I. IMPORTANCIA DEL SIGNIFICADO DE LA CRIANZA DE LOS NIÑOS. ESTILO DE CRIANZA DE LOS NIÑOS MUSULMANES. PROBLEMÁTICA DERIVADA DE D0S ESTILOS DE CRIANZA CONTRADICTORIOS: ISLÁMICA / KÁFIR. Me gustaría abrir esta ronda de encuentros con la más cálida de las bienvenidas y con el más sincero agradecimiento por vuestra presencia. Ya sabéis que el asunto que hoy nos ocupa es la educación de nuestros hijos. Si somos capaces de ser lo suficientemente objetivas, inmediatamente reconoceremos que tradicionalmente ha sido una empresa polémica y no exenta de conflictos. Sin embargo, estoy segura que ha llegado el momento, por Allah, de enterrar el hacha de guerra y demostrarnos a nosotras mismas que podemos trabajar unidas y seriamente por el bienestar personal de nuestros hijos. Está claro que de manera consecuente también redundará en nuestro propio beneficio y en el de nuestra comunidad. Esto significaría indudablemente, emprender la más necesaria e ilusionante tarea que tiene la mujer, desde los más sólidos cimientos. Estoy convencida de que pondremos en ella la mayor confianza y la mejor esperanza, y cuando vengan, que vendrán necesariamente las duras pruebas sabremos buscar el consuelo, el buen consejo, el apoyo y la fuerza entre nosotras. Seremos capaces porque el amor y la atención a nuestros hijos deben ser preservados, fortalecidos y defendidos frente a quienes no piensan que merece la más sagrada y principal empresa que Allah nos encomendó. No podemos volverle la espalda, ni mirar a otro lado, ni encomendárselo a otros, ni rendirnos, ni impacientarnos, ni mucho menos atemorizarnos porque es algo que nos pertenece, 1 es de nuestra más absoluta incumbencia, lo más nuestro y también porque es nuestra mayor responsabilidad ante Allah. Desde el aislamiento de la casa burguesa podemos vivir la grata experiencia materna con inseguridad e impotencia, ¿pero cómo nosotras con el poder del conocimiento que nos otorga la creencia en Allah y Su Mensajero, Paz y bendiciones de Allah con él, tenemos que repetir los mismos comportamientos ignorantes e impotentes de las madres kafirun? La responsabilidad consciente que conlleva una buena educación a nuestros hijos nos asusta porque nos sentimos probadas, confrontadas como madres; mas, como gente del Recuerdo, no podemos seguir soslayando y negando la primera y más importante exigencia educativa: no podremos enseñar a nuestros hijos lo que no somos o no practicamos, porque ellos reproducen o imitan nuestras actitudes, no nuestras teorías. Ésta es la verdad que nos asusta, pero de la que no podemos escapar: sólo podremos transformar a nuestros hijos si previa o simultáneamente nos transformamos a nosotras mismas. Tenemos que ser valientes y estar dispuestas a aceptar el reto con ilusión y alegría. Allah nos ayudará. La dificultad que, en principio, nos podamos encontrar no es algo que no pueda resolverse con la perseverancia y el alcance de querer todas la misma cosa y, en casos especiales de manifiesta impotencia o ignorancia, con el concurso de nuestros educadores y maestros. Pero es algo obvio, que será una tarea baldía si antes no se ha trabajado en el restablecimiento del mutuo respeto, la mutua confianza y la firme voluntad tanto como en la prevención de que los demás quieren para tu hijo lo que tú misma quieres para él: lo mejor. Todo mejorará considerablemente si todas juntas remamos en el mismo barco, en la misma dirección y con toda la confianza puesta en un patrón. Unir nuestras sobradas o menguadas fuerzas en pro de nuestros hijos es algo que siempre nos agradecerán y de lo que se sentirán muy orgullosos. Podéis estar seguras de que nos devolverán con gusto nuestra constante y desinteresada 2 ocupación y preocupación por ellos como la consecuencia natural por haber hecho las cosas tal como a Allah Le satisfacía. La manera más sencilla de construir día a día la sociedad que anhelamos es asegurándonos de ser cada uno un beneficio para todos, ya que una sociedad humana no puede desarrollarse plenamente sin la cooperación y participación de todos sus miembros según su capacidad. Si echamos ahora una mirada retrospectiva a la historia, nos encontramos con que es el mismo desafío que han enfrentado las numerosas generaciones de mujeres que nos han precedido. Y que, aún en la mayor dificultad, es el mismo y mayor disfrute. Todas ellas han pasado por el trance de enseñar a sus hijos conforme al modelo ideal de educación propugnado por las creencias y las costumbres de sus comunidades. En Occidente, en cambio, nuestra cultura judeo-cristiana -que tanto perjuicio y retraso trajo consigo- rompió abruptamente con lo que había sido su gran fuente de inspiración y de la que era absolutamente subsidiaria y deudora: la cultura clásica, la mejor tradición existencial europea. Todas recordamos que con este concepto estamos aludiendo a uno de los momentos cumbres de la historia europea, la época del Renacimiento, ya que representó una tregua en el pensamiento judeo-cristiano y un regreso a la antigua sabiduría greco-romana. El ideal clásico estaba fundamentado sobre el pilar de la educación, pero no en cualquier educación, sino en la que el insigne educador Homero divulgó fundamentalmente a través de sus fabulosas obras “La Ilíada” y “La Odisea”. Los griegos la llamaron de manera general “Paideia”, y más específicamente, Homero la denominó “areté”; pero básicamene ambas querían decir lo mismo: la aspiración a la nobleza del carácter y a la excelencia humana. Señorío y nobleza se hallaban inseparablemente unidos y ligados entre sí. La raíz de la palabra “areté” es la misma que la de “aristos”, término griego que designa el superlativo de distinguido y selecto, pero en el sentido de valor heroico y homérico que une estrechamente la cualidad de la fuerza y la destreza físicas con la cualidad espiritual del hombre de calidad. Vemos que ya el hombre homérico era consciente de la importancia y la necesidad de la unión de la doble naturaleza humana, cuerpoalma, antes de que Platón se encargara de echarla por tierra. Él 3 fue el padre fundador de la morbosa separación irreconciliable cuerpo-mente que heredaría la cultura judeo-cristiana. Alemania, de la mano de sus más destacados pensadores: Goethe, Schiller, Hölderlin, Rilke, Nietzsche, Heidegger y Junger, entre otros, fue la gran depositaria del espíritu noble de la antigüedad clásica y del que, desgraciadamente, hoy toda Europa ha prescindido y claudicado. Nietzsche ha sido el único filósofo europeo que ha formulado la crítica más original y feroz a la usurpadora y corrompedora cultura judeo-cristiana, y propuesto o anunciado como relevo al nuevo hombre. A este “Overman” nuestro maestro Sheijh Abdalqadir lo ha llamado “el hombre que viene” y coincide con el hombre de Futuwwah. Éstas son sus palabras: “Islam es la culminación de nuestra gran tradición clásica europea, ya que el camino hacia la naturaleza original del hombre, antes de que se corrompiera por los excesos de la cultura y la