Tazria – Portadora de la Simiente

Tazria – Portadora de la Simiente
Levíticos 12:1 al 13:59
2 de Reyes 7:3-204:42 to 5:19
Mateo 8:1-4
Marcos 4:40-45; 5: 1-43
Revisión: Con la enseñanza de las ofrendas y el oficio del sacerdocio en Levíticos, capítulos del 1
al 10, Yahweh comienza a introducir la enseñanza acerca de lo puro y lo inmundo, de lo santo y lo
profano, a través de las leyes alimenticias en Levíticos 11. Si el Templo de Yahweh reside en
nosotros, somos los guardianes y responsables de su mantenimiento. Tenemos que ingerir
alimentos limpios, rechazar lo inmundo y no consumir nada de grasa ni de sangre. Lo impuro ha
de contaminar nuestros cuerpos y la morada de Yahweh. Esto no es un asunto de salvación, sino
que es un asunto del corazón. Se trata de la diferencia entre Sus instrucciones por encima de lo que
nosotros queremos. Lo que ponemos en nuestros cuerpos refleja y afecta nuestra mentalidad. Lo
Inmundo viene de adentro.
Marcos 7:18-23 “Y El les dijo: ¿También vosotros sois tan faltos de entendimiento? ¿No
comprendéis que todo lo que de afuera entra al hombre no le puede contaminar, porque no
entra en su corazón, sino en el estómago, y se elimina? (Declarando así limpios todos los
alimentos.) Y decía: Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de
adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos,
homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia,
orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre”.
Si nuestros corazones son impuros necesitamos hacer lo correcto delante de Yahweh para poder
seguir adelante. Sino lo hacemos, la condición de nuestro caminar espiritual y relación con Dios no
ha de cambiar y se estancará. El pecado nos separa de Yahweh. Si continuamos desobedeciéndole,
entonces estamos caminando en nuestra propia justicia que es engañosa, y se producirá el fruto de
nuestra elección y nos contaminaremos. (Deuteronomio 28).
Explicación de la Caída de Jerusalén
Ezequiel 33:23-26 “Y vino a mí palabra de Yahweh, diciendo: Hijo de hombre, los que
habitan aquellos lugares asolados en la tierra de Israel hablan diciendo: Abraham era uno, y
poseyó la tierra; pues nosotros somos muchos; a nosotros nos es dada la tierra en posesión.
Por tanto, diles: Así ha dicho Yahweh: ¿Comeréis con sangre, y a vuestros ídolos alzaréis
vuestros ojos, y derramaréis sangre, y poseeréis vosotros la tierra? Estuvisteis sobre
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vuestras espadas, hicisteis abominación, y contaminasteis cada cual a la mujer de su
prójimo; ¿y habréis de poseer la tierra?”.
La historia de los Hijos de Israel es una lección para nosotros el día de hoy. No tenemos que
repetir lo que hicieron nuestros antepasados. Sus vidas son un ejemplo profético para enseñarnos el
camino de redención a través de la obediencia. Esto comienza primero en nuestros corazones, ya
que así es el caminar de fe y de santidad.
Si existe cualquier contaminación en nosotros, Yahweh es fiel para exponer en nuestro corazón
cuál es la raíz que lo está causando. La contaminación puede entrar a través de nuestros ojos en lo
que vemos, a través de nuestros pensamientos y nuestro hablar, o, mediante asociaciones y aquello
que nos atrae. El Lugar Santo en el tabernáculo simboliza nuestra mente, mientras que el Lugar
Santísimo simboliza nuestro corazón. “Por que así como él piensa dentro de sí mismo así es el”
(Proverbios 23:7) En los primeros capítulos de Levíticos, donde se nos enseña acerca de las
ofrendas, Yahweh nos muestra cómo acercarnos a El con un corazón y con una mente limpia. Por
cuanto somos vasijas santas preparadas a la imagen de Yahweh y semejamos a la Novia/el
sacerdocio en Su Reino, somos igualmente responsables de mantener una casa saludable y el lugar
de morada del Espíritu Santo/ Ruach HaChodesh . Somos vistos como justos a la vista del Padre, y
sin embargo, algunas veces sembramos/hacemos cosas incorrectas que producen una cosecha de
contaminación. Estamos aprendiendo a caminar en la redención que El nos ha dado a través de una
revelación progresiva. Aprender a caminar en un estilo de vida redimida guardará nuestras mentes
y corazones libres de contaminación. Este estudio en Tazria, contempla el lado espiritual de lo que
puede producir infecciones y moho en nuestro cuerpo.
Purificación después de dar a luz.
Levíticos 12
El nacimiento de un niño es muy emocionante. Yahweh a través de Su Palabra, les da tanto a la
madre como al niño un tiempo especial de separación luego del nacimiento para propósitos de
sanidad y vínculos afectivos. Si la mujer ha tenido un hijo varón, ella tiene que ser separada o
puesta en niddah durante siete días, más treinta y tres días para su purificación, haciendo un total
de cuarenta días. Durante el tiempo de su purificación ella no debe tener relaciones sexuales con su
marido. El hijo varón es circuncidado al octavo día. Médicamente esta probado que al octavo día
es el menos doloroso y con una menor pérdida de sangre para el bebé. La madre completa su
purificación al final de los cuarenta días, presentando una ofrenda ascendente/olah y una ofrenda
por el pecado/chatas a Yahweh, como señal de culminación del tiempo de su niddah, y para un
cambio de estatus en sus relaciones maritales. Si el nacimiento es una niña, el tiempo de los días de
separación es el doble que el varón. Son catorce días para su purificación y sesenta y seis días para
su separación. Haciendo un total de ochenta días. En el Nuevo Testamento/Brit Chadashah somos
testigos de María obedeciendo estos principios de separación (llamado purificación) después del
nacimiento de Jesús/Yeshua.
