investigación de la Miopatia Mitocondrial por déficit de TK2.

 NUCLEÓSIDOS un ¿NUEVO TRATAMIENTO PARA EL DÉFICIT DE TK2? Nuestro objetivo es investigar la eficacia de una nueva estrategia farmacológica para tratar la enfermedad causada por la deficiencia en timidina kinasa 2 (TK2). Esta deficiencia, para la que todavía no existe tratamiento plenamente eficaz, provoca una alteración mitocondrial que en un gran número de casos afecta de forma muy grave al tejido muscular de niños pequeños. La TK2 es una proteína necesaria para sintetizar los nucleótidos, componentes esenciales del ADN mitocondrial. En concreto, la TK2 es necesaria para la formación de dos nucleótidos dentro de la mitocondria, el dCMP (monofosfato de desoxicitidina) y dTMP (monofosfato de timidina). La falta de actividad TK2 tiene como consecuencia un déficit de dCMP y dTMP en el músculo, lo que impide el correcto funcionamiento de la mitocondria y conlleva una insuficiente producción de energía. Todo esto acaba interfiriendo la correcta funcionalidad y desarrollo de los músculos, afectando de manera grave la movilidad y función respiratoria de los pacientes. Actualmente sólo existe un tratamiento experimental para la enfermedad basado en el aporte de los nucleótidos deficientes, dCMP y dTMP, que ha sido probado previamente en ratones modelo de la enfermedad con resultados muy positivos. Sin embargo, este tratamiento no carece de limitaciones por lo que seguimos con la necesidad imperativa de continuar investigando alternativas terapéuticas para la enfermedad. Entre los principales inconvenientes de esta terapia destaca su elevado coste, que se traduce en serias dificultades de financiación. Con la finalidad de mejorar la única opción de tratamiento disponible, nuestro grupo de investigación persigue investigar una alternativa de tratamiento que ha dado buenos resultados en modelos celulares de enfermedades relacionadas con el déficit de TK2. Esta nueva terapia se basa en intentar estimular la síntesis de dCMP y dTMP a través de vías metabólicas alternativas que sí son funcionales en los propios pacientes, pese a su deficiencia en TK2. Esta estimulación se lograría mediante la administración de los nucleósidos timidina y desoxicitidina, que son precursores de la síntesis de dCMP y dTMP. Los nucleósidos podrían proporcionar la cantidad necesaria de dCMP y dTMP para garantizar el correcto mantenimiento del ADN mitocondrial, y mejorar los efectos de la enfermedad. En los últimos meses hemos obtenido resultados que indican que dichos nucleósidos funcionarán exactamente igual, si no mejor, que el dCMP y dTMP. Nuestro objetivo es probar esta nueva estrategia de tratamiento en cultivos celulares y también en modelos animales que no tienen TK2 y que a día de hoy son el mejor y único modelo para ensayar la eficacia del tratamiento. Por otra parte, los nucleósidos son moléculas más sencillas y mucho más baratas que el dCMP y el dTMP, lo cual es razón fundamental para garantizar el acceso al tratamiento de todos los pacientes que, como Antonio, padecen deficiencia en TK2.