al uso del monte. Sin embargo, el avance de la frontera agropecuaria e hidrocarbífera y de nuevas lógicas territoriales, lentamente están avanzando y la manifestación más clara de este proceso es el acceso a la propiedad de la tierra y su posterior cercamiento en los espacios hoy 7 También localiza el cementerio, la iglesia “Biblia Abierta”, el salón comunitario y gran cantidad de puestos localizados en borde de los valles y enumerados. Asimismo, indica los caminos hacia La Humada y Puelén, donde se encuentran otros espacios de socialización y el cartel “Chos Malal” ubicado al norte sobre la ruta 14. 167 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales “aptos” para el desarrollo de la ganadería vacuna y la explotación de petróleo. De este modo, las diferentes territorialidades y lógicas socio-productivas están entrando en colisión y crecen las confrontaciones por el control y apropiación de los recursos. Estas tensiones en la producción de territorialidades no sólo se generan entre las distintas lógicas de manejo de los recursos de los crianceros y las propuestas desde el Estado y los empresarios, sino también entre las familias de ambas zonas de estudio. En el caso de Chos Malal, donde las relaciones de poder inter-familiares (y de género) delinean territorialidades internas, en las que existen espacios de uso privado y colectivo, es especialmente vulnerable dado que el uso del “campo abierto” en un escenario de “achicamiento de los campos” produce tensiones y enfrentamientos entre los grupos. Las nuevas territorialidades que se están gestando, producto del corrimiento de la frontera productiva y la revalorización del espacio, no sólo se expresan materialmente en la subdivisión de los campos y su cercamiento, sino también en las representaciones de los campesinos sobre el lugar, asociadas con la disputa territorial entre los “campos libres” y los “alambrados” y en las incertidumbres sobre el futuro de las familias. El interrogante “¿a dónde nos vamos?” interpela a los productores y preocupa a las distintas generaciones. Asimismo, los cambios se manifiestan en las nuevas formas de manejo y organización de la producción, en el deterioro del suelo, pasturas y degradación del monte por la sobrecarga de animales, la mortandad masiva de ganado ante la sequía o bien en las nuevas formas de sociabilidad. Estos procesos socioproductivos, unidos con la mayor articulación con los pueblos y la vida urbana, la acción de nuevos agentes intermediarios y mayor importancia de los ingresos públicos, entre otros, alteran las prácticas productivasreproductivas, redefinen las estrategias de vida de los crianceros y las posiciones en el mapa de poder regional. Referencias bibliográficas y fuentes Bendini, M. y P. Tsakoumagkos (2003). “El agro regional y los estudios sociales. Temáticas y reflexiones”. En Bendini, M., S. Calvancanti, M. Murmis y P. Tsakoumagkos (comp.) El campo en la sociología actual. Una perspectiva latinoamericana. Buenos Aires: La Colmena. Cáceres, D. F. Silvietti, G. Ferrer, G. Sotto y C. Bisio (2009). “Agriculturización y Estrategias campesinas en el norte de la provincia de Córdoba”. En Actas de las VI Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y agroindustriales. UBA, ciudad de Buenos Aires. Castro Aguirre, C. (1999). “Mapas cognitivos, qué son y cómo explorarlos”. En Scripta Nova Nº 33, Barcelona. 168 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Comerci, M.E. (2010). “Tenemos que ir allá y pegar la vuelta. Continuidades y cambios en las prácticas de movilidad campesinas en contextos de conflictividad emergente”. Revista Transporte y Territorio, Nº 3, Universidad de Buenos Aires. Comerci, M.E. (2011). “Disputas territoriales por el control y la apropiación del espacio occidental pampeano”. En Cerda y Leitte (comp.) Conflictividad en el agro argentino. Ambiente, sociedad y Estado. Buenos Aires: Ciccus. Dirección Provincial de Estadística y Censos (2007, 2008 y 2009). Anuario Estadístico de la Provincia de La Pampa. Santa Rosa: Ministerio de la Producción. [en línea] Dirección URL: [www.estadisticalapampa.gov. ar]. Domínguez, D. (2010). “La territorialización de la lucha de la tierra en la Argentina del Bicentenario”. En Jornada sobre Conflictos rurales en la Argentina del Bicentenario. Significados, alcances y proyecciones. Bernal: Universidad Nacional de Quilmes. Ferndandes Mançano, B. (2011). “Campesinos y procesos rurales: diversidad, disputas y alternativas”. En Boletín DATALUTA, artigo do mes, agosto. Gallopín, G. (2004). “La sostenibilidad ambiental del desarrollo en Argentina: tres escenarios”. En Serie Medio Ambiente y Desarrollo. Santiago: CEPAL. Hocsman, D. y G. Preda (2005). “Agriculturización y bovinización, la renovada territorializacion capitalista en Córdoba”. En IV Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agro-industriales. Buenos Aires : CIEA - FCE - UBA. Lefevbre, H. (1974). La production de l’espace. París: Anthropos. Morello, J., A. Rodríguez y W. Pengue (2004). “Bonanza rural, frontera agropecuaria y riesgos socio-ambientales en el Mercosur”. En revista Fronteras Nº 3, julio, Buenos Aires. Navarrete y otros (2005). Análisis Sistémico de la agriculturización en la pampa húmeda argentina y sus consecuencias en regiones extrapampeanas: sostenibilidad, brechas de conocimiento e integración de políticas. Santiago: CEPAL. Oliveira, A. (comp.) (2002). Novos caminhos da geografía. São Paulo Contexto. Pengue, W. y J. Morello (2007). “Proceso de transformación en las áreas de borde agropecuario, cambio climático y efectos de las nuevas demandas productivas”. En revista Fronteras Nº 6, octubre, Buenos Aires. 169 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Roberto, Z., E. Frasier, P. Goyeneche, F. González y E. Adema (2009). “Evolución de la carga animal en la provincia de La Pampa”. En INTA Anguil, Publicación Técnica, Nº 74, Anguil. Sack, R. (1986). Human territoriality, its theory and history. Cambridge: Cambridge University Press. Slutzki, D. (2008). “Situaciones problemáticas de tenencia de la tierra en Argentina”. En Serie Estudios e Investigaciones. Buenos Aires: PROINDER. Van Dan, C. (2003). “Cambio tecnológico, concentración de la propiedad y desarrollo sostenible”. En Debate Agrario Nº 35, Lima. Viglizzo, E. y E. Jobbágy (comp.) (2010). Expansión de la frontera agropecuaria en Argentina y su impacto Ecológico Ambiental. Publicaciones INTA Anguil. 170 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales “Agua para la vida, no la muerte”: el despojo de las poblaciones afectadas por las presas y los efectos de la AHE Simplicio (RJ/MG) Andreza A. Franco Câmara - Paulo Brasil Dill Soares - Amanda Marçal Sève Jaeger - Gisele Loureiro da Silva [email protected] - [email protected] [email protected] - [email protected] El modelo nacional-desarrollista se desarrolló durante el “milagro económico” de Brasil en los años ‘60 y ‘70 y se incorpora desde el año 2007 con varios proyectos de construcción de represas han sido modificados por la presente política para acelerar el crecimiento e implementado en todo el país, a pesar de la gran la participación de las personas afectadas o simplemente tomar la oportunidad de trabajar a través del mecanismo formal de audiencias públicas a tener en cuenta, sin apoyo social, económico, cultural y ambiental. Este trabajo tiene como objetivo analizar los efectos causados por el desarrollo local y regional en el estado de Río de Janeiro, la construcción de represas para energía hidroeléctrica, a través del estudio de caso del Simplicio AHE - otoño, un proyecto que impactará a las comunidades de Tres Ríos (RJ), Sapucaia (RJ), Chiador (MG) y Alem Paraíba (MG). Desde el discurso del poder por los organismos de gestión, consorcios y empresas relacionadas con la inversión y la percepción de las comunidades afectadas integrados por los agricultores de la costa, pequeños propietarios, medianos y grandes y de los colonos y la población urbana en el proyecto sobre la transformación del medio ambiente, la participación económica, social y cultural de todos los afectados en la misma dirección: el despojo y la fragmentación de la identidad colectiva. Los métodos de investigación son la revisión de la literatura, entrevistas con los líderes que se reunieron y se adjunta al proyecto de análisis de AHE cualitativo de las visitas de campo. Se concluye que en la mayoría de los proyectos de grandes hidroeléctricas implementadas o previstas, hay más impactos negativos en las poblaciones afectadas y el medio ambiente más estrictas que las de “progreso” y “desarrollo económico” prometido por la ideología involucrada en la empresa, que no quiere decir una mejor calidad de vida de las personas afectadas por las represas. Introducción Con la cara moderna de uno de sus mayores desafíos es la gestión de la sociedad del riesgo (Beck, 1997a, 2001) y en la actualidad sobre los 171 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales efectos de los conflictos sociales relacionados con los asuntos públicos que resultó de la aplicación de un nuevo orden que prevalece en la comercialización las relaciones públicas. Así que lo que antes era visto como pasos en la modernización y las consecuencias del progreso y el desarrollo, hoy en día es para el mercado y el estado de un enclave en la ejecución de grandes proyectos: un problema socio-ambiental. Beck (1997a) señala los riesgos de la modernidad industrial y la necesidad de un crecimiento económico responsable. El debate sobre el desarrollo impregna la política adoptada en Brasil de 60 a 80 años que fue rescatado de 2006, con el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) y la estrategia de utilización de los recursos hídricos para el crecimiento del país, como el ex presidente Luiz Ignacio Lula da Silva advirtió, al inaugurar la planta Araguai río, Minas Gerais, en 2007: “o hacemos las presas que tenemos que hacer, superando todos los obstáculos, o entramos en la era de la energía nuclear”. El contrapunto está presente en los datos apuntados por la Comisión Mundial de Represas (CMR) en un informe en el año 2000 estima que entre 40 y 80 millones de personas han sido desplazadas por las represas en todo el mundo. Además de los millones de personas que viven aguas abajo de las presas, especialmente aquellos que dependen de las funciones naturales de las llanuras de inundación, la pesca y la agricultura de subsistencia también sufrió daños graves a sus medios de vida y la productividad futura de los recursos se ponen en riesgo, aunque no se cuentan como afectados por los proyectos hidroeléctricos. En la primera parte se examinan los costos económicos de no llevar a cabo los Grandes Proyectos de Inversiones (GPI). En particular, el desarrollo del concepto de construir el progreso de energía brasileña. En la segunda parte se analizan los impactos de la desposesión de las personas afectadas por las represas del estudio de caso de los residentes de la zona de Grama en la ciudad de Tres Ríos en el estado de Río de Janeiro. Se concluye que los principales proyectos de inversión pública, particularmente en infraestructura, simboliza la visión del desarrollo de la era del “milagro económico” y que fueron revisados por las políticas neoliberales implementadas en el gobierno después de la democratización y la liberalización económica. 1. El desarrollo a toda costa. ¿Por qué? El punto de vista neoliberal que prevalece en grandes proyectos de inversión - GPI (Vainer, Araujo, 1992; Vainer, 2007 y 2010) da prioridad al crecimiento económico como motor del desarrollo del país. El uso de los recursos hídricos a través de medianas, grandes y, más recientemente, pequeñas centrales hidroeléctricas ha causado o exacerbado muchos de los problemas ambientales y sociales en las zonas afectadas, creando 172 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales una legión de “migrantes obligatorios” o “refugiados” (apud, Vainer, 2010). Este resultado es reconocida por el Banco Mundial al afirmar que el reasentamiento involuntario “ha sido un compañero de viaje de desarrollo a lo largo de la historia y se han inscrito de forma indeleble en la evolución de ambos países industriales y en los países en desarrollo” (Banco Mundial, 1994:1, apud, Vainer, 2010:475-476). La Comisión Mundial de Represas, creada en 1991, a partir de un taller organizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), asigna a los efectos genéricos “de los impactos de las grandes represas sobre los ecosistemas, la biodiversidad y los medios de vida aguas abajo llegará a ser más ampliamente conocido” como factores que deben tenerse en cuenta en estos grandes proyectos. El CMB en sus informes lista como de los principales efectos ambientales causados por las grandes represas1: a) la destrucción de los bosques y de hábitats naturales, la pérdida de especies y la degradación de las cuencas río arriba debido a las inundaciones de la zona del embalse, b) la reducción de la biodiversidad acuática, la reducción de las zonas de desove aguas arriba y aguas abajo, y la disminución de los servicios ambientales prestados por las planicies de inundación río abajo, los humedales, los ecosistemas de los ríos y los estuarios y los ecosistemas marinos adyacentes, y c) los impactos acumulativos en la calidad del agua, las inundaciones naturales y la composición de especies en varias presas situadas en el mismo río. Aun sobre la base de la investigación llevada a cabo por la Comisión Mundial de Represas (2000) encontraron que de las grandes represas estudiadas en el informe todas las emiten gases que contribuyen al efecto invernadero, como ocurre en los lagos naturales, debido a la descomposición de la vegetación y las entradas de carbono de la cuenca. La estimación es que unos ciento cuatro millones de toneladas de metano (CH4) al año son liberados de las represas, causando un impacto de veinticinco veces más sobre el calentamiento global que una tonelada de dióxido de carbono (CO2). Las medidas destinadas a mitigar los impactos ambientales incurridos debido a las grandes represas podrían ser efectivas si la negligencia “de predecir y prevenir tales impactos, la mala calidad y falta de fiabilidad de las predicciones, la dificultad de hacer frente a todos los efectos y la aplicación y el éxito sólo parcial medidas de mitigación ambiental” no fueran obstáculos que hayan encontrado, de acuerdo con el CMB. En este sentido, Dirceu Benincá (2011:52) establece que “las empresas a identificar las poblaciones residentes como barreras. Los Informes de 1 La Comisión Mundial de Presas considera que una represa se considera grande cuando se mide la altura de menos de quince metros (contados a partir de la fundación). Si la presa es de entre cinco y quince metros de altura y su embalse tiene una capacidad de más de tres millones de metros cúbicos, también se clasifica como de gran tamaño. Utilizando estos criterios, se estima que para el año 2000 había en todo el mundo aproximadamente cuarenta y cinco mil grandes presas. 173 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Impacto Ambiental2, escritos por expertos de las empresas de consultoría contratados por las agencias a cargo de las obras” son parciales sobre los impactos reales de las presas en el futuro. Teniendo en cuenta los graves impactos sociales y ambientales detectados por el CMB (2000), la práctica adoptada por los gobiernos de los países en desarrollo es la “compensación”, lo que significa que la pérdida de ecosistemas y la biodiversidad causados por una gran represa se ve mitigada por la inversión en medidas de conservación y la regeneración y por la protección de otros sitios amenazados de alto valor ecológico equivalente. Los Estados Unidos de América en reconocimiento de los defectos de este modelo energético y de la política compensatoria ha optado por el desmantelamiento de las represas grandes y pequeñas como una forma de restaurar los ecosistemas devastados. Por lo tanto, los efectos de las represas en el territorio, entendido aquí como material e ideal, en sus relaciones interactivas políticas, culturales, económicas y naturales deben ser analizados en forma simultánea su gran “espacio concreto de relaciones sociales y el conjunto de representaciones sobre el espacio geográfico o el imaginario” (Haesbaert, 2007:46) implica una serie de conflictos que se realizan durante y después de la expropiación de la propiedad, que en algunos casos todavía abraza el concepto de patrimoniales o de agua afectadas por la concesión de la indemnización, a menudo ridícula y desproporcionada, que ignoran la participación de la comunidad o los movimientos sociales para exigir los derechos de las personas afectadas por las represas o la interferencia en el modo de vida de la población local. Este tratamiento de la población afectada es exclusivo y constituye una violencia sistemática, las características del poder simbólico de que el capitalismo ha llegado sobre las que se encuentra bajo el yugo del gran empresario. Debemos sopesar mejor los costos socio-económico, las inversiones ambientales y culturales de las grandes hidroeléctricas antes de la redefinición del territorio, siempre por “el desplazamiento obligatorio” y el modo de apropiación de la naturaleza, y debe ser visto como los impactos negativos del progreso y el desarrollo de alternativas energéticas brasileñas que investigan un menor impacto teniendo en cuenta las conclusiones anteriores. 1.1. La construcción del concepto de desarrollo a la luz de los progresos de energía de Brasil Durante el siglo XX los organismos de financiación nacionales e internacionales de las empresas del sector energético de Brasil jugaron un papel importante en el cambio de la política energética. Entre los 2 Aunque los proyectos de presas ingresan por primera vez a los registros de los años ‘30, sólo en 1986 el Consejo Nacional del Ambiente (CONAMA) ha requerido el EIR en la resolución Nº 001 del 23 de enero de 1986, con el propósito de regular la ley Nº 6.938/1981. 174 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales años ‘30 y ‘70, la construcción de grandes represas se ha convertido en sinónimo de desarrollo y progreso económico. Vistos como símbolos de la modernización y la capacidad humana para controlar y utilizar los recursos naturales no es un aumento dramático en la construcción de represas. En Brasil, en los últimos cincuenta años, hubo una necesidad de regular el sector de la energía debido a la baja inversión del sector privado en las regiones fuera del sur-sureste y la creciente hegemonía del pensamiento nacional-desarrollista. En 1962, Eletrobras fue creado con la finalidad de coordinar todas las empresas eléctricas. En 1960 y 1970 el panorama económico desarrollista del Brasil consolida su base, este período es llamado el “milagro brasileño”. En el sector eléctrico, se produjo la distribución espacial de las unidades generadoras de energía y líneas de transmisión, ampliando los límites de electricidad del Medio Oeste y el Noreste, hubo una reorganización territorial basada en dos grandes sistemas de energía integrados: el Central y del Sur Noreste / Norte, con algunas zonas aisladas en el norte. Este crecimiento se vio interrumpido por el estancamiento de la economía durante los años ‘80. La reestructuración de la industria en la década de 1990 redujo las responsabilidades de Eletrobras, con la creación de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL), el Operador Nacional del Sistema (ONS), la Cámara de Comercialización de Energía (CCEE) y la Empresa de Energía de Investigación (EPE) y la privatización de algunas empresas, tanto federales como estatales, especialmente en el ámbito de la distribución. El juego económico en los años ’90 caracterizó la concepción neoliberal del Estado, por lo que la economía brasileña a través de reformas, redujo la presencia del Estado regulador, además de promover la liberalización del comercio y la liberalización de los flujos de capital. Durante la redemocratización de Brasil, el sector eléctrico experimenta el Programa Nacional de Privatización (PND). En 2004, Eletrobras fue excluido del Plan Nacional de Desarrollo, quedando una empresa del Estado. El plan era uno de los motores más importantes de ajuste económico guiado por las agencias multilaterales y aplicado por el Brasil en la década de 1990, que se extiende desde 1995 a 2002, con el predominio de las acciones previstas en el “Consenso de Washington” hacia el modelo competitivo bajo la hegemonía del capital privado. Con el primer término del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva mantuvo el modelo de mercado actual de apoyo a las llamadas “asociaciones público-privadas”, fue la superación de las crisis energéticas de la década de 2000, debido a las grandes inversiones económicas en el sector la energía, fomentado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el plan conocido como el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). 175 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En este sentido, Oswaldo Sevá Filho (1990:18) describe este tipo de lógica capitalista, diciendo que bajo la bandera nacional-desarrollista, período experimentado por Brasil bajo el mando de la dictadura militar, se agravaron los problemas locales y regionales y la aplicación del modelo de desarrollo basado en el crecimiento a toda costa y el orden del país. Así, surgió que “la bandera del ‘progreso’, después de haber descargado los decretos y la agresión de ‘orden’, y el progreso debe ser decidido y cómo pensaban. Mientras que los descontentos y los perdedores ven ‘problemas’, que no merecen más que soluciones baratas”. El milagro económico brasileño actual, no obstante la política neoliberal, continúa utilizando la serie de Proyectos de Inversión Mayor, principalmente en la minería, la metalurgia, la petroquímica, la energía y las carreteras, la remodelación de la país desde la década de 1990. Vainer cree que “el territorio se perfilaba como las decisiones sobre los principales organismos sectoriales”, por lo que “redefinido el territorio regional, dando vida a nuevas regiones y regionalización nueva” (2007:11). Los grandes proyectos de inversión representan “una forma particular de propiedad y el control del territorio que debe ser hecho y consolidado con la integración del mercado nacional bajo la égida del capital industrial y financiera del sudeste” (Vainer y Araújo, 1992:70). El Programa de Aceleración del Crecimiento desde 2007, creado como metas por alcanzar la realización de grandes proyectos de inversión a través de concesiones y el modelo de colaboración público-privada (PPP) y el Estado como agente financiero, con fondos del BNDES, tuvo como objetivo el crecimiento económico y sostenible, inclusión social y mejor distribución del ingreso. Se estima que el BNDES en 2007 invirtió cerca de 24,3 millones de dólares y, en 2009, aproximadamente 44,6 mil millones de dólares, un total de 84% de crecimiento en los sectores vinculados a la infraestructura. En cuanto al sector energético de Brasil, las centrales hidroeléctricas grandes, medianas y pequeñas son buenos ejemplos de GPI, como las cuencas hidrográficas y grandes áreas de territorio, vistos como “energía potencial”, con el uso de gran cantidad de capital nacional y internacional, de la lógica del mercado y el aumento de beneficios, convirtiéndose así en enclaves territoriales de los esfuerzos que se basan en acciones centralizadas autoritarias. El Estado como empresario de grandes proyectos de inversión se revela desde los años ‘60 con la construcción de grandes represas, como afirman Vainer y Araújo (1992:51). Está bien establecido que la proliferación de presas resultó en una opción de gobierno de una visión de desarrollo, como un mecanismo para el crecimiento acelerado, como se ilustra a continuación. Según la ANEEL, en 2009, Brasil tenía un total de 2.121 empresas en funcionamiento con una producción total de energía hidroeléctrica del 74,12%, teniendo en 176 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales cuenta la producción total de Itaipú, la capacidad instalada del generador conectado a la brasileña SIN fue de aproximadamente 105,5 GW y sin contar las cantidades importadas de Argentina, Uruguay y Venezuela. Los mega proyectos se instalan en las zonas vulnerables, de dinámicas centradas en el ámbito internacional o nacional, sin incluir el debate de los intereses locales y regionales, celebrado por Vainer (2007:12.): Los GPIs son una forma de organización territorial que se superpone, fragmentando el territorio y el establecimiento de distritos, distritos que, en definitiva, son los enclaves verdaderos. Por esta razón podemos decir que éstos son casi siempre los vectores importantes del proceso de fragmentación. Por otra parte, reafirma hoy su estructuración potencial de la privatización de nuestros recursos de la tierra y refuerza las tendencias de enclave y la fragmentación. La peligrosa dependencia de Brasil de esta fuente de energía se muestra en la oferta interna de energía eléctrica, que ascendió a 482,6 TWh (4,9% de incremento respecto de 2006), la energía producida por la energía hidroeléctrica en el país representó el 85,6%, lo que constituye una opción de energía de Brasil (sector de la energía en el Brasil). Según ANEEL, la capacidad instalada de generación de energía eléctrica en Brasil aumentó un 5,74% en 2010, con la adición de 6,098.58 megavatios (MW) al sistema. El país cerró el año con 112,399.62 MW de capacidad instalada, las empresas distribuidas en 2336. Esta expansión fue mayor que la registrada en los últimos años. En 2009, la capacidad instalada aumentó en un 3,59% frente a un 2,24% en 2008, 4,21% en 2007 y 3,69% en 2006. 2. El despojo de las personas afectadas por las represas: el caso de los residentes de Grama Benincá (2011:61) considera que la construcción de presas incorpora el “discurso dominante como legítimo por los dominados no se dan cuenta de que están en la condición de víctimas”. Que conduce a una legión de “refugiados” de la inundación anunciada por Vainer (2002:2), quien considera que a pesar de los conflictos sociales relacionados con la implantación de las presas, gana más espacio en los medios de comunicación y hay una evolución en el papel del MAB, el modelo de “evaluación del riesgo” de los años ‘80 y ‘90 persiste cuando se trata de reasentamiento involuntario. Esto se debe a las herramientas teóricas y conceptuales poblaciones naturalizadas, en representación de ellos con los obstáculos para el progreso y no tratarlos como actores sociales capaces de hablar de los derechos e intereses. Hay, pues, “una curiosa inversión: las poblaciones humanas (el “entorno socioeconómico”) afectados por el diseño de ingeniería se convirtió en parte del medio ambiente” (Castro y Andrade, 1988:8; apud, Vainer, 2002). 177 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Sobre el análisis de la cuestión del desplazamiento, Sigaud (1986:107) considera que la expropiación de la propiedad y la reubicación forzosa de las familias al construir represas configura un proceso de expropiación de tierras, para hacer descarrilar la permanencia de estas familias en las zonas donde viven y producen. Haesbaert (2011:133) establece que si, por un lado, la desterritorialización implica que habrá una recuperación en otra escala, no significa que los valores socio-culturales de los afectados también se dirijan a este nuevo espacio debido a la “eliminación hidráulica” (Sevá Filho, 2008). Por lo tanto, desde el punto de vista social, cada depósito que se instalará se refiere a un proceso social caracterizado por unas relaciones específicas y un nuevo entorno social3, como se expone en el caso de los residentes del barrio Grama, ubicado en la ciudad de Tres Ríos (RJ) y la reubicación de los afectados, con la adopción de la modalidad de compensación de dinero por la empresa responsable de la Hidroeléctrica de Simplicio. 2.1. El diluvio anunciado: el contexto y los efectos de la Hidroeléctrica de Simplicio La Hidroeléctrica de Simplicio se encuentra ubicada en la cuenca del río Paraíba do Sul, en su curso medio, aguas abajo de la confluencia de los ríos Piabinha y Paraibuna, bordeando las localidades de Tres Ríos y Sapucaia (RJ) y Chiador y Além Paraíba (MG). FURNAS SA, en 2005, ganó la licitación para la exploración; en 2005 se convirtió en agente responsable de la viabilidad del proyecto, que ya tenía sus estudios iniciales en los años ‘70, con la empresa Electricidad SA Servicios Ligth. Los fondos para la operación de la planta se ejecutaron a través Programa de Aceleración del Crecimiento del gobierno federal. Para el año 2010, el complejo Simplicio está formado por dos presas: la de Anta (RJ) y Simplicio (MG). Los trabajos comenzaron en enero de 2007 por el Consorcio formado por Simplicio Builder empresas Norberto Odebrecht y Andrade Gutierrez SA. El área inundada es 64km2 y la presa tendrá una longitud de hasta 370,0 m, una altura de 46,0 m, con el área 13,56 km2 de depósito, cuando se ponga en funcionamiento la generación será de 333,7 MW. En términos de capacidad de generación hidroeléctrica será la segunda más grande en Río de Janeiro y se estima un aumento del 28% en la capacidad de oferta en ese estado. Los medios locales informaron varias noticias en relación con cuestiones ambientales que no fueron vistos por la CCS y FURNAS, ejemplificada aquí simplemente porque no es el tema del artículo, las expulsiones ilegales de cientos de toneladas de residuos procedentes de sus sitios de construcción 3 El término “ambiente social” se utiliza aquí como una forma de agregación de individuos, cómo y por qué se forman entre sí un cierto momento y los cambios que se derivan de factores internos y externos a esta configuración (Elías y Scotson, 2000). 178 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales en Áreas de Protección (PPA) de la Hacienda de Santa Alda, además de Paraíba (MG). También hubo resistencia en la eliminación del relleno sanitario ubicado en el distrito de Anta en Sapucaia (RJ) y el modelo que reemplazará al relleno sanitario en la misma ciudad (las restricciones 1.16 y 1.17 del Proyecto Ambiental Básico). La empresa responsable de la planta de energía requiere la flexibilidad de los plazos para la operación de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (EDAR), aunque se presenta como preciso un aumento de población en zonas cercanas a los embalses. De acuerdo con el grupo de residentes en esta región, hubo una intensificación de las visitas de los técnicos de FURNAS en el año 2000. La expectativa de la población estaba calentando sitios de comercio electrónico con la noticia de una gran empresa y la expectativa de un aumento en el número de personas como consecuencia de las obras, y emplear la mano de obra ociosa del sitio. En las audiencias públicas, los residentes reportaron que las principales cuestiones fueron el período que debían salir de la localidad y la cuantía de la indemnización en los casos de expropiación. El equipo responsable de las “reuniones”, un término usado por el discurso falaz, que hablaba de una mejora en las condiciones de vida y afirmó que “cada caso es un caso” y se analizarán por separado debido a los bienes y valores contenidos en cada propiedad. Esta posición revela un diseño que sigue predominando en la mayor parte del sector eléctrico de estos GPIs, que fue aprobado por FURNAS. MAB en 2006, ante el conjunto de violaciones de derechos humanos de los afectados, las quejas presentadas al Consejo para la Defensa de los Derechos Humanos (CDDPH), que designó un comité especial para preparar un informe de violaciones en la ejecución de las presas en todo el país. En 2010, el informe concluye que el concepto es aplicable a las personas afectadas, sus familias, grupos sociales y personas en general que tienen los factores económicos, sociales, culturales y ambientales afectadas por las represas, reconociendo el papel de los movimientos sociales en la aplicación de esas garantías. Teniendo en cuenta el impacto regional con el apoyo debido al desplazamiento obligatorio, la Comisión concluyó que “bajo ciertas circunstancias también deben ser consideradas como las comunidades afectadas y las poblaciones de acogida, es decir, que recibieron el reasentamiento de personas desplazadas por los nuevos desarrollos”. En este caso particular, la ciudad de Tres Ríos tiene un incremento significativo de la población, debido a una serie de inversiones y las políticas fiscales adoptadas por las autoridades locales. Sin embargo, la población ubicada en la población rural del municipio se redujo a 2.270 en el censo de 2010, resultado de las expropiaciones llevadas a cabo en el barrio de Grama. 179 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Medir los impactos sociales y ambientales de grandes proyectos de inversión, principalmente en el sector de la electricidad, es una tarea hercúlea, por los obstáculos en la identificación y contabilización de los costos ambientales, según lo declarado por el Comité de Coordinación para las Actividades de Medio Ambiente del Sector Eléctrico - COMASE (referencia al presupuesto programas sociales y ambientales, 1994): Se sabe que los costos ambientales han producido importantes avances en el tiempo más reciente, a veces por encima del valor de algunas cuentas que tradicionalmente se consideran de gran importancia en los proyectos sectoriales. También hay una diferencia significativa entre los costos ambientales presupuestados y los efectivamente realizados. Esto se debe en parte a las dificultades conceptuales y operativas relacionadas con la identificación y contabilización de los costos ambientales. Debido a la longitud del proyecto y la dificultad de medir todos los impactos (económicos, sociales, culturales y ambientales), apoyada por los cuatro condados afectados que participan en el proyecto, se optó por estudiar aquellas apoyadas por los residentes del barrio Grama, ubicado en la zona rural de Tres Ríos, en la frontera del casco Chiador. Según lo descrito por Daniel (2009:12), sobre “La Grama, los vecinos se conocen. Ellos se unen a la vida del otro y en la vecindad, fortalecen los lazos sociales del barrio por las diferentes generaciones. Una característica notable del barrio es que la mayoría de los residentes han estado allí por más de una generación”. La comunidad afectiva y cultural que conserva la marca de “una estrecha relación entre la perpetuación de la familia y la propiedad de la tierra, una superposición entre la historia familiar y el lugar en el que viven. La casa y el huerto se cargan con recuerdos y memorias que trascienden las generaciones”. Daniel continúa diciendo que “la combinación de la historia de la familia y el territorio de la actual generación despierta el deseo de transmitir a las generaciones futuras por el afecto lugar, la apreciación de las relaciones familiares y el mantenimiento de los lazos de vecindad” (2009:12). Las expropiaciones realizadas por FURNAS han sido negociadas individualmente, no hubo criterios claros para medir los activos y actividades del impacto. Aunque los técnicos del Departamento de Empresa del Patrimonio Inmobiliario han completado los informes detallados que describen el tipo de inmueble (urbano o rural), construcción (ocio residencial, etc.), producción (subsistencia, comercialización, etc.), se quejan los residentes de que “el inmueble fue tasado en un precio muy bajo y que no se puede comprar otra propiedad en la región con el valor que desea pagar”. La propiedad fue el criterio de asignación para el cálculo de los daños y perjuicios. La especulación es otro factor percibido por los habitantes de Grama, desde el anuncio de que la represa se instalará, sumado a nuevos 180 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales proyectos como la instalación de Nestlé SA en la región, el mercado de la vivienda tenía una gran cantidad de excitación. Esta reacción del mercado se extendió tanto para la compra y venta de propiedades y para el alquiler. Si bien los propietarios e inquilinos han recibido una indemnización se da cuenta de la reanudación de las tierras patrimoniales de concepción en el proceso de negociación con los afectados, ya que sólo el “derecho de expropiación por utilidad pública ejercida por el empresario, cuyo departamento de propietarios de bienes raíces negociaron el valor justo de sus propiedades” (Vainer, 2000:5-6), o al menos sólo para el empresario. El poder político y económico de FURNAS eran los obstáculos a una mayor movilización de Grama, como se muestra afectada por la declaración: “la única solución sería poner en la justicia, pero me temo que las cosas empeoren. FURNAS tiene mucho poder en la corte para desalojar a los residentes sin pagar compensación combinada”. Otro impedimento para negociaciones más amplias fue “la falta de participación de la población”, uno de los residentes asigna el caso al hecho de que los habitantes de Grama “no tiene a nadie capacitado para aconsejar”. En el juego económico, esta población es en realidad “cuerpo dócil” con el fin de reducir su fuerza política y minimizar su poder de resistencia (Foucault, 1984). La incertidumbre del futuro es la principal preocupación de los habitantes de Grama, a pesar de recibir las cifras de indemnización, no son suficientes para continuar. Sólo espera “recuperar su ritmo de vida, o mejor, construir un nuevo ritmo, sin la interferencia de las marcas técnicas, medidas o bien la expropiación”. El territorio es visto como un flujo de procesos selectivos, en otras palabras, “un movimiento permanente de desreterritorialización”4 (Haesbaert, 2010:545). La movilización de los residentes fue fragmentada, lo que debilita las negociaciones sobre las mercancías, el patrimonio y los valores compensados y su respectiva evaluación monetaria cuantitativa, como lo demuestra el testimonio de otro residente de Grama, “un grupo que se unió, y por lo tanto podrían más beneficios que reciben en primer lugar: los residentes que pagan alquiler. Ellos recibirán un monto de R $ 71,000.00. Por el contrario, los propietarios de estas viviendas 4 Según Pereira y Carrieri, “territorialidad se caracteriza por ser un fenómeno de origen psicológico, lo que constituye la dimensión social y política, que se proyecta como un movimiento que afecta a las percepciones del sujeto en relación con su posición y los roles dentro de la organización, territorio considerado la acción social (Guattari, 1993; Raffestin, 1993; Haesbaert, 1997). Estos autores analizan el concepto de territorio vinculado a un proceso continuo de desterritorialización y reterritorialización. La desterritorialización comprende los mecanismos que separan el territorio de sus “raíces” sociales y culturales (Pagès et al., 1993), mientras que la recuperación se convierte en la creación de nuevos bonos para reemplazar los perdidos. 181 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales recibirán R $ 17,000.00”. FURNAS, en su revista institucional, anunció la celebración de audiencias públicas con el fin de informar al público sobre los impactos sociales y ambientales del proyecto. En esta publicación, la empresa declara que celebra reuniones periódicas con las personas que se verán afectados, informándoles de la expropiación que, según dice, se ha producido en un “acuerdo amistoso” (Furnas, 2009). Aunque el discurso es la omisión de los residentes en relación con los valores y se dan el tiempo de los daños y perjuicios, Daniel (2009) advierte que es necesario analizar el “nivel que ocupa el lugar dominante en la imaginación y el poder de la palabra y la acción lograda por las poblaciones que se alcance”, como una forma de mitigar el poder de resistencia de los afectados. Con el anuncio de obras de FURNAS que desembarcaron en la necesidad de más de tres mil empleados, que buscan mano de obra, local en su mayoría, se estima que han servido para 40% de los trabajadores locales, y 60% de trabajadores de otras regiones. Existía la creencia de los habitantes del barrio en un recalentamiento del mercado local y el aumento en el número de vacantes en puestos de trabajo debido a la aplicación de Simplicio AHE en la región. Al reanudar la discusión sobre el proceso de negociación y compensación de los afectados en Grama, parece que hubo un descontento con los valores de las indemnizaciones. Las expectativas de los residentes a seguir las actividades anteriormente llevadas a cabo en otras partes de la comunidad se vieron frustradas por la política de compensación empleada por FURNAS, que optó por negociaciones individuales, incluso cuando se le preguntó en las audiencias públicas. Esto revela una táctica adoptada por el empresario para eliminar o reducir al mínimo la resistencia a la expansión del modelo de corriente eléctrica y el discurso del desarrollo en el país. Consideraciones finales La discusión de los impactos causados por la instalación de plantas hidroeléctricas en el entorno ambiental y social se inició en la década de 1980, con la organización de las personas afectadas por las represas en el Sur, Nordeste y Norte. Inicialmente, los movimientos regionales, y en 1991 con la creación del Movimiento Nacional de Afectados por Represas (MAB), que se convirtió en políticamente particular y cuestionador de las acciones tomadas por los empresarios comprometidos en las grandes represas. Las instituciones políticas y económicas como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo comenzaron a sugerir que debían convertirse en un requisito los estudios de impacto ambiental, incluidos los efectos socioeconómicos de la implantación de la GPI. 182 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Aunque hay algunos avances en el tema de la energía en Brasil, las grandes presas también simbolizan la visión de poder establecido en el período de la dictadura militar y rescató a las políticas neoliberales aplicadas desde la década de 1990 con el fomento de grandes inversiones. Las presas son verdaderas formas de “colonización moderna, en la que el ‘otro’, fuerte y extraño, impone su proyecto” (Benincá, 2011:26-27). En la actualidad, aunque el discurso se ha democratizado, las prácticas dictatoriales siguen, según el MAB (Benincá, 2011:42). Sevá Filho (2008) señala que, tanto material como simbólicamente, las represas son una de las formas más agresivas de apropiación de la naturaleza llevada a cabo por el hombre y uno de los grandes símbolos de progreso y la tecnología. Hay “un conjunto de ecosistemas gestionados en parte”, la formación de depósitos y la demostración de la técnica de la “ciencia barrageira”, es decir, una creencia autoritaria y tecnocrática de que el nuevo desarrollo debe llevarse a cabo a gran escala. El culto de que la energía hidroeléctrica es renovable, limpia y sostenible es otra cuestión planteada por esta “ciencia”, según Sevá Filho. De ello se desprende que los intereses capitalistas hegemónicos emplea el discurso del crecimiento y el desarrollo del país, que estos valores no se pueden prevenir, ni generar empleos e ingresos para la población, socavando los intereses legítimos locales y regionales. Bibliografía básica consultada Banco Mundial. Departamento de Medio Ambiente, 1994, p. 1. Beck, Ulrich (1997a). “A Reinvenção da Política”. En: Giddens, A., U. Beck y S. Lash. Modernização Reflexiva: política, tradição e estética na ordem social moderna. São Paulo: UNESP. Beck, Ulrich (2001). “A ciência é causa dos principais problemas da sociedade industrial”. Entrevista concedida a Antoine Reverchon, Le Monde, publicada pela Folha de São Paulo, 20 de jan. Benincá, Dirceu (2011). Energia & cidadania: a luta dos atingidos por barragens. São Paulo: Cortez. Brasil (2000). “Atlas de energia elétrica no Brasil”. Brasília: ANEEL. Brasil. “Água”. [en línea] Dirección URL: [http://www.aqua.eng.br/frases. htm]. Consulta: 8 de fev. de 2012. Brasil. “PAC 2 – 2° balanço de geração de energia elétrica”. [en línea] Dirección URL: [http://www.brasil.gov.br/pac/relatorios/2011-pac-2/2o-balanco/2obalanco-geracao-de-energia-eletrica/view]. Consulta: 4 de fev. de 2012. Brasil. “Setor Elétrico no Brasil”. [en línea] Dirección URL: [http:// energiasdobrasil.infoinvest.com.br/static/ptb/setor-eletrico-brasil. asp]. Consulta: 4 de fev. de 2012. 183 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Câmara, Andreza A. y A. Franco (2012). “A construção do imaginário social da política desenvolvimentista a partir do discurso apresentado pela mídia: o caso do Aproveitamento Hidrelétrico de Simplício – Queda Única”. Anais... III Seminário do Programa de Pós-Graduação em Sociologia da UFSCar “Sociologia em Movimento: Novos olhares, novas perspectivas”. São Carlos: UFSCar. Câmara, Andreza A., A. Franco y Camila Daniel (s/f). “Os atingidos pelo ‘desenvolvimento’: a hidrelétrica de Simplício (RJ/MG) e os moradores de Grama, Três Rios (RJ)”. Anais... 7º Encontro Anual da ANDHEP. Carrieri, Alexandre de Pádua y Denise de Castro Pereira (2005). “Movimentos de desterritorialização e reterritorilização na transformação das organizações”. RAE-eletrônica, v. 4, nº. 1, jan./jul. [en línea] Dirección URL: [http://www.scielo.br/pdf/raeel/v4n1/v4n1a13.pdf]. Consulta: 19 de fev. de 2012. Comissão Mundial de Barragens (WCD). “Represas y Desarollo: un nuevo marco para la toma de decisiones. El raporte final de la comision mundial de represas”. Comitê Coordenador das Atividades de Meio Ambiente do Setor Elétrico (1994). “Referencial para Orçamento dos Programas Socioambientais”, v. 1. Rio de Janeiro. [en línea] Dirección URL: [www.eletrobras.com/.../ eletrobras/.../FileDownload.ThrSvc.asp?] Consulta: 19 de fev. de 2012. Daniel, Camila. “Quando os dois lados se aproximam: o discurso oficial sobre a construção do Complexo Hidrelétrico de Simplício (RJ/MG)”. [en línea] Dirección URL: [www.uff.br/vsinga/trabalhos/Trabalhos%20 Completos/Camila]. Consulta: 21 de set. de 2011. “Direitos Humanos, Democracia e Diversidade”. Curitiba, Paraná: ANDHEP. [en línea] Dirección URL: [http://www.sistemasmart.com. br/andhep2012]. Elias, Norbert y John L. Scotson (2000). Os estabelecidos e os outsiders: sociologia das relações de poder a partir de uma pequena comunidade. Rio de Janeiro: Zahar. Folha de São Paulo. Painel. 15 de out. de 2003; p. A4. [en línea] Dirección URL: [http://www.aqua.eng.br/frases.htm]. Consulta: 21 de jan. de 2012. Foucault, Michel (2007). Vigiar e punir. A história da violência nas prisões. Petrópolis: Vozes. Haesbaert, Rogério (2004). O mito da desterritorialização: do “fim dos territórios” à multiterritorialidade. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil. Haesbaert, Rogério (2007). “Concepções de território para entender a desterritorialização”. En: Santos, M. et al. Território, territórios: ensaios sobre o ordenamento territorial. Rio de Janeiro: Lamparina. 184 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Haesbaert, Rogério (2010). “Território, insegurança e risco em tempos de contenção social”. En Ferreira, Ademir Pacelli, Carlos Bernardo Vainer, Helion Póvoa Neto y Miriam de Oliveira Santos (org.). A experiência migrante. Entre deslocamentos e reconstruções. Rio de Janeiro: Garamond. Revista FURNAS. Ano XXXV, Nº 360, janeiro 2009. Sevá Filho, Osvaldo (2005). “A era final das grandes represas e transposições entre bacias fluviais: assumir e aliviar os passivos existentes, restringir e cancelar projetos”. Conferência apresentada na sessão Alternativas a las Estratégias de Grandes Obras Hidráulicas do Encuentro por uma Nueva Cultura del Agua en América Latina. Fortaleza, Ceará, Brasil, 7 de dezembro. Sevá Filho, Osvaldo (2008). “Estranhas catedrais. Notas sobre o capital hidrelétrico, a natureza e a sociedade”. En: Revista Ciência e Cultura. SBPC, jul./set. Sigaud, Lygia (1986). “Efeitos sociais de grandes projetos hidrelétricos”. Comunicação Nº 9, Museu Nacional, UFRJ. Vainer, Carlos Bernardo (2002). “Águas para a vida, não para a morte. Notas para uma história do movimento de atingidos por barragens no Brasil”. Anais... Workshop Social Movements in the South, Center for International Affairs, Harvard University, maio. Vainer, Carlos Bernardo (2007). “Planejamento territorial e projeto nacional: os desafios da fragmentação”. Revista Brasileira de Estudos Urbanos e Regionais, Rio de Janeiro, v. 9, n. 1, p. 9-21, maio. Vainer, Carlos Bernardo (2007). “Recursos hidráulicos: questões sociais e ambientais”. Estudos Avançados, 21 (59). Vainer, Carlos Bernardo (2010). “Os refugiados do desenvolvimento também têm direitos humanos?” En Ferreira, Ademir Pacelli, Carlos Bernardo Vainer, Helion Póvoa Neto, Miriam de Oliveira Santos (org). A experiência migrante. Entre deslocamentos e reconstruções. Rio de Janeiro: Garamond. Vainer, Carlos Bernardo y Frederico Guilherme Bandeira Araujo (1992). Grandes projetos hidrelétricos e desenvolvimento regional. Rio de Janeiro: CEDI. 185 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Las indicaciones geográficas y el desarrollo territorial en el MERCOSUR: el caso del cordero patagónico y la carne de la Campaña del Sur Pampa Gaucha Paulo Brasil Dill Soares - Amanda Marçal Sève Jaeger - Gisele Loureiro da Silva [email protected] - [email protected] [email protected] En este artículo, examinaremos la evolución de las Indicaciones Geográficas (IG) para los productos agroindustriales y artesanales haciendo hincapié en la cuestión del potencial de las indicaciones geográficas como instrumento de desarrollo regional y para promover acciones de cooperación de los agricultores en la percepción de fiabilidad y alto grado de innovación en el MERCOSUR mediante estudios de caso del cordero patagónico y la carne de la Campaña de las Pampas del Sur Gaucho. Su objetivo es investigar los aspectos fundamentales en el MERCOSUR, participación de los consumidores y proveedores en Brasil y Argentina, mediante la identificación de los retos en el desarrollo de estrategias competitivas en la búsqueda de mercados para sus puestos de trabajo como resultado de las políticas públicas y de los productos de valor comercial, cultural y simbólico, especialmente en el caso de la agricultura familiar. La metodología adoptada es una revisión de la literatura, el análisis de los resultados que se basan en las entrevistas de campo en torno a los signos de los productos y servicios de calidad y, por último, el estudio de los datos secundarios en otras publicaciones impresas y fuentes electrónicas y el análisis de los prospectos, considerando la analiza la diversidad cultural de los territorios en cuestión. Introducción En los mercados globales actuales, sólo unos pocos productos procedentes de determinados países o regiones tienen una clara ventaja sobre sus competidores debido a la certificación de indicación de procedencia y denominación de origen. Establecer, para estos propósitos, principios y normas que sirven para poner en práctica los derechos de propiedad intelectual en materia de marcas, indicaciones de procedencia y denominación de origen, según lo regulado por el Consejo del Mercado Común y aprobado por el Protocolo de Armonización de la propiedad intelectual en MERCOSUR de Marcas, Indicaciones de 186 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Origen y Denominaciones de Origen, que comprende un selecto grupo de productos que son únicos y diferentes. Hay consumidores informados acerca de las virtudes que se encuentran en los productos certificados, debido a sus características distintivas en sus formulaciones que están dispuestos a pagar un precio diferencial para beneficiarse de las mismas cualidades que el vino de Oporto se produce sólo en una región Portugal, lo mismo pasa con el champán francés real, asegurando al mismo tiempo a los consumidores de un producto genuino, obtenidos sobre la base de criterios específicos y controles de producción y calidad. Este artículo tiene el propósito de analizar la evolución de las indicaciones geográficas (IG) para los productos agroindustriales y artesanales haciendo hincapié en la cuestión del potencial de las indicaciones geográficas como instrumento de desarrollo regional y para promover acciones de cooperación de los agricultores en la percepción de la fiabilidad y la alta la innovación en el MERCOSUR, a través de estudios de casos sobre el cordero patagónico y la carne de la Campaña del Sur de la Pampa Gaucha. La intención de examinar las cuestiones clave en el MERCOSUR es la participación de los consumidores y proveedores en Brasil y Argentina, mediante la identificación de los retos en el desarrollo de estrategias competitivas en la búsqueda de mercados para sus puestos de trabajo como resultado de las políticas públicas y de los productos de valor comercial, cultural y simbólico, en particular, según sea el caso la agricultura familiar. En la primera parte del artículo serán estudiadas las dimensiones assumidas por el desarrollo, en especial el físico territorial en el área rural y el papel de las IGs. En la segunda parte será mapeado el caso de Indicación Geográfica de Pampa Gaucho de la Campaña Meridional de Río Grande do Sul. En la última parte será examinado el caso de la Patagonia argentina y el derecho de uso de la certificación de indicaciones de procedencia y de denominaciones de origen de la carne ovina. 1. Las indicaciones geográficas y de desarrollo territorial rural La noción de desarrollo que marcó la década de 1950 se basaba en la ideología del desarrollismo, la generación de varios debates académicos sobre sus consecuencias. Florestan Fernandes (1994:174) ha puesto en duda el reduccionismo del término sólo por su dimensión económica, mientras que ...en la civilización contemporánea, el “desarrollo” es igual a la perspectiva de alcanzar los ideales de orden social competitivo o de orden social previsto. Nos guste o no, significa al menos la diferenciación económica basada en la modernización tecnológica de la ciudad y el campo, la industrialización, el aumento de la capacidad de consumo per cápita y el nivel de vida de las masas. 187 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Sin embargo, hay opiniones que sostienen que el desarrollo presenta diferentes aspectos, a saber: económico, social, cultural, ambiental y territorial, político, institucional y tecnológico. Para Celso Furtado (2000:7), el desarrollo es el “proceso de invención cultural que permite ver al hombre como un agente de transformación del mundo”, con el desarrollo de al menos tres dimensiones. En este estudio se optó por adoptar un enfoque territorial para el punto fuera de las articulaciones, más amplio y heterogéneo, que participan en las redes sociales de los actores rurales que no se limitan a los agricultores. Se trata de un territorio socialmente construido y con límites, límites que no obedecen a los oficiales, incluso cuando se trata de su propio país (Veiga et al., 2001). La adopción de una perspectiva territorial significa romper con la sectorialidad, la integración de un análisis dinámico de las cadenas de suministro horizontales (Abramovay, 2006) y elaborar un concepto de desarrollo territorial rural significa hacer un enfoque particular de un proceso de desarrollo en el contexto rural, que debe ser visto además de la ciudad. Silvio Caccia Bava (2003:23) señala que: ...amplia gama de iniciativas, sobre todo la movilización de recursos escasos, tratan de abordar tanto lo social y lo económico, y aún no se han analizado para producir un impacto real sobre el medio ambiente sitio. Pero incluso con este análisis más preciso de los resultados es posible afirmar que las experiencias estudiadas no alteraron el panorama general del sitio de la exclusión social. Se caracteriza más como una difusa experimentación, estas iniciativas son vistas como intentos de inserción de los individuos en los mercados de trabajo y el consumo a través de proyectos de microcrédito, la integración vertical de la agricultura, incubadoras, programas locales de marketing, agencias de desarrollo, consorcios intermunicipales, el apoyo la agricultura familiar, las políticas para atraer inversiones, las intervenciones en las cadenas de suministro y los sistemas locales de producción, la capacitación de los empresarios y otras partes interesadas, la creación de la infraestructura y las intervenciones urbanas. La indicación geográfica delimita el espacio o lugar, pero el territorio es una construcción social, física y humana, que se forma y transforma a partir de las interacciones entre los agentes sociales, con todas sus peculiaridades de la palabra terroir de origen latino, y deriva de: territorium que se basa en la división de las indicaciones geográficas de origen. Entre los argumentos sobre el potencial de las indicaciones geográficas como instrumento para el desarrollo de la tierra rural: un estímulo para la acción cooperativa, la promoción de productos locales, la protección de los productores contra la competencia desleal, agregar valor y aumentar los ingresos de los agricultores, el uso del conocimiento competitividad tradicional, y la expansión de los mercados, la valoración económica de las propiedades rurales, la conservación de la biodiversidad, el estímulo a la multifuncionalidad de las zonas rurales, la transformación de las zonas rurales en el lugar de consumo, el crecimiento de los servicios 188 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales relacionados con el turismo, etc. (Lagares, Lages y Braga, 2006; Sautier, 2006; Dias, 2005, entre otros). Tanto su papel no está claro, que todavía existe una notable resistencia a las indicaciones geográficas de un segmento significativo de las granjas de familia, el segmento de la sociedad que, en teoría, sería uno de sus principales beneficiarios (Dias, 2005). En este sentido, Guedes e Silva (2009) enfatizan que: Para lograr un mayor dinamismo, las granjas de familia debe especializarse en determinados productos ancladas en el territorio, cuando una gran empresa no puede competir, dada la naturaleza de la empresa. Por tanto, es importante fomentar un círculo virtuoso que para instalarse depende de un esfuerzo concertado en varios frentes y da lugar a una cultura de innovación que mejora el trabajo y el territorio, abriendo nuevas posibilidades en la creación de riqueza y trabajo decente. Uno de los más importantes de estos frentes son designaciones territoriales (DT) que favorecen esta estrategia, ya que está directamente relacionada con las características tangibles relacionados con el territorio, el suelo, la topografía, el clima, así como el conocimiento del patrimonio cultural inmaterial para su preservación, difusión, investigado y generar riqueza para los ciudadanos que viven y trabajan allí. Esto contrasta con el conocimiento de la grandes empresas agroindustriales que trasladó, con los monocultivos, las economías de escala y la logística se ha redefinido por las tecnologías de la información y la comunicación, lo que abre nuevos caminos a través de la fragmentación de las cadenas de suministro y nuevas formas de integración. En este sentido, cabe destacar la singularidad del caso de Brasil debido a la fuerte polarización entre la agroindustria y la agricultura familiar, que ha generado una situación especialmente compleja, ya sea por divisiones internas a estos segmentos, o por su yuxtaposición (Wilkinson, 2008). Como nota Cerdán (s/d:4), ...como un todo, el surgimiento de la cuestión de las indicaciones geográficas en Brasil está marcado por una doble especificidad: una gran afinidad con el tema de los productos típicos y las indicaciones geográficas son a la noción de la agricultura familiar y un movimiento para establecer un diferencial para los productos agroindustriales, lo que exige especialidades (Chaddad, 1999). La competitividad brasileña en los mercados de productos básicos ha llevado a diferentes grupos a oponerse a las estrategias basadas en otras formas de competitividad que el costo (Dias, 2005). Incluso en el segmento de la agricultura familiar tiene este tipo de apoyo discursivo, que revela la ambigüedad de ciertas oposiciones maniqueas que se establecen entre este segmento y la agroindustria. Cautivos del modelo productivista heredado del período de modernización, muchos movimientos de la agricultura familiar reafirman su competitividad en el mercado de materias primas, que a menudo se produce a expensas de fomentar otras formas de integración de los mercados; sin embargo, el desarrollo de nichos de mercado ha genraso en ambos sectores de la agricultura familiar y la 189 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales agroindustria una estrategia de expansión basada en la calidad, creando un espacio para las indicaciones geográficas. El caso de la Indicación Geográfica de la carne de la Pampa Gaucha brasileña muestra precisamente cómo un sector de los productos agroindustriales ha incorporado estos atributos de calidad (Cerdán et al., 2008; Malafaia, Barcellos y Camargo, 2008). Sin embargo, esto no parece suficiente para un amplio reconocimiento de las indicaciones geográficas como instrumento de desarrollo, ya que hay críticos que, basados en las experiencias recientes de Brasil, afirman haber encontrado evidencia satisfactoria que decir que las indicaciones geográficas son un mecanismo de exclusión que, en virtud de condiciones para su obtención y el tipo de mercado que permita el acceso, sería casi intrínsecamente orientada a grupos específicos del sector de la agroindustria o la mayor parte en las granjas familiares de las llamadas capitalizadas. La ausencia de una política específica en el Ministerio de Desarrollo Agrario refleja la manera precaria en este tipo de estrategia ha sido apropiada por los agricultores. A pesar de ser responsables de las políticas de desarrollo territorial y de vivienda rural, una oficina que agrega valor a los productos agroalimentarios, el MDA, no tiene ninguna iniciativa relacionada con este tipo de certificación. El hecho es que, como señaló Cerdán (s/d:3) “hoy en día, la situación brasileña se caracteriza por la ausencia de consenso entre los actores privados y las redes de políticas públicas, en el concepto de indicación geográfica”. La discusión anterior también se unió a otra sobre la capacidad de los agricultores y las zonas rurales de mayor marginación en la apuesta de las estrategias de recuperación, como IG. Como lo demuestra la colección de artículos organizados por Van de Kop, Sautier y Gerz (2006) dedicada al tema, a pesar de las condiciones restrictivas que impliquen el contexto de la mayoría de los países en desarrollo en relación con el poder adquisitivo de los consumidores, gobierno, la regulación y seguridad de los alimentos, las indicaciones geográficas puede ser una herramienta importante para la viabilidad de los pequeños agricultores y este tipo de zona rural. Mientras tanto, Ray (1998) señala que algunas zonas rurales marginadas, precisamente, han utilizado esta imagen para promover ciertos productos con el fin de un que grupo cada vez más global de consumidores participen en las formas de comercio ético / justo en que la figura del “consumidor político” (Stolle, Hooghe y Micheletti, 2003) parece más relevante. Esto no quiere decir que ciertas posiciones críticas no dan una razón más escéptica sobre el papel de las indicaciones geográficas en el desarrollo de la tierra rural. El nivel de los requisitos Cahier des Charges puede servir como una barrera a la entrada de ciertos actores, especialmente para los agricultores. 190 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El IG Carne Pampa Gaucha es emblemático en este sentido. La rigidez de las reglas establecidas en gran medida excluye a los productores locales. El resultado es la reducida escala de producción, capaz de satisfacer sólo a las tiendas especializadas regionales. Algunos autores se refieren a la necesidad de considerar la evolución dinámica de los requisitos, incluido el establecimiento de una Asamblea General, lo que implica un proceso de aprendizaje colectivo que poco a poco se levantará en el nivel de exigencia (Dias, 2008; Wilkinson, 2008). Entre los principales problemas (Mascarenhas, 2008; Dias, 2008), se pueden citar los siguientes: a) el bajo grado de organización de los productores; b) las disparidades en la distribución del ingreso y el valor añadido a lo largo de la cadena de producción; c) el papel de la baja productores de materias primas frente a los establecimientos de transformación; d) las restricciones excesivas establecidas por los reglamentos; e) la idoneidad de las dificultades de los agricultores familiares de la legislación; f) el bajo nivel de desarrollo de productos, por ejemplo, la falta de canales de comercialización. La pregunta que debe ser considerada es la más amplia variedad de escenarios. Allaire y Sylvander (2006) han señalado la enorme heterogeneidad de los sistemas de indicaciones geográficas en todo el mundo, que implican diferentes redes y fabricantes de productos, mercados y formas institucionales de los sistemas políticos para la promoción y protección. En Brasil, las indicaciones geográficas propuestas se han diferenciado de diferentes maneras, ya sea con respecto al tipo de producto, el productor y el nivel de organización, ya sea en relación con los mercados o el marco jurídico e institucional. Los experimentos hasta ahora muestran que construir la indicación geográfica es una idea general que tiene sentido para los diferentes contextos y actores sociales. No hay una sola forma de IG. Por el contrario, su fuerza radica, precisamente, de una manera flexible, en que permite a los actores sociales movilizar las tradiciones de los diferentes recursos y la reputación de los territorios. Por otra parte, debemos considerar en este sentido la coexistencia de los diferentes actores en el mismo territorio, lo que significa negociar el establecimiento de la indicación geográfica atendiendo a los diferentes roles que pueden cumplir estos actores (Sautier, 2006). Podemos decir, siguiendo a Sylvander (2003), que la clasificación propuesta por la IG es validada por la noción de “éxito”. Sin embargo, este “éxito” es extremadamente difícil de medir ya que depende de los objetivos de los actores involucrados, que pueden ser los más diversos y no necesariamente económicos. Como el autor señala “l’objectif développement rural, pour ne retenir que celui-ci, ne s’accompagne pas d’éléments faciles à définir ni d’indicateurs ou de moyens de vérification 191 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales clairs” (Sylvander, 2003:137). Es necesario definir unas dimensiones casi normativas a partir de las cuales se puede evaluar el impacto de las indicaciones geográficas en términos de desarrollo de la tierra rural. Guedes e Silva (2009) consideran que en Brasil, las primeras iniciativas de desarrollo territorial en las zonas rurales se produjo con la creación del Departamento de Desarrollo Territorial (SDT), un organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) y la incorporación del plurianual Programa de Gobierno para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural (PRONAT), que ha adoptado en sus metodologías y herramientas para la gestión del enfoque territorial. Los autores añaden que, en este sentido, “se convirtió el enfoque territorial en la piedra angular para el desarrollo de políticas públicas para el desarrollo rural en el país, por lo tanto en la construcción de un nuevo marco institucional para abordar los problemas estructurales experimentados por la sociedad rural en los territorios” (2011:11). 2. Cartografía el caso de la Indicación Geográfica de Pampa Gaucha campaña del sur de Río Grande do Sul El caso de la campaña del sur de la Pampa Gaucha fue la tercera indicación geográfica nacional y se refiere a la indicación del origen de los productos de carne de vacuno y sus derivados bajo registro de IG 200501, emitida en diciembre 12 de 2006, esta certificación no tiene precedentes en los Estados Unidos; se está adoptando en Europa. El gaucho en la región pampeana de la Campaña del Sur está situado en el sur de Brasil, en Rio Grande do Sul, en la frontera con Uruguay. Región de clima templado con temperaturas medias de 18°C, que consisten principalmente de colinas cubiertas de hierba (terreno plano, ligeramente ondulado), donde están los campos de la agricultura y los humedales que se caracterizan por las zonas bajas y húmedas. La región sur de Brasil, en el ganado, es una tradición que comenzó con la colonización de Brasil, donde los pastizales han ofrecido su apoyo para el desarrollo de esta actividad, especialmente en Rio Grande do Sul. Pocas regiones en el mundo que tienen un diversidad de especies de pastizales como los que se encuentran en la “Campaña del Sur Pampa Gaucha”. Los pastos naturales siguen siendo la base de la granja de subtrópico en Brasil, por un total de 66% de la superficie total utilizada para el ganado. Esta participación es más importante en Rio Grande do Sul (RS) (91%), especialmente en el gaucho de las pampas de la Campaña del Sur. Los campos de la RS ocupan una superficie de aproximadamente el 40% de la superficie total del estado, con su principal área de concentración cerca de la frontera de Argentina y Uruguay. El área designada para esta indicación geográfica, titulado “Gaucho Pampa Campaña del Sur” se encuentra dentro del ámbito de la más alta 192 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales proporción de los pastizales preservados de Brasil, uno de los ecosistemas más importantes del mundo (Nabinger, 1998). El diseño de la indicación geográfica fue desarrollado por primera vez a principios de 2005 y es responsabilidad de la asociación de criadores de la región, la Asociación de Productores de Carne Gaucho Pampa (APROPAMPA), la Federación de Agricultura del Estado de Rio Grande do Sul (Farsul) y el Servicio brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (SEBRAE / RS). Recientemente, APROPAMPA, FARSUL y el SEBRAE / RS firmaron un memorando de entendimiento con el MERCOSUR, refrigerador, que es un exportador tradicional de la región. Sólo los rebaños Hereford y Angus y sus cruzas pueden buscar el sello de certificación. Para ello, deben ser criados en pasto y específicos del suelo, y seguir las técnicas de las normas de producción, tales como la trazabilidad. En la actualidad, cuarenta agricultores participan en el proyecto, pero la tendencia es que el número aumentará, ya que hay cerca de seiscientos mil agricultores de la región con una superficie de quinientas hectáreas. La carne de las pampas es de bovinos alimentados sólo con pastos de la casa típica de la región –lo más delgado– y se adapta bien a las razas británicas. El objetivo, dicen los organizadores del proyecto, es diferenciar el gaucho de carne que se produce en el medio oeste del país –casi la totalidad de Nellore–. 3. El caso de Patagonia, Argentina: el derecho a utilizar la certificación de las indicaciones de procedencia y denominaciones de origen del cordero Al igual que el vino de Oporto o el champán francés firmado a nivel nacional e internacional, las empresas en la Argentina en la región de la Patagonia buscan establecer sus marcas mediante la asociación con el fondo. Una de estas experiencias se informó en el estudio de caso “Cordero Gran Sur, Del Pastizal Patagónico a una mesa gourmet” (Ordóñez y Sáenz, 1994), se presentaron y discutieron en el Programa 1994 para el Estudio del Sistema de Negocios Agroindustrial (PENSA), Universidad de São Paulo. El estudio se refiere específicamente al caso de Argentina La Agropecuaria SA, destinado a solucionar parte de su grupo y la imagen de la marca Cordero Gran Sur, el cordero de la región de la Patagonia. Esta unidad crea, desarrolla, faena y procesa carne de ovino en la Patagonia Argentina. El Cordero Gran Sur también es responsable de la distribución de estos productos en los supermercados y restaurantes seleccionados en Buenos Aires y sus alrededores. Por lo tanto, la marca se ha ganado el derecho a utilizar la certificación de las indicaciones de procedencia y denominaciones de origen de conformidad con la ley argentina patagónica. 