Descripción del cultivo de Gerbera

Descripción del cultivo de Gerbera
CONTENIDO
1. Estructura del suelo
pág. 1
2. Nivel de agua del suelo
pág. 2
3. Desinfección y labranza del suelo
pág. 2
4. Condición nutritiva
pág. 3
5. Calefacción del suelo
pág. 4
a. Fertilización de provisión
pág. 5
b. Surcar
pág. 5
c. Época y duración del cultivo
pág. 5
d. Método del cultivo
pág. 6
e. Clima del invernadero
pág. 6
f. Dosificación de CO²
pág. 7
g. Riego
pág. 8
h. Fertilización
pág. 9
i. Cosecha
pág. 9
j. Prevención y lucha contra daños
pág. 9
k. Mantenimiento del cultivo
pág. 12
1
Antes de comenzar el cultivo de Gerberas es importante prestar mayor atención a
los siguientes factores:
1. estructura del suelo
• ventilación
• permeabilidad
2. nivel de agua del suelo
3. desinfección y labranza del suelo
4. condición nutritiva
5. calefacción del suelo
Después de una explicación de los puntos anteriores sigue mayor información sobre
prácticas agronómicas.
1. Estructuras del suelo
La ventilación y la permeabilidad son importantes para definir la estructura del suelo.
• Ventilación.
Para cada tipo de suelo es necesario que haya una óptima proporción entre la
cantidad de aire y la cantidad de partículas sólidas del suelo. La primera condición que
se debe exigir del suelo es que esté lo suficientemente ventilado. Con la aplicación de
material orgánico tal como corteza de árbol o turba se puede mejorar la cantidad de
aire del suelo. Con esto se aumenta al mismo tiempo la capacidad de retención de
humedad del suelo. La aplicación de turba, corteza de árbol, etc. se debe llevar a
cabo cuidadosamente. La experiencia ha demostrado que cuando se aplica con
maquinaria pesada, puede presentarse un deterioro bastante rápido de la estructura.
• Permeabilidad
La permeabilidad del suelo está determinada por la textura y estructura del suelo.
Cuando el suelo es de naturaleza permeable cualquier capa intermedia puede
invalidar esta característica. Esta capa intermedia o más densa conlleva a los siguientes
peligros:
• Las raíces tropiezan con una capa difícil de penetrar lo que
lleva a una interrupción de crecimiento y estancamiento.
• Una capa más densa no deja pasar lo suficientemente
rápido el agua. El riego (demasiado) abundante conlleva
rápidamente a una pudrición de base causada por
Phytophthora.
En caso de que se encuentre una capa intermedia se debe romper labrando
profundamente el suelo. Esto se debe hacer antes de instalar la calefacción del suelo.
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2. Nivel de agua del suelo
Este factor es de suma importancia para el cultivo de Gerberas. Un nivel de agua del
suelo temporalmente demasiado alto causa daño de raíz que la mayoría de las veces
provoca muerte temprana de la planta. Cuando el agua del suelo no está a más de 1
metro de profundidad, el uso de una estaca de nivel o de un tubo de nivel es una
buena
manera de comprobar el nivel de agua del suelo. El mejor medio para mantener el
agua del suelo lo más constante posible es un sistema de drenaje cerrado. En la
mayoría de los suelos una profundidad de 80 centímetros es recomendable para la
instalación del drenaje; en turberas y suelos arenosos es recomendable una
profundidad de 70 cm para conseguir una buena permeabilidad y una pequeña
capacidad de subida capilar.
3. Desinfección del suelo
Antes de empezar cualquier cultivo de Gerberas es absolutamente necesario
desinfectar el suelo. Principalmente el hongo del suelo, Phytophthora cryptogea, que
provoca "pudrición de base", puede matar parcial o completamente un cultivo.
Además, los nemátodos de nudo pueden hacer fracasar el cultivo debido al llamado
"tubérculo".
La desinfección del suelo es posible de las siguientes maneras:
• Vaporizando con ayuda de toldos o a baja presión:
En la vaporización con toldos, estos deben estar de 6 a 8
horas inflados. La
vaporización a baja presión requiere unas
4 horas y ofrece una mayor
desinfección para mayores
profundidades. Con la vaporización a baja presión
también se produce vapor debajo del toldo. En los tubos de drenaje aplicados
especialmente para vaporización a baja presión se
ejerce una presión
determinada por la cual se absorbe el
vapor más rápido y profundamente en el
suelo. La vaporización
a baja presión ofrece, hasta cierto punto, mayor
seguridad.