educación kafir, sólo puede establecerse sobre la base de los mandatos de Allah y de Su Mensajero. El Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él, dijo de sí mismo: “Yo soy al-Qauzan”, lo cual significa “Yo soy el Hombre completo, el Hombre perfecto””. Además de Islam e Imán se nos dio el Ihsan o Tasawwuf, que es la ciencia del yo, inspirada en el dicho del Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él: “Sólo he venido a perfeccionar las nobles cualidades del carácter”. Nos trajo su Sabiduría y nos trajo la Sunna, que es la ciencia total del hombre. “No debería, entonces, sorprendernos descubrir que esta impresionante ciencia del comportamiento humano sea tan intencionadamente ignorada y distorsionada en Occidente, como lo es de incómoda y apartada en Oriente, ya que cuando es practicada de manera sincera y auténtica tiene el poder fulminante de cambiarnos personalmente y a la comunidad donde vivimos sin ningún miedo” como aclara el Shaij. “Lo que encuentres en el Corán permisible, trátalo como permisible y lo que encuentres prohibido, trátalo como prohibido, pero lo que el Mensajero de Allah ha prohibido es como lo que Allah ha prohibido”. Asimismo, sobre la importancia y el valioso papel de las madres en la educación de los hijos, el Profeta, saws, nos legó algunos hadices: “Toda mujer que se dedique a la crianza de sus hijos estará 4 conmigo en el Jardín” o “Temed a Allah, sed justos con vuestros hijos”. Sobre este aspecto en particular, Sheij Ibn Ayiba de Marruecos nos aclara que la crianza está directamente relacionada con la palabra ‘tarbía’, cuya raíz procede de ‘Rabb’, Señor, y que significa hacer llegar una cosa a su perfección gradualmente por medio de atraer lo que le beneficia y apartar lo que le perjudica. Allah, como Creador y Criador de todas las criaturas es El que conduce todas las cosas a culminar el propósito para el que han sido creadas. Es decir, que Allah, gloria a Él, encamina y dirige – y éste es el significado de “educare” en latín- cada cosa hacia aquello para lo cual ha sido determinada. Tal como dijo el Profeta, Paz y bendiciones de Allah con él: “A cada persona le resulta fácil aquello para lo que ha sido creada”.Por otra parte, también declaró: “Todo niño nace en estado de fitra y son sus padres quienes hacen de él un judío, un cristiano o un adorador del Fuego”. ¿Pero qué es exactamente fitra? Pues, la forma innata, la marca original con la que se nace y desde la que se reconoce al Creador. A partir de esta profunda concienciación comienza la intervención responsable y colaboradora de padres y maestros en el proceso de “tarbía”, que abarca la crianza y la educación a la vez. La tarbía se encarga de preservar y confirmar la fitra a través de las diferentes etapas biológicas por las que transita el hombre con el único propósito de conocer al Señor de su existencia. Para este primer período de la infancia el Profeta Muhammad, saws, recomendó: “La madre es la escuela”, entendiendo por escuela, la madrasa, o lo que enseña la madre en la casa mientras dura el amamantamiento del niño. La madrasa es, por tanto, tanto el lugar como el momento de aprender. La madre ocupa totalmente el espacio y el tiempo del niño. La relación de la madre con el niño comienza con su mirada mientras le da el pecho. Esta transmisión tiene la virtud de ser directa, sin interferencia entre los dos y sin interpretación alguna. La mirada de la madre a su hijo mientras lo alimenta le provee tanto de amor y atención como de subsistencia, y este celo que demuestra la madre con su cría proviene de la misma 5 misericordia que Allah despliega con cada criatura de la Creación. La palabra “umm”, madre, está conectada también con adquisición de conocimiento y es la que emplea el Corán refiriéndose al Profeta, saws, cuando lo llama Profeta “ummi”, y aunque literalmente se traduce como “iletrado”, por designar al que no sabe ni leer ni escribir, igualmente lleva aparejado el sentido de “maternal” por haber sido enseñado directamente por Allah, a través de Yibril, as, tal como la madre enseña a su hijo a través de la leche y sin interferencias. Exactamente como se nos dice en el Corán: «El Profeta ‘ummi’ que cree en Allah y en Sus Palabras y no las interpreta; se entrega a ellas y pone su confianza en ellas». Asimismo, en la primera aleya que descendió del Corán se afirma: «¡Lee en el Nombre de tu Señor que ha creado!... Lee que tu Señor es el más Generoso, le enseñó al hombre lo que no sabía, le enseñó a escribir con el Cálamo». A través de la Sunna del Mensajero, saws, Allah nos enseña nuestro Din y su práctica beneficiosa nos confirma que la adoración con conocimiento es superior a aquella que se hace sin conocimiento. Y puesto que lo que queremos es que nuestros hijos sean musulmanes, Islam ofrece plenamente la posibilidad de conducirlos a lo más elevado de sus capacidades. A partir de los siete años, edad escolar, los niños están preparados para ser instruidos formalmente por sus maestros en las múltiples ciencias del Din a través del afecto y del respeto. Paralelamente les inculcarán la práctica del adab y la obediencia a los padres y a sus mayores porque la obediencia a ellos está conectada directamente con la obediencia y el agradecimiento a Allah. Consecuentemente, se les enseñará también que la rebeldía contra los padres y la desobediencia están considerados faltas graves. Si los niños son educados desde la cuna con sinceridad y autenticidad por nosotros en el amor y el orgullo por nuestro Din, tendremos la garantía, con el permiso de Allah, de que la educación contraria káfir será para ellos como el humo, sin ninguna entidad real. 6 Debemos tener esto último muy presente, porque, por desgracia, hemos comprobado cómo las grandes experiencias de conocimiento o libertad, por decir algún ejemplo, han sido desmanteladas del sistema educativo estatal, fruto de una mala práctica alienante que no es nueva, sino que viene implatándose insidiosamente desde hace más de cincuenta años. Estamos al final de una época, donde la práctica educativa racional, basada según recordamos en la cultura clásica, ha sido eliminada y sustituida por residuos culturales o productos pseudo-culturales de ínfima calidad. La idea de una sociedad culta es algo que ya pasó a la historia y si el tipo de educación contribuye a la formación de un modelo de hombre en particular, el producto directo de esta nueva sociedad post-cultural es una criatura masificada y autista, cuya misión fanática será la propagación global del humanismo ateo y la fragmentación de la integridad humana. Como dice el Corán: «No puede haber dos corazones en el pecho». Son innumerables las imperfecciones del sistema educativo estructuralista en el que son adoctrinados los niños españoles y europeos, comenzando por la ya enunciada esquizofrenia entre la intención y la acción, entre el dicho y el hecho, entre la teoría y la práctica; el fanatismo ateo y la pseudoreligión de los derechos humanos; la falta