NIÑOS Suplemento infantil número 183 Madrid, 22 de junio de 1961 Solana: Mayor, 4.~Madrid (13) ASI PINTAN LOS PEQUEÑINES DE NUESTRAS ESCUELAS En este número les tributamos nuestro homenaje por sus dibujos a lo largo del curso 1960-61. Ilustran estas páginas niños desde los seis a los diez años. (Be José María Martín, seis aflos. Las Navas del Marqués, Avila,)' De Las Navas del Marqués tres pelos de punta el niño este dibujo lia llegado: r su perrito cuadrado. El porro que no sabía ladrar, en H dibujos Chucho, con gran picardía, guarda la carpintería. CSt 1 '^fe&ft 9 ¡María Mercedes Carbor.ell, siete años, Palou-GranoUersJ Cuando vienen los ladrones deja robar los tablones. <Vldal Isla, siete años. Tejón, Patencia.) Sin proferir u n ladrido contemplan aquel forajido. EN LA PAGINA SIGUIENTE: ~cx Ahí encontráis el último cuento del eur^o. Ya es tarde para que lo podáis ilustrar, El que quiera puede hacerlo y nos puede enviar cuantos dibujos quiera. Pero esos trabajos estarán fuera ds concurso. tól cuento es bonita y tal vez os animéis a tomar míevamente vuestros lápices de colores. ,Si lo hacéis, pensad que el dibujo puede s'.r elegido para publicarse más tarde. Desde aquí tenemos que djr gracias a todos los niiioi que este año han enviado sus dibujos a este concursso, y a sus .Mae tros, por haberles impulsado a ello. El que más ilustraciones ha tenido ha sido ej cuento de Cliin-Clia-Te y el Príncipe Kata-Pun-Chin-Chón. Los mejores, para La Gata Gertrudis. ¿Os acordáis ahora de aquellos dos gorriones del Árbol frío? ¿Y de El Ajero? Fueron buenos amiguetes vuestros y estupendos dibujos les dedicasteis. Todo eso contará ahora en el momento de p u n t u a r . A todos os deseamos muy buena suerte en nuestro próximo sorteo. á=> <£Z> (Luis Fernando Gorzález, ocho años, Ucieda, Santander.) Los ladrones a porfía roban la. carpintería. (Osvaldo Foguet, siete años. Villarrodnn. «Tonto—le dice el ratóa^ esos dos, ladrones son! H A T E R M I N A D O E L CONm D E E S T E AÑO C o n l o s d i b u j o s q u e h o y incluln el C o n c u r s o d e N i ñ o s . Gracias vuestras colaboraciones. A h o r a f a l t a lo i m p o r t a n t e : I p u b l i c a r e m o s l a s l i s t a s d e cuanl c u r s a d o p a r a q u e i n t e r v e n g a n en a p r i m e r o s d e j u l i o , los premioa (Gabrieia Blas, siete años, Soto Pajares-Vaciamadrid, Madrid.) Un señor de Villalata hiere a cliuclio en, una pata. H A B R Á S O R P R E S A AMIC (Petra Ramos, nueve años, Moralejo, Cáceles). rmina 9 por n con- Aquí está toda la historia surrealista y de memoria. P o r q u e a c a s o d e n t r o d e unos ni a c o m p r a r u n l i b r i t o d e cuentos 3 t r a r é i s c o n v u e s t r o s p r o p i o s dibi t a r a ? P u e s y a e s t a m o s haciendo L o s m e j o r e s d i b u j o s q u e nos h i l u s t r a r á n u n l i b r o d e cuentos 1 * (María Amparo Castro, diez años, palou-Granollers. Barcelona.) Aquel tipo era un gamberro y mo hizo caso del perro. (Nuria Barcia, siete años, Narón, Coruña.) ESTE PERRO Y LOS ONCE PEQUEÑOS Alguna vez tenía que tocarle a ellos. Nuestras de curso—estaban este número más (Jaime González, seis años, Pedróa. Santander.) Arbo!, casa y un perrito dibujados por Jaimíto. (Teolina Rodrigo, nueve años, & «tamadrid. Madrid.) Este Perro H j J » toma el so! c o » " ^ * ^ final pequeños. para hemos querido Quizá no sean tienen su poquito Desde el rincón pintando abiertas y algún de gracia, de nuestras dar una pequeña lo que se dice ingenuidad de esta página, día veremos todos los niños páginas—dijimos e infantilismo. ahí va nuestro vuestros muestra ¡maravillosos!, cuadros aplauso al principio Escuelas. del arte pero, Lo demás para ellos: en una sala de Y en de los señores, nos sobra- a seguir