193 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Es, como Ordoñez y Sáenz (1994) llamaron la atención en la apertura del estudio de caso, una empresa ubicada en la Patagonia, un ecosistema natural no contaminado por los ambientalistas y de prestigio. En este contexto ambiental, en el estudio de caso de negocio se presentan los desafíos que enfrentan los ejecutivos de la marca Cordero Gran Sur para evaluar las posibilidades y los retos asociados con la expansión de los mercados y la gestión de la cadena de suministro / distribución de la marca. Ordoñez y Sáenz (1994) contextualizan la situación, porque el nombre del proceso del producto todavía era nuevo en ese momento, por lo que es posible con los cambios en la legislación argentina. Estos cambios se introdujeron en mayo de 1993, la apertura de oportunidades para los empresarios argentinos, en particular para los productores de cordero ubicadas en la región de la Patagonia. Según estos autores, la legislación SAGYP 286/93 el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la República Argentina y las Leyes 17.011 y 22.195, permiten la exploración y el desarrollo de una nueva área de la economía con elementos certificados por región. Registramos que esa posibilidad y la atención de la legislación argentina en los primeros años de la década del ‘90 (que permite la diferenciación del producto con su origen geográfico) han sido poco explorados en los países sudamericanos, a pesar de que era un concepto conocido y practicado en otros países continentes, en particular de Europa. Ordoñez y Sáenz (1994) destacan que la indicación de origen establecida en la Argentina respondió a la preocupación de proteger los productos locales frente a otras alternativas y prácticas que no son ciertas, lo que permite la diferenciación del producto con el apoyo legal necesario. La ventaja fue asegurada por la normativa específica que permite la asociación de productos de la región, reconocidos por el origen y la indicación de origen “cordero patagónico”. Con esta legislación fue aprobada la certificación para ser considerado como parte de la propiedad intelectual de la marca y el producto, que confiere derechos y asistencia. En ese momento, llaman la atención estos autores, sobre los empresarios de la Patagonia que han sufrido los efectos negativos de una crisis, causando importantes bajas en la rentabilidad de sus negocios. Los productores de ganado ovino sufrieron una crisis con nuevos bajos precios internacionales de lana, un elemento importante en la agenda de los productos de la región. Por lo tanto, las posibilidades de la certificación en el cordero presentan una interesante alternativa para lidiar con el lado negativo de la caída de precios, junto con la mercantilización creciente de la carne. La indicación de origen aplicada en el cordero producido en la Patagonia embotado como una forma atractiva a los funcionarios federales 194 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales en la Argentina. Este apoyo legal a los productores de Argentina anunció un nuevo papel del Estado: para estimular la construcción de la ventaja comparativa para los productores argentinos. Por otra parte, se trataba de una nueva oportunidad de negocio para la región y especialmente para los productores de carne de cordero. Ordoñez y Sáenz (1994) dicen que con esta acción, las indicaciones de certificación de origen y denominaciones de origen, el gobierno ha ofrecido a la comunidad empresarial y al público la seguridad jurídica necesaria, la apertura de nuevas perspectivas, por primera vez para la jurisprudencia y las empresas locales. Por otra parte, una oportunidad de negocio de la propiedad intelectual de las indicaciones geográficas. Como resultado de ello, creó en los años ‘90, un activo intangible accesible a los agricultores y propietarios de tiendas que optan por las ovejas de la Patagonia para la producción de carne certificada. Algunos años más tarde, todavía en los años ‘90, revelan Ordoñez y Sáenz (1994), el sector de la carne en general sufre de cambios profundos en Argentina, relacionados con la aparición de nuevo estado y los nuevos hábitos de consumo de la Argentina. El sector está ahora sujeto a estrictos controles y la salud fiscal, en busca de mayor eficiencia. Hizo hincapié en el hecho de que la cadena de frío es de gran importancia para la industria de la carne, y los impuestos establecidos en la operación adquirieron una importancia aún mayor para la cadena de producción y el sector distributivo. Además, los consumidores argentinos exigieron productos diferenciados y de calidad superior. Por lo tanto, la carne en general y en particular la carne de ovino evolucionó para ser comercializada de una manera más sofisticada (con las marcas, la presentación más detallada, cortes especiales, refrigerados y envasados en el envasado al vacío moderno). De la experiencia de “Cordero Gran Sur: Del pastizal Patagónico a la mesa gourmet” se localizaron dos informes más recientes que abordan el tema de la legislación argentina en la denominación de origen: uno creado por el investigador Ordoñez (2001) y otro desarrollado por el investigador Jatib (2001), del cuerpo académico de Universidad de Buenos Aires. Como se describe en el documento “Plan Comercial Carne Ovina Patagónica Santa Cruz” (Ordoñez, 2001) la experiencia previa de la certificación de esta carne de la Patagonia tiene tres elementos importantes: el prestigio de los productos ovinos patagónicos, tanto en el país y el extranjero, un conjunto de resoluciones de los departamentos y organismos responsables de tales decisiones argentinos (que ha fortalecido las bases para la situación actual) y los diferentes proyectos Ley de Denominación de Origen finalmente se convirtió en la Ley 25.380/00 que se comenta en este trabajo. Por lo tanto, el régimen jurídico de las indicaciones de 195 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales procedencia y denominaciones de origen de los productos agrícolas y alimentos de Argentina, se aborda en la Ley núm. 25.380, publicada en Boletín Oficial Nº 29.565, 1º sección del 12/01/2001. Las disposiciones generales de la ley aclaran dos conceptos clave de interés en esta investigación: a) identificación de origen: es el nombre geográfico de un país, región, provincia, ciudad o región de un territorio que se conoce como un centro de extracción, producción, fabricación de un producto alimenticio; b) la denominación de origen: es el nombre de una región, provincia, distrito, ciudad, distrito o área del territorio argentino debidamente registrados, que sirve para designar un producto originario de la misma, cuyas cualidades o características se deben esencialmente el punto geográfico, con la participación de sus factores naturales y humanos. Las solicitudes de adopción preliminar de una denominación de origen (DO), según lo establecido en el artículo 5 de esta ley, es posible por la iniciativa individual o colectiva de los productores, quee desarrollan sus actividades en el área correspondiente a la futura designación de origen. Esta disposición legal establece que la aplicación debe ser presentada a la Autoridad de Aplicación, en un estudio sobre seis puntos fundamentales: a) Antecedentes históricos de la región y los límites geográficos de la zona de producción;, b) las características generales de la región, sus condiciones climáticas, la topografía y los recursos naturales y la homogeneidad de los factores de producción; c) los productos que se beneficiarán de la DO, los factores o elementos que creen que están poseídos por los productos como originarios de la zona indicada; d) descripción detallada del proceso de producción de bienes (materias primas, métodos de la producción, envasado o procesamiento de las técnicas y etapas de producción); e) identificación de los productores interesados en el reconocimiento; f) el nombre propuesto para la DO. Existe, por tanto, que en la ley argentina éstos son los tres pilares de la ventaja diferencial presentados anteriormente por los investigadores australianos Sharp y Smith (1991), al informar el caso de champán francés: a) el productor territorio de ese producto, que comprender el clima y el suelo de la región; b) el método de producción utilizado por los fabricantes es el resultado de la tecnología y el conocimiento descrito en un documento separado; c) las medidas de control propuestas para certificar el origen del producto y evaluar su calidad de delimitación área de producción y procesamiento de cordero y el control de la calidad de los empresarios que participan en la zona propuesta. En comparación con la experiencia francesa de la certificación informado por Sharp y Smith, hay una diferencia fundamental: la tradición. Sin embargo, lejos de ser el método champenoise de producción utilizados por los fabricantes franceses, la tecnología y los 196 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales conocimientos se han acumulado a lo largo de más de doscientos años de tradición. Si bien puede haber experiencia y tecnología en los productores de la región de la Argentina, corresponde a los productores interesados en obtener la denominación de origen para el cordero patagónico presentar evidencia y argumentos convincentes para mostrar estos importantes elementos. En la propuesta Ordoñez (2001) para el cordero patagónico que viene de Santa Cruz, provincia de la Patagonia argentina, se evidencia la presencia de otros elementos de interés en esta investigación. En la propuesta, el investigador presenta el marco conceptual, una breve descripción del artículo, las principales actividades que se desarrollarán los aspectos que detallan la capacidad institucional, organizativa, tecnológica y comercial, y finalmente se presentan las conclusiones. Este proyecto incluye las actividades necesarias para impartir formación y prestar asistencia técnica en cuatro frentes: institucional, organizativo, tecnológico y comercial. En el ámbito institucional, argumenta Ordoñez (2001) es la garantía legal de la Ley de Denominación de Origen Protegida, como se comentó anteriormente. En ese mismo frente, el investigador también subraya el importante papel de la cultura, costumbres y tradiciones propias de la Patagonia. La definición de los procedimientos estándar para los procesos de los productos, es el gran desafío en la dimensión tecnológica de la obra de Ordoñez (2001). El objetivo, dice, debe ser el consumidor, que aclarará sus necesidades y deseos. Estas normas también deben contener rasgos distintivos que garanticen la denominación de origen. Ordoñez pone de relieve las principales características del desarrollo de complejos turísticos en la Patagonia: a) Misión: producir, procesar y distribuir el cordero de alta calidad, diferenciado por el siguiente conjunto: su origen, identidad preservada y la certificación de calidad, con el fin de trabajar en los mercados elegidos, se reúnen consumidores y productores para crear valor para la región de la Patagonia y, por tanto, lograr el desarrollo sostenible; b) Fuente propuesta: a partir de los elementos básicos de garantía de la identidad y la certificación de calidad, los accionistas están comprometidos con el complejo a desarrollar e implementar sistemas de información que permitan la producción con valor añadido y satisfacer a los clientes; c) Importe garantizado: los accionistas garantizan la entrega garantizada en los volúmenes y los tiempos combinados, cumpliendo fielmente los contratos celebrados; d) Confidencialidad y ética empresarial: los accionistas se comprometen a respetar, con la necesaria confidencialidad y la ética en las estrategias, acciones y operaciones de la empresa el acceso a los aliados de la cadena de negocios. Con respecto a los efectos de este artículo, parece que los recientes experimentos analizados y reportados por el académico argentino 197 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales sugieren que existe una coherencia conceptual, y lo mismo ocurrió con el apoyo legal que sustenta estas iniciativas. Sin embargo, estos proyectos han sido diseñados de manera satisfactoria a partir de las premisas teóricas y conceptuales, para entrar en acción produciendo resultados prometedores en dificultades a corto plazo para mantener las ganancias en el largo plazo. Las buenas intenciones de los productores de la región de la Patagonia de Argentina se oponen a los enormes desafíos asociados con el contexto argentino, y en el sector de las importaciones de carne de cordero, el contexto de la vecina Argentina. Estos factores combinados impactan y causan daños a las partes interesadas y terminan poniendo en riesgo la sostenibilidad de estas iniciativas. Consideraciones finales La primera década del proceso de integración del MERCOSUR se caracterizó por un rápido crecimiento en las relaciones comerciales entre las grandes empresas agroalimentarias y el sector automotriz, principalmente en Argentina y Brasil, según el informe Guedes (2009). Otro factor que caracteriza esta etapa de la integración es que estuvo ausente en las acciones políticas la idea de un espacio social eficaz sin fronteras. Este inconveniente fue superado por una serie de mecanismos de financiación y el crédito para las actividades de interés social, tales como Fondo de Garantía para la Agricultura del MERCOSUR, o el Fondo del MERCOSUR para empresas familiares pequeñas y medianas. A modo de ejemplo, en Brasil, en 1995 se creó el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (PRONAF), responsable de la promoción de proyectos individuales y de grupo que generan ingresos en la agricultura familiar y los asentamientos de reforma agraria. En la Argentina, a partir de 2006, se llevó a cabo a nivel nacional la Comisión Nacional Apoyo al Desarrollo de los Territorios (PNTER), con iniciativas como los proyectos integrados “Innovación Tecnológica y Organizativa”, “Innovación en Finanzas y Marketing” y “la Innovación Productiva y Organizacional para la Equidad Social”. El PNTER tiene como objetivo apoyar el desarrollo de habilidades de los actores del sistema agrícola y fortalecer la capacidad del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la gestión de estrategias de intervención de los territorios. Estas iniciativas buscan implementar estrategias que agreguen valor al territorio y los productos agroalimentarios y servicios, valorar el conocimiento local de las certificaciones, las etiquetas y las indicaciones geográficas. Por lo tanto, se concluye que los resultados obtenidos sobre los estudios de los efectos en el país de origen (EPO) permite algunas conclusiones parciales que sin duda serán de ayuda para guiar la investigación exploratoria con los profesionales interesados en explorar esta estrategia de diferenciación productos, ya sean productores o 198 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales distribuidores. Se encuentran: a) el mercado tiene posibles casos de éxito con los productos asociados a un país de origen; b) las empresas, en su búsqueda de diferenciación en el mercado, debe enviar señales claras relacionadas con el origen de sus productos; c) los agentes del mercado y los consumidores deben darse cuenta de que estos productos son mejores que otros; d) los productos asociados con la región de origen pueden: d.1) estimular la mejora de su calidad con normas más estrictas de plantación, manejo, producción y distribución; d.2) facilitar la identificación del producto por los distribuidores y los consumidores; d.3) fomentar una mayor inversión en la región de producción, lo que contribuye al desarrollo regional; d.4) facilitar la identificación del producto por el consumidor; d.5) para facilitar la comercialización de productos mediante el uso de la marca; e) Los profesionales han de darse cuenta de la importancia estratégica de la existencia de productos asociados a la región donde se producen. Bibliografía básica consultada Abramovay, R. (2006). “Para una teoría de los estudios territoriales”. En Manzanal, M., G. Neiman y M. Lattuada (org.). Desarrollo rural: organizaciones, instituciones y territorios. Buenos Aires: Ciccus. Allaire, G. (2008). “Indicações geográficas na área internacional: situação atual e perspectivas”. Conferência no Seminário Internacional Indicações Geográficas no Brasil. Florianópolis: UFSC. Bava, Silvio Caccia (2003). “A produção da agenda social: uma discussão sobre contextos e conceitos”. En Cadernos Gestão Pública e Cidadania. São Paulo: FGV. Cerdan, C. “Contribuição das políticas de qualidade agroalimentar para o desenvolvimento territorial sustentável”. [en línea] Dirección URL: [www.cirad.org.br/conten]. Consulta: 3 de jan. de 2012. Cerdan, C. et al. (2008) “Pampa gaúcho da campanha meridional meat”. En: Congress Sharing Views On Qulity Products Linket To Geographicval Origin. Rome: FAO/Siner-GI. Chaddad, F.R. (1996) “Denominações de origem controlada: uma alternativa de agregação de valor no agribussines”. Dissertação. Mestrado em Administração. São Paulo: USP. Dias, Joana Filipa Dias Vilão da Rocha (2005). A construção institucional da qualidade em produtos tradicionais. Mestrado em Desenvolvimento Agricultura e Sociedade. Universidade Federal Rural do Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, RJ. Fernandes, Florestan. (1994) Democracia e desenvolvimento - a transformação da periferia e o capitalismo monopolista da era atual. São Paulo: Hucitec. Furtado, Celso (1980). Pequena introdução ao desenvolvimento: enfoque interdisciplinar. São Paulo: Nacional. 199 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Furtado, Celso (2000) Introdução ao desenvolvimento: enfoque históricoestrutural. 3º ed. rev. São Paulo: Paz e Terra. Guedes, Cezar Augusto Miranda y Rócio Silva (2009). “Denominações territoriais agroalimentares, políticas e gestão social: Argentina, Brasil e a experiência espanhola no contexto europeu”. Anales VII Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrários y Agroindustriales. Buenos Aires. Lagares, L., V. Lages y C.L. Braga (2005). Valorização de produtos com diferencial de qualidade e identidade: indicações geográficas e certificações para competitividade nos negócios. Brasília: Sebrae. Malafaia, G.C., J.O.J. Barcellos y M.E. Camargo (2008). “As convenções sociais de qualidade criadas em sistemas agroalimentares locais: o caso da indicação de procedência da Carne do Pampa Gaúcho”. Anais... XXXII Encontro da ANPAD. Rio de Janeiro. Nabinger, C. (1998) “Princípios de manejo e produtividade de pastagens”. In: Gottschall, Carlos Santos, Jamir Luis Silva da Silva y Norma Centeno Rodrigues (org.) (1998). Anais do III Ciclo de Palestras em Produção e Manejo de Bovinos de corte. Canoas: ULBRA. Ordóñez, H. (2002). Aportes metodologicos de estudio e intervención en los agronegocios, divulgação interna. Universidad de Buenos Aires. Ordóñez, H. y A. Sáenz (1994). Cordero Gran Sur: del pastizal patagonico a la mesa gourmet. Estudo de Caso (EC.006.94) do Programa de Estudos dos Negócios do Sistema Agroindustrial (PENSA), Faculdade de Economia, Administração e Contabilidade, Universidade de São Paulo. Ordóñez, H. y M.I. Jatib (2002). Origin and quality assurance in emerging economies, divulgação interna. Universidad de Buenos Aires. Sautier, D. (2006) “Geographical indication in developing coutries today: trnds, hinders and opportunities”. Meeting of Siner-GI Project. Montpelier. Sharp, A. y J. Smith (1991). “Champagne’s Sparkling Success”. International Marketing Review, 8 (4): 13-19. Soares. Paulo Brasil Dill (2012). “As indicações de procedência e denominações de origem e o desenvolvimento territorial no MERCOSUL”. Anais... III Seminário do Programa de Pós-Graduação em Sociologia da UFSCar - “Sociologia em Movimento: Novos olhares, novas perspectivas”. São Carlos: UFSCar. Stolle, D., M. Hooghe y M. Micheletti (2003). “Political Consumerism - A New Phenomenon of Political Participation?” ECPR Paper. Edinburgh. Sylvander, B. y G. Allaire (2006). Siner-GI WP3 Report: conceptual synthesis. Montpelier: SINER-GI. 200 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Thiedig, F. y B. Sylvander (2000). “Welcome to the club? An economical approach to geographical indications in the European Union”. Agrarwirstschaft, 12 (49). Veiga, J.E. et al. (2001) “O Brasil rural precisa de uma estratégia de desenvolvimento”. Série Textos para Discussão, n. 1. Brasília: NEAD. Wilkinson, J. (2008). “Indicações Geográficas no Brasil: situação atual e perspectivas”. Conferência no Seminário Internacional Indicações Geográficas no Brasil. Florianópolis: UFSC. 201 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Dinámicas transfronterizas en jaque entre Posadas (Argentina) y Encarnación (Paraguay): las “paseras” paraguayas frente a la suba de las aguas María Dolores Linares [email protected] Resumen Una de las dinámicas transfronterizas más importantes entre las ciudades de Posadas (Argentina) y Encarnación (Paraguay) es la que engloba el conjunto de las prácticas comerciales cotidianas llevadas a cabo por las mujeres paraguayas llamadas “paseras”. Estas prácticas varían según las elecciones de las paseras sobre las estrategias de cruce fronterizo – si se realiza por la vía terrestre o la vía fluvial–, los tipos de mercancías a comercializar y los circuitos intraurbanos desplegados en la ciudad de Posadas. Ahora bien, en los últimos años, estas elecciones de vida cambiaron: la práctica de las paseras paraguayas se vio fuertemente afectada por la suba de las aguas del río Paraná y otras consecuencias físicas de las obras realizadas para la terminación de la represa de la empresa binacional Yacyretá. El objetivo de este trabajo es analizar el impacto físico y social de uno de los planes de obras públicas más importantes en el área fronteriza de Posadas-Encarnación en los últimos diez años, es decir, el plan de terminación Yacyretá (etapa final de la represa Yacyretá), específicamente en la dinámica transfronteriza de comercio informal de las paseras paraguayas. Para ello, se utilizaron los siguientes datos cualitativos: entrevistas multisituadas al actor transfronterizo “pasera” entre los años 2009 y 2010, los cuales se procesaron mediante la técnica de “relatos de vida comparados”. También se utilizaron como fuentes secundarias documentación inédita de la empresa binacional Yacyretá para describir los cambios físicos más importantes de la frontera. Introducción Los estudios académicos abordan, cada vez más, a las fronteras como espacios de transición, como marcas en los territorios nacionales cada vez más permeables. La creciente porosidad de las fronteras argentinas permite un tipo de contacto social donde prima el intercambio económico, laboral, educativo y cultural, el cual, a fuerza de repetición y de aceptación social, puede transformar el espacio fronterizo en un área 202 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales verdaderamente transfronteriza. Un ejemplo de espacio transfronterizo lo constituye el eje Posadas (República Argentina)-Encarnación (República del Paraguay), ciudades que desde 1990 están vinculadas físicamente por una gran obra de infraestructura: el puente internacional San Roque González de Santa Cruz. Este puente, sumado al pre-existente servicio de lanchas para cruzar el río Paraná, forma un sistema de comunicación internacional eficiente entre la ciudad de Posadas1, de 323.739 habitantes según los datos provisionales del Censo de 20102, y Encarnación, de 146.508 habitantes según el censo de 20023. Esta primera obra pública ha favorecido la generación de dinámicas con características propias de un espacio de contacto transfronterizo: los cruces se realizan por motivos familiares, de salud, de educación, de trabajo formal e informal. Una de las dinámicas sociales transfronterizas más importantes del área es la práctica cotidiana de las “paseras” paraguayas (Schiavoni, 1993)4. El trabajo de estas mujeres consiste en una práctica comercial que implica el cruce de la frontera argentino-paraguaya, por lo menos una vez al día, en sus distintas modalidades: por el puente internacional o por el puerto por medio del servicio de lanchas. Sin embargo, desde hace veinte años, otra obra pública de gran envergadura está modificando este espacio de contacto entre las dos ciudades, así como las dinámicas sociales desarrolladas a su alrededor: el plan de terminación Yacyretá (PTY), etapa final del proyecto de la represa Yacyretá, de la empresa binacional Yacyretá. El PTY es un plan de obra pública que tiene por objeto la realización de diversas obras y acciones, tanto del lado paraguayo como argentino, para culminar el proyecto de la central hidroeléctrica de Yacyretá. La central requiere, para funcionar en forma plena y eficientemente, una cota de embalse de ochenta y tres metros sobre el nivel del mar (msnm), por lo cual la prioridad del PTY será finalizar las obras necesarias para poder elevar la cota a ese nivel en el eje Encarnación-Posadas. Los objetivos del plan fueron: 1) liberar las áreas a ser inundadas y las áreas necesarias para la construcción de las defensas costeras y obras anexas; 2) realizar 1 Posadas es la capital de la provincia de Misiones, ubicada en el extremo nordeste de la República Argentina. De las fronteras de esta provincia, que tiene un perímetro de mil doscientos kilómetros, el noventa por ciento son internacionales, compartiendo setecientos cincuenta kilómetros de frontera con Brasil y trescientos cincuenta kilómetros con Paraguay. El otro diez por ciento de su frontera (ciento diez kilómetros) limita con su provincia vecina, Corrientes. La frontera con el Paraguay está trazada de acuerdo con el río Paraná, según lo dispone el tratado de límites entre Argentina y Paraguay de 1876. Frente a la ciudad de Posadas, atravesando el río, se encuentra la ciudad de Encarnación, capital del estado de Itapúa, Paraguay, que cuenta con setenta mil habitantes (Fantín, 2006). 2 Provincia de Misiones. Viviendas, población por sexo e índice de masculinidad, según departamento. INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. 3 Según datos del censo realizado el 26 de agosto de 2002 por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos de la República del Paraguay. 4 Denominaremos por el momento “paseras” a las mujeres cuyo trabajo consiste en “pasar” a través de la frontera pequeñas cantidades de mercaderías para su venta, re-venta o entrega, desde Encarnación a Posadas. En su mayoría, provienen de la ciudad de Encarnación, Paraguay, y sus alrededores. 203 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales obras y acciones necesarias para garantizar la calidad de vida ambiental; 3) reponer obras de infraestructura que serán afectadas, y 4) recomponer la trama urbana de Encarnación y Posadas5. Las obras han influido en las relaciones entre las dos ciudades afectadas. A partir del año 2006, las obras de infraestructura del PTY comenzaron a modificar el paisaje urbano de las ciudades de Posadas y Encarnación, pero no fue sino a partir del año 2009 que la cota del río Paraná subió hasta sumergir amplios territorios en ambas ciudades y, junto con ellos, lugares emblemáticos para la actividad de comercio informal llevado a cabo por las paseras paraguayas como los puertos en ambas márgenes y la “zona baja”6 comercial de Encarnación. Creemos que el proceso de cambio en el paisaje urbano de las ciudades mediante estas obras puede ser observada en dos niveles diferentes: por un lado, desde un marco supranacional y de infraestructura energética y, por el otro, desde un plano micro-social y de estrategias laborales en procesos de cambio. El objetivo de este trabajo es analizar el impacto físico y social del plan de terminación Yacyretá (etapa final de la represa Yacyretá), específicamente en la dinámica transfronteriza de comercio informal de las paseras paraguayas. Para lograr este objetivo, se analizaron los datos sobre las obras realizadas en la margen izquierda que corresponden al proyecto N° 3 y 4 del PTY de la empresa binacional Yacyretá y su actualización en el resumen ejecutivo del año 2010. Las fuentes primarias utilizadas fueron las entrevistas multisituadas al actor transfronterizo “pasera”, realizadas en dos períodos diferenciados: en abril-mayo de 2009 y en julio-agosto de 2010. También se elaboraron grillas de observación participante para describir los cruces transfronterizos y un cuerpo de fotografías que marcan los cambios espacio-temporales en el área estudiada. En este trabajo, se ilustrarán y analizarán representaciones sociales sobre el espacio transfronterizo que responden, en general, a la lógica del cambio, de la transmutación, del “progreso” y el “desarrollo”, según las palabras de los sujetos entrevistados. Dado que la discusión académica sobre los conceptos “progreso” y “desarrollo” excede los objetivos de este artículo7, estos términos aparecerán vinculados al discurso sobre las grandes obras de intervención urbana –en tanto re-productoras del paisaje urbano– llevadas a cabo por el PTY en las ciudades de Posadas y Encarnación. Nos referimos al paisaje urbano con el fin de poner el acento no en la configuración espacial de la ciudad –que remite a la totalidad– 5 6 7 Estos objetivos, de los cuales se han concretado sólo algunos de ellos, son enumerados en el orden y según su publicación en la página oficial de la Entidad Binacional Yacyretá [en línea] Dirección URL: [http://www.eby.org.ar/]. Consulta: 19 de junio de 2011. El casco histórico de Encarnación, devenido en centro comercial de la ciudad, es conocido comúnmente como “zona baja” por la gente del lugar. Sobre el concepto de “progreso” y su implicancia en la República Argentina, ver Oszlak (1997) y Svampa (1994). Encontramos un resumen del análisis conceptual del término “desarrollo” en Berton (2009) y Carísimo (2011). 204 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales sino al conjunto de objetos que el hombre puede percibir e identificar por medio de sus sentidos de esa configuración, es decir, un sistema parcial y subjetivo (Santos, 1996). 1. Dinámica transfronteriza de las paseras paraguayas: las mercaderías, los circuitos y los cruces Establecer, desde el punto de vista teórico, que el área de frontera de Posadas-Encarnación constituye un área transfronteriza no significa que de por sí conforme un conjunto regional transfronterizo como el caso de Mexamérica (Gondart, Revel-Mouroz, 1995). Expresa, sin embargo, que se comienza a abandonar la perspectiva según la cual las fronteras constituyen áreas de tajante diferenciación, tensión y control cultural, económico y militar (Ciccolella, 1997:59) para transformarse paulatinamente en espacios de transición, de interfase y de contacto. Respondiendo aún a la territorialidad de los controles institucionales fronterizos, creemos que esta área está compuesta a su vez de redes, de relaciones personales, comerciales, profesionales, etc., perteneciendo al mundo de los territorios y al mundo de las redes al mismo tiempo (Badie, 1995:135), con lo cual el área contigua a la línea de demarcación fronteriza en Posadas-Encarnación es transfronteriza en el sentido de que acoge en su seno a un conjunto de relaciones y dinámicas sociales, institucionales y políticas transfronterizas8. En cuanto a la definición de una dinámica de circulación transfronteriza llevada a cabo por las paseras paraguayas entre Posadas y Encarnación, pudimos realizarla gracias a dos instancias de trabajo de campo de los años 2007 y 2009 (Linares, 2010). Debemos aclarar que consideramos que no necesariamente todo lo que “pasa” en esta área puede ser catalogado como “dinámicas transfronterizas”. Desde nuestro punto de vista, existen por un lado las prácticas fronterizas, que son aquello que sucede en el “paso” y en el área transfronteriza y que alimentan, poco a poco, la generación y reproducción de vínculos transfronterizos de toda índole. Compartimos con Grimson (2003) la idea de que estos vínculos no socavan ni destruyen el límite, incluso en algunos casos ponen de manifiesto un reforzamiento de la idea de separación. El contacto en el área transfronteriza no significa ausencia de conflicto, ni hibridación cultural, sino sólo contacto: un campo abierto de posibilidades, interrelaciones, idas y vueltas. Nos referimos a dinámicas sociales transfronterizas sólo cuando las prácticas transfronterizas tengan una cualidad de circulación recurrente, constante, que sean llevadas a cabo siempre por los mismos 8 Ciertos autores, en virtud de la profundidad de los vínculos y lazos transfronterizos (Macias, 2003:24), o en virtud de la perspectiva estratégica con la cual se analice el territorio (Sejas, 2003) proponen el término de “región fronteriza” para hacer referencia a un espacio de dimensiones también imprecisas pero de características más homogéneas a ambos lados de la frontera. Abínzano (2004) propone este término para el tramo fronterizo Posadas-Encarnación basándose en un análisis histórico de los vínculos sociales, políticos y culturales entre las dos orillas. 205 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales sujetos sociales, que construyan lazos transfronterizos de larga data y que generen estrategias de producción social compartidas. Es por estas características que consideramos la actividad de las paseras paraguayas entre Posadas y Encarnación como una dinámica social transfronteriza (Linares, 2010). En líneas generales, estas mujeres provenientes de Encarnación y sus alrededores se despiertan muy temprano y preparan las mercaderías que irán a “pasar” hacia Posadas. Si bien pueden ingresar y egresar a y hacia la Argentina cuantas veces deseen gracias a la modalidad del tránsito vecinal fronterizo, la primera ilegalidad en la cual incurren es que ingresan al país con un fin lucrativo (Sassone, 1988), es decir, que ya sea por cuenta propia o con relación de dependencia, intentarán obtener una ganancia de ese cruce. De esta manera, la práctica de las paseras está ligada al tráfico de bienes a través de la frontera y, sin embargo, no se podría ajustar a las leyes de tráfico vecinal fronterizo (Resolución General 262/98 AFIP, Aduanas y complementarios). El primer lugar, porque las mercancías que ingresan al país no son originarias del Paraguay, es decir, han sido importadas (artículos de cosmética chinos, termos alemanes). En segundo lugar, ingresan al país mercancías prohibidas según el código aduanero, como cigarrillos o bebidas alcohólicas importadas. En tercer lugar, la ley establece un cupo de ciento cincuenta dólares estadounidenses por mes en una sola vez de artículos de consumo no durables, mientras que las paseras cruzan la frontera todos los días. Por estas irregularidades, la dinámica transfronteriza de las paseras es combatida en los puntos de control fronterizo de Posadas, ya sea por la Dirección Nacional de Aduana como por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Animal). El saber circular en el espacio de “transición”, la astucia para evitar los controles es una característica de la actividad de las paseras paraguayas. En reglas generales, dependiendo de las mercaderías a comercializar y de la red de relaciones de cada pasera, ellas manejan una variedad de combinaciones de circuitos que se definen según dos formas de realizar el “cruce”: por medio del ómnibus internacional por el puente o en lancha por los puertos de Posadas y Encarnación. El denominador común entre los diferentes tipos de circuitos es la cotidianeidad: todas las mujeres cruzan la frontera de Posadas-Encarnación diariamente. El tipo de cruce y las mercaderías delinean la estrategia de cada una: hay paseras que sólo “pasan” mercaderías como intermediarias y paseras llamadas “revendedoras”, ya que no sólo pasan sino que también re-venden la mercadería en Posadas. Estos dos tipos de paseras cuentan con saberes específicos como el armado de bolsos, la formación de redes de contacto en cada orilla y el conocimiento de los funcionarios del control aduanero. En general, prefieren cruzar por el puente internacional, dependiendo 206 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de sus contactos. Las paseras que pasan y venden frutas y verduras, además del conocimiento de sus clientes en Posadas, deben evitar el puente internacional, donde la oficina del SENASA impide el ingreso sus alimentos perecederos. Hasta el mes de octubre del año 2009, la primera y más importante decisión residía en si se cruzaba por el puerto o por el puente, y la simple posibilidad de elección de vía de comunicación era garantía de un trabajo de subsistencia para estas mujeres. Luego, en Posadas, las estrategias y los espacios urbanos frecuentados siempre variaban según las mercaderías transportadas y los circuitos específicos de comercialización, es decir, según se pudiera o no armar puestos en la calle, según las relaciones sociales con vecinos, según se vendiera casa por casa o se trabajase simplemente de intermediaria con los puestos del Mercado Modelo. Estas opciones de cruce fronterizo cambiarán totalmente a partir de fines del año 2009. Las obras del plan de terminación Yacyretá provocaron una serie de transformaciones físicas en el espacio transfronterizo que repercutieron en la vida de las paseras paraguayas. La suba de las aguas del río Paraná inundó barrios enteros en ambas orillas, anegó el puerto de Posadas y desvió las vías de comunicación entre los mercados de Encarnación y de Posadas. Entre la primera entrevista a una de las paseras paraguayas (Paola) en abril del 2009 y la segunda en julio del 2010, su mundo había cambiado y, según ella, nuestra investigación también: “Lo que usted hace ya es historia, ahora no hay más puerto, no hay más trabajo, es parte del pasado”. 207 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 2. Plan de terminación Yacyretá: antecedentes y objetivos Después de muchos años de obras, demoras y negociaciones, la empresa binacional Yacyretá lanza el PTY como la etapa final para la puesta en marcha al 100% de la central hidroeléctrica Yacyretá. Las relaciones bilaterales entre Paraguay y Argentina con el fin de construir la represa se remontan a 1958, cuando los dos países firman un convenio para analizar la posible obtención de energía de los Saltos de Apipé. En 1964 se presentó el informe técnico y financiero del anteproyecto de Yacyretá, en el mismo año que se firmaba el acuerdo de Itaipú entre Brasil y Paraguay (Levinton, 2010:165). Según algunos autores, el presidente de facto general Onganía consideró preocupante la construcción de la represa de Itaipú, por lo que impulsó convenientemente el proyecto de Yaciretá y en 1967 firma, junto con el presidente de facto paraguayo Stroessner, un compromiso para su futura ejecución (Ribeiro, 1999). A partir de 1973, las relaciones entre Argentina y Paraguay mejoraron debido a la posición integracionista del presidente argentino Perón y de su amistad con el dictador Stroessner (Levinton, 2010:169). El 3 de diciembre de 1973 se firma el Tratado de Yacyretá, el cual prevé la formación de la entidad binacional Yacyretá (EBY), que en septiembre de 1974 establece sus oficinas centrales en Asunción y Buenos Aires. Con respecto a su ubicación geográfica, la represa de Yacyretá está emplazada sobre el río Paraná, entre los Estados de Argentina y Paraguay, en los márgenes se encuentran las ciudades de Ituzaingó, provincia de Corrientes (Argentina) y Ayolas, departamento de Misiones (Paraguay), respectivamente, a unos cien kilómetros de las ciudades de Posadas y Encarnación, aproximadamente. El proyecto original preveía la inundación de forma permanente de ochenta mil hectáreas en Paraguay y treinta mil hectáreas en Argentina (Simoe, 2003:2). En cuanto a la suba de las aguas del río Paraná, en junio 1994 comenzó el proceso de llenado del embalse de la represa hasta la cota 76 msnm y se inauguró la central hidroeléctrica de Yacyretá con la puesta en funcionamiento de la unidad de generación N° 1 (Levinton, 2010:122). El llenado fue realizado gradualmente mientras se ponían en marcha las obras complementarias de diversos planes9, de los cuales el más importante –y el que logró el mayor financiamiento– fue el PTY, firmado en el año 2003 (Simoe, 2003). Recién en marzo del 2011 se llegó a la cota definitiva de 83 msnm, inundando grandes áreas (Figuras 1 y 2) y permitiendo la producción de energía en la mayor capacidad instalada de la presa. Los objetivos del PTY –nombrados en la introducción de este trabajo– se deben lograr mediante una serie de obras, dependiendo de 9 El PISMA (Plan de Infraestructura Social y Medio Ambiental), el PMMA (Plan de Manejo de Medio Ambiente) y el PARR (Plan de Acción para el Reasentamiento y la Rehabilitación) fueron planes que originarían importantes modificaciones en la trama urbana, observables tempranamente sobre todo en la ciudad de Posadas. 208 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales la naturaleza de cada objetivo. Los objetivos que más importan para este trabajo, por su incidencia en los espacios de vida urbanos de las paseras paraguayas, son los últimos dos: el tendiente a reponer las obras de infraestructura afectadas por la inundación (rutas, puentes, puertos, vías férreas, etc.) y el que busca “recomponer la trama urbana de Encarnación y Posadas”. Este último objetivo se llevó a cabo con planes posteriores, como por ejemplo el proyecto ejecutivo del tratamiento costero (PTC), ganado por licitación por una consultora con sede en Buenos Aires para la planificación, dirección y construcción de las obras complementarias y defensa costera para la ciudad de Posadas dentro del PTY (Millán, 2010). Estas obras de intervención urbana incluyen: inundación (incluido los puertos de pasajeros de ambas ciudades) y planificación urbana de las áreas costeras de Posadas y Encarnación –mediante convenios con la Corporación Puerto Madero (Carísimo, 2011)–, construcción de avenidas costaneras en Posadas y Encarnación, construcción de nuevas zonas comerciales en Encarnación, etc. Fig. 1: Posadas y Encarnación antes del embalse. Fig. 2: Las ciudades una vez alcanzada la cota 83 msnm. Fuente: Empresa Binacional Yacyretá, 2010. Elaboración propia. 3. Nuevos territorios, nuevos desafíos para la dinámica transfronteriza de las paseras paraguayas. Principales resultados y conclusiones A partir de la puesta en marcha del PTY, la fisonomía de la costa posadeña fue transformada: los antiguos habitantes del área costera –tradicionalmente un área humilde– fueron relocalizados y, en lugar de las casas portuarias de madera, se construyó la avenida costanera como un espacio público y se habilitó la construcción de restaurantes, hoteles, edificios y casas de lujo, transformando el antiguo barrio popular 209 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales portuario en un espacio público “moderno”, de paseo y de consumo destinado a la clase media alta de Posadas (Barreto, 2004). Dentro de este cambio, el puerto de Posadas fue inundado e inutilizado a mediados del año 2009 y las vías de comunicación con el Mercado Modelo –a unos cuatrocientos metros del puerto hacia el centro de Posadas– dejaron de ser transitadas por el constante ir y venir desde el puerto al mercado. El Mercado Modelo, centro de compra-venta que estaba vinculado a Encarnación por dos vías de comunicación, el puente internacional y el puerto, quedó así semi-aislado y enfrentando un futuro incierto, ya que el PTY aspira a su relocalización10. En la otra orilla, las perspectivas para los habitantes costeros no fueron mejores. En Encarnación, la inundación hizo desaparecer en su totalidad el casco histórico de la ciudad y, junto con él, el puerto de Encarnación y el barrio comercial de la “zona baja” (Figura 3). Con un margen recuperado por la defensa costera, se está construyendo una avenida costanera de doce kilómetros que contará con espacios de recreación e incluso un balneario (Carísimo, 2011). La actividad comercial que se desarrollaba en la zona baja de la ciudad fue trasladada casi en su totalidad a un predio construido exclusivamente para tal fin a unos doscientos metros de la cabecera paraguaya del puente Internacional y el recorrido del ómnibus internacional ha cambiado para llevar a los pasajeros directamente a la zona de compras (Figura 4). Fig. 3: Inundación en la “zona baja”. Fig. 4: Nuevo barrio comercial. Encarnación 2010. Fotos de la autora. El aumento del nivel de las aguas hasta la cota de 83 msnm es un hecho inexorable e insoslayable, que ayuda a “naturalizar” y justificar las intervenciones urbanas realizadas (Millán, 2010). Sin embargo, los cambios realizados en Posadas responden, además de a la lógica del “progreso” y “desarrollo” económico consecuente de la central y del consiguiente nuevo lugar ocupado por la ciudad a nivel regional (Millán, 2010), a un objetivo de segregación social de los sectores pobres de la ciudad. De 10 Según entrevistas realizadas a diferentes arquitectos especializados en planificación urbana en Posadas y en las obras de la EBY: Arq. Borio (Subsecretaria de Ordenamiento Territorial de la provincia de Misiones), Arq. Cabral (empresa binacional Yacyretá) y Arq. Cabassi (empresa binacional Yacyretá). 210 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales esta manera, la opción por “dar la cara al río” o el interés de proyectar el centro de Posadas sobre el eje costero ya no responde a las actividades productivas presentes en el Plan Posadas de 1972 (Jaume, 1991), sino en “aumentar el valor del suelo, construir nuevos edificios en altura y habilitar el uso del suelo para las actividades comerciales y de servicio” (Millán, 2010:256), sin tener en cuenta el orden socio-espacial anterior a las reformas. Por esta razón, los conflictos sociales desencadenados a partir de las llamadas “relocalizaciones” no sólo alcanzaron a las familias sujetas a desalojos sino a una serie de actividades productivas ligadas al río y al intercambio, como pescadores, lavanderas, paseras, etc. A principios del año 2010, la actividad de los distintos tipos de paseras había cambiado. El puerto de pasajeros de Posadas y de Encarnación estaba bajo el agua y de la zona comercial baja de Encarnación ya no quedaba rastro alguno. Las paseras “verduleras” ya no podían ir a Posadas diariamente: al no existir más el puerto estaban obligadas a cruzar por el puente internacional, donde los funcionarios del SENASA imposibilitaban el ingreso de productos perecederos de sus huertas y chacras. Algunas de ellas, como Paola, se aventuraban aún unos dos o tres días por semana con sus verduras. Lidia debió comenzar a trabajar “por el puente”, pero no le resulta fácil: “ahora que no está la lancha es difícil para trabajar ahí por el puente no pasamos, algunas veces si tenés suerte pasamos bien si no mandamos todo de vuelta y no trabajamos.” Esta sensación es compartida: el cruce es para las “verduleras” cada vez más difícil. Pero, además, se suma la pérdida de referencia espacial de todas las paseras con la desaparición de la zona baja de Encarnación, donde compraban, armaban sus bolsos, almorzaban, etc. Agustina dice que “en la zona baja no hay nada para hacer, es un desastre”. Margarita, que tenía un puesto como “mesitera”11 en la zona baja, no fue censada en el año 2007 dado que por problemas de salud estaba en su casa y no pudo trasladarse a la nueva zona comercial. Se quedó sin trabajo y debe “trabajar” como pasera porque “ya no puedo quedarme a esperar (la autorización para trabajar en la nueva zona comercial) y no quiero trabajar otra vez de empleada doméstica, ya no quiero…”. Y Lorena sigue trabajando en su puesto de verduras en Posadas, “pasa” de a poco sus mercaderías y aún sobrevive. Pero en su vida doméstica, la han re-localizado por las obras de la zona baja y no le han asignado una casa para ella y sus doce hijos, por lo que vive con la familia de su hermana en condiciones de hacinamiento. Las paseras entrevistadas dicen comprender para qué sirven las grandes obras, pero comparten la idea de que tanto las obras de caminos, los nuevos barrios así como el Mercosur “son para los grandes, para los que tienen plata y son ricos, no son para nosotras, las hormiguitas”. Con un español aprendido como segunda lengua, una pasera anónima 11 La actividad de los “mesiteros” consiste en armar mesas de venta en las veredas céntricas urbanas. 211 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales expresa su descontento: “Las cosas están peor que antes, digo yo. Eso (por las obras, el puente, el Mercosur) fundió nuestro país... a los pobres los fundió. Y nosotros somos pobres. Fundió a nosotros”. La sensación que prima entre las paseras es la del “recorte”: pueden continuar haciendo su trabajo, pero ya no por la zona baja de Encarnación, ya no por la lancha, ya no sin los estrictos controles del puente, ya no por la costanera hasta llegar al Mercado Modelo. El territorio de su circulación laboral ha sido recortado, “limpiando” espacios amplios de la ciudad de la presencia de las paseras. Estos cambios son vivenciados con un gran sentimiento de “ajenidad” y desconcierto. Algunas paseras, sin saber leer ni escribir, declaran que les resulta muy difícil ir a preguntar a la sede de la empresa binacional Yacyretá por la situación de su expediente, por lo cual dicen desconocer si habrá y cuándo un nuevo servicio de lanchas, si les darán las casas prometidas, si podrán acabar con el hacinamiento y la precariedad. Mientras otros sectores de la sociedad encarnaceña y posadeña se organizan para reclamar por sus derechos (Figuras 5 y 6), las paseras continúan su circulación intentando sortear los nuevos escollos, rogando pasar desapercibidas. La resignación con la cual afrontan diariamente los controles fronterizos y la posibilidad de perder sus mercaderías se traslada a los recortes en su circulación “laboral” cotidiana. Fig. 5: “El progreso es muy lindo pero no a costa de nuestras vidas y sufrimiento”, manifestación de los relocalizados del barrio El Brete de Posadas, año 2007. Fig. 6: “Encarnación S.O.S. nos ahoga la EBY”, pintada anónima en zona baja de Encarnación, año 2010. Fotos de la autora. Para terminar, diremos que para el año 2009 las obras del PTY –que traerían el “desarrollo” y el “progreso” en ambas orillas del río Paraná– se hicieron visibles modificando el espacio fronterizo y comenzaron a formar parte de las representaciones de las paseras paraguayas sobre su territorio. Además de los controles cotidianos en el paso fronterizo (Linares, 2010), a las paseras se les suma una nueva preocupación y un nuevo problema a solucionar: el recorte territorial de su vida cotidiana, donde está incluido el trabajo entre las ciudades de Posadas y Encarnación. 212 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Porque como bien afirma Carísimo (2011), la escala supranacional e internacional de las obras de infraestructura energética puede mostrar las matrices de desarrollo regional. Pero estas obras tienen una dimensión definida en términos espacio-temporales en donde es posible problematizar la cotidianeidad de esas matrices. En ese sentido, el espacio de vida de las paseras paraguayas ha sido atravesado de manera abrupta por las materializaciones de las matrices de desarrollo imperantes en el área, matrices de las cuales, además, se sienten inevitablemente excluidas. El recorte territorial de su espacio vivido es una muestra de este sentimiento de exclusión, el cual manifiestan con resignación pero no sin tensión. La suma de sentimientos negativos con respecto a la posibilidad de subsistencia establece dudas sobre la capacidad de “resiliance” frente a los cambios vividos por las paseras paraguayas. Mientras desde la dimensión internacional las obras del PTY están generando un tipo de desarrollo económico del área transfronteriza, desde la dimensión microsocio-territorial este mismo desarrollo recorta el espacio transfronterizo de la dinámica de las paseras paraguayas. Referencias Abínzano, R. (2004). “Regiones de Frontera: procesos transfronterizos y de integración”. En Cuadernos de Frontera. 1 (1). Posadas: Universidad Nacional de Misiones. Badie, B. (1995). La fin des territoires. Esssai sur le désordre internacional et sur l´utilité sociale du respect. Paris: Fayard. Barreto, M.A. (2004). Transformaciones de la vida urbana de Posadas y Resistencia a fines de los años ‘90. Un estudio sobre la dimensión simbólico-ideológica del espacio urbano político. Tesis de Doctorado en Antropología. Universidad Nacional de Misiones. Berton, G. (2009). “Apreciaciones conceptuales del término “desarrollo”. En Revista Huellas, (13): 192-203. Carísimo, A. (2011). “Transnacionalidad en situación de frontera: trayectorias de las políticas desarrollistas en Paragua”. En: IX RAM Culturas, Encontros, Desigualdades. Curitiba, 10 al 13 de julio. Ciccolella, P.J. (1997). “Redefinición de fronteras, territorios y mercados en el marco del capitalismo de bloques”. En Castello et al. Fronteiras na América Latina. Espaços em transformação. Porto Alegre: Ed. Universidade. Di Meo, G. (1998). Géographie Social et territoires. Paris: Nathan. Fantín, M.A. (2006). “Analogías y diferencias sociodemográficas de la región fronteriza argentino-paraguaya. 2001-2002”. II Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población. Guadalajara. 213 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Gondart, P. y J. Revel-Mouroz (1995). La frontière Mexique-Etats-Unis. Mutations économiques, sociales et territoriales. Paris: Éditions de l’IHEAL. Grimson, A. (2003). “Los procesos de fronterización: flujos, redes e historicidad”. En Fronteras. Territorios y metáforas. Medellín: Hombre Nuevo Editores. Jaume, F. (1991). Conformación histórica de una sociedad regional. Urbanización, Economía Informal y Marginalidad en la Provincia de Misiones. Documento PROBUR. Posadas. Levinton, R., (2010). Yacyretá: una nueva significación. La relación entre espacio y sociedad como consecuencia de la implantación de un megaproyecto. Buenos Aires: Ed. Entidad Binacional Yacyretá. Linares, M.D. (2010). “Prácticas comerciales fronterizas de las mujeres paraguayas “paseras” en la ciudad de Posadas, Argentina”. En Contribuciones Científicas GAEA, (22): 327-338. Macias, M-C. (2003). Étude géographique des mutacions du commerce de détail au Mexique. Le cas de la Frontière Nord et de la Ville de Tijuana: exception ou Modèle précurseur? Paris: Université de Paris III - Sorbonne Nouvelle. Millán, M. (2010). “La figuración del frente costero para la ciudad de Posadas”. En Polis, Revista de la Universidad Bolivariana, 9 (27): 243267. Oszlak, O. (1997). La formación del Estado argentino. Orden, progreso y organización nacional, Buenos Aires: Planeta. Ribeiro, G. L. (1999). Capitalismo Transnacional y Política hidroenergética en la Argentina. La represa de Yacyretá. Posadas: Editorial Universitaria de Misiones. Santos, M. (1996). Metamorfosis del espacio habitado. Barcelona: Oikos. Schiavoni, L. (1993). Pesadas cargas, frágiles pasos. Transacciones comerciales en un mercado de frontera. Posadas: Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos y Editorial Unviversitaria. Sejas, L. (2003). “Espacios territoriales en la integración fronteriza de argentina con los países del MERCOSUR, an Asociación civil Amesur”. [en línea] Dirección URL: [http://www.amersur.org.ar/index.htm]. Consulta: 10/03/08. Simoe, N. (2003) “Proyecto Yacyretá: un largo y complejo proceso de reasentamiento”. En Forum Técnico: reassentamento involuntario. CDRom. San Salvador de Bahía: Banco Mundial. Svampa, M. (1994). El dilema argentino: civilización o barbarie. De Sarmiento al revisionismo peronista. Buenos Aires: El cielo por asalto. 214 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En la frontera de los nombres. Satolep y Passo de Guanxuma, ciudades de la ficción rioplatense Graciela Esther Ferraris [email protected] Resumen El presente trabajo forma parte de mi investigación sobre la emergencia de ciudades en la ficción latinoamericana, en el espacio configurado en torno de la cuenca de un gran río como el de la Plata. La cartografía así diseñada abarcaría parte del territorio argentino, el Uruguay y sur de Brasil, comprendiendo la llamada “comarca platina”, en cuya literatura surgen las ciudades brasileñas de Satolep y Passo da Guanxuma, y la uruguaya Lavanda. Dichos espacios pertenecen a la obra de Vitor Ramil, Caio Fernando Abreu y Juan Carlos Onetti, respectivamente. Este trabajo es un recorte del análisis de los nombres de esas ciudades y, aunque brevemente aluda a las otras dos, solamente tratará de la ciudad de Satolep, dado que el concepto de simetría especular de la semiótica de la cultura, de Iuri Lotman, permite dar cuenta del mecanismo de generación de nuevos sentidos que se advierte en el nombre-palíndromo, anagrama de Pelotas, ciudad sureña donde nació el escritor y músico brasileño Vitor Ramil, autor de la novela homónima Satolep, de 2008. “Si de nuevo me tocara elegir para nacer elijo el sitio escondido, tan chatito y tan perdido que en el mapa no se ve”. A la ciudad de Montevideo, Daniel Amaro Este trabajo corresponde a la investigación tendiente a realizar una tesis de posgrado en Culturas y Literaturas Comparadas. Trata de la emergencia de tres ciudades ficcionalizadas en el contexto de la literatura del sur de Brasil y de Uruguay, en el diálogo que establecen entre sí y con otros espacios similares del ámbito rioplatense, como las orillas borgeanas y la “zona” saeriana. Estas ciudades, creadas por Caio Fernando Abreu, Juan Carlos Onetti y Vitor Ramil, son en la ficción Passo da Guanxuma, Lavanda y Satolep, y corresponden a las de Santiago, Montevideo y Pelotas respectivamente. Rioplatense alude al espacio configurado en torno a la cuenca del Río de la Plata, donde confluyen dos grandes río como son el Paraná y 215 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales el Uruguay; así, esta “comarca platina” abarcaría, en términos de Iuri Lotman, una semiosfera, concepto de la semiótica de la cultura, que significa leer dicho espacio como un sistema cultural complejo, donde se produce una interrelación de textos. Pensadas estas ciudades como textos de la cultura, podemos considerar los otros textos que circulan en ellas como son la milonga, el tango, el chamamé, un sustrato guaraní, una tradición gauchesca, antepasados africanos esclavizados y los puertos de Montevideo, Pelotas, Buenos Aires. Se podría decir que proponen una cartografía “otra” instaurada más allá de las fronteras geopolíticas establecidas, por lo que abarcan un mapa cultural mayor. Este trabajo intenta un análisis de los nombres de estas ciudades, en cuya emergencia se establece una serie de juegos especulares en los que comparten ciertos rasgos unas y otras, y rara vez las tres: dos ciudades son puerto, dos son provincianas, dos crean un territorio de ficción donde colocan un ciclo de relatos, dos son narradas desde la ciudad misma por un narrador con nombre. La especularidad desde la noción de simetría especular que “crea las necesarias relaciones de diversidad estructural y semejanza estructural que permiten construir relaciones dialógicas” (Lotman, 1996:37), aporta sus consideraciones respecto del nombrepalíndromo de Satolep, que es el tema que nos ocupa. Los nombres “Cada ciudad es un montón de piedras y de sueños”. Murga Agarrate Catalina, Carnaval 2010 En el contexto de la semiótica de la cultura, se distinguen las culturas orientadas al pensamiento mitológico de las que se orientan hacia un pensamiento no mitológico, entendiéndose a las primeras como “orientadas a los nombres propios”. Lotman y Uspenski, (2000) consideran a los nombres propios como un subsistema que, en la lengua natural, forman una “capa especial que puede ser sometida a cambio y regulación consciente, o artificial, por parte del portador de la lengua”. Mientras los desplazamientos semánticos internos se desarrollan de forma gradual en la lengua natural, el lenguaje de los nombres propios se mueve como “una cadena de actos conscientes y tajantemente delimitados unos de otros, de denominación y de redenominación” (Lotman y Uspenski, 2000). En el acto fundacional de otorgarle nombre a la ciudad creada en el contexto de la literatura rioplatense vamos a considerar aquí, en primer lugar, a las tres ciudades objeto de estudio, aunque después nos centraremos en Satolep. En todos los casos, sus nombres en la ficción han conservado la estructura del nombre que poseen en su dimensión real, dado que todas ellas tienen un referente real que es la ciudad natal del autor que les dio vida en la ficción. De esta manera, se mantuvo el sustantivo propio único en Lavanda, que corresponde a Montevideo, y en 216 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Satolep, referencia a Pelotas; y el sustantivo seguido de un modificador directo calificador como es Passo da Guanxuma, en alusión a Santiago do Boqueirão, como era denominada la ciudad natal de Abreu cuando él escribió sus textos sobre el Passo; en la actualidad se la denomina Santiago. Lavanda “Aquella primavera llegó sin el aviso creíble de una tormenta. Lavanda se convirtió en una ciudad donde las calles eran túneles de viento y el paso hacia el verano fue marcado por fríos injustos y chubascos repentinos”. Cuando entonces, Juan Carlos Onetti El escritor uruguayo Juan Carlos Onetti funda, en algún lugar del Río de la Plata, la mítica ciudad de Santa María, espacio donde se desarrolla gran parte de su obra. De límites imprecisos y ligeras variaciones entre un texto y otro, la ciudad nacida en 1950, en la novela La vida breve, tiene algo de Montevideo, mucho de Buenos Aires y un poco del Rosario uruguayo. El autor construye una saga donde en cada novela relata parte de la historia de la ciudad y de sus habitantes aunque modifica ciertos datos y espacios. Pero en Dejemos hablar al viento (1979) Onetti inaugura otro espacio ficcional, adonde el sanmariano Medina llega para alejarse de un pasado oscuro. Separado de Santa María por una crisis de orgullo, andaba, más o menos era, entre los habitantes de Lavanda con un poder de separación, de crítica, paciencia y entrega que me hizo feliz o no sufriente durante muchos meses [...]Nada tenía yo que ver con los lavandianos (Onetti, 1979:37-8). En Lavanda transcurre solamente la primera parte de esa novela y, con muy pocas referencias, será también el escenario donde se encuentren los dos personajes de Cuando entonces (1987), el periodista lavandiano anónimo que conversa con su jefe, el porteño Luis Lamas. Lavanda es, sin dudas, la ciudad de Montevideo, lugar de nacimiento de Onetti, quien juega con la fonética del nombre que, en tiempos del virreinato del Río de la Plata, tuvo el actual territorio uruguayo: La Banda Oriental, denominación espacial que alude a una de las márgenes de ese “río sin orillas”, según lo bautizara Juan José Saer. Así como en Santa María, inspirado en el nombre completo de la ciudad de Buenos Aires –Santa María del Buen Ayre- se habla del río, Medina destaca que la parte sur de la casa donde estaba en Lavanda daba “frente al río que llamaban mar” (Onetti, 1987:95). Otros lugares de la capital uruguaya son mencionados en esa primera parte de la nouvelle, como la plaza Cagancha y la cervecería Munich. Hacia el final de Cuando ya no importe, última novela escrita por Onetti (1993), cuyas acciones transcurren en la 217 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ciudad de Monte –por Montevideo–, se menciona que “hay en esta ciudad un cementerio marino más hermoso que el poema”, refiriéndose al poema de Paul Valery y al cementerio del Buceo, barrio montevideano. Passo da Guanxuma “Isso é o que se conta, o que se diz, o que se vê e não se vê, mas se imagina do Passo”. Caio Fernando Abreu La ciudad de Passo da Guanxuma, creación de Caio Fernando Abreu, apareció por primera vez en 1984, en el cuento “Uma praiazinha de areia bem clara, ali na beira da sanga”, que integró el libro Os dragões não conhecem o paraíso, publicado en 1988. En él se relata el asesinato de Dudu Pereira a manos del narrador, motivo por el cual habría quedado imposibilitado de regresar al Passo y debe resignarse a evocarlo desde la gran ciudad, aparentemente San Pablo, donde se encuentra viviendo. A partir de entonces, el Passo comienza a aparecer en otras historias hasta que “assumi a cidade, um pouco como a Santa Maria de Juan Carlos Onetti” como lo indica Abreu en el prólogo de su “Introdução ao Passo da Guanxuma”, cuento de 1990 que pudo haber sido el primer capítulo de una novela sobre esta ciudad; proyecto no concretado. En este texto, Abreu establece la cartografía del Passo da Guanxuma gracias a la que es posible inferir la referencia a su Santiago natal. Por quatro pontos pode-se entrar ou sair do Passo da Guanxuma. Vista de cima, se alguém a fotografasse –de preferência numa daquelas manhãs transparentes de inverno, quando o céu azul de louça não tem nenhuma nuvem e a luz claríssima do sol parece aguçar em vez de atenuar a navalha do frio solto pelas ruas, com o aglomerado das casas quase todas brancas no centro, em torno da praça, e as quatro estradas simétricas alongando suas patas sobre as pontas da Rosa dos Ventos [...] a cidade se pareceria exatamente com uma aranha na qual algum colecionador tivesse espetado um alfinete bem no meio, como se faz com as borboletas, no ponto exato em que as quatro estradas se cruzariam, se continuassem cidade adentro, e onde se ergue a igreja (Abreu, 1990:64-5). Una de las patas de esa araña con que representa el plano de la ciudad es la salida este, o de los plátanos, que lleva hacia Porto Alegre; hacia el norte es la salida que lleva a los “lajeados” y la “sanga de Caraguatatá” por donde vive La Morocha, una paraguaya de Encarnación; la salida sur hacia la pampa y el Uruguay, atravesada de cuchillas, y finalmente la salida oeste o las arenas que llevan rumbo a la frontera con la Argentina. La estructura del nombre –Passo da Guanxuma– mantiene la misma de su referente real Santiago do Boqueirão, un nombre común junto a otro en construcción predicativa. El sustantivo “passo”, entre otras acepciones, sugiere un desfiladero. Y éste es uno de los significados de 218 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales “boqueirão” en el estado de Rio Grande do Sul1, de donde es oriundo Abreu. Hacia el final del texto se explica el porqué de ese nombre: de todo lo que se dice y se cuenta del Passo, lo más real ...salpicadas entre as quatro patas da aranha –no meio dos girassois do leste, à beira dos lajeados ao sul, pelos descampados do norte e até mesmo entre os vãos mais sombrios das areias a oeste–, o que mais tem em qualquer tempo de seca ou aguaceiro, calorão ou friagem, são touceiras espessas de guanxuma (Abreu, 1990:73). La planta de guanxuma es la que posibilita que, pase lo que pase en la vida de los habitantes del Passo, nadie sufrirá de dos males: de disturbios estomacales ni de polvo acumulado, ya que los dos usos de la Guanxuma son un té digestivo con sus hojas y escobas con sus ramas. Abreu completa con esa planta la idea de limpieza que, según el narrador del Passo da Guanxuma, conlleva la pequeña ciudad cercana a la frontera argentina, la representación de ese lugar que es también la del tiempo pasado, de infancia y adolescencia, es de claridad, luz, vida ...foi quando olhei para o espelho que vi o calendário ao lado e aí me veio esse peso no coração, essa lembrança do Passo, de setembro e de você. Quando pensei setembro, pensei também numas coisas meio babacas, tipo borboletinhas esvoaçando, florzinhas arrebentando a terra, ventanias, céu azul como se fosse pintado a mão [...] Agora olhei pela janela. A janela do meu quarto dá para os fundos de outro edifício, fica sempre um ar cinzento preso naquele espaço. Um ar grosso, engordurado. Se você estivesse aqui veria uma porção de janelinhas de banheiro [...] Sempre olho para cima, para ver o ar cinzento entre a minha janela e o paredão do outro edifício que se encomprida até misturar com o céu. Feito uma capa grossa de fuligem jogada sobre esta cidade tão longe aí do Passo e de tudo que é claro, mesmo meio babaca (Abreu, 2005:75-6). Satolep “Eu existo em Satolep E nela serei pra sempre O nome de cada pedra E as luzes perdidas na neblina” Satolep, canción Satolep surgió originalmente en el contexto de una canción autobiográfica2 en que Ramil presenta a toda su familia y habla de su realidad situada en la ciudad de Satolep. Según él, en esa época acostumbraba a “jugar” con las palabras diciéndolas en sentido inverso y así, entre muchas otras, apareció Satolep, anagrama de Pelotas, lugar natal de Ramil, en Rio Grande do Sul. Podríamos pensar también en el propósito de la métrica, la musicalidad, la fonética que produce en 1 2 Boqueirão: RS. Salida amplia hacia un campo, después de un camino estrecho o un desfiladero. Novo Dicionário Aurélio da Língua Portuguesa, p. 274 (traducción propia). “Satolep”, incluída en el disco A paixão de V segundo ele mesmo (1984). 219 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales portugués pronunciar Satolep agregando el sonido “i” al final, lo que da por resultado una palabra de cuatro sílabas, es decir que le agrega una al nombre de la ciudad referente, Pelotas. A partir de entonces, Ramil hablará de Satolep siempre que tenga que referirse a Pelotas, y finalmente después de casi una década concretará la publicación de una novela homónima donde el gran protagonismo lo tiene la ciudad. En Satolep el fotógrafo Selbor3 retorna el día en que cumple treinta años y se encuentra con personajes reales de la historia pelotense como el escritor João Simões Lopes Neto, el poeta y periodista Francisco Lobo da Costa y el cineasta Francisco Santos (autor de una de las primeras películas de ficción de Brasil). El primer lugar que visita Selbor de vuelta en Satolep es el emblemático café Aquarius que, debido al frío exterior, tiene todos los vidrios de sus ventanas empañados; y en uno de ellos escribe su nombre Sem incomodar ou ser incomodado, caminhei até uma mesinha junto à vidraça; tirei o sobretudo, pendurei o chapéu e me sentei. Pedi uma garrafa de vinho tinto. Adulto, anônimo, recém-chegado, ali estava eu. Era significativo e divertido. Não pude resistir: servi-me de vinho, bafejei no vidro embaciado e nele escrevi meu nome, não o nome dado por meus pais, mas este que adotei ao ir embora de Satolep [...] Depois ergui a taça na direção do vidro e ofereci um brinde à minha alma, devidamente rebatizada na noite de seu ressurgimento (Ramil, 2008:36). En el ritual que cumple Selbor de escribir sobre un vidrio empañado su nombre, y que es visto desde afuera por otro personaje, se constata la inversión de su propio nombre (¿Selbor/Robles?); podríamos considerar que en esa operación hay algo más del simple hecho de darle otro ordenamiento a las letras “Vista do lado de fora, a palavra não fazia sentido, tinha letras ao revés, o senhor parecia tentar me dizer alguma coisa e…” (Ramil, 2008:38). Selbor oculta su nombre al lector, apenas lo sugiere, no sabemos cuál es el nombre dado a él por sus padres ni cuál dejó escrito sobre un vidrio, en el interior de un ambiente, que leído desde afuera será su reflejo, su imagen en espejo y, al igual que su ciudad, se nos presenta como un nombre palíndromo. Satolep corresponde a Pelotas, la ciudad creada en la ficción se nos muestra como el reflejo de la ciudad real, en un juego de espejos. Esa simetría le confiere un nuevo sentido dado que “ambas partes son especularmente iguales, pero son desiguales cuando se pone una sobre otra, o sea, se relacionan entre sí como derecho e izquierdo” (Lotman, 1996:36) y esa simetría especular es la que cambia el funcionamiento del mecanismo semiótico, como lo hace el palíndromo. Lotman menciona en su teoría el caso del palíndromo chino y del ruso 3 Selbor estuvo inspirado en un fotógrafo que realmente existió y documentó la ciudad de Pelotas a comienzos del siglo XX. Sus fotos, publicadas en el Álbum de Pelotas (1922), organizado por Clodomiro Carriconde, sirvieron de punto de partida para la historia. 220 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales y concluye que “el palíndromo activa las capas ocultas de la conciencia lingüística y no carece de sentido, sino que tiene muchos sentidos (Lotman, 1996:39). Este palíndromo –Satolep– además aparece como una irrealidad que, al mismo tiempo, se aleja y se acerca de Pelotas hasta no poder deslindarse de su referencialidad. La novela Satolep recrea parte de una parte de la historia de Pelotas, y presenta también algunos vestigios de su pasado esclavista, fueron los esclavos quienes levantaron la ciudad, pusieron en pie castillos, palacetes y teatros, además de moldear las piedras que cubren sus calles. Pelotas se tornó un pujante centro económico y cultural, que benefició a una oligarquía blanca de origen europeo. La “Princesa do Sul”, como fue su apodo en tiempos de esplendor, se expandió gracias a las fortunas que se amasaron con el trabajo en los saladeros, o las denominadas “charqueadas”. También allí fueron los esclavos quienes tuvieron todo el protagonismo en la dura tarea como matarifes, carneadores y saladores para la preparación del charque. Como en la canción Satolep, que comienza con el nombre de la ciudad para después situar en ella las acciones narradas a posteriori, sucederá en Joquim4, el siguiente disco grabado por Ramil, donde se cuenta la historia de Joaquim Fonseca (1909-1968), mecánico e inventor pelotense, quien a partir de 1920 y hasta 1940 construyó diferentes máquinas, entre ellas dos aviones. Uno de los principales rasgos de su trabajo fue el carácter de autodidacta en su planeamiento de maquinarias, por lo que fue considerado pionero en el contexto de la construcción aeronáutica de Brasil y el primer aviador “gaúcho”. Aun así, a pesar de la repercusión que tuvo en la época este hecho, el nombre de Fonseca pasó a formar parte del olvido y la invisibilidad, de donde Ramil intenta rescatarlo a través de su creación. En lo sucesivo, la obra de este compositor irá tomando los visos de unidad que tendrán a la ciudad de Satolep como escenario, según una representación de este autor, quien la lleva a la literatura en su nouvelle Pequod (Ramil, 1995), más tarde en el concepto del disco Ramilonga (1997), en el ensayo Estética do frio (2004), en el título de su disco Satolep-Sambatown (2007) y finalmente en la novela Satolep, de 2008 donde la ciudad es la principal protagonista. La historia de Pelotas contada por sus personajes marginados de la sociedad floreciente de finales de siglo XIX y comienzos del XX, aunque sin precisar la fecha exacta y cometiendo algunos anacronismos intencionales, tuvo como genotexto el Álbum de Pelotas, de 1922, de supuesta autoría de Brisolara, fotógrafo pelotense. A esas fotografías Ramil les escribió pequeños textos que más tarde fueron superados por narraciones más abarcadoras, dando lugar a una novela sobre ese espacio mítico. Esos textos corresponden a páginas de color negro donde diferentes voces dan cuenta de aspectos y sucesos 4 “Joquim”, canción incluida en el CD Tango (1987, reeditado en 1996). 221 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de Satolep, el resto de las páginas son blancas, e intercaladas con las anteriores, relatan la historia de Selbor, quien un día, después de varios años de ausencia, retorna a su ciudad, y se propone salvar de ella lo que podría convertirse en ruinas. Paralelamente y en la realidad, existe un intento en Ramil por rescatar y preservar la memoria de la ciudad, que ya se evidenciaba en la canción dedicada al inventor Joaquim Fonseca y se manifiesta en toda la novela Satolep. Los personajes que escribieron la historia de Pelotas pero que hoy no figuran en su historia o quedaron en sus bordes, son los que protagonizan los hechos en Satolep. “Só um espelho torto reflete a realidade”. Pequod, Vitor Ramil En su ensayo El río sin orillas (1991), Juan José Saer alude a la toponimia que “en el Río de la Plata, y en América en general oscila entre lo simbólico y lo sensorial” (Saer, 1991:106), confiriéndole un carácter de revisión del pasado, la historia o la tradición a los nombres simbólicos o conmemorativos, siendo que, en contraposición a esto, los nombres sensoriales de los lugares parecerían resonar en un constante presente, principalmente refiriéndose a los de los ríos. Puestos en la situación de contrastar los nombres de la ciudad de Pelotas y de la imaginaria Satolep podríamos considerar que éstos se inscriben en cada una de las dos categorías: el nombre de Pelotas proviene de las embarcaciones realizadas con ramas de ceibo y forradas con cuero, que se utilizaban en los comienzos de la historia de la ciudad para atravesar el arroyo rumbo a los saladeros, mientras que el nombre creado para la ciudad ficcional –Satolep– posee connotaciones sonoras, sensoriales, despojado de cualquier resonancia del pasado, pero llenado de significado por medio de la figura del palíndromo, que al invertir la palabra tal vez estuviese invirtiendo el presente para evitar las “visões de Satolep em ruínas” contra las que lucha Selbor. El doble juego de imágenes se da a través de las fotografías del álbum de Pelotas y el relato de los varios narradores satolépticos, la simetría especular de la letra impresa y la representación visual que impulsan a Selbor a sentirse “permeado por las voces e imágenes de la ciudad”, y quién sabe si ese nombre que se vuelve sobre sí mismo no encierre el retorno obligado de Selbor a su lugar natal, predestinado a vagar por esas calles de nube y piedra de la fría Satolep sureña, después de haber transitado los lugares del calor, al norte. Bibliografía Abreu, Caio F. (2005). “Uma praiazinha de areia bem clara, ali na beira da sanga”. En Os dragões não conhecem o paraíso. Rio de Janeiro: Agir Editora. 