UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYO DEPARTAMENTO DE APLICACIÓN DOCENTE EDI Geografía de Mendoza EJE N° 1 EL ESPACIO GEOGRÁFICO DE MENDOZA Y SUS PARTICULARES CONDICIONES NATURALES Selección de textos bibliográficos 1) Conocimiento de conceptos básicos de la Geografía de Mendoza como diagnóstico. 2) Localización del espacio provincial: posición geográfica absoluta y relativa. 3) Organización política del espacio provincial. 4) Identificación y comprensión la dicotomía oasis-desierto: interrelación dinámica entre las grandes unidades del relieve, los conjuntos bioclimáticos y la red hidrográfica en el espacio mendocino. 5) Diferenciación de las subregiones: desiertos montañosos del oeste, desiertos de la planicie árida del este y oasis de riego. 6) Análisis de las principales catástrofes naturales: viento zonda, granizo, helada, sismos y sus consecuencias. 7) Diferenciación y valoración las principales reservas naturales de la provincia BIBLIOGRAFÍA -Karake, Nesrin; Marzonet, Pedro y Arancibia, Cristian,( 2005) Geografía de Mendoza: huellas de nuestra identidad , DGE, Mendoza -Gudiño de Muñoz y otros (2012) en: Área Físico Ambiental del Marco Estratégico MENDOZA , UNCuyo. www.uncu.edu.ar/cap -http://www.indec.mecon.ar/ 3) Organización provincial. política del espacio Mendoza se constituye como provincia al aceptar la Constitución nacional de 1853, siendo la primera provincia argentina en hacerlo. Esta constitución reconocía sólo cinco departamentos: San Vicente (que a partir de 1909 se denomina Godoy Cruz), San Martín, San Carlos, La Paz y la Capital de la provincia. En 1855 se creó el departamento de Luján de Cuyo, mientras que en 1858 quedaron constituidos los departamentos de Maipú y Guaymallén y el departamento de San Carlos se dividió en dos: Tupungato y Tunuyán, el cual abarcaba el actual departamento de San Carlos. El Departamento de San Martín fue dividido en dos en 1859, creándose con su parte sur el Departamento de Junín. Se creó además ese año el Departamento de Tulumaya, renombrado en 1889 como Lavalle. Tiempos modernos La ciudad de Mendoza fue destruida por el terremoto de 1861, el cual destruyó al Cabildo, la Basílica de San Francisco y unas 2.000 casas y dejó un saldo de entre 6.000 y 10.000 muertos (la población de entonces rondaba alrededor de los 20.000 habitantes). La ciudad se reconstruyó un kilómetro al sudoeste, con un diseño pensado para minimizar los efectos de un posible temblor y facilitar la evacuación en caso de ser necesario. En 1871 se fundó el departamento Las Heras.. En 1866 el gobernador Rufino Ortega funda la villa de Malargüe, en tierras bajo control indígena y disputadas por el estado nacional. . Después del genocidio denominado la Conquista del Desierto, en 1880 fue incorporado a la administración provincial efectiva el sur de la provincia En 1884, se creó el Departamento Santa Rosa. El Departamento San Rafael fue establecido en 1903 y el Departamento General Alvear, en 1914. En 1950, finalmente, se crea el Departamento Malargüe, con carácter de tal y jurisdicción propia. Por la Ley provincial N° 3455 del 4 de noviembre de 1966, la Legislatura provincial aprobó el Acuerdo Interprovincial de Límites con la provincia de San Juan, por lo que quedó delimitada toda la frontera entre ambas provincias. Gobierno La provincia de Mendoza es, al igual que las demás provincias argentinas, autónoma respecto del gobierno nacional en la mayoría de los temas, exceptuando aquellos de alcance federal. Esto está reconocido por el artículo 121 de la Constitución de la Nación Argentina. La Constitución provincial fue aprobada el 11 de febrero de 1916, sufriendo varias modificaciones a lo largo de la historia, la última en 1997.Su forma de Gobierno es Representativa, Republicana y Federal como el Estado Nacional División política-territorial La provincia se encuentra dividida en 18 departamentos, que en Mendoza (a diferencia de la mayoría de las provincias argentinas) equivalen a los municipios. A su vez cada Departamento se encuentra dividido en Distritos, excepto Capital que se divide en secciones Departamento Cabecera Sup. Población (2010) (km²) Capital Mendoza 54 115.041 General Alvear General Alvear 14.448 46.429 Godoy Cruz Godoy Cruz 75 191.903 Guaymallén Villa Nueva 164 283.803 Junín Junín 263 37.859 La Paz La Paz 7.105 10.012 Las Heras Las Heras 8.955 203.666 Lavalle Villa 10.212 36.738 Tulumaya Luján de Cuyo Luján de Cuyo 4.847 119.888 Maipú Maipú 617 Malargüe Malargüe 41.317 27.660 Rivadavia Rivadavia 2.141 56.373 San Carlos San Carlos 11.578 32.631 San Martín San Martín 1.504 118.220 San Rafael San Rafael 31.235 188.018 Santa Rosa Santa Rosa 8.510 16.374 Tunuyán Tunuyán 3.317 49.458 Tupungato Tupungato 2.485 32.524 172.332 4) Interrelación dinámica entre las grandes unidades del relieve, los conjuntos bioclimáticos y la red hidrográfica en el espacio mendocino. A) Origen y evolución de las formas del relieve de la provincia. Imaginar la provincia sin la presencia imponente de la montaña es un ejercicio tan arduo como prehistórico. Habría que remontarse a 400 millones de años hacia el pasado --- a la era paleozoica --- cuando durante un período de gran acción tectónica se forma: • la Precordillera • y otros relieves positivos que hoy se conocen como macizos antiguos. -Con el paso del tiempo llega la calma interior de la tierra: la era mesozoica, momento de acción para las fuerzas externas que: • • • • desgastan los relieves positivos redondean y suavizan cumbres ensanchan valles rellenan cubetas • que darán origen a planicies compuestas por grandes capas de sedimentos que a lo largo de extensos períodos y por la acción combinada de presión y temperatura, permiten la creación de cuencas petrolíferas, por ejemplo. -50 millones de años atrás, - Era Cenozoica o Periodo Terciario- se produce la Orogenia Andina y las grandes montañas, nacidas por el plegamiento de los materiales sedimentarios más jóvenes fue la consecuencia más importante de este evento. Precisamente el surgimiento de la Cordillera Principal es obra de la Orogenia Andina; este evento también rejuveneció el relieve preexistente: • • • fracturándolo sobreelevando algunos bloques : como las actuales Cordillera Frontal y Precordillera hundiendo otros bloques: como el valle de Uspallata Tras este período de intensa actividad endógena comienza (también en la Era Cenozoica) en el período Cuaternario. Algunas de las principales características de esta etapa están dadas por ciclos alternados de avances y retrocesos de las masas glaciarias, con su fuerte impacto sobre el diseño en la zona de montaña. En la zona de planicie serán tiempos de gran aridez y pocos cambios. Un nuevo factor exógeno aparecerá en el último tramo de este proceso, un factor que introducirá --- por su elevado desarrollo de la técnica --- modificaciones notables y provocará serios problemas: • Este factor es conocido como el hombre. En síntesis, después de millones de años de actividad, interna y externa, permiten hoy reconocer en términos de relieve. * Observar el Mapa geomorfológico de la provincia de Mendoza al oeste montañas y serranías el este llanuras o planicies al sur una gran meseta volcánica Estas grandes formas generales posibilitan además reconocer distintos conjuntos. El Oeste • • prácticamente sinónimo de montaña se destaca la Cordillera Principal • como un cordón continuo de elevadas cumbres que establecen la divisoria de aguas continental • el noroeste • el suroeste • límite con Chile a lo largo de todo el frente occidental de Mendoza • una cordillera joven, nacida a la luz de plegamientos recientes Se presenta una cordillera de mayor altura y menor amplitud • que se explica por la preexistencia de la Cordillera Frontal • que impide una mayor distensión horizontal del plegamiento • y que determina así una elevada altura. presenta cumbres más bajas • Ya que desaparece la Cordillera Frontal sobre el Río Diamante • Y el plegamiento de los sedimentos que se ubicaban al oeste tuvo la posibilidad de extenderse más hacia el este Más allá de sus imponentes alturas absolutas -que llegan a 6.962 metros, que es donde el cerro Aconcagua se confunde con el cielo- el desnivel local no es muy significativo ya que promedia los 2000 metros entre las cumbres y el nivel de base de dichas montañas. La red de drenaje es muy densa y se alimenta por nieves y hielos, que cada invierno acumula, hasta los primeros calores que anuncian la primavera y con ella el deshielo. Aunque hay nieves que resisten otro estado son las nieves eternas que se encuentran a gran altura. Por debajo sólo existen pequeños y aislados manchones de hielo debido a la aridez del clima y a la fuerte insolación. Dentro de este cordón, se destacan también imponentes volcanes formados en el cenozoico. Finalmente, en el extremo sur de esta región aparece una serie de formas de relieve kárstico: -dolinas, por ejemplo el Pozo de las ánimas -cavernas, por ejemplo la Caverna de las Brujas -uvalas Pozo de las ánimas. Malargüe Siguiendo el recorrido hacia el este, se puede apreciar la Cordillera Frontal que se extiende, en territorio mendocino, desde el límite con San Juan hasta el Río Diamante. A diferencia de la Cordillera Principal, no es una cadena continua, sino que está compuesta por una serie de cordones, separados entre sí por valles transversales, que posibilitan a su vez, la organización de la red de drenaje. Así, de norte a sur, se descubre • • • • • • El Cordón del Tigre, El Cordón del Plata, El Cordón del Portillo, El Cordón de Santa Clara, El Cordón de las Llaretas El Cordón de Carrizalito. Se trata de un macizo antiguo pero rejuvenecido con cumbres que sobrepasan los 5000 m.s.n.m. y que contrastan con bloques hundidos durante el proceso de rejuvenecimiento. Estalactitas en la Caverna de Las Brujas. En la parte oriental podemos encontrar un desnivel local de 3000 metros, que no es otro que el valle de Uspallata, una gran depresión de origen tectónico, y frontera entre la Cordillera Frontal y la Precordillera. La Precordillera, a su vez, no tiene una gran extensión latitudinal en territorio mendocino, dado que su extremo sur se ubica poco después del Río Mendoza. Es un macizo antiguo cuyo aspecto actual obedece a la reactivación sufrida durante