Lucas 2:21-24 “Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre
Yeshua/Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Y
cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le
trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la Torah/ ley del Señor:
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Todo varón que abriere la matriz será llamado santo a Yahweh), y para ofrecer conforme a
lo que se dice en la Torah de Yahweh: Un par de tórtolas, o dos palominos.” (Levíticos 12)
Este tiempo de niddah no solamente es para sanidad del cuerpo luego del proceso de
alumbramiento, sino que también le permite a la mujer gozar de su bebé sin todas las
responsabilidades adicionales impuestas a ella, tales como el servicio en la congregación, trabajo,
u otras influencias externas que interrumpen su atención al bebe y a su vida familiar. Dios reserva
el periodo de separación de cuarenta u ochenta días para llevar salud completa tanto para la madre
como para el niño. Al obedecer este mandamiento, incluyendo no tener relaciones conyugales
durante este tiempo de sanidad, las Escrituras dicen bienaventurado será tu vientre, tus posesiones
y tu tierra”.
Deuteronomio 28:9-11 “Te establecerá el SEÑOR como pueblo santo para sí, como te juró,
si guardas los mandamientos de Yahweh tu Dios y andas en sus caminos. Entonces verán
todos los pueblos de la tierra que sobre ti es invocado el nombre de Yahweh; y te temerán.
Y Yahweh te hará abundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en
el producto de tu suelo, en la tierra que Yahweh juró a tus padres que te daría”.
Regulaciones acerca de enfermedades infecciosas de la piel
Levíticos 13:34-36
¿De donde vienen las enfermedades? El cuerpo, el alma y el espíritu están todos interconectados
como el siguiente pasaje en 3 Juan lo confirma.
3 Juan 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas
salud, así como prospera tu alma”.
Nuestros pensamientos y emociones combinan con nuestra voluntad para formar nuestra alma.
Todos ellos deben actuar como una unidad/ un echad. Nuestras creencias forman la piedra angular
de cómo vemos las cosas, lo cual afecta la manera cómo almacenamos información. Lo que
sabemos se basa en cómo interpretamos la información que hay en nuestros sentidos. Es
importante recordar que al relacionarnos con nuestros semejantes podemos estar muchas veces
errados o el otro puede ver simplemente las cosas de manera diferente. Las relaciones sanas
requieren flexibilidad para ver las cosas desde otros puntos de vista diferentes, independientemente
de nuestra posición o creencia personal, y es por eso que Yahweh nos dio Su palabra - la línea de
medición para toda la verdad en nuestras vidas.
El libre albedrío produce acción basada en los pensamientos, emociones y creencias que hemos
enfrentado, ya sean buenos o malos. Los sentimientos son los datos sensoriales. Cuando usamos
los términos: “Yo vi”, “yo escuché” y “yo sentí”, expresan emociones que son el resultado de lo
que creemos acerca de ese dato sensorial. Es imperativo no permitir que nuestra imaginación
especule cosas que no son ciertas. Por ejemplo, cuando interpretamos que alguien está molesto,
puede ser que sea una persona que está triste o que está tratando de proteger sus ojos del sol
radiante. La llave que distingue los sentimientos de las emociones, es que las emociones son
opuestas a la razón y son reacciones subjetivas que envuelven los cambios físicos y sicológicos
que alimentan los sentimientos (la capacitad tanto para la emoción como para la sensibilidad) con
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un sistema de creencia. Si ese sistema ha sido programado con datos negativos, las funciones del
cuerpo responden de manera negativa en lugar de manera positiva, lo cual afecta todo el día y todo
un estilo de vida.
Las emociones comienzan desde el vientre. En la 24 semana el bebé puede escuchar y comienza a
distinguir los sonidos. El DNA es una inteligencia silenciosa y el ARN (el ácido ribonucleico) es la
transmisión de esos datos. Cada pensamiento, impulso, emoción y creencia impactan tanto la
transmisión del ARN y el programa de DNA. Por ejemplo, si una persona espera rechazo o está
amargada, esa expectativa afectarán su ver, su oír y su sentir.
Ejemplos de raíces emocionales incorrectas son, el espíritu de miedo, de amargura, celos, y
tristeza, etc. Ellos tienen la capacidad de influir en nosotros. Ellos podrían venir como resultado de
las iniquidades de nuestros antepasados o por estar de acuerdo con el gobernante del reino de las
tinieblas a través de un pecado sin intención o intencional (transgresiones). Las Escrituras nos
dicen, que nuestra lucha no es contra seres humanos (carne), sino contra principados y
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo y las fuerzas espirituales de
maldad en el reino celestial (Efesios 6:10). Hay una conexión entre nuestro espíritu y nuestra
alma (nuestra mente, voluntad, memoria y emociones), y como tal, podemos caer en las garras de
ser uno con pensamientos que el adversario nos haría pensar. La enfermedad puede ser producto
de esas influencias impuras.
