TOXICOLOGÍA DE PLAGUICIDAS 2015

Toxicología de los Alimentos
2014
Toxicología de Plaguicidas
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TOXICOLOGÍA DE PLAGUICIDAS
Denominamos plaguicida a toda sustancia química, natural o sintetizada, utilizada en la agricultura para
controlar los diversos organismos perjudiciales, a excepción de los productos de uso en veterinaria.
Clasificación de los plaguicidas
La heterogeneidad de este vasto conjunto de productos dificulta cualquier intento de clasificación. Algunos
autores separan los plaguicidas minerales de los orgánicos, los cuales se subdividen en organofosforados,
organoclorados, carbamatos, etc.
Otros autores prefieren clasificar los productos dentro de cada categoría: insecticidas, herbicidas,
fungicidas, etc. Tenemos en este caso varias posibilidades según el criterio considerado:





según el modo de penetración del producto en el organismo perjudicial; distinguimos entonces los
insecticidas de contacto, los insecticidas de ingestión, los insecticidas de inhalación (fumigantes) y los
insecticidas sistémicos que son absorbidos por los vegetales, que desarrollarán a su vez una savia
tóxica para el insecto. Del mismo modo separamos los herbicidas de contacto que sólo destruyen las
partes del vegetal que han entrado en contacto con la sustancia, los herbicidas de translocación interna,
absorbidos por las raíces o las hojas y que se distribuyen en la planta, y los herbicidas residuales que
se aplican en el suelo, donde persisten bastante tiempo antes de penetrar en el vegetal en el momento
de la germinación.
según el efecto obtenido, puede afectar a un gran número de especies (insecticidas o fungicidas de
amplio espectro, herbicidas totales) o un número más reducido de especies (productos selectivos o
específicos).
según la actividad biológica, hablamos entonces de compuestos de acción puramente física
(destrucción de cutículas, obturación de poros) o de productos de acción fisiológica o bioquímica
(perturbación de procesos metabólicos fundamentales).
según se utilicen en tratamientos preventivos (profiláctico) o en tratamientos curativos (terapéutico), de
efecto local (tópico) y general (sistemático).
según el momento de aplicación; básicamente es el caso de los herbicidas que pueden clasificarse en
herbicidas de pre siembra y de pre o postemergencia.
Mecanismos de acción de los Plaguicidas
1. Insecticidas
Los mecanismos de acción de los insecticidas pueden ser por un lado “venenos físicos” como los polvos
deshidratantes o como los aceites que obturan los conductos respiratorios provocando la asfixia y por otro
lado “venenos bioquímicos” que alteran las reacciones metabólicas vitales.
Algunos ejemplos:
a) Insecticidas organoclorados y piretroides: su mecanismo de acción no es del todo conocido, pero la
mayoría actúan sobre el sistema nervioso, alterando el transporte de iones de sodio y potasio,
desorganizando los potenciales de las membranas.
b) Insecticidas organofosforados y carbamatos: se produce una inhibición de la acetilcolinesterasa, con la
consecuente acumulación de acetilcolina a nivel de puntos activos del insecto, ácaro o nematodo.
c) Insecticidas inhibidores de formación de quitina, se les suele llamar “reguladores de crecimiento” de los
insectos, ya que al interferir la producción de quitina en los períodos de muda, la cutícula no puede
resistir la presión de turgencia, produciendo lesiones que causan la muerte; si bien los adultos no son
afectados, sus posturas no eclosionan o bien originan larvas afectadas.
d) Insecticidas de origen vegetal: la mayoría son tóxicos del sistema nervioso, las piretrinas inhiben la
conducción de sodio y potasio en las fibras nerviosas. Los nicotinoides (como la nicotina) actúan como
sustituyentes de la acetilcolina o sea, que el nervio aceptor, es incapaz de distinguir entre la nicotina (o
análogos) y la acetilcolina. Los rotenoides inhiben la oxidación del NAD.
Gran número de insecticidas organoclorados, organofosforados y carbamatos ejercen además otras
acciones tóxicas secundarias actuando sobre enzimas oxidasas, fosforilasas, deshidrogenasas, etc.
2. Herbicidas
Es importante diferenciar las manifestaciones externas de los herbicidas (deformaciones, clorosis,
amarillentamientos, etc.) que son efectos secundarios derivados de desequilibrios causados al afectar
funciones esenciales de la célula vegetal.