de respeto y la desobediencia a los modelos de autoridad; la uniformidad y la tiranía de un pensamiento y comportamiento único; la falta de modelos y valores elevados que conducen a la mediocridad y a la bajeza; el endeudamiento criminal y el voraz consumismo; la anarquía y la permisividad; la confusión y el oscurantismo; la falta de criterio y la sumisión a un sistema corrupto; la desinformación y la incultura; la falta de bondad y generosidad y un largo etcétera. Alguna bondad debe tener, sin duda, pero no tan sobresaliente como para que abandonemos la idea de que este producto suyo sea el ciudadano culturalmente más estéril y decadente de la historia. Si comparamos científicamente el sistema káfir y el nuestro, y es algo que es forzoso hacer, comprobaremos que son dos sistemas totalmente opuestos y, por eso mismo, enfrentados e irreconciliables. Son dos eternos enemigos, ya que el noble 7 propósito de Islam es elevar y dignificar a la criatura humana, mientras que cualquier tipo de educación, con la káfir a la cabeza, que se aleje de este paradigma primigenio, degrada y rebaja al hombre a lo más bajo. Si persistimos en la actitud de no elegir uno u otro de manera total, más pronto que tarde, tendremos un hijo confundido, desorientado, roto, y, por supuesto, infeliz. Porque con los dos al mismo tiempo es imposible cuerdamente vivir. Está en nuestras manos. Dúa: Le pedimos a Allah que nos preste Su firmeza y valor para llevar a cabo lo que creemos. Amín. Fátiha. II. IMPORTANCIA DEL ENTENDIMIENTO DEL DESARROLLO PSICOEVOLUTIVO DEL NIÑO. DEFINICIÓN DE DESARROLLO. Vamos a continuar con los fundamentos evolutivos del niño y con la formulación de una pregunta: ¿Qué hizo de nosotros la clase de niños que fuimos y el tipo de adulto que ahora somos? Responder a este interrogante es lo que pretende el estudio del desarrollo humano, ya que el estudio apropiado de la humanidad es el hombre. Esta premisa es compartida por los más eminentes antropólogos filósofos, y también en esta misma línea, pero dando un salto cualitativo, nuestro Sheij nos aclara que “en la ciencia de la antropología original y completa, que trata del estudio del hombre, basta con el estudio de uno mismo para poder entender la situación cósmica total de la especie humana. Tú eres el hombre total, pero no tal como eres ahora. Muhammad, Paz y bendiciones de Allah con él, es la medida del hombre porque es “al-Insanul kamil”, el hombre totalmente perfecto”. Éste es el marco de referencia de calidad y de cordura al que todos los musulmanes tienen que dirigirse e imitar. Con esta aclaración entenderemos mucho mejor que el estudio de la niñez nos ayuda a entender a todos los seres humanos. 8 El desarrollo infantil es un proceso de cambios cuantitativos y cualitativos continuos, pero gradual, irreversible y complejo. Aunque todos los niños del mundo pasan a través de las etapas del desarrollo en la misma secuencia y de acuerdo con la misma cronología general, la variedad que existe dentro del desarrollo normal permite también importantes diferencias individuales. Esto quiere decir que cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento dependiendo de su herencia, su madurez fisiológica, la riqueza de su medio ambiente, su capacidad de aprendizaje y su motivación, y Allah sabe. Este factor del ritmo es importante porque evita las odiosas comparaciones con los niños de la misma edad. Sólo precisamos recurrir a ellas en el caso de detectar alguna señal alarmante. Es cierto que existen edades promedio, pero indiscutiblemente deben ser consideradas de manera suficientemente flexible y sólo cuando un niño se desvía de forma excepcionalmente extremada de ese patrón promedio o tipo, es posible considerarlo avanzado o atrasado en su desarrollo. Otra de sus características relevantes es que no se produce exnihili, es decir, en el vacío, sino que el desarrollo infantil necesita de un medio o ámbito dinámico para expresarse. Es también un proceso madurativo, ordenado y bien dirigido, a nivel psicofísico y que siempre evoluciona gradualmente, paso a paso; donde no se pasa a la siguiente etapa si la anterior no está superada, y si esto ocurre, acarreará un coste, ya que si se queman etapas o el desarrollo es tan rápido y vertiginoso que se haga imposible de asimilar, en el futuro pueden surgir episodios críticos. Al mismo tiempo sigue la pauta de lo simple a lo complejo en cada nuevo progreso. De antiguo viene la controversia de qué factor interviene o influye de manera determinante en el desarrollo, si la herencia o el medio ambiente. En el pasado las personas tendían a adoptar radicalmente una de estas dos posiciones y a considerar que el niño se encontraba a merced de una u otra sin que tuviera nada que aportar. Pero esta dicotomía ha sido superada y actualmente somos conscientes de que no podemos separar los efectos de ambas influencias en nosotros mismos. El legado genético establecería los límites para el desarrollo y el medio ambiente condicionaría el grado hasta donde es posible 9 desarrollar ese potencial. Es éste el mejor campo de actuación de niños, padres y educadores. Podemos dividir en cuatro las etapas psicoevolutivas: 1ª Etapa.- Desde la concepción hasta el nacimiento (embarazo): basada en el bienestar personal y social de la madre. Para nosotras es muy importante conocer por boca del Mensajero de Allah, saws, este hadiz: “Ciertamente que la creación de cada uno de vosotros se reúne en el vientre de su madre: durante 40 días en forma de germen, luego es un coágulo por un período igual, después un pedazo de carne por otro período igual, y luego se le envía el ángel que sopla el espíritu en él y se le encomiendan cuatro asuntos: escribir su sustento, el plazo de su vida, sus obras y si será feliz o desgraciado”. Es asombroso comprobar que en una época donde aún no se había investigado científicamente el desarrollo prenatal, los musulmanes ya hubieran adquirido ese conocimiento procedente de la Revelación. Los expertos distinguen tres etapas diferenciadas en el desarrollo fetal: la primera, llamada “germinal”, caracterizada por la rápida división celular; la segunda o “embrionaria”, donde se produce el progresivo crecimiento y diferenciación de los principales sistemas y órganos del cuerpo, y la tercera y última, denominada “fetal”, en la que se produce el perfeccionamiento y grosor final del niño. Hoy nos maravillamos de la proverbial semejanza entre ambas concepciones. Es un tiempo en que el estado emocional de la madre cambia positivamente debido a la producción de hormonas, favoreciendo con ello el absoluto reposo y la tranquilidad en el útero del niño, ya que todas sus necesidades están satisfechas. La madre influirá en el estado de bienestar del niño, y el estado de bienestar del niño influirá favorablemente en el estado general de la madre. Será muy importante cuidar el ambiente familiar y que tanto el marido como los demás hijos se esmeren en su atención y cariño. Además del trato