222 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Abreu, Caio F. (2002) “Introdução ao Passo da Guanxuma”. En Ovelhas negras. Porto Alegre: L&PM Pocket. Buarque de Holanda Ferreira, Aurélio (1986). Novo dicionário da língua portuguesa. Rio de Janeiro: Nova Fronteira. Lotman, Iuri (1996). La semiosfera I. Semiótica de la cultura y el texto. Madrid: Cátedra. Lotman, Iuri y B.A. Uspenski (2000). “Mito, nombre y cultura”. En La semiosfera III. Semiótica de las artes y de la cultura. Madrid: Cátedra. Onetti, Juan Carlos (1979). Dejemos hablar al viento. Buenos Aires: Punto de Lectura. Onetti, Juan Carlos (1987). “Cuando entonces”. En Novelas cortas. Córdoba: Alción. Ramil, Vitor (1984) “Satolep”, canción en A paixão de V segundo ele próprio. Som Livre/RBS Discos. Ramil, Vitor (2008). Satolep. São Paulo: Cosac Naify Editora. 223 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Una mirada sobre Irlanda: representaciones femeninas contemporáneas en cuentos de Edna O’Brien y Claire Keegan María Isabel Arriaga [email protected] / [email protected] Resumen Los tiempos han cambiado en Irlanda, en gran medida como consecuencia de las grandes transformaciones no sólo económicas, sino también sociales y culturales que han devenido en este país insular desde mediados de los ‘80, con el fenómeno denominado “El Tigre Celta” y el consiguiente ingreso de Irlanda en el mundo globalizado. Consecuentemente, el rol tradicional de la mujer en la sociedad también se ha ido transformando, encaminándose hacia una emancipación casi total del dominio masculino. Sin embargo, los vestigios de una educación patriarcal fuertemente arraigada y los lazos de dependencia hacia las convenciones sociales establecidas para la mujer irlandesa siguen estando presentes en las identidades fragmentadas de las mujeres irlandesas de nuestros días. Así, escritoras irlandesas contemporáneas, como Edna O’Brien y Claire Keegan, han desarrollado una literatura femenina donde las protagonistas son mujeres fuertes que aman y sufren, se apasionan y decepcionan, que se hallan atrapadas entre un pasado del que no pueden desprenderse y un futuro incierto hacia el cual se asoman, mujeres que están siempre en la lucha, buscando constantemente construir una identidad propia. El propósito de este trabajo de investigación es analizar las representaciones femeninas que aparecen en los cuentos cortos “My Two Mothers” y “Send My Roots Rain”, de Edna O’Brien –por un lado– y en “Night of the Quicken Trees” y Walk the Blue Fields”, de Claire Keegan, por el otro. Se intenta explorar los valores que animan a sus protagonistas, el rol que la nostalgia por su pasado ocupa en sus vidas, la visión que ambas autoras tienen de su Irlanda natal y de sí mismas, y algunas cuestiones de género que aparecen en estas obras, delineando de esta manera, algunas características de la literatura irlandesa contemporánea escrita por mujeres. Si bien Irlanda logró su independencia definitiva en 1949 al ser declarada república, se encuentra aún hoy abocada a un constante proceso de autodefinición. Sin embargo, en este continuo de transformaciones de toda índole en que se halla inmersa, marcado por un fuerte anhelo de 224 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales reconstrucción de su identidad nacional, Irlanda ha silenciado las voces femeninas durante mucho tiempo, no sólo en el canon artístico y en especial en el literario, fuertemente enmarcados en la tradición patriarcal, sino también a través de su proceso de reconstrucción nacionalista y católico impulsado por el Nuevo Estado. En su artículo “La iconografía femenina de Irlanda: creación y re/ construcción de una nación en femenino” (1995:1-2), Aída Rosende López1 afirma: Nacionalismo, catolicismo y patriarcado confluyen en el contexto cultural y político para crear mitos y metáforas reduccionistas que sustentan sus ideologías y que, en consecuencia, relegan a las mujeres a una posición secundaria dentro de la sociedad. Estas representaciones de lo femenino originadas en el imaginario cultural irlandés no sólo han postulado a la mujer irlandesa como símbolo de la nación, y como portadora de valores basados en la sumisión, la pasividad y la obediencia, sino que también han contribuido a la negación de su identidad en el ámbito público. De esta manera, ese imaginario cultural que ha dado origen a la representación alegórica de la nación como mujer en Irlanda –la Madre Irlanda– ha sido para Rosende López “una estrategia fundamental no sólo para el nacionalismo sino también para la potencia colonizadora”, ya que “ambos grupos explotan el cuerpo femenino como territorio en el que se inscriben las luchas de poder y como arma política cargada de valores ideológicos” (Barros Grela, 2008). Esta “doble colonización” vivida por las mujeres irlandesas, tanto imperialista como patriarcal, cuyos vestigios –aunque suavizados– aún perduran en lo cultural, también puede observarse en gran parte de la abundante producción literaria que se atribuye históricamente a esta nación europea, pero muy especialmente, en la literatura irlandesa contemporánea escrita por mujeres. En ella encontramos todo lo que nos afecta. Afortunadamente, el arte tiene un “potencial subversivo” que ha permitido contrarrestar en gran medida los efectos alienantes de tantos años de dominación ideológica masculina, favoreciendo el surgimiento de lo que Marisol Morales Ladrón (2007) denomina “un nuevo panorama literario contemporáneo”. Así, comenta la mencionada profesora de la Universidad de Alcalá, ...son muchas las escritoras irlandesas que, desde hace varias décadas, han tratado de transgredir patrones impuestos desde el canon patriarcal, cuestionando asunciones y posturas que no han hecho sino desestabilizar los mismos fundamentos del pensamiento 1 Una versión previa y más extensa de este artículo recibió el primer accésit del VI Premio de Investigación Feminista “Concepción Gimeno de Flaquer”, otorgado por el Seminario Interdisciplinar de Estudios de la Mujer de la Universidad de Zaragoza. 225 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales autoritario logocéntrico, proponiendo interpretaciones de la realidad más fluidas, heterogéneas y liminales (Morales Ladrón, 2007). Entre esas mujeres de letras se encuentran Edna O’Brien y Claire Keegan, ambas autoras de colecciones de cuentos cortos y de algunas novelas. En este contexto, el propósito de este trabajo de investigación es analizar algunas de las representaciones femeninas que aparecen en los cuentos cortos “My Two Mothers” y “Send My Roots Rain”, de Edna O’Brien, y “Night of the Quicken Trees” y Walk the Blue Fields”, de Claire Keegan. En términos generales, se intenta explorar los valores que animan a las diferentes protagonistas, el rol que la nostalgia por su pasado ocupa en sus vidas, la visión que ambas autoras transmiten de su Irlanda natal y de sí mismas; pero particularmente se apunta a descubrir la imagen de la mujer irlandesa que reflejan estas obras, apuntando a delinear algunas características propias de este género literario contemporáneo. Estas autoras irlandesas escriben desde una fuerte convicción de su condición de mujeres, con un estilo propio pero igualmente simple, en el que las palabras parecen fluir armoniosamente, pincelando con imágenes la belleza del rico paisaje irlandés en cada una de sus historias. Se trata de mujeres totalmente desinhibidas para escribir sobre cualquier tema –en especial O’Brien– y decididas a emitir una crítica severa o sutil a las censuras y convenciones sociales que han afectado particularmente a la población femenina desde tiempos remotos. Quizás una de las características más sobresalientes de las narrativas de Edna O’Brien y Claire Keegan es que, como tantos otros escritores irlandeses, ambas autoras buscan reflejar la realidad a través de distintas historias de vida con las que los lectores podemos identificarnos. Pero, indudablemente, su rasgo característico por excelencia es que ambas plasman a la mujer irlandesa como protagonista de sus historias. Las historias de Edna O’Brien que aquí analizo están extraídas de su última colección de cuentos cortos titulada Saints and Sinners (Santos y Pecadores), publicada en 2011, mientras que las correspondientes a Claire Keegan están incluidas en su segunda y última colección de relatos breves publicada por primera vez en 2007, bajo el título Walk the Blue Fields (Camina los Campos Azules). En primer lugar, intentaré hacer un breve recorrido por las dos historias aquí seleccionadas de Edna O’Brien, cuya trayectoria literaria comienza en la década del ‘60 y todavía continúa a sus ochenta años, buscando en ellas representaciones femeninas irlandesas y otros elementos propios del contexto social en cual surgen. En segundo lugar, buscaré abordar los cuentos elegidos para este trabajo de la escritora Claire Keegan, cuya actividad literaria comenzara en 1998 con la publicación de su primer libro de cuentos cortos. 226 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Por un lado, “My Two Mothers” está contextualizada en la Irlanda rural, pero con alusiones constantes a la vida urbana dentro y fuera de la isla. En esta historia, O’Brien explora la relación entre una madre y una hija en distintos momentos de las vidas de ambas, que atraviesa tres etapas claramente definidas: unión, hasta la adolescencia de la narradora; creciente distanciamiento, no sólo físico sino también afectivo –profundizado por la no aceptación por parte de la madre– de la vida elegida por la hija, que decide dedicarse a la escritura profesionalmente y convivir con un hombre al que apenas conocía; y finalmente, un intento de acercamiento –por parte de la madre– ante la vejez y debilidad que esta última experimenta y que la llevan a la muerte, razón por la cual el reencuentro entre ambas no termina de concretarse. El título “Mis dos madres” hace referencia a la actitud ambivalente que la madre ha mantenido por años con su hija: apartándose de ella en la medida que la narradora no sigue el camino trazado por tradición para una mujer irlandesa, prediciendo un futuro de frustraciones y desencantos para su hija, pero al mismo tiempo intentando desesperadamente seguir formando parte de su vida, escribiéndole cartas diarias para saber de ella o para contarle sus propias vivencias cotidianas. Cabe destacar que este cuento, el más autobiográfico de esta última colección de O’Brien, contrapone no a dos mujeres de diferentes generaciones, sino a los valores e ideales que las formaron. La madre en esta historia, al igual que la propia madre de O’Brien, ha respondido siempre al legado patriarcal en su propia vida, dado que luego de haber emigrado a Brooklyn en su juventud, decide un día abandonar su trabajo, vida urbana y relaciones y retornar a su Irlanda natal para casarse y formar una familia, portando así los valores de sumisión, pasividad y obediencia de la que el imaginario irlandés hizo víctimas a las mujeres durante décadas. Sin embargo, las nuevas generaciones de mujeres en Irlanda parecieran estar decididas a romper esos lazos patriarcales conservados por sus antecesoras, sin importar el precio que deban pagar por ello o los comentarios que su desapego de las hasta entonces consideradas como “buenas costumbres” –según el legado patriarcal del que son herederas– pueda provocar. Esto se refleja en “My Two Mothers” en la actitud desestructurada de la hija, quien al crecer se aleja de ese camino marcado para la mujer irlandesa, tal como esta autora lo hiciera, representando el cambio socio-cultural que este país tan tradicionalista ha iniciado hace casi tres décadas, y la fractura de ese esquema patriarcal, que le ha permitido a la mujer irlandesa soñar y luchar por un futuro diferente, por una identidad propia y por una vida libre de censuras, aunque los condicionamientos sociales relacionados con su género sigan generando intolerancia y descontento, como lo demuestra la madre de la narradora. 227 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La mirada crítica de O’Brien se manifiesta también en su forma de abrir las puertas del hogar irlandés para mostrar lo que hasta hace poco tiempo se temía admitir: que ese modelo cultural y familiar impuesto no garantizaba la felicidad: “Nuestra casa tenía discusiones, discusiones acerca del dinero, de la bebida, de la imprudencia” (O’Brien, 2011:172), dejando así también al descubierto sospechas sobre secretos familiares muy celosamente guardados, que las nuevas generaciones intentan descubrir, y que las generaciones mayores a veces procuran dejar al descubierto, como una forma de reconciliación consigo mismo, y de liberación de las ataduras propias de un modelo social obsoleto en franca decadencia. Por otro lado, “Send My Roots Rain”, cuyo título hace referencia a un poema del poeta irlandés Gerard Manley Hopkins, fallecido en 1889, está situada en el contexto irlandés urbano de Dublin. La historia relata las reminiscencias de la señorita Gilhooley, una mujer soltera de unos cuarenta a cuarenta y cinco años, que espera en el bar de un lujoso hotel encontrarse personalmente con un afamado poeta al que admira y recomienda en la librería en la que trabaja, aunque muchos consideran sus poemas muy deprimentes porque evocan “las verdades de la tierra [...] los hombres detrás de sus arados, [...] hombres atormentados en pequeños campos batallando con sus deseos” (O’Brien, 2011:151). La nostalgia de O’Brien por su Irlanda natal que ha dejado atrás, tras varias décadas de vida en Londres, pero que siempre está presente en sus obras, aflora en este relato marcadamente. Mientras Miss Gilhooley espera al poeta que nunca se presentará a la cita debido a su timidez, la protagonista rememora sus amores pasados, en especial su última y apasionada relación, de la cual ha salido muy lastimada. Vemos aquí una imagen muy repetida en la literatura irlandesa contemporánea: la de la mujer sola, abandonada o engañada, una especie de mártir moderno, cuya dependencia de los hombres la llevan a una vida de infelicidad y tragedia. O a tener que sobrevivir al dolor, a la mentira, a la decepción y a los prejuicios sociales que su soledad conlleva, todas experiencias de vida complejas y difíciles, pero que lejos de debilitar su temple la vuelven más fuerte, y contribuyen a moldear su carácter para romper la imagen estereotipada que aún hoy perdura en muchos ámbitos sobre la mujer irlandesa. La fuerte influencia de una rigurosa educación católica se manifiesta en las heroínas de O’Brien –como Miss Gilhooley–, capaces de vivir su sexualidad libremente, pero sin poder evitar mezclar el placer con las emociones negativas de culpa y vergüenza. O’Brien deja entrever, además, una crítica nada sutil al comportamiento de muchos hombres en la Irlanda contemporánea, retratándolos como irresponsables, faltos de valores y compromiso, además de egocéntricos. 228 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Por otro lado, la escritora Claire Keegan crea un personaje femenino que comparte muchas experiencias de vida, dolorosas, generadoras de culpa y vergüenza, con la señorita Gilhooley de Edna O’Brien, en su cuento “Night of the Quicken Trees”. Margaret Flusk también es una mujer sola de casi cuarenta años, que enfrenta los prejuicios sociales de una pequeña comunidad a la que se muda temporalmente, tras haber sido amante de su primo sacerdote y haber tenido un hijo suyo, fallecido hace nueve años de muerte súbita. Allí termina involucrándose con un ser tan solitario como ella, con quien tiene un hijo. Keegan genera un marco ideal de esoterismo, magia y creencias muy típicamente irlandesas para esta historia, en la que la crítica a las convenciones sociales y una solapada crítica a la Iglesia católica a través de la conducta de ciertos personajes, se entremezcla con viejas tradiciones orales y mitos antiguos de la cultura celta, tierra de gnomos y supersticiones, que aún hoy parecen estar fuertemente arraigados en el imaginario colectivo de los habitantes de Irlanda, al menos de pequeñas regiones aisladas de los grandes centros urbanos, donde el tiempo parece transcurrir más lentamente y las costumbres y tradiciones se conservan y sustentan. En una entrevista, Keegan (2008) hace referencia a la recurrencia de esta imagen de la mujer en la literatura irlandesa contemporánea y a la preocupación con que muchas mujeres de más de treinta años viven ese mandato del matrimonio, por no haberse casado aún, o que se casan pero sin muchas convicciones: Creo que surge de la sociedad en la que vivo. Para mí cualquier forma de arte, cualquier libro, es una crítica a la cultura y a la sociedad en la que fueron creados. Y este libro es una crítica sobre por qué la gente se junta, por qué se forman las parejas. Es una crítica al matrimonio en sí mismo, al hecho de que en un momento de la vida te vas a casar y vas a tener hijos. En mi experiencia, la mayoría de las familias que conocí, incluso mi familia, no era feliz. Nunca creí en el matrimonio como un camino hacia la felicidad [...] Casarse por imposición no resuelve el problema de la soledad. Lo que cuestiono es el matrimonio como una respuesta a la soledad, pero la soledad afecta tanto a los hombres como a las mujeres. Las emociones no son sexistas. Los pensamientos sí (Keegan, 2008:2). Finalmente, estas mismas representaciones sobre el ideal femenino producido y sostenido por el imaginario cultural irlandés durante siglos, como así también las críticas hacia la Iglesia católica y a la dudosa fe de algunos de sus ministros, son temas abordadas nuevamente por Keegan en su cuento “Walk the Blue Fields”, que da nombre a su segunda colección. Se trata de la historia de un sacerdote de una pequeña comunidad irlandesa que está oficiando la boda de la mujer que fuera su amante secreta. Durante la ceremonia y posterior recepción, el ministro intenta superar la pérdida del amor, buscando y cuestionando el significado que subyace detrás de su propia fe y de sus votos eclesiásticos. La historia lleva al personaje masculino a través de ritos sagrados y profanos en ese 229 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales entorno rural, donde caminando por los campos azules encuentra un inesperado sanador de su cuerpo, que termina también ayudando a aliviar su espíritu. Por su parte, la protagonista femenina de esta historia de Keegan es otra víctima más del ideario irlandés para los roles femeninos, ya que ante la negativa del sacerdote a dejar sus votos por ella, decide contraer matrimonio con otro hombre a quien no ama. Todo lo hasta aquí expuesto acerca de la situación social de la mujer irlandesa del siglo XX podría sintetizarse en este argumento de Nuria del Mar Torres López (2010:4): “la mujer irlandesa conoce la marginación, especialmente desde la inauguración del Free State of Ireland, como medida para confirmar el dominio masculino en todo ámbito de actuación”. Esto demostraba –según Torres López– “que la división de géneros, que Anne Oakley denominó ‘the dual concept of social citizenship’ (1997:186), estaba ya firmemente arraigada y continuaría hasta la actualidad”. No es de extrañar, pues, en este contexto, que numerosas escritoras hayan sido “invisibles” a lo largo de la historia irlandesa, confirmando una vez más la marginalización que también la creación literaria femenina ha sufrido en este país insular. En sociedades tradicionalmente patriarcales como la irlandesa, la mujer ha sido considerada como un ser inferior que debe someterse al hombre, viéndose obligada a asumir los roles impuestos de esposa, madre y ama de casa, para reforzar tal sumisión al género masculino dominante. Esto ha sido evidenciado por la literatura, tanto irlandesa como no irlandesa, escrita por hombres durante siglos, que han retratado a la mujer en este rol pasivo, sin una identidad propia, o bien como un ser ambicioso, malvado, frío y calculador, desencadenante de historias de perdición como puede observarse en no pocos relatos antiguos. Afortunadamente, desde mediados del siglo pasado existe “una fuerte presencia de mujeres en la creación literaria lo cual resulta esperanzador”, sostiene Torres López, ya que a partir de sus trabajos es posible intentar una mirada diferente hacia los roles sociales femeninos, como así también “concientizar a la humanidad de que hombres y mujeres tienen los mismos derechos y deberes de ser respetados y respetar al prójimo independientemente de su sexo” (2010: 2). Puede decirse entonces, que la literatura irlandesa contemporánea escrita por mujeres tiene dos objetivos claramente definidos: erradicar los estereotipos que a lo largo de la historia han encasillado a la mujer social, política y literariamente, por un lado, y reflejar la realidad sin tapujos, por el otro. Sus protagonistas son esencialmente mujeres luchadoras que intentan conseguir sus objetivos, creciendo en independencia. Lo importante es que –como sostiene Nuria del Mar Torres López (2010)– “todas y cada una de estas autoras, antes de escribir han sido lectoras resistentes”, por lo cual son capaces de presentarnos el cambio cultural a través de sus creaciones literarias. Se 230 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales trata de una literatura postmodernista, fragmentada y desmistificadora por la problemática que plantea. De esta manera, ...la literatura feminista recupera el lenguaje literario de las mujeres a lo largo de la historia, y recoge la recurrencia tradicional de una ausencia en la auto-definición y en la autodeterminación, lo que se ha dado en llamar “el lenguaje del silencio” de las mujeres, como tal, “interpretado” por el patriarcado a su gusto y para su consumo, sostiene María Socorro Suárez Lafuente (1996:154). Se trata de una literatura que intenta mostrar al mundo la capacidad que tienen muchas mujeres para escribir historias de tipología y temática diversa, del mismo modo que los hombres han venido haciendo durante siglos, pero facilitando al mismo tiempo, que las mujeres logren alcanzar el papel que merecen en la sociedad. También puede observarse que las escritoras irlandesas de finales del siglo XX y principios del XXI reflejan en su narrativa cuestiones cotidianas muy complejas, como la familia, la sexualidad, el aborto, el incesto y la violencia doméstica, como si se tratase de un espejo de la realidad social y cultural del momento, haciendo particular hincapié en la experiencia femenina. Edna O’Brien ha sido una vanguardista en esta nueva forma de literatura irlandesa, empeñada en expresar la experiencia vital femenina desde la infancia y/o adolescencia hasta la madurez, centrando su interés en temas como el amor, la añoranza y el sentimiento de pérdida, con un estilo más abiertamente crítico que el de Keegan. Claire Keegan, por su parte, presenta una voz narrativa singular, capaz de capturar con una aguda percepción las actividades, pensamientos, sueños e ideologías predominantes en pequeñas comunidades irlandesas, con un estilo simple y claro, menos nostálgico que el de O’Brien. Ambas autoras retratan, de manera amena y singular, la lucha de la mujer irlandesa contemporánea por escapar de los roles que la sociedad patriarcal les ha impuesto por tradición, con relatos breves capaces de emocionar porque abordan temas universales a la experiencia humana, pero como si se tratara de situaciones particulares a los individuos que las protagonizan. O’Brian y Keegan brindan una mirada libre de conformismos, ubicando en el centro de la escena la fragilidad de las relaciones humanas. Historias de ayer, de hoy y de siempre, que comparten una atemporalidad tal que podrían haber ocurrido tanto hace cien años atrás como en nuestros días. Bibliografía Antezana, S. (2012). “Claire Keegan, espacios en blanco y vacíos narrativos”. Diario La Prensa [en línea] Dirección URL: [http://www. laprensa.com.bo/diario/entretendencias/fondo-negro/20111113/ claire-keegan-espacios-en-blanco-y-vacios_11888_19751.html] 231 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Barros Grela, E. (2008). “Reseña: Postcolonial and Gender Perspectives in Irish Studies”. En Morales Ladrón, Marisol (ed.). Revista Odisea (9): 241-244. ISSN 1578-3820. Browning, S. (2011). “Ireland is still the heart and soul of Edna O’BrienReview”. [en línea] Dirección URL: [http://www.guardian.co.uk/ books/2011/mar/05/saints-sinners-ednaobrien-review]. Brownrigg, S. (2011). “Saints and Sinners by Edna O’Brien - Review: Ireland is still the heart and soul of Edna O’Brien’s work”. [en línea] Dirección URL: [http://www.guardian.co.uk/books/2011/mar/05/ saints-sinners-edna-obrien-review/print] Consulta: 6 de junio de 2012. “e-notes. Edna O’Brien Criticism”. [en línea] Dirección URL: [http://www. enotes.com/edna-obrien-criticism/obrien-edna-vol-116]. Consulta: 5 de junio de 2012. Flanner, E. (2007). “Gender in Postcolonial Irish Narrative. Oxford Books University”. Postcolonial Text, 3 (3). “For the Love of Bookshops. Aints and Sinners by Edna O’Brien”. [en línea] Dirección URL: [http:/fortheloveofbbokshops.wordpress. com/2012/05/24/saints-and-sinners-by-edna...]. Consulta: 6 de junio de 2012. Go Bragh, E. (2008). “Claire Keegan. Interview”. [en línea] Dirección URL: [http://fertxu.wordpress.com/2008/11/16/claire-keegan]. Consulta: 6 de junio de 2012. Heal, O. “The Short Review”. [en línea] Dirección URL: [http:// theshortreview.com/reviews/ClaireKeeganWalkTheBlueFields.htm]. Consulta: 25 de mayo de 2011. Keegan, C. (2008). Walk the Blue Fields. London: Faber & Faber. Lydon, C. (2011). “Edna O’Brien: Literature Against Loneliness”. [en línea] Dirección URL: [http://www.radioopensource.org/edna-obrienliterature-against-lonelines]. Consulta: 5 de junio de 2012. Morales Ladrón, M. (2007). “Reseña: Evan Boland’s Evolution as an Irish Woman Poet: an O’Brien, E. (2011). Saints and Sinners. London: Faber & Faber. O’Hara, Kiera (1993). “Love Objects: Love and Obssession in the Stories of Edna O’Brien”. Findarticles/Arts/Studies in Short Fiction/ Summer. [en línea] Dirección URL: [http://findarticles.com/p/articles/mi_ m2455/is_n3_v30/ai_14334502/]. Consulta: 5 de junio de 2012. Outsider Within an Outsider’s Culture”. Villar Argáiz, Pilar. Revista Odisea (8). [en línea] Dirección URL: [http://ual.es/odisea/Odisea_08_ Morales.pdf] 232 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Prensa. [en línea] Dirección URL: [http://www.laprensa.com.bo/ imprimir_art- php?id_noticia=11888&fecha=20111113]. Rosende Pérez, A. (1995). “La Iconografía Femenina de Irlanda: Creación y Re/Construcción de una Nación en Femenino”. Universidade de Vigo. Lectora Revista de Dones i Textualitat (14): 251-267. ISSN: 1136-5781 D.L. 395-1995. Suárez Lafuente, M. del S. (1996). “La Mujer como Tema Intertextual en la Literatura Contemporánea en Lengua Inglesa”. Universidad de Oviedo. Scriptura 12, 153-154. [en línea] Dirección URL: [http://www.raco. cat/index.php/Scriptura/article/viewFile/96769/142672]. Consulta: 5 de junio de 2012. Tórres López, N. del Mar. (2010). “El Papel de la Mujer en la Literatura Inglesa e Irlandesa de Ayer y de Hoy”. Revista Digital Innovación y experiencias educativas. ISSN 1988-6407. [en línea] Dirección URL: [http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf]. Consulta: 26 de mayo de 2012. 233 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La representación de la mujer en las comunidades Chicanas. Lectura de la novela Under the Feet of Jesus de Helena María Viramontes Paulina Rivarola [email protected] Abstact Haciendo un recorrido por la realidad histórico-cultural de las comunidad chicana, este trabajo se propone analizar el rol de la mujer en dicha comunidad, tal y como lo presenta Helena María Viramontes en su primera novela Under the Feet of Jesus. La comunidad chicana es concebida como un espacio que aún se encuentra dominado por una mentalidad patriarcal que no valora el esfuerzo de sus mujeres en la construcción de su propia cultura. 0. Introducción La literatura chicana femenina comienza a tener una dimensión significativa a finales de los años ‘70 y se consolida alrededor de la década del ’80, con figuras tales como Ana Castillo, Denise Chávez, Estela Portillo y Sandra Cisneros. El advenimiento de esta literatura está muy relacionado con el auge que ha cobrado la mujer dentro del movimiento de la “Chicanidad”. En esto radica la fuerza de su obra. Dentro del grupo de escritoras más representativas de la literatura chicana femenina se encuentra Helena María Viramontes quien por medio de sus obras no sólo retrata la realidad de la comunidad chicana, sino que también intenta exponer la diversidad dentro de la misma, especialmente la que existe entre ambos sexos. De esta manera, Viramontes forja historias apasionantes de mujeres que luchan por tener una vida mejor y poder sobrevivir en una comunidad que aún, en el siglo XXI, se rige por valores patriarcales. El propósito del presente trabajo es analizar el rol de las mujeres en la comunidad chicana y su eterna búsqueda de un lugar y reconocimiento en la sociedad en la primer novela de Helena María Viramontes, Under the Feet of Jesus (1995). Situada a mediados del siglo XX en el valle de California, Under the Feet of Jesus narra la historia de una familia de trabajadores agrícolas golondrinas y tiene como protagonista a Estrella, una joven de trece años que transita con su familia de un empleo a otro a medida que se convierte en mujer. 234 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 1. La Mujer Chicana en el marco histórico-cultural de EE.UU. En su libro Chicano Narrative. The Dialectics of Difference (1990), Ramón Saldívar señala que en la actualidad la literatura chicana representa una de las selecciones de narraciones más destacadas (aunque ampliamente ignorada) del canon estadounidense: un tipo único de literatura de resistencia en contra de la opresión colonizadora de Estados Unidos. Saldívar añade que leer en las “fronteras de la literatura Norteamericana requiere un marco adecuado de interpretación que no muchos de los que han sido formados en la academia lo conocen”. Saldívar narra los acontecimientos que tuvieron lugar después de la guerra entre México y EE.UU. y las consecuentes condiciones del Tratado de Guadalupe Hidalgo en el cual México cedió más de la mitad de su territorio a los Estados Unidos. En relación con esto, afirma que ...a diferencia de muchos otros inmigrantes en los Estados Unidos..., pero al igual que los integrantes de las comunidades aborígenes en dicho país, la comunidad chicana se convirtió en una minoría étnica a través de la conquista directa de su país de origen (Saldívar, 1990:13), una minoría étnica bajo el control político del gobierno de Estados Unidos. Este cambio de condición legal no estuvo inmediatamente acompañado por un cambio en la cultura o el idioma. Con el tiempo, sin embargo, estos mexicanos estadounidenses empezaron a desarrollar una cultura única que no pertenecía puramente ni a los EE.UU. ni a México. Después de 1848, explica Saldivar, la cultura chicana se desarrolló en los intersticios sociales entre las esferas culturales de México y Estados Unidos, haciendo de aquella nueva vida cultural un producto de ambas, pero al mismo tiempo de manera diferente para cada uno (Saldívar, 1990:13). Las diferencias culturales, raciales y económicas entre estos dos grupos se han convertido en parte de los sub-textos más significativos de la literatura chicana. Como resultado de la industrialización de la economía en Estados Unidos a finales del siglo XIX y a comienzos del XX, y la gran distancia entre América y Europa o Asia, los inmigrantes mexicanos y los mexicanos estadounidenses se convirtieron en la mano de obra barata y no calificada requerida como parte del auge económico del suroeste. Según Saldívar, la vida y las experiencias de estas personas deben ser recuperadas de las cenizas de la historia de Estados Unidos para ser reescritas. Una de las cuestiones más significativas, pero también compleja cuando se intenta reescribir la historia de los chicanos de los siglos XIX y XX, es la que se desea abordar en este ensayo: la cuestión de género, más específicamente el papel de la mujer en la comunidad chicana. Investigaciones recientes han demostrado que, debido a las terribles condiciones económicas que las familias chicanas tuvieron que afrontar, la distribución del trabajo no siempre fue de la mano con la división 235 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales tradicional y estricta de roles que determinaba que el hombre debía salir a trabajar para sustentar a su familia y que la mujer debía permanecer en el hogar cumpliendo su papel de madre, esposa y ama de casa (Saldívar, 1990:20). De esta manera, poco a poco, las mujeres entraron en el mundo laboral realizando todo tipo de labores, desde la labranza en los campos de cultivo de algodón, por ejemplo, hasta emplearse en servicio doméstico o como oficinistas en distintas industrias. En consecuencia, la participación de las mujeres en el mundo del trabajo fuera del hogar ayudó a producir importantes cambios culturales en la familia tradicional chicana. Por lo tanto, a comienzos del siglo XX, las jóvenes chicanas comenzaron a expresar su inclinación por independizarse de las prácticas familiares estrictas. Sin embargo, como señala Saldívar, “la relación entre mujeres y hombres debe ser entendida, tanto en el mercado laboral como en las familias, con el resultado de que la familia se convirtió en el sitio principal de lucha política” (1990:21). En otras palabras, a pesar del hecho de que las chicanas necesitaron entrar al mundo laboral para ayudar a mantener su familia, se suponía que las mujeres debían preservar su papel “ideológico” de amas de casa, esposas sumisas y madres. Es increíble lo poderosa que es, inclusive en nuestro siglo, la influencia de los valores patriarcales en las familias chicanas y cómo la lucha de ambas partes por hacer valer sus razones, representa una fuente de conflicto dentro de ella. Como lo explican Alfredo Miranda y Evangelina Enríquez en el capítulo introductorio de su libro La Chicana. The Mexican American Woman (1979), la opresión de la chicana es compleja y surge de un sinnúmero de medios dominantes. Ella es una minoría étnica, ella es la mujer que es universalmente oprimida por los hombres, y su herencia chicana aprueba esta dominación masculina sobre las mujeres. El primer tipo de opresión a la que se hace referencia se debe al origen étnico de la chicana. La cultura chicana es política y económicamente explotada por la sociedad estadounidense. Por esta razón, los chicanos se consideran subordinados, dependientes y han sido objeto de numerosos historias de genocidio. Otro tipo de opresión se debe a cuestiones de género. Las mujeres, en la mayoría de las culturas, se sienten sometidas y son generalmente oprimidas por su homólogo masculino. Además, también existe una opresión interna causada por la herencia chicana. Muchos críticos identifican este fenómeno como machismo causado por la colonización de los hombres chicanos. Sea cual sea el origen, tiene un efecto de desvalorización de la chicana y merece ser tratado (Miranda y Enríquez, 1979:12-13). Por último, en el análisis de la literatura chicana, es un deber analizar cómo los efectos del colonialismo siguen prosperando dentro de las fronteras estadounidenses de un modo diferente y renovado, pero más 236 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales complicada e intangible. Con respecto a lo expresado, Lois Tyson afirma “... la crítica postcolonial define previamente a los pueblos colonizados como cualquier población que ha sido sometida a la dominación política de otra” (Tyson, 2006:364). Por lo tanto, en este sentido, existe un conflicto entre la cultura del colonizador y la cultura del colonizado y, lo que es más, existe también un conflicto de género entre hombres y mujeres. En relación con esto, la literatura postcolonial a modo de resistencia deconstruye y reta los paradigmas racistas dominantes, sexistas, clasistas y heterosexistas. 2. La Mujer Chicana representada por H. M. Viramontes en Under the Feet of Jesus El personaje de Estrella, a lo largo de la novela Under the Feet of Jesus, encarna a una muchacha de trece años a punto de convertirse en mujer y su actitud frente a sus propias experiencias de vida en contraste con las de su madre, quien siente una enorme frustración tras haber sufrido el abandono de su esposo y lo que esto representa para una mujer en el pensamiento de la comunidad chicana y en una tierra extranjera que la trata como si fuera invisible. Por consiguiente, Petra representa a la mujer abnegada que se sacrifica para mantener a su familia y perpetuar la transmisión de valores tradicionales y castradores para la mujer. Desde las primeras páginas, Viramontes describe la realidad de la mujer en una sociedad chicana dominada por la mentalidad patriarcal: Las mujeres en los campos le habían aconsejado a la madre, Huir de tu marido sería un error. Él los seguiría, a ella y a los niños, no porque los quiera de regreso, sino porque sería una bofetada en la cara y juraría por su séptima cerveza que los encontraría y los mataría a todos. La abuela de Estrella decía lo mismo y más. Serás para siempre una mujer sola, le decía a la madre de Estrella, nadie quiere a una mujer con un montón de niños, nadie. No sabes lo que significa el hambre hasta que tus huercos te lo echan en cara, y después. ¿Qué vas a hacer? (Viramontes, 1995:13). Como lo refleja el ejemplo citado, el papel de la mujer dentro de la comunidad chicana parece estar fuertemente ligado a ser una madre y una esposa sumisa que lo tiene que soportar todo por su familia. En esta novela, Viramontes también retrata la dura realidad de la vida diaria de los trabajadores agrícolas migrantes, con un lenguaje altamente metafórico y fuertemente simbólico. La pobreza se muestra en contraste permanente con la increíble belleza natural y la riqueza de California. Estrella y su familia tienen que sobrevivir bajo condiciones económicas desfavorables que impulsan a las mujeres a trabajar, tanto en casa cuidando de los quehaceres y de los niños, como en la cosecha junto con el resto de los trabajadores. Viramontes describe, por ejemplo, cómo Petra estando embarazada solía llevar a Estrella a los campos cuando tenía sólo cuatro años para ayudar a la familia: 237 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Estrella no tenía más de cuatro años la primera vez que acompañó a su madre a los campos. Recordaba cuando lloraba, así como la pequeña lo estaba haciendo. Su madre estaba embarazada y usaba pantalones más grandes, para hombre con el cierre bajo y la camisa que le cubría la panza. (Viramontes, 1995: 51). A través de esta descripción, Viramontes muestra al lector cuan difícil es la vida para las chicanas en los campos y cuan duras son sus condiciones de trabajo. A pesar del hecho de que, como lo expresa Saldívar, las chicanas se vieron en la necesidad de integrarse al mundo laboral para cooperar con el sustento de sus familias, aun en el siglo XXI se espera que preserven un papel idealizado conforme con una mentalidad conservadora (Saldívar, 1990:21). En Under the Feet of Jesus, al igual que en la mayoría de las familias chicanas tradicionales, los valores patriarcales están muy presentes e indirectamente y de manera inconsciente definen los roles tanto de hombres como de mujeres. En el caso de Estrella, por ejemplo, cumple con un papel maternal en su casa cuidando a sus hermanos menores, a tal punto que ellos la llaman “mamá”: “Estrella no recordaba mucho de aquellos años, excepto que los mellizos empezaron a llamarla mamá” (Viramontes, 1995:13). No obstante, a pesar de que Estrella colabora con su madre y las tareas del hogar, sus experiencias de vida la han convencido de no seguir los pasos de Petra: dentro de su corazón Estrella siente deseos de progresar y cambiar su destino, mientras que su madre ha resignado todos sus sueños. Es importante tener en cuenta que Estrella es conocedora del hecho de que habita en una sociedad donde forma parte de un grupo invisible; una sociedad en que ella no participa. Si bien la novela indica que Estrella ha asistido a la escuela, es obvio que los maestros no la han integrado como al resto del alumnado. Como lo describe Viramontes, “le deseaban buena suerte cuando la cosecha había terminado, reservando los escritorios en la parte posterior del salón de clases para el siguiente lote de los niños migrantes” (1995:25). Esto demuestra que la protagonista es ignorada por la sociedad en que vive, y por eso no puede estar pendiente de dicha sociedad para su seguridad o para encontrar su identidad o su voz. Como puede observarse, en su primera novela Viramontes crea un personaje que no se mantiene estático durante el desarrollo de la historia. Por el contrario, a lo largo de la novela, Estrella se ve obligada a madurar y a reflexionar acerca de cuestiones que antes nunca había pensado. La presencia de Alejo en la historia representa una vuelta de rosca en su vida, ya que comienza a experimentar la dulzura y el dolor del primer amor; aprende el valor que tiene la vida y descubre que en sus manos tiene el poder y la fortaleza para desafiar a un sistema conservador que apunta a subyugarla. 238 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 3. Conclusión Uno de los temas más significativos y complejos para tener en cuenta al pretender reescribir la historia de la comunidad chicana, es la cuestión de género, con especial atención en el papel de la mujer. Los tradicionales valores culturales dictan una moral sexual sumisa, y desde temprana edad encauzan a la joven chicana hacia conductas y modos de actuar aceptables para la sociedad patriarcal. A lo largo de la historia, la chicana se enfrenta a la disyuntiva de permanecer siendo un ser oprimido por el hombre y por la sociedad en la que vive, además de ser considerada como de “segunda” por su origen étnico, o buscar su independencia y tener una identidad propia como mujer; aunque esto no es muy fácil debido al arraigo de tradiciones culturales que ha asimilado de sus padres de origen mexicano. Este pequeño cambio dentro de las chicanas, en el cual el arraigo de costumbres y tradiciones se encuentra menos firme que en las mujeres mexicanas, se debe en parte al papel que han jugado dentro de la economía de los Estados Unidos de América; aquí es donde el papel de la mujer de origen mexicano resalta debido a su mano de obra barata y de alta calidad. La protagonista de Viramontes en Under the Feet of Jesus vive en Estados Unidos como hija de dos mundos, es decir en un mundo bicultural. La lucha de la protagonista consiste en encontrar una identidad que pueda abarcar todas las complejidades de ser una mujer latina en Estados Unidos. Además de tener que subsistir en la pobreza de la clase obrera, Estrella se ve obligada a madurar antes de tiempo, sumado a las condiciones paupérrimas de su entorno. Como resultado, Estrella tiene que desempeñar múltiples funciones como trabajadora de campo, hija, hija sustituta, “madre” y niñera de sus hermanos. De esta manera, Estrella toma parte activa en el intento de asegurar la supervivencia de su familia y de su comunidad. Como lo explica la madre de Estrella: “si no se cuidan el uno del otro ¿quién cuidará de ellos?” En el curso de la novela el lector se encuentra con una protagonista que experimenta una transición de niña a condición de mujer. Al final de la historia, Estrella (“Star”), guiada por la luz de la fe, descubre que posee la fuerza para superar las condiciones físicas de su propio entorno y manifiesta que ella misma puede convertirse en la luz capaz de guiar a su familia. Bibliografía Miranda, A. y E. Enríquez E. (1979). La Chicana. The Mexican American Woman. Chicago: University of Chicago Press. Saldívar R. (1990). Chicano Narrative. The Dialectics of Difference. Madison: University of Wisconsin Press. Tyson, L. (2006). Critical Theory Today: A User-Friendly Guide. New York: Routledge. Viramontes, H. (1995). Under the Feet of Jesus. New York: Penguin Group. 239 Ir al Índice Bloque 4 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Avances y resistencias en la frontera: la Guardia Nacional durante el Estado de Buenos Aires (1852-1861) Luciano Literas [email protected] Resumen El artículo analiza el reclutamiento miliciano (mediante la creación de la Guardia Nacional) y su impacto social y político en la frontera oeste del Estado de Buenos Aires (1852-1861), en el contexto de conflictos con la Confederación Argentina y grupos indígenas de Pampa y Patagonia. Los resultados informan sobre las estrategias estatales para garantizar el monopolio y uso de la coerción, el juego de tensiones en que se vieron inmersas las autoridades locales y las respuestas sociales a las levas milicianas. Introducción La derrota del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, en la batalla de Caseros en febrero de 1852, no dio lugar a la institucionalización republicana pregonada por los vencedores y postergada desde la independencia. El proyecto federal promovido por el gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, en el acuerdo constitucional de San Nicolás el 31 de mayo, fue resistido por un sector de la dirigencia porteña de acuerdo con razones políticas y económicas, y el 11 de septiembre se sublevó contra la Confederación Argentina en defensa de lo que consideraba sus prerrogativas provinciales. En diciembre, Hilario Lagos sitió la ciudad de Buenos Aires con el apoyo del dirigente entrerriano hasta que en julio de 1853 se retiró, diezmadas sus fuerzas por la falta de recursos, el soborno de oficiales y la desafección de milicianos (Scobie, 1964; Lettieri, 2008; Barcos, 2011). Desde entonces y hasta 1862 la provincia de Buenos Aires (denominada Estado en su constitución de 1854) se mantuvo separada de la Confederación. El contexto postrosista fue de retracción de la frontera: el cambio de las autoridades fronterizas tras el levantamiento de Lagos, la suspensión de raciones del “negocio pacífico” rosista y el proyecto de nuevos fortines provocaron resistencias en muchos “indios amigos” que se unieron al cacique Juan Calfucurá, aliado a Urquiza en el asedio a la provincia rebelde: en estos años se produjeron malones de magnitudes desconocidas 241 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales desde la década de 1820 (Ratto, 2007; De Jong y Ratto, 2008; Bechis, 2010; De Jong, 2011). Esto obligó al gobierno porteño a procurar tratados de paz con diferentes caciques y controlar la capacidad de oposición conjunta indígena. La caída de Rosas no implicó una renovada y esencial confrontación de “blancos” e “indios”, sino nuevas formas de interacción entre autoridades político militares y grupos indígenas de Pampa y Patagonia (atravesados unos por luchas facciosas, otros por procesos de fusión y fisión), ante la desarticulación de las políticas vigentes hasta entonces (Ratto, 2006; De Jong, 2007). Durante estos años, el gobierno porteño creó la Guardia Nacional (en adelante GN), obligando el enrolamiento de los ciudadanos incluidos según la ley de 1823 para “suplir la insuficiencia del ejército permanente” ante invasiones y rebeliones1. Heredó de las milicias de primera mitad de siglo su carácter cívico y universal (aunque siempre masculino), la movilización en defensa de las leyes e instituciones consideradas legítimas, el auxilio del Ejército de Línea (en adelante EL) en las fronteras, la exoneración según ocupación laboral y la temporalidad del servicio (Literas, 2012b). Aludió a la “ciudadanía en armas” en tanto ejercicio de un derecho y un deber de defensa de las instituciones y sus leyes (Sabato, 2009, 2010; Macías, 2010). Desde sus orígenes, el gobierno fijó un habitual recurso punitivo que penalizó la evasión de aquella obligación constitutiva del ciudadano y solventó la escasez de hombres en las fronteras: el destino al EL de quienes no se enrolasen o respondieran a las convocatorias de servicio2. A pesar de tener diferentes definiciones jurídicas, ambas fueron caras de una misma moneda: los ciudadanos eran obligados a enrolarse en la GN y servir en la frontera como fuerza auxiliar (motivo de extensos debates en la dirigencia política) o eran destinados al EL, como castigo, con el mismo objetivo. ¿Esto resultó de uno de los principales desafíos de aquellos años: la falta de un ejército permanente profesional y las crecientes exigencias militares por el avance sobre los territorios indígenas y los conflictos interprovinciales? 1 2 Buenos Aires, Decreto, 17 de marzo, 1852; Ley, 17 de diciembre, 1823. Buenos Aires, Ley, 24 de noviembre, 1852. Diversos investigadores han explorado las características sociopolíticas de la GN. Creo conveniente mencionar a Poggi (2000), centrado en la legislación bonaerense y la perspectiva de los gobernadores sobre el servicio de fronteras, así como a Garavaglia (2001, 2003, 2007) que aunque en mayor parte dedicado a las milicias de primera mitad de siglo junto a Gelman (1999), abordó la aparición de la GN después de Caseros, situándose en los modos coercitivos y punitivos de reclutamiento heredados del rosismo. Por su parte Sabato (2009a, 2009b, 2010) vinculó la GN con la noción republicana de ciudadano en armas y su relación con las formas de participación política, iniciado un valioso campo de indagación. Bragoni (2010) en la provincia de Mendoza y Macías (2003, 2010, 2011) en Tucumán, investigaron la organización y movilización de la GN en el contexto de disputas y alianzas políticas locales; ilustrando el modo en que las milicias fueron producto del orden anterior a 1852, que el poder coactivo central y provincial no era independiente de liderazgos sociales y territoriales, y que la configuración de la fuerza pública en el marco de la conformación del Estado nacional implicó terminar con la tradición miliciana provincial. Por otro lado, es sugerente la aproximación de Salvatore (1992, 2010) al recuperar la agencia de los sectores subalternos sujetos al reclutamiento y disciplinamiento, complejizando el impacto social de las exigencias militares; y la de Lettieri (2003) sobre el surgimiento de la GN y las formas de identificación social porteña postrosista. 242 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Las milicias fueron protagónicas de la formación estatal, tal como constata la copiosa y temprana regulación de su organización y funcionamiento en procura de optimizar el control, enrolamiento y participación en la frontera de los vecinos. Sólo en los últimos años de existencia de territorios indígenas en Pampa y Patagonia no sujetos al dominio estatal (hacia 1880) se liberó la GN de esta obligación (Literas, 2012b). Ahora bien ¿cómo funcionó el reclutamiento miliciano en la frontera oeste bonaerense?, ¿qué papel jugó en la formación y expansión del Estado?, ¿qué rol tuvieron las autoridades político militares?, ¿cuáles fueron las resistencias sociales?3 1. Convulsiones en la frontera oeste porteña La frontera oeste de Buenos Aires (denominada frontera del centro hasta 1860, cuando se creó la frontera oeste) fue guarnecida por regimientos del EL, contingentes de GN y piquetes de “indios amigos”4. Su dirección y organización obedeció a la comandancia militar fronteriza con sede en Bragado, desde 1854 a cargo de José Laureano Díaz. En 1855 se estipuló que cada comandante podía reunir y movilizar los destacamentos de estas tres fuerzas, comprendidos en su jurisdicción (Domínguez, 1898). Figura1. Las localidades del oeste bonaerense (frontera del centro) Fuente: Elaboración propia. 3 Las fuentes utilizadas fueron las comunicaciones de autoridades político militares y vecinos de las localidades del oeste bonaerense, conservadas en el Museo y Archivo Histórico Judicial de Mercedes (MAHJM), las listas de revista del Archivo General de la Nación (AGN) y los legajos de servicios personales de servicio del Archivo General del Ejército (AGE). 4 No es objetivo de este trabajo analizar la formación, organización y devenir de los piquetes de “indios amigos”, aunque es ineludible su mención de acuerdo con el protagonismo que tuvieron en la frontera bonaerense. Para ello, ver por ejemplo Ratto (2003a, 2003b, 2003c, 2006, 2007, 2010), de Jong (2007, 2010), de Jong y Ratto (2008), Bechis (2010). 243 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Vencida la “rebelion anarquizadora” de Lagos, el gobierno anunció que “la ley ha restablecido su imperio” y era prioridad robustecerla (MAHJM, c. 1853, f. 416, 17/07): sustituyó a los oficiales involucrados en la revuelta y las autoridades locales, ordenándoles restituir la tranquilidad y comunicarle “a los paisanos” que “vuelvan á sus hogares á entregarse á sus labores y faenas, pacíficamente”. Este regreso, sin embargo, no fue por mucho tiempo ya que las incursiones indígenas requirieron optimizar el reclutamiento miliciano y fortalecer el EL. Por un lado, se organizó la GN bajo el mando de los jueces de paz de los partidos, quienes con el apoyo de los alcaldes de cada cuartel y sus tenientes debían enrolar a vecinos y organizar los cuerpos milicianos, distinguiendo infantería y caballería: la primera “vecinos propietarios, comerciantes y dependientes” del pueblo, los segundos habitantes de la campaña (MAHJM, c. 1853, f. 516, 6/12; f. 528, 24/12). Por otro, se pidió que los jueces se “contraigan muy especialmente á la remision de todos los vagos” e individuos “perjudiciales”: “díscolos”, “anarquistas”, desconocidos y no enrolados (MAHJM, c. 1853, f. 444, 20/08; f. 483, 21/10; f. 504, 25/11; f. 514, 6/12; f. 535, 28/12; c. 1855, f. 108, 30/06). El gobierno y la comandancia de frontera argumentaron que eso permitiría liberar del servicio de frontera a la GN ya que se requerirían menos contingentes (MAHJM, c. 1860, f. s/n, 20/01; c. 1861, f. 51, 9/05; f. 52, 9/05; f. 53, 10/05; f. 95, 25/05); a pesar de que esto no sucedió hasta la década de 1870 (Literas, 2012b). Además, indultó a los desertores que se pusieran voluntariamente a las órdenes de Laureano Díaz (MAHJM, c. 1853, f. 531, 26/12). Las nuevas autoridades renovaron las exigencias militares, optimizando la estructura de reclutamiento e instruyendo la redefinición limítrofe de los partidos porque sus extensiones obstaculizaban “la influencia benéfica de la autoridad” en los vecinos (MAHJM, c. 1853, f. 495, 16/11; c. 1861, f. 89, 25/06). El ministerio de Guerra fijó el destino de los reclutados, que fue en su mayoría los cantones de Bragado y 25 de Mayo en la frontera comandada por Laureano Díaz (MAHJM, c. 1854, f. 23, 18/02; c. 1859, f. 7, 7/06; f. 190, 5/08), quien reiteradamente pidió a los jueces hombres “de la clase” mencionada, para el “aumento del regimiento” (MAHJM, c. 1856, f. 139, 1/07; c. 1857, f. 47, 18/02). La GN era convocada y disuelta por el gobierno en virtud de los conflictos con la Confederación y los grupos indígenas, aunque las disoluciones no incluyeron la frontera (MAHJM, c. 1855, f. 17, 13/01). Además, nombraba a los oficiales de la GN y ordenaba la creación de regimientos (MAHJM, c. 1856, f. 181, 13/09; f. 247, 1/12; c. 1857, f. 131, 14/07). Para su organización, designó delegaciones que entregaban a los juzgados los registros de enrolamiento y comunicaban a la Inspección General de Armas el estado de fuerzas y la proporción en que cada partido había contribuido. A su vez, se registraban los no enrolados y 244 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales enrolados ausentes, quienes eran considerados desertores y recogidos en una lista que los juzgados enviaban al ministerio de Guerra. El juzgado, además, notificaba las remisiones al EL; por tanto, los regimientos de GN consultaban allí cuando aprehendían individuos sospechosos de defección (MAHJM, c. 1860, f. s/n, 25/08). En 1857, los jueces fueron substituidos al mando de la GN por los jefes de regimiento y se ordenó que serían destituidos si ponían impedimentos (como sucedió con quienes impugnaron pasaportes o negaron manutención a la GN) (MAHJM, c. 1857, f. 132, 15/07; c. 1859, f. 9, 11/06). Ante las quejas de aquéllos, también se estipuló que debían ser avisados por el juez cuando destinasen milicianos al EL (MAHJM, c. 1859, f. 335, 21/03; f. 63, 25/03; f. 93, 2/04). Ambas medidas pretendieron evitar conflictos entre oficiales de la GN y autoridades locales sobre las citaciones a servicio. El juez y los alcaldes se situaron en el centro de las tensiones entre las demandas de hombres y las resistencias de los vecinos. Los alcaldes se quejaban de que los milicianos en la práctica sólo respondían al capitán de GN (y, por tanto, no disponían de hombres para la protección del cuartel) y que éstos no dejaban a vecino sin convocar para los periódicos ejercicios doctrinarios, quedando abandonados los establecimientos productivos (MAHJM, c. 1858, f. 50, 10/03; f. 91, 13/05). En un escalafón jerárquico superior, los jueces polemizaban con los comandantes de frontera sobre la validez de las excepciones de servicio solicitadas por los vecinos y con las autoridades ministeriales por las exigencias de contingentes (MAHJM, c. 1858, f. 134, 29/07; c. 1860, f. s/n, 14/05; c. 1861, f. 8, 9/01). Además de listas de enrolamiento, revista y deserciones, la organización se instrumentó con pasaportes, licencias y excepciones (MAHJM, c. 1861, f. 65, 13/03). El pasaporte permitió a los individuos desplazarse en la campaña y debía ser exigido por las autoridades locales para constatar que estaban enrolados, prestaban servicio y sus jefes tenían conocimiento del desplazamiento (MAHJM, c. 1855, f. 16, 12/11). Pretendió evitar la evasión mediante la ausencia del miliciano del partido donde estaba domiciliado. Las licencias eran expedidas por los jefes de la GN en virtud de estos traslados, justificándolos por tiempo y razón; aunque el ministerio de Guerra podía anularlas a través del juzgado correspondiente (MAHJM, c. 1861, f. 97, 29/06; f. 99, 1/07). Esto sucedió en 1861, cuando el gobierno aludió que eran utilizadas para evadir el servicio (MAHJM, c. 1861, f. 175, 18/07). Por último, las excepciones expedidas por los juzgados habilitaban no cumplir servicio miliciano activo, debiendo constar en la papeleta de enrolamiento para justificarlo ante las autoridades durante las convocatorias (MAHJM, c. 1858, f. 83, 8/05; f. 134, 29/07). Aun así, el jefe del regimiento podía desestimarlas al no presentarse en plazo correspondiente. 245 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En las fronteras del Estado porteño se sucedieron numerosos conflictos políticos y militares vinculados a dos frentes de confines difusos: las ofensivas militares de extracción federal en apoyo a Urquiza y las ofensivas de grupos indígenas de Pampa y Patagonia (algunos aún no sujetos al dominio estatal, otros “indios amigos” descontentos con la política porteña de fronteras). En el caso de la frontera oeste, en junio de 1855, ocurrieron los primeros enfrentamientos (que derivaron en la derrota porteña ante Calfucurá y Catriel en Sierra Chica). Laureano Díaz solicitó al juez de Chivilcoy la remisión a Bragado de cien GN, tras notificar que el cacique Cachúl había enviado todos sus hombres “á incorporarse con la de Catriel en Tapalqué”, en vistas de una próxima ofensiva (MAHJM, c. 1855, f. 92, 2/06; f. 272, 17/12; f. 278, 18/12). Simultáneamente, en Navarro se sublevaron y dispersaron las fuerzas del coronel José de la Cruz Gorordo (MAHJM, c. 1855, f. 273, 17/12). El gobierno ordenó que los jueces reestablecieran el orden y capturasen a los sublevados ejecutándolos si se resistían (MAHJM, c. 1855, f. 275, 18/12; f. 276, 18/12; f. 277, 18/12). Días después fueron desarmados, aunque se ordenó nuevamente la movilización y acuartelamiento de la GN en la frontera oeste ante una posible ofensiva del “caudillo Flores” y sus “cabecillas” federales con el apoyo de nuevos sublevados (MAHJM, c. 1855, f. 289, 22/12; f. 293, 25/12; f. 300, 26/12; c. 1856, f. 281, 5/01). El alerta tomó un cariz mayor al advertirse el posible desembarco de Urquiza en San Pedro y confirmarse que los “caudillos rebeldes” y “anarquistas” estaban en territorio bonaerense (MAHJM, c. 1856, f. 285, 6/01; f. 2, 6/01; f. 11, 7/01; f. 12, 8/01; f. 13, 8/01; f. 87, 26/01). Días después, los juzgados intensificaron la movilización miliciana, al desembarcar en Zárate “anarquistas encabezados por el antiguo militar rosista Jerónimo Costa” (MAHJM, c. 1856, f. 4, 28/01; f. 5, 29/01; f. s/n, 29/01): reunieron “cuantos hombres puedan, armandolos segun sea posible” para buscar “mazorqueros”, epíteto que identificó a los leales de la causa urquicista (MAHJM, c. 1856, f. 7, 28/01; f. 8, 1/02). En marzo de 1857, indígenas de las tolderías de Calfucurá sitiaron 25 de Mayo y saquearon quintas y chacras de los alrededores; ofensiva de antiguos “indios amigos” que habían emigrado recientemente por desavenencias con las autoridades locales (Hux, 1999; Curiel, 1898; González, 1940). Calfucurá ingresó al pueblo y se alojó en el rancho de Juan José Bejar, teniente primero del cantón durante el rosismo y después reconocido urquicista (AGN, s. III, c. 260). Dos años después, en marzo de 1859, otra ofensiva de “indios ladrones” en Saladillo dejó “poblaciones saqueadas é incendiadas”; por lo que se movilizó al mando de Laureano Díaz la GN de 25 de Mayo y Saladillo, la guarnición del fuerte Esperanza y las fuerzas acantonadas en Bragado (MAHJM, c. 1859, f. 85, 19/03; f. 88, 22/03). En agosto, 25 de Mayo fue nuevamente 246 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales asediada por “Indios y Cristianos ladrones” (“la mashorca aliada con los Indios”[MAHJM, c. 1859, f. 177, 31/08; AGN, s. X, 20-2-2]) liderados por Federico Olivencia, otro “caudillejo” urquicista y “bandido” (AGN, s. X, 20-2-2) (antes de la revuelta porteña teniente primero en 25 de Mayo y “capitanejo” de los “indios amigos” [AGN, s. III, c. 260]) y el “indio Cristo” (separado de las tolderías de “indios amigos” [MAHJM, c. 1859, f. 216, 27/08; f. 181, 28/08]). En octubre de 1859, Buenos Aires y la Confederación combatieron en Cepeda. El gobierno porteño incluyó las milicias de la campaña en el ejército, retirando de la frontera oeste parte de la GN. El contingente miliciano que debía aportar 25 de Mayo marchó con Béjar rumbo a Mercedes, pero antes de llegar se sublevó a favor de Urquiza (Curiel, 1898). Calfucurá aprovechó entonces y se presentó en las inmediaciones de 25 de Mayo, según las crónicas con tres mil lanzas, donde parlamentó con el párroco local Francisco Bibolini. Éste propuso que los vecinos entregarían alimentos, dinero, tabaco y aguardiente sin oponer resistencia a cambio de no derramarse sangre (Curiel, 1898; González, 1940). La batalla de Pavón enfrentó nuevamente ambas fuerzas en septiembre de 1861 y convulsionó la frontera oeste demandando la reunión de la GN e “indios amigos”. Además, supuso la proliferación de lo que las autoridades político militares denominaron “dispersos”: oficiales y soldados que evadieron la organización militar durante el conflicto. Dos días después de la batalla, el ministerio de Guerra porteño ordenó a los juzgados apresar “dispersos” para reincorporarlos “inmediatamente”, ejecutando “en el acto” a quienes que se resistieran (MAHJM, c. 1861, f. 197, 19/09; f. 204, 21/09). En varios cuarteles los alcaldes debieron enfrentar mediante las armas a vecinos rebeldes, sugiriendo que no se trataba ya de “dispersos” sino de “sublevados”, de acuerdo con su creciente organización, “porque se sabe que se andan formando en grupos” (MAHJM, c. 1861, f. 208, 23/09; f. 212, 25/09). Lo mismo sucedió en Saladillo, donde Laureano Díaz reconoció que era imposible reunir la GN por las “montoneras” que impedían al juzgado “hacerse obedecer” (AGN, s. X, 20-7-2). Las fronteras entre las categorías “disperso”, “sublevado”, “desertor” y “no enrolado” se tornaron difusas. Así lo constó el ministerio de Guerra al estipular que todas las personas que no se incorporasen al ejército porteño o resistieran a la autoridad, serían considerados desertores y juzgados como tales (MAHJM, caja 1861, folio 206, 22 de septiembre (MAHJM, c. 1861, f. 206, 22/09). De lo anterior se deduce el sentido que tuvo el sensible cambio conceptual operado en escaso tiempo en las autoridades de la frontera: el ministerio de Guerra atribuyó tras estos hechos la sombra de los enemigos “impotentes y cobardes” que en lugar de “aceptar el combate” sembraban la anarquía, el robo y la muerte “contra las instituciones” (MAHJM, c. 1861, f. 218, 27/09). Sólo el 20 de septiembre de 1861 se sublevaron más 247 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de ciento veinte GN en la frontera oeste (AGN, s. X, 20-7-2). Pocos días después se ordenó a los jueces avanzar con “cuantos hombres puedan reunir y armar” sobre trescientos “dispersos” que permanecían “en actitud hostil” a orillas del río Salado (MAHJM, c. 1861, f. 211, 25/09). Por la descripción que se hace, éstos fueron quienes sitiaron 25 de Mayo y demandaron la movilización de un contingente de Bragado y la GN de varios partidos de la sección fronteriza para “limpiar” la campaña de “la pura mazorca” (MAHJM, c. 1861, f. 221, 28/09; f. 103, 6/10; f. 101, 4/10; f. 179, 8/10). Las crónicas afirman que el ingreso de Calfucurá y Cristo a 25 de Mayo fue recibido por algunos vecinos arrojando rosas a su paso, erróneamente creyendo a Urquiza victorioso en Pavón (Curiel, 1898). Por los comunicados de la comandancia y los juzgados sabemos, además, que entre sus “jefes o capitanejos” estaba otra vez el conocido “canalla Béjar” y antiguos subordinados “de Baldebenites” (desde tiempos de Rosas, oficial “encargado de los indios” y miembro de la plana mayor de 25 de Mayo, en 1857 comandante del fuerte [AGN, s. III, c. 260; s. X, 18-4-7; s. X, 19-3-3. AGE, legajo personal del mayor José Baldebenito]). Al mes siguiente de retirarse los “amotinados”, se produjo otra ofensiva de Calfucurá sobre 25 de Mayo, en las inmediaciones del fortín Cruz de Guerra, que exigió la movilización de mil doscientos hombres al mando de Laureano Díaz (MAHJM, c. 1861, f. 49, 3/11; f. 121, 3/11; f. 125, 5/11; f. 126, 5/11). 2. Los contingentes milicianos: el caso de Mercedes El suministro de hombres para la frontera fue procurado por los partidos de cada una de sus secciones. Si tomamos el caso de Mercedes por ejemplo, de 1853 a 1861 su juzgado registró el envío de al menos trescientas cincuenta y ocho personas a la frontera mediante contingentes de GN (ciento treinta y siete) y remisiones punitivas al EL (doscientas veintiuna). Para entonces no existe censo de habitantes confiable, sino una estimación de ocho mil setecientas cincuenta personas (De la Fuente, 1872). Un recorte de este universo al número de varones adultos según la proporción de censos posteriores (28,6%, dieciséis a sesenta años) no ofrece certeza ni precisión pero sí una imagen aproximada del volumen de la movilización miliciana y punitiva, que pudo haber equivalido a uno de cada seis. En relación con los contingentes milicianos que periódicamente aportaba cada juzgado, la obligación alternaba para “no recargar á un solo Partido de la gente trabajadora” (AGN, s. X, 19-3-3). El ministerio de Guerra ordenaba qué circunscripciones debían realizar los relevos de la GN destacada, disponía la organización de los contingentes y fijaba la duración del servicio. El ministerio de Gobierno comunicaba estas decisiones a los juzgados y la comandancia solicitaba el número 248 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de individuos que consideraba adecuado. En estos años se pidieron a Mercedes al menos tres contingentes para Bragado, todos de tamaño dispar: cien en 1855, diecisiete en 1856 y treinta y ocho en 1857. El juzgado cumplió con la remisión de los dos últimos; el primero fue incapaz de completarlo y el caso ilustra cómo se organizó el servicio y la presión de las autoridades provinciales y las comandancias de frontera. El 18 y 19 de septiembre de 1855 llegaron al juzgado dos comunicaciones del ministro de Gobierno, Valentín Alsina: una exigiendo organizar un contingente de ochenta GN para la frontera norte ante una posible ofensiva federal y otra autorizando a Laureano Díaz sustituir un contingente de Chivilcoy en Bragado por uno de Mercedes, del tamaño que considerase adecuado (MAHJM, c. 1855, f. 146, 18/09; f. 148, 19/09). Previendo las dificultades para cumplir lo solicitado, el mismo día Alsina encomendó ser “inexorable en perseguir a los remisos é inobedientes” (MAHJM, c. 1855, f. 149, 19/09). Al día siguiente instó que las fuerzas para la frontera norte sean enviadas con urgencia, pero es de imaginar que todo acabó de complicarse en Mercedes cuando tras unos días Laureano Díaz decidió el número de hombres que necesitaba: cien GN conducidos por tres oficiales que debían presentarse en el plazo de una semana y que cumplidos los dos meses de servicio, el mismo juzgado debía sustituirlos en igual número (MAHJM, c. 1855, f. 152, 20/09; f. 154, 20/09; f. 165, 30/09). En respuesta, el juzgado envió setenta y seis de los ochenta GN a la frontera norte y avisó al gobierno que era imposible reunir el centenar solicitado por Laureano Díaz (MAHJM, c. 1855, f. 257, 29/11). Sensible a las dificultades evocadas, al cabo del plazo el gobierno decidió que la orden recayera en otros partidos de la comandancia (MAHJM, c. 1855, f. 170, 6/10). En qué medida estos reclamos tuvieron éxito, debió depender en parte de la influencia política y las redes sociales del juez de paz respectivo. Los otros contingentes datan de 1856 y 1857, el primero de diecisiete milicianos y el segundo de treinta y ocho, conducidos por el capitán de GN de Mercedes y un Alcalde (MAHJM, c. 1856, f. ilegible, 22/03). En este último su reunión fue más dificultosa, cumpliéndose en seis envíos durante un mes. Las dificultades incluyeron milicianos fugados, el retorno de algunos por ser físicamente “inútiles” y la no consideración de otros como tales al ser desertores (MAHJM, c. 1857, f. 87, 15/04; f. 90, 18/04; f. 91, 19/04; f. 98, 30/04; f. 102, 9/05). Todos fueron subsanados con el envío de nuevos milicianos. El ministerio de Guerra controlaba el envío de contingentes ordenando a los responsables militares de la frontera informar si se habían realizado las remisiones desde los partidos estipulados, en el número correspondiente. El gobierno enviaba este informe a los juzgados involucrados, que notificaban los contingentes enviados. Por otro lado, el comandante de frontera les participaba la relación de milicianos en 249 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales servicio efectivo, para una vez completado corroborar su retribución mediante el “comisario pagador” (MAHJM, c. 1856, f. 16, 15/01. AGN, s. X, 19-9-4). Este traslado implicó no sólo un movimiento de personas sino de recursos para la subsistencia, que la jefatura del regimiento solicitaba al juzgado según número de jefes, oficiales y tropa (MAHJM, c. 1855, f. 196, 21/10). Éste emitía órdenes de pago que eran enviadas al ministerio de Guerra para autorizar el abono de Hacienda. El “auxilio” de las milicias fue principalmente yerba, tabaco, papel, carne y leña. Otro gasto que afrontó el juzgado fueron las caballadas, que si eran estatales se pedían a los maestros de posta (MAHJM, c. 1860, f. s/n, 21/12). En septiembre de 1859 se llegó a exigir la expropiación de cien caballos “en las quintas” de Mercedes para los milicianos que marchaban a Cepeda (la expropiación no podía superar la tercera parte de los caballos del particular) (MAHJM, c. 1859, f. 242, 18/09). Las exigencias de bienes al vecindario se dio incluso con el armamento: en 1861 por ejemplo, Laureano Díaz pidió a los juzgados expropiar fusiles, municiones y correaje en propiedades particulares (MAHJM, c. 1861, f. 122, 4/11). 