CURRÍCULO NEOSiSTÉMiCO Y DESARROLLO INSTiTUCiONAL INTEGRAdO ELÍAS TAPiERO VÁSQUEZ Doctor en Educación, Universidad de Antioquia; Magister en Evaluación con Énfasis en Evaluación Escolar y Desarrollo Educativo Regional, Universidad Pedagógica Nacional; Licenciado en Ciencias de la Educación con Especialidad en Ciencias Sociales, Universidad Surcolombiana Regional Florencia. Profesor Titular de la Universidad de la Amazonia. Director del Grupo de Investigación Desarrollo Institucional Integrado. Co-autor de los siguientes libros: Referentes para la investigación educativa y pedagógica (2007); Ciencias de la Educación. Referentes para un debate teórico (2007); Gestión Escolar Inteligente. Instituciones educativas neosistémicas del Siglo XXI (2006); Desarrollo Integral de la Investigación en el Sistema Educativo del Caquetá. Programa territorial de educación (2005). Autor y coautor de capítulos de libros y artículos publicados en revistas indexadas; conferencista y ponente internacional y nacional. BERNARdO GARCÍA QUiROGA Doctor en Ciencias Pedagógicas, Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de la Habana, Cuba; Magister en Evaluación con Énfasis en Evaluación Escolar y Desarrollo Educativo Regional, Universidad Pedagógica Nacional; Licenciado en Ciencias de la Educación con Especialidad en Matemáticas y Física, Universidad Surcolombiana Regional Florencia. Profesor Titular de la Universidad de la Amazonia. Miembro del Grupo de Investigación Desarrollo Institucional Integrado. Co-autor de los siguientes libros: Referentes para la investigación educativa y pedagógica (2007); Ciencias de la Educación. Referentes para un debate teórico (2007); y, La enseñanza de la lengua materna en el Caquetá: Estado actual y alternativas de transformación (2001). Autor y coautor de capítulos de libros y artículos publicados en revistas indexadas; conferencista y ponente internacional y nacional. © Universidad de la Amazonia Febrero de 2010 ISBN: Autores: Elías Tapiero Vásquez www.elitv.org [email protected] [email protected] Bernardo García Quiroga [email protected] Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra (Ley 23 de 1982) Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrados Universidad de la Amazonía Tel.: 8 435 8409 http:// www.uniamazonia.edu.co Florencia - Caquetá, Colombia, Suramérica Carátula: Elías Tapiero Vásquez Bernardo García Quiroga Diagramación: Impreso en los talleres de ÍNDICE pág Prólogo........................................................................................................ 7 Introducción.............................................................................................. 19 Primera parte Primer Capítulo Prácticas curriculares e interdefinición sobre integración curricular........... 27 Referentes constitutivos de interdefinición en integración curricular: el currículo neosistémico . ....................................................... 34 Segundo Capítulo Constructos epistemológicos del currículo neosistémico............................ 51 Relaciones teóricas del currículo neosistémico.......................................... 52 La superación del código input/output en gestión escolar.......................... 79 La autorreferencialidad complementada y la comunicación reflectiva........ 90 La observación de segundo orden............................................................. 98 Los códigos binarios.................................................................................. 99 La investigación-acción práxica y autopoiética.........................................102 Tercer Capítulo La epistemología del modelo de desarrollo institucional integrado: (MDII) estructura dinámica del currículo neosistémico.............................114 La concepción y la orientación del MDII..................................................119 La transversalidad curricular en el MDII....................................................120 La transversalidad curricular neosistémica como factor de consolidación de la integración estratégica intra - áreas............................124 La transversalidad curricular neosistémica desde los factores de la integración estratégica de las áreas.......................................................127 La transversalidad curricular en la relación de relaciones..........................129 Implicaciones curriculares y didácticas de la gestión pedagógica – administrativa del MDII......................................................132 Compendio de la Primera Parte................................................................140 Segunda parte Modelo de Desarrollo Institucional Integrado complejidad y estructura organizacional................................................... 152 CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La institución educativa como sistema social............................................107 3 Primer Capítulo Fase de concepción del módelo de desarrollo institucional integrado MDII.....................................................................154 Relaciones intersistémicas autorreferenciales: hacia una escuela que construye autorreferencialidad institucional ......................................154 Relaciones intersistémicas autopoiéticas: hacia una escuela que construye autopoiésis institucional...........................................................158 Relaciones intersistémicas interpenetrativas: hacia una escuela que construye interpenetración institucional.............................................161 Políticas de desarrollo institucional integrado PDII: círculo virtuoso de la gestión escolar inteligente.......................................165 Factores que interactúan en las PDIL........................................................168 La planeación institucional integrada: sentido, unidad y visión de futuro en la escuela................................................................176 Segundo Capítulo Fase de ejecución del Modelo de Desarrollo Institucional Integrado . ......183 El eje político-administrativo: empoderamiento del equipo docente-directivo..........................................................................183 Componentes del eje político administrativo............................................186 El eje pedagógico-didáctico: empoderamiento del equipo docente...........196 El eje comunicacional: comunicación institucional y cultura de lo público Tercer Capítulo La investigación-acción: fuente de autopoiésis institucional......................217 ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Primer paso: la preocupación temática.....................................................220 4 Segundo paso: la planificación.................................................................224 Tercer paso: la acción. Ejecución del plan y observación de su desarrollo .......................................................................................227 Cuarto paso: la reflexión...........................................................................229 Compendio de la Segunda Parte . ........................................................... 232 Bibliografía............................................................................................... 235 A mi esposa Yaneth y a mis hijos, Diana Paola y Julián Fernando, por el enriquecimiento mutuo que le aportamos a la existencia Elías Tapiero Vásquez A mi madre Bernarda Quiroga y a mis hijos Bernardo Augusto y Antonio Luis: razones de vida y contextos afectivos esenciales para seguir adelante. Bernardo García Quiroga CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO …A los maestros que en el día a día se comprometen con su propio relevo intelectual por la construcción de un país inteligente, incluyente, democrático. Elías y Bernardo 5 PRÓLOGO E Dar cuenta de la institución educativa como un sistema social resulta, precisamente, de repensar la teoría de los sistemas sociales aplicada a la organización escolar y, por tanto, a la gestión curricular. En la segunda parte del libro se presenta, de un modo operativo, la propuesta curricular neo-sistémica modularizada (MDII), evidenciando con ello su complejidad y la pertinencia del discurso neo-sistémico en ese propósito de aclaración. El libro de Elías Tapiero Vásquez y Bernardo García Quiroga reviste una particular importancia para nuestro contexto, ya que se constituye en uno de los seminales intentos por introducir las reflexiones neosistémicas a las ciencias sociales y humanas colombianas. A ello se le suma el hecho de que, desafortunadamente, los trabajos de Luhmann relacionados con el campo de reflexión sobre la educación —pedagogía— son poco conocidos en nuestro contexto, por lo que, en este prólogo, tomando lo anterior como pretexto, se ha optado por mostrar la productividad del trabajo de Luhmann para pensar asuntos relacionados con la educación, tal y como lo evidencia el trabajo de Elías Tapiero Vásquez y Bernardo García Quiroga. El desarrollo de la sociología neo-sistémica y sistémico-constructivista llevó a Luhmann a ocuparse de los diferentes subsistemas que conforman el sistema social en tanto sistema de comunicaciones. Uno de ellos es el sistema de educación al que le dedicó, junto con Karl Eberhard Schorr, el libro: “Problemas de reflexión en el sistema de educación”. Para ese entonces, 1988, los aportes del constructivismo no habían entrado a hacer parte indispensable de su teoría. En el 2002 y 2004 fueron editados otros dos trabajos sobre el sistema de educación en los que se responde a las críticas de aquel primer libro y se incluyen los aportes constructivistas con repercusiones ya propias sobre problemáticas pedagógicas (la enseñanza, la formación, la relación teoría y praxis, la niñez, entre otras). En este prólogo se busca profundizar en algunos de estos aportes a la luz de la pregunta por los retos y dificultades para la reflexión pedagógica a los que lleva el planteamiento sistémico-constructivista. Se hace la pregunta fundamentalmente CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO l lector tiene en sus manos un libro basado de manera especial en los aportes de la nueva teoría de los sistemas sociales desarrollada por Niklas Luhmann; el propósito de este libro es llevar a cabo una reflexión sobre asuntos educativos, específicamente, como una conceptualización de tipo epistemológico sobre el currículo, entendido y fundamentado como currículo neo-sistémico. La configuración de este ejercicio de fundamentación lleva, a su vez, a la propuesta de un Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII), en el que se comprende la institución educativa como un sistema social (IESS). 7 por el papel del sistema de educación1 (Erziehungssystem) —entendido en sentido amplio como aquel subsistema social que tiene como fin, objeto, problema la educación (en tanto código y programa)— en relación con la pedagogía como teoría reflexiva del sistema de educación y con la ciencia de la educación como subsistema de la ciencia. 1. El análisis sociológico neo-sistémico como redescripción ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Hay que comenzar diciendo que para Luhmann sus propuestas de análisis sobre aspectos relacionados con la educación no buscan configurar algo que uno pudiera denominar una pedagogía sistémico-constructivista en sentido estricto —aunque acuñe el concepto de “teoría reflexiva del sistema de educación” (Reflexionstheorie des Erziehungssystem)—. Al contrario, su punto está claro en el sentido de que para él su orientación es sociológica y, a partir de ella, busca reflexionar sobre el sistema de educación, sobre su posición y unidad propias dentro de la sociedad moderna funcionalmente diferenciada. Desde ese punto de vista Luhmann entiende su trabajo, más bien, como una “redescription” (Luhmann, 2002, p. 199) a partir de la cual él, como sociólogo, describe algo ya descrito —por la reflexión pedagógica, por ejemplo—, pero de acuerdo con su propia diferenciación y respetando lo ya descrito. 8 El planteamiento redescriptivo resulta de interés porque con él se introduce la idea de que, a diferencia de la metafísica tradicional, no hay una verdad, un ser o una lógica únicas, sino que hay, precisamente, redescripciones. Lo que hay que entender acá, para el caso de quienes se consideran pedagogos, es que ésto de ningún modo le quita peso a la reflexión pedagógica; por el contrario, la reconoce —pues esta permite la “reespecificación”— y abre con ello la pluralidad disciplinaria y con ella una visión constructivista en la que cabe más de un observador; para este caso, no las vemos entonces con observadores de segundo grado que analizan el sistema de educación desde un punto de vista neo-sistémico. En esa línea y como lo plantean también Tapiero Vásquez y García Quiroga, mediante la actividad de autorreferenciamiento el investigador se sitúa de modo nuevo en la observación: al moverse de la observación de primer orden a una de segundo orden se da a sí mismo la oportunidad de producir una realidad con sus propias operaciones de distinción (observación de segundo orden). Produce, en ese sentido, nuevo conocimiento que permite la autopoiesis del sistema. Desde esta lógica, los desarrollos iniciales de la primera parte del libro abordan la concepción de las prácticas curriculares en el contexto de lo que podría denominarse una metateoría 1. Hemos utilizado como traducción la expresión “sistema de educación” y no “sistema educativo” para ser consecuentes con la idea de Luhmann de que en el sistema de educación se encuentra también la pedagogía, o la reflexión sobre asuntos pedagógicos, formativos y educativos; connotación esta que en nuestro contexto no es muy clara cuando se utiliza el término “sistema educativo” o “sistema de instrucción”. El sistema de educación se refiere también a todos esos momentos y escenarios en los que la educación aparece y tiene lugar; si bien, desde el punto de vista funcional, el sistema de educación en la modernidad se configura con mayor independencia, es decir, se institucionaliza y circunscribe, en gran parte, a los ámbitos escolares, ello no supone la exclusión de otros escenarios y espacios en los que la educación tiene lugar, como por ejemplo, en la familia. Cf.: Luhmann y Schorr, 2000. curricular, cuyo código binario es el de cultura-de-la-desintegración-escolar/ cultura-de-la-integración-escolar. Desde la perspectiva de una teoría social no puede haber duda en que la educación es un proceso social y que, por tanto, cae dentro del ámbito de competencia de la teoría social. Una teoría social que quiera comprender completamente su ámbito objetual no puede simplemente dejar por fuera de observación a la educación, con el argumento de que ésta sería asunto de otra disciplina académica […] La sociedad es al menos una cosa: la condición de reproducción de la creencia en la educación; y por ello también es siempre la creencia en la capacidad de mejoramiento de la respectiva educación practicada” (Luhmann, 2002, p. 199). Así pues, una teoría social, como en este caso, no puede dejar de lado sus pretensiones de teorizar y de aspirar a una consistencia conceptual que le permitan superar las simples opiniones que circulan en los ámbitos sociales específicos; esto, como se dijo al inicio, no para producir “la” verdad desde un ámbito de reflexión particular considerado como el autorizado y el correcto, sino como un modo de ampliar las ofertas a quienes les puedan interesar y servirse de ellas. Este es precisamente el ejercicio que llevan a cabo para nuestro contexto Tapiero Vásquez y García Quiroga. Pero volvamos ahora a Luhmann y Schorr: éstos están interesados, sobre todo, en reestablecer un cuestionamiento fundamental a la educación, ante todo, poniéndola en relación con la sociedad. La idea de estos autores es que dicha reflexión no ha estado bien fundamentada. La educación en tanto proceso social debe ser pensada dentro de un marco de referencia que no deje al margen dicha relación, por eso plantean que, por un lado, pensar la educación en el marco de reflexiones sobre la mayoría de edad y sobre ideales de hombre es insuficiente, como también lo es, por el otro, una reflexión dada desde lo que se conoce comúnmente como sociología de la educación, ya que esta última, a pesar de reconocer el contexto social, es demasiado específica y no da cabida a una reflexión sobre los problemas propiamente pedagógicos, es decir, “carece de toda idea definida respecto a los problemas pedagógicos” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 32; 2000, p. 24). En ese sentido, el ejercicio que se propone se ha de definir, más bien, como un ejercicio de reflexión, tal y como se entiende ésta dentro de la teoría neo-sistémica. Lo cual quiere decir que se trata de una forma de 2. Cf.: Luhmann, 2002, p. 15, 198. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Redescribir lo descrito desde una conceptualización sociológica —sistémicoconstructivista— se justifica aún más en este caso, según Luhmann, porque la educación es un proceso social, lo que la hace aparecer también como un objeto de explicación en el campo de una teoría social. Esta aclaración es importante, porque con ella Luhmann establece una distancia con aquellos pedagogos que, según él, se sienten amenazados con los análisis teórico-sistémicos2. En palabras suyas, no “se trata de desenmascarar la prevención de la pedagogía y de reemplazarla con otros prejuicios, por ejemplo, aquellos de una teoría de sistemas. 9 autoobservación del sistema de educación mediante la cual se observa el sistema en su conjunto (re-entry3); es decir, acá el tema de la comunicación es la unidad del sistema de educación. Pasemos ahora entonces a ver la comprensión que se propone del sistema de educación. 2. El sistema de educación En el libro “Das Erziehungssystem der Gesellschaft” (el sistema de educación de la sociedad), producto de un manuscrito avanzado que dejó después de su muerte en noviembre de 1998 y que fue editado por Dieter Lenzen en el 2002, Niklas Luhmann parte para su análisis del sistema de educación de una serie de presupuestos teórico-sistémicos que es importante tener en cuenta y que presentamos in extenso a continuación: “1) Una sociedad es un sistema social que incluye todas las operaciones sociales y que excluye todo lo otro. A nivel de las operaciones propias este sistema es operativamente cerrado […] 2) Las operaciones que el sistema social ‘sociedad’ reproduce comunicaciones. […] son ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA 3) El sistema de la sociedad moderna se caracteriza por su diferenciación funcional; es decir, forma sus primeros subsistemas (¡pero de ningún modo todos!) en relación con funciones específicas. 10 4) El sistema de educación es un de esos sistemas funcionales. Éste opera en un entorno socio-interno (innergesellschaftlichen Umwelt) en el que otras funciones a través de otros sistemas funcionales son percibidas y que, en esa medida, descargan al sistema de educación. De allí que no necesite preocuparse ni de un ingreso propio ni de un influjo político propio ni de los resultados de investigación propios. Si esto bien sucede en la forma de actividades en curso, entonces las comunicaciones pedagógicas operan, en esa medida, de igual manera en redes recursivas de otros sistemas funcionales y pueden ser 3. “Se adopta el concepto de re-entry para describir la capacidad de los sistemas autopoiéticos […] diferenciados con base en una específica distinción que permite constituir la unidad del sistema, reintroducir tal distinción a su interior y utilizarla para la estructuración de las propias operaciones […] Con esto se efectúa una situación en la que la distinción es al mismo tiempo la misma (en cuanto distinción típica de las operaciones del sistema en cuestión) y distinta (en cuanto distinción que observa), y el problema que surge de esto es como tratar tal paradoja […] sin dejarse bloquear por ella. El problema de la re-entry es precisamente la diversidad de lo igual, la necesidad de tratar la misma distinción como si fuera una distinción distinta. […] Las conexiones entre operaciones dentro de un mismo sistema llevan a la constitución de formas cada vez más complejas, hasta el punto en que el cálculo, una vez que se ha alcanzado el nivel de complejidad suficiente, presenta una operación que más que indicar un objeto externo indica nuevamente la operación de indicación/distinción que constituye el sistema, es decir la misma operación que ella misma realiza […] se trata de distinciones que permiten tratar la unidad de la distinción misma desde uno de sus propios lados. Un ejemplo es la distinción sistema/entorno: el sistema es capaz, cuando ha alcanzado un cierto nivel de complejidad, de preguntarse sobre sus relaciones con el entorno. La capacidad de re-entry caracteriza tal distinción en relación con las distinciones alternativas, como por ejemplo la de todo/partes: al disponer únicamente de la distinción de entre el todo las partes, falta en efecto la posibilidad de tratar el exceso que hace que el todo sea diferente de la mera suma de las partes. Para calificar este exceso habría necesidad de un concepto definido de manera independiente de la contraposición entre partes y todo, es decir el recurso a otra distinción” (Corsi, Esposito y Baraldi, 2006, p. 184-185). exitosas sólo si se dejan vincular por medio de las recursiones (Rekursionen) de aquellas; es decir, si se remiten a un pasado otro y a un futuro otro. 5) Todos esos sistemas, la sociedad así como sus sistemas funcionales, observan sus propias operaciones y están determinados en esa medida por su autorreferencia. Tienen, por tanto, que diferenciar internamente entre sí mismos y su entorno […] 6) De los cortes (Kappen) de influjos determinantes del entorno y de la combinación de cierre operativo y autorreferencia se origina internamente un inmenso excedente de posibilidades para otras operaciones que no son calculables para el sistema mismo. El sistema es por ello intransparente para sí mismo. Éste opera en un espacio de incertitud autoproducida. La incertitud persistente (pervasive), marcada la mayoría de las veces como futuro, es entonces un rendimiento propio del sistema. No se sigue de ello que las operaciones del sistema dependan de factores desconocidos del entorno (a pesar de que el sistema mismo pueda ofrecer su incertitud en esa forma). 8) El sistema social junto con todos sus subsistemas producidos mediante diferenciación se representa esa incertitud autoproducida en la forma del medio ‘sentido’ […] El permanente cambio de las respectivas formas de sentido actualizadas reproduce, a su vez, el medio ‘sentido’ de una manera que otras operaciones sólo son posibles en ese medio como formación de forma (Formbildung)” (Luhmann, 2002, p. 14-15). Así pues, tanto los sistemas sociales como los sistemas psíquicos, a diferencia de los demás sistemas, se caracterizan porque operan con el sentido. Y a pesar de que son autónomos en su elaboración y producción de sentido, estos sistemas se interpenetran, es decir, ponen a disponibilidad entre sí su complejidad. En la teoría de Luhmann el sistema de educación es identificado entonces como un subsistema del sistema social —de la sociedad moderna—. Dicho subsistema es el producto de una diferenciación funcional tardía —comparada con la religión, la política y la economía— en la evolución de la sociedad que tiene que ver con la institucionalización de la educación; es decir, con la actividad de homogenización de los individuos que ingresan y pasan por dicha institución4. La diferenciación de un sistema funcional para la educación surge de manera evolutiva de la ruptura frente al dominio de la familia sobre la educación. Desde sus primeros trabajos, 4. “Si la ficción de igualdad de inicio es acertada, entonces todas las diferencias que aparecen en el transcurso de la educación escolar pueden ser adjudicadas, es decir, ser remitidas a la escuela misma. El sistema de educación trata entonces lo desigual como igual, para a partir de allí adjudicarse a sí mismo las desigualdades que surgen y poderlas marcar mediante los medios de sus procesos de selección” (Luhmann, 2002, p. 127). Es decir, lleva las diferencias a la fórmula artificial de la igualdad de lo desigual. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO 7) Ante el excedente de posibilidades de una educación llena de sentido, el sistema reacciona mediante la autoorganización a nivel operativo y semántico. La autoorganización presupone, por su parte, microdiversidad; es decir, presupone que haya un gran número de situaciones de enseñanza y de educación de distinto tipo. 11 para Luhmann y Schorr la historia del sistema de educación es una historia de su diferenciación del “gran” sistema social y de otros subsistemas —diferenciación en el sentido de que algo se diferencia de otra cosa de la que hacía parte—. El sistema de educación en ese proceso de diferenciación se ha hace entonces más dependiente de ideas y de formas de organización (más complejo). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Luhmann y Schorr justifican así la necesidad de una teoría sociológica que trate lo social —en este caso la educación— como algo que es y no como algo que debería ser: “Una crítica sólo satisface las exigencias sociológicas cuando las expectativas por la que se guía están controladas por una teoría sociológica. No basta partir de ideas normativas, apriorismos o tipos ideales (como sea que se proyecten o argumenten), porque siempre dejan a la realidad en déficit. Así resulta fácil determinar la deficiencia de las instituciones o los patrones de acción; pero sólo se logran afirmaciones que carecen de valor para mantener alguna continuidad. Estas ideas no se puede emplear ni para explicar ni para modificar la realidad” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 33; 2000, p. 25). Así pues, si los “deberes ser”, los ideales de mayoría de edad y las ideas de emancipación, libertad, igualdad sirven para producir más comunicación y autocrítica en la sociedad, éstos no resultan ser adecuados para pensar sociológicamente; de lo que se trata, entonces, es de equipararlos a problemas propios de la sociedad —como sistema autorreferencial y autopoiético— y abstraerlos como comunicación. De acá resulta entonces el ejercicio neo-sistémico de pensamiento. 12 El problema para una teoría sistémica, tal y como se plantea en este caso, no es entonces el de los contenidos propiamente hablando, sino el de la diferenciación semántica y el de la codificación5 (diferenciación y binarización), ya que es la comunicación lo único a partir de lo cual se puede definir lo social. Recordemos que para Luhmann no existe el objeto “sociedad”, sino que ésta es pura comunicación. La diferenciación social es, por tanto, el producto de distinciones que se dan en el marco de la comunicación que, al comunicar, produce más comunicación (comunicación reflectiva). Si el sistema de educación es efectivamente un sistema, un subsistema autorreferencial del gran sistema social, entonces el análisis se tiene que llevar a cabo desde una perspectiva socio-sistémica como la que ofrecen estos autores, bajo la forma de reflexión (autoobservación). Con ello se justifica entonces el enfoque (la autoobservación del sistema de educación en clave neosistémica). De manera entonces que si se parte de una concepción de la sociedad como sistema social, el sistema educativo sería entonces un subsistema del sistema social, producto de la diferenciación funcional en la que el resto del sistema social mismo se convierte en entorno (sistema/entorno). 5. “El sistema, para llevar a cabo la función, necesita desarrollar un código mediante el cual reconozca las operaciones que le son propias y las deslinde de las operaciones de otros ámbitos sistémicos […] El código es un fenómeno específico de comunicación que tiene como último fundamento la disposición binaria del lenguaje: posibilidad de construcción total de la realidad bajo el aspecto de un sí o un no. Los códigos de los sistemas no son sino unas derivaciones lingüísticas de este hecho fundamental. Cada sistema tiene un código constituido por una relación inversa entre un lado positivo y uno negativo: economía= tener/no tener, política= poder/no poder, derecho=justo/injusto. De esta manera, el código fija fundamentalmente dos valores ante los cuales el sistema puede oscilar permanentemente” (Torres Navarrete en: Luhmann y Schorr, 1993, p. 20). Así pues, desde la perspectiva de Luhmann y Schorr la aceptación de la diferenciación funcional del sistema de educación no viene dada tanto por los aportes de los “padres de la pedagogía” (Vives, Quintiliano, Comenio, Ratke, Herbart, Pestalozzi) —en términos de ideas—, sino por la importancia que cobra, a nivel de toda la sociedad, el sistema de educación como parte de la sociedad desde un punto de vista funcional. Según estos autores, es durante el siglo XVIII que la educación se vuelve relevante por primera vez como una función especial universal (2000, p. 33). Ya no son sólo las élites o los religiosos, sino la sociedad en general la que debe pasar por la educación. La educación se vuelve entonces una función especial dentro de la sociedad y esto conlleva un proceso de diferenciación del sistema de educación. El sistema de educación se torna relevante gracias a la característica de las sociedades modernas que se diferencian funcionalmente —frente a las estratificadas—. El sistema de educación como sistema parcial de la sociedad le da primacía entonces a una función social específica, a saber: la educación. La educación ya no sólo forma al ciudadano, ante todo forma, humaniza. Aquí hay que recordar a Kant con la afirmación de que sólo a través de la educación el hombre deviene tal. “De estos análisis deducimos que el sistema educativo apenas se vuelve capaz de reflexionar al efectuarse la transición hacia un orden social funcionalmente diferenciado, en términos históricos, en el siglo XVIII, y que se puede convertir en tema de sí mismo al no ser idéntico con la sociedad existente” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 52; 2000, p. 44). Y hablamos, en ese mismo orden de ideas, del surgimiento de la pedagogía como campo de reflexión sobre la educación. 3. La teoría reflexiva del sistema de educación y el subsistema ciencia de la educación Así pues, es en ese marco de teorización que para Luhmann debe existir la pedagogía como teoría reflexiva del sistema de educación, no sólo porque es ella la que le permite al sistema de educación que se autoinforme, sino porque pone a las nuevas generaciones de cara a un futuro desconocido, y es precisamente ese desconocimiento el que se convierte en una fuente para la toma de decisiones (reflexión) sobre la transformación del sistema de educación en formas más favorables —la pedagogía deviene en la experticia que monopoliza la incertitud en torno a la educación como praxis—. Recordemos, sin embargo, que la pedagogía, como generalmente se la entiende en el contexto de discusión de Luhmann —ámbito alemán—, es la ciencia, disciplina o campo de reflexión en el que se estudia la educación y la formación humanas —la teoría de reflexión del CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La reflexión del sistema de educación sobre sí mismo presupone la autopoiesis del sistema de educación, pero, de igual manera, permite que el sistema de educación logre informaciones sobre sí mismo; es decir, se objetiva o simplifica a sí mismo como objeto de observación. Con ello se crea una diferencia interna (rentry) que permite que el sistema de educación se confronte con otras posibilidades y que se busque la transformación del sistema mismo en otros modos posibles. 13 sistema de educación—, entendidas como las problemáticas fundamentales de la reflexión pedagógica6. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La pedagogía, vista desde esa óptica, es fundamentalmente la “ciencia” de una praxis, con lo que salen a la luz dos problemas que han hecho correr mucha tinta y que en el marco de la teoría social neo-sistémica lo hacen nuevamente: el primero, referido a preguntar por qué tipo de ciencia puede ser —si es que puede serlo— aquella que se ocupa de una praxis, de un hacer y, el segundo, la cuestión de si es posible pensar, planear y orientar en un aquí y en un ahora —y desde la teoría— algo que ocurre o ocurrirá en otro momento (suceso contingente); con lo que, de nuevo, se le devuelve el problema y los reproches a la pedagogía en tanto, otra vez, no se ve con claridad “de qué es ciencia” y aparece, más bien, como un “discurso esotérico”. 14 Frente a esto, no obstante, Luhmann reconoce explícitamente el papel de la pedagogía (Pädagogik) como campo disciplinario de reflexión, entendida como teoría reflexiva del sistema de educación, sin tener que pasar con ello por el problema de la cientificidad. Al respecto dice: “La teoría de la educación fue ante todo desarrollada, en relación con el niño, como ‘pedagogía’ […] Cuando los esfuerzos por la educación reflexionan sobre sí mismos, se denominan pedagogía” (Luhmann, 1997, p. 12). En ese mismo sentido sostiene igualmente este autor —en su trabajo conjunto con Schorr— que hay que considerar con buenas razones el que el campo de la pedagogía sea el responsable de llevar a cabo las reflexiones al interior y para el sistema de educación. “Esto es verdad en particular dentro de la tradición alemana en la cual la pedagogía sostiene ser un ciencia de la educación (Erziehungswissenschaft) y no simplemente un arte (Kunstlehre). No obstante —dicen Luhmann y Schorr— la posición de la ciencia de la educación ha permanecido ambigua. Por un lado, está claro que el trabajo científico que toma la educación como su objeto de estudio sigue en marcha. Por otro lado, la pedagogía se encuentra confrontada con requerimientos particulares para comunicarle a los educadores cómo deberían ser entendidas las situaciones y también ofrecerles orientación para tratar esas situaciones. Como ciencia, toma parte en los asuntos del establecimiento académico y científico y se tiene que adecuar a los fundamentos teóricos y científicos sobre lo que es cierto. Sin embargo, la teoría de la ciencia en su forma presente no se encuentra bien 6. Hay autores que plantean que el concepto fundamental de la pedagogía es la enseñanza. No es la pretensión acá entrar en este tipo de discusiones y menos hoy en día que se parte del hecho de que es en el proceso investigativo mismo que se configura el objeto; sin embargo, hay que decir que el concepto de “enseñanza” tiene un carácter más restrictivo que el de educación, de manera que propuestas que partan de la enseñanza como concepto fundamental reducen enormemente —en términos históricos y socio-culturales— las posibilidades y alcances de la reflexión e indagación pedagógicas. Desde la teoría de sistemas esta situación también se ve como problemática en lo que tiene que ver con el problema de la homogenización del comienzo y con la producción de diferencias desde el sistema mismo. Dice Luhmann: “Precisamente la educación familiar, que ahora se diferenciaba más claramente frente a la educación escolar, era la que se quería comenzar preferiblemente con la alimentación del recién nacido por su propia madre, y para todo lo demás se exige: lo antes posible […] Con la ‘instrucción’ sólo se podía comenzar cuando aparecieran signos de razón y capacidad de juicio. Según esto, el comienzo parece venir dado por la naturaleza, y todo lo demás es una cuestión de secuencia correcta, igualmente guiada por la naturaleza” (Luhmann, 1996, p. 32). situada como para arreglárselas con una fundamentación para la interpretación de la praxis. Por eso una progresión jerárquica de la teoría de la ciencia pasando por la ciencia de la educación y el arte pedagógico hasta la praxis instruccional no es un continuo, sino que implica, más bien, saltos bastante significativos de un área a la otra” (Luhmann y Schorr, 2000, p. 11-12). Así entonces, la propuesta que se revive con estos autores no es la de fundamentar la pedagogía como parte del sistema de las ciencias para poder referirse a la educación y a la formación humanas, sino la de enmarcarse dentro de la teoría de sistemas para hablar de problemas de reflexión sobre el sistema de educación y sobre el sistema de la ciencia de la educación, y, posteriormente, analizar su respectiva autonomía y sus interdependencias (función, prestación y reflexión)8. 7. Es muy importante tener en cuenta la diferenciación que existe en el trabajo de Luhmann entre “sistema de educación” (Erziehungssystem) y la “educación” como tal, es decir, como interacción educativa o como relación pedagógica. La teoría de sistemas observa ambos asuntos como sistemas: el primero, el sistema de educación —también se habla del sistema de formación— como un subsistema dentro del gran sistema social y la educación, como relación entre dos sistemas psíquicos y autorreferenciales (observadores). Luhmann, dentro de esta misma línea sistémica, diferencia, además, a la ciencia de la educación como parte del sistema de las ciencias del hombre (Cf.: Lenzen, 1998). Para decirlo con otras palabras, el enfoque sistémico trata de analizar tres posibles sistemas: lo que en nuestro contexto se denomina indiscriminadamente el sistema de instrucción, de educación o de enseñanza, la pedagogía o ciencia de la educación como subsistema de las ciencias del hombre y la educación o relación pedagógica —educativa— como una forma particular de interacción de sistemas psíquicos (maestro y alumno). 8. Toda diferenciación de sistemas conduce a que […] las referencias sistémicas se multipliquen dentro del sistema. Por referencia sistémica se entiende la referencia de un sistema con respecto a su entorno. A partir de cada sistema parcial se dan tres tipos de referencias sistémicas: la referencia al sistema total, la referencia a otros sistemas parciales y la referencia a sí mismo […] Al irse imponiendo este tipo de diferenciación se modifica la situación de la conciencia en el contexto de la sociedad. Una importante estructura que dirige este cambio de conciencia de manera latente radica en la necesidad de separar con mayor rigor las referencias sistémicas y de encontrar soluciones conceptuales para su no identidad. Nosotros planteamos los conceptos de CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En lo que no están muy de acuerdo Luhmann y Schorr es que la pedagogía, para autorreferenciarse, para autonombrarse y para darle solución a sus problemas, tenga que hacerlo desde los marcos de una epistemología o teoría de la ciencia. Estos autores consideran entonces que no es productivo abordar los problemas de reflexión sobre la educación (pedagogía) y, a nivel general, sobre el sistema de educación7 partiendo, en primer lugar, de una reflexión desde el ámbito de la teoría de la ciencia, ya que los problemas de la sociedad —en este caso los del sistema de educación y de la educación como tal— ameritan otro tipo de acercamiento, a saber: uno que se base en conceptos básicos y explicativos como los de diferenciación funcional y sistemas sociales autorreferenciales. Dicen Luhmann y Schorr: “nos parece que tiene más sentido y, lo que es más importante, es más realista comenzar con el supuesto acerca de la separación entre sistema científico y sistema de educación y, luego entonces, investigar las interdependencias entre ellos” (Luhmann y Schorr, 2000, p. 12). Como decíamos, con ello se pone en evidencia nuevamente el debate sobre si es necesario distinguir entre una ciencia de la educación y una pedagogía, tal y como lo planteara Emile Durkheim en su tiempo o como lo defendiera Wolfgang Brezinka hace ya varias décadas en su clásico libro: “Metateoría de la educación”. 15 ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Al respecto dicen: “Sospechamos que existen interdependencias bastante grandes, especialmente en el dominio de los procesos de reflexión. Si hacemos de los problemas de reflexión en el sistema de educación un tópico de las siguientes investigaciones en el sistema de la ciencia, entonces esas investigaciones pueden ganar una gran relevancia para ideas políticas que van más allá de su significado dentro de las ciencias, si es verdad entonces que el sistema de educación es dependiente de la reflexión y, en ese sentido, particularmente sensitivo a la ciencia. Minas manufacturadas en el sistema de la ciencia pueden explotar en el sistema de educación, y puede ser muy bien una tarea de la ciencia, otra vez, determinar la presión. Así, el modelo de diferenciación sistémica no contiene alguna determinación preliminar en lo concerniente a lo cerca o distante que está la pedagogía de la ciencia. Asume, no obstante, que la unidad del sistema y, por tanto, que la referencia a toda reflexión en el sistema de educación no es ciencia —no hasta que, por su parte, la educación no entre a jugar un papel en el sistema de la ciencia” (Luhmann y Schorr, 2000, p. 12-13). 16 Resulta conveniente, en el marco de la problemática esbozada en esta última parte, diferenciar entonces entre una “ciencia de la educación” —o ciencias de la educación— y la “pedagogía” como teoría reflexiva del sistema de educación, es decir, como autoobservación. Esto sería más adecuado, porque, según Luhmann, el concepto de teoría reflexiva no presenta dificultades desde el punto de vista de una sociología del saber; no así, desde el punto de vista de una teoría de la ciencia, pues para este último caso su manera de operar debería estar basada en la distinción verdadero / no verdadero. Al respecto sostiene: “Se puede comprender el concepto de teoría reflexiva desde una ‘sociología del saber’9. La sociología precisa que tales teorías reflexivas se han formado en todos los sistemas funcionales importantes con el proceso de paso a una diferenciación funcional del sistema social […] También la ciencia forma sus propias teorías reflexivas […] La correlación ‘diferenciación funcional’ (estructura) y ‘teoría reflexiva’ (semántica) tiene validez universal; es decir, para todos los sistemas funcionales […] Se pueden conceptuar las teorías reflexivas como un componente de la autoorganización del sistema de educación” (Luhmann, 2002, p. 202). La pedagogía, según el párrafo anterior, consiste en una forma de reflexión del sistema de educación que permite, en términos autopoiéticos, la autoorganización función, prestación y reflexión para explicar la solución de este problema. En las sociedades funcionalmente diferenciadas, la función de un sistema parcial manifiesta su referencia al sistema social en su totalidad […] la referencia al entorno propio siempre y cuando éste sea un sistema de toda la sociedad […] Los sistemas parciales de la sociedad pueden darle primacía a una de las funciones sociales, digamos, a la educación, orientándose principalmente por ella. Con ello obtienen la forma en la cual existen en relación con toda la sociedad y en la que se puede tener acceso a ellos […] Además de la orientación funcional, siempre se dan relaciones entre los sistemas parciales de la sociedad para las que queremos reservar el concepto de prestación […] La tercera referencia sistémica posible en un sistema diferenciado es la referencia a sí mismo […] la llamamos reflexión. En vista de la complejidad de los sistemas reales, nunca se podrá tratar de una representación íntegra de la realidad completa de todas las estructuras y procesos […] Aquí […] el concepto se refiere a procesos de comunicación” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 48-51). 9. El término en alemán es “wissenssoziologisch” que resulta de la adjetivación de la expresión “sociología del saber”. N. del A. Si en el marco de los presupuestos anteriores es necesario diferenciar desde el punto de vista sistémico tanto el subsistema de la ciencia de la educación del de pedagogía y del subsistema de educación, entonces desde dónde observar ahora a la ciencia de la educación. Recordemos que para Luhmann la ciencia es un sistema funcionalmente diferenciado dentro del sistema social que procede basado en el medio de comunicación verdad y que funciona con el código verdadero / no verdadero en lo que se refiere a la producción de sus comunicaciones, cuando se trata, precisamente, de considerarlas como científicas. Se trata ahora de ver a la ciencia de la educación como parte del subsistema de la ciencia que, gracias a su diferenciación funcional, lleva a la autoorganización de aquélla como disciplina11. Sin embargo habría que decir que ya acá se trataría de trabajar con la educación como problema —como distinción específica que permite la re-entry del subsistema— y no como tarea. Educación/no educación sería el código al que las comunicaciones estarían referidas y que la ciencia de la educación debería explotar para sus propios propósitos. La ciencia de la educación al igual que la sociología sería teoría general de la educación, tal y como se podría especificar siguiendo a Lenzen12. Mediante la diferenciación aumentan las comunicaciones. Comunicaciones de diferente tipo: sobre ideologías, valores e ideas del sistema, pero también informaciones dadas a partir de lo que el maestro saca del comportamiento del alumno, informaciones de los resultados de la investigación pedagógica. Analizar 10. Original en inglés. N. del A. 11. Esto es posible porque la “diferenciación no se observa tan sólo entre el sistema y un entorno con el trasfondo de lo indeterminado del mundo […] Es observable también al interior de un sistema […] la diferenciación de un sistema consiste en la aplicación de la formación de un sistema a sí misma: se trata de una forma reflexiva y recursiva de construcción de sistema que replica, al interior del sistema mismo, la diferencia sistema/entorno” (Corsi, Esposito y Baraldi, 2006, p. 75). 12. Según la opinión de Lenzen, siguiendo acá los planteamientos neosistémicos de Luhmann, los problemas metateóricos en la ciencia de la educación como el de la relación entre teoría y praxis, y los “grandes metarrelatos” ya deslegitimados como el de la emancipación, se han vuelto obsoletos, ya que no se pueden ofrecer, pedagógicamente hablando, ni principios fundamentadores —de la teoría— ni criterios de orientación —para la praxis—. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO del sistema y la manera en que establece su distinción. Recordemos que “un sistema sólo puede reproducirse, cuando con ello produce una diferencia con el entorno, es decir, cuando establece límites, cuando permite originar ‘entorno’. Por otro lado, el sistema puede observar esa diferencia, puede diferenciarse a sí mismo de su entorno y orientarse por esa distinción. Visto de un modo formal, es este un caso de ‘re-entry’ en el sentido de Spencer Brown, a saber: una reentrada de la forma en la forma, la diferenciación de sistema y entorno en el sistema [...] El sistema se confronta a sí mismo con un excedente de posibilidades que el mismo no puede calcular. Se origina una unresolvable indeterminacy10, es decir, una falta de certeza autoproducida que obliga al sistema a la autoorganización, a la orientación basada en su propia memoria y, finalmente, a la imaginación, y que pone la resolución de sus problemas bajo el test de un futuro todavía no conocido” (Luhmann, 2002, p. 113). 17 el sistema de educación, la gestión escolar y el currículo en clave neo-sistémica, como lo hacen Tapiero Vásquez y García Quiroga, implica presentarle al lector la oferta de un análisis basado en la “autorreferencialidad complementada” que permite plantear el currículo neo-sistémico en términos de comunicación reflectiva, observación de segundo orden, códigos binarios, sub-teorías de los sistemas sociales en integración curricular neo-sistémica y, el papel de la investigación acción práctica y autopoiética. Aspectos estos que conllevan a explicitar la IESS en el marco de la configuración teórica del currículo neo-sistémico. Dar cuenta de la institución educativa entendida como sistema social (IESS) es ilustrar la teoría de los sistemas sociales aplicada a la organización escolar y, por tanto, a la gestión curricular. En tal sentido, la IESS es una propuesta de explicación sobre el manejo estructural de la integración curricular que eleva el nivel de complejidad constituida sobre el sistema de educación mismo. Dr. Phil. Andrés Klaus Runge Peña ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Doctor en Ciencia de la Educación de la Universidad Libre de Berlín, Profesor de Pedagogía y Antropología Pedagógica de la U. de A. Director del Grupo de Investigación sobre Formación y Antropología Pedagógica e Histórica — —. E-Mail: [email protected] 18 INTRODUCCIÓN E Los resultados que ahora se publican en este nuevo libro, en el marco de la ejecución del proyecto “Construcción de un currículo neosistémico para el desarrollo institucional integrado en la región” financiado por la Universidad de la Amazonia, constituyen una segunda etapa de investigación sobre integración curricular como aspecto nodal del desarrollo institucional integrado que se circunscribe, de igual manera, en el nuevo paradigma de los sistemas sociales planteado por Niklas Luhmann. Esta investigación relacionada con el desarrollo de la Línea de Investigación de Currículo de la Maestría de Ciencias de la Educación de la Universidad de la Amazonia, la valora el Dr. Keipo Franco Timaná Velásquez, exdecano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, como “una investigación pertinente por cuanto responde a las necesidades de la Escuela en su contexto…que como producto de un megaproyecto del grupo de investigación, asegura que su continuidad en la línea de investigación incidirá en un real cambio de la institución educativa en su medio”. Este libro ofrece al lector, en la primera parte, la conceptualización epistemológica del currículo neosistémico y la epistemología que subyace al Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). La segunda parte del libro presenta un desarrollo conceptual y operativo de la complejidad del MDII y la aplicación de su estructura organizacional o, dicho de otra manera, el presente libro ofrece a la comunidad educativa, en la primera parte, una conceptualización epistémica sobre el currículo neosistémico como factor de integración institucional a través del MDII y la construcción y aplicación de su estructura organizacional. Es decir, se presenta primero una conceptualización epistémica sobre el currículo neosistémico como factor determinante de integración institucional alternativa a través del MDII y, la segunda parte, establece el “polo a tierra” de esos desarrollos teóricos en el mundo sui generis de la escuela. Hay una clara intencionalidad intelectual en el libro: generar debate académico en el ámbito educativo y pedagógico sobre el inaplazable proceso de transformación de la actual institución escolar en una institución educativa como sistema social (IESS). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO l libro Gestión escolar inteligente. Instituciones educativas neosistémicas del siglo XXI (Tapiero y López, 2006), que precede a esta publicación, inaugura un proceso de comunicación del Grupo de Investigación de la Universidad de la Amazonia: Desarrollo Institucional Integrado. Dicho texto es un resultado de la investigación “Un estudio de caso de gestión curricular integrada en educación básica y media, referente para la formación del profesional de la docencia en la Universidad de la Amazonia”. Proyecto que fue patrocinado por Colciencias y la Universidad de la Amazonia (Referencia 1131-11-14030 del contrato 342-2003). 19 Se trata, entonces, de comprender el nuevo paradigma de los sistemas sociales en el marco de los desarrollos contemporáneos de la Educación, la Pedagogía, la Didáctica y el Currículo, para resemantizar la gestión escolar en el manejo estructural de las partes del currículo escolar en el todo institucional, significante primario de una IESS. En ese camino ha sido necesario enriquecer el apoyo teórico y metodológico referencial y, desde una perspectiva transdisciplinaria, focalizada en la concepción de complementariedad que se asumió de los aportes de la teoría de los sistemas (Luhmann, 2007; 1998) con los desarrollos de las Ciencias Críticas de la Educación y la metateoría curricular (Kemmis, 1993; Carr, 1996; Carr y Kemmis, 1998), el enfoque histórico – cultural (Vygotski en Cole, John-Steiner, Scribner y Souberman, 1996) y la teoría del Aprendizaje Institucional Generativo planteada por Peter Senge (1997; 1996), entre las más destacadas. Desde la interrelación teórica enunciada en el párrafo anterior, los desarrollos iniciales de la primera parte del libro abordan la concepción de las prácticas curriculares en el contexto de la metateoría curricular; el campo de tensión en que se instalan; y, la integración curricular asumida en el marco de la metodología de análisis establecida desde el código binario cultura-de-la-desintegración-escolar/ cultura-de-la-integración-escolar. Esta reconceptualización de lo curricular, se instala en los desarrollos y rupturas generadas por las nuevas ciencias del siglo XX, como marco de referencia que indica la condición emergente de la interdefinición en la que se instala el “currículo neosistémico”. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Se contempla para el desarrollo conceptual de las relaciones teóricas del currículo neosistémico, diferentes niveles de complejidad: de un lado, la relación entre la metateoría curricular que establece el currículo crítico emancipatorio y la teoría de los sistemas sociales. De otro lado, la relación entre autonomía y democracia escolar como transversalidad del currículo escolar. 20 La metateoría curricular interpenetra la teoría de los sistemas sociales para concebir un maestro constructor de una IESS, donde la docencia y la dirección escolar se asumen desde una actividad teórica que hace de la investigación un proceso reflexivo para examinar las teorías implícitas que hayan podido tergiversar su práctica diaria en términos de gestión escolar desarticulada. Al relacionarse la transversalidad curricular con la autonomía y la democracia escolar, se ahonda en la asunción de un plan de estudios, pensado de manera independiente a como se piensa la totalidad del sistema educativo para acceder al manejo estructural que requiere la estabilidad dinámica de la integración curricular. Entendida esta como factor de integración institucional para la producción de unidad y sentido de la IESS. La transversalidad curricular se expresa a través de los siguientes criterios: • Relación currículo - sociedad. • Relación axiología - currículo escolar. • Desarrollo de principios orientadores de una didáctica de ejes transversales. Estas relaciones teóricas del currículo y los criterios de transversalidad, se presentan en el proceso de articulación de la teoría de los sistemas sociales que comprende la articulación entre la subteoría de los sistemas cerrados emergentes y las siete subteorías restantes: subteoría de la autorreferencialidad, de la interpenetración, de los sistemas autopoiéticos, de la diferenciación, de la complejidad, de los sistemas síquicos y de la doble contingencia. Todas ellas esenciales para comprender lo neosistémico en la organización escolar, en la perspectiva de alcanzar un proceso complejo de transformación de la IESS. Para el Doctor Armando Zambrano Leal, Coordinador de la Maestría en Educación Superior de la Universidad Santiago de Cali, “La energía de este concepto (neosistémico) la encontramos en una forma original de pensar el currículo y la integración institucional. Tan bello como un poema, los autores encuentran en el imaginario lo real y posible; inventan una nueva lectura para comprender y organizar las aristas de la educación escolar”. La primera parte del libro finaliza con una síntesis de la teoría del currículo neosistémico, ejecutado en el MDII. Es una síntesis que identifica, tanto los obstáculos que se oponen al manejo estructural de la integración curricular por la institución educativa, como las reglas que determinan la génesis y la coevolución del currículo neosistémico. En este contexto se operacionaliza la IESS y a través de estos desarrollos se accede a un nuevo énfasis investigativo: “la clase como sistema social” (Luhmann y Schorr, 1993). Pensar el manejo operativo estructural de la organización escolar, en el marco del desarrollo institucional integrado neosistémico, conllevó a establecer la segunda parte del libro. El propósito de esta segunda parte, es construir en el mundo complejo de la escuela, formas, espacios, equipos de trabajo y procesos específicos de la aplicación de los desarrollos teóricos planteados en la primera parte del libro. Ello implica instalar este proceso en el marco de un trabajo solidario y cooperativo entre los docentes – directivos y el profesorado; y, privilegiar la construcción de campos de liderazgo en la IESS para la elaboración de la visión de futuro institucional compartida, el aprendizaje institucional generativo y la gestión escolar inteligente centrada en la progresiva construcción del MDII. Es en este contexto que se re - crea la comprensión de la teoría del desarrollo proximal de Vygotski para la funcionalidad de la IESS y, por tanto, para la producción de nuevos niveles de comunicación y, por tanto, de autopoiésis sobre integración curricular neosistémica. Es decir, para la creación progresiva de zonas de desarrollo próximo en los sujetos y los procesos del desarrollo institucional integrado que requiere la escuela como sistema social. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Como tópico final de la primera parte de este libro, se plantea la epistemología del MDII, en tanto propuesta de gestión escolar inteligente, configuradora de la estructura organizacional dinámica del currículo neosistémico. Este proceso de conceptualización aporta referentes teóricos y metodológicos para reconocer la actual institución educativa dispersa y atomizada como un potencial círculo virtuoso a constituir con el trabajo colegiado, solidario y cooperativo, en la perspectiva de establecer como alternativa transformacional, la IESS. 21 La estructura organizacional del MDII, espacio donde se concibe, ejecuta y evalúa el currículo neosistémico como énfasis de la gestión escolar inteligente en una IESS, comprende dos complejidades: • Una primera complejidad se instala en el desarrollo de las relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas. Se plantea el proceso para cada una de ellas, cómo la institución educativa construye autorreferencialidad, autopoiésis e interpenetración institucional en el marco del desarrollo de una gestión escolar alternativa sobre integración institucional y consolidación del currículo neosistémico. • La segunda complejidad tiene que ver con la concepción y orientación de la política y la planeación en el MDII. En este ámbito se plantean procesos específicos para la elaboración de las Políticas de Desarrollo Institucional Integrado (PDII), asumidas como un círculo virtuoso que empodera la gestión escolar inteligente; de igual manera, se aborda la Planeación Institucional Integrada (PII), como un proceso que otorga sentido y visión de futuro a la IESS, a partir de la diferencia del pasado de sus desarrollos y la construcción de la visión de futuro institucional compartida. Con estos referentes del MDII y su validación desde la operacionalización del currículo neosistémico, termina la fase de concepción en la segunda parte del libro. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La fase de ejecución del MDII, con la que finaliza la segunda parte del libro, focaliza su desarrollo en los siguientes tópicos: 22 • Los ejes de gestión escolar: el eje político administrativo, que involucra en forma directa a los docentes - directivos de la institución con el liderazgo pedagógico de lo administrativo; el eje pedagógico - didáctico, que compromete el ejercicio de la docencia con una fuerte interrelación y complementariedad entre lo curricular y lo didáctico; y, el eje comunicacional, que radicaliza en la configuración, operacionalización y evaluación de los proyectos de investigación y desarrollo escolar, aunada la producción de autopoiésis institucional como criterio de calidad sobre la consolidación de una institución educativa entendida como sistema social, por excelencia. • La investigación – acción de naturaleza práxica y autopoiética, asumida como una privilegiada fuente de autopoiésis institucional y de saber pedagógico, didáctico y curricular de los maestros. En el marco de la teoría crítica de la educación (Kemmis y Mctaggart, 1988), se sugiere al equipo de trabajo de los docentes - directivos y del profesorado de la institución, los pasos, constitutivos de bucles, del proceso de investigación y, las respectivas formas de aplicarlos en la operacionalización, tanto de las clases como de la administración de la institución. En general, el libro aspira a “explotar” la capacidad hermenéutica que sobre complejidad neosistémica escolar proporciona la teoría de los sistemas sociales de Luhmann en interrelación con otras teorías contemporáneas en educación, pedagogía y administración, para generar una nueva praxis curricular y didáctica que haga posible la transformación de la escuela colombiana en un sistema social. Fueron los avances de la primera y segunda investigación que dieron lugar a una primera etapa sobre la formulación de la teoría curricular neosistémica que sintetiza el presente libro. En este tensionante pero apasionado reto de conocimiento, emergieron los insumos primarios que el Grupo de Investigación “Desarrollo Institucional Integrado” canalizó para la convocatoria y ejecución de dos Seminarios Nacionales de Educación sobre Pensamiento Complejo y Desarrollo Institucional Integrado (2005; 2007), con el apoyo interinstitucional que en el departamento del Caquetá lideró la Universidad de la Amazonia. De allí, que además de contar con el concurso de importantes grupos de investigación de Universidades como la de Antioquia, Pontifica Bolivariana de Medellín y de Manizales, entre muchas otras, que al interior del país trabajan con el nuevo paradigma de los sistemas sociales en educación y pedagogía, participaron como ponentes, docentes – directivos y el profesorado que lidera los grupos internos de investigación en la Institución Educativa Antonio Ricaurte de Florencia, Caquetá; lugar donde se desarrolló el estudio de caso por más de cinco años. En este balance general de relaciones con productos destacados que en síntesis se articulan de manera estrecha con la publicación del presente libro, en el marco de la gestión del Grupo de Investigación “Desarrollo Institucional Integrado”, está la creación de la Maestría en Ciencias de la Educación con énfasis en Docencia en Educación Básica y Media y, Docencia Universitaria de la Universidad de Amazonia (2007), centrada en el desarrollo de las Líneas de Investigación en Currículo y Didáctica (Tapiero, Jiménez, Rojas & García, 2008). Las ponencias fueron presentadas en los siguientes eventos: I Encuentro Internacional y III Regional de Educación y Pedagogía, convocado por la Universidad de la Amazonia (Tapiero & García, 2009 a); I Congreso Internacional de procesos pedagógicos, un enfoque interdisciplinario, convocado por las Universidades Sergio Arboleda, de Antioquia y Nacional Autónoma de México (Tapiero & García, 2008 a); Encuentro Nacional de Grupos de Investigación Registrados y Reconocidos por COLCIENCIAS en el Área de Educación (Tapiero, Jiménez, Rojas y García, 2008); I Seminario Internacional y VI Seminario Nacional de Investigación Educativa y Pedagógica convocado por la Universidad Pedagógica Nacional (Tapiero & García, 2007); II Seminario de Educación Pensamiento Complejo y Desarrollo Institucional Integrado (García & Tapiero, 2007); y, II Foro Internacional sobre Gestión del Conocimiento e Intercambio Tecnológico en la Amazonia (Tapiero, 2007). Los artículos se publicaron en las siguientes revistas: Educación y Pedagogía (Tapiero & García, 2009 b); Educación y Educadores (Tapiero & García, 2008 c); Pedagogía y saberes (Tapiero & García, 2008 d); Educación y Pedagogía (Tapiero, 2007 d); Revista Internacional Magisterio (Tapiero & López, 2007); Pedagogía y Saberes (Tapiero, López & García, 2006); y. En la actualidad se gestiona la publicación en una revista indexada internacional del artículo Neo-systemic CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Los avances conceptuales del presente libro se presentaron, además, a través de ponencias y artículos publicados en revistas indexadas, ente otras. 23 curriculum: entrepreneurship and competences of integrated institutional development13. En este contexto de apropiación social de conocimiento, el Dr. Nelson Ernesto López, Vicerrector de Investigaciones y Proyección Social de la Universidad Surcolombiana, identifica el presente libro como “un logro que da continuidad al trabajo del Grupo de Investigación DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO que lo convierte en un interlocutor válido y legítimo en la producción y creación de senderos y horizontes hacia la pertenencia social y la pertinencia académica de nuestra labor formativa. El estudioso de la problemática curricular se encontrará frente a un reto intencionado hacia el cambio y la transformación” Este libro no hubiese sido posible sin la colaboración y participación propositiva de los docentes - directivos y el profesorado de la Institución Educativa “Antonio Ricaurte” de Florencia, Caquetá. Los autores destacan la comprometida, admirable labor educativa y el invaluable apoyo por parte del Rector saliente de la Institución, Especialista José Hernando Ramírez Osorio. De igual manera, se reconoce el liderazgo pedagógico de la mayoría del profesorado, representado en el proceso de construcción del currículo neosistémico del MDII. Las enseñanzas y disposición permanente por aprender del grupo de maestros que lideraron la investigación acción – acción práxica y autopoiética en esta Institución, son dignas de nuestro reconocimiento y gratitud perenne. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Sin lugar a dudas, la Universidad de la Amazonia jugó un papel importante en la producción de este libro, en la designación de tiempo de labor académica para la ejecución consecutiva de las dos investigaciones que han hecho posible la presente publicación. 24 Destacamos la importante colaboración del Doctor ANDRÉS KLAUS RUNGE PEÑA, graduado en la Universidad Libre de Berlín y profesor investigador de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, autor del prólogo de la presente publicación. De igual manera, expresamos nuestra gratitud y agradecimiento a los colegas pares que leyeron el manuscrito del libro y conceptuaron sobre su contenido. Son ellos, ARMANDO ZAMBRANO LEAL, Doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad Louis Lumiere Lyon II de Francia y, Coordinador de la Maestría en Educación Superior de la Universidad Santiago de Cali; NELSON ERNESTO LÓPEZ JIMÉNEZ, Doctor en Lenguaje y Educación de la Universidad del Valle y, Vicerrector de Investigaciones y Proyección Social de la Universidad Surcolombiana; y, QUEIPO FRANCO TIMANÁ VELÁSQUEZ, Doctor en Educación de la Universidad Autónoma de Guadalajara, México y, exdecano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia. Cabe decir que sin el apoyo de nuestras familias, hubiese sido imposible la presente publicación. A ellas nuestro imperecedero reconocimiento. 13. “Currículo neosistémico: emprendimiento y competencias en desarrollo institucional integrado” PRIMERA PARTE “En tiempos de complejidad, la transformación de la escuela se comprende a la luz de reflexiones que la reflexión asume como inéditas” -Los autores- Primer Capítulo Prácticas curriculares e interdefinición sobre la integración curricular L as prácticas curriculares se instalan en el universo de las prácticas de formación que direccionan, a su vez, las prácticas de gestión escolar, en el campo de tensión de la metateoría curricular y, en correspondencia con la visión y la misión que designa el proyecto educativo institucional (PEI). Este proyecto opera en correspondencia con la ejecución de las partes que constituyen el plan de estudios para constituirlo en fuente de sinergia y empoderamiento de una gestión escolar con calidad. Las prácticas curriculares se instalan en un universo complejo que articula las generalidades de la gestión escolar del PEI con las especificidades de las didácticas específicas que determinan, la funcionalidad de la coherencia interna del plan de estudios. Esta relación se representa en la Figura 1. Universo de integración institucional Universo de las prácticas pedagógicas Universo de las prácticas administrativas GESTIÓN ESCOLAR FORMACIÓN INTEGRAL E INTEGRADA PEI Universo de las prácticas curriculares Universo de las didácticas específicas Figura 1. La práctica curricular y el universo de la gestión escolar CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Son prácticas de formación aquellas que reconocen los estudiantes en su experiencia previa para sus respectivos procesos de maduración, en el marco de la dimensión socio – cultural, en la que se instala su respectivo desarrollo social, físico, emocional y mental. Son prácticas de gestión escolar, la operacionalización de las prácticas de la formación integral como factor de cohesión de las prácticas curriculares en el todo de la integración y la proyección institucional, social y cultural. 27 La figura 1 representa la complejidad de la gestión escolar, cohesionada por el compromiso de la formación integral e integradora que le compete a la escuela como racionalidad que determina el universo institucional integrado. El universo de la integración institucional representado en la Figura, está constituido por una sucesión de factores complejos representados en círculos concéntricos equivalentes a universos que en forma mutua se contienen. Así, la integración institucional determina un universo específicos de prácticas pedagógicas (segundo círculo) que circulan a través de determinadas prácticas administrativas (tercer círculo). El universo de estas prácticas administrativas corresponde a la funcionalidad que se le otorga a las prácticas curriculares (cuarto círculo), en la especificidad del universo de las didácticas específicas de cada una de las áreas, asignaturas o equivalentes (quinto círculo) que sustentan el devenir del desarrollo del plan de estudios. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Desde la mirada sistémica que representa la Figura 1, en la perspectiva de las articulaciones y complementariedades que competen al universo escolar, se puede afirmar que la gestión escolar centrada en la formación integral e integrada (recuadros izquierdos), corresponde a unas prácticas curriculares (círculo 2) que se instalan en el campo de tensión de los desarrollos interrelacionados entre las didácticas específicas del plan de estudios (círculo 1) y el desarrollo institucional integrado (círculo 5), como resultado de unas prácticas pedagógico –administrativas (círculos 4 y 3). 28 Es por lo anterior que las prácticas curriculares, desde una mirada integradora de la gestión escolar, corresponde a operaciones de gestión escolar que proporcionan condiciones objetivas de perfeccionamiento de las didácticas específicas para la coherencia interna de la ejecución del plan de estudios; requieren la complementariedad e interrelación entre la gestión pedagógica y administrativa; constituyen una fuente autorregulativa insustituible del PEI; se asumen en el interés de la formación integral e integradora para sustentar la naturaleza del desarrollo institucional integrado; potencian procesos estructurales organizacionales de modernización institucional; demandan autonomía escolar para articular la evaluación escolar con la cogestión, la codirección y la autogestión institucional; y, configuran una institución educativa generadora de producción de políticas de desarrollo escolar integrado, entre otras características. Las prácticas curriculares son una fuente de teorización del currículo escolar a partir de la sistematización de las prácticas de aula, prácticas de administración y prácticas de proyección social y cultural de la institución educativa. Entendido el currículo como el universo escolar situado entre la declaración de los principios generales de la educación y su traducción operacional; entre la teoría educativa y la práctica pedagógica; entre la planificación y la acción; y, entre lo que se prescribe y lo que realmente sucede en la gestión escolar. Por ello, las prácticas curriculares, una vez se sujetan a procesos de sistematización, se constituyen en fuente primaria de producción de conocimiento pedagógico por la escuela y, por tanto, de niveles más evolucionados de autonomía escolar. Entendida la sistematización como la capacidad de teorizar a partir de la información recolectada. El currículo escolar ocupa un lugar central en los planes de reforma educativa. Se toma a menudo para guiar otras actuaciones, como: la organización de los centros escolares, la confección de materiales didácticos y, en general, el aseguramiento de la coherencia interna de la institución educativa. También se constituye en fuente, de formación, actualización y perfeccionamiento continuo del profesorado, desde los requerimientos de transformación institucional que suponen los procesos de reforma del sistema educativo. La autorregulación es un término que introduce las ciencias de la educación, aplicado a dos categorías de análisis centrales que desarrolla la pedagogía francesa: “educabilidad” y “enseñabilidad”. La educabilidad propugna por la perfectibilidad como elemento cohesionador de la formación a partir del protagonismo autorregulador del maestro como sujeto de su propia historia, con un devenir originado en la infancia y capaz de preguntarse antes de enseñar. La enseñabilidad desmitifica el interés filantrópico del aprendiz, heredado desde el siglo XVI, por el interés sobre cómo hacer mejor las cosas, en el decurso de la formación. Este aspecto direcciona el aprendizaje escolar desde la autorregulación para aprender a aprender y a ser en la autonomía. Así, la educabilidad y la enseñabilidad le determinan a la pedagogía, desde la autorreferencialidad, contrapoderes frente a las ciencias que investigan sobre educación y en las que se instala, en últimas, la lógica del interés técnico y el interés práctico del currículo escolar, por lo que adquiere importancia la autonomía de los conceptos en la pedagogía (Tapiero, García, Jiménez & Rojas, 2007, p. 38). Se entiende por autorregulación curricular institucional, la capacidad de modificar las estructuras organizacionales del currículo escolar, desde la gestión escolar de los maestros, para transformar la tradición instruccional y el activismo pedagógico, en atención a las anomalías estructurales del currículo escolar precedente. Es una autorregulación que complejiza la gestión pedagógica-administrativa de la escuela por relacionarse con el interés cognitivo autorreferencial, en el marco de las tensiones entre el currículo crítico con el nuevo paradigma de los sistemas sociales. Se entiende por autorreferencialidad, la capacidad de autodescribir, por los colectivos que lideran la construcción de comunidad educativa, las formas de operar del currículo escolar de manera que se vuelvan visibles los requerimientos de integración curricular para diferenciar el pasado y el futuro de la gestión CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Al auscultar la práctica curricular al interior de la institución educativa, se identifica la enseñanza y el aprendizaje escolar relacionados con el uso que se le da a los manuales escolares, al libro de texto y, en general, a los recursos didácticos; el reconocimiento de tendencias pedagógicas como posibilidad de praxis pedagógica; la diferenciación de clasificaciones curriculares desde la metateoría curricular; y, el dominio de la acción en la “autorregulación” curricular institucional. 29 curricular. Esta situación establece condiciones objetivas institucionales por los protagonistas de la gestión escolar, en términos de co – evolución institucional. La co – evolución institucional es un campo epistemológico de la evaluación escolar que dirime nuevos desarrollos de autonomía escolar, centrada en establecer formas operativas de autocontrol por los actores de la gestión escolar para la evolución de la integración institucional. Esta evolución produce, autocoacción institucional. La autorreferencialidad aplicada al currículo escolar es un punto de partida para transitar de los niveles prenocionales y nocionales a los niveles conceptuales y categoriales en autonomía escolar, formación en democracia e integración institucional. Este aspecto se comprende en la relación, ciencia - pedagogía. La pedagogía como ciencia estimula la investigación pedagógica y educativa, desde la ciencia crítica de la educación y la pedagogía, para que los profesionales de la docencia teoricen sobre las inadecuaciones de las normas y las respectivas limitaciones teóricas, en la probabilidad de establecer prácticas de gestión curricular y didáctica en la autonomía. Esta probabilidad queda anulada cuando los juicios educativos y pedagógicos generan aparentes verdades por resultar acríticas e irreflexivas. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La actitud de no cuestionar el "sentido común" hace que el pensamiento educativo convencional sea acientífico por hacer que los problemas que crea, resulten inmunes al análisis y resolución científicos (Pring en Carr, 1996, p. 115). La superación de lo acientífico se instala en el campo de tensiones de las tres objetividades científicas, en consonancia con la diferenciación sobre los intereses constitutivos de las ciencias sociales (positivista; hermenéutica; crítica social). 30 El manejo de complejidad cada vez mayor sobre integración curricular, vuelve sensible la ejecución del plan de estudios frente a la fragmentación que caracteriza las programaciones de áreas y/o de asignaturas, cuando entre las sedes escolares, los grados y los cursos al interior de los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y educación media, la gestión administrativa no opera en términos pedagógico-administrativos. Esta fragmentación que establece una distorsión estructural en integración curricular, neutraliza la autorregulación del PEI al tener “de espaldas” los desarrollos endógenos y exógenos de la institución educativa (ver Figura 2). Currículo como programaciones aisladas de área DISTORSIONES RELEVANTES DE Atomización institucional desde el plan de estudio INTEGRACIÓN CURRICULAR Fisuras entre las áreas y su potencial configurador del PEI Endogenización curricular Figura 2 Núcleo de la desarticulación curricular Las distorsiones en integración curricular, determinan un obstáculo severo en intrainstitucionalidad e interinstitucionalidad, al no relacionar un plan de estudios en la diferenciación de las gestiones didácticas en las relaciones entre intradisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, como criterio de calidad sobre la unidad interna del desarrollo endógeno y, el sentido que proporciona el desarrollo social y cultural de la proyección institucional. La atomización escolar, representada en la fragmentación de programaciones de asignaturas y áreas, le imponen la desarticulación interna del PEI y radicaliza la unidireccionalidad del desarrollo endógeno de la gestión escolar a la nueva designación de “instituciones educativas” y “centros educativos” (Ley 715 de 2001, Capítulo III, art. 9 en Cuello y Londoño, 2002, p.12). Esta situación evidencia problemas estructurales sobre la descentralización y la calidad de la educación desde el Ministerio de Educación Nacional. La comprensión dialéctica de la integración curricular conduce a establecer como metodología de análisis, la inclusión de la exclusión, representada en el código binario: cultura-de-la-desarticulación-escolar/cultura-de-la-integración-escolar (ver parte inferior de la figura 3). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El plan de estudios no equivale a currículo, ni las asignaturas y áreas se designan en su organización y ejecución “planes de estudios”. Es una parte importante del núcleo que configura la integración institucional para contribuir a establecer, unidad y sentido institucional. 31 INTEGRACIONES RELEVANTES DISTORSIONES RELEVANTES Atomización de la gestión DEL institucional INTERDEFINCIÓN CURRICULAR Articulación de DEL la gestión institucional CURRÍCULO ESCOLAR CURRÍCULO CULO ESCOLAR cultura-de-la-desarticulación-escolar • Nuevas ciencias • Institución educativa como sistema social cultura-de-la-integración-escolar Figura 3 Interdefinición curricular en la institución educativa como sistema social Incluir lo excluido es una categoría de análisis que aporta la sub – teoría de la doble contingencia del nuevo paradigma de los sistemas sociales (Luhmann, 1998, p. 113-139), que aplicada al currículo escolar, permite comprender los círculos viciosos que hacen improbable la integración curricular para hacer probables los círculos virtuosos sobre integración institucional. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Pasar de los círculos viciosos a los círculos virtuosos de la integración curricular es profundizar en la epistemología de la metodología sobre la co – evolución institucional antes mencionada, a la que le subyace la superación de una mirada prenocional y nocional del desempeño docente sobre autonomía escolar, formación en democracia e integración institucional. 32 Con la autonomía institucional, la integración institucional establece prioridades de transformación estructural sobre la práctica curricular y didáctica y, con la formación en democracia se producen las condiciones objetivas para establecer una nueva generación de consensos sobre el tránsito de una cultura de la desarticulación escolar a una cultura de la articulación escolar. La inclusión de la exclusión de la primera parte del código binario, cultura-de-ladesarticulación-escolar señalada como atomización del plan de estudios y como atomización de la gestión institucional en la Figura 3 resulta, entre otros aspectos de las desarticulaciones pedagógicas y administrativas que produce en la escuela, “la pedagogía del saber” de la “pedagogía del ser” (Torroella, 1996, p. 107-110). Mientras la pedagogía del saber determina una educación memorística, autoritaria, reproductiva, dogmática, “bancaria”; la pedagogía del ser estimula el autoperfeccionamiento y la creatividad como unidad del sistema de formación de la personalidad para realizar las potencialidades que humanizan el ser humano y que la pedagogía establece como “educabilidad”. La “hiperformalización escolar” es un tipo de enrarecimiento de la gestión escolar en la que intervienen diversos niveles heteroestructurantes de la enseñanza, la evaluación escolar y el currículo técnico, en el marco del deterioro de políticas de descentralización educativa sobre desarrollo estructural de la organización escolar. Este enrarecimiento afecta la gestión sobre la integración curricular y corresponde a niveles de trivialización en materia de políticas de reforma educativa, que como efecto de dominó, conlleva a que al interior de la escuela se designen con nuevos términos, las viejas prácticas escolares. En esta lógica se sostiene la uniformidad psicológica del fracaso escolar y el deterioro del sentido crítico de la autonomía escolar, en el marco de una eficiencia y eficacia escolar subordinadas a las relaciones del mercado laboral. Son relaciones que se incorporan en la escuela con la ayuda del código input/output que sostiene el viejo paradigma de los sistemas con la eufemística denominación “auto – organización escolar” (Castañeda, et all, 2007, p. 89). Este último aspecto se explicita de manera amplia en el segundo y tercer capítulo de la primera parte del libro. La designación de nuevos términos para señalar las viejas prácticas escolares que caracteriza la “hiperformalización escolar”, concuerda con la relación entre un discurso progresista y unas prácticas pedagógicas tradicionales que le imponen a la gestión escolar, una doble moral: se configuran direccionamientos institucionales con novedosos discursos que suelen estimular los órganos internacionales relacionados con el sector, por una parte, y se conserva la naturaleza de las prácticas de gestión administrativa y pedagógica precedentes, por otra parte, en la que media una notable reducción del inversión en el sector como paradoja de una ampliación en cobertura escolar como factor preponderante de la calidad de la educación. La comprensión crítica de la cultura de la desarticulación escolar en la inclusión de lo excluido y representada en la primera parte del código binario: cultura-de-ladesarticulación-escolar/cultura-de-la-integración-escolar, conlleva a comprender la segunda parte de este código con apoyo de la “interdefinición curricular” para reconocer el intríngulis que establece el campo de tensión entre la atomización y la articulación de la gestión escolar, representada en el primer plano de la Figura 3, con la probabilidad de redimensionar la praxis en integración curricular. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La cultura de la desarticulación escolar es inherente a la relación entre “maestrosujeto” y “estudiante-objeto” (Not, 1987, p. 99-119) que exime a ambos de la condición de sujetos de conocimiento; determina una imagen autoritaria del conocimiento a partir de la auto-imagen de ignorancia en el aprendizaje escolar; demanda del currículo instruccional que sostiene ambientes institucionales heterónomos en gestión escolar; implementa la disciplina escolar como un fin, es decir, se mantiene ausente de las articulaciones complejas con el aprendizaje escolar, entre otros aspectos; e, impide el desarrollo real de competencias en formación ciudadana, en la operacionalización de la autonomía y la democracia escolar. Es por esta caracterización que la cultura de la “desarticulación escolar” reproduce las condiciones de “la hiperformalización escolar”. 33 El término “interdefinición” o “codeterminación” hace referencia a la configuración de sistemas más complejos que los precedentes como parte de la evolución de la ciencia (González, 2005, p. 78-79, 387, 466). De ser así, la interdefinición en diálogo con la investigación pedagógica y educativa crítica, aplicada al campo de la “integración curricular”, se constituye en otra posibilidad de asumir la integración en la comprensión del todo institucional, o dicho de otra manera, es pensar una nueva construcción de currículo escolar, que desborde los límites de complejidad de nivel inferior establecida por la tradición curricular autoorganizacional. La condición inacabable de las prácticas pedagógicas, desde la génesis de la construcción de nuevas estructuras organizacionales del currículo escolar, en la concreción de una “interdefinición curricular”, corresponde al carácter provisional que hoy plantea la epistemología de la nueva ciencia heredada del siglo XX, en la búsqueda de una mayor transparencia sobre las partes del todo del currículo escolar y, por tanto, de la condición emancipadora que representa la transformación de ese universo denominado integración institucional (ver círculo concéntrico No. 5, Figura 1), por la vía del fortalecimiento de la investigación pedagógica y educativa crítica. El patrón de expectativas de la interdefinición curricular se dilucida en el siguiente aparte. Referentes constitutivos de interdefinición en integración curricular: el currículo neosistémico Con el interés de auscultar particularidades de la complejidad que demarca la interdefinición en integración curricular, en la comprensión de la segunda parte del código binario: cultura-de-la-desarticulación-escolar/cultura-de-la-integraciónescolar, se asume a continuación una síntesis de los paradigmas que le subyacen a la ciencia en occidente (ver Cuadro 1). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA LAS CIENCIAS 34 ANTES DEL S. XVII SIGLO XVII - Estudio de las partes para comprender el todo; conocimiento en la simplicidad. Fines: sabiduría y comprensión del orden natural para vivir en armonía con - Existencia de estructuras la naturaleza fundamentales. SIGLO XX - Comprensión de las propiedades de las partes desde la dinámica del conjunto (diferenciación de sistemas; conocimiento complejo). - Estructuras como manifestación de procesos subyacentes. - Observaciones independientes del observador (objetividad imparcial, sin paréntesis). - Observaciones no independientes del observador (principio de incertidumbre; teorema de Gödel; objetividad con paréntesis; autopoiéisis; teoría de las estructuras disipativas). - Conocimiento como verdad constituida. - Conocimiento limitado y aproximado de la verdad. - Conocimiento como metáfora del reloj - Conocimiento como metáfora de la red y como metáfora del laberinto. Cuadro 1 Paradigmas de la ciencia en occidente El cuadro 1 sintetiza a través de tres momentos históricos, la evolución más representativa del conocimiento científico para dilucidar referentes sobre nuevas consideraciones en materia de integración curricular. El primer énfasis paradigmático de la ciencia en occidente, representado en la historia de los clásicos de la Grecia antigua, se centró en la búsqueda de sabiduría y comprensión del orden natural para vivir en armonía con la naturaleza. Sus desarrollos y también sus limitaciones, dieron origen a la “nueva” ciencia del siglo XVII. En general, las ciencias del siglo XVII aportaron al desarrollo de una primera generación sobre los sistemas en el estudio de las partes para comprender el todo; se acudió a la configuración de estructuras “fundamentales” para sostener el edificio del conocimiento; se fortaleció el discurso de una objetividad que opera por fuera del sujeto; y, se impuso la mecánica proveniente de la física newtoniana como una forma de enfrentar la nueva visión de mundo, entre otras características. Los principales axiomas y extrapolaciones ideológicas del paradigma mecanicista de la ciencia del siglo XVII se caracterizaron, entre otros aspectos, por el estudio de las causas como condición de leyes necesarias y deterministas y, la negación de estudiar otros mundos posibles para establecer soluciones alternativas. En el orden de las creencias filosóficas se cultivaron las ideas pitagóricas, la visión atomística y el ideal de la geometría analítica por lo que la metáfora de la nueva ciencia fue el reloj como idea de un mundo mecánico movido por Dios (González, 2005, pp. 365-369). La mecánica newtoniana dejó de ser una teoría definitiva para la descripción de todos los fenómenos naturales en el momento en que se descubrieron los fenómenos eléctricos y magnéticos que no tenían lugar en la teoría de Newton. Surge así la versión de una tercera generación de las nuevas ciencias que establece reformulaciones sobre la objetividad científica, a partir de los desarrollos de la teoría atómica y la teoría cuántica en el segundo decenio del siglo XX. Con la nueva versión de las ciencias del siglo XX, se pasó a la aproximación del conocimiento como aproximación a la verdad; se reemplazó el estrecho concepto de causa y efecto por uno más amplio de causalidad estadística; y, se superó la visión de conjunto como estudio de las propiedades y el comportamiento no transparente de las partes. A continuación se plantean algunas características relacionadas con la objetividad científica para una mayor comprensión de la ciencia del siglo XX (Capra, 1992, pp. 373-381): CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En el papel de la nueva ciencia del siglo XVII protagonizada por Newton y complementada por Descartes y Bacon, se destacaron como precursores, Galileo, Copérnico, Giordano Bruno, Tycho Brahe y Johannes Kepler. 35 1. El cambio de pensamiento en la funcionalidad de la estructura del pensamiento. El paso de la generalidad del pensamiento al de estructura del pensamiento, le subyace el cambio de “estructuras fundamentales” a “estructuras dinámicas”, en la interacción que originan los procesos. Es una transición en la que los cambios de procesos cognitivos se asumen como fuente de producción de transformación de estructuras de pensamiento. El proceso es primario y cada estructura que se observa, es una manifestación de un proceso subyacente. 2. El cambio de la ciencia objetiva a la ciencia epistémica. Lo que se ve depende de cómo se mira: no es posible hablar de la naturaleza y de la sociedad sin hablar de sí mismo14. Las observaciones científicas más que independientes del observador humano y del proceso de conocimiento son parte de la comprensión del proceso de conocimiento y, por tanto, de la descripción de los fenómenos naturales y sociales. 3. El conocimiento como construcción. La metáfora del conocimiento como una construcción con sólidos cimientos que opera en la perfección del mecanismo de un reloj, no resiste a las transformaciones estructurales que caracterizan las “revoluciones científicas” (Kuhn, 1994). Entender el conocimiento en construcción, es entenderlo como conocimiento aproximado e inconcluso, donde ninguna parte resulta más fundamental. Al respecto Deutsch afirma que, más que una lucha de paradigmas, lo que se establecen son niveles de comprensión cada vez mayores que los precedentes (2002, p. 325) ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA 4. El traslado de la verdad a descripciones aproximadas. El paradigma cartesiano de la creencia en la seguridad del conocimiento científico, se desvanece ante la certeza de las limitaciones y aproximaciones que le subyace. Explicar algo significa demostrar cómo se relaciona con todo lo demás. Es allí donde los absolutismos y arribos finales y felices del conocimiento, no tienen cabida. Las limitaciones y aproximaciones sobre el conocimiento científico, las representa una nueva visión de objetividad científica, tan distante como sea posible de la objetividad positivista, tal como acontece, por ejemplo, con la teoría del boostrap y la teoría del matriz-S, en la microfísica; la teoría de las estructuras disipativas en la termodinámica; el teorema de Gödel y la teoría del caos o teorías de las catástrofes en las matemáticas; la autopoiésis y la teoría del árbol del conocimiento en la microbiología; la cibernética no clásica en la cibernética clásica; la teoría 14. 36 Ese hablar de sí mismo lo radicaliza Maturana, al demostrar que todas las ideologías, teorías y religiones “parten de premisas que son aceptadas a priori por el que las sostiene desde sus preferencias, no porque sean necesarias” (1997, p. 22) de los sistemas sociales en la teoría general de los sistemas; y, la teoría Gaia en geografía (González, 2005; Capra, 2003, 2002, 1992; Luhmann, 1998, 2007; Ibáñez, 1998), entre otras. Las nuevas transformaciones de la ciencia como por ejemplo, la existencia de conexiones locales y el papel de la probabilidad aportada por Bohr y Heisenberg en 1920 en el campo de la microfísica (Capra, 1992, p. 80, 352-371), fueron aportes rechazados por el propio Albert Einstein. Heisemberg planteó el principio de incertidumbre. Este principio plantea que lo que se observa no es la naturaleza misma, sino, la naturaleza expuesta al método particular de interrogación por ser el observador quien decide cómo va a establecer la medición y con la que se determinará, hasta cierto punto, las propiedades del objeto observado. Mientras que Heisemberg establecía nuevos referentes sobre el problema de la objetividad científica, Geoffrey Chew relacionó lo que Einstein no intentó: la teoría de la relatividad con la mecánica cuántica en la teoría del bootstrap, en el marco de la teoría matriz-S (Capra, 1992, p. 372). Desde las matemáticas, Kurt Gödel (1906-1978) con el teorema que lleva su nombre, precisó que nunca se llegarán a conocer todos los secretos del Universo, toda vez que en cualquier sistema lógico basado en axiomas y reglas de inferencia, existen enunciados cuya verdad o falsedad no es posible decidir basados en la propia lógica matemática del sistema (Careaga, 2002). Gödel resquebrajó la estructura montada sobre la lógica matemática que se suponía completa, al demostrarse que cualquiera de los sistemas matemáticos precisos (formales) de axiomas y reglas de inferencia (finitos), siempre que sean lo bastante amplios para contener descripciones de proposiciones aritméticas simples y siempre que esté libre de contradicción, debe contener algunos enunciados que no son demostrables ni indemostrables con los medios permitidos dentro del sistema. Gödel demostró que el mismo enunciado de la consistencia del propio sistema axiomático debe ser una de esas proposiciones indecidibles. Con el teorema de Gödel se descubrió que la verdad es una categoría superior a la demostrabilidad, y que su argumento ofrece la posibilidad, mediante intuición directa, ir más allá de las limitaciones de cualquier sistema matemático formalizado. Penrose, por ejemplo, utilizó el argumento de Gödel para demostrar el funcionamiento no algorítmico de la mente. Antes del Teorema de Gödel, los científicos y el público en general consideraban que no existía límite alguno para la ciencia. Se creía de manera ingenua que era CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En la filosofía del bootstrap, el mundo no puede ser comprendido como un ensamblaje de entidades que no pueden analizarse más, es decir, entidades creadas por Dios no susceptibles de mayor análisis. En el bootstrap se concreta el rechazo final de la visión mecánica del mundo en la física moderna. 37 sólo cuestión de tiempo, que al final se llegaría a comprender todos los secretos de la naturaleza; por ejemplo, los pensadores posteriores a la Revolución Industrial consideraban que la naturaleza era como una inmensa máquina preprogramada y con optimismo afirmaban que, tarde o temprano, los científicos llegarían a conocer todas las reglas de la máquina. Hoy se sabe que existen aspectos que son imposibles de conocer debido a las limitaciones inherentes a cualquier sistema de conocimientos, incluida la ciencia misma. Humberto Maturana y Francisco Varela aportaron desde sus estudios en microbiología, la categoría “autopoiésis” (Capra, 2002, pp. 112-117; Capra, 2003, p. 33; Luhmann, 1998, pp. 56-57). Esta representa la génesis de la diferenciación entre los sistemas vivos y los no vivos que no alcanzó a percibir la teoría general de los sistemas, formulada por Ludwig von Bertalanffy a mediados del siglo XX. En la caracterización biológica de los sistemas, la condición de lo vivo corresponde a nuevas relaciones producidas al interior de la red neuronal mediante una organización circular, cuyo modelo se instaura con la “autopoiésis”, término este que significa “creación de sí mismo”. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Con los análisis de Maturana sobre la mente, en el marco de la organización de los seres vivos y los desarrollos de la autogénesis, se unificaron dos tradiciones del pensamiento sistémico que desde décadas habían estudiado los fenómenos a partir de los énfasis de la división cartesiana: los biólogos organicistas que exploraban la naturaleza de la forma biológica y los cibernéticos que intentaban comprender la naturaleza de la mente. Las claves de ambos énfasis radicaban en la comprensión de la organización de lo vivo. 38 La autopoiésis se deriva de los desarrollos de la autogénesis que estudia el metabolismo de la célula, donde su red química diferencia aspectos, como: la forma sorprendente del entorno sin vida de la célula; las redes vivas que crean las células de manera continua mediante la transformación o sustitución de componentes; y, los cambios de organización que establece la red en referencia. Maturana radicalizó la expansión del concepto de la mente a partir de los desarrollos de Gregory Batenson sobre “proceso mental” como fenómeno sistémico característico de los organismos vivos, a través de la teoría de santiago de la cognición. La teoría de santiago de la cognición se sintetiza en el siguiente axioma: el cerebro no es necesario para que exista la mente, en tanto, los organismos más simples son capaces de percepción y, por tanto de cognición. Por ejemplo, una bacteria o una planta no tienen cerebro, pero tienen mente: no ven, pero aún así, perciben los cambios en su entorno (Capra, 2003, pp. 61-65; Capra, 2002, pp. 186-188). La cognición autorreferencial de los organismos vivos que plantearon Maturana y Varela desde la autopoiésis, va a contribuir con el impacto demoledor de los postulados de la autoorganización en los sistemas sociales y por tanto en los sistemas de la educación, una vez la sociología de finales de siglo plantea, a través de Niklas Luhmann, la teoría de los sistemas sociales. Es en la confrotación epistemológica entre la autorreferencialidad de la teoría de los sistemas sociales y la autoorganización de la teoría general de los sistemas, que los autores del presente libro, develan en los términos “sistema” y “sistémico” la inexistencia de la supuesta neutralidad y, generan en consecuencia, la diferencia entre lo “asistémico” o “pseudosistémico” de lo “neosistémico”. Este referente primario será determinante en la configuración de la “interdefinición” o “codeterminación” en integración curricular, con la designación, “integración curricular neosistémica” y, con ella, el “currículo neosistémico”. De estos desarrollos se encargará el segundo y tercer capítulo de esta primera parte del libro. En los sistemas sociales, con base en la configuración aportada por Luhmann, la teoría cognitiva de santiago formulada por Maturana adquiere sentido cuando la autorreferencialidad, relacionada con la autopoiésis, entre otras complementaciones, le determina a los sistemas sociales pasar de la evolución a la coevolución. En esta coevolución cognitiva cuenta el manejo de la contingencia, en tanto lo que existe, tiene la probabilidad de constituirse de otra manera. “Los sistemas sólo tienen capacidad de evolución cuando son capaces de decidir sobre lo que no se puede decidir” (Luhmann, 1998, p. 9) y, al evolucionar por su cuenta, es decir, al asumir la autonomía en un plano simbólico, se garantiza la coevolución del propio sistema social. La perspectiva de la cognición de los sistemas sociales supera el simple hecho de referirlos como sistemas complejos para especificarlos como sistemas complejos de nivel superior, lo que conlleva a asumirlos en calidad de sistemas inteligentes. Este referente permite afirmar que la autopoiésis validó la importancia de la configuración de los sistemas sociales cerrados en calidad de “emergentes” o “provisionales” en los sistemas sociales como paso previo de la configuración de sistemas abiertos en los sistemas sociales. Esta relación es dialéctica, al punto que si el sistema abierto requiere reconstituirse, puede establecerse de forma transitoria en sistema cerrado provisional o emergente, las veces que requiera, para producir estadios evolutivos más complejos que los sistemas abiertos precedentes. Maturana y Varela liberaron los sistemas microbiológicos y biológicos de los dominios heterorregulativos que la autoorganización de la teoría general de los sistemas les había impuesto, al demostrar con la autopoiésis (“autocreación sostenida”) que la evolución de dichos sistemas no es exclusiva de las relaciones CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Con el nuevo paradigma de los sistemas sociales (Luhmann, 1998, p. 51-57), la autoorganización quedó invalidada por la autorreferencialidad. Esta diferenciación estructural aún no es del todo reconocida por quienes trabajaron por décadas en las ciencias sociales con los postulados de la teoría general de los sistemas, incluido el campo de la educación y la pedagogía. Para la ampliación de este concepto, ver el segundo y tercer aparte del Capítulo 2, de esta primera parte del libro. 39 con su entorno, en tanto son sistemas que también producen mutaciones con independencia de su entorno. La creación de los sistemas sociales, no es más que autopoiésis y, ésta en términos de cultura equivale a producir comunicación reflectiva. De esta manera se supera la relación unidireccional y por tanto heterorregulante, “esclava”, que el entorno le había impuesto a los sistemas sociales, en la relación input/output que sustenta la teoría general de los sistemas (Luhmann, 1998, pp. 46, 56-57, 125, 163, 206208, 326, 333, 354, 371, 387). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA En este proceso autonómico de los sistemas sociales, resulta ilustrativa la teoría de las estructuras disipativas formulada por Ilya Prigogine y su equipo de investigación en la termodinámica. Esta teoría explica la existencia simultánea y complementaria de dos estados opuestos de los gases: un estado alejado del equilibrio y otro estado que lo conserva (Capra 2003, p. 37-38; Capra, 2002, p. 103-109). Esta teoría contribuirá a relacionar en el campo organizacional de lo neosistémico la relación dialéctica ente la estabilidad “estructurada” y la estabilidad “dinámica” que comparte de manera simultánea la autopoiésis y, por tanto, el valor que representa para hacer efectiva la coevolución de los sistemas sociales. 40 La estabilidad “estructurada” y la estabilidad “dinámica” conllevan a inferir en la formulación de la interdefinición a establecer sobre “currículo neosistémico” y, por tanto, de “integración curricular neosistémica”, que la autopoiésis aplicada a la funcionalidad de un PEI con calidad, requiere diferenciar en la estructura general del currículo escolar, dos tipos de estabilidades, por una parte, la “estabilidad estructurada” que determina las instancias organizacionales para que opere la comunidad educativa, tal es el caso, por ejemplo, del consejo directivo y del consejo académico y, por la otra parte, “la estabilidad dinámica” en las formas organizacionales que garanticen una gestión escolar para la creatividad institucional sostenida. Son estabilidades diversas que se complementan para pensar en forma estructural, la concreción de la coevolución del currículo escolar. Desde las nuevas características de la objetividad de la ciencia del siglo XX, la interdefinición sobre currículo escolar precisa de procesos en complejidad de nivel superior, mayor transparencia en la comprensión del todo institucional y, una integración curricular inacabable, provisional. Estas características establecen una racionalidad epistemológica del “currículo neosistémico” en el que se interrelaciona la diferenciación entre lo “neosistémico” de lo “asistémico”, con lo “autopoiético” en la diferenciación entre “estabilidad estructurada” y “estabilidad dinámica”. “La racionalidad científica no es una simple cuestión de adaptarse a un conjunto de reglas metodológicas carentes de ambigüedad, ni puede identificarse con la exclusión del juicio humano falible, sino que se identifica con los criterios de la aceptabilidad racional, según los cuales se hacen y justifican los juicios prácticos sobre las teorías que haya que aceptar y las que deban rechazarse” (Carr, 1996, p. 114) Para Wilfred Carr, la investigación educativa debe elaborar principios y procedimientos metodológicos que emancipe a los profesionales de la docencia, a la luz de interpretaciones y juicios regidos por las normas que conducen al progreso científico y de las que depende el bienestar de cualquier ciencia, de manera que el profesorado pueda abandonar en forma sistemática las creencias y las justificaciones de la actitud acientífica, a la luz de la crítica de la ideología (1996, p. 116). Esta crítica al positivismo en pedagogía y educación es el punto de partida de la radicalización de la autonomía escolar frente a la comprensión del eficientismo en la escuela, cuya fe en la ciencia y el saber especializado se asumen para justificar un saber en la autoridad y para la heteronomía, a nombre de la “objetividad científica”. La crítica al positivismo en educación estuvo presidida, entre otros referentes, por las ciencias del espíritu o la pedagogía humanista alemana a partir del segundo decenio del siglo XX, en el que el derecho a la autonomía y la especificidad de la pedagogía se relacionaba con una práctica social que se debe a la práctica de la educación y cuya teoría (teoría de la práctica de la educación), articulada a una ciencia de la acción, debía ser utilizada para comprender la acción pedagógica, en la historicidad (Wulf, 1999, pp. 66-67). Hacer investigación educativa y científica para el desarrollo de la pedagogía, en el marco de los requisitos a los que debe responder la interdefinición en integración curricular en construcción, requiere en consecuencia, superar las divisiones y distinciones artificiosas que la desacreditada filosofía empirista le impuso a la comunidad de los investigadores sociales de la comunidad educativa. 15. La primera generación de los métodos emergentes parece corresponder a la visibilidad de la interrelación de los métodos cuantitativos y cualitativos, aportada por Cook y Richard (1982). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La síntesis epistemológica que genera la interdefinición del currículo neosistémico en la relación: ciencias sociales - ciencias naturales, no corresponde al positivismo representado en el método naturalista que Jürgen Habermas designa como interés práctico de las ciencias empírico-analíticas. Mientras que este paradigma de investigación sobre educación, minimiza o trivializa la autonomía escolar de los maestros, con el respaldo de la teoría general de los sistemas desde la relación input/output; el currículo neosistémico radicaliza el desarrollo de la autonomía escolar, a partir de la relación penetración/interpenetración que aporta la teoría de los sistemas sociales, para dar cuenta de la operacionalización sobre creatividad sostenida en integración institucional neosistémica. Es una radicalización de la autonomía escolar que desborda los límites que constriñen la enseñanza para trascender al todo institucional, con proyección social y cultural Es en este ámbito que se reconceptualiza la investigación-acción en la relación praxis - autopoiésis, con apoyo de la segunda generación de los métodos emergentes, “la investigación de segundo orden”15. Estos desarrollos conceptuales configuran la finalización del capítulo 2 de la primera parte del libro. 41 A continuación se destacan algunas de las tesis post-empiristas que la ciencia crítica de la educación asume como filosofía de la ciencia alternativa (Carr, íbidem, p. 128): • Las teorías científicas no quedan completamente definidas en el plano empírico. Aunque las teorías científicas estén limitadas en forma empírica, la sola experiencia no las puede verificar ni refutar en forma concluyente, de allí que la elección de las teorías científicas requiere siempre la inclusión de criterios extra y no empíricos. • Las investigaciones científicas están regidas por “programas de investigación”. Todo programa de investigación científica proporciona el contexto teórico que presupone dicha investigación, por lo que el progreso y la innovación científicos no son los resultados de una búsqueda desinteresada del saber. • La ciencia tiene referentes primarios metafísicos. Estos referentes incorporan una visión de mundo, por lo que la ciencia opera con presupuestos metafísicos que no pueden explicarse mediante la investigación científica, de allí que la “interpretación de la realidad” presupone siempre cualquier modelo de investigación científica y cualquier idea de explicación científica. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA A las divisiones y distinciones artificiosas que subyacen en ciertas tendencias de la investigación en pedagogía y educación, implica considerar que una teoría, más que comprender su cientificidad con independencia de la práctica para luego corregirla, sólo adquiere carácter científico si puede corregirse y evaluarse con base en sus consecuencias prácticas. Ni las interpretaciones de los profesionales de la educación que sirven de insumo para la investigación educativa, como tampoco, la inadecuada consideración del profesorado que pueda resultar objeto de inspección teórica, justifica que a los maestros se les trate de clientela a quienes los investigadores dirigen, en buena parte, sus descubrimientos e informes (Carr, íbidem, p. 115-116). 42 Mientras que el racionalismo crítico representado en el pensamiento de Karl Popper, le apostó a una epistemología para “atrapar la realidad”, por considerar que “las teorías son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos el mundo: para racionalizarlo, explicarlo y dominarlo”(sic) (Burgos, 2008, p. 13); la teoría de los sistemas sociales va más allá: contribuye a dilucidar una epistemología centrada en asumir las teorías carentes de “un final feliz”, con lo que se establece la metáfora del conocimiento como “laberinto” por percibir el mundo en la contingencia y la complejidad de nivel superior (Luhmann, 1998, pp. 11-45); y, la ciencia crítica de la educación le precisa a la práctica educativa de los maestros que estos se asumen como productores de conocimiento, en proporción directa con la teorización de sus respectivas prácticas. “La anulación del distanciamiento entre la teoría y la práctica no se consigue descubriendo formas de mejorar la eficacia práctica de las teorías científicas, sino logrando perfeccionar las teorías utilizadas por los profesionales para dar sentido a sus prácticas” (Carr, op cit., p. 110). Por tanto, la interdefinición en currículo neosistémico produce sentido sobre el nuevo tipo de autonomía escolar desde el conocimiento que establece sobre la comprensión del todo en la integración institucional, de allí que es una autonomía escolar centrada en: • Establecer unas prácticas curriculares que como gestión escolar, respondan al universo de la integración institucional (ver la Figura 1). • Manejar por la institución educativa, las distorsiones que desde el currículo escolar subyacen en la atomización del plan de estudios (ver Figura 2). • Aportar complejidad de nivel superior en integración curricular para hacer de la institución educativa, un sistema social (ver Figura 3). Es por lo anterior que en la comprensión de la segunda parte del código binario: cultura-de-la-desarticulación-escolar/cultura-de-la-integración-escolar, la interdefinición establece una relación directa entre integración curricular e integración institucional con la mediación del manejo de la complejidad que le subyace al plan de estudios integrado. Por tanto, se puede afirmar de manera provisional que “el currículo neosistémico” desde las epistemologías de las nuevas ciencias está llamado a desentrañar: • niveles de complejidad superior que caracteriza un nuevo tipo de integración curricular como interés cognitivo; • funcionalidad de un universo escolar más coherente e integrado para la producción de unidad y sentido institucional, en los procesos complementarios sobre estabilidad estructurada y estabilidad dinámica aplicada al PEI; y, • la diferenciación del pasado y el futuro de la gestión escolar como acontecer de una temporalidad en la que discurre la coevolución de los procesos escolares. INTERDEFINICIÓN CURRICULAR NEOSISTÉMICA INTEGRACIÓN CURRICULAR NEOSISTÉMICA Nuevo conocimiento COGNITIVA Pasado y futuro Estructuras dinámicas organizacionales Procesos organizacionales Al interior del PEI PERSPECTIVA NEOSISTÉMICA ESTABILIDAD DINÁMICA TEMPORAL EPISTEMOLOGÍAS DE LAS NUEVAS CIENCIAS DEL SIGLO XX Figura 4 Referentes de interdefinición en integración curricular a la luz de las nuevas ciencias del siglo XX CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Los tres referentes antes indicados que configuran parte de la racionalidad epistemológica de la interdefinición en currículo neosistémico y que contribuye a argumentar las praxis que direcciona la autonomía escolar, se representa en la Figura 4. 43 En correspondencia con la figura 4, es posible afirmar que la perspectiva del currículo neosistémico se relaciona con: • La cognición de los sistemas sociales para la comprensión de la categoría de análisis, “institución educativa como sistema social” (IESS). La condición cognitiva de los sistemas sociales conlleva a auscultar las consideraciones de organismo vivo en la institución educativa. Este descifrar autopoiético por la institución educativa, prevé potenciar un nuevo desarrollo conceptual en el ámbito de la gestión escolar con base en la configuración de alternativas en integración curricular desde la autorreferencialidad. La auscultación de organismo vivo en términos de integración curricular, desde la autorreferencialidad y la autopoiésis, posibilita la configuración de una IESS, es decir, una institución educativa que produce comunicación sobre otras formas de asumir integración curricular a partir de operaciones centradas en establecer nuevos estadios de gestión escolar pedagógica – administrativa. Así, la mirada heterorregulante de esperar qué dice la norma o qué se ordena desde los diversos eslabones del control sobre el modus operandi de la gestión escolar, cede en la interpretación, tanto de los vacíos en la política educativa sobre descentralización educativa, como de la anexión de los centros escolares, a la luz de los presupuestos emancipatorios que precisa la metateoría curricular desde el currículo crítico (Kemmis, 1993, pp. 68-165) para que la institución educativa acceda, en últimas, al manejo de su respectiva evolución. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • La producción de estabilidad dinámica de los procesos organizacionales como manejo estructural primario de la comprensión de las partes del currículo escolar en el todo institucional. 44 La estabilidad dinámica de los procesos organizacionales estructurales conlleva a ser explorada para superar el predominio tradicional de supuestas estructuras organizacionales inmutables en integración curricular, que despojan de autorregulación al PEI y, por tanto, limitan la capacidad transformadora inherente de la gestión escolar. Desde la estabilidad dinámica de las estructuras curriculares se prevén nuevas expectativas sobre flexibilidad curricular, en tanto la autocreatividad curricular sostenida se asume con la mediación de la autonomía escolar por quienes presiden el intríngulis de la organización escolar, esto es, el sentido que le subyace al currículo escolar para el empoderamiento de la integración estructural sobre desarrollo institucional integrado. La estabilidad dinámica como categoría de análisis de los sistemas sociales, resulta de la evolución de los sistemas sociales para alcanzar niveles más complejos de organización, cuyo hilo conductor es la “probabilidad de la improbabilidad” (Luhmann, 2007, pp. 325-338). La probabilidad de la improbabilidad viabiliza interrogantes como ¿de qué manera la improbabilidad del currículo integrado en la cultura de la desarticulación escolar adquiere probabilidad para establecer la cultura de la integración institucional? • La temporalización aplicada a los procesos para reconocer los estadios co – evolutivos de la integración curricular como factor de evolución de la institución educativa. El énfasis de la temporalización aplicado a las prácticas curriculares permite diferenciar el pasado y el futuro de la integración curricular. La temporalización de la integración curricular significa, primero, el paso de la desarticulación a la articulación curricular y, segundo, la teorización sobre integración curricular con ausencia de “un final feliz”. La epistemología coevolutiva neodarwinista, confronta la epistemología evolucionista darwiniana del racionalismo crítico propuesto por Karl Popper (1997, 1982). En el racionalismo crítico, la falsación de las teorías corresponde a la metáfora de la selección natural para que sobrevivan las teorías más fuertes, mientras que en la epistemología de la coevolución neodarwinista, las teorías deben potenciar niveles de conocimiento impensado. Fue pionero en la autopoiésis cognitiva el físico cuántico Werner Heisenberg al plantear que no es posible hablar de la naturaleza ni de la sociedad sin hablar de sí mismos. En este sentido, llama a producir “rupturas radicales”, “ideas radicalmente nuevas” (Capra, 1992, pp. 372-376)16. La ausencia de un “final feliz” se ejecuta en la diferenciación entre estructuras no modificables (“fundamentales”) y estructuras modificables (“dinámicas”) para acceder a una integración curricular asimilada en la provisionalidad, en la configuración de versiones aproximadas, cada vez más complejas sobre una integración institucional. El final no feliz del currículo neosistémico radicaliza el interés cognitivo de los maestros y se opone, en consecuencia, a toda acción instruccional y activista que produce el enrarecimiento de la pedagogía. En 16. Para el alemán Heisenberg “lo que nosotros observamos no es la naturaleza misma, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación”. Así, la física cuántica en 1920 precisaba con antelación los errores que la Escuela de Viena dispondría sobre el método científico de las ciencias sociales, por desmitificar en las ciencias naturales, la objetividad científica y la neutralidad al validar la relación “conciencia – materia”. Aportaron en esta dirección, físicos, como Niels Bohr (Dinamarca), Louis De Broglie (Francia), Erwin Schrodinger y Wolfgang Pauli (Austria) y, Paul Dirac (Inglaterra) (Capra, 1992, 80, 159). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La ausencia de “un final feliz” alude al carácter inagotable que la complejidad de nivel superior le otorga al futuro de la integración curricular y, la contingencia en la que se dirime para que lo que es, pueda ser otra cosa y, porque lo que sucede como algo “natural”, debería no acontecer. Este criterio de calidad de la interdefinición en currículo neosistémico, corresponde a la epistemología coevolutiva neodarwinista que sustenta el nuevo paradigma de los sistemas sociales (Luhmann, 2007, pp. 325-469). 45 términos curriculares el enrarecimiento corre por cuenta del énfasis técnico y práctico del currículo escolar. Las características cognitivas de la IESS corresponden a un pensamiento divergente con la integración curricular precedente y contribuye a su comprensión, las categorías de análisis: “objetividad entre paréntesis” (Maturana, 1998) e “imaginario social instituyente” (Castoriadis, 1997). Es una comprensión que establece tensiones esenciales sobre la tradición y el cambio que gravitan en el ámbito de la ciencia (Kuhn, 1996). Para Humberto Maturana, observar es un punto esencial de partida y una pregunta importante del intento de entender, tanto la realidad y la razón como el fenómeno del dominio humano. Observar, a su vez, establece una explicación que se hace para el oyente y que opera en la praxis del vivir del observador y del oyente. Es en esta interacción donde el oyente como observador, acepta o rechaza la reformulación en referencia. Por consiguiente, cada quien en calidad de observador, acepta o rechaza las explicaciones, según el camino explicativo o la manera de escuchar. Para Maturana en su camino explicativo sobre la “objetividad entre paréntesis” u “objetividad constituida”, implica asumir también la inclusión de lo excluido, es decir, dar cuenta de la “objetividad sin paréntesis”. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La objetividad sin paréntesis corresponde a la objetividad trascendental por considerar que su existencia es independiente de lo que el sujeto conoce y hace; las cosas existen en forma independiente a como el sujeto conoce, mediante la percepción o la razón; y, supone que la entidad en referencia (materia, energía, ideas, dios) es una entidad independiente de él. 46 La objetividad trascendental u objetividad sin paréntesis, es un camino explicativo que conlleva al observador a requerir de un dominio único de la realidad, un único universo, como último recurso de validación para las explicaciones que acepta y que determina la respectiva praxis del vivir. Esta condición le establece la paradoja de la irreversibilidad al conocimiento por ser esta objetividad, un camino explicativo que supone esclarecimientos desde la posesión de un acceso privilegiado a una realidad objetiva por el observador que explica. Este rango que establece la condición pre-nocional o nocional, se asimila a elucidaciones no sujetas a desacuerdos explicativos por creer que existen argumentos cuya validez se sale de las manos. Este tipo de objetividad establece un camino explicativo ciego y/o sordo que demanda obediencia y que rehúsa, por tanto, de la realidad y de su validez. A diferencia de la objetividad sin paréntesis o de la objetividad trascendental, la objetividad entre paréntesis o la objetividad constituida es el camino aclarativo de la explicación que demanda un dominio cognitivo con dominios de coordinaciones consensuales de acciones en correspondencia con sus diferentes preferencias operacionales. En la objetividad entre paréntesis, la praxis del vivir es transversalizada por un observador que se encuentra así mismo como el generador de toda la realidad a través de sus operaciones de distinción, es decir, que constituye existencia; puede traer de la mano y usar otro tipo de dominios de la realidad; usa de una u otra manera los dominios de distinción para aceptar y rechazar; y, desde su operacionalidad es responsable de dichos dominios de la realidad y de sus explicaciones. En este contexto emerge la observación de segundo orden. Los criterios de validación de la objetividad entre paréntesis, en la praxis del vivir, son cuatro: 1. La especificación del fenómeno por el observador a través de la descripción de lo que hace para experimentarlo. 2. La formulación de un mecanismo para producir la experiencia del fenómeno por explicar. 3. La deducción, desde el mecanismo propuesto, de otro fenómeno y de las operaciones a realizar para experimentar el mecanismo. 4. La experimentación del observador de los fenómenos adicionales que se deduzcan del otro fenómeno referido. La objetividad entre paréntesis se relaciona con “el imaginario social instituido” (Castoriadis, 1997, pp. 185-212). En “el imaginario social instituido”, la institución social (la sociedad) establece una clausura mental (una forma común de valorar y de pensar), basada en la ruptura entre comunicación e imaginación radical del sujeto y su pensamiento que obliga a las personas a pensar y a operar como la sociedad lo indica, en representación de una historia personal del individuo o de una institución social histórica que forma y humaniza. Es por tanto, una ruptura en la que la sociedad se asemeja a una fábrica de individuos cerrados en la construcción psíquica de lo incuestionable. Esta situación hace que los seres valoren y evalúen en la dirección que se les enseñó a pensar y, doten de sentido lo que la sociedad les enseñó que tiene sentido. El “imaginario social instituido” al demandar obediencia sobre las explicaciones constituidas por la creencia de que el mundo real es independiente del sujeto cognoscente, establece individuos cerrados que piensan y actúan con el sentido que la sociedad les impuso a nombre de lo “correcto”, lo “inmodificable” y lo “verdadero” (crítica a la ideología para develar el impacto del positivismo en la vida cotidiana). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Así, en los desarrollos de la nueva ciencia del siglo XX, los científicos como observadores, usan el criterio de validación de explicaciones científicas para la validación de sus explicaciones sin confundir dominios operacionales (Maturana, op. cit., pp. 30-31). 47 A diferencia del “imaginario social instituido”, el “imaginario social instituyente” establece una forma de comunicación para el cuestionamiento con base en una reflexión en la que el pensamiento se vuelve sobre sí mismo y se interroga no sólo por sus contenidos particulares, sino también, sobre los presupuestos que lo determinan. Esta característica se relaciona con la observación de segundo orden que aportan las nuevas ciencias del siglo XX para la investigación de las ciencias naturales y las ciencias sociales. El imaginario social instituyente, establece una ruptura del pensamiento frente a la función preestablecida; asume la imaginación radical del sujeto; y, transforma el pensamiento en objeto de él mismo (observación de segundo orden). En esta condición, la comprensión y explicación del sujeto se desprende de las certidumbres que contiene. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Se entiende por imaginación radical del sujeto un cuestionamiento acompañado de nuevas formas de lo pensable y dependiente del control de la reflexión, lo que determina, la creación de clausuras para superar limitaciones estructurales de formación y humanización precedentes, En este sentido, para Castoriadis “la historia del pensamiento es la historia de la evolución de las clausuras” (1997, pp. 212). 48 Así, “el imaginario social instituyente”, complementado con “la objetividad entre paréntesis“, aportan al desarrollo de la objetividad sobre la comprensión acerca de la radicalización en autonomía escolar como factor de desarrollo de la interdefinición en currículo neosistémico. Este pensamiento divergente que establece, a su vez, nuevos niveles de pensamiento convergente para ser de nuevo objetivados, con el propósito de aplicarle la respectiva coevolución. Esta racionalidad en términos de paradigmas, establece “una tensión… casi insoportable” (Kuhn, 1996, p. 249). Sin embargo, para la complejidad de nivel superior en la que se instala el tipo de interdefinición sobre “currículo neosistémico”, tal insoportabilidad no es más que una oportunidad para establecer círculos virtuosos sobre la favorabilidad del conocimiento, orientado a una “comprensión mayor” (Deustsch, 2002, p. 350). Se ha planteado el “currículo neosistémico” en el marco de una objetividad científica no positivista, de manera que los maestros apliquen nuevos aprendizajes sobre la objetivación de sus respectivas prácticas en gestión escolar pedagógica y administrativa o, mejor, de sus prácticas pedagógico-administrativas para hacer probable una autonomía escolar relacionada con la producción de conocimiento sobre estructuras dinámicas del todo institucional, representada en la configuración de una institución educativa como sistema social (IESS). La Figura 5 sintetiza el campo de tensión de la interdefinición en integración curricular sobre currículo neosistémico para la resolución del código binario: cultura-de-la-desarticulación-escolar/cultura-de-la-integración-escolar. Teorías amables para conservar la tradición desde lugares comunes Objetividad sin paréntesis imaginario social instituido Investigación pedagógica emancipadora de comunidades académicas de maestros CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Nueva ciencia del siglo XVII: Existencia de estructuras fundamentales; observaciones independientes del observador; conocimiento como verdad constituida. teorías amables para la probabilidad en la improbabilidad objetividad entre paréntesis – imaginario social instituyente Nueva ciencia del siglo XX: Estructuras como manifestación de procesos subyacentes ; observacionesno independientes del observador; conocimientoaproximado dela verdad cultura-de-la-desintegración-escolar/cultura-de-la-integración-escolar Mientras la parte izquierda de la Figura 5 representa la paradoja de la integración curricular por no recurrir al manejo estructural de la misma y sostener, por tanto, una gestión escolar atrapada en el ámbito de la hiperformalización administrativa que sostiene la cultura de la desarticulación institucional; la parte derecha de la Figura 5, conduce a la producción de conocimiento sobre el manejo estructural de la integración curricular para profundizar sus desarrollos neosistémicos, en términos de una cultura de integración institucional. Por todo lo planteado, la interdefinición en currículo neosistémico corresponde al establecimiento de patrones de objetividad científica para desarrollar la integración curricular en términos de la provisionalidad que demanda el interés cognitivo, por corresponder, tanto a la complejidad de nivel superior como a la contingencia. En este campo de tensión se instala la radicalización de la autonomía escolar para contribuir a transformar los ambientes escolares asistémicos que la hacían improbable. La intervención de la improbabilidad establece los desarrollos de la probabilidad. En esta racionalidad epistemológica se instala la fuerza resolutiva del código binario:cultura-de-la-desarticulación-escolar/cultura-de-la-integración-escolar, para atender, en últimas, la pedagogía como ciencia y como productora de tecnología, dada la deuda que ésta tiene con otras “formas de diferenciación con tecnologías suplentes” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 247). La ciencia y la tecnología no son excluyentes. El progreso social se concreta en la medida que los conocimientos científicos se concretan en la tecnología y la CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Figura 5 El campo de tensión de la interdefinición sobre integración curricular neosistémica 49 técnica. La técnica representa los resultados prácticos de la ciencia a través de su principal vía, la relación teoría-práctica (Valera, 1999, 36-37). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Presentada la génesis de la teoría curricular neosistémica, el siguiente capítulo establece los constructos epistemológicos del currículo neosistémico a través de siete referentes primarios. 50 SEGUNdO CAPÍTULO Constructos epistemológicos del currículo neosistémico E l currículo neosistémico se instala en el campo de tensión que plantean las nuevas ciencias del siglo XX y la especificidad que establece en educación, representada en la lucha de los paradigmas de los sistemas y los sistemas sociales, a la luz de la metateoría curricular y los desarrollos teóricos contemporáneos de la pedagogía y la educación (ver Figura 6). Nuevas ciencias siglo XX Sistema social diferenciado Reformas educativas “de arriba para abajo” Currículo crítico Currículo neosistémico Reformas educativas “de abajo para arriba” Sistema social indiferenciado Nuevas ciencias siglo XVII Figura 6 Campos de tensión del Currículo Neosistémico En la Figura 6 se identifican por lo menos cuatro ámbitos que determinan el campo de tensiones específicas del currículo neosistémico, representadas, en últimas, en la confrontación entre dos tipos de ambientes escolares, los neosistémicos y los asistémicos. La condición “asistémica” o “pseudosistémica” de la organización escolar constituye un claroscuro de verdad y engaño instalada en lo “sistémico” sin precisar la naturaleza social que la caracteriza. Situación esta que viabiliza la neo-instrumentalización curricular en el marco del énfasis del currículo técnico. Otro énfasis de lo “asistémico” o “pseudosistémico” se deriva de términos, como: “holístico”, “hologramático” y “complejidad” a secas. Estas denominaciones no CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Currículo técnico y currículo práctico 51 dan cuenta sobre la operatividad de las estructuras organizacionales cambiantes en la contingencia y, por tanto, obvian consideraciones sobre cómo operan las reorientaciones por el propio sistema social y de qué manera se genera el paso de una complejidad inferior a una complejidad superior para su respectiva simplificación y manejo. De allí que son posturas de reactualización de mecanismos de autoorganización escolar y, por tanto, de negación sobre posibilidades que aporta “la autorreferencialidad complementada” que impiden dilucidar la integración curricular neosistémica. En la Figura 6, la elipse 1 representa la evolución del conocimiento en términos de objetividad, relacionada con los patrones heredados, tanto del siglo XVII como del siglo XX, caracterizados a través de la objetividad sin paréntesis y el imaginario social instituido y, la objetividad entre paréntesis y el imaginario social instituyente. Los cuales se conceptuaron en el capítulo anterior. En la Figura 6, la elipse 2 representa la confrontación que introduce la teoría de los sistemas sociales para superar las omisiones que porta el viejo paradigma de la teoría general de los sistemas. Es en esta diferenciación que se dilucida la gestión de los ambientes escolares neosistémicos y los ambientes escolares asistémicos. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA En la Figura 6, la elipse 3 representa la confrontación que le subyace en los sistemas educativos la diferenciación entre políticas educativas centralizadoras y descentralizadoras, diferenciadas estas últimas en términos de enrarecimiento y de radicalización. 52 En la Figura 6, la elipse 4 representa en términos de metateoría la diferenciación entre el currículo técnico y el currículo práctico frente al currículo crítico, sujeto éste, a la vez, a la crítica que se establece desde la referencialidad neosistémica a partir de las inconsistencias que la teoría general de los sistemas le produce a la integración curricular con base en la relación input/output. Es en esta sucesión de campos de tensión que se comprende el constructo teórico que da lugar al currículo neosistémico. Relaciones teóricas del “currículo neosistémico” El entramado de interrelaciones teóricas del “currículo neosistémico”, está constituido por dos niveles: • El primer nivel de relaciones teóricas del “currículo neosistémico” se centra en la comprensión más general de la teoría de los sistemas sociales (Niklas Luhmann, 1998; 2007), en términos de metateoría curricular (Kemmis, 1993; Carr y Kemmis, 1998) y transversalidad curricular (Magendzo, 2003; 1998). • En segundo nivel de relaciones teóricas se centra en establecer la epistemología de la metodología del “currículo neosistémico” para ejecutar el aprendizaje institucional generativo en gestión escolar inteligente neosistémica. Las relaciones teóricas están constituidas por la teoría del desarrollo proximal formulado por Vygotski (en Cole, John-Steiner, Scribner y Souberman, 1996), la micropolítica escolar (Ball, 1994), “el factor humano como factor de cambio” (UNESCO 1998) aplicado en los niveles básicos del sistema escolar y, aportes provenientes de la quinta disciplina formulada por Peter Senge (1996). A continuación se presenta el primer nivel de relaciones teóricas del “currículo neosistémico”. La metateoría curricular planteada por Stephen Kemmis (1993) y articulada con la enseñanza crítica (Carr & Kemmis, 1998), se establece a partir de la comprensión de la historia del currículo escolar a la luz de los intereses de la ciencia que produjo la segunda generación de la Escuela de Frankfurt en los ochenta. Este aporte de Hurgen Habermas confrontó el predominio positivista de la investigación. El origen del positivismo se remonta a principios del siglo XX y se ha sostenido en las ciencias sociales bajo las orientaciones de la Escuela de Viena. Desde la ciencia crítica de la educación con énfasis anglosajón, la metateoría curricular propone la clasificación del currículo escolar en: currículo técnico, currículo práctico y currículo emancipatorio. El profesorado como operario del currículo escolar fue relegado del desempeño científico de la educación, al dejar el trabajo científico de los teóricos del currículo por fuera de la escuela. Para tal fin, se oscurecieron las nociones del bien de la humanidad y el bien de la sociedad al renunciar al conocimiento de la filosofía práctica de la educación, lo que conllevó a desconocer la escuela como fuente productora de política educativa y de planificación (Kemmis, 1993, p. 62-63). Aspectos estos, que a su vez, enrarecieron el significado de la escolarización, una vez el Estado excluye a la sociedad civil sobre los destinos de la política educativa. Le educación escolarizada en el Estado moderno, establece un proceso intencional, sistemático, organizado en forma conciente y, dirigido a la construcción, desarrollo y consolidación de un proyecto de Estado, de sociedad, de maestro y de escuela coherente con los intereses sociales establecidos, en el marco de una sociedad civil que participa en la construcción de democracia. Así, la ubicación de la responsabilidad de la educación escolarizada crea un campo de tensión entre, concebir la escuela como mecanismo de reproducción de las diferencias socioeconómicas establecidas o, formar personas que, apoyadas en el desarrollo de altas competencias, se conviertan en factor generador de cambios en las distintas esferas de la vida social, como por ejemplo, en la construcción de un proyecto de región (Tapiero, García, Jiménez & Rojas, 2007, p. 42-43). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO - El currículo técnico convierte a los profesores “en técnicos operarios”. Esto significa que la visión técnica del currículo relega a los encargados de confeccionar el currículum al papel de tecnólogos, dependientes de los científicos investigadores puros de la psicología y la sociología, y los expertos en diseño curricular entre otras y, convierte al profesorado en dependientes de los técnicos del currículo escolar. 53 Se entiende por región, la “región sujeto” en el campo de tensión que constituyen los énfasis, antropocéntricos y biocéntrico. Mientras lo primero resulta de un humanismo desvirtuado por el concepto de ciencia del siglo XVII, en el marco de una economía capitalista que asume de manera sesgada el concepto de vida y justifica la destrucción de la misma con diversos énfasis (biocidio y geocidio); lo segundo relaciona el concepto de vida con la conservación de la totalidad del planeta a partir de dos presupuestos: la ecoalfabetización (alfabetización ecológica de la especie humana) y, el ecodiseño (investigación de los modelos de los ecosistemas naturales para diseñar otras formas de vida, de negocios, de economía, de estructuras físicas y tecnológicas para sustentar la vida) (Tapiero & López, 2006, pp. 174-175). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA - El currículo práctico se constituye como alternativa a las limitaciones del currículo técnico y se funda en los aportes de Schwab, quien aboga por la transformación de las prácticas en la escuela para superar las limitaciones que provienen de ciertas teorías. Este énfasis curricular asume que la transformación de las prácticas debe hacerse desde la identificación de los problemas y las dificultades que tienen los maestros y no de las aspiraciones impuestas que resultan desde fuera del campo, de manera que la práctica debe ser entendida como el compromiso con el método de la deliberación práctica. 54 La crítica de la metateoría curricular sobre el currículo práctico consiste en haber exonerado de la crisis que genera la práctica curricular de los maestros, a la autoridad institucional y al Estado. Así, “el método de la deliberación práctica lleva consigo el respeto por el statu quo” (Kemmis, íbidem, p. 72), lo que equivale desconocer la toma de decisiones educativas en condición de decisiones políticas, en el marco de una relación unidireccional del sistema educativo frente a la escuela. En esta unidireccionalidad, la ciencia crítica de la educación no incorpora el análisis acerca del dominio del viejo paradigma de los sistemas sociales con base en la relación input/output. El problema quizá radica en el desconocimiento que hasta el momento se tenía acerca de la teoría de los sistemas sociales. Desde las cuestiones políticas sobre el cambio social, se identifica que la perspectiva práctica de la toma de decisiones no es un asunto exclusivo de la metateoría curricular y que tampoco puede ser resuelto por teorías no relacionadas con la educación, todas vez que requieren ser solventadas mediante la política práctica y el razonamiento crítico de los profesores frente a una participación social por una vida más racional, justa y satisfactoria (op. cit., p. 62-73). - El currículo crítico está centrado en la emancipación de los maestros como colectivos que producen currículo escolar, en el marco de las relaciones: escuela – Estado e individuos - sociedad. Estas relaciones resultan no ser tan racionales y justas como parecen, de manera que se instala en el centro de la crítica, la crítica de la ideología del currículo escolar. La crítica de la ideología en el currículo escolar devela una escuela eficientista, en el que la fe en la ciencia y en el saber especializado, se justifican con un saber en la autoridad. Esta autoridad impone la vida y el trabajo en las escuelas en forma fragmentada “a lo largo de las líneas burocráticas de especialización” (Kemmis, 1993, p.123) y en el marco de una tendencia que opera al servicio de las fuerzas del mercado. Así, la escuela eficientista de corte positivista en la educación, establece las anomalías del “currículo oculto” y, por tanto de la escolarización. Se entiende por “currículo oculto”, un eslabón de la cadena evolutiva de la escuela en el seno de la sociedad capitalista, corresponde a la historia de la educación de masas o escolarización obligatoria y, sus limitaciones contribuyen a establecer las alternativas establecidas por las pedagogías críticas y la ciencia educativa crítica. A este valor agregado de ilustración socio – cultural de la educación y la escolarización, le subyace la crítica de la ideología en las relaciones: educación sociedad y, currículo escolar – Estado, tal como lo asume la metateoría curricular en su énfasis crítico (Kemmis, 1993: 95-165). El currículo oculto genera procesos y prácticas distorsionadas en la irracionalidad, la injusticia y la coerción que opera de manera transversal en todas las interpretaciones curriculares y didácticas como si fuesen “naturales”. Para Gramsci, dicha distorsión no se elimina con la ideología, al establecer la reproducción social y cultural a través de las orientaciones que establecen los sectores dominantes, en las estructuras de significado y de valor social. De allí la condición emancipadora que se prevé en condición de contexto para instalar en términos pedagógicos, los nuevos discursos para las prácticas curriculares y didácticas alternativas sobre formación y desarrollo de competencias y emprendimientos. En el marco de la ciencia critica de la educación “una emancipación social de la humanidad se efectuaría, en principio, a partir de la misma educación. Por ello no hay sociedad emancipada, si en principio sus individuos no se emancipan mediante la educación. Desde este punto de vista la problemática educativa adquiere un nuevo sentido y estatuto, ya no solo dentro y para la reflexión y práctica pedagógicas, sino también dentro de las ciencias sociales críticas” (Klaus en Wulf, 1999, p.10). De manera que la crítica ideológica del currículo escolar contribuye a esclarecer parte de la génesis de la desarticulación interna de las instituciones educativas y, de cuya implementación, difusión y sostenimiento se encargan paradójicamente de establecer las propias políticas educativas, en proporción directa con los CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La crítica a la ideología relaciona la sociedad y la cultura en la trama interna de la escolarización, por tanto se hace necesario superar el juicio individual de los maestros con la comprensión de la estructura social de injusticia que le subyace, en términos de currículo escolar y didáctica. Esta racionalidad crítica de la investigación educativa moviliza la configuración de comunidades educativas investigadoras que aprenden a emanciparse de la gestión escolar precedente para dar lugar, en el currículo neosistémico, a un aprendizaje escolar inteligente que conlleve a visualizar la institución educativa como un “organismo vivo”. 55 énfasis de las reformas educativas “de arriba para abajo”, incluidas las propias reformas auto - proclamadas de reformas educativas “de abajo para arriba”, una vez estas se relacionan con la apariencia de la descentralización representada en la desconcentración educativa. El currículo crítico relaciona la emancipación de los maestros productores de currículo con la educación de los estudiantes, a través de la metodología crítica de la investigación, con dos propósitos: desenmascarar los procesos sociales y, establecer formas de acción social y política, en un ambiente social donde prima la desigualdad. Por tanto, la visión crítica del currículo escolar no se queda tranquila con el estudio de la relación entre las teorías de los expertos del currículo escolar y las prácticas del profesorado. Reconoce que para comprender el currículo y la escolarización se requiere considerar la práctica de los teóricos y las teorías curriculares del profesorado (Carr, 1996). Asumir el currículo crítico es establecer como criterio de calidad del desempeño profesional de maestros, la construcción del currículo escolar para la emancipación de las comunidades académicas de los maestros desde una perspectiva socio cultural. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA El currículo crítico a través del análisis político e ideológico de la investigación curricular, develó limitaciones estructurales, tanto del currículo positivista como del currículo hermenéutico, sin embargo, es posible caracterizar otro nivel de limitación positivista del currículo escolar desde los aportes de la teoría de los sistemas sociales. 56 La Teoría de los Sistemas Sociales relacionó el marxismo con la teoría de los sistemas; desmitificó la supuesta diversidad entre el interaccionismo y el estructuralismo; relacionó la monumental obra de Weber, La historia de la sociedad, con el marxismo y éste con la aplicación de los diagramas cruzados de Parsons; reconstruyó la teoría de la acción mediante la teoría de la estructura; asimiló la teoría de la estructura como teoría del lenguaje; interpretó la teoría del lenguaje para avanzar en la teoría de textos; y, con la teoría de los textos desarrolló la teoría de la acción. Por otra parte, relacionó al observador como un constructor de sistemas y como objeto de su propia observación, producto del diálogo entre el físico Heinz von Foerster, el biólogo Humberto Maturana y el psicólogo Jean Piaget. En este sentido, la Teoría de los Sistemas Sociales es concebida como una teoría universal o una superteoría, con base en los siguientes criterios (Luhmann, 1998, p. 9-19): 1. No se presenta como una teoría consolidada de conceptos básicos, de axiomas y de afirmaciones coherentes deducibles e irrebatibles de la investigación. Es una teoría que resulta de la investigación tensionada por conceptos básicos más densos en razón a la utilidad de intereses, problemas y experiencias provenientes de la sociología. 2. Se mueve en el marco de construcciones provisionales por incluir a sus contrarios, sin pretender quitar lo falso o lo inútil que pueda contener. Es una apuesta por la ampliación de la teoría, cuya ganancia en complejidad, potencia tratamientos más adecuados a los hechos sociales. 3. No pretende ser de justeza total ni de validez única, por no abrogarse el sentido de lo absoluto. 4. Sólo se aplica a la aprehensión del objeto: nunca reclama para sí el reflejo total de la realidad del objeto, ni pretende agotar todas las posibilidades del conocimiento del objeto. 5. Es producto de una discusión transdisciplinaria, donde tanto el mundo como la sociedad son acéntricos y su teoría es policéntrica y policontextual. De este presupuesto es posible entender que en la historia de la construcción de un sistema social, la sociedad ha tenido tres etapas de aprendizaje: una sociedad feudal que aprendió a mirarse con los ojos de Dios; una sociedad moderna que aprendió a observarse en su propia miseria; y, ahora, una sociedad que requiere remitirse a algo distinto en la que resulta útil la observación de segundo orden. 6. Asume el debate a toda la teoría del conocimiento precedente y se instala como un nuevo paradigma en la teoría de los sistemas. La relación entre las partes y el todo se constituyó en el principal dilema de los paradigmas de los sistemas. La resolución de este dilema constituye la historia de la evolución de los sistemas en cuatro etapas. La primera etapa de la historia de la teoría de los sistemas está determinada por la condición aristotélica del todo como la suma de las partes, sin haberse clarificado cómo el todo constituía las partes. Este enrarecimiento aplicado a lo social, determinó que la diferenciación entre la parte dominante y la parte dominada pusiera en tela de juicio la relación de las partes y el todo. La anterior contradicción se intentó resolver con la categoría “general” aplicada a los sistemas en el siglo XVIII. Este desarrollo establece la segunda etapa de la evolución de la teoría de los sistemas. En el caso social, lo general del sistema se pensó como representación de la totalidad de la humanidad en los hombres, lo que estimuló nuevos desarrollos sobre la razón; la ley moral o apriorismos semejantes; la formación y el Estado. Sin embargo, la contradicción seguía irresoluble. La tercera etapa de la evolución de la teoría de los sistemas la protagonizó la teoría general de los sistemas formulada por Ludwig von Bertalanffy a través de dos diferenciaciones: “sistema y entorno” y, “sistemas abiertos y sistemas cerrados” para resolver la relación del todo y las partes. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La teoría de los sistemas sociales esclarece la condición aristotélica de las partes y el todo que no pudo aclarar la teoría general de los sistemas formulada por Bertalanffy. Esta limitación permite diferenciar lo “asistémico” o “pseudosistémico” de los sistemas sociales y, lo “neosistémico” de los sistemas sociales. 57 Las diferenciaciones anotadas en el párrafo anterior, relacionaron las teorías orgánicas, la termodinámica y la evolución; dieron un nuevo aire a los métodos experimentales; y contribuyeron a producir teorías de conjunto y subconjuntos articulados. Sin embargo, para los sistemas sociales y, por tanto, para la educación y la pedagogía, la condición “esclava” que el entorno le determinó al sistema, la preponderancia de los sistemas abiertos con la respectiva anulación o menosprecio de los sistemas cerrados, resultó improcedente para los sistemas sociales. Razón por la que se establece la cuarta etapa evolutiva de los sistemas sociales con la teoría de los sistemas sociales formulada por Niklas Luhmann en los setenta y su obra publicada en español en 1998 y complementada en el 2007. La teoría de los sistemas sociales establece con transparencia cómo el todo está representado en las partes; por qué los sistemas sociales están dotados de autonomía; por qué es dialéctica la relación entre el sistema social con su entorno; y, por qué a los sistemas cerrados “emergentes” o “provisionales” les subyace la condición co – evolutiva que caracteriza a los sistemas sociales. La teoría de los sistemas sociales se asume como nuevo paradigma de los sistemas sociales a partir de tres referentes: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA a) Frente a la teoría general de los sistemas centrada en la condición aristotélica de las partes y el todo para diferenciar entre sistema y entorno, la teoría de los sistemas sociales, al interrelacionar las teorías orgánicas, la termodinámica y la evolución, rescató el sistema cerrado; le designó la condición “emergente” como condición previa a la configuración de sistema abierto; y le determinó la función de crearle sentido al entorno a través de canales específicos de comunicación. 58 Como puede colegirse desde los planteamientos anteriores, la relación sistema/ entorno del nuevo paradigma de los sistemas sociales le determina al “currículo neosistémico”, el papel de liberar la institución educativa de la condición “esclava” frente a su entorno por relacionar los siguientes aspectos en la toma de decisiones sobre desarrollo institucional integrado: - El análisis crítico de las políticas educativas. - El tipo de pertinencia o no en la que opera la burocracia del sistema educativo en la ejecución de tales políticas. - El tipo de emancipación constituida por los maestros desde la gestión escolar a través del pensamiento independiente que demanda el plan de estudios frente al sistema educativo. La liberación de la condición “esclava” de la institución educativa frente al sistema educativo, conlleva a reformular la trivialización precedente sobre la autonomía y democracia escolar para el desarrollo institucional integrado y la representa la IESS como fuente productora de unidad y sentido. Mientras que la unidad está representada en la coherencia interna que proporciona la integración curricular neosistémica al comprender el todo institucional en las partes del currículo escolar, en el marco de la coherencia pedagógica y administrativa; el sentido que proporciona la institución al entorno se asume para sensibilizarlo, de manera que el entorno se comprometa con la unidad institucional, desde donde se establecen canales específicos de comunicación con el entorno, por ejemplo, sobre las formas alternativas de la gestión escolar en ámbitos de desconcentración educativa. La coherencia entre pedagogía y administración escolar es redimensionada por la inclusión de estabilidad dinámica en la estructura organizacional de procesos del currículo neosistémico a partir de la autorreferencialidad institucional. Por lo que se requiere de una institución educativa con capacidad de aprender a aprender desde la autodescripción de los procesos en curso de manera que aprenda a autoerigirse (autocoacción centrada en la especificación de nuevas formas organizacionales) y a co- evolucionar a partir de la diferenciación del pasado y futuro de los procesos en integración curricular. La IESS sopesa las demandas de integración curricular propuestas en la relación input/output para develar en esta relación, la ausencia del manejo estructural de la integración curricular y la trivialización que al respecto le subyace al discurso de la autonomía escolar. Esta confrontación surge desde la relación penetración/interpenetración para reemplazar la autoorganización (penetración) por la autorreferencialidad institucional (interpenetración), identificada en la caracterización anterior. Con el código binario penetración/interpenetración se consolida la IESS como sistema social cerrado emergente por establecer condiciones primarias para hacer de la institución educativa una fuente de creatividad institucional en términos de integración curricular (autopoiésis institucional). Son condiciones primarias de autopoiésis institucional, la reproducción de factores que sostienen la creatividad del “currículo neosistémico” (reproducción de mecanismos productores de creatividad), los cuales redimensionan la ejecución del plan de estudios. c) El interés por el diseño y el control fue suplantado por la autonomía, la sensibilidad frente al entorno y la estabilidad dinámica para caracterizar como parte del sistema social, su capacidad de autoproducción. En el campo de la evolución de las reformas educativas, a la escuela le compete pasar de formas organizacionales heterorreguladas a formas organizacionales autónomas y autorreguladas. Mientras la heterorregulación se moviliza en una epistemología de “black box” (“caja negra”) para los maestros, promovida por la postura positivista y neopositivista de la educación en la que se complementa una versión conductista mejorada con CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO b) El interés sobre el número de las partes y las relaciones entre las partes fue reemplazado por la cantidad de diferencias que de forma operativa son utilizables dentro de un sistema. Así, la autoorganización y la teoría causal fueron reemplazadas por la autorreferencialidad. 