En el último estudio Shemini vemos en las Escrituras, que ella nos instruye no idolatrar otros
dioses, o cosecharemos maldición por ese pecado. La Escritura dice que los pecados/maldiciones
de los padres quienes han adorado y servido a otros dioses y a sus ídolos pasan hasta la tercera y
cuarta generación. “No los adorarás (a otros dioses) ni los servirás; porque Yo Yahweh tu Dios,
soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, (Exodo 20:5). La vieja naturaleza, las acciones inmundas, los
pensamientos y los comportamientos, pueden transferirse hasta la tercera y cuarta generación. Las
enfermedades pueden ser un signo exterior de esto, ya que diferentes tipos de esquizofrenia,
enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer, y alcoholismo pueden consecuencia de
generaciones anteriores. En otras palabras, las iniquidades son los pecados generacionales
(maldiciones) en los que participamos al estar de acuerdo con ellos. La vida está en la sangre.
Nosotros somos el resultado de la sangre de nuestros padres cuando se juntan. Somos carne de su
carne. Las iniquidades pueden mostrar la predisposición de tener características de una
personalidad con falta de amor, tal como fue mencionado anteriormente; tales como el miedo, la
ira y la tristeza. Es como si sus voces gritaran a través de la memoria de la sangre, y si las
escuchamos, nos hacemos uno con ellos espiritual y psicológicamente, heredando la misma
mentalidad equivocada y las opciones que nuestros antepasados tuvieron (Levíticos 17:11).
Deuteronomio 28 registra las bendiciones que fluyen cuando seguimos los caminos de Yahweh
junto con las maldiciones que vienen contra nosotros si no seguimos Sus caminos. Un párrafo del
Pastor Henry Wright, ‘Un camino más excelente’, dice:
”Las enfermedades en nuestras vidas pueden ser el resultado de una separación de El (Dios) y de
Su Palabra en áreas específicas de nuestras vidas. Dios tendría que tener una doble mente,
tendría que convertirse en malo tolerando el mal, a fin de bendecirnos en nuestros pecados."
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Yahweh es tan fiel a las maldiciones como lo es a las bendiciones. El es fiel a Su Palabra. Las
iniquidades que fluyen hasta la tercera y cuarta generación se enumeran en forma de maldiciones.
Deuteronomio 28 nos enseña que las enfermedades pueden venir como resultado de transgredir
inocentemente Sus caminos, a través de falta de entendimiento, o por no obedecer Sus leyes
dietéticas, o en general, por rechazar obedecer a Su Enseñanza. Otras enfermedades como las
mentales y/o trastornos emocionales, esterilidad o infertilidad, ruptura del matrimonio y alineación
familiar, continua insuficiencia financiera, proclividad a accidentes, historias de suicidio, muertes
no naturales o prematuras en las familias, todas ellas vienen como consecuencia de la trasgresión
en contra de enseñanza e instrucción de Yahweh.
Cualquier pensamiento que tenemos que no coincidan con la manera cómo piensa Yahweh o lo
que El dice es una forma de locura. Si permitimos que los miedos y fobias, la envidia, los celos y
demás se manifiesten en nuestras vidas, eso es locura. Hemos llegado a ser uno con cosas que no
pertenecen al Reino de Yahweh, y si se repiten con el tiempo se convertirán en parte de nuestra
fisiología. Por lo tanto, tendemos a decir: "Así soy yo."
El mayor impedimento para la sanidad es la falta de perdón. Esta emoción puede causar amargura
o juicio con raíces de amargura en nuestras vidas en contra de Yahweh, de nuestro prójimo o aún
en contra de nosotros mismos. La culpa, la vergüenza, y la auto-conmiseración son todas
ramificaciones de la amargura y actúan como pegamento, adhiriéndose a una persona con su
pasado. La falta de perdón niega la muerte de Yeshua y niega efectivamente que Yahweh nos ha
perdonado y que El hace todas las cosas nuevas. La amargura es la raíz de muchas enfermedades
que pueden conducir a una muerte temprana si no se chequea.
Los posibles síntomas relacionados al espíritu de raíz de amargura son: plagas, enfermedades
debilitantes, fiebres altas, inflamaciones, forúnculos incurables, tumores, llagas con pus,
picazones incurables, ceguera, miedo, las plagas prolongadas como la diabetes y las
enfermedades como el cáncer y las enfermedades del corazón (Deuteronomio 28:21 ).
Nehemías 8:10 “no os entristezcáis, porque el gozo de Yahweh es vuestra fuerza”.
1 de Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad”.
La Mente - ¡El Campo De Batalla!
Cuando llegamos a la salvación se nos enseña que tenemos que perdonar, porque ‘cualquiera que
dice que está en luz y odia a su hermano aún está en tinieblas’ (1 de Juan 2:9) La misión de
Satanás por otro lado, es mantener al creyente ciego y en oscuridad (o en el reino de la muerte)
con falta de perdón, lo cual impide nuestra redención. En Yeshua tenemos la verdad, y la verdad
nos hará libres, si elegimos caminar en ella. No estamos más bajo la ley del pecado y de la
muerte, sino que estamos en la ley de la libertad que trae vida. Nuestro trabajo es discernir nuestra
manera de pensar y destruir toda imaginación vana que viene de dentro de nosotros mismos.