comprensivo y 10 afectuoso la embarazada reclama una convivencia agradable y pacífica. Tal como bien dice el Corán: «Hemos recomendado al hombre ser bondadoso con sus padres; su madre le llevó con fatiga en su vientre y dio a luz con pesadumbre» (46, 15)La maternidad, aun no siendo una enfermedad propiamente, por su gran despliegue de fuerzas y de desgaste psicofísico, está considerada hoy como un estado estresante. Si añadimos los intensos años de crianza con sus desvelos, preocupaciones y privaciones, estaremos totalmente de acuerdo con el Corán. El hadiz es concluyente: “Sé bondadoso con tu madre… luego con tu padre”. Todas recordamos la época del embarazo como una experiencia excepcional que cambió sustancialmente nuestras vidas. Lo que ese tiempo de espera ilusionada significó en la relación y el vínculo afectivo con nuestro hijo. Tampoco olvidamos la inefable vivencia del alumbramiento y sus bendiciones y mucho más si la comparamos con el ambiente aséptico y deshumanizado en que los niños de este tiempo son traídos al mundo. No debemos permitir que nos aparten del saber de nuestra tradición en un momento como el parto; porque ello significa controlar y gobernar nuestros actos más trascendentes. Vivir no es una abstracción, es una realidad palpitante y las mujeres, como generadoras de vida, debemos conocer los beneficios que aportamos a la humanidad. 2ª Etapa.- Desde la lactancia hasta el destete (0-2 años): basada en la comunicación madre-lactante. Esta etapa reviste una capital importancia en la vida del niño. Desde el primer momento la lactancia es una misericordia porque aúna tanto el beneficio fisiológico, como la facilidad para estrechar los lazos afectivos entre madre e hijo. En Islam la lactancia desempeña un papel fundamental debido a que crea relaciones iguales a los de sangre. Aunque la mejor leche para un niño es la de la propia madre se pueden dar situaciones especiales, como no tener suficiente leche o estar enferma, o que el niño sea huérfano, o bien, querer establecer fuertes lazos con otros musulmanes en los que se haga 11 necesario y conveniente dar el pecho a un niño que no es el nuestro. Los que han tomado la misma leche tienen el rango de hermanos, por lo mismo Islam prohíbe el matrimonio entre los hombres y las mujeres que han mamado la misma leche materna. Éstos se asemejan entre ellos como los que tienen la misma sangre, porque ambos elementos –leche y sangreforman la constitución física y el carácter del niño. El valor y el significado de este acto se comprende mejor al analizar las consecuencias que se pueden derivar de la manera en que ese alimento es dado por la madre a su hijo. Nuestro Shaij ha dicho: “La realidad es que todos somos alimentados, pero el alimento contiene “algo” más; una energía que si es saludable produce en el niño la sensación de seguridad, de encontrarse a salvo en el proceso divino. Si este “algo” está envenenado transmitirá los miedos y la ira de la madre. Así pues, la madre es el primer maestro del niño y el niño que ha sido bien alimentado, en este sentido completo, es el que se siente más satisfecho. Por el contrario, el niño que no ha recibido esta sensación de bienestar se asustará y buscará después en la comida misma esa compasión y consuelo que acompaña al alimento pero que faltaba en su caso… Este ser concreto experimentará un vacío interior que se manifestará en primer lugar como hambre y sed físicas y luego cada momento de insatisfacción y vacío lo trasladará a la esfera emocional. La ansiedad y la avidez de la persona se dirige entonces hacia el “otro”. Se come al otro. Primero la leche, luego la madre. La guerra y el afán de conquista no son más que el continuo devorar del niño insatisfecho y no importa la forma cambiante de ese apetito, pueden ser expectativas de reputación, de popularidad, de castigo, de poder, de riquezas, de lujos o de cualquier otra cosa. Todo ello en realidad no es más que la futil expectación de la perdida transacción–sabiduría de la infancia”. Aquí terminan las palabras del Shaij. Toda la etapa está destinada a servir a la conservación de la vida del niño. Cuando nace es la criatura más frágil y vulnerable de los mamíferos, por eso necesita múltiples y constantes cuidados. Si la madre es la principal provisora de tal satisfacción, es lógico que la unión entre ellos sea total y que la primera ligazón a la madre influya sobre las futuras relaciones afectivas. Esta primera relación es tan exclusiva que corre el 12 riesgo permanente, si no nos prevenimos contra ella, de convertirse también en excluyente. Aquí, sólo a disguto, incluso con celos y agresividad, reparte el niño el amor de su madre con los restantes miembros de la familia. Tanto es así que también de aquí partirán su inclinación y simpatía hacia los seres que le aportan sentimientos de satisfacción y seguridad y que responden a sus intereses. Pararelamente, su rechazo a aquellos que le producen dolor y temor y que niegan sus deseos. Con todo esto el niño manifiesta su absoluta necesidad de que todo gire alrededor suyo con el único propósito de conservar su vida y guiarse por este patrón primario de placer-displacer es de gran ayuda en estos momentos. El narcisismo y el egocentrismo sirven fundamentalmente para su supervivencia en esta etapa más vulnerable. A lo largo de estos dos años observamos un rápido crecimiento en peso y estatura, a menos que sufran alguna enfermedad grave o una fuerte privación emocional; al mismo tiempo su habilidad de movimiento corporal también va mejorando progresivamente. Correlativamente le ha acompañado el desarrollo cognitivo que es la manera en que el niño dispone de su inteligencia para adquirir nuevos aprendizajes y adaptarse a las nuevas situaciones. Las experiencias tempranas son fundamentales en esta fase sensomotora debido a que los niños aprenden a través de los sentidos: con el gusto, saboreando; con la vista, observando; con el oído, escuchando; con el olfato, oliendo y con el tacto, tocando. Al final de esta etapa él ya está fisiológicamente preparado para enfrentarse al nuevo reto del destete. Con éste el niño da su primer paso hacia su propia autonomía como ser independiente y distinto de la madre. Sin este logro se entorpecerá su paso a la madurez, para lo cual la madre debe propiciarlo y estimularlo. El hijo ha dejado de ser un bebé para convertirse en un niño pequeño. Poco a poco va desprendiéndose del halo sobreprotector materno y se encaminará hacia su próxima meta sin dilación. 3ª Etapa.- Desde el destete hasta que anda (2-4 años): basada en la relación del niño con su entorno próximo. 