59 el apoyo del referente asistémico de la teoría general de los sistemas al interior de las ciencias sociales y que penetra en consecuencia, énfasis determinados de las ciencias de la educación y la pedagogía; de otra parte, la autonomía y la autorregulación se establecen en una postura epistemológica que gana en transparencia sobre la relación de cada una de las partes de la organización del currículo escolar con el todo del desarrollo institucional integrado (el todo representado en las partes). Se rescata la condición del decisionismo en la IESS en la medida que la gestión escolar desarrolla su capacidad de evolución para aprender a decidir sobre lo que se presume que no se debe decidir. Este énfasis decisionista le otorga precisiones a la autonomía escolar en interrelación con nuevas posturas sobre comunicación, autorreferencia y sentido. La evolución de los sistemas es el resultado del progreso entre conciencia y comunicación, en la perspectiva de pasar de una complejidad que se torna cada vez más compleja por pasar de una reflexión a una “solidez y capacidad de enlace hacia adentro y hacia fuera” (Parsons en Luhmann, 1998, p. 9). En el caso de la evolución de los sistemas sociales se gana en la organización de la experiencia de la diferencia para acceder a nuevos niveles de información y de conocimiento. En tal sentido, la IESS es un mundo de búsqueda de explicaciones sobre el manejo estructural de la integración curricular que eleva el nivel de complejidad constituida. Esta probabilidad resulta una vez la institución educativa aprende a dar cuenta de “los fracasos de determinados términos de explicación de las transformaciones de la estructura” (Luhmann, 2007, p. 338). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Lo anterior permite afirmar que la evolución de la IESS parte de una coevolución epistemológica donde el error no es más que una fuente de aprendizaje para moverse en términos curriculares en la fórmula contingente desarticulacióninstitucional/articulación-institucional. 60 En la teoría de los sistemas sociales, “la sociedad es el resultado de la evolución”, una vez se relacionen las teorías con la descripción transformacional “de un problema lógico irresoluble en un problema genético” cuyo hilo conductor argumentativo es la paradoja circunscrita en la “probabilidad de la improbabilidad” (Íbidem, p. 325-336). La resolución de la co - evolución en la IESS conlleva a tomar distancia de los estándares de explicación y predicción por ser insatisfactorios, al tomar como hilo conductor de la argumentación, la manera como la teoría de la evolución responde a tal requerimiento. La evolución transforma la baja probabilidad del surgimiento en una probabilidad de preservación que denomina Luhmann “morfogénesis de la complejidad” por rechazar no sólo la evolución de las ciencias empíricas como continua, unilineal, regular y progresiva; sino también, por indagar bajo qué condiciones se separan los mecanismos de la variación y de la selección, en la perspectiva de que un observador pueda distinguirlos. Darwin por asumir la “selección natural” como parte del entorno para garantizar la estabilidad de la evolución frente a los sistemas bien adaptados, no tuvo en cuenta la “reestabilización”. La reestabilización es un factor que produce autopoiésis y por tanto, estabilidad dinámica en los sistemas sociales que desemboca en un cambio estructural frente a un entorno que cambia de manera permanente y se sujeta a nuevas adaptaciones. Es por esta razón que la teoría de la evolución no posibilita ningún pronóstico, ni presupone una teleología en la perspectiva de un fin bueno o malo. La teoría de la evolución sólo sirve para explicar, tanto el surgimiento de sistemas más complejos, como la eventualidad de su respectivo fracaso (Luhmann, 2007, p. 336-337). Mientras que la primera parte del código binario currículo-asistémicodesarticulado/currículo-neosistémico-integrado, alude el currículo escolar sujeto al paradigma general de los sistemas y a toda la tradición empírico – analítica del interés técnico del currículo escolar e incluida la tradición práctica del currículo escolar; la segunda parte del código binario resulta de la relación primaria entre el currículo crítico con el paradigma de los sistemas sociales. La teoría de los sistemas sociales está sustentada con base en ocho sub – teorías, tal como se representa en la Figura 7. En la Figura 7, la interrelación de las sub – teorías de la teoría de los sistemas sociales confluyen de manera heterogénea a la sub – teoría de los sistemas cerrados “emergentes o provisionales” (ver líneas de trazos cortos). Su localización en el centro de la Figura corresponde al hecho de que el origen de los sistemas sociales abiertos, son los sistemas sociales cerrados “emergentes” o “provisionales”. A continuación se presenta una breve explicación de cada una de las sub – teorías para establecer las articulaciones entre el currículo neosistémico y la IESS. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En consecuencia con lo anterior, la reestabilización de la IESS asume el manejo de la complejidad en la relación entre autopoiésis y estabilidad dinámica del currículo neosistémico. Aspecto este que demanda ejecuciones de la gestión escolar en el código binario institución-educativa-como-sistema-general/institución-educativacomo-sistema-social, para diferenciar una institución educativa “asistémica” o “pseudosistémica” de una institución educativa “neosistémica”. La condición general de este código binario o relación determina, a la vez, estructuras de expectativas en la IESS sobre el tipo de cambios que dirime la coevolución en la fórmula contingente: currículo-asistémico-desarticulado/currículo-neosistémicointegrado. 61 Sub-Teoría de la Sub-Teoría autorreferencialidad de la Sub-Teoría de la doble interpenetración contingencia Sub-Teoría de los sistemas psíquicos SUB-TEORÍA DE LOS SISTEMAS CERRADOS EMERGENTES Sub-Teoría de la complejidad Sub-Teoría de los sistemas autopoiéticos Sub-Teoría de la diferenciación Figura 7 La articulación teórica í de los sistemas sociales de la teoría 1. La subteoría de los sistemas cerrados “emergentes”. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La subteoría de los sistemas cerrados emergentes aporta metodología para que los maestros hagan de la institución educativa una clausura conceptual sobre integración curricular neosistémica y le aporten sentido a su entorno constituido por la realidad educativa regional, nacional e internacional. 62 Asumir por los maestros la institución educativa como un sistema social cerrado emergente, conlleva a reformular las deficiencias que en autorregulación institucional se presentan en términos del PEI. Para tal fin, la institución pasa a constituirse en un sistema cerrado “emergente” centrada en visualizar la gestión escolar para producir unidad y sentido al entorno escolar. Lo anterior, implica asumir entre otros requerimientos, la integración estructural del plan de estudios para la autotransformación institucional con base en la estructura de expectativas sobre el manejo de las partes que constituyen el currículo escolar en la comprensión del todo institucional. Esta determinación produce referentes para diferenciar el pasado y el futuro de los procesos pedagógicoadministrativos, aplicados a la producción de unidad y sentido desde la gestión escolar; demanda nuevos niveles de gestión en autonomía escolar; y requiere la autorreferencialidad como preámbulo al desarrollo de la creatividad sostenida del currículo neosistémico. 2. La subteoría de la autorreferencialidad. La subteoría de la autorreferencialidad introduce condiciones objetivas para establecer como metodología de trabajo por los maestros, la observación de segundo orden. Esta observación se relaciona con la producción de conocimiento sobre la génesis del manejo estructural que requiere la IESS, a partir de la valoración sobre el tipo de integración curricular precedente. La autorreferencialidad le aporta metodología a la institución educativa sobre el manejo estructural de la integración curricular a partir de la auto – descripción que tales procesos alcanzan para su respectiva intervención con base en la auto – coacción y la co – evolución. La co – evolución es otra arista de la evaluación escolar centrada en atender las demandas que determina la auto – coacción planteada en el párrafo anterior para proporcionar la diferenciación del pasado y del futuro de la integración curricular. Es una mirada sobre el conjunto de los requerimientos interrelacionados entre la formación y el aprendizaje escolar con las demandas del entorno, entendido este en un sentido más universal. Esta articulación curricular de lo endógeno y lo exógeno establece precisiones importantes sobre los patrones de expectación de una IESS. Al relacionarse la autorreferencialidad con el intríngulis de la integración curricular, la evaluación escolar desarrolla nuevos métodos sobre su funcionalidad con la IESS en proporción directa con el desarrollo de la integración curricular neosistémica. La subteoría de la autorreferencialidad le aporta a la institución educativa, mecanismos operativos para producir su respectiva unidad y sentido, lo que equivale a un manejo más estructural de la evaluación escolar para una micropolítica escolar pensada en la funcionalidad del desarrollo institucional integrado con énfasis neosistémico. Este manejo estructural de la gestión escolar, establece una versión renovada y sin precedentes sobre autonomía y democracia escolar, en la relación: saber – poder pedagógico. Lo cual contribuirá a esclarecer nuevas pautas del liderazgo pedagógico para superar la gestión administrativa unidireccional de la escuela. 3. La subteoría de la interpenetración. La subteoría de la interpenetración aporta metodología para pasar de un manejo desarticulado y atomizado de la gestión escolar (“penetración” a establecer) a una CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La auto – coacción es una arista de la evaluación escolar que resulta de la autodescripción que el profesorado plantea sobre el tipo de integración curricular establecido en cada una de las áreas del plan de estudios, a la luz del análisis crítico que sobre currículo escolar plantea el sistema educativo, en atención a las demandas que sobre formación y aprendizaje escolar demanda el entorno escolar. Comprendido este en el marco de la realidad regional, nacional e internacional. 63 gestión escolar centrada en el manejo estructural de la integración institucional (“interpenetración” constituida). La interpenetración de la institución educativa, centrada en el tránsito de una institución desarticulada a una institución educativa articulada como sistema social, es un referente interno de una organización escolar como sistema cerrado “emergente” o “provisional” para la producción de la autorreferencialidad institucional. Es en la relación interpenetrativa y autorreferencial que se establecen las condiciones objetivas del currículo neosistémico en términos de creatividad institucional sostenida y, por tanto, de unidad interna y sentido, representado este por la realidad educativa regional y nacional. La autorreferencialidad institucional juega un papel importante sobre la metodología que se requiere para la interpenetración institucional: con la auto - descripción se redimensiona el nivel de desarticulación a intervenir en la integración curricular (gestión escolar a “penetrar”); y, con la auto – coacción constituida y sus alcances establecidos que determinan la co – evolución institucional. En atención a lo anterior, la interpenetración es una metodología de la complejidad de nivel superior para la configuración, desarrollo y perfeccionamiento del currículo neosistémico. Esta metodología se relaciona con nuevos estadios de la evaluación escolar del currículo, a partir de una estructura de expectativas del manejo de las partes del currículo escolar comprendidas en el todo de la IESS. La interpenetración como metodología sobre la complejidad del currículo neosistémico contribuye a evitar la metáfora de la “rana hervida”17 (Senge, 96, p. 34-35) en los procesos de transformación de la gestión escolar, por el aprendizaje sobre el manejo gradual y sistemático del desarrollo estructural de la integración institucional, en articulación con el desarrollo educativo regional. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA 4. La subteoría de los sistemas autopoiéticos. 64 La subteoría de los sistemas autopoiéticos tiene como funcionalidad la producción de creatividad institucional sostenida por la IESS a partir del manejo de la complejidad de nivel superior de la integración curricular neosistémica. Este manejo requiere de la reflexión sobre el papel de la integración institucional frente a la creación de estructuras dinámicas de la integración curricular a través de la diferenciación de las siguientes categorías de análisis: “estabilidad-estructurada”; “estabilidad-dinámica”; “estructura de expectativas”; estructura latente”. En el currículo neosistémico: • La “estabilidad estructurada” está constituida por las instancias que determinan el engranaje organizacional, por ejemplo, los consejos de dirección escolar. 17. Así como una rana no reacciona cuando en el recipiente con agua en el que se encuentra, se le incrementa la temperatura al punto que muere sin poder reaccionar; las instituciones que no aprenden a persistir en los cambios sostenidos, acumulan tantos requerimientos que cuando intentan reaccionar, fenecen en sus propias posibilidades de transformación. • La “estabilidad dinámica” re – crea la funcionalidad de los procesos que establece la estabilidad estructurada, por ejemplo, la decisión de concebir alternativas a la integración curricular existente. La estabilidad dinámica crea condiciones institucionales relacionadas con formas más evolucionadas, más coherentes, más interrelacionadas y más consistentes sobre la gestión escolar y prioriza este efecto en la operacionalización del plan de estudios para decantar el manejo de la complejidad del mismo. • La “estructura de expectativas” tensionan los alcances que constituyen la estabilidad dinámica como fuente de configuración de la intuición sobre el futuro institucional, derivado de los alcances de la interpenetración, en el marco de los desarrollos de la autorreferencialidad. Un ejemplo de “estructura de expectativas” es la identificación de los factores de apalancamiento que establece la transversalidad curricular para producir la sostenibilidad de la creatividad en integración curricular neosistémica. Por tanto, la subteoría de los sistemas autopoiéticos requiere de nuevos desarrollos de comunicación sobre currículo integrado a la luz del nuevo paradigma de los sistemas sociales para que la observación de segundo orden sobre el currículo crítico, agudice el análisis de las ideas que viabilizan el currículo neosistémico como factor de desarrollo de la IESS. 5. La subteoría de la doble contingencia La subteoría de la doble contingencia aporta metodología para hacer probable el currículo neosistémico en el marco de las improbabilidades impuestas por las condiciones curriculares asistémicas que le subyacen al currículo técnico y asistémico, aunado el enrarecimiento de políticas de descentralización educativa. Esta probabilidad la constituye la comprensión del nuevo paradigma de los sistemas sociales como teoría amable con la producción de nuevos niveles de objetividad en términos de metateoría curricular. La concreción de la doble contingencia hace parte de la racionalidad que determina la estructura latente centrada en constituir otra opción de integración curricular a la precedente para producir la disponibilidad de la toma de decisiones por un universo escolar más complementado y por tanto integrado. Este decidir en la contingencia permite identificar la importancia de los consensos argumentados, cada vez más centrados en proyectos de mediano y largo plazo para consolidar nuevas opciones de transversalidad curricular. Son opciones que CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • La “estructura latente” está determinada por la transversalidad general que connota la superación de una institución educativa asistémica representada en una gestión escolar desarticulada, por la cultura de la integración neosistémica, que interconecta y complementa las tres primeras estructuras especificadas (“estabilidad-estructurada”; “estabilidad-dinámica”; “estructura de expectativas. 65 recurren a una interrelación sistemática cada vez más compleja para producir nuevos niveles de comunicación sobre la integración intra e inter áreas, a través de las precisiones que demanda la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad, en la producción de conocimiento sobre las didácticas específicas de las áreas del plan de estudios o sus equivalentes, en la diferenciación entre los niveles de los desarrollos de las disciplinas específicas a lo largo de los niveles básicos del sistema escolar en complementariedad con la pedagogía que determina posturas teóricas sobre la enseñanza y el aprendizaje de dichos saberes. 6. La subteoría de la diferenciación La subteoría de la diferenciación aporta metodología sobre la unidad interna de la institución educativa en la diferenciación de relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas del currículo neosistémico. La diferenciación de las relaciones intersistémicas planteadas en el párrafo anterior, genera el dominio cognitivo para la producción y complejización respectiva de la integración curricular neosistémica que valida la IESS. A continuación se presentan algunas consideraciones sobre las relaciones intersistémicas, representadas en la Figura 8. Entorno Sistemas sociales abiertos ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Sistemas sociales cerrados “emergentes” “ ”o “provisionales “ 66 Sistemas sociales abiertos AUTORREFENCIAL RELACIÓN INTERSISTÉMICA AUTOPOIÉTICA Epistemología de la complejidad superior y la contingencia INTERPENETRADA Entorno Figura 8 Potenciación de la autonomía de los sistemas sociales frente al entorno La Figura 8 identifica la génesis de la relación intersistémica autorreferencial, autopoiética e interpenetrada (recuadros de la derecha) a través de la configuración de la institución educativa en el estadio de sistema social cerrado emergente o provisional (círculo interior, parte derecha). Son relaciones intersistémicas que se requieren, independiente de si se ha trascendido a sistemas sociales abiertos (círculo intermedio, parte derecha); operan en la configuración de estructuras de expectativas sobre la complejidad de nivel superior con apoyo de la contingencia (parte izquierda). Uno de los factores más relevantes de las relaciones intersistémicas radica en un desarrollo sin precedentes de la autonomía escolar. Esta producción se diferencia del nivel prenocional y nocional relacionado con el “dejar hacer dejar pasar” que produce la desarticulación y la unidireccionalidad de la gestión escolar. Las relaciones intersistémicas juegan un papel preponderante en la configuración de la IESS en el estadio de sistema cerrado emergente o provisional por constituirse en fuente creadora de estructuras dinámicas del “currículo neosistémico”. Antes de constituirse el sistema social abierto pasa por crearse en sistema social cerrado emergente. A continuación se da cuenta de cada una de las relaciones intersistémicas señaladas: - La relación intersistémica autorreferencial conlleva a que la IESS se auto - describa de manera crítica en integración curricular, donde los actores de la comunidad se identifican como parte del problema y de las soluciones, para intervenir en las anomalías organizacionales detectadas. La activación de este proceso, dinamiza la evaluación escolar en términos de auto – descripción, auto – coacción y co evolución de la gestión escolar. La relación intersistémica interpenetrativa constituye la mayor elaboración epistemológica sobre la transformación interna de la institución educativa, en la diferenciación entre un currículo escolar que sostiene las anomalías sobre la desarticulación pedagógica y administrativa y, un currículo escolar que proporciona la cultura de la integración estructural de los procesos organizacionales que produce la gestión pedagógica – administrativa que caracteriza la integración curricular neosistémica. Las relaciones intersistémicas autorreferencial, autopoiética e interpenetrativa, son categorías de análisis del código binario: institución-educativa-desarticulada/ institución-educativa-integrada. Código este que se comprende para analizar la institución educativa en el campo de tensión sistémica que establece el código binario: relación-organizacional-asistémica-o-pseudosistémica/ relaciónorganizacional-neosistémica. 7. La subteoría de los sistemas psíquicos La subteoría de los sistemas psíquicos se caracteriza por identificar que los sistemas psíquicos se diferencian de los sistemas sociales. Para ambos casos, el elemento CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La relación intersistémica autopoiética, entendida como metodología “para formular los problemas de la formación y el cambio de estructuras” (Luhmann, 1998, p.58), es un punto de referencia de aprendizajes institucionales sobre la producción de estructuras dinámicas organizacionales para aportarle al PEI la capacidad autorregulativa, representada en la creación de círculos virtuosos sobre una nueva generación de integración curricular: la integración curricular neosistémica. 67 común son los individuos, los sujetos, las personas, sin embargo, la diferencia estriba en que, como sistema psíquico, no se supera el nivel de auto-reflexión despojado de praxis por asumirse en la auto - contemplación cosificada de un sistema educativo que se representa heterónomo, independiente a veces si se asume en la descentralización. Esta condición es superada en los sistemas sociales a la luz de la crítica ideológica sobre currículo escolar, con la producción de “comunicación reflectiva”. La “comunicación reflectiva” es la comunicación sobre la comunicación precedente como resultado de asumir el control de la comprensión para arreglar la comunicación al entendimiento autorreferencial. En esta perspectiva, el lenguaje posibilita diferenciar los procesos comunicacionales y con ellos, configurar y diferenciar los sistemas sociales en una relación que marca la acción social, incluida las percepciones sociales. De esta manera se comprende que el lenguaje debe asegurar la reflexividad del proceso comunicacional para hacer posible la autodiferenciación. Es en esta lógica que la comunicación reflectiva, producto de la observación de lo observado, produce una nueva comunicación, una comunicación creadora de sistemas sociales y, por tanto, generadora de autopoiésis (autocreación sostenida de sistemas sociales) (Luhmann, 1998, p. 145, 152; 2007; p. 65-69). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La comunicación reflectiva productora de objetividad entre paréntesis y, por tanto, de un imaginario social instituyente sobre otras formas más elaboradas y por tanto complejas sobre integración curricular, constituye la génesis de una IESS: institución educativa como sistema social cerrado emergente o provisional que coevoluciona en institución educativa como sistema social abierto, sujeta en ocasiones a constituirse de nuevo en sistema social cerrado emergente, según el requerimiento de la clausura, cuando esta requiere profundizar o reorientar sus procesos organizacionales para su funcionalidad como sistema social (los sistemas sociales coevolucionan en la contingencia: lo que es puede ser diferente). 68 La comunicación reflectiva, en atención a desbordar la condición de sistemas psíquicos a los maestros para establecer su condición creadora de sistemas sociales, es representado en el ámbito escolar en la configuración de complejidad de nivel superior para cumplirle a una gestión escolar productora de unidad y sentido en la IESS, dada la complementariedad entre el currículo escolar y las didácticas de los saberes específicos. Es en esta interrelación que se concibe la ejecución del plan de estudios en la independencia que contribuye a establecer la pedagogía. Esta perspectiva de gestión pedagógica-administrativa moviliza desarrollos sin precedentes en una institución presidida por niveles heterogéneos de heteronomía e hiperformalización. Superar la condición de sistemas psíquicos por los maestros, es decir, reflexivos consigo mismos sobre sus prácticas pero alejados de la configuración de nuevos desarrollos sobre la naturaleza del sistema precedente, conlleva a relacionar la formación y el perfeccionamiento docente con la comunicación reflectiva para producir desarrollos sin precedentes en autonomía escolar por constituirse en condición sine quanon de una IESS. Este desarrollo epistemológico de la pedagogía contribuye a repensar la condición positivista que le subyace al discurso oficial sobre el emprendimiento y las competencias en el marco de las anomalías que establece la escolarización. Las anomalías de la escolarización se encuentran “naturalizadas” en la lógica de la relación unilateral input/output aplicada en el desempeño laboral de los maestros, donde la relación subordinada que le determina el entorno (sistema educativo) al sistema (las instituciones educativas), se constituye en parte de la lógica del “currículo oculto”, en el que los valores de la sujeción supone parte del “contrato” de aceptación para funcionar en su seno. El currículo oculto es una trama de objetivos y presupuestos educativos, como mecanismos de Estado, oscurecidos por el predominio de los problemas técnicos y el mantenimiento de la provisión estatal de educación (Kemmis, 1993, p. 98). 8. La subteoría de la complejidad La subteoría de la complejidad precisa el manejo de complejidad superior de la integración curricular neosistémica para consolidar estructuras dinámicas en el código binario: “estabilidad-estructurada” - “estabilidad-dinámica” - “estructurade-expectativas”- “estructura- latente”, en la configuración de la IESS. “Las estructuras sólo existen como presente en cada momento, es decir, trascienden en el tiempo, sólo en el horizonte temporal del presente e integran el futuro presente con el pasado presente. Una futura decepción de las expectativas no significa, entonces, que no hubiera sido estructura” (Luhmann, 1998, p. 269). a. La estabilidad estructurada requiere condiciones organizacionales para superar la hiperformalización del gobierno escolar, representada en la inoperancia de los órganos de dirección frente al mundo dinámico y complejo de la gestión integral de la vida escolar a través del manejo estructural del universo académico. Las anormalidades sobre “estabilidad estructurada”, constituyen el iceberg de la crisis en formación en democracia y autonomía escolar por constituir “la génesis interna del desarrollo institucional desarticulado, disgregado y atomizado” (Tapiero 2000 y 1999). Situación esta que demanda un nuevo imaginario social de la gestión escolar, movilizado por la complementariedad e interrelación entre lo curricular, lo didáctico y lo evaluativo, como fuente productora de unidad y sentido por la IESS. b. La estabilidad dinámica concreta procesos pedagógico-administrativos productores de discontinuidad de la hiperformalización de la gestión CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A continuación se especifica el significado de “estructuras” y de “estabilidadestructurada”, “estabilidad-dinámica”, “estructura-de-expectativas” y, “estructuralatente” que constituye el código binario del párrafo anterior. 69 escolar; determina creatividad sostenida en currículo, didáctica, evaluación y administración escolar, complementados; y, produce condiciones objetivas para el aprendizaje institucional generativo en materia de autorregulación institucional por el PEI. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La estabilidad dinámica se desencadena, con el acompañamiento de las líneas de investigación en currículo y didáctica por las instituciones formadoras de maestros. Ello requiere el diagnostico de los obstáculos estructurales de la integración curricular en la institución. En este proceso juega un papel importante la configuración de relaciones intersistémicas autorreferenciales, en las que se auto - describe cómo opera la integración de cada una de las áreas del plan de estudios; se auto- coaccionan los propios equipos de trabajo para intervenir sus propias anomalías académicas y administrativas; y se desarrolla la temporalización de los procesos de transformación requeridos, esto es, se diferencia el pasado del futuro de las acciones y las operaciones requeridas, de manera que se autogestione la co - evolución de la integración del plan de estudios. Este proceso determina, en últimas, la autorregulación pedagógica - administrativa del PEI que caracteriza “el currículo neosistémico”. 70 Crear estabilidad dinámica aplicada a la integración curricular neosistémica, demanda transformaciones del trabajo en equipo para generar “campos de liderazgo” y potenciar el trabajo colegiado, cooperativo y solidario a partir de identificar todas las áreas o sus equivalentes del plan de estudios en condición de mutua complementariedad para efectos de la formación integral; requiere establecer políticas de desarrollo institucional integrado para que operen los órganos de dirección académica en procura de aportar calidad en la gestión escolar; e interroga por formas más cualificadas de planeación institucional integrada, de manera que se interrelacionen los planes de mejoramiento institucional con los procesos de actualización y perfeccionamiento de los docentes-directivos y del profesorado para alcanzar niveles más evolucionados de proyección institucional, en concordancia con las demandas del desarrollo regional. Por tanto, la estabilidad dinámica relaciona el desarrollo endógeno con el desarrollo exógeno institucional, es decir, con nuevos dominios sobre políticas de desarrollo institucional integrado. c) La estructura de expectativas es la capacidad de crear futuro institucional en integración curricular por los actores que dinamizan la comunidad educativa en el código binario desintegración-escolar/integración-curricular-neosistémica. Las estructuras de expectativas se derivan de la observación de segundo orden aplicado al núcleo que cohesiona la gestión escolar para dilucidar la complejidad de nivel superior en la integración curricular. En tal sentido, la estructura de expectativas le produce sentido a la estabilidad dinámica aplicada a la integración curricular neosistémica para dotar de autorregulación institucional al PEI y, por tanto, producir comunicación reflectiva sobre los desarrollos intra e inter-áreas del plan de estudios, en las dinámicas de la intradisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad como fuentes de potenciación de las didácticas específicas, en el redimensionamiento que representa la transversalidad curricular del currículo neosistémico. Con la intradisciplinariedad se dispone la coherencia interna de cada una de las áreas o sus equivalentes en el plan de estudios entre los niveles básicos del sistema escolar que atiende la IESS; con la interdisciplinariedad se genera la perfectibilidad en el aprendizaje escolar a partir de una comprensión mayor del entorno, desde la perspectiva teórica que dinamiza la enseñanza; y con la transdisciplinariedad se establecen competencias más complejas en el manejo de problemas de conocimiento y proyectos más articulados con la investigación, tanto en el aula como en los ámbitos de la administración escolar. d) La estructura latente es la capacidad “de destruir estructuras o de provocar reestructuraciones considerables” (Luhmann, 1988, p.306) por otorgar una latencia funcional reformuladota del carácter precario de las mismas. Las categorías de análisis: estabilidad dinámica, estructura de expectativa y estructura latente, no sólo intervienen la cultura de la hiperformalización de la gestión escolar. Intervienen todo tipo de integración curricular que se exima del manejo de la complejidad para la producción de creatividad sostenida en integración curricular. Desde la perspectiva de la cuarta generación de los sistemas que diferenció los sistemas sociales de los sistemas generales, la IESS se constituye de manera primaria en un sistema cerrado emergente productor de autonomía escolar para dotar de unidad organizacional a la institución y producir sentido a su entorno, con apoyo de la sub – teoría de la diferenciación de los sistemas que precisa límites entre el sistema y el entorno. Se han planteado algunas características de la teoría de los sistemas sociales en la configuración de una IESS, sin embargo, cabe anotar que un valor agregado de la correlación entre esta teoría con la metateoría curricular antes expuesta, se plantea para el currículo neosistémico, la diferencia entre “escolarización asistémica” y “escolarización “neosistémica”. Se entiende por escolarización obligatoria, el resultado de las ideas de la Ilustración (conflictos entre la iglesia y el Estado); le subyacen los cambios establecidos en los procesos de producción y reproducción; y, se convierte en un problema pedagógico por el tipo de formación requerida, tanto para unos grupos sociales CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La estructura latente representa para la integración curricular neosistémica, la capacidad de contrarrestar las representaciones sociales prenocionales sobre integración institucional con el propósito de viabilizar la interpenetración que representa nuevos desarrollos conceptuales y categoriales sobre desarrollo institucional integrado. En esta perspectiva se viabiliza la configuración de una IESS. Las representaciones sociales prenocionales sobre integración institucional, constituyen una noción de verdad y engaño o “pseudoconcreción” (Kosik, 1967, p. 25-37) sobre la organización sistémica del PEI. 71 específicos como para el conjunto de la sociedad en ciudadanía (Lundgren, 1992, pp. 28-31). “La escolarización asistémica” se enmarca en la lógica que determina el “currículo oculto”, en la que el Estado no involucra a la sociedad civil en la configuración de las políticas educativas; le determina la condición “esclava” a las instituciones educativas; opera con mayor viabilidad en un sistema educativo descentralizado en crisis (desconcentración educativa); y, ejecuta en la escuela, el enrarecimiento de la autonomía escolar, al establecer una autonomía autorizada, delegada y vigilada, tal como sucede con el artículo 77 de la Ley 115 de 1994 o Ley General de Educación. La condición “esclava” de la institución educativa se relaciona con su supuesta incapacidad de constituirse en sistema social. Esta negación la determina la relación input/output que niega toda posibilidad de autonomía de los sistemas, al creer que estos dependen de manera absoluta del entorno. Esta lógica de sistema no resiste los nuevos desarrollos que sobre sistema han establecido, tanto la microbiología como la sociología a finales del siglo XX. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La escolarización asistémica hace disfuncional la formación en democracia y la integración institucional; y, el input se mantiene a través de la didáctica heteroestructurante (Not, 1987, p. 86-122), explicitada en los métodos tradicionales de enseñanza, el constructivismo conductista, la pedagogía cibernética y la pedagogía algorítmica. En términos curriculares es estimulada por la tradición del “diseño instruccional de la tecnología educativa” (Arboleda, 1987) y el “currículo escolar técnico” (Kemmis, 1993, p. 19-45). 72 A diferenciación de “la escolarización asistémica”, “la escolarización neosistémica” reconoce la institución educativa como un sistema social a través de la autorreferencialidad que establece el código binario penetración/interpenetración; y, genera la implosión de la escolarización asistémica para hacer funcional la autonomía escolar, la formación en democracia y la integración institucional, en los desarrollos que tipifican la complejidad de nivel superior para la transformación estructural, tanto del currículo escolar como de la didáctica. En el marco de las relaciones teóricas primarias que determinan el currículo neosistémico de la IESS se han explicitado dos referentes, la metateoría curricular y la teoría de los sistemas sociales. En este nivel de articulaciones teóricas se establece la transversalidad curricular como factor de integración curricular neosistémica. La transversalidad curricular es un proceso participativo y deliberativo en el que se han consensuado saberes e intenciones entre distintos actores sociales que han intervenido en su construcción y se sujeta a criterios de desarrollo curricular en la relación currículo-sociedad (Magendzo, 2003, p. 13-76). La relación currículo - sociedad en la transversalidad curricular, le determina un contexto explicativo al currículo escolar en el campo ideológico, político y ético, de manera que la autonomía escolar y la formación en democracia contribuyan a resemantizar el discurso de los estándares de competencias y de las pruebas nacionales, una vez se recupera el sentido político de la pedagogía en la integración curricular. De esta manera, la enseñanza se relaciona con un aprendizaje escolar comprometido con la dimensión cultural de la vida cuya operacionalización sistemática requiere proyectos, tanto de investigación como de desarrollo. Este redimensionamiento libera la conducta escolar del disciplinamiento para la obediencia y apoya al estudiante en la construcción de técnicas para el auto – control de su propio aprendizaje, en el que resulta útil, la metacognición y los desarrollos de las inteligencias múltiples para develar el mito escolar de áreas “básicas” que terminan por discriminar a otras en “no básicas”, con lo que se afecta de manera estructural, la funcionalidad del PEI, centrada en “la formación integral del educando” (artículo 73, Ley 115 de 1994 –Zafra, 1974, p.73-) Si bien es cierto que el niño requiere adaptarse a las normas, no es menos importante que el niño aprenda a valorar su propio comportamiento para potenciar sus posibilidades autorreferenciales que conlleven a posturas autodescriptivas y autocoactivas en la funcionalidad de vincular en el aprendizaje escolar, la coevolución. Este aprendizaje escolar inteligente, centrados en parámetros de autonomía, proporciona nuevas relaciones entre los sistemas valóricos y curriculares sobre el crecimiento y la autoafirmación personal, en la que se articulen con el desarrollo intelectual, la formación ética y las habilidades para una mejor relación con el entorno físico, social, y cultural. - Integración. La transversalidad curricular exige que los contenidos y las actividades de los programas de estudio de las áreas se relacionen con las necesidades de formación integral de los educandos. Pensar en la clase desde y para los contenidos como un fin, es reafirmar que los estudiantes son tan abstractos e irreconocibles, que no existen. Esta inconsistencia vuelve “natural” el olvido en las programaciones académicas y en los planes de aula, la articulación de los problemas, las necesidades y las aspiraciones de los estudiantes. - Recurrencia. La transversalidad curricular requiere, en forma deliberada, una práctica continua y variada. Nunca una experiencia puede ser tan buena como para repetirla dos veces y volverla, con el tiempo, insustancial y mecánica, es decir, sin sentido para la formación escolar. Lo que hoy se hizo está sujeto a ser mejorado, reorientado y perfeccionado en un futuro inmediato, así, el mejoramiento, la reorientación y el perfeccionamiento se vuelven indefinidos, tanto para la enseñanza como para el aprendizaje escolar. - Gradualidad. El aprendizaje y la enseñanza se transforman, una vez el cambio que los determina se sujeta al incremento sucesivo de aproximaciones en complejidad y sistematicidad. Toda transformación implica profundizar los niveles de comprensión precedentes para perfeccionar las formas de concebir, de hacer y de comunicar. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A continuación se presentan los principios orientadores de una didáctica centrada en la transversalidad curricular (Magendzo, Íbidem, p. 63-73): 73 - Coherencia. Los problemas de conocimiento se constituyen en el elemento cohesionador de la funcionalidad de los contenidos y las prácticas que se establecen en las programaciones de las áreas o sus equivalentes, al interior del plan de estudios. La configuración de estos ambientes escolares se relacionan con la producción de nuevos constructos metodológicos, evaluativos y de planeación institucional. - Problematización. La confrontación de posturas de la vida cotidiana para acceder a nuevos argumentos, viabilizan la co - evolución de las ideas que portan los sujetos autorreferenciales, esto es, sujetos constructores de sistemas sociales. El profesor autorreferencial desarrolla competencias para actuar con criterio institucional, en la producción de relaciones y complementos allí donde otros actúan con unidireccionalidad, insularidad, desarticulación, atomización. - Apropiación. La capacidad de producir posturas críticas conlleva a potenciar la intervención propositiva para operar con orientaciones cada vez más diversas en las actuaciones de la vida. La capacidad de participación propositiva se conecta entonces a la creatividad sostenida, que para el conjunto de la institución educativa se relaciona con el manejo estructural de la integración curricular. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Es por lo anterior que la transversalidad curricular, además de constituir referentes sobre el “polo a tierra” acerca de los problemas del conocimiento en términos de enseñanza y aprendizaje escolar, se dispone como factor de complejidad de nivel superior del plan de estudios del currículo neosistémico. Aspecto este que se desarrollará en el tercer capítulo de esta primera parte. 74 La transversalidad curricular se constituye en uno de los retos primarios de la IESS por relacionar el manejo de la complejidad del currículo neosistémico con la producción de niveles más elaborados de autonomía y democracia escolar, sin lo cual se volvería insustancial el desarrollo institucional integrado. En el capítulo tres de la primera parte de este libro, se desarrolla la epistemología de la transversalidad curricular neosistémica, desde los factores de la integración estratégica de las áreas. Expuesta la interrelación teórica primaria entre la metateoría curricular, la teoría de los sistemas sociales y transversalidad curricular, se presenta a continuación el segundo nivel de relaciones teóricas del currículo neosistémico que valida el Modelo de Desarrollo Institucional Integrado en el que se sustenta la institución educativa como sistema social (IESS). El segundo nivel de interrelaciones teóricas del currículo neosistémico se establece con los aportes de la teoría de la zona del desarrollo próximo formulada por Vygotski para acceder a la configuración de nuevos niveles de micropolítica escolar (Ball, 1994). Es en esta racionalidad que el liderazgo pedagógico se constituye en un aprendizaje institucional generativo (Senge, 1996) sobre currículo escolar. Este desarrollo se complementa con el “factor humano como factor de cambio” (UNESCO 1998), aplicado a los niveles básicos del sistema escolar para su respectivo empoderamiento transformacional. Si se entiende por zona del desarrollo próximo, la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver un problema y, el nivel de desarrollo potencial, establecido a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz (Vygotski en Cole, John-Steiner, Scribner & Souberman, 1996, p. 133), se reconoce que “la zona del desarrollo próximo” constituye un referente que permite explicar parte de la racionalidad epistemológica que guía los actores y los procesos que configuran el currículo neosistémico, al determinar con la interacción entre el equipo docente-directivo, el profesorado y los investigadores externos, la ayuda mutua que demanda el trabajo colegiado, cooperativo y solidario para producir el aprendizaje institucional generativo que requiere una IESS. La interrelación expuesta en el párrafo anterior, pasa de las actuaciones individuales a una red de grupos de trabajo, soportadas en instrumentos y recursos que los participantes más competentes, lideran en la construcción y mejoramiento continuado, con base en la evaluación de dichos procesos. Estos grupos son gestores de zonas de desarrollo próximo, en transversalidad curricular como fuente de construcción del currículo neosistémico. La creación de zonas de desarrollo próximo del currículo neosistémico, dilucida metodología sobre complejidad de nivel superior en el plan de estudios; maximiza la participación de la comunidad educativa en la configuración de IESS; aporta reformulaciones continuas sobre estructura latente y estructura de expectativas en integración curricular; y, precisa diferencias sobre el pasado y futuro en autonomía escolar. En tal sentido, las zonas de desarrollo próximo en currículo neosistémico se relaciona con la investigación de los maestros y, en consecuencia, con la producción de nuevos desarrollos de comunicación sobre la praxis profesional docente. La transversalidad curricular, en interrelación con la metateoría curricular crítica y la teoría de los sistemas sociales, contribuye a que emerja una nueva racionalidad de la IESS: hacer de la institución educativa una fuente productora de conocimiento pedagógico y educativo. Mientras esto sucede, los ambientes escolares asistémicos, devalúan el ejercicio de los maestros al relacionarlos como CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En la zona del desarrollo próximo aplicado al currículo neosistémico, los investigadores externos aprenden a reconocer los tiempos y los ritmos de aprendizaje de los maestros (docentes-directivos y profesorado), como también sus fortalezas y debilidades organizacionales. Por su parte, los maestros aprenden a intervenir de manera independiente en la construcción de una nueva cultura organizacional, direccionada por estructuras latentes y estructuras de expectativas, desde la transversalidad curricular como fuente de complejidad de nivel superior sobre la estabilidad dinámica que requiere un plan de estudios comprometido con la integración curricular neosistémica. 75 practicantes de un oficio que restringen la enseñanza a una ocupación mecánica de transmisión de información y conocimiento. Establecer otras formas de organización curricular reclaman la resemantización y la refundación de nuevas prácticas pedagógicas por las localidades y las regiones, de manera que se mire al país desde el territorio, la educación desde la escuela y la pedagogía desde el maestro (“geopedagogías”) (Mejía, 2006, p. 83-232). El currículo neosistémico se produce con la guía inicial de los maestros – investigadores externos, provenientes de las instituciones formadoras de maestros, empeñadas en desarrollar y consolidar líneas de investigación, en el fortalecimiento de la co-investigación por los maestros para la resolución de la ejecución de una IESS. Por esta vía, el manejo estructural de la integración curricular neosistémica que le subyace a la IESS, se concreta a través del Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). Es por lo anterior que las zonas de desarrollo próximo en MDII propugnan por la resolución del currículo neosistémico con apoyo de la investigación en la funcionalidad de producir método sobre el manejo estructural de la integración curricular. Ello demanda superar estadios prenocionales y nocionales de las representaciones sociales de los maestros sobre integración curricular, autonomía y democracia escolar. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Mientras que la experiencia precedente de la gestión curricular desarticulada, caracteriza el pasado del desarrollo intelectual de los maestros (imaginario social instituido), las zonas de desarrollo próximo centradas en la potenciación de una gestión escolar para la transformación estructural del desarrollo institucional integrado, caracteriza el futuro del desarrollo categorial de las representaciones sociales de los maestros sobre desarrollo institucional integrado neosistémico (imaginario social instituyente). 76 La proyección socio – cultural de zonas de desarrollo próximo del currículo neosistémico, demanda observación de segundo orden para profundizar los respectivos niveles de objetivación de la integración curricular, en el campo ideológico, político y ético. Aspecto este que representa nuevos desarrollos en micropolítica escolar. Eric Hoyle asume por micropolítica escolar “las estrategias por las que los individuos y grupos en contextos organizativos intentan utilizar sus recursos de autoridad e influencia para alcanzar sus intereses” (en Ball, 1994, p. 34). Estos intereses suele mediarse por formas de administración feudal y democrática, entre otras. Mientras la administración feudal determina una autoridad desde la relación poder - poder para el beneficio de intereses individuales y de grupos; la administración democrática determina la toma de decisiones como el resultado de la consulta y el debate público en la relación saber – poder. En el currículo neosistémico, el desarrollo categorial de la autonomía escolar conlleva a constituir la institución educativa como una fuente de autorregulación desde la producción de políticas de desarrollo institucional cuya operatividad depende de una forma de planeación institucional integrada. A esta consideración le subyace un desarrollo categorial de representaciones sociales de los maestros sobre democracia escolar y desarrollo institucional integrado, centradas en el liderazgo pedagógico. El liderazgo pedagógico emerge en la discursividad del liderazgo educativo, lo cual permite profundizar referentes epistemológicos sobre un nuevo tipo de gestión escolar, en la perspectiva de la gestión escolar inteligente a partir de la dilucidación de la interdefinición en integración curricular presentada en el primer capítulo de esta primera parte del libro. El liderazgo se relaciona con los siguientes aspectos (Handy, 2005; Duck, 2002; Handy, et al, 1997; Senge, 1996; Hesselbein, Goldsmith & Beckard, 1996; Berlín, et all., 1996; McFarland, Senn & Childress, 1996): • El desarrollo de una visión personal que surge de manera interna en el individuo y que promueve intereses genuinos. • La superación del “conflicto estructural”, entendido este como la asimilación de la incompetencia del individuo al creerse incapaz e indigno. • La tensión creativa, la cual difiere de la tensión emocional por asimilar la creación del acto humano a través del trabajo con restricciones (auto – coacción). Se entiende por liderazgo, un proceso continuo de aprendizaje; no es un acontecimiento, no es la puesta en práctica de un programa y no es la expresión o inspiración de una gran idea; es un conjunto de modos de procederes observables, sujetos al aprendizaje. El liderazgo “no es la reserva de unos cuantos hombres y mujeres carismáticos, sino, un proceso que las personas corrientes utilizan cuando producen lo mejor de sí y de los demás. Cuando se libera el líder que hay en cada uno de nosotros, suceden cosas extraordinarias” (Goldsmith, 1996, p.140). “El líder del pasado era una persona que sabía cómo decir. El líder del futuro será una persona que sepa cómo preguntar (Drucker en Hesselbein, Goldsmith & Beckard, 1996, p. 255). Cuanto más rígidas son las paredes entre las funciones al interior de las instituciones, es menos probable que las personas se aventuren a salir de su cuadrícula para intentar algo nuevo. De allí que corresponde a los líderes cosmopolitas alentar la liberación de prejuicios y aprovechar la fuerza del espíritu de asociación dentro de las organizaciones y fuera de ellas. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • La necesidad del compromiso con la verdad, entendida esta, no como causa última, sino como posibilidad para desafiar presupuestos teóricos y evitar el autoengaño. 77 Desde el nuevo paradigma de la administración, la escuela necesita un liderazgo educativo centrado en los principios. Este modelo está basado en el conocimiento de las leyes naturales y los principios básicos universales que corresponden a las relaciones humanas y las organizaciones (juego limpio, justicia, honestidad, integridad y confianza) (Handy, 1997: pp. 43-44). El liderazgo escolar requiere una institución educativa con una cultura y un contexto organizacional que soporte la participación en la toma de decisiones, y una metodología para aprender a objetivarlo, con el propósito de estimular y perfeccionar la participación. La especificidad de tal liderazgo se caracteriza por constituir y desarrollar decisiones para armonizar los equipos de trabajo; privilegiar el consenso y el trabajo en equipo; compartir información pertinente; estimular su regularidad; ahondar en las alternativas que se proponen para combinar opciones; y sintetizar la problemática para incluir aspectos no relacionados (Ohlson, 1997; Lomas, 1997; Klimm, 1996; Lemclech, 1996; Doolitle, 1996; y Neuman, 1996). El liderazgo escolar según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), se ha convertido en una prioridad de las agendas de política educativa internacional por jugar un rol clave en el mejoramiento del resultado de las escuelas, en el marco de la descentralización educativa que propugna por escuelas más autónomas en su toma de decisiones y más responsables por sus resultados, de manera que la función de los docentes-directivos se redefine cada vez más por un conjunto de roles definidos en el liderazgo de nuevos aprendizajes (PREAL, 2008, pp. 14, 30-31, 34, 36). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA El liderazgo escolar para que no se disperse en el activismo, demanda, para efectos del currículo neosistémico, una resemantización en términos de excelencia de gestión a partir del conocimiento pedagógico. 78 Los docentes – directivos no pueden asimilarse, en el peor de los casos, a una especie de estafetas, de correas de transmisión de los desmanes de una burocracia que moviliza el sistema educativo, sin reconocerse en los nuevos desarrollos que en ese campo establecen las investigaciones educativas y pedagógicas. Estos desatinos empobrecen el significado de la descentralización educativa, al relacionar la eficiencia y la calidad de la educación con resultados exclusivos en cobertura escolar18, sin reconocer el liderazgo en las transformaciones estructurales del currículo escolar para responder con ética e idoneidad sobre un PEI que dinamice la formación integral e integrada. Es una crisis de liderazgo directivo y docencia que devela aspectos sustantivos en política sobre evaluación escolar. Las anteriores razones conlleva a entender el liderazgo pedagógico del currículo neosistémico desde la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración que le determina al PEI la condición autorregulante de la institución educativa (PEI autorregulante). 18. En Italia un salón de clase del nivel de educación básica y media es inconcebible si se pasa de los 15 estudiantes, mientras que en Cuba no se admiten más de 20 estudiantes, por ejemplo. El liderazgo pedagógico, en términos de autorreferencialidad se constituye en la fuente primaria de resemantización de la gestión escolar para la co - evolución de la integración institucional; en términos de autopoiésis, establece otras formas de administrar, de enseñar, de aprender y, de evaluar en la escuela; y, en términos de interpenetración, introduce otras formas de operar el currículo escolar a través del manejo estructural de la integración curricular para dilucidar el todo de la integración institucional. Por todo lo anterior, los dos niveles expuestos de interrelaciones teóricas que sustentan el currículo neosistémico, determinan como requerimiento, un aprendizaje institucional generativo en gestión escolar inteligente para asumir el currículo escolar como factor de configuración de una IESS, representada en el interés cognitivo de un aprendizaje social y cultural por una institución educativa que relaciona la autonomía escolar con la producción de conocimiento. Este conocimiento, confronta todo el legado, tanto instruccional del currículo escolar como asistémico introducido, entre otros aspectos, por la teoría general de los sistemas en educación y pedagogía. Es una confrontación que replantea la producción de comunicación en integración institucional como fuente de unidad y sentido para contribuir a precisar factores que determinan el enrarecimiento de la descentralización educativa. El código input/output constituye el postulado que nucleariza la teoría general de los sistemas; es una relación que resulta de la teoría centrada en la técnica de la conducción donde el input representa la fuente de energía proveniente del entorno y el output representa la recepción y el procesamiento de dicha energía por el sistema. El input lo determina el tipo de suministro de energía que aporta el entorno para que opere el sistema, mientras que el output lo constituye el tipo de producción o rendimiento del sistema. Esta relación para Niklas Luhmann es “compleja e intransparente” al relacionarse con características de la técnica racional de conducción en un sistema de equilibrio entre el input y el output con la creencia de que ambos se procesan sin sobrecarga (overload) (Luhmann, 1998, p. 193). El código binario input/output se relaciona con el concepto de caja negra (black box) que proviene de la psicología conductista en la relación estímulo – respuesta y, opera de manera similar al interés de influenciar el comportamiento desconocido y cada vez más distinto de los sistemas a partir de las variaciones que establecen las condiciones exteriores del input y del output. Este código binario se instala en la relación entre autoorganización y currículo técnico, en la que subyace la desprofesionalización docente, representada en el despojo de la competencia de teorizar sobre currículo escolar. La “autoorganización” se concibe en consonancia con el estructural-funcionalismo formulado por Talcott Parsons que sustenta la teoría general de los sistemas; y, es un mecanismo relacionado con las estructuras del sistema sin dar cuenta CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La superación del código input/output en gestión escolar. 79 de la configuración y operacionalización interna de sus estructuras, es decir, constituye un sistema eximido de transparencia y de autonomía, impedido en el redireccionamiento interno de la organización escolar. En la autoorganización escolar no es posible una IESS, dado que para la teoría general de los sistemas, el sistema no se designa como tal; no se crea así mismo; no determina la configuración de su entorno; no le establece sentido al entorno; no dispone la favorabilidad del entorno para el sistema; y, no controla los problemas ocasionados, unas veces por el input y, otras veces por el output. Esta negación de sistema en los sistemas sociales, representa esa condición asistémica o pseudosistémica que devela el currículo neosistémico. La relación input/output asume sistemas concretos con estructuras supuestamente invariantes que determinan la dinámica del sistema. Esta posición es inviable en un sistema social por constituirse la relación input/output en un proceso de paso y no en un proceso de autorregulación en el nivel de las estructuras. La relación input/output en los sistemas sociales no dan cuenta de aspectos, como: • Las condiciones previas determinables del input y del output. • La diferencia del control del tránsito input y output. • La reproducción de elementos del sistema. • La autoidentificación del sistema frente al entorno. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La autoorganización aplicada al universo escolar corresponde a la “tradición positivista de las ciencias de la educación” (Carr y Kemmis, 1998, p. 67-94); se instala con especial énfasis en el “currículo técnico” (Kemmis, 1993, p. 46-51); y, soporta referentes de la educación neopositivista con base en el manejo sutil del código input/output. 80 La sutileza del código input/output resulta de los desarrollos de cierto énfasis de la investigación educativa orientada a la “eficacia” de la autoorganización escolar para el “fortalecimiento” de la “formación integral”. Para tal fin, se invisibiliza la relación “input” con el término “contexto” (en reemplazo del término “entorno”) y, sostiene la relación “output” con otras designaciones, tales como: “entrada, procesos y productos” (Murillo, 2007, pp. 83-84). Cabe aclarar que no toda investigación sobre escuelas eficaces para la mejora de la enseñanza se produce con base en los anteriores parámetros, ni toda autonomía escolar se asume de forma trivial para una gestión escolar centrada en supuestos de modernización de la escuela (Reynolds, Bollen, Creemers, Hopkins, Stoll & Lagerweij, 1997) La autoorganización escolar es implementada a través de equívocos de reformas educativas “de arriba para abajo” (desconcentración por descentralización), donde la calidad se reemplaza por la cantidad a partir de la designación de recursos en el sector. En términos de política educativa, tal desatino se aprecia en las determinaciones del Consejo Nacional de Política Económica y Social del Departamento de Planeación de Colombia (CONPES) (ver Conpes Social 12 de 2008, 104 de 2007 y 097 de 2006). Este factor de no calidad de la educación, se ha generalizado en las políticas neoliberales que subsumen la mayoría de las reformas educativa en América Latina (PREAL, 2006). Con Heinz von Foerster a fines de los cincuenta se habló de autoorganización. Este concepto permitió entender a los sistemas sociales como entidades capaces de elaborar sus propias estructuras. Sin embargo, en los setenta, el término estructura fue reemplazado, al hacerse referencia a la unidad del sistema y a sus elementos. Es así como la autoorganización fue reemplazada por “la autorreferencialidad” con base en la exigencia de autopoiésis, en atención a que esta se relaciona con la producción de elementos e interrelaciones de los sistemas sociales al igual que con valoraciones de distinciones sobre sistema social y entorno. Esta diferenciación determina que la relación entre entorno y sistema social sea bidireccionalidad, donde no solo cuenta la influencia del entorno para con el sistema social, sino que cuenta también, la sensibilidad que el sistema social le determina a su entorno y que, a su vez, lo designa. La autorreferencialidad como reemplazo de la autoorganización en los sistemas sociales, constituyó un factor importante de evolución del paradigma de los sistemas sociales, representado en el reemplazo del código input/output por el código penetración/interpenetración. Esta explicitación epistemológica devela la improcedencia de constituir sistema desde las consideraciones provenientes de la teoría general de los sistemas, entendida esta postura errática como negación de sistema social: es la designación “asistémica” o “pseudosistémica” una concepción falsa de sistema social. Tal desmitificación establece la condición neosistémica de currículo escolar a partir de la configuración de IESS. La autorreferencialidad moviliza los siguientes presupuestos sobre el proceso de acción neosistémica: CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En términos de sistemas, la autoorganización se ha validado en su totalidad en el caso de la cibernética clásica y la cibernética no clásica (Navarro en Ibáñez, 1998, p. 41-47); comenzó a invalidarse en los organismos vivos por la microbiología (Margulis en Capra, 2002, p. 178), en especial, cuando se relacionó con la autorreferencialidad, al identificarse que el sistema neuronal depende “de la creación continua de nuevas relaciones en el interior de la red neuronal” (Maturana en Capra, íbidem, p. 114); y, fue reemplazada por la autorreferencialidad en los sistemas sociales (Luhmann, 1998, p. 33). Es desde la comprensión de la historia de los sistemas que el currículo neosistémico diferenció en el mundo escolar y el sistema educativo, la apariencia de sistema que estableció la autoorganización y que designa como “pseudosistema” o “asistema” 81 • La identificación de condiciones necesarias para poner en marcha la acción del sistema social en general. • El proceso de acción se ubica bajo una estructura de expectativa dirigida a obtener resultados. • La orientación de un antes, un durante y un después de la acción, conlleva a que la acción gane seguridad en su capacidad selectiva. • La asimetrización del sentido de la acción del sistema requiere del apoyo del entorno. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA El código penetración/interpenetración está determinado por el funcionalestructuralismo formulado por Niklas Luhmann en la teoría de los sistemas sociales y responde, en consecuencia, a los vacíos que la teoría general de los sistemas le impuso por más de medio siglo a los sistemas sociales. La superación de tales vacíos y, por tanto, de la relación input/output, determinó la cuarta etapa de la evolución de los sistemas en el desarrollo de las nuevas ciencias del siglo XX. 82 El funcional-estructuralismo sustenta el nuevo paradigma de los sistemas sociales y confronta, en consecuencia, el estructural-funcionalismo que determinó la epistemología parssoniana que sustenta la teoría general de los sistemas; se aparta del funcionalismo por redefinir las estructuras desde “funciones requeridas”; se diferencia del estructuralismo por preferir la autorreferencialidad a la auto-organización; orienta la función para atender una mayor especificación de los problemas; identifica el rendimiento funcional y el valor explicativo con el grado de especificación entre el problema y la posible solución; rechaza el método funcional centrado en la hipoteticidad pura, por asumir la hipoteticidad comparada; reconoce la solución de problemas como fuente de conocimiento para establecer otras posibilidades y equivalencias funcionales; dispone la explicación al servicio de los intereses del conocimiento; relaciona lo dado como puntos de vista del problema; asume como noción de estructura la abstracción de la realidad empírica en forma de modelos construidos por la cultura que opera a manera de interpretación; se diferencia de la estructura de expectativas parssoniana por el dominio de las expectativas de corte cognitivo; comprueba relaciones entre las relaciones constituidas; determina los problemas como sistema de problemas para aislar y trabajar por partes; y, asume la investigación empírica de causalidades (Luhmann, 1998: 71-76). Para la educación, el paso de la autoorganización a la autorreferencialidad es una tradición por configurar y que apenas comienza movilizar alguna parte de la comunidad científica. Implica hacer de la improbabilidad, derivada de la tradición asistémica precedente, una fuente de conocimiento para establecer la probabilidad neosistémica, a partir de los desarrollos de la autorreferencialidad en la gestión escolar. Esta funcionalidad opera con apoyo del liderazgo pedagógico en gestión escolar inteligente neosistémica, representada en la configuración de la integración curricular redimensionada en términos de IESS. Es en esta relación de relaciones neosistémicas que emerge el Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). El MDII es una tecnología pedagógica sobre currículo neosistémico y representa un valor agregado en comunicación reflectiva, es decir, un nuevo tipo de comunicación en comunicación sobre integración curricular al servicio de la integración institucional y, por tanto, referida a un PEI sobre formación integral e integradora. El desarrollo epistemológico del MDII se plantea en el tercer capítulo de esta primera parte y, su operacionalización se planta a lo largo de la segunda parte del libro. Es oportuno identificar el papel de la interpenetración para dilucidar una institución educativa en calidad de sistema social cerrado emergente, como génesis de una institución educativa como sistema social abierto, en el marco de los obstáculos que provienen de las anomalías en descentralización educativa. Los siguientes son los retos para establecer una institución educativa como un sistema social cerrado y emergente: En una institución educativa signada en la relación input/output, se subordinan los procesos de gestión escolar, tanto en la actuación basada en tecnologías instrumentalizadas sobre currículo y enseñanza, como en inferencias unidireccionales desde las imposiciones contractuales que generan los ambientes escolares asistémicos. Esta paradoja representa parte de la historia heterónoma y heterorregulante de la que ha sido objeto la escuela, producto de una mirada social prenocional, tanto sobre la escolarización como de autonomía escolar por lo que evoca un tipo de objetividad relacionada con la ciencia del siglo XVII y que en el siglo XX se ha identificado con designaciones, como: “objetividad sin paréntesis”, “imaginario social instituido” y “posturas teóricas derivadas de lugares comunes” (ver parte izquierda, Figura 5). La negación de la autonomía en los sistemas accionada en la relación input/output obedece a la complejidad simple que esta contiene por la intransparencia en la relación sistema/entorno, con la que se ha sostenido la paradoja de la heteronomía en los sistemas sociales, incluidos los sistemas educativos. Tal como se denota en el Cuadro 2, diferenciar las relaciones penetración/ interpenetración de las relaciones input/output, establece el dominio epistemológico sobre la transparencia de las relaciones en términos de complejidad de nivel superior, a través de la estabilidad dinámica del currículo escolar para establecer las respectivas operaciones que garanticen el manejo estructural de las desarticulaciones acerca de dos universos que se deben mutua complementariedad CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO 1. La caracterización de una complejidad de nivel superior en la producción de autonomía escolar como fuente de negación de la relación asistémica que establece el código binario input/output. 83 e interrelación: los ámbitos pedagógicos y administrativos. Sin ellos no es probable hablar de integración del currículo escolar ni de las didácticas específicas y, por tanto, sobre formación, enseñanza y aprendizaje escolar. Evolución epistemológica de los sistemas sociales Relaciones input/output Relaciones penetración/interpenetración 1. Relación simplificada e intransparente entre 1. Relación compleja y transparente entre el sistema y el entorno (“proceso de paso” el sistema y el entorno (proceso para la autoorganización). autorreferenciado para la interpenetración) 2. Estructuras invariantes. 2. Estructuras variantes. 3. Unidireccionalidad de la relación entre el entorno y el sistema (diferenciación unilateral). 3. Bidireccionalidad de la relación entre el sistema y el entorno (doble diferenciación). 4. Presupuestos heterónomos para poner en marcha la relación sistema/entorno (“condición esclava del sistema”). 4. Presupuestos autonómicos para poner en marcha la acción por el sistema (“estructura de expectativa” y “estabilidad dinámica”). 5. Establecimiento de un orden inferior de complejidad en la relación sistema/entorno 5. Establecimiento de un orden superior de complejidad en la relación sistema/entorno. 6. Integración sistémica (asistémica o pseudosistémica social) 6. Integración neosistémica ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Cuadro 2 Viejo y Nuevo paradigma en los sistemas sociales 84 Una institución educativa autorregulada pasa de la crítica del aprender instruccional, constitutiva de auto - enajenación, al saber aprender neosistémico, donde la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración conllevan a una doble ocupación: un nuevo aprendizaje sobre gestión escolar y un aprender el aprendizaje para producir otro tipo de tecnologías en la funcionalidad de otras formas de gestión escolar y de enseñar. En el currículo neosistémico, la relación penetración/interpenetración establece un aprendizaje institucional derivado de la reflexividad a partir de autorreferencia institucional; y, “depende de qué se espera de manera cognitiva y no normativa, con disposición de cambiar” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 105) en el código binario currículo-escolar-asistémico/currículo-escolar-neosistémico, lo cual exceptúa de la subordinación contractual a los maestros. En el presente caso, la Figura 9 ilustra la operacionalización de la interpenetración desde el requerimiento de la integración institucional La Figura 9 representa, de abajo para arriba, tres procesos de la interpenetración: - El primer proceso de interpenetración consiste en pasar de una institución educativa desarticulada a una articulada para proporcionar condiciones objetivas sobre nuevos discursos y nuevas prácticas en integración curricular (nivel inferior de la Figura 9). INTERINSTITUCIOINALIDAD INTRAINSTITUCIONALIDAD ENTORNO INTERESTAMENTALIDAD Sistema interpenetrado (institución educativa como sistema social cerrado emergente provisional) Institución educativa desarticulada Currículo integrado Institución educativa integrada Interpenetración Institución educativa desarticulada Currículo escolar Sistema a penetrar Sistema penetrador Institución educativa integrada - El segundo proceso de interpenetración representa la integración institucional con base en el currículo integrado como eje cohesionador (nivel intermedio de la Figura 9). - El tercer proceso de interpenetración ilustra unos niveles de maduración de la integración curricular de la institución que precisa, en términos neosistémicos, la institución educativa como un sistema social cerrado emergente o provisional centrado en establecer una interrelación entre los desarrollos endógenos y exógenos de la institución, fuente de construcción de unidad y sentido. En esta integración institucional, el sistema social lo determina la coherencia intrainstitucional (desarrollo endógeno); y, el entorno de la institución está constituido por un fortalecimiento interinstitucional (concreción de otras instituciones que apoyan los desarrollos internos de la institución educativa) e interestamental (relación entre los estamentos de la comunidad educativa y los estamentos que lideran el desarrollo local y regional) [desarrollo exógeno] (nivel superior de la Figura9). La anterior ejemplificación conlleva a establecer el siguiente desglose de características: • Las estructuras organizacionales de los sistemas sociales son estructuras variantes en la relación penetración/interpenetración por efecto de la búsqueda CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Figura 9 Relación interpenetrativa para una institución educativa como sistema social 85 de interrelaciones y complementos que le otorguen unidad al sistema social y sentido a su entorno. Las estructuras invariantes de la relación input/output son incompatibles con las estructuras variantes de la relación penetración/interpenetración. Mientras las primeras son inmodificables, es decir, invariantes por la característica autoorganizacional que les subyace, las segundas corresponden a la “estabilidad dinámica” concebidas por las “estructuras de expectativas”. La condición invariante de las estructuras de los sistemas no es más que una condición asistémica o pseudosistémica por adolecer de autorreferencialidad. • La relación sistema/entorno es bidireccional en la relación penetración/ interpenetración, mientras que en la relación input/output es unidireccional (del entorno al sistema). Mientras que los sistemas sociales, en la relación unidireccional de la relación input/output, fueron sujetados a una relación heterónoma, sin control alguno de sus propias estructuras, la relación bidireccional penetración/interpenetración demanda de un sistema social autónomo productor de sus propias estructuras organizacionales, constitutivas de una complejidad mayor. Este paso lo regula en términos metodológicos, la resolución del código: sistemas-cerrados-emergentes/ sistemas-sociales-abiertos. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA En la relación bidireccional entre el entorno y el sistema (sistema/entorno), el fortalecimiento del manejo de la complejidad no es más que el desarrollo de niveles más elaborados de la autonomía, en la contingencia de los sistemas sociales. 86 Por todo lo dicho, la complejidad de nivel superior representada en una autonomía escolar que confronte el universo asistémico de la autoorganización, se origina en el acoplamiento estructural de una IESS, concebida en la producción de estabilidad dinámica como operacionalidad de autopoiésis institucional. La estabilidad dinámica representa un componente primario de la autopoiésis en el currículo neosistémico, o dicho de otra manera, la autopoiésis curricular emerge con la estabilidad dinámica para producir otra probabilidad sobre integración institucional. 2. Mientras la autonomía de los sistemas sociales se ejecuta con la puesta en marcha de la “estructura de expectativa” y la “estabilidad dinámica” para la autorecomposición de las estructuras organizacionales o de procesos organizacionales como impacto del código penetración/interpenetración, la relación input/output adolece de la condición dialéctica, por el proceso invariable de las estructuras en los sistemas generales. La condición heterónoma de la relación input/output es una condición heterorregulante de la metáfora del “sistema esclavo” para los sistemas sociales, a cambio de esta, la relación penetración/interpenetración es creatividad sostenida en una autonomía escolar que se moviliza en la creación de relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas. 3. Tipificar la configuración de un orden superior de complejidad como característica de la relación penetración/interpenetración, establece un criterio de calidad sobre el nuevo ámbito de las relaciones y las complementariedades que le corresponde al sistema social. La condición de complejidad simple representada en la unilateralidad input/output de la relación sistema/entorno es confrontada por el desarrollo de sensibilidad que el código penetración/interpenetración le compete aportarle a la relación sistema-social/entorno-social. Mientras la sensibilidad del sistema social consigo mismo provee las condiciones internas para que estos existan, la sensibilidad del sistema social frente al entorno se orienta para que el entorne contribuya con la configuración y evolución del respectivo sistema social. Así, la autonomía escolar como fuente creadora de comunicación sobre integración curricular, es entendida como el origen de la IESS y, por tanto del currículo neosistémico. 