3. Resistencias en la frontera La organización y desplazamiento miliciano a la frontera oeste suscitó desordenes y “escándalos” ligados a la falta de disciplina de una fuerza irregular, no profesional y de reciente creación; deserciones por razones políticas derivadas del conflicto entre el gobierno porteño y la Confederación; y constantes resistencias sociales por su impacto en las economías domésticas y capitalistas de la campaña. Los desordenes y “escándalos” incluyeron robos, violencia física y desbandes colectivos, denunciados reiteradamente por los juzgados. En ocasiones los contingentes llegaban “en el mayor desorden” y en su paso robaban ganado y pertenencias de los vecinos (MAHJM, c. 1855, f. 174, 8/10). En otras, los “escándalos” se limitaron a pronunciamientos verbales contra las autoridades o procedían del campo de batalla, mediante crónicas sobre desbandes, huidas y deserciones. Es ilustrativa una en noviembre de 1855, ya que la autoridad militar a cargo del enfrentamiento con las fuerzas indígenas justificó las perdidas en sus filas por la “cobardía” miliciana (MAHJM, c. 1855, f. 228, 2/11). Las comandancias de frontera insistían en la captura y remisión de los desertores para moralizar la GN y alternativamente (de acuerdo con el volumen de deserciones) el gobierno decretó períodos de indulto (MAHJM, c. 1856, f. 88, 27/03; c. 1857, f. 50, 11/02). Para hacer efectiva la persecución, circulaban en los juzgados episodios individuales de defección y listas de desertores. Los primeros fueron documentos con la filiación individual (estado civil, origen geográfico, edad y rasgos 250 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales fenotípicos) que podía incluir una descripción de los hechos relacionados con la deserción. Las segundas fueron elaboradas en las convocatorias periódicas de los enrolados en los cuarteles de los partidos, constando el día y lugar de reunión, y quiénes se habían ausentado. Estas listas se circulaban a su vez a los alcaldes y la GN para su captura. Entre 1854 y 1861, sólo en Mercedes se registraron al menos ciento setenta y siete abandonos de la GN y el EL. Existieron deserciones con motivos eminentemente políticos. Los años en que Buenos Aires se constituyó como Estado, estuvieron signados por reiterados intentos de las fuerzas federales de desestabilizar al gobierno porteño. En este contexto, se pronunciaron resistencias a cumplir servicio en las filas milicianas y desacatos a la autoridad aludiendo no servir “a los Salvajes Unitarios” que gobernaban Buenos Aires y amenazando pasarse “a la fuerza de Urquiza” (MAHJM, c. 1859, f. 251, 7/09). Los rebeldes eran remitidos al juzgado y de allí al EL, pero cuando era efectivo el paso a las fuerzas confederadas los sublevados eran detenidos y pasado por las armas (MAHJM, c. 1859, f. 294, 5/11). El juez les tomaba declaración sobre su situación familiar y patrimonial a efectos de distribuir sus bienes, designar el tutor de sus hijos y el responsable del entierro. Al menos en 1855, 1856, 1859 y 1861 en el conjunto de la frontera oeste se registraron numerosas deserciones (llegando a ser centenares los “sublevados”) en apoyo a “cabecillas” federales que sitiaron poblados. El reclutamiento provocó, además, resistencias de los familiares y empleadores de los milicianos; aún más, considerando el perfil social de éstos y la agudización de exigencias a raíz del conflicto con la Confederación y la frontera indígena. Exentos jurídicamente de participar en las milicias, los patrones, capataces de grandes establecimientos y maestros de postas, la presión político administrativa recayó en “la clase de peón”, según precisó el juez de Chivilcoy (MAHJM, c. 1853, f. 45, 23/01. Buenos Aires, Dec. 13/08/1858). Las cartas personales de la época ilustran las reacciones de diferente intensidad de familiares o empleadores, que sugieren el importante impacto del régimen miliciano en las economías domésticas y capitalistas, confirman las hipótesis sobre las características sociales de los milicianos y explican las disputas en torno a las clasificaciones ocupacionales (Literas, 2012a). Estas personas “en clase de peón” fueron tipificadas, sin embargo, de forma disímil como “vagos”, “no enrolados” o desertores, por las cuales los vecinos reclamaron al ser su trabajo el modo de obtener recursos para la unidad doméstica o estar empleados en sus establecimientos como peones o jornaleros. Por ejemplo, los contingentes en los cantones del oeste suscitaron frecuentemente que los familiares exigieran su pronto regreso finalizado el servicio. Era habitual que el relevo no se realizara puntualmente por los problemas que tenían otros partidos para reunir y enviar el suyo. Incluso, 251 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales una vez finalizado el servicio muchos licenciados quedaban “travajando [sic] en las chacritas” de las inmediaciones hasta retornar a su partido, hecho que confirma su situación de peonazgo (MAHJM, c. 1855, f. 279, 18/12). Quien intercedió ante la comandancia de la frontera fue el juez respectivo (MAHJM, c. 1856, f. 119, 19/05). En otras ocasiones, las protestas no se debieron a la laxitud de los plazos del servicio sino a la arbitrariedad de los oficiales de GN para reunir los contingentes. Sabemos que el relevo rotaba en los partidos de la sección de cada comandancia; sin embargo, la necesidad de hombres matizó el estricto cumplimiento de esto. Así sucedió en 1856, cuando familiares de los milicianos de Chivilcoy, mediante el juez, denunciaron la discrecionalidad del capitán de GN responsable de reunir y remitir los contingentes a Bragado a disposición de la comandancia fronteriza, “arrebatando” vecinos en su ausencia y pidiendo que “sean puestos en libertad” (MAHJM, c. 1856, f. 202, 12/10). Este impacto en las economías de la campaña lo ilustran, además, las solicitudes de los regimientos de GN para que los juzgados repartan carne a las familias de los milicianos en servicio, paliando las necesidades de subsistencia resultantes de la remisión sistemática de éstos a la frontera. En vísperas de la batalla de Pavón, sólo en 25 de Mayo se demandó repartir carne a ciento treinta familias de GN, hecho que provocó el reclamo desde Bragado para que se atendiera también a las sesenta familias de su milicia movilizada (AGN, s. X, 20-7-2). No sólo los familiares reclamaron por el regreso de los GN. Como se ha observado, durante el sitio de Lagos (Literas, 2012a) los hacendados también lo hicieron al citarse peones empleados en sus establecimientos, aunque llevando muchas veces sus exigencias directamente a las autoridades político-militares provinciales y de frontera. Éste fue el caso, por ejemplo, de don Patricio Fleming, estanciero británico que ya había protestado por la expropiación de ganado durante el mencionado sitio (Barcos, 2011). Él no recurrió a la oficialidad miliciana local ni al juzgado sino a las autoridades ministeriales, quienes hicieron extensiva la queja al juez respectivo “pidiendo que fuesen devueltos á su Estancia los peones de ella, que decia, habian sido tomados de leva de su Establecimiento en ese Partido por órdenes de Usted” (MAHJM, c. 1855, f. 185, 15/10). El éxito de estos reclamos dependió, sin embargo, de las exigencias derivadas de los conflictos en la frontera y la capacidad de influencia política del hacendado. Incluso el reclamo de Fleming careció de éxito a pesar de ser el ministro de Gobierno, Valentín Alsina, su interlocutor. Ante la competencia por hombres característica de la escasez de fuerza de trabajo y reclutas para la guerra, la presión del enrolamiento miliciano debió encontrar un espacio idóneo en los grandes establecimientos 252 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales productivos. Esto llevó a jefes de regimientos insistir en el cumplimiento de la ley de enrolamiento, mejorando el control de los establecimientos donde pudieran existir peones que “han desoído el llamamiento” (MAHJM, c. 1855, f. 29, 13/02). Atento a dichas resistencias, la presión no siempre fue procurada por los jueces, quienes bregaron ante las autoridades ministeriales y de la frontera para evadir la formación de contingentes que debían consumar los relevos, manifestando dificultades para organizarlos hasta que los vecinos “se vayan desocupando de sus lavores” (MAHJM, c. 1857, f. 44, 3/02). A la hora de abordar las resistencias, es preciso considerar las tensiones a las que estuvo expuesto el juez, como receptor de las demandas de hombres de las autoridades militares, y los alcaldes y sus tenientes, que padecieron la presión de aquel (inmediato superior en la estructura política local) y de los vecinos (familiares y empleadores). Estos funcionarios intercedieron muchas veces ante los abusos de los oficiales de la GN para minorar el impacto del reclutamiento y no recargar a los vecinos “de cerbicio de armas [ya que] es materialmente imposible que los Establecimientos queden abandonados” (MAHJM, c. 1858, f. 91, 13/05). Lo mismo sucedió en 25 de Mayo, cuando el juez comunicó al ministerio de Guerra los inconvenientes para cumplir un contingente requerido por Laureano Díaz “componiéndose dicha compañía precisamente de todo el vecindario” porque éste tendría “que abandonar sus establecimientos y labores resultando un completo abandono” (AGN, s. X, 19-3-3). En consecuencia, recomendaba “más conocimientos para evitar estos perjuicios” y que la citación “recaiga en solo peones y algunos otros vecinos de menores atenciones y valía”. De modo que la falta de hombres para la defensa de la frontera y el trabajo en los establecimientos productivos fue una polémica recurrente durante el período estudiado. Los jueces y alcaldes así lo advirtieron ante las dificultades para encontrar vecinos “en virtud de que todos los que hay sin atenciones están por afuera en las cosechas de trigo y los que existen en la actualidad son hombres solos que tienen sus animales y están en el trabajo de dar agua” (MAHJM, c. 1860, f. s/n, 2/01). Por esto, circunstancialmente el gobierno recomendó minorar las exigencias militares en personas con mayores “atenciones” y “ocupaciones”, e incluso pidió a los jueces listados de los vecinos con menos obligaciones laborales (MAHJM, c. 1861, f. 52, 9/05). Así, junto a las dificultades intrínsecas de una nueva organización político militar de la campaña, fue un problema central para garantizar la defensa y avance de las fronteras la escasez de hombres y la competencia que supusieron las unidades domésticas y capitalistas de producción en la retención de fuerza de trabajo. 253 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Conclusiones ¿En quién y cómo recayó la precaria protección y avance de la frontera durante estos años? Ésta fue poblada y guarnecida por tres fuerzas de diferente naturaleza jurídica y política: milicias ciudadanas (GN), soldados penados y enchagados (EL) y piquetes de “indios amigos”. Su organización y movilización estuvo condicionado por los conflictos del gobierno porteño con la Confederación y el apogeo de la coalición indígena liderada por Calfucurá. Factores que llevaron al gobierno porteño a procurar la optimización formal y práctica de los mecanismos de control y reclutamiento de la población. Las milicias tuvieron un papel destacado en la frontera. El servicio rotaba en los partidos pertenecientes a una comandancia militar con el propósito de distribuir las exigencias milicianas y su organización involucró diferentes niveles estatales: ministerios, comandancias fronterizas, regimientos milicianos y juzgados de paz, con sus correspondientes alcaldías de cuartel y tenientazgos de auxilio. Sin embargo, la efectividad del sistema tuvo que afrontar resistencias, de acuerdo con el impacto de las levas en las unidades domésticas y capitalistas, y a las luchas facciosas del conflicto entre el gobierno porteño y el resto de provincias confederadas. Dichas dificultades fueron constatadas por los “escándalos” y desordenes en los contingentes, las deserciones individuales y colectivas, y los reiterados reclamos y exigencias de los vecinos. A pesar de la diversidad de explicaciones atribuibles a estos fenómenos, estuvieron dotadas del mismo significado sociopolítico: fue la población subalterna de la campaña quien, tras la caída de Rosas, continuó sobrellevando las exigencias militares de la creación del nuevo orden político. La consideración del papel del individuo en la estructura económica fue recurrente en los discursos de las autoridades estatales y de familiares y empleadores, confirmando la resistencia a participar en las milicias y su impacto social y económico, agudizado por la discrecionalidad del servicio de frontera. Unos y otros parecieron tener la misma preocupación: el trastorno de las crecientes demandas militares en el ámbito productivo, en un contexto de escasez de fuerza de trabajo. La interpretación y análisis de los documentos elaborados en virtud de la defensa y avance fronterizo, testimonia la preocupación del gobierno por garantizar el monopolio y uso de la coerción; así como el juego de presiones que involucró a las autoridades locales en contacto con familiares y empleadores de milicianos, de acuerdo con la significativa centralidad de éstos durante la construcción estatal argentina y el impacto sustantivo de este protagonismo en la sociedad de la campaña. Fuentes Archivo General de la Nación, Buenos Aires, Argentina. Sala III y Sala X, listas de revista. 254 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Archivo General del Ejército, Buenos Aires, Argentina. Sección Legajos Personales. Museo y Archivo Histórico Judicial de Mercedes, Mercedes, Argentina. Comunicaciones y correspondencia, 1852-1861. Bibliografía Barcos, María Fernanda (2011). “Expresiones políticas y movilización popular en los pueblos de la campaña de Buenos Aires. La Guardia de Luján y el Sitio de Lagos (1852-1854)”. Comunicación presentada en XIII Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia. Catamarca, 10 a 13 de agosto, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca. Bechis, Martha (2010). “Piezas de etnohistoria y de antropología histórica”. Buenos Aires: Sociedad Argentina de Antropología. Bragoni, Beatriz (2010). “Cuyo después de Pavón: consenso, rebelión y orden político, 1861-1874” (9-28). En Bragoni, Beatriz y Eduardo Míguez (coord.) Un nuevo orden político: provincias y Estado nacional, 1852-1880. Buenos Aires: Biblos. Curiel, Moisés (1898). Guía histórica y estadística de 25 de Mayo Provincia de Buenos Aires. Buenos Aires: El imparcial. De Jong, Ingrid (2007). “Políticas indígenas y estatales en Pampa y Patagonia (1850-1880)”. Habitus, 5 (2): 301-331. De Jong, Ingrid (2011). “Las alianzas políticas indígenas en el período de organización nacional: una visión desde la política de Tratados de Paz (Argentina 1852-1880)” (70-130). En Quijada, Mónica (ed.). De los cacicazgos a la ciudadanía. Sistemas Políticos en la Frontera. Berlin: Ibero-Amerikanisches Institut Preussischer Kulturbesitz. De Jong, Ingrid y Silvia Ratto (2008). “Redes políticas en el área araucopampeana: la Confederación indígena de Calfucurá (1830-1870)”. Intersecciones en Antropología (9): 241-260. De la Fuente, Diego (1872). Primer Censo de la República Argentina verificado en los días 15, 16 y 17 de Septiembre de 1869. Buenos Aires: Imprenta del Porvenir. Domínguez, Ercilio (1898). Colección de leyes y decretos militares concernientes al Ejército y Armada de la República Argentina. 1810 á 1896. Tomo II. Buenos Aires: Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco. Garavaglia, Juan Carlos (2001). “De Caseros a la guerra del Paraguay: el disciplinamiento de la población campesina en el Buenos Aires postrosista (1852-1865)”. Illes i Imperis (5): 53-80. 255 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Garavaglia, Juan Carlos (2003). “Ejército y milicia: los campesinos bonaerenses y el peso de las exigencias militares, 1810-1860”. Anuario IEHS (18): 153-187. Garavaglia, Juan Carlos (2007) Construir el Estado, inventar la Nación. El Río de la Plata, siglos XVIII-XIX. Buenos Aires: Prometeo Libros. Gelman, Jorge (1999). “El fracaso de los sistemas coactivos de trabajo rural en Buenos Aires bajo el rosismo, algunas explicaciones preliminares”. Revista de Indias, LIX (215): 123-141. González Rodríguez, Antonio (1940) Origenes y crónica vecinal de Veinticinco de Mayo. 25 de Mayo: Biblioteca Pública Municipal Juan Francisco Ibarra. Hux, Meinrado (1999) Memorias del ex cautivo Santiago Avendaño. Buenos Aires: El elefante blanco. Lettieri, Alberto (2003) “La guerra de las representaciones: la revolución de septiembre de 1852 y el imaginario social porteño” (97-114). En Sabato, Hilda y Alberto Lettieri (comp.). La vida política en la Argentina del siglo XIX. Armas, votos y voces. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Lettieri, Alberto (2008). La república de las instituciones: proyecto, desarrollo y crisis del régimen político liberal en la Argentina en tiempos de la organización nacional: 1852-1880. Buenos Aires: Prometeo. Literas, Luciano (2012a). “El servicio de armas de los habitantes de la campaña durante el sitio de Buenos Aires. La Guardia de Luján, 18521853”. Mundo Agrario, 12 (24). Literas, Luciano (2012b). “Milicias y fronteras en la formación del Estado argentino. La regulación de la Guardia Nacional de Buenos Aires (18521880)”. Avances del Cesor, en prensa. Macías, Flavia Julieta (2003). “Ciudadanía armada, identidad nacional y Estado provincial. Tucumán, 1854-1870” (137-151). En Sabato, Hilda y Alberto Lettieri (comp.). La vida política en la Argentina del siglo XIX. Armas, votos y voces. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Macías, Flavia Julieta (2010). “Política, Guardia Nacional y ciudadanos en armas. Tucumán,1862-1868”. Entrepasados. [en línea] Dirección URL: [historiapolitica.com/datos/biblioteca/macias3.pdf]. Macías, Flavia Julieta (2011). “Las fuerzas militares entre la provincia y la nación (1868-1874)”. [en línea] Dirección URL: [http://historiapolitica. com/dossiers/dossiermilicias/]. Poggi, Rinaldo (2000) Los gobernadores de Buenos Aires y la Guardia Nacional. 1862-1874. Buenos Aires: Fundación Nuestra Historia. 256 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Ratto, Silvia (2003a). “Una experiencia fronteriza exitosa: el negocio pacífico de indios en la provincia de Buenos Aires (1829-1852)”. Revista de Indias, LXIII (227): 191-222. Ratto, Silvia (2003b) “Cuando las “fronteras” se diluyen. Las formas de interrelación blanco-indias en el sur bonaerense” (173-232). En Madrini, Raúl y Carlos Paz (comp.). Las fronteras hispanocriollas del mundo indígena latinoamericano en los siglos XVIII-XIX. Un estudio comparativo. Neuquén / Bahía Blanca / Tandil: Universidad Nacional de Comahue, Universidad Nacional del Sur, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Ratto, Silvia (2003c). “¿Soberanos, clientes o vecinos? Algunas consideraciones sobre la condición de los indígenas en la sociedad bonaerense” (9-42). En Villar, Daniel, Juan Francisco Jiménez y Silvia Ratto. Conflicto, poder y justicia en la frontera bonaerense. 1818-1832. Bahía Blanca y Santa Rosa: Universidad Nacional del Sur y Universidad Nacional de La Pampa. Ratto, Silvia (2006). “Ni unitarios ni rosistas. Estrategias políticas interétnicas en Buenos Aires (1852-1857)”. Estudios de Historia, 13 (2): 67-102. Ratto, Silvia (2007) Indios y cristianos. Entre la guerra y la paz en las fronteras. Buenos Aires: Editorial Sudamericana. Ratto, Silvia (2010) “La defensa de la frontera de Buenos Aires durante la década de 1850. Una aproximación a través del análisis de las listas de revista”. Comunicación presentada en Jornada Ejército, milicias y frontera en el siglo XIX, 5 de noviembre, Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani. Sabato, Hilda (2009a). “Resistir la imposición: revolución, ciudadanía y república en la Argentina de 1880”. Revista de Indias, LXIX (246): 159-182. Sabato, Hilda (2009b). “Soberanía popular, ciudadanía y nación en Hispanoamérica: la experiencia republicana del siglo XIX”. Almanack braziliense (9): 23-40. [en línea] Dirección URL: [http://www.almanack. usp.br/]. Sabato, Hilda (2010). “Milicias, ciudadanía y revolución: el ocaso de una tradición política (Argentina, 1880)” (227-244). En Bragoni, Beatriz y Eduardo Míguez (ed.). Un nuevo orden político: provincias y Estado nacional, 1852-1880. Buenos Aires: Biblos. Salvatore, Ricardo (1992). $Reclutamiento militar, disciplinamiento y proletarización en la era de Rosas$. Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E. Ravignani (5): 25-47. 257 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Salvatore, Ricardo (2010). Subalternos, derechos y justicia penal. Ensayos de historia social y cultural argentina 1829-1940. Barcelona: Gedisa. Scobie, James (1964). La lucha por la consolidación de la nacionalidad argentina. 1852-1862. Buenos Aires: Hachette. 258 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El proceso hacia la concreción de las capitales estratégicas sudamericanas: Argentina-Brasil Daniel Amicci [email protected] Introducción Esta investigación tiene como propósito tratar la cuestión del fracasado traslado de la capital federal argentina, cotejándolo con la lograda experiencia brasileña. La razón de este proceder se sustenta en la necesidad de hallar similitudes y contrastes funcionales para encarar la selección de lineamientos comparativos, que ayuden a enriquecer el análisis del caso argentino propiamente dicho. Sería pretencioso presentar este escrito como un estudio comparado exhaustivo; se trata, más bien, de un abordaje aproximativo a la dilatada e intrincada trayectoria que transitaron Brasil y Argentina para concretar la mudanza de sus capitales, desde sus tradicionales y excluyentes espacios costeros hacia localizaciones que respondieran a un ordenamiento más razonado en pos de una equitativa integración nacional. Los resultados obtenidos en cada caso resultaron contrastantes. Por un lado, Brasilia materializó su idea gracias al ímpetu de Juscelino Kubistchek; en cambio, Argentina, luego de varias tentativas frustradas, sobre todo la emprendida por Raúl Alfonsín en 1986, continúa sin poder resolver uno de sus grandes problemas estructurales. En efecto, Argentina detenta el octavo lugar entre las naciones con mayor patrimonio geográfico del mundo. De este privilegiado grupo, es la única cuya capital nacional no ocupa una posición geopolítica estratégica resultante de una decisión de reciente ejecución (tal el caso de Brasilia, o ya lejana en el tiempo, Beijing). Tampoco, dentro de ese conjunto, Buenos Aires resulta ser una sede de gobierno federal planificada, en comparación con otras como Washington o Canberra. Y, por último, comparte solamente con la capital de Rusia, Moscú, la excepcionalidad de contar con una población superior al resto de las urbes de su territorio. A fin de comprender las razones de esa singular deficiencia argentina y su contrapartida brasileña, hemos puesto bajo examen un conjunto de factores, considerados con mérito suficiente como para llegar a conclusiones válidas. Algunos de ellos han sido tratados por los investigadores con mayor detenimiento, especialmente los referidos a los aspectos políticos, económicos y periodísticos, mientras que los atinentes 259 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales a los avatares históricos de las mudanzas capitalinas y aquellos otros que provienen del campo de las construcciones simbólicas han gozado de menor atención. Por nuestra parte, si bien hemos evaluado con detenimiento la totalidad del conjunto, hemos puesto el énfasis sobre estos últimos, en razón de que se encuentran prácticamente ausentes en las investigaciones presentadas sobre la problemática de Argentina. En líneas generales, este trabajo ha analizado el curso de los acontecimientos en toda su extensión, aunque ha priorizado las acciones de los gobiernos de Kubistchek y Alfonsín puesto que, durante sus gestiones, se llevaron a cabo, en uno y otro país, las iniciativas más trascendentes referidas a la “cuestión Capital”: por una parte la construcción de Brasilia en el Planalto Central, y por la otra el intento vernáculo más serio por comenzar a erigir un nuevo distrito federal en tierras patagónicas. Las capitales atlánticas brasileñas y los esfuerzos “mudancistas” La ocupación prioritaria del litoral atlántico en Brasil constituyó una estrategia de colonización repetida en las demás colonias lusitanas. Este modelo de asentamiento, que marcó la historia del gigante sudamericano, obedecía a la escasez de capitales y de hombres que afectaba a la diminuta nación ibérica. Bajo el alcance de estos condicionamientos, Brasil fue colonizado a lo largo de una estrecha faja costera que conformó su “primera unidad regional”, en función de la localización y desenvolvimiento de su núcleo exportador (Prado Júnior, 1998:9-13). En esa dirección, y de espaldas al oeste, la más grande e importante posesión portuguesa forjará, desde el umbral de su historia, su férrea vocación atlántica. Este favoritismo generará un impacto desintegrador sobre el resto del vasto e inexplorado territorio tropical, al provocar la desvinculación de las diferentes regiones y sus respectivas administraciones coloniales que, separadas por agrestes espacios, se veían impedidas de auxiliarse mutuamente. El desequilibrio poblacional obstaculizará durante siglos la construcción de una completa unificación nacional. Dentro del bien delimitado marco del asentamiento colonial de las capitanías hereditarias –faja costera de varios cientos de kilómetros de largo–, tocó a uno de sus incipientes núcleos poblacionales convertirse, hacia mediados del siglo XVI, en la primera de las tres capitales que ostentará el Brasil a lo largo de su historia. La elección recayó sobre el puerto de Salvador de Bahía, en la región del nordeste. Posteriormente y luego de más de un siglo, Rio de Janeiro pasó a ocupar ese rol en 1763. Su designación, más conveniente para la administración del país, obedeció a cuestiones político-estratégicas, puesto que acompañó el desplazamiento del centro de gravedad de la colonia hacia el sur, motivado por el creciente desarrollo minero de Minas Gerais y la escalada del conflicto con los españoles en el área del Plata. 260 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La ciudad carioca era un referente para el mercado externo y para “los valores que deberían llegar de Europa”, razones que estaban hondamente relacionadas con el concepto de imperio-colonia. El preponderante rol económico, sumado a su emplazamiento equidistante interregional, le otorgaba a Rio ventajas comparativas con respecto al resto de las urbes vecinas. Sin embargo, la cuestión de fondo seguía pendiente, en la medida en que la mudanza se llevaba a cabo dentro del clásico espacio del litoral, en tanto el interior continuaba prácticamente vacío (Duarte de Brito, 2009:49-53). Por su lado, Buenos Aires fue nombrada cabecera virreinal en 1776, decisión que formaba parte del conjunto de reformas llevadas a cabo por los Borbones para afianzar los dominios americanos y maximizar la obtención de beneficios. Tras la Independencia, de hecho continuó en su rol y hacia 1880 el Congreso Nacional la designó oficialmente capital de la república, medida que hasta el momento no sufrió modificación alguna. De frente al Río de la Plata, salida natural del Cono Sur al Atlántico, y de espaldas a su vasto Hinterland, fue durante un prolongado período de su historia un diminuto y pobre asentamiento ubicado en los confines del dominio hispánico. Había sido fundada en la región del litoral cuyas tierras, durante el transcurso de casi toda la época colonial, no habían conformado el centro político y económico de la futura Argentina, puesto que la columna vertebral del sistema pasaba por las regiones del interior virreinal, desde Córdoba, ubicada en la porción central, hasta Jujuy en el extremo norte, en una cadena de urbes ligadas al polo económico-minero del Potosí (Assadourián et al., 1972). En la medida en que aprovechó el usufructo de las ventajas comerciales obtenidas a partir de su debutante rol como cabecera administrativa del Virreinato del Plata, puerto y aduana únicos, dejó atrás su aletargada trayectoria y comenzó a transitar velozmente la senda del crecimiento hasta convertirse, a fines del siglo XIX, en una metrópoli cosmopolita. A partir de esta transformación favorable, y libre de competencias por parte de otras urbes, Buenos Aires comenzó a recorrer una extendida trayectoria como centro político, económico y cultural, y su supremacía sobre el resto del vasto territorio que encabeza, fue y es incuestionable. La continuidad de la hegemonía porteña conllevó a que el patrimonio geográfico argentino acusara un marcado desequilibrio entre su desmesurado núcleo vital y el resto de su territorio, en la medida en que absorbía las riquezas y energías de sus otras partes, Hinterland y fronteras, sin apoyar su progreso. Las consecuencias de esta desventajosa asimetría –“un país en abanico hacia Buenos Aires”–, acarrearon la pérdida poblacional de las regiones interiores, cuyos habitantes, obligados 261 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales a emigrar hacia el centro absorbente, alimentan un círculo vicioso de despoblamiento y superpoblación1 (Gussoni, 2010). El logro brasileño y la frustración argentina: algunos lineamientos comparativos La pesquisa de un proceso comparable, desarrollado en un país que reuniera un conjunto de características geográficas, históricas y culturales, que ameritaran su confrontación con el caso argentino, arrojó como resultado más convincente la positiva experiencia brasileña que dio lugar a la fundación de Brasilia y su distrito federal. La elección se amparó en las similitudes con Brasil en cuanto a su patrimonio geográfico, trayectoria colonial, ocupación humana, desenvolvimiento económico, asimetrías interregionales y al prolongado y complejo itinerario recorrido hasta plasmar un nuevo centro gubernativo, cuya inauguración sólo antecedió en alrededor de un cuarto de siglo al lanzamiento del proyecto de Alfonsín, contemporaneidad que también otorga superior validez al caso cotejado. En efecto, tanto Brasil como Argentina ejercen soberanía sobre una vasta porción del espacio territorial sudamericano, en gran medida aprovechable para el uso humano. No obstante, sus principales centros poblacionales y económicos se encuentran volcados hacia los espacios costeros atlánticos, generando profundas desigualdades con las regiones interiores. Los orígenes de estas asimetrías se remontan a la etapa colonial, incrementándose a medida que ambos estados comenzaban a insertarse en la división internacional del trabajo, impuesta por el capitalismo en expansión de mediados del siglo XIX. Los perjuicios ocasionados al crecimiento integral de entrambas potencias sudamericanas no pasaron desapercibidos por distintos e influyentes personajes nacionales a lo largo de sus respectivas trayectorias históricas, quienes aportaron medidas tendientes a reparar los costos de un desarrollo interregional signado por la irracionalidad. Guiados por ese interés, formularon diversas propuestas para amortiguar el dominio verticalista de sus polos ribereños, atendiendo sobre todo a la mudanza de las capitales hacia el núcleo de sus dominios. Fuertes intereses políticos y económicos se contrapusieron a esas tentativas, llevándolas al fracaso durante largo tiempo. Finalmente, el país tropical logró cumplir con este cometido histórico de la mano de la política “desenvolvimentista”, implementada hacia mediados de la centuria precedente. Por el contrario, su vecino rioplatense, cuyo ensayo 1 Buenos Aires está emplazada a unos seiscientos kilómetros al este del centro geográfico del país. Allí se aglomeran, junto a su conurbano, unos trece millones de personas, de un total de poco más de cuarenta millones esparcidos en una superficie continental de 2.780.400 km2, la mayor parte aptos para el asentamiento humano. La Patagonia cuenta con un tercio del espacio territorial, pero promedia sólo el 5% de la población, con una densidad que orilla los paupérrimos 3 hab/km2. Fuente: http://www. indec.gov.ar/ 262 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales más próximo al éxito lo llevó a cabo en los años de 1980, no contó con igual fortuna y continúa siendo una notable excepción entre los países más extensos del mundo. ¿Cuáles son los factores que subyacen tras la trunca iniciativa del gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989) y qué analogías y diferencias se pueden trazar con respecto a la exitosa materialización de Brasilia en los años de Juscelino Kubistchek (1958-1961)? Factores 1. Históricos-tradicionales: Argentina no cuenta con antecedentes de traslados efectivos de sedes gubernativas nacionales ni estatales equiparables al Brasil. Salvo la edificación de La Plata, tras la federalización de Buenos Aires (1881) para dotar a la provincia bonaerense de una nueva capital, no existen otros casos. En cambio, su vecino llevó adelante numerosas mudanzas de las cabeceras de sus Estados2, e incluso, aunque en época colonial tardía y aun manteniendo el centralismo marítimo, mudó su capital desde Bahía hacia Rio. Estas diferencias marcan la presencia de cierta “tradición” en cuanto a tomar este tipo de decisiones trascendentes por parte de los gobiernos brasileños y de una gradual adaptación de la población, que tomó forma a medida que se efectivizaban los cambios (Leite de Castro, 1946:567; Roulet, 1987; Teixeira Guerra y Teixeira Guerra, 1960:171-173). Ese conjunto de precedentes fue usufructuado por el gobierno de Kubistchek para justificar la necesidad de Brasilia, otorgándole respaldo histórico a su proyecto. El ciclo del litoral debía dar paso al ciclo del interior, iniciando el llenado del “vazío brasileiro” con el objeto de tomar posesión efectiva de su inmenso y pobremente consolidado territorio, delimitado tras complejas disputas limítrofes con la mayoría de sus vecinos que, tal como lo señalaba JK, era “un imperativo para la integración y la seguridad del Estado” (Kubistchek, 1957:39; Leite de Castro, 1947:281). Brasilia estaba atada al plan “nacional-desenvolvimentista”, pero era presentada como el producto de un proceso de maduración forjado a la largo de gran parte de la historia nacional. El gobierno buscaba así evitar, a toda costa, que su edificación fuera vista como una acción improvisada o como un mero capricho personal del jefe de Estado (Silva, 1971:8-10). Por su lado, Alfonsín carecía de un historial semejante para ejemplificar positivamente su plan y fomentar la conciencia popular en pos de lograr un mayoritario apoyo a su iniciativa. El programa del mandatario radical sufrió, sin dudas, la ausencia de la “tradición mudancista” que su par 2 Por citar sólo algunos, mencionamos a los pioneros cambios en los estados de Amazonas y Mato Grosso, donde en el primero Manaus pasó a suplantar a Barcelos como ciudad cabecera en 1804 y en el restante Cuiabá hizo lo mismo para con Vila Bela hacia 1835. A finales del siglo, Minas Gerais transfería su gobierno desde Ouro Preto a Belo Horizonte. Por último, y ya en el siglo XX, el territorio de Acre intercambiaba Cruzeiro do Sul por Río Branco y el de Punta Porá alternó entre la localidad homónima y Maracayú, ya en tiempos del gobierno de Eurico Dutra (Leite de Castro, 1946:567). 263 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales usufructuó al momento de lanzar su iniciativa para el Sertão. El escenario sobre el cual el brasileño montó su obra, en parte, ya estaba construido por sus antecesores (Almino, 2007:299-303; Silva, 1971:8-10). 2. Económicos: Sin lugar a titubeos, la situación económica del gobierno de Kubistchek era más favorable que la afrontada por Alfonsín. El jefe de Estado desarrollista llegó al poder en un país en crecimiento, legado del período varguista, con un firme proceso de industrialización que cuidó y acrecentó. La médula de la gestión económica durante el mandato de JK estaba constituida por una especie de aleación entre la iniciativa privada, sobre todo sustentada en capitales foráneos, y la participación y contralor del Estado, que dirigía las inversiones haciendo uso de las recetas cepalinas acerca de la planificación sistematizada (Benevides, 1979:202; Carvalho Gonçalves, 2011). El país recibió en esos años fuertes inversiones extranjeras directas –vg. grandes corporaciones automotrices– y se crearon numerosos puestos de trabajo. Los éxitos económicos de sus primeros años de gobierno son prueba cierta del “aprovechamiento” de Kubistchek de la estabilidad política que gozaba. A pesar de los problemas inflacionarios, el crecimiento económico fue importante, tal como lo reflejaba el PBI que acusó un aumento del 8% en 1957-1958 (Cardoso, 1976:120-124; Devoto y Fausto, 2008:326). En cuanto a los impactos de la construcción de Brasilia, aunque generó un costo criticable que aceleró el ritmo inflacionario, no representó una disminución del salario real, y más allá de esa cuestión coyuntural, marcó un antes y un después en la historia del Brasil, poniendo en marcha un proceso integrador que deparó trascendentales beneficios al país (Bojunga, 2010:97). Asimismo, si bien no trastocó de lleno la clásica estructura centralista volcada hacia el océano, implicó su flexibilización abriendo nuevos frentes para un desarrollo nacional más horizontal. La administración de Alfonsín recibió una nación cuya economía estaba en crisis fruto de años de desmantelamiento de su aparato productivo, endeudamiento externo exorbitante, concentración de la riqueza y manejos espurios financieros. Las recetas que implementó para sortear el desastre económico, sobre todo el Plan Austral, no produjeron los resultados deseados y el país siguió sin retomar la senda del crecimiento, profundizándose aún más la crisis estructural bajo el peso del fenómeno hiperinflacionario, sin igual en la historia nacional y, salvo en la Alemania de Weimar, en la internacional (Di Tella, 2011:299-302). Por tanto, las condiciones económicas para llevar adelante la enorme tarea de planificar y construir una nueva cabecera federal resultaron verdaderamente desparejas para uno y otro gobierno. 3. Políticos-Sociales: Kubistchek transitó su período de gobierno sin mayores sobresaltos políticos y sociales, asegurado por una efectiva trama 264 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de alianzas que le otorgó la mayoría parlamentaria. Tanto los industriales como los militares le brindaron su apoyo, convencidos de las bondades de su programa de modernización económico (Benevides, 1979:147-173). Con respecto a la clase trabajadora, aunque hubo un aumento de las agitaciones con importante número de huelgas, a menudo en el estado clave de San Pablo, motivadas sobre todo por las altas tasas de inflación y el creciente coste de vida, las relaciones se mantuvieron dentro de un marco de entendimiento (Carone, 1985:112-161; Sikkink, 2009:193209). En cuanto a la oposición, el sector rural mostró cierta reticencia, porque se veía destinado a cumplir un papel secundario dentro del esquema del Plan de Metas, aunque las trabas principales provenían de la derecha conservadora que desconfiaba de ese programa y de sectores de izquierda hostiles al capital extranjero. No obstante, el frente más complejo era el externo. Allí Kubistchek tuvo que sobrellevar durante buena parte de su mandato la notable escalada del conflicto entre los poderes bipolares, que involucró de lleno al subcontinente a raíz del impacto de la revolución Cubana, ante el cual puso en práctica una política de tinte independiente –PEI–, que recibió rotundo rechazo de la derecha enfrascada en la “lucha” contra el avance comunista (Amicci, 2011:49-51). En líneas generales, el sosegado ambiente político y social que caracterizó el tiempo de Kubistchek le permitió llevar a la práctica sus objetivos de “desenvolvimento”, entre ellos su obra maestra: Brasilia. Alfonsín ejerció su gestión sobre un escenario atiborrado de problemas políticos y sociales. El novel gobierno democrático asumía tras un período de violencia sin parangón en la historia argentina y de una guerra perdida contra Inglaterra. El signo moderado del presidente electo parecía idóneo para llevar adelante la ardua tarea de reconstrucción y reconciliación nacional. Pero, sin alianzas de peso y enfrentado con el peronismo que dominaba en la Cámara Alta y en las gobernaciones, y bajo el sofocante peso de unas FF.AA. malacostumbradas a manejar una cuota de poder, las condiciones de gobernabilidad no eran precisamente las más adecuadas para llevar adelante una gestión razonable. El sistema institucional adolecía de fallas estructurales que atentaban contra la vida democrática que, según el propio Alfonsín, provenían de una serie de trabas constitucionales: “valoración insuficiente de la legitimidad, dificultades para la gobernabilidad, escasas formas de participación, excesiva concentración territorial y funcional de competencias en la cabeza del Poder Ejecutivo Nacional y controles muy laxos y permisivos a favor de este ultimo” (Alfonsín, 1996:168). La oposición sindical fue in crescendo a medida que las recetas económicas para paliar la crisis no daban resultado, hasta tornarse verdaderamente crítica con una larga cadena de huelgas generales que 265 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales debilitaron la administración hasta llevarla a un callejón sin salida. Paralelamente, surgían movimientos golpistas llevados a cabo por sectores fundamentalistas del ejército, intolerantes ante la pérdida de poder y el procesamiento de sus colegas (Di Tella, 2011:300-302; Romero, 2008:193-198). En el medio de ese complicado contexto, la sociedad civil se encontraba fragmentada tras años de terrorismo de Estado, desmoronamiento económico y censura cultural, con el reciente agregado de un nacionalismo contrariado por el desengaño de la guerra de Malvinas. A todos estos obstáculos hay que agregarle una cuestión fundamental, esto es la paulatina pérdida de “paciencia social” frente al novel régimen democrático, sobre el cual se habían volcado expectativas exageradas. En este océano embravecido, donde la renaciente democracia parecía comenzar a zozobrar, el mandatario se dispuso a dar nueva vida al viejo proyecto nacional de mudar la capital federal hacia el interior. Esta vez la mira sería enfocada en la región patagónica, pasando a segundo plano la pampeana, que había sido el centro de atención para casi todas las intenciones precedentes. Alfonsín entendía que había llegado el momento de poner en marcha un modelo de desenvolvimiento integrado, dejando de lado el que fuera alentado por la Generación del ´80, que había otorgado prioridad absoluta a la pampa húmeda, espacio nuclear del modelo agroexportador sustentado por las oligarquías conservadoras del siglo XIX. Presentar sobre ese escenario un programa para llevar la capital hacia el corazón del país era una tarea que contaba con un estrecho margen de materialización y, sin dudas, se trató de una aspiración extemporánea. 4. Simbólicos: Kubistckek “preparó el terreno” para lanzar su objetivo capitalino. Llevó adelante una esmerada y continua construcción simbólica de su faraónico ideal azuzando, junto a los defensores “mudancistas”, el imaginario popular. Su intensa actividad de “marketing” estaba dirigida a inculcar una representación de la soñada capital como una necesidad para poner en marcha “un país y un tiempo nuevo”. Había que superar las barreras del tradicionalismo y embarcarse hacia un proyecto modernizante, futurista. Para quienes respaldaban el proyecto, Brasilia era publicitada como la “ciudad contemporánea” que, más allá de dar impulso al despoblado centro del país, posibilitaría ofrecer una vida renovada para el “nuevo hombre nacional”. Para quienes estaban en desacuerdo, la obra significaba un enorme e innecesario gasto que podría volcarse a otras cuestiones prioritarias para el desenvolvimiento nacional. Este grupo, al igual que sus rivales, no presentaba una composición homogénea; por el contrario, estaba integrado por individuos de disímiles orígenes sociales e ideologías contrapuestas. Lo que se ponía en juego era nada 266 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales menos que la formación y movilización de la opinión pública, que tanto los periodistas como los políticos opositores sabían que era su arma más decisiva a la hora de intentar gravitar sobre la mayoría oficialista (dos Santos, 2008:48-242). En relación con el siempre influyente rol de la prensa, el mandatario “desenvolvimentista” no pudo librarse de la injerencia de los sectores contrarios a su plan que llevaron a cabo, si bien no en la medida de una campaña de desprestigio propiamente dicha, diferentes acciones tendientes a desdibujar la necesidad de Brasilia. Asimismo, exageraron todos aquellos contratiempos o errores que iban surgiendo a medida que se avanzaba en la obra, así como especulaban con los futuros. Las voces contrarias, particularmente provenientes de las grandes y centralistas urbes del litoral, tildaban la iniciativa con epítetos que iban desde la mera ironía: “locura”, “broma presidencial”, “castigo”, “barbaridad”, hasta aquellos que sostenían su negativa hacia un proyecto que consideraban pretencioso por fundar una “suntuosa ciudad en medio del desierto, lejos de los centros poblados del país”. En el medio, también abundaban ciertas posturas disparatadas que hablaban de una “infelicidad” que sufrirían los funcionarios públicos al verse obligados a mudarse, lo que acarrearía penosas fragmentaciones familiares (Abreu Gomes, 2008:41-60). Kubistchek se afanó en pos de concordar las expectativas de uno y otro imaginario social. Su esperanza estaba puesta en convencer a todos sobre la imperiosa necesidad de concretar, tras largas décadas, el traslado de la sede nacional desde la ribera atlántica hacia el Planalto central. Frente a este desafío, recurrió a la no escasa narrativa disponible sobre el tema “capital”, plasmada a lo largo de un extenso período –cuyo principio se remontaba hasta la colonia– y al fomento de nuevas producciones, todo ello en razón de conseguir una verosímil conexión historiográfica que fortaleciera el ideal “mudancista” (Abreu Gomes, 2008:43-45; Almino, 2007). La obra de crear una homogeneidad historiográfica funcional a la iniciativa gubernamental fue llevada a cabo, en particular, por parte de los miembros del Instituto Superior de Estudios Brasileiros (ISEB), que contaba con intelectuales de la talla de Hélio Jaguaribe y Roland Corbisier. Esta institución actuó a modo de “fábrica de ideología al servicio del Estado desenvolvimentista”, cuyo pensamiento rector era reforzar el ideal de edificar a Brasilia, dándola a conocer como una construcción determinante para la integración política, cultural y económica del país. Según sus términos, “no había nación” y el camino para su edificación pasaba por la concreción de la nueva sede del gobierno federal (de Oliveira, 2006:488-490). De este modo, se ponía en marcha, previa a su inauguración, la construcción discursiva de Brasilia, otorgándole su 267 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales necesaria historicidad. La urbe federal llegará a ser “expectativa antes de ser realidad” (Gomes de Ceballos, 2005:7-8). Alfonsín lejos estuvo de encaminar el imaginario social hacia una posición positiva con respecto a su proyecto Patagonia-Capital. Hasta quizás resulte aventurado considerar que durante su mandato –tal como sucedió con Kubistchek– se formaran imaginarios contrapuestos, dado que la iniciativa desde sus inicios no gozó de una llegada realmente masiva hacia la opinión pública y fue navegando entre un mar de problemas paralelos que le quitaban notoriedad; incluso para no pocos ciudadanos la noticia pasó casi o totalmente inadvertida. Fue imposible alcanzar un grado de real conciencia colectiva acerca del trascendental paso que se pretendía dar.3 En ese sentido, tampoco consiguió, como se hubiera esperado, un efectivo respaldo desde el propio seno del partido radical como así tampoco de ciertos funcionarios públicos, cuya actitud hacia el proyecto oscilaba entre la apatía y la incredulidad. Paralelamente, algunos manejos erróneos en la planificación llevada adelante por la comisión a cargo –ENTECAP–, que además trabajaba desde Buenos Aires en lugar de hacerlo in situ, y ciertas actitudes dudosas de Alfonsín en relación con demostrar férrea decisión por trasladarse aun bajo circunstancias adversas –“tendría que haberme venido en carpa”, recapacitaba en una ulterior visita a Viedma en 2006–, quitaron fuerza al ya de por sí débil impulso4. En Argentina, los medios de comunicación mantuvieron, en general, sus posiciones clásicas con respecto a llevar hacia el interior la cabecera nacional. Por un lado, los provincianos demostraron, como ya había sucedido en iniciativas anteriores, simpatía por el nuevo y al parecer decisivo intento por dar una solución a uno de los mayores e históricos problemas argentinos. Y, como era ya tradición, los informativos porteños siguieron fieles a sus predecesores, demostrando desde desinterés hasta menosprecio por la idea de una capital patagónica, ligados como estaban a los intereses centralistas. Su “adalid histórico” es el diario conservador La Nación, con opiniones siempre opuestas a mudar la capital hacia “adentro”, desde aquéllas lejanas en el tiempo, tal como la que publicó en 1871 para denostar el traslado hacia la “insalubre provincia mediterránea de Córdoba”, o las de años más recientes, como en 1997 cuando en una nota alusiva a la fallida tentativa de Alfonsín, la tildaba de “sueños de grandeza”5 (Martínez, 2009:111-135). 3 Hacia la década de 1950 el área del D.F. apenas estaba habitada y prácticamente sin incidencia en la economía nacional; hoy cuenta con casi dos millones y medio de habitantes y una participación del 3,8% en el PBI. Todo lo contrario de Viedma-Patagones, que hacia 1985 registraba unos cincuenta mil pobladores y actualmente apenas sobrepasan los setenta y dos mil. En cuanto a la contribución del producto nacional, la Patagonia toda alcanza solamente el 8%. Fuentes: http://www.brasilia.df.gov.br/; http://www.indec.gov.ar/ 4En: La Nueva Provincia (Bahía Blanca), 2006, 17 de septiembre. 5En: La Nación, 1871, 12 de julio; 1997, 18 de agosto. 268 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Así, ante la ausencia de una lograda construcción simbólica, producto de una decisión criticable en cuanto a su espontaneidad, y sin haber logrado captar la atención de la opinión pública –que Kubistchek había promovido mediante el respaldo a publicaciones afines, la difusión en medios masivos y la participación positiva de intelectuales–, la formación de una conciencia nacional sobre la cuestión quedó inconclusa. Paralelamente, ante la orfandad de apoyos y jaqueada por los profundos problemas políticos, sociales y económicos, la ilusión de fundar La Segunda República Argentina, “sureña y oceánica” tuvo corta vida. La ley 23.512 continúa vigente, no así la voluntad política. Conclusiones La investigación demostró el intrincado sendero que transitaron entrambos vecinos sudamericanos para concretar la mudanza de sus cabeceras gubernativas, desde sus tradicionales y excluyentes espacios costeros hacia localizaciones que respondieran a un ordenamiento más funcional, en pos de una equitativa integración nacional. De los dos, sólo Brasil alcanzó su cometido con la inauguración de su Distrito Federal en el medio del Sertão. Por su lado, Argentina luego de varios tanteos, todavía continúa sin poder resolver esta problemática estructural, cuya gravitación resulta incuestionable a la hora de planificar un crecimiento más equilibrado. El estudio del curso histórico de uno y otro país, desde sus respectivos períodos coloniales hasta la fundación de Brasilia, por un lado, y del fallido proyecto patagónico de Alfonsín, por el otro, allanó el camino para un conocimiento panorámico del tema planteado. Una vez conseguido ese objetivo general, identificamos cuáles eran los factores más relevantes –sin dejar de remarcar que se trató de una primera aproximación a la materia–, en razón de hallar diferencias y parecidos entre ambos procesos. En este sentido, estamos en condiciones de afirmar que las investigaciones argentinas sobre el plan radical centraron su atención sobre razones de índole económica, política y periodística como causales determinantes de su fracaso. En cambio, las de origen brasileño se interesaron además por interpretar la influencia tanto de los aspectos históricos-tradicionales como de los simbólicos a lo largo del proceso que condujo a la materialización de la meta superior de Kubistchek. La utilización de este modelo de análisis para abordar el fenómeno argentino nos ayudó a comprender que los obstáculos que enfrentó el intento llevado a cabo por el gobierno de Alfonsín, más allá de la crisis económica, política y social que lo caracterizó, fueron el resultado de una combinación de factores donde jugaron un rol fundamental la ausencia de un proceso de construcción simbólica, aspecto que fuera bien cuidado por JK. En efecto, el imaginario 269 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales popular no fue incentivado, la formación de una opinión pública favorable fue descuidada y las herramientas que manipuló el brasileño para publicitar su “Meta-síntese”, tales como publicaciones, cooperación de instituciones y de intelectuales de prestigio, fueron desaprovechadas por su par rioplatense. En esa línea, asimismo, pudimos dar cuenta que JK corría con ventaja en relación con Alfonsín porque, aparte de los logros de crecimiento económico y de estabilidad política-social que identificaron su mandato, estuvo en condiciones de usufructuar, y efectivamente lo hizo, la experiencia que había acumulado la ciudadanía brasileña a lo largo de su historia, producto de las continuas mudanzas de capitales. De este modo, el proyecto del desarrollista gozó de sostén histórico, sumado a la madurez en su concepción y presentación pública. Por el contrario, el de su colega argentino acarreó el peso de múltiples precedentes errados y el apresuramiento en la planificación-difusión de su propio plan. Si bien el distrito federal de Brasilia, en pleno Planalto central, no devino en una redistribución profunda de la población y la economía del Brasil, que continúa atomizada en su faja costera, alentó el crecimiento del corazón de su dominio, morigerando la tradicional hegemonía atlántica. En contraposición, los datos presentados no dejan lugar a dudas sobre el escaso desenvolvimiento poblacional y económico del territorio argentino y, en particular de Patagonia –gran espacio de reserva del Cono Sur–, así como de la racionalidad del propósito encarado por el gobierno radical en la década de 1980 para trasladar la capital federal hacia ese ámbito. Y, más allá de que se efectuara o no hacia las tierras australes, la imperiosa necesidad que acarrea el país sudamericano ante la profunda asimetría interregional que lo caracteriza –con un núcleo vital extremado frente a grandes porciones de su espacio físico prácticamente desaprovechadas–, amerita una solución definitiva para llevar adelante un crecimiento estructural uniforme. Referencias Abreu Gomes, Ana (2008). Brasília: de espaço a lugar, de sertão a capital (19561960). Tesis de Doctorado en Historia. Brasilia: Universidad de Brasilia. Alfonsín, Raúl (1996). Democracia y consenso. Buenos Aires: Corregidor. Almino, João (2007). “O mito de Brasília e a literatura”. Estudios Avançados, (21): 299-308. Amicci, Daniel (2011). La construcción de la alianza estratégica argentinobrasileña, 1958-1962. Tesis de Maestría en Relaciones Internacionales. Buenos Aires: Universidad Maimónides. Assadourian, Carlos et al. (1972). De la Conquista a la Independencia. Buenos Aires: Paidós. 270 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Benevides, María Victoria (1979). O governo Kubistchek. Río de Janeiro: Paz e Terra. Bojunga, Cláudio (2010). “A questão da revisão histórica: o caso Juscelino Kubistchek”. Revista do Instituto Histórico e Geográfico Brasileiro, (449): 93-108. Cardoso, Fernando (1976). Ideologías de la burguesía industrial en sociedades dependientes (Argentina y Brasil). México: Siglo XXI. Carone, Edgard (1985). A república liberal II Evolução política (1945-1964). San Pablo: Difel. Carvalho Gonçalves, Luiz (2011). As relações Brasil-CEPAL (1947-1964). Brasilia: Fundação Alexandre de Gusmão. Devoto, Fernando y Boris Fausto (2008). Argentina-Brasil 1850-2000. Buenos Aires: Sudamericana. Di Tella, Torcuato (2011). História Social da Argentina Contemporânea. Brasilia: Fundação Alexandre de Gusmão. Duarte de Brito, Jusselma (2009). De Plano Piloto a metrópole: a mancha urbana de Brasília. Tesis de Doctorado en Arquitectura. Brasilia: Universidad de Brasilia. Gomes de Ceballos, Viviane (2005). E a história se fez cidade…: a construção histórica e historiográfica de Brasília. Tesis de Maestría en Historia. Campinas: UNICAMP. Gussoni, Enrique (2010). Proyecto estratégico de Nación, 2010-2020. Buenos Aires: Universidad Maimónides. Kubistchek, Juscelino (1957). Mensajes Presidenciales. Transferência da Capital. Chicago: Center for Research Libraries. Leite de Castro, Christovam (1946). “A trânsferencia da capital do país para o Planalto Central”. Revista Brasileira de Geografia, (4): 567-572. Leite de Castro, Christovam (1947). “A mudanza da capital do país à luz da ciência geográfica”. Revista Brasileira de Geografia, (2): 279-285. Martínez, Pedro (2009). Villa María, Capital de la Nación. Villa María: Eduvim. Oliveira, Márcio de (2006). “O ISEB e a construção de Brasília: correspondências míticas”. Sociedade e Estado, 21(2): 487-512. Brasilia. Prado Júnior, Caio (1998). História econômica do Brasil. San Pablo: Brasiliense. Romero, José (2008). Breve historia de la Argentina. Buenos Aires: Tierra Firme. Roulet, Elva (1987). La nueva capital. Buenos Aires: Fundación Jorge Roulet. 271 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Santos, Michelle dos (2008). A construção de Brasília nas tramas de imagens e memórias pela imprensa escrita (1956-1960). Tesis de Maestría en Historia. Brasilia: Universidad de Brasilia. Sikkink, Kathryn (2009). El proyecto desarrollista de la Argentina y Brasil: Frondizi y Kubistchek. Buenos Aires: Siglo XXI. Silva, Ernesto (1971). História de Brasília. Brasilia: Coordenada/INL. Teixeira Guerra, Antônio e Ignez L. Teixeira Guerra (1960). “Subsídios para uma nova divisão política do Brasil”. Revista Brasileira de Geografia, (2): 169-210. 272 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Regionalismo y construcción de la identidad en Mês de cães danados de Moacyr Scliar Cláudia Lorena Fonseca [email protected] Resumen Mucho se ha discutido sobre la identidad del sujeto en las últimas décadas. Identidad, alteridad, territorio, región, son parte de los debates en el área de las Ciencias Humanas, y representan un problema mayor que es la cuestión de la constitución del sujeto y de sus principales preocupaciones, porque la cultura está estrechamente vinculada a la historia y al sujeto de ese proceso: el hombre mismo. Vivimos en un mundo donde las fronteras se están aboliendo, un mundo fragmentado como el ser que lo habita, y que necesita buscar su individualidad para convertirse en uno. Este estudio se ocupa de cuestiones relacionadas con el tema regionalismo e identidad, a partir del análisis de la obra Mês de cães danados, de Moacyr Scliar, destacando su narrador, su actualidad y la manera de contar y hacer historia que se observa en este relato. A verdade, se ela existe, ver-se-á que só consiste na procura da verdade. Porque a vida é só metade. Fernando Pessoa 1. Literatura e identidade regional gaúcha Muito se tem discutido acerca do tema identidade nas últimas décadas. Identidade, alteridade, território, regionalismo, são questões que fazem parte dos debates, sejam literários sociais ou filosóficos, e traduzem uma questão maior que é a questão da constituição do sujeito e suas principais inquietações, pois o cultural está intimamente ligado ao processo histórico e ao sujeito desse processo: o próprio homem. Vivemos em um mundo em que se estão abolindo as fronteiras, fragmentado como o ser que nele vive, o qual, em meio a esse universo, precisa situar-se, individualizar-se, fazer-se uno: saber-se. Relacionada à questão do regional, a questão da identidade ganha contornos específicos em se tratando de identidade gaúcha. Sabe-se que é polêmico o tema, já que não existe consenso nem entre aqueles que estão diretamente envolvidos no caso: os próprios gaúchos. Afastados geograficamente do restante do país, próximos das fronteiras com os vizinhos países da Argentina e Uruguai, o habitante do sul do Brasil 273 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales enfrenta problemas no que diz respeito a sua identidade nacional, já que muitas vezes se sente mais próximo dos vizinhos da Pampa do que de seus irmãos brasileiros. Não é caso recente, os fatos históricos e a própria colonização fizeram por estabelecer a diferença. A distância –geográfica e cultural– do Rio Grande do Sul em relação ao centro e norte do país, fez com que se estabelecessem diferenças, também, na produção cultural do sul, toda voltada para si própria, pelo menos em seus primórdios. A literatura gaúcha, por exemplo, que tardiamente se desenvolveu, devido justamente às características locais e históricas, é exemplo de como essa distância se formou. Regina Zilberman afirma que a produção literária desta região se consolida “desde, pelo menos, os anos ‘30...” (Zilberman, 1985:7), mas é óbvio que já existia uma produção literária anterior à data, e significativa. Talvez o que a autora queira dizer é que a literatura gaúcha pós anos ‘30, deixa de ser predominantemente regionalista, tomando por base a acepção de Antonio Candido, sobre os regionalismos, em seu ensaio “Literatura e subdesenvolvimento” (Candido, 1987), e ganha características mais universais, abordando temas mais próximos do universo humano em geral. Fortemente influenciada pela oralidade, que por muito tempo foi a única forma de literatura no sul, é durante o período dito regionalista que a literatura gaúcha adquire as características que vão identificá-la: a proximidade com a oralidade e com o discurso histórico, a quase obsessão com a cor e o tipo locais. Chega mesmo a influenciar, como provavelmente em nenhuma região, na caracterização, na identidade de seu povo. O gaúcho, como o concebe grande parte dos brasileiros, é criação, a partir de uma base real, histórica, e de interesses ideológicos, que a literatura consolida, mitificando o ser do extremo sul brasileiro, transformando o ser marginalizado em herói. Essa imagem, chamada “híbrida” por Regina Zilberman (1985:22), foi assimilada em muito pelo habitante do Rio Grande do Sul. O aproveitamento ficcional do tipo humano do campo –o peão, o campeiro e, depois, generalizadamente, o gaúcho– remonta às iniciativas pioneiras de constituição de um sistema literário no Rio Grande do Sul... (Zilberman, 1985) No entanto, ao mesmo tempo em que destaca o tipo, dando-lhe uma identidade, a imagem acaba por afastá-lo, apartá-lo, tornando-o muito diferente dos outros brasileiros, gerando um desconhecimento, que vem colado ao estereótipo. Ser quase incompreensível, segregado, de certa forma inatingível, a criação se vê em dificuldades para manter o mito. E se isola. Volta-se para seus vizinhos mais próximos, seus semelhantes. A literatura ainda reflete esse sujeito, mais especificamente reflete, a partir dos anos ‘30, o conflito desse ser agora também urbano, distante dos valores tradicionais, distante da origem, o gaúcho dividido entre o 274 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales campo e a cidade (gaúcho a pé x gaúcho a cavalo, ainda) eterna fonte a que recorrem os autores gaúchos. 2. Região - permanência ou fim Nada unifica mais uma nação, um povo, que um período em que todos padecem do mesmo mal –é o elo entre náufragos–. Nos períodos ditatoriais, repressivos, quando as dificuldades são comuns aos que vivem em determinada região, as fronteiras são apagadas, o ser regional acaba unido pelo sofrimento comum, criando uma identidade igualmente comum, ainda que provisória. A literatura dos anos ‘70 espelha exatamente essa situação. Talvez nunca, no Brasil, a produção literária tenha sido tão una, tão parelha. ...a literatura se associou à política. Eis o que a ficção preferiu com assiduidade nos anos 70. Mas, ao invés da política específica do Rio Grande do Sul, refletiu, na maioria das vezes, sobre o que acontecia no Brasil e mesmo no terceiro mundo de que o país faz parte (Zilberman, 1985:55). Na época das ditaduras militares, mudando o cenário, com ligeiras adaptações, poderia a ação de uma obra se passar em qualquer país da América do Sul. É certo que, no sul, principalmente, a cor local não desaparece, mas a problemática é a mesma: trata-se do sujeito alijado de sua voz. É bem verdade, também, que na produção do sul, será mais difícil de se fazer essa distinção, pois há autores que aproveitam toda oportunidade que têm de destacar o tipo gaúcho, em relação aos outros brasileiros, salientando suas virtudes, seu heroísmo, seus costumes diferentes, etc. O que não nos impede de constatar que, a partir do final dos anos ‘60, e mais acentuadamente nos anos ‘70, não existe mais região. Fato que já havia sido antecipado por João Simões Lopes Neto, no começo daquele século, em seus Contos Gauchescos (Lopes Neto, 1983). A transição do regional para o urbano, a constatação da agonia da região e sua conseqüente exposição –ou denúncia, se preferirmos– via literatura, tem início no sul e vai se fazendo gradativamente no restante do Brasil. Vide o que ocorre nos anos 30, com o convencionou-se chamar Regionalismo Nordestino, quase um sinônimo para tudo o que se produzia, então, na periferia, em termos literários, e que não acontece no sul, o qual, nos anos correspondentes, tinha em Dyonélio Machado –autor de temática e ambientação essencialmente urbanas– um de seus maiores expoentes. Portanto, aqui, cabe melhor o termo que sintetiza as tendências da época: Romance de 30, termo também bastante difundido. A literatura, no sul do país, desvia-se da tendência então vigente, explorando temática e ser urbanos. Isso, está claro, deve-se ao fato do limite regional/urbano ter sido transposto anteriormente, como foi citado, com João Simões Lopes Neto, mesmo que essa transição não se tenha efetivado integralmente, mas apenas esboçada, o que explicaria o Érico 275 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Veríssimo de O tempo e o vento (Veríssimo, 1995), além de outros nomes, de expressão mais local. Já em Minas Gerais, a transição se efetiva com o Grande Sertão:Veredas (Rosa, 1970), de Guimarães Rosa. Rio de Janeiro e São Paulo sempre foram centro –Monteiro Lobato à parte– seu regionalismo, se é que assim podemos denominá-lo, é aquele do período Romântico: o Indianismo. De qualquer forma, a questão não se encerra nos anos ‘30 ou ‘50, conforme veremos. 3. Mês de Cães Danados É justamente no período em que a tendência à unidade vigora entre os povos da América, que o gaúcho Moacyr Scliar publica Mês de cães danados, em 1977, abordando não só um período ditatorial/repressivo, mas também um pouco dessa desagregação do tipo gaúcho que perdeu o cavalo, num desdobramento do tema que já havia tratado em outras obras de sua autoria, e que vai culminar com O centauro no jardim, de 1980. Em Mês de cães danados, narrativa ambientada na Porto Alegre do início dos anos ‘70 (fato comumente não destacado nas análises dessa obra, que optam por situá-la em agosto de 1961, apenas), no Brasil ainda sob censura, onde um narrador/contador de histórias, relata, a um interlocutor “estrangeiro”, mediante pagamento, uma “boa história”, que se passa nos dias que antecederam o 31 de agosto de 1961, em Porto Alegre. Enredo aparentemente simples, não fosse a originalidade e a inversão do enfoque, do particular para o coletivo, causador de confusões quando de análises anteriormente feitas. O narrador relata os fatos históricos, responsáveis pela sua atual situação de mendicância, narra sua infância, sua origem, sua condição de sujeito despossuído de todo, inclusive de identidade, fato que faz com que se narre infinitamente, não é só questão de sobrevivência material, como ele mesmo destaca: Falo em circunstâncias especiais. Falo para ti. Por quê? Não sei. Não é só pelo dinheiro, não. Também é pelo dinheiro. Mas é por alguma outra razão que me escapa agora: fugaz. Ema fugaz (Scliar, 1977). Romance político? Sim, é certo que Mês de cães danados filia-se à vertente literária da época da qual faz parte, pois não deixa de trazer o aspecto histórico e as implicações que os vários tipos de regimes ditatoriais trazem para a vida e a constituição do sujeito que os vivem. Porém, a obra transcende a condição de romance político, pois opta por trazer à baila, a história por outro viés. Enfoca o sujeito que vive esse processo e que não se envolve diretamente com ele, apesar de ser afetado e de sofrer as conseqüências do fato. E o que importa aqui é justamente o indivíduo e sua inserção no mundo em que vive e do qual deveria fazer parte. Acontece que esse narrador é um ser mais que fragmentado ou dividido (pode-se remontar algo a partir de seus fragmentos), ele é meio, 276 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales incompleto. E ainda por cima vive em uma soleira, que ele considera o seu “lugar de fato e direito” (Scliar, 1977:31), zona limítrofe entre o dentro e o fora, entre a inclusão e a exclusão - fronteira. Sem identidade, justamente. Por isso a obra afasta-se das tendências de sua época, pois destaca o indivíduo. Aliás, o tema é recorrente na obra de Moacyr Scliar, os conflitos de identidade do sujeito, a sensação de ser estrangeiro. Não é casual que grande parte de sua produção literária aborde a questão da identidade judaica. A “grande questão” de identidade, já que trata de um povo cuja referência regional é problemática. Em Mês de cães danados, vai-se tratar da questão da identidade individual e regional. Mario Picucha, o protagonista, segundo suas palavras de contador de histórias, pago para satisfazer o freguês, e portanto não confiável –até que ponto sua história é verídica?– é filho bastardo de um proprietário rural, autêntico representante do ser gaúcho, que ao invés de criar esse filho no campo, como os outros que possui, junto à origem –que faz com que a identidade já se construa quase que automaticamente, envia–o para a cidade, mais especificamente para Pelotas, aristocrática Pelotas. Simbólico que assim seja, pois os valores herdados do pai entram em conflito com os valores urbanos e, mais que urbanos, ultracivilizados, se o termo de comparação for a campanha gaúcha. Assim, nosso protagonista, sob a tutela da tia, aprenderá francês, latim e esgrima em vez das lides do campo. Não terá um cavalo para montar nem os amplos espaços para o galope. Terá um pátio e um bezerro, que logo irá para o abate. Não é à toa que ele tenha dificuldades com relação à construção de sua identidade. Não é à toa que ele seja metade, já que tudo para ele são arremedos, referências incompletas. Filho do meio, meio-gaúcho a cavalo, meio-gaúcho a pé, meio-filho, Mario Picucha tem uma meia-vida, uma meia-identidade. As alusões estão por toda a obra, ele próprio afirma que de metades entende bem: ...mas a minha vida não é de todo triste; assim como me vês, mulambento, estropiado, tenho contudo minhas diversões. Assisto televisão... Não acreditas? Pois olha: daqui deste lugar –o meu lugar, de fato e de direito– posso ver, através daquela janela, aquela ali no primeiro andar, um televisor... meio-televisor [...] Meia-televisão para mim. A posição da janela só me permite ver meia-tela. Gosto muito das novelas –meias-novelas– especialmente aquelas que refletem os conflitos, meios-conflitos, sobre a terra; dois fazendeiros –dois meios-fazendeiros [...] disputam uma fazenda– meia-fazenda. Gosto do fazendeiro que perde. Gosto do meio-rosto dele, aquela metade esquerda que posso ver (Scliar, 1977:31-32). ...meu irmão mais velho, paulista. Aliás, meio-irmão. Eu sei; conheço bem tudo o que é meio (Scliar, 1977:156). Não poderíamos dizer que se faz, aí, uma analogia com o sujeito desse processo histórico? Afinal, o homem sob censura, sob um regime 277 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ditatorial, podendo falar mas não podendo dizer, sem voz, não é um meiohomem? Por vias tortas, temos o político-social. O social não deixa de estar presente, porém não é encarado na perspectiva da divisão de classes, como ocorre nas obras [...] dos anos ‘30. Ele advém antes do significado incorporado pela violência na maior parte das histórias, que se converte no meio de representar um tipo de desequilíbrio –o da sociedade, cindida em dominantes e dominados, o da política, controlada por aqueles que dispõem da força das armas, o da ideologia, que consolida normas e valores que reprimem o indivíduo e impedem sua realização pessoal e amorosa. Nessa narrativa meio-urbana, meio-regional –narrativa das metades–, resta ao protagonista recontar permanentemente sua história como forma de forjar-se uma identidade, mesmo que uma identidade ficcional –ou ideal–, o que já é algo melhor que metade, meia-identidade. Constróise ser literário, revive o mito do gaúcho e a tradição da narrativa oral, que está associada à sabedoria –“o lado épico da verdade”– (Benjamin, 1993:201). Não é mais um mendigo, um despossuído, um ser à margem, mas um sábio contador de histórias, fixando pela palavra a sua própria identidade, enquanto perpetua (característica da narrativa oral) a identidade regional, numa viagem pelos caminhos da memória (ou falsa memória, ou invenção da memória, ou memória ficcional). Para tanto, ele precisa de um interlocutor - mendigos falando sozinhos existem às centenas nas ruas e não consta que se transformem em sujeitos por conta disso. Transformada em produto (afinal, estamos em um mundo regido pelo capitalismo), a história adquire um valor, um interesse que não teria enquanto permanecesse simplesmente uma história a ser contada por um mendigo nas ruas de Porto Alegre –quem sentaria em uma soleira para escutar? Nesse caso, o interlocutor se transforma em cliente a ser satisfeito, fato que legitima a ficcionalidade da biografia do narrador, que pode recriar, romancear a sua história, a ponto de não se poder jamais separar fato/informação da ficção, nem mesmo ele. Mês de cães danados é uma narrativa ambígua, deixa sem chão o leitor, o interlocutor, pois nela, à exceção do fato histórico, nada é comprovável. As astúcias narrativas do protagonista só alimentam e lembram que se trata de uma história contada, portanto seu compromisso é com a ficção, embora ele situe, muitas vezes por meio de fragmentos jornalísticos, o fato histórico. Sobre esse ponto, discorre Janete Gaspar Machado (1981:63-64), quando diz que o narrador não opina, não se posiciona em relação à história, pois só entende o fato a partir do que ele acarreta em sua vida, é a sua história, individual. O que vai caracterizála não exatamente como histórica, mas como narrativa de tendência psicológica. Tornou-se característica da arte moderna a preocupação em investigar a subjetividade do ser humano. Com isto, mudaram os processos literários: ao invés de apresentar acontecimentos desenrolados no 278 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales tempo e determinados pela mobilidade dos heróis, desponta a descrição dos estados íntimos vividos no presente. [...] Para florescer, a narrativa de tendência psicológica depende de condições similares às que suscitam a ficção urbana: certo grau de desenvolvimento capitalista, resultante da consolidação da burguesia enquanto classe social. Sob essas novas condições, institucionaliza-se também um posicionamento individualista que alarga a divisão entre o homem e a comunidade. O isolamento diante do social, a valorização da privacidade e a agudização de uma mentalidade competitiva levam o ser humano a concentra-se mais em si mesmo e procurar conhecerse melhor (Zilberman, 1992:18-19). É uma narrativa que depende do aceite do leitor, bem mais que nas outras obras de seu tempo, quase todas comprometidas com a informação, com a veracidade. Em Mês de cães danados, o compromisso é com a ficcionalidade. É o que diferencia o discurso histórico do discurso ficcional. Sobre convenção de ficcionalidade e convenção de veracidade, fala Zilah Bernd: Quando há “convenção de veracidade”, o enunciador se compromete com o “dito” pelo discurso e espera que seu discurso seja tomado como verdadeiro. Neste caso o enunciador fica exposto ao erro. Quando há “convenção de ficcionalidade”, o enunciante não se compromete com a “verdade” do “dito” pelo discurso, nem com o fato de seu discurso ser tomado como “verdadeiro”, não ficando, pois, exposto ao erro (Bernd, 1998:128). O fato de ser uma narrativa, ficção, justifica, também, os delírios da personagem, sua fantasia, o componente fantástico, pois “a narração tem um campo de possibilidades maior do que a história” (Bernd, 1998:129), ampliado pela caráter oral que possui a narrativa que, diferente do romance, faz com que se perpetue a identidade de um povo, de um sujeito. A memória é o que faz com que, percorrendo novamente esses caminhos, se acabe por organizar os fatos, revivendo-os, entendendo-os. Então, estamos diante de um meio-romance/meio-narrativa; de caráter meio- urbano/meio-regionalista; meio-realista/histórico/meioficcional/fantástico que tem, ainda, o mérito de efetivar integralmente a transição do regional para o urbano. Se em João Simões o gaúcho e o Sul agonizam, em Mês de cães danados ele morre e parece, a princípio, definitivamente enterrado. Mas, resta o imaginário, além da negação dessa morte, a não conformidade com o fato. Por isso a retomada, o ressuscitar do mito, sob forma de culto, no período pós-ditadura, por intermédio dos Centros de Tradição Gaúcha que, pode-se dizer, acabam é por fixar o estereotipo. Os regimes ditatoriais proporcionaram a unificação das regiões e dos povos sul-americanos; a queda desses regimes suscitou uma nova busca de 279 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales individualização, de identidade, pois a unidade, conseqüência do fato histórico, não passou de um parêntese no tempo. Deixou suas marcas, porém não perdura. No que diz respeito à literatura gaúcha, essa retomada também acontece, mas em termos não abrangentes, em geral mais sob forma de menção ou característica não essencial à obra. Em alguns autores é característica mais presente, em outros aparece de forma esporádica e/ou casual. Há, ainda, obras que poderiam estar ambientadas em qualquer lugar do mundo, ou quase, mas não há dúvida que a questão identidade regional ainda não está bem definida no Sul, literariamente ou não. O que podemos dizer é que a literatura do sul do país, nos dias atuais, procura fugir ao estereotipo, com o tema região aparecendo em obras –infelizmente raras– em que os autores tratam a questão de forma a promover profunda reflexão. E, às vezes, não somente sobre essa questão, especificamente, mas também sobre outras, igualmente relevantes. Nessa categoria se enquadra Luis Sergio Metz, autor de Assim na terra (1995), obra verdadeiramente paradigmática, merecedora de um estudo à parte1. De fato, parece ser a característica mais marcante da literatura contemporânea, se quisermos utilizar um termo bastante atual, a diversidade. Questão que tem ocupado o centro dos debates no mundo dito “moderno”, ou o que isso signifique, é ela que possibilita o surgimento e a convivência, dentro de um mesmo sistema literário, de obras com características tão distintas entre si. Mês de cães danados pertence, efetivamente, ao que se costuma chamar de moderna narrativa literária, aberta, plena de possibilidades e rumos. É, também, herdeira da narrativa oral, de caráter exemplar, porém voltada para a questão identitária do narrador, que não alcança o apagamento de sua identidade individual, e o conseqüente forjar-se uma nova identidade coletiva, o que talvez contribua para explicar a sua indefinição, a sua situação de meioser, à margem. Porém, na categoria “narrativa herdeira da tradição oral”, Moacyr Scliar possui antecedentes, entre eles, numa relação mais próxima, João Simões Lopes Neto, com Blau Nunes nos Contos Gauchescos (Lopes Neto, 1983) e Guimarães Rosa, com Riobaldo em Grande Sertão: Veredas (Rosa, 1970) –não por acaso três narrativas relatadas por um contador de histórias–, que além de tudo é senhor de sua palavra, pois vai narrar a um interlocutor mudo. Mudo mas não passivo ou omisso, pois que interage, faz alguns apartes, o que determina alguns rumos, mas não faz com que o narrador deixe de exercer o comando. São, também, histórias de temática regional –fato já destacado–. Sendo que, ainda a respeito de seus interlocutores, cabe destacar que são, todos os três, representantes diretos do mundo urbano, o que é emblemático em Mês de cães danados, 1 A obra Assim na terra foi tema da tese de doutoramento da autora do presente texto, em 2009. 