la Orogenia Andina y al efecto posterior de los diversos factores exógenos. Una clara muestra del ascenso de este bloque a fines del Terciario, es la profunda garganta transversal que el Río Mendoza modeló durante la elevación de este conjunto, y las terrazas que se encuentran a más de 100 metros sobre el nivel del lecho. Payún Matrú En general, la región carece de red hidrográfica integrada, sólo algunos cauces de efímera existencia interrumpen la monotonía del paisaje, donde el negro domina la vista, sólo interrumpido por ciertos tonos amarillos que ofrece la presencia del coirón, un arbusto achaparrado que debe su existencia a la escasez de las lluvias. Las profusas tormentas que el verano provee, junto al deshielo, provocan grandes desbordes y lechos amplísimos que difícilmente llegan a estar ocupados por cursos de agua importantes. Más al sur se encuentra el bloque de San Rafael y, del mismo modo que la Precordillera, este bloque sufrió • • • un largo proceso de desgaste, para luego ser elevado en el Terciario cubierto parcialmente por mantos de lavas más recientes que provienen principalmente del cerro Nevado (de 3810 metros, y que se distingue fácilmente por sobre los 1000 y 1500 metros de alturas medias que dan forma al bloque) • se podrá encontrar también dentro del bloque los profundos cañones recorridos por los ríos Diamante y Atuel. Conocida por el hallazgo de importantes yacimientos de uranio, Sierra Pintada surge como el límite norte del bloque San Rafael. En el extremo sur de la provincia se presenta la gran extensión de la Payunia, que nace en la Cordillera Principal. Su relieve es de origen volcánico y sus características son propias de un ambiente patagónico. Si bien grandes extensiones de la Payunia son planas, algunos autores integran su territorio al grupo de montañas, dada la presencia de más de 400 conos volcánicos, que llegan a 1000, según la apreciación de otros especialistas. El paisaje está dominado por los cerros Nevado, Payún Matrú, Payén y Chachahuen, que componen cuatro gigantescos aparatos volcánicos. Payunia Otra geoforma importante de la provincia es el Piedemonte, superficie de erosión que conecta las montañas con las llanuras en forma de rampa o plano inclinado. Al norte del río Mendoza, parte de los 1500 metros de altura y se extiende entre 10 y 20 Km. hacia el este. La geotectónica de finales del terciario fue responsable de la acumulación de materiales en este espacio. Los procesos tectónicos posteriores y el escurrimiento principal mantiforme, originaron una especie de rampa. Con la montaña a nuestras espaldas, el paisaje que se ofrece a la vista es el de una gran llanura, que se extiende desde la misma montaña y se adentra en territorio puntano. Este espacio fue hundido durante la Orogenia Andina y posteriormente rellenado con sedimentos fluvioglaciares. La pendiente es mínima, y sus alturas oscilan entre los 600 y 400 m.s.n.m. en decenas de miles de kilómetros cuadrados. La gran aridez propia de la zona, provee a la erosión eólica la capacidad de formar médanos. El drenaje superficial es prácticamente nulo, y a pesar de estar atravesada por cuatro grandes ríos alóctonos, secos son sus cauces en la llanura, por el intensivo aprovechamiento de sus aguas en las partes altas y medias. Al oeste de la ciudad de Mendoza, el Piedemonte forma un extenso glacis, o sea, una especie de rampa, con dos niveles, uno superior, en contacto con la Precordillera, y uno principal que termina por debajo de la playa o planicie *Observar imagen satelital B) El Clima en Mendoza CALUYO DEL DESIERTO (Sandra Amaya) Semillita de chañar Semillita de algarroba Tomate el tiempo preciso pa’ ver la fruta madura. Viajera nube del campo No pasés moviendo arena Bájate en gotitas frescas Que no se quede la seca. San Vicente aquí en el monte Del desierto lagunero Tiene vino, tiene velas Llové cielito, llové San Vicente aquí en el monte Humedecenos el alma Del desierto lagunero Así no se muere el choique Tiene vino, tiene velas Las chuñas ni las iguanas Cuequeros y guitarreros. Llové cielito, llové. Llové cielito, llové Colbicho rojo y pachango humedecenos el alma Albaricoque y tunal para que crezca el junquillo Emponchados de rocío la jarilla y la retama Ríen en el arenal. llové cielito, llové Lunita ponete opaca llové cielito, llové Pa saber que viene agua Y en el río se reflejen Los ojos de la majada. Cuequeros y guitarreros. El comportamiento de la atmósfera y sus procesos determinan la existencia de los climas. La importancia que tiene conocerlos se debe a que numerosas actividades humanas, como los cultivos, la cría de animales o incluso el transporte y el turismo, están en estrecha relación con ellos. El modo más simple de interpretar el clima es por medio de los indicadores de temperatura y precipitaciones. Elementos del clima 1. la temperatura, 2. las precipitaciones, 3. presión atmosférica 1) La Temperatura Desde su latitud, definimos a Mendoza como templada. Sin embargo, la presencia de la cordillera aporta rasgos áridos. La temperatura media en la llanura es de 15º C, con máximas que trepan hasta los 42º C y mínimas que descienden a los -5º C. La media anual ubica el mercurio entre los extremos de -1º C en Cristo Redentor a 11,4ºC en Malargüe y 16,7º C en La Paz. A excepción de los grandes macizos cordilleranos, la temperatura media anual permite algo fundamental, que nuestro territorio pueda ser habitable. 2) La Humedad Otro elemento importante a tener en cuenta en la conformación del clima es el de las lluvias, por cierto, muy escasas (200 mm anuales) y en determinadas épocas prácticamente nulas. El área sometida a cultivos, o al menos con ciertas probabilidades de obtenerlos, necesita recibir del cielo entre 200 y 300 a 350 mm de agua, lo que hace imperioso el auxilio artificial que provee el riego. Los vientos del Oeste, fríos y húmedos, condensan el vapor de agua en la cordillera y ahí donde precipitan (lluvias y nieves), para bajar del lado mendocino de los Andes ya calentados termodinámicamente y en condiciones de sequedad extrema. Este es el conocido Virento Zonda, que sopla principalmente en los meses del otoño e invierno y, a principios de la primavera. En la primavera llega desde el Atlántico la Sudestada del Este. Además llegan a nuestra provincia, principalmente en verano: • • el viento Norte: vehículo de aire cálido y húmedo y en menor medida el Pampero: frío y seco desde el suroeste Los días en Mendoza son mayoritariamente despejados, una marca de fábrica que nos lleva a decir, a veces con cierta exageración, que no hay jornada en la que aunque tímido, el sol no diga presente, cielos que carecen de nubosidad y neblinas que se presentan sólo de un modo excepcional. vida. Pero la formación de los oasis cambian las condiciones y la heliofanía y la nubosidad escasa se convierten entonces en procesos bioclimáticos importantes, como lo es por ejemplo el aprovechamiento de la energía solar. Los días en Mendoza son mayoritariamente despejados, una marca de fábrica que nos lleva a decir, a veces con cierta exageración, que no hay jornada en la que aunque tímido, el sol no diga presente, cielos que carecen de nubosidad y neblinas que se presentan sólo de un modo excepcional. Otro elemento del clima es la heliofanía: • • expresa el tiempo que una porción de la superficie recibe la luz solar en forma directa. varía de acuerdo a la época del año En nuestro caso, los valores son elevados, dado que Mendoza, tierra del sol, a fin de cuentas, recibe del astro sus rayos la mayor parte de los días de verano, unas 14 horas aproximadamente, mientras que en invierno la luz natural se reduce a unas 10 horas diarias. La elevada heliofanía y la escasa nubosidad en áreas desérticas no resultan muy beneficios para la 3) La presión atmosférica Para avanzar en la comprensión de este fenómeno, es preciso adentrarnos en el comportamiento que la circulación general de la atmósfera presenta en nuestro territorio. Mendoza en el marco de la circulación atmosférica general Hay dos conceptos que resultan esenciales en la comprensión de la circulación atmosférica en general. 1. El primero de ellos es que son los centro de bajas presiones (ciclones o depresiones), cuya particularidad que atraen vientos, desde las altas presiones; son una especie de enorme aspiradoras, que existen en distintos puntos del planeta. 2. El segundo concepto, complementario, es el funcionamiento de los centros de altas presiones (o anticiclones), se trata a la inversa del caso anterior, de un emisor de vientos, (como un gran ventilador). Estos centros anticiclónicos actúan en relación a los ciclones mencionados y son la causa de la existencia de vientos, movimientos de masas de aire que provocan precipitaciones y gran parte de los fenómenos atmosféricos del planeta; por ello, a partir de la comprensión del funcionamiento de estos procesos podremos explicar el clima. Estos centros de alta y baja presión se forman a partir del efecto diferencial del sol sobre las masas de aire del planeta, algunas de ellas aumentan su temperatura (y por lo tanto el aire se hace menos denso y la presión baja) mientras otras por ejemplo de las zonas polares presentan bajas temperaturas (por lo que el aire se hace más denso y forman áreas de alta presión). A su vez de acuerdo si las masas de aire se encuentran sobre los océanos, y de acuerdo a la temperatura de las corrientes marinas presentaran mayor humedad; que masas de aire situadas sobre grandes superficies continentales. Los océanos Atlántico Sur y Pacífico Sur son las dos grandes fuentes de aprovisionamiento de agua en el subcontinente y sobre los cuales se asientan los mayores anticiclones que afectan a Mendoza. Los Anticiclones del Pacífico Sur y Atlántico Sur respectivamente, los dos con masas de aire húmedas. Los factores geográficos a gran escala, los 1.100 kilómetros que separan a nuestra provincia del Atlántico (y los respectivos Anticiclones) y los 170 Kilómetros --cordillera mediante-- del Pacífico, vienen a ofrecer la explicación al porqué de los rasgos climáticos esenciales que predominan en nuestra tierra. De estos dos océanos, Mendoza recibe los efectos de los mencionados anticiclones, dos grandes generadores de vientos húmedos, uno del Atlántico Sur y otro