Cómo medir emociones y pensamientos en los estudios - Aedemo

Cómo medir emociones y pensamientos
en los estudios sobre el comportamiento
de los consumidores1
Por Inés López López, Salvador Ruiz de Maya y María Sicilia Piñero
Dpto. de Comercialización e Investigación de Mercados.
Universidad de Murcia.
A pesar de que la literatura ha puesto de relieve la importancia de las emociones en el comportamiento del consumidor, las
herramientas propuestas hasta ahora para su medición han resultado inadecuadas e incompletas. En este trabajo proponemos
una metodología alternativa para medir las respuestas emocionales que se producen en el individuo cuando está expuesto a
un estímulo publicitario. Tomaremos como punto de referencia la metodología desarrollada para medir los pensamientos pero
adaptada a las características de la dimensiónn afectiva. En el estudio empírico realizado se emplea esta metodología en el
entorno online, midiendo tanto las respuestas emocionales del individuo como las cognitivas. Además, examinamos la influencia
del conocimiento del producto y la experiencia en Internet en la generación de estas respuestas. Las implicaciones de nuestros
resultados para la gestión son inmediatas, pues permitirán una evaluación más adecuada de las actividades de comunicación a
través del sitio web y una mejor comprensión de los elementos que han contribuido al éxito o fracaso de una determinada acción.
Palabras clave: Emociones, medición, pensamientos, online.
Although literature has shown how important emotions are in consumer behavior, the tools proposed for their measurement are
both unsuitable and incomplete. In this paper, we propose an alternative methodology to measure the emotional responses that
come to consumer’s mind while (s)he is exposed to a certain stimuli. We present an empirical study in the online environment
where we assess not only the emotional responses but also the cognitive ones. In addition, we test the influence of product
knowledge and Internet experience on responses elicitation.Practical implications from our results are immediate, since managers
will be able to better evaluate their communication activities on their website as well as the causes of their successes or failures.
Key words: Emotions, measurement, thoughts, online.
I. INTRODUCCIÓN
E
l conocimiento por parte de los
responsables de marketing del
tipo de respuestas que genera
el consumidor mientras es sometido a
un estímulo comercial es de primordial
importancia a la hora de valorar el
desempeño de las actividades de comunicación emprendidas e identificar
qué factores han contribuido a su éxito
o fracaso.
Los estudios sobre el comportamiento del consumidor planteados
hasta el momento acusan una fuerte
1) Esta investigación ha sido financiada con
cargo al proyecto SEJ2005-09358-ECON del
Plan Nacional de de Investigación Científica,
Desarrollo e Innovación del Ministerio de
Ciencia y Tecnología y fondos FEDER.
influencia de los planteamientos
de carácter cognitivo (Allen et al.
2005). Esto ha provocado que la
dimensión afectiva haya pasado a
ocupar un segundo plano, de modo
que tradicionalmente los aspectos
racionales han prevalecido sobre los
emocionales. No obstante, existen
numerosos trabajos que ponen en
evidencia la importancia del rol que
desempeña el afecto en la conducta de los consumidores (Agarwal y
Malhotra, 2005; Allen et al., 2005;
B atra y H olbrook , 1990; B urke y
Edell, 1989).
Una de las posibles razones por las
que las emociones han sido apartadas de los modelos convencionales es
la dificultad asociada a su medición.
A pesar de que distintas escalas han
Investigación y Marketing - Nº 94
67
sido desarrolladas y utilizadas para
recoger la información de naturaleza
afectiva (Machleit y Eroglu, 2000;
E dell y B urke , 1987; M ehrabian y
Russell, 1974), ninguna de ellas se
ha consolidado como una adecuada escala de medición para este
concepto. El objetivo de la presente
investigación es plantear una metodología para la medición y evaluación
de las emociones. Una metodología
alternativa que permita medir dichas
emociones con un procedimiento
similar al de los pensamientos,
favoreciendo así la medición y el
análisis simultáneo de pensamientos
(cogniciones) y emociones en el
procesamiento de los estímulos de
marketing. La estructura del trabajo
es la siguiente. En primer lugar, analizamos la importancia de las emo-
Cómo medir emociones y pensamientos en los estudios
sobre el comportamiento de los consumidores
ciones en la conducta del individuo.