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Herbicidas pertenecientes a distintos grupos químicos pueden tener el mismo mecanismo de acción,
veamos algunos ejemplos:
a)
b)
c)
d)
Herbicidas activos sobre respiración celular como los derivados fenólicos.
Herbicidas que bloquean la fotosíntesis: aminotiazol, triazinas.
Herbicidas que alteran síntesis de proteínas, aminoácidos y ácido nucleicos: fenoxiderivados y glifosato.
Herbicidas que modifican la división celular: fenoxiderivados y carbamatos.
3. Fungicidas
Al igual que los herbicidas, diferentes familias químicas pueden tener similares mecanismos de acción.






Fungicidas que interfieren en la respiración
- alquilditiocarbamatos
Fungicidas que interfieren con el crecimiento y desarrollo del hongo (inhibición de la división celular).
- bencimidazoles: inhiben mitosis por no formación de microtúbulos.
- procimidone: inhibe mitosis.
- iprodione: inhibe síntesis de DNA y de lípidos.
- vinclozolin: inhibe la formación de la pared celular.
Fungicidas que inhiben biosíntesis del ergolesterol:
- morfolinas:
- formamidas
- pirimidinas
- triazoles
Fungicidas que actúan sobre la biosíntesis de ácidos nucleicos: Inhiben polimerasa en síntesis de ARN.
- acilalaninas: metalaxil, belanaxil.
Fungicidas de acción no específica: multisitio.
- etilenbisditiocarbamatos: permeabilidad celular, inhibición de enzimas tiólicas, no
fosforilación oxidativa.
- ftalamidas: inhibición de enzimas tiólicas y de enzimas respiratorias en ciclo de Krebs.
Fungicidas de acción poco conocida:
- azufre: compite con oxígeno como aceptor de electrones en la cadena respiratoria.
- fosetil aluminio: estimula la producción de sustancias de defensa en el huésped por
acción del ácido fosforoso.
4. Otros biocidas
a) Rodenticidas: la mayoría son anticoagulantes por bloqueo de la vitamina K1, impidiendo la síntesis de la
protrombina.
b) Helicidas como el acetaldehido que altera el metabolismo del agua en los caracoles y babosas.
c) Los nematicidas tienen mecanismo de acción comparables con los insecticidas.
TOXICIDAD DE LOS PLAGUICIDAS – PELIGROSIDAD PARA EL HOMBRE
La toxicidad de los plaguicidas dependen de diversos factores, como pueden ser, la Dosis Media (DL 50), su
concentración en la formulación, el vehículo que acompaña al activo (kerosene, xileno, etc.), el tipo de
formulación, la forma y medios de aplicación (fumigación, espolvoreo, pulverización, etc.) y condiciones de
aplicación. Pero el factor más importante que condiciona la toxicidad depende de la vía de penetración del
producto y su posterior efecto en el organismo.
La penetración por vía respiratoria se presenta cuando el procedimiento de uso del plaguicida determina la
formación de partículas sólidas que pueden ser inhaladas, o cuando los plaguicidas utilizados son volátiles.
Es la más peligrosa, ya que el aire de los pulmones y la sangre circulante están en contacto directo con el
plaguicida.
La penetración por vía dermal es la ruta de contaminación profesional más frecuente, ya que se está
expuesto a salpicaduras, derrames, rociaduras o goteras; depende de la afinidad del producto
(liposolubilidad) por la barrera cutánea, del estado de la piel y de la superficie expuesta.
La vía oral es la ruta menos probable de entrada con un uso racional del plaguicida, pero puede ser causa
de intoxicación accidental (almacenamiento inapropiado, ingestión de alimentos contaminados, confundirlos
con bebidas, fumar con las manos sucias, niños que se lo lleven a la boca, etc.), intentos de suicidios,
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motivos criminales, entre otros. Sí debe ser tenida en cuenta en el caso de ingestiones repetidas de
pequeñas cantidades.
Finalmente factores como edad, sexo, factores genéticos, enfermedades previas, etc. pueden modificar
considerablemente la toxicidad de los plaguicidas.