del Pacífico Sur. El sistema se completa con la depresión del Noroeste, un centro ciclónico, ubicado el noroeste de Argentina, que atrae las masas de aire húmedas, que mencionábamos, de los anticiclones oceánicos. Influencia del Anticiclón Subtropical Semipermanente del Atlántico El anticiclón subtropical semipermanente del Atlántico está a una distancia variable, ya se trate de épocas de verano o invierno. A 1.700 kilómetros lo ubicamos en verano, mientras que el invierno lo aleja sensiblemente de Mendoza, a más de 2 mil kilómetros. En los meses de verano, entonces, la masa tiene un mayor alcance sobre el continente que en invierno. Esto se explica porque cuando comienzan los fríos, el anticiclón se aleja hacia el Norte. Debido a esto en verano es la temporada de mayores lluvias en toda Argentina al norte de Río Colorado (incluida Mendoza), mientras en invierno disminuyen. Las masas de aire húmedas del Atlántico, en su itinerario hasta Mendoza, van perdiendo su natural potencial de lluvias, arribando con poca humedad. Con la llegada del verano el anticiclón entonces regresa al sur, y con él las mayores precipitaciones que caracterizan a nuestros diciembres, eneros y febreros. A 330 kilómetros de Mendoza, las sierras de Córdoba y San Luis tienen también algo que hacer respecto a nuestro clima, al retener un alto contenido de humedad de la masa del anticiclón del Atlántico. Por tanto, junto a la cordillera de los Andes, las sierras puntano – cordobesas, se erigen como importantes barreras divisorias de nuestro clima. Influencia de la depresión del Noroeste La depresión del Noroeste ejerce también una gran influencia en el clima de Mendoza (hasta el límite norte de la Payunia). Al tratarse de un centro ciclónico (depresión o centro de bajas presiones), que llega a ubicar su extremo sur al norte de Mendoza, “atrae” las masas de aire húmedas del Anticiclón del Atlántico Sur, permitiendo las lluvias estivales. En invierno, la depresión del Noroeste, se desplaza hacia el norte argentino, de esta manera existen muchos más días estables, sin lluvias. Sólo se altera el equilibrio invernal de cielo calmo y despejado, en la llanura mendocina; con la aparición de fenómenos como frentes polares o sudestadas (que en ocasiones alcanzan la provincia en invierno principalmente) Influencia del Anticiclón Subtropical Semipermanente del Pacífico Debido a la presencia de la cordillera, la influencia del anticiclón subtropical semipermanente del Pacífico, presenta otras características. Esta masa de aire proviene del Pacífico, ingresa por el sur de Mendoza, y se extiende por todo el sector oriental de la provincia. Masas de aire del Pacífico, que surge del anticiclón de ese océano, precipita en áreas de Chile como lluvia y en forma de nieve en la Cordillera (en invierno generalmente), y posteriormente llega a nosotros como el viento Zonda. C) El comportamiento del agua en Mendoza El agua no es simplemente fuente de vida, sino que en su interacción con los demás miembros del sistema espacial determina posibilidades o límites a las comunicaciones, formación de suelos fértiles, potencial hidroeléctrico, potencial de catástrofes, etc. Por ello se analizará a continuación el comportamiento del agua en Mendoza, la forma en que el hombre la aprovecha y la potencialidad y riesgo que dicho aprovechamiento representa. El Agua es el elemento vital a partir del cual el hombre decide instalarse en un lugar y organizar el territorio. Cada mendocino dispone, en promedio, de 4700 m3/año, un valor muy bueno teniendo en cuenta que el mínimo recomendado es de 1700 m3/habitante/año. Este valor, que es muy general, esconde el verdadero problema: • • ya que corresponde a todas las aguas de Mendoza, Es alto gracias a la gran disponibilidad que hay en los lugares con menos población (como el oasis sur donde se dispone de 10.708 m3/hab./año) • Es bajo en la cuenca del río Mendoza : se dispone de sólo 1560 m3/hab./año, La cantidad de agua excedente del oasis sur no puede transferirse a este espacio con déficit, lo que puede determinar un grave problema para la provincia. USOS DEL AGUA POR ACTIVIDAD 4% 2% 5% HUMANO AGRÍCOLA INDUSTRIAL OTROS 89% A los usos del agua se los clasifica en: usos consuntivos (con consumo) y usos no consuntivos (sin consumo) USO CONSUNTIVO USO NO CONSUNTIVO Uso agrícola: representa la mayor parte del consumo, incluye agua para riego y consumo para ganadería.(89%) Uso ambiental o ecológico: el agua se usa para la preservación de la biodiversidad y el mantenimiento del paisaje. Uso urbano y doméstico: es el consumo directo de agua como potable, para preparación de alimentos, limpieza, comercio y servicios públicos. (5%) Uso energético: se utiliza para la obtención de energía hidroeléctrica y la refrigeración de procesos. Uso industrial: uso del agua como materia prima de procesos fabriles, refrigerantes, solvente, depósito de vertidos, medio de limpieza y para la actividad minera. (2%) Uso recreativo y navegación: para la práctica de deportes, pesca, el esparcimiento y como vía de transporte. Para entender de dónde viene el agua utilizable en Mendoza es necesario analizar las características de las cuencas hidrográficas de la provincia. Cuenca hidrográfica Es el espacio claramente definido por una divisoria de aguas. Posee un colector principal que recibe de todos los demás cauces las aguas precipitadas sobre la totalidad del espacio de la cuenca y las conduce hacia un punto de salida En Mendoza las zonas de Payunia o grandes sectores de la travesía Arreica la cuenca del Desaguadero Endorreica . Dicho colector puede llevar las aguas hasta el mar, determinando una cuenca exorreica, o bien desembocar en cuerpos de agua interiores como lagos y lagunas, denominándose cuenca endorreica, o finalmente perderse por evaporación y/o infiltración dando origen a Exorreica una cuenca arreica. Conformando el límite sur de la provincia con Neuquén aparece la cuenca exorreica del río Colorado compuesta por los ríos Barrancas y Grande En cuanto al aprovechamiento que el hombre hace del agua para organizar el espacio, se destacan claramente los cuatro ríos que dan origen a los tres grandes oasis de la provincia. Ellos son, de norte a sur: Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel. Los cuatro tienen sus nacientes en la Cordillera Principal, ambiente en el que el clima está dominado por la acción del anticiclón del Pacífico, por lo que las precipitaciones se dan en invierno y, debido a la altura general y a las bajas temperaturas, precipita en forma de nieve que se acumula hasta la primavera cuando comienza el deshielo y se origina un sinnúmero de arroyos. Tramos de un río Dichos arroyos van dando forma a importantes cursos fluviales que al confluir aguas abajo dan origen a los grandes ríos. A medida que dichos ríos avanzan va disminuyendo enormemente el aporte de agua por afluentes, debido a la aridez creciente de los ambientes que atraviesan y su caudal va disminuyendo también por la elevada evaporación e infiltración. Por lo tanto el caudal está determinado por el derretimiento de las nieves depositadas durante el invierno en las partes altas, y en algunos años por el deshielo de glaciares. Por esta razón los máximos caudales se presentan en verano, con valores que generalmente quintuplican a los observados en los meses de invierno, cuando los cauces se muestran prácticamente secos. Estos ríos existían antes de que los cordones orientales (Precordillera, Cordillera Frontal y Bloque de San Rafael) se rejuvenecieran y sobreelevaran a causa de la tectónica. A pesar de no presentar elevados caudales, tienen un gran poder erosivo debido a la pendiente del terreno, lo cual dio como resultado un fenómeno de antecedencia, que se manifiesta a través de angostas y profundas gargantas (Cacheuta, Cañón del Atuel, etc.) y de terrazas fluviales, como en la zona de Álvarez Condarco. El encajonamiento de los ríos y las fuertes pendientes dan lugar a un elevado potencial para la construcción de diques que permiten • • • producir energía hidroeléctrica, regular caudales para riego y formar lagos que posibiliten el desarrollo del turismo, entre otros aspectos. Debido a la complejidad del ciclo del agua y a su ingerencia en casi todas las actividades del hombre, las grandes obras que buscan controlar al líquido elemento pueden causar graves impactos ambientales en toda su zona de influencia sino se realizan teniendo en cuenta el carácter sistémico del ambiente. Al salir de la zona montañosa, estos ríos bajan por el piedemonte hacia las planicies. El progresivo descenso de la pendiente disminuye el poder de arrastre de los cursos fluviales por lo cual van depositando en primer lugar los materiales más gruesos y a medida que avanzan hacia el este aportan materiales cada vez más finos. De esta manera se han originado los conos aluviales, sobre los que se desarrollaron los mejores suelos de la provincia y por lo tanto, las mayores posibilidades de asentamiento humano dado la disponibilidad conjunta de agua y buenos suelos. A partir de la ladera oriental de los cordones montañosos que se ubican más al este, el clima está determinado por la acción del anticiclón del Atlántico, lo que determina precipitaciones escasas pero concentradas en el tiempo y el espacio en forma de fuertes tormentas estivales. Dichas tormentas no son importantes en el aporte de caudales para el aprovechamiento humano, sino que al sumarse a los ríos durante la época de mayor caudal, producen en ocasiones grandes crecidas de forma muy rápida, dando origen a aluviones catastróficos. En cuanto al aprovechamiento que el hombre ha realizado y realiza de estos cursos en la zona de planicie, es necesario comenzar nombrando la red de canales construida ya en tiempos precolombinos, que permitió transportar el agua hacia los lugares de consumo, tanto humano como agrícola y más tarde también industrial. Dicha red, que con el paso del tiempo fue creciendo y se fue haciendo cada vez más compleja con la construcción de grandes represas, diques derivadores, revestimiento de canales, piletas potabilizadoras, etc. ha permitido el asentamiento de grandes concentraciones humanas muy dinámicas en un medio que naturalmente no lo hubiese permitido, debido al déficit hídrico