13 Es raro que destetemos a un niño a los dos años y no ande todavía, pero cuando decimos que anda nos referimos a hacerlo sin vacilación y con una intencionalidad. Es una experiencia que le reportará tal entusiasmo que creerá que ya es mayor. En un corto intervalo de tiempo el niño será capaz de desplegar un amplio repertorio de conductas que le harán sentirse cada vez más seguro de sí mismo. A esta edad el niño es un pequeño narciso y un torbellino de actividad. A pesar de sus visibles progresos todavía no ha logrado separar completamente la realidad de la fantasía y gran parte de su capacidad lingüística es como él mismo, egocéntrica, esto significa que todavía no es capaz de tener los puntos de los demás en cuenta, no tiene más perspectiva que la suya. Con su mirada subjetiva ve el mundo de los otros. Su inteligencia es preoperacional, o lo que es lo mismo, es capaz de representar algo que no está presente. Antes de los 2 años observábamos que el pensamiento del niño no era lógico, ni racional, sino que estaba muy ligado a lo real, a lo concreto, a lo presente y para conseguir algo ponía en movimiento toda su actividad motora. Por otra parte, el desarrollo afectivo no está ya tan condicionado al patrón placer-displacer. Ahora, el niño es capaz de experimentar distintos sentimientos al mismo tiempo, conforme va ampliando su círculo social y su mundo externo. Sin duda, el eje sobre el que gira este paso evolutivo es el de la autonomía. Esta cualidad le permite interactuar y explorar su entorno. El niño está descubriendo que actuar solo y sin ayuda tiene sus ventajas. Le permite desapegarse de su madre y acercarse a otros miembros importantes de su familia, como su propio padre y sus hermanos. También le permite ejercitar su voluntad. Ahora que ha visto que puede, también ha descubierto que quiere hacerlo a su modo y a su antojo. Ha visto que si sigue su antojo contraría a su madre. He aquí su primer conflicto serio: obedecer a su madre y tenerla contenta o hacer su capricho y contentarse él, ¿qué hacer? Normalmente todos los niños dicen ‘no’. Todo es ‘no’. Por eso a esa conducta negativista se la conoce como ‘crisis de oposición’ o ‘del no’. Su característica principal son las rabietas, conductas que se 14 producen cada vez que se le contraría en sus deseos. Estas crisis suelen ser pasajeras y necesarias en su evolución pues le ayudan a reforzar su yo o reafirmar su identidad como individualidad aparte de los otros y a diferenciar entre el ‘yo’ y el ‘tú’. Su objeto es reafirmarse como un individuo bien definido. La tarea de la madre ahora es esforzarse por equilibrar la curiosidad y ansias de independencia del hijo con su seguridad física y emocional. Y, además, tener mucha paciencia. Entre su frenética actividad y su terquedad negativista los padres tendrán que introducir en su enseñanza las primeras nociones de los límites, pautas sencillas y comprensibles por las que los niños intentarán moldear sus conductas. Sus medios de aprendizaje son ahora fundamentalmente el juego y el lenguaje, pero aunque aprenda jugando con los demás niños, también es cierto que juega principalmente solo porque aún su juego es egocéntrico. Esporádicamente también comparte juegos y juguetes con los niños de su edad, pero su trato con ellos aún es bastante caprichoso: o se muestra agresivo y les pega, o bien se torna mimoso y les besa, pero la mayor parte de las veces se muestra indiferente. Al final de esta etapa se produce otro avance significativo en el desarrollo del lenguaje y de la inteligencia que se manifiesta – por eso se la conoce como edad ‘interrogadora’- en el continuo bombardeo de porqué”. Se pasa el día literalmente preguntando, pero aunque llega a ser agotador, se intentará responder en la medida de nuestras capacidades, ya que son preguntas encaminadas a encontrar una explicación racional a los fenómenos que despiertan su interés. De esta manera, los niños también son estimulados a seguir aprendiendo al satisfacer su sed insaciable de conocimiento. Los niños tienen el derecho de ser enseñados y orientados por sus mayores y a que su ámbito familiar sea dinámico, creativo y estimulante a fin de motivar y potenciar su total desarrollo. El niño aprende porque es naturalmente curioso y su madre debe esforzarse por satisfacer esta necesidad. Todo niño sano muestra curiosidad, gracias a ella va progresando. En su casa debe encontrar y recibir ese estímulo. 15 El niño aprende básicamente imitando los modelos que le presentan sus padres. El niño quiere ser como sus padres, hablar como ellos, parecerse a ellos, hacer lo que ellos hacen, y aún más, los niños aprenden a sentir lo que ellos sienten. Si son generosos también ellos lo serán, si tienen paciencia la tendrán, si se alegran por los demás, también ellos se alegrarán, si aman, también ellos amarán. Es importante que padres y maestros den buen ejemplo ya que es bien sabido aquello de “si quieres dar lecciones, predica con el ejemplo”. Si un niño ha sido bien tratado en esos primeros años, tratará bien él mismo a los demás en el futuro. Esto funciona así, de manera tan lógica, porque el niño cimenta su carácter en la afectividad, por lo que nos preocuparemos de cubrir sus necesidades de amor, de atención, de aceptación, de orientación, de seguridad, de autonomía y también de control. Ésta es la base del adab debido a nuestros hijos. Debemos de estar alerta, porque aunque es bien conocido el papel de formadora del carácter positivo de la madre en el niño, tampoco lo es menos el del condicionamiento neurótico que puede venir de su parte El sentimiento de respeto a los padres es básico; porque al modelo de autoridad se le atribuye omnisciencia y omnipotencia. El sentimiento de respeto es una mezcla de temor y de amor y constituye el fundamento de la conciencia moral. Una orden sólo será sentida como obligatoria y obedecida como norma cuando el que la recibe siente respeto por el que la impone. La primera forma de conciencia moral es la obediencia y la primera idea de bondad es el cumplimiento de lo ordenado. El final de esta etapa es el traspaso de poderes o de responsabilidad de la madre en exclusiva, tanto al padre como a sus mayores. Hasta ahora la seguridad del niño la representaba el núcleo familiar –padre, hermanos y familiares cercanos-, pero el siguiente paso será crear diferentes lazos afectivos fuera del mismo, comenzando por los más próximos a ese círculo, como los vecinos, los amigos de sus padres y sus hijos. Nuestras amigas y demás mujeres musulmanas también pueden ser madres de nuestros hijos, para ello sólo es necesario fomentar 16 la confianza mutua e investirlas de autoridad suficiente para que funcionen como tales. Hacemos como dice el Corán: «Adorad a Allah sin asociados, sed bondadosos con los padres, los huérfanos y los pobres, con el vecino allegado (o consanguíneo), con los vecinos cercanos, con los amigos, con los viajeros y con los siervos» (4, 36) III. IMPORTANCIA DE ESTA ETAPA EVOLUTIVA CORRESPONDIENTE A LA ESCUELA INFANTIL. 4ª Etapa.