280 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales pois o interlocutor “urbano-centro” –o Paulista–, vem ao encontro do narrador “região”, supostamente com a missão de matá-lo. Além desses aspectos, podemos dizer que, no que tange à questão identidade individual, essa relação se faz problemática nos três narradores. Se Mario Picucha conta para forjar-se uma identidade inteira e por questão de sobrevivência material – o que em ambos os casos pode ser traduzido, exatamente, por sobrevivência, Riobaldo conta para entender o fato que se passou com ele. Não é ausência de identidade, mas esta carece de arremate, e é isso que ele busca –“o ponto de um fato”–. Sua questão é mais filosófica. Já Blau Nunes conta como forma de reafirmação de sua identidade de gaúcho em um mundo que se esfacela, que já não é o seu universo, um mundo que se urbaniza. Blau é, de certa forma, anacrônico, por isso o seu narrar não é somente exemplar, Blau necessita refazer o seu percurso e precisa de interlocução e, mais ainda, especificamente, daquele interlocutor –culto, urbano, etc., assim como Riobaldo–. Existem, é claro, diferenças marcantes entre esses narradores, todos eles adequados ao seu contexto e fiéis ao seu tempo (não são gratuitos a cultura e o certo grau de cinismo em Mario Picucha, por exemplo), mas é inegável que são essencialmente próximos. Todos viajam na memória como forma de reconstrução e estabelecimento ou afirmação da identidade. Refazem os caminhos da memória pela palavra, pelo discurso ficcional, que tem o direito de ser histórico, fantástico, exemplar, psicológico ou o que o narrador quiser dele. Narrador –sujeito de sua história–. Finalmente, meio-sujeito na soleira é Mario Picucha (de quem não se sabe nem o nome, pois é legião), é o gaúcho, é o brasileiro e o latino-americano pós-ditadura, (colonizados e urbanos). Nas sociedades capitalistas é o ser humano globalizado, pasteurizado, fragmentado, amputado –é meio por que não se completou ou por que foi amputado? Essa é a questão. Seres na soleira da história e da vida. Meios-sujeitos. Referências bibliográficas Benjamin, Walter (1993). “O narrador - Considerações sobre a obra de Nikolai Leskov”. In Magia e técnica, arte e política: ensaios sobre literatura e história da cultura. São Paulo: Brasiliense. Bernd, Zilah (1998). “O maravilhoso como discurso histórico alternativo”. In: Leenhardt, Jacques e Sandra Jatahy Pesavento (org.). Discurso histórico e narrativa literária. Campinas: Editora da Unicamp. Candido, Antonio (1987). “Literatura e subdesenvolvimento”. In: A educação pela noite. São Paulo: Ática. Lopes Neto, João Simões (1983). Contos Gauchescos. Porto Alegre/Rio de Janeiro: Globo. 281 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Machado, Janete Gaspar (1981). “Mês de cães danados”. In: Os romances brasileiros nos anos ‘70 - fragmentação social e estética. Florianópolis: Ed. da UFSC. Metz, Luiz Sérgio (1995). Assim na terra. Porto Alegre: Artes & Ofícios. Rosa, João Guimarães (1970). Grande Sertão: Veredas. Rio de Janeiro: Livraria José Olympio Editora. Scliar, Moacyr (1977). Mês de cães danados. Porto Alegre: L&PM. Veríssimo, Érico. O tempo e o vento. Porto Alegre: Editora Globo. Zilberman, Regina (1985). Literatura Gaúcha - Temas e figuras da ficção e da poesia do Rio Grande do Sul. Porto Alegre: L&PM. Zilberman, Regina (1992). Roteiro de uma literatura singular. Porto Alegre: Ed. da Universidade/UFRGS. 282 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El proceso de Conquista en la novela Argentina de fines del Siglo XX. Un diálogo entre literatura e historia Adriana Cecilia Milanesio [email protected] Resumen En el presente trabajo pondremos en relación, en función de su pertenencia al género novela histórica, un conjunto de novelas argentinas escritas durante las décadas de los ‘80 y de los ‘90 que tematizan el proceso de conquista y de colonización vivido en nuestro territorio nacional. Se trata de Esta maldita lujuria (Antonio Elio Brailovsky, 1992); Río de las Congojas (Libertad Demitrópulos, 1981) y El entenado (Juan José Saer, 1982). El corpus seleccionado nos invita a reflexionar acerca de la constitución de nuestra nación como un espacio religado con un pasado colonial, colocando en un nivel de preponderancia las diferentes relaciones que se fueron forjando entre diferentes culturas y diferentes razas. Relaciones que constituyen en gran medida nuestro presente colectivo. En cada lectura, abordaremos tanto aquello que conforma la convención genérica de la novela histórica: la referencia a un momento pasado que socialmente es aceptado como histórico y el diálogo entre el pasado y el presente como otras estrategias que las particularizan y las diferencian entre sí y nos permiten reflexionar sobre nuestro presente político y cultural. “Sobre aquello de lo que no se puede hablar, hay que callar… ¿Cómo hablar de lo indecible?” Ricardo Piglia “El momento presente no tiene más fundamento que su parentesco con el pasado” Juan José Saer El presente trabajo forma parte de una tesina de Licenciatura en Lengua y Literatura. En dicho trabajo nos propusimos investigar acerca del género novela histórica y de las particularidades que revistió en nuestro país durante las décadas de los ‘80 y de los ‘90. Para esta presentación, nos dedicaremos solamente a algunas de las novelas que formaban nuestro corpus de trabajo original y que son las que tematizan el proceso de conquista y de colonización del territorio argentino, 283 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales invitándonos a reflexionar acerca de la constitución de nuestra nación como un espacio religado con un pasado colonial, colocando en un nivel de preponderancia las variadas modalidades de relación que se fueron forjando entre diferentes culturas y diferentes razas. Relaciones que constituyen en gran medida nuestro presente colectivo. En este trabajo, nos proponemos dialogar con un corpus acotado de novelas históricas, compuesto por: Esta maldita lujuria (Antonio Elio Brailovsky, 1992); Río de las Congojas (Libertad Demitrópulos, 1981) y El entenado (Juan José Saer, 1982). Este recorte tiene como fundamento la convocatoria de las jornadas. Por ello, escogimos las novelas que pudieran circunscribirse a la “conformación de espacios” (es decir: las que dan cuenta de los primeros contactos culturales que darán origen a lo que constituye nuestra nación) y dejamos afuera aquellas que tematizaban procesos históricos de un espacio nacional ya conformado. Consideramos que, tal como plantea Saer, pensar en nuestro presente sólo puede ser posible si atendemos a nuestro pasado. En este sentido, sólo si recuperamos nuestro pasado colonial –signado por la negación y la dominación– podremos comprender nuestro presente como país en vías de desarrollo en el que el diálogo y el reconocimiento del otro no siempre son posibles y en el que las disidencias suelen vivirse como una amenaza y no como una posibilidad de crecimiento. El resurgimiento de la novela histórica en Argentina, precisamente en la década de los ‘80 nos lleva a preguntarnos el porqué de este acontecimiento, a indagar los motivos que llevan a la recuperación de esa opción estética, qué se esconde tras esa búsqueda. En este sentido, pensar por qué un conjunto de novelas han tematizado la conquista de América Latina es el desafío. Nos detenemos, por un lado, en lo convencionalmente esperable en cuanto al género: tanto la referencia a un momento pasado que socialmente es aceptado como histórico como el diálogo entre el pasado y el presente. Por otro lado, en otros mecanismos que deducimos de la lectura de las obras que conforman el corpus: la apropiación de las estrategias literarias que surgen con la posmodernidad, la puesta en juego de la mediación que implica toda representación lingüística y de los límites del discurso historiográfico y el cuestionamiento tanto de la posibilidad de aprehender la realidad pasada como de la versión oficial de los hechos. Como punto de partida, Noé Jitrik (1988:62) establece que aquello que caracterizaría a la novela histórica es “la referencia a un momento ‘considerado como histórico y aceptado consensualmente como tal’ y, por 284 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales añadidura, cierto apoyo documental realizado por quien se propone tal representación”. Teniendo en cuenta este aspecto de “la referencia a un momento considerado histórico”, es obvia la pertinencia de las novelas del corpus. Las tres novelas escogidas para este trabajo aluden a un momento específico de la historia: el de la conquista del territorio americano. Sin embargo, nuestras novelas carecen del “apoyo documental” o al menos no lo evidencian, dado que ninguna novela establece o menciona las fuentes de las que ha extraído la información histórica de la que da cuenta. Esta ausencia de fuentes y la imposibilidad de todo lector de conocer aquellos documentos necesarios para dar cuenta de la filiación histórica de los datos, lleva a que lo narrado se nos presente bajo una forma ficcional pura. Si los objetivos de este trabajo se relacionasen con el análisis exhaustivo de las novelas que conforman el corpus, nuestra misión sería rastrear los posibles documentos. Pero nos limitaremos a suponer que las novelas pueden haber extraído su material narrativo tanto de documentos específicos como de la simple sabiduría escolar: la expedición por el Río Negro y la fundación de la ciudad de Viedma y del fuerte que hoy es Carmen de Patagones en Esta maldita lujuria; la primera fundación de Santa Fe por Juan de Garay en Río de las congojas y el descubrimiento del Río de la Plata por Juan Díaz de Solís en El entenado. Sólo al final de Esta maldita lujuria puede leerse la siguiente advertencia: Algunos de los personajes, situaciones y documentos en esta obra son rigurosamente históricos. Se trata, precisamente, de aquellos que no lo parecen, ya que la propia consistencia de la realidad la hace tragarse los contenidos de la ficción. Por ende, casi todas las coincidencias con personas y hechos reales son deliberadas (Brailovsky, 1992:189). Como se puede apreciar, más allá de esta aclaración, los documentos no se enuncian. Entonces, ¿es válida la aclaración o es otro de los juegos a los que nos invita el escritor de ficciones? En nuestro corpus de análisis, ocurre que las historias narradas se han independizado del dato que les dio origen y se han re-encontrando con su propia dimensión ficcional. Según Jitrik, la “acción” del documento halla sus límites en la “transcripción” por lo que debe ser conjugada con otras acciones. La escritura desrealiza todos los discursos, incluso el de la historia. Cuanto más en el caso de la novela histórica en el que dicho discurso entra en relación con el discurso ficcional. Se podría decir, entonces, que ...las novelas históricas resultan de una ecuación, pensada como muy equilibrada, entre dos cualidades que se dan por ciertas: la de 285 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales veracidad de un documento y la de reinterpretación de una retórica o de ciertas reglas de una práctica” (Jitrik, 1988:64). Desde una posición actual, […] podría decirse que la “novela histórica” es también una manera de leer; la nuestra, por ejemplo, tiende a convertir textos y ver en ellos no solamente lo que ellos “dicen” sino también lo que por debajo de lo que dicen entabla discursos múltiples con lo real (Jitrik, 1988:70). La novela histórica de este siglo se propone, por un lado, la inverosimilitud del realismo mágico y, por otro lado, la descomposición de una historia lineal previa, destrozando su armazón discursiva aparente, para componer mediante la lectura una historia que existe, discursivamente, en fragmentos. En Río de las congojas se hace presente tanto el realismo mágico (en la presencia enigmática de Nicolás, Laconis o Salocín; las facultades otorgadas a un anillo poderoso; la construcción del mito y el poder que éste le confiere al personaje de María Muratore) como la descomposición de la historia ya que el tiempo del relato es cíclico. En Esta maldita lujuria son llamativas las exorbitantes alucinaciones de los marinos en cuanto a la evidenciación del imaginario europeo de una América como tierra de lujuria y excesos. En El entenado, en cambio, Saer da cuenta del fragmentarismo de la historia, de su parcialidad al narrar los hechos desde una voz europea que ha podido valorar positivamente las culturas aborígenes, incluso reconociendo la superioridad de éstas en relación con la suya propia. Los que habían sido, en los primeros días, peores que animales feroces se fueron convirtiendo, a medida que pasaba el tiempo, en los seres más castos, sobrios y equilibrados de todos los que me ha tocado encontrar en mi larga vida (Saer, 1982:80). Según Martín Kohan (2000) la literatura no se acerca al discurso de la historia con el objetivo de imitarlo en tanto discurso capaz de construir una representación inmediata de lo real, sino que se acerca guiada por el objetivo de acentuar, de hacer notoria la mediación que inevitablemente implica toda construcción discursiva. Por eso, la novela histórica resurge en nuestro país durante los años de la dictadura y de la inmediata postdictadura, porque al restringirse las posibilidades de expresión, los narradores se valieron de algunos modos del decir propios de los relatos históricos para, estratégicamente, insinuar, aludir, referir oblicuamente y no precisamente para darle transparencia a la representación, ya que eso era lo que estaba condicionado. En ese sentido, Saer publica El entenado en el ‘82 recreando el género “crónica de viaje” y Demitrópulos publica Río de las congojas en el ‘81, al mismo tiempo que el novelista Ricardo Piglia se pregunta en el interior mismo de su novela más conocida (Respiración artificial) acerca de cómo narrar los hechos reales, cómo hacer para narrar lo indecible, aquello sobre lo que está prohibido hablar. 286 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En Río de las congojas se tematiza la problemática cuestión del proceso de duelo ante la pérdida de un ser querido1. Cuando ya todos abandonan la primitiva Santa Fe, Blas (el personaje central) se reúsa a abandonar el lugar: Yo me quedé, y no sin fundamento. [...] Nada tengo que salir a buscar en otro sitio. (Demitrópulos, 1981:111-112) —Venga, no sea terco, ya se fueron todos. —¿Y con quién voy a dejar a mi muertecita? –respondí, abriéndome paso de mi corazón al suyo. —La gente dice que ella murió lejos, no aquí, abuelo. —Por eso mismo ¿no entiendes que si me ausento se irá también su recuerdo? (Demitrópulos, 1981:113) Además, Demitrópulos desliza un párrafo que se torna explosivo desde el punto de vista semántico si tenemos en cuenta el contexto de producción de su obra: Y cuando sonaban a réquiem [el camino] se enteraba del fallecimiento de los vecinos, por voluntad de Dios o sin su anuencia, como ocurrió con los siete descuartizados. Río y camino oyeron aquel día tañer las campanas como nunca, caían sacudidas por una vibración como de llanto. Avisaban que los muertos eran los valientes hijos de la tierra que habían osado pretenderla para ellos. Que con su vida habían pagado la osadía. Y ¿qué pagaron sino la soberbia y la ambición? ¿Tierra querían? ¿Mando querían? Así sucede cuando el hombre tiene pensamientos. Escarmiento (Demitrópulos, 1981:119). 1 La novela Río de las congojas de Libertad Demitrópulos comienza con el siguiente poema de Yannis Ritsos, a modo de epígrafe. Su aparición es sintomática de un determinado momento histórico: Conviene que guardemos a nuestros muertos y su fuerza, no sea que alguna vez nuestros enemigos los desentierren y se los lleven consigo. Y entonces sin su protección nuestro peligro iba a ser doble. ¿Cómo podríamos vivir sin las casas, nuestros muebles, nuestras tierras y, sobre todo, sin las tumbas de nuestros antepasados guerreros o sabios? Recordemos cómo robaron los espartanos de Tegea los huesos de Orestes. Convendría que nuestros enemigos nunca supiesen donde los tenemos enterrados. Quizá será más seguro que los guardemos dentro de nosotros mismos, si podemos, o, todavía mejor, que ni siquiera nosotros sepamos dónde yacen. Tal como se han puesto las cosas en nuestros tiempos -quién sabe-, puede que hasta nosotros mismos los desenterráramos y los tiráramos algún día. 287 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En El entenado, también se habla de un río poblado de cadáveres. Dato interesante si tenemos en cuenta que el texto se escribe en 1982, cuando la dictadura militar está declinando y los vuelos de la muerte eran parte de esos conocimientos que la sociedad jugaba a desconocer. Dice el Entenado: …muchos cadáveres nos habían sacado ventaja y flotaban más allá de la proa. [...] la nave seguía su rumbo río abajo, escoltada por una muchedumbre de cadáveres. [...] Eran [...] muchos muertos rígidos y borrosos, como una procesión callada derivando cada vez más rápido hasta que, cuando el río alcanzó la anchura de su desembocadura [...] los cadáveres se dispersaron y se perdieron en dirección al mar abierto y hospitalario (Saer, 1982:115). En tanto que en Río de las congojas puede leerse: Su corazón se resquebrajó, se partió en pedazos desde esa noche en que su hijo no regresó del río y nadie podía explicarle adónde llevó su cuerpo la corriente (Demitrópulos, 1981:159). Kohan plantea que algunos autores presentan varias versiones de la historia, con lo que no le conceden al discurso histórico la capacidad de decir unívocamente la verdad. La verdad no resulta de una representación previamente garantizada, sino de una zona de luchas y de disputas entre diferentes perspectivas y diferentes discursos (Río de las congojas es una obra en la que también se juega con la multiplicidad de perspectivas: las narraciones de Blas de Acuña, María Muratore, Inés Descalzo, y las focalizaciones en distintos personajes por parte de un narrador en tercera persona van construyendo paulatinamente una historia que impone al lector un papel sumamente activo). Todo esto implica detenerse en los discursos, definiendo en esa demora, el lugar de la literatura, poniendo siempre en primer plano cierta problematización de la escritura y de la lengua. Mediante la inclusión en el texto de diversos documentos, algunos autores superponen materiales históricos con la trama ficcional para ironizar sobre los “altos hechos de la historia” y sobre la presunta condición de novela histórica de sus textos. Conciben a la historia como novela y piensan que la literatura y la historia se articulan, pero de modo tal que no es el discurso literario subsidiario del discurso histórico sino que la narración y la escritura pasan a primer plano: Así como la literatura puede, en un momento determinado, convocar a la historia ante la pregunta por cómo narrar los hechos reales, puede también, devolverle sus propias preguntas sobre la experiencia, la memoria, los relatos, los documentos, la verdad y la ficción. [...] Cuando la literatura no resigna su propia conciencia de ser narración, ficción y escritura, bien puede tomar materiales que provienen de la historia para someterlos a otros sistemas de representación y para contar, de ese modo, otra cosa (Kohan, 2000:257). En la novela de Saer, el narrador está escribiendo sus memorias y con ello elaborando un documento histórico, se plantea el alcance y 288 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales la fidelidad de la memoria y las posibilidades de comunicación entre diferentes culturas: ...que ahora, sesenta años después, en que la mano frágil de un viejo, a la luz de una vela, se empeña en materializar, con la punta de la pluma, las imágenes que le manda, no se sabe cómo, ni de dónde, ni por qué, autónoma, la memoria... (Saer, 1982:69) Como era en los primeros años, y como las palabras significaban, para ellos, tantas cosas a la vez, no estoy seguro de que lo que el indio dijo haya sido exactamente eso, y todo lo que creo saber de ellos me viene de indicios inciertos, de recuerdos dudosos, de interpretaciones, así que, en cierto sentido, también mi relato puede significar muchas cosas a la vez, sin que ninguna, viniendo de fuentes tan poco claras, sea necesariamente cierta (Saer, 1982:151). Según Elisa Calabrese (1994), la “novela histórica” ya no buscaría respuestas sobre nuestra identidad, sino que su escritura se interrogaría angustiantemente ante la violencia del poder en la Argentina de la última dictadura. “Por ello que tal remisión a la historia del pasado ha sido leída como metáfora del presente, como un modo de pensar y nombrar lo censurado” (Calabrese, 1994:61). En este punto, la autora concuerda con lo planteado por Martín Kohan y presentado por nosotros más arriba. Recordemos que el corpus de novelas seleccionado tematiza el proceso de conquista y, mediante esta línea argumental, habla acerca de la violencia, el avasallamiento, la negación del otro, los intereses personales desmedidos disfrazados bajo la forma de la búsqueda de un bien supremo que, lógicamente, se impone por la fuerza sin contemplar lo que las víctimas pueden entender o percibir acerca del bien y del mal. La novela argentina reciente no ha escapado al proceso de fragmentación y de complejidad intertextual propio de las poéticas actuales generales. Por ejemplo, en Esta maldita lujuria se incorpora un acta de declaración, lo cual representa la estrategia de hacer ingresar otros discursos que vienen a romper la linealidad de la narración. En consonancia con ellas y con la necesidad del discurso de la historia, contemporánea también, de revisar o deconstruir las versiones legitimadas por la “historia oficial”, las novelas de los ‘80 en la Argentina evidencian esas marcas. Por ejemplo, apropiándose de personajes o hechos “históricos” no buscan rivalizar con la Historia por la fidelidad objetiva de la narración, sino que buscan ofrecer otra versión, una versión alternativa de los personajes o hechos que conforman el material de su relato. Sea por la sistemática deconstrucción de una verdad supuesta y única en la interpretación tradicionalmente aceptada; sea por abrir un abanico de percepciones fragmentarias, múltiples o divergentes de los mismos acontecimientos; sea por aparecer como una estructura enigmática que se resiste a la interpretación o por usurpar el espacio reservado a la versión oficial y legitimada; el hecho es que la ficción erige desde un lugar propio varias formas de escribir una historia diferente (Kohan, 2000:62). 289 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Así, con El entenado se plantea la humanización de los indios frente a la bestialidad o descortesía de los españoles; con Río de las congojas y con Esta maldita lujuria se da cuenta de la ambición desmedida de los conquistadores. Un autor clásico a la hora de pensar la nueva novela histórica latinoamericana ha sido Seymour Menton (1993), quien sostiene que la nueva vertiente de un género nacido con el romanticismo que ya había caído en desuso se caracteriza por la recuperación de ciertas claves del boom, como el afán muralístico y totalizante, el erotismo exuberante, y la presentación lúdica y experimental de la estructura y el lenguaje. En Río de las congojas, es llamativa la estructura cíclica del relato, la intención de trasladar al papel los recursos propios de la oralidad, la variedad de voces narrativas que cuentan la historia presentada. Prima el discurso del mestizo Blas de Acuña, quien narra desde un tiempo muerto en el que todo ha pasado ya, nada queda por pasar y en el que el material de narración va fluyendo libremente desde el recuerdo, desde algún lugar de la memoria, Blas va encadenando su pasado, su presente y los sentimientos que ambos le generan. En Esta maldita lujuria, es notoria la imitación del género “crónica” de viaje, las creencias paganas en objetos y seres cuya veracidad nunca puede comprobarse, la alucinación y la elucubración sobre lo desconocido, la ambición desmedida del europeo, las fantasías sexuales de los marinos. El narrador, Ambrosio de Lara, escribe una carta al virrey. Carta que se origina en su deseo de que los gobernantes sepan lo que a los soldados de la expedición les acontecía. Se adjudica un valor de verdad mentando a Bernal Díaz del Castillo2. Porque la historia verdadera de la conquista de México no la escribió Cortés ni la hicieron quienes llenaron sus alforjas de oro fundiendo los ídolos paganos [...] Esa historia cierta, señor Virrey, la hizo un soldado viejo, llamado Bernal Díaz. Un hombre del común, como yo mismo, Ambrosio de Lara, armero de esta villa del Carmen de Patagones [...] Escuche usted, señor Virrey, que la verdad está en las voces de los comunes, que no pretenden títulos ni honores, sino que los hechos se sepan tal cual fueron (Brailovsky, 1992:13). La obra se llena de simbolismo cuando al final de la carta, tras tantas advertencias que el narrador le hace al rey sobre los peligros de una probable invasión inglesa a las tierras del sur, el lector conoce la fecha en que la carta se escribe: 24 de mayo de 1810. La novela deja leer una de las tantas paradojas del pasado: la incomunicación o la lentitud en los mensajes trae como consecuencia tiempos y esfuerzos mal invertidos. 2 Soldado de la expedición a México, que en su vejez escribe para dar cuenta de una versión de los hechos que no es la que Hernán Cortés –capitán de la expedición que lo había llevado a América– había dado a conocer en sus cartas de relación. 290 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En El entenado, como ya dijimos, también se presenta la codicia del español, a la vez que la reivindicación del aborigen como ser noble y respetable, sus costumbres lujuriosas, los problemas de comprensión entre dos razas debido tanto a lo cultural como a lo lingüístico. Pero la estrategia que surca toda la novela, lo más fuerte de esta construcción literaria, radica en una extensa reflexión que atraviesa la obra acerca del propio proceso de escritura: ...las hojas que voy llenando con mi escritura lenta y que van a encimarse con las ya escritas, produciendo un chasquido particular que resuena en la pieza vacía –contra este muro espeso viene a chocar, si no es en un entresueño rápido y frágil después de la cena, lo vivido. Si lo que manda, periódica, la memoria, logra agrietar este espesor, una vez que lo que se ha filtrado va a depositarse, reseco, como escoria, en la hoja, la persistencia espesa del presente se recompone y se vuelve otra vez muda y lisa, como si ninguna imagen venida de otros parajes la hubiese atravesado (Saer, 1982:69). Menton menciona la distorsión consciente de la historia mediante omisiones, exageraciones y anacronismos como una de las estrategias básicas en este resurgir del género. Las exageraciones se evidencian en los relatos con los que Saer y Brailovsky intentar dar cuenta del imaginario europeo sobre América. Podemos leer en El entenado: Se hablaba de ciudades pavimentadas de oro, del paraíso sobre la tierra, de monstruos marinos que surgían súbitos del agua y que los marineros confundían con islas, hasta tal punto que desembarcaban sobre su lomo y acampaban entre las anfractuosidades de su piel pétrea y escamosa (Saer, 1982:12). En tanto que en Esta maldita lujuria, leemos lo siguiente: América está muy lejos, y tan lejos está que los hombres de aquí dudan que haya sido realmente obra de Dios. Así como el hombre fue hecho por mitades, de la cintura arriba por el Señor, y de la cintura abajo por el Diablo, así América es la cintura de abajo del mundo, la que despierta las más vergonzosas pasiones de los hombres. Aquí el pecado es ley y la voz de Dios es apenas un susurro lejano, casi inaudible (Brailovsky, 1992:11). Según Menton, en este resurgimiento de la novela histórica también son característicos Los conceptos bajtinianos de lo dialógico, lo carnavalesco, la parodia y la heteroglosia. De acuerdo con la idea borgeana de que la realidad y la verdad históricas son inconocibles, varias de las Nuevas Novelas Históricas proyectan visiones dialógicas, es decir, que proyectan dos interpretaciones o más de los sucesos, los personajes y la visión del mundo (Menton, 1993:44). Lo carnavalesco está compuesto por las exageraciones humorísticas, el énfasis en las funciones del cuerpo –desde el sexo hasta la eliminación–. También por la parodia, modo habitual de representar de manera directa 291 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales las palabras ajenas. El recurso de la heteroglosia consiste en la inserción consciente de una multiplicidad de discursos y de distintos niveles o tipos de lenguaje. El dialogismo se presenta en Río de las congojas por la multiplicidad de voces narrativas que se hacen cargo de relatar la historia. Lo carnavalesco se hace evidente en las historias sexuales que Ambrosio de Lara dice que le han contado los antiguos expedicionarios de América en la novela de Brailovsky. La parodia se presenta, por ejemplo, en Esta maldita lujuria, cuando Isabel la Católica le dice a Colón: “—¡Hazme más, coróname otra vez, Cristóbal!” (Brailovsky, 1992:46). Según María Cristina Pons (2000), la novela histórica contemporánea ...se caracteriza, ante todo, por una relectura crítica y desmitificadora que se traduce en una reescritura del pasado encarada de diverso modo: se problematiza la posibilidad de conocerlo y reconstruirlo, o se retoma el pasado histórico, documentado, sancionado y conocido, desde una perspectiva diferente, poniendo en descubierto mistificaciones y mentiras o, en un movimiento casi opuesto, se escribe para recuperar los silencios, el lado oculto de la historia, el secreto que ella calla (Pons, 2000:102). Por ejemplo, el rol del mestizo en la construcción de la América española, la valoración positiva que un español desinteresado puede elaborar acerca de los indios, la problematización del binomio civilizaciónbarbarie. Según la autora En el caso particular de la Argentina, el interés por la novela histórica tiene un motivo adicional. El discurso histórico clásico, sancionado y difundido en las escuelas, se construyó desde principios de siglo como una simplificación maniquea y mistificadora de la perspectiva liberal. [...] La disconformidad frente a estas versiones canonizadas e insatisfactorias de la historia argentina, sumada a la virulencia y la conflictividad de los hechos políticos de las últimas décadas, ha generado un gran interés por los “verdaderos hechos”. De ahí que las novelas que comparten el gesto “revisionista”, la promesa de develar el secreto nunca dicho, tengan especial interés para los lectores (Pons, 2000:102). En algunas novelas, la reconstrucción del pasado que se representa es tan distorsionada que es obvia la ausencia de todo propósito realista. Estas novelas buscan presentar, mediante diversas estrategias de construcción textual, ...ciertas instancias sociales o problemáticas como constantes que atraviesan los siglos y se reiteran en diversos tiempos y situaciones, el poder y la identidad, la expansión imperialista, el autoritarismo, la dominación de los cuerpos, la ansiedad (Pons, 2000:104). Estas novelas procuran reivindicar a los derrotados y humillados, víctimas de los procesos de conquista, dominación y exterminio que tuvieron lugar en la construcción de América Latina. El pasado se reconstruye desde 292 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales los silencios o el lado oculto de la historia, proponiendo una versión antiheroica o antiépica de los hechos, enfocando aspectos, figuras o acontecimientos marginales, desconocidos, olvidados o ignorados por las historias oficiales. Así, como dijimos más arriba, Río de las congojas narra las desdichas de un mestizo y le da voz propia a este personaje, miembro de una raza tradicionalmente excluida. Esta maldita lujuria puede leerse como una idealización del comunismo, como una advertencia acerca de la enajenación territorial durante el gobierno de Menem y como una burla sobre la tradición de la vieja oligarquía argentina. En este sentido, las novelas del corpus nos hablan de la posibilidad de la literatura como un espacio que permite la respuesta contraideológica a la realidad, el discurso otro, diferente del oficial y estatuido. Su manera de decir permite una lectura con margen de libertad y juega con la paradoja de la ausencia y la presencia simultáneas que abren la posibilidad de decir aquello que está vedado. Conclusión Tal como hemos visto en el transcurso de nuestro trabajo, muchos autores coinciden en que el resurgimiento del género novela histórica en la Argentina de los ‘80 y de los ‘90 se produce como respuesta ante la pregunta acerca de “cómo narrar los hechos reales”. La manera de “narrar los hechos reales”, será a través no sólo de la vuelta a un momento considerado como histórico sino también mediante las diferentes estrategias narrativas que surgen con la posmodernidad. Esto, tras el afán de mostrar historias otras que dialoguen con la Historia oficial y que nos inviten a pensar en la imposibilidad de entender a ese “gran relato” como un discurso unívoco. Según lo expuesto, y retomando uno de nuestro epígrafes, la recuperación del pasado es indispensable a la hora de entender nuestro presente. Y si nuestro presente, o al menos el de los contextos de producción de las novelas que nos ocupan, se ha caracterizado por la enajenación de nuestras riquezas naturales, la continua amenaza colonialista, los pactos que determinados sectores el poder tejen entre sí desde el olvido intencional de los sectores más desfavorecidos, parece ser explicable la tematización de los procesos de conquista y colonización del territorio argentino y sus múltiples variables. Consideramos que las novelas que conforman nuestro corpus nos invitan a reflexionar acerca de la constitución de nuestra nación como un espacio religado con un pasado colonial, colocando en un nivel de preponderancia las diferentes relaciones que se fueron forjando entre diferentes culturas y diferentes razas. Relaciones que constituyen en gran medida nuestro presente colectivo. 293 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Bibliografía Brailovsky, A. (1992). Esta maldita lujuria. Buenos Aires: Planeta. Calabrese, E. (1994). “Historias, versiones y contramemorias en la novela argentina actual” En Calabrese, Elisa T. (dir.). Itinerarios entre la ficción y la historia. Transdiscursividad en la literatura hispanoamericana y argentina. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. Demitrópulos, L. (1998). Río de las Congojas. Buenos Aires: Ediciones del Dock. Jitrik, N. (1988). El balcón barroco. México: Universidad Autónoma de México. Kohan, M. (2000). “Historia y literatura: la verdad de la narración”. En Jitrik, Noé (dir.). Historia crítica de la literatura argentina, Vol. 11. La narración gana la partida. Buenos Aires: Emecé. Menton, S. (1993). La nueva novela histórica de la América Latina, 19791992. México: Fondo de Cultura Económica. Pons, M.C. (2000). “El secreto de la historia y el regreso de la novela histórica”. En Jitrik, Noé (dir.). Historia crítica de la literatura argentina, Vol. 11. La narración gana la partida. Buenos Aires: Emecé. Saer, J.J. (2000). El entenado. Buenos Aires: Seix Barral. 294 Ir al Índice Bloque 5 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La queja como práctica mestiza: El papel de la religión como motivo de queja Martín Guerrero - Sol Villegas [email protected] / [email protected] Resumen Entre los años 1692 y 1694, un representante de la Corona española, el oidor Antonio Martines Luxan de Vargas, realiza una visita a toda la gobernación del Tucumán con el objetivo de desagraviar a la población indígena de los maltratos y abusos de sus encomenderos. La jurisdicción de Córdoba, con sus treinta y dos encomiendas, fue una de sus escalas. Nosotros nos detendremos en una de ellas –la encomienda de don Leandro Ponce de León– para analizar de qué modo las quejas indígenas construyen el lugar de la religión (el estado de la Iglesia, la presencia/ ausencia de curas, el grado de adoctrinamiento de los indios, etc.) como argumento válido, oportuno, eficaz dentro de una estrategia general de desacreditación del encomendero y a la vez de autovaloración indígena como “buenos vasallos” del rey ante el oidor Luxan de Vargas. Este uso particular de la religión (o de la falta de religión) como motivo de queja, en el marco específico de la visita, nos permitirá comprender en qué sentido puede hablarse de una “queja mestiza”. Esto es, la queja como un acto de habla concreto (Olshtain y Weinbach, 1987; Heinemann y Traverso, 2009) que, por un lado, combina o mezcla elementos indígenas y españoles en un todo no necesariamente armónico (Gruzinski, 2007), y que, por otra parte, encarna una lógica compleja de adaptación: de adopción de lo otro (español) y a la vez de resistencia, de integración creativa y estratégica de lo propio y lo ajeno; una “lógica mestiza” en términos de Boccara y Galindo (1999). Entre los múltiples motivos de queja que presentan los indios ante el oidor, la religión es, quizás, el que mejor ilumina esta táctica mestiza de combinación y de adopción/resistencia ante lo español. 1. Entre los años 1692 y 1694, el oidor Antonio Martines Luxan de Vargas, en representación de la corona española, realiza una visita a toda la gobernación del Tucumán con el objetivo de desagraviar a la población indígena de los maltratos y abusos de sus encomenderos. La jurisdicción de Córdoba, con sus treinta y dos encomiendas, fue una de sus escalas. Nosotros nos detendremos en una de ellas –la encomienda de don Leandro Ponce de León– para analizar de qué modo las quejas 296 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales indígenas construyen el lugar de la religión (a saber, el estado de la capilla, la presencia/ausencia de curas, el grado de adoctrinamiento de los indios, etc.) como argumento válido, oportuno, eficaz dentro de una estrategia general de desacreditación del encomendero y, a la vez, de autovaloración indígena como “buenos vasallos” del rey, frente al oidor Luxan de Vargas. Este uso particular de la religión como motivo de queja, en el marco específico de la visita, nos permitirá comprender en qué sentido puede hablarse de una “queja mestiza”. Con queja mestiza nos referimos a: 1) un acto de habla concreto (definido por Olshtain y Weinbach, 1987; complejizado en Heinemann y Traverso, 2009), que 2) combina o mezcla elementos indígenas y españoles en un todo no necesariamente armónico (seguimos aquí aGruzinski, 2007), y que 3) encarna una lógica compleja de adaptación: de adopción de lo otro (español) y a la vez de resistencia; es decir, de integración creativa y estratégica de lo propio y de lo ajeno. En términos de Boccara y Galindo (1999), una práctica que funciona dentro de una “lógica mestiza”. Puede que (al menos esto nos gustaría sugerir), entre los múltiples argumentos de queja que presentan los indios ante el oidor, la religión constituya el motivo que mejor ilumina esta táctica mestiza de combinación de elementos heterogéneos y de adopción/resistencia ante lo español. 2. La población indígena, en la gobernación del Tucumán, estaba sometida al servicio personal dentro del régimen de encomiendas. Esto significaba que los indios estaban a disposición del encomendero casi como sus esclavos personales, más allá del tributo pagado a la corona en forma de trabajo. Esta situación de abuso motivó que en 1576 y 1579 las ordenanzas de Gonzalo de Abreu intentaran restringir las atribuciones de los encomenderos, regular el trabajo indígena, las formas de asentamiento y el adoctrinamiento de los naturales. No obstante, la situación en las encomiendas no se modificó. Posteriores denuncias ante el incumplimiento de estas ordenanzas dieron lugar a la primera visita de la real audiencia a la gobernación del Tucumán, llevada a cabo por del oidor don Francisco de Alfaro en 1611. Fruto de esta visita son las ordenanzas de 1612, en las que se prohíbe la esclavización, el servicio personal y la presencia del encomendero en el pueblo indígena, reglamentando a su vez la tasación del tributo, el trabajo libre y la posibilidad de escoger al patrón (Bixio et al., 2009:55). Sin embargo, nuevamente los encomenderos encontraron la forma de evitar aplicar las normas y mantener el servicio personal. 297 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Fue en este contexto de incumplimiento de la legislación de Alfaro –y a raíz, una vez más, de numerosas denuncias– que ochenta años después de esta primera visita se efectúa una segunda visita, esta vez a cargo del oidor Antonio Martines Luxan de Vargas, ...con el objetivo preciso de desagraviar a la población indígena y poner definitivamente las cosas en orden, en particular, abolir el servicio personal, aunque de forma tardía y con una población autóctona ya diezmada (Bixio et al., 2009:56). 3. Lo que a nosotros nos interesa destacar es que esta segunda visita significó el marco propicio para que los nativos pudieran “aprovechar la inédita oportunidad de contar con un alto oficial real en la jurisdicción que escuchara sus reclamos” (Bixio et al., 2009:13). En esta “ocasión” histórica confluyeron (o se articularon) tres factores clave: 1) la presencia de una autoridad externa a las locales, el oidor, que significaba una garantía para las denuncias indígenas y a la vez la posibilidad de obtener ciertos beneficios concretos; 2)la búsqueda por parte de los indígenas de pequeñas reformas “tácticas”, es decir internas al sistema colonial, en oposición a posibles “estrategias” globales que enfrentaran este sistema. La guerra armada contra el español estaba ya perdida (recordemos que la última rebelión calchaquí había sido sofocada). Por lo tanto, la oportunidad de mejorar la situación indígena consistía en apelar por la efectiva aplicación de las normas del sistema colonial (Bixio, 2006); y finalmente 3)la orquestación de una queja colectiva: cada encomienda aprovechó la ocasión para expresar sus malestares particulares de forma organizada; esto es, salvando ciertos detalles, las quejas de los indios al interior de cada encomienda reproducen los mismos puntos, los mismos agravios, los mismos motivos y las mismas causas. De este modo, cada encomienda visitada ofrece una misma queja “en coro”, aunque sea individualmente proferida ante el oidor. Estos tres factores (contexto de guerra perdida, presencia de autoridad externa y organización colectiva de la queja) convierten a la visita en una oportunidad única para dar curso a las denuncias indígenas de un modo efectivo, apuntando de lleno contra la figura del encomendero y los abusos de su administración. 4. Veamos ahora cuál es el lugar (el orden discursivo) que la visita asigna a la queja nativa y, dentro de ella, a la cuestión de la religión. 298 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La visita, en tanto práctica institucional y reglamentada, y en tanto género discursivo, responde a un formato determinado, que es el mismo para cada encomienda. Podríamos describir este formato diciendo, con palabras de Bixio (2006:6), que la visita ...consiste básicamente en un interrogatorio que el visitador realiza a la población indígena sobre el monto del tributo, la enseñanza religiosa, la vida comunal, los malos tratos, etc. A éste le sigue un interrogatorio al encomendero sobre las denuncias realizadas por los indios. Luego se corren vistas de este material al protector de naturales, quien realiza un escrito a favor de los indígenas solicitando se acepten determinados cargos contra el encomendero. Sigue el descargo del encomendero y, finalmente, se incluye el fallo del visitador en el que generalmente se condena pecuniariamente y se define lo que el feudatario debe pagar a los indios, dejando normas sobre el hacer posterior. Dentro de este formato, el lugar de posibles quejas nativas está delimitado con precisión: se trata de respuestas a un interrogatorio más o menos fijo que realiza el visitador. Esto al menos es lo previsto, pues, en la práctica, las quejas desbordan a veces los tópicos del interrogatorio. De todos modos, la queja tiene su “lugar” dentro del género y la práctica de la visita, y sólo dentro de ella (aceptando sus reglas, su orden simbólico y su legitimidad política) puede la queja prosperar, conseguir ser escuchada y arañar una esperanza de cambio. La religión, desde este punto de vista, aparece como tema de una de las tantas preguntas que componen el interrogatorio del oidor. Una y otra vez encontramos la misma formulación ante el eventual indio interrogado: “Preguntado si el dicho pueblo tiene capilla donde oygan misa los indios del y si se les hace doctrina” (Bixio et al., 2009:158). Esta pregunta abre la posibilidad concreta de una queja que movilice, entre sus motivos, entre sus argumentos, el papel de la religión. Ya veremos cómo. Si enfocamos la queja como un acto de habla, la visita sería entonces su “marco de acción” en términos de Van Dijk (1992), o el “evento de habla” desde Hymes (2002). Es decir, ese conjunto de convenciones comunicativas que regula el funcionamiento de una queja. No es igual una queja proferida en una conversación coloquial entre indios que se lamentan de su situación, que una queja producida por un indio ante un oidor dentro del orden simbólico y político de una visita: sus reglas y sus efectos son diferentes. Ahora bien, ¿cuáles son los elementos que hace entrar en juego la queja como acto de habla en el marco específico de la visita, y cómo aparece la “religión” entre estos elementos? Para responder a esta pregunta, debemos definir la queja en tanto acto de habla. 5. La primera definición explícita de la queja como acto de habla fue la propuesta por Olshtain y Weinbach en 1987: 299 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En el acto de habla de quejarse, el hablante (H) expresa displacer o enojo como reacción a una acción pasada o en marcha, cuyas consecuencias afectan a H desfavorablemente. Esta queja está dirigida al oyente (O), a quien H encuentra responsable por la acción ofensiva (Olshtain y Weinbach, 1987:195). Las “precondiciones” de la queja, según los autores, serían las siguientes: a) H espera que ocurra un evento favorable (una cita, el pago de una deuda, el cumplimiento de una promesa, etc.) o que se prevenga la ocurrencia de un evento desfavorable (una cancelación, un daño, un insulto, etc.). El acto (A) resulta, por lo tanto, de una violación de las expectativas de H tanto por haber realizado como por haber fallado en prevenir el evento ofensivo; b) H percibe el A como teniendo consecuencias desfavorables para H. A es, por lo tanto, el acto ofensivo; c) H percibe a O como responsable de A; d) H elije expresar su frustración o decepción verbalmente (Olshtain y Weinbach, 1987.195196). Tomando este punto de partida, y basándonos en sugerencias de Heinemann y Traverso (2009), introduciremos algunas modificaciones a fin de adaptar la utilidad de este enfoque al caso de las quejas producidas en la visita de Luxan de Vargas. Primero, entenderemos la queja como una expresión discursiva de malestar (enojo, displacer, etc.) ante un estado de cosas negativo (desde el punto de vista del hablante y apelando a determinados criterios de evaluación), que se dirige a un oyente que no necesariamente es el responsable del motivo de queja, y que puede proyectarse (aunque no necesariamente) en una demanda de reparación. Segundo, a partir de esta redefinición, descompondremos algunos factores o componentes conceptuales que consideramos que están presentes (explícita o implícitamente) en la formulación y el funcionamiento de una queja. Estos componentes pueden ser los siguientes: 1) quien se queja, o hablante; 2) quien recibe la queja, u oyente; 3) la expresión verbal de malestar; 4) la figura del “culpable” (quien genera el estado de cosas negativo); 5) la figura del “responsable” (quien puede encargarse de restablecer el estado de cosas deseado); 6) los motivos (la representación del estado de cosas negativo); 7) los criterios a los que se apela para evaluar dicho estado de cosas (estos criterios pueden ser normas, leyes, costumbres, preferencias, expectativas personales, etc.); 8) la trasgresión, la violación de los criterios en juego (acción que remite a la figura del “culpable”); 9) el pedido de reparación (dirigido al “responsable”, en caso de haber uno); 300 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales 10) finalmente, el marco de acción que engloba y sitúa la expresión verbal de malestar (conversación coloquial, entrevista laboral, visita real, etc.). La cuestión de la “religión” se ubicaría entonces entre los “motivos” de la queja, en la representación del estado de cosas negativo, una de las tantas razones esgrimidas para sostener el “malestar” (enojo, indignación, pesar) que moviliza la queja de los indios (entre los demás motivos, encontramos principalmente: el trabajo excesivo –como “esclavos”, remarcan los indios–, los maltratos del “cruel” encomendero y la imposibilidad de atender los propios asuntos). Ahora podemos preguntarnos: ¿cómo aparece, cómo funciona y qué papel desempeña la religión como motivo de queja dentro de la visita? 6. Interrogado el indio Feliphe de Medina sobre este punto (estado de la capilla, doctrina recibida, etc.), responde (y anota el escribano): Dijo que el dicho pueblo tenía capilla que es la que ha mostrado a su merced que esta enfrente de la ramada en que assiste que se halla al presente caida de tres meses a esta parte y que la causa de su ruina fue el aber sembrado el encomendero hasta serca de la capilla y que por la umedad que reciuio con el riego que se dio al dicho trigo que agora esta en espiga se cayo de calidad que no se puede decir missa que los dias pasados la dijo un hermano del dicho encomendero poniendo reparo en un lado de la capilla caida [...]que tocante a la doctrina están faltos della porque no oien misa los dias de fiesta assi por estar la capilla caida como por falta de quien la diga porque al año biene su cura dos veces y biuen con este desconsuelo. (Bixio et al., 2009:163). Una y otra vez las respuestas de los indios señalan los mismos elementos: capilla caída, falta de misa y de doctrina, cura que sólo aparece dos veces al año. Invariablemente, el encomendero es responsable de esta situación. Y los indios, finalmente, se presentan a sí mismos como “muy faltos” de religión, viviendo por ello en el “desconsuelo”. Esta queja-acusación cobra sentido sólo en el marco de la visita, porque es ella la que crea las condiciones para su funcionamiento: la figura del “responsable” (el oidor) es garantía de que la expresión de malestar será escuchada y atendida; el “culpable” está claramente identificado (el encomendero no sólo los explota y los maltrata, también los priva de recibir la doctrina oficial); y los criterios a los cuales se apela (implícitamente) son las normas reales que representa el propio oidor. 7. ¿Importa aquí preguntarse por la “verdad” del malestar de los indios por no ser adoctrinados? ¿O más bien hay que observar lo “oportuno” que resulta manifestar dicho pesar en este contexto específico? La “felicidad” de un acto de habla no se mide por su nivel de sinceridad, sino por su 301 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales adecuación global a la situación comunicativa. Y en este sentido, la queja sobre la religión desempeña un doble papel: por un lado, atacar la figura del encomendero desde un nuevo ángulo (el descuido de la religión), y por otro, presentar a los indios como “buenos vasallos” que sólo quieren acatar las ordenanzas reales, entre ellas, la de ser adoctrinados. Un movimiento táctico en un momento oportuno: la visita permite recoger estas quejas y transformarlas en “cargos” contra el encomendero (frente a los cuales este último debe defenderse, responder, justificarse), y posteriormente, formar parte de los “fallos” del oidor: reconstituir la capilla, asegurar el adoctrinamiento, etc. Por supuesto, también entran en estos cargos y fallos la eliminación de los maltratos y del servicio personal. La queja, en este nivel, ha sido exitosa: ha logrado adecuarse al contexto (moverse acorde con las reglas en juego), ser bien recibida y transformase en demandas de cambio del estado negativo que la motivaba. Si hablamos de “queja mestiza” al principio, es porque el éxito de la queja, la adecuación a este contexto específico, sólo puede darse si el acto de habla 1) combina elementos nativos y españoles (quien se queja es el indio; el responsable y el culpable, españoles; el malestar es indio; el criterio que legitima la demanda de cambio, normas españolas; quien se beneficia con el cambio es el indio, pero quien decide el alcance y los límites de tales modificaciones es el español); y 2) se inscribe en una lógica de adopción/resistencia: la defensa de lo propio debe incorporar necesariamente elementos de lo ajeno, pues lo ajeno (español) ya no puede rechazarse en bloque, resistirse en bloque. Tácticas de reforma, no estrategias de rechazo. Una queja mestiza, en este sentido, es aquella que logra ser recibida como legítima y gestionada dentro del marco simbólicopolítico de la corona. Ya no se trata de sacudir este marco (las condiciones materiales no lo permiten), sino de adaptarse, de sobrevivir tácticamente dentro de él. Lamentarse por no ser debidamente adoctrinados, entonces, lejos de ser un acto paradójico o contrario a los intereses de los indios en las encomiendas de Córdoba, resulta ser una movida calculada y eficaz dentro de una lógica mestiza de supervivencia. Bibliografía Bixio, Beatriz (2006). “Las tácticas del débil”. En Revista Silabario. IX (9). Córdoba. Bixio, Beatriz, Constanza González Navarro, Romina Grana y Valeria Larza (2009). Visita a la encomiendas de indios de Córdoba. 1692-1693. Tomo I. Córdoba: Brujas. Boccara, Guillaume y Sylvia Galindo (ed.) (1999). Lógica mestiza en América. Temuco: Instituto de Estudios Indígenas, Universidad de la Frontera. 302 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Gruzinski, Serge. (2007). El pensamiento mestizo. Barcelona: Paidós. Heinemann, Trine y Véronique Traverso (2009). “Complaining in interaction”. En Journal of Pragmatics. 41 (12): 2381-2384. [en línea]. Dirección URL [http://bit.ly/eIyXEP]. Consulta: 3 junio de 2011. Hymes, Dell (2002). “Modelos de interacción entre lenguaje y vida social”. En Golluscio, Lucía A. (comp.): Etnografía del habla. Textos fundacionales (55-89). Buenos Aires: Eudeba. Olshtain, Elite y Liora Weinbach (1987). “Complaints: A study of speech act behavior among native and non-native speakers of Hebrew”. En Verschueren, Jef y Marcella Bertuccelli Papi (ed.). The Pragmatic Perspective (195-208). Amsterdam: John Benjamins. van Dijk, Teun A. (1992). La ciencia del texto. Un enfoque interdisciplinario. Barcelona: Paidós. 303 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Política y semiosis de género: un abordaje de los discursos y las prácticas de la ciudadanía femenina (Córdoba, décadas del treinta y del cuarenta) Marina Inés Spinetta [email protected] Resumen La introducción de la categoría género en la teoría política contribuye a dotar de visibilidad a las mujeres, a sus intereses y a sus prácticas políticas. El abordaje desde la semiosis de género, entendida en términos amplios, como la producción social del sentido relativo a las jerarquías sexuales entre lo masculino y lo femenino, posibilita acceder a los discursos referentes a la participación política femenina, en las dimensiones de “lo enunciable” y de “lo visible”. El orden discursivo como una configuración espacio-temporal de sentido –un sentido constitutivamente precario e indeterminado– configura los límites y contenidos de la participación femenina en el espacio público, a partir de la asignación de espacios sociales generizados, y en articulación con otras clasificaciones vinculadas a la clase y la raza. La idea de ciudadanía, entre los treinta y los cuarenta, modifica su contenido de manera sutil, aunque sigue ligada al concepto de igualdad: la sanción de la ley de voto femenino legitima la participación política de las mujeres y su acceso al espacio público, particularmente, en calidad de electora, en un plano de nivelación formal con los varones. En esta ponencia, se intenta destacar la reformulación argumentativa de los discursos –esgrimidos por los sectores sociales dominantes y las dirigencias políticas– en cuanto a las nuevas responsabilidades cívicas de las mujeres que, sin abandonar el esencialismo relativo a una naturaleza femenina, tensionan los roles tradicionales asociados al ámbito doméstico y las nuevas tareas como ciudadanas; la nueva apreciación de los atributos “femeninos” presenta a las mujeres como capaces de regenerar la política. Esta misión redentora –vinculada a los valores de la maternidad, la sensibilidad, la renuncia– neutraliza en parte el impacto que en el orden social supone el ingreso masivo de las mujeres en la arena político-partidaria. Introducción Las líneas que siguen parten de las primeras inquietudes que se suscitaron al intentar abordar la participación partidaria femenina, 304 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales a partir de la sanción de los derechos políticos de las mujeres, en 1947. Desde lo normativo, el cambio en las reglas de juego del sistema político –que incluía la ampliación de la comunidad política– alentó el acercamiento de las mujeres a las estructuras partidarias ya que, significativamente, conformaban más de la mitad del nuevo padrón electoral. Empero, las consideraciones a la participación femenina excedían el mero cálculo electoralista: se vislumbró la mutación del mismo contenido de “lo político”. Las argumentaciones que promovían la sanción del voto femenino –menos entusiastas a la hora de animar una participación activa de las mujeres en las filas partidarias y en la “cosa pública”– apelaron a la idea de purificación que el nuevo elemento femenino podría traer a una política viciada y corrupta. A continuación, intentaremos profundizar en algunos de los aspectos ligados a esta reconfiguración de la ciudadanía, a partir de una lectura que prioriza el abordaje de las representaciones de género 1, tal como se manifiestan en los discursos de los diferentes actores sociales de la escena política cordobesa; tuvimos que retroceder más de una década para intentar completar el panorama epocal de una cultura política frecuentemente calificada como fronteriza entre lo tradicional y lo moderno. Utilizamos la noción de semiosis social de género (Chanetón, 2009:13) para dar cuenta de esa contingente configuración de sentido del orden sexual 2. El orden discursivo como una configuración espacio temporal de sentido –un sentido constitutivamente precario e indeterminado– configura los límites y contenidos de la participación femenina en el espacio público, a partir de la asignación de espacios sociales generizados. Las tensiones entre lo público y lo privado, y lo masculino y lo femenino se manifiestan con efervescencia en esos años de entreguerras, por lo cual la ley 13.010 de sufragio femenino parece presentarse como una sutura efímera en esa lucha por el sentido del mundo social. 1 2 No profundizaremos en el concepto de género, dada su polisemia y complejidad. En esta instancia partimos de las nociones de Scott (1996:271), quien señala a las relaciones de género como la forma primaria de relaciones significantes de poder; para la autora, la construcción de la diferencia de género se asienta sobre la articulación entre: a) símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones múltiples y contradictorias; b) conceptos normativos que limitan las interpretaciones de significado, para “contener sus posibilidades metafóricas”, tales como las doctrinas que afirman categóricamente qué es un varón y qué es una mujer; c) diversas organizaciones sociales, como la familia, o las instituciones políticas, religiosas y de la sociedad civil; d) por último, las identidades genéricas asumidas por los sujetos. Las categorías de lo visible y lo enunciable fueron elaboradas en el marco de la teoría del discurso social de Eliseo Verón. Chanetón (2009:13), tomando aportes del autor mencionado, examina la semiosis social del género, aludiendo a lo enunciable de los géneros –el hablar, el nivel narrativo y argumentativo en la producción de las subjetividades, las posiciones enunciativas marcadas por las diferencias de género– y lo visible de los géneros –los cuerpos significantes en el discurso icónico, las formas de su percepción en la práctica social de acuerdo con la política de género, clase y sexualidad–. 305 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Este primer examen se organiza a partir de las siguientes consideraciones, estrechamente vinculadas unas con otras: la idea de regeneración de la política que implica la participación femenina; la noción de “peligro moral” que el activismo de “comité” puede acarrear para las mujeres; por último, el principio de conservación del orden social/sexual que subyace a toda la argumentación. Como veremos en los párrafos que siguen, contradicciones, ambigüedades, falsas certezas pueblan una matriz conceptual que intenta clausurar en un orden de la naturaleza la artificialidad del universo social3. El imperativo de regeneración: por una nueva política “Las mujeres debemos organizarnos por encima de los núcleos. Nuestra misión en el partido no debe traducir la violencia y el propósito de preponderancia que ha venido dominando a los dirigentes- no a la masa- sino de establecer la armonía, la paz, la tolerancia” La Voz del Interior, 14/10/1947. Palabras de Carlota Ropp de Hirsch, militante radical El reclamo por una regeneración de la política4 se manifiesta desde los treinta, en un contexto político y social enrarecido por el avance de las derechas, las incertidumbres de las izquierdas y, en general, por un clima de crisis de todas las certezas institucionales y doctrinarias de la Modernidad. Para muchos sectores de la intelectualidad –nacionalistas, en particular– la clave de la nueva política residía en la juventud – masculina, bizarra, gallarda–, como el pilar de un nuevo orden5. Esta imagen trasmuta parcialmente en la década siguiente, en la cual empiezan a aparecer en los argumentos la apelación a una naturaleza femenina convocada a purificar la política. 3 La dominación masculina –que implica la subordinación de lo femenino– opera a través de la deshistorización del carácter social de las diferencias sexuales, naturalizando una división de géneros binaria que normaliza la heterosexualidad (Bourdieu, 2010). El androcentrismo se encuentra articulado con otros sistemas de jerarquización, como la clase y la raza; sin embargo, como división primaria y totalizante del orden simbólico, las representaciones de género subyacen a todos los patrones de organización e interpretación de la realidad. 4 Palermo (2007:7) señala, en relación con los proyectos de voto femenino de los años ‘20 y ‘30, elaborados por los radicales y los socialistas, que en éstos se suponía que la incorporación política de las mujeres ejercería un efecto moderador sobre las diferencias de clase. La apelación a los valores esencialmente positivos de la mujer son reintroducidos en los debates del cuarenta, con las expectativas puestas en una purificación que las mujeres podrían hacer de la política. 5 El varón tiene una misión de control y vigilancia sobre el pudor femenino, interpretado como basamento del orden social/sexual: “Sed varones fuertes, empeñad el cetro del hogar, y decid a vuestras esposas, a vuestras hijas y a vuestras novias que su desenfado y su licencia en el vestir, su exhibición vergonzosa en las playas y en los balnearios nos hace caer el alma de vergüenza y de dolor, al paso que marchita la inocencia de la niñez y pone una nota de profunda desmoralización en el seno de nuestra cristiana sociedad [...] Qué hace el hombre, que hace el esposo, que hace el hermano ante esos hechos que revelan una subversión del natural sentimiento de la mujer bien equilibrada?” (Los Principios, 18/10/1933). 306 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Si bien en los treinta –en particular en los discursos extremistas de la derecha prevalecientes en sus comienzos6– el temor a una feminización de lo social se expresa explícitamente, en los debates relativos al voto femenino, desde el año ‘46, parecen estar destinados a conjurar ese peligro, antes que a celebrar una “naturaleza” de la mujer que parece descarrilada. ¿Es el temor a la revolución sexual, como subversión del orden, lo que moviliza a una rápida aceptación de la sanción de los derechos políticos femeninos? Desarrollaremos esta cuestión en la tercera parte, aquí reflexionaremos sobre esta recuperación de una esencia femenina que se presenta como necesaria para salvar a la nación. Este sutil deslizamiento respecto de una naturaleza femenina, que se presenta simultáneamente como amenaza y como promesa, se inscribe en los saberes de género que circulan en la cultura política cordobesa. Seguimos a Chanetón (2009:78), cuando sostenemos que el género se constituye como un saber sobre la diferencia sexual, con un carácter social y políticamente constitutivo, y como uno de los componentes estructurantes y necesarios de la organización de la igualdad y de la desigualdad. Esta autora señala que la producción social del “género” –lo masculino y lo femenino en la matriz bipolar y heterosexual hegemónica– es inseparable del lenguaje. Éste guarda un papel central –como orden simbólico por excelencia– en la producción de las subjetividades, dado que sostiene la tendencia dominante a promover lazos relativamente estables y regulares (“normales”, “naturales”) entre determinados dominios e identidades generizados. Uno de los elementos fundamentales consiste, como veremos posteriormente, en la producción de espacios socialmente asignados según el género. Sobre los elementos previamente mencionados, los actores sociales preponderantes del escenario político cordobés tienen algo que manifestar. En efecto, se erigen como las voces autorizadas en la prescripción de lo “normal” y lo “natural” que debe regir en las conductas y los sentires de las mujeres, “sus” mujeres. En la construcción social –simbólica, cultural– de los géneros, la definición de los roles masculino 6 La misoginia, lejos de ser monopolio de una narrativa conservadora y tradicionalista, no estaba ausente en los discursos de los referentes de la izquierda; en los siguientes términos el diputado socialista José Guevara se refiere a los legionarios como: “unos degenerados, cuya degeneración les venía de familia; los señores de la aristocracia, eran unos viciosos cuyas madres para que no se les deformaran los senos no querían ni amamantar los hijos, pero en cambio se presentaban a las fiestas del gran mundo semidesnudas, mostrando sus carnes y exhibiendo sus alhajas como en un escaparate” (Los Principios, 29/09/1933). Fue su último discurso antes de ser asesinado por miembros de la Legión Cívica. En esta descripción de las “madres de los pitucos de la alta sociedad”, se expresa gráficamente esa articulación entre condena moral, prejuicio de género y lectura de clase que, a pesar de los diferentes posicionamientos de los enunciatarios, termina por colocar a las mujeres y sus “debilidades” como responsables de la debacle social. Coincidimos en esto con Echeverría (2005:131) cuando señala que las damas de sociedad, según esta perspectiva, estaban acechadas por la superficialidad, acompañando con su conducta el derrumbe social. El avance de las mujeres en el espacio público, claramente desde la mirada de la derecha pero también –de manera velada– de la izquierda, implicaba un pronóstico nefasto de destrucción de la jerarquía de los géneros, desintegración social y transformación política. 307 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales y femenino es elaborada a través de un juego de espejos y contrastes, de jerarquías y polos opuestos. La masculinidad, como la feminidad, tiene de natural sólo lo que el diseño significativo le otorga. La arenga exaltada de los agoreros del desastre, calman sus dilemas genéricos –vinculados a esa sensación incomoda acerca de una masculinidad en crisis y una femineidad en movimiento a las que refiere Echeverría (2005:126)–, apoyándose en un edificio discursivo que coloca a los varones en la posición de mando. La apelación a una esencia masculina –apoyada en el valor y la fortaleza– contrasta con la imagen de las mujeres como seres incompletos, inferiores biológica y ontológicamente. Si el avance de la mujer es leído en términos de una subversión del orden divino/ natural, la problemática de la ciudadanía y de los derechos políticos adquiere el cariz de una blasfemia. En el discurso hegemónico de los comienzos del treinta –muy diferente a la “resignación” ante el sufragio femenino7 que se instala en todos los partidos políticos en la mitad de los cuarenta–, la ciudadanía de las mujeres se asoma en el horizonte de las incertidumbres. La “naturaleza femenina”, definida a través de determinadas capacidades e incapacidades –provisorias y contingentes como nos revela el repaso histórico–, se constituye dentro de los marcos de una inhabilidad civil congénita avalada por el derecho, que sólo evidencia su eterna condición como menor de edad. Los proyectos de voto femenino, por ello, ofrecen la oportunidad a sus detractores de mofarse abiertamente de las propuestas; así lo hace, efectivamente, un colaborador de Los Principios en 1933: ...lo fundamental, lo apremiante para la salvación del país, el remedio y la panacea que curará todos estos males, es el gran proyecto que Vd. prestigia, el de más alto vuelo en las actuales circunstancias otorgar el voto a la lavandera, a la modista, a la obrera y, en general, al sexo débil (Los Principios, 11/09/1933). Los prejuicios de clase y de género se expresan sin disimulo en las líneas del autor. En todo caso, lo que exclamaciones como ésta manifiestan es la inquietud ante la perspectiva de trasformación social que el ingreso, paulatino pero aparentemente indetenible, de las mujeres en el espacio público, provocaba en el sentido común y que amenazaba con poner de cabeza la realidad social. 