permanente. El agua subterránea ¿Qué son las aguas subterráneas? Es agua que se encuentra por debajo del nivel de la superficie del suelo. En las capas geológicas porosas y permeables se infiltra agua de lluvia o de los ríos hasta encontrar una capa impermeable. De esta manera, el agua se acumula constituyendo un manto acuífero o freático. El líquido no está estancado, va circulando entre los espacios libres. ¿Qué es un acuífero? Se denomina acuífero a la formación geológica que tiene la capacidad de permitir la circulación del agua por sus poros y su almacenamiento subterráneo. De allí se pueden extraer cantidades significativas de agua. Hay poblaciones cuya provisión de agua potable proviene únicamente de los acuíferos subterráneos. Zonas de los acuíferos Alimentación o de recarga: zonas por donde el agua infiltra por precipitación, riego o cauces superficiales. Circulación: comprendida entre la zona de alimentación y la zona de descarga. Es por donde el agua se desplaza. Descarga: sectores donde el agua sale del acuífero, a la superficie como manantial, lagos, lagunas o ríos. • Uso de los acuíferos En Mendoza, un 35% del agua utilizada es de origen subterráneo. El principal sector usuario es el agrícola: irriga el 22% de la superficie cultivada. ¿Cómo se extrae el agua subterránea? Los pozos para extraer agua pueden ser excavaciones de algunos metros hasta perforaciones de cientos de metros. El objetivo es alcanzar la capa subterránea que contiene el agua y llevarla a la superficie. Existen muchas maneras de realizar un pozo: los modernos se perforan usando un taladro especial montado en una trocha. Este método permite llegar a gran profundidad. Usualmente se instala una bomba en el fondo del pozo para que bombee el agua hacia la superficie. Si la presión a la que se encuentra sometida el agua en la formación es suficientemente grande, el agua por sí misma podrá alcanzar la superficie del terreno. Es un pozo surgente. La extracción del agua debe ser racional. Si se bombea un pozo a velocidad mayor que la de recarga de su acuífero, pueden bajar los niveles de agua, entonces el pozo comienza a bombear aire y “se seca”. Protección y conservación Una perforación tiene una determinada vida útil: entre 20 y 50 años, dependiendo de la profundidad que haya alcanzado. Cuando una perforación terminó su vida útil se abandona y deben realizarse trabajos para evitar que otros acuíferos sean contaminados es agua que se encuentra debajo del suelo entre grietas y espacios que hay en la tierra, incluyendo arena y piedras. El área donde se acumula el agua en las grietas se llama la zona saturada. La parte de arriba de esta área se le conoce como el nivel freático. • El nivel freático puede encontrarse a unos centímetros del suelo como a centenas de metros debajo de la superficie. • La lluvia puede tomar diferentes rutas cuando cae al suelo. Esta puede correr por la superficie del suelo y desembocar en ríos, lagos, quebradas y arroyos. Un porcentaje del agua va a ser usada por las plantas, otro tanto se va a evaporar y regresar a la atmósfera y el resto se va a infiltrar en el suelo. • se acumula en capas de tierra, arena y rocas conocidas como acuíferos. • La velocidad a la se mueve depende del tamaño de los espacios en las capas y de la conexión entre éstos. Los acuíferos consisten típicamente de gravilla, arena, arenilla y piedra caliza. Estos materiales son permeables porque tienen poros grandes que permiten que el agua fluya con mayor rapidez. • llega a la superficie de forma natural por medio de manantiales, lagos y arroyos. • se puede extraer a través de un pozo que se conecta al acuífero. Un pozo es una tubería que se conecta al acuífero y se llena con el agua subterránea. El agua se puede extraer por medio de una bomba. Los pozos que están a poca profundidad se pueden secar si el nivel freático está por debajo de los pozos. Los acuíferos o suministros de agua pueden recargarse o volverse a llenar por medio de la lluvia y en otros casos cuando se derrite la nieve. • Por lo general, es segura para tomar. Sin embargo, puede que se contamine con sustancias tóxicas que hayan sido dejadas en el suelo por un largo período de tiempo. Estas sustancias podrían infiltrarse en el suelo y llegar a contaminar los acuíferos. El beber de esta agua contaminada podría causar problemas serios de salud. Enfermedades como la hepatitis y disentería pueden ser causadas por la contaminación procedente de los desperdicios de los pozos sépticos. Las personas pueden sufrir de envenenamiento causado por agua contaminada con sustancias tóxicas La gran irregularidad de los caudales (principalmente antes de la construcción de diques de embalse) y las elevadas pérdidas que se producen durante su conducción han fomentado el uso del agua subterránea, lo que queda demostrado a través de 22.000 pozos construidos para la extracción, con un alto predominio en las zonas más orientales y en un porcentaje cercano al 90% para uso agrícola. Interacción del agua con los demás elementos del sistema espacial El oasis norte provincial se ha desarrollado entre dos importantes ríos, ellos son el Mendoza y el Tunuyán, Más de las tres cuartas partes de los habitantes de la provincia y la mayoría de sus actividades productivas, ya sean agrícolas, industriales o de servicios, dependen del comportamiento del agua en las cuencas de los ríos Mendoza y Tunuyán. Cuenca del Río Mendoza La cuenca del río Mendoza abarca una superficie de 18.484 km2, lo que implica un 12% de las tierras provinciales. El río que le da nombre a esta cuenca: • nace cerca de la localidad de Punta de Vacas, en la confluencia del los ríos Tupungato, Cuevas y Vacas. • Sus máximos caudales se presentan en verano, con una media de 120 m3/seg. • frente a los 20 m3/seg. que se registran en los meses de invierno • El valle labrado por el río es el único lugar en estas latitudes que permite atravesar la cordillera de los Andes a alturas relativamente bajas: por lo tanto corren a su lado la ruta internacional que une a la provincia con Chile • Aguas abajo el río se encajona para atravesar la Precordillera. • allí aparece en primer lugar un gran lago que culmina en el paredón del dique Potrerillos construido aprovechando la estrechez de la garganta del río en ese sitio. Sus objetivos principales son: • • regular las aguas para riego, producir energía : es la central de mayor producción de la provincia, con una capacidad de 760 Gwh anuales, • crear un centro turístico • y regular crecientes. Una vez atravesada la zona de gargantas y elevadas terrazas fluviales, se desciende a la planicie a través del piedemonte. Es en este lugar donde aparecen una serie de diques, mucho más antiguos que el anterior y con la función principal de derivación de las aguas, ya sea hacia las plantas potabilizadoras para consumo humano o bien hacia canales principales como el Cacique Guaymallén. De ellos nace una infinidad de canales que se van subdividiendo y llevan el agua hasta cada una de las parcelas de cultivo del oasis norte mendocino, como también hasta las acequias urbanas con el objetivo del riego del arbolado público. Este sector se denomina cuenca media del río. Una vez pasadas las grandes tomas de agua, el cauce natural del río continua con un claro sentido oeste-este, para luego torcer su marcha hacia el norte. La gran cantidad de agua derivada hacia los mencionados canales, la permeabilidad del suelo, las escasas precipitaciones y la fuerte evaporación hacen que el río pierda progresivamente su caudal y sólo en años hidrológicos ricos llegue al complejo lagunar de Guanacache, en el noreste de la provincia, para luego convertirse en afluente del río San Juan y con él llegar hasta el Desaguadero. En este trayecto --- hacia las partes más bajas del río --- van apareciendo de manera creciente pozos de agua, cuyo número aumenta con la distancia al curso fluvial o a la red de canales. ¿La explicación de este fenómeno? Tiene que ver con los acuíferos existentes debajo del oasis, cuyo origen esta en la infiltración que se produce en el cauce del río (principalmente en la zona de montaña) y en los canales y parcelas de riego. Dichos pozos permiten complementar el riego cuando el agua superficial es insuficiente, o en otros casos ser la única fuente de agua, y permitir cultivos en zonas realmente alejadas de la red de riego. Esta zona conforma el cinturón verde que abastece de hortalizas y verduras frescas al Gran Mendoza Cuenca del Río Tunuyán • • • nace en un frente cordillerano de 90 km de largo. Hasta el dique el Carrizal se denomina Tunuyán superior, mientras que aguas abajo del mismo, se extiende la cuenca del Tunuyán inferior El caudal medio anual del río es de 28,7 m3!seg. El embalse sirve para generar 77 Gwh de energía anual -casi 10 veces menos que el Potrerillos) – y su mayor importancia radica en la regulación de aguas para riego que se complementa con diques derivadores aguas abajo y una extensa red de canales. Presenta el mayor porcentaje de aprovechamiento, ya que la superficie cultivada se aproxima al 98% de la empadronada para riego. Las aguas erogadas por este embalse riegan la zona este del oasis norte de la provincia y llegan a lugares alejados como Santa Rosa y La Paz. Cuenca del Río Diamante A los pies del volcán Maipo se dibuja un espejo de agua de gran belleza paisajística que se denomina Laguna del Diamante, y es a partir de ella que comienza a fluir el río de igual nombre. El mismo presenta, aguas abajo, un caudal medio anual de 36,7 m3/seg. A partir de una parte alta de alimentación, el río forma un gran cañón, lo cual ha permitido la construcción de los diques Agua del Toro y Los Reyunos, los cuales junto a la presa El Tigre producen 670 Gwh anuales. Además, los embalses que forman dichos diques son importantes centros turísticos. Una vez traspasado el oasis, el río discurre por la Travesía hasta su confluencia con el DesaguaderoCuenca del Río Atuel Salado, y en este trayecto no recibe afluentes, lo que sumado a la gran evaporación, infiltración y al creciente uso humano determina que sólo durante importantes crecidas llegue agua al mencionado colector. El río Diamante junto al Atuel han posibilitado la existencia del oasis sur de Mendoza, en el que se asienta la