El Derecho a ser Italiano Autor: Luis Buonanno Restino. (Profesional venezolano/italiano) Hijo de inmigrantes. Abogado. Gestor y consultor de la comunidad ítalovenezolana residente en Caracas. Italia y Venezuela han sido dos países unidos a través de fuertes y múltiples lazos a lo largo de casi los últimos 200 años que constituyen la vida Republicana de Venezuela. Breve Historia migratoria ítalo-venezolana La migración italiana en Venezuela ha sucedido por oleadas. Como lo señala Vannini: “no existen listas, censos, ni estadísticas acerca de la entrada al país de extranjeros hasta 1831” 1, cuando se creó la primera Ley de Inmigración venezolana. La primera oleada fuerte de italianos en Venezuela sucedió bajo el ordenamiento de la República que se realizó en el Gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Embarcados mayormente desde Belluno y otras partes del norte de Italia, muchos italianos se establecieron en la colonia de Araira; hoy Guatire, estado Miranda. Una segunda oleada sucedió poco después, en 1880, cuando provenientes de la Isla de Elba, muchos italianos entraron por el puerto de Maracaibo y descendieron hacia el sur hasta instalarse en el estado Trujilllo y la zona de los Andes. Sobre este período, Guadalupe Burelli nos afirma: “(el renacimiento italiano) …motivó el que muchas familias, sobretodo garibaldinas, se vinieran a Venezuela y se instalaran mayoritariamente en la zona de los Andes”. (2) La tercera oleada es la más importante. Debido a la destrucción y miseria que dejó la II Guerra Mundial, muchos italianos del centro y sur aprovecharon una política de puertas abiertas frente a la inmigración, que 1 Vannini de Gerilewicz, Marisa. Italia y los italianos en la historia y en la cultura de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca Central de Venezuela. Caracas. 1980. Pág. 502. instauró Marcos Pérez Jiménez. Entre 1946 y 1958 entraron 20 mil italianos al país. ¿Puedo ejercer el Derecho a ser italiano? El derecho a ser italianos como sabemos lo tienen los hijos y demás descendientes en línea recta de todo ciudadano italiano emigrado en el exterior. En el caso de Venezuela, dicho derecho no fue formalmente reconocido hasta el año de 1999, se reconoce la doble nacionalidad para venezolanos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ésta se podrá ejercer en los siguientes casos: 1) Por nacimiento o sangre: todos los hijos de padres italianos, e hijos de madres italianas que hayan nacido después del 1/1/1948; 2) Por matrimonio: se les brinda a los cónyuges de ciudadanos italianos, 6 meses después de casados (si residen en Italia) o 3 años después de casados (si residen en el extranjero); 3) Por prestar servicio militar: apátridas, extranjeros y refugiados pueden optar a la ciudadanía prestando el servicio militar en Italia; 4) Por minoría de edad: siempre que el progenitor demuestre la convivencia, los hijos menores de edad de quien adquiere o readquiere la nacionalidad son considerados italianos; 5) Por readquisición: el naturalizado venezolano antes del 16/08/1992, fijando residencia legal en Italia y participándole al municipio su voluntad de volver a obtener la nacionalidad Italiana; y 6) Por mantenimiento: quién luego de 16/08/1992 tenga una segunda nacionalidad conserva la Italiana. Hay un primer grupo de italianos constituido por las primeras generaciones, hijos de los emigrantes de post-guerra que nacieron aquí y obtuvieron la nacionalidad por línea materna o paterna antes y después de 1999. Habría un segundo grupo de italianos, mucho menos numeroso (quizás algo dormido) que adquiere la nacionalidad por reconstrucción. Y podríamos nombrar un tercer grupo, el del inmigrante o el hijo nacionalizado de primera generación, que le brinda la nacionalidad a su hijo recién nacido. Este último grupo está conformado por jóvenes activos y profesionales que, al comenzar su nueva familia, ven en la nacionalidad italiana un “seguro de vida” para su descendencia. Existen también algunos comentarios o estudios donde se ve el derecho o petición de la doble nacionalidad o ser “europeo “como algo “chic”, de moda o esnobismo, un pasaporte para los latinoamericanos llegar o visitar Miami o Estados Unidos sin “visa”, un sueño de muchos, salir del país de superarse, por lo cual teniendo este “pasaporte europeo” la situación se hace mas “cómoda”. Por la experiencia que he tenido como abogado asesor de la comunidad italiana residente en Venezuela desde hace más de 16 años, la mayoría en el caso de Venezuela buscan emigrar o salir más los hijos y