4. La sensibilidad del sistema social con el entorno es de doble vía. Desde una mirada endógena de una institución educativa que opera como un sistema social cerrado emergente, en la génesis del currículo escolar neosistémico, crea un subsistema operativo denominado IESS, para lo cual, sus partes comprendidas en el todo institucional, hacen del plan de estudios, una relación de relaciones de subsistemas que operan con autonomía, representadas en las áreas o quien haga sus veces. Las áreas, a su vez, en las diferenciaciones de su respectiva complejidad, se dotan de formas organizacionales en el autocontrol a través de sub – sistemas, denominados relaciones intra-áreas e inter-áreas. Esta discriminación transparente de la relación de las partes del todo de la IESS en la autorreferencialidad de sub-sistemas sociales, establece las relaciones primarias de transversalidad curricular neosistémica. Se asume por plan de estudios el dispositivo escolar que conecta, por una parte, la escuela con el mundo y, por la otra parte, la especificación funcional de la “estructura didáctica” que define el destino interno de la capacidad de aprender (Luhmann & Schorr, p. 112-113). Es el desarrollo autónomo del plan de estudios el que le genera la independencia a la institución educativa, al diferenciarse de cómo se piensa la generalidad del sistema educativo que la contiene. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Una primera vía de sensibilidad del sistema social opera en condición de subsistema del sistema social. En esta condición, los demás subsistemas del sistema social hacen las veces de entorno del subsistema en referencia. Es un entorno que a su vez se relaciona con el entorno general que ha determinado el sistema social ¿Cómo aplica esta primera vía de sensibilización en el entorno social en el ámbito curricular neosistémico? 87 El subsistema de subsistemas sociales que caracteriza el plan de estudios en la IESS cerrado emergente, adquiere como criterio de calidad de las relaciones intraáreas e inter-áreas, la particularización de los desarrollos en la que se interconecta de manera diferenciada, los énfasis del desarrollo curricular, en términos de disciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad. Reconocer en el currículo escolar el todo representado en las partes a través sucesivos sub – sistemas que son a su vez el entorno de otros sub – sistemas contenidos (ver Figura 10), permite acceder al manejo estructural de la complejidad en un nivel superior en el campo de la integración curricular neosistémica. Subsistema de la institución educativa como sistema social: Proyecto educativo institucional (E) Entorno de la institución educativa como sistema social Subsistema del PEI: currículo neosistémico (E) Entorno (E) (E) (E) (E) (E) (E) (E) ( E) Entorno (E) Subsistema de la Institución educativa: currículo neosistémico (E) ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Subsistemas constituidos por áreas y/o asignaturas 88 Subsistemas del plan de estudio: Áreas y/o asignaturas Subsistema del currículo neosistémico: plan de estudio Figura 10 Sistemas y sub - sistemas y sub – sistemas como entornos en la IESS: el todo representado en las partes del currículo neosistémico Se indicó al comienzo de este aparte que el papel de la teoría de los sistemas sociales en la construcción del currículo neosistémico, ahora particularizada en sub – sistemas de sub – sistemas, que la comprensión del entorno correspondía, entre otros aspectos, al análisis crítico sobre las políticas educativas para contribuir a establecer una mirada más universal sobre lo neosistémico. Este nivel de comprensión del entorno permite profundizar los alcances de la autonomía del sistema social representado en la institución educativa. Las políticas educativas están contenidas en sucesivas reformas educativas y supone que enfrentan problemas, como: la búsqueda de igualdad de oportunidades educativas, la creciente competición en el mercado internacional y, la progresiva “demanda social” de educación. Aunque “ahora se sabe que la sola educación no es suficiente para realizar la igualdad al interior de la sociedad” (Corsi, 2002, p.15). La fuerza de las reformas educativas la establece la comparación, como criterio de que “la escuela funciona mal si hay algún otro, otro lugar, que trabaja mejor y por eso obtiene mejores resultados”. El efecto Sputnik, por ejemplo, hizo que Estados Unidos se sintiera a la zaga de los rusos en producción de científicos a finales de los cincuenta. Las críticas a los sistemas formativos locales se pueden hacer cuando se tiene la posibilidad de efectuar comparaciones entre lugares y situaciones diversas. Esto significa que el sistema de educación es un sistema mundial que comprende toda forma de actividad pedagógica, y que las interdependencias internas son tan fuertes que producen conexiones entre todos sus contextos formativos locales existentes, lo que produce fuertes interdependencias internas entre los contextos formativos de las diversas regiones del planeta, lo que establece un síndrome reformista que produce, entre otros aspectos, la evolución de un sistema global de educación, disponible en la bifurcación entre mejorar y empeorar (Ibídem, pp. 17-18). Por ejemplo, un reciente estudio sobre las experiencias más exitosas de los sistemas educativos, desde los resultados de la evaluación escolar en las pruebas internacionales, indica que se pueden obtener mejores resultados si se consiguen a las personas más aptas para que ejerzan la docencia, en el marco de un sistema educativo capaz de optimizar la instrucción de todos los niños (Barber & Mourshed, 2008). “En ningún otro momento de la historia ha sido más importante que ahora la inversión en los estudios superiores, por su condición de fuerza primordial para la construcción de sociedades del conocimiento integradoras y diversas, y para fomentar la investigación, la innovación y la creatividad.” (2009, p. 2) En el currículo neosistémico, en el sub-sistema de sub-sistemas sociales que constituye la IESS, los entornos constituidos, a su vez, por sub-sistemas sociales que contiene sub – sistemas, tienen como entorno general el sistema social y, como límite de este entorno se encuentra el sistema educativo mundial. El doble nivel de sensibilidad producido por la IESS e ilustrado en los círculos concéntricos de la derecha de la Figura 11, representa un análisis neosistémico acerca de los alcances del código binario penetración/interpenetración por establecer un espiral de mutuo enriquecimiento entre la institución educativa y las propias políticas de descentralización educativa del sistema educativo en el marco de un universo que en su generalidad lo contiene: el sistema educativo mundial. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A la disposición de mejorar o empeorar por los sistemas nacionales de educación, se establece otro campo de tensión, constituido por las orientaciones que establecen los organismos internacionales del sector, por ejemplo, la UNESCO plantea de manera reciente que, 89 Los procesos organizacionales inteligentes de la escuela, al reemplazar la heteronomía en la configuración y ejecución de políticas educativas por el aprendizaje creador de círculos virtuosos desde la integración curricular, producen la re-creación de los respectivos procesos organizacionales para establecer la coevolución en la calidad de la educación por las propias instituciones educativas, con el liderazgo de la comunidad educativa como expresión de democratización de la vida escolar, en el marco de las tensiones de una descentralización educativa para mejorar o empeorar, según el sistema educativo mundial. SISTEMA EDUCATIVO MUNDIAL Descentralización educativa en crisis OPCIONES DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL Instituciones educativas como sistemas sociales Instituciones educativas Sistema educativo SISTEMA EDUCATIVO MUNDIAL Unidireccionalidad del sistema educativo (racionalidad input/output) Descentralización educativa fortalecida Sistema educativo Sistema educativo Contextos escolares asistémicos SISTEMA EDUCATIVO MUNDIAL Contextos escolares neosistémicos Sistema educativo PARA MEJORAR O EMPORAR Bidireccionalidad del sistema educativo (racionalidad penetración/ interpenetración ) SISTEMA EDUCATIVO MUNDIAL ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Figura 11 Racionalidad input/output y penetración/interpenetración en la descentralización educativa desde el entorno del sistema educativo y su límite: el sistema educativo mundial 90 Por todo lo planteado, se puede afirmar que la superación del código input/output conlleva a entender que su alternativa, penetración interpenetración, conlleva a establecer el análisis en la confrontación autoorganización – autorreferencialidad, en la polivalencia, subsistemas – entorno. Esta referencialidad endógena, dirimida en un plan de estudios independiente a como se piensa el sistema educativo nacional, se contextualiza en la mirada más universal del currículo neosistémico: mejorar o empeorar la descentralización educativa, en las tensiones del entorno denominado sistema educativo nacional y, el límite de este entorno, configurado por el sistema educativo mundial. La autorreferencialidad complementada y la comunicación reflectiva La autorreferencialidad juega un papel importante en la evolución del paradigma de los sistemas sociales; configura una de las subteorías que conforman la teoría de los sistemas sociales, denominada teoría de los sistemas autorreferenciales; responde al desencadenamiento de procesos productores de unidad y de sentido del sistema social; y, se asume a través de la autodescripción, la autocoacción y la coevolución, entre otros aspectos (Tapiero & López, 2006, pp. 32-34). La autorreferencialidad requiere interrelaciones con otros factores para fortalecer el desarrollo de los sistemas sociales, tales como: la autopoiésis para producir creatividad sostenida y, la interpenetración para superar el código input/ output. De esta manera se asume la autorreferencialidad complementada y su especificidad se plantea a través del tipo de comunicación reflectiva que genera (ver cuadro 3). AUTORREFERENCIALIDAD COMPLEMENTADA COMUNICACIÓN REFLECTIVA 1. Autorreferencialidad institucional en la autodescripción 1. Distinción de las observaciones de las diferencias (DOD) al interior del plan de estudios y del PEI 2. Autorreferencialidad institucional en la autocoacción 2. DOD de las operaciones que demanda la autorregulación del plan de estudios para la autorregulación del PEI 3. DOD para establecer nuevos niveles de profundización de la integración del plan de estudios con el afianzamientos de instrumentos de control. 3. Autorreferencialidad institucional en la coevolución 4. Autorreferencialidad institucional en la autopoiésis 5. Autorreferencialidad institucional en la clausura cerrada provisional 6. Autorreferencialidad institucional en la interpenetración 4. DOD para la autocreatividad institucional sostenida dilucidada desde los factores de integración estratégica por áreas 5. DOD para producir la unidad de la institución educativa 6. DOD articula la autonomía y la democracia escolar para el perfeccionamiento de las estructuras dinámicas de la integración curricular neosistémica y, la producción de sentido al entorno de la institución educativa La comunicación reflectiva la propone Luhmann con base en la transformación que le aporta a la teoría de la acción y las alternativas que establece en la teoría de la acción comunicativa. Adquiere el rango de categoría central por ser constructora de sistemas sociales por excelencia. Se asume por condición reflectiva de la comunicación, el principio de diferenciación e incremento para obtener rendimientos de conducción y control del proceso (Luhmann, 1998, pp. 64, 395, 401-402). Esta característica produce co – evolución; se relaciona con la creatividad sostenida que caracteriza la autopoiésis; y, hace parte de la producción de complejidad de nivel superior, el manejo de la contingencia y, la configuración de probabilidad en contextos de improbabilidad. La comunicación reflectiva está constituida por acontecimientos comunicativos que establecen estructuras organizativas que no pueden permanecer fijas; requiere diferenciar entre la información, la forma de dar a conocer la información; y, la comprensión de la diferencia entre dar a conocer la información y la información. Se asume por forma la unidad de una distinción. La producción de comunicación reflectiva sobre integración curricular neosistémica, activa desarrollos conceptuales y categoriales en autonomía CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Cuadro 3 Autorreferencialidad complementada y comunicación reflectiva 91 escolar por ser funcional con la creación de estructuras dinámicas en el currículo neosistémico, por parte de los maestros. Este énfasis creador de integración curricular proporciona desarrollos conceptuales sobre la IESS; precisa derroteros sobre calidad de la gestión escolar inteligente; y, relaciona el factor humano como factor de cambio con la micropolítica escolar para establecer el liderazgo pedagógico por los docentes – directivos y el profesorado en la funcionalidad de la complementación entre la gestión pedagógica - administrativa. El factor humano como factor de cambio establece el trabajo colegiado, cooperativo y solidario entre los maestros para contribuir con los procesos de transformación de la práctica curricular como eje de desarrollo del currículo integrado neosistémico a partir de la configuración del desarrollo próximo en currículo neosistémico. La producción de comunicación reflectiva sobre currículo neosistémico, establece referentes de estructura de expectativas para referir el emprendimiento y las competencias sobre desarrollo institucional integrado al que se debe el currículo neosistémico. Las fases de autorreferencialidad complementada del currículo neosistémico, en concordancia con el Cuadro 3, son: a) Autorreferencialidad institucional en la autodescripción. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA El énfasis: autorreferencialidad institucional en la autodescripción, establece un primer nivel de comunicación reflectiva en la institución educativa a través de selección de acciones y elementos operacionales que obstaculizan la integración curricular con la funcionalidad de “avanzar impetuosamente en la profundidad del autohorizonte” (Luhmann, 1998, p. 33, 101). El autohorizonte lo determina, en el presente caso, la estructura de expectativas sobre la creación del currículo neosistémico. 92 El autohorizonte constituido por la creación del currículo neosistémico, configura la “visión de futuro institucional compartida” (Senge, 1996, p. 268-272), en tanto se abandona la noción tradicional de que la visión siempre se enuncia “desde arriba”; cobra vida dentro de la institución por relacionar problemas curriculares comunes; más que resolver un problema institucional, establece condiciones para trabajar sobre el liderazgo pedagógico institucional; y, la visión institucional se articula con la visión personal en la medida que se identifica el desarrollo institucional con la mejora continua del desempeño profesional docente a partir del análisis de aspectos álgidos que impiden la integración del currículo escolar. Un aspecto álgido que obstaculiza la integración curricular, podría ser la ausencia de criterios didácticos institucionales para los desarrollos cognitivos, psicomotrices, éticos y axiológicos desde las áreas de conocimiento que conforman el plan de estudios de la institución. Esta situación se relaciona, entre otros aspectos, con la ausencia de autorregulación pedagógica del PEI que garantice “la formación integrada de los educandos” (Ley 115 de 1994, art. 73). La anomalía antes referida sobre integración curricular se ha complicado aún más por haberse fortalecido la relación entre autonomía y administración escolar en detrimento de la relación entre autonomía escolar y pedagogía. En este desequilibrio operativo de la gestión escolar y a nombre de la “racionalidad” del recurso humano, se anexaron centros educativos con la designación: “institución educativa” (Ley 715, 2001, art. 9). En la configuración de las instituciones educativas, se priorizó el manejo de la cobertura escolar y a través de esta se focalizó la inversión unidireccional de recursos en el sector, a nombre de la calidad de la educación en los niveles básicos del sistema escolar educación [Ver: Consejo Nacional de Política Económica y Social, CONPES, No. 112 (2008); CONPES No. 103 (2007); CONPES No. 097 (2006)]. La autorreferencialidad institucional en la autodescripción aplicada a obstáculos estructurales de integración curricular, corresponde a una metodología de trabajo centrada en distinguir las diferencias de las observaciones sobre las operaciones establecidas, como la integración entre las áreas y el tipo de regulación pedagógica que proviene del PEI. Las observaciones planteadas se distinguen con base en referentes de contrastación. Los referentes de contrastación pueden ser: los lineamientos curriculares del Ministerio de Educación Nacional (MEN); la regulación sobre el PEI; la funcionalidad de los órganos de dirección del gobierno escolar; y la racionalidad teórico-práctica para el trabajo cualificado de los de los equipos de trabajo. La autorreferencialidad institucional en la autodescripción, aplicada a obstáculos estructurales de integración curricular, demanda una nueva cultura institucional donde resulta importante, la voluntad política de los actores que dinamizan la comunidad educativa; la configuración del trabajo colegiado, cooperativo y solidario con el desarrollo del aprendizaje institucional generativo para superar el aprendizaje adaptativo de la institución educativa; y, la producción de texto escrito centrado en establecer diferencias sobre las observaciones en integración curricular. b) Autorreferencialidad institucional en la autocoacción. El énfasis en la autorreferencialidad institucional en la autocoacción establece el segundo nivel de comunicación reflectiva en la institución educativa a partir CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Se constituyen en imperativos de la calidad de la educación para los niveles básicos del sistema escolar, el dominio de competencias cognitivas de los estudiantes, por lo que, además de atender de manera pedagógica la cobertura escolar, se requiere precisar aspectos curriculares y didácticos que produzcan consistencia en la articulación del plan de estudios; liderazgo de las escuelas; aprendizaje en grupo; aprovechamiento compartido de experiencias pedagógicas; inversión en el sector; y formación docente de calidad, entre otros factores, tanto generales como específicos (UNESCO, 2004) 93 de la comunicación sobre la diferenciación de observaciones establecidas en la autorreferencialidad institucional autodescriptiva, para asumir el manejo estructural del problema de integración por áreas del plan de estudios y la autorregulación pedagógico-administrativa del PEI. La autoexigencia crítica, en la que se instala la comunicación reflectiva autocoactiva institucional, conlleva a establecer una metodología para intervenir la estructura organizacional de procesos precedentes, con base en la estructura de expectativas sobre integración del currículo escolar en el código binario relación-asistémica/ relación-neosistémica. Este código incluye lo excluido al centrar la comprensión de los factores que determina la relación asistémica de la gestión escolar para reconocer los procesos a establecer en términos de integración neosistémica. Es una comprensión de factores en la diferenciación entre la teoría general de los sistemas y la teoría de los sistemas sociales, aplicada a la gestión escolar. c) Autorreferencialidad institucional en la coevolución. El énfasis de la autorreferencialidad institucional en la coevolución produce un tercer nivel de comunicación reflectiva a partir de la diferenciación de observaciones sobre comunicación reflectiva en autorreferencialidad institucional autocoactiva. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La comunicación reflectiva que establece la autorreferencialidad coevolutiva institucional, se focaliza en la praxis centrada en configurar estructuras dinámicas de corte curricular a través de la intervención de las formas de operar la integración curricular precedente, mediante la elaboración y perfeccionamiento de instrumentos de autocontrol para construir nuevos niveles de integración por parte de los maestros en la ejecución del plan de áreas y, viabilizar factores de autorregulación pedagógica por el PEI. 94 Como resultado de la diferenciación de la observación de la comunicación reflectiva, dada por la autorreferencialidad coevolutiva institucional con base en el autocontrol, tanto de las áreas como de la autorregulación del PEI, se establece un nuevo nivel de comunicación reflectiva para irradiarla a otros énfasis de análisis sobre la gestión escolar, por ejemplo, la evaluación y los planes de mejoramiento institucional. La nueva relación establecida entre las especificidades del currículo a intervenir con la evaluación y los planes de mejoramiento institucional, dinamiza una mirada más articulada sobre las estructuras de procesos y activa la creación de estructuras de expectativas sobre la concreción del currículo neosistémico. En el marco de estos requerimientos se origina la creación de un Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII) como énfasis del PEI para resolver de forma estructural su autorregulación. Con base en los presupuestos del funcional-estructuralismo, se puede afirmar que el MDII es una producción derivada de abstraer de la realidad empírica, modelos de interpretación para los nuevos dominios de expectativas cognitivas sobre integración curricular neosistémica, de manera que la creación de estructuras dinámicas de dicho género, constituye una metodología para redimensionar la integración institucional precedente. Un ejemplo sobre estructuras dinámicas organizacionales redimensionadas desde el currículo neosistémico podría derivarse, entre muchas otras posibilidades, desde la articulación entre calendario escolar y el trabajo colegiado de los maestros (profesorado y docentes-directivos). Esta relación establece diferencias observacionales para redimensionar el trabajo escolar derivado de una multiplicidad de jornadas, como: jornadas pedagógicas; jornadas de planeación y evaluación institucional; jornadas de trabajo con padres de familia y estudiantes; jornadas de formulación de proyectos de investigación por áreas, la socialización de los avances y el análisis de sus resultados; jornadas de configuración y consolidación de instrumentos de autocontrol académico-administrativo; jornadas de reformulación del manual de convivencia; jornadas sobre los proyectos pedagógicos como temas transversales; jornadas de evaluación de aprendizajes; jornadas de integración de la media o la media técnica; y, jornadas de proyección cultural de la institución, entre otras. El redimensionamiento de la integración institucional neosistémica constituye nuevas recomposiciones de los procesos sobre autonomía y democracia en la gestión escolar y, representa un aprendizaje institucional generativo sobre liderazgo pedagógico -administrativo de los maestros. El énfasis de la autorreferencialidad institucional complementada con la autopoiésis plantea un cuarto nivel de comunicación reflectiva en la institución educativa con base en la observación de las diferencias que sobre comunicación produjo la autorreferencialidad institucional coevolutiva. Este cuarto nivel de comunicación reflectiva produce autocreación institucional en integración curricular neosistémica con base en la metodología sobre el manejo de cada uno de los aspectos de la vida escolar (académica, deportiva, social, política y cultural), para constituir factores de integración de las áreas del plan de estudios. Este énfasis de comunicación reflectiva produce como valor agregado, aportes para la funcionalidad del MDII. La configuración de la metodología sobre el manejo de los factores de integración de las áreas para precisar complejidad sobre el currículo neosistémico, se constituye en una fuente de inapreciable valor sobre la producción de autopoiésis institucional para la integración escolar. Los factores de integración de las áreas para potenciar el currículo neosistémico, imprimen la polivalencia que demanda el manejo de la complejidad superior en integración de áreas en la configuración de transversalidad curricular. Es una experticia que resulta proporcional al liderazgo de la gestión académico- CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO d) Autorreferencialidad institucional complementada con la autopoiésis. 95 administrativa con énfasis en el manejo de las didácticas específicas de las áreas, en el marco de la diferenciación entre sistema social y entorno. Es por lo anterior que la investigación–acción se vuelve necesaria para producir desarrollos específicos mucho más decantados de integración curricular neosistémica, y aporta especificidades sobre emprendimiento y competencias en desarrollo institucional integrado. e) Autorreferencialidad institucional complementada con el sistema social cerrado “emergente”. El énfasis de la autorreferencialidad institucional complementada con el sistema social cerrado “emergente”, determina la configuración del quinto nivel de comunicación reflectiva en la institución educativa con base en la observación de las diferencias de las observaciones que aporta la comunicación reflectiva del nivel anterior. La comunicación reflectiva sobre autorreferencialidad institucional complementada con el sistema social cerrado “emergente”, produce teorización sobre la clausura institucional en integración curricular intra-áreas e inter-áreas como factor de autorregulación pedagógica del PEI. Este conocimiento esclarece unidad sobre la IESS y plantea, a la vez, particularizaciones sobre la relación entre la producción de estructuras dinámicas del currículo neosistémico y la condición de organismo “vivo” que opera desde la gestión escolar. Desde estas probabilidades, la IESS se empodera en la producción de sentido al entorno. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA f) Autorreferencialidad institucional complementada con la interpenetración. 96 El énfasis autorreferencial institucional complementado con la interpenetración produce un sexto nivel de comunicación reflectiva en la institución educativa con base en la observación de las diferencias de las observaciones producidas por la comunicación reflectiva en autorreferencialidad institucional complementada con el sistema social cerrado emergente. Así, la comunicación reflectiva sobre autorreferencialidad institucional complementada con la interpenetración, asume la integración intra-áreas e interáreas en la concreción de autorregulación pedagógica del PEI como fuente de unidad y sentido para perfeccionar las estructuras dinámicas en integración curricular neosistémica. Este desarrollo establece nuevos niveles de comunicación sobre la IESS. La comunicación reflectiva sobre autorreferencialidad institucional interpenetrativa precisa competencias de los maestros sobre desarrollo institucional integrado con base en la producción de autonomía y democracia escolar para ahondar en la construcción de estructuras dinámicas del currículo neosistémico y, explorar la praxis en término de producción de sentido al entorno. Este nivel profundiza en la superación de la tradición asistémica precedente, en la probabilidad de una institución educativa productora de conocimiento en integración curricular. La comunicación reflectiva es representada a través de la escritura, entendida como uno de los desarrollos más importantes de la evolución sociocultural de la comunidad educativa y, en especial, del saber de los maestros. La escritura de la comunicación reflectiva en la configuración del currículo neosistémico acude a formas variadas de presentación, como: circulares, memorandos, actas, protocolos, ensayos, documentos de trabajo y avances consolidados, entre otros aspectos. Sin embargo, como memoria de la gestación, generación y evolución de los procesos pedagógico-administrativos de la gestión escolar neosistémica, se destaca el protocolo. El protocolo es un tipo de sistematización de los procesos autorregulativos de la IESS para establecer la memoria teorizante y el diseño de guías y de instrumentos de autocontrol, siempre en permanente mejoramiento, orientados a establecer el currículo neosistémico a través del MDII. Como resultado de la micropolítica producida en el marco de un nuevo tipo de gestión escolar pedagógico-administrativa, el MDII establece las condiciones operativas del complejo desarrollo del currículo neosistémico, a través de la producción de políticas de desarrollo institucional integrado y la ejecución de planeación institucional integrada. Estos elementos del Modelo se cohesionan a través de los siguientes ejes de gestión, nuclearizadores del desarrollo escolar: político-administrativo, pedagógico-didáctico y comunicacional. La calidad del protocolo la determina el proceso de construcción de la comunicación reflectiva, de manera que sus contenidos se constituyen en la impronta misma de la historia de la probabilidad de la integración curricular neosistémica, como resultado de un liderazgo pedagógico creciente en la institución. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A través de la escritura, la comunicación se mantiene independiente de la memoria viva de los participantes y de la interacción en general; puede llegar hasta los no presentes y seleccionarse a voluntad; se formula para situaciones sociales imprevisibles; no requiere de la presencia del autor; obliga una diferencia unívoca entre el acto de comunicar y la información; requiere procesos de selectividad ordenada y diferenciada; fortalece la evolución estructural del referente en cuestión al establecer el cambio de expectativas en la dimensión cognitiva a partir de la observación y la acción; da tanto a la acción solitaria como a la acción colectiva, la oportunidad de ser comunicación y, por tanto, se constituye en acción social; posibilita un modo de obrar; supera la interacción para incrementar la diferencia entre sociedad e interacción que orienta, tanto al sistema social como al sistema de interacción; y, compensa la ausencia, entre otros (Luhmann, 1998, pp. 100, 160, 276, 382). 97 La observación de segundo orden Para hablar de la observación de segundo orden, en el marco de la construcción de los sistemas sociales, es necesario diferenciar entre conciencia y comunicación reflectiva. La conciencia es un reflexionar del individuo consigo mismo, lo que constituye un sistema psíquico que no se comunica con el sistema social, aunque lo piensa. Por esta razón, el sistema psíquico hace parte del entorno del sistema social. La comunicación reflectiva, tal como se evidenció en el aparte anterior, crea y re crea los sistemas sociales a partir de la autorreferencialidad complementada y, su nivel de producción depende de la observación de segundo orden. La observación de segundo orden es un método de investigación que resulta de la evolución de las ciencias en el siglo XX y se centra en la “observación de las comunicaciones de los observadores sociales” (Galindo en Luhmann, 2007, pp. XXXI). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA “Un observador con comprensión es capaz de ver más…, en particular, de ver funciones y servirse de distinciones inaccesibles al sistema observado… De otra manera, la observación no tendría como objeto sino a su propia incapacidad de observar con comprensión…lo que todo de ello se origina es un sistema de complejidad estructurada” (Luhmann & Schorr, 1993, pp. L-LI). y (Rodríguez en Luhmann, 2007, pp. XII-XVI). 98 Desde la observación de segundo orden, toda la teoría Luhmaniana es un armazón conceptual orientado a la observación, apoyada en esquemas de distinción capaz de destacar algo con relación a un fondo constituido por “todo lo demás”: es la potenciación del sistema como observador de su entorno, de otros sistemas y de sí mismo (autoobservador) (Rodríguez en Luhmann, 2007, p. XII-XVI). Sin embargo, desde la configuración de los sistemas sociales, no basta con afirmar que sólo el observador puede distinguir entre sistema social y entorno del sistema social y que sólo a él le incumbe decidir qué sistemas le interesa observar en un momento de su existencia; se requiere que el observador por medio de sus propias operaciones vuelva a sí mismo el sistema social. Las observaciones son operaciones que dan lugar a los sistemas sociales (Luhmann, 1998, pp. 13-14). Con la observación de segundo orden se reorganizan los conocimientos para superar las supuestas “fronteras de los saberes” y la “territorialidad exclusiva” de las tradiciones científicas; autoimplica de forma plural, la resolución de problemas complejos; incluye la observación y la autoobservación siempre y cuando se enlacen con la autopoiésis (auto - creación sostenida); se afianza en la objetividad del conocimiento entendido como aproximaciones a la verdad; e introduce como metodología las codificaciones binarias (ibídem, pp. 57- 58, 174). Con la observación de segundo orden se potencia el liderazgo pedagógico en la escuela para hacer de la IESS una fuente productora de conocimiento. ¿De qué manera producen los maestros la observación de segundo orden para configurar estabilidad dinámica en integración curricular neosistémica? Los maestros producen observación de segundo orden en la diferenciación sobre las formas de desarticulación precedente en las áreas para objetivar las anomalías que determinan obstáculos estructurales que impiden explorar el PEI desde la autorregulación institucional. Al retrabajar los maestros esta improbabilidad como fuente de probabilidades para establecer el currículo neosistémico, los maestros, además de establecer creatividad sostenida en currículo neosistémico, experimentan su accionar profesional en la producción de conocimiento pedagógico. La observación de segundo orden, productora de comunicación reflectiva, establece la vigilancia epistemológica del patrón de expectativas que produce gestión escolar inteligente. Los códigos binarios Se entienden por códigos binarios las formas de dos lados que facilitan el paso de una parte a la otra, el tránsito de ida y vuelta entre el valor y el valor opuesto, en tanto formas que se distinguen de otras (Luhmann, 1998, p. 594) Los códigos binarios establecen la metodología del análisis de la inclusión de lo excluido, tal como lo precisa la sub-teoría de la doble contingencia. La teoría de la doble contingencia se refiere a la posibilidad de que algo puede ser o no ser en un horizonte con cambios posibles; se asume en acciones para perder en arbitrariedad y ganar sensibilidad por lo desconocido; diferencia dos tipos de “teorías amables”, las teorías amables con la conservación de la tradición desde lugares comunes y, las teorías amables con opciones negadas, incluso, impensadas por otros; produce desencadenamiento de selecciones para producir reflexión y facilitar el manejo de la complejidad superior; y, recurre al síndrome de la confianza para aceptar retos no controlables de antemano y, por tanto, asumir compromisos que otros no asumen (Luhmann en Tapiero & López, 2006, p. 32-34). El currículo neosistémico se instala a partir del siguiente código binario: institucióneducativa-desarticulada/institución-educativa-integrada. La primera parte del código binario: institución-educativa-desarticulada/ institución-educativa-integrada [institución-educativa-desarticulada], desconoce CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Los códigos binarios resultan de la comunicación reflectiva en el desarrollo de la operación elemental comunicativa para dar-a-conocer la aceptación, rechazo o indecisión, a través de la bifurcación si/no. A la comunicación reflectiva le es inherente: la introducción de intereses, el otorgamiento de producción de unidad a la comunicación lingüística y, la sucesión de comprensibilidad aceptable. 99 ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA la relación de relaciones de un currículo escolar derivado de la complementariedad entre estructuras estables y estructuras dinámicas; representa la atomización, la insularidad y la dispersión de la gestión académico-administrativa; resulta de una autonomía “autorizada”, “delegada” y “vigilada” que conlleva a operar una gestión escolar centrada en “representaciones sociales prenocionales y nocionales de los maestros sobre autonomía y democracia escolar” (Tapiero, 2000; 1999); en términos de micropolítica escolar, la gestión escolar tiende a instalarse en los dominios de un “modelo de administración escolar feudal” (Ball, 1994); los órganos de dirección escolar adolecen de liderazgo pedagógico; los procesos académicos y administrativos se inclinan por un aprendizaje institucional adaptativo (Senge, 1996); se imposibilita en la relación: trabajo de aula – proyección cultural (Tapiero & López, 2006, p. 99) por el paralelismo entre los programas de asignatura y las clases y, lo administrativo con el saber curricular y didáctico, frente a la proyección social y cultural de la institución; y, constituye ambientes que connotan una escolarización asistémica. 100 Es probable que para algunos maestros, la desarticulación institucional no exista, dado que los congrega una planta de personal más o menos estable; tienen lugares comunes en el centro escolar para conversar de manera informal y formal sobre los respectivos desempeños; y se producen ciertos ambientes de fraternidad en el cumplimiento de “sus” funciones. Sin embargo, la desarticulación institucional puede ser evidente, cuando en la gestión escolar se superponen los intereses grupales y personales sobre los intereses institucionales, con lo que se niega una visión de futuro institucional compartida; cuando se detecta que el PEI no tiene incidencia alguna en términos de autorregulación curricular y didáctica para cumplirle al tipo de formación que se publicita en la comunidad educativa; cuando se reconoce que entre las sedes de la institución educativa no se establece la coherencia curricular y didáctica en la ejecución del plan de estudios; cuando se reconoce que el desempeño de los docentes-directivos no se relaciona con el liderazgo que proporciona el saber pedagógico y, por tanto, curricular, didáctico y evaluativo; y, cuando se identifica que en materia de planeación de programas académicas, estos no son objeto de objetivación ni de sistematización para producir mejoras estructurales y, que a cambio de esto, los suplanta la desarticulación frente al conjunto de las áreas mismas en todo los niveles y en relación con los proyectos pedagógicos obligatorios y los proyectos de articulación entre los niveles básicos con el nivel de educación media, en el marco de las atenciones que demanda el contexto. Así, la primera parte del código institución-educativa-desarticulada corresponde a la ausencia de comunicación sobre articulación institucional en términos de relación pedagógico-administrativa, por la ausencia de una evaluación escolar mediada por la “autorreferencialidad complementada”. Esta ausencia está representada en la carencia de una tradición de escritura por el colectivo de los maestros sobre la historia de los procesos de integración institucional. A cambio, suele existir un documento PEI desconocido en términos de autorregulación y, por tanto, de coevolución institucional. La segunda parte del código binario: institución-educativa-desarticulada/institucióneducativa-integrada [institución-educativa-integrada], precisa de integración curricular para cumplir con la formación integrada e integral que demanda el PEI en la institución educativa; y, profundiza sobre una gestión escolar promovida por los desarrollos del código binario penetración/interpenetración para dilucidar la escuela en los ambientes escolares neosistémicos. Este análisis precisa de la crítica del empeoramiento de la educación, en términos de desconcentración educativa, una vez se identifican las relaciones neosistémicas del currículo escolar en la relación, sistema educativo nacional - sistema educativo mundial. El análisis del código binario institución-educativa-desarticulada/institucióneducativa-integrada, requiere precisiones demarcadas por la evolución de los sistemas sociales en el código: relación-asistémica-o-pseudosistémica/relaciónneosistémica. La primera parte del código binario, relación-asistémica-o-pseudosistémica, está determinada por el predominio de los sistemas precedentes en currículo escolar como resultado de la incomprensión acerca de la ruptura del nuevo paradigma de la teoría de los sistemas sociales. La segunda parte del código, relación-neosistémica, corresponde al énfasis del currículo crítico redimensionado, entre otras, con la teoría de los sistemas sociales para operar en la configuración de una IESS. La anterior relación de relaciones de códigos binarios precisa lo siguiente: a) a una institución-educativa-desarticulada (primer componente del primer código) corresponde una racionalidad operativa asistémica-o-pseudosistémica (primer componente del segundo código); y b) a una institución-educativa-integrada (segundo componente del primer código), corresponde una relación-neosistémica (segundo componente del segundo código). La complementariedad entre los códigos anteriores para ahondar en el conocimiento de lo excluido (relaciones “a”) y redimensionar lo incluido (relaciones “b”), incrementa el manejo funcional sobre construcción de estabilidad dinámica del currículo neosistémico. Este manejo funcional ilumina, en últimas, la evolución del tipo de estructuras de expectativas sobre la configuración de una macroestructura que favorezca nuevos constructos estructurales del currículo escolar en el ámbito integrador. Esta nueva macro-estructura se ha denominado Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). Es en el redimensionamiento de lo excluido que las estructuras de expectativas determinan precisiones sobre tres ejes de gestión que configuran el MDII: CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La complementariedad cognitiva del análisis en el que lo excluido queda incluido para un manejo pertinente sobre complejidad superior y contingencia en el currículo neosistémico, conlleva a reconfigurar los dos tipos de códigos binarios, así: institución-educativa-desarticulada/institución-educativa-integrada y, relación-asistémica-o-pseudosistémica/relación-neosistémica. 101 a) El eje político - administrativo que cohesiona y profundiza la configuración de políticas de desarrollo institucional integrado y, dinamiza la planeación institucional integrada para potenciar la funcionalidad del gobierno escolar. b) El eje pedagógico – didáctico que relaciona la estabilidad dinámica estructural del currículo neosistémico. c) El eje comunicacional que perfecciona la producción de comunicación reflectiva y la observación de segundo orden para el manejo de la complejidad y la contingencia de la IESS, como concreción de una gestión escolar inteligente. Por todo lo anterior, mientras la observación de segundo orden direcciona la autorreferencialidad complementada, los códigos binarios operan en la abstracción hipotética, el diseño teórico del currículo neosistémico y el MDII que lo contiene para la funcionalidad de la IESS. Por lo planteado, se puede afirmar que los códigos binarios en el currículo neosistémico, constituyen una fuente de racionalidad epistemológica para establecer metodología de interés cognitiva, aplicada a superar paradojas sobre gestión escolar atomizada, en el marco de las anomalías de la desconcentración educativa, con la respectiva ausencia de autonomía escolar que genera, en términos categoriales o simbólicos. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La investigación –acción práxica y autopoiética 102 La investigación – acción (I-A) es el método de investigación de la ciencia crítica de la educación; tuvo sus orígenes en la sociología; se reconoce entre sus hitos importantes, los desarrollos curriculares alcanzados en Inglaterra bajo la dirección de Lawrence Stenhouse en los años sesenta, en los que trascendió la imagen del profesor investigador; y, su principal reto consiste en la construcción teórica a partir de la superación del divorcio entre “la crítica filosófica” y la “investigación metódica”. De allí, que su mayor confrontación la establece con el positivismo y el neopositivismo, al advertir que la investigación educativa y pedagógica no es neutra, sino que impregna la vida social y, por tanto, los discursos, la organización y las prácticas de la educación (Tapiero, García, Jiménez y Rojas, 2007, pp. 22-23). En tal sentido, uno de los códigos binarios que el currículo neosistémico prioriza es: poder-poder-administrativo/podersaber-pedagógico- administrativo La ciencia crítica de la educación (CCE) es crítica, educativa y científica (Carr, 1996, pp. 144-153), que al interrelacionarse con la condición epistemológica neosistémica, determina tres características importantes para la investigación – acción: a) La CCE al abordar criterios que expongan y eliminen lo inadecuado de la autocomprensión y de vida social, en términos de la autorreferencialidad, hace de la coevolución cognitiva, una fuente de conocimiento sostenida en integración curricular y, por tanto en integración institucional. b) La CCE al cultivar cualidades mentales orientadas al desarrollo de la razón y el crecimiento de sociedades democráticas, en términos de gestión escolar neosistémica, viabiliza un redimensionamiento estructural sobre las posibilidades ilimitadas del desarrollo en formación en democracia y autonomía escolar. c) La CCE al propugnar por la producción de conocimiento autorreflexivo, en términos neosistémicos, establece el interés cognitivo por teorías amables para que las anomalías que son vistas como si fuesen normales en gestión curricular, no sucedan, de manera tal que se establezcan probabilidades de contextos escolares neosistémicas que contribuyan a establecer la implosión, las rupturas desde adentro, de los ambientes escolares asistémicos que las sostienen, con la funcionalidad de concretar la IESS y, por tanto, el MDII que la contiene. Las tres características explicitadas, vistas en la complementariedad entre el currículo crítico y la teoría de los sistemas sociales, hacen de la I-A, una investigación práxica y autopoiética. La investigación acción – práxica es una operacionalidad cuya funcionalidad se circunscribe en los dominios de “la zona del desarrollo próximo” (Vygotski en Cole, JohnSteiner, Scribner & Souberman, 1996, p. 133), representada en el apoyo de maestros investigadores externos que aporta el desarrollo de programas de investigación de las instituciones formadoras de maestros. A través de este tipo de aprendizaje entre pares investigadores que fortalecen el liderazgo pedagógico de la escuela, los maestros asimilan y reconstruyen métodos sobre la resolución independiente del manejo de la complejidad de nivel superior aplicada a la integración curricular. En la investigación – acción práxica y autopoiética, la zona del desarrollo próximo está representada por un nivel de madurez de las representaciones sociales sobre desarrollo institucional integrado neosistémico para perfeccionar la configuración de estructuras de expectativas que orientan el futuro de la construcción del currículo neosistémico. La zona del desarrollo próximo aplicada a la investigación – acción práxica y autopoiética para la construcción del currículo neosistémico, constituye una didáctica de saber aplicable de aptitud aprendida para emplear lo aprendido del aprender en la disposición permanente de enfrentar lo nuevo con base en los patrones de expectación aprendidos. Este nivel metacognitivo que se apoya en los desarrollos de la observación de segundo orden, contribuye a establecer una reingeniería aplicada a la co – evolución de posturas éticas, pedagógicas y políticas del desempeño profesional de la docencia. La reingeniería es una de las teorías de la ciencia de la administración, entendida como un modelo de dirección que reemplaza la totalidad de los cuadros que se CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Mientras la condición práxica de la I-A es una acción consciente para establecer la transformación del mundo escolar atomizado; la condición autopoiética de la I-A precisa factores de transformación acerca de las limitaciones estructurales sobre integración curricular, para producir de manera sostenida, conocimiento en integración curricular neosistémica. 103 requieran en el nuevo modelo de administración a implementar. En este caso, la resemantización del concepto de reingeniería se hace a través de la metacognición aplicada al liderazgo pedagógico que demanda el currículo neosistémico, tanto en los docentes-directivos como en el profesorado: más que el relevo físico, es el relevo mental de las actuales generaciones para activar el desarrollo de la autonomía escolar, la formación en democracia y la integración institucional, esta vez con el apoyo de la I-A práxica y autopoiética. La I-A práxica y autopoiética genera proactividad y sinergia, tanto por el profesorado en gestión pedagógica-didáctica, como en los docentes-directivos en gestión político-administrativa. Es un empoderamiento de la gestión escolar que establece nuevos argumentos sobre el manejo estructural de la integración curricular y, por tanto, productor de comunicación reflectiva sobre la operacionalización de la IESS, en el marco de los avances del MDII. Entendido este desarrollo como fin último del manejo de la complejidad de nivel superior y la asunción de la contingencia sobre la autorregulación del PEI, tal como se identifica en la Figura 12. La Figura 12 representa la I-A como campo de tensión entre: a) el desarrollo de los bucles de investigación-acción para la producción de comunicación Integración de las áreas del plan de estudios para la autorregulación del PEI Comunicación reflectiva ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Autorreferencialidad Institucional complementada 104 Construcci ón del currículo neosist émico Bucles de investigación Figura 12 Complejidad y contingencia de la investigación-acción práxica y autopoiética reflectiva sobre autorregulación del PEI, a partir de la integración de las áreas para la transversalidad curricular; y, b) la ejecución de la autorreferencialidad complementada para la construcción del currículo neosistémico. Se destaca en el presente caso, los siguientes niveles de autorreferencialidad complementada: la “autorreferencialidad institucional en la autocoacción” y la “autorreferencialidad institucional en la coevolución”. - Con la autorreferencialidad institucional en la autocoacción, al asumir un manejo estructural del problema de integración por áreas del plan de estudios y de la autorregulación pedagógico-administrativa del PEI, en el código binario relación-asistémica/relación-neosistémica, emerge para la I-A práxica y autopoiética, la clarificación cognitiva sobre problemas específicos que requieren ser tratados a través del trabajo colegiado, cooperativo y solidario. - Con la autorreferencialidad institucional en la coevolución, que demanda una praxis sobre instrumentos de autocontrol en la intervención de la integración curricular asistémica precedente con la finalidad de viabilizar nuevos niveles de integración del plan de estudios, los primeros avances de la I-A establecen factores específicos de integración entre las áreas o sus equivalentes para dilucidar reformulaciones en términos pedagógico-administrativos, a partir de los procesos de objetivación sobre problemas como, la delegación de funciones entre los docentes-directivos y el profesorado y, la autonomía escolar para dinamizar nuevos roles sobre integración curricular. Con la autorreferencialidad institucional en la autocoacción y la coevolución, la I-A práxica y autopoiética introduce un énfasis productor de abstracción de una realidad empírica sobre modelos de interpretación para configurar dominios de expectativas cognitivas en integración curricular neosistémica. La reflexión es un proceso que demarca nuevos rumbos sobre la comprensión de la complejidad de nivel superior, que en términos de sistematización, potencia la teorización por los maestros, sobre producción de comunicación reflectiva y, por tanto, de observación de segundo orden, al igual que el fortalecimiento de zonas de zonas de desarrollo próximo. La I-A práxica y autopoiética, en la configuración del currículo neosistémico, permite ahondar en características, como: 1. Cada área o sus equivalentes constituyen sub - sistemas del sub - sistema denominado plan de estudios (ver parte central, Figura 10). 2. Los sub - sistemas del sub - sistema del plan de estudios co – evolucionan con instrumentos de autocontrol que producen los maestros para la producción de las estructuras dinámicas de la autorregulación institucional en integración curricular. 3. Los sub- sistemas del sub - sistema del plan de estudios relacionan la dispersión del mundo académico en factores de integración curricular neosistémica y redimensiona la capacidad autorregulativa de los procesos alcanzados a través de planes de área y planes de aula, objetivados en la perfectibilidad de la transversalidad curricular. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En el desencadenamiento de los mínimos de la I-A práxica y autopoiética, interrelaciona desde el cuarto momento de los bucles, la reflexión. 105 4. La investigación de los docentes-directivos como complemento de la investigación del profesorado para aportar al desarrollo de las políticas de integración institucional neosistémica a través de planes de acción. Los planes de acción configuran la hoja de ruta de la gestión más importante de los directivos; se nutren de una mirada intersistémica entre los cuatro tipos de gestión que constituyen los planes de mejoramiento institucional (académico, directivo y horizonte institucional, administrativo y comunitario, MEN, 2006), en la perspectiva de asumir responsabilidades frente a la configuración, desarrollo y consolidación del currículo neosistémico (ver parte inferior de la Figura 15). Y, proporcionan un criterio de calidad sobre los planes de mejoramiento institucional. En los planes de mejoramiento institucional, la I-A práxica y autopoiética pone a prueba en los maestros, la capacidad de liderazgo pedagógico-administrativo y de evaluación escolar. La evaluación escolar va más allá de la valoración del rendimiento académico y se instala en la co – evolución institucional. 5. La I-A práxica y autopoiética aporta el desarrollo de complejidad en un nivel superior en la integración curricular neosistémica. En la configuración del currículo neosistémico, la I-A no es un asunto de aprendizaje y perfeccionamiento exclusivo para la reformulación de la enseñanza, tal como suele derivarse de la comprensión de los trabajos de Lawrence Stenhouse en investigación-acción (Rudduck, J. y Hopkins, D., Compiladores, 1993) en los ámbitos del desarrollo de la ciencia crítica de tendencia anglosajona (Tapiero, García, Jiménez & Rojas, 2007, p. 9-26). La I-A práxica y autopoiética se ocupa también de los factores que contribuyen a generar coevolución institucional. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La I-A práxica y autopoiética como fuente productora de comunicación reflectiva, aporta desarrollos conceptuales, como: 106 • El sentido de la estructura dinámica del currículo neosistémico. • El tipo de comunicación oral y escrita desde la teorización de las prácticas pedagógico-administrativas en el código binario institución-desarticulada/ institución-integrada-neosistémica. • La contingencia y la complejidad en el manejo de la heterogeneidad del desarrollo de los bucles al interior de los equipos de trabajo entre los docentesdirectivos y el profesorado. • La autorregulación relacionada con la micropolítica escolar alternativa aplicada a un gobierno escolar que supera niveles de hiperformalización en la dirección escolar. • La perfectibilidad institucional de la cultura de lo público frente al desarrollo institucional integrado con el desarrollo educativo regional, como campo de tensión de la autonomía y la democracia escolar. • Desarrollos conceptuales en el código binario: defensa-de-la-educación pública/saber-pedagógico. Son obstáculos a dilucidar en complejidad de nivel superior y contingencia de la I-A práxica y autopoiética, los siguientes aspectos: • El tránsito de una visión asistémica o pseudosistémica de integración escolar a una visión neosistémica, desde la configuración de la estabilidad dinámica de la integración curricular. • Los prejuicios sobre la investigación desde y para la cotidianidad del mundo escolar, en el marco de la crisis sobre la formación profesional docente y la descentralización educativa. • La ausencia de políticas de Estado en investigación educativa y pedagógica para regular la calidad de la gestión pedagógica-administrativa, en los niveles básicos del sistema escolar. • El rol de la investigación en la transformación de las prácticas curriculares y didácticas de docentes – directivos y del profesorado. La institución educativa como sistema social (IESS) La producción de unidad y sentido de la gestión escolar difiere entre autoorganización escolar y autorreferencialidad institucional, representadas en la Figura 13. AUTOORGANIZACIÓN ESCOLAR AUTORREFERENCIALIDAD INSTITUCIONAL AUTOPOIÉSIS ámbito curricular ámbito administrativo ámbito didáctico Tradición asistémica de la organización escolar (anomalía: “estabilidad estructurada”) ámbito pedagógico - administrativo INTERPENETRACIÓN Tradición neosistémica de la organización escolar (“estabilidad dinámica”) Figura 13 Campo de tensión en la configuración de una institución educativa como sistema social CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La IESS asume una forma de gestión escolar centrada en la integración curricular neosistémica para producir unidad y sentido institucional, en la resolución del código binario institución-desarticulada-asistémica/institución-integradaneosistémica. 107 La IESS en la diferencia entre autoorganización y autorreferencialidad, sintetiza los desarrollos de interdefinición en integración curricular desarrollada en el capítulo 1 de esta primera parte del libro. La autoorganización escolar conserva un universo fragmentado y heterónomo que se autoimposibilita en el desentrañamiento de la gestión escolar heterorregulada y desarticulada por asumirse en el estatismo de sus estructuras organizacionales, al relacionar la “estabilidad estructurada” con la inercia en la gestión escolar. La comprensión fenomenológica de la “estabilidad estructurada” de la organización institucional y su relación con los procesos organizacionales que constituyen la “estabilidad dinámica” en la que circula el currículo neosistémico, potencia la construcción de círculos virtuosos por los maestros en sus prácticas curriculares y, por tanto, en la gestión pedagógica – administrativa, para romper la inercia que establece el deseo y la resistencia al cambio e, inducida por la relación input/ output en el currículo escolar . ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Los fragmentos de organización escolar responden a un modelo de gestión institucional movilizada en el individualismo de sus actores y maximizada en la disgregación intraestamental de los sectores que constituyen la comunidad educativa, sin que opere la evaluación escolar como mecanismo de autorreferencialidad para persistir en las autotransformaciones institucionales que conduzcan al establecimiento autónomo y alternativo en gestión escolar integrada. 108 Así, el desconocimiento de las implicaciones del código binario: “estabilidad estructurada”/“estabilidad-dinámica” para el manejo de la integración curricular, determina desarrollos prenocionales y nocionales sobre evaluación, autonomía y democracia escolar neosistémica. Esta situación obstaculiza un ejercicio profesional de la docencia proyectada desde la producción de políticas y de planeación en desarrollo institucional integrado neosistémico, al instalar el desempeño docente en una racionalidad pragmatista que carece de las posibilidades de producción sobre objetividad entre paréntesis e imaginario social instituyente en integración curricular neosistémica. La limitación estructural planteada en el párrafo anterior, auto - limita la escuela en la configuración, desarrollo y perfectibilidad de estabilidad “dinámica” en estructuras curriculares; es una fuente de enajenación en materia de liderazgo escolar; corresponde a una racionalización mítica del desempeño docente; se centra en parámetros pragmatista de gestión en términos de proyección socio – cultural de la institución educativa; es un hacer retórico de la gestión pedagógica – administrativa; y, establece de manera consciente o no, una cátedra anti - ética para las nuevas generaciones al interior de la institución educativa con la que se conserva “un mecanismo natural” de la administración sobre la hiperformalización en gestión educativa para sostener una comunicación en la que se dicen unas cosas y se desarrollan otras. Reconocer las anteriores implicaciones desde los presupuestos de la autorreferencialidad, contribuye a establecer la institución educativa en un “organismo vivo” que se autoestructura y autorregula según los requerimientos centrados en producir en la integración curricular, complejidad de nivel superior y creatividad sostenida. Esta perspectiva determina una gestión escolar inteligente en la producción de currículo neosistémico para la pertinencia del desarrollo institucional integrado que caracteriza la funcionalidad de una IESS que produce conocimiento en pedagogía. La IESS asume una forma de gestión escolar centrada en la integración curricular neosistémica para producir unidad y sentido institucional, en la resolución del código binario institución-desarticulada-asistémica/institución-integrada-neosistémica. En la relación penetración/interpenetración se transforman las condiciones ahistóricas que dan lugar a la trivialización de “la estabilidad estructurada”, al complementarse ésta con la “estabilidad dinámica”. Mientras la primera le otorga, estabilidad organizacional a la escuela (gobierno escolar, por ejemplo), la segunda reformula de manera sostenida los procesos de la gestión escolar desde las estructuras de expectativas centradas en el manejo de la contingencia y de la complejidad del currículo escolar, en el marco de los desarrollos de la autorreferencialidad institucional. Este complemento y diferenciación, a la vez, entre “estabilidad estructurada” y “estabilidad dinámica”, aporta transparencia sobre la autonomía escolar del currículo neosistémico, en el tránsito de la improbabilidad a la probabilidad de sus desarrollos. La condición de “teoría amable” que se deriva para el currículo neosistémico, en el tránsito de la improbabilidad a la probabilidad de sus desarrollos, corresponde a la superación axiológica desde lugares comunes, es decir, al resultado de un nuevo tipo de articulaciones teóricas, esta vez, entre postulados de la teoría de los sistemas sociales, la metateoría curricular crítica, la teoría del desarrollo proximal, la micropolítica escolar, la transversalidad curricular y, la teoría de la quinta disciplina. Las anteriores complementaciones teóricas establecen un núcleo categorial que asume como sistema social a la institución con capacidad de independencia frente a la tradición “esclava” que la tradición asistémica precedente le había impuesto a la escuela. La liberación que tiene la IESS frente a la metáfora de la condición “esclava”, impuesta desde una racionalidad estructurada heterorregulante del código binario input/output, no es gratuita. En contraprestación, el currículo neosistémico de la IESS queda retado en términos de autonomía del sistema social, a CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El análisis de la IESS, centrado en el método de análisis, inclusión de lo excluido, a través del código binario institución-desarticulada-asistémica/instituciónintegrada-neosistémica, establecer la racionalidad explicativa en la que debe operar el código binario penetración/interpenetración, donde el sistema a penetrar lo determina el sistema desarticulado de la gestión escolar (primer código) y, el sistema penetrador lo constituye la racionalidad del desarrollo institucional integrado neosistémico (segundo código). 109 • Considerar, en el pensamiento independiente con respecto al sistema educativo, concebido éste como entorno y el sistema educativo mundial como límite del entorno, la ejecución de la unidad en el todo institucional a partir de la comprensión de cada una de las partes (complejidad de nivel superior del currículo integrado desde la transversalidad curricular). Referida cada una de estas partes a la totalidad de las operaciones en la ejecución del plan de estudios. Este último aspecto, por razones sólo de orden metodológico del presente libro, se presenta en el tercer capítulo. El currículo neosistémico asumido en la independencia que la autonomía escolar le aporta y que concreta a través del plan de estudios, constituye su unidad y sentido institucional a través de la triple relación entre los códigos binarios: • articulación-“asistémica”-del-currículo-escolar/articulación-estructuralneosistémica”-del-currículo-escolar • empeoramiento-de-la-institución/mejoramiento-de-la-institución • complejidad-de-nivel-inferior/complejidad-de-nivel-superior. El último código está representado en el Cuadro 4. COMPLEJIDAD CURRICULAR EN UN NIVEL INFERIOR Autoorganización (integración curricular asistémica) ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Código binario input/output (estructural-funcionalismo) 110 hiperformalización de la gestión escolar (autonomía escolar: autorizada, delegada y vigilada) COMPLEJIDAD CURRICULAR EN UN NIVEL SUPERIOR Autorreferencialidad Integración curricular neosistémica Código binario penetración/ Interpenetración (funcional-estructuralismo) institución educativa como sistema social (autonomía escolar: construida, negociada y responsablemente asumida) Cuadro 4 La complejidad curricular neosistémica La complejidad de nivel inferior la determina, desde la evolución de los sistemas, la teoría general de los sistemas, mientras que la complejidad de nivel superior la precisa la teoría de los sistemas sociales. La complejidad de nivel inferior a la que acceden las instituciones educativas radica, entre otras probables razones, al sometimiento de una gestión input/output sin saber cómo se controla tal código binario. Es una limitación que establece un auto – impedimento institucional sobre la producción y re – creación de estructuras organizacionales dinámicas en integración curricular. Lo anterior devela un factor de enrarecimiento de la autonomía y la democracia escolar y, por tanto, del desarrollo institucional integrado. Situación esta que permite establecer nuevas preguntas para el manejo de la “flexibilidad y la flexibilización curricular” (Díaz, 2002, p. 16-175) en la que se instala buena parte del discurso sobre acreditación institucional. Se entiende por flexibilidad curricular, la capacidad propositiva de ajuste del currículo escolar para la co - evolución en integración institucional. Se asume por flexibilización curricular, la producción ilimitada de estabilidad dinámica para la integración curricular. Tanto la flexibilidad curricular como la flexibilización curricular en el currículo neosistémico opera en los intereses cognitivos de la IESS para aportar nuevos desarrollos sobre la formación integral e integrada. La flexibilidad y la flexibilización de la integración curricular neosistémica, particulariza la estructura de expectativas para configurar metodologías con capacidad de intervenir la hiperformalización de la gestión escolar; y, se convierten en una fuente de cognición para la transformación de las improbabilidades que sujetan el currículo escolar precedente a partir de la reproducción de mecanismos sobre creatividad curricular sostenida por la IESS. a) Una micropolítica escolar alternativa a la historia heterorregulada de la institución educativa, en la diferenciación entre un modelo de administración escolar feudal y un modelo de administración democrática en términos de relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas en integración curricular. En la IESS, las relaciones intersistémicas autorreferenciales determinan, en últimas, la coevolución institucional de una gestión insular a una gestión integrada y complementaria; las relaciones intersistémicas autopoiéticas precisan, en últimas, la capacidad de creatividad sostenida en integración institucional; y, las relaciones intersistémicas interpenetrativas establecen, en últimas, el tránsito de relaciones asistémicas a relaciones neosistémicas en el desarrollo estructural del currículo escolar. b) La producción del trabajo colegiado a tono con la proyección socio – cultural de las zonas de desarrollo próximo del currículo neosistémico para la evolución de la participación propositiva al interior de la comunidad educativa. Las zonas de desarrollo próximo que demanda la comprensión del todo institucional (IESS), establece criterios de calidad sobre transversalidad curricular neosistémica. Los nuevos patrones de expectativas de las zonas de desarrollo próximo del currículo neosistémico se centran en la latencia funcional de identificar estructuras rígidas para las respectivas reestructuraciones considerables que superen los CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Para pasar de una complejidad de nivel inferior a una complejidad de nivel superior, se requiere una estructura de expectativas por el profesorado y los docentes-directivos en términos de integración curricular que posibilite asimilar la autorreferencialidad “complementada” en el marco de los siguientes presupuestos en educación, pedagogía y administración contemporánea: 111 círculos viciosos que caracteriza el dominio heterorregulante del currículo escolar tradicional, técnico y práctico. Esta latencia funcional asume la denominación técnica de “estructura latente del currículo neosistémico”, para la producción de una estructura de expectativas del currículo integrado cuyo reto consiste en la creación de un futuro institucional en el código binario: desintegración-escolar/ integración-curricular-neosistémica. El aprender el aprendizaje del aprendizaje desde la estructura latente del currículo neosistémico, le determina a las zonas de desarrollo próximo del currículo neosistémico, la capacidad de producir “la estabilidad dinámica” del currículo escolar, entendida esta como una nueva generación de desarrollo institucional integrado, productor de círculos virtuosos en gestión escolar articulada neosistémica. c) La gestión en aprendizaje institucional generativo para connotar el factor humano como factor de cambio en la gestión escolar, en el marco de nuevos alcances sobre autonomía y democracia escolar. El nuevo sentido de la organización escolar se evidencia en la diferenciación entre una autonomía escolar autorizada, delegada y vigilada que demanda la relación input/output de la autoorganización escolar; y, una autonomía escolar construida, negociada y asumida de manera responsable que requiere la relación autorreferencial con apoyo del código binario penetración/interpenetración (ver caracterización Cuadro 4). SISTEMA Operaciones de integración institucional ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Relación sistema/entorno de la IESS como un sistema cerrado emergente 112 Investigación educativa y pedagógica de la institución educativa Políticas de ciencia, tecnología e innovación Políticas de descentralización educativa Políticas de mejoramiento de la calidad de la educación Desarrollo de líneas de investigación por las instituciones formadoras de maestros ENTORNO Límite del entorno SISTEMA EDUCATIVO MUNDIAL Figura 14 Relación sistema/entorno de la institución educativa como sistema cerrado emergente o provisional La autonomía escolar autorizada, delegada y vigilada, establece desarticulaciones al interior del plan de estudios por adolecer de condiciones autorreferenciales, mientras que la autonomía escolar construida, negociada y asumida de forma responsable, resulta de la autorreferencialidad complementada; se dinamiza en el código binario penetración/interpenetración; y, establece las clausuras operativas que la IESS demanda en términos de integración curricular a partir de una institución educativa asumida de forma primaria en sistema cerrado emergente o provisional, como génesis de una institución educativa orientada a constituirse en sistema social abierto. La Figura 14 indica los referentes primarios de la IESS cerrado o emergente. Por tanto, la complejidad de nivel superior resulta de una lectura universal de la realidad escolar, a la luz de una comprensión sistémica sobre política educativa nacional que posibilite en la ilustración y la autonomía, el manejo funcional de la integración curricular. Esta operatividad se circunscribe en estructuras de expectativas sobre la creación de una IESS como sistema cerrado emergente o provisional. La categorización de la IESS se ha planteado en el marco de la diferenciación entre autoorganización escolar y autorreferencialidad institucional, a través de los códigos binarios: institución-desarticulada-asistémica/institución-integradaneosistémica y, complejidad-de-nivel-inferior/complejidad-de-nivel-superior. Por todo lo planteado sobre IESS, esta categoría de análisis del currículo neosistémico, contribuye a decantar: a) Competencias institucionales para producir creatividad sostenida en las dinámicas de la intrainstitucionalidad, interinstitucionalidad e interestamentalidad, en la co - evolución de la gestión escolar. b) Transformación de la institución educativa asistémica, en la diferencia entre autoorganización escolar y autorreferencialidad institucional. Las estructuras de expectativas que movilizan la IESS para que transite de sistema social cerrado emergente o provisional a sistema social abierto, radican en la perfectibilidad del manejo de la complejidad de nivel superior en integración curricular. Esta perspectiva establece la diferencia entre la reproducción de mecanismos de asimilación de un método de operaciones no redimensionadas por quienes las ejecutan y, la reproducción de mecanismos de un método de operaciones redimensionadas para establecer la creatividad institucional sostenida. La IESS opera como un modelo de cognición denominado Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). Este modelo que validada el énfasis del PEI, genera la ejecución del currículo neosistémico. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO c) Configuración de un currículo integrado neosistémico a partir de la comprensión del todo institucional, en una relación más universal de la educación. 113 TERCER CAPÍTULO La epistemología del modelo de desarrollo institucional integrado (MDII): estructura dinámica del currículo neosistémico L a existencia de la institución educativa como un estado de cosas disperso, atomizado y que no responde de forma pertinente a las necesidades sociales contemporáneas de formación, conllevó a identificar entre las posibles alternativas de transformación, la IESS a partir desarrollo institucional integrado. La IESS productora de creatividad sostenida de desarrollo institucional integrado, constituye un constructo teórico sustentado en un campo de tensión que pone en relación varios factores en los ámbitos internacional, nacional y regional. En el ámbito internacional, frente a la tendencia economicista que propende por la eficiencia y la eficacia escolar, basada en la relación unidireccional insumo producto y manifestada en las distintas dimensiones del proceso educativo y, en el que convergen diversos autores (Scheerens, 1992; Sheffield & Saunders, 2002; Castañeda, et al, 2007), el desarrollo institucional integrado produce condiciones de intervención propositiva por parte de una comunidad educativa solidaria que indaga, tanto la funcionalidad de la institución en términos de formación integral e integradora con proyección social y cultural, como la sensibilidad de un entorno que favorezca sus respetivos desarrollos. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA En el ámbito nacional y, para que el entorno favorezca el desarrollo institucional integrado, se analizan las políticas del sistema educativo en integración curricular, en consideración a la integración institucional como una de las tendencias que hoy registra el sistema educativo mundial. 114 En los años setenta del siglo pasado, el MEN introdujo la versión instruccional del currículo bajo la denominación “renovación curricular”; versión esta que volvió al maestro en un aplicador de paquetes curriculares elaborados por expertos (Mockus, Federici, Hernández, Castro & Charum, 1985, p. 6-10). Esta etapa operó en el marco de una historia de desarticulación, atomización y subordinación de la Pedagogía, al colocarla en un mismo nivel con la educación, la instrucción, la enseñanza y la didáctica, la cual impidió ver a los maestros “el movimiento real de los procesos de conocimiento” (Zuluaga, Echeverri, Martínez, Restrepo & Quiceno, 1988, p. 6). Con el enrarecimiento de la pedagogía y del currículo escolar, la autonomía escolar quedó impensada como fuente de teorización por los maestros. Teorización probable, una vez se asume el pensamiento independiente del manejo estructural de los procesos organizacionales que en la escuela le compete al plan de estudios, frente al todo del pensar del sistema educativo. A mediados de los noventa, el MEN relacionó el currículo con la autonomía escolar e instauró los proyectos pedagógicos institucionales (PEI) para establecer una relación de complementariedad entre lo académico y lo administrativo (Ley 115 de 1994; Decreto 1860 de 1994). La complementariedad entre lo académico y lo administrativo posibilitaba la participación de los docentes en la toma de decisiones para el proceso formativo en lo pedagógico - administrativo. Sin embargo, a principios del presente siglo, el espíritu de esta reforma se desvirtuó cuando el MEN, a través del artículo 9 de la Ley 715 de 2001 (Cuello y Londoño, 2002, p.12), implementó la relación unilateral entre autonomía y administración escolar, a través de la figura administrativa “institución educativa”, con las respectivas consecuencias de inversión en el sector, en el que se convierte “peculado técnico” por las secretarías de educación, la inversión en actualización y perfeccionamiento docente (ver CONPES Social, 2006, 2007 y 2008). La ley 715 de 2001 profundizó por la vía gubernativa, “un concepto neoliberal de la descentralización; traslada a los entes territoriales más competencias con menos recursos; estimula un concepto empresarial de institución escolar que provoca la autonomía financiera y la cofinanciación; propicia un concepto de distribución de los recursos de acuerdo con las reglas del mercado; crea las condiciones para la profundización de la competencia entre las instituciones educativas; y refuerza la sujeción del sistema educativo a los dictámenes de la política macroeconómica, especialmente (sic) a través de la flexibilidad laboral del magisterio” (Estrada, 2002, p. 137). La denominación normativa de “institución educativa”, configura un problema estructural de la calidad de la educación, en el marco de la paradoja que reemplazó la “calidad educativa” por la “cantidad educativa” en la mayoría de las reformas educativas en Latinoamérica (PREAL, 2006). En el ámbito regional, la comprensión sobre la gestión escolar atomizada e insular se evidenció a partir del estudio de las representaciones sociales de los maestros sobre autonomía escolar y formación en democracia en la educación básica CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO “La institución educativa” es una designación de la Ley 715 de 2001 (Capítulo III, artículo 9º.) que interrelaciona los niveles de educación preescolar, básica primaria, básica secundaria y educación media del área urbana; responde a la política de racionalidad del gasto público en el sector; asumió el sesgo en la relación autonomía - administración escolar para disponer la naturaleza institucional centrada en cobertura escolar como un fin frente a los demás factores sobre calidad de la educación; y, se concretó con la anexión de sedes, designadas antes “escuelas” y “colegios”. Tal anexión estuvo desprovista de criterios pedagógicos, curriculares y didácticos. Estos vacíos se han intentado suplir, sin mayores alcances, con la “autoevaluación institucional” y los “planes de mejoramiento institucional”. 