A continuación, planteamos el papel
que desempeñan tanto las emociones
como las cogniciones en los procesos
de comunicación. Posteriormente,
proponemos una metodología para
medir las emociones y la aplicamos
a un estudio empírico desarrollado a
tal efecto. Para finalizar, discutimos
los resultados y presentamos las principales conclusiones.
II. LA IMPORTANCIA DE MEDIR
LAS EMOCIONES Y LOS
PENSAMIENTOS DE LOS
CONSUMIDORES
Antes de justificar la importancia de
las emociones en el comportamiento
del consumidor, resulta necesario
hacer referencia a la confusión terminológica que gira en torno a este
tema. La literatura no ha alcanzado
consenso respecto al contenido de las
variables y términos más apropiados
en el campo del afecto (E revelles ,
1998). En unos estudios se considera
que afecto, emociones y sentimientos
pueden ser utilizados como sinónimos
(Agarwal y Malhotra, 2005; Edell y
Burke, 1987) mientras que en otros se
presentan como conceptos distintos
(Allen et al. 2005; Pham et al. 2001;
Coulter, 1998).
Afecto es un estado de sentimientos
y emociones de signo positivo y/o
negativo (Erevelles, 1998; Cohen y
Areni, 1991). Las emociones se definen como respuestas provocadas por
un estímulo, generalmente intensas y
duraderas, especialmente cuando
queda el recuerdo de emociones
pasadas que han sido almacenadas
en la memoria y recuperadas en el
momento de la exposición (Cohen y
Areni, 1991). Por otra parte, los sentimientos son respuestas generadas
por un estímulo pero menos intensas
y más efímeras que las emociones
(Agarwal y Malhotra, 2005). Con
carácter general, hablaremos de
respuestas emocionales o emociones, pues son la vía para medir el
afecto como estado del individuo,
para englobar a ambos.
La medición de las emociones puede
revelar una valiosa información,
pero encontrar las vías y los medios
adecuados que permitan incorporar
la experiencia emocional en la investigación sobre el consumidor y el
mercado ha constituido un continuo
reto no siempre acometido con éxito
(Allen et al. 2005). Así, a pesar de
que con frecuencia se ha recurrido
a alusiones de naturaleza emocional
en publicidad (Allen et al. 2002) y
de que en algunos trabajos se ha
encontrado una influencia dominante de las respuestas emocionales
frente a las cognitivas (Batra y Holbrook , 1990), el enfoque racional
ha prevalecido en la literatura, aún
a riesgo de no disponer de toda
la información relevante sobre el
consumidor a la hora de tomar
decisiones.
Encontramos en la literatura investigaciones en las que se ha intentado
medir u operacionalizar la componente afectiva del comportamiento,
es decir, las respuestas emocionales.
Edell y Burke (1987) desarrollaron
una escala integrada por 56 sentimientos con esta finalidad. En este
estudio y en otro posterior (Burke y
Edell, 1989), las autoras pusieron de
relieve la importancia del papel que
desempeñan los sentimientos en la
eficacia de la publicidad y, en consecuencia, la necesidad de medirlos.
Recientemente, Agarwal y Malhotra
(2005) se han apoyado en esta escala para medir el afecto. El estudio
de Aaker (1996) también apuesta
por una mayor consideración de
la experiencia emocional a fin de
entender mejor las motivaciones de
los consumidores.
Varios trabajos han puesto de
manifiesto la importancia de las
emociones en el comportamiento del
consumidor. K empf y S mith (1998)
demostraron que las emociones pueden influir significativamente sobre
variables tan relevantes en el estu-
Cómo medir emociones y pensamientos en los estudios
sobre el comportamiento de los consumidores
68
dio del consumidor como la actitud
hacia el anuncio y hacia la marca.
Asimismo, Allen et al. (2005), que
piden una mayor presencia de las
emociones en los modelos que explican el comportamiento del consumidor, han realizado un estudio
donde se pone de manifiesto que
la información emocional puede
servir como antecedente independiente de la actitud. En su trabajo
demuestran que la introducción de la
componente emocional incrementa
el porcentaje de varianza explicada
respecto al caso en que sólo se computa el procesamiento cognitivo. En
esa misma línea, Hoyer y MacInnis
(2004) afirman que las reacciones
emocionales, con independencia de
la estructura cognitiva, constituyen
una vía consistente para generar
actitudes favorables, duraderas y
resistentes al cambio. En un estudio
posterior, Fiore et al. (2005) demuestran que el placer emocional derivado de la exposición a una imagen
interactiva predice la actitud hacia
el establecimiento on-line.