Las desventajas son:
• se debe hacer una mayor inversión en el sistema de drenaje,
• los tubos de la calefacción del suelo deben estar garantizados
para
temperaturas de 70 a 90°C. Con respecto a un probable deterioro de la
estructura, antes de vaporizar el suelo debe estar lo más seco posible.
• Fumigando con ayuda de bromuro de metilo:
Este método de desinfección ofrece buenos resultados especialmente en
turberas, suelos arenosos y marga ligera.
Unas semanas después de usar bromuro de metilo en suelos más
duros
no se excluye en retraso de crecimiento.
Para este método de desinfección el
suelo debe estar algo húmedo.
Cualquiera que sea el método utilizado es aconsejable lavar después de la
desinfección. Durante la vaporización algunas ligazones insolubles de manganeso se
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vuelven solubles debido a la alta temperatura. El contenido de manganeso
absorbible puede entonces aumentar considerablemente. Para prevenir un exceso
de manganeso es recomendable lavar primero. Como consecuencia de la
fumigación con bromuro de metilo el contenido de bromo en el suelo puede
aumentar considerablemente. Aunque todavía no se haya presentado ningún daño
claramente comprobado, de todos modos es mejor lavar. El lavado no sólo es
recomendable debido a la desinfección realizada sino que también tiene un efecto
favorable en la concentración de sal del suelo. Las diferentes concentraciones
locales debido al riego local se nivelan por medio del lavado y se eliminan las
excedentes sales acumuladas. No se puede indicar una exacta cantidad de agua
pero es suficiente contar con un periodo de 4 a 8 horas (dependiendo del tipo de
suelo). El agua evidentemente se administra en etapas. Después de cada
desinfección y el consiguiente lavado es necesario esperar un periodo de 1 a 2
semanas antes de empezar a labrar el suelo para darle la oportunidad de drenarse.
Labranza del suelo
Después de desinfectar la primera acción es la labranza del suelo. Una labranza de 30
centímetros de profundidad es suficiente para la Gerbera siempre que la capa inferior
reúna condiciones anteriormente requeridas. Si se ha lavado, es de suma importancia
no labrar muy rápido el suelo. La labranza de suelos demasiado húmedos, más duros
conlleva a un rápido deterioro de la estructura. En vista de lo anterior se desaconseja
fuertemente el uso de maquinaria pesada. Durante esta labranza se puede realizar la
fertilización de provisión. Si también se usa material orgánico, este no se debe aplicar
demasiado profundo para prevenir reducción.
4. Condición nutritiva
Se recomienda antes del principio del cultivo dejar examinar la condición nutritiva del
suelo. Mediante los resultados obtenidos se pueden dar recomendaciones adecuadas
con relación al pH, a la C.E. y al nivel nutritivo deseado. Con referencia a la acidez se
puede decir que la Gerbera crece bien con un pH de 6 a 7. Un pH más alto puede
causar falta de manganeso o hierro, un pH más bajo causa un empeoramiento de la
estructura del suelo. El valor de la C.E. junto con los contenidos de los diferentes
elementos suministra información sobre la eventual necesidad de lavar el suelo.
Cuando se ha recomendado un lavado inmediatamente después de este se puede
tomar una nueva muestra para una recomendación adecuada y lograr la óptima
condición nutritiva. Mediante las cifras del análisis se puede calcular exactamente la
cantidad y el tipo de abono químico que se debe aplicar para lograr la condición
nutritiva deseada. Con el uso de abonos químicos los elementos presentes en ellos
están a la directa disposición de la planta. Además de abono químico también se
puede usar abono orgánico. Generalmente sólo se aplica una pequeña parte de los
elementos nutritivos necesarios en forma de abono orgánico. Los nutrientes del
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abono orgánico quedan gradualmente a disposición de la planta. Si se tiene el
propósito de usar abono orgánico, se puede indicar al tomar la muestra de la mzcla
para que se pueda tener en cuenta en el cálculo del abono químico necesario.
Además de abono orgánico se usa mucho material orgánico para mejorar la
estructura y aumentar la capacidad retentiva de humedad. También es importante
indicar esto al tomar la muestra porque algunos materiales tales como paja y cortezas
de árbol absorben nitrógeno del suelo. Esto se debe tener en cuenta al dar la
recomendación. En caso de usar materiales orgánicos tales como corteza de árbol,
paja o abono natural, se recomienda desinfectarlos también para matar los
organismos dañinos presentes en estos materiales. El abono orgánico seco no
necesita desinfección.