115 primaria del Caquetá (Tapiero, 1999) y, el estudio de las representaciones sociales en educación básica primaria entre las ciudades capitales Florencia y Manizales (2000). Frente a la detección de este problema se asumió entre otros aspectos, el estudio de las representaciones sociales de los maestros sobre el desarrollo institucional integrado (Tapiero & López, 2006). La convergencia de los tres ámbitos planteados, genera un campo de tensión en el que se instala el desarrollo institucional integrado a través de la configuración del Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). El desarrollo institucional integrado se entiende como la teoría y la práctica de la interrelación y la complementariedad entre las concepciones y las prácticas político-administrativas, curriculares, pedagógico-didácticas y comunicacionales en la institución educativa, para constituir integración neosistémica como factor estructural de unidad y sentido institucional a través del MDII. Los maestros en el contexto del desarrollo institucional integrado, se asumen como sujetos de saber frente a: el desarraigo de la política oficial en materia de actualización y perfeccionamiento docente (ver.: CONPES Social 2007; 2008; 2009); los requerimientos de una “formación integrada de los educandos” (Ley 115 de 1994, art. 73); y el reconocimiento de los factores que determinan la integración curricular neosistémica como eje teórico que cohesiona el MDII en la funcionalidad de la IESS. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La integración curricular neosistémica se diferencia de la integración curricular asistémica. 116 Mientras que la integración curricular neosistémica resulta del desarrollo categorial de las representaciones sociales de los maestros sobre desarrollo institucional integrado a partir de los desarrollos de “la autorreferencialidad complementada”; la integración curricular asistémica o pseudosistémica se relaciona con el nivel nocional y prenocional de las representaciones sociales de los maestros sobre desarrollo institucional integrado, en el marco del currículo técnico y la gestión escolar centrada en la autoorganización que demanda el viejo paradigma general de los sistemas. Sobre la base de las especificaciones epistemológicas del capítulo 2, tales como, la red de relaciones teóricas que sustentan el currículo neosistémico, la superación del código input/output, la autorreferencialidad complementada, la observación de segundo orden, los códigos binarios, la I-A práxica y autopoiética y, la IESS; se establece el Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). El MDII emerge de la abstracción de la realidad empírica como resultado de la interpretación de nuevos dominios de expectativas cognitivas sobre integración curricular, en el código binario: relación-asistémica-pseudosistémica/relaciónneosistémica. Son características generales del MDII, las siguientes: • Es una propuesta organizacional de la administración y la gestión escolar centrada en establecer la IESS, desde la complejidad que subyace en el plan de estudios frente a como se piensa el sistema educativo, comprendido este en los dominios del sistema educativo mundial. • Establece mecanismos de intervención pedagógica-administrativa para superar las relaciones heterónomas y fragmentadas heredadas de las anomalías en políticas nacionales de descentralización educativa, en el marco de la racionalidad positivista y neoliberal. • Requiere de una gestión escolar inteligente a partir de la estabilidad dinámica de la integración curricular neosistémica, en la creatividad institucional sostenida. • Se establece como énfasis del proyecto educativo institucional (PEI). • Requiere aprendizaje institucional generativo en integración curricular y didáctica para la autorregulación del PEI. • Necesita del trabajo colegiado, cooperativo y solidario de la comunidad educativa “campos de liderazgo” y “aprendizaje institucional generativo” (Senge, 1996) con base en el liderazgo pedagógico de los maestros, en el marco de la gestión sobre zonas de desarrollo próximo del aprendizaje neosistémico en integración curricular. • Requiere del acompañamiento de investigadores externos comprometidos con el desarrollo de líneas de investigación en las instituciones formadoras de maestros. • Aporta alternativas sobre emprendimiento y competencias en desarrollo institucional integrado para la gestión escolar inteligente sobre estabilidad dinámica de los procesos organizacionales del currículo escolar. La estructura dinámica del MDII, constitutiva del currículo neosistémico para la configuración de una IESS, está representada en la figura 15. Esta figura ha evolucionado de manera notable (Tapiero & López, 2006, p. 171; Tapiero y García, 2008c, p. 223; Tapiero y García, 2009 b, p. 97). La estructura dinámica de los procesos organizacionales del MDII está determinada por el currículo neosistémico, concebido este en el todo de la institución educativa para que opere como sistema social, en la configuración de IESS. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • Demanda una interrelación continua entre el eje de gestión comunicacional y la toma de decisiones por parte del gobierno escolar. 117 Institución Educativa Misión Visión MDII Políticas de Desarrollo Institucional Integrada Planeación Institucional Integrada PEI Eje político-administrativo Eje pedagógico-didáctico NIVEL I: Concepción de estructuras organizacionales del currículo neosistémico Eje comunicacional TRANSVERSALIDAD CURRICULAR Lineamientos curriculares Proyectos de articulación con la media INTEGRACIÓN ESTRATÉGICA POR ÁREAS Proyectos pedagógicos (proyección en la intra, inter y transdisciplinariedad ) Investigación – acción: aulas y dirección escolar Proyectos de celebraciones y festividades ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA PLAN DE ESTUDIO 118 PLANES INTEGRADOS DE ÁREAS Y PLANES DE AULA Estándares de competencias Proyecto de evaluación escolar Proyectos de proyección cultural y deportiva PLAN DE ACCI ÓN DEL RECTOR PLAN DE ACCI ÓN DE COORDINADORES Y CONSEJERÍA ESCOLAR NIVEL II: Configuración de complejidad de nivel superior del currículo neosistémico NIVEL III: Implicaciones curriculares y didácticas de la gestión pedagógicoadministrativa PLANES DE MEJORAMIENTO INSTITUCIONAL Figura 15 Estructura dinámica del MDII: el currículo neosistémico El MDII está determinado por los patrones de expectación, constitutivos de la epistemología del currículo neosistémico (Nivel I, Figura 15). Desde esta perspectiva se viabiliza la compresión del manejo de la complejidad que le subyace a la transversalidad de la integración curricular neosistémica (Nivel II, Figura 15) para dar cuenta de las implicaciones curriculares y didácticas del desarrollo institucional integrado (Nivel III, Figura 15). Los tres niveles del MDII que interactúan y se complementan de forma mutua, constituyen una semántica alternativa de la organización autónoma de la gestión escolar desde lo curricular, didáctico, evaluativo y administrativo, para la funcionalidad de las operaciones pedagógicas frente al “establishment con base en anticipaciones” (Luhmann & Schorr, 1993, p. 291). Entendidas estas en la autonomía escolar para diferenciar niveles organizacionales de la IESS. La presión selectiva es parte del efecto en el que se instala la relación sistema/ entorno para la integración pedagógico – administrativa del MDII, de manera que la selección aplicada al currículo neosistémico no admite un trato cualquiera por constituirse en fuente primaria productora de estructuras organizacionales dinámicas de la integración curricular. Desde esta perspectiva se entiende que “renunciar a la selección no es más que renunciar a la autonomía” (íbidem, 1993, p. 307). La concepción y orientación del MDII Tanto la orientación y la concepción del MDII operan en la autonomía escolar que le subyace a las políticas de desarrollo institucional integrado (PDII) con base en el liderazgo pedagógico que lidera la comunidad educativa en cabeza de los maestros y pensada en proporcionar la unidad institucional. Las PDII dependen de la co - evolución de las representaciones sociales de los maestros sobre el desarrollo institucional integrado por constituirse estas en fuente invaluable de actualización y perfeccionamiento docente frente al mundo cambiante de la “socioeconomía del conocimiento” que relacionó la calidad de la educación con la ciencia, la tecnología y la innovación (Medina y Ortegón, 2006, pp. 24-29). La unidad de la IESS se relaciona con la vigilancia epistemológica de las PDII a través de tres ejes que cohesionan y complementan las operaciones curriculares de integración neosistémica. Son ellos, los ejes político - administrativo, pedagógico - didáctico y comunicacional, que orientan la calidad de la gestión escolar a través de la planeación institucional integrada (PII). Se entiende por PII, la capacidad de consensuar con la mediación del gobierno escolar, en el marco de la co - evolución institucional, el tipo de elementos, sus interrelaciones y, las operaciones que en la especificidad del diario acontecer requiere la creación y perfectibilidad de la integración curricular neosistémica. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La concepción y orientación sobre la funcionalidad del futuro de los procesos con respeto a las operaciones del presente que diferencian el pasado de los procesos de integración institucional, determinan la misión y la visión institucional, como resultado de las “expectativas latentes” sobre la operatividad del MDII. Es una operatividad derivada del código binario institución-desarticulada-asistémica/ institución-integrada-neosistémica que sintetiza la categoría de análisis “IESS”. 119 El eje político - administrativo interviene la hiperformalización de los órganos de poder de la institución educativa (“gobierno escolar”) para que la gestión pedagógica – administrativa opere en consonancia con la autonomía y la democracia escolar. Esta finalidad establece coherencia estructural interna del desarrollo institucional integrado, en el marco de su entorno (sistema educativo nacional) y del límite de este entorno (sistema educativo mundial). El eje pedagógico - didáctico establece complejidad de nivel superior en el manejo de las estructuras dinámicas del plan de estudios con base en el redimensionamiento de la integración de las áreas para garantizar la autorregulación institucional desde el PEI. El eje comunicacional establece la capacidad de producir y consolidar nuevos niveles de argumentación con los que se gestiona el liderazgo de los maestros, en la relación institución educativa como fuente de conocimiento en pedagogía y educación. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La comunicación institucional se orienta a establecer desde la escritura, la perfectibilidad del MDII, como resultado de la sistematización de los desarrollos del currículo neosistémico. Es una sistematización dirimida en el manejo de ideas para la producción de micropolítica escolar alternativa con base en códigos binarios, relaciones-democráticas/relaciones-autoritarias, relaciones-horizontales/ relaciones-verticales y relaciones-inflexibles/relaciones-dinámicas. En estos patrones de expectación frente al pasado y futuro de la gestión escolar integradora, surge el código binario auto-organización-institucional/autorreferencialidadinstitucional. Es en este campo de tensión que se avanza en la re – creación curricular sostenida (autopoiésis institucional) por el liderazgo pedagógico que profundiza la zona próxima de desarrollo curricular neosistémico con apoyo, en particular, de la I-A práxica y autopoiética. 120 Se puede afirmar, en consecuencia, que los ejes político - administrativo, pedagógico - didáctico y comunicacional, le designan el sentido a las PDII y le determinan operacionalidad a la PII. En este circuito que realimenta la autonomía del desarrollo institucional integrado, emerge la estructura de expectativas sobre un tipo de transversalidad curricular del plan de estudios, determinante para el manejo de la complejidad de nivel superior de la integración curricular neosistémica (ver recuadro intermedio entre los Niveles I y II, Figura 15). La transversalidad curricular en el MDII La transversalidad curricular neosistémica corresponde al Nivel II del MDII; está determinada por la vigilancia epistemológica dispuesta por el Nivel I; es una de las partes constitutivas de complejidad en la funcionalidad de comprender el todo del desarrollo institucional integrado; y, determina el modus operandi del Nivel III del MDII. Las Figuras 16 y 17 ilustran perspectivas diferentes del Nivel II que relaciona de manera directa la transversalidad curricular con la funcionalidad conjunta del plan de estudios del MDII. MDII PLAN DE ESTUDIOS RELACIONES INTRA E INTER - ÁREAS RELACIONES INTRA, INTER Y TRANSDICIPLINARIAS PERFECTIVIBILIDAD DEL MDII TRANSVERSALIDAD CURRICULAR Lineamientos Curriculares -estándares por competencias- Cohesión curricular desde la media técnica Proyectos pedagógicos ÁREAS INTEGRACIÓN CURRICULAR NEOSISTÉMICA Proyección cultural y deportiva Investigación – acción: aulas y dirección escolar Celebraciones y festividades REALIMENTACIÓN INTEGRACIÓN ESTRAT ÉGICA POR ÁREAS La transversalidad curricular no sólo cumple un papel importante sobre el “polo a tierra” del conocimiento que proviene de las disciplinas de las áreas a través de los problemas de conocimiento derivados de la comprensión del contexto, con lo cual se dinamiza, tanto la enseñanza como el aprendizaje escolar. La transversalidad curricular también es un medio para decantar el trabajo colegiado y el liderazgo pedagógico de los maestros con la mediación de la I-A práxica y autopoiética para la experticia del manejo de la complejidad que le subyace a la ejecución del plan de estudios. De allí que la transversalidad curricular empodera el desarrollo categorial de la autonomía y la democracia escolar para la gestión estructural de la integración institucional que caracteriza la funcionalidad del MDII. En el primer plano de la Figura 16, el rol de las articulaciones subyacentes de la transversalidad curricular, ilustradas con flechas bidireccionales, representa un patrón de expectativas de producción de estabilidad dinámica de las estructuras del currículo neosistémico por parte de la gestión escolar pedagógico – administrativa. Este aspecto determina un factor de creatividad sostenida en integración curricular neosistémica o de “autopoiésis curricular institucional”. La “autopoiésis curricular institucional” está determinada por la intrincada red de articulaciones entre las áreas y sus factores de integración, representados en la heterogénea red de complementaciones que se derivan del primer plano del octágono de la Figura 16, en relación directa con la perfectibilidad del MDII. La perfectibilidad se ilustra con los sucesivos planos y las especificaciones de los recuadros de la parte derecha de la Figura 16. La autopoiésis curricular institucional, activada desde la transversalidad curricular, resulta de la autorreferencialidad complementada, como resultado de pasar de la CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Figura 16 Las partes en el todo del currículo neosistémico 121 atomización a la gestión integrada pedagógico – administrativa. Este tránsito está sujeto a la auto – descripción, la auto – coacción y la co – evolución del currículo escolar precedente para el manejo estructural de la articulación institucional. Desde este manejo estructural, la institución educativa potencia su producción de conocimiento pedagógico. El manejo y redireccionamiento de la transversalidad del currículo neosistémico es sistemático para develar la calidad de las relaciones intradisciplinares, interdisciplinares y transdisciplinares, diferenciadas en los re - agrupamientos intra – áreas e inter – áreas. Tal condición sistemática está orientada por el manejo transparente de las partes en el todo a partir de patrones de expectación de sub sistemas de otros sub – sistemas que operan, a la vez, como entornos y que fueron representados en la Figura 10. En esta ilustración, los sub - sistemas disciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar, tiene como entornos los sub - sistemas intra – áreas e inter – áreas. Los cuales están determinados por la operatividad en su conjunto del plan de estudios, en articulación con el todo del MDII (ver la sucesión de planos de la Figura 16). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Hasta ahora se han planteado los aspectos más generales de la transversalidad curricular, como parte constitutiva de la integración estratégica por áreas, en la particularidad de la complejidad que caracteriza las estructuras dinámicas de integración curricular. Es una transversalidad curricular centrada en la autorreferencialidad complementada para la producción de autopoiésis e interpenetración curricular institucional; con la que se aprende a articular el todo representado en las partes del currículo neosistémico y al que corresponde como parte del núcleo de ese todo, el plan de estudios del MDII. 122 El intríngulis del plan de estudios desde la transversalidad curricular, determina una estructura endógena dinámica organizacional de procesos que da lugar a un manejo transparente de la intra – institucionalidad, se constituye en un factor de interrelación del todo institucional que representan los tres niveles del MDII (ver la totalidad de la Figura 15). Este todo institucional establece la IESS y se precisa aún más con la caracterización exógena que establece la naturaleza de las relaciones inter – estamentales e inter - institucionales. Son relaciones inter – estamentales aquellas acciones sistemáticas, planificadas, entre los estamentos de la comunidad educativa de la institución con los estamentos que direccionan la vida local y regional, representadas en los sectores activos de la academia, la cultura, la economía y la política. Son relaciones inter – institucionales aquellas acciones sistemáticas, planificadas, entre la institución educativa y las demás instituciones del Estado y otras organizaciones que representan el desarrollo científico, económico, cultural y político del orden local, regional, nacional e internacional. Tanto las relaciones inter – estamentales como las inter – institucionales determinan la calidad de la proyección social y cultural de la institución educativa. Para ahondar sobre la operacionalidad de las partes del currículo neosistémico, a continuación se precisan algunas características de la transversalidad curricular neosistémica. Área de Humanidades Área de Ciencias Naturales Área de Informática o afines Área de Educación Artística ¿Cómo implementar desde el área de ciencias sociales las nuevas tecnologías para la comprensión de la formación ciudadana desde problemas locales ambientales? Área de Ética TRANSVERSALIDAD EN LA RELACIÓN DE FACTORES DE INTEGRACIÓN DE ÁREAS ÁREAS DEL PLAN DE ESTUDIO ¿Cómo asumir la totalidad de las celebraciones y festividades institucionales como parte estructural de la organización curricular? TRANSVERSALIDAD EN LA RELACIÓN DE RELACIONES Articulación institucional desde la media técnica Proyección institucional ÁREAS Los proyectos Pedagógicos Celebraciones y festividades institucionales INVESTIGACIÓN – ACCIÓN ENTRE LOS DOCENTES – DIRECTIVOS Y EL PROFESORADO TRANSVERSALIDAD EN RELACIÓN INTRA-ÁREA Figura 17 Niveles de complejidad de la transversalidad curricular Son operaciones generales de la transversalidad curricular las relaciones: intra – áreas; las relaciones entre los factores de integración de las áreas; y, las relaciones conjuntas entre las áreas y entre los factores de integración de las áreas. Sus desarrollos se relacionan de manera directa con la ejecución de la I-A acción CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Las características de la transversalidad curricular neosistémica se plantean con base en sus operaciones generales y se ejemplifican en la Figura 17. 123 práxica y autopoiética y, el sentido que las determina corresponde a las estructuras de expectativas, en concordancia con la configuración de las estructuras dinámicas del currículo neosistémico. La transversalidad curricular neosistémica pensada para la consolidación intra – áreas, asumida en la funcionalidad de los factores de integración de las áreas y, establecida para fortalecer las relaciones tanto intra – áreas como inter – áreas, se asume en: • La redefinición de estructuras curriculares. • La maximización de la especificación de los problemas de integración curricular. • El reconocimiento de la solución de problemas curriculares para establecer otras posibilidades y equivalencias funcionales. • La disposición de explicación de estructura de expectativas de corte cognitivo, derivadas de la pedagogía. • La relación de lo dado por la gestión académica y administrativa desarticulada como puntos de vista del problema curricular. • La noción de estructura desde la abstracción de la realidad empírica de los maestros en forma de modelos construidos por la cultura de la interpretación. • La comprobación de relaciones entre las relaciones constituidas. • La configuración de un sistema curricular que se trabaja por partes. A continuación se exponen cada uno los casos de transversalidad desde las tres ejemplificaciones de la Figura 17. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La transversalidad curricular neosistémica como factor de consolidación de la integración estratégica intra - áreas 124 La transversalidad curricular neosistémica está comprometida con la superación de la fragmentación y segmentación del conocimiento en las prácticas de la enseñanza; demanda procesos participativos y deliberativos entre los actores sociales y el conjunto de la comunidad educativa para atender problemas de conocimiento; y, contribuye a establecer una formación integral de los educandos, centrada en el desarrollo de capacidades intelectuales para intervenir de manera propositiva los problemas del entorno escolar y el desarrollo de actitudes, en la perspectiva de entender el mundo y relacionarse con el entorno social. La transversalidad curricular neosistémica centrada en la consolidación de la integración estratégica intra – áreas (recuadro superior de la Figura 17), es un proceso que va más allá de atender la integración de las áreas desde la comprensión crítica de los lineamientos curriculares y los estándares de competencias. La transversalidad curricular entre las áreas opera cuando otras áreas del plan de estudios acuden a contribuir en el manejo de problemas de conocimientos específicos, planteados por un área en particular. En el ejemplo del recuadro superior de la Figura 17 y, en un nivel de consolidación de la integración estratégica de áreas en un plan de estudio, la pregunta ¿Cómo implementar en el área de ciencias sociales las nuevas tecnologías para la comprensión de la formación ciudadana desde problemas locales ambientales? permite deducir las siguientes premisas de transversalidad curricular: a) el requerimiento de la transversalidad es producido desde la dinámica integradora interna de las áreas del plan de estudios; b) el área centra su interés en un problema común a todas las áreas, entre las cuales unas áreas son las más opcionadas para tener una relación directa con la transversalidad curricular que se deriva; c) la comprensión del problema de conocimiento se formula desde el interés específico de un proyecto pedagógico transversal que la misma área lidera en la institución educativa; d) el problema de conocimiento lo especifica el entorno local que, a su vez, hace parte de las agendas regionales, nacionales e internacionales; e) El problema ambiental hace parte de los desarrollos de un proyecto pedagógico que lidera otra área. Por tanto, en el plan de estudios del currículo neosistémico, desde la transversalidad curricular neosistémica para la consolidación intra – área: • Activa factores de integración curricular intra – áreas para potenciar niveles de funcionalidad de la integración estratégica inter – áreas. • Determina especificidades sobre nuevas formas de comunicación de la institución educativa con el entorno, al autorreferenciar nuevas posibilidades de proyección social y, construir condiciones objetivas primarias del manejo estructural de la integración curricular como fuente de conocimiento por la institución educativa (proyección cultural). Hay que recordar que el entorno que articula la escuela con los énfasis de sus desarrollos, es un entorno que relaciona lo local, lo regional, lo nacional y lo internacional, en tanto el entorno de la IESS que es el sistema educativo nacional, tiene como límite el sistema educativo mundial. A su vez, todo sistema educativo se relaciona con otros sistemas (sistema científico; sistema económico; sistema político; sistema cultural). Las nuevas formas de comunicación de la institución educativa que genera la transversalidad curricular en la consolidación de nuevos niveles de integración intra – áreas, asume como puntos de vista del problema curricular, entre otros, la cultura de modelos de interpretación centrados en la fragmentación del desempeño profesional docente. Este análisis procede con base en la creación de códigos binarios que incluyen lo excluido para ahondar en la comprensión y CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • Emerge del reconocimiento de la perfectibilidad de las didácticas específicas al interior de las áreas. 125 manejo de la complejidad, de manera que lo que es, deje de serlo o, dicho de otra manera, lo improbable resulte probable. Un modelo de interpretación centrado en la fragmentación del desempeño de los maestros (docentes – directivos; profesorado), desde la observación de primer orden del acontecer institucional, establece fragmentos donde hay partes que en forma mutua se explican e interrelacionan en la producción de unidad interna, con apoyo de la observación de segundo orden. El modelo interpretativo en la fragmentación curricular ve por separado los cursos, los grados, las jornadas y, los niveles de educación preescolar, educación básica primaria, educación básica secundaria y educación media técnica y vocacional. Es una adición de fragmentos que sostienen el statu quo de una organización escolar que se hace así misma inmodificable, abierta a las “orientaciones” para que todo siga igual, esto es, auto – imposibilitada en la configuración de nuevos patrones de expectación sobre la gestión escolar. Esta situación es superada con apoyo de la observación de segundo orden por volver viable la producción de complejidad de nivel superior del currículo escolar, donde el aparente caos organizacional no es más que la superación de los círculos viciosos de la gestión desarticulada para producir una autonomía escolar fortalecida en una gestión escolar inteligente que produce aprendizaje institucional generativo en currículo neosistémico. La fragmentación curricular a partir de programaciones fragmentadas entre las propias áreas, según el número de docentes que la enseñan, establece límites inamovibles que no deberían ser, con respecto a: • el trabajo de otros profesores que intervienen en cada curso; ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • profesores que sin excepción están articulados con otras áreas y que resultan transversales en el plan de estudios; 126 • un universo lúdico que demanda socialización del aprendizaje, representado a través de actividades deportivas, recreativas, culturales y sociales y, que se interrelacionan y constituyen el núcleo que cohesiona la vida académica escolar; y, • una vida escolar pensada de cara a la formación de nuevas generaciones que se enfrentan a una realidad cambiante, en la heterogeneidad generacional de los maestros que las orientan. En la ejemplificación del primer nivel de transversalidad curricular neosistémica (parte superior de la Figura 17), producida desde un interrogante de un área, le subyacen los siguientes presupuesto primarios de integración curricular: a) El área se asume como factor de integración curricular de la institución educativa a partir de la formulación de problemas de conocimiento que ofrece el contexto escolar. b) El área integrada prioriza problemas de conocimiento sobre sus desarrollos internos, en la redefinición de las respectivas didácticas especiales. c) Las áreas del plan de estudios relacionan sus particularidades heterogéneas desde los requerimientos pedagógicos de la formación integral e integrada en los que circula el universo escolar. Por todo lo anterior, la transversalidad curricular neosistémica como factor de consolidación de la integración entre las áreas del plan de estudio: • es una fuente constitutiva de círculos virtuosos en integración curricular a partir de la autorreferencialidad complementada; • determina condiciones objetivas para producir nuevos desarrollos de las didácticas específicas, a partir de problemas de conocimiento específicos con apoyo de otras áreas o quien haga sus veces; • fortalece las zonas de desarrollo próximo entre el profesorado y los docentes – directivos, es decir, establece conocimiento para superar las diversas tipologías de aislamiento que la instrumentalización y las relaciones asistémicas del currículo escolar le imprimieron a la gestión pedagógica – administrativa; y, • precisa formas primarias para la unidad del desarrollo institucional integrado con base en la pertenencia y pertinencia interna de las áreas o sus equivalentes. La transversalidad curricular neosistémica desde los factores de la integración estratégica de las áreas En el marco de los problemas de conocimiento de la transversalidad curricular, se asumen como factores de integración de las áreas o sus equivalentes en el plan de estudios, el conjunto de requisitos para atender la totalidad de la vida escolar, cohesionados desde los requerimientos de la formación y de la excelencia del aprendizaje escolar. Estos requisitos varían según las coyunturas históricas del desarrollo del sistema escolar y, son convertidos en oportunidades por el currículo neosistémico, representado en la creación de círculos virtuosos sobre integración curricular. Son requisitos para la formación y el aprendizaje escolar en la actualidad: los lineamientos curriculares de las áreas; los proyectos pedagógicos; las celebraciones y festividades; la articulación del plan de estudios desde el énfasis de las competencias en el nivel de educación media; y, los proyectos que dinamizan la proyección social y cultural de la institución, entre muchos otros. La transversalidad curricular desde los factores de la integración estratégica de las áreas, constituyen un dispositivo importante de la integración estratégica de las áreas del plan de estudio (ver parte inferior del primer plano de la Figura 16). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Un segundo nivel de transversalidad curricular neosistémica está determinado por problemas de conocimiento proveniente de los factores que contribuyen a dinamizar la integración de cada una de las áreas del plan de estudios. Un ejemplo de este caso se ilustra en la parte intermedia de la Figura 17. 127 En el caso del modelo de interpretación centrado en la fragmentación del desempeño docente (profesorado y docentes – directivos), los festejos y las conmemoraciones que determinan las celebraciones y festividades, por ejemplo, se asumen en una sumatoria de actividades dispersas. Esta situación en términos organizacionales, establece el desgaste de una repetición mecánica que impacta el transcurrir de la experiencia laboral docente. Mientras esto sucede, la transversalidad curricular neosistémica desde los factores de la integración estratégica de las áreas, asume toda actividad, por dispersa que en apariencia resulte, en una oportunidad relacionable de relaciones para avanzar en nuevas prácticas de integración curricular. Estos alcances representan la coevolución de las estructuras dinámicas organizacionales, siempre provisionales, en integración curricular. La condición relacionable de las prácticas propositivas de la integración curricular, como factor de formación integral no sólo para el estudiantado, sino para la comunidad educativa en su conjunto, introduce reformulaciones sobre la tradición atomizada de la gestión escolar precedente. El desarrollo de destrezas y habilidades de pensamiento, se constituyen en fuente de reflexión y de aprendizaje sobre otra cultura integradora de transversalidad curricular que interrelacione las áreas del plan de estudios con la vida cotidiana de la institución, la familia, el vecindario y la escuela frente a la realidad regional, nacional e internacional. La condición relacionable de los factores de la integración estratégica de las áreas se constituye en fuente de autopoiésis de transversalidad curricular neosistémica, con apoyo de la autorreferencialidad, significada en nuevos niveles de articulación de la vida académica. Es desde esta perspectiva que se potencian nuevos desarrollos sobre emprendimientos y competencias en aprendizaje institucional generativo para dilucidar nuevos niveles operativos de gestión escolar inteligente. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Son premisas de transversalidad curricular neosistémica desde los factores de integración de las áreas del plan de estudio: 128 a) La confrontación de la cultura desarticuladora de la gestión académica – administrativa. b) La redefinición de las estructuras curriculares desde los problemas de conocimiento que ofertan las actividades que operan de manera paralela al trabajo académico y que juegan el rol de “actividades extraescolares”, como resultado del determinismo constituido con base en la transmisión de los contenidos disciplinares de las áreas, como un fin y no como un medio para la comprensión de sí mismo, en el contexto social y cultural que compete. c) La configuración de otros modelos en la cultura de la interpretación para el trabajo de síntesis entre los desarrollos endógenos de las áreas y los desarrollos exógenos que genera la proyección social y cultural de la institución. Por todo lo anterior, la transversalidad curricular neosistémica desde los factores de integración de las áreas, se constituye en una fuente de gestión escolar inteligente sobre el manejo estructural primario de integración curricular institucional. El manejo estructural primario de la integración curricular neosistémica, corresponde a la producción de comunicación reflectiva en articulación y complementariedad, con el apoyo de la I-A práxica y autopoiética y los desarrollos de la investigación de segundo orden que la circunda. La transversalidad curricular neosistémica desde los factores de integración de las áreas, hace de la actividad “extraescolar” del currículo, una actividad intra – curricular a partir de las prácticas propositivas que establecen los procesos de integración intra - áreas, al reconocer que los aspectos desarticuladores del trabajo académico de las áreas en la clase, puede constituirse en un factor estructural integrador de las mismas. La transversalidad curricular neosistémica en la relación de relaciones Un tercer nivel de transversalidad curricular está determinado por la relación de las relaciones, tanto de la transversalidad curricular en las relaciones intra – áreas (recuadro superior de la Figura 17), como por la transversalidad curricular de los factores de integración de áreas (recuadro superior de la Figura 17). Esta relación mixta de relaciones se representa en el recuadro inferior de la Figura 17. Mientras que en la articulación de estándares de competencias, sólo participan algunas áreas del plan de estudios (ver el ejemplo del recuadro superior y, el centro de las relaciones del recuadro inferior de la Figura 17); en la articulación de los factores de integración de las áreas, cada área le compete precisar de qué manera cada factor de integración se articula, dadas las particularidades de conocimiento que caracteriza a cada área del plan de estudios (ver recuadro intermedio y, la periferia de las relaciones del recuadro inferior de la Figura 17). Las articulaciones que cada área establece con los factores de integración (ver su ejemplificación en la parte más externa del recuadro inferior de la Figura 18), varía según la naturaleza de los proyectos que asume cada institución educativa, en el marco de las modalidades del nivel de educación media; y, los énfasis con que se asumen los requerimientos de los respectivos entornos expresados a través de problemas de conocimiento y, en correspondencia con la diversidad regional y sus respectivos desarrollos, en términos de ciencia y tecnología, entre otros aspectos. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La relación de relaciones constituidas por la transversalidad curricular depende del nivel establecido por los problemas de conocimiento de la integración intra – áreas que dinamizan los estándares de competencias, entre otros posibles referentes y, en razón a la articulación que cada área establece frente a la totalidad de los factores de integración institucional. 129 PROYECCIÓN SOCIAL Y CULTURAL INSTITUCIONAL Otras áreas Los proyectos pedagógicos ÁREA Celebraciones y festividades institucionales Articulación institucional desde la media técnica Figura 18 Niveles de complejidad de la transversalidad curricular ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Los factores de integración de áreas que señala el recuadro inferior de la Figura 17, son los mismos que se establecieron en el segundo nivel de integración de transversalidad curricular neosistémica, sin embargo, varían según las particularidades e intereses expresados como énfasis del PEI por cada institución. 130 Cada área se interconecta con ejes diversos de integración a los que les subyace una multiplicidad de opciones de integración por la complejidad representada en la naturaleza de la proyección social y cultural institucional. La atención que se le presta a tal multiplicidad, genera el nivel de ejecución de unidad institucional, proporcionado por el interés cognitivo acerca de la coherencia interna del plan de estudios. El tercer nivel de transversalidad del currículo neosistémico da cuenta de la racionalidad que le subyace a la estructura de expectativas sobre los niveles de complejidad en cada una de las partes del plan de estudios. Esta racionalidad operacionaliza uno de los aspectos más sensibles del currículo escolar neosistémico, el MDII y, con él, la funcionalidad de la IESS. El tercer nivel de transversalidad curricular neosistémico precisa lo siguiente: a) La integración de las áreas del plan de estudios no se agota en la comprensión crítica de los lineamientos curriculares, las competencias y los emprendimientos. b) La integración de las áreas se cohesiona en la evolución de una relación intra – área a una relación inter – áreas y, la articulación de lo “extracurricular” para profundizar sobre la transversalidad curricular neosistémica. c) Las relaciones inter – áreas no son más que la radicalización del manejo de la complejidad de nivel superior en transversalidad curricular, representada en la maximización de las relaciones intra - áreas. d) La redefinición estructural del currículo escolar está soportada por el manejo estructural de la transversalidad curricular, proporcional a la transformación de los modelos de interpretación de la realidad empírica precedente. e) El criterio de calidad sobre transversalidad curricular lo determina el manejo institucional del sistema curricular atendido por partes en la modalidad de los sub – sistemas de sub – sistemas en la comprensión del todo del MDII. Los tres tipos de transversalidad curricular identificados, poseen un factor de desarrollo común: la investigación – acción práxica y autopoiética por los maestros. Por todo lo anterior, la investigación – acción práxica y autopoiética aplicada a la transversalidad curricular, se convierte para los maestros en una fuente de actualización y perfeccionamiento sobre el currículo escolar; precisa relaciones de saber en las relaciones de poder del desempeño profesional de los docentes – directivos y del profesorado; y, establece nuevos roles de liderazgo pedagógico para la administración y el currículo escolar. Desde la generalidad de los énfasis sobre transversalidad curricular neosistémica, se puede afirmar que no basta con plantear que la transversalidad curricular aporta el método para ponerle “polo a tierra” al currículo escolar. La transversalidad curricular neosistémica representa el pensamiento independiente del plan de estudios frente a como se piensa el sistema educativo, en la relación sistema/ entorno de la IESS; se constituye en factor de autopoiésis institucional, es decir, en la producción de creatividad institucional sostenida en integración curricular; aporta participación propositiva sobre el manejo estructural de la desarticulación institucional que sostiene el statu quo a que da lugar la administración escolar hiperformalizada y que caracteriza la escolarización asistémica; y, representa una síntesis sobre la pertinencia en autonomía y democracia escolar como factores de reformulación del desarrollo institucional integrado neosistémico. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La investigación – acción práxica y autopoiética, aplicada a la transversalidad curricular, es una fuente primaria de sistematización del currículo neosistémico para el manejo estructural de la integración curricular; resulta de objetivar la desarticulación de la gestión curricular precedente con base en la observación de segundo orden; produce comunicación reflectiva sobre el manejo estructural de la estabilidad dinámica entre las partes que constituyen el todo del plan de estudios; aporta metodología sobre la coevolución del currículo escolar para producir creatividad sostenida en integración curricular (autopoiésis institucional); representa el perfeccionamiento de las zonas de desarrollo próximo del currículo neosistémico por los maestros y, por tanto de la gestión escolar inteligente sobre currículo neosistémico. 131 La transversalidad curricular neosistémica, indaga sobre la estructura de conocimiento que hace de la integración curricular, una reformulación estructural y dinámica de la totalidad del universo escolar. Implicaciones curriculares y didácticas de la gestión pedagógica – administrativa del MDII Las implicaciones curriculares y didácticas de la gestión pedagógica – administrativa del MDII se generan desde los presupuestos del Nivel II (parte intermediad, Figura 15) y se concreta con las operaciones del Nivel III (parte inferior, Figura 15), en correspondencia con las generalidades del Nivel I (parte superior, Figura 15). La generalidad del Nivel I se relaciona con la configuración de los patrones de expectación del MDII que determina la visión y la misión institucional, con las que procede la formulación de las PDII y la PII, en correspondencia con los ejes político – administrativo, pedagógico y comunicacional del currículo neosistémico. Son generalidades que, en términos de unidad y sentido presupuestan el papel de la misión y la visión institucional y, que resultan perfectibles según las operaciones de los Niveles II y III, determinantes del núcleo de las partes constitutivas del currículo neosistémico comprendidas en el todo de la institución educativa como un sistema social para el desarrollo institucional integrado. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Mientras que la especificación del Nivel II constituye la primera fase de las operaciones primarias del currículo neosistémico representada en la transversalidad curricular, el Nivel III constituye la segunda fase de tales operaciones, representadas en la autorregulación del plan de estudios desde los planes integrados de área; los planes de aula; los planes de acción de los directivos y los administrativos; y, los planes de mejoramiento institucional. Comprender en qué consiste tal autorregulación es reconocer la transparencia sobre el todo institucional, representado en la generalidad del MDII y la especificidad de la IESS que depende de la transversalidad curricular neosistémica. 132 Para el desarrollo de la segunda fase de las operaciones primarias del currículo neosistémico19, correspondiente al Nivel III, parte de contrastar las generalidades curriculares de la institución educativa en el código desarticulación/articulación. En tal sentido, la Figura 19 diferencia cuatro tipos de operaciones, en la diferenciación entre desarticulación e integración curricular. 19. La primera fase corresponde a los tres tipos de transversalidad curricular neosistémica que constituyen el aparte anterior. Institución educativa desarticulada Trabajo desarticulado entre las las áreas del nivel de educaci ón media y de este nivel con los niveles de la educación básica en la instituci ón y, con los niveles de educaci ón técnica, tecnológica y profesional Trabajo desarticulado entre cada una de las áreas del plan de estudios entre los grados 1 al 11 Trabajo desarticulado entre áreas sujetas a la no rotación en la labor académica Trabajo desarticulado entre las celebraciones y festividades institucionales de cara al desarrollo interno de las áreas DESARTICULACIÓN CURRICULAR ENTRE LAS SEDES DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA Institución educativa integrada Trabajo articulado del énfasis entre la totalidad de las áreas del del nivel de educaci ón media y de este con los niveles b ásicos de la institución y, con los niveles de educaci ón Técnica, tecnológica y profesional ARTICULACIÓ N CURRICULAR ENTRE LAS SEDES DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA Trabajo articulado entre cada una de las áreas del plan de estudios entre los grados 1 al 11 Trabajo articulado entre áreas sujetas a la no rotación en la labor académica Trabajo articulado entre las celebraciones y festividades institucionales de cara al desarrollo interno de las áreas En atención a las caracterizaciones del código binario, desarticulacióninstitucional/articulación-institucional, se encuentran las siguientes tipificaciones que movilizan la integración curricular: 1. El tipo de articulación entre las áreas del nivel de educación media y su doble nivel de interrelación: a) con los niveles básicos de educación primaria y secundaria (desarrollo intra - institucional); y, b) el tipo de articulación que la institución educativa establece con los niveles de educación técnica, tecnológica y profesional para sus egresados (desarrollo inter - institucional). 2. La coherencia curricular interna entre las sedes de la institución educativa con base en la coherencia interna de las áreas entre los grados 1 al 11 como fuente articuladora de las sedes de una institución educativa. 3. La coherencia interna que propugnan los maestros cuando asumen la enseñanza de varias áreas. 4. La articulación de las áreas en correspondencia con una formación integral, cohesionada con la proyección social y cultural de la institución. Los anteriores desarrollos producen las siguientes estructuras de expectativas sobre el papel que desempeña el plan de estudios, con la mediación del trabajo colegiado cooperativo y solidario que le subyace al liderazgo pedagógico de los maestros y, en consecuencia a las zonas de desarrollo próximo: CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Figura 19 Gestión curricular en la desarticulación/articulación de la institución educativa 133 - La riqueza de las experiencias pedagógicas y curriculares que porta la historia precedente de cada una de las sedes de la institución educativa, confluye en los requerimientos de la integración estratégica de las áreas. Entendida esta integración como mecanismo autorregulante del desarrollo estructural de la integración curricular neosistémica para la operacionalidad del MDII. - Los factores de integración de las áreas, establecen niveles de autocoacción o autoexigencia institucional en integración curricular. En este campo de tensión, la autonomía escolar relaciona la gestión escolar con el sentido de la proyección institucional. - La calidad de la orientación de las áreas es proporcional al carácter público que asumen los planes institucionales integrados de área(s) y los planes de aula. - Diferenciar las áreas del plan de estudios, entre “importantes” y “secundarias”, “fundamentales” y de “relleno” o, “básicas” y “no básicas”, es obstruir la funcionalidad de la formación integrada e integral, en el marco de lo lúdico y lo motivacional relacionado con el aprendizaje escolar y a la retención escolar. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La formación integral e integrada reconoce las tensiones derivadas de atender las inteligencias múltiples y la enseñanza para la comprensión (Gardner, 2000), entre otros aspectos que confluyen en desarrollos metacognitivos. Áreas como la educación artística, por ejemplo, relacionada con las tecnologías de la información y la comunicación, adquiere un papel cada vez más relevante para “estimular el interés por la ciencia” (OEI, 2008, Meta III). 134 La discriminación interna entre las áreas del plan de estudios de los niveles básicos del sistema escolar, que de manera paradójica se evidencia en la evaluación del aprendizaje en las pruebas nacionales e internacionales, constituye parte de la escolarización asistémica que establece anomalías en integración institucional y que se concreta en la escuela en desequilibrios sobre la labor académica del profesorado; la concepción y manejo del tiempo libre; el trabajo en equipo al interior de los maestros; el apoyo pedagógico de las áreas del plan de estudios; la concepción y operacionalización de los manuales de convivencia; los desarrollos y la proyección de la infraestructura física; y, la proyección social y cultural de la institución educativa, entre otros aspectos. En la escolarización asistémica, “currículo oculto” que le subyace, corresponde a la “reproducción cultural inconsciente”, donde la metáfora de “las segregaciones sociales” (Giroux, 1990) se aplica a las predilecciones que impone una variedad de sesgos en el currículo y la administración escolar. - La denominación “actividades extra – curriculares” corresponde, más, a la instrumentalización del currículo escolar; la desarticulación de la gestión pedagógica y administrativa; y, la reducción de patrones de expectación sobre la complementariedad entre la intra – institucionalidad, la inter - institucionalidad y la inter – estamentalidad. Tal denominación demanda del “currículo semáforo” por considerar necesaria la “parálisis” de la actividad académica para dar paso a otras actividades “impuestas”, de “relleno”, de “poco alcance académico” o “no escolares”. Estas designaciones dejan al descubierto el peso de la tradición desarticulada que moviliza un plan de estudios en la gestión escolar asistémica. En el currículo neosistémico, el plan de estudios se asume como la organización de una realidad escolar que opera como una representación independiente de la dimensión real del sistema educativo. Esta realidad conecta, por una parte, la escuela con el mundo y, por la otra parte, define el destino interno de la capacidad de aprender (Luhmann & Schorr, p. 112-113). En el plan de estudios se precisa el efecto deseado del aprendizaje escolar, que en el currículo neosistémico se asume como un patrón de expectativas que opera en la planeación institucional integrada (PII) con base en la vigilancia epistemológica de las políticas de desarrollo institucional integrado (PDII) para establecer una didáctica del aprender a aprender, redefinida desde el “aprendizaje del aprender del aprendizaje” (Íbidem, p. 102). El manejo de las partes de la integración curricular en el todo institucional a partir de la transversalidad curricular neosistémica, dilucida la epistemología que le subyace a la calidad de liderazgo pedagógico de los docentes – directivos y del profesorado en autonomía escolar para establecer los desarrollos que en gestión escolar requiere la autodescripción, la autocoacción y la coevolución. Estos referentes primarios corresponden a la autorreferencialidad institucional para acceder a la autopoiésis curricular neosistémica. La comprensión de las partes del plan de estudios comprendidas en el todo del MDII, se ilustra a partir de las articulaciones que el plan de estudios sostiene y que se identifican en el Nivel III de la Figura 15. Estas articulaciones hacen referencia a cuatro tipos de planes: los planes integrados de áreas; los planes de aula; los planes de acción de los docentes – directivos; y, los planes de mejoramiento. Estas articulaciones contribuyen de manera heterogénea a garantizar el desarrollo de la transversalidad curricular de un plan de estudios que opera según la vigilancia epistemológica proveniente del Nivel 1 del MDII. ¿Cómo entender de otra manera la probabilidad de la independencia que el plan de estudios le aporta a la gestión desde la autonomía escolar en la improbabilidad que determina la dependencia causada por el sistema educativo? CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El aprendizaje del aprender del aprendizaje está centrado en la disposición permanente de enfrentar lo nuevo desde el cambio de patrones de expectación aprendidos. Esta condición epistemológica relacionada con la metacognición y requerida de una enseñanza instalada en la “observación de segundo orden”, convoca a la IESS a establecer formas novedosas del aprendizaje escolar que implican, a su vez, conocimiento en gestión curricular y didáctica, superior a la precedente. 135 La improbabilidad de la pregunta anterior, insta comprender la organización escolar en la relación bidireccional sistema/entorno a la luz del código binario indeterminado/determinado. La IESS (“sistema”), al construir sus propias estructuras dinámicas organizacionales desde la autorreferencialidad institucional (capacidad de la institución educativa de autodescribir su integración curricular en la funcionalidad de autocoaccionarse para coevolucionarla), elimina la relación “esclava” impuesta por el sistema educativo (“entorno”), al erradicar la relación input/output de la auto – organización escolar impuesta por el paradigma general de los sistemas, en proporción directa con una autonomía escolar que opera desde el manejo dinámico estructural del currículo neosistémico, representado en los niveles II y III del MDII. La relación bidireccional expuesta en el párrafo anterior sobre la relación sistema/ entorno, resulta del cambio de patrón de expectación que viabiliza la comprensión del nuevo paradigma de los sistemas sociales a la luz de la metateoría curricular, entre otras teorías, precisada en términos del código binario: indeterminado/ determinado. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La indeterminación es producida por el reduccionismo heterorregulativo que el sistema educativo le impuso a la escuela y que por supuesto, también le genera procesos des – organizacionales por efectos de un sistema educativo auto – restringido en las deficientes políticas de descentralización educativa. La indeterminación equivale al desconocimiento del manejo estructural de los procesos organizacionales por la escuela, en el marco de las deficiencias estructurales causadas por las anomalías del sistema educativo. 136 La indeterminación la representa un patrón de expectativas de inmodificabilidad organizacional, relacionada con el enrarecimiento de una “autonomía escolar” que sostiene la desarticulación pedagógica y administrativa de la escuela. Este patrón se radicaliza aún más por la nueva generación de reformas educativas que sostienen la paradoja de la articulación entre autonomía y administración escolar, en el marco de una calidad de la educación entendida en los dominios de la cobertura escolar como un fin. En el marco de la emancipación de los maestros del currículo crítico comprendida en el nuevo paradigma de los sistemas sociales, la indeterminación causada por el sistema educativo a la institución educativa, se constituye en una oportunidad para determinar la necesidad de superar tal indeterminación desde el plan de estudios para cumplir con la política de Estado sobre “formación integral del educando” (Ley 115 de 1994, art. 73). Es una determinación en la que subyace, tanto la sinergia que proporciona el liderazgo pedagógico de los docentes-directivos y el profesorado en las zonas de desarrollo próximo, como la dilucidación en profundidad sobre las operaciones organizacionales autónomas del plan de estudios, representadas en nuevos patrones de expectación que permiten identificar arbitrariedades que atrapan y limitan la gestión escolar. Los nuevos patrones de expectación que orientan la determinación de transformar la indeterminación, corresponde a la estructura del conocimiento sobre el tipo de naturaleza con que se “estructura la totalidad de la realidad” (Deutsch, 2002, p. 28). En este caso, la estructura de la realidad parte de la IESS como concreción de la “objetividad entre paréntesis” (Maturana, 1998) constituida sobre integración curricular y, por tanto de un “imaginario social instituyente” (Castoriadis, 1997) sobre desarrollo institucional integrado neosistémico. Es en esta racionalidad que la determinación referida se relaciona con la gestión de un plan de estudios liberado de arbitrariedades que lo atrapan. El plan de estudios del currículo neosistémico como fórmula contingente ejecutable del MDII, asume la consecución del efecto deseado en los estudiantes, en la tensión que establece tanto lo complejo que resulta el sentido sobre “la reproducción cultural” de las nuevas generaciones, en la bifurcación sobre mejorar o empeorar la educación, en el campo de tensión del sistema educativo mundial. La ausencia de voluntad política de los gobernantes de turno para superar el atraso de la educación, ejemplifica la postura sobre el empeoramiento o mejoramiento de la calidad de la educación. Los planes de aula son instrumentos metodológicos para operar en las clases con autonomía pedagógica; se conciben en la autorregulación institucional que determinan los planes integrados de área, centrados en el dominio de la transversalidad curricular neosistémica; constituyen un factor de autonomía escolar para la coevolución de las áreas; generan la articulación académica entre el plan de estudios con la proyección institucional; y, atiende la generación metodológica de las didácticas específicas de las áreas en la polivalencia del término aprendizaje: un aprendizaje por los maestros sobre el cambio de patrones de expectación aprendidos para una enseñanza articulada en el todo del desarrollo institucional integrado; y, un aprendizaje escolar centrado en la disposición permanente de enfrentar lo nuevo desde la reformulación de las maneras de aprender precedentes. Los planes de acción de los docentes - directivos, sincronizan en términos pedagógicos la condición administrativa de la gestión directiva, como resultado del apoyo que demanda la integración curricular neosistémica liderada por el profesorado desde las áreas del plan de estudios. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El aprender a aprender del aprendizaje sobre un plan de estudios que viabiliza el manejo estructural dinámico de sus procesos organizacionales, crea círculos virtuosos sobre la transversalidad curricular y, los planes integrados de área, de aula, de acción de los directivos y administrativos y, de mejoramiento institucional. Es un aprender a aprender del aprendizaje sobre la apertura mental de los nuevos patrones de expectación, centrados estos en profundizar sobre constructos metodológicos en la interdefinición constituida sobre currículo neosistémico en el todo del MDII. 137 Entre las prioridades de la agenda de los docentes – directivos se encuentra la asesoría y evaluación, tanto de los planes institucionales integrados de área, como de los planes de aula, en las dinámicas de la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración. Por esta razón, la funcionalidad pedagógica operativa de los docentes – directivos se relaciona con: • la organización de los tiempos escolares para profundizar los niveles de reflexión sobre las operaciones que se adelantan en los proyectos de integración de las áreas con base en el manejo de la transversalidad curricular; • la I-A acción práxica y autopoiética del profesorado para profundizar en integración curricular y, por tanto, en las didácticas especiales; • la I-A acción práxica y autopoiética de los docentes – directivos para la respectiva objetivación de las relaciones poder – saber pedagógico, a partir de los desarrollos que demanda la transversalidad curricular; • la incorporación de las nuevas tecnologías para optimizar los desarrollos en el campo pedagógico y administrativo de la institución educativa; • la distribución pedagógica, tanto de la labor académica como del horario de clases, en correspondencia con los desarrollos específicos que adelanta el profesorado en términos de transversalidad curricular con base en el control que establecen a través de los planes integrados institucionales de área y los planes de aula; • una política institucional clara de actualización y perfeccionamiento docente, derivada de los avances sobre la integración curricular neosistémica; y, ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • la articulación de los órganos de dirección escolar, desde las PDII como de la PII. 138 Los planes de mejoramiento institucional se configuran desde las necesidades que establece la perfectibilidad de los planes institucionales integrados de área, los planes de aula y, los planes de acción de los directivos y de los administrativos, con base en la evaluación escolar al servicio de la coevolución, autopoiésis e interpenetración del desarrollo institucional integrado. Con la coevolución institucional se vuelve tangible la transformación del todo institucional desde la evolución de las partes del currículo neosistémico con la que se determinan, a su vez, nuevas precisiones sobre las políticas de desarrollo institucional integrado (PDII) y la respectiva planeación institucional integrada (PII). Por lo que se puede afirmar que la coevolución de la evaluación escolar resulta proporcional a las transformaciones estructurales dinámicas en las que se instala la gestión pedagógica – administrativa del currículo neosistémico. Con la autopoiésis institucional, la gestión escolar se relaciona con la producción de los ambientes culturales de la institución para garantizar creatividad institucional sostenida, desde los desarrollos de la integración curricular neosistémica. Con la interpenetración institucional, el MDII posibilita su consolidación a través de la producción de comunicación reflectiva, por hacer de la observación de segundo orden, la fuente del manejo sobre complejidad de nivel superior en integración curricular. Es con la comunicación productora de nuevos niveles de comunicación sobre integración curricular (comunicación reflectiva) que los maestros diferencian el pasado y el futuro de la integración curricular neosistémica, lo que determina condiciones objetivas para la probabilidad de una institución educativa productora de conocimiento en pedagogía. Las prácticas escolares al ser reflexionadas por sus protagonistas, desentrañan nuevas formas de aprender, de enseñar y de administrar en contexto. Es un desentrañar centrado en trascender las propias ideas de organización escolar en el código desarticulación/articulación, producto del código indeterminación/ determinación aplicado al plan de estudios. El aprendizaje del aprender del aprendizaje en términos de currículo y didáctica neosistémica, le determina a la observación de segundo orden en el MDII, la configuración de un armazón, de una trama conceptual, que produce esquemas de distinción para diferenciar la condición asistémica o pseudosistémica en la institución educativa y proponer, en consecuencia, los nuevos requerimientos neosistémicos desde el núcleo primario que constituye el currículo escolar en la IESS. Con la observación de segundo orden, los maestros hacen de la institución educativa un sistema social de aprendizaje para que la institución en sí, al comprender las paradojas de su desarrollo como parte de las paradojas de las políticas que la heterorregulan, genere una nueva identidad de su desempeño en proporción directa con una autonomía escolar capaz de develar el enrarecimiento de la que ha sido objeto. Es en la funcionalidad de manejar problemas complejos de integración curricular y de aprender, en últimas, a producir estadios cognitivos superiores que viabilicen la creación de círculos virtuosos en gestión escolar, parte de la funcionalidad simbólica en la que se instala la racionalidad de una nueva generación de emprendimiento y de competencias para el ejercicio profesional docente del siglo CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Con base en todo lo anterior, el aprendizaje del aprender del aprendizaje se constituye en fuente primaria del currículo neosistémico que valida el MDII para la configuración de una IESS y, cuyas implicaciones curriculares y didácticas terminan articuladas más allá de la enseñanza y el aprendizaje escolar, al quedar interrelacionadas con la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración institucional. Esta interrelación resulta determinante para que opere el manejo de la complejidad de la transversalidad curricular que dinamiza, a su vez, la estructura dinámica de los procesos organizacionales del plan de estudios para la funcionalidad del interés curricular cognitivo de una IESS productora de conocimiento en pedagogía. 139 XXI. Es una racionalidad de mutua interpenetración entre calidad de la educación y emancipación de las comunidades de los maestros para una visión más universal, sistémica, de la educación. Compendio de la primera parte Si se entiende por teoría, una forma de captar nuevas explicaciones y, por tanto, nuevas demostraciones de la cosa en sí, con base en “una comprensión mayor” (Deutsch, 2007, p. 325), el currículo neosistémico es una teoría de integración curricular que surge de la interdefinición, a partir de la ciencia “epistémica” que caracteriza uno de los énfasis de las “nuevas ciencias” del siglo XX. Este énfasis circunscribe el tipo de interpenetración teórica que se establece desde el nuevo paradigma de los sistemas sociales, a la luz de la metateoría curricular crítica y otros presupuestos teóricos contemporáneos, en la funcionalidad de una institución educativa que aprende a reconstruirse desde una gestión escolar pedagógico-administrativa, que asume la emancipación de los maestros desde la comprensión del todo institucional neosistémico. El currículo neosistémico es una racionalidad que dispone la selección de teorías para redimensionar las prácticas educativas, en el marco de los procesos de descubrimiento, innovación y cambio científico en la educación (Carr, 1996, p.112-114). Es una producción teórica centrada en corregir y evaluar “el conocimiento científico a la luz de sus consecuencias prácticas” (Tapiero, García, Jiménez & Rojas, 2007, p. 21), en términos de la relación, integración curricular – integración institucional. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La integración institucional es un redimensionamiento estructural, viabilizado por una nueva generación de autonomía escolar. En esta emancipación de las comunidades académicas de maestros, se establece la implosión de la organización escolar asistémica, con la configuración de zonas de desarrollo próximo sobre el liderazgo pedagógico y educativo que subyace en el MDII. 140 El MDII es un modelo cognitivo del currículo neosistémico que opera como criterio de calidad para configurar una IESS; dota de autorregulación al PEI para la funcionalidad de la formación integrada e integradora; se concreta como complejidad de nivel superior y desarrollo contingente en integración institucional, desde la transversalidad curricular; asume como límite de su entorno, el sistema educativo mundial que contextualiza el sistema educativo nacional; ve la autonomía escolar como fuente de micropolítica escolar, relacionada con una institución educativa productora de conocimiento en pedagogía y educación; dilucida la producción de comunicación reflectiva, en especial, desde la observación de segundo orden y en correspondencia con la I-A práxica y autopoiética; relaciona la evaluación escolar con la coevolución de la integración curricular para diferenciar el pasado y futuro de la integración institucional; constituye una postura de bisagra entre la condición de sistema social cerrado emergente y sistema social abierto, aplicado a la IESS; y, establece como fuente de empoderamiento del nuevo tipo de gestión escolar, el aprendizaje institucional generativo sobre gestión escolar inteligente, a partir de relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas. Entre las designaciones que obstruyen el manejo estructural de la integración curricular como fuente de transformación de la institución educativa en el todo institucional, se destacan las siguientes: • La equivalencia entre planes de áreas y plan de estudios. No existen planes de estudios como equivalencia de planes de área o sus equivalentes. Estos últimos constituyen la red conceptual de conocimiento en el que se instala el plan de estudios de la institución educativa. Los planes de áreas al concebirse en la racionalidad intersistémica autorreferencial, autopoiética e interpenetrativa, se operacionalizan a través de los planes de aula en la comprensión de los lineamientos curriculares; contribuyen a dilucidar la unidad interna de la vida académica de las sedes que conforman la institución educativa; establecen los escenarios propicios para los desarrollos intradisciplinares, interdisciplinares y transdisciplinares de la transversalidad curricular; potencian nuevos desarrollos de las didácticas específicas; y, se configuran en un factor decisivo para la coevolución institucional que soporta la autorregulación del PEI. La relación intersistémica autopoiética de las áreas, aplica la creatividad sostenida en las didácticas específicas para hacer del plan de estudios una fuente coevolutiva en materia de transversalidad curricular. La relación intersistémica interpenetrada de las áreas, produce metodología para establecer un universo articulado y complementario al interior plan de estudios. Las relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas, objetivan las adjetivaciones, “superiores” e “inferiores”, “básicas” y “no básicas”, entre otras designaciones que operan como factor de discriminación de unas áreas por otras, para superar anomalías que en materia de gestión escolar, impide la configuración de probabilidades en contextos labores de improbabilidad, léase impedimentos sobre aprendizaje institucional generativo aplicado a la coevolución de la ejecución del plan de estudios. El aprendizaje institucional generativo es una actitud aprendida con base en el liderazgo pedagógico que habilita las zonas de desarrollo próximo en la comunidad educativa para producir el poder de emplear lo aprendido en “ulteriores aprendizajes”. Este saber hacer que se deriva, establece nuevas formas de funcionalidad y de prestación sobre “caracterizaciones diversas” (Luhmann y Schorr, 1993, p. 106), que exploradas a través de la I-A práxica y autopoiética con apoyo de la observación de segundo orden, aporta características de la integración curricular neosistémica, como: CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La relación intersistémica autorreferencial de las áreas, aplica en las operaciones cotidianas, la autodescripción, la autocoacción y la coevolución en los procesos didácticos y curriculares que cada área proporciona al plan de estudios. 141 a) La gestión de unidad interna y sentido al entorno para establecer la autonomía escolar que demanda la construcción de una IESS; b) la liberación de condicionamientos acríticos que impiden ver más allá de una gestión que trivializa los desarrollos curriculares y didácticos; c) la producción de tecnología por la pedagogía, tal como representa el interés cognitivo del MDII; y, d) el aprendizaje del aprender del aprendizaje para la creatividad de las didácticas específicas, focalizada en el cambio de patrones de expectación aprendidos para ser aplicados a la gestión pedagógico-administrativa y, por tanto, a los cambios estructurales que demanda la enseñanza y el aprendizaje escolar. Por lo expresado, se puede afirmar que la equivalencia entre planes de áreas y plan de estudios, establece parte de la naturaleza asistémica que fragmenta del currículo escolar, donde las nociones de autonomía escolar y formación escolar integrada, establecen una limitación estructural más al desarrollo de la calidad de la educación. • La supuesta equivalencia entre la estabilidad organizacional del currículo escolar y sus formas mecánicas de operar. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Una cosa es la estabilidad de la estructura organizacional que proporcionan el gobierno escolar y el plan de estudios para proporcionar reglas de juego claras sobre el currículo escolar y, otra bien distinta, es el constante proceso enriquecedor de la operatividad de los procesos que como condición dinámica requiere la estabilidad estructural en la gestión curricular. 142 La comprensión fenomenológica de la “estabilidad estructurada” de la organización institucional y su relación con los procesos organizacionales que constituyen la “estabilidad dinámica” del MDII, confronta la relación input/output de la autoorganización escolar (legado epistemológico de la teoría general de los sistemas) y, la relación penetración/interpenetración de la autorreferencialidad (legado epistemológico de la teoría de los sistemas sociales). Esta comprensión de nivel mayor, potencia la creación de círculos virtuosos por los maestros en sus prácticas curriculares y, rompe la inercia que establece el deseo y la resistencia al cambio, a favor de la coevolución del currículo escolar. Los fragmentos de organización escolar que le subyacen al sesgo sobre el significado de la “estabilidad” organizacional como sinónimo de inercia institucional, representa la ausencia de un manejo categorial sobre la autonomía en la gestión escolar; responde a una lógica del individualismo de los actores en la ejecución del plan de estudios; obstaculiza las posibilidades de relacionar la evaluación escolar con la co – evolución en integración institucional; impide un manejo estructural de la democracia escolar en la enseñanza y el aprendizaje escolar; y, no reconoce las diferencias entre lo asistémico y lo neosistémico en integración institucional. • La transversalidad curricular como un referente circunscrito al aprendizaje escolar. Relacionar la transversalidad curricular con la particularidad de formación y el aprendizaje escolar, puede resultar una verdad a medias, en tanto tal particularidad no se exime de las reformulaciones de la enseñanza y de la generalidad de las formas de hacer gestión escolar y, éstas a su vez, no son ajenas a los procesos de transformación del currículo escolar. La epistemología de la inagotabilidad en integración curricular la precisa el carácter provisional de la perfectibilidad en integración curricular, discriminada en relaciones intra- áreas e inter – áreas. Es un factor de integración al interrelacionar lo endógeno de la organización escolar (cursos, grados, niveles básicos de la educación y sedes escolares) con lo exógeno de la gestión escolar (proyección social y cultural de la institución educativa), en las contingencias de la imprevisibilidad de las tecnologías de la información y la comunicación; y, las globalizaciones y las educaciones, en el campo de tensiones que establecen los énfasis antropocéntricos y geocéntricos que determinan, en últimas, la vida del planeta. La inagotabilidad en integración curricular, aportada por la transversalidad curricular, finiquita el final feliz de la integración curricular precedente, dada la perfectibilidad indefinida que el currículo neosistémico le otorga; es una fuente de creatividad sostenida por el campo de tensión que cada factor por integrar determina en condición de eje transversal de integración institucional, para ganar diferenciación entre integración curricular de nivel inferior y superior. Este referente, radicaliza las comunidades académicas de maestros emancipadas en la configuración de una institución educativa como fuente de producción de conocimiento en pedagogía y educación y, hace más transparente la autonomía de las instituciones en el universo de la descentralización educativa. La epistemología de la inagotabilidad, promovida, en últimas, por la transversalidad curricular neosistémica, resulta consecuente con la pedagogía francesa que asume la educación, como una actividad humana que en extremo es infinita (Zambrano, 2002, p. 39-53) • La creencia de ser sistema una institución educativa por pertenecer a un sistema educativo. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Se asume por transformación de la estructura organizacional del currículo escolar, la modificación de las formas de operar la ejecución del plan de estudios con la mediación de la transversalidad curricular, en la perspectiva establecer un desarrollo sistemático de la integración institucional. Son operaciones que se precisan en la diferenciación y complementariedad entre lo disciplinar, interdisciplinar y transdisciplinar como tejido que sustenta la complejidad de nivel superior de las relaciones intra - áreas e inter – áreas y que representan, en últimas, la epistemología de la inagotabilidad en integración curricular. 