La implicación más inmediata de
estos resultados es que las emociones
generadas complementan la elaboración cognitiva llevada a cabo por el
sujeto. Por tanto, si la investigación
en el ámbito del comportamiento del
consumidor queda restringida a los
procesos cognitivos y se ignora el papel que juegan las emociones, habrá
dificultades a la hora de comprender
y explicar determinadas conductas,
dado que la información que suministran las variables de naturaleza emocional es única en la predicción del
comportamiento (Allen et al. 2002;
Erevelles, 1998). Un ejemplo reciente
de reclamo emocional en publicidad
es el nuevo anuncio de las fuerzas
armadas orientado al reclutamiento
de mujeres. En él se muestra a un niño
dibujando a su madre con el uniforme
del ejército. El estímulo trata de influir
sobre las actitudes del individuo a
través de la vía afectiva.
En cuanto a los pensamientos que
despierta en un individuo un estímu-
Investigación y Marketing - Nº 94
lo, la literatura ha analizado la influencia de las respuestas cognitivas
en el comportamiento del consumidor (Sicilia et al. 2005; Homer, 1990;
MacKenzie et al. 1986). Este tipo de
análisis proviene del ámbito de la
psicología (Meyers-Levy y Malaviya,
1999). El procesamiento cognitivo
está íntimamente relacionado con el
proceso de elaboración de la información y se define como el grado
en que los consumidores concentran
su atención y sus recursos cognitivos
(piensan) para comprender y elaborar la información de un estímulo
(MacInnis y Jaworski, 1989).
Las teorías sobre la persuasión publicitaria plantean la existencia de
ciertas actividades cognitivas como
mediadoras entre la transmisión
del mensaje y los cambios de comportamiento provocados por dicho
mensaje (Wright, 1980). Por ello,
cuando se evalúa la persuasión de
los anuncios, se suelen utilizar las
respuestas cognitivas del individuo,
que se definen como cualquier
pensamiento que surge durante el
proceso de elaboración, ya sea
mientras se relaciona el contenido
del mensaje con el de otros mensajes
o con el conocimiento previo almacenado en la memoria (Meyers-Levy y
Malaviya 1999). La persuasión ocurre
cuando el número de respuestas
favorables supera al de respuestas
desfavorables.
III. MEDICIÓN DE LAS
EMOCIONES
Como ya se ha indicado, uno de los
puntos más conflictivos que rodea
a las emociones es su medición. La
propuesta más común cuando los investigadores han tratado de resolver
este problema ha sido el desarrollo
de escalas con un número variable
de ítems. Con ellas se pretende
captar toda la información de origen
emocional o afectivo que siente el
individuo. Algunas de las escalas
más conocidas son la propuesta por
Burke y Edell (1987), la escala de
Larsen (1984), que mide la fuerza o
intensidad con la que los individuos
experimentan sus emociones, y el
modelo PAD (pleasure, arousal and
dominance) propuesto por Mehrabian
y Russell (1974), en el que sugieren
la existencia de sólo tres respuestas
emocionales. Sin embargo, estas
escalas no logran recoger toda la
información emocional de los indivi-
La implicación de las respuestas cognitivas en los procesos de persuasión
del individuo ha sido demostrada
en multitud de estudios (H omer ,
1990; MacKenzie et al. 1986). Sin
embargo, aún no se ha producido
la incorporación de las respuestas
emocionales en los procesos de
comunicación. Dado que en la
mente del consumidor se producen
respuestas no sólo cognitivas sino
también emocionales, proponemos
en este trabajo la medición simultánea de ambas a fin de disponer de
toda la información relevante para
entender la toma de decisiones del
consumidor.
Investigación y Marketing - Nº 94
duos. Además, presentan una debilidad adicional, ya que se fuerza a
los individuos a completar una serie
de posibles emociones que quizá
no habrían mencionado en caso
de dejarles libertad en la respuesta
(Agarwal y Malhotra, 2005).
Dadas estas circunstancias, planteamos un procedimiento alternativo
para obtener con mayor precisión las
respuestas emocionales que llegan a
la mente del consumidor mientras es
expuesto a un estímulo. El protocolo
consiste en pedir al individuo que
escriba todos los sentimientos y
emociones que haya experimentado
durante la recepción del estímulo.
