Ayuda para niños con cáncer Otto Imsand vive con su familia en la capital peruana, Lima. En 1815.ch habla de "Aprendo Contigo", que apoya a los niños con cáncer. Claudia Imsand ha estado trabajando durante cinco años con esta organización. Además, se le pudo dar a la organización una serie de donaciones del pueblo del Alto Valais. "Los pacientes de cáncer deben de soportar y tener frecuentes estancias de largo plazo en el hospital. En el Perú, hay muy pocos hospitales que puedan tratar esta terrible enfermedad. Sólo existe uno especializado en Lima (INEN). Esto significa que los pacientes de provincias a menudo tienen que arreglárselas sin apoyo de sus familiares. Los días son muy solos y largos para aquellas personas que están sin sus familiares. Los adultos tal vez puedan distraerse solos, pero los niños tienen más problemas en distraerse. En el año 2000, algunas mujeres, quisieron apoyar en este sentido a los niños. Tomaron contacto con el hospital de cáncer en Lima y presentaron sus ideas. Éstas fueron aceptadas, y así nació Aprendo Contigo. Atención Educativa En primer lugar se evalúa en matemáticas, español, ciencias naturales y ciencias sociales a cada niño internado en el hospital y se comprueba su nivel académico. Y así recibe cada niño la escuela en el hospital. Se quiere evitar que los niños, a parte de su problema físico, tengan problemas en insertarse nuevamente con sus compañeros de colegio. El proyecto comenzó en el 2000 con diez mujeres que atendían a los niños cuatro mañanas a la semana. Hoy en día 200 mujeres que trabajan de lunes a sábado en dos turnos, mañana y tarde. Hasta el momento han sido atendidos 25 000 pacientes con edades de entre recién nacidos hasta los 18 años. Estructura y organización Cada grupo está formado por diez mujeres y una coordinadora. La coordinadora tiene listo el material para comenzar el trabajo con el paciente. Se consideran las edades, capacidades, y sobretodo el estado de salud actual de los niños para sacar las tareas. También se toma en cuenta el tratamiento que reciben los niños y jóvenes, que los vuelve un poco apáticos y cansados. A veces tiene más sentido jugar con los niños y motivarlos, en lugar de darles hojas de trabajo. La coordinadora distribuye a las voluntarias en los diferentes sitios donde tienen que trabajar. No es el mismo trabajo, apoyar a los pacientes que visitan al medico o a los que esperan recibir su tratamiento ambulatorio que el trabajo directo con los chicos hospitalizados. Se asegura de que las voluntarias no repitan los espacios donde han trabajado anteriormente, para que no establezcan una relación emocional con un paciente especifico. La carga es lo suficientemente grande: muchas de las mujeres tienen hijos de la edad de sus pacientes y lógicamente, la muerte y el morir están por todas partes. Entrevista final como terapia Al final de cada turno se hace un cierre, donde los voluntarios pueden decir como les fue en su día. Es importante comunicar sus sentimientos a alguien y no quedárselos en sí mismo. A la larga sino uno mismo comienza a sufrir por el sufrimiento de los pacientes. También se escribe como estuvo emocional y mentalmente el niño con el que se trabajó y que trabajos hizo. Así se asegura que el siguiente grupo que trabaje con los niños tenga toda la información necesaria. Casi solo mujeres Las mujeres (hay muy pocos hombres) hacen el trabajo de forma gratuita. Sólo recibe un salario el que trabaja todos los días. Eso es un psicólogo, un maestro y la coordinadora del hospital. Cualquier persona que quiera participar, completa una entrevista de ingreso y un período de prueba de tres meses. Después se evalúa si su trabajo es positivo. La carga de ver niños que sufren y hacer frente a la muerte no debe ser subestimada. No existe ningún problema en retirarse del voluntariado en cualquier momento. Mucho esfuerzo Durante mi visita me impresionó la perfecta organización de la líder del grupo, el material disponible, las mujeres que caminaban con gran entusiasmo para trabajar. Por encima de todo, la alegría de los niños cuando vieron a sus cuidadoras. Es un buen proyecto, Aprendo Contigo. Un sentido de logro también es la retroinformación periódica de pacientes cuidados. Ellos aseguran, que Aprendo Contigo los ayudo a seguir o comenzar con su Escuela anterior. Pipo Cada niño recibe al ser hospitalizado una manta, un gorro en invierno y un sombrero en verano y lo más importante reciben a 'Pipo'. Pipo es un muñeco de aproximadamente 50 cm que lleva el nombre y la edad del niño. Pipo acompaña al niño a partir de entonces en todos sus caminos. El le podrá decir todo su sufrimiento y todo lo mejor. Si pueden ir a casa, se lo llevarán de vuelta si tienen que regresar al hospital lo traerán de nuevo consigo. Aprendo Contigo Trabaja en 3 lugares: 1. En el INEN Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas se atienden 40 pacientes diarios 2. En el Hospital de San Juan de Dios – se atienden también 40 pacientes diarios 3. En el Hospital del Niño – también se atienden a 40 pacientes diarios. En este Hospital hay 600 pacientes y la meta es atender a todos los pacientes. Estos números son de los pacientes hospitalizados. Apoyo "Aprendo Contigo" cuenta con el apoyo de muchas instituciones: El Estado reconoce los programas de aprendizaje que se ofrecen. Los estudiantes de diferentes escuelas, incluidas las del colegio suizo, apoyan a los niños en algunas tardes. Estudiantes en la Universidad de Harvard completan una pasantía de seis semanas. Las grandes empresas donan juguetes, ropa, etc. Empleados de las empresas privadas completan una oferta de prácticas y de pago por un dinero de los patrocinadores. Hay donantes anónimos Los clubes de fútbol, bandas y personajes famosos del mundo del espectáculo dan su tiempo y visitan a los niños para poder entretenerlos y hacerles olvidar unos minutos su dolor y la enfermedad Se venden tarjetas de Navidad con dibujos de los Niños y se recauda dinero.
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