Don Horacio Troche - Universidad Latina de América

Horacio Troche, pasión por el fútbol
Por: Benito Hernández
(Mensaje dirigido durante un homenaje en vida)
Todos los que amamos el fútbol sabemos que mientras el balón
ruede, siempre habrá alguien que vaya tras él. Al encuentro del
romance con el fútbol, muchos acudimos, algunos nos quedamos con el corazón partido, otros encuentran la vida en ello.
El día de hoy tengo el encomiable honor de dirigir unas palabras
en nombre de todas las exalumnas y exalumnos de la Universidad Latina de América que formamos parte de la selección de
fútbol bajo la dirección de quien hoy homenajeamos con afecto
y respeto: Don Horacio Troche Herrera.
Tengo que ser sincero y decir que, al saber que hoy estaría
parado dirigiéndole unas palabras a Don Horacio, no sabía qué
escribir o cómo empezar, porque he sido testigo fiel de tantas
historias y he vivido tantas anécdotas con él, que no supe si
hablar del primer día que entrené en su equipo y me dijera con
voz firme si pensaba que eso que yo hacía era jugar al fútbol,
porque no le pegaba a patadas ni al mundo; o hablar de la última
“Don Horacio: Con la misma fuerza
que luchaba en el juego aéreo cuando
futbolista, llega al cielo a deleitar a los
ángeles con su sentido del humor,
anécdotas y experiencias de vida.
Siempre lo recordaré como un extraordinario ser humano y amigo. Ojala
jugáramos y viviéramos con la pasión,
entrega y coraje que usted lo hizo.
Hasta pronto”
Arturo Pantoja Nocetti. Egresado de
la Licenciatura en Administración de
Empresas 1999-2003
broma que me hizo a principios de semana en los pasillos de
nuestra universidad. Pero lo único que siempre fue claro para mí,
fue hacerle saber este día el gran afecto y respeto que sentimos
todos hacia usted, vivir del fútbol y para el fútbol.
Todo comienza precisamente un 14 de febrero, en Colonia Suiza,
República Oriental del Uruguay; donde aquel romance con el
fútbol llevaría a un joven a formar parte de la historia del fútbol
mundial, a escribir su nombre en las páginas doradas reservadas
solamente para los consagrados del balompié, donde se
encuentran labrados los nombres de míticos guerreros de la
cancha. Precisamente su historia le mereció conocer a la realeza
inglesa, producto de su trayectoria, en la cual luchó por el esférico con el Rey Pelé y combatió por su patria ante el Kaiser.
Este es Don Horacio Troche, al que años más tarde tendríamos el
honor de conocer y con quien defenderíamos la playera de
nuestra universidad.
Personalmente en esos entrenamientos pude reencontrar mi
romance con el fútbol en una difícil etapa de mi vida, Don Horacio estuvo ahí para tenderme la mano. Fuera de la cancha, Don
Horacio ejemplifica con honestidad y sensatez lo que una persona con su trayectoria aspira a ser. Con devoción a Teresita como
“Agradecimiento profundo, hasta el
cielo, por haberle conocido y por
haber aprendido a que el fútbol no
conoce fronteras ni tiempos, a que la
grandeza se lleva en el corazón y la
fuerza en el espíritu. Hasta pronto Don
Horacio”
Juan Carlos Vega
Egresado y mediocampista Selección
UNLA 2002
esposo, su grandeza de padre e incansable abuelo. En su hogar,
plasmado de fragmentos de gloria, en donde nos hacía curaciones con remedios, mientras contemplábamos esos fragmentos
fotográficos, nos platicaba anécdotas de fútbol plenas de intensidad. Anécdotas donde el carácter y la fortaleza para no rendirse y luchar siempre hasta el último segundo eran los ingredientes principales. Todo ello acompañado de mates y en ocasiones
de sublimes asados.
En una ocasión, Don Horacio se atrevió a decir que con 5 “Arturos” (Rana) podía ser campeón del mundo, pero en el fondo
sabía que los otros 6 eran “Benitos”.
La sensación de contar con un talismán al tenerlo en la banca,
sentíamos que llevábamos ventaja al saber que él estaba ahí, y
no estábamos exentos de razón. Y es que en su vasto repertorio
de sabiduría navegarán frases célebres como “Vos tenés que ser
como Gardel, porque hasta para jugar bien al fútbol hay que ser
guapo”.