Ciudad de San Rafael, segundo centro urbano de la provincia. Debajo de este oasis se extiende un importante reservorio de agua subterránea, que es utilizado en mayor medida en la zona más oriental, donde ya casi no llegan las aguas superficiales y por lo tanto existen más de 1000 perforaciones de riego. El río Atuel es el más extenso de la provincia, presenta un caudal medio anual de 35 m3/se. Nace en el oeste y se dirige hacia el sureste. En la planicie se divide en distintos brazos, uno de los cuales recibe los aportes del río Salado, su principal afluente. A partir de dicha confluencia se dirige hacia el Este, para continuar con su marcha atravesando la Sierra Pintada encajonado en la roca. Este sector es el Cañón del Atuel, que presenta 60 km. de largo y un desnivel de 600 metros entre El Nihuil y Rincón del Atuel, lo cual ha permitido la construcción de una serie de represas que abastecen a las centrales Nihuil I, II, III y IV, las que producen un total de 720Mwh anuales de energía Hidroeléctrica. El río Grande es el más caudaloso de la provincia, y su cuenca se encuentra íntegramente dentro del territorio de Mendoza, aunque sus recursos hídricos deben compartirse con otras provincias, porque es el principal afluente del río Colorado, quien luego de atravesar varias provincias, desemboca en el Océano Atlántico. Entonces, si la provincia decidiera aprovechar las aguas de este importante río, debe sujetarse al porcentaje estipulado que le corresponde para no perjudicar a las demás provincias que se ubican aguas abajo y dependen de los aportes de este río. La cuenca • • tiene una dirección predominante N-S, y a diferencia de los demás importantes ríos mendocinos, al salir del ambiente montañoso no entra directamente en el área de planicies, ya atraviesa la región volcánica de Payunia. Otra de las grandes diferencias con los demás cursos fluviales es que tanto sus aguas como el amplio valle que han formado permanecen casi sin aprovechamiento por parte del hombre a pesar de representar un gran potencial de desarrollo para la región y la provincia en genera Río Malargüe o Malalhue: Nace en la laguna del mismo nombre, recibe las aguas de varios arroyos, entre ellos Chacay, Alamillo, Mocho Malo y Negro. Irriga pequeñas extensiones, mediante la distribución de aguas del dique derivador Malargüe. Este río es bastante profundo, tiene un recorrido de 75 Km. y desemboca en la laguna Llancanelo. Sus aguas son saladas; y en él se practica la pesca de pejerreyes y truchas salmonadas. Tiene aprovechamiento energético en el tramo Arroyo Minas y Castillos de Pincheira. Como consecuencia de esta zona irrigada existen los pequeños oasis Cañada Colorada, Malargüe, Las Chacras Llancanelo y Las Vegas, entre otros. Río Colorado: Los ríos Grande y Barrancas dan origen al Colorado. Sirve de límite entre nuestra provincia y Neuquén. Es importante destacar que a lo largo de los mismos existen considerables extensiones de pastizales que permiten el desarrollo de la ganadería. Después de un largo recorrido, el río Colorado desemboca en el Océano Atlántico. Constituye la reserva mendocina para transformar tierras áridas, en oasis. Es necesario un manejo en conjunto de las provincias donde se encuentra esta cuenca ya que es un río interprovincial, factor de progreso para cinco provincias: Mendoza. Neuquén, La Pampa, Río Negro, y Buenos Aires. Además su caudal es más importante que el de los ríos Mendoza, Tunuyán. Diamante y Atueljuntos(120 metros cúbicos de agua por segundo). Río Desaguadero - Salado: Nace al sur de La Rioja y en su recorrido recibe diferentes nombres. A partir de la laguna de Guanacache se denomina Desaguadero. Es límite natural con la provincia de San Luis. En épocas de crecida el río Desaguadero recibe a su paso por Mendoza, las aguas del Tunuyán y Diamante, allí cambia su nombre por el de río Salado. Sigue su curso con la misma denominación hasta los bañados del Atuel. Pocas veces logra llegar al Colorado, por la permeabilidad del terreno que recorre y por la disminución de los caudales de sus principales afluentes cuyanos debido al uso de sus aguas en los oasis. LAGOS Y LAGUNAS Por las características del suelo mendocino. es escasa la existencia de lagos y lagunas. Las que existen no tienen asegurada su permanencia en el tiempo, depende de numerosos factores entre ellos, el clima y la acción del hombre. Las más extensas son Llancanelo y Guanacache que por temperada pierden su caudal. En el caso de Llacanelo, su fondo salitroso originó la cuenca que permitió la explotación de la sal. Otro caso es el de Salina Diamante al sur de la ruta San Rafael - Sosneado. Podemos mencionar otras lagunas Guanacache, Horcones, Diamante. Sosneado, Atuel, La Niña Encantada y Los Alamos. 17 ¿POR QUÉ DEBEMOS CUIDAR EL AGUA EN MENDOZA? EL SISTEMA DE RIEGO EN MENDOZA: El hombre logró la conquista de los oasis por la construcción de acequias, canales, diques, embalses. Los primeros pobladores ya lo practicaban. Una muestra son el actual, zanjón Cacique Guaymallén; Allayme y Tobar. Los conquistadores también mejoraron los ya existentes construyendo presas derivadoras Y redes de canales. Durante la época colonial se amplió esta práctica y en el año 1884 durante el gobierno del Coronel Rufino Ortega se sancionó la le de Aguas el 16 de diciembre de 1884.Esta ley establece la distribución administración. del agua de riego. Entre las represas construidas se destacan. Río MENDOZA: represas Carrodilla, Gil y Pilar. RIO TUNUYAN: Las Tunas y Valle de Uco, Gobernador Benegas Phillips y Carrizal. RIO DIAMANTE: Represas de Vidalino y Gobernador Vitale y Agua del Toro y los Reyunos. RIO ATUEL: Represas Nihuil, Valle Grande y Rincón del indio. A partir de las presas derivadoras el agua se conduce por canales, de éstos a la hijuelas y ya en las propiedades a través d. acequias que mojan los surcos. Los regante están organizados por turnos de veinticuatro horas cada ocho días. La sociedad crea elementos artificiales en función de sus necesidades, los que permiten la distribución del agua Canales matrices: Nacen en diques de cabecera y, por su importancia, sirven a diferentes zonas agrícolas. En general, en ellos no hay tomas que sirvan directamente a propiedades agrícolas. Ramas: Cauces secundarios que derivan sus aguas de los canales, conduciéndolas en el interior de las zonas bajo riego y distribuyéndolas hacia los cauces en los que se ubican las tomas de las propiedades servidas con el recurso hídrico. Ramos: Cauces cuaternarios que derivan de hijuelas y sirven a propiedades cuya ubicación no les permiten servirse de las hijuelas. Dique: Barrera que se utiliza para controlar o contener agua. Canales: Conducciones que nacen en una captación desde ríos o arroyos, aunque en su gran mayoría derivan de un canal matriz. Su misión es acercar el agua hasta los lugares en que es aplicada. Hijuelas: Derivan de las ramas y su función es netamente distributiva, ya que sobre ellas se ubican las tomas de riego de los usuarios del agua destinada a los cultivos. Red de desagües y drenajes: Paralelamente a la red de riego, existe otra extensa red en la que los desagües son los elementos que conducen los excedentes de agua provenientes del riego. La red de drenajes capta las aguas que circulan bajo la superficie del terreno, siendo particularmente necesarias en las zonas bajas. Dique de derivación o azud: Distribuye el agua a las zonas de riego, cuyo manejo se efectúa a través de compuertas. De allí nacen los canales matrices. Un ejemplo de este tipo es el dique Cipolletti, ubicado en Luján de Cuyo. Dique presa o embalse: Posibilita atender la demanda de agua durante todo el año, ya que acumula el recurso hídrico para su distribución en la época de escasez. Ejemplo de éste es el embalse Potrerillos, ubicado entre Luján de Cuyo y Las Heras. Dique de defensa: Desvía o contiene el agua de los aluviones. Ejemplos de éste son los diques Frías, Papagayos y Maure. Los biomas de Mendoza En Mendoza, predomina la vegetación xerófila, la que vive con déficit de agua. En la llanura, donde llueve entre 250 y 400 mm anuales, con una evapo-transpiración muy elevada por la fuerte insolación, gran heliofanía y vientos secos como el zonda, la vegetación: • es un elemento purificador y protector del aire y del suelo 18 • constituye un freno en los procesos de erosión, degradación y contaminación en cualquier suelo donde esté arraigada. Por ello, la capa vegetal resulta, no obstante ser escasa, fundamental en el funcionamiento del ecosistema. Mendoza presenta una alta oferta de biodiversidad, conforme a la cantidad y diversidad de especies animales y vegetales y a la cantidad y heterogeneidad de sus ecosistemas. Estos recursos, al igual que en todo el país, han sido afectados por las actividades extractivas (minería, cacería, tala, pesca, pastoreo, etc.), presentando diversos estadios de degradación. El “Bioma” es el conjunto de especies animales y vegetales que componen el ecosistema de un lugar. El bioma de un lugar depende del relieve y el clima En la provincia confluyen 4 biomas, ecoregiones, Grandes Ecosistemas Naturales y son los siguientes: • Andino, • Puneño, • del Monte • de Estepa Patagónica o Patagónico. Bioma Andino Predomina la vegetación en cojín, particularmente diversas yaretas. En cuanto a la fauna se destacan el cóndor, el águila y el chorlito andino entre las aves, el guanaco y el puma (en peligro de extinción) entre los mamíferos. Bioma Puneño Se encuentra en la Precordillera, la vegetación es arbustiva baja y muy abierta, vive en rocas y grietas, se destaca el coironal y el cuerno de cabra. Bioma de Estepa Patagónica La formación vegetal típica es el coironal muy extendida, se encuentra además el solupe negro. Su fauna se caracteriza por el cóndor, guanaco y choique. 