Una vez dentro del organismo, los tóxicos pueden ser eliminados normalmente por el aire respirado, las
heces o la orina. En la mayoría de los casos sufren previamente una metabolización, especialmente en el
hígado; a pesar de que generalmente estas transformaciones terminan en productos hidrosolubles, menos
tóxicos y por lo tanto fácilmente eliminables; en algunos casos pueden formarse metabolitos intermedios
más tóxicos o reactivos que el producto original. Estos productos y/o sus metabolitos pueden almacenarse
en ciertos órganos o tejidos como el adiposo, donde se concentran fácilmente, por ejemplo los
organoclorados.
Distintos tipos de Toxicidad
La toxicidad se mide a través de diferentes parámetros:
Dosis Letal Media (DL50), que representa la cantidad de sustancia necesaria para matar el 50% de los
animales de un lote experimental. Se expresa en mg o g del producto por kg de animal; sólo es válida para
la especie ensayada (rata, conejo, perro, gato, excepcionalmente mono, etc.) y para una determinada vía de
administración (oral, respiratoria, dermal). Es un dato que nos permite prever la toxicidad de un producto; en
el hombre es sólo una indicación parcial de la toxicidad aguda, no nos proporciona información sobre la
toxicidad crónica. Este parámetro nos ha permitido efectuar una clasificación de los productos según su
toxicidad aguda:
CLASE
Ia
Sumamente
peligroso
Ib
Muy
peligroso
II
Moderadamente
peligroso
III
Poco peligroso
IV
Normalmente no
ofrecen peligro
SÍMBOLO
PICTÓRICO Y/O
COLOR
calavera, tibias y
rombo.
Rojo
calavera, tibias y
rombo.
Rojo
Cruz de
San Andrés
Amarillo
DL50 AGUDA (ratas) mg/kg peso corporal
POR VÍA ORAL
POR VÍA CUTÁNEA
SÓLIDO
LÍQUIDO
SÓLIDO
LÍQUIDO
5 o menos
20 o menos
10 o menos
40 o menos
5 hasta 50
20 hasta 200
10 hasta 100
40 hasta 400
50 hasta 500
200 hasta 2000
100 hasta 1000
400 hasta 4000
Azul
500 hasta 2000
2000 hasta
3000
más de 1000
más de 4000
Verde
más de 2000
más de 3000
Concentración Máxima Admisible (CMA) Indica la concentración máxima aceptable de un plaguicida en la
atmósfera de los lugares de trabajo, se expresa en mg/m 3, mg/l, ppm.
RESIDUOS DE PLAGUICIDAS EN ALIMENTOS
El uso de plaguicidas trae como consecuencia la aparición de residuos que dichos productos dejan sobre
los vegetales en el momento de cosecha y que pueden ocasionar efectos tóxicos en los seres vivos.
No debemos confundir “residuos” de plaguicidas con “contaminación” de plaguicidas. El residuo es
consecuencia directa del tratamiento aplicado sobre los cultivos, mientras que la contaminación no es
intencional, sino consecuencia indirecta de tratamientos que pueden contaminar la atmósfera, ríos, suelos,
etc. aunque la aplicación no haya sido dirigida expresamente sobre ellos.
Cuando aplicamos un plaguicida se origina sobre el vegetal un depósito que en el tiempo se transformará
en residuo.
Depósito: es la cantidad de plaguicida que queda sobre el vegetal, inmediatamente después de su
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aplicación, se expresa en g/cm .
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Residuo: es la porción de plaguicida, metabolitos, coadyuvantes de la formulación, que quedan sobre el
vegetal luego de la cosecha, se expresa en ppm con respecto al peso de la muestra fresca o industrializada.
Otro parámetro usado en Toxicología es el Límite máximo de residuos (LMR) que es la cantidad máxima
de residuo de determinado plaguicida sobre determinado producto vegetal que la ley tolera, para que ese
producto pueda ser comercializado y consumido.
Para la determinación de los LMRs se sigue un doble criterio: toxicológico y agronómico, pues se pretende
conjugar la protección de la salud del consumidor con una eficaz defensa de los cultivos contra plagas y
enfermedades.