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2 de Corintios 10:5 “destruyendo imaginaciones y todo razonamiento altivo que se
levanta contra el conocimiento de Yahveh y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la
obediencia de Jesus/Yeshua”.
Tal como el Apóstol Pablo, tenemos dos leyes que trabajan en nuestros miembros: la ley de vida y
la ley del pecado y de la muerte. Cuando enfrentamos ciertas situaciones, siempre vamos a tener
que hacer una elección: obedecer a Yahweh y caminar en el reino que da vida, o desobedecer e
incurrir en el reino que produce la muerte (Romanos 7). Cuando comenzamos a meditar sobre la
ley de vida, el Espíritu de Yahweh nos lleva a perdonar a nuestro prójimo y a nosotros mismos. Por
el contrario, el espíritu de falta de perdón es un enemigo que quiere atacarnos sembrando división
dentro del cuerpo del Mesías. Con ambas leyes beligerantes dentro de nosotros, necesitamos
renovar diariamente nuestras mentes, con el fin de elegir la justicia de Yahweh, para no ser
tentados por la ley del pecado. Esto refuerza nuestra fe y hace seguro nuestro caminar. Cada día
estamos aprendiendo que la falta de perdón no es buena, y el perdón es divino. A esto se le llama
madurez. Conocer las instrucciones de Yahweh y la forma que nos da sabiduría para poder
discernir. Esto nos permite elegir el camino de vida y no el de la muerte. Esta es la manera en que
nosotros y nuestras futuras generaciones caminamos en las bendiciones y no en las maldiciones
(Deuteronomio 30:19).
Exodo 20:5-6 “No los adorarás (a otros dioses) ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu
Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera
y cuarta generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que
me aman y guardan mis mandamientos”.
1 Corintios 3:2-3 “Así que yo (Pablo), hermanos, no pude hablaros como a personas
(creyentes) espirituales, sino como a carnales (inmaduros), como a niños en Cristo/Mesías.
Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni
aun ahora podéis, porque todavía sois carnales. Pues habiendo envidia, celos y contiendas
entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como meros hombres?”
La guerra dentro de la Mente
Romanos 7:16-18, 22-23 y 25; 8:1-2 Pablo enseñó:
"Estoy de acuerdo que la ley (la Torah – la enseñanza e instrucción de Dios) es buena. Y si lo que
no quiero, esto hago, apruebo que la Torah/ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace
aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien;
porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el
mal que no quiero, eso hago. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios (Su
enseñanza e instrucción- Torah); pero veo otra ley (nomos: la ley del pecado y de la muerte) en
mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado
(y de la muerte - nomos) que está en mis miembros. Gracias doy a Dios, a través de Jesucristo/
Yeshua Ha Mashiach nuestro Salvador. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios (a
la Torah, la ley de vida), mas con la carne a la ley del pecado (y de la muerte - nomos) Ahora,
pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús/Yeshua Ha Mashiach, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida (la
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Tora/el reino de la vida) en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte
(nomos/el reino de la muerte).
Hebreos 5:14 “pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que
por el uso tienen los sentidos (la mente) ejercitados en el discernimiento del bien y del
mal.”
Tenemos la habilidad de perdonar en nuestros corazones. Esta es la nueva naturaleza que nos ha
sido dada por medio de Yeshua, la cual toma los pensamientos impuros y los lleva a cautividad.
Por el poder del Espíritu de Yeshua podemos entrenarnos para reconocer y arrepentirnos de
nuestras acciones y hablar incorrectos. Esta es la forma en que rompemos el ciclo de falta de
perdón y fortalezas en nuestras vidas, y comenzamos a caminar en Su Reino (el Arbol de Vida),
pasando de un reino (común – el mundo del enemigo) a otro reino (santidad - la Corte Real de
Yeshua).
Si hemos sido libertados por la muerte y resurrección de Yeshua, ¿porque existe tanta
inestabilidad, tantos desórdenes siquiátricos y enfermedades biológicas entre los creyentes, tal
como los hay en el mundo? ¿Estamos viviendo en decepción, tratando de actuar como una nueva
creación, cuando en realidad parecemos y nos sentimos como si fuéramos ancianos, como si
ninguna de las promesas de una vida renovada fuera para nosotros? Nosotros somos el cuerpo de
Yeshua. ¿Esta acaso Yeshua enfermo, loco o amargado? ¡NO!! ¿Es que la congregación de
Yeshua necesita convertirse nuevamente? Mas bien, la gracia de Yahweh hace posible que
podamos reconocer lo que es bueno versus lo que es malo, y así podemos elegir caminar en Su
camino vertical en santidad delante de El y ser bendecidos.
Enfermedad – ¿Producto de nuestros pensamientos?
¿Porque Satanás quiere nuestra sangre? Porque la vida del cuerpo está en el sangre. Si el enemigo
puede tomar el control de nuestro ADN en nuestra corriente sanguínea a través de pecado
generacional (iniquidades) o pecado personal (transgresiones), nuestro cuerpo se vuelve accesible
a sus planes. Como creyentes tenemos una espada en la mano pero necesitamos aprender como
usarla.
Hebreos 4:12-13 “Porque la palabra de Yahweh es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada
que no sea manifiesta en Su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas
a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”.