7 El peronismo, que lideró en la segunda mitad de los cuarenta la movilización política de las mujeres mediada por la figura de Evita, reprodujo un discurso tradicional que apelaba a los cánones hegemónicos; empero, la actuación política de Eva Perón incentivó una práctica política de ruptura (Valobra, 2010:17). Asimismo, en el peronismo coexistieron diferentes miradas sobre las mujeres; Barry (2009:156) señala la existencia de un discurso artificioso que “se construyó intentando suavizar el impacto que provocaría en las mujeres y quizás en los hombres también, su ingreso en la vida política”, y que sugirió que “las mujeres no están en un partido sino en un movimiento; no se las afiliaba sino que se las censaba; y que no hacían política sino acción social”. 308 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Los riesgos morales de la política “¿Dónde debe formarse la conciencia política de la mujer? La conciencia política de la mujer no se formará en los Comités. Todo lo contrario; mientras más alejada de esos centros de politiquería a veces baja y pasional, tanto mejor para formarse una conciencia política recta, ordenada siempre al bien común” (Los Principios, 9/08/1947) El ejercicio de los derechos políticos otorga a las mujeres un nuevo lugar en el espacio social, pero como recordará con insistencia el periódico católico Los Principios “la mujer tiene una misión específica en la vida, su centro de influencia más provechosa, su ambiente más natural es el hogar” (Los Principios, 10/09/1947). Vale la pena recordar aquí que dentro del catolicismo la militancia laica femenina fue vigorosamente alentada, en particular, luego de 1917, ya que se veía a la mujer como un “dique” frente al comunismo, adquiriendo importante empuje en los treinta8. A esta influencia positiva que se esperaba aportara el elemento femenino, empero, se le opone el temor al efecto corruptor que podría tener la política en las mujeres. En el orden simbólico, se intenta paulatinamente controlar –disciplinar, domesticar–paulatinamente el avance de las mujeres en el escenario público; en otras palabras, brindarle el “lugar correcto” en la matriz colectiva de sentido. La conciencia política de la mujer no debía formarse en los comités; por el contrario, “mientras más alejada de esos centros de politiquería a veces baja y pasional, tanto mejor para formarse una conciencia política recta, ordenada al bien común” (Los Principios, 9/09/1947). Al radicalismo, en particular, le preocupaba el cariz de la militancia peronista; por lo cual sus mujeres se abocarán a la realización de ...una acción de esclarecimiento de la conciencia política de las mujeres argentinas, como medio de evitar que ellas caigan en las redes de un falso apostolado de justicia social que aniquila la personalidad humana y suplanta la libertad por la dádiva mercenaria (La Voz del Interior, 5/10/1947). Esta precaución referente a la inclinación del voto femenino también se manifiesta en La Voz del Interior cuando señala que “lo único que corresponde es que, tanto la mujer como el hombre, se capaciten para la acción política, para no ser instrumento del designio caudillista o inorgánico” (La Voz del Interior, 16/09/1947). 8 De hecho, uno de los antecedentes de una mayor presencia pública de las cordobesas se configura a partir de su incorporación en las filas de la Acción Católica, desde 1931, tal como lo analiza Blanco (2008:66-94). Por otra parte, Roggio (2006), apelando a la perspectiva de género, ha examinado las construcciones discursivas del poder político cordobés, en torno al rol de las mujeres y de las trabajadoras, en la primera mitad del siglo XX; interesa destacar esta problemática, ya que el primer y subrepticio acercamiento de las mujeres al espacio público es través del trabajo. Asimismo, porque el trabajo se constituye como el elemento legitimante del reclamo y la “adquisición” de ciudadanía. 309 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Como se puede apreciar, las inquietudes cercanas referidas al carácter estratégico del voto femenino –en los cálculos partidistas– opacan parcialmente las expectativas más alarmantes relativas a la trasgresión de las fronteras entre los género. A esto apuntan, por ejemplo, las apreciaciones sobre el voto femenino y la capacidad política de las mujeres; persisten en los imaginarios que, por un lado, evalúan como positiva la presencia femenina en el terreno político –ya que se asientan en una naturaleza femenina bondadosa y moderada– y, por el otro, recelan de los efectos en esa supuesta naturaleza del carácter vicioso y corruptor de la militancia partidaria, que aleja a las mujeres del hogar. Esta ambivalencia se ve reflejada en el artículo editorial de la prensa católica de la capital mediterránea, que aparece al día siguiente de la sanción del voto femenino, en el cual se contraponen una positiva perspectiva respecto de la participación femenina y una advertencia que indica que ese nuevo aporte carece de antecedentes políticos, de experiencia electoral (Los Principios, 11/09/1947). La nueva ley ofrece sus peligros. Para concluir este apartado, se puede decir que la nueva condición de ciudadanía avalada por la sanción de los derechos políticos introduce algunos elementos contradictorios en los discursos asociados a la construcción simbólica de la diferencia sexual: la articulación de las viejas demandas ligadas al espacio privado con las innovaciones de la escena político-partidaria tensiona las representaciones sobre las mujeres y su papel en la sociedad. En todo caso, lo que la lectura de los documentos deja vislumbrar es que el ingreso masivo de las mujeres, ya legitimado por la ley 13.010, aporta nuevas cuotas de complejidad y obliga, no sólo a la reformulación de las plataformas electorales o a la reorganización institucional de los partidos, si no, sobre todo, a la reelaboración de los patrones simbólicos para incluir las nuevas responsabilidades cívicas de la mujer, sin quebrar los pilares de la sociedad: la familia, el hogar y la nación. El orden social/sexual amenazado “Si la mujer se deja arrastrar por la vorágine de la política peligra el hogar. Y la familia es el núcleo fundamental de la sociedad; su célula madre. La política es ya actividad peligrosa para el hombre; que diremos si llegara a absorber también con sus seducciones a nuestras esposas, a nuestras madres” (Los Principios, 11/09/1947) Si bien la extensión de los derechos políticos y civiles a las mujeres como individuos las incorporó en la vida pública en formas que no alteraron la estructura ni el ethos de la política, como afirma Jones 310 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales (1992:283), la sanción de la ley 13.010 puso en juego algunos de los temas mencionados, obligando a replantear la relación entre público-privado y masculino-femenino. La elaboración discursiva de los fenómenos sociales y sus cambios –en este caso, la adquisición de la ciudadanía por parte de las mujeres– intentó incorporar los elementos disruptivos en el marco de coherencia del orden simbólico; como se expondrá en los siguientes párrafos, la constante redefinición de los límites de la colectividad política moviliza y cuestiona los presupuestos y expectativas dominantes; sin embargo, la pugna entre conservadorismo e innovación no deja de imprimir su huella en los sistemas de sentido: la ciudadanía femenina es, desde esta perspectiva, un desafío considerable que, a través de prácticas y discursos contradictorios, expone las fisuras del orden de las representaciones de género, esto es, del íntegro ordenamiento social. En el orden de sentido, la distinción entre naturaleza y cultura funciona como un mecanismo de regulación y clasificación social, ya que establece y normaliza los roles en función a diferencias de género, raza y clase, nunca del todo explicitadas. Tomando a Brown (2004:117), podemos sostenes que las mujeres, relegadas al ámbito de “lo natural”, se convierten en aquello que, por serlo, debe ser controlado, domesticado y promocionado por la cultura. También en este sentido, afirma Chanetón (2009:88) que en la reproducción social del género, el mecanismo discursivo presupone la existencia de un orden biológico previo a la cultura, como fundamento imaginario en la producción de las identidades de género asignadas. El orden social se organiza a través de “instituciones fundamentales” y “naturales”, como la familia, el matrimonio y la filiación legítima. Los roles y espacios sociales de sus miembros –padre, madre, hijos– y los vínculos entre ellos, se delimitan jerárquicamente, en relación con diferentes posicionamientos de autoridad y subordinación. El elemento fundente de la unidad familiar se establece a través del matrimonio legítimo, monogámico e indisoluble9: ...la forma natural de la unión sexual, física y moralmente perfecta, dentro de la cual la propagación de la especie se efectúa normal y sistemáticamente, es el matrimonio monogámico, institución fundada y reglamentada por el derecho natural10. La inscripción del edificio social en un orden de la naturaleza – transhistórico y trascendente– funciona como un mecanismo ideológico en la construcción de una hegemonía discursiva que oculta sus propios 9 En cuanto a los proyectos de divorcio legal –“origen de la descristianización y ruina de las familias”–, la posición de Episcopado se expresa de manera contundente –aunque de manera cuasi hilarante por su lógica– cuando sostiene que: “Apenas se levanta ante las pasiones humanas la posibilidad del divorcio legal, nace automáticamente la desconfianza mutua, y desaparece de los hogares el afecto sincero, seguro y tranquilo que es su encanto peculiar” (Los Principios, 3/10/1931). 10 Bas, José Ignacio (1942). “Origen y evolución de la familia y del matrimonio”. Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, XXIX (1-2, 3-4): 176, junio. 311 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales orígenes. El carácter performativo de los discursos sociales –relativos al género y a cualquier clasificación sostenida en relaciones asimétricas de poder– crea realidad, la dota de contundencia y de evidencia. Lo político no refleja al mundo social sino que lo constituye; la política se disputa en el terreno de la construcción de identidades, el lugar donde los discursos se disputan definiciones de lo real, representaciones del mundo, fronteras e identidades colectivas. Las relaciones de género, por ello, implican siempre una política sexual, esto es, una constante rearticulación de las fuerzas en pugna en la batalla por los sentidos. Por lo anterior, intuimos que la sanción de los derechos políticos y la consiguiente legitimación de un acceso regulado de las mujeres a la escena público-partidaria se configuran como una política sexual preventiva, anclada en los temores sobre la incidencia de la subversión de los patrones de género en el entero orden social. Significativamente, en las fuentes analizadas, la consideración del voto femenino no es interpretada en términos de ciudadanización; ciudadanía o ciudadanas no son conceptos utilizados en las arengas de detractores y sostenedores, quienes parecen alentar una precaria ampliación de la comunidad política con la incorporación de una masa de votantes. Del mismo modo, la noción de igualdad que subyace en la idea de sufragio universal no da cuenta de la insistencia en la diferencia sexual jerarquizada que, entre otras cosas, sostiene esa visión dulcificada de las mujeres como elemento moderador de la conflictividad del sistema político, esencialmente masculino. Reflexiones finales La perspectiva de género aplicada a los fenómenos políticos posibilita en gran parte el rescate de las “presencias” femeninas en el ámbito público, porque desnuda las aporías de las construcciones culturales binarias que dividen el mundo social en masculino/público u femenino/privado, a través de la denuncia de los parámetros de “universalidad” presentes en las elaboraciones clásicas y contemporáneas sobre la ciudadanía, elaborados por la teoría política y por la historia política. El orden político como relaciones de poder también se sostiene en las representaciones de género, que no son otra cosa que una configuración contingente –un equilibrio temporal– del sentido que guía la interpretación del mundo social. La imagen dual de la mujer –simultáneamente amenaza y esperanza de redención– se tensiona entre las madre/esposa y ese otro modelo de mujer desviado, de las que se animan a cruzar las fronteras simbólicas. En el pasaje de los treinta a los cuarenta, se refuerza la idea de la mujer como regeneradora de la vida política, a través del sufragio. Si bien la efervescencia del discurso nacionalista de derecha va a tender a diluirse con los años, la perpetuidad de una matriz patriarcal se manifestará en la rearticulación de las nociones políticas y de la progresiva “inclusión 312 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales subordina” de las mujeres en la arena político-partidaria, apelando, eso sí, a una naturaleza femenina resignificada. Para finalizar, se puede afirmar que la sanción del voto femenino no cuestiona la división sexual, por el contrario, refuerza el bipolarismo genérico, celebrando los valores de la “naturaleza” de la mujer argentina. En las estructuras partidarias, la división se va a reflejar, por ejemplo, en la creación de “ramas” femeninas que funcionan de manera separada, y en el lugar secundario que las mujeres mantienen entre la dirigencia. La legitimación discursiva que sustenta un nuevo lugar de la mujer como ciudadana, pero que apela a valores asociados a mandatos culturales tradicionales, es sostenida no sólo en los argumentos de la prensa, de la Iglesia o de los líderes partidarios, sino que de manera enfática también atraviesa las apreciaciones que las mismas mujeres realizan en el momento de interpretar y justificar su acercamiento a la arena pública. En todo caso, podemos leer la ampliación de la comunidad política a partir de la sanción del voto femenino como una conjura de la inminente revolución sexual que amenaza con corroer las bases del orden social; se tensiona de este modo un carácter ambiguo entre la ruptura y la conservación que el acercamiento regulado de las mujeres en la política para contener. Referencias bibliográficas Arfuch, Leonor (2006). “Problemáticas de la identidad”. En Identidades, sujetos y subjetividades. Buenos Aires: Prometeo. Barry, Carolina (2009). “Evita capitana”. En Partido peronista femenino (1949-1955). Buenos Aires: Editorial Universidad Nacional de Tres de Febrero (EDUNTREF). Bas, José Ignacio (1942). “Origen y evolución de la familia y del matrimonio”. En Revista de la Universidad Nacional de Córdoba, XXIX (1-2, 3-4): 176, junio. Blanco, Jéssica (2008). Modernidad conservadora y cultura política. Acción Católica de Córdoba, 1931-1941. Córdoba: Editorial de la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNC). Bourdieu, Pierre (2010). La dominación masculina. Barcelona: Anagrama. Brown, Josefina L. (2004). “Derechos, ciudadanía y mujeres en Argentina”. En Revista Política y Cultura, (21): 111- 125, primavera. Chanetón, July (2009). Género, poder y discursos sociales. Buenos Aires: Eudeba. Echeverría, Olga (2005). “Los intelectuales antidemocráticos argentinos en las primeras décadas del siglo XX: la exclusión de género como uno de los fundamentos de la definición autoritaria”. En Revista Signos, (13). México: Iztalapa. 313 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Jones, Kathleen (1992). “Hacia una revisión de la política”. En Revista Política y Cultura, (1), otoño. La Voz del Interior, 16/09/1947. “El Papa y la mujer en la política”. La Voz del Interior, 5/10/1947. Los Principios, 10/09/1947. “El sufragio femenino”. Los Principios, 11/09/1933. “El voto de las mujeres es la panacea de todos los males del presente y del futuro. Discurso del Dr. Nicolás Matienzo en el Senado nacional. Carta del Dr. Ignacio M. Garzón al senador nacional por Tucumán”. Los Principios, 11/09/1947. “El sufragio femenino”. Los Principios, 18/10/1933, “Palabras del presidente de la Junta Diocesana de la Acción Católica, doctor Lisardo Novillo Saravia”. Los Principios, 29/09/1933. “El discurso del diputado Guevara en Alta Córdoba”. Los Principios, 3/10/1931. “Carta Pastoral del Episcopado Argentino”. Los Principios, 9/09/1947. “¿Debe la mujer intervenir en Política?” Palermo, Silvana (2007). “Quiera el hombre votar, quiera la mujer votar: género y ciudadanía política en Argentina (1912-1947)”. Ponencia presentada en El sufragio femenino en América Latina: Jornadas en conmemoración de los sesenta años de la ley 13.010, UNTF, Programa de Estudios de Historia del peronismo, Instituto de Estudios Históricos, 29, 30 y 31 de agosto. Roggio, Patricia (2006). “Construcciones discursivas del poder político cordobés en torno al rol de la mujer y de las trabajadoras en la primera mitad del siglo XX”. En Schickendantz, Carlos (ed.). Mujeres, identidad y ciudadanía. Ensayos sobre género y sexualidad. Córdoba: Editorial Universidad Católica de Córdoba EDUCC. Scott, Joan (1996). “El género: una categoría útil para el análisis histórico”. En Lamas, Martha (comp.). El género: la construcción cultural de la diferencia sexual (265-302). México: PUEG. Valobra, Adriana María (2010). Del hogar a las urnas. Recorridos de la ciudadanía política femenina. Argentina, 1946-1955. Rosario: Prohistoria Ediciones. 314 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Gobiernos progresistas y su relación con los Movimientos Sociales. El caso brasilero: Lula y Rousseff frente al MST Maricel Calderón - Adriano Cavallin [email protected] / [email protected] Resumen El gran desarrollo que vivió Brasil en los últimos veinte años y que lo coloca como una de las diez potencias económicas del mundo, tiene su origen en una cuidadosa política de Estado, proyectada a largo plazo desde los primeros momentos del gobierno de Getulio Vargas y continuada, con altibajos, por sus sucesores. Con la llegada al poder de Luiz Inácio Lula da Silva, sostenido por los sectores populares, y principalmente por el Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST), comenzaron a verse materializados los frutos de este proyecto de país. Caracterizados como gobiernos progresistas, las administraciones de Lula y Rousseff avanzaron sostenidamente en las cuestiones sociales, descuidadas durante los anteriores gobiernos de corte neoliberal. Pero la fuerte preeminencia que ambos mandatarios otorgaron a la industria y a los grandes grupos económicos, los puso en confrontación con las agrupaciones que les sirvieron de base para alcanzar el poder. Este libro explica alguna de las variables que, a entender de los autores, aparecen significativas en el despegue económico de Brasil y que, sin embargo, son el motor de su conflictividad interna. Introducción Terminada la época de las dictaduras militares en toda América Latina, se inició en sus países la apertura económica propiciada desde el neoliberalismo, impuesto por el Consenso de Washington. La aplicación de estas medidas sumió a Latinoamérica en un endeudamiento cada vez mayor que condujo hacia la ruina a los países del sur del continente. Entre las consecuencias que se desprendieron, el descontento de las clases medias, más el de las clases populares, signó la llegada de gobiernos progresistas a gran parte del continente, impulsados por los movimientos sociales que reclamaban un cambio ante la necesidad de terminar con el injusto reparto de las riquezas y la explotación de los recursos por parte de extranjeros. 315 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En el caso brasilero, el arribo al poder del líder del Partido dos Trabalhadores, Luiz Inácio Lula da Silva, fue uno de los primeros que acontecieron en toda latinoamérica, con el apoyo del Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra, continuado luego por su sucesora Dilma Rousseff. A continuación, presentamos un fragmento del libro publicado por la Editorial Académica Española, en abril de 2012. El progresismo brasilero y el MST La pregunta principal es si pueden caracterizarse los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y de Dilma Rousseff como gobiernos progresistas. Para obtener una respuesta, hay que considerar algunos puntos. El gobierno del ex líder del PT llevó adelante numerosos programas sociales, como “Hambre cero”, “Beca Familia”, la creación del FUNDEB (Fondo de Manutención y Desenvolvimiento de Educación Básica) dirigido a cuarenta y siete millones de estudiantes brasileños con inversiones anuales de hasta siete millones, trescientos mil reales y el PROUNI (Programa Universidad Para Todos), que se destaca como el mayor programa de becas de estudio de la historia de la educación brasileña y latinoamericana, posibilitando el acceso de millares de jóvenes a la educación y estimulando el proceso de incluirse en la sociedad. Durante su mandato, se redujo la mortalidad infantil, la tasa de desempleo alternó en subas y bajas para acabar en baja, se puso en marcha el “Plan para la Erradicación del Trabajo Esclavo”, subió un 20% el salario mínimo y se redujo en un 16% el gasto público. Respecto de las ocupaciones de los Sin Tierra, se entregaron algunas parcelas de tierras y se ubicaron a miles de familias en terrenos improductivos. Analizado así, la respuesta a la pregunta inicial es afirmativa. La “administración Lula”, sin embargo, mantuvo fuertes relaciones con Estados Unidos. La presencia de empresas multinacionales en Brasil se multiplicó durante su gobierno, por lo que se ha llegado a sostener que Lula cambió las privatizaciones por esta forma de establecimiento empresarial. Es importante destacar que el gobierno brasilero consiguió, como ningún otro, inversiones en infraestructura, en una época donde las inversiones son “de cartera”. Así, Brasil mantuvo una productividad altísima, sus exportaciones fueron en aumento y se consolidó como el país más importante de la región. Viéndolo así, la respuesta también es afirmativa. Pero hemos de hallar aquí varias interpretaciones. El Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra no cree que la respuesta sea positiva. Al contrario. Dados los orígenes de Lula en un partido político de izquierda, el apoyo del MST estuvo siempre signado por la persecución de su objetivo: la aplicación de la reforma agraria, y pusieron sus expectativas en el único candidato que parecía no responder 316 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales al neoliberalismo. Pero el hecho de que Lula haya obviado la rápida resolución de este problema y se haya dedicado a entablar relaciones con los demás países, sin preocuparse primero por el establecimiento definitivo de las familias sin tierra, la erradicación total de la miseria y la expulsión de las multinacionales que se quedan con la mayor parte de las ganancias, hizo que el MST volviera su espalda al presidente que, lejos de cortar con el capitalismo y el neoliberalismo, acentuó ciertos aspectos de ambos. Gracias a la administración de Lula da Silva, Brasil terminó consolidándose como el líder principal de la región, actuando como elemento neutralizador de los conflictos regionales, hecho más que significativo para el país del norte. Pero, por otro lado, en su doble juego internacional, el país luso intentó alianzas con los países vecinos, principalmente en lo que respecta a biocombustibles, y se presentó con su imponencia como uno de los elementos básicos en la creación de un bloque anti-imperialista. Brasil progresó. Eso es indudable. Lula desarrolló una estrategia que relacionaba las políticas interiores con las políticas aplicadas en el exterior que le resultó conveniente. Pero los movimientos sociales dentro de su país dejaron de ver en él una figura del progresismo neopopulista y le retiraron su apoyo, desilusionados del cambio ideológico producido a lo largo de sus ocho años de gobierno. La pregunta que se plantearon muchos politólogos llegado el final del mandato de Lula fue qué sucedería en las elecciones de 2010 respecto de ese apoyo que había ayudado al entonces presidente a llegar al poder y que, ahora, había sido retirado. La respuesta de los movimientos sociales, tras la candidatura de Dilma por el oficialismo, fue de libertad de voto. Pero, tras el sorpresivo revés que llevó a una segunda vuelta en octubre del mismo año, el MST ofreció su apoyo a la candidata del PT, no por alineación ideológica sino en contraposición al posible retorno del neoliberalismo en la figura del candidato de la oposición, José Serra. Para la fecha en la que se redacta este trabajo de investigación (febrero de 2012), la jefa de estado brasileña lleva un año en el Planalto. Sus primeros doce meses en el poder no han sido fáciles ya que, como se planteó anteriormente, Brasil debió afrontar catástrofes naturales, así como poner en práctica un plan de organización y ordenamiento del país, en vista del próximo mundial de fútbol en 2014 y los juegos olímpicos en 2016. Sumado a esto, Dilma Rousseff se enfrenta a una crisis dentro de su propio gabinete, de la que ya se pueden contar siete bajas de ministros (que renunciaron o fueron despedidos) y a la que se adhiere una nueva denuncia de corrupción. No sólo esto, sino que también se halla haciendo frente a una huelga de policías y bomberos en Bahía, en pos de reivindicaciones laborales, cuyo desenlace nos aparece incierto. 317 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Respecto de sus promesas y las expectativas del MST, la mayoría de los periódicos brasileños, así como este movimiento social desde su página web, hacen referencia a la deuda que existe aún en cuanto a la reforma agraria. Titulares como “La reforma agraria está paralizada”, “Dilma sigue en deuda con el campo” o “Los sin tierra, sin Dilma”, aparecieron sucesivamente durante los últimos meses de 2011. El primer año de la mandataria terminó sin una sola expropiación y habiendo concretado sólo treinta y cinco asentamientos en tierras que fueron expropiadas durante la gestión del ex presidente Lula da Silva. Desde el INCRA se afirma que existen noventa expropiaciones que esperan la firma de la jefa de estado. Esta paralización de la reforma agraria, según los voceros del MST, evidencia cuáles son las prioridades del actual gobierno que, en su opinión, prioriza el modelo agroexportador, perjudicando la agricultura campesina y familiar. Sostienen que existe una disputa de modelos agrícolas en Brasil que están vinculados a distintos proyectos de desarrollo. En agosto de 2011, el MST realizó una jornada de lucha que resultó en la ocupación del Ministerio de Economía en la capital federal, por cinco días, en la cual participaron cuatro mil militantes. Además, se hicieron ocupaciones y protestas en otras veintidós provincias de Brasil. Como resultado, Dilma Rousseff prometió cumplir varias de las reivindicaciones del movimiento, aunque es difícil evaluar los resultados de la jornada, porque muchas medidas son de mediano plazo. Según un documento del MST, el agronegocio (definido como una alianza entre los estancieros capitalistas y las empresas trasnacionales), controla actualmente la agricultura de Brasil y procura profundizar su dominación a través de iniciativas en varios frentes. Una de ellas fue la ya citada polémica flexibilización del Código Forestal, que apunta a eliminar las sanciones sobre los productores responsables por la deforestación, una iniciativa resistida por las organizaciones más representativas del país. Por otra parte, el MST también señala que la contaminación por agrotóxicos es uno de los mayores problemas de Brasil, que ocupa desde 2008 el primer lugar del ranking mundial de utilización de estos productos. Con una fuerte crisis que abarca los ámbitos político, social y ecológico, el Brasil de Rousseff se ubica sexto en el ranking de potencias económicas mundiales, con innumerables pronósticos que lo ubican en un futuro cercano, más arriba aún en la tabla de posiciones, teniendo en cuenta la fuerte crisis que azota a Europa desde 2008. Restan todavía tres años de mandato para esta economista que se enfrenta a los reveses que se le presentan, manteniendo a su país entre los más confiables del mundo para la inversión y el comercio. 318 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Es muy temprano aún para dilucidar conclusiones acerca del gobierno de Rousseff. Sí podemos sostener que la presidente tiene un amplio interés en disminuir aún más los índices de pobreza y en aumentar los de alfabetización. Pero en lo que concierne a la reforma agraria, queda todavía mucho camino por recorrer como para aventurarse a ciertas reflexiones. ¿Puede tacharse el gobierno de esta economista como progresista? Los resultados económicos y el posicionamiento de Brasil como sexta potencia mundial se inclinan hacia una respuesta afirmativa. La crisis social y los movimientos que siguen en pie de lucha por las reivindicaciones laborales, ecológicas y agrarias ponen en duda la verdad absoluta de esa afirmación. Bibliografía Arce Suarez, Alberto (2004). “El eje Brasilia – Buenos Aires ¿movimiento real o tendencia virtual?”. Revista CIDOB d’afers internationals, (65). Ayllón, Bruno (2002/2003). “La victoria de Lula: dilemas y desafíos de Brasil”. Revista CIDOB d’afers internationals, (60). Bilbao, Luis (2003). “El enemigo principal es Lula”. Le monde diplomatique, 4 (44). Bilbao, Luis (2005). “Desafío para Kirchner, Lula y Chávez”. Le monde diplomatique, (67). Botafogo (2005). “Brasil y Argentina, ¿una alianza estratégica?”. Revista Archivos del presente, (37). Burbridge, Martín (s/f). “Brasil se posiciona como un ‘semillero’ de multinacionales”. [en línea]. Dirección URL: [www.iprofesional.com.ar]. Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona (CIDOB) (s/f). “Dilma Rousseff”. [en línea]. Dirección URL: [www.cidob.org] Daher, Ricardo (2010). “Brasil. El MST hará campaña contra Serra”. Barómetro Internacional, 18 de marzo. Di Pacce, Nora (2005). “El MST se distancia de Lula y se moviliza para exigir la Reforma Agraria”. Revista Zoom, 9 de octubre. [en línea]. Dirección URL: [www.revistazoom.com]. Fernández, Luis (2004). “Fundamentos y desafíos de la política exterior del gobierno de Lula”. Revista CIDOB d’afers internationals, (65). Gabetta, Carlos (2003). “Entre Washington y Brasilia”. Le monde diplomatique, 4 (43). Giupponi, María Alejandra (2002). “Nuevos movimientos sociales: la resistencia de los excluidos”. V Encuentro del corredor de las ideas del cono sur. Cultura política y democracia en América Latina. 319 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Grasa Hernández, Rafael (2004). “La política exterior de Brasil durante el primer año de la presidencia de Lula”. Revista CIDOB d’afers internationals, (65). IBGE (Instituto Brasileiro de Geografía y Estatística). [en línea]. Dirección URL: [www.ibge.gov.br]. Página Oficial de Greenpeace. [en línea]. Dirección URL: [www.greenpeace. org]. Página Oficial del Gobierno de Brasil. [en línea]. Dirección URL: [www. brasil.gov.br]. Página Oficial del MST. [en línea]. Dirección URL: [www.mst.org.br]. Portal Río+20. [en línea]. Dirección URL: [www.rio20.net]. Portal web Infobae (2011). “Brasil ya es la sexta economía del mundo”, 26 de diciembre. [en línea]. Dirección URL: [www.infobae.com]. Portal web Prensa Libre (s/f). “Código forestal de Brasil provocará deforestación en Amazonia, dice exministra”. [en línea]. Dirección URL: [www.prensalibre.com]. Revista Caras y Caretas, ediciones N° 2194 y 2195, enero y febrero de 2006. Sabino, Carlos (1999). “Brasil, el primero y el último”. Revista Observatorio de Economía Latinoamericana. Sayad, João (2005). La economía y la promoción comercial. La Paz: Embajada de Brasil. Sennes y Tomazzini (2006). “Agenda sudamericana de Brasil ¿proyecto diplomático, sectorial o estratégico?”. Foreign Affairs en castellano. Stédile, Pedro João y Bernardo Mançano Fernandes (2002). Brava Gente. La lucha de los Sin Tierra en Brasil. 2002. La Habana: Caminos. 320 Ir al Índice Bloque 6 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Ivo El Emperador, una novela de fronteras: entre la ficción y la realidad Ana María Hernando [email protected] En las últimas décadas del siglo XX, surgen los llamados “Estudios Culturales”, hoy vigentes que, entre otras propuestas, incluyen lo “oblicuo”, lo “sesgado”, la “hibridez”, lo “neutro”, el “centro” y la “periferia”, como también la temática de las “fronteras”. Son categorías críticas que se postulan como conceptos emanados de modos de pensar alternativos al modelo canónico del logos moderno. Categorías que dan cuenta de la diversidad y de la heterogeneidad cultural, social y lingüística, tanto nacional, regional como latinoamericana. Temática que se va analizando y reflexionando con la propuesta de Homi Bhabha. Luego, con los significativos aportes de García Canclini sobre la hibridez, vuelve a ser motivo de análisis como cualidad central de un proceso de transnacionalización cultural e intercambios sistémicos que reemplaza el esencialismo identitario. En este marco teórico, es posible analizar la novela del escritor correntino José Gabriel Ceballos (Alvear, Corrientes, Argentina, 1955), Ivo El Emperador (2002), con el objetivo de asomarnos al misterioso mundo de las fronteras y detenernos en el personaje fronterizo, cuyo nombre da título al libro. Ivo Rodrígues, nombre “real”, denominado “Emperador” en la ficción, es un curioso e importante personaje de fronteras y su narrador –que lo conoció–relata, tal vez de manera autobiográfica, una historia fronteriza situada en el límite de Brasil con nuestra provincia de Corrientes (Argentina). Al referirnos a las fronteras, hacemos referencia a nuevos espacios de escritura, en los que se amalgaman las características y particularidades de diversos, y a veces dispares elementos lingüísticos, de grupos étnicos y minorías sociales y culturales. Es desde estos espacios que comienzan a proyectarse movimientos de generación y también de renovación que, poco a poco, van configurando un nuevo mapa cultural de nuestro tiempo, en el que se integran las distintas miradas y perspectivas. En las últimas décadas del siglo XX surgen los llamados “Estudios Culturales” hoy vigentes que, entre otras propuestas incluyen lo “oblicuo”, lo “sesgado”, la “hibridez”, lo “neutro”, el “centro” y la “periferia”, como también la temática de las “fronteras”. Son categorías críticas que se 322 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales postulan como conceptos emanados de modos de pensar alternativos al modelo canónico del logos moderno y que dan cuenta de la diversidad y de la heterogeneidad cultural, social y lingüística, tanto nacional, como regional y latinoamericana. Temática que tuvo su inicio en la violencia de la apropiación colonial y una continuidad en el tratamiento de las teorías actuales. Como consecuencia de esta “evidencia” surgen una sucesión de marcos teóricos emanados desde las universidades o recintos académicos que invitan a desarrollar conceptos en relación con la hibridez, las fronteras y la subalternidad, entre otros. Hacemos referencia a la creación de ese “Tercer Espacio” del que habla Homi Bhabha (Bombay, 1949), es decir, ese lugar contradictorio y ambivalente desde el cual se enuncia, pero también se interpreta un campo comunicacional y cultural. Bhabha es uno de los teóricos de origen indio más reconocidos en el campo de los estudios poscoloniales que desarrolla conceptos relacionados con los márgenes y las fronteras. De este modo, desde la década de los años sesenta, se evidencia que el concepto de hibridez, como sinónimo de sincretismo, cruce o intercambio cultural, referenciaba una realidad cotidiana que implicaba procesos de representación simbólica. En esa misma década, el crítico literario peruano Antonio Cornejo Polar (Arequipa, Perú, 1936 - Lima, 1997), conocido principalmente por su teorización sobre el concepto de heterogeneidad, aportó un campo semántico que incluía un nivel descriptivo que estaba implícito en la misma noción de hibridez. Pero el gran debate de la teoría latinoamericana remite a otro gran debate, el de los años ‘70, surgido de la necesidad de producir una teoría realmente autóctona, siguiendo el proyecto humanístico de años anteriores, del maestro Pedro Henríquez Ureña (Santo Domingo, 1884 - Buenos Aires, 1946) sintetizado en su emblemática frase: “en busca de nuestra expresión”. Proyecto que, a juicio de la crítica, fracasó cuando comenzó a imponerse años después, una imagen variada y multiforme de la literatura latinoamericana. Hoy reivindicamos la condición de múltiple, plural, híbrida, heterogénea y transcultural de los distintos discursos y de los varios sistemas literarios que se producen en América Latina. En la misma década, el concepto de “transculturación” extendido por Ángel Rama (Montevideo, 1926 - Madrid, 1983) desde el campo de la antropología al de la crítica literaria, vuelve a explorar el tema de la transitividad cultural como intento por comprender el lugar y la función del intelectual. Su obra se refiere a literaturas provenientes de prácticamente todas las regiones del continente americano, así como de diferentes períodos históricos. Con los valiosos aportes de García Canclini (La Plata, 1939) la hibridez vuelve a ser motivo de análisis como cualidad central de un proceso de transnacionalización cultural e intercambios sistémicos 323 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales que reemplaza el esencialismo identitario. La hibridez aparece en Canclini como fórmula de conciliación y negociación ideológica. Así, en su debate teórico, establece hipótesis acerca de “internacionalización” –ampliación geográfica de la actividad económica más allá de las fronteras nacionales–; “transnacionalización” –etapa iniciada en la primera mitad del siglo XX, cuando gran parte de la economía pasó a depender de empresas multinacionales–; y “globalización” –que puede ser vista como la culminación de los dos procesos anteriores–. Para Canclini, la hibridación son procesos socioculturales en los que estructuras o prácticas discretas, que existían en forma separada, se combinan para generar nuevas estructuras y nuevas prácticas. También la construcción lingüística (Bajtín, Bhabha) y social (Friedman, Hall) del concepto de hibridación ha colaborado para salir de los discursos biologistas y esencialistas de la identidad, la autenticidad y la pureza cultural. Esta ponencia se inscribe en el mencionado marco teórico, al tratarse de un escritor que nació y vive actualmente en la zona fronteriza de Corrientes, Argentina, límite con Brasil, que recibió y recibe la influencia de ese espacio de hibridación cultural, social y lingüística. El trabajo está estructurado, en primer lugar, en el encuadre del marco teórico recientemente explicitado; luego se ubica al escritor, autor de la novela, para luego referirnos a la conceptualización semántica de lo que se entiende por “frontera”. La historia de la novela –ficción– y la de la “realidad” –ubicación témporo-espacial– completan la estructura del trabajo. Al finalizar, en las “conclusiones”, se sintetiza lo abordado y el objetivo de la ponencia. En suma, todas estas posiciones y planteos desarrollados en el marco teórico contribuyen a identificar y explicar múltiples alianzas fecundas como las que son posibles de advertir en la novela Ivo El Emperador, esa historia de fronteras1. Por los caminos de las fronteras Una novela que ilustra el concepto de frontera es Ivo El Emperador (2002), de José Gabriel Ceballos (1955), escritor que habita en una frontera: Alvear (Corrientes), sobre el río Uruguay –su lugar de nacimiento–, frente a Itaquí (Brasil). Ha incursionado en diferentes géneros literarios. Algunos de sus libros son, en poesía: El color del humo y Otras Reincidencias; en cuentos: El oidor, Allá siempre baila la muerte, Las condesas también sueñan, Interior de los pájaros, Ángel de la guarda, El patrón del chamamé, Complicaciones intelectuales, Dueños del mañana y otras historias, Relator 1 “Ivo” es el nombre “real” que tiene el personaje principal, el representante de la frontera argentinobrasileña. “El Emperador” es el nombre ficcional, Se lo nombraba como “El Emperador de los placeres”, porque tenía una actitud de “Emperador” y, a juicio del escritor de estas historias, José Gabriel Ceballos, se sentía también dentro de sus delirios, como el “Emperador de los Prostíbulos” que dirigía. 324 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales deportivo y Entre Eros y Tánatos, en este género cuenta con dos antologías personales: Made in Buenavista y Fabulario de Buenavista; en novela: Víspera negra, y en novela corta: Ivo El Emperador y Confesiones de un extraño demiurgo. Sus cuentos y novelas lo han hecho merecedor de numerosas distinciones a nivel nacional e internacional. El Premio “EDUCA”, obtenido en Costa Rica; el premio “Alberto Lista”, de Sevilla (España); el Premio “José Rafael Pocaterra”, de Venezuela, entre otros, testimonian una mente lúcida capaz de destacarse con un conjunto de aciertos escriturales, tan profusos como relevantes. ¿Qué representan hoy las fronteras? ¿Qué decimos al nombrar, al escribir la palabra “frontera”? Las historias de fronteras siempre ocuparon un lugar importante en el marco de la literatura argentina, en las crónicas, los diarios de viaje y en las memorias. La frontera, ese sitio de fisión y fusión cultural simultáneas, se convierte en un lugar convocante para pensar una geografía que representa en sí misma un símbolo de posesión. Sus elementos característicos, así como sus personajes, desafían, por su marginalidad, el poder hegemónico del centro, siendo, al mismo tiempo, representantes simbólicos centrales. La frontera, así concebida, como terreno de integración y de separación a la vez, como lucha continua entre elementos en unión y desunión, otorga una especial dinámica, vital, a una zona de acceso y de invasión, al mismo tiempo que de obstáculo y de protección. Al referirnos a las fronteras, no hacemos alusión a las tradicionales, entendidas como líneas demarcatorias que dibujan los límites arbitrariamente impuestos, sino las que abren por esta vía, a nuevos espacios en los que se amalgaman las características y particularidades de diversos y, a veces dispares, elementos lingüísticos, de grupos étnicos y minorías sociales y culturales. Es desde estos espacios que comienzan a proyectarse movimientos de generación y también de renovación que, poco a poco, van configurando un nuevo mapa cultural de nuestro tiempo, en el que se integran las distintas miradas y perspectivas. Mencionar la palabra “frontera” es repensar la idea de que las categorías de tiempo y espacio, lo que Mijail Bajtín llamó el cronotopo, son herramientas analíticas singulares. Es reflexionar sobre los modos en que en el espacio se plasman las relaciones sociales y, por lo tanto y fundamentalmente, las relaciones de poder, y cómo éstas configuran ideas propias sobre las concepciones de tiempo en los actores sociales. Precisamente, la lectura de los diferentes libros que podríamos catalogar como fronterizos, nos permite advertir una evolución en el concepto de “frontera”. No es el tiempo de contar las historias de las masas de cautivas llorosas y pacientes, ni la de la cautiva con nombre propio convertida 325 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales en mártir y heroína en la literatura del siglo XIX. Hoy la frontera se ha transformado en un lugar de confluencia, de hibridación y de generación de movimientos, de ideas, de proclamas y expresiones de la historia que se quiere denunciar, que se quiere contar. La frontera es también el lugar donde las diferencias y las hibridaciones se manifiestan y se expresan en el lenguaje. Es un espacio semantizado, que distingue y marca nociones muy generales y muy amplias de cultura, donde la identidad nacional se construye a partir de la lengua. Esta línea divisoria, a la manera de una interfase lingüística y cultural, es excesivamente compleja, es más que un marcador geopolítico. Tal interanimación cultural convierte a la frontera en una zona de interrelaciones lingüísticas y discursivas que desmienten la representación de una línea fronteriza simplista y binaria. La heteroglosia de la zona es mucho más compleja, pues a ambos lados de esta línea tan estrechamente concebida se produce una contaminación del habla de uno y otro lado, como, por ejemplo, el portuñol de la frontera argentinobrasileña. La historia “real” y la “ficcional” de Ivo El Emperador En las relaciones entre uno y otro lado de las fronteras, han existido desde siempre, con mayor o menor grado de legalidad y legitimidad, historias, leyendas y todo un anecdotario mítico, que constituyen un prisma privilegiado para comprender y repensar la historia y la intrahistoria del mundo fronterizo. El escritor José Gabriel Ceballos recrea en este texto la legendaria vida y el trágico final de Ivo Rodrígues, en la ficción llamado “Ivo El Emperador”, un curioso e importante personaje de la frontera, es decir, ese espacio fronterizo configurado en el que coexisten idiomas diferentes. En este caso, el español y el portugués y a veces el portuñol. Es posible precisar históricamente el contexto de producción de la obra. Este personaje, Ivo, tuvo existencia “real”. Falleció el 2 de febrero de 1974 en la Santa Casa de la Caridad de Uruguayana, frente a la ciudad de Paso de los Libres, a los sesenta y cinco años de edad. Había nacido en 1909. El marco político argentino que se alude en la novela es el gobierno del general Perón y Eva Duarte de Perón. En los años ‘40, en que Ivo tenía poco más de treinta años, es la época que señala el auge de Perón y la del propio personaje eje de la novela. La importancia de ambos perdura hasta el ‘55, tiempo en que ¿similitudes? ¿coincidencias?, comienza la caída y el derrumbe del gobierno de Perón y del liderazgo y fama de Ivo Rodrigues. Escrita en primera persona, el yo narrador nos sumerge, a través de trece capítulos que funcionan acaso como otros tantos relatos amalgamados en un todo unitario, en un espacio extraño y mágico a la 326 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales vez, de historias de vida, de hombres y de territorios fronterizos. Estamos ante el fascinante y complejo mundo de las fronteras. La novela de Ceballos es una reflexión social, política y literaria sobre las formas de vida de ambas sociedades y, al mismo tiempo, es una literatura que se construye con la memoria, sobre la verdad, lo verosímil y sobre lo relativo o dialéctico de sus contenidos. Ceballos construye un espacio narrativo en el que la memoria ocupa el eje básico. En el proceso de recuperación de la memoria, la novela se mueve en dos planos: por un lado el de la “verdad” histórica y, por el otro, el de la “verdad” narrativoliteraria. Nuevamente estamos ante la ficción como modo de conocimiento y como mecanismo de aprehender la “realidad”. Ese enfrentamiento de ópticas da lugar a una estructura narrativa que se acerca a un esquema complejo y polarizado. En una historia de nostalgias, de pérdidas y de desencuentros, la memoria actúa como un ejercicio crítico y recuperador de la historia personal y colectiva. Esta historia está constantemente alterada por anacronías, retrospecciones y prospecciones. El narrador abre las puertas al pasado y recuerda. Inicia su relato en la época de Navidad, cuando aún no cuenta doce años de edad y, siguiendo la costumbre familiar, viaja con su madre a Uruguayana, en el Brasil, para reunirse con su tía Elenita, soltera y única hermana de su madre. El río Uruguay, al igual que su inmensidad, despierta múltiples y polarizadas reflexiones entre el hombre y su entorno. Durante el trayecto, duermen en Itaquí, en Brasil, donde, en sus suburbios, en un paraje llamado “Macambará” –voz guaraní que significa “piedra del agua”–, había nacido Ivo Rodrígues, el gran protagonista de esta historia. Al igual que Ivo mucho tiempo atrás, ahora el narrador, el anónimo personaje que cuenta las historias, acompaña a su madre, en ese viaje que lo introducirá en el misterio de la vida de su propia familia, en el misterio de la vida de Ivo y en el misterio de la vida de las fronteras, y que se fijará “eternamente” en su alma. El viaje opera como un disparador para la memoria del narrador, que recuerda un viaje análogo, realizado también en el mismo tren, el María Fumaça, cuando el joven Ivo acompañaba a su madrina Tía Flor, la veterana prostituta dueña de un próspero burdel en las afueras de Uruguayana, que finalmente él heredaría. Muchos años después, el narrador viaja a Uruguayana, al velatorio de tía Elenita, quien le ha dejado su herencia y con ella una carta, escrita en portugués y fechada dos años antes de su muerte. En ella, le pide cumplir su última voluntad: la de reparar ante la sociedad de las fronteras la gran injusticia cometida con Ivo El Emperador. Le propone, de este modo, reivindicar su figura a través de la escritura y publicación de un libro que, al mismo tiempo que ha de ser su gran creación literaria, revelará la inocencia de Ivo en el horrible hecho que causó su desgracia. 327 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales A partir de esta instancia inicial, se desencadena la trama de la novela, tan compleja como patética, en esa búsqueda por cumplir con el “deseo” del otro, en este caso, el de su tía. Este hecho desata un movimiento hacia la interioridad del narrador, cuya esencia es la manifestación de distintas formas de acercamiento a los hechos que se traducen en una escritura que pone en descubierto nuevos y diferentes modos de interpretación de la realidad, así como otras modalidades de lectura. También las fronteras políticas ocupan un lugar significativo en la narración, porque aborda épocas que constituyen hitos y demarcan fronteras históricas: el gobierno de Juan Domingo Perón y luego lo que el narrador llama “experiencia con los gorilas”, y la posterior dictadura militar. Se advierte el apasionamiento del narrador y de Ivo por el primer peronismo, destacando ambos la generosidad de Eva Perón para con los pobres, admirando también las “transgresiones” de Eva. Ideologías que contrastan con las de la dictadura militar del proceso, verdadero genocidio social, cultural y humano que vivió la historia Argentina. El narrador cumple, sin escrúpulos, con el mandato de tía Elenita, pero utilizando medios indecorosos. Lo hace a través de un chantaje, es decir, recibiendo a cambio dinero. Siente como su fracaso personal el peso de su conciencia por ver y sentir ineptitud frente a su decadencia moral. Finalmente, también están presentes en Ivo El Emperador las fronteras genéricas, esos laberintos sexuales que nos llevan a visualizar las fronteras identitarias. En estos espacios, los burdeles, verdaderos cronotopos fronterizos, se erigen en lugares que funcionan como bisagra entre el sexo permitido y moralmente reglamentado y el sexo libertino y transgresor. Ivo asume en estos lugares su verdadera identidad: el travesti que siempre se viste de mujer, que sólo en la calle adquiere ropas masculinas, salvo en los carnavales, y que gusta vestirse imitando a Eva Perón, a quien admira hasta la pasión. Espacios donde el placer desdibuja, esfuma, las demarcaciones entre las clases sociales, donde la figura de Ivo se nos presenta “señoreando” el rebaño de prostitutas que trabajan en sus cadenas de burdeles. Espacios donde Ivo aparecía como el jefe indiscutible, con todo el poder y la simpatía, facetas que le permitieron alcanzar una importancia social que trascendió las fronteras y, después de su desaparición física, estar vigente más allá de su muerte. El párrafo siguiente, que hace referencia al cementerio, atestigua esta afirmación: En el cementerio [...] el sepulturero, un mulato [...] me dio las indicaciones [...], vi el panteón rosado [...] Para Ivo había once placas: siete en agradecimiento por favores recibidos. En algún momento el abogado Fonseca me había dicho que El Emperador de los Placeres se iba convirtiendo en un santo milagroso para la creencia popular (Ceballos, 2002:71-72). 328 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El desenlace, con final abierto, titulado “Reencuentro”, supone un juego entre verosimilitud y ficcionalización: la puesta en práctica de una cuidadosa estrategia que, al intensificar los dilemas y las disyuntivas de los personajes, coloca al texto en una posición fronteriza entre literatura y realidad, vida y arte, artificio y verdad. Conclusiones Las posiciones y planteos que se advierten en la novela Ivo El Emperador, novela representativa de la literatura de fronteras, posibilitan reflexionar sobre la cultura latinoamericana más allá de la hibridez, lo oblicuo y lo sesgado, entre otros. Y, en el marco de “las fronteras”, se puede desafiar los límites de un concepto que se pensaba definitivo, como el considerar a la literatura latinoamericana con cualidades distintivas y definitorias. Por el contrario, hoy reivindicamos la condición de múltiple, plural, híbrida, heterogénea y transcultural. El protagonista principal, Ivo, el indiscutible jefe de las fronteras entre Argentina y Brasil, travesti que gustaba vestirse de Eva Perón, está representado con todo el poder regional, que le permitió alcanzar un lugar importante y destacado, transcendiendo así las fronteras señaladas. Finalmente, decimos que reivindicamos en este trabajo la diversidad, la heterogeneidad y la posibilidad de múltiples hibridaciones. En consecuencia, quisimos afirmar que el mundo ya no está bajo la lógica homogeneizadora sino en un proceso de apertura a un escenario de múltiples manifestaciones culturales, sociales y lingüísticas. Bibliografía Bajtin, Mijail (1982). Estética de la creación verbal. México: Siglo Veintiuno. Bhabha, Homi (1990). Nación y narración. Entre la ilusión de una identidad y las diferencias culturales, Buenos Aires: Siglo Veintiuno. Bhabha, Homi (2002). El lugar de la cultura. Buenos Aires: Manantial. Castro-Gómez, Santiago y Eduardo Mendieta (ed.) (1998). Teorías sin disciplina (latinoamericanismo, poscolonialidad y globalización). México: Miguel Ángel Porrúa. Ceballos, José Gabriel (2002). Ivo El Emperador. Buenos Aires: Simurg. Cornejo Polar, Antonio (1997). “Mestizaje e hibridez: los riesgos de las metáforas”. En Revista Iberoamericana, LXIII (180), julio-septiembre. Cornejo Polar, Antonio (1999). “Para una Teoría Literaria Hispanoamericana a veinte años de un debate decisivo”. En Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, XXV (50): 9-12, 2º semestre. Lima: Hanover. García Canclini, Néstor (1989). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. México: Grijalbo. 329 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales García Canclini, Néstor (1995). Consumidores y ciudadanos: Conflictos multiculturales de la globalización. México: Grijalbo. García Canclini, Néstor (2008). “La globalización: ¿productora de culturas híbridas?” En Actas del III Congreso Latinoamericano de la Asociación Internacional para el estudio de la música popular. Henríquez Ureña, Pedro (1928). Seis ensayos en busca de nuestra expresión. Buenos Aires: Babel. Rama, Ángel (1984). La ciudad letrada. Hanover: Ediciones del Norte Sobrevilla, David (2001). “Transculturación y heterogeneidad: Avatares de dos categorías literarias en América Latina”. En Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 27 (54): 21-33. Lima: RCLL. 330 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La lengua otra en ese territorio otro: El caso Malvinas Emilse García Ferreyra [email protected] Introducción A treinta años del conflicto bélico más lamentable de nuestra historia y con la intención de mirar las dualidades que surgen del par Latinoamérica-Europa desde un pensamiento fronterizo, mi objetivo aquí es analizar la particular situación de interculturalidad que las islas Malvinas representan para nuestra realidad argentina y latinoamericana. Mucho se ha hablado en el último tiempo sobre ese territorio “otro”, desde Argentina con una afirmación que parece más plantada que nunca “las Malvinas son argentinas”; desde el Reino Unido con escandalizados titulares que mantienen el tema en los medios; y desde la población de Malvinas que reclama que se haga oír su voz. El caso Malvinas se constituye como pendiente en la agenda del Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas. Se presenta aquí como un espacio geográficamente situado en Latinoamérica pero que no se considera a sí mismo como tal, un espacio que aun en su intento por reproducir las formas culturales anglosajonas, deja traslucir un resabio de la identidad latina que también lo define. Lo no-europeo y lo no-norteamericano Es importante, para comenzar, plantear una primera definición de lo que llamamos Latinoamérica desarticulando la imagen cartográfica que imaginamos cuando hablamos de este subcontinente, del concepto América Latina y lo que ella implica (Mignolo, 2005:X). Así, Latinoamérica se distancia tanto de la América anglosajona como de Europa y se define como la experiencia de mundo que es al mismo tiempo lo no-europeo y lo no-norteamericano. Surge como constructo en el período de modernidad/ colonialidad y es descripta como primitiva, subdesarrollada y subordinada a un poder hegemónico desde los tiempos de los primeros europeos que llegaban a estas tierras hasta nuestros días. No me propongo aquí entrar en una discusión detenida acerca del debate sobre las diferencias entre las dos Américas, pero es pertinente para los fines de este trabajo insistir en algunas cuestiones. En Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina, Aníbal Quijano explica cómo desde el momento mismo de la creación de las dualidades que vinieron a codificar el mundo moderno/colonial en el 331 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales siglo XVI en “Oriente-Occidente, primitivo-civilizado, mágico-científico, irracional-racional, tradicional-moderno, Europa-no Europa” (Quijano, 2000:251), en Latinoamérica comenzó a perpetuarse un patrón de subordinación a la hegemonía europea en primer lugar, y norteamericana en segundo lugar (Quijano y Wallerstein, 1992:38). No se configuraba aún como el otro del europeo ya que, como afirma Aníbal Quijano en su recuento histórico-político sobre las categorías de eurocentrismo y América Latina, ...la única categoría con el debido honor de ser reconocida como el otro de Europa u “Occidente”, fue “Oriente”. No los “indios” de América, tampoco los “negros” del África. Éstos eran simplemente “primitivos” (Quijano, 2000:251). Así, las dos Américas eran en principio sometidas por igual hasta que eventualmente el escenario de poder fue cambiando y América del Sur y el Caribe se distanciaron aún más de lo que era el centro económico, político y epistémico mundial: Occidente conformado ahora por Europa Occidental, Estados Unidos y Japón. Hacia la década de 1950, intelectuales latinoamericanos comienzan a debatir sobre su identidad nacional y continental. El término Latinoamérica empieza a ser utilizado para referirse no sólo a una entidad descripta desde Europa sino además como un conocerse a sí mismos desde la decolonización (Mignolo, 2005:45). Se propone entonces pensar América Latina desde un pensamiento fronterizo que haga frente a la hegemonía eurocéntrica como perspectiva epistemológica y que plantee un pensamiento otro para afrontar los silencios de la historia y la diferencia de la colonialidad (Mignolo, 2000:385). A partir de este pensamiento otro es que podemos posicionarnos en América Latina como lugar de enunciación y ver más claramente que una identificación directa con la representación geográfica que usualmente le adjudicamos sería por lo menos inexacta. Esto sobre todo si pensamos, como es mi intención, en espacios que actúan en las fronteras permeables entre los continentes América y Europa; la categoría lotmaniana de semiosfera nos será de utilidad para reflexionar sobre estos puntos de contacto. Islas Malvinas: colonia siglo XXI Las islas Malvinas son un archipiélago que incluye unas trescientas islas ubicadas a cuatrocientas ochenta kilómetros de la costa sureste de Argentina y a unos doce mil ochocientos kilómetros al sur de Inglaterra. Su soberanía ha sido disputada entre estos dos países desde que en la era colonial se llegó por primera vez a esas tierras habitadas sólo por pájaros. En la actualidad, sin embargo, ya no se trata de tierras 332 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales deshabitadas sino que la población malvinense incluye a unos dos mil residentes permanentes, aun cuando este dato parece pasar inadvertido para aquellos que se debaten entre soberanía y autodeterminación sin mirar a los principales afectados. John Fowler, subeditor del periódico malvinense Penguin News, expresó su sentir con una analogía muy ilustrativa, ...se podría decir que nos sentimos como el pato en el cesto del juego tradicional gaucho del “pato”. Esa pobre criatura que terminaba perteneciendo a uno u otro equipo, pero que en la mayoría de los casos moría a golpes en el proceso (2012)1. Para analizar este particular espacio alosemiótico que parece encarnar Malvinas cuando se trata sobre su propia soberanía, la categoría lotmaniana de semiosfera nos resulta particularmente productiva. Se trata de sistemas culturales complejos y cerrados “fuera de los cuales es imposible la existencia misma de semiosis” (Lotman, 1984:25). Argentina y Gran Bretaña se constituyen como semiosferas en las cuales circulan textos culturales –latinoamericanos y periféricos en la primera, europeos y centrales en la segunda– y en cuyas zonas de frontera estos textos dialogan y traducen esos estímulos provenientes de las demás semiosferas. En esas zonas de frontera, el caso Falklands/ Malvinas es un conflicto que refleja las luchas de poder en juego entre “el Norte” y “el Sur”. En esas fronteras, podemos analizar textos de la cultura que interactúan con diferentes dinámicas y hacen que Argentina y el Reino Unido dialoguen de una manera muy particular. Un diálogo que, en el campo diplomático, aún no ha dado frutos. Mientras que los reclamos por parte de Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas datan desde la misma creación de ésta y se sustentan en su derecho territorial sobre las islas como legado del Virreinato del Río de La Plata, el ejercicio de la soberanía del Reino Unido sobre las islas “de manera abierta, continua, efectiva y pacífica desde 1883” sirve para consolidar la posición británica. Los isleños, mientras tanto, parecen seguir en esa posición de “pato” en disputa, aun cuando Argentina ha expresado su voluntad de salvaguardar sus intereses y el Reino Unido insiste en proteger sus deseos de permanecer en su situación de territorio británico de ultramar. En repetidas ocasiones, las Naciones Unidas han expresado la imperiosa necesidad de que se retomen las negociaciones entre ambos países en disputa ...a fin de encontrar una solución pacífica al problema teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la Resolución 1514 de la Asamblea General2. 1 2 Ver http://www.penguin-news.com/index.php?option=com_flexicontent&view=items&cid=25:colum ns&id=212:the-falklands-like-a-duck-in-basket&Itemid=26 La Resolución 1514 (XV) de la Organización de las Naciones Unidas afirma el derecho a la autodeterminación de los pueblos con el propósito de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las islas Malvinas. 333 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La razón por la cual el Reino Unido parece hacer oídos sordos a tales intervenciones por parte de la ONU puede explicarse si tomamos las palabras de J. Goebel en su Struggle for the Falklands: ...hay una cierta inutilidad en intentar interponer la ley, delgada y ascética, en una situación en la cual, del primer al último plano, se trata simplemente de una cuestión de poder (Goebel, 1927:468). El especialista en derecho internacional, Roberto C. Laver, señala que a fin de llegar a una solución pacífica y diplomática ...parece claro que tanto el Reino Unido como Argentina deberán aproximarse a la problemática de la soberanía con mentes abiertas, y que deberán reconocer la presencia de una tercera posición –la de los isleños– (Laver, 2001:205). Esa lengua otra Walter Mignolo plantea en Historias Locales/Diseños Globales que una de las armas más eficaces para la construcción de ...comunidades imaginadas homogéneas [–como lo fue América Latina para la Europa colonizadora– fue] la creencia en una lengua nacional, ligada a una literatura nacional y que contribuía en el campo de la lengua a una cultura nacional (Mignolo, 2000:292). Esa relación insoslayable entre lengua, literatura, cultura y nación estaba, además, ligada a un orden geopolítico y a ciertas fronteras geográficas. Fue así como las lenguas europeas –español, portugués, francés e inglés– vinieron a desplazar a las lenguas originarias del continente y a trazar límites entre las nuevas naciones. La colonización lingüística fue completa aun cuando hoy migraciones, diásporas y nuevas formas de multilingüismo introducen “un elemento de desorden en el tranquilo horizonte de la homogeneidad lingüística, literaria y territorial” (Mignolo, 2000:311) que se instaurara en la era moderno/colonial. El caso islas Malvinas quiebra esa armonía de una manera particular. En primer lugar, la disputa sobre la soberanía de las islas se manifiesta en el orden geopolítico ya que su territorio aparece en mapas escolares como parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur de la República Argentina y en mapas británicos como territorio británico de ultramar. En segundo lugar, las tensiones interculturales que se desprenden de tales disputas tienen su costado lingüístico. Los términos que dan nombre a las islas hoy surgieron de las primeras expediciones inglesas, francesas y españolas del siglo XVII. En 1690, el capitán de la marina británica John Strong llamó estrecho de “Falkland” al estrecho que separa las Islas Soledad y Gran Malvina en recuerdo de sir Lucius Cary, segundo vizconde de Falkland de donde proviene el nombre inglés que las denomina “Falkland Islands”. Los 334 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales franceses que ocuparon las islas desde 1764, por su parte, las llamaron “Malouines” porque ése era el nombre dado a los nacidos en Saint Maló, el puerto francés de donde procedían; el término fue luego modificado por los españoles a “islas Malvinas”. De este modo, para los británicos se trata de las Falkland Islands. Para los argentinos, islas Malvinas. Y aquellos que intentan mantenerse neutrales al conflicto sobre qué bandera debe volar los cielos malvinenses, se refieren a ellas utilizando ambos nombres al mismo tiempo (Smith, 1991:VII). Los habitantes de las islas Malvinas, en su mayoría de ascendencia británica, se expresan en un inglés que Andrea Sudbury, especialista en las variedades del inglés del hemisferio sur, califica como una variedad de características únicas, aun cuando comparte muchas similitudes con el inglés hablado en Australia y Nueva Zelanda (Sudbury, 2010:210). Entre las cualidades compartidas con las otras variedades del hemisferio sur, se incluyen por ejemplo la entonación ascendente en el final de oraciones afirmativas, la pronunciación cuidadosa del fonema /h/ y el uso de /r/ dentro de una palabra y en posición prevocálica. Entre las características que muestran una diferencia con las demás variedades del inglés, se destacan aquellas que acercan la variedad malvinense al inglés británico, por ejemplo, la pronunciación similar a la estándar en inglés británico de diptongos (/ei/;/ou/) y vocales largas (/i:/; /u:/). Es importante, además, mencionar que a diferencia de las demás variedades del inglés, el malvinense cuenta con un escaso léxico local del cual se destacan nombres de lugares de origen español (de Argentina) como “Rincón Grande”, “Dos Lomas”, “Cantera”, “Tranquilidad” y “Saladero” en la isla Soledad y el significativo “Camp”, del español “campo”. También podemos resaltar terminología relacionada al campo equino: términos tales como ‘colorao’, ‘negro’, ‘blanco’ son comunes para los diferentes tipos de caballo y palabras como ‘bosal’, ‘bastos’, ‘cinch’ son usados para designar a los aparejos (Spruce, 1992:48). El detalle más interesante que acerca al inglés malvinense al español de Argentina es el uso de la expresión importada “che”, utilizada en el mismo sentido y contexto. Se trata de una lengua que refleja las disputas en las que el pueblo se ve envuelto, una lengua que aun siendo casi completamente británica conserva una cierta cualidad del hemisferio sur y una invasiva característica argentina y latinoamericana, el “che”. Más allá de los escasos trabajos de investigación existentes sobre la variedad del inglés de Malvinas, es interesante comenzar a aproximarse a un análisis de los discursos que circulan por la prensa malvinense y que son también factores que hacen a la construcción identitaria de las Islas. En los periódicos, estaciones de radio y canales de televisión que funcionan desde Malvinas se discuten casi a diario cuestiones que hacen 335 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales a la realidad histórica y socio-cultural de los habitantes; se reproducen prácticas culturales que parecen perpetuar una identidad marcadamente británica; a la vez que se incluyen elementos discursivos que recuerdan a una –no tan cercana– relación con Latinoamérica. Para citar un ejemplo de interés para el análisis de las prácticas discursivas únicas de los malvinenses, podemos interpretar a las mencionadas referencias al juego del “pato” en el periódico Penguin News como evidencia de que, aun para expresar su total desacuerdo con los reclamos argentinos, los malvinenses utilizan términos que los ligan a éstos. De manera despectiva, también es usual la utilización del término “culpable” para asignar responsabilidades en cuanto al estallido del conflicto en 19823. La interpretación del uso de los mencionados términos nos remite a un complejo constructo de representaciones sociales que subyacen al ideario malvinense y que es difundido por los medios masivos de comunicación con una carga semántica que tiene una influencia sobre ese ideario. El carácter intercultural del contexto malvinense –de sus formas culturales, sociales, históricas y lingüísticas– reside justamente en la convivencia conflictiva de elementos que circulan por las fronteras de los dos espacios –británico y argentino– que dan forma a la realidad cotidiana de Malvinas. Aún resta encontrar la manera en que ese carácter intercultural sea aceptado pacíficamente y en pos del bien común. Comentarios finales La relevancia de pensar en la realidad intercultural e interlingüística de las islas Malvinas no sólo reside en la problemática del caso a quinientos veinte años de la colonización del continente americano y a treinta años del conflicto bélico que se desatara en abril de 1982 entre Argentina y el Reino Unido, sino que además se plantea desde el desafío de analizar los textos de la cultura que se entrecruzan en las fronteras de esas dos semiosferas a la luz de un pensamiento fronterizo. Walter Mignolo lo define como una posibilidad de ...abrir las puertas a una lengua otra, a un pensamiento otro, una lógica otra que superará la larga historia del mundo moderno/colonial, la colonialidad del poder, la subalternización de conocimientos y la diferencia colonial (Mignolo 2000:418). Queda un largo camino que recorrer en la construcción de una red de categorías que permitan tal interpretación de los hechos que definen la disputa por la soberanía de las islas Malvinas. Disputa que sigue tan vigente y conflictiva como siempre lo fue, pues las heridas siguen abiertas. En los últimos tiempos, por ejemplo, empresas británicas han 3 Ver http://www.penguin-news.com/index.php/news/politics/item/238-the-years-that-count-and-thosethat-dont-by-john-fowler 336 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales hallado nuevos yacimientos petrolíferos en los mares malvinenses4, se han cerrado los puertos del Mercosur hacia barcos con bandera de Malvinas5, se ha impedido que turistas argentinos desembarquen en las islas6, se ha aceptado una vez más la intervención de la ONU7, se ha intentado programar vuelos directos a la capital malvinense desde Buenos Aires8 y, más recientemente, un spot publicitario parece haber herido múltiples susceptibilidades al “malvinizar” a los Juegos Olímpicos de Londres 20129. Más allá de los motivos políticos y económicos que mueven estas maniobras, el deseo de establecer vínculos que den cuenta de la diversidad y de la interculturalidad que hacen a la identidad de Latinoamérica, Argentina e islas Malvinas surge desde pueblos que defienden, ante todo, la paz. Referencias Goebel, J. (1982). The Struggle for the Falkland Islands, A Study in Legal and Diplomatic History. New Heaven: Yale University Press. Laver, R.C. (2001). The Falkands/Malvinas case: breaking the deadlock in the Anglo-Argentine sovereignity dispute. UK: Martinus Nijhoff Publishers. Lotman, I.M. (1996). “Acerca de la semiosfera”. En Lotman, I.M. La Semiosfera I. Semiótica de la cultura y del texto. Madrid: Cátedra. Mignolo, W.D. (2000). Historias Locales/Diseños Globales. Colonialidad, conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo. UK: Princeton University Press. Mignolo, W.D. (2005). The Idea of Latin America. UK: Blackwell Publishing. Quijano, A. & I. Wallerstein (1992). Americanity as a concept or The Americas in the modern-world system. ISSA. Quijano, A. (2000). “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”. En Lander, E. (comp.). La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Buenos Aires: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. [en línea] Dirección URL: [http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lander/quijano.rtf] Smith, W.S. (1991). Toward resolution?: The Falkland/Malvinas dispute. UK: Lynne Rienner Publishers. 