Se le facilita una breve introducción
para que comprenda qué tipo de
respuestas se le está requiriendo y, a
continuación, se le ofrece un recuadro donde puede escribir todas sus
reacciones emocionales respecto al
anuncio o al producto, tal como se
indica a continuación.
Nos gustaría saber cómo se ha sentido mientras se le presentaba el anuncio, es decir, qué
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS ha experimentado. Estamos interesados en sus reacciones
al anuncio, no en una descripción del mismo. Escriba todas las sensaciones emocionales
que ha tenido mientras estaba expuesto al anuncio.
1.
Sobre la información contenida en el anuncio
2.
Sobre el anuncio
69
Cómo medir emociones y pensamientos en los estudios
sobre el comportamiento de los consumidores
Este protocolo es muy similar al tradicionalmente utilizado para medir las
cogniciones o respuestas cognitivas
(Sicilia et al. 2005; MacKenzie et al.
1986), que se conoce como “enumeración de pensamientos”. El equivalente en este caso sería “enumeración
de sentimientos y emociones”.
Una vez que se dispone de todas
las contestaciones de los individuos,
tiene lugar la fase de codificación y
clasificación. Atendiendo a las recomendaciones que Rose et al. (1990)
hacen para el caso de los pensamientos, tres jueces independientes
ajenos al estudio han de llevar a
cabo esta etapa. Los dos primeros se
encargan de clasificar las respuestas
emocionales en favorables, desfavorables y neutras. El tercer juez resuelve las discrepancias surgidas entre
los dos anteriores. Para calcular la
persuasión emocional del estímulo,
se deberían calcular las respuestas
netas para cada individuo detrayendo del número de respuestas
favorables el número de respuestas
desfavorables, de forma análoga al
procedimiento habitual en el ámbito
de los pensamientos (Karson y Fisher,
2005; Sicilia et al. 2005; Campbell y
Keller, 2003; Haugtvedt y Wegener,
1994; Rose et al. 1990; MacKenzie
et al. 1986).
IV. ESTUDIO EMPÍRICO
Con el objetivo de comprobar el
adecuado desempeño de nuestra propuesta metodológica, realizamos un
estudio en el que medimos el número
de respuestas emocionales y cognitivas resultantes de la exposición de los
individuos a un sitio web real. Aunque
la metodología se ha descrito para
los anuncios, Hwang et al. (2003) y
Sheehan y Doherty (2001) establecen
que un sitio web puede ser considerado como una forma de publicidad,
similar a un anuncio impreso o de
televisión, puesto que el mensaje y
el contenido están bajo el control de
la empresa anunciante. De ahí que
podamos aplicar la medida propuesta
al entorno virtual.
Para recoger los datos se siguió el
muestreo de conveniencia y la participación de los sujetos fue voluntaria.
Elegimos una muestra de estudiantes
universitarios por su conocimiento del
medio Internet y por constituir una
muestra homogénea, característica
bien valorada en los estudios de
publicidad (Coyle y Gould, 2002).
Además, este tipo de muestra ha sido
utilizada en estudios recientes como el
de Sicilia et al. (2005) y Briñol et al.
(2004). En total se recogieron 150
cuestionarios válidos.
El medio Internet fue seleccionado por
el rápido crecimiento que ha experimentado en los últimos años y por
constituir en la actualidad uno de los
medios de comunicación interactivos
más importantes para la empresa (Sicilia et al. 2005; Hwang et al. 2003).
El tipo de servicio utilizado en este
estudio es la reserva de viajes online
por su adecuación tanto a la muestra
como al medio. Utilizamos un sitio
web real, www.viajar.com para evitar
la distorsión en el comportamiento que
podría ocasionar un sitio web ficticio.
La ficha técnica del estudio se muestra
en el Cuadro 1.
A su llegada al laboratorio, se entregó
un cuestionario a los individuos y se
les informó acerca del procedimiento a seguir. En primer lugar, se les
plantearon preguntas sobre su nivel
de experiencia con el medio Internet
(Novak et al. 2000), así como su
grado de conocimiento sobre las re-
servas de viajes (Smith y Park, 1992),
pues entendíamos que estos factores
podrían afectar a la generación de
pensamientos y emociones. A continuación, se indicó a los participantes
que navegaran por el sitio web www.
viajar.com durante unos minutos, con
el objetivo de reservar un viaje a
Londres para el último fin de semana
del mes en curso. Tras la exposición,
los estudiantes escribieron todos los
pensamientos que habían tenido cuando estaban navegando por el sitio.
