Declaración de Joseph S. Blatter

DECLARACIONES DEL PRESIDENTE DE LA FIFA JOSEPH S. BLATTER
He reflexionado profundamente sobre mi presidencia y los cuarenta años en los que mi vida ha
estado inextricablemente unida a la FIFA y al grandioso deporte que es el fútbol. Aprecio a la
FIFA más que a cualquier otra cosa y quiero solo lo mejor para ella y para el fútbol. Me sentí
obligado a presentarme a la reelección, puesto que creí que era lo mejor para la institución. La
elección terminó, pero no así los retos que enfrenta la FIFA. La FIFA necesita una reforma
profunda.
Aunque tengo un mandato de los miembros de la FIFA, no siento que este mandato lo haya
conferido todo el mundo del fútbol, es decir, los seguidores, los futbolistas, los clubes, la gente
que vive, respira y ama el fútbol tanto como todos nosotros en la FIFA. Por tanto, he decidido
renunciar a mi mandato en un Congreso electoral extraordinario. Hasta el día de esa elección,
seguiré ejerciendo el cargo de Presidente de la FIFA.
El próximo Congreso ordinario de la FIFA está previsto para el 13 de mayo de 2016 en
México D.F. Esperar hasta esa fecha causaría una demora innecesaria y, por tal motivo, insto al
Comité Ejecutivo a que organice, tan pronto como pueda, un Congreso extraordinario para la
elección de mi sucesor. Se deberá proceder de conformidad con los Estatutos de la FIFA y
tendremos que conceder tiempo suficiente a los mejores candidatos para prepararse y organizar
sus campañas.
En vista de que no seré candidato y no debo someterme a todas las limitaciones que imponen
los comicios, podré concentrarme en poner en marcha reformas fundamentales y de gran
alcance que trasciendan nuestros previos esfuerzos. Durante años, hemos trabajado arduamente
para implantar reformas administrativas, pero me doy cuenta perfectamente de que, aunque
debemos continuar con ellas, no han sido suficientes.
El Comité Ejecutivo cuenta con representantes de las confederaciones sobre quienes no tenemos
control alguno, pero de cuyos actos se responsabiliza a la FIFA. Necesitamos un cambio
estructural en profundidad.
Debe reducirse el número de integrantes del Comité Ejecutivo y sus miembros debe elegirlos el
Congreso de la FIFA. Los exámenes de integridad de todos los miembros del Comité Ejecutivo
han de organizarse de forma central a través de la FIFA y no de las confederaciones. Es necesario
limitar los mandatos, no solo del presidente, sino de todos los miembros del Comité Ejecutivo.
He luchado anteriormente por estos cambios y como sabe todo el mundo, se han malogrado
mis esfuerzos. Esta vez, triunfaré.
Es algo que no puedo hacer solo. He pedido a Domenico Scala que supervise la introducción y la
implantación de estas y otras medidas. El Sr. Scala es el presidente independiente de nuestra
Comisión de Auditoría y Conformidad y ha sido elegido por el Congreso de la FIFA. Asimismo es
presidente de la Comisión Electoral ad hoc y, como tal, supervisará la elección de mi sucesor. El
Sr. Scala goza de la confianza de numerosas personas dentro y fuera de la FIFA y posee los
conocimientos y experiencia necesarios para llevar a cabo estas reformas mayores.
Mi preocupación por la FIFA, que amo con todo mi corazón, y la defensa de los intereses de este
organismo me ha llevado a tomar esta decisión. Quisiera agradecer a todos aquellos que me han
brindado su apoyo de forma constructiva y leal durante mis años en la presidencia de la FIFA y
que han trabajado tanto por el deporte que todos amamos. Lo que más me importa en este
momento es que cuando todo haya terminado, el fútbol triunfará.
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