- Desde la socialización hasta la escuela (4-6 años): basada en la relación con sus iguales y con los modelos de autoridad. Teniendo en cuenta que el niño en esta edad, llamada preescolar, porque precede a la educación programada y formal que se imparte en las escuelas, ya está en un momento muy propicio de su desarrollo que le permite aprender nuevas y variadas experiencias como una esponja, nos vemos en la tesitura de dejarlo en casa con nosotros y nuestro círculo más allegado o enviarlo fuera a guarderías o escuelas infantiles estatales. Es evidente que las dos opciones tienen sus inconvenientes, sobre todo cuando la madre no trabaja fuera de casa y elegir entre ellas puede generar un conflicto abierto. Veamos ahora una posibilidad intermedia, un ‘barzaj’, de transición natural entre la casa familiar y la escuela extraña, que podría convertirse en la solución inteligente a este problema o, en menor proporción, podía ser una idea a discutir con aquellas madres que no se la habían planteado nunca o la habían descartado por utópica. También es posible, y están en su propio derecho y es muy respetable, que haya otro grupo de madres que no les merezca consideración alguna esta posibilidad o bien que no sean partidarias de la misma. De todas maneras, hoy quiero aprovechar esta magnífica ocasión para proponeros esta alternativa y que la entendiésemos y discutiéramos juntas y seriamente, con vistas a la elaboración de un futuro proyecto de Escuela Infantil, inshallah. No hace falta que os recuerde que sería una iniciativa totalmente novedosa y nuestra. Por nuestra quiero decir que 17 sería un trabajo o una creación con patente propia porque, que yo sepa, no tiene precedente. Naturalmente se trataría de que fuera un proyecto especializado en educación infantil en el que, en un principio, quedaría descartado y excluido el trabajo de carácter aficionado o informal, donde quedara claro que el personal asistente debe tener algún tipo de capacitación o preparación en educación infantil. De acuerdo con esto hemos contemplado que la educación de los primeros años puede producir una impresión mucho más profunda y duradera que las experiencias posteriores. Basándonos en esta premisa, ahora se trata de conciliar y sumar lo adquirido, antes que restar y confrontar. Sería subir otro peldaño de la misma escalera, con el consiguiente mejoramiento e incremento de lo aprendido hasta ahora. Las experiencias que corresponden a esta edad previa a la escuela son especialmente útiles y valiosas para ayudar a los niños, sin la hipervigilancia y sobreprotección materna, a tratar y relacionarse con otros niños de su misma edad, sus mismas características e intereses, y con otras personas adultas fuera de su círculo familiar menos consentidoras y más imparciales. Para los nuevos aprendizajes sociales, cognitivos y afectivos que requiere esta etapa es imprescindible, sobre todo cuando se trata de un buen número de niños diferentes, el recurso de algún método adecuado de disciplina que nos sirva de apoyo. Cuestión que en estos tiempos algunos padres rechazan tajantemente y de antemano, por considerarlo traumatizante para sus hijos. Actitud que personalmente me parece incomprensible. Está meridianamente claro que estos padres han malentendido el concepto de disciplina, quizá por reminiscencias con el método riguroso y primitivo con que fueron ellos mismos enseñados. Muy lejos de eso, se trata en todo caso de un medio y no de un fin en sí mismo, que demuestra ser muy eficaz para conseguir la habilidad del autocontrol y el autodominio del niño en aquellas situaciones sociales que lo necesitan. 18 Esta experiencia es mucho más fácil si previamente la ha visto en sus padres. Hemos recalcado que la mejor manera de educar es sustentarla en el valor del ejemplo, que no es más que hacer un esfuerzo por lograr la congruencia o coherencia entre lo que se dice y lo que se practica. Repetimos que el aprendizaje de la conducta “tener disciplina”, como las demás, se facilita considerablemente si tanto los padres como los educadores y maestros sirven de modelo de esas conductas. Esta es la clave, porque no todo lo que se enseña intencionadamente se aprende; y viceversa, para que se aprendan conductas que no se han pretendido conscientemente enseñar. La práctica educativa no es unilateral como se cree, esto es, en una sola dirección, de padres y maestros al niño, sino que es bilateral, de adultos a niños y de niños a los padres y maestros, como seres vivos e inteligentes que son. Basta con poner un único ejemplo, pero muy frecuente, donde se percibe el absoluto control que ejerce el niño sobre la conducta de los padres: el recurso del llanto para conseguir algo. El buen uso de la disciplina no es ningún inconveniente a la hora de ejercitar el propio autodominio y autonomía creciente del niño, , antes bien, es una ayuda para no restar importancia a la propia experiencia, observación y exploración del entorno por parte del niño, porque a través de ello va conociendo cómo y dónde aplicar lo que ya sabe y los cambios que debe introducir para adaptarse a las nuevas situaciones. Poco a poco va reestructurando sus propios esquemas de pensamiento para encontrar sus propias soluciones ante los sucesos o hechos novedosos o extraños para él, lo cual favorece en gran medida el desarrollo intelectual antes de la escuela. No obstante, hay que tener en cuenta que es probable que este desarrollo cognitivo no se consiga plenamente o se entorpezca si el niño no consigue la suficiente confianza en sí mismo o en su valía personal, ya que la opinión o el autoconcepto que el niño tenga sobre sí mismo está estrechamente relacionado con su capacidad para el aprendizaje y con su rendimiento. Esta mala o buena opinión de sí mismo no es nueva, sino que se ha 19 venido fraguando desde muy pequeño en su relación con los padres y sus mayores. Un padre ingenuo puede creer que sobrevalorando entonces a sus hijos puede rectificar la pobre opinión que ellos tengan de sí mismos, pero se equivoca, ya que es más bien enseñándole a discriminar de manera firme y clara entre una conducta incorrecta y otra correcta, entre sus aciertos y errores, con lo que estará potenciando tanto sus buenas aptitudes como sus mejores actitudes. Esto es importante, porque sin una propia estimación o valoración adecuada es mucho más complicado que el niño se enfrente a sus aspectos más desfavorables, se haga más difícil que acepte las críticas constructivas y que además sean más fáciles de manejar y manipular por gente aprovechada y desaprensiva. Un niño seguro de sí mismo estará doblemente motivado para aprender, puesto que mantiene siempre altas sus expectativas de eficacia, y todos sabemos lo que desmotiva no tener esperanza de éxito. Está claramente demostrado que los hijos más motivados para aprender son aquéllos en los que sus padres tienen altas o razonables expectativas, por lo que son también más estimulados y atendidos por ellos. A veces, a pesar de todo el interés y la dedicación de los padres, algo falla, pero ningún conflicto dejará de solucionarse si se emplea la empatía o la comprensión desde los puntos de vista y la perspectiva del niño, si se tiene en cuenta su temperamento, su momento evolutivo y sus necesidades. Precisamente, volviendo a este punto de la empatía, hay