Asimismo, dieron cuenta de todos los
sentimientos y emociones que habían
experimentado durante la exposición.
En concreto, los individuos disponían
de 4 recuadros en los que tenían que
escribir sus pensamientos y emociones
hacia el sitio web y hacia el producto.
El cuestionario se completó aproximadamente en 15 minutos.
Tres jueces independientes codificaron las respuestas según el sistema
anteriormente expuesto. En el caso
de las emociones se suministró a los
jueces la escala propuesta por Burke
y Edell (1989), a fin de facilitar la
codificación de las respuestas. No
obstante, se les indicó que cualquier
emoción distinta a las recogidas por
la escala también debía ser computada. Cada respuesta, cognitiva
o emocional, sobre el producto o
sobre el sitio web, fue catalogada
como favorable, desfavorable o
neutra. A partir de esa clasificación
se obtuvieron las respuestas netas
como diferencia entre el número de
pensamientos/emociones favorables
y el número de pensamientos/emociones desfavorables. Las respuestas
Cuadro 1: Ficha Técnica
FICHA TÉCNICA DEL ESTUDIO
Tamaño muestral
150
Fecha recogida datos
abril-mayo 2005
Método de selección
Muestreo de conveniencia
Rango de edad
19 - 26
Sexo
46% hombres
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sobre el comportamiento de los consumidores
70
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neutras (no se pueden considerar
como favorables pero tampoco como
desfavorables, ejemplo: “No está en
mis planes realizar un viaje”, “me resulta indiferente el diseño de la web”,
“No he sentido ninguna emoción”) no
fueron consideradas en el cómputo de
las respuestas netas.
Algunos de los pensamientos que
escribieron los individuos son: “Me
gustaría que hubiese fotos más grandes”, “La información me parece
completa y suficiente”, “El diseño es
ordenado y facilita el acceso a la
información”. Por lo que a emociones
respecta, algunos ejemplos son: “Me
sentía insegura puesto que no sabía si
estaba haciendo lo adecuado”, “Me
sentía un poco perdido”, “Bastante
satisfecho”.
En total, considerando las respuestas
favorables, desfavorables y neutras,
se registraron 749 respuestas cognitivas y 408 respuestas emocionales.
En el Cuadro 2 se muestra la media
de pensamientos y emociones individuales obtenidos respecto al sitio
web y respecto al producto. Los
valores se presentan en términos
totales, como suma de las respuestas
favorables, desfavorables y neutras,
y en términos netos, como diferencia
entre favorables y desfavorables.
Las respuestas netas constituyen
una aproximación al nivel de persuasión cognitiva y emocional del
individuo, es decir, indican en qué
medida cada uno de los estímulos,
sitio web y producto, han tenido
la capacidad de convencer al
consumidor y generar en él más
pensamientos/emociones favorables
que desfavorables. Así, en todos
los casos, los índices de persuasión
(respuestas netas) son positivos y
se mantienen en niveles similares,
con la excepción de las emociones
evocadas por el producto, que se
sitúan sensiblemente por debajo del
resto. Este resultado tiene sentido si
tenemos en cuenta que es más fácil
lograr que un anuncio (sitio web)
suscite emociones que un producto,
hecho especialmente relevante en
nuestro caso, donde el producto no
va a ser disfrutado por el individuo
hasta un momento posterior. Asimismo, hemos de destacar que las
respuestas tanto emocionales como
cognitivas suscitadas por el sitio web
siempre superan a las generadas
por el producto y que, en media, el
número de respuestas cognitivas es
mayor que el número de respuestas
emocionales, tanto para el sitio web
como para el producto.
Por otra parte, en el Cuadro 3
se muestran los resultados de los
contrastes t para muestras independientes en los que se relacionan las
respuestas cognitivas y emocionales
con las variables experiencia con
Internet y conocimiento del producto.
En nuestro caso, la reserva de viajes
Cuadro 2: Análisis
online, se ha dividido la muestra siguiendo el método de la mediana y
se han obtenido resultados estadísticamente significativos. Los resultados
muestran que cuanto más saben los
individuos acerca del producto, más
pensamientos totales hacia el sitio
web y hacia el producto generan.
