Cuaderno Historia 7 WEB C1

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Capítulo
Puerto Rico, tierra
caribeña
Las cuevas de Puerto Rico:
un mundo aún por explorar
© Ediciones SM
Cuando oímos hablar del paisaje cavernoso de Puerto Rico,
rápidamente acude a nuestra mente el maravilloso Parque de las
Cavernas del Río Camuy, uno de los sistemas de cuevas más grandes del hemisferio occidental. Este parque es un lugar turístico por
excelencia, visitado anualmente por más de 150 000 personas, entre
locales y extranjeras, atraídas por este espacio de acogedora belleza. El río Camuy, del cual se ha dicho que es el tercer río subterráneo más largo del mundo, atraviesa las cavernas de este parque.
No obstante, este tipo de dato geográfico se actualiza a medida
que los estudios espeleológicos descubren más bellezas naturales.
Por ejemplo, en tiempos recientes se han descubierto ríos subterráneos de gran longitud, según informan varios estudios. Ejemplo
de esto son los recientemente descubiertos ríos subterráneos de
Puerto Princesa, en Filipinas, y el Sac Actun, en el estado mexicano
de Quintana Roo, península de Yucatán. Este último río fue identificado en 2007 y se considera actualmente el más largo del mundo.
Así que es posible que el río Camuy ya no ostente el tercer lugar en
esta categoría. El estudio de la presencia, la magnitud y la longitud
de un río subterráneo, así como de un sistema de cuevas toma tiem-
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Capítulo
Puerto Rico, tierra
caribeña
po ya que la exploración es una labor compleja y
riesgosa —aunque fascinante y divertida— que
conlleva adentrarse en lo desconocido, escalar
terrenos escarpados y enfrentarse a corrientes
subterráneas peligrosas.
El sistema de cavernas de este parque
fue descubierto en 1958 por Russell y Jeanne
Gurnee, y el puertorriqueño José Limeres. Se
dice que estos fueron guiados por unos niños
que vivían en la zona y que conocían las entradas
y los pasillos de las cuevas. El descubrimiento y
la exploración fueron reseñados con detalle en
Discovery at the Río Camuy, publicado en 1974
por los esposos Gurnee. El hallazgo ha sido uno
de los más impresionantes de la historia. Sin
embargo, en lo que se refiere al conocimiento
de la geografía isleña, los taínos llevan la delantera ante los descubrimientos “oficiales”.
Resulta que, en el interior de algunas cuevas,
se han hallado grabados de la cultura taína que
evidencian su presencia en estas formaciones
cársticas.
© Ediciones SM
En 1987, tres décadas después de su descubrimiento oficial, se abrió al público el Parque
de las Cavernas del Río Camuy. Para ello, el
Gobierno de Puerto Rico compró centenares de
cuerdas con el propósito principal de proteger el
balance ecológico del sistema de cuevas. Con
esto, además, brindó a las personas la oportunidad de conocer y disfrutar de un paisaje de
extraordinaria belleza.
Hasta ahora, se han identificado sobre 10
millas de cavernas, 220 cuevas y 17 entradas
al sistema, que se reparte entre los municipios
de Hatillo, Lares y Camuy. Sin embargo, se dice
que la parte que está abierta al público general
es apenas una fracción del sistema entero. Más
interesante aún es que, según se estima, en
Puerto Rico existen unas 2000 cuevas. De estas, el Departamento de Recursos Naturales y
Ambientales solo tiene registradas y documentadas 207.
Aunque existen cuevas en varios municipios
(como Cayey, Comerío, San Germán, Guánica
y Cabo Rojo), la gran mayoría se localiza a lo
largo de la zona cárstica de la costa norte (entre Aguadilla y Loíza). Ahí se encuentran otros
sistemas importantes, como las cuevas del
río Encantado, entre los municipios de Ciales,
Florida y Manatí; y la cueva Sorbetos, en la zona
del río Tanamá, en Arecibo. Por otro lado, hacia
el interior de la Isla, se halla el sistema de cuevas
y cavernas de Aguas Buenas, donde nace el río
Cagüitas, tributario del Río Grande de Loíza. En
la zona sur, el más notable es el sistema de cuevas El Convento, entre Peñuelas y Guayanilla,
únicas cuevas en la región a través de las cuales
fluye permanentemente una corriente de agua.
Las formaciones subterráneas constituyen
un elemento de verdadera riqueza ecológica,
geológica, hidrológica e histórica, además de
que tienen un gran valor escénico y turístico. No
solo el Parque de las Cavernas del Río Camuy
es una fuente inagotable de conocimientos: en
Puerto Rico, existen otros sistemas que vale la
pena explorar.