convocatoria excepcional angasmarcarca 2015

NIÑOS
Suplemento infantil número 183
Madrid, 22 de junio de 1961
Solana: Mayor, 4.~Madrid (13)
ASI PINTAN
LOS
PEQUEÑINES
DE NUESTRAS
ESCUELAS
En este número les tributamos nuestro homenaje por sus
dibujos a lo largo del curso
1960-61.
Ilustran estas páginas niños
desde los seis a los diez años.
(Be José María Martín, seis aflos. Las Navas del Marqués, Avila,)'
De Las Navas del Marqués
tres pelos de punta el niño
este dibujo lia llegado:
r su perrito cuadrado.
El porro que no sabía
ladrar, en H dibujos
Chucho, con gran picardía,
guarda la carpintería.
CSt
1
'^fe&ft
9
¡María Mercedes Carbor.ell, siete años, Palou-GranoUersJ
Cuando vienen los ladrones
deja robar los tablones.
<Vldal Isla, siete años. Tejón, Patencia.)
Sin proferir u n ladrido
contemplan aquel forajido.
EN LA PAGINA SIGUIENTE:
~cx
Ahí encontráis el último
cuento del eur^o. Ya es tarde
para que lo podáis ilustrar, El
que quiera puede hacerlo y nos
puede enviar cuantos dibujos
quiera. Pero esos trabajos estarán fuera ds concurso.
tól cuento es bonita y tal
vez os animéis a tomar míevamente vuestros lápices de
colores. ,Si lo hacéis, pensad
que el dibujo puede s'.r elegido para publicarse más tarde.
Desde aquí tenemos que djr
gracias a todos los niiioi que
este año han enviado sus dibujos a este concursso, y a
sus .Mae tros, por haberles impulsado a ello.
El que más ilustraciones ha
tenido ha sido ej cuento de
Cliin-Clia-Te y el Príncipe Kata-Pun-Chin-Chón. Los mejores,
para La Gata Gertrudis.
¿Os acordáis ahora de aquellos dos gorriones del Árbol
frío? ¿Y de El Ajero? Fueron
buenos amiguetes vuestros y
estupendos dibujos les dedicasteis. Todo eso contará ahora
en el momento de p u n t u a r .
A todos os deseamos muy
buena suerte en nuestro próximo sorteo.
á=> <£Z>
(Luis Fernando Gorzález, ocho años, Ucieda, Santander.)
Los ladrones a porfía
roban la. carpintería.
(Osvaldo Foguet, siete años. Villarrodnn.
«Tonto—le dice el ratóa^
esos dos, ladrones son!
H A T E R M I N A D O E L CONm
D E E S T E AÑO
C o n l o s d i b u j o s q u e h o y incluln
el C o n c u r s o d e N i ñ o s . Gracias
vuestras colaboraciones.
A h o r a f a l t a lo i m p o r t a n t e : I
p u b l i c a r e m o s l a s l i s t a s d e cuanl
c u r s a d o p a r a q u e i n t e r v e n g a n en
a p r i m e r o s d e j u l i o , los premioa
(Gabrieia Blas, siete años, Soto Pajares-Vaciamadrid, Madrid.)
Un señor de Villalata
hiere a cliuclio en, una pata.
H A B R Á S O R P R E S A AMIC
(Petra Ramos, nueve años, Moralejo, Cáceles).
rmina
9 por
n con-
Aquí está toda la historia
surrealista y de memoria.
P o r q u e a c a s o d e n t r o d e unos ni
a c o m p r a r u n l i b r i t o d e cuentos 3
t r a r é i s c o n v u e s t r o s p r o p i o s dibi
t a r a ? P u e s y a e s t a m o s haciendo
L o s m e j o r e s d i b u j o s q u e nos h
i l u s t r a r á n u n l i b r o d e cuentos 1
*
(María Amparo Castro, diez años, palou-Granollers. Barcelona.)
Aquel tipo era un gamberro
y mo hizo caso del perro.
(Nuria Barcia, siete años, Narón, Coruña.)
ESTE PERRO Y LOS ONCE PEQUEÑOS
Alguna
vez tenía que tocarle a ellos. Nuestras
de curso—estaban
este número
más
(Jaime González, seis años, Pedróa. Santander.)
Arbo!, casa y un perrito
dibujados por Jaimíto.
(Teolina Rodrigo, nueve años, &
«tamadrid. Madrid.)
Este Perro H j J »
toma el so! c o » " ^ * ^
final
pequeños.
para
hemos
querido
Quizá no sean
tienen
su poquito
Desde
el rincón
pintando
abiertas
y algún
de gracia,
de nuestras
dar una pequeña
lo que se dice
ingenuidad
de esta página,
día veremos
todos los niños
páginas—dijimos
e infantilismo.
ahí va nuestro
vuestros
muestra
¡maravillosos!,
cuadros
aplauso
al
principio
Escuelas.
del arte
pero,
Lo demás
para ellos:
en una sala de
Y
en
de
los
señores,
nos
sobra-
a
seguir
Madrid.