Asimismo, una mayor experiencia
con el medio Internet hace que
experimenten un mayor número de
emociones totales hacia el sitio web
y que desarrollen más pensamientos
hacia el producto. No obstante, en
ningún caso se han encontrado diferencias significativas para estas variables en las respuestas netas. Este
resultado indica que estas variables
no afectan a la persuasión aunque
sí a la cantidad de elaboración
cognitiva y/o emocional.
de las respuestas cognitivas y emocionales hacia el sitio web y
hacia el producto por individuo.
Valores
PENSAMIENTOS
EMOCIONES
Sitio Web
Producto
Sitio web
Producto
1,4
0,75
0,13
1,35
0,57
0,24
1,03
0,37
0,02
0,64
0,27
0,11
2,28
2,17
1,43
1,02
0,65
0,78
0,66
0,37
Favorables
Desfavorables
Neutros
TOTALES
Netos
Cuadro 3: Influencia
medios
del conocimiento del producto y la experiencia en internet
Conoc.
Producto
Media
t (p)
Pensamientos totales hacia el sitio web
NO
SÍ
2,06
2,48
2,22
(0,03)
Pensamientos netos hacia el sitio web
NO
SÍ
0,77
0,54
0,88
(0,38)
Emociones totales hacia el sitio web
NO
SÍ
1,39
1,46
0,37
(0,71)
Emociones netas hacia el sitio web
NO
SÍ
0,66
0,65
0,08
(0,93)
Pensamientos totales hacia el producto
NO
SÍ
1,93
2,38
2,59
(0,01)
Pensamientos netos hacia el producto
NO
SÍ
0,75
0,81
0,27
(0,79)
Emociones totales hacia el producto
NO
SÍ
1,07
0,99
0,59
(0,56)
Emociones netas hacia el producto
NO
SÍ
0,34
0,39
0,31
(0,76)
Cómo medir emociones y pensamientos en los estudios
sobre el comportamiento de los consumidores
72
Investigación y Marketing - Nº 94
Cuadro 3: Influencia
del conocimiento del producto y la experiencia en internet
Experiencia
Internet
Media
t (p)
Pensamientos totales hacia el sitio web
NO
SÍ
2,14
2,42
1,47 (0,14)
Pensamientos netos hacia el sitio web
NO
SÍ
0,78
0,53
0,99 (0,32)
Emociones totales hacia el sitio web
NO
SÍ
1,23
1,62
2,41 (0,02)
Emociones netas hacia el sitio web
NO
SÍ
0,58
0,72
0,72 (0,47)
Pensamientos totales hacia el producto
NO
SÍ
1,88
2,45
3,32 (0,001)
Pensamientos netos hacia el producto
NO
SÍ
0,70
0,86
–0,65 (0,52)
Emociones totales hacia el producto
NO
SÍ
1,11
0,95
1,14 (0,26)
Emociones netas hacia el producto
NO
SÍ
0,42
0,36
0,60 (0,55)
V. CONCLUSIONES
El análisis del comportamiento del consumidor pasa por la consideración de
las respuestas tanto cognitivas como
emocionales para poder comprender
la conducta de los individuos en toda
su extensión. Obviar esta realidad
hace que no se disponga de toda la
información relevante para la toma de
decisiones. Por ello, en nuestro estudio
hemos recogido simultáneamente información sobre las respuestas cognitivas y emocionales que se producen en
el consumidor cuando está expuesto
a un estímulo publicitario.
De los resultados obtenidos hemos
de destacar, en primer lugar, que las
respuestas hacia el sitio web superan,
en media, a las respuestas generadas
por el producto tanto si se trata de
emociones como de pensamientos.
Así, en el entorno virtual, el individuo reacciona más ante el diseño,
la configuración y las características
del sitio web que ante la información
que en él se suministra. Esto puede
deberse a que, a pesar de su rápida
expansión, el medio virtual continúa
siendo novedoso para el consumidor,
especialmente cuando se propone
realizar algún tipo de operación a
través de él, por lo que le despiertan
más interés las imágenes, la combinación de colores y la mayor o menor
facilidad para acceder a la información que buscan, que la información
propiamente dicha.