Según el criterio toxicológico, se determina en primer lugar el Nivel sin efecto tóxico observable (NISETO)
en dos especies distintas de animales de experimentación en laboratorio (ratas, perros, etc), durante 2-3
años. Se busca la cantidad máxima que estos animales puedan consumir cotidianamente sin efectos
nocivos observables; para extrapolar este dato al hombre (que se considera como la especie más sensible)
se divide al valor por 10, y para incluir las variaciones individuales y los casos especiales (embarazadas,
niños, grupos de mayor riesgo) se divide nuevamente al valor por 10, obteniendo de esta forma la Ingesta
diaria admisible (IDA), que representa la "cantidad de residuo de cada plaguicida que ingerida diariamente
durante una vida entera no presenta riesgos apreciables según los conocimientos que actualmente se
poseen". O sea que el IDA es una centésima parte de la dosis máxima que provoca efectos nocivos en las
especies animales estudiadas. Se expresa en mg/kg de peso corporal. Esta IDA permite, con muy alta
probabilidad, garantizar que a esta dosis el producto no será nocivo, pero nunca podrá afirmarse con una
absoluta certeza. Distribuyendo esta cantidad entre todos los alimentos que son susceptibles de contener
residuos del plaguicida en cuestión teniendo en cuenta su participación en la dieta media, se calcula el
"nivel permisible" expresado en mg/kg del producto vegetal.
Paralelamente, desde el punto de vista agronómico se efectúan ensayos de campo con el plaguicida en
cuestión en aquellos cultivos en los que se propone su uso, según los criterios de las "Buenas Prácticas
Agrícolas", es decir, utilizando al plaguicida en las condiciones necesarias y suficientes para lograr controlar
eficazmente la plaga en estudio, pero con el menor empleo posible del plaguicida (menor dosis eficaz,
período de espera prudencial hasta la cosecha, adecuada tecnología de aplicación, etc.), con el fin de que
la cantidad de residuo obtenida sea mínima.
Luego en laboratorio se determinan los residuos que quedan realmente en el momento de la cosecha y el
contenido en residuos ha de ser inferior al "nivel permisible" toxicológicamente. Este nivel de residuos que
queda en el momento de la cosecha empleando el plaguicida en las condiciones indicadas, y siempre que
no supere el "nivel permisible" es el que se toma como LMR.
Es decir, que los LMRs se toman más bien en función de criterios agrícolas (son un índice de la utilización
correcta del plaguicida), pero de forma que con todos los usos permitidos del plaguicida no se supere la
IDA, teniendo en cuenta la composición de la dieta media.
La determinación de los LMR la realizan los distintos gobiernos de cada país, ellos utilizan los datos
aportados por la FAO/OMS (Organización Mundial de la Salud y Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación). Cada principio activo debe estar inscripto en un organismo fiscalizador, en
nuestro país es el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria).
Curva de Degradación de un Plaguicida
Residuo
(ppm)
LMR
TC
Tiempo (días)
Las curvas de degradación de los plaguicidas recomendados en cada cultivo, nos permiten conocer como
va variando el contenido de los mismos en el tiempo y determinar el tiempo necesario para que el valor de
residuo alcance o sea inferior al LMR, permitido por la legislación. De esta forma podemos averiguar el
plazo de seguridad o tiempo de carencia (TC) que es el plazo mínimo en días que tiene que transcurrir
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entre el momento de aplicación de un plaguicida y el momento de cosecha o de utilización del cultivo tratado
(recolección de frutos, cosecha de granos, pastoreo, etc.). Es de fundamental importancia respetarlo para
que las concentraciones de residuos que puedan dejar los productos fitosanitarios aplicados, se encuentren
dentro de los límites aceptables, ya sea para consumo humano como animal. Para ciertos productos, por
sus características o por el momento o forma de aplicación no tienen TC, por ejemplo herbicidas de
preemergencia, nematicidas empleados previo a la plantación de ajo, fumigación de sustratos, entre otros.
Los plazos de seguridad de un plaguicida varían según el cultivo y la zona ecológica. También es
importante el destino de la cosecha, como ocurre con varios fungicidas utilizados en vid para vinificación, en
el que el plazo de seguridad fijado es mayor que para consumo fresco o elaboración de mosto, debido a que
un exceso de residuos podría perturbar la fermentación.
Críticas a la determinación de los límites máximos de residuos y tiempo de carencia
Teniendo en cuenta los importantes factores de seguridad que se aplican para la obtención de estos
parámetros, se considera que la salud de los consumidores se encuentra razonablemente protegida,
aunque por supuesto, no den unas garantías absolutas, ya que pueden hacerse varias críticas a esta forma
de determinación:

Los ensayos sobre animales se hacen durante un período de 2-3 años, por lo que los efectos a más
largo plazo no se ponen de manifiesto.