nietos de italianos que los propios emigrantes italianos, quienes ya con 40 o 50 años radicados y afincados en este país desisten de volver a iniciar la emigración o el “retorno” a estas alturas de la vida y a la vez enfrentar la pregunta: ¿hiciste la América?; por lo cual los jóvenes si se deciden a tramitar su nacionalidad y los destinos que eligen casi nunca coinciden con Italia, podemos afirmar en la práctica, que en los últimos años los destinos preferidos de los ítalo-venezolanos han sido: Miami, Panamá, Costa Rica, España, Canadá y Bogotá; entre otros. Uno de los mayores problemas que atraviesa aquel venezolano que aspira a ser italiano, sobretodo quien reconstruye expedientes desde los abuelos o antes, es la propia infraestructura de los Registros civiles venezolanos. La mala conservación de los documentos en los Registros Principales y municipales de cada estado, problematizan el proceso burocrático del aspirante a la nacionalidad, esto ha conllevado a que el estado venezolano a través del órgano legislativo ha promulgado leyes como la Ley Orgánica de Registro Civil en vigencia desde hace 2 años en la cual se hace más rápido y practico la reconstrucción, inserción y rectificación de actos del estado civil, sin necesidad de juicio ante vía judicial. Otra causa de retardo o rechazo de las reconstrucciones de ciudadanía italiana en Venezuela es la prueba, registro o certificación de datos filiatorios a los fines de probar si en realidad el inmigrante se mantuvo con la nacionalidad italiana a la fecha que nació el hijo de donde se va a tomar la ciudadanía o este se pudo haber naturalizado, aquí esta a veces la traba por la falta de censos realizados o publicados, las fallas en las matriculas de extranjeros, la falta de centralización de un registro de extranjeros o de naturalizados. La psicología del inmigrante En muchos textos sobre la inmigración italiana a Venezuela se mencionan muchas coincidencias en el carácter que facilitaron la migración; una lúcida enumeración de estos puntos en común nos la provee Vannini: “el gusto por la broma, por la tomadera de pelo, el carácter despreocupado, la espontaneidad de los sentimientos, … las mujeres y los niños, la afición a la música y al baile, la adaptabilidad a los climas y circunstancias, ….” 2. Otro asunto importante y objeto de varios estudios a nivel internacional es lo injusto y discriminatorio de la limitación que tienen los hijos de ciudadanas italianas que se hayan casado con ciudadanos extranjeros y hayan tenido sus hijos antes del 1º de enero de 1948, estos hijos quedan fuera del derecho a pedir la ciudadanía italiana “ius sangunis”. Ley injusta y discriminatoria, sin duda alguna. Cabe mencionar en este articulo y así lo ha sostenido la comunidad italoveenzolana residente en Caracas que el Consulado General de Italia en Caracas, contrario a lo que antes realizaban; en los últimos años se ha modernizado e igualmente han cambiado la atención y la percepción que tenían de los italianos que acudían a sus oficinas buscando orientación o solicitando la “cittadinanza”, a la tercera edad y a los casos de asistencia social; han mejorado la atención, eliminaron las largas citas y dan respuesta rápida, amable y oportuna a la mayoría de los casos, además que se han convencido que la comunidad italiana y sus descendientes no son ciudadanos de tercera categoría sino una comunidad organizada y altamente preparada y profesionalizada que sabe exigir sus derechos. Otros puntos integrados a aunados por los inmigrantes italianos a la mayoría de los países donde emigran y así paso en Venezuela es presentar e integrar parte de su país: el idioma, la gastronomía, la escuela italiana, el asociacionismo, la religión y los diarios o revistas, todo ello ha ido integrando a la comunidad italiana desde años a la realidad del país que habitan. No cabe duda que los italianos y sus descendientes en el exterior tenemos un reto. Un reto que sería mucho más sencillo si la memoria de la Historia prevaleciese. (El autor agradece en la redacción del artículo la colaboración del joven periodista y poeta Francisco Catalano Brito, italo-venezolano, residente en Caracas).- 2 Vannini de Gerulewicz, Marisa. Italia y los italianos en la historia y en la cultura de Venezuela. Ediciones de la Biblioteca Central de Venezuela. Caracas. 1980. Pág. 529. * Para estos casos existe la posibilidad de un juicio en Italia en el cual la oficina TRADULEC del Dr. Buonanno puede brindar la asesoría y representación.
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