4Ver http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/12/101203_falklands_malvinas_petroleo_yacimien to_wbm.shtml 5 Ver http://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/chile-uruguay-bolivia-ratificaron-apoyo-malvinas 6 Ver http://www.eldia.com.ar/edis/20120116/malvinas-cancilleria-cuestiona-la-medida-kelpers-20120 116115449.htm 7 Ver http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2012/02/120214_ultnot_malvinas_onu_mediacio n_cch.shtml 8 Ver http://www.lanacion.com.ar/1467910-proponen-nuevos-vuelos-a-malvinas 9 Ver http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-17970165 337 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Spruce, J. (1992). Corrals and Gauchos: Some of the people and places involved in the cattle industry. Falklands Conservation Publication. Bangor: Peregrine Publishing, Sudbury, A. & D. Britain (2010). “Falkland Islands English”. En Schreier, D., P. Trudgill, W. Schneider & J, Williams, J. (ed.). The Lesser-Known Varieties of English. UK: Cambridge University Press. Tondini, B. (2007). Islas Malvinas, su historia, la guerra y la economía, y los aspectos jurídicos su vinculación con el derecho humanitario. Edición electrónica gratuita. [en línea]. Dirección URL: [www.eumed.net/ libros/2007b/]. 338 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Las repercusiones en los medios de comunicación escritos del colectivo vascoargentino, sobre la desaparición y posterior asesinato del delgado del gobierno vasco en los Estados Unidos, Jesús de Galíndez César Arrondo [email protected] Introducción El presente trabajo de investigación tiene por objetivo sacar a luz las repercusiones en la prensa del colectivo vasco-argentino, sobre la desaparición y posterior muerte de Jesús de Galíndez, ocurrida el 11 de marzo del año 1956, en la ciudad de Nueva York, a manos de miembros del servicio de inteligencia del gobierno dictatorial del presidente Trujillo de la República Dominicana. Cabe destacar que Jesús de Galíndez nació el 12 de octubre de 1919, en Amurrio, Álava. Su padre era médico cirujano, establecido en Madrid. Allí estudio en la universidad, más precisamente en la Facultad de Derecho, licenciándose a los veintiún años de edad. Además, fue profesor ayudante de Derecho Civil en la Universidad Central de Madrid. Afiliado al Partido Nacionalismo Vasco (PNV), actuó intensamente en la Agrupación de Estudiantes Vascos (Eusko Ikasle Batza), como en el Hogar Vasco de Madrid. Durante la guerra, tomó parte en el Batallón vasco. Fue luego asesor jurídico de la delegación vasca. En Valencia y Cataluña, desempeñó un importante cargo en el Ministerio de Justicia de la República. Actuó como oficial del Cuerpo Jurídico Militar, en la 143 Brigada Vasca Pirenaica. Terminada la guerra en Cataluña, fue internado en un campo de concentración en Francia. Huyó de él, para trasladarse después a la República Dominicana. En ella, permaneció cinco años y ocupó diversos cargos: catedrático de la Escuela de Diplomática y Consular; secretario del Instituto de Legislación Americana; funcionario de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores y ayudante asesor del Director General de Trabajo. Desde 1946, ya en los Estados Unidos, fue designado delegado del Gobierno Vasco. Asistió a numerosos congresos de carácter internacional, en calidad de observador oficial. Viajó por diversos países del continente americano, como publicista y conferenciante, y tomó parte activa en el Congreso de Estudios Vascos celebrado en Biarritz. 339 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Nueve días antes de su criminal secuestro habíase doctorado en la Universidad de Columbia. La tesis presentada con ese motivo, el 27 de febrero, era un análisis exhaustivo sobre la tiranía dominicana. La misma había de editarse rápidamente en ingles y español, con el nombre de “La era de Trujillo”. Jesús de Galíndez fue mártir de la libertad a los cuarenta años de edad. Es de mi interés recabar en las publicaciones de la colectividad, sobre todo en Eusko Deya, para ver de qué manera se informó sobre estos luctuosos hechos que ocurrieron en los Estado Unidos, que pusieron fin a la vida de un patriota vasco nacido en Amurrio: Jesús de Galíndez (Eusko Deya, 30/04/1956). La repercusión de la desaparición y muerte de Jesús de Galíndez en los diarios del colectivo vasco argentino La noticia ha corrido como reguero de pólvora por todo el mundo, la desaparición de Galíndez es una realidad y se teme por su suerte. En tal sentido, si bien el 11 de marzo ya se tiene conocimiento del hecho, recién en la publicación de fin de marzo del mensuario Eusko Deya de Buenos Aires, se informará sobre lo ocurrido en los Estados Unidos con Jesús de Galíndez. Eusko Deya titula la primera información sobre el tema de la siguiente manera: “Desaparición del delegado vasco en Nueva York, Licenciado Jesús de Galíndez”: Los diarios y agencias noticiosas de todo el mundo han dado cuenta de la desaparición del licenciado don Jesús de Galíndez en Nueva York, donde actuaba en calidad de delegado Vasco desde hace años. Galíndez, tan conocido en nuestra colectividad por sus intensas actividades vasquistas, es también colaborador nuestro y los lectores de Eusko Deya se han deleitado muchas veces en sus trabajos de elevado tono patriótico. Dicen las primeras noticias al respeto que el señor Galíndez estaba preparando un trabajo en el que enjuiciaba la dictadura del general Trujillo y sus amigos y allegados en Nueva York relacionaban su desaparición con dicha circunstancia. Dicho trabajo era una tesis de la Universidad de Columbia, de la que era profesor ayudante. Sus amigos en aquel país, y diversas entidades de signo democrático a las que pertenece nuestro compatriota están realizando gestiones encaminadas al esclarecimiento del hecho. Algunos diarios, entre ellos, La Época, de Buenos Aires, afirman que de establecerse dicha relación, el suceso podría constituir uno de los grandes escándalos y de los testimonios contra los regímenes dictatoriales. Por nuestra parte y en espera de nuevas noticias, nos limitamos hoy a registrar el caso con la consiguiente inquietud y con la esperanza de que la desaparición no implique un final irremediable. En nuestro próximo número henos de ocuparnos con mayores precisiones, si ello nos es posible, de este doloroso percance (Eusko Deya, 30/03/1956:9). En el siguiente número del periódico porteño, se informa sobre su compromiso con la libertad y la democracia, como así también, sobre su 340 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales producción bibliográfica, actividad intelectual y su compromiso con la causa nacional vasca y, por ende, el impacto de su desaparición. Eusko Deya presenta esta información con el siguiente título: “La inmolación de Jesús de Galíndez”: La desaparición del doctor Jesús de Galíndez, delegado del Gobierno Vasco en Nueva York, tiene desgraciadamente, en los momentos en que trazamos estas líneas, el carácter de un asesinato que el juicio general anota ya en la cuenta de la tiranía. El mundo libre se ha conmovido ante lo que constituye una inmolación de este vasco amante de la libertad y luchador por los fueros en el ámbito universal (Eusko Deya, 30/04/1956). Más adelante, el informe periodístico agrega: Es un hermano que ha caído en esta lucha en la que nuestro pueblo ha escrito casi toda su historia. La vida inmolada de Galíndez pregona que la gente vasca siente la causa de la libertad en su más pura acepción, en sus más grandes dimensiones. La víctima de esta hora es un símbolo de esa vocación por la libertad de nuestro pueblo. Lloramos pues, ha este hermano caído en la pelea y en su honor recogemos su lección, que habrá de reforzar nuestra acción por la libertad de Euzkadi y por la libertad de todos los pueblos y de todos los hombres (Eusko Deya, 30/04/1956:6). Seguidamente, se hace mención a su producción intelectual y bibliográfica, destacando su militancia permanente por la libertad universal. En tal sentido, se publica que Jesús de Galíndez en Nueva York escribió abundantes libros y mantuvo una intensa colaboración en diarios y revistas. Era columnista permanente en el Diario de Nueva York. Al mismo tiempo, desempeñaba su función de profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Columbia. La última obra publicada era un estudio de las dictaduras en América, titulándose el libro: Iberoamericana, su evolución política, social, económica e internacional. Nueve días antes de su criminal secuestro, habíase doctorado en la Universidad de Columbia. La tesis presentada con ese motivo, el 27 de febrero, era un análisis exhaustivo sobre la tiranía dominicana. Había de editarse rápidamente en inglés y español, con el nombre de La era de Trujillo. Resulta importante destacar que la editorial Ekin ha publicado varios libros de Jesús de Galíndez, al sumarse a la protesta universal por su desaparición y el crimen que la misma extraña, destaca la cooperación recibida del malogrado escritor. En tal sentido, al referirse a la obra publicada del desaparecido, llevada a cabo en América desde que llegó al continente a poco de salir de un campo de concentración de Francia, la explica así: Huyó de aquella prisión en 1940 y llegó a América: lo primero que hizo fue poner en limpio parte del diario. Fruto de ello es su libro Los vascos en el Madrid sitiado. Más adelante, reunió las impresiones que le fueron inspirando en sus propias notas y escribió: Estampas de la 341 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales guerra, en donde muestra la garra de escritor, presentado desdibujado su pensamiento fundamental que era: guerra a la guerra. Fruto de las investigaciones jurídicas y de su amor al pueblo vasco y a la justicia y el progreso universal fueron las obras: Derecho vasco y La aportación vasca al derecho internacional, donde se estudia las leyes y los fueros vascos y el pensamiento de Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional y que creo la base filosófica de la independencia de los pueblos de América. Publicó también Cinco leyendas del trópico y Elementos de la ciencia jurídica. Combatió el totalitarismo en diarios y revistas de Europa y América y en conferencias en diversos países americanos y asistió a las reuniones internacionales más importantes en representación del gobierno vasco en el exilio (Eusko Deya, 30/04/1956:6) Su temple democrático le hizo penetrar en la organización de los pueblos de América, especialmente en aquellos gobernados por sistemas ditactoriales y más precisamente influidos por la “hispanidad franquista”. Fijó su atención en las leyes de emigración, sobre conflictos de nacionalidad y las naturalizaciones. Estudió la situación de los extranjeros y el derecho de asilo –presentando sus experiencias en la embajada de Madrid– durante la guerra civil. Otros libros: Divorcse in the America, mientras que el resultado de sus estudios sobre terrorismo y extradición, dio lugar a una nueva obra: Principales conflictos de la leyes de la América actual. Padeció durante cinco años la dictadura de Trujillo y después se trasladó a los Estados Unidos, donde fue nombrado profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Columbia. Preparó su trabajo de general sobre las dictaduras americanas y así nació: Iberoamérica, su evolución política, social, económica, cultural e internacional. El 27 de febrero del corriente año presentó en la Universidad de Columbia, su tesis doctoral titulada: La era de Trujillo (Eusko Deya, 30/04/1956:6). A continuación, Eusko Deya presenta una recapitulación de los hechos ocurridos en Nueva York, con una detallada información y algunas hipótesis sobre las líneas de investigación del secuestro de Jesús de Galíndez. Ha transcurrido más de un mes y medio desde la desaparición de nuestro compatriota el doctor Jesús Galíndez, delegado del gobierno vasco en Nueva York. Por consiguiente, si las impresiones fueron ya pesimistas desde los primeros días del proceso, hoy esas impresiones se han convertido en casi certidumbres de que el desaparecido ha perecido. No parece verosímil que se trate de un secuestro sin que se hayan tenido noticias del mismo durante tanto tiempo. La creencia predominante incluso en medios judiciales de Nueva York es que ha sido asesinado. La reacción que el hecho ha producido en todo el mundo lo conocen todos nuestros lectores. La consternación y la indignación ha movido círculos y entidades de toda clase y las publicaciones y emisoras se han hecho eco del mismo en términos reiterados. Llama la atención que los autores de la desaparición, el secuestro o asesinato de Galíndez hayan podido moverse con esa impunidad que dura ya casi dos meses. Esta circunstancia parece abonar la sospecha de que los autores de hecho se mueven con una increíble libertad. Aunque como decimos, nuestros lectores conocen las circunstancias del hecho, las que han podido determinarse, por haber circulado por todas las publicaciones del mundo consignaremos un resumen de las mismas, contribuyendo así a fijarlas para que quede la más amplia constancia de las mismas ante la conciencia universal (Eusko Deya, 30/04/1956:6). 342 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Como corolario de este segmento informativo, el periódico vasco de Buenos Aires informa sobre la desaparición, las sospechas y las amenazas y temores previos a la desaparición de Jesús de Galíndez. La desaparición El doctor Galíndez debió desaparecer, el 11 de marzo, que fue el último día en que fue visto por sus amigos y alumnos de la Universidad de Columbia, donde venía actuando en calidad de profesor auxiliar de Historia, en la que explicaba historia latinoamericana desde hace algún tiempo. Ese día por la tarde o quizás por la noche dio su clase y abandono luego aquella casa docente. Sábese que después, hacia las nueve y media de la noche, estuvo en un café o cafetería, la denominada La Barraca, con amigos y alumnos. Salió de dicho establecimiento para dirigirse a su casa en la Quinta Avenida 50, donde estaba instalada la delegación del gobierno vasco, y donde tenía su habitación. Hay quien cree que no llegó nunca a su casa y de esa opinión es el juez instructor Mr. Craymore. Cuando se advirtió la desaparición y se hizo una investigación en su domicilio, encontraron en éste utensilios de uso habitual, entre ellos la máquina de afeitar y cepillos de dientes y ropas diversas, que su dueño hubiese llevado consigo de haber salido de viaje. Según algunas versiones, ropas, algunos muebles y papeles de la casa estaban revueltos, como si alguien buscó entre ellos. De no haber vuelto el día 11 de marzo a su habitación, el doctor Galíndez, como parece lo más verosímil, alguien estuvo después en ella en busca de algo, papeles y documentos. La sospecha La sospecha surgió inmediatamente, puede decirse, cuando en la Universidad, los profesores, compañeros de Galíndez y alumnos advirtieron que no se presentaba a dar su clase habitual, algunos de ellos llamaron a su casa, sin obtener respuesta. Algo parecido ocurrió en el Diario de Nueva York, del que el desaparecido era colaborador regular. Como su artículo convenido no llegaba al diario, el director se preocupó por él. En otros lugares que frecuentaba el desaparecido, entre ellos el centro vasco y algunas tertulias de compatriotas, ocurrió lo mismo. De esta forma, no tardó en establecerse la anomalía. Desde la Universidad, por iniciativa de varios profesores y alumnos y de otros lugares, se avisó a la policía, que entró en funciones y se presentó en la habitación de la Quinta Avenida, donde se pudo comprobar algunos detalles que evidenciaban la desaparición anormal de su ocupante. En seguida, comenzaron a moverse entidades y personalidades representativas, interiorizándose en el caso de la justicia hasta encargarse del sumario el fiscal Graymore. Con una elocuente coincidencia las sospechas señalaban los agentes del dictador Trujillo como los autores de la desaparición. Fueron muchos los que recordaron que el doctor Galíndez había expuesto hacía ya hace tiempo, ya temor de que su seguridad fuese atacada por los trujillistas como consecuencia de la campaña contra el régimen tiránico y últimamente, con ocasión de la tesis sobre dicho régimen, que presentaría en la universidad (Eusko Deya, 30/04/1956:6). 343 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Amenazas y temores Enseguida fueron surgiendo las versiones referentes a las amenazas recibidas por el doctor Galíndez de parte de los elementos de la procedencia indicada. Había dicho a muchos de sus amigos lo que venía ocurriendo desde hacía mucho tiempo, años incluso. El doctor Ghioldi recordó días pasados en el acto por la república española en Buenos Aires, que en Nueva York le oyó comentar que acaso le ocurriera algo lamentable a cuenta de la documentación que estaba recopilando y ordenando sobre el régimen trujillista. Parece ser que a otros amigos les habían dicho concretamente que había recibido amenazas por teléfono y por correo, indicándole que tenía que abandonar toda campaña contra el régimen dominicano, si no quería sufrir tristes consecuencias. Una señorita que ejercía en ocasiones la secretaría del doctor Galíndez ha manifestado que algunas de estas cartas anónimas debían obrar entre los papeles del desaparecido. Días después de la desaparición, según se ha dicho, la policía encontró entre los papeles del doctor Galíndez unas anotaciones a lápiz en las que se hace alusión a un posible atentado contra su persona, indicando que en tal caso las pesquisas debían orientarse en dirección a los elementos dominicanos dictatoriales. Se trata al parecer de una especie de tratamiento, tal vez abandonado en momento en que, pese a sus tristes presunciones, el doctor Galíndez sintió preponderar en su ánimo el optimismo. Se dice en dichas anotaciones que en caso de morir sus restos sean enterrados en tierra vasca, de donde es oriundo, dejando todos sus efectos, papeles y libros al gobierno vasco, como heredero, pues el desparecido era soltero y no tenía actualmente familia alguna (Eusko Deya, 30/04/1956:6) Una información de gran importancia ante la posibilidad cierta de que una vez secuestrado Galíndez haya sido llevado fuera de los Estados Unidos, con la colaboración de barcos de bandera dominicana. En tal sentido, se informa sobre el movimiento de barcos de esa denominación en el puerto de Nueva York. Los movimientos de los barcos Por los días en que desapareció el intelectual y líder vasco, había dos barcos dominicanos en el puerto: el “Fundador y el “Angélica”, este último a pocos días del suceso salió hacia la mar, pero regresó a las cinco horas, el otro barco realizó la misma operatoria. ¿Qué relación existe entre la desaparición del doctor Galíndez y los movimientos de los barcos? Algunos observadores no han dejado una posible concomitancia: El mismo juez Craymore parece haberla señalado. La policía interrogó a los tripulantes del “Angélica”, los que dijeron que habían regresado a causa de averías en la máquina, mientras que el otro barco siguió su viaje a Santo Domingo y sus tripulantes no han podido ser interrogados. No ha faltado quien piense que en uno de los barcos pudo hallarse el desaparecido, que sus restos pudieron asimismo ser arrojados al mar, o bien que el desaparecido haya sido llevado a los dominios de Trujillo (Eusko Deya, 30/04/1956:7). Seguidamente, el periódico hace referencia a los antecedentes de esta desaparición en cuanto puede ser imputada a los indicados elementos dictatoriales, ya bien conocidos por sus lectores. 344 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La campaña que venía realizando Galíndez contra aquel régimen dictatorial en artículos periodísticos, en reuniones y mítines y últimamente en la tesis doctoral que versa sobre ese motivo. Galíndez conoció bien la política y acción de Trujillo, pues estuvo varios años en ese país y desempeñó incluso algún cargo oficial y recorrió el país y estuvo en contacto con las clases laboriosas. Cuando salió del país para trasladarse a los Estados Unidos, su conciencia y rebeldía contra el régimen opresor se había manifestado abiertamente. Participó de reuniones de dominicanos que querían poner fin a la dictadura y estudió y analizó las causas y efectos, y según algunos, Galíndez era el hombre a quien más temía el dictador. La muerte de Requena, periodista, asesinado después de haber recibido amenazas de los trujillistas y de Sergio Bencome, liberal dominicano, opositor al tirano, muerto a tiros en su habitación en Nueva York. El periodista Ormes, director del diario El Caribe ha manifestado que el doctor Galíndez le expuso sus temores de ser atacado por los agentes trujillistas. Añadió que estando en Santo Domingo se informó que Galíndez era persona sindicada por el régimen como enemigo y que en su diario una hoja contra el desaparecido pagada por el mismo gobierno. Por su parte personas de otros periódicos de Nueva York han recibido amenazas, en cuanto a dejar el caso para preservar sus vidas (Eusko Deya, 30/04/1956:7). El gobierno vasco instalado en París, como es sabido, apenas tuvo conocimiento de la desaparición de Galíndez y de los fundados temores que haya sido asesinado, se puso en acción, interesándose por su suerte por todos los medios a su alcance. El presidente Agirre estableció comunicación cos sus amigos en Nueva York, de quienes inquirió noticias sobre el hecho. Ha desaparecido también un estudiante dominicano de la universidad de Columbia, José Manuel Acevedo, el mismo día de Galíndez. Los doctores Alberto Uriarte en representación del gobierno vasco y Pedro Aguirre mencionado como albaceas por Galíndez en su testamento en el año 1952, comparecieron ante la autoridad judicial que interviene en el hecho, ofreciendo sus colaboración a los efectos de hacerse cargo de los bienes del desparecido, si ello fuera estimado oportuno. Hubo una reunión con tal motivo y se acordó que los expresados bienes sean puestos en manos del albacea tan pronto como el juez así lo determine (Eusko Deya, 30/04/1956:7). Declaración sensacional La agencia ISN hizo circular desde Nueva York una referencia que ha sido recogida por muchos diarios, entre ellos La Razón de Buenos Aires El periodista dominicano Germán Ornes manifestó que el generalísimo Rafael Trujillo le ordenó “personalmente” que publicara ciertas declaraciones contra el desaparecido profesor vasco, Jesús de Galíndez. Recibí la orden personalmente del presidente. Todo lo que se publica en la República Dominicana contra personajes o instituciones extranjeras es por orden del gobierno de Trujillo, en cuyas oficinas de prensa, se preparan y redactan los comentarios. Un ataúd negro Al mes de la desaparición, los amigos del doctor Galíndez en Nueva York, realizaron una manifestación, desfilando con un ataúd negro. Declaraciones de Basaldúa: 345 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Y la tiranía acabó con él, un vasco más que, fiel a su historia fue mártir de la libertad. Los vascos, con puños cerrados ante la iniquidad y el bárbaro atropello, lloramos su ausencia. A nuestro dolor, no pudo ser ajeno ningún hombre digno. Condolencias recibidas de: autoridades norteamericanas, Partido Demócrata, Laurak Bat de Buenos Aires, Eusko Txokoa de Buenos Aires, centro vasco de 9 de julio y 248 organizaciones cívicas, sociales y religiosas de Estados Unidos (Eusko Deya, 30/04/1956:7). El periódico informa a continuación sobre las protestas en el mundo libre ante la desaparición de Jesús de Galíndez, lo que ha desencadenado las siguientes manifestaciones de América y todo el mundo, donde se pueden apreciar las que corresponden a fuerzas políticas y centros vascos e instituciones de la República Argentina: Unión Americana Católica, Comité Americano de Cultura, Unión Americana por los Derechos Civiles; Asociación Americana por los Derechos y la Democracia, Sociedad Española de Beneficencia Confederadas, Círculo de Escritores y Iberoamericanos, del cual era presidente, el Círculo de Obreros de Acción Sindical Independiente, el presidente de la república española en Nueva York (USA), Acción Democrática Latinoamericana, Unión Cívica Radical de Argentina, Juventud Radical, Juventud Radical Intransigente, Ateneo Radical de Montserrat, Ateneo Radical de San Telmo, Partido Demócrata Cristiano de Argentina, Unión Fraternal Cristiana de Buenos Aires, firmado por el padre Iñaki de Azpiazu, el Comité de Buenos Aires del APRA peruano, el partido Aprista, delegación Buenos Aires, la Agrupación de Intelectuales Demócratas Españoles en Buenos Aires, el Movimiento Demócrata Cristiano, el Centro de Estudiantes Peruanos. También han alzado su voz por la desaparición de Galíndez, el diario La Capital de Mar del Plata, el Centro de Socialistas Vascos “Pablo Iglesias” de Argentina, el Centro Republicano Español de Buenos Aires, el Centro Vasco Eusko Etxea de Necochea (Eusko Deya, 30/04/1956:9). A continuación, Eusko Deya publica algunos detalles de la Tesis Doctoral de Galíndez sobre la dictadura de Trujillo. El doctor Frank Tannenbaun profesor en Historia de América Latina de la Universidad de Columbia reveló detalles de la tesis presentada el pasado 27 de febrero por Jesús de Galíndez, cuyo título es “La era Trujillo (1930-1955)”, a la cual considera como objetiva y muy documentada, luego de describir hechos, fechas y nombres, como así también los métodos utilizados por el régimen de Trujillo para mantenerse en el gobierno. Es un libro de 700 páginas, que fue escrito en español y que será traducido al inglés. Si bien la tesis está aprobada no le fue entregado el título, porque esa ceremonia tiene lugar en el mes de junio, así que se le realizará un homenaje póstumo. Galíndez ha recorrido toda la República Dominicana, siendo un observador de la realidad política del país. En la tesis se detallan los constantes homenajes que se le tributan a Trujillo, y se destaca un letrero a la entrada de un manicomio que dice “Todo se lo debemos a Trujillo”. En otra parte de la tesis se comenta que los enemigos del régimen se refieren al mismo, con terror y que el arma más poderosa del régimen es “el hambre”. Para realizar cualquier trámite hay que mostrar la planilla de afiliación al partido de Trujillo y hasta los “fieles pueden ser destituidos y terminar en la cárcel” (Eusko Deya, 30/04/1956:9). 346 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales El diario vasco-argentino publica también una carta de Andrés Irujo dirigida al fiscal de Nueva York, de la cual presentamos un resumen. El hombre y la conducta Señor Fiscal de Nueva York Al comenzar la guerra civil de España, Jesús de Galíndez, joven estudiante, se hallaba solo en Madrid, su familia veranea en Euzkadi, acusado por grupos de ser fascista o nazi, fue detenido los amigos lo buscaron y luego de tres días apareció en el Hogar vasco y se enteraron de lo ocurrido. En cautiverio fue interrogado y éste se manifestó nacionalista vasco, que nada tenía que ver con el nazismo y fue puesto en libertad inmediatamente. Más adelante, se detalla el desempeño de Galíndez en el Madrid sitiado. Pero Irujo detalla los acontecimientos más cercanos, al referirse a que Franco hace dos meses envió a la República Dominicana, en una misión diplomática, con el fin de participar en una fecha solemne de la “Era Trujillo”, precisamente a Fernández Cuesta en calidad de ministro general de la falange. Participó el viajero en los actos oficiales y seguidamente y fue jefe confidencial de asuntos que interesan a ambos gobiernos. Galíndez era uno de los hombres que trabajaba contra el régimen, y según testigos su actuación era una de las más temidas por el dictador. Y finaliza Irujo afirmando: “No necesitan los dictadores de Santo Domingo instrucciones para actuar violentamente contra los enemigos. Ni ellos, ni otros dictadores de América. Pero tampoco es ilógico suponer que los falangistas que no han vacilado en levantar el brazo en alto en este continente y cantar estribillos, hayan podido utilizar en cierto modo al menos el brazo de una dictadura americana para eliminar a un defensor de las libertad, que además, es un enemigo resuelto y eficaz de su sistema totalitario y que por ello tiene cuentas que saldar, como todos los demócratas que seguimos en nuestra trinchera, igual hace veinte años, cuando luchamos contra las fuerzas alzadas en armas en España, en definitiva contra el eje Roma-Berlín. Señor fiscal de Nueva York esto no es ciertamente una acusación, pero se trata de algo que puede servir para esclarecer la desaparición de Jesús de Galíndez (Eusko Deya, 30/04/1956:9). Otra nota sobre el tema de la desaparición de Jesús de Galíndez, es la que lleva la firma de Andoni Astigarraga, de la cual presentamos un resumen, la cual lleva por título: “Un luchador integro”. No hace aún tres años, me encontraba hablando con Jesús de Galíndez, Jesús era un hombre de las mil actividades. Y mientras buscaba papeles y notas para enseñarme y discutir conmigo, como un fiscal, me hacía infinidad de preguntas sobre aspectos de nuestra causa. Así en rápida sucesión de ideas hablamos de la colectividad vasca que yo conocía en América, de los hombres de nuestro partido y del gobierno, de Euskadi, de su lucha. Y luego de sus actividades en los Estados Unidos, no sólo como delegado del gobierno y secretario de cuantas instituciones vascas existen y se dirigían a él, que era profesor de la Universidad de Columbia, de sus libros y colaboraciones periodísticas. Luego describe el exilio de Galíndez, primero Francia y luego República Dominicana durante cinco años, teniendo que abandonar Santo Domingo cuando se convirtió en “Ciudad Trujillo”, y trasladarse a Nueva York, donde se puso de inmediato en contacto con los exiliados dominicanos, haciendo propia su causa, cuando muere Requena. 347 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Afirma Andoni Astigarraga que Galíndez le habló de las amenazas, de las cartas y llamadas telefónicas y de una botella de champagne que decía “Bebe el último vaso”. También me comentó sobre su tesis y le dije “Cuidado Jesús, bastante tenemos con Franco, sin meternos en más líos, pero su respuesta categórica no admitía terceras posiciones”. Galíndez era un hombre de la libertad y de la causa de nuestro pueblo. Para mí además fue un amigo a quien no podré olvidar y finaliza Astigarraga: “Si el enemigo, que es el mismo llámese Trujillo como Franco, no vacila ante el crimen, es señal que ALGO hacen nuestros hombres. En cuanto a qué hacemos, la respuesta debemos darla nosotros mismos (Eusko Deya, 30/04/1956:9). Otro testimonio es la declaración de la recientemente constituida Federación de Entidades Vasco-Argentina (FEVA). En la reunión del 24 de marzo: Expresar la consternación producida en la Colectividad Vasca de la Argentina, por la desaparición del doctor Jesús de Galíndez, delegado del gobierno vasco en Estado Unidos, y víctima de las fuerzas al servicio de tiranía que deshonran el espíritu tradicional e histórico del continente americano. Manifestar su total adhesión a la obra de carácter universal que con tanto denuedo como sacrificio heroico llevó a cabo el doctor Galíndez en la cátedra, en el libro y la prensa, en la tribuna como frente de batalla, movido por su espíritu de sincero catolicismo y de su vocación auténticamente democrática, como corresponde en la historia al pueblo vasco del cual era hijo. Solicitar de las autoridades competentes una investigación a fondo a fin de que este atentado horrendo no quede en el anonimato, por así exigirlo el clamor de los hombres libres que al margen de razas e ideologías anhelan y luchan por imponerle en el mundo, mínimos principios de moral y derecho. Al protestar por este crimen, apela a la conciencia de los hombres libres de América para que se sumen al dolor que pesa sobre los vascos y exijan, como lo hace esta Federación de Entidades Vasco Argentina, una reparación pública (Eusko Deya, 30/04/1956:9). Por último, Eusko Deya publica una poesía dedicada a Jesús de Galíndez: Una poesía: (Homenaje a Galíndez asesinado por las tiranías) Y cortaron tus alas Serviles cancerberos Que cumplieron jornada A voz del tirañuelo En ti España herida Se esparcía en el espacio Tu le dabas la vida Perenne sin cansancio Eras tu pregonero De la voz en libertad Que teme al tirañuelo De España peregrina De ese pueblo viril Que ni a muerte se inclina 348 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En tu Euzkadi gloriosa Cobijado en tu roble Ha de abrirse una rosa Y a la luz de luceros una voz cavernosa Mueran los tirañuelos! (Eusko Deya, 30/04/1956:9) Consideraciones finales La desaparición y posterior muerte de Jesús de Galíndez no pasó desapercibida en el mundo, ni en el colectivo vasco argentino. En tal sentido, Eusko Deya dio una cobertura especial al hecho, con el propósito de informar a los vascos, vasco-argentinos y público en general. La forma detallada en que se presenta el tema, no deja duda la importancia de la personalidad a la cual se hace referencia, relatando pasajes de su vida en Euzkadi, el exilio, su actividad intelectual y su prédica constante por los derechos de la nación vasca y la lucha sin desmayos contra todas las dictaduras del mundo. Los apoyos y las declaraciones institucionales, políticas y a título personal provenientes de todo el mundo, dan cuenta de la magnitud de la personalidad de Galíndez en el mundo vasco, como así también, del impacto que causó este lamentable episodio, lo cual es reflejado en el periódico vasco-argentino. Las pautas reglamentarias del congreso en que se presentará esta ponencia, limitan la ponencia a las primeras reacciones en la diáspora Argentina, pero en el futuro inmediato, seguiré indagando la fuente utilizada, como así también, otras que nos permitirá dar mayor volumen a la investigación, superando esta primera aproximación al tema propuesto. Bibliografía Agirre, José Antonio (1998). Diario de Aguirre. Tafalla: Txalaparta. Agirreazkuenaga, Joseba (2004). Historia de Euskal Herria, Tomo VI. Euskal Herria: Lur. Arrondo, César (s/f). “Historia del Aberri Eguna”, Hojas para la Formación Nº 7. Arrondo, César (s/f). “José Antonio Aguirre”. Hojas para la Formación Nº 4. Arrondo, César (2006). “La diáspora vasca”. Hojas para la Formación Nº 17. Basaldúa Pedro (1953). El Libertador Vasco: Sabino Arana y Goiri. Buenos Aires: Ekin. Departamento de Cultura del Gobierno Vasco (1986). La Gestión Civil del Primer Gobierno Vasco, (1936-1937), Vol. II. Vitoria: Servicio Central de Publicaciones, Gobierno Vasco. 349 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Egaña, Iñaki (1996). Diccionario Histórico Político de Euskal Herria, Tomo I. Tafalla: Txalaparta. Egaña, Iñaki (1996). Diccionario Histórico Político de Euskal Herria, Tomo II. Tafalla: Txalaparta. Espinoza, José Lorenzo (1999). Historia de Euskal Herria, Tomo III. Tafalla: Txalaparta, Estévez, Xosé (1996). Historia de Euskal Herria, Tomo II, Tafalla: Txalaparta. Eusko Deya, Periódico vasco de Buenos Aires, de orientación nacionalista. 30/03/1956, 30/04/1956. Orella, José Luis (1996). Historia de Euskal Herria, Tomo I. Tafalla: Txalaparta. Partido Nacionalista Vasco (1995). El Pensamiento de Sabino Arana y Goiri través de sus escritos. Antología de Textos. 1893-1993. Bilbao: Sabin Etxea. Rodríguez, Mikel (2004). Los espías vascos. Tafalla: Txalaparta. San Sebastián, Koldo (1984). Historia del Partido Nacionalista Vasco. San Sebastián: Txeroa. Totoricaguena, Gloria (s/f). La identidad diaspórica contemporánea. Reno: Center Basquee Studies. Universidad of Nevada. Turuzeta, Josu (1995). Cien años de nacionalismo vasco. Bilbao: Iparraguirre. 350 Ir al Índice Bloque 7 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Las prácticas profesionales docentes: prácticas prefigurativas Marìa Graciela Di Franco - Silvia Siderac - Norma Beatriz Di Franco [email protected] - [email protected] - [email protected] Resumen Este artículo recupera elementos de análisis y reflexión a partir la implementación de lo que dio en llamarse en los nuevos planes de estudio de profesorado de la UNLPam el Campo de las Prácticas. Se configura como un eje transversal de la formación de profesorado resignificando todos los espacios curriculares para una participación e incorporación progresiva de los estudiantes en contextos socio-educativos. Se aborda en este trabajo el campo mencionado como prácticas prefigurativas. Se podría definir una pedagogía prefigurativa como un conjunto de prácticas que, desde el momento presente, anticipan los gérmenes de una educación futura. Tales prácticas –en esencia políticas– se configuran a través de algunas dimensiones fundamentales: las lógicas de organización, la acción colectiva, la reflexión en esa acción y los sujetos que intervienen. Se utiliza una metodología cualitativa que aborda las prácticas desde las voces y experiencias de docentes y estudiantes involucrados en esta innovación. Esto es, desde el inicio de la formación, en el transcurso de la carrera, vinculando asignaturas disciplinares y pedagógicas, situadas en futuros ámbitos de desempeño profesional de los estudiantes, con dinámicas de reflexión para la modificación constante. Esta acción permitiría visualizar un modo de construcción que potencia y genera la formación profesional, democrática y colectiva, reivindicado la mirada política. Introducción Esta ponencia se desarrolla a partir la implementación de lo que dio en llamarse en los nuevos planes de estudio de profesorado de la UNLPam el Campo de las Prácticas. Se configura como un eje transversal de la formación de profesorado resignificando todos los espacios curriculares para una participación e incorporación progresiva de los estudiantes en los contextos socio-educativos. Se aborda aquí este campo como prácticas prefigurativas. La complejidad del campo de las prácticas profesionales docentes viene ocupando lugares cada vez más importantes en las reflexiones acerca de cómo se van reconfigurando esos haceres y saberes que describen o que 352 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales dan sentidos identitarios a esta profesión, la de los docentes reconocidos por sus prácticas. Particularmente ratificadas en los marcos normativos nacionales y provinciales y en las prescripciones curriculares vinculadas a los nuevos profesorados. Nos estamos refiriendo a la Ley Nacional de Educación 26206; la Ley Provincial de Educación de la provincia de La Pampa 2511, a los “Lineamientos Básicos sobre la Formación Docente de Profesores en la Universidad”1 y a los nuevos planes de estudio para los profesorados de la Facultad de Ciencias Humanas vigentes a partir del año 2010 (Cfr. Resolución Nº 232/2009 CS Universidad Nacional de La Pampa). Se vuelve objetivo prioritario entonces para nuestras investigaciones el abordaje y análisis de estas prácticas. Por un lado, respecto de los modos provisionales en que pensamos una actividad profesional en claves y códigos contemporáneos y, por otro, en la descripción que nos demanda tomar distancia y analizar cuáles son esos rasgos que social, cultural y políticamente nos identifican. Comprender y someter a escrutinio esos rasgos, pero no por históricos sino por traducidos en nuestras prácticas concretas cotidianas. La implementación del Campo de las Prácticas en la Facultad de Ciencias Humanas En el año 2012, la Facultad de Ciencias Humanas transita el tercer año de los nuevos planes de estudio de los profesorados universitarios en Historia, Geografía, Letras e Inglés. Los nuevos planes presentan como cambio novedoso respecto de los anteriores: un Campo de la Práctica que tiene como finalidad acercar a los estudiantes desde los primeros momentos de la carrera al contexto socioeducativo donde llevarán adelante su desempeño profesional2. Se conforma entonces, un grupo de trabajo integrado por la Secretaria Académica de la Facultad, una docente coordinadora del campo y profesores que provienen del Departamento de Formación Docente y de cada uno de los departamentos de los distintos profesorados. El objetivo primordial es abandonar la idea de la práctica como un campo final y separado de toda la formación. Dar por tierra con esta concepción en la que se depositan todas las expectativas para que, en el último año de la carrera y por acto casi mágico, toda la formación recibida en cuatro años encuentre la síntesis que convierta al estudiante en docente3. La modalidad de trabajo prevé la articulación de las asignaturas entre sí y con la escuela por lo que cada cátedra diseña 1 2 3 Informe final de la Reunión Anfhe-Cucen, mayo 2012, Secretaria de Políticas Universitarias. Se suma a los Campos de Formación General, Formación Pedagógica y Formación Disciplinar. Esta concepción se ha desarrollado ajustándose a una racionalidad técnica (Gruñid, 1991) que concibe la preeminencia de la teoría sobre la práctica por lo tanto el dominio de los cuerpos de saber es anterior y prioritario respecto a la acción en el aula. 353 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales actividades que tengas a los sujetos escolares y la escuela como referente directo de esas tareas. Las investigadoras de este proyecto nos desempeñamos también como docentes de los profesorados de Ciencias Exactas de la UNLPam, ellos siguen teniendo los planes de estudio anteriores con las prácticas en el último año de la carrera. La mirada comparativa entre ambas modalidades nos permite seguir reflexionando y fortaleciendo las hipótesis de investigación ¿Qué son? Por ejemplo, en el profesorado de Matemática, aún, en 2011, las voces de estudiantes que cursan su residencia –sin tener prácticas significativas de aula previas–, expresan las necesidades y expectativas depositadas en el cuatrimestre final de la carrera. Manifiestan en este sentido la confianza en que –espontáneamente– se encuentren formados para desarrollar sus prácticas profesionales. Voy a desarrollar cómo daría una clase. Para eso voy a tener en cuenta mi experiencia como alumna de la facultad en otras materias de la carrera (no asignaturas de las prácticas docentes) y mi experiencia con alumnos particulares (P5, 2011). Pueden identificarse también contradicciones, expresiones discursivas acerca de la resolución de problemas, el status y la anticipación de la teoría, la posibilidad o no de relación con las culturas vitales de los alumnos: Tomé el tema función lineal porque es un tema muy lindo y rico para dar pues hay muchos ejemplos de la vida real en que los alumnos pueden sentirse vinculados. Un problema como inicio sería muy enriquecedor y les brindaría confianza y se me facilitaría la incorporación de teoría necesaria. Lógicamente se irá incorporando la teoría que sea conveniente y que no siempre se la puede relacionar con la vida diaria (P11, 2011). Finalizando el cursado de la carrera se espera que el último año colabore: Espero que este último año me ayude a enfrentar un aula (P7, 2011). Espero poder innovar a la hora de utilizar ideas, herramientas, estrategias, ejemplos prácticos para desarrollar conceptos en el aula. Creo que el acompañamiento del docente a cargo es de gran importancia ya que la experiencia que he tenido es muy poca (P2, 2011). Hoy en día, cursando la última práctica, pretendo en especial de la misma, adquirir o aprender a desenvolverme en el aula, poder planificar cualquier contenido y lograr una adecuada práctica (P8, 2011). Hace un año que estoy realizando tareas de apoyo a alumnos de secundario. Pretendo con esta PEIII4 desempeñarme en el aula de manera eficiente, con gran seguridad ante los alumnos ya que como toda actividad primeriza implica temores y desafíos (P4, 2011). 4 Practica Educativa III. 354 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Ahora que estoy cursando la PEIII espero tener la confianza y seguridad para poder manejar sola un grupo de alumnos. Me gustaría aprender a programar actividades a largo plazo, en continuidad, prolongadas en el tiempo, que nunca hicimos (P26, 2011). La mayoría llegamos a esta última instancia con muy poco contacto áulico (P14, 2011). Se comienza entonces, a trabajar la propuesta de un saber práctico que se relaciona dialécticamente con la teoría y recorre transversalmente toda la formación. Esto requiere de la puesta en funcionamiento de las culturas colaborativas que suponen pensar juntos este campo desde el ingreso mismo de los alumnos en las carreras para intentar promover los saberes de cada profesorado y su potencialidad educativa en relación al campo profesional, es decir, la escuela. En nuestro equipo de investigación, la importancia de explicitar las cuestiones políticas que subyacen, conforman, prefiguran y orientan el campo de la práctica se ha traducido, desde hace tiempo, en un esfuerzo permanente5. Es en este proceso donde se advierte que las instancias de práctica no pueden simplificarse en la mera aplicación de la teoría, sino que deben ser comprendidas interactuando dialécticamente para que constituyan un modo de aprender, de conocer, de formarse. En este marco, es imprescindible contar con la posibilidad de integrar saberes y contexto, por lo cual una de las principales preocupaciones ha estado puesta en ofrecer a los estudiantes contextos integrados como modos de mediación favorecedores de la comprensión. Esta integración apunta a la construcción de unos curricula lo menos fragmentados posible y ha implicado el trabajo en conjunto de los docentes de la formación disciplinar con los profesores de formación docente poniendo como eje de trabajo común y colaborativo la tarea educativa situada en las escuelas públicas de nuestro medio. El Campo de las Prácticas como prácticas prefigurativas El Campo de las Prácticas de la Facultad de Ciencias Humanas fue construido en la convicción que toda carrera universitaria y su respectivo diseño curricular configuran una propuesta político-educativa y que de ella participan diferentes grupos con diferentes intereses lo cual llevará inevitablemente a que se ejerzan mecanismos de negociación (de Alba, 2006:59). Vincular lo político con lo pedagógico ha sido parte de las reflexiones y aportes de quienes han intentado transformar la realidad con una fuerte 5Proyecto Las ayudantías: una experiencia de inmersión educativa. (1995) Res. 163-CD-95. Facultad de Ciencias Humanas (UNLPam). Proyecto: “El curriculum en acción y el lugar que allí ocupan los libros de texto”, Res. 058-CD-02 Facultad de Ciencias Humanas (UNLPam). Proyecto “Evaluación político curricular y practicas de formación docente” (2008), Res. CD 277/08 Facultad de Ciencias Humanas (UNLPam) y Proyecto “El Campo de la Práctica como desafío en la formación inicial y desarrollo profesional de los profesorados universitarios”, Res. 145-CD-2012 Facultad de Ciencias Humanas (UNLPam). 355 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales confianza en lo educativo. Por ello, Moacir Gadotti (2011) nos propone en esta idea re-visitar el pensamiento gramsciano: Gramsci evidenció la naturaleza política de la educación y la naturaleza pedagógica de la política. Educar es siempre tomar partido, mostrar una dirección asumir valores, comprometerse, pero sin adoctrinar o manipular. Educar es conscientizar, desfetichizar, desmitificar, tornar visible lo que fue ocultado para oprimir (Gadotti, 2011:9). El Campo de las Prácticas es una propuesta política de enseñanza en tanto intenta articular las relaciones entre sociedad y escuelas y entre teoría y práctica para de esa manera conceptualizar, comprender y transformar permanentemente la práctica profesional. Hernán Ouviña (2011) refuerza la idea gramsciana cuando expresa: ...la pedagogía siempre debía entenderse desde una óptica política, y a la inversa; toda práctica política que pretendiese aspirar a transformar la realidad de raíz ameritaba ser concebida sí o sí en términos pedagógicos, vale decir, profundamente educativos (Ouviña, 2011:142). Los diferentes procesos y complejidades que se componen en el campo están orientados por ...una concepción dialéctica, tanto del vínculo enseñanza-aprendizaje como de la construcción y socialización del conocimiento, que podemos denominar prefigurativa en la medida en que, además de impugnar las prácticas escolares propias del orden social dominante, intenta anticipar en los diferentes espacios que configuran a la vida cotidiana, los embriones o gérmenes de la educación futura (Ouviña, 2011:143). Se podría definir una pedagogía prefigurativa como un conjunto de prácticas que, desde el momento presente, anticipan los gérmenes de una educación futura. Tales prácticas –en esencia políticas– se configuran a través de algunas dimensiones fundamentales: las lógicas de organización, la acción colectiva, la reflexión en esa acción y los sujetos que intervienen. Esta postura difiere notablemente en su concepción de la lógica de la formación que deposita fuerte confianza en la teoría, dejando a la práctica suspendida hasta los últimos momentos de la formación. Por el contrario, en este interactuar de ambas instancias lo que pretendemos es construir e instalar un espacio formador de principios identitarios docentes a lo largo de toda la formación universitaria. En ese contexto, la inclusión de los estudiantes desde el primer año de la carrera en el ámbito de su futuro desarrollo profesional favorece la comprensión de la cultura institucional y los procesos que en ella tienen lugar dándoles la posibilidad de construcción de aprendizajes relevantes. La tarea que se está realizando requiere y al mismo tiempo favorece la integración de saberes y el trabajo cooperativo. Las culturas colaborativas que promueven este tipo de investigaciones contribuyen notablemente en la conformación de grupos, la confianza y la gratificación por el trabajo en 356 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales conjunto, el fortalecimiento de la autoestima y la reducción de temores y ansiedades propias de las prácticas educativas. La posibilidad de planificar, compartir y analizar reflexivamente la tarea, abordarla desde los diferentes sitios y experiencias que aportan los diferentes actores y la convicción de la reconstrucción permanente en función del desarrollo de la misma, tiende a la reducción de la balcanización de la enseñanza universitaria (Hargreaves, 1996). Este devenir constante del intercambio democrático, la toma de decisiones colectiva, las incorporaciones y modificaciones que el dinamismo previsto en los diseños curriculares permite, proporcionan posibilidades de innovación y mejora. Este tipo de prácticas prefigurativas suponen también una concepción de organización educativa como unidad que promuevan la participación y la construcción de la autonomía. Organización como unidad, no solamente de cuerpos físicos, sino también en tanto comunión de espíritus y colaboración de pensamientos, sobre la base de la educación recíproca y la autodeterminación colectiva que hace posible la recomposición política y prefigura tanto en forma como en contenido vínculos de nuevo tipo (Ouviña, 2011:160). Las organizaciones que propicia el trabajo en el Campo de la Práctica sería precisamente opuestas a lo que Michel Foucault (citado por Ball, 1994) denomina la gestión como “tecnología moral” donde los integrantes aceptan una concepción de gestión abdicando de toda crítica o resistencia frente a los aspectos de dominación a que se someten. La experiencia del Campo de las Prácticas puede ser considerada, entonces, como una instancia prefigurativa en tanto hablamos de unas prácticas, que no esperan tener conocimientos teóricos previos que les anticipen la tarea, más bien discuten los sentidos de los conocimientos impuestos, que no aguardan que se les otorguen espacios de poder para ejercerlas, nos referimos a unas prácticas por las que se construye conocimiento, el que construyen los sujetos que participan, que son provisionales, que son –necesariamente– compartidas, que se desarrollan en un presente, y que cobran fuerza en el transcurso de sus propios haceres; que no se las puede concebir como acabadas o completamente desarrolladas ya que las sostienen objetivos de reflexión y transformación de una realidad que no se acepta disciplinadamente y que se discute porque se confía en la posibilidad de cambio y en sustanciar estas prácticas como modo de acción futura. Como puede apreciarse en los ejemplos que a continuación se transcriben. Las voces de los docentes: ...se planificaron dos salidas. En la primera se recogieron “intuitivamente” las impresiones de cada grupo de alumnos en el recorrido a los espacios educativos de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, específicamente, escuelas de diferentes niveles de enseñanza secundaria. Todas constituyen el ámbito del 357 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales futuro desempeño profesional de los alumnos del profesorado. La segunda salida estuvo direccionada a fin de contrastar “los no vistos”. Con la información recopilada la cátedra explicita los distintos elementos que perviven de cada una de las escuelas teóricas geográficas: regional, teorética, de la percepción, radical y postmoderna y organiza una de las consignas del parcial a partir de estos ejes trabajados. El registro de observación y las fotos aportadas por los estudiantes se recuperan en la cátedra Técnicas de la Geografía para el diseño del plano de la ciudad. Mientras que cátedra de Introducción recupera la salida de campo al Parque Nacional Lihuel Calel (Introducción a la Geografía, 2010). En una actividad de taller se trabajan estos aportes que dejan en evidencia las concepciones de los estudiantes respecto del espacio y la cultura escolar. También se formulan consignas del parcial con esta información que contrasta ideas previas y perspectivas de espacio en las distintas escuelas geográficas. Se fortalecen los conceptos de espacio, territorio, ambiente y paisaje. Con la información recopilada la cátedra Técnicas diseña un trabajo práctico integrador donde se construye el plano de la ciudad (Introducción a la Geografía, 2011). En el transcurso del primer se organizó un Foro “El lugar de la escuela en la construcción de la memoria”, solicitando la articulación de aportes teóricos, análisis de autores y reflexiones personales. La tarea generó un trabajo participativo entre los estudiantes que evidenciaron una lectura de los textos propuestos y una transferencia a situaciones de vida social actual con una mirada especial en la institución escolar. El lugar de la escuela en la construcción de la memoria histórica (Problemas del Conocimiento Histórico, 2011). ...una actividad de fuerte articulación entre las asignaturas de cátedras Lengua Inglesa I; Fonética I y Gramática I en el marco del Campo de las Prácticas de la Facultad de Ciencias Humanas. A partir de un diagnóstico de la cátedra de Lengua Inglesa I que observaba la dificultad en la lectura de los estudiantes. Se evalúan distintas posibilidades para fortalecer esta dificultad y se avanza en la idea de ir a leerle a otros, comunicarse con otros, donde la lectura significa que hay un otro que desea aprender. Esta clase/actividad fue ideada desde Lengua I a partir de contenidos propios –las microficciones– situaciones trabajadas también desde las clases de Fonología I y Gramática I (Fonética y Fonología Inglesa I, Gramática Inglesa I y Lengua Inglesa I, 2011). La reflexión deja en evidencia que la tarea que se gesta es inevitablemente un esfuerzo grupal, un compartir una cultura (Bruner, 1986), se comparten experiencias, se aprende con los demás, y se fortalece la autonomía en las valoraciones de los alumnos de cada tarea diseñada. Este trabajo se sostiene en encuentros a inicio y cierre de cada cuatrimestre por carrera y en reuniones anuales de los docentes de las cuatro carreras. Cada encuentro se inicia recuperando el sentido del Campo de la prácticas, con experiencias realizadas por distintos colegas y a partir de 358 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales allí el grupo problematiza cómo seguir, qué dificultades comunes atender, qué vínculos se pueden establecer desde cada cátedra con la cultura escolar y toman forma las experiencias particulares que asume cada asignatura, buscando guardar coherencia con otros planteos y sumando profundidad y sentido a la formación. Esta reflexión nos ayuda a recuperar la idea de que el saber de los profesores es un saber social. Señala Tardif (2010) que lo es porque es compartido por un grupo de profesores, que nunca es definido solo sino como resultado de una negociación entre diversos grupos; además, porque el proyecto por el que se trabaja es una acción con otros, el saber a enseñar se modifica con los cambios sociales y fundamentalmente porque ese saber social se adquiere en el contexto de un socialización profesional Se propone como hipótesis provisional de trabajo que: El saber del profesorado es [...] un saber siempre ligado a una situación de trabajo con otros (alumnos, colegas, padres, etc.), un saber anclado en una tarea compleja (enseñar), situado en un espacio de trabajo (aula, escuela), enraizado en una institución y en una sociedad (Tardif, 2010:13). Las voces de los estudiantes de los nuevos planes Las instancias desarrolladas en este Campo se inician en el año 2010, donde se incorporaron los primeros años de los nuevos planes. Continúan en el año 2011, con la incorporación de cátedras de segundo año de las respectivas carreras y en el transcurso de las cursadas vigentes en este año 2012, se llevan a cabo con alumnos y materias de tercer año. La experiencia puede ser analizada en términos de Praxis Prefigurativa. Una praxis presente (Grundy, 1991) que se recupera y describe como: - El acto de conocer supone un movimiento dialéctico que va de la acción a la reflexión y de la reflexión sobre la acción a una nueva acción. - La praxis debe desarrollarse en el mundo real, no en un mundo imaginario o hipotético. - La praxis significa actuar con otros, no “sobre” otros. - Es el acto de construir y reconstruir el mundo social. No sólo tiene lugar en la cultura, sino que consiste en realizar una construcción reflexiva del mundo social. - La praxis implica la creación de significados los cuales se construyen socialmente y no son absolutos, sino que pueden ir modificándose a través de la reflexión. En la reflexión de las evaluaciones de cátedra, protagonizada por estudiantes de los diferentes profesorados que participan de esta experiencia, ya se pueden identificar –en contraste con las tradiciones 359 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales que se han venido sosteniendo– valoraciones que orientan a seguir promoviendo una praxis: Muy buena ya que pudimos llevar lo teórico a la práctica (P1, Antropología, 2010). Me pareció muy productivo en el sentido que nos permitió asociar conceptos estudiados con el espacio físico que será nuestro lugar de trabajo (P3, Introducción a la Geografía, 2010). Fue un práctico muy interesante, con diferentes formas de aprender. Muy exigente, muy bien organizado, muy lindo (P10, Técnicas de Geografía, 2010). Muy lindo y dinámico, además de innovador por tratarse de trabajar con el SIG (17) Respecto a su importancia y utilidad referencian que nos será muy útil ya que hoy en día los chicos viven con la nueva tecnología y los profesores quedan muy lejos de esto (P15, Introducción a la Geografía, 2010). La propuesta me pareció interesante, costaba al principio desde dónde empezar, pero me resultó algo creativo y eficiente cómo lograr articular los conocimientos que teníamos de la materia para un chico de doce años (P13, Historia Antigua, 2011). Me pareció muy interesante hacer una experiencia que trabajara Gramática, Lengua y Fonética y poder ir a la escuela (P15, Lengua Inglesa, 2011). La propuesta fue muy creativa e innovadora, si bien al principio parecía algo muy exigente, pero fue una forma de leer bien los textos e interactuar con los demás compañeros. Algo distinto de la que generalmente se hace. (P4, Problemas del Conocimiento Histórico, 2011). La propuesta fue muy interesante, permitió observar cómo se vincula el saber humano con la construcción de la memoria colectiva. Para esto es fundamental verlo en el lugar de la escuela, como lugar de formación de la ciudadanía. Poder desentrañar o poder desnaturalizar o ver con construcciones culturales las diversas formas de memoria (P11, Problemas del Conocimiento Histórico, 2011). Muy acertado, nos mostró cuan equivocados pueden llegar a estar los libros escolares formadores de chicos que terminan creyendo que los primeros pobladores llegaron por un estrecho de Bering lleno de hielo (P8, Prehistoria, 2011). Importante porque nos damos cuenta que contenido maneja cada editorial (respecto a un tema) y que formación de contenido le queda al alumno (P12, Prehistoria, 2011). Las actividades que a mi entender, respondió a la necesidad de poner en relación los contenidos de la materia con la práctica profesional, fueron: por un lado, los trabajos prácticos de literatura griega que deberíamos responder por mail. Estos trabajos me ayudaron a mejorar mi escritura y mi habilidad argumentativa y expositiva, necesarios a la hora de dar una explicación de un tema. Por otro lado, los ejercicios de traducción que ayudaron a entender la etimología de muchas palabras y el origen de muchos conceptos (P2, Griego, 2011). Estos argumentos son ofrecidos por alumnos de primer y segundo año de los distintos profesorados en las experiencias en las que cada 360 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales cátedra estableció vinculaciones con el campo profesional a desempeñar. En cada caso se fortalecen distintas dimensiones fundantes de cada cátedra, sus posibilidades de articulación con la escuela, los modos en que esos saberes son “prescriptos” en el currículum editado entre otros. Los estudiantes valoran muy bien estas articulaciones en tanto avanzan hacia la apropiación de saberes más significativos y relevantes de manera de ponerlos en contacto con su propia cultura social y experiencial. Al constituirse en procesos formativos y ser gratificantes para los alumnos, podrían construir una nueva urdimbre que relativizara la fragmentada currícula universitaria y escolar. Y una Praxis Prefigurativa en tanto - Se desarrolla durante la formación, desde momentos tempranos en la carrera. - Anticipa prácticas desempeñadas como profesionales docentes. - No espera que estén las condiciones para que se comiencen a ejercer. - Es, por definición, política; se sostiene en la confianza en las posibilidades de cambio. - Discute/interpela la tradiciones en la formación, no las puede considerar como naturales. - Reflexiona y construye conocimiento siempre provisional aunque no discursivo, anclado en las posibilidades situadas de los haceres docentes. - Se da siempre con otros, entre los sujetos que participan y le dan sentido. Si quieren mi opinión, me parece algo que debería darse en todas las materias y no importa de qué facultad, esta actividad no vuelve a la cátedra de Antropología y Prehistoria en una carga o en simples materias de trámite. Estas actividades las transforman en más que unas simples materias (P20, Antropología, 2010). La tarea de antropología fue nueva y pareció no fácil sino distinto, esta práctica puede facilitar la comprensión y hacer salir a la calle, fuera del ámbito espacial de la facultad y la cátedra (P20). Esa actividad fue muy buena porque nos pone en contacto con el alumno. Es ejercicio para un futuro profesor la relación entre los alumnos y el profesor (P26, antropología, 2010). A mi criterio me pareció muy interesante poder llegar y tomar contacto con lo que dentro de pocos años va a ser nuestro ámbito de trabajo (P17, Técnicas de Geografía, 2010). Su importancia radica en cuanto a ambientarme al ámbito escolar observando diversos sistemas educativos, sus alumnos (P1, Matemática, 2010). En que ya desde el comienzo de nuestra carrera estamos uniendo la teoría con la práctica, lo que dice el libro con lo que es en la realidad, que no digo que sea distinto en cuanto a “mentira-verdad”, sino que es 361 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales muy distinto y clarificador ilustrar lo teórico con el trabajo de campo (P10, Introducción a la Geografía, 2010). Esta actividad nos dio la oportunidad de intentar ponernos en el papel docente y proyectar lo que podría ser uno en un futuro. Yo vi poco de esta materia en el colegio, y lo que hoy aprendo me hubiese gustado haberlo aprendido en la escuela media. Lo analizado acá en Antigua es muy interesante y ayudaría a que se interesen por la historia (P7, Historia Antigua, 2011). Si creo que fue importante para mi futuro de docente al presentarme una visión de la tarea que desarrollare. También me hizo ver que a veces “olvidamos” lo que aprendemos o sea, la técnica y nos dedicamos a basarnos solo en textos ya escritos sin innovar ni explicar en base a lo que hemos conocido (P20, Problemas del Conocimiento Histórico, 2011). Está bueno porque se ayuda a seleccionar cuidadosamente el día de mañana lo que vayas a usar como bibliografía (P10, Prehistoria, 2011). De las actividades realizadas durante el año, las que considero que mejor respondieron a la necesidad de poner en relación los contenidos de la materia con la futura práctica profesional fueron los trabajos prácticos acerca de literatura que tuvimos que realizar frecuentemente, ya que nos obligaban a pensar en los contenidos de la materia y a leer las distintas obras analizándolas en su contexto de producción. Considero que toda esta ejercitación de pensamiento y redacción nos será útil como docentes. Tuvimos que redactar una consigna y una respuesta de un tema ya visto (y aprobado) destinado a chicos de nivel secundario (P4, Griego, 2011). Palabras finales El análisis de las prácticas se constituye en aspecto central de la formación docente dado que se trabaja en un plan de estudio que prescribe un campo de la práctica profesionalizante que se va construyendo en la acción. En este campo, se tensionan ideas, puntos de vista, relaciones de poder. Tales prácticas –en esencia políticas– se configuran a través de algunas dimensiones fundamentales: las lógicas de organización, la acción colectiva, la reflexión en esa acción y los sujetos que intervienen. Una organización que transita al interior y transversal a todos los años de formación, una cultura colaborativa que acerca a los profesores en un proyecto común, articulando formación general y pedagógica y a su vez a las cátedras entre sí; en relación con la cultura escolar devolviendo potente la mirada de la formación no como modos de transponer el saber sino pensando que las disciplinas escolares pueden convertirse en fuentes de comprensión e información. Disciplinas que a su vez pueden ponerse en relación con los problemas de la vida, lentes a través de las cuales examinar las cuestiones que se nos plantean (Beane, 2000). La reflexión sostenida en hipótesis provisionales de teoría y práctica, de mirada política podría ir fortaleciendo una praxis prefigurativa. Esta acción permitiría visualizar un modo de construcción que potencie y genere la formación 362 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales profesional, democrática y colectiva, reivindicado la mirada política contemporánea. Bibliografía Ball, S. (1994). “La gestión como tecnología moral. Un análisis ludista”. En Ball, S. (comp.). Foucault y la educación. Disciplinas y saber. Madrid: Morata. Barco, S. (s/f). “Formación docente o de la cartografía de los archipiélagos”. Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad Nacional del Comahue. Mimeo. Beane, J. y M. Apple (comp.) (2000). Escuelas democráticas. Madrid: Morata. Bruner, J. (1986). Realidad mental y mundos posibles. Barcelona: Gedisa. De Alba, A. (1998). Currículum: crisis, mito y perspectivas. Buenos Aires: Miño y Dávila. Di Franco, M.G., S. Siderac y N. Di Franco (s/f). “El Campo de la Práctica como desafío en la formación de los profesorados universitarios”. I Jornadas Internacionales de frontera, ciudadanía y conformación de espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales. UNLPam. Di Franco, M.G., S. Siderac, N. Di Franco y E. Martín (s/f). “El Campo de las Prácticas: trayectos formativos de articulación y colaboración en la universidad”. En I Jornadas Internacionales Sociedad, Estado y Universidad. UNDMDP. Edelstein, G. y A. Coria (1995). Imágenes e imaginación. Iniciación a la docencia. Buenos Aires: Kapelusz. Errobidart, A. (s/f). Configuraciones sociales y didácticas en la enseñanza de la comunicación Social. Estudio realizado con estudiantes del Profesorado de Comunicación Social de la FACSO, UNICEN. Ezpeleta, Justa (1989). “La escuela y los maestros: entre el supuesto y la deducción”. En Revista Propuesta Educativa, 3 (5). Buenos Aires. Gadotti, M. (2011). Prólogo de Gramsci y la educación: pedagogía de la praxis y políticas culturales en América Latina. Buenos Aires: Noveduc. Grundy, S. (1991). Producto o Praxis del currículum. Madrid: Morata. Guyot, V. (2010). Las prácticas del conocimiento. Un abordaje epistemológico. Educación-Investigación-Subjetividad. Buenos Aires: Lugar. Hargreaves, A. (1995). Profesorado, Cultura y Posmodernidad. Madrid: Morata. Litwin, E. (1995). “Prácticas y teoría en al aula universitaria”. En Revista Praxis Educativa, I (1). Facultad de Ciencias Humanas, UNLPam. 363 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Masi, A. (2008). “El concepto de praxis en Paulo Freire”. En Godotti, Moacir, Margarita Victoria Gómez, Jason Mafra y Anderson Fernández de Alencar (comp.). Paulo Freire. Contribuciones para la pedagogía. Buenos Aires: CLACSO Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Menghini, R. y N. Negrín (2011). Prácticas y residencias en la formación de docente. Buenos Aires: Jorge Baudino Ediciones. Ouviña, H. (2011). “La pedagogía prefigurativa en el joven Gramsci. Una aproximación a la teoría y práctica de la educación futura”. En Gramsci y la educación: pedagogía de la praxis y políticas culturales en América Latina. Buenos Aires: Noveduc. Tamarit, J. (1997). Escuela crítica y formación docente. Tardif, M (2010). Los saberes del docente y su desarrollo profesional. Madrid: Nancea. Woods, P. (1997). Experiencias críticas en la enseñanza y el aprendizaje. Barcelona: Paidós. 364 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Enseñar inglés con perspectiva de género: el femicidio de Carla Figueroa Silvia Siderac - Andrea Pichilef - Sabrina Orden [email protected] - [email protected] - [email protected] Resumen La presente ponencia se desarrolla al interior del proyecto de investigación “La autonomía a través del diseño alternativo de materiales” de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa. En este caso concreto, se diseñan unidades didácticas para la enseñanza del inglés como lengua extranjera, en escuelas secundarias de la ciudad de Santa Rosa desde una perspectiva de género. Para ello, se tiene en cuenta el reconocimiento de la construcción social e histórica del concepto y los resultados de investigaciones anteriores que nos muestran que todas las manifestaciones de género presentes en los libros de texto dan cuenta de una amplia supremacía de lo masculino sobre lo femenino, tanto en la frecuencia como en la toma de decisiones y las relaciones de poder. Se seleccionan para el trabajo, temáticas locales que dan cuenta de estas conflictividades y se confeccionan actividades de acuerdo con los contenidos de las prescripciones curriculares vigentes. En este caso particular, se trata la problemática del femicidio a partir del reciente y trágico caso de Carla Figueroa, víctima de asesinato por parte de su esposo, preso por violación, quien la matara una semana después de ser liberado por la figura legal de avenimiento. Abordar los contenidos para la enseñanza del inglés desde conflictividades que forman parte de nuestra cultura social genera interés y motivación; favorece la comprensión y da lugar, consecuentemente, a aprendizajes relevantes y a la construcción de ciudadanía crítica. Introducción La presente ponencia se desarrolla al interior del proyecto de investigación “La autonomía a través del diseño alternativo de materiales” de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa. En este caso concreto, el equipo ha concentrado su tarea en la elaboración de unidades didácticas para la enseñanza del inglés como lengua extranjera, en escuelas secundarias de la ciudad de Santa Rosa desde una perspectiva de género. Para ello, se ha comenzado por realizar un relevamiento de casos en los cuales se ha ejercido violencia de género vulnerando derechos de mujeres desde diferentes situaciones. 