Por otra parte, observamos que para
cada tipo de estímulo, sitio web o
servicio (reserva de viajes), las respuestas cognitivas o pensamientos
totales siempre superan, en términos
medios, el número de emociones. No
obstante, hemos de matizar este resultado, pues las diferencias son más
o menos sensibles según el estímulo
sea el sitio web o el producto. En el
primer caso, la diferencia es inferior
(2,28–1,43 = 0,85). Por esa mayor
atención o interés hacia los aspectos
relevantes del sitio web anteriormente
comentada, se manifiestan respuestas
tanto de naturaleza cognitiva como
emocional, pues ambas llegan a la
mente durante la exposición. Sin embargo, el Cuadro 1 muestra que la
media de emociones generadas por
el producto (1,02) es muy inferior a
la media de los pensamientos generados por el producto (2,17). Esta
diferencia puede deberse al hecho
de que la mayoría de las sensaciones,
emociones y sentimientos asociados
Investigación y Marketing - Nº 94
73
a los viajes se experimentarían en el
momento de disfrutar de ese viaje y
no durante la reserva. Es posible que
estos resultados fuesen distintos para
el sitio web de una cadena de hoteles
o el área turística de una ciudad. En
ambos casos el sitio web dispondrá de
fotos sobre los hoteles y los atractivos
turísticos de la ciudad que generarán
más emociones en el consumidor.
Respecto al efecto del conocimiento
del producto, hemos comprobado que
los individuos que más saben acerca
de reservas de viajes online generan
más pensamientos hacia el sitio web
y hacia el producto, es decir, desarrollan más respuestas cognitivas, lo que
implica, en última instancia, que los
individuos no se dejan llevar por las
sensaciones o emociones que pueda
transmitir cada uno de los estímulos
sino que reaccionan de modo más
racional, cognitivo y utilitario para
poder tomar una decisión más adecuada.
También resulta significativa la influencia de la experiencia en Internet sobre
las respuestas del consumidor. Así,
aquellos individuos que navegan con
más frecuencia generan más emociones hacia el sitio web, puesto que les
resulta ameno moverse por el entorno
online y, en consecuencia, sus emociones se ven ensalzadas. Además,
en este caso los consumidores más
experimentados registran un mayor
número de pensamientos totales hacia
el producto. Esto se debe a que cuanto
más cómodo se siente el sujeto en un
medio, más centra su atención en los
atributos del producto que le van a
permitir hacer una elección final más
adecuada.
La implicación para la gestión más
inmediata es que, dado que las
respuestas que llegan a la mente del
consumidor son tanto cognitivas como
emocionales, este resultado debe ser
tomado en consideración cuando la
empresa se plantea llevar a cabo
acciones de comunicación a través de
su sitio web. Es más, estos hallazgos
deben ser tenidos en cuenta cuando
Cómo medir emociones y pensamientos en los estudios
sobre el comportamiento de los consumidores
la empresa planifica el diseño de su
sitio web, pues ya no sólo debe estar
orientado a la generación de pensamientos sino que también ha de suscitar emociones para favorecer un nivel
de persuasión tanto cognitivo como
emocional positivo. A posteriori, medir
los pensamientos y las emociones permitirá a los responsables de marketing
realizar una evaluación más precisa
de los resultados de la eficacia de la
comunicación a través del sitio web,
así como determinar qué elementos
(imágenes, nivel de detalle de la información, facilidad de navegación por
el sitio,…) han propiciado el éxito o
fracaso de una determinada acción.
Este análisis les reportará claves para
hacer las modificaciones precisas en
su mensaje publicitario y conseguir
acciones más eficaces.
No obstante, a pesar del interés de
nuestros resultados, el presente trabajo no está exento de limitaciones.
En primer lugar, la muestra utilizada
representa a un colectivo restringido,
el de los universitarios, por lo que
la generalización de los resultados
puede no ser adecuada, máxime si
tenemos en cuenta que el hecho de
que su participación fuese voluntaria
puede introducir cierto grado de
sesgo en el estudio. No obstante,
para estudios en los que se evalúa la
eficacia de la publicidad, las muestras
homogéneas son buenas (Brown y
Stayman, 1992).
Referencias bibliográficas
Agarwal, J. y Malhotra, N.K. (2005), “An
Integrated Model of Attitude and Affect:
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Investigación y Marketing - Nº 94