143 La institución educativa como sistema social debe ser construida. Uno de los obstáculos para esta probabilidad estriba en creer que al existir la denominación “sistema educativo”, las instituciones educativas de manera automática son un sistema, sin diferenciar la condición de “sistema social” y “sistema general” que le subyace, en el marco de un sistema educativo caracterizado aún por las brechas entre los niveles que lo constituye. En el nuevo paradigma de los sistemas sociales, hablar de la institución educativa como “sistema” no es igual que referirse a la “institución educativa como sistema social” o de “un sistema social” llamado “institución educativa” (IESS). De allí que referir una institución educativa como un “sistema”, sin especificar a qué tipo de sistema refiere, permite advertir, desde la teoría de los sistemas sociales, si la condición de “sistema”, corresponde a una naturaleza “asistémica” o “pseudosistémica” o, “neosistémica”. Mientras que una institución educativa “asistémica” o “pseudosistémica” asume el currículo escolar, desde las consideraciones “auto – organizacionales” del código binario input/output que demanda subordinación de los maestros por parte de los técnicos del currículo escolar; la institución educativa como sistema social (IESS) asume consideraciones “neosistémicas” en la integración curricular, desde los presupuestos “autorreferenciales” del código binario penetración/ interpenetración. Este ambiente escolar autopoiético viabiliza niveles simbólicos de autonomía escolar para el manejo estructural de las reformas curriculares que los maestros lideran. De allí, la competencia y el emprendimiento para proporcionar conocimiento sobre la unidad y el sentido que demanda la integración institucional neosistémica. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • La consideración de pérdida de tiempo de los maestros sobre la reflexión sistemática de los procesos institucionales en curso, representada en la negación, por el sistema escolar, de espacios colectivos y, la ausencia de voluntad política para crearlos al interior de la escuela. 144 La distribución del tiempo escolar que descarta tiempos institucionales para la reflexión por parte de los maestros sobre los diferentes patrones organizacionales del desarrollo curricular y didáctico, tales como, la transversalidad curricular, en correspondencia con las mejoras sobre los planes institucionales de áreas, los planes de aula, los planes de acción tanto de los docentes directivos como de los administrativos y, los planes de mejoramiento institucional, le determina fallas estructurales a la evaluación escolar, pensada en la perfectibilidad de las políticas de desarrollo y de planeación institucional integrada sobre integración curricular. Este obstáculo impide una gestión escolar relacionada con la autorregulación institucional como factor de cambio de la institución educativa. La distribución del tiempo escolar para reflexionar sobre los patrones organizacionales del currículo escolar se entiende en términos creativos a partir de la configuración pedagógica del horario de clases para viabilizar encuentros generales de las áreas; y, encuentros de equipos de investigación que lideran proyectos de variada intensidad sobre transversalidad curricular. Además del uso proactivo y sinérgico que se le otorga al horario escolar de clases, existe el tiempo escolar que sobre planeación y evaluación institucional se establece en determinados momentos del calendario escolar. Estos periodos de tiempo escolar que suelen contar con días consecutivos disponibles, se convierten en momentos oportunos para la presentación y análisis de los avances del conjunto y complejo desarrollo que le subyace a la configuración de la estructura dinámica organizacional del currículo escolar integrado neosistémico. Fuera del manejo de los dos tiempos escolares planteados en los anteriores párrafos, en la medida de las necesidades para fortalecer el interés cognitivo de los maestros, surge como tercera posibilidad para reflexionar sobre los patrones organizacionales del currículo escolar, la creación de espacios periódicos para profundizar los niveles de teorización sobre la praxis pedagógico – administrativa, en una institución educativa que se abre paso en el aprendizaje institucional generativo. En la medida que se estimulan factores de autorregulación institucional a partir del apoyo del éxito del desempeño profesional, articulado con el perfeccionamiento y la proyección socio – cultural institucional, los maestros trabajan mucho más del tiempo que se cree, una vez se instalan en la racionalidad de las zonas de desarrollo próximo, a partir del interés cognitivo sobre el currículo integrado como factor de producción de unidad y sentido de la institución educativa. El tiempo directo que el profesor le dedica a la enseñanza es sólo la punta del iceberg de los desarrollos que de manera individual y colectiva los maestros le dedican a perfeccionar la institución para que esta responda con calidad en la enseñanza y al aprendizaje escolar. Es desde esta perspectiva, que el sistema escolar requiere una visión más cualificada sobre la labor académica de los maestros, en el marco de la simplificación de un plan de estudios que supere la cantidad por la calidad del aprendizaje escolar y, con base en una política que cohesione el desarrollo de la gestión curricular, desde la investigación. La investigación aún sigue impensada como mediación de calidad del desempeño profesional de los docentes de los niveles básicos del “sistema” escolar. Asumir esta opción, más allá de la excepcionalidad, es favorecer la gestión escolar inteligente Si el sistema escolar ha generado determinismos que impiden la reformulación de la escuela, en el predominio de los terrenos del enrarecimiento de la pedagogía y del CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Todos los encuentros para reflexionar los patrones organizacionales del currículo escolar, al relacionarlos con la sistematización, establecen el respectivo perfeccionamiento de la evaluación escolar y con ella, las condiciones objetivas sobre la co – evolución de la institución educativa. A esta le subyace la co – evolución del pensamiento de los actores que presiden el liderazgo pedagógico para trascender los niveles precedentes de autonomía escolar. 145 currículo escolar, como parte de las anomalías de la desconcentración educativa; es hora que la escuela conciba en términos estructurales su respectiva evolución para generar desde allí la creatividad que viabiliza la integración curricular, no de otra manera se establece autonomía escolar en niveles categoriales o simbólicos. Desde esta perspectiva, la improbabilidad de unos maestros productores de teorización curricular, puede emerger la probabilidad de una institución educativa productora de conocimiento pedagógico desde los dominios cognitivos sobre la independencia de pensamiento aplicado al plan de estudios, movilizado en la transversalidad curricular y, comprendido en el todo del desarrollo institucional. Esta probabilidad se concreta en una IESS y, resulta de la configuración de un MDII que dota de autorregulación institucional al PEI. Referenciados algunos mitos que obstruyen el manejo estructural dinámico de la integración curricular, a continuación se plantean los referentes primarios que caracterizan el currículo neosistémico: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • Las estructuras de expectativas sobre integración curricular neosistémica, posibilitan la comprensión del todo. Es un todo institucional que opera desde el manejo de las partes que configuran la transversalidad curricular, en la funcionalidad de la independencia organizacional de una escuela que provee el manejo del intríngulis que subyace, tanto en la complejidad de nivel superior de la proyección institucional, como en la contingencia de la coevolución del plan de estudios. 146 • La transversalidad curricular, entendida como génesis de unidad y sentido del MDII, produce, entre otros niveles de comunicación, la apropiación de la transversalidad como fuente estructural de sistematización, a partir de los desarrollos intra – áreas e inter – áreas. En esta comunicación reflectiva, mediada por el aprendizaje del aprender el aprendizaje sobre el conocimiento de la intradisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, genera el punto nodal del manejo estructural del universo escolar. Así, la transversalidad curricular neosistémica es un factor clave de la escuela productora de conocimiento en educación y pedagogía. • Los patrones de expectativa de la IESS que determina la regla anterior, establece atributos a la autonomía escolar en la concepción y ejecución de otras formas de decidir y de operar sobre la evaluación escolar por los docentes – directivos y el profesorado. Entendida la evaluación como una fuente de co – evolución institucional para producir creatividad institucional sostenida en transversalidad curricular. • La epistemología de la co – evolución institucional está determinada por una metodología que viabiliza la autorreferencialidad, en la que se instauran las condiciones objetivas para producir la autopoiésis e interpenetración institucional. • Los maestros asumen la comprensión del currículo escolar desde la observación de segundo orden. Esta metodología de investigación circula en los presupuestos de la I-A práxica y autopoiética para caracterizar el pasado e inferir el futuro de la integración curricular como factor de integración institucional neosistémica. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Por todo lo anterior, el currículo neosistémico es una teoría sobre integración curricular que proporciona la capacidad de producir conocimiento sobre la producción de estructuras dinámicas, representadas en el MDII, para re-crear la gestión escolar integrada; es un factor de modernización estructural para la implosión de los ambientes escolares asistémicos que representan, en últimas, una versión positivista de la gestión escolar y, una vía de imposición de las políticas neoliberales del sector; aún tiene por dilucidar la categoría de análisis, la clase como sistema social, para la producción de didáctica y, por tanto, la perfectibilidad de la integración curricular neosistémica; y, precisa nuevos parámetros de objetividad científica en integración institucional. 147 SEGUNDA PARTE “El alejamiento de las posiciones conservadoras es mucho más reconfortante que la insistencia en permanecer en la quietud y la intolerancia que procuran las formas cotidianas del hacer de cualquier manera” Armando Zambrano Leal (2002, p. 63) Modelo de Desarrollo Institucional Integrado: complejidad y estructura organizacional Presentación L uego de los presupuestos teóricos desarrollados en la primera parte del libro, cohesionados por la teoría de los Sistemas Sociales de Niklas Luhmann (1988), el propósito, en esta segunda parte, es aplicarla a los desarrollos contemporáneos en educación, pedagogía, didáctica, currículo y administración. Es decir, se trata, en primer lugar, de aprehender los aportes sociológicos de Luhmann, enriquecidos desde una perspectiva transdisciplinar, con los aportes de las Ciencias Críticas de la Educación (Carr,1996, Kemmis, 1993, Carr y Kemmis, 1998), el enfoque Histórico – Cultural (Vigotsky, 1995, 1998) y la teoría del aprendizaje institucional generativo (Senge, 1996,1997), entre otros. A lo largo de esta segunda parte del texto el horizonte será abordar la complejidad de estas transformaciones en el mundo de la escuela, asumiéndola como institución de saber y como epicentro cultural. Se trata de proponer formas alternativas de organización y gestión escolar, producto de la investigación y el trabajo colectivo de los maestros desde la escuela, para el desarrollo de una gestión escolar inteligente de naturaleza neosistémica. El proceso ha demostrado que es posible y complejo coevolucionar desde la actual escuela heterónoma, dispersa y vertical en sus decisiones, hacia una escuela que se asuma y se re-construya como organización de conocimiento; donde cada actividad se concibe, ejecuta y evalúa por quienes conocen y aman su tarea, más que por el rutinario cumplimiento del deber cotidiano. Se piensa entonces, en una escuela como comunidad académica en permanente comunicación reflectiva, que hace de sus saberes y de sus prácticas fuentes directas para la coevolución, la autorregulación y la autopoiésis institucional. Una escuela que en forma progresiva construye su naturaleza de institución viva que aprende a aprender, pues “la capacidad de aprender puede llegar a ser nuestra única ventaja competitiva” (Aries de Geus, citado por Senge, 1996; p. 10). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO En segundo lugar, se trata de construir, en el mundo complejo de la institución escolar y desde el trabajo solidario y cooperativo de maestros y directivos, formas específicas de aplicación de estos desarrollos teóricos y, en consecuencia, generar procesos y escenarios en la vida escolar, desde donde se avance en forma progresiva en la construcción de un Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII). Este modelo es la condición sine – quanon para la transformación de la escuela en un sistema social y su consolidación como institución escolar inteligente, como organización de conocimiento que ha superado el hacer empírico clásico y coevoluciona hacia una institución escolar que aprende a aprender. Se hablará entonces de institución escolar inteligente desde los referentes teóricos precedentes y en el contexto del MDII. 151 No es un camino corto ni fácil. Es más, es un proceso que nunca termina, toda vez que no será posible afirmar que una institución escolar llegó a un límite insuperable de ser una organización inteligente, pues esta es “una institución que aprende y continuamente expande su capacidad para crear su futuro. Para dicha organización no basta con sobrevivir. El “aprendizaje para la supervivencia” es importante y necesario. Pero una organización inteligente conjuga el “aprendizaje adaptativo” con el “aprendizaje generativo”, un aprendizaje que aumenta nuestra capacidad creativa” (Senge, 1996, p.24). En esa dirección, la propuesta es transformar en forma progresiva la escuela en un epicentro de aprendizaje institucional generativo y asumir este aprendizaje como fuente de autorreferencialidad, interpenetración y autopoiésis institucional. Ello hará posible un nuevo modelo de gestión y desarrollo escolar (el MDII), una nueva estructura curricular (el currículo neosistémico), unas nuevas relaciones de poder en la escuela (la micropolítica escolar alternativa) y, por tanto, la transformación progresiva de la escuela en un sistema social (institución educativa como sistema social -IESS-). La esencia organizacional del MDII, como modelo de gestión escolar alternativo, que haga viable esta propuesta, se presenta la Figura 20. PDII MDII PII ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA PEI 152 Relaciones intersistémicas Autorreferencial Autopoiética Interpenetrada Ejes de gestión PolíticoPolítico-administrativo Pedagógico - didáctico comunicacional Procesos de autoevaluación institucional Figura 20 Componentes estructurales de los procesos organizacionales del MDII En la parte superior se ubican las Políticas de Desarrollo Institucional Integrado (PDII) y la Planeación Institucional Integrada, dos componentes estructurales del MDII de naturaleza política e ideológica que orientan la concepción del proceso y la construcción de visión de futuro institucional compartida. El Proyecto Educativo institucional (PEI), como carta de navegación de la institución expresa su énfasis en el currículo neosistémico y este articula su desarrollo en el marco de las tres relaciones intersistémicas autorreferencial, autopoiética e interpenetrada que luego serán desarrolladas. La gestión del currículo neosistémico se organiza desde los tres ejes de gestión: el político – administrativo, el pedagógico – didáctico y el comunicacional. Cada uno será, de igual forma, desarrollado en esta parte del texto. La concepción y la ejecución de los desarrollos curriculares que subyacen al MDII, son objeto de evaluación, coevaluación y autoevaluación institucional pública y colectiva permanente, para contribuir a que emerja la co –evolución institucional. En general, la Figura 20 representa una buena aproximación a la forma como se interrelacionan los componentes estructurales de los procesos organizacionales del MDII. En esencia, ese es el camino que se recorrerá en esta segunda parte del libro. No obstante, es esencial saber de dónde partir. Ello contribuye a caracterizar mejor el camino para construir el futuro y reorientar el proceso de transformaciones requeridas. Por esta razón, han de tenerse en cuenta los siguientes aspectos a lo largo del proceso: La escuela colombiana es, en la actualidad, una institución desarticulada y con una herencia pedagógica, didáctica y curricular positivista fuerte. Ello podría representar una oportunidad para constituir un círculo virtuoso o un factor de éxito del cual se debe partir. Esta realidad no debe asumirse como un factor en contra del cambio y la transformación. Para transformar la institución escolar en un sistema social es necesario constituirla en un “sistema cerrado provisional”. En este caso, la institución introduce cambios progresivos que permiten dotar de sentido el proceso de transformaciones en el campo de lo político – administrativo, lo pedagógico – didáctico y lo comunicacional. Este proceso de transformaciones progresivas se presentará en dos fases: la de concepción, que planteará los referentes conceptuales esenciales para la comprensión y desarrollo del MDII. La segunda fase o de ejecución, aborda las formas como se implementa la concepción asumida del MDII en el marco de un trabajo curricular colegiado para la construcción del currículo neosistémico desde los tres ejes de gestión institucional propuestos por el Modelo. El gráfico Nº 20 representa una buena aproximación a la forma como se interrelacionan los componentes estructurales de los procesos organizacionales del MDII. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La institución educativa como sistema social no existe aún, es necesario construirla desde la investigación educativa y pedagógica. 153 PRiMER CAPÍTULO Fase de concepción del Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII) T ransformar la escuela en un sistema social, implica abordar en la institución la construcción de tres tipos de relaciones intersistémicas: la autorreferencial, la autopoiética y la interpenetrativa. A continuación se presenta un desarrollo de cada una de ellas. Relaciones intersistémicas autorreferenciales: hacia una escuela que construye autorreferencialidad institucional A continuación se plantea la concepción y las características de una institución educativa que construye autorreferencialidad institucional La teoría de la autorreferencialidad se centra en desarrollar de manera creciente, procesos de autodescripción, de autocoacción y de coevolución de la IESS. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La IESS, requiere desarrollar una postura crítica sobre sus diferentes procesos de manera que estos se asuman en la temporalización, es decir, desde un análisis retrospectivo que le permita caracterizar su pasado y, a la vez, generar la visión de futuro institucional compartida. Tal caracterización contribuye a establecer el tipo de visión y misión a la institución educativa como sistema social y a establecer en consecuencia, las acciones respectivas a través de la fórmula de los códigos binarios (institución-desarticulada-asistémica/institución-integrada-neosistémica) como fórmula del manejo de la contingencia para que lo que es, permita acceder a la configuración de una opción diferente. 154 En la autorreferencialidad la auto-observación y la autodescripción son la génesis de la nueva auto-regulación toda vez que, en su proceso progresivo de transformación en sistema social, la institución educativa comienza a construir una nueva racionalidad de estructuras de procesos sobre las cuales desarrollará el MDII. El proceso de construcción de autorreferencialidad parte de asumirse como un círculo virtuoso que ha identificado sus limitaciones y emprende acciones para transformarse (autopoiésis institucional). De esta manera, la autorreferencialidad al generar autopoiésis institucional, además de contribuir a transformar la estructura organizacional vigente, asume como función esencial, la autoproducción de estabilidad dinámica del sistema; es decir, conserva el equilibrio de la estructura organizacional y produce desequilibrios en la estructura de procesos, lo que establece en términos sociales, la creatividad sostenida en la institución (“autopoiésis institucional”). Esos desequilibrios en la estructura de procesos institucionales, son los insumos para la creatividad institucional sostenida y para el trabajo colegiado, cooperativo y solidario. En el MDII, la relación intersistémica autorreferencial hace de la autodescripción, el autocontrol y la coevolución, aspectos esenciales e insustituibles para los actores y las instancias del mundo escolar, en especial para el desarrollo curricular. Estos tres aspectos permiten acceder a nuevas relaciones y formas de trabajo académico – administrativas centradas en la autocoacción institucional. Si la institución es capaz de autocriticarse y de autorregularse, como consecuencia lógica, coevolucionará hacia formas superiores de desarrollo institucional. Esta exigencia creciente de autorregulación institucional, requiere para su desarrollo y consolidación de un clima institucional generado por la comunicación reflectiva y por la práctica de una cultura de lo público. Ello implica generar de forma continua procesos de comunicación sobre lo que se comunica en torno a los avances de los nuevos procesos organizacionales, en el contexto de escenarios e instancias institucionales que estimulen la divergencia creadora, la creación de nuevos consensos y la asignación de nuevas responsabilidades en la comunidad educativa. Desde estos procesos, centrados en la crítica y en la construcción de visión de futuro institucional compartida, se desarrolla en la institución escolar la observación de segundo orden y la comunicación reflectiva. Ahora, ¿cómo estimular en la escuela el desarrollo y la consolidación de procesos de observación de segundo orden y de comunicación reflectiva? a) Autorregulación y observación de segundo orden en la escuela. En la escuela ha sido dominante la observación de primer orden, expresada en una mirada unidireccional, incipiente y causalista de las acciones y de los procesos. Con frecuencia no se reflexiona sobre la explicación de la experiencia, ni sobre CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Una de las formas de coevolucionar el desarrollo institucional de un nivel inferior a formas superiores, podría consistir en superar los dominios de la hiperformalización, es decir, de la burocratización de la gestión, lo que equivale a instalar la gestión pedagógica-administrativa en los dominios de la autonomía en gestión escolar. Actuar con base en la comprensión crítica de la normatividad para atender de manera consecuente los requerimientos internos de la organización y la proyección escolar (autonomía escolar), implica entender que si bien las instituciones educativas dependen de la normatividad que determina el Ministerio de Educación Nacional (MEN), la calidad de la institución educativa en la que se desplaza la normatividad depende, entre otros aspectos, de cómo opera el aprender a aprender de los estudiantes y los docentes; lo que representa una expresión de autonomía escolar como poder de transformación institucional desde el saber pedagógico, toda vez que en la relación sistema/entorno de la institución educativa como sistema social, la institución no depende de manera unidireccional de la norma, su relación es dialéctica, pues la institución debe producir su propia praxis curricular y didáctica como fuente de estabilidad dinámica de sus procesos organizacionales académico-administrativos. Es una estabilidad dinámica que se genera en la estructura organizacional dinámica del plan de estudios y que se potencia con desarrollos de complejidad superior en la transversalidad curricular, constitutiva del núcleo que cohesiona el currículo neosistémico. 155 las ideas y concepciones que subyacen a dicha explicación. Ello ha permitido el florecimiento del activismo pedagógico cotidiano, centrado en el voluntarismo de la actividad pedagógica y en los productos que ella genere. Prácticas que en el mundo de la escuela son conocidas como “pedagogía de la cotidianidad”, que, sin desconocer su importancia primaria, no son suficientes en el proceso complejo de formación humana y de transformación de la escuela. A cambio, para producir la explicación sobre la explicación de la experiencia, el observador requiere observar lo observado. Cuando el maestro da cuenta de cómo se constituye la explicación de la experiencia, supera la relación causal, se asume como productor de objetividad en tanto asume como objeto de estudio sus concepciones y sus prácticas en el contexto escolar específico. En este sentido, el maestro descubre que la objetividad no es algo que opera independiente de sí mismo y de sus contextos y, hace conciencia de la necesidad e importancia de construir sus representaciones. Cuando se avanza en este proceso y se es consciente de este nivel de conocimiento, se transita de la “objetividad sin paréntesis” a la “objetividad con paréntesis”, como lo plantea Humberto Maturana (1998). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Al producirse este tránsito en la vida escolar y en la vida del maestro, se inicia en forma gradual, el desmonte de concepciones y prácticas expresadas en explicaciones y experiencias que solo demandan subordinación. En la objetividad con paréntesis, propia de una escuela que construye autorreferencialidad, la reflexión sobre la explicación de la experiencia es un dominio cognitivo que requiere de coordinaciones consensuales de acciones en correspondencia directa con sus preferencias operacionales. Estas preferencias rescatan y validan el lenguaje y la emoción para sustentar la lógica de lo que se hace. Es poner en práctica, desde el saber pedagógico del maestro, argumentos y metodologías de la ciencia contemporánea. 156 Para desarrollar observación de segundo orden en la escuela se requiere atender las siguientes consideraciones: • El maestro, al asumirse como sujeto crítico, deja de ser un sistema psíquico que sólo reflexiona consigo mismo para constituirse en un constructor de sistema social en la institución educativa y, por tanto, un constructor de sistema curricular y pedagógico neosistémico, que desarrolla su saber pedagógico. • Al construir sistema social en la institución, el maestro produce objetividad, construye objetos de estudio; producción que es directamente proporcional al desarrollo de la capacidad del equipo docente para la observación de sus propias observaciones. • La producción de objetividad libera, emancipa en forma paulatina al maestro de la percepción y el activismo como fuentes principales de su actividad pedagógica; fuentes que además, estimulan el espontaneísmo, las explicaciones causales y la manipulación. • Se requiere proveer acciones, elementos y operaciones para que la praxis pedagógica, desde la relación circular periódica de la acción – reflexión - acción en la escuela, se establezca como fuente constitutiva de explicaciones y transformaciones. Estas explicaciones han de ser entendidas en el rango de comunicación reflectiva, lo que implica la generación de autorreferencialidad, autopoiésis e interpenetración institucional. b) La comunicación reflectiva. Una institución escolar que construye autorreferencialidad desarrolla competencia para producir comunicación a partir de los procesos de auto – observación, auto - coacción y coevolución como sistema social. En ese sentido, se configura una nueva realidad comunicativa más autónoma, en tanto produce comunicación sobre la comunicación (oral y escrita) generada por el análisis crítico que permite diferenciar el pasado del futuro institucional y nutrir la autocrítica en tanto autoevaluación. El proceso de evaluación institucional, centrado en la producción de comunicación reflectiva, genera en forma progresiva competencia para manejar complejidades crecientes capaces de introducir desequilibrios creadores en la gestión escolar. La institución tiende cada vez más a ser un sistema de comunicación autopoiética, autorreferencial e interpenetrativa, lo cual implica que al hacer públicos los desarrollos de los diferentes procesos mediante la comunicación reflectiva, se generan escenarios para la crítica y la autocrítica; para la autoevaluación y la coevaluación, de donde emergen nuevas complejidades y, por tanto, nuevas transformaciones. Además, la comunicación reflectiva contribuye a superar, como colectivo pedagógico, la tradición verbal que suele predominar en la escuela, para estimular los desarrollos de la lectura y la producción escrita en los maestros. La primera para hacer de la ilustración una fuente de emancipación en materia de representaciones sociales sobre desarrollo institucional integrado y la segunda, como hilo conductor que garantice la articulación entre la teoría y la práctica para desarrollar la sistematización de los procesos. Puede colegirse entonces, que construir autorreferencialidad en la institución escolar requiere de un tipo de trabajo colegiado, cooperativo y afiliativo que se CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La comunicación reflectiva es la comunicación sobre la comunicación precedente, es decir, con la comunicación reflectiva, las explicaciones del observador de lo observado proporcionan nueva comunicación, para lo cual, la comunicación se asume como autopoiésis, es decir, una comunicación que aporta a la creación sostenida. (Luhmann, 2007; p. 65-69). Por ello, en la escuela que construye autorreferencialidad, el proceso de evaluación, expresado en la autoevaluación y la coevaluación institucional, no solo deben generar comunicación reflectiva, sino también, validar a los maestros como productores de sistemas sociales. La comunicación reflectiva en la institución educativa, entonces, es por excelencia, la comunicación de las observaciones de segundo orden en la escuela como sistema social. 157 autodescriba, que evidencie el nivel de autocoacción alcanzado y que genere reflexiones y acciones que demuestren el grado de coevolución alcanzado en la institución. Es decir, de manera paulatina la comunidad educativa, liderada por los docentes y el equipo directivo, van reconstruyendo en sus prácticas sociales y pedagógicas, el aprendizaje generativo institucional que asume el factor humano como el principal factor de cambio y de transformación. Por todo lo anterior, puede afirmarse que la comunicación reflectiva es la fuente productora de autonomía escolar; autonomía en la que se instala la construcción de estructuras operativas dinámicas de la organización escolar y su respectiva transformación para la funcionalidad de la institución educativa como sistema social. Relaciones intersistémicas autopoiéticas: hacia una escuela que construye autopoiésis institucional ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La autopoiésis se asume como la fuente de complejidad indeterminable para el sistema social (Luhmann, 1998; p. 206). Este nivel creciente de complejidad en el sistema social, genera la reproducción de la indeterminabilidad reduciendo por ello lo determinable en la estructura organizacional del sistema social que permite la “creación de si mismo”. Los sistemas sociales autopoiéticos se caracterizan por tener una doble condición: conservar el equilibrio de su estructura organizacional y producir el desequilibrio en la estructura de procesos para que emerjan nuevas formas de orden (Capra, p. 203, 37) y, por tanto, nuevos procesos. Es esta característica la que permite a la escuela consolidarse como tal a partir de generar sus propias transformaciones, en tanto que, como sistema social, requiere dar cuenta de sus propias estructuras organizacionales y su respectiva re-creación en la perfectibilidad. 158 En la escuela como sistema social, la relación intersistémica autopoiética requerida por el MDII, crea en forma continua elementos inestables que garantizan la autoreproducción y la transformación del mismo. Es más, es a partir de la escuela como sistema cerrado provisional que ésta inestabilidad estable (Tapiero y López, 2006; p. 177) requerida por el MDII, produce en forma progresiva creatividad y genera las condiciones que reproducen la creatividad sostenida en la institución escolar. Lo anterior implica asumir en el sistema social, lo cerrado y lo abierto no como una oposición, sino como una relación de condición (Luhmann, 1998; p. 206). Dicho en forma más directa, esta autorreproducción y transformación del sistema, solo es posible en el sistema cerrado (Ibid, 206). Por ello es que se plantea asumir la escuela actual, no como obstáculo que imposibilita su transformación, sino como un círculo virtuoso, como un factor de éxito del cual partir para su cambio y transformación en un sistema social que tiene como columna vertebral de su gestión el MDII. Al diálogo creador de estas dos complejidades (lo cerrado y lo abierto), es lo que llamaremos la interpenetración y de la cual se hablará luego. Sin embargo, es importante resaltar ahora que la relación de interpenetración en donde se desarrolla este diálogo de complejidades, solo es posible si en la escuela se construyen relaciones de autopoiésis institucional. Solo se puede hablar de interpenetración si los sistemas que aportan su complejidad son sistemas autopoiéticos. La interpenetración, por lo tanto, es una relación de sistemas autopoiéticos (Luhmann, 1998; p. 205). La autopoiésis en la escuela y en el marco del desarrollo institucional integrado, tiene como función esencial reproducir las condiciones para la creación y la transformación de sí misma como institución. En esa dirección, soporta y orienta el tipo de desequilibrios creadores que generan la creatividad sostenida de los actores y la estabilidad dinámica del currículo como universo educativo. Para ello, la institución debe asumir la estructura organizacional del Proyecto Educativo Institucional (PEI), como fuente de estabilidad de la gestión escolar (“estabilidad estructurada”) y, desde este referente institucional, reorientar y estimular la creatividad sostenida de los grupos de trabajo, fortalecer los liderazgos colectivos, la sinergia y el clima institucional requeridos para producir desequilibrios en la estructura de los procesos que han de generar las nuevas formas de orden, los nuevos procesos y por tanto, las nuevas transformaciones (“estabilidad dinámica”). En esta dirección, la institución escolar transita desde la estabilidad estructurada del currículo hacia la estabilidad dinámica del mismo, la cual es inherente al currículo neosistémico como criterio de validez y desarrollo curricular del MDII. La estabilidad estructurada del currículo, típica de nuestra escuela actual, es producto de las reformas educativas “de arriba para abajo” y de las prácticas pedagógicas y curriculares fuertemente influenciadas por una concepción técnica del currículo. A diferencia, la estabilidad dinámica del currículo escolar se asume como la capacidad para introducir la temporalización (pasado-futuro, análisis retrospectivo - acción prospectiva) a los procesos académico-administrativos con la funcionalidad de concretar la coevolución del currículo en una institución educativa asumida como sistema social. Esta coevolución, generada por la estabilidad dinámica curricular, es la que permite construir el currículo neosistémico, propio del MDII. Ello no sería posible sin la búsqueda continua de otras formas de enseñar, de aprender, de concebir y ejecutar la gestión escolar para ser competentes en el manejo de la complejidad y la contingencia que subyace al proceso de construcción del desarrollo institucional integrado, el cual garantiza la gestión escolar inteligente y, por tanto, una institución más autorreferenciada y autopoiética. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Esta creatividad está relacionada con el valor agregado resultante de teorizar sobre la misión y la visión institucional y las prácticas pedagógicas y administrativas que desarrollan y concretan a partir de concepciones y acciones que generan rupturas institucionales, dotando de sentido a la autorreferenciación, al manejo de la complejidad y a la producción de comunicación reflectiva para aprender a aprender, produciendo empoderamiento de los actores y de las instancias en la construcción del MDII y del currículo neosistémico. 159 Puede deducirse entonces, que la relación intersistémica autopoiética genera rupturas y transiciones institucionales. Estas rupturas y transiciones requieren liderazgos de naturaleza individual y colectiva, especialmente en el desempeño profesional de la docencia, en los campos pedagógico, curricular, didáctico y político-administrativo, para poder generar un nuevo clima institucional, unas nuevas formas organizativas y un nuevo tipo de trabajo académico de naturaleza cooperativa y afiliativo. Para generar todas las condiciones anteriores, una escuela que construye autopoiésis institucional, en el marco del MDII, requiere generar la relación intersistémica autopoiética a través de la investigación-acción de naturaleza práxica y autopoiética. Proceso que debe ser liderado por profesores y directivos en el contexto teórico y metodológico de la ciencia crítica de la educación articulada con la autopoiésis institucional en el marco de la teoría de los sistemas sociales (TSS). La investigación-acción tiene por función estimular el diálogo democrático y reflexivo para la teorización de las prácticas pedagógicas y sociales del profesorado (Carr, 1996; p. 141) con el fin de potenciar su conciencia crítica de profesionales de la educación. Por esta razón, los resultados de la investigación-acción, a la luz de la TSS, son de naturaleza práxica y autopoiética y producen en la institución escolar relaciones de autorreferencialidad y autopoiésis desde la planificación, la actuación y la reflexión en torno al problema de investigación asumido por el colectivo pedagógico. Es, como lo plantean Kemmis y Mactaggart (1992) una lucha material, social y política por el logro de la mejora de la calidad de los procesos de formación humana en la escuela. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Dado que la relación intersistémica autopoiética se genera a través de la investigación-acción, se plantean a continuación algunos referentes de carácter axiológico y teleológico que la caracterizan (Ibid, 1992; p. 29-34): 160 • La investigación-acción implica un proceso de reflexión y de acción rigurosa del grupo, su propósito en transformar, no solo interpretar. • Busca, a través de la resolución de problemas, el aporte y la comprensión sobre la mejora del mundo escolar a partir del aprendizaje de cómo lograrlo, centrado en la epistemología de la creatividad sostenida que subyace en la integración curricular como comprensión del todo representado en las partes. • Es una investigación sobre el propio trabajo para mejorarlo en la creación de círculos virtuosos sobre integración curricular neosistémica. Por eso los maestros se asumen como sujetos conscientes, agentes del cambio y productores de conocimiento, no como objetos de investigación. • No es el “método científico” aplicado a la enseñanza y a la educación; como investigación va más allá de someter a prueba hipótesis de trabajo o de sistematizar datos para arribar a conclusiones. Como investigación involucra al maestro mismo, de manera que se establezca el cambio tanto al investigador como las situaciones en las que actúa. • Crea comunidades autocríticas y colaborativas a partir de la ilustración sobre sus prácticas, por ello genera procesos de emancipación y rupturas epistemológicas y metodológicas, una vez aporta en el manejo de la complejidad del currículo a través de la transversalidad curricular neosistémica. • La investigación-acción es un proceso político porque implica cambios y transformaciones que afectarán a otras personas. Por ello, con frecuencia genera resistencia con uno mismo y en los demás. • Comienza en forma modesta, con pequeños cambios y hacia cambios más amplios e institucionales capaces de generar transformaciones en la clase y en la institución. Por ello, inicia con pequeños grupos que generalmente se expanden. En general, la relación intersistémica autopoiética del MDII determina la condición autopoiética institucional, lo cual hace de la escuela una organización viva e inteligente que aprende, crea sentido y produce su propia transformación apoyada en los procesos de creatividad sostenida que genera; en el aprendizaje generativo que practica como institución; en la comunicación reflectiva que orienta los procesos de socialización y coevolución institucional; y, en la toma de decisiones producto de los resultados de la evaluación escolar articulada con la co – evolución institucional. Por ello, una escuela que construye autopoiésis institucional, se inscribe en el marco de las reformas educativas “de abajo para arriba” por la preferencia que profesan por metodologías de gestión escolar basadas en el aprender a aprender institucional para toda la vida, lo cual exige apertura, flexibilidad, interrelación, complemento y creatividad como fuente de automodernización escolar (Tapiero y López, 2006; p. 180). Es un aprender a aprender institucional representado en la creatividad institucional sostenida y, por tanto, determinante en la complejidad de nivel superior de autonomía escolar por transitar de una autonomía escolar autorizada, delegada y vigilada a una autonomía construida y negociada como funcionalidad de su perfectibilidad ilimitada. Relaciones intersistémicas interpenetradas: hacia una escuela que construye interpenetración institucional. En la TSS se habla de penetración cuando un sistema pone a disposición su propia complejidad (y con ello, indeterminación, contingencia y coacción) para construir otro sistema (Luhmann, 1998; p. 201-203). Esta particularidad es la que permite afirmar que los sistemas sociales presuponen vida. Ahora, se habla de interpenetración cuando hay penetración reciproca; es decir, ambos sistemas aportan su propia complejidad para la constitución de un nuevo sistema. En la interpenetración, el sistema receptor o penetrado ejerce influencia CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Más adelante se profundizará (en la fase de ejecución) en aspectos de carácter conceptual y de desarrollo de procesos de investigación-acción, como elemento consustancial al MDII en construcción y a la concreción del currículo neosistémico. 161 sobre la formación de estructuras del sistema penetrador, interviniendo de dos maneras: desde el interior y desde el exterior. ¿Cómo se desarrolla esta relación intersistémica en una escuela que construye interpenetración? Puede afirmarse que esta es una relación en la que interactúan dos complejidades. La primera, que llamaremos sistema penetrado, representado en la escuela como sistema desintegrado, heterónomo y unidireccional, producto de la gestión escolar precedente. La segunda complejidad, el sistema penetrador, constituida por el MDII tal como se muestra en la figura siguiente: (Tapiero y López, 2006; p. 180). ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Como se observa en la Figura 21, el sistema penetrado o receptor (la actual institución escolar) es influenciado por el sistema penetrador y, el sistema penetrador (MDII) también recibe influencia del sistema penetrado; esa influencia reciproca resultante del diálogo de las dos complejidades determina la relación intersistémica de interpenetración y se traduce en la formación de nuevas estructuras (sistema interpenetrado) y nuevas transformaciones que tienen como propósito la construcción de un nuevo modelo de desarrollo institucional. A la relación compleja entre el sistema penetrado y el sistema penetrador se la llama interpenetración. 162 SISTEMA PENETRADO: Cultura organizacional atomizada, insular y unidireccional del centro escolar SISTEMA PENETRADOR: El modelo de desarrollo institucional integrado SISTEMA INTERPENETRADO: SISTÉMICO Y COMPLEJO Figura 21 Relación de la interpenetración en el MDII En el diálogo de complejidades interactúan dos lógicas, cada una asociada a un sistema: la lógica de la descentralización educativa que subyace a las reformas educativas de “arriba para abajo” típica de nuestra actual institución escolar (sistema penetrado); y, la lógica de la autonomía escolar y el desarrollo educativo regional característico en las reformas educativas de “abajo para arriba”. Al sistema penetrado (círculo izquierdo de la Figura 21) le subyace una cultura escolar de dependencia unidireccional del entorno representado en la mirada acrítica y reactiva frente a la norma, mientras que al sistema penetrador (círculo derecho de la Figura 21) le subyace una mirada dialéctica frente a su entorno para producir estructuras dinámicas del currículo escolar a las que le subyace, además de la relación intersistémica interpenetrada, una relación intersistémica autopoiética y autorreferencial. Esta interacción de complejidades, en materia de gestión escolar inteligente, implica avanzar de manera progresiva en los siguientes aspectos: • La escuela como sistema social es alternativa al statu quo de la gestión escolar fragmentada, toda vez que produce autorregulación de los procesos. • El aprendizaje institucional generativo emerge de la complejidad y la contingencia de los procesos requeridos en la construcción del currículo neosistémico. • El diálogo de complejidades produce comunicación reflectiva y esta genera las condiciones para el desarrollo de la creatividad sostenida. • Todas las funciones y las acciones en la institución se sujetan a la autorreferencialidad y a la autopoiésis con base en un trabajo solidario y afiliativo, requerido por el MDII. • Gestionar en forma proactiva el desarrollo institucional como producto de su aprendizaje institucional generativo continuo. • Comprender y aplicar este aprendizaje institucional en el contexto de que el enseñar es dejar aprender. • Asumir en forma crítica la normatividad y la política educativa oficial como fuente de autonomía, no como factor de heteronomía. • Ser artífices de la modernización institucional al estimular procesos de excelencia en el desempeño profesional docente y directivo. Una institución escolar que planea y ejecuta una gestión escolar inteligente y, por tanto, desarrolla de manera interrelacionada las tres relaciones intersistémicas (autorreferencial, autopoiética e interpenetrada), comprende mejor las limitaciones propias de la gestión escolar desintegrada y heterorregulada frecuente en la escuela tradicional. Este mayor nivel de comprensión le permite empoderarse como institución viva que aprende a aprender y a coevolucionar, así como también contribuye para que las representaciones sociales de maestros y directivos, en materia de desarrollo institucional integrado, coevolucionen y se consoliden como equipos de trabajo cooperativo y autorregulado. Ello garantiza la construcción de mayor sentido y autonomía en el proceso de tránsito institucional CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Se planteó antes que la relación de interpenetración (también la de autorreferencialidad y la autopoiética) se inscribe en la lógica de las reformas de “abajo para arriba” y en el contexto de las organizaciones inteligentes. Este tipo de reformas se caracterizan por asumir una institución escolar competente para: 163 de la heterorregulación hacia la autorregulación, para hacer probable la nueva gestión escolar y la progresiva transformación de la escuela en una organización inteligente en el marco del MDII. Esta coevolución y este tránsito es un proceso de complejidad creciente y de desarrollo progresivo que adquiere de manera continua las características de “espiral compleja”. La relación intersistémica de interpenetración, como producto de la interacción de complejidades, genera praxis pedagógica en donde se diferencian claramente la reproducción acrítica de esquemas organizacionales que mantienen sin transformar, con los nuevos procesos (autorreferenciales y autopoiéticos) que introducen en forma ascendente condiciones institucionales para la creatividad sostenida y la innovación curricular. El desarrollo de ésta contradicción crea las condiciones para evidenciar la esencia del diálogo de complejidades y la lucha de intereses que enriquecen la micropolítica escolar: En el primer caso (Sistema penetrado), pueden primar intereses personales representados en liderazgos militantes e individuales o de pequeños grupos, articulados en un currículo de énfasis tradicional o técnico que, generalmente, se resisten a los nuevos procesos sin desarrollar alternativas ni argumentos institucionales, sin generar comunicación reflectiva. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA En el segundo caso (sistema penetrador), se enfatiza en la construcción y puesta a prueba de los criterios institucionales a partir del trabajo colegiado para relacionar la proyección y el desarrollo institucional en el desarrollo educativo regional. Al interior de este trabajo colegiado se generan liderazgos colectivos, comunicación reflectiva y sentido para volver complementarias la realización personal profesional y el desarrollo educativo institucional y regional. Esta complementariedad, construida en el desarrollo de la interacción de complejidades, identifica y enriquece tres tipos de autonomía esenciales en el MDII: la autonomía profesional docente, la autonomía institucional y la autonomía educativa regional. 164 Con base en estos argumentos se demuestra que la escuela puede coevolucionar en forma progresiva desde la interpenetración. Como lo plantea N. Luhmann (1998, p. 204): … la evolución solo es posible mediante la interpenetración, es decir, mediante la mutua factibilización… la interpenetración, es decir, la contribución de complejidad en el orden de la complejidad de un sistema emergente, se da, por lo tanto, en forma de comunicación y viceversa, cualquier forma de poner en marcha la comunicación presupone una relación de interpenetración. Es por ello que se reitera en la extrema importancia de considerar la escuela actual (sistema penetrado) como un círculo virtuoso y como un factor de éxito. Del conocimiento profundo, argumentado y socializado de la institución, dependen la calidad, la factibilidad y el nivel de impacto de las transformaciones a generar en el proceso complejo e incluyente de construcción del MDII. Una postura y unas prácticas diferentes no harán posible el diálogo de las dos complejidades, en consecuencia no habrá interpenetración institucional ni desarrollo creador de contradicciones. Coevolucionar del aprendizaje adaptativo propio de la actual institución escolar, al aprendizaje institucional generativo propio de las organizaciones inteligentes requiere, en el marco del desarrollo institucional integrado y de construcción del currículo neosistémico, interrelacionar en la institución el desarrollo de la interpenetración, la autorreferencia y la autopoiésis institucional como relaciones intersistémicas. Políticas de Desarrollo Institucional Integrado (PDII): Círculo virtuoso de la gestión escolar inteligente. Una política para conducir una institución educativa es una concepción filosófica, sociológica, pedagógica, antropológica, ética y cultural que plantea los lineamientos generales para la formulación de la misión y la visión institucional, de la micropolítica escolar y, en general, del cumplimiento del encargo social de la institución educativa. En el marco del MDII, las PDII se asumen como la opción de una micropolítica escolar alternativa a la típica heterorregulación de la escuela actual. Este carácter alternativo se relaciona con la necesidad de dotar las PDII de un fuerte sentido de autorregulación institucional y, por tanto, de un valor estratégico para la progresiva construcción de la institución escolar inteligente. En el proceso de construcción del MDII, las PDII constituyen la primera fase de toda actividad humana en la institución: la concepción, la elaboración teórica, la orientación esencial del proceso. Por ello, su constitución es un proceso de creciente complejidad; inicia con un análisis retrospectivo desde el PEI, de las políticas de la institución, de sus interrelaciones con la política educativa oficial y con la realidad local y regional, de sus limitaciones y fortalezas y de su capacidad para responder a las exigencias contemporáneas del proceso de formación humana. Es por esta razón que el análisis adquiere, en últimas, la naturaleza de análisis prospectivo, apoyado en el ejercicio práxico y autopoiético, que potencia escenarios probables y deseables para la transformación institucional en el corto, mediano y largo plazo. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Las PDII son una categoría de análisis del MDII. En este apartado se intentará establecer un diálogo entre la micropolítica escolar y los procesos de desarrollo curricular en la escuela desde la concepción neosistémica de Luhmann y como expresión deliberada de autonomía escolar creciente. Se planteará la concepción de las PDII, los factores que la hacen posible en la escuela y los factores que interactúan en su formulación y consolidación como política institucional. Así mismo, se hará un desarrollo del rol de la micropolítica escolar en el proceso de formulación y ejecución de las PDII y en la concepción del Proyecto Educativo Institucional (PEI) como carta de navegación institucional. 165 Por ejercicio práxico y autopoiético debe entenderse la acción consciente de directivos y profesores orientada a transformar los procesos pedagógicos – administrativos, en el contexto de sus procesos de investigación – acción en el aula y en la escuela. Este ejercicio representa un nivel calificado del compromiso institucional en la construcción de autonomía escolar en interrelación con el desarrollo educativo regional. Es poner las ideas en acción para la transformación institucional en el marco de las tensiones que sujetan las viejas formas de concebir la autonomía escolar para garantizarle a la institución educativa como sistema social, la fuente productora de estabilidad dinámica que caracteriza el currículo neosistémico. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Los equipos de trabajo, conformados por docentes y directivos, son los responsables de la construcción de las PDII, en el marco de un trabajo de naturaleza cooperativa y afiliativa. En este ejercicio, se genera y consolida progresivamente la cultura de lo público en la institución escolar, pues se requiere cada vez más, de prácticas del debate académico y político que estimulen y tramiten la confrontación cultural entre los actores, la tolerancia y la construcción de consensos y convergencias, aún en la diferencia. Por tanto, las PDII no se decretan, ni se imponen; se construyen como proceso institucional en un ejercicio autorregulado de maestros y directivos y se ponen a dialogar con crecientes niveles de autonomía, con la política educativa del Estado. 166 Estimular la divergencia creadora y las convergencias en la escuela no ha sido el fuerte de la tradición política y discursiva de la institución escolar. No existe en su historia una buena tradición en el trámite y resolución de los conflictos, que, por naturaleza, en la escuela han de ser creadores, autopoiéticos. Su naturaleza vertical y heterorregulada no ha contribuido a convocar de manera exitosa a sus directivos y docentes en torno a la construcción de una visión de futuro institucional compartida. Ello ha conducido a una marcada ausencia de empoderamiento pedagógico y político de los actores de la vida escolar; fenómeno que ha sido contraproducente y lesivo para la calidad de la educación y para los maestros en particular, como profesionales de la educación y la pedagogía, como resultado, en parte, de la tradición unidireccional de la relación sistema/entorno que preconiza la teoría general de los sistemas (estructural funcionalismo) y que se aplicó de manera acrítica en los sistemas sociales. Es por esta razón que las PDII deben ser fuente de empoderamiento institucional, representado de manera especial en sus docentes y directivos, quienes en el proceso de construir visión de futuro compartida, construyen primero confianza, clima institucional, democracia escolar y sentido institucional. Ya lo planteó Peter Senge (2007, p. 18 – 19): “Cuesta trabajo, concebir una organización que haya alcanzado cierta grandeza sin metas, valores y misiones que sean profundamente compartidas dentro de la organización….Visiones de futuro compartidas que propicien un compromiso genuino antes que mero acatamiento”. La escuela como sistema social construye desde las PDII, el proceso de aprendizaje institucional generativo para “aprender” a construir visiones de futuro compartidas en la institución; a generar comunicación reflectiva que garantice la creatividad sostenida en integración curricular; a interrelacionarse en forma autónoma con la política educativa oficial y con la realidad local y regional; a reconocer las fortalezas y las limitaciones de su cultura organizacional; a configurar la planeación institucional integrada como un ejercicio que desarrolla las políticas para realimentar el presente organizacional y construir el futuro neosistémico de la organización escolar; y, a lo largo de este complejo proceso, aprender a aprender como única forma de sobrevivir y competir con calidad creciente. A las PDII les subyace la capacidad de aprender, la cual opera como “fórmula de contingencia centrada en los desarrollos del saber aprender” con la finalidad de que la institución educativa sea “un sitio de aprendizaje” con ayuda de lo aprendido para dilucidar “praxis pedagógica” (Luhmann & Schorr, 1993, p. 104110) desde la configuración del currículo neosistémico. Las PDII, como ya se dijo, son fuente estratégica de autorregulación institucional, por ello el equipo de docentes y directivos, al concebirlas, formularlas y ejecutarlas, debe asumir que ellas son el resultado de la articulación e interacción de cuatro (4) factores institucionales que se complementan en la contingencia y sin los cuales no son posible las PDII: • La autopoiésis institucional, en tanto genera en la institución la capacidad para recrearse a sí misma en forma permanente y crítica. Este proceso se caracteriza por generar una gestión escolar inteligente, manifestada en la producción de desequilibrios organizacionales de naturaleza creadora al emerger nuevas concepciones, nuevas prácticas y nuevos elementos e interrelaciones que modifican los procesos pedagógico-administrativos precedentes. La creación de este círculo virtuoso no es otra cosa que el empoderamiento de los actores para la transformación institucional donde los maestros han pasado de la contemplación (reflexión) a la praxis pedagógica-administrativa de la gestión escolar. (Reflexión-acción-reflexión) • La interpenetración institucional, porque revela la institución educativa como sistema dialógico entre la gestión escolar desarticulada precedente (“sistema penetrado”) y la gestión integrada neosistémica por construir (“sistema penetrador”). Este tránsito de lo asistémico a lo neosistémico constituye la relación intersistémica interpenetrada donde la institución se establece como sistema cerrado provisional para establecerse luego en sistema abierto. Es hacer emerger de este diálogo de complejidades los procesos de autotransformación institucional. • El aprendizaje institucional generativo, porque la institución se involucra cada vez con mayor profundidad en procesos de autoformación colectiva, CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • La autorreferencialidad institucional, pues, es la misma institución la que se constituye como un sistema dotado de unidad donde se empodera el trabajo en proporción al grado de auto – observación, autodescripción, autocoacción y coevolución de los procesos pedagógico-administrativos de manera que se consolide el crecimiento de toda la comunidad educativa. 167 en aprender a aprender para generar las transformaciones institucionales requeridas; es superar el aprendizaje institucional adaptativo de la institución precedente. Por tanto, los cuatro factores que posibilitan las PDII potencian una institución escolar autorregulada, más autónoma, reflexiva y comprometida con su encargo social. Es en este ambiente institucional creador y propicio para el cambio y la transformación escolar en que se formulan y ejecutan las PDII. A continuación se presentan los aspectos esenciales que constituyen las PDII con el propósito que cada institución, desde la riqueza y diversidad de su tradición, los enriquezca y trasforme. Factores que interactúan en las PDII. El proceso de construcción de las PDII involucra tres aspectos institucionales centrales. Son ellos: a) La micropolítica escolar. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La micropolítica escolar se expresa en la institución de diversas maneras. De un lado, en la naturaleza política y cultural de las relaciones que se entretejen entre los diferentes actores del mundo escolar, y, de otro lado, en el carácter político de las relaciones que se establecen entre la escuela, la sociedad y el Estado. En el mundo de la sociología de la escuela existe y se reproduce la pluralidad ideológica, el conflicto y la confrontación de intereses; en consecuencia lógica, se forman las coaliciones, se practica el cabildeo y generan las alianzas (Ball, 1989). Como se expresa a continuación: 168 Hay muchos tipos de interacción entre los miembros que habitan el mundo mágico y a la vez anodino del aula y de la escuela. Hay transacción de conocimientos, de sentimientos, de actitudes, de discurso y de prácticas. Pero todo ello está impregnado de una ideología y de una dimensión política y ética. No es aceptable una visión neutral y técnica del quehacer de la escuela. (Santos Guerra, 1990, p. 71). No obstante, en los estudios sociológicos sobre la escuela, con frecuencia se ignora (o no se estudia) el poder y la política que se desarrollan al interior y en el entorno socio – cultural de la escuela. De allí el predominio de la irrelevancia y la trivialización de la autonomía en la gestión escolar al descartarse su importancia a la hora de concebir y ejecutar, al interior de la institución educativa, cambios estructurales de la organización académica y administrativa. Bardisa Ruiz (1997), plantea que no basta reconocer la especificidad del mundo de la escuela, es necesario, en este caso, asumir esa particularidad desde una perspectiva política. En ese sentido, según la autora, importan dos enfoques: Por una parte, el enfoque interno, que persigue estudiar y analizar las escuelas como sistemas de actividad política —en cuyo caso estaríamos hablando de micropolítica educativa—, y, por otra, el enfoque estructural, que presenta a la escuela como un aparato del Estado, responsable sobre todo de la producción y reproducción ideológica. Esta visión macropolítica de la escuela es necesaria, a su vez, para comprender su relación con el sistema económico, la justificación del currículo «oficial», el juego de intereses políticos e ideológicos que existen en la sociedad y en el sistema político en torno a la educación y a sus instituciones. Es necesaria la complementariedad de ambos enfoques para lograr un conocimiento más aproximado de la realidad, de manera que la mirada unidireccional aplicada por la macropolítica escolar en el ámbito de los sesgos de las políticas de descentralización educativa, representada en la relación unidireccional sistema/ entorno del código binario input/output, transite a relaciones dialécticas de micropolítica escolar para que la institución educativa como sistema social, produzca sentido a su propio entorno, desde el código binario penetración/ interpenetración.. El plan de estudios posibilita la independencia de la institución a pesar de la dependencia que representa la macropolítica escolar a partir de la praxis para que lo contingente se pueda tratar como algo necesario y lo indeterminado como algo determinado. Entendido el plan de estudios como el dispositivo curricular que conecta, por una parte, la escuela con el mundo y, por la otra, la especificación funcional de la “estructura didáctica” que define el destino interno de la capacidad de aprender (Luhmann & Schorr, p. 112-113), tanto del aprendizaje de los estudiantes y docentes, como el aprendizaje institucional generativo. La política organizativa surge cuando la gente piensa y actúa de modo diferente (Morgan, 1986; p. 148). Reconocer esta realidad y actuar en consecuencia genera legitimidad y le otorga un marco democrático y de reconocimiento cultural a las divergencias y a los consensos. Por eso, reconocer a sus miembros como agentes políticos supone aceptar la complejidad y la incertidumbre en la vida escolar, y el empleo por parte de sus actores de diversas estrategias de lucha para poder alcanzar sus fines particulares o grupales. Se puede realizar un análisis de la política organizativa de forma sistemática al considerar las relaciones entre interés, conflicto y poder, aunque hay que reconocer que resulta difícil delimitar la frontera entre las acciones políticas y las culturales que aparecen en las prácticas escolares (Bardisa, 1997). Por tanto, en la escuela se desarrollan, por una parte, dinámicas micropolíticas (repartos de poder, conflictos, negociaciones, coaliciones, que en el MDII se direccionan para producir conocimiento en integración curricular neosistémica), CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Desde el currículo neosistémico la complementariedad entre la macropolítica y la micropolítica escolar se dilucida a través del plan de estudios, una vez se concreta la producción de complejidad en un nivel superior representada en la estabilidad dinámica de la integración de las áreas, en la auscultación entre relaciones intraáreas e inter-áreas, desde las especificidades de la intra, inter y transdisciplinariedad para proporcionar los desarrollos de la transversalidad curricular neosistémica. 169 y, por otra, dinámicas políticas, porque «la escuela desempeña, a través de sus prácticas y relaciones, un papel ideológico dentro del contexto sociocultural en el que está inmersa» (González, 1990; p. 39). Dinámicas que las PDII reconocen en términos de micropolítica educativa alternativa para superar la tradición heterorregulante e hiperformalizante de la gestión escolar. Reconocer y legitimar estos dos tipos de dinámicas y roles es esencial para dotar de un referente de tolerancia y de unidad en la diferencia al proceso de formación de nuevos ciudadanos, misión social histórica de la escuela. Ball (1989, citado por Bardisa, 1997) en su propuesta de análisis organizativo sobre las escuelas, contrapone los conceptos claves procedentes de la ciencia de la organización a los descritos por él para comprender la micropolítica de la vida escolar, entre los que destaca: poder, diversidad de metas, disputa ideológica, conflicto, intereses, actividad política y control. En este nivel de análisis se identifica a los actores de las escuelas como actores sociales con protagonismo sobre la organización, en vez de verlos desvinculados de las estructuras organizativas. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Las escuelas son propicias a la actividad micropolítica por dos razones: porque son organizaciones que se encuentran articuladas de manera débil, entre cuyos espacios o intersticios puede florecer mucha actividad, y porque las formas de legitimación compiten en la toma de decisiones. Esto último se debe a que la legitimidad formal del director es desafiada por formas profesionales y democráticas alternativas, que son válidas para las escuelas. Tal situación coloca a los docentes – directivos ante el problema de equilibrar su responsabilidad con las expectativas de la colegialidad (Hoyle, 1986; p. 148, citado por Bardisa, 1997). Y una escuela que construye el MDII debe estimular esta colegialidad creadora, donde la toma de decisiones emerge de una evaluación continua y en el marco de una cultura de lo público. 170 En general, los estudios más recientes, consideran que la micropolítica está relacionada, entre otros elementos, con la ideología, la diversidad de metas, los intereses, las estrategias, las luchas por el poder y el control, la toma de decisiones y los objetivos y significados de la organización. La micropolítica escolar evidencia en la institución un entramado de relaciones de poder entre los diferentes protagonistas; estas se desarrollan en la institución desde las instancias que conforman el gobierno escolar y se concretan en el tipo de organización político - administrativa que caracteriza la escuela: democrática, autoritaria, horizontal, vertical, flexible, cerrada, etc. Las PDII, como elemento estratégico del MDII, se interrelacionan con la micropolítica escolar por emerger del debate político - cultural de la comunidad educativa y de las relaciones de poder entre los actores e instancias del gobierno y la vida escolar. Esta interrelación se expresa en: • Un gobierno escolar de naturaleza democrática, descentralizada, participativa, flexible, pluralista y comprometido con la construcción permanente del Proyecto Educativo Institucional, PEI. • La toma de decisiones centrada en principios institucionales para contribuir a desarrollar unidad y sentido en la gestión pedagógica-administrativa. • Una institución que se autorregula con la mediación de la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración, generadoras de aprendizaje institucional generativo. La interrelación anterior conlleva a tomar conciencia de las siguientes situaciones: • Las condiciones en que los grupos operan en forma separada o por coalición para ejercer influencia en la organización; • La lucha entre los actores que promueven la conservación del statu quo y los que propugnan por establecer procesos creativos e innovadores del desarrollo escolar; y, • La comprensión del papel del rumor, el humor, la ironía y el sarcasmo para agredir, maquinar; o aprender a reducir tales manifestaciones para posibilitar el empoderamiento y la sinergia institucional. La micropolítica escolar precisa entonces, dimensiones organizacionales que conllevan a identificar la escuela como “campos de lucha” (Ball, 1994, en: Tapiero y López, 2006; p. 112). Cuando los conflictos al interior de los maestros no son tratados para potenciar la transformación institucional, se producen sesgos en la toma de decisiones por supeditar estas, más a los intereses personales o grupales que a los intereses institucionales. Esta anomalía refleja obstáculos estructurales en la institución en materia de autonomía escolar y formación en democracia. Cuando prevalecen estos obstáculos, más que la falta de inversión o de dotación de las instituciones, es el bajo nivel de las representaciones sociales de los maestros sobre desarrollo institucional integrado lo que genera el principal obstáculo de la gestión escolar inteligente. Para dirimir la contingencia de la micropolítica escolar, relacionada con el statu quo de la gestión escolar desintegrada, en procura de la gestión escolar neosistémica, la metodología del trabajo escolar se relaciona con el trabajo colegiado entre los directivos-docentes y el profesorado para que la comunidad educativa se dinamice en el aprender a aprender sobre su propia transformación. Entonces, las PDII se interrelacionan con la micropolítica escolar por emerger del debate político-cultural de la comunidad educativa y de las relaciones de poder entre los actores e instancias del gobierno y la vida escolar. Esta interrelación se concreta en un PEI como carta de navegación institucional, en una gestión CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Las dimensiones organizacionales operan en la cotidianidad, requieren asumirse en la complementariedad y están constituidas por los intereses de los actores, el mantenimiento del control de la organización y, los conflictos alrededor de la política en la definición de escuela. 171 pedagógico-administrativa productora de unidad y sentido, y en un aprendizaje de su propia transformación. b) El desarrollo de los ejes político-administrativo, pedagógico-didáctico y comunicacional Si bien, en la fase de ejecución se desarrollará de manera conceptual y operativa cada uno de estos tres ejes de gestión escolar, es necesario en este apartado precisar en forma breve su papel en el proceso de concepción y ejecución de las PDII. La metodología de las PDII se expresa y concreta en el contexto escolar, desde la relación dialéctica entre teoría y práctica. Por ello, el criterio de verdad es la práctica que se expresa en procesos de desequilibrio y transformación de la vida institucional. Estos desequilibrios y transformaciones se desarrollan desde los tres ejes que configuran la estructura organizacional de procesos del MDII. Estos ejes son: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA El eje político-administrativo. Este eje está presidido por los docentes-directivos orientados a: la creciente descentralización mediante la eficiencia en la delegación de funciones en el ámbito académico-administrativo; el empoderamiento de las instancias institucionales para el fomento de la gestión escolar inteligente; un liderazgo escolar concretado en la asesoría y evaluación de los desarrollos pedagógicos y curriculares; la asunción de la investigación-acción para viabilizar la integración curricular neosistémica, y, la introducción de la cultura de la coevolución institucional para otorgarle sentido al aprendizaje relacionado con la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, en la perspectiva del manejo de la complejidad y la contingencia de la proyección institucional. 172 El eje político – administrativo es productor de praxis en autonomía escolar; destaca la condición pedagógica del docente directivo; asume la gestión escolar desarticulada precedente como una oportunidad para crear círculos virtuosos sobre aprendizaje institucional generativo en gestión escolar inteligente; se concreta a través de planes anuales de acción para la funcionalidad de la estabilidad dinámica del currículo neosistémico; y depende de estructuras de expectativas (vigilancia epistemológica) determinadas por la singularidad de las relaciones intersistémicas autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas en integración institucional neosistémica. El eje pedagógico-didáctico. Este eje está presidido por el profesorado, desde las dinámicas de la integración estratégica por áreas, como contingencia para el currículo neosistémico, a través de la investigación-acción en el aula; los proyectos pedagógicos como temas transversales que, estimulan el trabajo cooperativo inter y transdisciplinario para construir transversalidad curricular; genera análisis crítico a los planes de estudio, expresado en los planes de área y los planes de aula; produce, por tanto, la autorregulación curricular, en correspondencia con las exigencias de las relaciones intersistémicas autorreferencial, autopoiética e interpenetrada; relaciona la formación en democracia y la autonomía escolar en los ámbitos de las didácticas específicas, y articula el desarrollo del aula con la proyección social de la institución. El eje pedagógico – didáctico le aporta vigilancia epistemológica a las PDII a partir de: las estructuras de expectativas sobre el papel de las didácticas especiales en el manejo de la complejidad en un nivel superior de la integración curricular neosistémica; la contingencia sobre la inclusión de lo externo (entorno) y el destino interno de la institución educativa (sistema social) representado en la relación entre la macropolítica educativa y la micropolítica escolar; la resignificación sobre autonomía escolar desde la praxis pedagógica en la relación: didácticas especiales – estabilidad dinámica del currículo neosistémico; y, el liderazgo pedagógico del profesorado para complementar el liderazgo pedagógico de los docentesdirectivos en el ámbito del eje político-administrativo. El eje comunicacional le aporta vigilancia epistemológica a las PDII sobre la relevancia de la observación de segundo orden al profesorado y a los docentesdirectivos para producir nuevos niveles de comunicación en la tensión que representa la interpenetración de un sistema auto-organizado que desborda la relación input/output por la relación autorreferencial. Este tránsito lo representa la coevolución que va de una gestión curricular atomizada, unidireccional y fragmentada a una gestión curricular integrada y complementada. Es un aprender a aprender para un aprendizaje institucional generativo, aproximado, inacabado, dada la perfectibilidad de la que es objeto, en tanto recurre al manejo de la complejidad en un nivel superior y a la contingencia. El eje comunicacional se representa a través de la socialización de avances de los desarrollos del currículo neosistémico como factor de autorregulación institucional del PEI en el énfasis del MDII. Estos avances aportan al carácter emancipatorio que establece la producción de niveles de comunicación, sin precedentes, en la praxis pedagógica que circula en el campo de tensión entre autonomía escolar y currículo integrado neosistémico. Los tres ejes antes mencionados, que determinan la vigilancia epistemológica de las PDII y orientan su ejecución, precisan la autorregulación institucional del PEI. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El eje comunicacional. Este eje está representado en el proceso de la toma de decisiones cohesionadas por la autorregulación institucional. Articula la comunicación con la transformación político – administrativa, pedagógica y curricular de la escuela; se expresa a través del empoderamiento y la sinergia, contenidos en los proyectos de gestión institucional, en términos neosistémicos; fomenta las competencias lectoras y escritoras de los maestros, para la presentación de los avances, como condición pública del desarrollo escolar y como resultado de sistematización para la teorización de la práctica; y establece, desde el estudio de las representaciones sociales de los maestros sobre desarrollo institucional integrado, una fuente de actualización, aprendizaje en equipo, autoevaluación y coevaluación escolar y, perfeccionamiento y profesionalización docente. 