19 Bioma de Monte El bioma típico de Mendoza es el “Monte”, la escasez de humedad atmosférica y de cursos de agua hace que la vegetación tenga formas de adaptación muy variadas: reducción o ausencia de hojas y acumulación de agua en los tallos, como sucede en las cactáceas. La formación típica del Monte es el matorral o estepa arbustiva con grandes extensiones de suelo desnudo. No se observan árboles y los pocos bosques que se presentan se ubican sobre las márgenes de los ríos permanentes. Se encuentra en las Llanuras del este. Dominan los algarrobos y los jarillales; en menor medida el chañar y el atamisque. La fauna está representada por el carancho, vizcacha. Hay que aclarar que los límites entre biomas no son taxativos. Existen más bien áreas de transición entre uno y otro, denominadas áreas de ecotono. Generalmente, en el ecotono viven especies propias de ambos ecosistemas y suelen ser zonas de mayor riqueza e interés biológico 5) Identificación y comprensión la dicotomía oasis-desierto. Diferenciación de las subregiones: desiertos montañosos del oeste, desiertos de la planicie árida del este y oasis de riego. DICOTOMÍA OASIS Y DESIERTOS Texto 1 “Y pasaba por ramblones, cañaditas y médanos, ya arenosos, ya blanquecinos de salitre, siempre con muy escasa vegetación, propia de los explotados campos de la sed. Y seguía con su porfiado marchar, ganando distancias en un adentrarse a los campos más solitarios. Ni un rancho, ni una señal de vivienda. Como a las cinco horas de marcha se detuvo en un espinoso chañaral. Echó pie a tierra, y ganó la sombra amiga y luego de un descansito, siguió su norte […] Pasó casi sin ver los bosquecillos de algarrobos y una que otra espesura pequeña de chañares, zampales y jumiales. Los campos seguían estirándose con cansina monotonía” (Draghi Lucero, 1978) Texto 2 “Rodeados por trincheras de álamos que susurraban los secretos del valle con su plateado follaje, ambas huertas fructificaban en durazneros, damascos, perales y viñedos de cepas jibosas, encastradas por palos torcidos, pero de uvas dulcísimas, perlas de miel y sombra que fundaban mostos de exquisitos vinos, famosos en el valle […] Y todo gracias al estanque que aquietaba, acumulándola, la presa del agua para docilizarla y darle un destino útil: el riego” (Pereyra, 1987) En geografía se define como desierto a la zona terrestre caracterizado por su aridez, debido a que las precipitaciones casi nunca superan los 250 milímetros al año, con gran amplitud térmica. El desierto también es considerado un bioma. Casi la totalidad de la provincia de Mendoza es desierto, desde la cordillera de los Andes (a casi 7000 msnm) hasta las llanuras del este (menos de 500 msnm). Es resultado del efecto de una barrera orográfica sobre el clima, ya que la cordillera de los Andes actúa como barrera que impide el paso del aire cargado de humedad proveniente del mar. Entonces, el aire húmedo del Océano Pacífico llega seco, después de descargar su humedad (en forma de lluvia y nieve) en Chile y en las altas cumbres. La palabra oasis, según el diccionario es “en el desierto un lugar habitado, cultivado, verde y que dispone de agua, con una población sedentaria” Este término deriva de la palabra egipcia uahe, que designaba a un núcleo poblado gracias a un pozo que proveía de agua a los habitantes, porque los egipcios viven en medio desértico similar al nuestro. En la Provincia de Mendoza los oasis bajo riego ocupan sólo el 3% de su superficie y sin embargo concentran la mayor parte de la actividad económica y el 95% de la población. Esos son: el oasis norte están conformado por los ríos Mendoza y Tunuyán, el oasis centro comprende las zonas regadas por las cuencas de los ríos Tunuyán superior y otros arroyos de esa región incluida el área de riego de Tupungato y el oasis sur originado por el Diamante, Atuel y Malargüe y sus respectivas cuencas hidrogeológicas. 20 En Mendoza los oasis ¿son naturales o artificiales? Son artificiales por eso se los llama oasis de riego porque la sociedad valora y utiliza el agua de los ríos para organizar un sistema de riego que permite la instalación de la sociedad En la actualidad en Mendoza los sistemas naturales o ecosistemas ya casi no existen, excepto en las reservas ecológicas como la de Ñacuñán, debido a que están muy modificados por las actividades del hombre (tala indiscriminada, sobrepastoreo, quema, etc.), y han sido reemplazados por sistemas culturales o geosistemas de los oasis y de los desiertos. En este ambiente natural caracterizado por la aridez, la historia de la provincia está unida necesariamente al uso y manejo del agua. El sector rural de los oasis agroindustriales, su evolución y su relación con los demás espacios provinciales Alrededor de las ciudades se extiende una zona agrícola, que esta separada del sector urbano por una franja rururbana y se extiende hasta diluirse en el desierto. A continuación analizaremos cómo dicha zona agrícola ha sido el motor de las ciudades mendocinas, su evolución, sus cambios y permanencias y las relaciones que hasta la actualidad mantiene con la ciudad y el desierto que la rodea. Origen de los oasis agroindustriales Puede afirmarse, sintéticamente, que en Mendoza son los ríos de montaña quienes determinaron la posibilidad de enfrentarse a la aridez predominante, arrancando agua de la cordillera y sedimentos de sus grandes formaciones rocosas, para luego transportarlos y depositarlos y, de este modo, dar origen a conos aluviales. Los conos aluviales son espacios reducidos en los que se combina la existencia de agua y suelos aptos para cultivo, con escasa pendiente y climas más aptos donde el hombre puede aprovechar al máximo la disponibilidad de agua y suelos. más breve y alto impacto espacial, creando lo que conocemos hoy como oasis. En el período precolombino sólo puede hablarse de oasis en el norte de la provincia, donde los Huarpes fueron los primeros en sistematizar el uso del agua para el riego de los cultivos. Promediando el siglo XVI, llega el español apropiándose rápidamente de estas tierras de gran aptitud agrícola. Luego de la distribución de parcelas, de diferentes tamaños según los usos que se le asignarían, readaptó y mejoró el sistema de riego, produciendo maíz, trigo, hortalizas y uva para la elaboración de los primeros vinos. En este período se funda en las cercanías del canal Cacique Guaymallén la ciudad de Mendoza y se constituye en centro administrativo de una red muy dispersa de pueblos y caseríos muy pequeños, puesto que la mayor parte de la población habitaba en zonas rurales. A fines del siglo XIX y principios del XX, con la llegada del ferrocarril a la provincia, gran cantidad de inmigrantes europeos se incorporaron a las labores agrícolas, extendiéndose la superficie cultivada. En cuanto a la ocupación del centro y sur de la provincia, los centros poblados se consolidan recién a fines del siglo XIX cuando las campañas militares controlan la amenaza que los aborígenes de la zona constituían para la población blanca. Los desiertos de montaña y de llanura Fuera de los oasis, -espacios altamente artificializados-, se extiende el desierto, es decir, la zona despoblada o débilmente poblada, con escasa organización espacial y muy poco conocida y considerada por los mendocinos. A partir de estas condiciones, el hombre comenzó a actuar y a encabezar procesos de duración mucho Si bien nuestra provincia se encuentra en la latitud de los climas templados, no todo su territorio es 21 homogéneo, lo que hace necesario subdividirlo en dos áreas: • • • • • • • • Los desiertos de llanura están compuestos por una vasta extensión oriental, con una altitud menor a los mil metros, de topografía muy regular y con escasa pendiente. La aridez que el clima aquí ofrece resulta de la gran distancia que separa a esta zona del océano Atlántico y la próxima presencia de la Cordillera de los Andes que impide a las masas de aire húmedo del Pacífico descender hacia nuestro territorio. Este sector no tiene escurrimiento superficial, salvo algunos cauces de ríos que bajan de la montaña y en épocas de creciente visitan esta zona. Esta escasez de agua, cuya dependencia de las crecientes hace difícil el desarrollo productivo, se complementa con la presencia de aguas subterráneas, lo que ha permitido una incipiente actividad de ganadería menor y ciertos cultivos. La escasa vegetación favorece la erosión que impide la formación de suelos aptos para cultivos. Es preciso aquí atender la acción del hombre, quien supo mantener una cierta armonía con su medio, extrayendo de él lo necesario sin comprometer su recomposición. Pero luego llegarían la técnica, la población en constante crecimiento y un desarrollo que busca obtener el mayor provecho posible de la naturaleza. El hombre buscó entonces aprovechar el agua en los mejores suelos y evitar al máximo las pérdidas por infiltración o evaporación. Para esto, había que evitar los largos itinerarios de las aguas en el interior de los ríos, y aprovechar su caudal cerca de las fuentes, en la montaña, a cuyos pies la aridez rápidamente fue dejando su lugar a los oasis. Consecuencias negativas, sin embargo, iba a arrojar esta transformación. El aumento del consumo entre quienes vivían arriba conspiró contra el derrame para quienes vivían aguas abajo. Se imponía entonces una relación del tipo centro – periferia, entre aquellos núcleos de poder de los oasis irrigados, en detrimento de su entorno sin agua. El ambiente del desierto, ajeno a cualquier posibilidad de agua, empeoraba además en el ejercicio de actividades extractivas como la minería, la tala indiscriminada, o la caza de animales. La llanura del este La llanura del este mendocina no es homogénea, y más allá de algunas características y procesos que se extienden por todo su territorio, podemos ver • una zona norte, más seca, con médanos móviles y una ganadería casi exclusivamente caprina, • frente a un sector sur, más húmedo, con medanos fijados por la vegetación y una economía menos precaria, con ganadería mayor destinada al mercado nacional y con mejor infraestructura. En el norte de la provincia habita una rica historia. Importantes eran los asentamientos aborígenes en esta zona de cultivos en los fondos de las lagunas libres de agua, la pesca, la cría de animales y las artesanías de totoras y juncos ocupaban los días de los nativos. Pero el aprovechamiento de los ríos en las zonas altas, han hecho que estas actividades sean casi imposibles y con ello ardua la supervivencia de estos habitantes. El crecimiento de los oasis requirió más leña, más agua, energía, pieles de animales, entre otros elementos que fueron transformando a la zona en el ámbito de la extracción, ajeno a cualquier tipo de preservación. Las decisiones que afectaban a todo el territorio se tomaron solo donde también podía tomarse agua. Fue así, que los oasis influyeron sobre los desiertos, concentrando para sí el recurso hídrico, mientras que el agua que escurrían estos centros hacia la periferia, regaban de contaminación estas tierras alejadas. 