Sabemos que nuestra alma y nuestro espíritu tienen que trabajar juntos, pero si continuamente
entretenemos a espíritus de miedo del mañana, creando imaginaciones de aquello que podría ir
mal y proyectándolo hacia el futuro, nos convertiremos eventualmente en alguien con ese miedo.
Una enfermedad tal como presión arterial alta puede ser un síntoma del miedo. La Palabra de
Yahweh dice que El no nos ha dado espíritu de temor, sino de poder, amor y una mente sana.
Yeshua, la Palabra viva de Yahweh, es Espíritu, y Él es vida. El Espíritu de Yahweh está en
nosotros para dar testimonio de la verdad, porque Él quiere guiarnos hacia toda verdad.
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En el nivel de espíritu, lo que el espíritu de temor ha enseñado es cómo tener miedo del mañana.
El Espíritu del Santo trae este pensamiento negativo bajo la autoridad de su Palabra. Dice la
Escritura, "Porque está escrito" no son meramente palabras para nosotros, ellas son Su propia
voz. Es como si Yahveh está diciendo, "Esto es lo que he dicho. Escuchen mis palabras. No
escuchen más la voz del enemigo
2 Timoteo 1:7 7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y
de dominio propio.
Por tanto, ¿cuán importante es para nosotros leer la Palabra de Dios, y ver lo que está escrito en
nuestros corazones? El Espíritu Santo actúa sobre lo que Yahweh ha dicho y no en lo que el
enemigo dice. El Espíritu del Santo sólo responde a la verdad. El no responderá a una mentira o a
estar de acuerdo con las ideas del enemigo. Nosotros en ignorancia, podemos estar de acuerdo con
los pensamientos del enemigo, pero Dios dice, que nosotros tenemos que escuchar solamente Su
Palabra.
Juan 10:5 “Pero a un desconocido no seguirán (los creyentes), sino que huirán de él,
porque no conocen la voz de los extraños”.
A través del lavamiento de la Palabra, nuestras mentes son renovadas, para que de esa manera la
ley de Yahweh (el reino que da vida) prevalezca. Cuando nuestra alma se pone de acuerdo con la
palabra Yahweh, nos hacemos uno con Él. Es entonces que la Palabra de Yahweh en nosotros se
opone a la ley del pecado y de la muerte.
Salmos 18:2 El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien
me refugio; Mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable.
Salmos 27:1 El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la
fortaleza[a] de mi vida; ¿de quién tendré temor? Cuando los malhechores vinieron sobre mí
para devorar mis carnes, ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron.
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Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se
levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado.
Tenemos que Limpiarnos
2 de Corintios 7:1 “Así que, amados (creyentes), puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el
temor de Dios.” (2 Timoteo 2: 20-21).
¿Qué inmundicia y deshonra podría estar citando el pasaje arriba mencionado ya que está hablando
a los creyentes? En el caso del temor, del estrés y la ansiedad, por ejemplo, el resultado es la
presión alta. Tener miedo del futuro, o qué día malo sería mañana es pecado en contra de Dios, en
contra de los demás y de nosotros mismos. Cuando nos arrepentimos y optamos por regresar y
caminar de acuerdo a la Palabra de Yahweh, El comienza a separar la naturaleza inmunda
pecaminosa (reino de la muerte) dentro de nosotros, de su naturaleza (el reino de vida). Entonces,
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nuestras mentes son capaces de ser renovadas y de participar con Yahweh confiando en Su
fidelidad como nuestro Salvador y Proveedor según lo prometido por Su Palabra. Los problemas y
retos que tenemos el día de hoy son herramientas de enseñanza para nuestro bienestar en el futuro.
Es por eso que Él nos llama vencedores. Nuestras actitudes cambiadas nos transforman a través de
Sus principios, las cuales nos introducen en el orden perfecto que Yahweh tiene para nuestras
vidas. Su perfecta voluntad es bendecirnos, redimirnos y santificarnos de acuerdo a Su palabra,
para que no caminar mas como extranjeros a Su Palabra sino como verdaderos ciudadanos y
embajadores en Su Reino.
Deuteronomio 33:29 “Dichoso tú, Israel. ¿Quién como tú, pueblo salvado por el SEÑOR?
El es escudo de tu ayuda, y espada de tu gloria. Tus enemigos se someterán ante ti, y tú
hollarás sus lugares altos”.
Romanos 5:1-5 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Yahweh por medio de
nuestro Yeshua el Mesías; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Yahweh .Y no sólo
esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación
produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no
avergüenza; porque el amor de Yahweh ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado.”
Y de nuevo, citamos Hebreos 4:12 -13,
“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del (nuestro) corazón. Y no hay cosa creada que no sea
manifiesta en Su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos
de aquel a quien nosotros tenemos que dar cuenta”.
¿Qué es aquello escondido que se refiere Hebreos 4? ¿Qué es lo desconocido que solamente
Yahweh ve que nosotros necesitamos ver? Consecuentemente, ¿Qué es lo que causa que el sistema
inmunológico se quiebre? Pudiera ser lo que está detrás de muchas de nuestras enfermedades. El
otro lado del cuidado de la salud y la nutrición del templo es el lado espiritual (Levíticos 11).