LA
HUCHA
CRUCIGRAMA
por
Cuento, por GLORIA FUERTES
ANÍBAL GOMEZ
Pues, señor... Esto era u a ¡mono muy mono. Nació en u n árbol de la selva y
Unitaria de niños de San Lázaro
creció en la copa de ua pino.
Mondoñedo (Lugo)
Sus padres le ensenaron., lo primero, a comer coco; al principio le daba miedo
el coco, pero en seguida se acostumbió y ya el coco ie gustaba mas que las natillas.
TamOxen le e-señaran a coiu-npiaise coa el rabo, enganchándole en las ramas y
cabeza abajo columpiábase íeliz, viendo correr a los escarabajos, a las hormigas
y a ios arrojos
trn día su papá le regañó y le tiró de las orejas porque había cazado a u n a
mariposa y, clavándole una espix.a en el cuerpo, la cosió al tioaco de un árbol.
—¡Toma, melón sin corazón —le dijo el padre mono, dá-'-doxe un coscorrón—.
¡Eres peor que un niño!... ¡No tienes que hacer daño a radie ni a nada! ¡Apréndete
k¡r\
esto bien! Y... obedece. ¡Vaxos con el moto éste!...
r
^
Quico, el mono, lioró todo el d.a como si se hubiese pillado el rabo con la puerta, y luego, por la tarde, su mamá—una mena también muy mona—le estuvo ense\fv
^
ñando a andar sin. pisarse un pie con el otro, porque Quico era un. poco patoso.
Los señores moros de su calle querían mucho al mono Quice, y cuando hacía
alguna gracia le solían dar cinco o diez céntimos para que él se comprase cositas.
Su padre le dijo que debía aprender a ahorrar, a guardar el dinero para llegar
a tener un montoncito.
—El ahorro es u n a cosa muy buena, hijo mío. Guarda todo ]o que t e d e n en
este bote.
—¡Ay, qué lata!—murmuró el moro en voz baja, y desobedeció.
Horizontales: 1: Planta papaverácea d 9
Se lavó en el arroyo, se peinó la cabeza y las patas, se puso s u traje d e maríflores rojas.—2; Hijo de Dédalo.—3; ceroerito y se fué a dar una vuelta por el bosque.
El mono Quico iba diciendo lo que se dice en el cuento de la hormiguita:
co de madera o de hierro.—4: Preposi«¿Qué me compraré, q u é me compraré? ¡Galletas! No, que sólo me d a n u n a por
diez cér.timos. ¡Nueces!... No, que a lo mejor están malas y por fuera no sé ción propia.—5: Agarradera.—6; Pon e en
tono justo un instrumento musical.—7¡
adivinarlo. ¡Gusaoos de seda! No. que se me escaparán... ¿Qué me compraré, .iué
reirán al oler lo bien que huelo... Me compraré, me compraré... ¡Estainpitas!...
Cejará de hacer u n a cosa.—8: Trabajome compraré ¡Colonia!... No, que los monos del barrio san muy brutos y se
sas.
No, que tengo muchas. ¡Ah, ya sé! Una caja de betún... No, no, porque yo les
zapatos sólo me los pongo los domingos y casi todos llueve, sería tirar el dinero...
Verticales: 1: Preposición propia. Al
¡Me compraré ua helado! No, que me dolerá la tripa... ¡Un. cara.xelo! No, q u e
¡me dolerán las muelas. ¡Cohetes! ¡Me voy a comprar cohetes! No, que me quemaré revés, río de Italia.—2: Pronombre personal. Quiera.—3: Adverbio de lugan,
los dedos ¡Ah! Ya sé lo q u e me voy a comprar; ¡castañas! Castañas asadas, q u e
dan muchas...
Próximo.—4: Ser que vive a expersas
Cuando ya estaba decidido, después de tanta indecisión, echó a correr por el
de otro.—5: Metal amarillo muy dúctil
bosque, y saltando de rama en rama se dirigía a la calle de los castaños cuerdos,
Licor.—6: Artículo determi-ado neutra
donde la caegura castañera tenía su puesto.
En. el camino se encontró debajo de una palmera con un niño descalzo. Era, Altar.—7: Preposición propia. Campeón,
poco mas o menos, como é! de alto, pero más rubio. El niño escondía su cuerpo
delgado y blanco en. un traje muy viejo y cou sus pies desnudos chapoteaba sobre
un charco.
•sv 'V 'L—'H-W 'oq ¡9
•—¿Cómo vas descalzo?—le preguntó el mono,
•SI-JV 'OJO :e—-oiiSBjBd! :*•—'uuv
'çov -t
llenarás de heridas. Debías llevar zapatos.