Según las especies o razas de animales empleadas en los ensayos puede variar el NISETO y por lo
tanto la IDA.

Los LMRs se calculan para cada plaguicida individualmente, pero no se considera el posible efecto
aditivo o incluso de interacción al consumir simultáneamente varios residuos.

Se toma como base para el cálculo la dieta media, pero no se consideran dietas extremas como la de
los vegetarianos.
Dejando aparte estas críticas al aspecto toxicológico de los LMRs, desde el punto de vista agronómico nos
encontramos con que distintos países pueden tener distintos criterios sobre las "buenas prácticas agrícolas",
lo que conduce a diferencias notables en los LMRs para un mismo plaguicida en el mismo producto vegetal.
O incluso que en un mismo país para un determinado plaguicida se homologue su uso en cierto cultivo y se
le asigne un LMR, y en cambio en un cultivo próximo, la empresa fabricante no solicite su homologación,
con lo que al no fijársele LMR y TC no se toleren en absoluto residuos de ese plaguicida.
Conclusiones
A pesar de esas aparentes contradicciones y vacíos existentes en la legislación, lo cierto es que el
productor tiene que cumplir la legislación vigente. Para ello pueden serle útiles las siguientes
recomendaciones:
1. Tratar con productos químicos sólo cuando sea estrictamente necesario, es decir, cuando no exista
alternativa de otro tipo para el control del problema: biológica, física, cultural, genética, etc. y el nivel de
población de la plaga o las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de la enfermedad
sobrepasen los "umbrales de tolerancia". Se trata de evitar tratamientos químicos indiscriminados, que
no quiere decir evitar tratamientos preventivos que deben efectuarse, pero sólo cuando las
circunstancias lo aconsejen.
2. Elegir bien el plaguicida a emplear. En primer lugar deberá estar autorizado para el cultivo en cuestión.
Muchos problemas de residuos surgen por el empleo de plaguicidas no autorizados. De los autorizados
habrá que elegir los más adecuados, teniendo en cuenta su eficacia, costo, efectos secundarios y
persistencia de sus residuos. Conviene alternar el uso de materias activas distintas para evitar efecto
acumulativo de los residuos y prevenir la aparición de resistencias. También hay que cuidar la elección
de la formulación, ya que hay formulaciones especiales que aumentan el poder residual.
3. No sobrepasar la dosis indicada en el marbete.
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4. Elegir la técnica de aplicación más adecuada, según la plaga o enfermedad a combatir. En ocasiones
será suficiente tratar sólo focos, en otras bastará con pulverizaciones o el empleo de cebos
envenenados, que tienen menor impacto ambiental y menor riesgo de residuos.
5. Se cuidará especialmente el momento de la aplicación: deberá realizarse en el momento de máxima
vulnerabilidad de la plaga para conseguir el mayor efecto posible, pero respetando siempre el plazo de
seguridad mínimo a transcurrir entre tratamiento y la cosecha para evitar problemas de residuos.
Normalmente los problemas de residuos surgen cuando:





Se emplean plaguicidas no autorizados.
Se sobrepasa la dosis recomendada.
No se respeta el plazo de seguridad entre tratamiento y cosecha.
Se repite el tratamiento con el mismo plaguicida en breves intervalos de tiempo con efecto acumulativo.
Se emplean técnicas inadecuadas de aplicación.
Por ello si se siguen las anteriores recomendaciones, que en cada caso vienen especificadas en la etiqueta
del formulado, no debe haber problemas de residuos si la producción se destina al mercado interior.
En el caso de que vayan destinadas a la exportación se deberían conocer los LMRs del país importador. Si
coinciden con el argentino o son superiores, no deben presentarse problemas de residuos cumpliendo las
especificaciones del marbete. Si fueran inferiores o no existieran habría que hacer otras consideraciones o
emplear otras estrategias.
BIBLIOGRAFÍA
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CASAFE – 2000 – Uso seguro de productos fitosanitarios y disposición final de envases vacíos” –
CASAFE
Cucchi, N. y Becerra, V. – 1997 – Manual sobre el uso correcto de pesticidas – INTA, ISCAMEN,
Mendoza, Argentina.
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Derache, R. – 1990 – Toxicología y Seguridad de los Alimentos – Ediciones Omega, Barcelona.
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