Nosotros somos el Templo del Dios Viviente. ¿Cómo estamos manteniendo Su Templo? Si la
salud fuese meramente un asunto nutricional, no necesitaríamos a Yahweh - nuestro dios podría ser
que ponemos en nuestro estómago. Cuando vemos las enfermedades en Deuteronomio 28:15,
descubrimos que la raíz de la enfermedad es el pecado, sin mencionar nada sobre nutrición.
Remover la Grasa
Levíticos 4:31 “Luego quitará toda la grasa, de la manera que se quitó la grasa del
sacrificio de las ofrendas de paz, y el sacerdote la quemará sobre el altar como aroma
agradable para el SEÑOR. Así hará el sacerdote expiación por él y será perdonado”.
La grasa está oculta dentro de nosotros. La grasa es una referencia para orgullo en las Escrituras.
El orgullo alberga el miedo. La raíz del miedo es falta de perdón. El orgullo nos separa de
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Yahweh. Él nos ordena no retener grasa (orgullo), sino quitarla, ponerla sobre el altar y permitir a
Yahweh quemarla por completo. Cuando removemos la grasa, exponemos nuestros órganos para
que él pueda tener pleno acceso, tal como un doctor, que nos limpia todo lo que batalla dentro de
nosotros contra El.
El campo médico dice que el temor suelta una hormona muy dañina en nuestro sistema llamada
cortisol, que causa la destrucción del sistema inmunológico, tiroides, niveles de azúcar en la
sangre, densidad de huesos y tejido muscular. Pueden igualmente estar relacionados otros
problemas de salud como presión arterial, ataques y paros cardíacos. El cortisol continuará
fluyendo en nuestro sistema, juntamente con cualquier miedo, ansiedad y estrés sin resolver que
podamos tener. Si esto es cierto, hay que mirar qué tipo de miedo podría estar causando
destrucción a nuestro sistema inmunológico.
Enfermedades del Corazón - Causas de un Espíritu Quebrantado
Proverbios 17:22 “El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca
los huesos.”
1 de Juan 4:18 “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el
amor.”
Isaías 35:3-6 “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los
de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución,
con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos,
y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la
lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad”.
Sobre el Amor
Ochenta y cinco por ciento de las personas en América no recuerdan haber oído a su padre decir,
‘te amo’. Muchos de ellos tienen memorias negativas y cicatrices de abuso emocional, abuso
verbal, abuso físico y sexual. Todo esto y más pueden conducir a tener un tipo de carácter, uno que
esta obsesionado con el mejoramiento, la perfección, el legalismo y el control, con el fin de
obtener amor y ser aceptado. Esto puede producir temor, ansiedad y estrés. La Biblia reconoce esta
verdad y nos dice, ‘no existe temor en el amor’. Entonces, qué es lo que llena el vacío de aquellos
que no han sido amados apropiadamente; aquellos que no han tenido demostraciones de afecto,
palabras de amor y aceptación en su niñez? Temor es la triste respuesta. Y cómo podemos
deshacernos de esto? El perfecto amor, que viene de la obediencia a los Mandamientos de Yeshua
nos atrae más cerca de El. Esto es lo que echa fuera el temor.
1 Juan 4:18 “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor,
porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor”.
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¿Qué es el tormento?
Al tormento también se le denomina tribulación en las Escrituras. Si estamos luchando con el
tormento y no tenemos paz en ciertas áreas de nuestra vida, allí Yahweh no es el Señor. Esto puede
ser el resultado de problemas sin resolver causados por rupturas de relaciones en la familia, en el
matrimonio, con los amigos, con las congregaciones, en los lugares de trabajo, o dificultades
financieras, etc. que ayudan a retener el miedo, la ansiedad y el estrés latentes. El tormento pone en
movimiento desequilibrios espirituales, mentales y corporales. El noventa por ciento de los
trastornos de dolor están espiritualmente arraigados a lo que el campo de la medicina le llama
dolor sico-génetico, causado por una visión negativa de sí mismo, junto con el miedo y la
ansiedad. Todo lo que necesita el enemigo es una glándula, el hipotálamo, para arrojar a la gente a
la enfermedad, el que puede producir más de 100 enfermedades, ya sea siendo activado por un
desequilibrio en la química del cuerpo o en la parte neurológica, todos ellos basados en cómo
piensa la gente.
Aquél que teme no ha sido perfeccionado en el amor y no es capaz de dar o recibir amor sin temor.
Esto puede ser el fundamento que destruye el sistema inmunológico. Cuando no te sientes amado,
aceptado o sustentado y nadie te anima, te halaga o te dice que te quiere, esto puede llevarte a una
raíz espiritual de rechazo, que te lleva a la intimidación, a la auto-conmiseración, a la codependencia, y la lista continua. Si el rechazo es la raíz, todo esto puede formar parte de nuestra
espiritualidad y fisiología. Estar en la Palabra de Yeshua y aplicarla a nuestras vidas nos lava
diariamente y renueva un espíritu recto dentro de nosotros.
2 Timoteo 1:7 “ Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y
de dominio propio
Salmos 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro
de mí.