5. Calefacción del suelo
El cultivo de Gerberas se puede realizar con o sin calefacción del suelo. Se sabe por
experiencia que el cultivo con calefacción del suelo da considerablemente mejores
resultados. Estos mejores resultados se deben a:
• un comienzo más rápido después de sembrar, seguido por un crecimiento
también más rápido.
• una mayor producción invernal
• una producción más rápida en la primavera
• una menor presencia de enfermedades fungosas del suelo, principalmente
Phytophthora y otras.
También se ha comprobado que un suelo con calefacción tiene una influencia positiva
en el diámetro de la flor y en el largo del tallo.
Este mejor resultado compensa estupendamente los gastos adicionales para la
instalación de la calefacción del suelo y los gastos de funcionamiento de dicha
calefacción.
Para la instalación es suficiente una distancia de 70 a 80 centímetros entre los tubos.
Esto quiere decir que se instalan 4 tubos cada 3.20 metros. Los tubos se colocan a
una profundidad de 45 a 50 cm. La temperatura del agua corriente se debe regular a
40°C para prevenir daños en las raíces. Las mayores temperaturas del agua secan el
suelo alrededor del tubo formando así una costra que funciona como aislador de
calor. Con los 40°C de temperatura del agua se obtiene una temperatura del suelo
de 18 a 20°C a una profundidad de 10 a 50 centímetros, lo cual es necesario para un
optimo crecimiento. Al final de la primavera y en el verano, cuando el suelo en sí está
lo suficientemente caliente, se puede apagar la calefacción. La calefacción del suelo
provoca una activación de las raíces de la planta. Esto influye obviamente en la
absorción de agua y de nutrientes; es lógico que el cultivador saque provecho de ello.
La disposición del sistema de calefacción debe saberse con exactitud en caso de llevar
a cabo una labranza del suelo.
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Cuando se haya prestado la suficiente atención a los factores anteriores el suelo
puede estar listo para el cultivo de Gerberas. Puede haber más preguntas sobre las
prácticas
agronómicas. En la siguiente parte se trata de los aspectos referentes a las prácticas
agronómicas los cuales son:
a. fertilización de fondo
b. surcar
c. época de cultivo
d. método de cultivo
e. clima del invernadero
f. dosificación de CO²
g. riego
h. fertilización
i. cosecha
j. prevención y lucha contra daños
k. mantenimiento del cultivo
a. Fertilización de fondo
Para una buena fertilización de fondo es necesario saber la condición nutritiva del
suelo. Una muestra del suelo suministra esta información. Mediante las cifras
obtenidas del análisis se establece la deseada fertilización de fondo. En la
recomendación se indica la cantidad y el tipo de fertilizante que se debe usar. Antes
de la labranza del suelo se pueden esparcir los fertilizantes deseados para obtener
una buena distribución en la zona superior. La fertilización de fondo puede constar de
abono artificial y una parte de abono orgánico.
b. Surcar
Por lo general la Gerbera se cultiva en camas o camellones. En suelos que retienen
mucha agua el cultivador puede tener en consideración un cultivo en suelo igualado.
Debe surcarse pensando en la posición de trabajo y el mejor drenaje del suelo. Los
camellones formados de esta manera tienen 30 a 40 centímetros de altura. En climas
cálidos un camellón más bajo (p.e. 20 cm) previene un secado demasiado rápido.
También al surcar se daña la estructura del suelo usando maquinaria demasiado
pesada y/o en suelo demasiado húmedo.
c. Época y duración de cultivo
Normalmente la Gerbera puede sembrarse durante todo el año. Sin embargo hay dos
pocas de siembra:
• primavera: enero, febrero y marzo
• verano : junio, julio y agosto
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La siembra en el otoño y los primeros meses del invierno es menos favorable debido
a los altos costes de calefacción y a la baja intensidad de luz (noviembre y diciembre).
