Liberar la radio en tiempos oficiales Hablar de radio pública en México, no es nuevo. El tema se coloca en la mesa de la discusión pública en el sexenio del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado, cuando la radiodifusión a cargo del Estado recibió el mayor impulso del que se tiene noticia en la historia de la radio mexicana. El establecimiento de sistemas estatales de comunicación social y la creación del Instituto Mexicano de la Radio, fueron la novedad de ese sexenio, pues dicho Instituto se convirtió en el gran productor de radio del Estado. Con el surgimiento del IMER, se marcan las diferencias entre radio gubernamental y radio estatal, entendiendo a la primera como una radio oficial al servicio del partido político en el poder; mientras que la segunda se consideró como un medio basado en la gestión democrática de la sociedad. Hablar de radio estatal –en aquéllos años- era asociarla a servicio público. Había un interés del gobierno por conocer la situación que imperaba en los medios, que en 1983, la Secretaría de Gobernación organizó el Foro de Consulta Popular de Comunicación Social donde se plantearon los problemas del cine, prensa, radio y televisión. Se publicaron 10 tomos en los que se discutieron nueve temáticas que abordaron el marco jurídico, situación económica, la profesionalización, regionalización y descentralización, educación, participación social y avances tecnológicos, entre otros. Fue una década en la que aparecen dos libros, El sonido de la radio: ensayo teórico práctico sobre producción radiofónica y que representó en 1988, el primer esfuerzo editorial del Instituto Mexicano de la Radio y el primer libro editado en México sobre el tema. La Otra Radio. Voces Débiles, Voces de Esperanza, de Cristina Romo, editado por el IMER y la Fundación Manuel Buendía, plantea la situación de la radio en México. En los noventa, la situación sigue siendo la misma, es el gobierno quien abre nuevos medios, los mantiene y administra. El primero de noviembre de 2005 nace La Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México A.C., y en ese mismo año, durante el Segundo Congreso Internacional Los Medios Públicos de cara a la Democracia, organizado por La Red, su entonces presidenta y directora de Radio Educación, Lidia Camacho se preguntaba: ¿qué caracteriza a un medio público frente a un medio no comercial, gubernamental o privado?, ¿qué necesidades programáticas debe satisfacer un medio público?, ¿el medio público debe contar con recursos del presupuesto o debe acceder a otras formas de financiamiento? Han transcurrido más de 30 años desde que se crea el IMER y una de las afirmaciones generalizadas que sostienen algunos investigadores, académicos, periodistas, políticos, funcionarios y hacedores de la radio, es que “La radiodifusión de servicio público no ha sido hasta ahora una prioridad para el Estado mexicano”. Sin embargo, la pregunta obligada de entonces y ahora es: ¿qué define a la radio pública y a qué retos se enfrenta? Porque de ser una radio Oficial, de gobierno, el IMER se denomina –ahora- Radio Pública. Lic. Feliciana Angélica López Matías Es licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, cuenta con estudios de Maestría en Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Se desempeña como profesora de carrera adscrita a la Licenciatura en Comunicación y Periodismo. Su línea de Investigación es Radio y democracia. Ha participado como ponente en foros nacionales de comunicación. Entre sus principales publicaciones destacan: El papel de la radio en la construcción de ciudadanía, Un bosquejo bibliográfico de la radio en la construcción de ciudadana y Panorama de la concentración de la radio en México. Asimismo, ha participado en programas radiofónicos semanales como: Voces en Plenitud, "Palabras con Experiencia" y Letras Sonoras, “Voz y Eco de la Literatura”.
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