Nuestros pensamientos
Nuestros pensamientos juegan un papel importantísimo en el bienestar de nuestro ser, incluyendo
nuestras glándulas, órganos y sistemas – bendiciones y maldiciones. Todo depende de cuánto
hemos permitido influir a nuestros pensamientos, porque de nuestra boca fluyen mensajes de tres
fuentes: de Yahweh, de nuestra carne o del enemigo. Yahweh conoce los pensamientos que
tratamos de ocultar. Ellos no sólo nos afectan a nosotros sino también a otros. La ciencia ha
establecido que los pensamientos de nuestro corazón pueden proyectar un campo invisible hasta
una distancia 10 a 12 pies alrededor de nosotros. Usted puede casi cortar el aire que está alrededor
de una persona enojada, pero al estar en la compañía de una persona alegre o en una celebración
es atrapado por la felicidad.
Las enfermedades de la piel en Levíticos no son meramente corporales sino manifestaciones
físicas que se levantan de las condiciones espirituales del corazón. Yahweh, en Su sabiduría nos
hace saber cuándo cruzamos del reino de la vida y tocamos el reino de la muerte. El continuamente
nos enseña a discernir. Esto no es un tema de salvación sino un tema de contaminación. El chisme
y la murmuración traen contaminación, los cuales conducen a aflicciones que nos contaminan, no
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solamente a nosotros sino también se expanden a otras personas si no nos apartamos y somos
sanados.
La Palabra de Yahweh dice, que la contaminación puede manifestarse en tres áreas: en la
vestimenta, en las casas o en nuestros cuerpos. El chisme y la murmuración están relacionados a
un ritual inmundo o un hablar destructivo acerca de otras personas (sin su conocimiento). Este
actúa como portavoz de Satanás y envenenará nuestra alma. La Palabra dice que es malo difamar a
otros, y que esto llevará a la muerte (espiritual y/o físicamente). Al estudiar la limpieza ritual a
través de la enseñanza e instrucción de Yahweh, aprendemos a vivir santos, con vidas santificadas,
libres de contaminación, que causan destrucción y muerte en nuestras vidas y en los demás.
Proverbios 13:2 “Del fruto de su boca el hombre comerá el bien, pero el deseo de los
pérfidos es la violencia”.
Proverbios 18:6-8 “Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes.
La boca del necio es su ruina, y sus labios son una trampa para su alma. Las palabras del
chismoso son como bocados deliciosos, y penetran hasta el fondo de las entrañas”.
Proverbios 12:5-6 “Los pensamientos de los justos son rectos, los consejos de los impíos,
engañosos.6 Las palabras de los impíos son asechanzas sangrientas, pero a los rectos su
boca los librará. (del malvado)”
¿Cómo Damos la Vuelta?
¿Cómo vamos a limpiar la contaminación (el pecado de deshonra) de nuestras vidas e impedir que
se propague?
2 Timoteo 2:20-21 “Ahora bien, en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de
plata, sino también de madera y de barro, y unos para honra y otros para deshonra. 21 Por
tanto, si alguno se limpia de estas cosas (deshonor), será un vaso para honra, santificado,
útil para el Señor, preparado para toda buena obra”.
Cuando estamos escondidos en el Mesías Yeshua, haciendo lo que El enseña, El tiene la victoria
sobre nuestras vidas. Caminando en su justicia (caminos correctos) hará que retornemos.
Salmos 19:7 “La ley de Yahweh es perfecta: convierte el alma; el testimonio de Jehová es
fiel: hace sabio al sencillo”.
Exodo 20:6 “Yahweh dijo:… y hago misericordia por millares a los que me aman y
guardan mis mandamientos”.
El pecado es perder la marca – negligencia a Sus caminos y contaminarse. Al aplicar Sus Caminos,
nos limpiaremos y mantendremos en el reino de la vida, en el ‘camino de Santidad’ (Isaías 35:8).
Su enseñanza e instrucción es Vida. Fuera de Su enseñanza e instrucción hay contaminación y
muerte. Para ser restaurados necesitamos reconocer los pecados de nuestros antepasados y nuestra
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propia participación con el pecado y arrepentirnos. Luego nos lavamos (mikvah) y retornamos a
Sus caminos justos.
Es por eso que en gran parte del Nuevo Testamento/Brit Chadasha está escrito de cómo debemos
pensar y cuál debería ser nuestra actitud. Aquellos que están en Yeshua están destinados a
convertirse en sacerdotes. Ellos no están para entretener a la vieja naturaleza de pensamientos
impuros y comportamientos del pasado. Debemos dejar todas esas cosas atrás a través del perdón y
del arrepentimiento para vencer y movernos hacia delante, dejando que la paz de Yeshua gobierne
nuestros corazones.
Filipenses 4:4-9 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra
gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis
angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y
ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús /Yeshua Ha Mashiach”.
“
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto
haced; y el Dios de paz estará con vosotros”.
Inflamaciones
Levíticos 13:6-9
Cuando la Biblia habla acerca de inflamaciones, se refiere a imaginaciones vanas, juegos de
mentes, chismes y murmuración (lashon harah in Hebreo). Todas estas nos contaminan
haciéndonos impuros, así como también esparciéndose para inflamar a otros como un incendio
forestal, que solo necesita una chispa para prender el fuego, pero que luego se esparce fácilmente y
consume todo en su camino. El chisme es la chispa que inicia el fuego y mutila a la gente. Si no se
contiene el fuego, este continuará esparciéndose hasta que consuma toda la casa o la comunidad.