Para la siembra de primavera es mejor usar material de siembra en macetas o plantas
cultivadas en maceta jiffy. La planta ha podido producir suficientes raíces en la maceta
y tiene por eso menos problemas en el comienzo. La siembra de primavera es
especialmente apropiada para el cultivo de 1.5 años; en este caso se trata de un solo
verano, ‚poca en la cual los precios promedios están más bajos. La siembra de verano
en suelos duros (marga, arcilla) se debe hacer temprano, o sea, en mayo y junio. El
cultivo puede desarrollarse bien antes de empezar el invierno. En Holanda en suelos
más ligeros (marga ligera, arena, turba) se siembra hasta la tercera semana de julio.
Como en estos momentos se cultivan todas las plantas en maceta jiffy, se pueden
retrasar las épocas de siembra de dos a tres semanas. Sin embargo, la siembra de
agosto (siembra de principios de agosto hasta la tercera semana de agosto) sólo
puede hacerse en suelos ligeros. En suelos ligeros el crecimiento es más rápido que
en suelos duros. Con la siembra temprana de verano ya se obtiene una buena
producción en otoño. En el invierno baja la producción pero en la primavera (marzoabril) la producción es otra vez muy alta. La siembra de verano es apropiada para un
cultivo de 1, 1.5 o 2 años. Por lo general para un cultivo anual se siembra
exclusivamente en el verano. La siembra de Gerberas en la última semana de agosto y
en septiembre es en realidad menos justificable. Hay una gran posibilidad de que el
cultivo no se desarrolle lo suficiente antes del invierno. En cuanto a la duración del
cultivo existe la posibilidad de seguir cultivando por 1, 1.5 o 2 años. El cultivo bianual
tiene menor aplicación ya que durante el segundo invierno de este cultivo se presenta
una baja en la producción y calidad de las flores. Tanto en el cultivo de 1.5 como en
el bianual se presenta durante el verano un pico en la necesidad de mano de obra. El
cultivo anual tiene en este sentido menos problemas.
d. Método de cultivo
No es muy frecuente más de 2 hileras de plantas por cama, porque en dichos
sistemas las hileras interiores de plantas reciben menos luz que las exteriores y el
trabajo es más difícil. Con 2 hileras por cama las hojas exteriores pueden doblarse
hacia afuera y por consiguiente hay más luz en el corazón de la planta. La distancia de
plantas en la hilera es de 25 a 30 centímetros; con esta medida hay de 6 a 7 plantas
por metro cuadrado. La distancia de plantas difiere obviamente por duración de
cultivo y quizás por variedad. Al sembrar se debe asegurar que las plantas no están
muy profundas. El corazón de la planta debe estar al mismo nivel del suelo o algo más
arriba. Una siembra demasiado profunda provoca enfermedades fúngicas. Una
siembra demasiado alta lleva al desprendimiento más rápido de los retoños en la
cosecha.
e. Clima del invernadero
Después de la siembra la temperatura bastante alta favorece un rápido comienzo y
crecimiento; durante la noche es de 20 a 22°C y durante el día de 22 a 25°C. Estas
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son temperaturas óptimas que se deben conservar de 3 a 4 semanas. La óptima
temperatura del suelo es de 18 a 20°C. Cuando ha transcurrido este periodo de alta
temperatura se puede regular progresivamente al nivel normal. La mayoría de las
veces la temperatura se regula de la siguiente manera:
• tanto en la siembra de primavera como de verano; por la noche de 14 a 16°C.
• en el día se establece una temperatura de calefacción de 17 a 18°C, la cual
puede subir por efecto de la luz dependiendo de la época del año de 21 a
24°C.
Por la presencia de sombreado de energía en los invernaderos se pueden subir algo
las temperaturas de la noche. Con esto se logra también un mejor control de
humedad. Últimamente se considera cada vez más el establecer una temperatura de
igual promedio para las 24 horas. La experiencia al respecto es aún insignificante.
Desde el punto de vista energético sería muy interesante. Sólo bajo extremas
condiciones se opta ahora por más bajos niveles de temperatura de 12 a 14°C
durante la noche y de 14 a 17°C durante el día. Estas son las temperaturas que por lo
menos deben alcanzarse en el invierno para mantener el cultivo en producción. Una
temperatura demasiado alta en el invierno puede causar un cultivo débil y una menor
calidad de flores. La temperatura entonces debe bajarse algo para mejorar la calidad.