—-arav 'iw 'Z—'do 'V : 1 :saiBDHHA
—Sí. pero yo soy un mono, y t ú . t o . Mis pies están hechos para poder ir des•SBSoaad :8—"ÇJUluiO
calzo, y los tuyos, no. Tú eres un niño y no sabes correr por las piedras, ni por
:¿—"Bntjy :9—"8sy : Q — ' v : í—'OJV : |
las espinas, .ni por el troteo de los árboles, y si lo intentas te harás p u p a y te
—-O-TBOT. '-z—"etocleuiv : i :saiviiio7.uoH
llenarás de heridas. Debías de llevar zapatos.
vïWHoiorrao i v NOIOITIOS
—Mira, mono; ya t e he dicho que soy pobre. Mi padre sólo es leñador; hemos
venido desde muy ¡ejos a cortar árboles;
cuando me canso mi padre me lleva a
hombros, pero tengo mucho miedo de
los elefantes...
CUADRO DE H O N O R
—¡Huy, de los elefantes! s i no hacen
oada, son muy buenos y pacíficos, nunMES DE MAYO
ca tienen gana de r a d a . Si me dijeras
de los cocodrilos, ésos ya son otra cosa...
Angelina Mata, once años. Loma
Nuri
Matjos,
trece
años,
Alcarraz
Pero yo no quiero que vayas descalzo;
de Castrejón (Falencia).
(Lérida).
te voy a dar este dinero que tengo para
Conchita Lagares, Lora del Río
Carmen Dacosta, once años, Aldànque te compres unas zapatillas.
Cangas (Pontevedra).
(Sevilla).
—Gracias, mono. Me acordaré siempre
Emilia Jiménez, once años, MalparJosefa Carrlente, doce años. Ayade ti.
tida de Cáceres (Cáceres).
monte (Huelva).
Y el niño cogió de la peluda mano del
Bienvenida Lorenzo, Moraleja (CáConsuelo Jiménez Pérez, trece años,
animal Ja moneda de diez céntimos, le
ceres).
Ayerbe (Huesca).
flió un beso al moro y salió corriendo
Josefina Martín, once años, Solaentre los árboles muy contento; pero
Miguel Lozano, trece años, Casas
na de Béjar (Avila).
se le iban saltando las lágrimas.
Bajas (Valencia).
Muría Bonet, doce años, Palou,Teodoro Inuga Orive, trece años, Granollers (Barcelona).
Castresana de Losa (Burgos).
Celina Ruiz García, nueve años,
Josefa Galán, diez años. El Bercial Pechón (Santander).
El mono Quico llegó a su casa, situa(Getafe. Madrid).
Luisa Dómine, Pino de Valencia
da en la cepa de un árbol muy ajto. No
Carmencita Arcier, ocho años, Elda
(Cáceres).
funcionaba el ascensor y tuvo que su(Alicante).
Enedina Yela, trece años, Pisón, de
bir andar do.
Isabel María Pérez. Puig, Esparra- Castrejón ( Valer cia).
—No me compré cada. «Lo eché en la
guera (Barcelona).
Francisco Roig, doce años, Sa»
hucha».
Miguel Ari<as, trece años, Ferreras Acilso de Vallalta (Barcelona).
La mona madre, que había visto la
de Arriba (Zamora).
Jo^é
Rocosa, once años, San Acilescena anterior, le felicitó:
J u a n Francisco Redondo, once so de Vallalta (Barcelona).
—Sí. m o r o mío, sí: dar limosna es
Lorenzo García, trece años, Sao
años, Garciaz (Cáceres).
echar el dinero oue damos en u n a «huJerónima Cantos, doce años, Hles- Justo ¡Desvern (Barcelora).
cha»; lo que sp da no se pierde.
María Luisa López, Soto Pajares,
cas (Toledo).
Entonces se dieron cuenta sus padres
Vaciamadrid (Madrid).
Estrella Gómez, doce años, Llodio
de que el mono Quico era un mono taDolores Casbas, once años, Torre(Álava).
bio.
Manuela R a m o s Vázquez, doce gosa (Lérida).
Nuestro Qu'co llegó a ser rev de la selConcepción Tereso, doce años, Toaños, Narón, El Ferrol (La Oorufia).
va v todos los animales lt auerí".n, hasSanti Aliaga, nueve años, La Al- rregutiérrez (Segovia).
ta los tigres y los cocodrilos le adoraban.
José Ríos Alonso, doce años, Ucieberca (Murcia).
Juanita Muñoz, once años, La Al- da (Santander).
Y colorín colorado,
Fe Prieto Re.v, Valdevimbre (León).
marcha (Cuenca).
el cuento del m o r o Quico
Andrés Galofre, Villarrodona (TaMagdalena Martín, once años, La
se h a acabado.
rrago"
a).
Serna (Madrid).
Lorenza Porras, diez años, VillaverDionisio Martín, siete años. Las Nade Peñahorada (Burgos).
vas del Marqués (Avila).
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