“Que dicha haber podido disfrutar de
las anécdotas del gran capitán de la
selección uruguaya en los pasillos de
la UNLA; un honor haber conocido a
este excepcional ser humano”
Yacine Kabbage
Director del Centro de Idiomas
Horacio Troche Herrera,
un héroe uruguayo entre nosotros
Por: Juan Carlos Vega Solórzano
(Mensaje dirigido en vida)
Siempre fue demasiado estricto, perfeccionista. Tan duro de
entrenador, como lo fue de defensa central. Congruente, incólume y en sus años imbatible. Sin duda, nos hubiera gustado en la
universidad haberle aprendido más, haber escuchado más y ser
menos rebeldes, menos jóvenes. Al correr de los años lo valoramos, estamos con él.
Poseedor de férreo carácter fiel a su estilo de juego, comandó la
"Garra Charrúa" en las copas del mundo Chile 1962 e Inglaterra
1966 jugando 7 partidos como Capitán, pasando a la historia
uruguaya portando el número 2 en los dorsales de "La Celeste".
Pocos afortunados somos, en la ciudad de Morelia, de haber sido
comandados por una figura de talla mundial, quien en sus
anales fotográficos históricos es retratado con el Rey Pelé, con la
Reina Isabel II, y con un puñado de inolvidables figuras internacionales del balompié. Pocos afortunados somos, de haber escuchado, haber formado anécdotas cómicas y otras cercanas al
regaño, de estar junto a él. Sus entrenamientos a pleno rayo del
sol en una cancha con pasto de más crecido, bajo la disciplina de
quien durante varios años militó en el fútbol alemán, fueron para
nosotros una academia, una pincelada de lo que implicaba
tomar este deporte en serio, si bien universitario, bajo un compromiso formal y responsable.
En esos meses aprendí conceptos del juego hasta ese momento
desconocidos para mí, de la importancia de dejar todo en cada
jugada, de jugar al límite, como él lo hacía, y al final, esa generación de futbolistas universitarios en cierta forma quedamos marcados por su visión y por su juego, por su influencia, pero sobre
todo, marcados de por vida por su forma de ser como persona.
“Más que un entrenador, un amigo de
inolvidables tertulias de fútbol que
hacían metáfora a vivir la vida intensamente. Tus lecciones de cancha
hicieron eco en mí, para nunca ser un
tibio ante ninguna circunstancia. Gracias Don Horacio.”
Horacio Troche Herrera, uno de esos héroes uruguayos, se
encuentra jugando la batalla más importante de su vida y la
juega como siempre jugó en el campo, con fuerza y al límite.
Arturo Fuentes Ramírez
Generación UNLA 1996-2000
Biografía
Horacio Troche nace el 27 de octubre de 1934, pero es registrado
hasta el 14 de febrero en Colonia Suiza, República Oriental del
Uruguay; hijo de una familia de 8 hermanos más, siendo el
cuarto de ellos. Desde pequeño siempre fue su pasión el futbol y
día a día se preparaba para lograr su sueño: ser un jugador profesional. A los 17 años le llega su gran oportunidad para jugar de
manera profesional en Montevideo, en el nacional de fútbol,
siendo campeón de la copa América con la selección uruguaya
en 1952.
Tras ese evento, vino el mundial de Chile de 1962, donde jugó en
todos los partidos; también, pero en el mundial Inglaterra 66, fue
capitán de su selección llegando hasta cuartos de final. En su
trayectoria profesional destacó en los siguientes equipos: Cerro,
Nacional River Plate, Alemania Ahen y Bonner.
A su llegada a México, fue entrenador del club deportivo Guadalajara Chivas, Laguna, Tampico Madero, Atlético Morelia, Uruapan, Irapuato, y desde hace 20 años de la UNLA.
Agradecido eternamente con Dios por
haber conocido tan extraordinario ser
humano. Le agradezco el haberme
enseñado a luchar cada día con
fuerza, determinación, coraje y pasión
por adverso que fuera el marcador. Sin
duda, sus enseñanzas dentro y fuera
del terreno de juego, sus pláticas, sus
consejos personales, la risa, las
bromas. En fin, cada momento y cada
día que compartimos vive en nuestro
recuerdo y tienen un lugar especial en
nuestros corazones”
¡Gracias y hasta pronto querido viejo,
Don Horacio!
Su eterno amigo y capitán Benito
Hernández Reyes, Egresado de la
Licenciatura en Sistemas Computacionales 1999-2003