Sobre todo en las épocas de poca luz, otoño e invierno, se recomienda activar las
plantas de Gerbera temprano por la mañana (antes de amanecer) regulando
progresivamente la temperatura hacia la temperatura del día. Esto previene en
choque de temperatura y con ello condensación en las flores. Un poco de ventilación
causa posible pérdida de humedad. La regulación progresiva de la temperatura del día
a la temperatura de la noche al final de la tarde previene un cambio fuerte de
temperatura. La humedad del aire durante el día se regula a un 80% y durante la
noche entre 85% a 90%. Por encima de un 90% de H.R. el aire se vuelve demasiado
húmedo y puede causar deformación de flores o manchas. Se recomienda entonces
calefacción o ventilación.
En las siembras de verano puede haber en cultivos jóvenes demasiada evaporación
debido a la alta radiación. Por lo tanto, es muy importante que las plantas no se
sequen demasiado. Con demasiada radiación se puede presentar una fuerte
evaporación que las plantas no pueden aguantar (por insuficiente absorción de agua).
El sombreado del invernadero es entonces necesario para obtener un rápido
crecimiento. Un sombreado de tiza o mejor aún un sombreado móvil disminuye la
necesidad de ventilación adicional y aumenta entonces la humedad relativa del aire en
el invernadero. Las plantas tienen entonces menos evaporación. Al mantener el suelo
húmedo se puede lograr un mejor clima de crecimiento.
f. Dosificación de CO²
La dosificación de CO² durante el cultivo tiene un efecto favorable en la Gerbera. El
crecimiento y la producción son mejores. En cuanto al nivel de la dosificación no se
puede dar una sola recomendación. Para la gama general un límite de 700 ppm
(=0.07%) está bien. Unas variedades son susceptibles al CO² y aguanta una menor
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concentración. Por debajo de las 300 ppm el crecimiento se disminuye fuertemente.
Por eso es de mucha importancia regular bien la concentración en días soleados,
invernales (sin calefacción ni ventilación).
g. Riego
Directamente después de la siembra se recomienda regar las plantas jóvenes. Esto se
puede hacer tanto desde arriba por medio de microaspersión, como con manguera.
El riego con manguera requiere más trabajo, pero tiene la ventaja de que el suelo se
adhiere mejor a las raíces. Ciertamente en el caso de que se haya sembrado de
macetas se recomienda regar con manguera; a las plantas secas se les suministra
automáticamente más agua. De esta manera el cultivo tiene desde el principio la
posibilidad de crecer uniformemente. Durante todo el resto del cultivo se requiere
de un control regular para una buena distribución del agua. El zanjar un hoyito entre
la planta puede dar una indicación sobre la humedad del suelo. Es mejor usar tubos
de nivel y revisar regularmente con una tienta. En términos generales el suelo debe
estar semi húmedo a partir de los 10 centímetros de profundidad.
Hasta la primera floración se puede regar desde arriba por medio de microaspersión.
Al usar goteros se debe acostumbrar rápidamente el cultivo al sistema de goteo.
Poco a poco se puede aumentar el riego por medio del sistema de goteo y disminuir
el
riego por medio de los tubos de regadío. Durante la floración el cultivo debe
satisfacer su necesidad de humedad suministrada por el sistema de goteo. Más tarde
en el otoño se baja la intensidad de luz y la temperatura y se riega menos.
Especialmente en los meses de invierno con poca luz se debe tener cuidado con el
riego. Revise regularmente porque existen grandes diferencias en la necesidad de
humedad con las condiciones climatológicas demasiado cambiantes. En la primavera a
veces puede ser necesario regar el cultivo "desde arriba" para activarlo. Claro que es
sólo recomendable cuando el tiempo lo permite. Además después del riego es
necesario sacudir las flores para prevenir manchas (por Botritis). La cantidad de agua
depende mucho del desarrollo y estado del cultivo, época del año, intensidad de luz,
capacidad retentiva del suelo y permeabilidad. En realidad pueden presentarse
entonces grandes diferencias.