173 En la fase de ejecución se profundizará en cada uno de ellos desde su funcionalidad en la configuración de la gestión escolar inteligente. c) El factor humano como factor de cambio “El factor humano como factor de cambio” (Unesco, 1998) es un axioma que señala el protagonismo insustituible del profesorado en la transformación que demanda la escuela, y que en las PDII se vuelve tangible y estratégico para la construcción de visión de futuro compartida, en proporción directa con la concreción progresiva del MDII. En una institución educativa, el talento humano constituye uno de los mayores activos. El factor humano representa la riqueza acumulada en largos años de formación profesional y un conjunto de saberes y de prácticas pedagógicas y administrativas que deben converger en procesos de transformación institucional, en el marco de un trabajo colegiado, que genera autorregulación y aprendizaje institucional generativo. Peter Senge (2007, p.19) habla sobre la importancia del aprendizaje en equipo y pregunta: “¿Cómo puede un equipo de managers talentosos con un cociente intelectual de 120 tener un cociente intelectual colectivo de 63? ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La riqueza de la escuela representada en su factor humano, solo será posible comprometerla con el cambio, la creatividad sostenida y la transformación, si se aprende a trabajar como equipo. Esto implica que, como equipo, los maestros deben aprender a interrelacionar y complementar sus inteligencias y sus competencias individuales para desarrollar la inteligencia institucional con base en las competencias del equipo para el desarrollo institucional integrado neosistémico. Es lo que Senge llama aprendizaje en equipo, elemento esencial de su famosa “Quinta Disciplina”. 174 Este aprendizaje en equipo debe permitir a directivos y docentes construir un “pensamiento conjunto” que supere (sin ignorarlas) las posturas individuales, los obstáculos frecuentes de los intereses personales (típicos de una escuela heterónoma) y los comprometa, de manera creciente y autónoma, en un permanente y creador diálogo de saberes y de prácticas. Este diálogo se entiende como “…el libre flujo del significado a través del grupo, lo cual permite al grupo descubrir percepciones que no se alcanzan individualmente” (Senge, 2007). Las competencias en equipo viabilizan el aprendizaje institucional generativo en integración curricular neosistémica. Es un aprender a complementar el potencial entre el profesorado y los docentes-directivos para la autorregulación institucional pedagógico-administrativa. Una escuela que construye sus PDII en el marco de generar autorreferencialidad y autopoiésis institucional, asume como tópico generativo, como unidad primaria de aprendizaje, el aprendizaje en equipo; aprendizaje que, con frecuencia en este texto, se ha denominado aprendizaje colegiado, cooperativo, solidario y afiliativo. Es la vía más probable para la coevolución y la construcción progresiva de una visión de futuro institucional compartida. Si los directivos y los docentes no aprenden como equipo, la escuela como organización no podrá aprender y, por tanto, no se podrá re – construir como una organización inteligente; para estas lo determinante en su proceso de transformación ya no es el individuo, sino el equipo de trabajo. Es por ello urgente superar en la escuela la herencia del aprendizaje competitivo e individualista mediante el trabajo conjunto, que se formule y desarrolle en torno a metas y visiones de futuro alcanzables solamente como grupo y como institución, para garantizar su respectiva unidad y producción de sentido al entorno. El proceso de formulación, ejecución y evaluación de las PDII debe orientar en forma constante la energía, las competencias de cada protagonista en la dirección de la visión de futuro institucional compartida; generar capacidad para alinearse desde el diálogo y la discusión pedagógica de problemas complejos, prioritarios y estratégicos para la vida institucional (visión institucional); crear ambientes propicios de trabajo y aprendizaje cooperativo que les permita verse y asumirse como colegas en la coevolución institucional; construirse como factor humano institucional hacia el empoderamiento y la autonomía, para interlocutar en forma propositiva con el desarrollo educativo regional y nacional. Como se observa en la Figura 22, el desarrollo del factor humano como factor de cambio se concreta en las dinámicas de la micropolítica escolar que subyacen al MDII, de tal manera que las PDII produzcan un ambiente de trabajo favorable para aprender en equipo a planear la integración institucional (PII) con énfasis neosistémico y a construir visión de futuro compartida, como ejercicio de temporalización institucional, es decir, de su diferenciación en pasado y futuro. La síntesis de la ejecución de los ejes de gestión del MDII se evidencia en el currículo neosistémico, para complementar los procesos pedagógicos, curriculares, didácticos, evaluativos, administrativos y comunicacionales de la institución. El factor humano como factor de cambio en las PDII cumple un papel proactivo y sinérgico en el MDII, en proporción directa con la coevolución de las concepciones y las prácticas del profesorado en el proceso de construir desarrollo institucional integrado, para la transformación de la racionalidad pedagógica y administrativa precedente. Es decir, el factor humano es decisivo en el complejo tránsito de la escuela heterónoma y dispersa (sistema penetrado) a la escuela como sistema social (sistema penetrador). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Por su importancia decisiva en la construcción de las PDII, en el marco del desarrollo institucional integrado, se presenta un intento de esquematización de las implicaciones del talento humano en estos procesos. En la Figura 22 se identifica el empoderamiento del factor humano como factor de cambio que sustenta la estructura organizacional de procesos en la relación: MDII – PDII. 175 Planes de acción del equipo directivo PDII PII Micropolí tica escolar Planes de mejoramiento Académico- administrativo Currículo neosistémico Integración estratégica por áreas MDII Figura 22. Las implicaciones del factor humano como factor de cambio en las PDII del MDII. Por todo lo anterior, los factores que potencian las PDII (la micropolítica escolar; los ejes político-administrativo, pedagógico-didáctico y comunicacional; y, el factor humano como factor de cambio), garantizan la visión neosistémica del desarrollo institucional integrado. Así, la institución se aprecia a sí misma: • Más integrada, más estratégica, productora de condiciones de creatividad permanente. • Constructora de futuro, con compromisos genuinos que superen el simple acatamiento de normas y de órdenes. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • Con capacidad colectiva de entender la profunda trama de interrelaciones pedagógicas, curriculares, didácticas, evaluativas y administrativas, para aprender en equipo a manejar la complejidad y la contingencia desde la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración institucional. 176 • Con habilidades para diferenciar entre la gestión escolar atomizada, unidireccional y desintegrada, de la gestión escolar inteligente, en el campo de tensión de las reformas educativas. • Con producción de comunicación reflectiva, expresada en el desarrollo de la discusión y el diálogo respetuoso y flexible, para construir visión de futuro institucional compartida. La Planeación Institucional Integrada: sentido, unidad y visión de futuro en la escuela. En el marco de la estructura organizacional del Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII), la planeación institucional integrada (PII) es un componente operativo que contribuye a reorientar el sentido y las acciones de las Políticas de Desarrollo Institucional Integrado (PDII) con el fin de establecer ambientes escolares donde la tradición, las concepciones y las prácticas de los maestros se articulen al ejercicio colectivo planeado, intencional, sistemático, cooperativo y solidario para concretar los consensos sobre la ejecución y la evaluación de toda la actividad institucional. Esta dinámica se relaciona, en últimas, con la creación de sentido y unidad de la institución con base en unas prácticas pedagógicas administrativas cohesionadas por la autorregulación y el aprendizaje institucional generativo. En la integración institucional, la estructura institucional opera con base en una estructura organizacional de procesos cuya lógica proviene de la configuración de políticas de desarrollo institucional y su ejecución se corresponde con una PII) El término “proceso” se asume como “la acción de ir hacia adelante” (Diccionario de la Lengua Española, 1992, p. 1671) A través de la PII se fijan metas, se conciben y ejecutan estrategias y se formulan planes de acción para construir y fortalecer en forma sistemática el desarrollo institucional integrado de la escuela, en el marco de la visión de futuro institucional compartida, construida desde las PDII. En este proceso se pone a prueba la capacidad de aprendizaje en equipo de la institución, toda vez que se deben generar consensos para la toma de decisiones que favorezcan la construcción del MDII por la comunidad educativa. Por ello, la PII construye sentido y unidad institucional al concretar las interrelaciones entre los ejes de gestión político – administrativo, pedagógico – didáctico y comunicacional. Construir este sentido, unidad y prospectiva institucional requiere la precisión de, al menos, dos aspectos que se enuncian a continuación: - Desarrollar un proceso de reflexión y de acción pedagógica sobre los elementos básicos de la PII, su importancia y sus momentos o fases. - Empoderar a la comunidad educativa con criterios, herramientas, y formas organizativas para la planeación institucional. - Desde las PDII y el PEI, aportar elementos a la PII para que el plan se formule a corto, mediano y largo plazo. Establecer prioridades institucionales sin perder el horizonte de la visión de futuro compartida. ¿Cómo empezar? Como punto de partida deben abordarse tres preguntas centrales: - ¿Nuestra meta es una escuela con un MDII? Precisar la visión de futuro institucional compartida. - ¿De dónde partimos? Diagnóstico institucional en el marco de la autodescripción, la autocoacción y la coevolución. - ¿Cómo hacerlo? Formulación del plan de acción. En párrafos anteriores se planteó que la PII construye sentido y unidad institucional al concretar sus interrelaciones con los tres ejes de gestión: el político – CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO ¿Qué se espera? 177 administrativo, el pedagógico – didáctico y el comunicacional, propios del MDII. Por ahora sólo se presenta la forma como se conciben esas interrelaciones; no obstante, en la fase de ejecución, se plantearán acciones y propuestas concretas de planeación de la gestión por cada eje. Veamos entonces: El eje político-administrativo hace referencia a la funcionalidad y pertinencia del gobierno escolar desde una micropolítica escolar alternativa para construir una gestión escolar inteligente, orientada a precisar la integración neosistémica del MDII y a generar autonomía con el liderazgo de los docentes-directivos a través de los planes de acción y la investigación-acción. Por tanto, la PII al pensarse desde la configuración del eje político-administrativo requiere auscultar y proponer metodología para implementar la delegación de funciones, el empoderamiento de las instancias y de los actores del gobierno escolar, el liderazgo pedagógico de los docentes-directivos, la investigación acción práxica y autopoiética para el currículo neosistémico y, la coevolución escolar para la creatividad sostenida de la institución. Esta metodología precisa que: • Los docentes - directivos se involucren en proyectos de investigación – acción práxica y autopoiética; • Las instancias de dirección se empoderen en forma progresiva; • La toma de decisiones institucionales resulte de procesos de autoevaluación y coevolución compartidas; • La micropolítica escolar legitime una escuela democrática, participativa y con proyección social; ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • El PEI asuma su énfasis neosistémico. 178 El eje pedagógico-didáctico que está presidido por el profesorado, precisa la condición neosistémica del currículo a partir de la integración estratégica de áreas, planes de estudio, planes de área, planes de aula, proyectos pedagógicos como temas transversales, entre otros, con apoyo de la investigación-acción para optimizar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje escolar y relacionar el desarrollo de las aulas con la proyección social institucional. Por tanto, a la PII le corresponde constituir metodología para relacionar la investigación – acción práxica y autopoiética en el aula como fuente de currículo neosistémico; el trabajo colegiado como aprendizaje del trabajo grupal de los maestros; la democracia y la autonomía escolar con los desarrollos de las didácticas específicas; la metodología de investigación como fuente dinamizadora de la enseñanza y el aprendizaje. Esta metodología conlleva a que: • El proceso de enseñanza y aprendizaje se proyecte desde los avances de la investigación – acción práxica y autopoiética; • Los desarrollos curriculares se enriquezcan con los avances de la integración estratégica por áreas, los proyectos pedagógicos como temas transversales, los proyectos de investigación - acción, los planes de área, los planes de aula y el plan de estudios, entre otros aspectos, como factores de integración transversal curricular. • La configuración de los grupos de trabajo autorregulado mejoren el ejercicio profesional docente y, por tanto, la calidad del proceso de formación; • El tratamiento de la problemática pedagógica – didáctica adquiera la dimensión pública institucional y con ella gane elaboración e impacto; • La evaluación de los procesos y proyectos al involucrar la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación genere la cultura de lo público para la coevolución institucional; y, • El fortalecimiento de la autonomía escolar estimule el análisis crítico y creativo con respecto a la política educativa oficial. Se entiende por “comunicación reflectiva” (Luhmann, 1998; p. 145), la comunicación autopoiética, es decir, la comunicación que produce nueva comunicación. Este énfasis requiere observación de “segundo orden” y “objetividad con paréntesis” (Maturana, 1998, 20-37). En la observación de segundo orden el observador se auto-observa para proporcionar niveles de abstracción sin precedentes; con la objetividad con paréntesis, los maestros se asumen desde la calidad de la argumentación. Desde esta perspectiva, la PII requiere del desarrollo de las competencias propias de la investigación de segundo orden para la creación de un nuevo orden organizacional que constituye, en términos de Castoriadis (1997), “un imaginario social instituyente”, que supera el “imaginario social instituido”. Mientras que el “imaginario social instituido” constituye la vieja cultura de la organización desarticulada, el “imaginario social instituyente” en el MDII lo representa la cultura de la organización escolar autorreferencial, autopoiética e interpenetrada. Racionalidad esta que se equipara a una mayoría de edad sobre la complejidad de nivel superior del desarrollo institucional integrado. En correspondencia con la configuración del eje comunicacional, le compete a la PII producir metodología organizacional para establecer autorregulación institucional; relacionar la micropolítica escolar con la integración curricular neosistémica; generar la comunicación reflectiva para potenciar la autopoiésis institucional; y, establecer los espacios propicios para el aprendizaje institucional generativo desde la complementariedad entre la integración estratégica por áreas, para la transversalidad curricular de complejidad superior, y los planes de acción del equipo docente-directivo. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El eje comunicacional interrelaciona los proyectos de desarrollo y los proyectos de investigación de la institución educativa derivados de los ejes políticoadministrativo y pedagógico-didáctico, para establecer las consideraciones teóricoprácticas de lo neosistémico en administración, currículo, didáctica y evaluación como resultado de la comunicación reflectiva. 179 La anterior metodología debe aportar a la ejecución de: • El desarrollo de la comunicación reflectiva para consolidar la argumentación como elemento esencial de la autorregulación institucional desde el currículo neosistémico; • El estudio y el manejo de los conflictos escolares para contribuir con el desarrollo de las competencias ciudadanas y la cultura democrática; • El desarrollo de la socialización pública institucional, local, regional y nacional para generar cultura de lo público y nuevos desarrollos en términos de lectura y escritura de los maestros, para dinamizar sus avances en calidad de comunidad académica; y • El desarrollo de procesos metacomunicativos que promuevan la autorreferencialidad, la autopoiésis y la interpenetración como fuentes de aprendizaje institucional generativo y configuración de círculos virtuosos. Para que el MDII opere y, en atención a la coherencia epistemológica de la PII, se requiere precisar cómo se interrelaciona esta con los tres tipos de relaciones intersistémicas: autorreferencial, autopoiética y la relación intersistémica interpenetrativa, de las cuales ya se ha hablado en este texto. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Con la relación intersistémica autorreferencial, la PII requiere establecer procedimientos para aprender en la institución educativa a autodescribirse y a la toma de decisiones autocoactivas que proyecten la coevolución institucional, de manera que se dilucida el pasado (¿de dónde partimos? es lo retrospectivo) y el futuro (¿hacia dónde vamos? es la visión de futuro institucional compartida), esto es, la temporalización institucional para dilucidar el futuro de los procesos organizacionales. 180 Con la relación intersistémica autopoiética, la PII requiere establecer procedimientos para que la institución aprenda a establecer la diferencia entre estructura institucional y estructura de procesos en función de obtener “estabilidad dinámica” en la configuración y consolidación del currículo neosistémico. Con la relación intersistémica interpenetrativa, la PII requiere establecer procedimientos para que la institución educativa aprenda a relacionar de manera dialéctica, complejidades opuestas en gestión escolar en el código: desintegraciónescolar/integración-sistémica/integración-neosistémica (la escuela actual/sistema penetrado/la escuela como sistema social/sistema penetrador) y establezca el desarrollo institucional integrado en relación estrecha con el desarrollo educativo regional. Los criterios de validez de la PII soportan nuevos parámetros para la evolución de la cultura de la evaluación en la institución. Todo el conjunto de procesos, proyectos y actividades que conforman la PII son objeto de evaluación en las formas básicas de autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación: la cultura de la evaluación escolar queda comprometida con la construcción de unidad y sentido institucional. Este proceso de evaluación no es lineal, ni se agota en la valoración de los problemas clásicos de la institución educativa, por el contrario, aborda el estudio de dos complejidades que trascienden la mirada endógena de la escuela y cuya explicación representa uno de los retos contemporáneos de la educación y la pedagogía. Dichas complejidades son: a) La escuela del siglo XXI se instala en el campo de tensión generado por la globalización, la socioeconomía del conocimiento y las limitaciones y contradicciones de la política educativa oficial. En este contexto ¿cómo responder a las exigencias de la formación humana contemporánea compleja, competitiva y para una sociedad donde la ciencia y la técnica crecen de manera exponencial, desde una institución educativa pre-moderna en muchos aspectos y en un país que todavía no asume la educación de sus ciudadanos como una inversión estratégica y rentable en el ámbito social? b) Los requerimientos de un tipo de gestión escolar instalada en el campo de tensión entre la formación integral, el desarrollo institucional integrado y el desarrollo humano sostenible. En esta racionalidad ¿cómo enfrentar el problema de una formación humana soportada en la tradición de una visión antropocéntrica, hacia una visión biocéntrica, en el marco de la ecoalfabetización y el postulado de la sostenibilidad que plantea la necesidad de “conservar transformando y transformar conservando”? Por todo lo anterior, la PII es fuente de superación de la historia heterorregulada de la escuela, que le precede a la construcción del MDII. Del manejo de la complejidad y la contingencia que prevé el desarrollo categorial de autonomía escolar, formación en democracia y desarrollo institucional integrado, se prevé la importancia del modelo de gestión escolar integrada neosistémica para avanzar en la construcción de la institución escolar inteligente que el presente siglo reclama en esta época de educaciones y globalizaciones. Hasta aquí, en esta segunda parte del libro, se han expuesto las implicaciones de la Teoría de los Sistemas Sociales (TSS) de Niklas Luhmann, en el Desarrollo Institucional Integrado: el carácter orientador de las tres relaciones intersistémicas autorreferencial, autopiética e interpenetrada, como relaciones esenciales del MDII; las Políticas de Desarrollo Institucional Integrado (PDII), en tanto concepción de la política institucional alternativa, para pensar la visión institucional de futuro compartida; y, la Planeación Institucional Integrada (PII), como escenario y espacio para el trazado compartido del futuro institucional. Por eso estas categorías se han agrupado en la fase de concepción. La fase de ejecución, que se expone a continuación, se ha concebido como la etapa para desarrollar en la vida de la escuela los componentes de la estructura CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Como puede entenderse, las dos complejidades manifiestas establecen un campo de tensión de la escuela contemporánea y, de la calidad de respuestas que construya para ellas en interrelación con la sociedad y el Estado, dependerá en gran parte sus posibilidades de mantenimiento y consolidación. 181 ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA organizacional, como el polo a tierra que valida en la práctica didáctica y curricular lo asumido en la fase de concepción. Ello implica que, articulado a su desarrollo conceptual y metodológico, se plantearán formas operativas de aplicación en una escuela que coevoluciona hacia el MDII desde el proceso de construcción del currículo neosistémico. 182 SEGUNDO CAPÍTULO Fase de ejecución del Modelo de Desarrollo Institucional Integrado P ara construir el Modelo de Desarrollo Institucional Integrado (MDII) en una escuela que coevoluciona hacia una gestión escolar inteligente, se requiere considerar unos factores y unos procesos que posibiliten ese proceso de construcción cooperativo y afiliativo. Para ello se plantearán unos referentes de gestión, en tanto presupuestos organizacionales del conjunto de la institución educativa, a partir de desarrollos teóricos orientados a producir las condiciones sustantivas para la creación de una nueva organización de procesos académico administrativos de la institución escolar. En primer lugar se desarrollarán, en su orden, los tres ejes de gestión: el eje político – administrativo, el eje pedagógico – didáctico y el eje comunicacional. Estos tres ejes de gestión institucional, concebidos y desarrollados de manera interrelacionada, configuran la estructura organizacional de procesos del MDII. Su función se focaliza en contribuir a redimensionar, de manera integrada, los elementos, las operaciones y los procesos concebidos en las PDII, ejecutados en el desarrollo de la PII y cohesionados en el aula y en la institución desde los proyectos de investigación – acción. EL eje político-administrativo es un eje de gestión que hace parte estructural de los procesos organizacionales del MDII. Está presidido por los docentes-directivos que ganan liderazgo, respaldo del profesorado y se han comprometido con: la cohesión de una micropolítica escolar alternativa; una creciente descentralización mediante la eficiencia en la delegación de funciones en el ámbito académicoadministrativo; el empoderamiento del gobierno escolar y de las instancias institucionales para la construcción del currículo neosistémico; un liderazgo escolar que se concreta en la asesoría y evaluación de los desarrollos pedagógicos y curriculares; la asunción de la investigación – acción práxica y autopoiética para viabilizar la integración curricular neosistémica; y, la introducción de la cultura de la coevolución institucional para otorgarle sentido al aprendizaje relacionado con la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, en la perspectiva de la comprensión y el manejo de la complejidad y la contingencia de la proyección institucional. Lo expresado en el párrafo anterior, contribuye a generar condiciones para que: • Los directivos se involucren, como equipo de trabajo, en proyectos de investigación – acción como vía expedita de legitimidad y liderazgo pedagógico como equipo de dirección y asesoría; CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El eje político – administrativo: empoderamiento del equipo docente-directivo 183 • Las instancias de dirección del gobierno escolar se empoderen como un liderazgo colectivo institucional y se legitimen en forma progresiva; • La toma de decisiones institucionales sea el resultado de los procesos de evaluación y autoevaluación individual y colectiva; • La micropolítica escolar acredite una escuela democrática, participativa, capaz de crear y tramitar en forma cultural sus conflictos, con proyección social y practicante de una cultura de lo público; • El PEI se centre, en forma progresiva en la construcción del MDII, en tanto visión de futuro institucional compartida; y, • Se interrelacione lo político-administrativo con lo pedagógico-didáctico como condición de complementariedad institucional. En el desarrollo del eje de gestión político – administrativo el reto de una micropolítica escolar alternativa se centra en la consolidación de la autorregulación institucional para transformar la estructura de procesos en la institución, lo cual implica: creatividad e innovación en materia de gestión; estrategia comunicativa horizontal e incluyente; replanteamientos curriculares profundos derivados de los procesos de investigación – acción, e interrelación permanente entre autonomía institucional y autonomía educativa regional. Ello no es posible sin la voluntad política de los órganos de dirección en el gobierno escolar para interpenetrar, desde el desarrollo institucional, el desarrollo educativo regional. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La gestión escolar inteligente se distingue, entre otros aspectos, porque el equipo directivo que orienta la vida política – administrativa de la institución tiene unos propósitos explícitos, conocidos y compartidos en la institución. 184 Se asume por propósito, para este caso, una intención determinada, consciente y deliberada para consolidar el trabajo en equipo del personal directivo de la institución, determinada por una estructura de expectativas sobre el currículo neosistémico como fuente de validez del MDII. No son elaborados e impuestos desde una “administración de jefes”, sino en el marco de una administración por liderazgos como lo plantea Glasser (citado por Puentes, 2005; p. 23). Estos propósitos deben contribuir para que se establezca: • El direccionamiento estratégico que otorgue sentido y unidad a los planes y los proyectos institucionales; • El seguimiento y la evaluación sistemática a partir de la información organizada para orientar la toma de decisiones institucionales; • La comunicación reflectiva que permita orientar las acciones y los diversos procesos en la institución para que la socialización se constituya en fuente de sistematización y, por tanto, de construcción de conocimiento; • El clima institucional necesario que requiere la convivencia armónica y creadora entre los estamentos e instancias institucionales; y, • La autonomía escolar como expresión de participación de la comunidad educativa en la orientación y el desarrollo del proyecto educativo y la respectiva proyección social institucional. Estos propósitos se construyen en el contexto de procesos político - administrativos de calidad creciente que impliquen, para el equipo directivo, resignificación y replanteamientos continuos de su rol institucional. Se asume por rol el conjunto de acciones para producir diligencia, presteza, agilidad y pertinencia del trabajo en equipo de los docentes-directivos en la construcción del MDII. Las acciones a concretar son las siguientes: • El proceso de socialización de la orientación estratégica de la gestión escolar; • El establecimiento de procesos explícitos y públicos para la asesoría y la evaluación en los desarrollos de los proyectos institucionales, lo que implica valorar los avances presentados por los diversos equipos de trabajo del profesorado; • La utilización de los resultados del proceso anterior para tomar decisiones que orienten los respectivos proyectos y deriven insumos para el plan de mejoramiento institucional; • La socialización de los resultados constituidos como avances de los procesos para mejorar la capacidad autorregulativa de los mismos; y, Una gestión por liderazgos, característica de la escuela como organización inteligente, implica que los docentes - directivos han de ser consecuentes con un principio esencial de las organizaciones inteligentes: lo importante es el equipo, no el individuo. Dado que es desde esta premisa que se consolidará el equipo de trabajo con el que se aspira a construir y desarrollar la visión de futuro institucional compartida, es necesario reconocer que, en consecuencia lógica, el factor humano institucional exigirá mayor información y poder. Por ello, es conveniente antes de constituir equipos de trabajo, desarrollar un proceso institucional de realimentación y autoformación sobre lo que es y lo que implica construir un equipo de gestión institucional para el cambio y la transformación requerida por el MDII. Podría iniciarse con un taller pedagógico con miembros de la comunidad educativa que aborde el problema de ¿Qué es y qué implica conformar un equipo de gestión institucional? El proceso de elaborar una aproximación al concepto de equipo y a su metodología de trabajo tendría que abordar al menos dos problemas previos: ¿Qué concepciones están presentes en forma dominante? ¿Estas concepciones permiten evidenciar que existe cierta tradición en la conformación y consolidación de equipos de gestión escolar? CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • La toma de decisiones administrativas para potenciar los desarrollos de la gestión directiva, académica, administrativa y comunitaria de manera interrelacionada y complementaria con el propósito concretar la gestión escolar inteligente de la institución, productora de unidad y sentido del sistema. 185 La existencia de concepciones y de experiencias sobre su validez, es un valor agregado que no se debe descartar, además, generan reconocimiento, voluntad de aprendizaje cooperativo y pertinencia. Sin desconocer el respeto y estímulo a la autonomía institucional para darse sus propias rutas teóricas y metodológicas, se sugieren algunas ideas que podrían orientar la forma de abordar los problemas planteados. Por equipo de gestión institucional se asume un conjunto de miembros de la comunidad educativa que de manera consciente y deliberada, trabajan en forma autorregulada para alcanzar la visión de futuro institucional compartida que han construido. Por tanto, un equipo de estas características no es solamente un grupo, pues hay grupos que no alcanzan el estatus de equipo de trabajo. Esta aproximación conceptual implica la convergencia de todas las competencias y habilidades individuales hacia metas colectivas, hacia el aprendizaje institucional generativo para superar el aprendizaje institucional adaptativo, propio de la institución escolar precedente. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Si bien, un equipo requiere de un líder que lo oriente y dirija, la tarea compleja y prolongada de transformar la escuela ha demostrado históricamente, que ello es importante y necesario, pero no basta, no es suficiente. Hoy existe consenso que para construir una visión de futuro compartida y trabajar en forma planeada y sistemática para lograrla, son indispensables los liderazgos colectivos para aprender en equipo, en términos de institución (aprender el aprender “neosistémico” institucional). En el MDII el desarrollo de estas competencias contemporáneas, además de esencial, es ineludible; sin ello es poco probable la autorregulación institucional y, por tanto, de desarrollo institucional integrado neosistémico. 186 Conformar un equipo de gestión institucional implica entonces, construir ese organismo vivo que aprende, que moviliza, con sentido colectivo e institucional, todos los recursos a partir del factor humano como factor de cambio de manera orientada, convergente, incluyente y proactiva. En el MDII, gestionar es alcanzar niveles superiores de desarrollo institucional en la medida que se ganan mayores niveles de autorreferencialidad, de autopoiésis y de interpenetración. Por ello, es tan importante y definitiva en este proceso la comunicación reflectiva, la planeación, la ejecución y la evaluación continua de los procesos y los productos. Componentes del eje político – administrativo El eje político-administrativo es un eje de gestión cuya responsabilidad directa le corresponde al personal directivo de la institución, es decir, se centra en una gestión directiva focalizada en los procesos de planeación, orientación, sistemas de comunicación y creación del clima organizacional para el desarrollo de los otros procesos de gestión institucional: administrativo- financiero, académica y comunitaria (MEN, sf, p. 9). El reto del eje político – administrativo es liderar los procesos organizacionales, el clima institucional, los recursos y las orientaciones estratégicas para los otros ejes y áreas de gestión, en el marco de la visión de futuro institucional compartida (ver Figura 23). La organización y construcción de esos procesos organizacionales se conciben y ejecutan desde los siguientes componentes: el gobierno escolar y, la organización de los actores institucionales. Aspectos estos que a continuación se precisan. GOBIERNO ESCOLAR RECTOR CONSEJO DIRECTIVO CONSEJO ACADÉMICO EQUIPOS DE GESTIÓN POLÍTICA-ADMINSITRATIVA (Gestión Directiva) PROFESORES PADRES DE FAMILIA Organización de otros estamentos ESTUDIANTES EGRESADOS Otros niveles de gestión escolar GESTIÓN ACADÉMICA GESTIÓN COMUNITARIA Figura 23 Interrelaciones para una gestión alternativa del gobierno escolar A continuación se presenta un desarrollo de algunos aspectos de estos componentes expuestos en el gráfico: a) El gobierno escolar La ley 115/94, conocida como la Ley General de Educación, plantea en su artículo 142: “Conformación del gobierno escolar. Cada establecimiento educativo del Estado tendrá un gobierno escolar conformado por el rector, el consejo directivo y el consejo académico” (MEN, 1995; p. 53) Esta ley establece además, la composición y las funciones del consejo directivo y del consejo académico. Luego, el decreto 1860/94, reglamente la obligatoriedad del gobierno escolar, la integración del consejo directivo y sus funciones, la elección del personero estudiantil, el consejo de estudiantes, la asociación de CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO GESTIÓN ADMINISTRATIVA FINANCIERA 187 padres de familia y el consejo de padres, entre otros aspectos relacionados con el gobierno escolar y la consolidación en la escuela del modelo de democracia participativa. Para leer esta normatividad en el marco de una escuela que construye autorregulación institucional, es necesario plantear algunos problemas para ser abordados en la institución: Luego de casi 15 años, ¿Cuál es el balance que tiene la escuela? ¿Se ha consolidado el modelo de democracia escolar participativa? o ¿Se mantuvo y se reproduce el de democracia representativa? ¿Cómo hacer del gobierno escolar el “motor” que impulse y jalone la micropolítica escolar alternativa? ¿Cómo atender la autonomía escolar en el marco de las dependencias regulativas provenientes del MEN? ¿Cómo entender un liderazgo directivo en administración escolar desprovisto de liderazgo pedagógico para el desarrollo institucional integrado? ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Los problemas anteriores indican que se hace inaplazable asumir sin rodeos en la escuela que el rol del gobierno escolar es político, de orientación y conducción para todos los ámbitos de la gestión institucional, en especial, para la gestión directiva, pues es desde ellas que se trazan los lineamientos generales para el desarrollo integrado de la institución: la visión de futuro institucional compartida (visión y misión del PEI), las políticas institucionales (PDII), la prospectiva institucional (PII) y la carta de navegación de la escuela (PEI). Además, se diseñan y proponen las formas de comunicación, evaluación y asesoría a los avances del desarrollo institucional; se generan las condiciones para estimular la creación colectiva de un clima institucional que favorezca la autorreferencia, la autopoiésis y la interpenetración, requeridas por el MDII. 188 Esta es la dimensión política – administrativa que legitima al gobierno escolar como un organismo de poder en la escuela. Legitimidad que tendrá mayor reconocimiento institucional y social si ese poder emerge del saber, de los liderazgos colectivos y del aprendizaje institucional generativo para construir conocimiento sobre otras formas de integración curricular con apoyo de las didácticas específicas y, por tanto, desde un plan de estudios como fuente productora de autonomía escolar. En caso contrario, el gobierno escolar estaría reproduciendo en forma acrítica la heteronomía, el centralismo y el aprendizaje institucional adaptativo, típico de la institución escolar precedente que se pretende transformar. Se hace necesario precisar que el carácter rector de la gestión directiva, no implica restringir la autonomía y el campo de acción de los otros niveles y áreas de gestión escolar, las cuales deben empoderarse desde sus especificidades y sus actores. Aquí el proceso de empoderamiento es de reciproca influencia: la dimensión política – administrativa que legitima al gobierno escolar, genera apoyo y reconocimiento para la gestión directiva por parte de los otros niveles y actores de gestión institucional y, el empoderamiento de éstos, consolida al gobierno y la micropolítica escolar. Esta es la naturaleza dialéctica del eje político – administrativo en el MDII. Su reconocimiento y práctica son esenciales para la consolidación y reconocimiento de una gestión directiva que jalone el desarrollo institucional integrado desde todos los niveles de gestión escolar (“liderazgo pedagógico neosistémico”). Esta interrelación es la que se muestra en la Figura 23. Para iniciar este proceso de empoderamiento del gobierno escolar y este aprendizaje institucional generativo con posibilidades de éxito en la escuela, es indispensable entonces, abordar un problema central en toda gestión escolar: ¿Cómo empoderar al gobierno escolar para la transformación institucional a partir del aprendizaje en equipo y la autoridad compartida? Como es natural, no hay una única respuesta, ni tampoco formulas o recetas infalibles para este problema. A cambio, si existen avances teóricos y metodológicos de la administración y el aprendizaje cooperativo que pueden aportar valiosas sugerencias, de manera que la escuela, con sus liderazgos y sus procesos de autorregulación institucional, puede construir en forma progresiva una nueva cultura de gestión escolar neosistémica y, desde ella, alternativas de solución al problema. Una de estas sugerencias viene de la Administración de Empresas como derivaciones de la teoría de la Quinta Disciplina que trabaja el problema de la administración de organizaciones abiertas al aprendizaje (Senge y otros, 2006, p. 69-81) desde la teoría que Senge llama Campos de liderazgo. El concepto de campo es tomado por ellos de los desarrollos de la nueva ciencia, especialmente de F. Capra (Belongings to the Universe (1991) y el Liderazgo y la Nueva Ciencia de Margaret Weatley (citado por Senge y otros, p.69) Para estos autores, “un campo es una estructura invisible pero muy real que influye sobre la conducta. Sabemos que estos campos existen – al igual que los campos gravitatorio, electromagnético y cuántico – no porque los experimentemos directamente, sino porque vemos sus efectos”. El desarrollo de un campo que aliente el aprendizaje en equipo es la tarea primordial del liderazgo del Gobierno Escolar, y quizá sea la mejor forma en que este liderazgo pedagógico pueda influir con pertinencia sobre todos los demás actores institucionales. Para construir un campo, no se busca primero la adhesión de la gente, el líder se encarga de los detalles que le conciernen, y en forma oportuna, logra la adhesión de los demás, continúan afirmando los autores. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Muchas de las razones por las cuales la escuela ha sido tan resistente al cambio pueden encontrarse aquí, en la ausencia de voluntad política, pedagógica y ciudadana para abordar sin distractores el problema del poder, la autoridad y el aprendizaje en equipo; por subyacer a ella lo que se identifica como “modelo de gestión escolar feudal” (Ball, 1994). Se trata, entonces, de intentar vías alternativas y posibles para la construcción de escenarios futuros que aporten soluciones a este problema estratégico en la gestión escolar inteligente neosistémica. 189 En nuestro caso, ese líder es el gobierno escolar y le corresponde a ese liderazgo colectivo estimular la creación de ese “campo de aprendizaje institucional generativo” desde el primer día; como afirma Senge, …si el primer día hemos ejercido un buen liderazgo, el segundo día el campo ya no nos necesita, otros participantes se agregan a los diálogos y relaciones y generan resultados que nosotros jamás hubiéramos imaginado. Con ese campo ya no es preciso controlar la escena. Podemos consagrar nuestra atención al planteo de nuevos desafíos. (Ibid, p. 70). En la teoría de los campos de liderazgo, es esencial precisar el papel de los directivos dada su responsabilidad especial en la institución y la influencia que cualquiera de sus acciones tenga en el campo de la organización escolar neosistémica. En orden de prioridades, este rol se centraría en: • Construir una relación indisoluble entre el cumplimiento de sus funciones y la labor de promover el aprendizaje institucional generativo del MDII. No basta con dar ejemplo, es necesario demostrar siempre que se cree en la institución y en sus integrantes para la producción de conocimiento pedagógico y curricular; ello jalonaría a los demás actores. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • Iniciar con proyectos, aunque pocos pero claves sobre integración curricular neosistémica, a fin de concentrar el esfuerzo en lo estratégico y saber comunicar de manera clara estas prioridades que, en lo posible, deben interesar a todos para potenciar la producción reflexiva sobre la IESS. Son las disciplinas del aprendizaje (Dominio personal, modelos mentales, visión compartida, aprendizaje en equipo y pensamiento sistémico) las que alimentan los liderazgos colectivos. 190 • Demostrar voluntad para respaldar las ideas rectoras, los consensos más importantes; ello implica también reconocer y resaltar las divergencias orientando su necesidad de convergencia con la visión de futuro compartida. Reconocer las ideas rectoras, es viabilizar la configuración de autorregulación institucional. • Trabajar al servicio de esta visión con todos los actores en lugar de controlarlos en forma autoritaria. Generar responsabilidad sin control ni acatamiento acrítico, es un aprendizaje importante para producir autonomía y democracia escolar en la funcionalidad del empoderamiento del desarrollo institucional integrado • Reinventar los modelos de relaciones humanas en la institución. “Esto requiere profundas reflexiones sobre creencias fundamentales acerca del yo, el trabajo y el poder” (ibid, p. 74) para liberar las potencialidades del desarrollo humano como factor de cambio, en el contexto de estimular el surgimiento de zonas de desarrollo próximo en currículo neosistémico (intríngulis del desarrollo de la zona próxima sobre currículo neosistémico). • Ejercer una autoridad compartida, característica de las relaciones en las organizaciones inteligentes. Es decir, asumir responsabilidad mutua por los mismos efectos; “…sin autoridad compartida no puede haber creatividad ni autoría compartida. Si tu y yo trabajamos juntos nos vemos como coautores” (Ibid, p. 77). La actividad compartida en la coautoría, resulta determinante en la configuración de la micropolítica escolar que le subyace a la configuración de PDII. • Construir clima para tomar y respaldar decisiones difíciles en momentos difíciles, es parte estructural del manejo de la contingencia que le subyace a la complejidad del currículo neosistémico. En estos casos es indispensable que en el proceso participen las personas que resultarán afectadas o serán responsables, como parte de los requerimientos para producir, entre otros aspectos, la autopoiésis institucional (creatividad institucional sostenida). • Compartir la información importante para su respectiva comprensión y evitar la desinformación. Ello genera confianza y mejora la calidad de las decisiones. La autoridad no proviene de ocultar la información. La calidad de las decisiones, además de representar un ejercicio genuino de democracia escolar, es un factor de desarrollo de la comunicación reflectiva, en la generación y coevolución del currículo neosistémico. • Estimular y reconocer la divergencia creadora, la crítica y la apertura franca; evita los unanimismos. La libertad para plantear y replantear está en la base de todo aprendizaje institucional generativo y de toda gestión inteligente, sin ella no es probable que opere la observación de segundo orden y, por tanto la comunicación reflectiva que requiere la naturaleza de los desarrollos del MDII. b) La organización de los actores institucionales El concepto de sociedad civil se inscribe en el contexto de sociedad organizada. La escuela es una microsociedad, un mundo sui generis y complejo donde es válido preguntar si el grado de desarrollo alcanzado la caracteriza como una sociedad organizada desde el modelo constitucional de democracia participativa y, en últimas, como un sistema social. La pregunta no solo es compleja, sino que tendría tantas respuestas como instituciones hay, lo que, además de representar la diversidad del mundo escolar, también evidencia ausencia de voluntad política (del gobierno escolar) para estimular la organización y el empoderamiento de los actores de la comunidad educativa, incluso, desde el marco de la legislación existente, la cual se ha quedado más como posibilidad que como realidad. Este componente del eje político – administrativo, aborda el problema de cómo superar la tendencia endógena que ha caracterizado la escuela como organización CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • Compartir la gloria. La colaboración, la autoridad compartida y la corresponsabilidad no existirán en la institución si una persona o instancia – y menos si es directivo – se adjudican los éxitos. No es coherente con el aprendizaje en equipo y dificulta, por tanto, el desarrollo de la estabilidad dinámica de la estructura curricular que le subyace a la generación de zonas de desarrollo próximo en currículo neosistémico. 191 social y cómo avanzar hacia su caracterización como sociedad organizada. Para ello, cada estamento desde su especificidad (padres de familia, profesores, estudiantes, egresados) y de manera interrelacionada (ver parte central, Figura 23), debe participar de manera activa en la vida política, administrativa, académica y de proyección social de la escuela, a través de los diferentes niveles y áreas de gestión institucional (ver parte inferior, Figura 23). La articulación de los estamentos en el proceso de gestión y en torno a la construcción de visión de futuro compartida, es la fuente de autorregulación institucional y de aprendizaje en equipo que permiten acceder a las prerrogativas de una institución educativa autopoiética, esto es, una institución instalada en la autonomía escolar para producir creatividad sostenida en integración curricular neosistémica que demanda el desarrollo institucional integrado. Las siguientes consideraciones organizativas podrían contribuir a la construcción de sociedad escolar cohesionada y en proceso de creciente autonomía y desarrollo educativo local y regional. Estas consideraciones se hacen sobre la base de reconocer que es la comunidad educativa, orientada por su gobierno escolar, la que implementará formas organizativas más convenientes para su modelo de desarrollo institucional integrado. - Los profesores ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Representan la masa crítica de la institución y el referente epistemológico para los estudiantes en su proceso de formación humana en la escuela. Por esta razón, sus formas organizativas deben considerar los siguientes aspectos: 192 - Por áreas de conocimiento según el currículo escolar: de mucha utilidad en la construcción del currículo neosistémico, en especial, en el proceso de integración de áreas con base en la transversalidad curricular neosistémica, de elaboración de los planes de área y los planes de aula, en atención a producir la estabilidad dinámica de la estructura organizacional de procesos en la organización y ejecución del plan de estudios, como dilucidación de la comprensión de las partes del currículo escolar en el todo de la IESS. El plan de estudios conecta a la institución con el mundo y le demanda a la gestión académico-administrativa, la dialéctica entre la dependencia que determina la regulación normativa del Estado y la sociedad (escolarización), por una parte y, la producción de autonomía escolar desde la praxis pedagógica, por otra, que en el presente caso se apalanca desde el currículo neosistémico. Así, la integración curricular no es un fin en sí mismo, es un medio para potenciar desde el plan de estudios, la producción de conocimiento por la institución educativa, desde el manejo de la complejidad superior en integración curricular, con el liderazgo pedagógico de los maestros. La presencia de coordinadores de áreas contribuye a hacer más operativo el trabajo de los profesores de cada área y representan un semillero para los nuevos liderazgos colectivos; se convierten en grupo de consulta autorizado para el desarrollo de la gestión académica y para los representantes de los docentes al gobierno escolar (liderazgo pedagógico de la función directiva). Por proyectos pedagógicos: la formulación y desarrollo de proyectos pedagógicos (artículo 36, decreto 1860 de 1994 y artículo 14 de la ley 115/94) representa una buena oportunidad para la convergencia de intereses y desarrollo de competencias de los maestros, además de representar una adecuada estrategia para construir transversalidad curricular y trabajo inter y transdisciplinario en la escuela. Por otros aspectos: se destacan en esta dirección la organización y funcionamiento de cooperativas o fondos de empleados (incluso con participación de padres y egresados), comités de salud ocupacional, grupos ambientales, recreativos, culturales, etc. los cuales contribuyen a dotar de formas organizativas que tienden a ser estables en la comunidad educativa y por ello representan intereses que deben ser reconocidos en la vida institucional y, como parte de la estructura organizacional. - Los estudiantes Una escuela que construye autorregulación institucional, asume a los estudiantes como los “nuevos ciudadanos” que deben contribuir a formar para hacer posible una nueva sociedad más incluyente y equitativa. Por ello, estimular su organización como estamento que construye autonomía y autorregulación, en el marco de la visión de futuro compartida, tiene un saldo pedagógico y ético esencial para el desarrollo institucional integrado neosistémico. Entre otras, la escuela puede desarrollar las siguientes formas organizativas de los estudiantes: • Consejo de estudiantes (artículo 29, decreto 1860/94): contribuye al ejercicio organizado de la participación estudiantil en torno a sus intereses, deberes y derechos. Debe jugar un papel destacado en el proceso de elección y cumplimiento de sus funciones de los representantes estudiantiles al gobierno escolar. • Personero estudiantil (artículo 28, decreto 1860/94): representa el liderazgo de los estudiantes en la promoción del ejercicio democrático de sus derechos y deberes y de representación pública ante las instancias institucionales. • Otras formas organizativas: son importantes en el cumplimiento de la visión compartida, los clubes de ciencia y tecnología; los grupos scouts; los clubes deportivos; la cooperativa o tienda escolar; los grupos culturales (teatro, danza, poesía, etc.); y, los grupos ambientales, entre otros. El gobierno escolar CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Representan otro de los actores esenciales de la vida y razón de existencia de la institución escolar. Hoy, las normas le reconocen derechos a la participación activa en el gobierno escolar y en los otros niveles de gestión. Su concreción representa praxis sobre competencias en formación en democracia y, por tanto, en la formación en ciudadanía. 193 debe apoyar su creación y permanencia como una expresión de su proyecto institucional en la construcción de sociedad escolar organizada y como ejercicio de autonomía escolar. - Los padres de familia En la historia de la escuela, los padres de familia han sido el estamento de la comunidad educativa menos articulado en forma orgánica a la sociedad escolar. Ello ha generado que sea también el más marginal en el proceso de toma de decisiones y de evaluación del cumplimiento del encargo social de la escuela. Las consecuencias para el desarrollo institucional están a la vista: • Incipiente sentido de identidad y pertenencia para con la institución escolar, su proyecto educativo y su visión de futuro. • Débil acreditación social de la escuela y sus actores en el entorno socio – cultural local. • Las formas de participación en el gobierno escolar y en la gestión institucional son coyunturales, responden de manera genérica a los requerimientos de la cotidianidad. • Sus formas organizativas son aún débiles y de muy poco nivel de impacto en la gestión y el aprendizaje institucional generativo. • La escuela no promueve procesos de formación y autoformación de los padres de familia, ni estos los proponen. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Sin un empoderamiento de los padres de familia como estamento organizado para la participación propositiva, la gestión y el proceso de autorregulación institucional será más difícil de lograr. Conviene por eso recordar, a manera de sugerencia, las formas organizativas previstas en la actual legislación, con el fin que el gobierno escolar las dinamice y fortalezca con ello la gestión institucional y la autoridad compartida. Son ellas: 194 • Asociación de padres de familia (artículo 30, decreto 1860/94): es la forma organizativa primaria de los padres de familia desde la cual deben articularse de manera orgánica al desarrollo del proyecto educativo institucional y a la ejecución y evaluación de toda la gestión institucional. • Consejo de padres de familia (artículo 31, decreto 1860/94): como instancia representativa de la asociación de padres de familia, el consejo es una forma de representación amplia de los padres que bien podría contribuir en la consulta, ejecución y evaluación de la gestión del gobierno escolar, al mismo tiempo que a un mayor desarrollo de la democracia participativa en la escuela. • Federación de asociaciones (artículo 32, decreto 1860/94): su constitución es una muestra calificada de la voluntad de convergencia de varias instituciones escolares para empoderar a los padres de familia y estudiantes, para avanzar en su constitución como sociedad organizada y para ganar poder de interlocución ante la sociedad y el Estado desde lo local. La ausencia de empoderamiento de los padres de familia es probable que represente la vigencia inamovible de la democracia representativa al interior del gobierno escolar. Lo que equivale a visualizar problemas estructurales del “manual de convivencia” y, crisis en autonomía escolar y liderazgo pedagógico en la escuela. - Los egresados Este estamento de la institución escolar ha tenido siempre una posición marginal y decorativa en la vida institucional. Es más, su peso en la ley general de educación solo se evidencia en el artículo 21 del decreto 1860/94 (reglamentario de esta ley), en los integrantes del consejo directivo, nada más. Ello es consecuencia lógica de la concepción hiperformalizada de gobierno escolar y de sociedad escolar organizada que subyace a un modelo de escuela desarticulada y de democracia escolar. Los egresados representan una fuente primaria para: validar la proyección social y cultural de la institución educativa; actualizar de manera continua la configuración, ejecución y evaluación del plan de estudios; y, consolidar la resignificación sobre comunidad educativa en la autonomía y democracia escolar para ganar en coherencia y pertinencia sobre desarrollo institucional integrado neosistémico. La nueva forma de articulación institucional, dotada de voluntad política para articular el liderazgo de los egresados en los procesos de modernización institucional, requiere estimular: • La articulación organizativa del egresado como una instancia de la sociedad escolar para su participación activa en la concepción, ejecución y evaluación de la gestión institucional y la visión de futuro compartida. • La asesoría y seguimiento continuo por parte de la institución a sus egresados, mediante procesos de formación continuada y su participación en el gobierno escolar. • La planeación consciente del relevo generacional de la masa crítica de la institución y de sus liderazgos colectivos. • La relevancia del egresado en la generalidad coevolutiva de la IESS. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Una escuela que postula una visión de futuro compartida sobre la base de la autorregulación, el aprendizaje institucional generativo y la autoridad compartida, debe replantear el rol de sus egresados y, por consiguiente, su nivel de incidencia en la gestión institucional. El egresado representa una versión calificada del talento humano formado en la institución, es un resultado específico que se muestra a la sociedad y al Estado sobre el desarrollo del proyecto educativo institucional y de la visión de futuro compartida. No es posible entonces, que la institución continúe profundizando esta marginalidad y desconocimiento del egresado; al menos, no lo es dentro de los parámetros de una concepción alternativa de gobierno y gestión escolar como la que se propone desde el MDII. 195 Para contribuir al logro de los anteriores propósitos, la escuela debe iniciar un proceso organizado que le permita: • Conformar un buen directorio de egresados para optimizar la organización de la asociación de egresados. • Realizar ofertas académicas y culturales pertinentes para la formación continuada de sus egresados. • Estimular y reconocer su participación en el gobierno escolar y en todos los aspectos de la vida institucional para avanzar de manera coherente con la gestión escolar integrada neosistémica. En general podríamos decir que el espíritu de construir sociedad escolar organizada con todos sus estamentos, es lo que se ha querido plasmar en las interrelaciones mostradas en la Figura 23 y explicitadas en los tópicos precedentes. El eje pedagógico – didáctico: empoderamiento del equipo docente. El eje pedagógico-didáctico es un eje de gestión que corresponde al componente estructural de los procesos organizacionales del MDII. Aborda la complejidad pedagógica, didáctica y curricular de la gestión institucional, en particular, en el campo de la gestión académica. El eje pedagógico – didáctico se instala en tres referentes específicos, como se muestra en la Figura 24: • El liderazgo curricular y didáctico de los equipos de trabajo cooperativo de los docentes, como sujetos de saber. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • El referente científico, teórico y práctico de la pedagogía, el currículo y la didáctica. 196 • El referente del saber pedagógico, el saber curricular y el saber didáctico que instala y legitima al maestro como pedagogo, como especialista en currículo escolar y como didacta, pilares de su identidad y dignidad profesional. EJE PEDAGÓGICO - DIDÁCTICO PEDAGOGÍA CURRÍCULO DIDÁCTICA SABER PEDAGÓGICO SABER CURRICULAR SABER DIDÁCTICO LIDERAZGOS PEDAGÓGICOS COLECTIVOS EMPODERAMIENTO DEL PROFESORADO Y DE LOS DOCENTES-DIRECTIVOS Por tanto, se hace necesario asumir posición institucional sobre la pedagogía, el currículo escolar y la didáctica en tanto referentes científicos para el proceso de formación humana en la escuela y, sobre su papel en los procesos de desarrollo institucional integrado. De igual manera, es necesario caracterizar la naturaleza del saber pedagógico, curricular y didáctico como parte de los saberes determinantes de la profesión de maestro y de su constitución como sujeto de saber. Estos aspectos son esenciales en el proceso de construcción del MDII, toda vez que se relacionan de manera directa con la formación y la calidad del factor humano como factor de cambio y transformación. Estos requerimientos se muestran en la Figura 24. La pedagogía en el eje pedagógico-didáctico se restringe a la educación escolarizada. Es decir, …el campo de acción de la pedagogía se asume, en este caso como, el ámbito educativo escolarizado en un contexto socio – cultural específico. La pedagogía se entiende como el referente científico de la educación escolarizada en el que, a través de un desarrollo interdisciplinario y transdisciplinario, se manifiestan en formas dinámicas diferentes campos de conocimiento y múltiples tensiones entre paradigmas y tendencias CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Figura 24 Referentes e implicaciones del eje pedagógico – didáctico 197 sobre lo educativo; el carácter transdisciplinario de la pedagogía puede comprenderse a partir de cómo la orientación de la educación puede incidir en la construcción de nuevas condiciones de desarrollo social, económico y cultural. Desde esta visión, la orientación transdisciplinar de la pedagogía reconoce su condición política manifiesta en todos los procesos escolarizados (Tapiero E, García B., Jiménez, H. & Rojas, G., 2007, p. 44). La escuela entonces, desde los equipos de gestión pedagógico – didáctica, no debe restringir la concepción de pedagogía al proceso de enseñanza y de aprendizaje; es decir al solo uso de métodos, técnicas y dispositivos para el proceso de apropiación del conocimiento escolar; ella va mucho más allá, sin descuidar su tarea de orientar en términos científicos la enseñanza y el aprendizaje como actividades complejas, en permanente tensión y complementariedad. Al respecto, Armando Zambrano Leal (2006, p. 136) plantea que: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La pedagogía en tanto asume el cuidado del otro, está inscrita en el campo de la educación y, en este contexto, es la expresión compleja de la cultura…Es un espacio y un momento de la educación. Es su razón, fija las cuestiones más pertinentes sobre la tarea de educar, promueve la reflexión sobre sus finalidades y permite que los educadores se armen de un discurso humanista y, con él, expliquen lo más profundo de la formación de un sujeto…Educación y pedagogía son correlativas. Ello quiere decir que la una permite la existencia de la otra, y esta sustenta la posibilidad práctica de reflexionar todo aquello que acontece en su interior. Las dos se entrecruzan. En el centro se encuentra la pedagogía como un concepto que rota y gira en su propio eje y no puede separarse de la educación en cuanto ella es su ambiente de gravitación. 198 Ese “cuidado del otro”, proveniente de la etimología de la palabra pedagogía, hace referencia al propósito central de la misma: la formación del ciudadano. En ese sentido, si bien la pedagogía incide en toda la gestión escolar, su dimensión política, su carácter humanista, su naturaleza transformadora y su proyección social, trascienden el mundo de la escuela hacia las complejidades de la sociedad en general. La escuela es su territorio, desde allí la pedagogía, a través de la educación, orienta la formación de los nuevos ciudadanos para contribuir a la formación de la nueva sociedad. Que la pedagogía “promueva la reflexión” sobre las finalidades de la educación, sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje y contribuya para que los maestros elaboren un discurso humanista que exprese la comprensión del proceso de formación humana, como lo plantea el profesor Zambrano, es esencial en el MDII para hacer posible la autorreferencialidad, la autopoiesis y la interpenetración como relaciones intersistémicas desde las que se construye autorregulación institucional, visión de futuro compartida y aprendizaje institucional generativo. En este sentido, la pedagogía “remite a la simbología de la cultura, donde los sujetos viven, trascienden y comunican sus experiencias” (Ibid, p. 139). Esta sería una demostración de superación del activismo y el voluntarismo heterónomo y acrítico de la institución hiperformalizada precedente. En el marco del MDII, la pedagogía asume el rol teórico y práctico de generar condiciones para la transformación escolar a partir del empoderamiento de los maestros como sujetos de saber y portadores de un saber – hacer que los hace competentes en integración curricular neosistémica. El saber se expresa en la permanente inclinación cultural favorable (actitud) de los maestros y directivos, para elaborar y reelaborar saber pedagógico como su saber específico, como constructo desde el cual explicarse el por qué enseña y el para qué enseña. El hacer se expresa en las prácticas pedagógicas a través de la enseñanza, sin agotarse en ella. De allí que Desde este saber – hacer y, en el contexto del desarrollo institucional integrado, el eje pedagógico – didáctico como eje de gestión liderado por los maestros (con el apoyo y participación activa de los docentes - directivos), crea condiciones de posibilidad para que el MDII se nutra de una apropiación critica de la política educativa oficial, la inserte en sus contextos socio – culturales para realimentar la creatividad sostenida de los equipos de trabajo pedagógico y para construir autonomía en la orientación científica del proceso de formación humana en la escuela a través de la enseñanza y el aprendizaje en condiciones alternativas. La enseñanza y el aprendizaje asumidos en el contexto de la relación educabilidad – enseñabilidad, se torna una relación compleja que genera un campo de tensiones y replanteamientos que se inscriben en: • El ámbito de la educabilidad desde la condición de los sujetos de ser educables, autoeducables y educadores. • El ámbito de la enseñabilidad desde la condición intrínseca de las ciencias de ser enseñables, de ser apropiadas como herencia cultural histórica construida por los sujetos. • El contexto de la relación entre sujetos y saberes. “Por eso la enseñanza representa una relación compleja entre sujetos, es política y socialmente intensa, pues implica el encuentro entre dos sujetos con historias marcadamente diferentes” (Ibid, p. 141). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO “Esta dimensión es política en el sentido en que en ella se ocupa de un sujeto concreto, de carne y hueso; remite a la pregunta por su porvenir y su devenir; analiza los fines de la educación para ver en ellos la coherencia de tales principios. Política, también porque el pedagogo es el que, trabajando en la escuela, no se limita a la mera enseñanza, a la transmisión de unos saberes organizados por el Estado, sino que los reflexiona, cuando observa la distancia que hay entre el deseo de saber y el deseo de inserción” (Ibid, p. 140). 199 Esta relación compleja entre sujetos y saberes se desarrolla sobre una base que le da condición de existencia y calidad: la comunicación. La enseñanza y el aprendizaje precisan para su desarrollo de un proceso de comunicación que genere sentido, pertinencia y pertenencia con el proceso de formación; que posibilite el reconocimiento entre los sujetos como interlocutores válidos; y, que haga de la argumentación la piedra angular de la autorregulación institucional. Es desde la comunicación, en este caso, de la comunicación reflectiva propia del MDII, que se genera autorreferencialidad, autopoiésis e interpenetración. En el MDII, la comunicación es en sí misma autopoiésis, es decir, fuente de creación de nuevos procesos y transformaciones. En este marco de construcción de sentido y reconocimiento cultural, la escuela debe estimular el desarrollo de la competencia comunicativa de los sujetos; en el sentido de contribuir al desarrollo progresivo de sus actividades de producción (escritura y habla), así como de sus actividades de comprensión (lectura y escucha). Además, el perfeccionamiento de la competencia comunicativa de sus maestros, como una expresión calificada de su competencia pedagógica. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Entonces, el saber – hacer del maestro, emana de la naturaleza teórica y práctica de la pedagogía. Su naturaleza práctica se expresa en el hecho de aportarle al maestro competencia para que reflexione sobre las características de su hacer pedagógico, y su naturaleza teórica le genera competencia para que lo argumente, lo explique y lo vuelva objeto de estudio desde la investigación – acción en el aula y en la escuela. La práctica pedagógica del maestro lo instalará siempre en su teoría, por tanto, en mayores niveles de comprensión sobre sus prácticas de aula, sus actos y su historia de maestro. Como lo afirma el profesor Zambrano Leal (2006, p. 149): 200 En general, la práctica y la teoría en pedagogía constituyen el terreno esencial de su saber. Precisamente cuando el profesor se da a la tarea de investigar su propia práctica, reflexionar lo que hace y la manera como lo hace, busca explicaciones sobre su actividad, contribuye para que la pedagogía constituya un concepto de las ciencias de la educación…El verdadero pedagogo parece existir en la conjunción entre la teoría y la práctica. Existe precisamente allí donde es interpelado por lo que él piensa y lo que hace. La sola teoría no garantiza la altura del pedagogo, se requiere, además, llevar a la práctica aquello que precisamente lo motiva en sus decisiones. Tampoco el práctico, aquel que se limite a poner a funcionar los dispositivos de enseñanza…El pedagogo siempre buscará desplazarse entre la teoría y la práctica. El proceso de investigación – acción se instala en este campo de tensión entre la teoría y la práctica en pedagogía y didáctica; por ello su naturaleza es práxica y autopoiética. La investigación – acción representa las ideas en acción orientadora para la gestión pedagógica – didáctica. En estas condiciones, en el MDII el maestro es, no sólo portador, sino también productor de un saber específico: el saber pedagógico. De otra manera no podría entenderse la naturaleza de la observación de segundo orden, productora de comunicación reflectiva, es decir, de IESS, de autopoiésis institucional. El saber pedagógico es el saber específico de los maestros; son ellos quienes lo construyen, reconstruyen y lo hacen circular como sujetos de saber en sus prácticas pedagógicas cotidianas. Desde este saber, el maestro argumenta sobre el mundo de lo educativo, lo comprende y lo explica concretándolo en el proceso de formación humana que desarrolla la escuela. Este saber expresa el conjunto de procesos mentales, de reflexiones y de prácticas que el maestro realiza para su desempeño profesional. Es una disposición, una inclinación cultural permanente del maestro para estudiar, criticar y comprender el mundo de lo educativo y lo pedagógico; para reflexionar y actuar; para reorganizar sus concepciones y prácticas; y, para asumirse como pedagogo. En este sentido, el saber pedagógico tiene que ver con la competencia discursiva del maestro, con su competencia argumentativa sobre lo educativo y su complejidad. Para el autor, el saber pedagógico tiene las siguientes características: Es un saber que dice la manera como otros han comprendido la escuela; transmite a las nuevas generaciones de investigadores postulados teóricos y modos de comprensión de la educación; provoca un sentimiento de unidad al forjar los límites para la conformación de un campo pedagógico; permite una escritura entre el pasado y el presente de la escuela; muestra un discurso social cuya unidad son los conceptos de alumno, profesor, disciplina, poder, relación, aprendizajes, disciplinas escolares, etc; informa sobre los problemas y la manera como son tratados por los teóricos y los prácticos; contribuye a forjar un discurso social de la educación; y, reactiva la memoria pedagógica para que las generaciones comprendan los fines, los medios y los valores que la educación y sus sistemas promueven. Desde esta perspectiva, el saber pedagógico emerge en el medio de la relación compleja y tensa entre el maestro como sujeto de saber y la escuela, como sujeto de verdad. Es decir, la reflexión y la acción que emerge del saber pedagógico del maestro, no se agota en las reflexiones históricas y arqueológicas sobre lo educativo; su deber es develar las contradicciones entre sujetos, políticas y finalidades de la educación. Por ello el saber pedagógico debe confrontar, en la cultura, los sujetos CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El saber pedagógico expresa la relación estrecha entre el sujeto de verdad y los sujetos de saber. Si el primero se refiere a lo que se nombra, por ejemplo, la escuela y sus prácticas, el segundo al que lo reflexiona, lo piensa y lo estudia. Los pedagogos desde la investigación y la reflexión sostenida, observan la escuela como un sistema imperfecto, una estructura cuya finalidad va más allá de la transmisión o de la socialización. Se detienen en ella para nombrarla en sus contradicciones; la estudian para comprender los impactos que provocan las diferentes decisiones políticas; las diversas prácticas; el lugar de los maestros; los saberes escolares y disciplinares. (Ibid, p. 154) 201 de verdad establecidos, interlocutar con el Estado para construir alternativas de calidad a lo establecido y, sobre todo, para crear un gran lugar: “…la dignidad de los maestros y el derecho que les asiste a todos los sujetos de ser educados en una escuela pública, universal y diferente” (Ibid, p. 156) Entonces, una de las tareas esenciales de la gestión pedagógica – didáctica del gobierno escolar, es el empoderamiento de los maestros y directivos desde su saber pedagógico. Es indispensable, para una gestión escolar alternativa, hacer visible la pedagogía, el currículo y la didáctica. Esta visibilidad se las otorga el saber pedagógico, la investigación – acción y las ciencias de la educación. Es la fuente de donde emergen, se nutren y se consolidan los discursos y las prácticas sobre lo educativo. Puede colegirse que el poder y reconocimiento que ganen los maestros dentro de la sociedad escolar, emerge y se legitima desde su saber – hacer en educación y pedagogía, de su saber pedagógico que, como saber específico, los constituye ante la sociedad y el Estado, en sujetos de saber. Una de las principales tareas de la escuela como epicentro cultural y como aparato del Estado, es la enseñanza y el aprendizaje. Esta relación compleja es la base teórica y práctica de la relación pedagógica institucional Maestro – Alumno – Saber. El contenido de esta relación, expresada en esta tríada, se presenta en la Figura 25. Mediaciones: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA SUPRA – SUJETO 202 Relación: Maestro - Alumno el lenguaje; el trabajo; y, la afectividad SUPRA- OBJETO Relación: Saber social – Saber pedagógico Figura 25 Relación pedagógica institucional La existencia de un Supra – Sujeto (De Tezanos, 1982) instala esta relación más allá de los sujetos históricamente reconocidos: el maestro y el estudiante. Sin desconocer su naturaleza específica, se plantea ahora la existencia de un supra – sujeto conformado por la relación entre los sujetos, es decir por la relación entre maestro y estudiante. Del concepto de sujeto, concreto y asible, se pasa ahora al supra – sujeto (parte izquierda, Figura 25) que se constituye como un constructo, como una abstracción (una relación) solamente asible desde los marcos cognitivos de los sujetos. Esta relación se asume como una relación de saber y no como una relación de poder. Por tanto, ella trasciende el autoritarismo, el dogmatismo y la heteronomía, característicos de la relación pedagógica institucional tradicional y precedente; a cambio, se postula la demostración, la argumentación y el reconocimiento cultural entre los sujetos, características de una relación de saber en donde es posible construir autonomía y autorregulación cultural. El suprasujeto, entonces, es fuente de autorreferencialidad y autopoiésis en una escuela que construye el MDII. El Supra – Objeto, trasciende el objeto de conocimiento clásico en la escuela: los saberes, la herencia cultural histórica a ser apropiada y enriquecida. Desde el reconocimiento de este objeto de conocimiento en toda su dimensión, se postula ahora la existencia de un supra – objeto conformado por la relación Saber social – Saber pedagógico. El saber pedagógico, como ya se dijo, es el saber específico del maestro que lo empodera para su saber – hacer, saber – conocer y saber – ser como pedagogo. La relación pedagógica institucional tiene tres (3) mediaciones esenciales para su desarrollo en la escuela. Son ellas: • El trabajo, asumido como un trabajo pedagógico que ha superado su carácter de alienante y se propone la emancipación de los sujetos a partir de la educación. Este énfasis conlleva a la producción de objetividad pedagógica entre paréntesis y, en consecuencia, la configuración de un imaginario social instituyente de MDII. • El lenguaje como fuente generadora de comunicación con sentido, que propicia el reconocimiento cultural recíproco y genera comunicación reflectiva entre los sujetos y los procesos. • La afectividad entre los sujetos asumida como el mutuo reconocimiento de interlocutores válidos en la relación pedagógica, en el sentido de complementariedad y coevolución en el proceso de formación humana. En este marco es que se hace posible construir nuevos ambientes institucionales para el trabajo pedagógico y el aprendizaje en equipo para la creación de zonas de desarrollo próximo sobre integración curricular neosistémica. De toda esta complejidad representada en la relación pedagógica institucional, la didáctica se ocupa de las relaciones entre la enseñanza y el aprendizaje, entre CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO El saber social está conformado por el saber científico representado en las diferentes áreas del conocimiento que constituyen el plan de estudios en la escuela, pero igualmente considera dentro de él todas las manifestaciones culturales que expresan concepciones del mundo y de la vida: el folclor, las tradiciones, los mitos, la literatura, etc, en tanto convergen con el saber científico en el proceso de formación humana que se desarrolla en la escuela. 