La Torah la describe esto como tzarat (Strong 6879), que significa en hebreo: la manifestación
visible de la impureza contagiosa. Yahweh no tolerará esto en Su Casa. La murmuración, el
derramamiento de sangre, los juramentos falsos, y la inmoralidad son mentiras del enemigo que
destruye toda la comunidad. Ellos no son del Reino de Yahweh. En el futuro avanzaremos esto
más en detalle en el estudio actualizado Kedoshim Levítico19/2014.
Exodo 4:6-8 “Le dijo además Yahweh (a Moisés): Mete ahora tu mano en tu seno. Y él
metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa (tzarat)
como la nieve. Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en
su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. Si
aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz
de la postrera”.
Aquí Yahweh le enseña a Moisés la diferencia entre lo limpio y lo impuro. El le dio a Moisés y a
los hijos de Israel estas imágenes como señales y maravillas para demostrar la manifestación
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espiritual de sus corazones inmundos diciendo que es lo que sale del corazón lo que hace a un
hombre inmundo. Yahweh está llamando a su pueblo a volver a El. Él es el Único que puede traer
sanidad.
Otra señal de una lengua mala fue la de Miriam, hermana de Moisés. Números 12:1-15 señala lo
que sucedió cuando la hermana de Moisés, Miriam y su hermano Aarón hablaron en contra de
Moisés, del porqué éste se había casado con una mujer Etíope. El juicio de Yahweh cayó sobre
Miriam en forma de una enfermedad en la piel llamada tzarat, que la convirtió en blanca como la
nieve. Esta apariencia externa reveló su corazón para que todos la puedieran ver. En su inmundicia
fue llevada fuera del campamento donde permaneció siete días hasta que su impureza terminara.
Incluso si ella se hubiera arrepentido al principio, no se le permitía volver al campamento hasta
pasaran y se completaran siete días. Esto fue la consecuencia de su pecado. Los hijos de Israel no
continuaron el viaje hasta que Miriam fue traída de regreso al campamento.
El pecado de Miriam fue el lashon hara, la murmuración y el chisme. Si nosotros chismeamos y
murmuramos nos rendimos a la impureza y a lo inmundo, y por siete días estamos fuera del
campamento. Durante este tiempo perdemos las bendiciones y el poder continuar en la jornada con
Yahveh hasta cumplir el tiempo. Esto nos debería hacer pensar muy cuidadosamente acerca de
como debe ser en el futuro nuestro acercamiento, nuestros pensamientos y nuestro hablar hacia
otros.
Quemaduras
Levíticos 13:9-25
Las quemaduras causan que la piel se inflame. La ira cusa que la cara se vuelva roja, blanca, o roja
con blanco con rabia. Esta es una aflicción tzarat de la piel. ¿Qué es lo que causa que una persona
se inflame tanto con ira y rabia?
Santiago 1:14, 19-22 “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia
es atraído y seducido. Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír,
tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”
¿Qué es lo que dice?
Limpiando nuestros Caminos
La Aplicación del Ritual de los Principios de Yahweh
El tratamiento para el tzarat era remover y aislar la contaminación. El chisme difundido, los
pensamientos murmuradores y los malos comentarios acerca de otras personas debían ser
removidos antes de infectar todo el campamento. Durante este tiempo se les consideraba
contagiosos. Luego de los siete días el sacerdote los inspeccionaba para ver si la condición se había
extendido o había cambiado. Lo que el sacerdote inspeccionaba era tanto la condición del corazón
como el cuerpo de la persona contaminada. El tratamiento de la mente y el corazón (enfermedad
del espíritu) se hacia cargo de la enfermedad del cuerpo en el aspecto físico.
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Una vez que la persona contaminada se arrepentía, el sacerdote ungía a la persona con aceite y la
sumergía en agua/mikvah, para un cambio de estatus del reino de lo inmundo al reino de lo puro.
La persona era así restaurada de retorno a una comunión con Yahweh y de retorno nuevamente a la
congregación. Cuando actuamos bajo la directriz de Su palabra para restauración, se le llama
aplicar el ritual de la ley o de la instrucción, el cual es aplicable aún el día de hoy. Este principio
no proviene del judaísmo ni es una enseñanza rabínica, sino viene de Yeshua, el libro de la VIDA
– Torah!.
A menudo, la congregación recibe de regreso rápidamente a una persona tzarat (inmunda) antes
que dicha persona se haya arrepentido completamente y haya limpiado su caminar, tal como
Yahweh lo instruye en Su Palabra. Aún más perjudicial es, que una persona tzarat/contaminada
nunca haya sido atendida, y continúa regando su contaminación a través de la comunidad, ya que
el liderazgo no ha manejado la situación correctamente. El camino de retorno a la relación con
Yahweh es sólo a través del arrepentimiento y el perdón. Las aflicciones Tzarat han sido diseñadas
por Yahweh para redimir a su pueblo de retorno hacia una relación con El, para mantener Su
campamento limpio y para tener un sacerdocio funcionando y una nación santa delante de El.
Salmos 51:10 “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro
de mi”.
Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos”.
Juan 14:24 “El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es
mía, sino del Padre que me envió”.
Continuará...
Shabbat Shalom
Julie Parker
Referencia:
Un Camino mas Excelente: Raices Espirituales de las Enfermedades por Henry W. Wright
www.beinhealth.com
The Heart Doctor Dr Jim Richards http://www.impactministries.com/store/scripts/default.asp
ICTS: por STBM www.torah.tv
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