365 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En el abordaje y estudio de las diferentes problemáticas, se ha tenido en cuenta el reconocimiento de la construcción social e histórica del concepto de género y los resultados de investigaciones anteriores que nos muestran que los libros de texto dan cuenta de una amplia supremacía de lo masculino sobre lo femenino, tanto en la frecuencia como en la toma de decisiones y las relaciones de poder. Se han seleccionado para el trabajo temáticas locales que dan cuenta de estas conflictividades. Se han realizado también entrevistas con investigadoras y activistas locales para lograr una mirada más comprometida e involucrada con los diferentes casos sobre los que se llevará adelante la investigación y elaboración de materiales. Actualmente, el equipo se encuentra trabajando el caso particular de un femicidio ocurrido en la ciudad de General Pico en el mes de diciembre de 2011. ¿Por qué elaborar materiales para la enseñanza del inglés con perspectiva de género? Las últimas innovaciones curriculares prescriben la enseñanza de las distintas disciplinas o áreas del saber desde discursos de diversidad y respeto por las diferencias. Así puede verse plasmado en la Ley de Educación Nacional 26.206, en el artículo 92, Formarán parte de los contenidos curriculares comunes a todas las jurisdicciones: f) Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre los sexos, en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional, y las leyes Nº 24.632 y Nº 26.171 (L.E.N. artículo 92). Coherentemente, la Ley de Educación Provincial 2511 prescribe en el artículo 115 la temática que nos ocupa, estableciendo que ...deberán formar parte de los contenidos curriculares en todas las escuelas del Sistema Educativo Provincial: f) Los contenidos y enfoques que contribuyan a generar relaciones basadas en la igualdad, la solidaridad y el respeto entre los sexos, en concordancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, con rango constitucional y las Leyes Nacionales 24632 y 26171. Debemos hacer notar también que los lineamientos curriculares para la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral 26.150, página 3, indica como propósitos formativos Promover aprendizajes de competencias relacionadas con la prevención de las diversas formas de vulneración de derechos: maltrato infantil, abuso sexual, trata de niños. Y se detalla que en el área curricular de Lengua y Literatura, se deberán desarrollar contenidos que promuevan en los alumnos y alumnas 366 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ...la indagación, reflexión, y análisis crítico en torno a la violencia sexual; la coerción hacia la “primera vez”; la presión de grupo de pares y los medios de comunicación. La importancia del tratamiento integrado de estos contenidos se vuelve indiscutible cuando se habla de educar para una ciudadanía crítica y democrática. Sin embargo, nos preocupa que en la medida en que estas normativas se acercan de algún modo al curriculum real y, consecuentemente, a las aulas y a los alumnos, las problemáticas antes mencionadas comienzan a desdibujarse, tergiversarse y en algunos casos, a desaparecer. Así, puede observarse, que en el curriculum prescripto para la enseñanza de Inglés en la Provincia de La Pampa existe una sola mención acerca del tratamiento del género y ésta se encuentra en segundo año del nuevo secundario. Se recomienda la lectura de textos literarios que promuevan el respeto por las diferencias entre las personas, sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo (Materiales Curriculares para la Enseñanza de la Lengua Extranjera. MCE Provincia de La Pampa. página 12). Sin duda, esto es bien distante del enfoque integrador y transversal que se planteaba en las leyes antes mencionadas. A su vez, los libros de texto deben ser considerados en este punto ya que en la mayoría de las prácticas docentes de los/as profesores/as de inglés son el eje vertebrador de la tarea docente. El tratamiento del género que realizan estos materiales está signado por una concepción de género en donde se da primacía a lo masculino sobre lo femenino no sólo en la frecuencia de apariciones sino en la distribución de los roles de poder. Este discurso fortalece la representación de una ciudadanía diferenciada por el género: una ciudadanía política para los hombres y una ciudadanía social para las mujeres. Idea construida en la adjudicación de los espacios público y privado como elemento configurativo del discurso de género. Esta dicotomía masculino-femenino con sus variantes culturales, instala a través del discurso de los libros de texto, estereotipos que condicionan y limitan las potencialidades humanas al tiempo que estimulan o reprimen los comportamientos en función de su adecuación al género. ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta en la elaboración de materiales? Si nos proponemos elaborar materiales para la enseñanza del inglés en las escuelas públicas de nuestra provincia, lo primero que debiéramos explicitar es que el acceso a una lengua extranjera, en este caso particular, la lengua originaria de las potencias que en este momento detentan el poder, implica siempre una dualidad. Particularmente, en lo educativo, el mismo objeto político indiscutible que sería la enseñanza del inglés, podría 367 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales ser pensado como el beneficio o acceso a la posibilidad de emancipación, o bien, como una forma de dominación que implique la obediencia, y sumisión al orden político y social vigente. Lo que aquí estaríamos afirmando es que la enseñanza de inglés puede implicar –de acuerdo con cómo se asuma y lleve a la práctica áulica– formas de regulación y de explotación o abordajes de resistencia y de solidaridad; ficciones de aprendizaje o construcciones de comunicaciones reales y concretas. Es por ello que la construcción de materiales alternativos podría dar lugar al ejercicio crítico de nuestra profesión. Si entendemos, junto a Pérez Gómez (1998), a la cultura académica como la selección de contenidos de la cultura crítica para el trabajo en la escuela plasmada en el currículo prescripto, el problema fundamental es la construcción de aprendizajes relevantes, considerando como tales a aquellos que, a partir de la cultura experiencial del sujeto, se construyen transformándose en elementos de pensamiento capaces de ser usados en situaciones cotidianas. Es un aprendizaje superador tanto del aprendizaje memorístico como del aprendizaje significativo. En el caso del primero, no permite ni la expansión ni la transferencia de lo aprendido y se aloja en la memoria episódica, por lo cual su recuperación no puede ser sistemática y razonada. En el caso del aprendizaje significativo, si bien promueve una adquisición con sentido que promueve relaciones con los contenidos ya poseídos y se aloja en la memoria semántica, no siempre tiene la virtualidad de provocar la reconstrucción de la cultura experiencial. Se vuelve imprescindible, en este abordaje cultural propuesto por el autor, la comprensión de la construcción de la subjetividad de los alumnos, ya que a partir de la cultura experiencial con sus representaciones, códigos y vivencias, se puede acceder o no a los saberes legitimados en el currículo prescripto. Para Pérez Gómez, la escuela puede y debe cumplir tres funciones básicas: - La función socializadora: la cultura social dominante impregna inevitablemente los intercambios que se dan en la escuela. Las formas de pensar, sentir, expresarse y actuar vinculadas al género, van a estar condicionadas por este proceso de socialización que ha dado lugar a lo que Mary Nash (1995) denomina una ciudadanía diferenciada por el género. - La función instructiva: se desarrolla mediante la actividad de enseñanza-aprendizaje, es sistemática e intencional y su objetivo es perfeccionar el proceso de socialización espontáneo compensando sus deficiencias a partir de las relaciones interindividuales. - La función educativa: irá un paso más adelante de la socialización y la instrucción ofreciendo a los jóvenes la posibilidad de cuestionar la validez antropológica de los influjos sociales mencionados, de elaborar alternativas y tomar decisiones relativamente autónomas. 368 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La escuela deberá presentar entonces el contraste entre los propios procesos de socialización de los alumnos de ese centro o aula respecto de experiencias distantes y culturas lejanas en espacio y tiempo. Estas funciones de contraste trabajarán la interrogación, la metáfora, la narrativa y todas aquellas elaboraciones simbólicas que actúen como puentes con la vida cotidiana y provoquen la reflexión facilitando la reconstrucción de la experiencia. En función de lo expresado, estamos trabajando con la convicción de que los materiales a elaborar deben partir de situaciones conflictivas cercanas a nuestros alumnos para poder –a través del análisis y la reflexión crítica– tornarse en conocimientos relevantes que les permitan comprender la realidad. Según Nancy Fraser (2009), la “paridad participativa” como tal no existe, pero eso no quita que pueda ser tomada como un ideal interpretativo que nos permita visualizar las disparidades existente, las asimetrías, los bloqueos de poder. Es decir, partimos de la toma de conciencia respecto de la existencia de múltiples situaciones de opresión sufridas actualmente por las mujeres. Sin duda, la comprensión de estas situaciones de vulnerabilidad, subestimación y maltrato vinculadas a las cuestiones de género llevarán a evaluar cuestiones vinculadas a la justicia social, a la responsabilidad de las diferentes instituciones, a las posibilidades de ejercicio de la ciudadanía, a evaluar las actuales políticas públicas, etc. La explicitación de estas problemáticas es el primer paso para empezar a pensar las posibilidades de modificación de las relaciones de injusticia. Temáticas relevantes para el tratamiento de género en la ciudad de Santa Rosa y la provincia de La Pampa El equipo de investigación ha seleccionado varias temáticas para la elaboración de materiales. Se partió de un relevamiento de los casos más significativos acontecidos en nuestra provincia en un pasado reciente. Para ello, se realizó una búsqueda de información en medios periodísticos locales como así también entrevistas a investigadoras de género y a colectivos sociales que están vinculados al tema. De allí surge el listado que a continuación se detalla y que marca la línea a seguir en la construcción de actividades para la enseñanza del inglés con enfoque de género: trata de personas; femicidios; sexualidades diferentes; homolesbotransfobia; vulneración de derechos de las mujeres; prostitución y derecho a la autonomía sobre el propio cuerpo; experiencias de colectivos de resistencia. De los casos y problemáticas mencionadas, se seleccionó el “caso de Carla Figueroa”, por haber tenido un fuerte impacto en la sociedad pampeana y una repercusión que movilizó diferentes instituciones y grupos de poder. A continuación, se relata el caso a partir del cual se 369 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales están construyendo textos y actividades áulicas para el tercer año de la escuela secundaria. El caso de Carla Figueroa: “crónica de un femicidio anunciado” Carla Figueroa era una joven piquense de diecinueve años. Tenía un hijo de tres y estaba casada con Marcelo Tomaselli de veintiséis años. El 14 de abril del 2011, Carla presentó una denuncia por abuso sexual agravada por uso de arma. Su esposo, por entonces novio, la violó en un descampado a las afueras de la ciudad. Tras la denuncia correspondiente, su agresor fue detenido por la policía y privado de su libertad, hasta que los abogados defensores presentaron un pedido de “avenimiento”, recurso que consiste en el perdón por parte de la victima a su victimario. Esta figura legal, considerada por la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (CONSAVIG) como “arcaica y patriarcal, consagrada en el artículo 132 del Código Penal”, fue introducida por la defensa para que Tomaselli pudiera quedar en libertad. Mientras tanto, Tomaselli y Carla se casaron. De este modo, el reclamo de avenimiento ante los jueces sería factible. Y así lo fue, ya que dos de tres de los jueces del Tribunal de Impugnación Penal (Carlos Flores y Gustavo Jensen) votaron positivamente ante este pedido. El 10 de diciembre de ese mismo año, Carla Figueroa de diecinueve años fue brutalmente asesinada por Tomaselli, una semana después de que éste quedara en libertad. Los diarios locales afirman que el hecho ocurrió en la casa que la pareja compartía, con el hijo de ambos y la madre de Tomaselli como testigos. Carla presentaba heridas de arma blanca en el cuello, el tórax y otras partes del cuerpo. Éste no fue un crimen pasional. Asesinada por ser mujer, Carla fue víctima de femicidio. Este caso y sus repercusiones volvieron a poner en discusión las figuras legales de femicidio y avenimiento. Actualmente, existe un proyecto que propone incorporar la figura del femicidio en el Código Penal como un tipo agravado de homicidio, que establece “agravantes por el vínculo” y descarta el uso de atenuantes cuando el hombre tenga antecedentes por violencia. Existe también un proyecto para derogar esta figura del Código Penal. Que se cuestione la existencia de estas lamentables figuras legales en el Código Penal, significa que en la sociedad presenta tensiones y desigualdades entre hombres y mujeres. Cuatro meses después del femicido, Tomaselli dijo a los medios que volvería a matar a su esposa. Dijo también que Carla no cumplía con ninguna de sus tareas como mujer. Como si fuera una cosa, algo de su propiedad, Carla debía servir a su marido y permitir ser violada, sometida y abusada cuantas veces él quisiera, porque ése era su derecho como esposo. No es un detalle menor el hecho de que Carla fue criada por su hermana mayor, ya que su padre asesinó a su madre cuando ella era 370 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales una beba. Estos privilegios culturales que tienen los hombres en esta sociedad patriarcal son los que hicieron posible que Tomaselli quedara en libertad por violación y matara a su esposa. El avenimiento es la prueba clave de que ni la Ley de Violencia de Género (26.485), ni los jueces, ni la policía, ni ninguna otra institución estatal protegen verdaderamente a las mujeres en situaciones de vulnerabilidad. Cabe destacar que en 2011 fueron asesinadas al menos doscientas ochenta y dos mujeres y niñas en nuestro país. El caso Carla Figueroa tuvo un fuerte impacto en la sociedad. Desde el femicidio, diferentes corrientes feministas o solidarias apoyan el reclamo de justicia y piden juicio político para ambos jueces. Las paredes de la ciudad, sobre todo destacamentos públicos, se encuentran repletas de graffitis a favor y en contra de los magistrados. Actualmente, Flores esta siendo sometido al jury. Jensen solicitó la jubilación antes de tiempo y el gobernador pampeano, Oscar Mario Jorge, se la otorgó, por lo cual no será sometido al juicio político. La muerte de Carla Figueroa fue un femicidio anunciado. Su vida quedó en manos de jueces y abogados, y de su interpretación de los hechos. En esta sociedad machista-patriarcal las leyes promueven femicidios. Conclusiones Si no logramos como docentes y alumnos comprender cuál es el lugar de la enunciación desde donde se están construyendo las nociones de género, la enseñanza se convierte en un instrumento más de dominación cultural. Si, por el contrario, comenzamos a entender que nuestras cotidianeidades están mediadas por discursos hegemónicos de género, comenzaremos a cuestionar esa realidad. En ese marco, es crucial analizar la influencia que ejercen sobre nuestras representaciones los medios de comunicación, que son fuertemente hegemónicos. Es importante, a su vez, explicitar que los libros de textos guardan coherencia y refuerzan esas concepciones que nos llevan a naturalizar las situaciones de opresión. Estas problematizaciones nos ayudarán a empezar a cuestionarnos y a intentar construir respuestas a preguntas tales como: ¿cómo se construyen las representaciones de género?, ¿quién se aventaja de ellas?, ¿cuáles son sus efectos ideológicos?, ¿cómo podemos desnaturalizar, interrogar, modificar estas construcciones? La elaboración de materiales alternativos para la enseñanza del inglés en el nuevo secundario desde esta investigación, no apunta a construir prescripciones que predeterminen o limiten el accionar de los docentes. Intentamos más bien presentar algunas pautas de acción o indicadores que permitan desocultar las relaciones y mecanismos de poder y contribuyan a que el docente pueda posicionarse como intérprete del curriculum para 371 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales comenzar a elaborar sus propios materiales. La explicitación y conciencia crítica –por parte de los docentes de inglés– de las construcciones hegemónicas de género llevarían a comprender que a lo largo de la historia, se han acumulado creencias, conocimientos y habilidades que ubican a los sujetos en dos posiciones: las de quienes detentan el poder y las de quienes aspiran a tenerlo. Estas tensiones son lo que Raymond Williams (1980) denominó “productos hegemónicos”, son presiones específicas y cambiantes y jamás pueden ser individuales o pasivas sino que deben ser continuamente renovadas, recreadas, defendidas y modificadas. Por eso mismo, pueden ser también continuamente resistidas, limitadas y alteradas. Surge así la idea de contrahegemonía y hegemonía alternativa, ya que si bien la hegemonía siempre es dominante, nunca lo es de un modo total o exclusivo. Será posible, entonces, a partir de un tratamiento crítico de los discursos imperantes en los libros de texto, planificar una enseñanza contrahegemónica del inglés con perspectiva de género. Desde una concepción bidimensional del poder (Oyola, 2005), puede afirmarse que el mismo es una cuestión relacional activa en ambos polos de las relaciones de fuerza opuestas y es allí en donde interactúan los procesos sociales. Si bien se considera la relevancia de las condiciones estructurales, también se considera su factor dinámico y la posibilidad de acción de los agentes sociales para intervenir, resistir y producir discursos contrahegemónicos. Es este punto de análisis el que permite –desde las pedagogías críticas (Giroux, 1990; McLaren, 1993; Freire, 2004)– afirmar que es precisamente en el mismo lugar en que se da la opresión y naturalización de las ideas en donde pueden darse las posibilidades de transformación. Tomar la decisión como docentes de lengua extranjera de posicionarse desde el lugar de intérpretes y hacedores del currículum llevaría a que en el mismo sitio en donde hoy los materiales escolares están fomentando la consolidación de un discurso de género patriarcal, unidireccional y hegemónico que no permite reflexión ni transformación, se construyan otros discursos alternativos que permitan interrogar la realidad inmediata. El análisis o elaboración crítica de textos para la enseñanza del inglés en la escuela secundaria contribuiría, desde esta perspectiva, a construir aprendizajes relevantes y nociones de ciudadanía crítica (Gimeno Sacristán, 2001). Bibliografía Fraser, N (2009). “La justicia como redistribución, reconocimiento y representación”. Revista Barcelona Metrópolis, marzo. Freire, P. (2004). Pedagogía de la Autonomía. San Pablo: Paz e Terra. Gimeno Sacristán, J. (2001). Educar y convivir en la cultura global. Las exigencias de la ciudadanía. Madrid: Morata. 372 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Giroux, H. (1990). Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Barcelona: Paidós/Mec. McLaren, P. (1997). Pedagogía crítica y cultura depredadora. Barcelona: Paidos. Ministerio de Cultura y Educación Provincia de La Pampa. (2010) Materiales Curriculares. Nuevo Secundario Lenguas Extranjeras. Nash, M. (1995). “Género y ciudadanía”. Juliá, Santos (ed.) Política en la Segunda República. Ayer. Nº 20. Oyola, C. (2005). “Bidimensión del poder e ideología en la perspectiva teórica de la pedagogía crítica”. En Praxis Educativa, VIII (8). Pérez Gómez, A. (1998). La cultura escolar en la sociedad neoliberal. Madrid: Morata. Williams, R. (1980). Marxismo y literatura. Barcelona: Península. www.clarin.com/sociedad/femicidio-aprobado-Diputados-cercaley_0_685131568.html www.diariolareforma.com.ar www.eldiariodelapampa.com.ar www.laarena.com.ar Young, I.M. (1990). Justice and the Politics of Difference. Princeton: Princeton University Press. 373 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La escuela y su concepción de los “otros”: entre la hospitalidad de la frontera y la hostilidad del límite Cristina Nosei - Gabriela Caminos Frente al proceso de marginalización creciente, la escuela se perfila como un espacio capaz de posibilitar la inclusión social. Desde ese lugar, S. Duschatzky sostiene que “la escuela como frontera más que un límite es un horizonte” (Duschatzky, 1999:78). La metáfora de la frontera-horizonte remite a la idea de un espacioencuentro en el que la palabra habilita la negociación de significados. Frontera de hospitalidad en el que se espera al otro para establecer un diálogo mutuamente fundante. Por el contrario, la frontera-límite alude a un lugar signado por el mandato de contener la peligrosidad que se atribuye a esos otros diferentes. En ese marco, la hospitalidad cede el paso a la hostilidad y el discurso de integración deviene en acción de fractura que racionaliza las diferencias y las reifica. Nuestra investigación “La formación de profesores en la Universidad Pública: la construcción de narradores utópicos” tiene como propósito custodiar las representaciones que en referencia a la acción de enseñar construyen nuestros estudiantes del profesorado en el transcurso de su carrera. Develar los significados que contribuimos a construir y deconstruir en el proceso de formación de profesores en el ámbito universitario, particularmente en lo que refiere a la mirada sobre los “otros”, es de vital importancia en el marco de un proceso social de marginalización creciente. La retención escolar, materialización de la frontera límite, que renuncia a incidir en la construcción de saber, encubre el abandono de los alumnos provenientes de los sectores más vulnerables y fortalece la cultura del desamparo. Ser docente, implica a nuestro criterio, asumir la responsabilidad de instituir una frontera de hospitalidad como espacio de encuentro con aquellos a los que la realidad social naturalizada pretende condenar a la marginación bajo argumentos que oscilan entre “el psicologismo patologizante o el culturalismo compasivo” (Noel, 2010:93). En el marco que configura la extensión de la obligatoriedad escolar al nivel de enseñanza secundaria, la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam, aprobó en el 2010 un nuevo plan de estudio para todas sus 374 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales carreras de profesorado, con el propósito de formar profesionales de la enseñanza capaces de afrontar el desafío de participar en las políticas de inclusión social, a través de una educación transformadora. El nuevo diseño curricular explicita la intención de constituirse en praxis formativa a partir de la definición del Campo de las Practicas Profesionalizantes, espacio novedoso creado con el propósito de articular en su seno el saber disciplinar y el saber didáctico. En el proceso de cambio curricular, los actores adherimos a la preocupación de P. Gentile (2011), quien en su obra Pedagogía de la Igualdad sostiene que universalizar el ingreso a la escuela no significa por si mismo una escuela universal: ...en materia educativa universalizar un bien significa no sólo garantizar el accesos a él [...] la cantidad de años de escolaridad llega a ser hoy un indicador que poco dice de las efectivas oportunidades ofrecidas a cada niño [...] el grado de universalización de la educación en una sociedad democrática se mide en los niveles de expansión de su red escolar, en los años de escolaridad de los niños y jóvenes y también en el grado de justicia educativa que esa sociedad es capaz de construir, contrarrestando los procesos de exclusión, discriminación y desigualdad que se producen no sólo fuera sino también en el interior del sistema escolar (Gentili, 2011:17). La aspiración de elevar el grado de “justicia educativa” significa, por ende, revisar el proceso de formación de los docentes de nivel secundario, formación que respondió a un mandato fundacional pensado para aquellos que “deseaban y podían” acceder a la educación media no obligatoria. Desde esa concepción, fue posible naturalizar durante años el fracaso y la exclusión en particular de los jóvenes provenientes de sectores de alta vulnerabilidad social. La naturalización del fracaso escolar encubre la hostilidad hacia los “otros diferentes”, hacia aquellos a quienes se consideran capaces de poner en riesgo las verdades instituidas para el nivel medio, concepción que configura a la escuela secundaria como frontera límite para las aspiraciones de vastos sectores de la sociedad. El cambio de plan de estudios y la intención de incluir que lo anima, implica un quiebre en el modelo histórico de formación universitaria de profesores, que tendió fuertemente a centrar la mirada en el saber disciplinar en desmedro del saber didáctico, perspectiva desde la cual enseñar significaba “dar” a los que “querían y podían recibir” el conocimiento. El centramiento en el campo disciplinar propicia el desdibujamiento de la figura de un “otro” singular para esbozar la de un “otro universal” idealizado, con el peligro que ello implica a la utopía de la inclusión. Conscientes del problema que significa un cambio en las concepciones operantes nos propusimos abordar, en una investigación cualitativa de corte longitudinal, el proceso de formación que se inició con cohorte 2010 de estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. El proyecto al que denominamos “La formación de profesores en la Universidad Pública: su compromiso en la construcción de narradores 375 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales utópicos” tiene como propósito custodiar las representaciones que en referencia a la acción de enseñar construyen nuestros estudiantes del profesorado en el transcurso de su carrera. Develar los significados que contribuimos a construir y deconstruir en el proceso de formación de profesores en el ámbito universitario, es de vital importancia en el marco de un proceso social de marginalización creciente. La retención escolar sin la apropiación saberes validados encubre el abandono de los alumnos provenientes de los sectores más vulnerables y fortalece la cultura del desamparo. La investigación que iniciamos en el 2010, explicita en su título nuestra concepción respecto del ser docente e interpela las concepciones de puro corte racionalista. Un docente es, desde nuestra mirada, un narrador de la cultura que aspira a ampliar el espacio de inclusión social a partir de la labor cotidiana que desarrolla en el ámbito de la escuela. Ser docente, implica a nuestro criterio, asumir el compromiso de luchar por hacer posible un lugar a los que la realidad social naturalizada pretende condenar a la marginación bajo argumentos que oscilan entre “el psicologismo patologizante o el culturalismo compasivo” (Noel, 2010:93). Ese trabajo de inclusión depende, en gran parte, del lugar asignado al otro en la representación que los estudiantes construyan de la función docente. Una representación que priorice la naturaleza gnoseológica de la práctica educativa por sobre su naturaleza política fundamentará el fracaso escolar en las limitaciones de aprendizaje los alumnos, sin problematizar su desempeño en la enseñanza. El propósito de custodiar los significados que ayudamos a construir y deconstruir en el proceso formativo nos implicó indagar respectos de las concepciones construidas por nuestros ingresantes en su trayectoria escolar, particularmente en referencia a la enseñanza y el aprendizaje, con especial atención a las situaciones, que desde su mirada, posibilitan y/o obstaculizan los procesos antes mencionados. A tal efecto, construimos un instrumento de frases incompletas que nos permitió a su vez, rastrear sus aspiraciones, preocupaciones y miedos al momento de iniciar su carrera de profesorado. La recolección de datos se hizo en el marco de nuestra participación en el programa de Ambientación a la Vida Universitaria implementado por la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. Las concepciones de los ingresantes: “Utópicos por vocación” Tres años de trabajo con los alumnos ingresantes a las carreras de profesorado en las cohortes 2010/12 nos revelaron, a través de sus testimonios, la presencia de un fuerte componente utópico en la conceptualización de la enseñanza y del ser docente. La utopía se trasluce en su narración de lo vivido en la escuela y de lo esperado en el transcurso de su carrera universitaria, tanto como en 376 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales su idea respecto de su futuro desempeño profesional. Los recién llegados no temen hablar de la necesidad de amar a los otros, de tener vocación, de aspirar a enseñar a todos, de educar para mejorar la situación de las personas y de la sociedad en su conjunto. Cuentan, narran, usan ejemplos, critican e imaginan mejores formas de desempeño en el aula. Su pensamiento se concentra en el alumno, en su futuro alumno, al que aspiran a ayudar con paciencia, variedad de recursos, actividades que los motiven, que impacten en su interés, en reconocer sus limitaciones, sus saberes previos y partir de ellos para hacer posible su aprendizaje con vistas a su futuro. Así, el pasado, el presente y el futuro se articulan en su visión del alumnado. ...para mí un buen profesor es aquel que ama su profesión... (Nosei, 2012:43) ...un buen profesor es aquel que demuestra que es feliz dando clase, el que se esmera todo el tiempo en bibliografía... aquel que es feliz siendo docente tiene otra energía, otra vibra y no pone esa pared esa superioridad que hace que nos cueste llegar, la relación cuando son felices es otra y se aprende muchísimo más son los menos... muy pocos... (Nosei, 2012:40). ...me gustaría el día de mañana ser para mis alumnos la profesora que yo no tuve... en mi escuela a veces nos enseñaba gente que nunca había estudiado o que no tenían una formación docente... yo me propondría que mis futuros alumnos... no me odien como yo odie a muchos de mis profesores... (Nosei, 2012:1). ...en primer lugar creo que un profesor no debe resignarse ante los problemas por ende debe gastar todos sus recursos para una mayor educación... (Nosei, 2012:54). ...ayudar, ya no a memorizar, más que nada a entender las palabras, hacer más divertida y emocionante la clase que se considera tan aburrida... (Nosei, 2012:39). ...estar más en comunicación con sus alumnos y también estar disponibles a ayudarlos en las dificultades que surjan... (Nosei, 2012:22). ...entrar por el lado de los intereses de los alumnos, mostrar preocupación y afecto por ellos... (Nosei, 2012:5). ...hablarles más directamente, inculcarles bien los conocimientos, tener paciencia y explicarle una y mil veces si es necesario... (Nosei, 2012:6). Se perfilan como “utópicos por vocación” (Meirieu, 2009:117). La vocación se avizora en el reconocimiento del otro/s, de su alteridad y la utopía en la capacidad de imaginar para ellos, un futuro mejor. No definen las palabras, no las conceptualizan, las usan en la simplicidad de un diálogo que intenta comunicar sus ideas respecto de lo necesario para enseñar: vocación, pasión, amor por lo que se hace y por quienes se hace. Argumentan, en base a la experiencia vivida en su 377 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales propia escolaridad, que el conocimiento es condición necesaria en su pretensión de enseñar, pero no suficiente: ...algunos sabían mucho, se notaba que sabían un montón pero no sabían o no sé, no querían explicar de un modo que hiciera entendible lo que decían... para muchos éramos un apellido y a veces ni eso... (Nosei, 2012:16). ...Para enseñar hay que saber y querer... saber la materia y querer a los chicos... (Nosei, 2012:27). ...hay profesores que lo único que les importa es la materia que enseñan, no los alumnos y por eso se enojan e incluso rechazan a los que no aprenden... no se dan cuenta que cuanto más te rechazan, te recriminan, menos podes aprender... a los que no le gustan los chicos no pueden ser docentes (Nosei, 2012:65). ...yo quiero ser un docente capaz o al menos intentar, de enseñarle a todos en particular a los que más le cuesta y ayudar a los que la mayoría deja de lado... yo tuve una sola profesora que hacía eso, exigía mucho pero ayudaba, para ella todos podían y tenían que aprender... a todos nos llamaba por el nombre y no sólo a los que se sacaban 10... (Nosei, 2012:37). Las palabras de los ingresantes revelan que su mirada y su preocupación está puesta en los otros, los futuros sujetos de su acción profesional y especialmente en esos otros “...a los que la mayoría deja de lado...” (Nosei, 2012:52). Logos y Eros se anudan en su concepción de profesionalismo, concordando sin saberlo con la postulación de C. Jung (2005): “Sin el eros/ amor el logos pierde su dinamismo, se convierte en ‘seco racionalismo’ y el eros que no posee logos jamás comprende” (Jung, 2005:30). La crítica a la enseñanza recibida en la escuela media los lleva a solicitar a sus futuros docentes universitarios paciencia, ayuda, explicaciones claras, tanto como pasión y compromiso para posibilitarles el poder de apropiarse del conocimiento y formarse como buenos profesores. ...me preocupa no tener una buena base... yo espero que mis profesores universitarios se comprometan realmente a enseñar. Que tengan pasión por la educación que no les sea simplemente un trámite sino que se preocupen por sus alumnos, que busquen día a día la manera de hacerse entender, que renueven la manera de enseñar y no se queden sólo con lo que le enseñaron en la universidad... (Nosei, 2012:43). Los cientos de protocolos analizados nos permiten afirmar que la preocupación de los ingresantes, en lo que refiere a su formación como profesores, no está puesta en el saber disciplinar, sino en el aprender a enseñar ese saber, por que, tal como surge de sus testimonios, su paso por la escuela les demostró que las falencias no estaban en la ausencia del conocimiento disciplinar específico sino en la capacidad de enseñarlo. 378 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Como contrapartida de su pedido esperanzado de encontrar apoyo, particularmente en el inicio de la carrera elegida, ofertan su voluntad de aprender sostenida en su vocación de enseñar, de ser mejores que muchos y semejantes a los pocos, “algunos profesores”, que les enseñaron a amar el saber. Código académico: reconceptualizaciones y destierros La academia desconfía del uso de palabras como pasión, vocación y así, condena por inasible la palabra amor, y, en su lugar, prefiere hablar de interés, relación o vínculo, palabras todas ellas que pueden usarse en otras situaciones que no necesariamente refieran a las relaciones humanas. C. Jung (2005) consideraba que ...el amor es uno de los móviles más poderosos en los asuntos humanos [...] el problema del amor es el más importante de la vida, pero hablar sobre lo más importante es una de las cosas más arduas [...] frente a ello se tiene un recelo como las que nos inspiran las cosas grandes y fuertes (Jung, 2005:15). Tal vez entonces sea por eso que la ciencia no sólo renuncia a definirlo sino a nombrarlo y recurre a eufemismos menos esquivos al propósito de encapsularlos en una definición. Las palabras que no resisten su reformateo en el código de logos se condenan al exilio. El amor comparte el destierro académico con otros términos: utopía se desarraiga de su etimología que la concibe como “lugar inexistente” para devenir en “lugar imposible”, tal como la fantasía pierde su relación con la imaginación creadora, para convertirse en antónimo de realidad. Una sociedad más justa y solidaria es hoy un lugar inexistente, pero no imposible, por ello los grandes pedagogos insisten en señalar a la educación como un espacio de posibilidad, y a la enseñanza como una de las actividades humanas más propicias para trabajar en pos de la inclusión. Y es en ese marco que el pensamiento humano recurre a su capacidad de fantasear. R. Malfe (1995) identifica dos formas posible de fantasear: la loguistiké (logística), que remite a una anticipación de lo posible, de lo que puede suceder a partir de una experiencia previa, argumentando los alcances de la posibilidad en base “…a una compaginación de sucesos previsibles no en términos de verdad sino de verosimilitud…” (Malfe, 1995:13), y la bouleutiké (deliberativa), que recurre a la argumentación con el propósito de ser convincente en lo que refiere a la responsabilidad de elegir, valorar o tomar decisiones. La capacidad de argumentar a favor de que lo deseable devenga en posible habilita la capacidad imaginante. Así, en base a lo que se crea que puede suceder, acorde con los acontecimientos seleccionados y con el modo en que se los compagina (fantasía logística), se emiten los juicios y se toman las decisiones que se sustentan argumentativamente 379 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales (fantasía deliberativa) en pos de lo que se desea generar a partir de una intervención pre meditada. La elección de los acontecimientos y su modo de encadenarlos como sustento del juicio y la toma de decisiones se anuda a las concepciones ideológicas, éticas y políticas de los sujetos. El posicionamiento ideológico será entonces el que determine si la utopia será ese lugar inexistente por el cual vale la pena trabajar con la aspiración de favorecer la inclusión social o si por el contrario es un lugar imposible ...donde la satisfacción inmediata se convierte en el único horizonte posible y el cinismo y la desesperación son la única salida [...] porque apenas se vive sin una utopía de referencia (Meirieu, 2009:121). La utopía como lugar imposible deviene de una construcción sustentada en el pasado del sujeto. L. De Lajonquiere (2000) sostiene que una intervención educativa centrada en el pasado del sujeto, ...sería apenas reparatoria pero no tendría nunca el poder de la creación, esto es, el poder de construir una verdad histórica y por lo tanto producir una nueva relación con lo vivido y así hacer posible la experimentación de un presente cuyo sentido no esté ya contenido en el pasado... (De Lajonquiere, 2000:49). La mirada puesta en su pasado y el de su entorno condena al alumno a la repetición, dado que se lo visualiza como sujeto a lo vivido, concepción que petrifica su presente y lo aprisiona en su ayer. El uso del participio pasivo del verbo vivir se transpola a la consideración del otro como víctima de un destino sin posibilidad de ser historia. Por el contrario, pensar la utopia como lugar no existente revierte la mirada y cambia la formación y el significado del participio del verbo vivir: la pasividad de lo vivido se desdibuja frente a la potencia activa que expresa lo viviente. ...la vida no posee sólo un ayer y no se la aclara reduciendo el hoy al ayer. La vida tiene también un mañana y el hoy solamente se comprende cuando a nuestro conocimiento de lo que había ayer podemos agregar las piezas del mañana (Jung, 2005:32). El cambio implica pasar de considerar al alumno como sujeto a lo vivido para pensarlo como sujeto viviente. Reconocer su pasado y su presente en clave de condicionamiento y no de predestinación marcará una diferencia sustancial en la manera de pensar y actuar de los profesionales de la enseñanza: la predestinación invita a la renuncia, el condicionamiento a la reflexión crítica y el pensamiento creativo del que se nutre la utopía. La concepción del otro: tensión entre xenos y hetero En la Grecia clásica, tal como sostiene S. Villavicencio (2003), la concepción del otro (alter) implicaba dos sentidos diferentes: xenos 380 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales y hetero. El concepto de xenos remitía a los extraños a la Hélade, extranjeros que, como tales, no les estaba permitido participar en la comunidad política pero que, a pesar de ello, eran considerados sujetos de derecho y, por ende, merecedores de hospitalidad. El ciudadano griego estimaba al xenos como un interlocutor válido dada la posibilidad de dialogar con ellos y establecer acuerdos de convivencia con vistas al bien común. Se lo reconoce diferente pero no inferior, ignorante de algunos saberes propios de la polis, pero capaz, no solamente de apropiarse de ellos, sino de aportar los propios mediante el discurso compartido. Por el contrario, el hetero es un “otro” absolutamente diferente, categoría en la se incluía al esclavo en su calidad de objeto o el bárbaro hablante de una lengua que imposibilita la comunicación. Se configura así al hetero como un otro descalificado en su humanidad y su valía, asociado a lo inadmisible, lo adverso, lo malo y, por ende, objeto de hostilidad, por el peligro que su presencia representa para la comunidad constituida. Cuando utilizamos la palabra “nosotros”, lo hacemos con la intención de señalar algún aspecto que nos une, nos incluye, nos identifica y, por ende, nos diferencia de los “otros”. La relación a establecer entre “nosotros” y “ellos” dependerá de la concepción de alteridad. Xenos y heteros, ambos extranjeros, ambos extraños, ambos diferentes de nosotros, pero también diferentes entre ellos, unos huéspedes de nuestra “casa” otros invasores de nuestro espacio. Unos, promesa; otros, peligro. Es importante dilucidar qué concepto del otro/s circula en la escuela, en particular a partir de la ley que extiende la obligatoriedad de la enseñanza al nivel medio. El significado atribuido a la utopía se anuda a la concepción que tengamos del otro, en nuestro caso, de ese otro que es el alumno. Los testimonios recogidos en nuestras investigaciones registran la idea de “heterogeneidad” para señalar las dificultades que se vivencian en el aula a causa de aquellos que no quieren y/o que no pueden y que su agregación resta posibilidades a los que sí quieren y pueden. Para ellos, no hay utopía. Son ectópicos, porque aun dentro, siguen estando “fuera de lugar” en una escuela que no los reconoce como propios. Los “otros” concebidos como heteros despiertan sentimientos anudados al temor que implica su presencia amenazante y el temor conduce a una conducta hostil, que muchas veces se enmascara en un discurso de lástima comprensiva y de afecto resignado. ...el problema es que el curso es muy heterogéneo... con todos no podés, si lográs que hagan algo y no molesten a los demás ya es un logro... (doc. secundaria básica) (Nosei, 2012). ...Vos te das cuenta pobrecitos que no entienden nada... da pena... ellos no tienen la culpa de su situación, familias que no ayudan, problemas económicos, pobreza, abandono, en fin... qué podes hacer... que no 381 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales se golpeen... darles un poco del afecto que no tienen... no mucho más que eso, que ya para ellos es mucho... (doc. secundaria básica) (Nosei, 2012). El concepto del “otro” en la escuela quedó anudado al sentido de hetero y, en ese lugar, la escuela devino en frontera límite. El desafío que plantea la extensión de la obligatoriedad con aspiración de justicia educativa implica poner en tensión el concepto de “otro” como hetero para pensar en la génesis de un “otro” diferente, un xenos, como sujeto de derecho y posibilidad, que porta su historia y aporta a la nuestra para construir juntos una realidad diferente. La escuela debe pensarse entonces como un lugar capaz de reconocer y valorar la xenogeneidad. Así, entendida como un lugar de acogida para sujetos vivientes, la escuela se configura como frontera horizonte y destierra la visión paralizante de los sujetos atados a “lo vivido”. A la concepción de heterogeneidad se vinculan los discursos que apelan a la contención, que instan a retener a los alumnos en la escuela, como si el estar ahí, por sí mismo, diera esperanza de inclusión. En la concepción de heterogeneidad, la esperanza (utopía) deja su lugar a la apariencia que disfraza a la agregación con ropaje de inclusión proponiendo actividades que procuran “…mantenerlos ocupados o entretenidos para que no molesten a los otros…” (Nosei, 2012:8), rutinas que renuncian a la construcción de saber y sólo aspiran a ocupar el tiempo presente del sujeto, un presente sin esperanza de futuro. La enseñanza debe tener conocimiento de lo vivido por el sujeto, pero no para victimizarlo, sino para imaginar modos de intervención que consideren los condicionamientos operantes. Una enseñanza capaz de mantener la mirada puesta en la posibilidad de fracturar la concepción de destino para construir conjuntamente ese lugar hoy no existente, un futuro de inclusión. La capacidad de imaginar otros modos de enseñar, otras formas de trabajar en el aula para favorecer la motivación y el aprendizaje significativo depende en gran medida del sentimiento que nos produzca el otro como sujeto. Y aquí recuperamos nuevamente a C. Jung (2005): “Sin el eros/ amor el logos pierde su dinamismo, se convierte en ‘seco racionalismo’ y el eros que no posee logos jamás comprende” (Jung, 2005:30). Varios son los autores contemporáneos que claman por recuperar las palabras desterradas en el ámbito académico con el afán de recuperar con ellas a los sujetos negados de valor y de derechos y así favorecer la inclusión que demanda una sociedad democrática. ...desde la teoría política misma se alzan reivindicaciones respecto del papel de las pasiones. Antes que eliminar las pasiones o relegarlas a la esfera privada para poder establecer un consenso racional, en la esfera pública, una política democrática [...] debe intentar movilizar esas pasiones hacia propósitos democráticos... (Abramowski, 2010:153). 382 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales Las pasiones atraviesan los testimonios de los ingresantes, pasión por ayudar, pasión por comprender, pasión por enseñar, pero su aspiración se limita en la gran mayoría a las paredes del aula: sobre ochocientos noventa y cuatro protocolos analizados, sólo un 7% avizora la práctica educativa como una herramienta capaz de generar un cambio político y social. Esa concepción se visualiza en las respuestas de completamiento a la consigna “la universidad pública prepara profesores para…”: ...Enseñar todo lo que han estudiado y para tratar de cambiar la situación social a través de la educación y el conocimiento... (Nosei, 2012:13). ...Que cambiemos un poco la sociedad... (Nosei, 2012:8). ...Mejorar la educación de hoy en día y seguir construyendo un país alfabetizado y rico en conocimientos aspectos fundamentales para poder vivir (Nosei, 2012:7). ...Enfrentar la realidad y luchar por las desigualdades... (Nosei, 2012:23). En la mirada de los ingresantes, predomina la concepción del otro como xenos, anudada a una intención hospitalaria de ampararlos en el seno del aula, de luchar contra el fracaso y la exclusión escolar proveyéndolos de herramientas cognitivas, movilizados por un eros pedagógico al que aluden bajo el término de vocación. Pero la lucha contra la exclusión debe concebir el ámbito del aula y el trabajo que allí se realiza como una actividad política que aspira a la inclusión genuina en el contexto social. Esta situación se configura como un desafío para la formación docente en la universidad, si es que pretende contribuir a la institución de una escuela como frontera horizonte. Afrontar el compromiso de sostener la pasión y la concepción del otro como un xenos, procurar una formación académica que articule el saber disciplinar y didáctico y favorecer el reconocimiento de la práctica educativa como práctica política representan los objetivos nodales que dieron pie al cambio del Plan de Estudios de las carreras de profesorado de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa. El cambio de plan de estudio demandó un cambio en las formas de trabajo instituidas en el ámbito académico y la necesidad de instituir formas que aseguraran la articulación entre las materias y de la teoría con la práctica. La mesa de las Prácticas Profesionalizantes La apuesta a una formación desde la praxis se efectivizó en el año 2010, a través de la puesta en marcha de la llamada Mesa de las Prácticas, conformada por docentes del campo pedagógico y del campo disciplinar específico. La articulación prescripta en el diseño curricular dio lugar al inicio de una ardua labor, dado que la misma implica la destitución 383 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales de los modos históricos de relación entre cátedras y departamentos y la institución de nuevas modalidades de trabajo. El compromiso asumido por los integrantes de la mesa, en cumplimiento de lo prescripto por el nuevo diseño curricular, se centra en asegurar que los alumnos mantengan la vinculación con el espacio escolar desde el primer año de la carrera. Los modos de articular el material teórico abordado en las cátedras universitarias con el futuro ámbito de desempeño profesional, adquirió múltiples formas: visitas a las escuelas, reconocimiento de los contextos barriales, entrevistas a docentes, padres, alumnos, adecuación del conocimiento académico para su tratamiento en las aulas, lectura y análisis de los contenidos curriculares, etc. La intención es mantener presente a ese “otro”, el alumno de escuela, a lo largo de toda su formación, que sea él su objeto irrenunciable de pensamiento, que en cada materia que aborde no pierda de vista que su propósito debe ser su comprensión profunda como medio insoslayable para sostener sus futuras propuestas de enseñanza. El trabajo de la mesa de las prácticas es permanentemente evaluado por sus integrantes, y puesto a consideración de todos los responsables de la formación de grado a través de informes y relatorías, que dan cuenta, tanto de las acciones realizadas como de la opinión de los docentes y de los alumnos participantes en las mismas. Los resultados de las evaluaciones realizadas por los integrantes de la mesa de las prácticas son coincidentes con los obtenidos por nuestro equipo de investigación: más del 60% de los alumnos de la cohorte 2010 valoró positivamente, al finalizar su primer año de estudio, los prácticos realizados en las diferentes cátedras que anudan el campo disciplinar con el espacio escolar. En estrecha vinculación con la valoración antedicha, el 67% de los ciento treinta y seis protocolos analizados completó la frase “Lo que más me preocupa hoy…”, aludiendo a situaciones de enseñanza: ...ser capaz de motivar en el futuro a mis alumnos para que aprendan con gusto... (Nosei, 2012:I16). ...aprender a enseñar bien... (Nosei, 2012:H21). ...lograr que mis alumnos aprendan... (Nosei, 2012:L11). ...convertirme en un buen profesor y ayudar a los chicos en la escuela... (Nosei, 2012:G8). En las respuestas obtenidas, sigue ausente la consideración de la enseñanza como función política: la preocupación continua centrada en favorecer en los “otros” el aprendizaje de la disciplina en el espacio del aula. A finales de 2011, se volvió a aplicar con el mismo grupo una encuesta semiestructurada a fin de identificar sus concepciones en referencia a la 384 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales carrera elegida luego de dos años de trabajo en la implementación del nuevo plan de estudios. De la lectura y análisis de setenta y dos protocolos, treinta y ocho aluden en sus respuestas a la enseñanza, tanto en referencia a lo “interesante”’ aprendido como a lo “importante” por aprender: ...lo mas interesante que aprendí hasta hoy es como manejarme con los alumnos... (Nosei, 2012:G1). ...sería muy importante aprender en los próximos años como enseñar a dar clases como desarrollarnos en un aula que contacto hay que tener con los alumnos... (Nosei, 2012:G2). ...aprender a enseñar... (Nosei, 2012:I3). ...como dar clase... (Nosei, 2012:H4). En el resto de los protocolos, lo “interesante” y lo “importante” se concentran en el campo disciplinar: ...Lo más interesante fue conocer los pensamientos de los autores importantes de la historia... (Nosei, 2012:H3). ...Los contenidos de fonética... (Nosei, 2012:I12). ...aprender de la disciplina que es lo importante de la carrera... (Nosei, 2012:G6). ...estudiar la disciplina con seriedad... (Nosei, 2012:H8). El trabajo realizado por los integrantes de la Mesa de las Prácticas se evidencia en los protocolos que sostienen la importancia del aprender a enseñar en el proceso de formación. En dichos protocolos, se recuperan como “interesantes y valiosos” los prácticos que les posibilitaron acercarse a su futuro campo profesional: ...las propuestas de tarea que más me motivaron... las visitas a las escuelas... (Nosei, 2012:G1). ...Ir a las escuelas... (Nosei, 2012:I1). ...imaginar clases creativas para incentivar a los alumnos... (Nosei, 2012:H4). ...las que se hicieron con los profesores de formación docente y de la disciplina eso ayuda por que voy a ser una profesora y tengo que aprender a enseñar la materia... (Nosei, 2012:G2). La lectura del material empírico nos estaría señalando que el foco original de los alumnos puesto en la enseñanza se estaría desplazando lentamente hacia los contenidos disciplinares: al inicio de la carrera el 86% señaló a la enseñanza como su principal preocupación, a fin del 2010 la opción se redujo al 66% y al término del ciclo lectivo 2011, el porcentaje disminuyó al 52% del total. La investigación indica que el 385 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales interés principal de los ingresantes que se concentraba mayoritariamente en ser un buen docente, va siendo desplazado por la preocupación de aprobar las materias y el interés de saber mucho de la disciplina. Otro dato importante que surge de la lectura del material recabado es que en ningún protocolo, ni aun en aquellos que siguen enfocando a la enseñanza como preocupación, se recurre a palabras como amor, utopía, pasión, sueño, términos que atravesaron con fuerza sus primeros testimonios como alumnos de la carrera. A modo de síntesis Comprometidos como estamos en custodiar los significados y sentidos que ayudamos a construir y deconstruir en el transcurso de la carrera, no podemos dejar de preguntarnos sobre las razones por las que lo disciplinar gana terreno sobre la enseñanza, sobre el porqué ya no aparecen menciones al amor, la pasión y la utopía y se mantiene el desconocimiento de la naturaleza política de la práctica educativa. En ese marco, se presentiza el peligro de considerar el enseñar como el dar los contenidos a un “alumno” idealizado, no a los alumnos reales, alumnos que se desdibujan a medida que se va perdiendo el contacto con las aulas reales, espacio concreto en el que se manifiestan los problemas de enseñanza y aprendizaje. La pérdida de contacto con el ámbito específico de desempeño profesional podría ser una de las razones por las cuales las dificultades que se presenten a la hora de enseñar los contenidos, no se problematicen sino que se atribuyan a la “heterogeneidad” de los alumnos, quienes devenidos en “obstáculos” sólo generen sentimientos de rechazo ante la imposibilidad de establecer con ellos alguna forma de comunicación. Consideramos que la formación de un profesor debe hacerse en contacto con la escuela, inmersa en la problemática de sus aulas, a fin de conformar en la representación de los estudiantes la preeminencia del otro como un “xenos”, y habilitar la enseñanza como un proyecto definido por la utopía y ser por ello capaz de sostener: ...que se puede, es legítimo y posible acceder a los conocimientos y saberes,.. no existen elegidos [...] la tarea primordial es encontrar, inventar, obtener los medios y la enseñanza [...] es el medio de contener la inseguridad del que aprende, impedir que lo lleve al abandono y mantenerlo en el camino, incluyéndolo en la trama emocional de sostén que ofrece el grupo y [...] la orientación y la ayuda instrumental... (Fernández, 1996:157). La formación académica de un profesor debe recuperar el eros y movilizar las pasiones con el propósito de favorecer el reconocimiento de la existencia del “otro” como sujeto viviente y, desde allí, fortalecer y orientar el trabajo de un profesional de la docencia en su compromiso de lucha contra la desigualdad y la exclusión. Una universidad cuyo 386 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales horizonte es la escuela y sostiene la importancia de articular lo intra con lo interinstitucional, puede devolverle el rostro a ese “otro” desdibujado en el lenguaje formal y responsabilizarse en la búsqueda de alternativas en el espacio del aula que favorezcan la inclusión real sostenida por la apropiación de los saberes socialmente validados. Una formación que ayude a generar un encuentro hospitalario con los otros concebidos como sujetos vivientes, habilitará la utopía de una escuela frontera-horizonte, donde lo vivido no sea un punto de llegada sino el inicio de un viaje esperanzado en la conquista de un mundo más justo y solidario. Bibliografía Abramowski, Ana (2010). Maneras de querer. Los afectos docentes en las relaciones pedagógicas. Buenos Aires: Paidós. De Lajonquiere, Leandro (2000). Infancia e Ilusión (Psico)-edagógica. Escritos de psicoanálisis y educación. Buenos Aires: Nueva Visión. Fernández, Lidia (1996). Instituciones educativas. Dinámicas institucionales en situaciones críticas. Buenos Aires: Paidós. Gentili, Pablo (2011). Pedagogía de la Igualdad. Ensayos contra la educación excluyente. Buenos Aires: Siglo XXI. Jung, Carl (2005). Sobre el Amor. Madrid: Trotta. Malfe, Ricardo (1995). Fantásmata. El vector imaginario de procesos e instituciones sociales. Buenos Aires: Amorrortu. Merieu, Philipe (2009). Carta a un joven profesor. Buenos Aires: Paidós. Noel, Gabriel (2010). La conflictividad cotidiana en el escenario escolar. Una perspectiva etnográfica. San Martín: UNSAM Edita. Nosei, M.C. (dir.) (2012). “La formación de profesores en la Universidad Pública: su compromiso en la construcción de narradores utópicos”. UNLPam. Villavicencio, Susana (2003). Los contornos de la ciudadanía. Buenos Aires: Eudeba. 387 Ir al Índice Bloque 8 Ir al Índice II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales La erosión del discurso logocentrado en Nocturno de Chile (2000) de Roberto Bolaño Laura Fandiño [email protected] Resumen La propuesta de este trabajo es realizar un recorrido por la novela Nocturno de Chile de Roberto Bolaño, que focaliza en los procedimientos puestos en juego para elaborar, desde el corazón del discurso logocentrado, su propia erosión. En tal sentido, partiremos del análisis del protagonista, Sebastián Urrutia Lacroix alias H. Ibacache, cura del Opus Dei, poeta y crítico literario oficial de Chile quien, en una noche de fiebre que le hace presentir su cercana muerte, desata su memoria por medio de un discurso que recupera principalmente los géneros de la autobiografía y la confesión. De esta manera, comienza a erosionar, entre revelaciones y escamoteos, el carácter categórico, universal y esencialista de algunas nociones construidas por la cultura del logos. Será fundamental en este sentido detenernos en la relación entre autor-creador y héroe-personaje en términos de extraposición (Bajtín, 2002) puesto que este aspecto pone en evidencia una subjetividad en la frontera de dos discursos que tensionan la identidad del protagonista. Las metáforas de la peluca –cifrada en el epígrafe de la novela– y de la máscara son centrales para la representación de un discurso en la frontera de los moldes instituidos por la modernidad y la búsqueda de un lenguaje nuevo que se introduce en las grietas y los silencios de dichos moldes. Así, observaremos los modos por medio de los cuales la novela cuestiona algunas nociones del paradigma moderno, como las de patria, estadonación, identidad, género, clase, raza y canon literario, en cuya base operó la ideología del unum por fuera de la cual se ubicaba lo otro, lo bárbaro y lo monstruoso. Estas configuraciones discursivas de la novela muestran la base ideológica sobre la que operó la violencia política (la dictadura de Augusto Pinochet) y literaria (la configuración del canon nacional). El lenguaje de los universales categóricos construidos por la modernidad occidental permeó todos los ámbitos del saber, lo que puede rastrearse en la base de prácticas económicas, políticas, históricas como también literarias. En este sentido, cumplió una función clave en el continente americano la conformación de la ciudad letrada (Rama, 1995) en términos de reproducción de una ideología 389 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales que servía a la concentración de poder de los colonizadores. Señaló Ángel Rama: Para llevar adelante el sistema ordenado de la monarquía absoluta, para facilitar la jerarquización y concentración del poder, para cumplir su misión civilizadora, resultó indispensable que las ciudades, que eran el asiento de la delegación de los poderes, dispusieran de un grupo social especializado, al cual encomendar esos cometidos. Fue también indispensable que ese grupo estuviera imbuido de la conciencia de ejercer un alto ministerio que lo equiparaba a una clase sacerdotal. Sino el absoluto metafísico, le competía el subsidiario absoluto que ordenaba el universo de los signos, al servicio de la monarquía absoluta de ultramar (Rama, 1984:31). Nocturno de Chile, novela de Roberto Bolaño publicada en 2000, refracta a través del protagonista y su círculo la crisis de este sistema por medio del resquebrajamiento de la cultura del logos. En efecto, Sebastián Urrutia Lacroix alias H. Ibacache, sacerdote del Opus Dei, crítico literario, poeta y docente es un ferviente representante de dicha cultura pero, en una noche de enfermedad en que presiente su cercana muerte, es interpelado por el personaje llamado joven envejecido y su respuesta, entre el relato autobiográfico y la confesión, da lugar a la producción de una memoria otra. Esto es, si bien el protagonista pertenece a las esferas oficiales del poder letrado, los registros genéricos elegidos por Bolaño habilitan la artistización de la memoria privada del cómplice con el poder dictatorial. Así, desde el corazón del poder religioso y literario, este héroe en conflicto pone de manifiesto a lo largo de todo su discurrir aspectos interdictos de los relatos oficiales de la memoria que integran cuestionamientos a las esferas que detentan el poder. De allí el epígrafe de El satiricón de Petronio “Quítese la peluca”1. En efecto, la palabra del cura produce, entre revelaciones y escamoteos, un desenmascaramiento de las connivencias entre los ámbitos del poder literario y político que erosiona al mismo tiempo una visión de mundo forjada en la aceptación acrítica de los marcos impuestos por el relato de la modernidad. Es posible constatar, entonces, que la palabra del protagonista se trama en la frontera de dos discursos encontrados, el de la modernidad y aquel que busca salir de las sombras y se revela parcialmente por las hendiduras que el primero no puede ocultar. Por eso, la instancia de representación de la conciencia de Urrutia Lacroix es clave; en tal sentido, se destaca el trabajo de extraposición (Bajtín, 2002) por medio del que la conciencia creadora busca aprehender una versión de la memoria sobre el pasado traumático dejado por la dictadura de Augusto Pinochet desde una perspectiva que no es la de la víctima del poder represivo sino la del colaborador y cómplice. 1 La cita alude también al final de una obra teatral, cuando los actores se quitan la peluca. En este sentido, el protagonista se “quita la peluca” porque cree que ha llegado el final de su vida. Así leemos al comienzo de la novela: “Ahora me muero, pero tengo muchas cosas que decir todavía” (Bolaño, 2000:11). 390 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales En la década del cincuenta del siglo XX, Urrutia Lacroix se ordena sacerdote y se inicia, bajo el auspicio del famoso y aristocrático Farewell, como crítico literario. El conservadurismo del protagonista como sacerdote halla continuidad y prolifera en su visión del canon literario. Para él, que se convierte en “el” crítico literario en la década del setenta, la crítica es “un esfuerzo dilucidador de nuestra literatura”, “un esfuerzo razonable”, “civilizador”, “de tono comedido y conciliador” (Bolaño, 2000:37), es decir, el protagonista está convencido de que su tarea es, como señala Rama, ejercer un alto ministerio en pro de la civilización de su patria. La literatura para Ibacache está conformada por los clásicos, a quienes lee durante el gobierno de Salvador Allende como modo de evadirse de la efervescencia social que vive como ruido y caos; también por los movimientos literarios y autores consagrados por las historias de la literatura: ...la lectura de los griegos y latinos, la lectura de los provenzales, la lectura del dolce stil novo2, la lectura de los clásicos de España y Francia e Inglaterra, ¡más cultura!, ¡más cultura!, la lectura de Whitman y de Pound y de Eliot, la lectura de Neruda y Borges y Vallejo, la lectura de Victor Hugo, por Dios, y la de Tolstoi (Bolaño, 2000:122-123). En cuanto al círculo restringido de la literatura nacional, aparte de lo consagrado por la historia, el principal exponente es Pablo Neruda. Sin embargo, el protagonista quien se quiere presentar como un crítico liberal, hace también reseñas críticas de las producciones de los jóvenes escritores de la escena nacional aunque éstos sean de izquierda porque, sostiene, “La literatura es la literatura” (Bolaño, 2000:130). Este enunciado es clave puesto que canaliza una concepción de la creación donde la literatura vive de espaldas al contexto en que se produce y a la inscripción del autor en determinada posición ideológica. Así, el protagonista busca configurar una imagen de sí como intelectual liberal3. Ahora bien, la palabra de Urrutia Lacroix, saturada de referencias a la patria4 que actualiza el discurso esencialista del XIX sobre la identidad y el ser nacional, alcanza también la cartografía del canon literario por él propuesto. En esta configuración, el héroe opera exclusiones que quedan evidenciadas porque precisamente todo su discurrir memorioso es una réplica a la palabra procaz del joven envejecido. En uno de los momentos de la novela, se pone en evidencia que este personaje, algunos de cuyos 2 3 4 Cursiva en el original. Otro aspecto de la hipocresía de Ibacache respecto de su labor como crítico se revela en la referencia a una novela que pondera bastante, Palomita blanca de Lafourcade, aun cuando la considera “una novelita que no valía nada” (Bolaño, 2000:98). En este sentido, consignamos los siguientes enunciados: “deleitable fruto de la patria” (Bolaño, 2000:22); “la oscura dignidad de la patria” (Bolaño, 2000:23); “un pobre clérigo en las vastedades de la patria” (Bolaño, 2000:24); “los despejados cielos de la patria” (Bolaño, 2000:34); “la memoria patriótica del zapatero” (Bolaño, 2000:57); “el río más caudaloso de la patria” (Bolaño, 2000:69); “los periódicos de la patria” (Bolaño, 2000:94); “los escritores de mi patria” (Bolaño, 2000:146), entre otros. 391 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales datos coinciden con la biografía de Roberto Bolaño, es también escritor, pero su escritura, que no es una alabanza a la patria como la de Neruda ni responde a lo que el protagonista entiende como alta literatura, es inmediatamente desechada como parte del canon. Confiesa Ibacache: “Yo he leído sus libros. A escondidas y con pinzas, pero los he leído” y lo que en ella encuentra es Errancia sí, peleas callejeras, muertes horribles en el callejón, la dosis de sexo que los tiempos reclaman, obscenidades y procacidades, algún crepúsculo en el Japón, no en la tierra nuestra, infierno y caos, infierno y caos, infierno y caos (Bolaño, 2000:24). En este enunciado se inscriben algunas de las razones por las que el crítico desecha del canon la producción del joven envejecido; uno de los aspectos de este rechazo remite a los géneros que tienen a la violencia como tema; en este sentido, podemos considerar el policial y el terror, presentes en varios textos de Bolaño. También es posible advertir la referencia a la pornografía y a una literatura que recuerda a la de la vanguardia infrarrealista, uno de cuyos líderes fue nuestro autor. Tanto la actitud irreverente del joven envejecido como los temas de su literatura recuperan sesgadamente la actitud de provocación y rechazo de los infrarrealistas frente a los padres literarios y al canon en general. Además, este grupo de jóvenes cuestionó implacablemente a los escritores que mantenían estrechas vinculaciones con el poder político como diplomáticos o en otras funciones de estado así como en la novela son el protagonista, Neruda y Salvador Reyes. Otra idea clave de los infrarrealistas era hacer del arte y la vida “una-sola-cosa”, como expresa Bolaño en el primer manifiesto de este movimiento. Y, en efecto, el protagonista de NDC no hace más que desvincular la esfera de la vida y la de la literatura; aspecto éste por medio del que se elabora su minusvalía moral. Por otra parte, en la cita es posible advertir otro cuestionamiento que Ibacache realiza de la escritura del joven envejecido y es que su literatura no refiere al suelo natal, enunciado en que se inscribe el nacionalismo del sacerdote que entroncará durante la dictadura con el discurso del amor a la patria y las misiones que se deben llevar adelante para asegurar su salvación. En el caso del protagonista, la misión secreta será dictar clases de marxismo a Augusto Pinochet y a su cúpula. Entonces, Urrutia Lacroix sabe que existe otra literatura, pero él no la reconoce porque expresa precisamente aquello que el relato de la modernidad ha mantenido acallado y en la sombra porque desordena el orden de los signos que la ciudad letrada busca imponer y sostener para mantener el statu quo. El cura, representante y embajador de una visión de mundo moderna no puede, en consecuencia, integrar esta literatura, esa voz otra y prácticamente inaudible del joven envejecido, en el canon nacional porque se trata de la versión de alguien que no está con la historia, sino 392 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales que va, precisamente, a contrapelo de ella: “Poco puede uno solo contra la historia. El joven envejecido siempre ha estado solo y yo siempre he estado con la historia” (Bolaño, 2000:148). La visión elitista de Urrutia Lacroix, vehiculizada en su fascinación por los aristócratas, la elegancia y los personajes que habitan las esferas del poder político (Augusto Pinochet y la cúpula) y literario (Farewell, Pablo Neruda, Salvador Reyes) se traduce también en una visión de mundo construida sobre la base de las oposiciones civilización/barbarie y naturaleza/cultura. En tal sentido, es posible advertir que la novela recupera fragmentos del discurso literario del romanticismo en el continente. Así, la descripción de la naturaleza que realiza el protagonista se cruza con referencias a la patria en el episodio en que relata su primera visita a Lá-Bas, el fundo de Farewell donde conoce a Neruda.5 La parodia de la escena –y entiendo parodia en el sentido bajtiniano- radica que en ella es posible advertir dos orientaciones ideológicas contrapuestas; la del héroe que vive con orgullo y admiración el encuentro con Neruda y la del autor-creador que a través de algunos guiños se burla de la escena (como cuando le hace decir a Urrutia Lacroix que al ver a Neruda se quedó con una patita en el aire, como una de las estatuas ecuestres que había en el jardín de la casa del fundo). Atendiendo a la dimensión cronotópica de la novela, la casa del fundo de Farewell inscribe desde la visión del protagonista el valor de la civilización. En medio de la noche de Chile, léase de la ignorancia que se expande más allá del jardín donde comienza la naturaleza salvaje, la casa se le figura como un trasatlántico iluminado en la noche. La barbarie se ubicará para Urrutia Lacroix en los ranchos y en los campesinos, obreros del fundo. Esta visión del otro como bárbaro se advierte en las alusiones que hace el narrador acerca de que no se les entiende cuando hablan, en la pobreza, en los hábitos. También el campesino es ubicado por el protagonista en el linde de lo inhumano y lo monstruoso. A través de la animalización, alude metonímicamente a un campesino que lo salva de una caída; en lugar de su mano se refiere a “su zarpa” (Bolaño, 2000:32). Se observa también un aspecto clave en la consideración del otro como ser inferior que se realiza por medio de una descripción de tinte naturalista: Recuerdo que bebí su rostro hasta la última gota intentando dilucidar el carácter, la psicología de semejante individuo. Lo único que queda de él en mi memoria, sin embargo, es el recuerdo de su fealdad. Era feo y tenía el cuello extremadamente corto. En realidad todos eran feos. Las campesinas eran feas y sus palabras incoherentes... (Bolaño, 2000:33). 5 En el fragmento en que el protagonista recuerda cómo conoció a Pablo Neruda, expresa: “Ahí estaba Neruda y unos metros más atrás estaba yo y en medio la noche, la luna, la estatua ecuestre, las plantas y las maderas de Chile, la oscura dignidad de la patria” (Bolaño, 2000:23). 393 II Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el Cono Sur. Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales De modo similar a lo que ocurre con los campesinos, el desprecio del protagonista por aquellos que pertenecen a otra clase social se reitera en la escena del café Haití, “...un sitio infecto en donde se juntan todos los canallas que trabajan en el centro de Santiago...” (Bolaño, 2000:76). La condición de clase de la clientela del bar se manifiesta a través del prefijo “vice” que señala las funciones que ocupan: “vicegerentes, vicedelegados, viceadministradores, vicedirectores” (Bolaño, 2000:76). “Canallas”, “masa de hombres”, “populacho” y “cerdos” es la gradación que se observa en el discurso del protagonista respecto de quienes él considera seres inferiores. Esto se aprecia particularmente en el siguiente pasaje: Y hacia ese antro me vi arrastrado, yo, un hombre que ya tenía de alguna manera un nombre, que de hecho tenía dos nombres, y renombre, y algunos enemigos y muchos amigos...” (Bolaño, 2000:77). Este “otro” inferior de acuerdo con las expresiones del protagonista es caracterizado, al igual que los campesinos, a través del lenguaje; el cura intenta oír de qué hablan los hombres en el café y expresa: “Sólo escuché palabras aisladas, el tono chileno, palabras que nada significaban pero que en sí mismas contenían la chatura y la desesperación infinita de mis compatriotas” (Bolaño, 2000:78). Otro de los aspectos del relato moderno que es puesto en crisis en la novela atiende a la sexualidad. Algunas zonas refieren a la homosexualidad de Farewell, quien la manifiesta con frecuencia, y a la del protagonista; pero Urrutia Lacroix reprime y niega su condición homosexual pues cuando el joven envejecido le grita que es “opusdeísta” y “maricón”, admite su pertenencia al Opus Dei pero no ocurre lo mismo con su orientación sexual. En este sentido, el motivo de la sotana, mencionado en numerosas partes de la novela, opera como investidura de un cuerpo que se quiere casto y como dispositivo de sujeción a una norma que se encuentra reñida con los deseos del héroe. De este modo, se produce un resquebrajamiento del relato normativo de la modernidad en que lo aceptable es la heterosexualidad. La novela trabaja en este sentido deconstruyendo la relación que la tradición, sobre todo la cristiana, ha establecido entre cuerpo y moral. En efecto, para Urrutia Lacroix reprimir su deseo bajo la sotana y con rezos es un modo de ajustarse a la moral; sin embargo, sus complicidades, silencios y colaboracionismo con el poder autoritario no lo conducen a un reconocimiento de su culpa por sus actos u omisiones inmorales. Las diferentes imágenes de salones en la novela actualizan una tradición en que la literatura se halla circunscripta a los círculos restringidos primero de la aristocracia, luego de la burguesía; tanto en Europa como en América era
© Copyright 2024 ExpyDoc