Los sistemas de riego más utilizados son:
• mangueras de goteo
normalmente se colocan 2 por cama
• goteros
un gotero por cada planta
• mangueras de riego
una manguera por cama
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A pesar de las mejoras en sistemas de riego se necesita un buen sistema de regadío
encima del cultivo para un rápido comienzo del cultivo joven. Además se conserva la
posibilidad de regar por encima durante el cultivo, lo cual puede ser necesario
cuando los bordes de los surcos están demasiado secos. Usando mangueras de riego
se puede prevenir mojar el cultivo durante el riego cubriendo la cama con folio
plástico. El cubrimiento también deja que se moje más superficie del suelo alrededor
de la manguera de riego y que los bordes de los surcos no se sequen demasiado. Con
manguera de goteo y goteadores es importante que el conducto entre las plantas
esté colocado a la par para que no se vacié en un sólo lugar.
h. Fertilización
Durante el cultivo se debe abonar adicionalmente con regularidad para mantener
buen crecimiento y producción. Este abono adicional se hace por medio del sistema
de regadío. Anteriormente se usaban abonos compuestos. En los últimos años se
obtiene la composición deseada por medio de abonos simples según el llamado
sistema de recipientes A y B. Mediante los resultados del análisis de la investigación
de abono adicional se establece la composición deseada. Los análisis se hacen en el
extracto del volumen 1:2 y se expresan en mmol por litro. Con la solución nutritiva
compuesta se trata de obtener la siguientes cantidades propuestas:
E.C 1.0 - N 4.0 - K 1.5 - Mg 1.2 - Ca. 2.0 - S 1.5
i. Cosecha
La cosecha de las primeras flores en los Paises Bajos tiene lugar más o menos de 7 a
9 semanas después de la siembra. Para la mayoría de variedades puede decirse que las
flores están maduras cuando 2 o 3 círculos de estambres están completamente
desarrollados. Algunas variedades se cosechan más maduras principalmente las
variedades dobles en las cuales se pone mayor atención a la apertura del corazón o a
la forma plana de la flor. Si las flores se cosechan antes de la etapa de madurez, duran
menos tiempo en el florero.
Antes de colocar las flores cosechadas en el agua se cortan primero los extremos (2
a 3 cm) para que las flores absorban mejor el agua. En general, ya en el invernadero
se colocan las flores en el agua. Para esto se usan carros acanalados o sistemas de
monorraíl con cubos o canales. Por medio de estos carros o monorraíles se pueden
transportar las flores del invernadero al cobertizo. Cualquier método que use, tenga
en cuenta que el agua donde se colocan las flores esté siempre limpia. Agregue al
agua un medio preparatorio como p.e. cloro. En un cultivo joven existe el peligro de
que se arranque toda la planta en la cosecha. Por eso, las primeras flores se deben
cosechar con cuidado para prevenir daños.
j. Prevención y lucha contra daños
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En el cultivo de Gerberas es importante la higiene. Sin embargo, el cultivador debe
prevenir y combatir enfermedades y plagas lo cual se puede controlar con una
revisión regular. Siguen a continuación los daños más importantes de la Gerbera.
• Pulgón: este pulgón deforma las hojas, que a veces se enroscan. Es importante
revisar continuamente y combatirlos. Pulverizar con Pirimor.
• Mosca blanca: Bastante rápido después de la siembra puede presentarse la
mosca blanca, sobre todo en el verano cuando entran por las ventanas de
ventilación. El ciclo de huevo a mosca adulta dura unos días con buen tiempo.
Por eso se debe combatir cada 2 a 4 días, dependiendo de la cantidad. Se
recomienda cambiar a veces los medios usados, para evitar resistencia o menor
susceptibilidad a estos medios. Pulverizar con Ambush o Lanate.
• Mosca minadora: Esta mosca puede dañar considerablemente un cultivo. Los
síntomas tienen dos aspectos:
- puntitos blancos en la hoja causado por la mosca,
llamado devoramiento de madurez.
- minas blancas en la hoja devorada por las larvas.
El ciclo de huevo a mosca dura más o menos 24 días.
Lucha:
- preventiva: pulverizar 1 vez cada 7 días con
Tamaron o Vertimec.
- curativa; moscas - tratamiento ambiental 2 veces por semana con Ambush
o
Decis.
larvas - pulverizar 2 veces por semana con Tamaron o Vertimec.
En el invierno con menor daño es suficiente hacer los
dos tratamientos 1 vez por semana.
• Alburo: El ácaro alburo ataca la planta en los lugares donde hay una fuerte
corriente de aire. Se ven telarañas en las hojas y flores. Combatir con Pentac,
Torque o Vertimec.
• Ácaro ciclamen: Este ácaro causa deformaciones en la flor, cabezas torcidas de
flores o flores inmaduras. Las hojas viejas se enroscan hacia arriba, las jóvenes
son cauchudas, deformes. Combatir con Vertimec.
• Ácaro de paja: Este ácaro devora las flores tubulares lo cual se ve después
como orificios o entalladuras en el corazón de la flor. Los pétalos pueden
desteñirse.