un aspecto psicológico, que no por ignorado e incomprendido debe ser apartado, muy al contrario, debemos hacer un esfuerzo por entenderlo aunque nos parezca extraño ya que nuestro propio Sheyj nos ha hablado de él en repetidas ocasiones. Os voy a hablar del complejo de Edipo y lo voy a hacer porque sin él no podemos entender plenamente a los niños de esta edad. En la antigua tragedia griega de Sófocles, Edipo era el hijo del rey de Tebas, al que se había vaticinado que su propio hijo lo asesinaría, por lo cual se deshizo de él y lo puso al cuidado de una familia adoptiva. Cuando se hizo hombre, y sin tener 20 conocimiento alguno de quiénes eran sus verdaderos padres, tuvo un encuentro casual que acabó con la vida del que resultó ser su padre, el rey. Al llegar a Tebas se casó con la reina viuda sin suponer todavía que era su madre. Al poco de descubrir la verdad, se sacó los ojos quedando ciego y se impuso como castigo el exilio de su reino. Fue el psiquiatra Freud quien primeramente dio el nombre de este héroe trágico al complejo universal por el que todos los niños varones, durante su primera infancia, se enamoran inconscientemente de sus madres y experimentan tendencias asesinas o agresivas hacia sus padres. De acuerdo con esta teoría, el niño de cuatro a seis años aproximadamente dedica gran cantidad de energía amorosa a su madre, mientras entra en abierta competencia con el padre por el amor y el afecto de ésta. Inconscientemente, los niños pequeños quieren tomar el lugar del padre con respecto a su madre, pero se dan cuenta de que están en inferioridad de condiciones. Se ven envueltos en un torbellino de sentimientos contradictorios o ambivalentes: por una parte, siente verdadero afecto por su padre y por otro, auténtica hostilidad, rencor, rivalidad y temor. Inmersos en esta mezcla de sentimientos, observa a las niñas y cree que están castradas por el padre y temiendo la misma furia castradora por su parte reprime los deseos incestuosos hacia la madre. Con ello, deja de momento de ser el rival del padre y comienza a identificarse con él y a aceptar sus normas y valores. Paralelamente, las niñas también pasan por el mismo proceso, pero a la inversa, llamado complejo de Electra. Ésta, heroína de Eurípides, fue quien instigó a su hermano Orestes a matar a su madre y a su amante Egisto para vengar el asesinato de su padre Agamenón, rey de reyes, a quien adoraba. Sigue el mismo patrón comportamental y emocional del Edipo: la niña ama a su padre, teme a la madre, reprime esos sentimientos y se identifica con el modelo que le ofrece su madre. ¿Por qué es importante entender la trascendencia de todo esto? Porque lo que pasa en la familia repercute en el futuro de la 21 sociedad. Sheyj Abdalqadir nos advierte por su parte que: “por la naturaleza misma de la existencia familiar, eminentemente triangular o nuclear que vivimos hoy en la sociedad moderna, el niño proyecta sobre la madre, en la esfera afectiva, una conexión que inhibe su paso al estado adulto, lo cual significa que el varón en su infancia no es capaz de reconocer al otro… El hecho de no poder satisfacer este deseo, lo atrapa y hace imposible el encuentro con el otro. Éste nunca se produce porque la separación entre la madre y el niño no se ha efectuado aún. En vez del paso al estado adulto, estado que supone la existencia de la mujer como compañera, se produce un corte en seco, porque el hombre-niño prefiere el vínculo ideal con la madre, que es igual que fantasear con la mujer perfecta o ideal, lo cuál es imposible, y que le permite estar conectado emocionalmente y eternamente con la madre. Se evita el dolor de la separación y se aplaza el presente hacia un sueño futuro, siempre imposible de realizar. El hombre llega a la madurez sin haber roto con la madre en el terreno afectivo, y, en consecuencia, nunca ve en la mujer que ha tomado por esposa a la compañera con la que comparte su vida y, en el momento que nace el hijo, empieza a llamarla “madre””. El Sheyj continúa iluminando esta importantísima cuestión: “el Estado institucionaliza el complejo de Edipo mediante una estructura neurótica, en la que ofrece una realidad ideal que sólo puede producirse en el futuro, siempre aplazado para la próxima vez. El Estado y los políticos lo resuelven y nosotros sólo tenemos que esperar dócil y pasivamente, sólo debemos preocuparnos de la familia, no tener otro proyecto que el de la familia… El Estado ideal es dicha infantil futura: la unión imposible con la compañera incestuosa. La libertad sexual es el premio del Estado, pero el precio que hay que pagar es la esclavitud. La fraternidad, la negación del opuesto, la mujer madura e independiente, es suplida por una hermandad mental que asegura que todos somos iguales. Layo, el padre de Edipo, es asesinado. Los reyes, decapitados. El incesto nos hace a todos iguales, nadie es superior, entonces nadie nos manda. El instrumento del poder estatal es la usura o la deuda con interés, que tiene la función de retrasar el encuentro con la realidad y mantener la culpabilidad, ya que el 22 pago siempre es aplazado y el enfrentamiento del miedo al pago…” aplazamiento evita el “La única respuesta dinámica y adulta es la formación de una sociedad reeducada y orientada a un proyecto común, en la que el hombre ya no será edípico y antepondrá el proyecto de una sociedad noble y justa a su proyecto personal, y la mujer noedípica dejará de intrigar en perjuicio de nadie y se dedicará a expresar su verdadera femineidad, basada en la compasión y el realismo, abandonando todo rastro de masculinidad, adquirido para elevar su propia autoestima, maltratada en el hogar burgués. El crecimiento del niño quedará libre pues, de la atadura de la madre, debido a que ella estará dispuesta a colaborar con su marido de manera adulta, animándole a emplearse a fondo en aquellos proyectos que implanten los valores superiores de la vida. Para ello la condición clave es la selección consciente de la pareja, en la que quedará excluida la compañera, imagen de su madre.” Y termina: “Es necesario el establecimiento de un nuevo sistema educativo que preserve la espontaneidad y determinación de los jóvenes para toda la vida. Este nuevo sistema educativo que hemos de luchar para procurarnos es la enseñanza del Islam, con todas sus consecuencias”. Creo que no se puede decir nada más claro y más concluyente. Es totalmente necesario que nos acostumbremos a este elevado lenguaje y que asimilemos su contenido si es que queremos sobrevivir al nihilismo actual. Con la resolución del complejo edípico, el niño estará bien equipado para embarcarse con éxito en el desarrollo de su socialización, entendiendo por este concepto el conjunto de procesos que ayudarán al niño musulmán a interiorizar las reglas, normas, creencias, actitudes y costumbres imperantes en nuestra noble comunidad islámica y en la que ingresará como un individuo autónomo y, al mismo tiempo, necesitado de una gran familia social, esto es, de los demás, de los otros (de la comunidad en definitiva). 