Madrid. LA HUCHA CRUCIGRAMA por Cuento, por GLORIA FUERTES ANÍBAL GOMEZ Pues, señor... Esto era u a ¡mono muy mono. Nació en u n árbol de la selva y Unitaria de niños de San Lázaro creció en la copa de ua pino. Mondoñedo (Lugo) Sus padres le ensenaron., lo primero, a comer coco; al principio le daba miedo el coco, pero en seguida se acostumbió y ya el coco ie gustaba mas que las natillas. TamOxen le e-señaran a coiu-npiaise coa el rabo, enganchándole en las ramas y cabeza abajo columpiábase íeliz, viendo correr a los escarabajos, a las hormigas y a ios arrojos trn día su papá le regañó y le tiró de las orejas porque había cazado a u n a mariposa y, clavándole una espix.a en el cuerpo, la cosió al tioaco de un árbol. —¡Toma, melón sin corazón —le dijo el padre mono, dá-'-doxe un coscorrón—. ¡Eres peor que un niño!... ¡No tienes que hacer daño a radie ni a nada! ¡Apréndete k¡r\ esto bien! Y... obedece. ¡Vaxos con el moto éste!... r ^ Quico, el mono, lioró todo el d.a como si se hubiese pillado el rabo con la puerta, y luego, por la tarde, su mamá—una mena también muy mona—le estuvo ense\fv ^ ñando a andar sin. pisarse un pie con el otro, porque Quico era un. poco patoso. Los señores moros de su calle querían mucho al mono Quice, y cuando hacía alguna gracia le solían dar cinco o diez céntimos para que él se comprase cositas. Su padre le dijo que debía aprender a ahorrar, a guardar el dinero para llegar a tener un montoncito. —El ahorro es u n a cosa muy buena, hijo mío. Guarda todo ]o que t e d e n en este bote. —¡Ay, qué lata!—murmuró el moro en voz baja, y desobedeció. Horizontales: 1: Planta papaverácea d 9 Se lavó en el arroyo, se peinó la cabeza y las patas, se puso s u traje d e maríflores rojas.—2; Hijo de Dédalo.—3; ceroerito y se fué a dar una vuelta por el bosque. El mono Quico iba diciendo lo que se dice en el cuento de la hormiguita: co de madera o de hierro.—4: Preposi«¿Qué me compraré, q u é me compraré? ¡Galletas! No, que sólo me d a n u n a por diez cér.timos. ¡Nueces!... No, que a lo mejor están malas y por fuera no sé ción propia.—5: Agarradera.—6; Pon e en tono justo un instrumento musical.—7¡ adivinarlo. ¡Gusaoos de seda! No. que se me escaparán... ¿Qué me compraré, .iué reirán al oler lo bien que huelo... Me compraré, me compraré... ¡Estainpitas!... Cejará de hacer u n a cosa.—8: Trabajome compraré ¡Colonia!... No, que los monos del barrio san muy brutos y se sas. No, que tengo muchas. ¡Ah, ya sé! Una caja de betún... No, no, porque yo les zapatos sólo me los pongo los domingos y casi todos llueve, sería tirar el dinero... Verticales: 1: Preposición propia. Al ¡Me compraré ua helado! No, que me dolerá la tripa... ¡Un. cara.xelo! No, q u e ¡me dolerán las muelas. ¡Cohetes! ¡Me voy a comprar cohetes! No, que me quemaré revés, río de Italia.—2: Pronombre personal. Quiera.—3: Adverbio de lugan, los dedos ¡Ah! Ya sé lo q u e me voy a comprar; ¡castañas! Castañas asadas, q u e dan muchas... Próximo.—4: Ser que vive a expersas Cuando ya estaba decidido, después de tanta indecisión, echó a correr por el de otro.—5: Metal amarillo muy dúctil bosque, y saltando de rama en rama se dirigía a la calle de los castaños cuerdos, Licor.—6: Artículo determi-ado neutra donde la caegura castañera tenía su puesto. En. el camino se encontró debajo de una palmera con un niño descalzo. Era, Altar.—7: Preposición propia. Campeón, poco mas o menos, como é! de alto, pero más rubio. El niño escondía su cuerpo delgado y blanco en. un traje muy viejo y cou sus pies desnudos chapoteaba sobre un charco. •sv 'V 'L—'H-W 'oq ¡9 •—¿Cómo vas descalzo?