22 Estas actividades extractivas limitaron las posibilidades de subsistencia y el hombre del norte debió ser la mano ejecutora de dichas actividades, lo que lo llevó a ser depredador en nombre de la subsistencia, agravando los procesos de degradación. Por una mirada, señora, de sus ojos negros... Señora yo le cuento a los valles, le cuento a los cerros junto a los ríos... Cuanto yo la quiero! Pero sabe una cosa señora... No le cuento todo lo que siento. http://www.youtube.com/watch?v=bmt2lhM9trE Estas aguadas contribuyen, notablemente, con la actividad ganadera de la zona que, a diferencia de la ganadería menor de subsistencia del norte, aquí está representada por estancias, cuyos dueños son propietarios de grandes extensiones y numerosos puestos en los que viven los obreros. Ante una escasa vegetación disponible, una extracción para combustible en aumento y el sobrepastoreo de cabras ha ido degradando la vegetación. La explotación difiere sustancialmente de la que se da en los puestos típicos del norte, pues la producción de estas estancias estará orientada al mercado provincial tanto como al nacional. La población en la planicie • • • Sin embargo, el aumento de las precipitaciones hacia el sur del cauce seco del río Tunuyán ha contribuido a un mayor desarrollo de la vegetación, lo que ha generado médanos fijos y todo un estrato arbóreo con grandes algarrobos, chañares y retamos, y arbustivo con la jarilla, el jume y la zampa dominando el paisaje, hábitat de numerosas especies de animales. Las más frecuentes lluvias permiten el llenado de aguadas. JARILLERO (Hilario Cuadros) JARILLERO, JARILLERO... Jarilla fresquita le vendo señora de los ojos negros, De chapecas largas y ondeados cabellos A este jarillero esos ojos negros le han quitado el sueño Señora le doy lo que tengo... Tengo el carro lleno de jarilla plica, pichana y romero Todo yo le ofrezco, mil yuyos del cerro, se reúne en torno al puesto que cuenta con su pozo balde para sacar a la superficie el agua subterránea, su corral de cabras, algunos árboles. Parte de este natural paisaje son los paneles solares, verdaderas usinas alternativas de energía. También encontramos hacia el sur de la llanura un paisaje de estancias, con una infraestructura más completa y vacuna restringida a los límites del corral que contrastan con el pastoreo libre del norte. No toda la vida de la planicie es la que transcurre en el puesto y la estancia En torno a la iglesia, la escuela o los restos de la vieja estación del ferrocarril, encontramos el caserío, que suele unirse con los puestos mediante cables que permiten a estos disponer al menos por unas horas de electricidad. Paisajes áridos, suelos sueltos y vegetación escasa y baja se ofrecen de escenografía, donde actúa el hombre de la planicie, sin comunicación con sus distantes vecinos, aislados a pesar de las huellas precarias o las rutas que solo atraviesan el espacio, uniendo a los oasis entre sí. Aislados, y por tanto, vulnerables ante la falta agua y condiciones mínimas de higiene, habitantes de estas zonas están expuestos desarrollo de enfermedades que la falta infraestructura agrava. de los al de Su situación es aún más difícil por la alta dependencia a las condiciones ecológicas. Sequías, fuertes fríos, incendios o cualquier otro evento, por 23 cierto frecuentes, supervivencia. suelen poner en jaque su El desierto de montaña En el desierto mendocino podemos advertir, además de esta región oriental, una segunda zona, aún más extensa que la primera, constituida por 88.000 km2 de desierto de montaña, que incluye todos los relieves positivos de la provincia. No hay aquí escasez de agua, aunque no siempre esta pueda ser utilizada, dado que la gran altitud de esta zona impide durante gran parte del año el estado líquido del agua. La escarpada topografía además, conspira con la habitabilidad, por lo que las posibilidades de ocupación humana se reducen a los valles, dejando grandes espacios desiertos. La acción del hombre en estos espacios, es la acción minera o turística, de fuerte impacto, es cierto, pero de reducida extensión territorial, además de algunos asentamientos a lo largo de valles que han crecido de la mano de los servicios y las comunicaciones. Aunque escasa, la agricultura también dice presente, junto a una ganadería menor de subsistencia obligada a la trashumancia. la mayoría de los casos, para satisfacer necesidades de otras zonas. Surgieron entonces centros con importante infraestructura para atender a los turistas, como es el caso de Penitentes, o el devastado hotel termal de Puente de Inca, o Potrerillos y sus perspectivas turísticas a partir de otra actividad extractiva que es la producción de energía. Otra actividad, que en este caso puede conjugarse en presente, es la que desarrolla Gendarmería, ocupando grandes extensiones de esta tierra de fronteras. Un pequeño oasis irrigado se nos abre paso en nombre de Uspallata, en pleno desierto de altura, con producciones destinadas al autoconsumo y un notable crecimiento de servicios para una población superior a los 2 mil habitantes. El clima determina la estacionalidad de las actividades en las montañas, y es el hombre de los oasis quien a partir de la valoración turística, minera o energética que le ha ido dando a ciertos puntos de esta vasta superficie, quien ha determinado el desarrollo de las comunicaciones y de toda una infraestructura que refuerza el carácter de enclave de dichos puntos, sin comunicación interna y muy bien conectados con los oasis. La estacionalidad un rasgo común de los territorios del desierto, cuyas actividades requieren del hombre tanto como dependen del clima. El verano y el invierno serán las estaciones del turismo, con una plena ocupación. La ganadería es una de las formas de la trashumancia . • El invierno es el valle y las zonas bajas, el amparo de las casas y las instalaciones • Con el verano y la escasa vegetación de estas zonas, el hombre abocado a esta actividad deberá partir con sus animales, sus pertenencias y hasta con su familia a practicar la veranada en las partes altas, generalmente en vegas y mallines que después del deshielo presentan abundantes pasturas para el ganado. Con el frío, la falta de suelos, la topografía escarpada y la aridez que conserva la región, el hombre ha logrado instalarse en estos sectores, en 24 6) Análisis de los principales riesgos naturales: viento zonda, granizo, helada, sismos y sus consecuencias. Los flagelos climáticos Los flagelos climáticos son fenómenos meteorológicos que por su impacto negativo en la sociedad se convierten en un riesgo para algunas actividades humanas, en particular, un serio problema para el desarrollo de la agricultura. • 10% en el Oasis Norte, • 13,6 % en el Oasis Centro • 16,20% en la Zona Sur. Más allá de esta zonificación del riesgo, quienes disponen de capital para colocar malla antigranizo, están prácticamente a salvo, a diferencia de la mayoría de los campesinos que presentan altísima vulnerabilidad. Ningún departamento de la provincia queda al margen del peligro que estos flagelos suponen, con sus nefastas consecuencias en la economía y en los procesos vegetativos de las plantas. El granizo es un fenómeno natural que se produce durante los veranos, cuando las temperaturas son muy elevadas y la fuerte evaporación genera nubes convectivas que alcanzan alturas de hasta 12 km., lo que permite el congelamiento del agua contenida en ellas y luego, por el mismo peso de los cuerpos de hielo, que llegan a tener más de 10 centímetros de diámetro, caen a gran velocidad. Este fenómeno se da con mayor frecuencia y poder en la zona sur, y va decreciendo hacia el norte provincial. No menos preocupante que el granizo, es la presencia de las heladas, otra verdadera amenaza al proceso productivo. Las heladas son la consecuencia de la combinación del aire seco, cielo despejado y en quietud atmosférica. A esto contribuye el invierno, dado que en esta época el suelo pierde rápidamente calor y enfría la capa de aire en contacto con él. Esta situación genera, a partir de un enfriamiento del suelo, • • En cuanto a la vulnerabilidad, lo más importante son las áreas de cultivo y por lo tanto existen diversas estrategias para mitigar el efecto del granizo. Una de ellas son los cohetes antigranizo o la siembra de nubes, que reducen el peligro pero no lo anulan. También se utilizan telas o mallas antigranizo que cubren los cultivos sin afectar su crecimiento, y presentan muy buenos resultados, pero por su elevado costo no han tenido una gran extensión. Finalmente, aparece el seguro agrícola como una alternativa para los productores, pero no representa ninguna defensa ante el flagelo. Correlacionando la frecuencia y poder destructivo de los eventos, con la vulnerabilidad de cada área llegamos a los siguientes valores de daño anual promedio para los tres principales oasis mendocinos: • • un enfriamiento de las capas bajas de aire y por lo tanto la imposibilidad de las mismas de ascender mantiene una temperatura muy baja del aire en contacto con la superficie durante un largo período al darse en los meses de invierno no aparece como problemática, ya que los cultivos no se encuentran en una etapa vulnerable de su ciclo vegetativo cuando el fenómeno se produce fuera de la época invernal, ya sea entre marzo-abril con las denominadas "heladas tempranas" o entre septiembre - octubre, o noviembre en el sur de la provincia, generando "heladas tardías", aumenta el riesgo, • ya que se afecta al producto aún no cosechado en el primer caso, o a los brotes tiernos o floraciones en el segundo. La mayor frecuencia es en la zona este y sur, y en algunos años los daños causados por heladas han llegado a arruinar más del 50% de la producción. 