23 IV. ACTIVIDADES APROPIADAS A LA EDAD EVOLUTIVA DE 2 A 4 AÑOS. TALLERES DE FORMACIÓN. A) 1. Línea base: necesidades. 2. Materiales y juguetes educativos. 3. Pequeña biblioteca: libros con imágenes, de ilustraciones y grandes relatos clásicos adaptados o no. 4. Pequeña ludoteca: Espacio con garantías de seguridad al aire libre con actividades respetando el juego solitario o cooperativo. Materiales básicos: arena, agua, bloques de madera, pelotas, bolos, ruedas de caucho, etc. Espacio interior con juegos educativos invitando al reposo y a la tranquilidad: de clasificación, de construcción, de secuencias, arcilla y plastilina, etc. 5. Pequeña discoteca: cassetes y CDs de canciones. Aprender canciones, mejor con rima. Escucharlas. 6. Cuentos clásicos: narración dramatizada. Escucharlos. Contarlos. 7. Taller de títeres: inventar una pequeña historia entre todos, construir el teatrillo y los personajes de manera sencilla pero vistosa. 8. Taller de psicomotricidad: Aprendizaje del esquema corporal, lateralidad, motricidad gruesa, a través del movi miento, de gimnasia sencilla, saltos, carreras, etc. Material: moqueta lavable. 9. Pequeños aprendizajes: recitación de poemas sencillos con rima, adivinanzas, vocabulario (ampliarlo, vocalizarlo, etc.); pequeñas preguntas de comprensión: ¿quién es, cómo es, para qué sirve?, etc; recados, canciones, ritmo, pequeñas coreografías, nociones elementales de tiempo, espacio, color, forma, olores, sabores, nombres de animales, etc. 24 B) 1. Formación para la preparación de las actividades elegidas como más acordes por parte del grupo de madres. 2. Revisión de actividades. 3. Formación de personas asistentes auxiliares. Las actividades deben ir dirigidas a desarrollar y potenciar cualidades como: la atención, la comunicación verbal y corporal, la fluidez verbal, la creatividad, la memoria auditiva, la memoria visual, la coordinación visomotora, el vocabulario, la imaginación, el ritmo-tiempo, la socialización (trabajo en grupo), la dramatización, la observación, etc. 4. Información de la comunicación no-verbal o gestual que presentan los niños de esa edad. 5. Necesidad de asesoramiento psicopedagógico en caso de: - lenguaje deficiente o extraño. Mutismo psicomotricidad muy atrasada dependencia o fijación materna extrema trastornos recurrentes del comportamiento: rabietas, agresión, etc. - dificultades acentuadas de relación… llanto, V. PUESTA EN COMÚN DE LOS DIFERENTES MÉTODOS EDUCATIVOS EMPLEADOS POR LAS MADRES. - Discriminación entre usos correctos e incorrectos. - Deseable acuerdo o concenso en las pautas educativas. Este punto fue tratado mediante la exposición informal por parte de cada madre del mecanismo educativo empleado con sus hijos, donde se detectaron las pautas fundamentales y concretas de sus usos, discriminando a continuación entre aquéllas que resultaban correctas de las incorrectas, entre las que eran más útiles de las menos útiles, para un posible 25 acuerdo de funcionamiento en su proyecto en marcha de la Escuela de Madres. No fue nada fácil, ni hubo tiempo para profundizar y completar unas decisiones claras y concretas, pero al menos sirvió para que nos diéramos cuenta de que hay que ser más escrupulosas con respecto al respeto entre nosotras a la hora de tratar nuestras diferencias. VI. LECTURA COMPARTIDA DEL DISCURSO DE SHAIJ ABDUL QADIR AS-SUFI “IMAN Y EDUCACIÓN”. Pronunciado en Klontal, Suiza, el 14 de abril de 1990. CONCLUSIÓN No quisiera concluir este encuentro sin dejar de reseñar el origen de la tarea que nos hemos propuesto emprender. Empresa que pretendo retomar con renovada ilusión y compromiso como un proyecto ideado a principios de los años noventa bajo la indicación de nuestro Shaij Dr. Abdul Qadir asSufi. Por entonces él se mostraba muy interesado por mejorar el bienestar personal y la unión de las mujeres, para lo cual se organizó una ronda de reuniones encaminadas a reunir en grupos a las mujeres en orden a sus preferencias y habilidades, tales como la salud, la alimentación, la economía doméstica o el cuidado de los niños, entre otras. A mí concretamente me pidió que me encargase, una vez interesado por mis estudios en Psicología, de la puesta en marcha de un espacio donde atendiera con todas las garantías a un grupo de niños de cuatro años en adelante. Antes de esa edad no era necesario ya que se da por supuesto que la madre es la figura imprescindible en la crianza del niño. Se puede comprobar que la indicación del Shaij era lo suficientemente abierta como para realizarla con total libertad; sin embargo, me bastó para tener una idea muy clara de lo que quería para estos niños. Se puede resumir en unas pocas pautas que serán las bases imprescindibles, los sólidos cimientos y el marco de referencia sobre los que se sustentará el trabajo: 26 - Protección a nuestros hijos pequeños de posibles guarderías o “rediles estatales”, proporcionándoles un espacio protegido, propio y coherente con nuestras creencias, y en el que se puedan desarrollar espontáneamente sus capacidades naturales o de fitra bajo la tutela de personas con misericordia y conocimiento del Din. - Dotación selectiva para ellos de los elementos más apropiados y naturales, como tierra, agua, aire y madera; instrumentos básicos para la exploración activa y creativa de la naturaleza y de su entorno cercano. - Prevención y limitación consciente, en ningún caso prohibición, de las ocupaciones habituales y centrales de cualquier guardería, como rellenar fichas, dibujar sin control y compulsión por actividades grupales, cuya finalidad o propósito es desmantelar y desestructurar la compleja integridad del niño con el objeto de convertirlo desde muy temprano en ciudadano servil y útil al Estado. - Inicio como la semilla, que ya promete el futuro árbol y fruto, con sumo cuidado y delicadeza, con un grupo pequeño de niños, creciendo poco a poco, orgánicamente, en función de nuestras aspiraciones e inspiraciones, con la pretensión de un fuerte arraigo y una amplia expansión y difusión. Esta es la clara fuente de transmisión de nuestro Shaij, y el punto de partida, sobre la que tengo puesta toda nuestra esperanza de futuro, insh´Allah. Nuestra escuela infantil, a diferencia de las actuales instituciones educativas públicas o privadas, está en período de gestación debido a que es una experiencia eminentemente pionera; pero que parte con algo fundamental, aún de manera incipiente, nuestros propios y clarificados recursos humanos. Queda por delante el arduo pero apasionante trabajo de desarrollo de todos los elementos que han de componer un proyecto de particular importancia para nosotros, ya que con ello, en clave metafórica, estaremos abonando y preparando la 27 tierra sobre la que ha de crecer la hermosa planta, el fruto pleno que significa cada uno de nuestros hijos. Aisha Simino Granada, enero de 2009 I Jornadas Educativas 28
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