—le preguntó el mono, •SI-JV 'OJO :e—-oiiSBjBd! :*•—'uuv 'çov -t llenarás de heridas. Debías llevar zapatos. —-arav 'iw 'Z—'do 'V : 1 :saiBDHHA —Sí. pero yo soy un mono, y t ú . t o . Mis pies están hechos para poder ir des•SBSoaad :8—"ÇJUluiO calzo, y los tuyos, no. Tú eres un niño y no sabes correr por las piedras, ni por :¿—"Bntjy :9—"8sy : Q — ' v : í—'OJV : | las espinas, .ni por el troteo de los árboles, y si lo intentas te harás p u p a y te —-O-TBOT. '-z—"etocleuiv : i :saiviiio7.uoH llenarás de heridas. Debías de llevar zapatos. vïWHoiorrao i v NOIOITIOS —Mira, mono; ya t e he dicho que soy pobre. Mi padre sólo es leñador; hemos venido desde muy ¡ejos a cortar árboles; cuando me canso mi padre me lleva a hombros, pero tengo mucho miedo de los elefantes... CUADRO DE H O N O R —¡Huy, de los elefantes! s i no hacen oada, son muy buenos y pacíficos, nunMES DE MAYO ca tienen gana de r a d a . Si me dijeras de los cocodrilos, ésos ya son otra cosa... Angelina Mata, once años. Loma Nuri Matjos, trece años, Alcarraz Pero yo no quiero que vayas descalzo; de Castrejón (Falencia). (Lérida). te voy a dar este dinero que tengo para Conchita Lagares, Lora del Río Carmen Dacosta, once años, Aldànque te compres unas zapatillas. Cangas (Pontevedra). (Sevilla). —Gracias, mono. Me acordaré siempre Emilia Jiménez, once años, MalparJosefa Carrlente, doce años. Ayade ti. tida de Cáceres (Cáceres). monte (Huelva). Y el niño cogió de la peluda mano del Bienvenida Lorenzo, Moraleja (CáConsuelo Jiménez Pérez, trece años, animal Ja moneda de diez céntimos, le ceres). Ayerbe (Huesca). flió un beso al moro y salió corriendo Josefina Martín, once años, Solaentre los árboles muy contento; pero Miguel Lozano, trece años, Casas na de Béjar (Avila). se le iban saltando las lágrimas. Bajas (Valencia). Muría Bonet, doce años, Palou,Teodoro Inuga Orive, trece años, Granollers (Barcelona). Castresana de Losa (Burgos). Celina Ruiz García, nueve años, Josefa Galán, diez años. El Bercial Pechón (Santander). El mono Quico llegó a su casa, situa(Getafe. Madrid). Luisa Dómine, Pino de Valencia da en la cepa de un árbol muy ajto. No Carmencita Arcier, ocho años, Elda (Cáceres). funcionaba el ascensor y tuvo que su(Alicante). Enedina Yela, trece años, Pisón, de bir andar do. Isabel María Pérez. Puig, Esparra- Castrejón ( Valer cia). —No me compré cada. «Lo eché en la guera (Barcelona). Francisco Roig, doce años, Sa» hucha». Miguel Ari<as, trece años, Ferreras Acilso de Vallalta (Barcelona). La mona madre, que había visto la de Arriba (Zamora). Jo^é Rocosa, once años, San Acilescena anterior, le felicitó: J u a n Francisco Redondo, once so de Vallalta (Barcelona). —Sí. m o r o mío, sí: dar limosna es Lorenzo García, trece años, Sao años, Garciaz (Cáceres). echar el dinero oue damos en u n a «huJerónima Cantos, doce años, Hles- Justo ¡Desvern (Barcelora). cha»; lo que sp da no se pierde. María Luisa López, Soto Pajares, cas (Toledo). Entonces se dieron cuenta sus padres Vaciamadrid (Madrid). Estrella Gómez, doce años, Llodio de que el mono Quico era un mono taDolores Casbas, once años, Torre(Álava). bio. Manuela R a m o s Vázquez, doce gosa (Lérida). Nuestro Qu'co llegó a ser rev de la selConcepción Tereso, doce años, Toaños, Narón, El Ferrol (La Oorufia). va v todos los animales lt auerí".n, hasSanti Aliaga, nueve años, La Al- rregutiérrez (Segovia). ta los tigres y los cocodrilos le adoraban. José Ríos Alonso, doce años, Ucieberca (Murcia). Juanita Muñoz, once años, La Al- da (Santander). Y colorín colorado, Fe Prieto Re.v, Valdevimbre (León). marcha (Cuenca). el cuento del m o r o Quico Andrés Galofre, Villarrodona (TaMagdalena Martín, once años, La se h a acabado. rrago" a). Serna (Madrid). Lorenza Porras, diez años, VillaverDionisio Martín, siete años. Las Nade Peñahorada (Burgos). vas del Marqués (Avila). 1 2345 6 ? 3 4 6^ 6?u t
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