Combatir con Parathion en polvo.
• Thrips: Este insecto provoca en los pétalos puntos o rayas blancas. A veces las
cabezas de las flores están deformadas. La hoja muestra manchas gris plateadas.
Combatir con Parathion, Undeen o Decis.
• Phytophthora cryptogea: El causante de la pudrición de base provoca
marchitamiento repentino de la planta. La base de la planta y las raíces se ponen
marrones. Las esporas de este hongo se liberan bajo la influencia de un choque
de frío. Anteriormente ya se ha mencionado la ventaja de calefacción del suelo.
Además de puede prevenir o combatir la pudrición de base con:
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- desinfección del suelo mediante vapor o bromuro de metilo.
- material de siembra sano
- buena estructura del suelo (drenaje)
- regar con agua calentada
- regar sitios afectados con formalina y cubrir enseguida con folio.
• Botritis: Este hongo se desarrolla sobre todo con una alta humedad relativa en
un cultivo denso. Los síntomas son manchas en las flores (puntos grises) y
pudrición en el corazón de la planta (gris marrón, anublo polvoso).
• Mildiu (Oidium): causa un anublo blanco en la hoja. En una etapa posterior
puede presentarse necrosis de la hoja. El mildiu se puede combatir con: 30-40
ml/100l pyrazofos curamil, 200-300 gr sulfuro en polvo/100 m²
Prevenir y combatir mediante:
- riego por debajo
- secado con calefacción
- cosecha de hojas
- pulverización con Rovral
• Caracoles: El caracol devora los botones jóvenes. Aparecen en primer lugar
orificios en la hoja y se ve una huella de baba. Combatir regularmente
esparciendo gránulos de Mesurol.
• Ratones: El ratón devora los botones o corta el tallo justamente encima del suelo
dejando muchas veces una partecita. Combatir esparciendo trigo de ratón.
• Anguilula de nudo: Este nemátodo es el causante del llamado "tubérculo". La
planta afectada se vuelve amarilla y se retrasa en el crecimiento. Se ven nudos
en las raíces; estos son el estado larval del nemátodo. El "tubérculo" puede
afectar severamente el cultivo.
Combatir mediante:
- desinfección de suelo por medio de vapor o bromuro de metilo
- empezar con material de siembra sano
- después de desinfectar el suelo esparcir y revolver Vydate
- durante el cultivo tratar con Vydate-L o Temik
Síntomas por deficiencias
- Deficiencia de hierro: la hoja se vuelve amarilla, empezando por las hojas más
jóvenes. Las nervaduras permanecen verdes. Una deficiencia severa causa
descolorimiento amarillo-blanco. Suplir regando con quelato de hierro.
- Deficiencia de magnesio: Los bordes de la hojas se vuelven amarillos, la hoja se
vuelve gorda y quebradiza. Suplir pulverizando con sal de Epsom.
- Deficiencia de manganeso: La hoja se vuelve amarilla empezando por las hojas
viejas. Las nervaduras permacen verdes. Suplir regando con quelato de
manganeso.
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Con respecto a los medios de combate mencionados existe la posibilidad de
sustituirlos. Sólo se han indicado posibilidades para combatir ciertos daños. Lo
anterior se debe tomar como información/recomendación; no nos hacemos
responsables de daños eventuales después del tratamiento.
k. Mantenimiento del cultivo
La cosecha de las hojas en un cultivo de 1 y 2 años se ha aplicado muchas veces en el
pasado. La necesidad de ello ha sido exagerada.
Por lo general, no se deben cosechar hojas en un cultivo anual. A veces es deseable
cosechar hojas en un cultivo de dos años para empezar el segundo año con un cultivo
abierto. Para un cultivo de 1.5 año se cosechan menos las hojas.
En caso de que se cosechen las hojas no se pueden retirar demasiadas al mismo
tiempo. Las heridas causadas son entradas para hongos.
También se recomienda cosechar las viejas hojas muertas en la cosecha de hojas. Son
justamente estas hojas las que causan el ataque de Botritis.
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Id.
Florist De Kwakel B.V. no se hace responsable por ningún daño o perjuicio resultado de la información y
recomendaciones descritos en esta publicación. Florist de Kwakel B.V., 2005
Esta publicación no puede ser reproducida en ninguna forma sin permiso escrito de Florist de Kwakel B.V.
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