203 la enseñanza y la apropiación del saber escolar; en adelante, se planteará su naturaleza teórica y práctica desde esta especificidad. En principio, se asume la didáctica como la disciplina científica derivada del desarrollo de la pedagogía, que tiene por objeto de estudio la comprensión de la relación compleja entre la enseñanza y el aprendizaje. La didáctica aborda la actividad del maestro desde el enseñar y la actividad del alumno desde el aprendizaje. Por tanto, es un propósito central de la didáctica, desarrollar el “cómo” se accede al conocimiento y apropiación del saber escolar. La didáctica surge como disciplina científica en la década de los años setenta, en el contexto de las problemáticas complejas “originadas en los procesos de transmisión y apropiación del saber escolar” (Zambrano, 2006; p. 169). Su rol, su papel central, se focaliza en el proceso de reconstrucción del conocimiento científico por parte del maestro para hacerlo enseñable, para construir científicamente el tránsito de “saber sabio” a “saber enseñado” y apropiado por el estudiante. Este tránsito es el que se denomina transposición didáctica. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Así como la pedagogía tiene una naturaleza teórica y práctica, como ya se planteó, la didáctica tiene de igual manera esta doble dimensión: tiene un carácter teórico “por el sistema de conocimientos que sobre la enseñanza ella elabora, tiene también un carácter práctico, pues sus diversas teorías norman la actividad del maestro y la de los alumnos” (Labarrere, 1988, p. 17). La importancia y efectividad, entonces, de la relación entre enseñanza y aprendizaje depende, en gran medida, de la adecuada elaboración teórica y el desarrollo práctico de los problemas que se presenten en ella como relación compleja de saber. 204 Esta doble naturaleza de la didáctica demuestra que ella trasciende el papel de “técnica de la enseñanza” asociada solo al método y a la elaboración de dispositivos para la enseñanza y el aprendizaje; su constitución como disciplina científica, nutrida desde las ciencias humanas (Sociología, Antropología, Sicología, entre otras) así lo evidencian, como lo plantea el profesor Zambrano Leal (2006, p. 180-181): En primer lugar, la didáctica no surge como resultado de la técnica de la enseñanza. Ella supera esta mirada y se ubica en una región de saber digna de ser una disciplina científica. Esta característica hace que ella se desligue de la pedagogía y encuentre un camino hacia la autonomía,…la didáctica ve la necesidad de encontrar argumentos que le permitan definir su objeto y sus prácticas;…la presencia fuerte de las ciencias humanas impone, en el imaginario colectivo, una dimensión humanista más que tecnicista. Se trata, en efecto, de asumir la relación con el saber como un asunto portador de humanidad,…por eso el objeto de la didáctica hay que comprenderlo como un asunto de humanidad y no como un medio instrumental. En este horizonte conceptual, la relación pedagógica institucional, desde la enseñanza y el aprendizaje, ubica al profesor y al estudiante en una microsociedad sui generis: las concepciones, las prácticas, los símbolos, los ambientes y recursos que hacen posible el proceso de formación humana en la escuela, son el resultado de este “asunto portador de humanidad”; caso contrario, sería imposible la formación. Entonces, la didáctica como campo teórico establece relaciones con teorías pedagógicas y curriculares. Estas relaciones están sustentadas en los conceptos de educación, educabilidad y enseñabilidad; los modelos pedagógicos y curriculares; el valor de los proyectos curriculares; y en fin, el carácter estratégico de la educación para alcanzar fines sociales más amplios (Tapiero, García y otros, 2007, p. 106 - 108). La dimensión práctica de la didáctica norma la actividad del maestro en su trabajo de aula, el cual gira en torno a problemáticas específicas como las señaladas a continuación (Ibíd., p. 108): - La selección y el logro de objetivos de enseñanza y aprendizaje; la selección, dosificación, secuenciación y profundización de los contenidos de enseñanza y aprendizaje; y, el establecimiento de las mejores vías para lograr el aprendizaje. Una forma de ubicar en forma gráfica los conceptos de la didáctica, determinados por su naturaleza teórica y práctica, se pueden apreciar en el llamado “Triángulo didáctico” propuesto por la didáctica francesa (Astolfi, citado por Zambrano, 2006; p. 186-188). Ver Figura 26. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO - La elaboración y utilización de diversos recursos que apoyan la docencia; el manejo de variadas formas de organizar la enseñanza para proveer ambientes propicios de aprendizaje; y, la coherencia entre las formas de enseñar y los logros de aprendizaje que alcanzan los estudiantes. 205 Sector de estrategias de apropiación (referencia psicológica) SABERES Sector de elaboración de contenidos (referencia epistemológica) OBJETIVO – OBSTÁCULO TRANSPOSICIÓN DIDÁCTICA ALUMNO PROFESOR Sector de interacciones didácticas (referencia sociológica) 0ficio del alumno / costumbre - didáctica ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Figura 26 El triángulo didáctico de Astolfi . Los conceptos de la didáctica (fuente: Zambrano 2006, p. 187) 206 Como se observa en la Figura 26, el triángulo ubica los elementos de la relación pedagógica institucional: el profesor, el alumno y el saber (centro de la Figura). El profesor se relaciona con el saber desde la enseñanza, es el referente epistemológico. El alumno se relaciona con el saber desde el aprendizaje como apropiación crítica de ese saber. La relación profesor - alumno, como supra – sujeto, constituye la interacción didáctica como condición básica para que haya proceso de formación. En la franja de estrategias de apropiación (recuadro superior izquierdo, Figura 26) se instala la relación del alumno con el saber, por ello la referencia sicológica es el objetivo – obstáculo (parte izquierda del triángulo), el conflicto cognitivo y, el desequilibrio conceptual necesario que se debe crear en el alumno para que acceda a niveles superiores de apropiación del saber escolar. En la franja de elaboración de contenidos disciplinares (recuadro superior derecho, Figura 26) se instala la relación del profesor con el saber, allí, la transposición didáctica (parte derecha del triángulo) adquiere sentido y desarrollo epistemológico para toda la actividad didáctica. En esta transposición se desarrolla el proceso de re – construcción del conocimiento científico por parte del profesor, para hacerlo un “saber enseñado”, un saber escolar apropiado por el alumno desde sus marcos cognitivos. La franja de las interacciones didácticas (recuadro inferior, Figura 26) hace referencia a la dimensión sociológica del proceso, al juego de roles, el establecimiento de reglas de juego, la creación y re – creación de espacios y contextos socio – culturales específicos escolares y extraescolares. Es lo que se ha llamado “el contrato didáctico” establecido entre el profesor y el alumno, de allí su caracterización como sector de interacciones didácticas. La complejización creciente de este contrato didáctico para que sea fuente de creatividad sostenida y autopoiésis, es responsabilidad de la investigación – acción desarrollada por los maestros. Esta re-conceptualización sobre la pedagogía, el saber pedagógico, la didáctica y la naturaleza de la relación pedagógica institucional aporta al eje pedagógico didáctico y, por tanto, al currículo neosistémico los siguientes aspectos: • Rigor epistemológico, pues resignifica la naturaleza de la relación pedagógica institucional y la del maestro como sujeto de saber, portador de un saber, el saber pedagógico. • Precisión de las interrelaciones entre sujetos (comunicación) y entre sujetos y saberes. • La naturaleza de una didáctica que reconoce la lógica de la disciplina científica, pero la diferencia de la lógica de su enseñanza y aprendizaje, lo cual permite construir enseñabilidad. • La precisión de tres tipos de mediaciones (el trabajo, la comunicación y la afectividad) que contribuyen a la construcción de autorreferencialidad y autopoiésis institucional. La relación de complementariedad y autonomía entre la pedagogía y la didáctica posibilita al maestro su identidad de pedagogo y de didacta. A la primera contribuye el saber pedagógico, a la segunda, el saber didáctico. El maestro, como sujeto de saber, asume el proceso de construcción del saber escolar como una práctica reflexiva, soportada en un corpus teórico y en unas relaciones de saber con los sujetos de verdad (la escuela, la política educativa, los planes de estudios, el currículo escolar, etc.). Esta práctica, de naturaleza práxica y autopoiética es el saber didáctico, saber específico que se refiere “a la manera como los sujetos de saber asumen los problemas que circulan en los sujetos de verdad” (Zambrano, 2006; p. 196). Este es el saber que lo hace competente como didacta, comprometido con la emergencia del saber escolar y sus modos de apropiación por parte de los alumnos. El maestro, entonces, accede al saber didáctico apoyado en sus prácticas de enseñanza cuando reflexiona sobre ellas, apoyado también, en las condiciones CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • La coevolución del maestro como sujeto de saber, portador de saber pedagógico, didáctico y curricular que lo hace competente para generar autonomía curricular y didáctica en la institución. Aspecto este relacionado con la producción de conocimiento por la IESS. 207 institucionales que contribuyen a tal fin; lo hace en colectivo desde la socialización de sus experiencias y el desarrollo de proyectos; y, desde lo individual en sus prácticas de aula. Es por ello que la gestión pedagógica – didáctica del gobierno escolar debe contribuir a la generación de este saber como opción alternativa para transformar al maestro en un pedagogo y en un didacta competente y autónomo, capaz de dotar de niveles de calidad creciente al proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela y, por tanto, a la creación de estructuras dinámicas de la integración curricular neosistémica. Como didacta, el maestro puede describir, debatir y reflexionar los saberes objeto de enseñanza y apropiación; se instala en relación directa con la enseñabilidad, en complementariedad permanente con la educabilidad desde su dimensión de pedagogo. Como didacta, portador de un saber didáctico, lo orienta la explicación, la construcción del saber escolar y sus formas de apropiación. Sobre la base de este desarrollo conceptual hecho a lo largo del eje pedagógico – didáctico, la gestión escolar puede lograr que: • Se transforme, en forma progresiva el proceso de enseñanza y aprendizaje desde el empoderamiento pedagógico y didáctico de los maestros y los avances de la investigación – acción práxica y autopoiética; • Los desarrollos curriculares se enriquezcan con los avances de la integración estratégica por áreas centrada en la transversalidad curricular, con base en los proyectos pedagógicos como temas transversales, los proyectos de investigación – acción práxica y autopoiética, las políticas de integración institucional y, el plan de estudios, en la generación de integración curricular neosistémica; ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • La autorregulación de los grupos de trabajo mejora el ejercicio profesional docente y, por tanto, la calidad del proceso de formación integral e integrada; 208 • El tratamiento de la problemática pedagógica – didáctica adquiera la dimensión pública institucional y con ella gana elaboración e impacto; • La evaluación de los procesos y proyectos al involucrar la autoevaluación, la coevaluación y la heteroevaluación genera la cultura de lo público para la coevolución institucional; • El fortalecimiento de la autonomía escolar estimula el análisis crítico y creativo en términos de política educativa oficial y desarrollo educativo regional; y • Se estimule el surgimiento y consolidación de liderazgos pedagógicos colectivos en los diferentes grupos de trabajo. El eje comunicacional: comunicación institucional y cultura de lo público. La teoría de los sistemas sociales de Luhmann es una teoría de la comunicación más que una teoría de la acción. Se recuerda que, en este marco, la escuela se asume como un sistema social de naturaleza autorreferencial y compleja; en consecuencia, todas sus acciones se constituyen y se desarrollan por medio de la comunicación de naturaleza reflectiva. Como lo plantea el mismo Luhmann (1998, p. 140-141): …lo que sucede es que en los sistemas sociales la acción se constituye por medio de la comunicación y de la atribución en una reducción de complejidad, como autosimplificación indispensable del sistema. En el nivel de la teoría general de sistemas se habla de una institución mutualista o dialógica…El proceso básico de los sistemas sociales que produce los elementos de los que consisten estos sistemas, no puede ser bajo estas circunstancias más que la comunicación…El proceso elemental que constituye lo social como realidad especial es un proceso comunicacional. Sin embargo, para poder dirigirse así mismo, este proceso debe reducirse, descomponerse en acciones…El planteamiento correcto es que los sistemas sociales se descomponen en acciones y obtienen por medio de esta reducción, las bases para establecer relaciones con otros procesos comunicacionales. El MDII se soporta en una escuela que, esencialmente, genera comunicación reflectiva. Como ya se ha planteado, la naturaleza de esta comunicación trasciende la metáfora de la “transmisión” (emisor – receptor) y se instala en el campo de la selección, la comprensión y la toma de decisiones. Entonces, ¿cómo asumir la comunicación en la escuela como sistema social? En el marco de la Teoría de los Sistemas Sociales de Luhmann, se intentará una aproximación didáctica al concepto de comunicación aplicado a una escuela que se construye como sistema social. Se ha afirmado que la comunicación se instala en el campo de la selección, de la comprensión y de las decisiones que se pueden tomar como producto racional de esa comunicación. La competencia institucional para construir sentido a partir de la comunicación es lo que determina la calidad y la complejidad de selección de lo que se comunica. El concepto de sentido, su comprensión y aplicación en las acciones de la escuela como sistema autorreferencial, es lo que permite la selección de lo que se va a comunicar y, por supuesto, determina en alto grado, la calidad de las decisiones y la complejidad del proceso para tomarlas y ejecutarlas. Luhmann lo plantea de la siguiente manera: Si se parte del concepto de sentido, queda claro, en primer lugar, que la comunicación es siempre una acción selectiva. El sentido no permite más que la selección…lo que se comunica no solo es seleccionado, sino que ya CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La metáfora de la transmisión es inservible porque implica demasiada ontología. Sugiere que el emisor transmite algo que es recibido por el receptor. Este no es el caso simplemente porque el emisor no da nada, en el sentido de que pierda algo. La metafórica desposeer, tener, dar y recibir no sirve para comprender la comunicación (Ibid, p. 142) 209 es selección y, por eso mismo es comunicado. Por ello, la comunicación no se debe entender como proceso selectivo de dos, sino de tres selecciones,… en adelante la comunicación será tratada como unidad de tres cifras (Op. cit., p. 143). ¿Cómo se expresan estas tres selecciones, estas tres cifras, en la comunicación generada en la escuela? La primera selección se refiere al proceso de selectividad de la información ¿Qué es lo que debe ser informado? ¿Por qué es importante? Es decir, se trata de dotar al proceso de selección de argumentos sólidos, que no solamente evidencien sentido e intencionalidad en el marco de la gestión institucional, sino también, que representen condición de posibilidad para generar nuevos procesos comunicacionales en la institución. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La segunda selección hace referencia a la selección del contenido de lo que se ha determinado comunicar. ¿Cuáles son los aspectos más representativos de los tópicos seleccionados para comunicar? ¿Con qué tipo de acciones institucionales se relacionan? ¿Con qué clase de decisiones? La calidad de la primera selección implica llenar de contenido esencial cada aspecto a ser comunicado en la segunda; ello garantiza generar nuevos procesos de comunicación sobre lo comunicado dada la naturaleza autopoiética de la comunicación (la comunicación es autopoiésis por excelencia). 210 La tercera selección se entiende como la expectativa de éxito, como la posibilidad de una selección de aceptación, como la potencialidad de la intencionalidad comunicativa, como una respuesta positiva al ¿Para qué comunicar lo seleccionado? ¿Cuáles son los propósitos de esta comunicación? Propósitos que se inscriben en el contexto de la visión de futuro institucional compartida. Esta expectativa de éxito, como tercera selección, de ninguna manera alude a la aceptación acrítica y adaptativa de lo comunicado. No se generaría comunicación reflectiva y, por tanto, las decisiones tomadas no se inscribirían en el marco de la autorreferencia y la autopoiésis institucional. La comunicación en una escuela que construye el MDII solo es posible como proceso autorreferencial toda vez que genera auto – observación, autodescripción, autocoacción y coevolución institucional. Estas características son las que otorgan la naturaleza de comunicación reflectiva. Si se acepta que la comunicación es el resultado de estas tres selecciones (reunión de información o selección de la unidad de información, acto de comunicar y expectativa de éxito o acto de entender), entonces, la comunicación en la escuela se logra cuando esta genera la comprensión. Es más, son los niveles de comprensión los que determinan los niveles de calidad de la comunicación institucional. No obstante, la comprensión no es un proceso causal, mucho menos la comunicación institucional como en este caso. La complejidad de su naturaleza y su carácter determinante en la escuela como sistema social, hace de la comunicación un problema de la “conciencia” de los sujetos como objeto de comunicación, desde el cual se construyen relaciones intencionales de identidad y pertenencia con la visión de futuro institucional compartida, formulada y desarrollada en el marco de un trabajo cooperativo y para el aprendizaje institucional generativo. Cuando los estados de conciencia no se vuelven comunicables, opera la condición de sistema psíquico, caracterizado este por eximirse de la intervención en la construcción de sistema social. La comprensión, entonces, es la tercera selección que determina la aceptación o no de las selecciones hechas, lo cual incide en forma directa en el proceso de toma de decisiones a partir de la comunicación desarrollada. En este sentido, la comprensión como tercera selección, cierra el acto comunicativo y genera nuevos procesos comunicacionales. Este es, en síntesis, el referente teórico en el que se sitúa el desarrollo del eje comunicacional, como eje de gestión transversal del MDII y que se muestra en la Figura 27. Ahora bien, esta convergencia tiene un claro sentido político – institucional: la toma de decisiones (parte inferior, Figura 27). Este sentido político debe ser expreso y estar enmarcado en la construcción de cultura de lo público como valor agregado de la comunicación en la institución. Las decisiones institucionales, representadas en las PDII y ejecutadas con apoyo de la PII emanan desde una lógica que orienta la relación entre la calidad de la comunicación en la institución y la calidad de sus procesos: la calidad y la pertinencia de las tres selecciones, son condición de posibilidad para unos buenos niveles de comprensión de la comunicación institucional y sus propósitos; y, a su vez, estos niveles de comprensión determinan la calidad y la pertinencia de las decisiones institucionales, en el marco de la visión de futuro institucional compartida del MDII. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Como puede apreciarse en la Figura 27, la comunicación como resultado de la selección de la unidad de comunicación, el acto de comunicar y la selección de expectativa del éxito (parte central superior), lleva implícito un claro requerimiento de convergencia e integración: la comprensión de las selecciones. Este grado de comprensión determina la posibilidad de apropiación e implementación, por parte del equipo de trabajo, de la intencionalidad comunicativa, que no es otra cosa, que la mayor construcción colectiva de sentido y autorregulación institucional. 211 COMUNCIACIÓN REFLECTIVA EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA COMO SISTEMA SOCIAL Selección de la unidad de comunicación Acto de comunicar Selección expectativa de éxito COMPRENSIÓN DE LAS SELECCIONES TOMA DE DECISIONES NUEVOS DESARROLLOS DE COMUNCIACIÓN Figura 27 La comunicación en el MDII Desde los anteriores referentes del eje comunicacional, pueden abordarse ahora las particularidades más representativas de la relación intrínseca entre la comunicación y la gestión institucional, en una escuela que construye el MDII. La comunicación y la gestión institucional ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Los miembros de la comunidad educativa, en tanto protagonistas de un proceso complejo de gestión institucional, necesitan comunicarse; la institución necesita comunicar para legitimar su existencia en su entorno socio – cultural. 212 Es la comunicación la que los autorreferencia como institución social y como ciudadanos de una microsociedad sui – generis: la escuela. Pero para comunicarse, institución y actores, requieren de un valioso instrumento de interacción: el lenguaje, o mejor, los lenguajes, toda vez que posibilitan enriquecer la tradición oral y escrita, dominante en la escuela, con la presencia de lenguajes kinésicos, proxémicos, icónicos, entre otras formas eficaces para la comunicación institucional. Para que “…exista comunicación es indispensable tener toda una serie de estrategias, recursos o competencias comunicativas. Comunicarse es entrar de lleno en la zona de las valoraciones y las interpretaciones; comunicarse es poner a circular los mil rostros de la comprensión. No es fácil comunicarnos” (Vásquez, 2005; p. 19). Se comparte con este autor la complejidad de la comunicación, no solo como producto de las tres selecciones, sino también como sistema por excelencia, responsable de generar autorreferencia, autopoiésis e interpenetración institucional. Es la complejidad de la naturaleza reflectiva de la comunicación requerida en el MDII, una comunicación capaz de generar más comunicación sobre lo comunicado. Como ejemplo de producción de comunicación reflectiva en el MDII, pueden citarse: el “currículo neosistémico”; “las estructuras dinámicas de la integración curricular”; las zonas de desarrollo próximo de la integración curricular neosistémica; la autorreferencialidad institucional; la autopoiésis institucional; la interpenetración institucional; la IESS, entre otros. Comunicación que determina, en últimas, la vigilancia epistemológica que precisa de criterios e indicadores de calidad en la toma de decisiones, en el marco de otro rango de categorías de análisis, en la especificidad del MODELO, tales, como: PDII, PII, eje político-administrativo, eje pedagógico-didáctico, eje comunicacional. Siguiendo al profesor Fernando Vásquez Rodríguez (2005), todo proceso de comunicación requiere de unas condiciones que, al propiciarse, permiten valorar la calidad del proceso y, en consecuencia, de sus productos. Por su importancia en los procesos de gestión institucional neosistémica, se presenta una mirada, desde el desarrollo institucional integrado, de algunas de estas condiciones: - La comunicación institucional ha de superar la información; la información no es sinónimo de comunicación, esta requiere “entrar en relación”, es decir, confrontarse. La comunicación en el MDII, ha de permitir la confrontación cultural de los actores institucionales en tanto interlocutores válidos, ello es condición necesaria para el aprendizaje institucional generativo, estimula la creatividad sostenida y los reconocimientos culturales entre los sujetos. - La comunicación eficaz demanda unas condiciones tanto de espacio y tiempo, como de disposición y esfuerzo. La calidad de la comunicación se construye en forma lenta, en la práctica comunicativa cotidiana, en su uso social. Se requiere ganar en forma progresiva competencia enciclopédica, pragmática, discursiva, estratégica, sociolingüística; además de obvias condiciones materiales y de creación de ambientes institucionales. - La comunicación es una de las formas complejas de mediación social. La escuela es una sociedad sui – géneris; el proceso de formación humana que ella tiene como encargo social, requiere de mediaciones comunicativas para poner en relación sujetos, saberes y contextos. La calidad de la comunicación genera calidad a este proceso pedagógico y al trabajo emancipador de los maestros. - La comunicación no pretende la uniformidad. El respeto por la diferencia es un principio básico de la interacción social. La escuela es uno de los más ricos y plurales escenarios para la negociación cultural basada en la argumentación. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO - La comunicación es más que una práctica natural. Comunicar es propiciar, de manera consciente, los escenarios idóneos para la comprensión y el sentido. Es decir, la comunicación como acción selectiva, deviene convergencia en la comprensión y la construcción progresiva de sentido institucional compartido. 213 La creatividad sostenida que requiere el MDII solo se logra desde la auto observación, la autocoacción y la coevolución institucional en el marco de un aprendizaje institucional generativo centrado en la integración curricular neosistémica y, este es un proceso de naturaleza crítica y transformadora donde no hay (ni conviene) espacio para la unanimidad. Como lo plantea el autor: Por lo mismo, comunicarse implica reconocer al otro como diferente antes que “negarlo” porque no piensa igual a nosotros o tiene una manera distinta de valorar una situación. Este punto trae consigo unas implicaciones tanto éticas como políticas. El respeto por la diferencia es el mayor reto de la comunicación. (Ibíd., p. 23) Al valorar la comunicación con los parámetros propuestos por el profesor Vásquez Rodríguez, se reconoce, con criterios axiológicos y teleológicos, su importancia estratégica en la concepción, ejecución y evaluación de los procesos organizacionales requeridos para el desarrollo de la gestión institucional y el logro de la visión de futuro compartida. La Figura 28 representa una síntesis del entramado de relaciones transversales del eje comunicacional con todo el proceso de gestión institucional. Se consideran como relaciones transversales toda vez que la comunicación, en el contexto del MDII, está presente en todos los momentos de la gestión institucional, desde la concepción y la ejecución de políticas y procesos, hasta la evaluación continua de procesos y resultados de gestión. EL EJE COMUNICACIONAL ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Lidera las relaciones entre 214 LA COMUNICACIÓN Y LA GESTIÓN INSTITUCIONAL Para contribuir a Poner en relación actores, políticas, procesos y propósitos de gestión. Generar un clima favorable para el trabajo cooperativo y el aprendizaje generativo institucional. Constituirse en fuente de poder, desde el saber, para la gestión escolar inteligente Motivar convergencia de voluntades para el logro de la visión de futuro Institucional compartida Posibilitar la construcción de cultura organizacional en torno a compartir un imaginario colectivo: el (MDII). Figura 28 Relaciones e implicaciones del eje de gestión comunicacional en la gestión institucional El proceso de comunicación y gestión institucional requiere de permanente toma de decisiones en los diferentes niveles y ejes de gestión, decisiones que necesitan apoyarse en una comunicación relevante, de calidad, accesible a todos, sistematizada y que fluya en forma eficiente y eficaz por toda la institución. Solo de esa manera, como lo dice el profesor Vásquez, la comunicación será el lubricante de las decisiones institucionales en todos los niveles de dirección, orientación, asesoría y ejecución de las políticas y de la planeación institucional integrada. En el proceso de gestión educativa, el profesor Vásquez propone cinco (5) campos de utilidad de la comunicación que, en el marco de la gestión escolar inteligente requerida por el MDII, contribuyen a un mejor desarrollo del eje comunicacional como eje transversal de la gestión institucional. Se presenta un análisis sucinto de ellos, desde la óptica del desarrollo institucional integrado. La comunicación crea ambientes, contribuye directamente a la creación de climas y escenarios institucionales favorables para el trabajo cooperativo, el debate académico, la construcción de confianza y la asunción de compromisos institucionales. Este es el ambiente institucional en el que se debe consolidar el aprendizaje institucional generativo y en el que el factor humano de la institución, puede consolidarse como factor de cambio y transformación. La comunicación estimula la motivación, incita a la participación para vencer la apatía, el pesimismo y la resistencia que subyace al aprendizaje institucional adaptativo y a toda acción para el cambio. Para que la comunicación pueda motivar a los sujetos debe afectar en forma favorable sus sentimientos y emociones; contribuir a la convergencia de voluntades necesarias para involucrarlos en el logro de los propósitos institucionales; y, generar una actitud o inclinación cultural favorable a los requerimientos cotidianos de la gestión institucional integrada neosistémica. Si la comunicación institucional no es fuente de motivación y de convergencias, sin duda generará malestar y las mayores dificultades para el logro de la visión de futuro institucional compartida. La comunicación es apoyo para el poder. En una institución escolar que construye el MDII, el poder y la autoridad emergen del saber, no de la imposición y las normas (génesis de autonomía y autopoiésis escolar). El saber, puesto al servicio del desarrollo institucional integrado, es su fuente de legitimidad. La naturaleza reflectiva de la comunicación institucional, además de consolidar en la escuela la CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO La comunicación pone en relación, construye puentes; articula las acciones, los actores, los procesos y los propósitos de la gestión. Por ello la comunicación, como proceso de selección, debe ser el soporte de los procesos institucionales, desde la concepción de las PDII (políticas, visión, misión, PEI), la construcción cooperativa de la PII (proceso de planeación), hasta la ejecución y evaluación de los procesos en cada uno de los ejes de gestión (político – administrativo, pedagógico - didáctico, comunicacional) y en cada una de las áreas de gestión (directiva, académica, administrativa, de la comunidad) como concreción del currículo neosistémico en la institución. 215 cultura de lo público, otorga soportes efectivos para la implementación de políticas, la toma de decisiones y el desarrollo de acciones e implementación de mecanismos de poder propios de la gestión escolar inteligente. Podría afirmarse, en este contexto, que la comunicación es fuente de poder para la acción transformadora y, desde el saber, legitima las decisiones requeridas para desarrollar la creatividad en el proceso de transformaciones institucionales neosistémicas. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA La comunicación unifica representaciones. El desarrollo institucional integrado, desde la gestión del eje comunicacional, requiere de un trabajo cooperativo que contribuya a la representación unificada de la institución educativa. La comunicación institucional debe generar representaciones que converjan en una cultura organizacional integradora, en un lenguaje común que permita compartir un imaginario colectivo: el modelo de desarrollo institucional integrado (MDII), validado este desde los elementos y relaciones entre los elementos y las operaciones del currículo neosistémico. 216 TERCER CAPÍTULO La investigación – acción: fuente de autopoiésis institucional S. Kemmis (1992, p. 196), plantea que …hemos empezado a pensar la Investigación – Acción – Participación (IAP), como un proceso cultural, en términos que presenta similitudes con la noción de Freire (1970) sobre la “acción cultural hacia la libertad”. Hemos empezado a concebir a los investigadores de la IAP como grupo de personas que participan sistemática y deliberadamente en los procesos de crítica y de institucionalización siempre presentes en el trabajo educativo, procurando ayudar al mejoramiento de la vida social o educacional por los modos reflexivos y autorreflexivos de participación en ella. E Conviene aclarar que no se pretende hacer un tratado sobre la investigación – acción, de lo cual ya hay bastante en la literatura especializada. El propósito central es retomar la investigación – acción como aporte de la teoría crítica y articularla como fuente de autopoiésis institucional y como categoría de análisis básica en el desarrollo de un MDII, en el marco de los aportes que sobre estabilidad dinámica del currículo neosistémico le compete, desde la didáctica y la administración escolar. ¿Qué es la investigación – acción? En la concepción de la I-A existen conceptos que se han convertido en denominadores comunes construidos por los fundadores de este nuevo paradigma en las Ciencias Sociales (K. Lewin, 1946; Sol Tax, 1960 ; R. Stavenhagen, 1971; Orlando Fals Borda, 1980; L. Zamosc, 1987 ; Peter Park, 1989; S. Kemmis, 1992; Anisur Rahman, 1989, entre otros). Se resumen algunas de ellas: S. Kemmis (1992), resalta la naturaleza de proceso cultural emancipatorio, de acción cultural hacia la libertad (apoyado en Freire desde su concepción de concientización), que requiere de una participación activa, consciente y CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO n esta dirección, en esta segunda parte del libro se ha planteado que una escuela que construye el MDII, requiere generar autopoiésis institucional a partir de la investigación – acción. Este proceso investigativo ha de estar liderado por los docentes y los directivos de la institución, en el marco de un trabajo colegiado y de un aprendizaje institucional generativo. Entonces, este aparte profundizará en los aspectos conceptuales y en la naturaleza de la investigación acción. Luego se presentará una forma operativa de aplicarla desde el aula y la escuela como alternativa de mejorar, en la cooperación y la solidaridad, los procesos de formación humana en la institución educativa. 217 comprometida del grupo. Como lo llama Kemmis, es una investigación crítica en primera persona (yo, nosotros), que supera los enfoques positivistas centrados en la investigación en tercera persona (el, ella, ellos) y los enfoques interpretativos centrados en la investigación en segunda persona (usted, tu). En la I-A el investigador está ligado a los demás participantes por una ética de solidaridad y por unos valores de racionalidad, justicia y libertad, que se construyen y reconstruyen en el proceso. Peter Park (1989), destaca su carácter de actividad intelectual cuya intencionalidad es otorgar poder a la gente, en especial a los sectores que han sido excluidos de participar en la construcción de una nueva sociedad, para que asuman las acciones necesarias hacia el mejoramiento de sus condiciones de vida. Es sustancial que su naturaleza de proceso investigativo genere un tipo de conocimiento que permita a los participantes autoformarse para comprender lo que se requiere para unas mejores condiciones de vida y de trabajo y, complemento esencial, lo que hay que hacer para lograrlo. Es lo que llama Park, el conocimiento crítico. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA W. Carr (1989) asume la I-A como un criterio esencial en el discurso sobre la calidad de la educación, en especial, para la transformación de la enseñanza y el aprendizaje. En su concepción, es central su planteamiento sobre dos conceptos básicos: el “conocimiento en acción” o acción pedagógica inteligente de los maestros y su interrelación con la “reflexión en acción”, que concibe como la reflexión sobre el conocimiento en acción. Esta relación dialéctica entre el conocimiento en acción y la reflexión en acción se desarrolla en el contexto de la práctica social de los maestros orientada por propósitos compartidos de manera consciente por todos los participantes. 218 Kurt Lewin (1946), considerado el padre de la I-A, la concibe como una forma de investigación que articula el enfoque experimental de la ciencia social con programas de acción social que atendieran problemas sociales estructurales. Mediante la I-A es posible lograr de forma simultánea, avances teóricos y cambios sociales como forma de práctica, como criterio de verdad. Lewin, no solo creó el término “investigación – acción”, también planteó primero que su proceso metodológico comprendía “análisis, recolección de información, planeación, ejecución y evaluación”; pasos que luego se repetían de manera cíclica. Propuesta metodológica que fue compartida y desarrollada por sus seguidores y colegas de investigación. Orlando Fals Borda (1980), científico social colombiano considerado otro de los fundadores de la IAP, la asume como la “ciencia del pueblo”, que debe confrontar la ciencia instrumental positivista. Resalta su naturaleza política e ideológica que marca el compromiso del investigador, el antidogmatismo, la devolución sistemática del conocimiento a los sectores populares involucrados, la relación entre el investigador, los cuadros y las bases, con prioridad a la formación entre los participantes de lo que llamó “intelectuales orgánicos” (categoría que proviene del italiano Antonio Gramsci). Esta caracterización les aporta el carácter de sujetos activos, pensantes y generadores de nuevo conocimiento y nuevas formas de organización que les permiten transformar. S. Kemmis y R. Mctaggart (1992), asumen la I-A como una forma de indagación introspectiva emprendida por participantes en situaciones sociales con objeto de mejorar la racionalidad y la justicia de sus prácticas sociales o educativas, así como su comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que estas tienen lugar. Para los autores, la I-A solo existe cuando es colaboradora, participativa y con deliberados propósitos de transformación y cambio. En general, puede verse que subyace a la investigación – acción, como práctica social y cultural un interés emancipatorio que, como lo han planteado todos los autores anteriores, se caracteriza, en esencia, por la articulación permanente entre teoría y práctica: en el presente caso, la práctica social de los maestros es fuente de problemas de investigación que generan teoría; esta, a su vez, ilumina la practica con nuevas soluciones a los problemas sociales que en ella se originan, enriqueciéndola en un ciclo infinito Teoría- Práctica -Teoría. Si se focalizan los planteamientos anteriores sobre la naturaleza de la I-A en la mejora de la calidad de la educación, de la enseñanza, del aprendizaje y del currículo escolar, puede afirmarse que dichas transformaciones no serán posibles sin la activa, ilustrada y comprometida participación de los maestros en el proceso de reconocimiento, crítica, autocrítica e, investigación de sus concepciones, sus prácticas y sus contextos, o dicho de otra manera, es la ilustración de los maestros, la fuente de su emancipación como comunidades académicas generadoras de praxis pedagógica. Las instituciones deben apoyar este proceso, pues permitirá a los maestros, como colectivo pedagógico de la institución, transformar sus condiciones de trabajo y, generar conocimiento de más calidad sobre la educación, su problemática y la forma de abordarla, sin lo cual resulta improbable establecer el liderazgo pedagógico en la gestión escolar neosistémica que le subyace al MDII. Por tanto, atender la naturaleza de la I-A en la mejora de la calidad de la educación, de la enseñanza, del aprendizaje y del currículo, requiere interrelacionarse y complementarse con los postulados teóricos neosistémicos (ver capítulo 2; primera parte del libro), de manera que se pueda establecer la funcionalidad de la investigación-acción práxica y autopoiética (ver Capítulo 2; Primera parte del libro) para ahondar en la complejidad de nivel superior del currículo neosistémico como factor de desarrollo del MDII. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Como lo plantea Carr (1989) y Kemmis (1992): es el sometimiento a la prueba de la práctica, como criterio de verdad, de las ideas y las teorías que generan nuevo conocimiento y nuevas prácticas. Concebir la relación Teoría – Práctica como un todo único es una ruptura epistemológica aportada por la I-A, que ha permitido consolidar la categoría de análisis de “ideas en acción” o “conocimiento en acción”. 219 En apoyo a ese proceso que los maestros deben asumir, se plantea a continuación, como una sugerencia metodológica, los principales aspectos que deben abordar como grupo. Mientras la condición “práxica” la determina el carácter transformacional que le subyace al modelo de investigación de las ciencias críticas; la condición “autopoiética” la precisa la radicalización de la creatividad “sostenida” que plantea el conocimiento en la teoría de los sistemas sociales. A continuación se describen los cuatro momentos representados en la Figura 29. PLANIFICACIÓN (paso 2) EJECUCIÓN (paso 3) BUCLES EN ESPIRAL PREOCUPACIÓN TEMÁTICA (paso1) REFLEXIÓN (paso 4) INVESTIGACIÓNACCIÓN PARADIGMA DE LOS SISTEMAS SOCIALES – METATEORÍA CURRICULAR (teoría neosistémica ) ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Figura 29 El proceso cíclico de la investigación acción 220 La Figura 29 ilustra en forma de ciclos periódicos los “bucles” de la investigaciónacción (parte izquierda interna). Cada “bucle” está articulado por el desarrollo de los diferentes pasos y es condición de posibilidad para el desarrollo integral del proceso: la reflexión previa a la selección de la preocupación temática tiene implicaciones específicas sobre las particularidades de la planeación; ésta, a su vez, organiza todos los aspectos a considerar en la ejecución del proceso que arrojará la información objeto de reflexión, sistematización, y análisis expresado en una nueva teorización que sirve de referente a las primeras conclusiones. Aquí ha terminado el primer “bucle” y sus resultados representan el insumo calificado para la continuación del ciclo, como se plantea a continuación. PRiMER PASO: La preocupación temática Como su nombre lo indica, la preocupación temática hace referencia a una preocupación, un problema, una pregunta o una situación problemática que ha logrado concitar la atención y el interés del grupo de maestros (ver parte izquierda inferior de la Figura 29: Paso 1). Los maestros-investigadores que formulan el proyecto, describen la situación, exponen lo que piensan de ella y lo que podría hacerse para abordarla como objeto de reflexión y acción. Es el comienzo del nacimiento del proyecto de investigación del grupo. Para desarrollar la investigación-acción práxica y autopoiética, la preocupación temática debe ser instalada en la funcionalidad de la configuración del currículo neosistémico como factor de desarrollo del MDII. Es por esto que se vuelve prioritario que los maestros investigadores aprendan a redimensionar el sucesivo accionar de los bucles en la interrelación de dos ámbitos: el código binario gestiónescolar-desarticulada/gestión-escolar-articulada y, la vigilancia epistemológica del currículo neosistémico (ver: parte derecha de la Figura 29). Aportar desde cada bucle de investigación-acción práxica y autopoiética, es producir metodología sobre el manejo de la complejidad superior del currículo neosistémico como factor de empoderamiento del MDII. Así, la naturaleza de la preocupación temática al responder al requerimiento de la praxis pedagógica de la gestión escolar neosistémica, se articula con los dominios de la producción de técnicas que la autopoiésis demanda en creatividad institucional sostenida en currículo neosistémico. Una vez identificada y caracterizada por el grupo la preocupación temática, este se introduce en el desarrollo de los cuatro aspectos esenciales del proceso de investigación – acción: Los miembros del grupo planifican su acción conjunta. Es el desarrollo de un plan de acción crítico informado que permita mejorar. El grupo actúa (ya es una actuación ilustrada) y pone en práctica lo planificado; hace observación grupal de los efectos y niveles de impacto que ha generado la actuación crítica informada; y, reflexiona sobre los resultados y construye una nueva planificación, una acción ilustrada posterior, una nueva observación y así, en forma continua, a través de ciclos sucesivos cuya duración es definida por los participantes. La actuación y la observación permean la totalidad de los momentos que constituyen cada bucle de investigación. Este aspecto se vuelve predominante en la investigación-acción práxica y autopoiética por la condición que determina la observación de segundo orden, dirimida en el método de los códigos binarios. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Aprender a redimensionar los bucles en el código binario gestión-escolardesarticulada/gestión-escolar-articulada para proporcionar nuevos desarrollos del currículo neosistémico, equivale a activar competencias epistemológicas de los maestros desde “la observación de segundo orden” (ver Capítulo 2, primera parte del libro) en la IESS. Es en este contexto de autorreferencialidad aplicado a la coevolución de los bucles que la institución educativa establece sus condiciones de “organismo vivo”, al articular la gestión escolar investigativa con la producción de comunicación reflectiva sobre transversalidad curricular neosistémica. 221 Dicha predominancia permea todo el sentido de la acción en la que se instala la racionalidad de una institución educativa como sistema social. Algunos ejemplos de preocupación temática para el profesorado, podrían ser: • Desarrollo de la comprensión lectora en los estudiantes a partir del uso del texto informativo y el texto argumentativo. • Mejoramiento de las competencias investigativas de los maestros a través del desarrollo de proyectos pedagógicos de aula. • ¿Cómo contribuir a formar actitud científica en los estudiantes desde la enseñanza y el aprendizaje de las áreas del plan de estudio? • ¿Cómo mejorar las competencias de los estudiantes a partir del uso adecuado de la transposición didáctica por parte del profesor? • ¿Cómo integrar el trabajo curricular en la institución educativa a partir de la integración estratégica de áreas que emerge de la transversalidad curricular, los planes de área y los planes de aula? Algunos ejemplos de preocupación temática para los docentes - directivos, podrían ser: • ¿De qué manera configurar liderazgo pedagógico en términos de organización curricular neosistémica en la institución educativa? • ¿Cómo fortalecer la autonomía escolar en la organización del gobierno escolar? • ¿Cómo establecer la democracia escolar con la participación propositiva por parte, tanto de los padres de familia, estudiantes y egresados para el desarrollo institucional integrado neosistémico? ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • ¿Cómo establecer una administración escolar sustentada en los ejes políticoadministrativos, pedagógico-didácticos y comunicacionales? 222 • ¿Cuáles son los requerimientos para gestionar la observación de segundo orden en los desarrollos pedagógico – administrativos? Puede apreciarse que cada una de estas preocupaciones temáticas representa problemas cotidianos e importantes de la escuela, desde ellos, los maestrosinvestigadores pasan a constituir en objetos de conocimiento sus prácticas curriculares, didácticas, evaluativas y administrativas. Abordar dichos problemas desde la investigación – acción práxica y autopoiética implica planificar, actuar, observar y reflexionar en forma sistemática y cooperativa, no solo para construir soluciones que generen cambio y transformación, sino, para comprometer al grupo de maestros en la construcción de nuevo conocimiento, nuevas prácticas pedagógicas, didácticas y curriculares, como resultado y evidencia de la calidad generada por su proceso investigativo. En la producción de este nuevo tipo de conocimiento, la investigación-acción práxica y autopoiética, contribuye a producir metodología y, por tanto, técnicas que desde el manejo de la complejidad superior, dilucidan el cómo de la creatividad sostenida en integración curricular neosistémica. Es común que los maestros se pregunten: ¿Cómo determinar la preocupación temática? O lo que es lo mismo, ¿Cómo seleccionar y formular el tema a investigar? ¿Cómo reconocer las situaciones problemáticas? Al respecto hay diversas recomendaciones, todas de amplia circulación en la literatura especializada. En este texto se propondrá una propuesta de S. Kemmis y R. Mctaggart (1992), que, como toda propuesta, no es regla infalible e inflexible; representa un buen aporte metodológico, asequible y viable en cualquier institución educativa. Con base en Schwab (1969), Kemmis y Mctaggart (1992) reconocen, desde lo que denominan como “lugares comunes” de la educación, que toda situación educativa puede estudiarse en términos de las interacciones entre enseñantes, estudiantes, temas de estudio y entornos. Es decir, pueden concebirse los referentes generales de un proceso de investigación – acción en el marco de las interrelaciones entre profesores y estudiantes con los desarrollos curriculares, didácticos y la influencia del contexto sociocultural donde la escuela ejerce su encargo y misión social y, que en el currículo neosistémico, son desarrollos que se instalan en la estructura de expectativas del código binario gestión-institucional-desarticulada/gestióninstitucional-articulada. Las cuatro variables mencionadas en el párrafo anterior, se distribuyen en lo que Schwab llama “tabla Aristotélica de invención” como se muestra a continuación: 1. Enseñantes 2. Estudiantes 3.Tema estudio 4.Entorno (A,1) B Estudiantes C Tema estudio D Entorno (B,1) (D,4) (A,4) Tabla 1. Tabla aristotélica de la invención La lectura, comprensión y aplicación de la tabla implica asumir que en toda situación educativa interactúan profesores y estudiantes; que los procesos formativos en la escuela reconstruyen, desde la áreas del conocimiento escolar, los diferentes temas de estudio; y, que este proceso formativo se desarrolla en un contexto sociocultural que ejerce (y recibe) influencia sobre los actores, los procesos y los resultados. El ejercer y recibir influencia del contexto sociocultural, en términos del nuevo paradigma de los sistemas sociales, conlleva a instalar la dialéctica de tal reconocimiento, en la identificación, por una parte, del tipo de estructuras organizacionales que demanda el MEN (Gobierno Escolar - PEI) y, por la otra parte, del tipo de requerimientos transformacionales de la integración curricular CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A Enseñantes 223 neosistémica con base en operaciones específicas de transversalidad curricular neosistémica que le subyace a la integración de áreas del plan de estudios (configuración de estructuras dinámicas de gestión pedagógico-administrativa). Es desde esta perspectiva de praxis pedagógica que el reconocimiento del contexto socio-cultural se asume en la relación bidireccional sistema/entorno, sin lo cual no es posible dilucidar las relaciones autorreferenciales, autopoiéticas e interpenetrativas de una institución educativa como sistema social (ver numerales 2.3 y 2.7, Primera parte del libro). La lectura de la tabla se hace por parejas ordenadas, por ejemplo: (A,1)…hasta (D,4) de tal manera que : A (primera componente), representa el tema en particular, lo que puede decirse de él; y 1 (segunda componente), lo que puede decirse del tema (A,B,C,D), en relación con la segunda componente (1,2,3,4). Se presentan algunos ejemplos de esta lectura: • ¿Cómo leer (B, 1)?: según su preocupación temática, ¿Qué puede decirse de los estudiantes en relación con los enseñantes? • ¿Cómo leer (A, 4)?: en relación con su preocupación temática ¿qué puede decirse de los enseñantes con respecto al entorno escolar? • ¿Cómo leer (A, 1)?: ¿qué saben los profesores acerca de los profesores mismos sobre su rol, sus responsabilidades y sus competencias en lo que trata la preocupación temática? ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA Es importante que el grupo recorra y haga la lectura de toda la tabla, discutan las respuestas a cada pregunta y registren en orden de prioridades sus convergencias y divergencias. Luego de un proceso de discusión académica, el grupo notará que sus ideas van organizándose de manera progresiva, lo cual hará más consciente y pertinente determinar la preocupación temática que se estudiará desde la investigación – acción práxica y autopoiética. 224 El anterior proceso le aporta al grupo de maestros – investigadores una visión neosistémica y crítica del problema abordado, pues el análisis crítico decantado de la lectura colectiva de la tabla Aristotélica, permite precisar el todo de las interacciones entre profesores, estudiantes, temas de estudio y contextos, desarrollados en el proceso de formación humana como responsabilidad de la escuela. Ello es esencial a la hora de precisar los alcances del problema y de determinar los niveles de impacto de sus alternativas de solución. SEGUNdO PASO: la planificación Hecha la reflexión inicial que permitió determinar la preocupación temática, el grupo de maestros puede preguntarse: ¿qué se debe hacer? Es decir, diseñar la acción, precisar en forma adecuada los alcances del proyecto y sus limitaciones; se trata de asumir de manera consciente las condiciones objetivas y las condiciones subjetivas que influyen sobre el proceso. Por ejemplo, considerar dentro de las condiciones objetivas: oportunidades y potencialidades, limitaciones y debilidades, disponibilidad de recursos (físicos, económicos, materiales, etc.), disponibilidad de tiempo, clima institucional, entre otros aspectos necesarios y previos. Dentro de las condiciones subjetivas podrían considerar: concepciones previas del grupo sobre el problema, expectativas del grupo y de la institución, posibilidades de formación de equipo de trabajo para el aprendizaje cooperativo, posibilidades de involucrar a la institución en proceso de aprendizaje institucional generativo que erosione de forma progresiva las raíces del aprendizaje institucional adaptativo, entre otros factores que estarán presentes durante el proceso. Estas precisiones generan la necesidad de un cronograma de actividades que el grupo de maestros podría plantear en términos de: actividades, responsables, tiempo y resultados esperados. Además de poner “polo a tierra” a las preguntas anteriores, el cronograma establece prioridades, asigna responsabilidades y permite el monitoreo y control permanente del proceso en torno a resultados que deben ser registrados por el grupo investigador. El cronograma de trabajo de un equipo colegiado de investigación pasa a constituirse en fuente de autorregulación institucional. En este paso de planificación de la I-A, surgen “preocupaciones” o preguntas que han de tenerse en cuenta de manera organizada. Para ello se recomienda agruparlas en los tres aspectos siguientes: • Planificación del cambio en las concepciones sobre el problema. • Planificación del cambio en las actividades y las prácticas y • Planificación del cambio en el clima institucional. En la planificación del cambio en las concepciones sobre el problema es necesario que el grupo se pregunte: • ¿Qué dicen los profesores, los estudiantes, los directivos, los padres de familia sobre la preocupación temática? • ¿Cómo puedo utilizar esas concepciones para concitar su interés y participación en el proyecto? • ¿Qué dice la literatura sobre el problema (“ilustración”)? CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A medida que se desarrolla el plan de acción, el para qué de la investigación emerge con suficiente claridad: ¿para qué hacer esta investigación? ¿Cuál sería su objetivo estratégico? ¿Sus propósitos generales y específicos? Si el grupo de maestros hace una buena precisión sobre la visión de futuro del proyecto como fuente creadora de círculos virtuosos, quedará más evidente la necesidad de ampliar la pregunta inicial de la planeación: ¿qué debe hacerse?, ahora su complejidad comprendería “¿Qué debe hacerse acerca de qué, por parte de quién, dónde, cuándo, cómo?” (Kemmis, Mctaggart, 1992, p. 87). 225 • ¿Qué replanteamientos se buscan en la concepción del problema y su aplicación al aula y la institución? • ¿Existe tradición discursiva (oral y escrita) en la institución sobre el problema? • ¿Qué contradicciones se evidencian en las concepciones qué existen sobre la preocupación temática? • ¿Cómo generar condiciones para asumirlas en un debate académico entre colegas? • ¿Cómo controlar y evaluar el desarrollo de este proceso de discusión y concertación teórica? El espíritu de la planificación se instala en precisar la naturaleza de las prácticas a cambiar con base en el código binario institución-desarticulada/instituciónintegrada; en reconocer los impactos que tendrán estos cambios; en explorar y trascender la historia institucional; en concitar la mayor participación posible para legitimar los cambios pretendidos en actividades y prácticas; en ser conscientes que habrán problemas y que han de superarse con inteligencia y flexibilidad; y, en la necesidad de mantener un monitoreo permanente sobre el proceso que el grupo desarrolla. El objeto de la planificación del proceso de investigación – acción práxica y autopoiética es conocer el conjunto de relaciones sociales en la institución que influyen en la preocupación temática seleccionada. Esto es básico para identificar el tipo de clima institucional existente y visualizar el que es necesario ayudar a construir para el éxito del proceso. Por ello se requiere abordar preguntas como las siguientes: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • ¿Cómo son las relaciones sociales en la institución? ¿Qué cambios son deseables en ellas para un mejor desarrollo del proceso? 226 • ¿En el marco del problema, cómo han llegado a ser como son estas relaciones? • ¿En la historia institucional se identifican obstáculos para el cambio de ellas? • ¿La estructura organizativa de la institución favorece o limita el proceso? • ¿Qué cambios político – administrativos se necesitarían? • ¿El tipo de relaciones existentes favorece o limita la negociación cultural de los cambios pretendidos? • ¿Estas relaciones son democráticas y se soportan en la argumentación? • ¿Los conflictos en la institución tienen una forma cultural de tramitarse? • ¿Cómo contribuir a volver creadores estos conflictos? La planificación del cambio: en las concepciones sobre el problema, en las actividades y las prácticas y, en el cambio institucional, representan la base para elaborar el plan de acción del grupo investigador. Es un plan que se orienta hacia la acción y, será un punto de referencia para la reflexión, por ello la acción es una acción ilustrada, iluminada por la reflexión, en tanto la preocupación temática también es ilustrada. Ese es el sentido del ciclo acción – reflexión – acción que requiere el proceso de investigación – acción y que algunos teóricos han llamado las ideas en acción. Ahora el grupo está en condiciones de avanzar al siguiente paso. TERCER PASO: la acción. Ejecución del plan y observación de su desarrollo. Se trata de poner en marcha el plan, de realizar en la práctica lo planeado. Es necesario no ser rígido y mantener siempre una actitud realimentadora de la planificación, de manera que se ejerza un monitoreo permanente del proceso, de tal forma que el grupo pueda tener control de todos los aspectos del proyecto. Ello implica hacer un registro o diario del proyecto (bitácora), lo que permitirá organizar sus observaciones y apoyar la posterior sistematización. Estos registros pueden agruparse (como en el paso anterior), en tres aspectos centrales: • Ejecución y observación de cambios en las concepciones y discursos sobre el problema. • Ejecución y observación de cambios en las actividades y en las prácticas y • Ejecución y observación de cambios en el clima institucional. a) Ejecución y observación de cambios en las concepciones y discursos A partir de lo planeado, el grupo debe preguntarse: • ¿Cuáles son los aspectos más relevantes del problema para los profesores y los estudiantes? • ¿Cuáles son los aspectos más relevantes del problema para los directivos para la institución? • ¿Se enmarcan estos nuevos aspectos dentro de los cambios pretendidos por la investigación? • ¿Se utilizan estas nuevas concepciones en el mejoramiento del trabajo en el aula y la institución? • ¿Los aportes de la literatura (teoría) sobre el problema alimentan nuevos discursos en la institución? • ¿Se han construido nuevos acuerdos para enriquecer el debate sobre la preocupación temática? CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO A continuación se desarrolla cada aspecto desde las preguntas – problemas que orientan la acción. 227 • ¿Se ha generado tradición escrita en el grupo, como producto del cambio en la concepción y el discurso sobre el problema? • ¿La tradición escrita y oral generada ha contribuido a socializar los avances y a estimular la participación y colaboración de otros? Como puede entenderse, la acción y la observación se focalizan en registrar los cambios que se producen en las formas de concebir el problema, de argumentarlo en los discursos, de hacerlos visibles y circulantes en la institución y, en especial, de orientar los replanteamientos conceptuales hacia una mayor comprensión del problema, que contribuya a la formación y consolidación de comunidad académica en la institución, centrada en la construcción de la integración curricular neosistémica y desde la validación del MDII. b) Ejecución y observación de cambios en las actividades y las prácticas. En este aspecto, la observación del grupo debe permitirle al profesorado y a los docentes-directivos como maestros investigadores, determinar: • ¿Las actividades y las prácticas mejoran la interacción entre profesores, estudiantes, los padres de familia, temas de estudio y ambientes educativos? ¿Cómo evidenciar que es así? • ¿Qué caracteriza ahora esas nuevas prácticas? ¿Mejoraron la historia institucional sobre el problema? ¿Contribuyen a los cambios pretendidos? • ¿Qué actividades y prácticas alternativas se destacan? ¿Pueden consolidarse? • ¿Se corresponden estas actividades y prácticas con los cambios en las concepciones y los discursos? ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • ¿Están siendo aceptadas? ¿Aún se presentan resistencias? ¿Qué razones prevalecen? 228 • ¿Las nuevas actividades y prácticas tienden a institucionalizarse? ¿Generan con ello nuevas formas organizativas en la institución? • ¿Con los cambios pretendidos en actividades y prácticas se estimula el aprendizaje institucional generativo? • ¿El grupo investigador ha desarrollado competencia para monitorear y evaluar este proceso de cambios? En este aspecto, la acción y la observación se centran en evidenciar los cambios generados por las nuevas concepciones y discursos de los participantes sobre sus actividades y prácticas. Es decir, dotar de sentido y someter a la prueba de la práctica el proceso de acción – reflexión – acción que subyace a la actividad investigativa del grupo de maestros. Por ello, es indispensable en este aspecto, registrar los impactos que generan los cambios pretendidos desde las actividades y las prácticas requeridas para el estudio y resolución de la preocupación temática elegida. c) Ejecución y observación de cambios en el clima institucional. Asumir nuevas concepciones y discursos que orienten nuevas prácticas sobre la preocupación temática, tiene claros niveles de impacto sobre la calidad del nuevo clima institucional que se genera como consecuencia de los nuevos tipos de interacciones entre profesores, estudiantes, planes de estudio y el contexto socio – cultural de la institución. Por ello, en este aspecto es importante preguntarse (comparar con lo preguntado en la planificación del cambio en el clima institucional): • ¿Cómo se expresan en la institución los cambios pretendidos en las relaciones sociales? ¿Cómo los asumen en la comunidad educativa? • ¿Se han presentado cambios en los roles político – administrativo y pedagógico – didáctico de los participantes? • ¿Las nuevas formas de comunicación institucional contribuyen al fortalecimiento del clima institucional? ¿Cómo se evidencia? • ¿Existen nuevas formas de relaciones para el trabajo cooperativo, la asignación de responsabilidades y la autoevaluación de los resultados producidos? • ¿Persisten todavía relaciones en la institución que limitan los cambios producidos? ¿Cómo se manifiestan? ¿Cuáles son las consecuencias? Desarrollada la acción y la observación (pasos a, b, c), el grupo dispone ahora de valiosa información sobre lo que ha ocurrido. Es el momento de articular de manera coherente todas las observaciones y registros hechos sobre el proceso, analizarlas y valorar su correspondencia con lo planeado. Es el comienzo del proceso de reflexión que debe expresarse en una exposición objetiva de lo que ha ocurrido, ello incluye por supuesto, logros y limitaciones. Este primer avance del informe debe ser socializado por el grupo, incluso conviene invitar a otros colegas; la claridad, fiabilidad y precisión del informe serán la base para la posterior reflexión y toma de decisiones como se expone a continuación. CUARTO PASO: la reflexión. Este es el momento de la reflexión detenida sobre todo el proceso: análisis, síntesis, interpretación, explicación y elaboración de conclusiones y recomendaciones. Como lo afirman los autores, ha finalizado el “primer bucle” o primer ciclo del proceso de planificación, acción, observación y reflexión sobre la preocupación temática; esto no significa que la investigación concluyó y que sus conclusiones son definitivas, todo lo contrario. La reflexión es un ejercicio de sistematización, tensionado en los requerimientos de la teorización. La ciencia crítica de la educación plantea al respecto que, en la construcción de currículo escolar, los maestros-investigadores interpelan, por una parte, la práctica de los teóricos de la educación y, requieren interpelarse en términos teóricos sobre su condición de prácticos de la educación, por la otra parte (Carr, 1996, segunda parte). CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • ¿Qué replanteamientos y apoyos requiere el grupo para superarlas? 229 Con seguridad, el grupo de maestros hará una evaluación del proceso, identificará logros, limitaciones, aprendizajes y consecuencias de esta primera aproximación al problema. Igualmente, tendrán más claro las condiciones en que se encuentran ahora como maestros investigadores para proyectar el desarrollo de un “segundo bucle” o segundo ciclo para aprender más acerca del problema, de sus alternativas de solución y de las habilidades necesarias para trabajarlo en un aprendizaje cooperativo desde la investigación – acción. Como afirman los autores: “El aprendizaje de aquello que necesita aprender es uno de los resultados más importantes de la fase de reflexión” (Ibid, 1992; p. 115). El aprender a aprender es una competencia a desarrollar por los maestros a través de la investigación-acción práxica y autopoiética, ella es esencial en el campo de tensión de la teoría neosistémica para la configuración de una institución educativa integrada y como sistema social que valida el MDII. Este campo de tensión justifica la particularidad de la investigación-acción, práxica en lo pedagógico y, autopoiética en la creatividad sostenida de estructuras dinámicas desde la especificidad del plan de estudio como génesis del PEI autorregulado. Se recomienda que antes de replanificar el segundo bucle, el grupo oriente la reflexión en torno a preguntas claves como estas: • ¿Qué de lo planeado se logró? ¿Cuál es la percepción de los otros colegas, estudiantes y directivos? • ¿Cuáles son las consecuencias esenciales previstas? ¿Cuáles las imprevistas? • ¿Qué nuevos problemas de investigación pedagógica se podrían derivar de ellas? • ¿Qué otro grupo de profesores y directivos se vincularía? ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • ¿Cuáles fueron las principales limitaciones? ¿Cómo superarlas? 230 • ¿Las concepciones, los discursos y las prácticas sobre la preocupación temática han mejorado? ¿Cómo se expresa este mejoramiento en el aula y en la institución? • ¿Qué cambios se evidencian en la organización político – administrativa de la institución? ¿En lo pedagógico – didáctico y, por tanto, en el currículo neosistémico? • ¿Qué valor agregado produjo el bucle en términos de observación de segundo orden, código binario institución- desarticulación/ institución-articulada y, por tanto en comunicación reflectiva? • ¿Qué resistencias generan? • ¿Cuáles son las contradicciones y discursos sobre el problema que aún no han podido cambiarse? • ¿Qué reformulaciones debe hacerse de la preocupación temática en la replanificación? Una vez discutidas estas preguntas (entre otras) por el equipo de maestros investigadores y haber llegado a acuerdos, deben decidir: ¿Qué hacer ahora? ¿Se profundiza la misma preocupación temática? ¿La modificarán? Ha de ser una decisión consciente y producto de la reflexión y el compromiso pedagógico e institucional del grupo de maestros. Esto les permitirá, apoyados en su informe final del primer bucle, tomar algunas decisiones necesarias, entre otras, las siguientes: • Formas de socialización de resultados y de devolución de la información a la comunidad educativa. En lo posible una presentación pública e institucional del informe. • Publicación institucional de esos primeros resultados a través de los órganos de difusión educativa de la localidad y la región. • Identificar y argumentar sobre los cambios que ahora intentan ayudar a construir con el nuevo bucle. Si así lo decidieron, hagan público el compromiso de continuidad del proceso e inviten a participar a nuevos miembros. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO Con ello han iniciado la fase siguiente, el nuevo “bucle” en la espiral cíclica de la investigación – acción: la replanificación (ver la representación de los bucles en espiral de la Figura 29). 231 Compendio de la segunda parte E sta segunda parte asumió el estudio de la complejidad de la estructura organizacional del MDII y, por tanto, del currículo neosistémico, que emerge y opera en el marco de esa estructura de naturaleza pedagógico – administrativa. La lógica que orientó este proceso fue la siguiente: se parte de los constructos epistemológicos del currículo neosistémico y de la epistemología del MDII (primera parte), como referentes teóricos que posibilitan la comprensión de la estructura dinámica del currículo neosistémico y de las implicaciones didácticas y curriculares de la gestión pedagógico – administrativa requerida por el MDII. Desde estos referentes se desarrolla en forma teórico – práctica la explicación y conformación de la estructura organizacional del modelo de gestión didáctica y curricular. En este caso, el MDII. Naturaleza de la fase de concepción La naturaleza de esta fase es, en especial, política e ideológica. Ello es así pues se trata de concebir los lineamientos generales de orden filosófico, pedagógico, ético y cultural que orientarán el proceso. Además, se trata de transformar una microsociedad sui generis: la escuela. En nuestro caso, una escuela heterónoma, desarticulada y con una fuerte herencia positivista en lo pedagógico, lo didáctico y lo curricular. Es este tipo de escuela que, como institución educativa, se asume como sistema cerrado provisional, por tanto, susceptible de penetración progresiva por la concepción de institución educativa como sistema social (IESS). En este proceso de orientación y concepción, la estructura del modelo de desarrollo institucional integrado (MDII) descansa sobre los siguientes aspectos esenciales: ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA • La misión y la visión institucionales, se asume como la visión de futuro institucional compartida. 232 • Las políticas de desarrollo institucional integrado (PDII), que representan, en el contexto de una micropolítica escolar alternativa, una concepción deliberada de autonomía y democracia escolar plasmada en los desarrollos administrativos, didácticos y curriculares que subyacen a la construcción colegiada y cooperativa del currículo neosistémico. En general, las PDII representan la concepción filosófica, sociológica, antropológica, pedagógica, ética y cultural desde la cual se generan los lineamientos generales para la formulación de la visión de futuro institucional compartida y la micropolítica escolar. • La planeación institucional integrada (PII). Como componente operativo de la estructura organizacional de procesos, su lógica se centra en reorientar el sentido y las acciones de las PDII y en la creación de sentido y unidad en la institución a partir de unas prácticas pedagógicas, administrativas y curriculares cohesionadas por la autorregulación y el aprendizaje institucional generativo. La PII establece metas, fija estrategias y formula planes de acción para construir y consolidar en forma progresiva la coevolución de la escuela hacia una IESS. • El proyecto educativo institucional (PEI). Como carta de navegación de la institución, es el lugar de convergencia de la visión de futuro institucional compartida, de las PDII, y de la PII. Entonces, el PEI asume de manera clara un énfasis a manera de opción curricular esencial en el MDII: el currículo neosistémico. Desde esta opción curricular se debe generar todo el proceso de transversalidad curricular (ver figura 15, primera parte). Los anteriores aspectos de la fase de concepción, se construyen en el marco de tres tipos de relaciones intersistémicas que se deben generar en la institución: • Relación intersistémica autorreferencial. La escuela, asumida como sistema social, aborda desde la autorreferencialidad tres tipos de procesos: de autodescripción, de autocoacción y de coevolución. En este desarrollo la IESS aprende a ser autocrítica: elabora un análisis retrospectivo para caracterizar su pasado y construye en forma progresiva, la visión de futuro institucional compartida. Es en este proceso de autorregulación institucional que coevoluciona en el marco del código binario institución – desarticuladaasistémica/institución-integrada-neosistémica. Es decir, la exigencia creciente de autorregulación institucional permite la coevolución a niveles superiores de desarrollo institucional integrado. • Relación intersistémica interpenetrada. En esta relación es esencial comprender el diálogo de dos complejidades: la escuela actual (sistema penetrado), asumida como un factor de éxito y, la IESS (sistema penetrador), constituido por el MDII en relación de recíproca influencia, consecuencia de la interacción de las dos complejidades. El sistema interpenetrado, resultante de la relación de interpenetración, se expresa en nuevas estructuras organizacionales y nuevas transformaciones que convergen en el MDII. Naturaleza de la fase de ejecución. La fase de ejecución del MDII se asume en el marco de una gestión escolar inteligente. En ese sentido, su naturaleza se instala en la estructura organizacional de procesos del MDII. Su naturaleza teórico – práctica se desarrolla desde los tres ejes de gestión requeridos por el currículo neosistémico: • El eje político – administrativo. • El eje pedagógico – didáctico. • El eje comunicacional. CURRÍCULO NEOSISTÉMICO Y DESARROLLO INSTITUCIONAL INTEGRADO • Relación intersistémica autopoiética. En el marco del MDII, la autopoiésis institucional implica que la escuela misma reproduce las condiciones para su transformación como institución. Entonces, la IESS en su continuo desarrollo, genera elementos inestables que garantizan la creatividad sostenida y la estabilidad dinámica del currículo neosistémico. Desde esta lógica, la investigación- acción práxica y autopoiética es la fuente principal para la creación de desequilibrios creadores de estabilidad dinámica. 233 El eje político – administrativo tiene como propósito empoderar al equipo de docentes – directivos de la institución, legitimar su gestión escolar desde un liderazgo pedagógico y en el marco de una micropolítica escolar alternativa centrada en la autonomía y la democracia escolar. El eje pedagógico – didáctico aborda la complejidad pedagógica, didáctica y curricular de la gestión escolar, con énfasis en la gestión académica. Su propósito es empoderar al equipo docente desde tres referentes específicos: • El liderazgo pedagógico, curricular y didáctico instalado en el aprendizaje institucional generativo. • Los referentes científicos de la pedagogía, la didáctica y el currículo. • La articulación de tres saberes propios de los maestros en el MDII: el saber pedagógico, el saber didáctico y el saber curricular que legitiman al maestro como pedagogo, didacta y como productor de currículo escolar. ELÍAS TAPIERO VÁSQUEZ - BERNARDO GARCÍA QUIROGA El eje comunicacional es el responsable de articular toda la gestión escolar en el MDII. La comunicación como sistema social por excelencia, pone en relación actores, políticas y procesos; genera el clima institucional para el aprendizaje generativo; estimula la convergencia de intereses y de acciones para el logro de la visión de futuro institucional compartida; se constituye en una fuente de poder desde el saber para construir cultura organizacional en torno al desarrollo institucional integrado. 234 La investigación – acción, de naturaleza práxica y autopoiética, es la fuente privilegiada de generación de autorreferencialidad, autopoiésis e interpenetración institucional. Como práctica social históricamente situada, subyace a ella un interés emancipatorio, que reconoce las prácticas del maestro como fuente de problemas de investigación que, a su vez, generan una teoría que iluminará la práctica con nuevas soluciones y nuevos problemas en el ciclo infinito de reflexión – acción – reflexión; teoría – práctica – teoría. BIBLIOGRAFÍA Ball, S., (1994). 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