25 potenciados por la disminución de la visibilidad debido al polvo transportado. Son conocidos también los trastornos producidos sobre la salud, tales como alergias, dolores de cabeza y afectación de las vías respiratorias. Los efectos de las heladas serán más notorios cuando el proceso vegetativo se encuentra avanzado durante la primavera, en las temidas heladas tardías. Cuando el aire es frío, por su mayor densidad no puede ascender y desplazar al de las capas superiores, que es más cálido, y forma un manto casi estático. Sólo una ruptura de ese equilibrio podrá atenuar o eliminar los perjuicios de una helada. Un problema asociado a este fenómeno es la práctica difundida entre los productores de utilizar quemadores para combatir el frío, proceso que si bien cumple con su objetivo en cierta medida, genera gran cantidad de humo y, por lo tanto, contaminación. El viento Zonda • es un fenómeno natural que tiene su origen en las masas de aire del Océano Pacífico, • que al elevarse para cruzar la cordillera van perdiendo 0,6°C cada 100 metros debido a su humedad, • mientras que cuando descienden por la ladera este de los Andes, ya han perdido su humedad y el ascenso de temperatura es de 1°C cada 100 metros, además de un fuerte aumento de la velocidad. • Así, llega a las zonas pobladas con ráfagas que pueden superar los 100 km/h y temperaturas que en ocasiones pasan los 40° C. • Se pueden dar en cualquier época del año, pero son más frecuentes en agosto y septiembre. En las áreas cultivadas pueden adelantar el ciclo vegetativo de algunas especies exponiéndolas al riesgo de heladas o si se da avanzada la primavera o en el verano, puede quemar brotes tiernos y hojas. En las zonas urbanas o a lo largo de rutas y caminos, la caída de árboles o de carteles de grandes dimensiones incrementa la proporción de accidentes automovilísticos y daños en general, Los aluviones se generan cuando las fuertes tormentas estivales descargan gran cantidad de agua en muy poco tiempo sobre terrenos con pendiente pronunciada. Esta situación se repite en todo el piedemonte mendocino, ocasionando un violento descenso del agua que arrastra gran cantidad de materiales. Pero en su poder destructivo juegan un rol más importante los aspectos que determinan la vulnerabilidad. En este sentido, el asentamiento de población en zonas contiguas a relieves positivos como montañas, cerrilladas, glacis, etc., determina, por un lado, un cierto grado de vulnerabilidad de la gente que allí se ubica, y por otro, esa misma gente produce impactos en el ambiente que potencian aún más su vulnerabilidad. En primer lugar, la extracción de vegetación de la zona de piedemonte deja las superficies libres, y el agua precipitada cae con toda su fuerza sobre el terreno, compactándolo y haciéndolo impermeable, por lo que no se infiltra y aumenta el volumen y la velocidad de descenso del agua Otro aspecto importante es la infraestructura, que en el caso de Mendoza es muy pobre en cuanto a defensa aluvional, ya que las urbanizaciones aceleran aún más el escurrimiento y el sistema de diques y canales colectores de aluviones se superpone con el sistema de distribución de agua para riego. Esto es crítico, ya que una red de riego esta concebida a partir de grandes canales que van subdividiéndose, mientras que los colectores de drenaje deberían tener mayor capacidad a medida que se avanza aguas abajo, entonces al usar canales de riego como colectores, se colapsan y aumentan el problema. Con respecto a los diques de contención, al no haber un manejo de las cuencas aguas arriba y al sufrir éstas un deterioro cada vez mayor, son rápidamente colmatados, reduciéndose así su capacidad de contención y aumentando el riesgo. El cambio climático y su impacto en el comportamiento de los glaciares Hoy los glaciares del río Plomo, los más importantes de nuestra región están en un proceso de desgaste, 26 aportan el 50% del caudal del río Mendoza y el retroceso es preocupante. Las altas temperaturas y las escasas precipitaciones siguen acentuando el retroceso de estos hielos. Desde 1914 a 2001 los frentes de los glaciares Juncal I y Juncal II (los más importantes del sistema Plomo) perdieron aproximadamente 7 Km, totalizando un retiro de 25 Km. de hielo. Esto implica más de la tercera parte del total. El hielo pérdidas igual a un tercio de la superficie de Godoy Cruz. El estado de deterioro se manifiesta por la existencia de penitentes de gran altura, lo que significa que se ha fundido una gran parte de hielo. Los penitentes constituyen un fenómeno tan interesante como nocivo para el futuro de los glaciares y se forman por la evaporación de los hielos. El peligro es claro, los penitentes nos hablan de hielo que no se transforma en agua, sino de masa glaciaria que desaparece debido al calor que recibe como consecuencia ineludible del cambio climático que se viene operando desde hace ya un par de decenios. 7) Diferenciación y valoración las principales reservas naturales de la provincia AREAS NATURALES PROTEGIDAS Las Áreas Naturales protegidas son superficies seleccionadas por el ser humano para su protección y conservación, por poseer características relevantes en cuanto a su valor escénico, uso recreativo, biodiversidad, riqueza genética, patrimonio natural, siendo un patrón de referencia útil en relación con ambientes degradados. A todos estos valores se le suma su importancia cultural, en la educación e interpretación ambiental, investigación científica y como instrumento para la promoción del desarrollo sustentable regional y el turismo responsable. Las ANP no son solamente una porción geográfica de territorio, sino que integran un sistema complejo formado por: • • • • Territorios geográficamente delimitado, Marco normativo que los regula, Medios materiales y humanos que hacen a su administración, conservación y manejo Sistema de relaciones necesario para su funcionamiento. Red de ANP de Mendoza La Red de Áreas Protegidas de la Provincia protege una rica diversidad de ecosistemas, paisajes y bienes culturales del pasado, en sus restos arqueológicos e históricos, abarcando un área total cercana al 5% de la superficie de la Provincia. En el ámbito biológico, están representadas todas las ecorregiones de la provincia, y también hay algunos ecosistemas particulares y monumentos naturales que por su singularidad y/o rareza merecen ser conservadas, tal es el caso del Monumento Natural Puente del Inca. Cada una de las diferentes ecoregiones que conforman el territorio provincial tiene unidades de conservación que las represente, aunque no todas las ANP representan puramente una ecoregión, algunas representan ecotonos, es decir espacios de transición entre una ecoregión y otra. Fines y objetivos de los ANP Conservar la biodiversidad y los ecosistemas. Las ANP mantienen áreas extensas y representativas de los ecosistemas nativos. El conocimiento progresivo de las relaciones entre sus componentes nos permite conservar la variedad de la flora, la fauna, y los procesos naturales que les dan origen y de los procesos naturales que aseguren su viabilidad a largo plazo. Preservar la diversidad cultural. Las ANP atesoran las variadas formas en que el hombre se relacionó con la naturaleza, tanto en el pasado como en el presente. Patrimonio de toda la sociedad, que debe ser protegido por su valor social y cultural. Resguardar el hábitat de especies en peligro. Las ANP conservan tanto poblaciones de especies amenazadas de extinción y las que podrían llegar a esa situación por ser originalmente escasas o exóticas. 27 Promover educación y recreación. Fomentar una conciencia social conservacionista y el intercambio de conocimientos y experiencias en materia de desarrollo sustentable. Las ANP constituyen lugares ideales para la educación ambiental no formal, la recreación familiar, el ocio, la contemplación de la naturaleza. Estas actividades forman parte de la función social que tienen las ANP. Incentivar la investigación. Las ANP resultan áreas ideales para el desarrollo de estudios científicos. A tal fin se realizan convenios con centros de investigación, se facilitan instalaciones y el personal técnico brinda colaboración en cada ANP. Aportar al desarrollo regional. Principalmente a través de actividades turísticas y recreativas fundadas en condiciones de cal idad y sustentabilidad. Preservar prístinos los grandes escenarios naturales. La red de ANP de Mendoza incluye sitios de belleza paisajística imponente y de un valor cultural único. Su conservación integral resulta prioritaria en nuestra labor. Proteger yacimientos paleontológicos. Resguardar yacimientos de fósiles nos permite asegurar su estudio a largo plazo y su difusión entre la comunidad científica y la sociedad en general. El Rol del Estado en la Conservación La gestión pública tiene la tarea de administrar según el bien común y el interés general, las muestras emblemáticas del patrimonio natural y cultural de los mendocinos. La Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR) de Mendoza es el organismo de gobierno encargado de gestionar, conservar y difundir las Áreas Naturales Protegidas de la Provincia. A este organismo se lo denomina ente de aplicación, es decir que es la autoridad competente y responsable de lo que sucede en las ANP de Mendoza. La DRNR planifica y ejecuta la conservación de la diversidad biológica y cultural de las áreas protegidas bajo su jurisdicción, trabajando en pos de un desarrollo integral orientado al uso sustentable de los recursos, a la creación de valor, y la incorporación de la sociedad en su labor. La gestión de las ANP, es decir la planificación, administración y ejecución, es una tarea compleja ya que se debe tener en cuenta las distintas dimensiones que atraviesan la problemática de la conservación, los diversos actores sociales vinculados al mismo y la responsabilidad del legado a las futuras generaciones. Por ello, y para que esta tarea tenga continuidad institucional en el tiempo, es necesario desarrollar una planificación estratégica de largo plazo, con claridad conceptual y de carácter público; fijando de esa manera los lineamientos y criterios para la gestión coherente del la Red de ANP de Mendoza. http://www.mendoza.edu.ar/contenidosdigitales/index.php?option=com_content&view=article&id=1057%3Aareas-naturales-protegidasanp&catid=114%3Acontenidos&Itemid=714&limitstart=9 28 29 Mapa geomorfológico de la provincia de Mendoza 30 31
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